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Unidad nº1 - Clase nº 3

Clasificación de las ciencias. Una clave de abordaje de los


problemas epistemológicos
En esta clase, veremos cómo se desarrollaron la Biología y las Ciencias Sociales y las
interacciones que se dieron entre ambas y con la Física. Adoptaremos para el curso una
clasificación de las ciencias con la salvedad de que se trata de una de las tantas posibles y
daremos una clave para el abordaje de los problemas que se fueron presentando a lo largo del
recorrido teórico realizado hasta ahora. Con estos temas, cerraremos la primera unidad del
programa.
Recomendamos tener muy presente el título 1.4 "Una clave de abordaje de los problemas
epistemológicos" puesto que aquí comienzan a definirse algunas de las categorías que
ocuparán un lugar central en el desarrollo de los contenidos del curso. De algún modo, se
anticipa en este punto, una serie de cuestiones que serán abordadas con mayor detenimiento
a lo largo de la cursada.

Lean atentamente el módulo de estudio hasta el final de la unidad y completen la actividad


que se encuentra al final de la misma, este ejercicio les será muy útil para prepararse hacia el
examen final. De ninguna manera deben entregarlo.

Estén atentos a temas tales como: la distinción entre contextos y la distinción entre relaciones
internas y externas propuestas por Reichenbach, el problema de la división del trabajo en las
ciencias según el contexto y la diferencia entre una filosofía de la ciencia tradicional o estándar
y una que tenga en cuenta la intersección de los múltiples abordajes posibles teniendo en
cuenta las relaciones internas y externas. Como siempre pueden expresar dudas e inquietudes
a través de los foros de consulta.

Módulo de la cátedra, sólo los títulos 1.3 y 1.4 hasta el final de la unidad 1 y la actividad
práctica que se encuentra al final de la misma.

