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CURSO
Neuro
O ra to ria
Quiénes somos
En MCA B&P School tú eres el centro de los procesos educativos; por tanto, nuestro equipo de
profesionales académicos se adapta a tus necesidades, lo que permite disponer de un sistema de
enseñanza-aprendizaje personalizado.
Fundamentación
Hablar bien en público constituye una meta para definir un discurso y una expresión de
deseada por la mayoría de las personas, pero no mayor impacto, que haga que su público le
todos logran hacerlo por falta del conocimiento recuerde y cambie lo que se ha propuesto en su
y el entrenamiento adecuados. Estas conocen o presentación.
están conscientes de la importancia que tiene
en el impulso de su desarrollo profesional, Motivado por esta necesidad, MCA B&P School
especialmente al ver cuánto llegan a cambiar ha desarrollado el Curso de Neuro Oratoria,
y progresar las personas cuando concebido desde un punto de vista profesional,
han aprendido a expresarse con cuyo objetivo se centra en desarrollar las
facilidad y claridad. capacidades para comunicar, influir y convencer
CUR SO a otros. Orientado a gerentes, directivos,
Otros saben expresarse docentes, políticos, estudiantes, nuevos
apropiadamente, pero no logran empresarios, proveedores, ejecutivos, médicos,
hacer que su mensaje llegue con abogados, vendedores, comunicadores sociales,
fuerza y persuasión, lo que muchas veces los y a toda persona que tenga necesidad de saber
lleva a sentir frustración a la hora de presentar qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo, con el
su mensaje. Lo que realmente requieren es mayor impacto.
manejar criterios y herramientas especiales
Estructura
El curso está estructurado en 4 módulos, los
cuales agrupan temáticas novedosas y actuales
del tema central del mismo. La totalidad de horas
del curso es de 48. Cada módulo está compuesto
por clases en video, un material complementario
en formato pdf de cada clase en video con el
objetivo de que el alumno pueda ampliar los
conocimientos, foros interactivos de carácter
académico, foro para la aclaración de dudas de
contenido, videos para la aclaración de dudas
frecuentes, un material en pdf de orientaciones
para la ejercitación de los contenidos y un
examen en cada módulo del curso.
Objetivo General
Desarrollar técnicas modernas de oratoria Conocer herramientas psicológicas y
basadas en procesos neuronales (cerebro) neuropsicológicas para persuadir a su
poderosos, con mayor nivel de convencimiento público.
y persuasión, de modo que pueda convencer,
persuadir y conquistar a su público. Elaborar un discurso que vaya a la mente y
al corazón de su audiencia, para hacer de su
Objetivos Específicos presentación algo memorable.
Clase#5. La gesticulación
- Tipos de gestos con las manos
- Lo que debes evitar
Perfil de egreso
Bibliografía
- Albán Alencar, A., (2007) Manual de oratoria, - Padrón, P., (2011), Manual del orador, Caracas,
Edición electrónica gratuita. Texto completo en Venezuela: Liven Editoriales, C.A.
www.eumed.net/libros/2007b/
- Pease, A., (2016), El lenguaje del cuerpo,
- Bados López, A., (2005), Miedo a hablar en Barcelona, España: Editorial Amat, S.L.
público, Madrid, España: Pirámide.
- Pérez Agustí, A., (Sin fecha), Trucos para hablar bien
- Gottesman, D. y Mauro, B., (2002), Técnicas en público, Madrid, España: Editorial Libros, S.A.
para hablar en público, Barcelona, España:
Ediciones Urano, S.A. - Suarez Honorato, H., (2012), Oratoria, México
DF, México: Red Tercer Milenio.
- Monasterio, D., (2010), Nuevo manual de
retórica parlamentaria y oratoria deliberativa, - Vallejo-Nágera, J., (2004), Aprender a hablar en
Buenos Aires, Argentina: ACEP. público hoy, Barcelona, España: Editorial Planeta, S.A.
excelencia educativa online 8
Curso de Neuro Oratoria
Ventajas de la formación
online
Sistema de enseñanza
Live class: Tú y el docente frente a frente, rompiendo los estereotipos de un
aula convencional. Aquí la educación es más personalizada, estos videos son
desarrollados con alto rigor académico y multimedia, de forma tal que brinde
una experiencia enriquecedora a los estudiantes.
