Recensión elaborada por el maestro Jorge Roberto Rivera González

Actitud favorable
El presente capítulo busca mostrar cómo podemos cambiar la actitud negativa que
muestran los alumnos hacia las tareas, el maestro y sus compañeros de clase. Señala que la
actitud de los alumnos obedece a la combinación de tres componentes que hay que tomar
en cuenta: el cognitivo, el afectivo y el conductual.
El señalamiento de que la actitud sea aprendida implica que está abierta al cambio. Por lo
que el maestro debe provoca el interés del alumno hacia la tarea, que vea la utilidad y la
rentabilidad del esfuerzo.
El autor utiliza el término balancín o sube y baja: señalando que la actitud de los alumnados
se mueve en tres planos. El “positivo” con los que trabajan; el “negativo”, con los alumnos
reactivos a la tarea escolar con actitudes negativas y los de la “zona de incertidumbre” que
es donde se encuentran la mayoría los alumnos. Indicando que es el la zona de los alumnos
negativos donde habrá que trabajar estrategias en el control, empatía y motivación en
proporción diferente con cada alumno, con vistas a incorporarlos al polo positivo.
La actitud del profesor es de gran importancia para cambiar la actitud de los alumnos o
mantener esa actitud negativa. La actitud del maestro tiene una gran relación con las
variables: Personal (cómo es). Pedagógica (cómo enseña). Profesional (cómo trabaja).
Teórica (lo que sabe). Cognitiva (lo que piensa). Laboral (cómo progresa). Social (cómo se
relaciona).
Otro concepto que aporta el tema es el del maestro YEMA que implica poner en juego
factores personales (Yo), didácticos (Educo-Materia), de atención a la diversidad (Alumno),
a diferencia del profesor 1, 2, 3 quien se centra en la asignatura y preocupado por dar el
temario. Rechaza la pedagogía.
En cuanto a la familia textualmente menciona el autor que “Si la actitud del alumno y del
profesor son determinantes, aún más lo es la de la familia”. Si la familia colabora
interesándose por los estudios de sus hijos y cooperando con el profesorado en la adopción
de medidas conjuntas, disminuyen notablemente las probabilidades de que haya conflictos.
Señala la importancia de implicación de los padres, conseguir el teléfono de contacto fiable,
realizar reuniones y tene entrevista individuales con las familias, con objetivos claros, entre
otros aspectos importantes para mejorar la actitud de los alumnos con respecto a las tareas,
el maestro y sus compañeros de clase.