1.3. Clasificación de las ciencias


Los intentos de clasificar las ciencias y los saberes son tan antiguos como la reflexión misma
sobre el conocimiento y también bastante diversos. Vemos a continuación sólo algunos de
ellos.
En la Edad Media hubo múltiples clasificaciones deudoras de diferentes tradiciones, como por
ejemplo la de Hugo de San Víctor (1096-1141) que dividía la filosofía en ciencia teórica (teolo-
gía, matemática y física, por un lado, y aritmética, música geometría y astronomía, por el otro),
en ciencia práctica (ética), en ciencia mecánica (artes mecánicas) y lógica (subdividida en
gramática y ciencia disertiva).
Ya en la modernidad, F. Bacon clasificó las ciencias según las facultades humanas: memoria,
razón y fantasía. La memoria da su origen a la historia (subdividida en sagrada, civil y natural);
la razón da origen a la ciencia (subdividida en teología natural, ciencias de la naturaleza y
ciencias del hombre). La fantasía da origen a la poesía.
A. Comte (1798-1857) concibió una jerarquía de las ciencias según su grado de "positividad",
ordenándolas en una serie que comienza con la matemática y sigue con la astronomía, la
física, la química, la biología y la sociología, con la filosofía como la ciencia más comprensiva.
W. Dilthey (1833-1911) señala que hay dos grandes grupos de ciencias: las naturales y las del
espíritu. En la misma tradición que distingue entre naturaleza y cultura, H. Rickert divide las
ciencias en nomotéticas (las que se basan en leyes: matemática, lógica, y en general, las
ciencias naturales) e ideográficas (las que estudian acontecimientos individuales: la historia).
La variedad de clasificaciones muestra dos cuestiones importantes: por un lado, el carácter
histórico y por tanto provisorio de cualquier clasificación que hace que aparezcan áreas de
estudios nuevos y que otras consideradas científicas en algún momento dejen de serlo; pero,
por otro lado, hay que tener en cuenta que no se trata de una mera estipulación, sino que
estas taxonomías y clasificaciones expresan relaciones de poder y también de prestigio. Aquí
adoptaremos, con la provisoriedad del caso, la clasificación que elaboró el Círculo de Viena, en
ciencias formales y fácticas, según la definición de R. Carnap: "La distinción entre ciencias
formales y fácticas es la siguiente: las primeras sólo contienen enunciados analíticos mientras
que las segundas incluyen, además, enunciados sintéticos".
1.4. Una clave de abordaje de los problemas epistemológicos
Esta Unidad 1 se propone, en primer lugar, explicitar cuál será el hilo conductor de la asig-
natura y, en segundo lugar, sentar algunos conceptos básicos, en ocasiones mediante
definiciones estipulativas o caracterizaciones preliminares que se irán desarrollando a lo largo
del curso, y en otras ocasiones mediante breves desarrollos de temas imprescindibles para la
comprensión de lo que sigue.
El primer problema que se le presenta a una asignatura como esta -problema que no ocurre en
otras áreas de la ciencia- es explicar y delimitar un objeto de estudio sobre el cual no hay
consenso entre los autores. La delimitación misma del objeto, lejos de ser un compromiso
preliminar, es parte principal de la agenda de investigaciones. Por eso, es necesario y
conveniente, antes que emprender la tarea de hacer una descripción, ir aproximándose a
nuestro objeto de manera paulatina y observando las distintas posiciones que aportaron al
estado de las discusiones actuales.
Podemos definir, provisoriamente, a la Epistemología como el estudio filosófico de ese tipo
especial de conocimiento que llamamos ciencia. Sin embargo, semejante definición resulta no
sólo provisoria, sino también problemática y, sin una serie de aclaraciones, algo vacua.
El fenómeno moderno que llamamos "ciencia" es sumamente complejo y multifacético y, de
hecho, las disputas teóricas sobre la cuestión están lejos de estar saldadas. En una primera
aproximación y, cuando menos analíticamente, hay que señalar dos niveles o ámbitos de
problemas que se encuentran relacionados con la ciencia (que, por otra parte, se
corresponden a su vez con disputas que han dado lugar a extensos debates que formarán la
parte central de este curso).
En primer lugar el análisis correspondiente a la ciencia como producto, bajo el supuesto de
que el resultado final del trabajo de los científicos son las teorías, leyes y conceptos científicos.
El principal ámbito de problemas abordados corresponde a la estructura de las teorías y a la
relación de éstas con el mundo empírico.
El segundo nivel de análisis -el problema de la ciencia como proceso- corresponde al desarro -
llo histórico y el progreso de la ciencia a través del tiempo, es decir a los aspectos históricos,
sociológicos y psicológicos de la ciencia.
Esta distinción ha recibido diferentes tratamientos y denominaciones. H. Reichenbach, por
ejemplo, en el primer capítulo de Experience and prediction(REICHENBACH, 1938) estableció
dos distinciones que cobraron fama y aceptación rápidamente. La primera, entre las relaciones
internas y externas.
La ciencia estrictamente hablando, para estos pensadores, estaba constituida por los
contenidos y relaciones internas, ya que la conciben sólo como producto, desentendiéndose
de los problemas de la producción del saber.
La segunda distinción establecida por Reichenbach, complementaria de algún modo de la
primera, es la que se establece entre el contexto de descubrimiento y el contexto de
justificación. Al primero corresponderían los aspectos los aspectos históricos, sociales y
subjetivos que rodean a la actividad de los científicos. No interesaría, según este punto de
vista, para la justificación de hipótesis y/o teorías, todo cuanto se refiere a su invención, los
avatares que provocaron su generación. Es irrelevante, para la investigación científica, la
manera como se halla o descubre una hipótesis (proceso creativo, observación de hechos,
inducción, etc.) porque, en definitiva, no se considera que esta tarea sea propiamente obra de
la razón, sino de la imaginación. Se trata de una cuestión psicológica, sociológica o histórica,
no propiamente epistemológica y por ello el abordaje de esas problemáticas será tarea de la
sociología, la historia o la psicología. Por otro lado, todo cuanto se refiere a las razones por las
que, en ciencia, debe aceptarse una hipótesis, es una cuestión que se considera mucho más
relevante que la que supone el contexto de descubrimiento de la misma. La justificación de
una hipótesis -la demostración de que es racional considerarla verdadera- sería obra
propiamente de la razón y lo que permitiría hablar propiamente de una lógica de la ciencia. Si
se acepta esta distinción entre contextos es evidente que la epistemología deberá analizar los
principios, presupuestos y métodos científicos desde el punto de vista de su alcance, su verdad
y su validez. Entonces se harán preguntas como: ¿Cuáles son los principios sobre los que
descansa el conocimiento científico? ¿Es la inducción el principal método científico? ¿O es la
deducción? ¿O más bien una combinación de ambos? ¿O no hay un método científico sino
distintos métodos científicos según las distintas disciplinas científicas? ¿Cuál es la base de la
validez de dichos métodos científicos?.

