Análisis de las funciones del cuento en El corazón Delator de E.A.
Poe
Alejamiento: Al que narra, le vienen una especie de ataques de locura, se le mete
una idea en la cabeza. Prohibición: Quizá no esté del todo explícita en el texto, tiene que ver con el ojo del anciano que describe en el cuento, un ojo celeste velado por una tela que helaba la sangre del narrador, la prohibición la presenta el respeto que se le tiene a este personaje. Transgresión: Tampoco se encuentra de manera explícita, sin embargo, el hecho de que el narrador se plantee asesinar al anciano, representa una transgresión al respeto que este le tenía. Interrogatorio: No está incluido de manera explícita, el personaje principal obtiene información por sí mismo. Información: La información la obtiene a base de meter la cabeza por la abertura de la puerta de la habitación del viejo cada noche durante 6 días para comprobar si el viejo estaba despierto, debía de estarlo puesto que no era el anciano quien lo irritaba, sino su ojo. Engaño: El engaño podría verse desde que el narrador nos dice que nunca había sido tan amable con el anciano como la semana en la que decidió asesinarlo, todas las atenciones que tenía con él eran un engaño para que el viejo no sospechara. Complicidad: No existe una complicidad, al menos no explícita. Sospechamos que la oscuridad podría servir como cómplice para llevar a cabo la fechoría, pero no estamos seguros. Fechoría: El octavo día, por causa de que se le resbaló el dedo de la linterna, despertó al anciano quien se quedó sentado sobre la cama una hora al igual que el personaje principal. Se quedó quieto un rato hasta que abrió una pequeña pestaña de la linterna para alumbrar el ojo del anciano, al oír el corazón de este, el protagonista se puso nervioso y no pudo soportar más, lo asesinó por miedo a que alguien escuchara ese “fuerte sonido”. El protagonista quedó contento porque el ojo del viejo ya no lo molestaría. Carencia: No hay una carencia como tal, podría ser sustituida por el hecho de que a las cuatro de la mañana, luego de que el protagonista descuartizara y enterrara el cadáver del anciano, unos oficiales de policía se presentaron a la puerta porque un vecino había escuchado un alarido a medianoche. Transición: La transición ocurre como tal ya cuando el protagonista se ha librado del anciano y de su ojo velado. Principio de la acción contraria: Astuta y tranquilamente, el protagonista deja que los oficiales revisen su hogar, ha ocultado bien su crimen y no teme a ser descubierto. Partida: No existe una partida en este cuento, pues el personaje nunca se va de su hogar. Primera función del donante: Los oficiales luego de revisar toda su casa, son dirigidos a la habitación del muerto y comprueban que todo está en orden. El protagonista hace que se sienten en unas sillas y él posiciona una silla exactamente sobre el lugar en el que está enterrado el muerto y comienza la función del donante que son, a su vez, los oficiales quienes charlan animadamente con el protagonista y el mismo protagonista quien comienza a tensarse por la culpa o… la locura. Recepción del objeto mágico: No se recibe ningún objeto mágico, no sabemos si considerar el ataque de nervios del protagonista como tal. Desplazamiento del héroe: No sabemos si considerar la silla en la que se encuentra sentado, pues el objeto de su “búsqueda” está debajo de él, lo que lo tensa es el supuesto latido del muerto. Combate: El combate es contra sí mismo, el protagonista empieza a delirar, a sentirse nervioso, a jadear y hablar más y más alto por un zumbido que creía estaba en sus oídos pero que en realidad era el supuesto latido del corazón del muerto. El combate es contra sí mismo intentando mantener la compostura delante de los oficiales. Victoria: No se encuentra la función de la victoria dentro de este cuento, no sabemos si considerar la confesión de su crimen como una victoria. Reparación: No hay una reparación de la fechoría, el muerto no puede revivir. Vuelta del héroe a casa: El protagonista siempre se encuentra en casa, por lo tanto, esta función no está presente. Persecución del héroe: La persecución es efectuada por el héroe hacia sí mismo, puesto que mantiene la compostura o al menos lo intenta (fallidamente) frente a los oficiales que tiene delante. Auxilio del héroe: Nadie lo auxilia, puesto que los oficiales parecen no notar su ataque de nervios y él sigue luchando contra sí Llegada de incógnito: Dado que el protagonista nunca salió de casa, no existe una llegada de incógnito. Pretensiones engañosas: Las pretensiones engañosas son las del protagonista al intentar mantener el silencio de su crimen Proposición de una tarea difícil: No se le impone como tal una tarea difícil, los oficiales no sospechan nada y el otro, hasta hacía un rato, parecía tranquilo a pesar de lo que había hecho. Cumplimiento de la tarea: No se encuentra en el cuento. Reconocimiento: No se encuentra en el cuento. Descubrimiento del falso héroe: El protagonista es a su vez un villano, por lo que el descubrimiento ocurre cuando este, aterrado y nervioso, finalmente acepta, a gritos, que ha asesinado al anciano y les señala a los oficiales en dónde está el cadáver: “ahí, donde late el corazón.” Transfiguración: Ahora el protagonista ya no es el hombre tranquilo y encantador que era, ahora queda revelado como el loco neurótico que es. Castigo del falso héroe: En el texto no se especifica qué es lo que ocurre con él, no de manera explícita, dado a la insistencia con la frase “no estoy loco” predominante en todo el cuento, suponemos que fue encerrado en un manicomio. Matrimonio y ascensión al trono del héroe: No existe en este cuento puesto que nuestro héroe es a la vez villano y sufrió las consecuencias.