También se analizará la estructura conceptual de la ciencia con preguntas como: ¿Qué es un


concepto científico? ¿Qué es un concepto teórico y qué es un concepto observacional? ¿Qué
es una ley científica? ¿Cuál es la naturaleza de las leyes científicas? ¿Qué es una teoría
científica, cuál es su estructura?, etc. Se tratará en suma de la reconstrucción racional del
producto de la actividad científica.
La enorme influencia de estos planteos provenientes de la filosofía de la ciencia generó no
sólo una distinción conceptual, sino también una clara demarcación disciplinar. Así, esta
verdadera 'división del trabajo', era asumida también por la sociología de la ciencia, que
prestaba atención a los aspectos institucionales de la ciencia, desde las condiciones externas
que favorecen su constitución y desarrollo como institución hasta su legitimación y la
evaluación social de los descubrimientos científicos, pero sin pretender ninguna injerencia
relevante en su contenido cognitivo. Un claro ejemplo es la sociología mertoniana,
especialmente interesada en las normas y organización de la ciencia en tanto institución social,
sus relaciones con otras instituciones y su integración o desintegración en la estructura social.
R. Merton sostiene que el contenido de la ciencia, su justificación y validación, su desarrollo y
cambios específicos, quedan fuera del campo de la sociología y obedecen a lo que llama
'normas técnicas'. Los contenidos de la ciencia dependen sólo de su función -el aumento del
conocimiento- y de sus métodos técnicos. En suma, los "imperativos institucionales derivan
del objetivo y los métodos", pero no al revés. Faltaban aún varias décadas para que la
sociología comenzara a reclamar la palabra sobre los contenidos cognitivos de la ciencia en
general. La evaluación de los contenidos cognitivos de la ciencia todavía era de pura
incumbencia de la filosofía.
Quizá, simplificando un tanto las cosas, la historia de la reflexión epistemológica en el siglo XX
pueda leerse como un desbaratamiento paulatino y progresivo de la distinción tajante y
excluyente entre contextos. Pero sobre esta cuestión quisiéramos dejar sentado algún criterio.
La epistemología tradicional no sólo sostiene que es posible pensar una ciencia descontextua-
lizada y a expensas de los agentes que la producen sino que sencillamente resta entidad a la
pregunta misma. Por ello cabe preguntarse cuál es el sentido, desde el punto de vista de la
filosofía, de indagar acerca del sujeto que produce ciencia. De hecho deben ser posibles otras
respuestas para rescatar y dar entidad a tal pregunta. La historia de los estudios sobre la
ciencia y de la epistemología en particular de los últimos treinta o cuarenta años podrían
considerarse, justamente, una serie de intentos por otorgar pertinencia y legitimidad a esta
pregunta.
El criterio de pertinencia, creemos, se ubica en la misma línea que la epistemología

tradicional, aunque de hecho con una valoración y respuestas diferentes: la pregunta por el
sujeto que hace ciencia sólo cobra sentido filosófico en la medida en que la respuesta que se
le dé a la misma, resulte relevante epistémicamente.

De hecho, la filosofía de la ciencia tradicional ha considerado la injerencia del sujeto como una
interferencia en la producción del conocimiento; interferencia que, en el mejor de los casos
podía y debía ser eliminada mediante diversos tipos de procedimientos metodológicos. De
esta manera los comportamientos de esos sujetos, sean considerados individual o
colectivamente, podían explicar tan solo los errores de la ciencia o el marco histórico general
que acompañó su surgimiento. Por ello la revalorización del sujeto que produce ciencia, en
suma, el análisis del contexto de descubrimiento tiene sentido en la medida en que pueda
descubrirse que las prácticas en las cuales se produce el conocimiento científico resulten
relevantes en cuanto al contenido y legitimación de ese producto.
En la actualidad la filosofía ha perdido la hegemonía en la reflexión sobre la ciencia y se habla,
en cambio, de estudios sobre la ciencia que incluyen perspectivas muy diversas:
la sociología del conocimiento científico, que, a diferencia de la sociología de la ciencia tra-
dicional, se ocupa no tanto del estudio de la comunidad científica en tanto comunidad, sino de
los resultados que produce esa comunidad en relación con las prácticas que le dan origen;
la antropología de laboratorios, que analiza con herramientas antropológicas el tipo de rela-
ciones que se establecen al interior de laboratorios científicos también en relación con el tipo
de producto que surge de ellos, es decir la "verdad" científica;
la retórica de la ciencia, que en sus versiones más extremas considera que la ciencia no es más
que un discurso persuasivo como la literatura y que su objetivo es ganar el consenso entre los
pares;
la psicología de la ciencia, que intenta dar cuenta de los procesos mentales por los cuales un
científico produce en un momento determinado algo novedoso;
la historia de la ciencia, ya no como deposito de anécdotas, sino como insumo indispensable
para lograr la contextualizacion que permita entender la ciencia actual; los estudios
interdisciplinarios CTS (ciencia, tecnología y sociedad);
los estudios sobre política científica e innovación tecnológica;
las llamadas epistemologías naturalizadas, que basadas en los estudios científicos mismos -
psicológicos, sociológicos e históricos- esperan dar cuenta de la verdad científica;
las filosofías especiales de la ciencia que, aunque en una perspectiva de menor alcance que la
filosofía general de la ciencia, han proliferado y se ocupan de los problemas que surgen de las
investigaciones científicas pero a los que la ciencia no puede dar respuesta (filosofía de la
biología, de la física, de las ciencias sociales, de la matemática, etc.) .

En este panorama tan complejo y heterogéneo, resultado de prácticamente un siglo de deba-


tes, la distinción entre contextos resulta aceptable -como adelantáramos más arriba- sólo
analíticamente y la prioridad de la filosofía en el análisis metacientífico resulta no sólo
extemporánea sino fundamentalmente insuficiente.
De modo tal que el abordaje epistemológico debe admitir y utilizar los estudios

sobre la ciencia, de modo tal que incluya tanto el análisis y la reconstrucción racional de las
teorías, leyes y conceptos científicas -la ciencia como producto, objeto de la filosofía de la
ciencia tradicional-, como así también el desarrollo histórico de la ciencia y las vinculaciones
del producto científico específico con el contexto social -la ciencia como proceso.

No se trata de ni de una sumatoria de temas y perspectivas diferentes, ni de una especie de


eclecticismo ramplón, sino del imprescindible análisis de las estrechas conexiones, relaciones
causales y correlaciones entre estos ámbitos. Un curso de epistemología, debe ubicarse, hoy,
en la intersección de estos múltiples abordajes.
En ese sentido, hemos elegido, para la mejor comprensión de los temas y problemas
involucrados, desarrollarlos bajo la forma de una reconstrucción histórico-conceptual, es decir
a través de algunos de los principales debates y posiciones controvertidas.

PRINCIPALES PROBLEMAS DE LA UNIDAD 1

• CARÁCTER FILOSÓFICO DE LA EPISTEMOLOGÍA


• HISTORICIDAD DEL CONCEPTO DE CIENCIA
• LO INTERNO Y LO EXTERNO A LA CIENCIA: LOS CONTEXTOS DE DESCUBRIMIENTO Y DE
JUSTIFICACIÓN
• EL ESTADO ACTUAL DE LA CUESTIÓN: LOS ESTUDIOS SOBRE LA CIENCIA

1. Escriba y guarde hasta el final de la cursada, en no más de dos carillas y en lo posible sin
hacer uso de bibliografía especializada, lo que usted piensa sobre:
A) El concepto de ciencia.
B) Las diferencias y semejanzas entre ciencias naturales y sociales.
C) La relación que hay, si es que la hay, entre ciencia y contexto histórico.

Bibliografía Recomendada
EGGERS LAN, C. (1995), El nacimiento de la matemática en Grecia, Eudeba, Buenos Aires.
COHEN, I. (1989), Revolución en la ciencia, Gedisa, Barcelona.
WHITEHEAD, A. (1949), La ciencia y el mundo moderno, Losada, Buenos Aires.
JACOB, F. (1986), La lógica de lo viviente, Salvat, Barcelona.
LAKATOS, I. y MUSGRAVE, A. (1975), La crítica y el desarrollo del conocimiento,Grijalbo,
Barcelona.

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