Conferencias magistrales: Conferencias de alto rigor científico, con
demostraciones prácticas y gran experiencia tecnológica, dictadas por
especialistas de amplia trayectoria académica. Estas pueden ser en directo o
previamente grabadas.
Material complementario: Cada clase además del video, está conformada por
un material ampliado del contenido tratado en el video, este en formato pdf y
es de vital importancia su estudio para complementar los conocimientos.
Intuitiva, con amplias herramientas virtuales y la educación para la profesionalización que mu-
pedagógicas. Nuestra Plataforma Educati- chos necesitamos.
va es operativa las 24 horas del día, los
365 días del año, de manera que los es- Desde el punto de vista del alum-
tudiantes reciben los conocimientos se- no, la educación en línea no solo es
gún el día y hora de su preferencia. usualmente más asequible, sino tam-
bién mucho más conveniente lo que
El aprendizaje en línea es el método edu- permite al alumno estudiar cuando y
cativo que nos da la oportunidad de obtener como desee.
Tutorías académicas
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Subtemas:
Oratoria
Neuro Oratoria
Que son las neurociencias y la Psicología
Neurociencias, Psicología y Oratoria
Desarrollo:
Oratoria
En esta sesión de Introducción a la Neuro Oratoria vamos a definir algunos elementos del tema
y a diferenciar otros, para que tengamos el marco de referencia para este programa.
Comenzaremos con la definición de la Oratoria para luego llegar a la de la Neuro Oratoria, así
como los alcances y otros aspectos importantes de cada una.
En nuestro trabajo y estudios, debemos estar conscientes de que aunque tengamos ideas
maravillosas, proyectos impresionantes, propuestas novedosas, estos no serán suficientes por
sí mismos si no podemos convencer o persuadir a otros para que puedan creernos, confiar en
nosotros, comprar nuestras ideas o seguirnos como líderes.
Son muchos los que no logran presentarse y presentar acertadamente su mensaje, lo que
piensan, sienten y quieren. Es común que tengan un alto rendimiento laboral o estudiantil y
no puedan hacer presentaciones que impulsen su crecimiento profesional.
Una persona que no sepa expresarse correctamente ante los demás, tiene una desventaja que
tarde o temprano tiende a relegarlo; en cambio, los que sí dominan el arte de hablar en público
tienen muchas más posibilidades de sobresalir y triunfar en su carrera y en su vida en general.
Quien tiene un mensaje significativo y sabe hacerlo llegar a los demás, se hace notar y queda
en la memoria de quienes le escuchan.
Expresar las ideas, persuadir y convencer a otros, negociar, motivar, litigar, promoverse, entre
otras, son actividades que dependen en alto grado de la comunicación oral, y su dominio puede
En el mundo son escasas las personas que tienen la habilidad de hablar con fuerza, poder de
convencimiento y con alto nivel de influencia cuando están frente al público. Comúnmente se
cree que son seres dotados de un talento excepcional, el cual es dado solo a unos pocos
privilegiados. Esto no es cierto, pues estas habilidades se aprenden y desarrollan como
cualquier otra.
Hablar bien en público constituye una meta deseada por la mayoría de las personas, pero no
todos logran hacerlo por falta de conocimiento y entrenamiento adecuados. Por ello es
necesario que sepamos que hablar en público no es algo inalcanzable o que requiera toda una
vida para lograrlo; hablar con elocuencia y efectividad requiere, como cualquier otra capacidad
humana, de aprendizaje, trabajo preciso y dedicado, con la guía necesaria. En esto consiste el
aprendizaje de la oratoria.
Neuro Oratoria
Como es lógico pensar, lo que llamamos Oratoria tradicional nunca tuvo a su disposición el
conocimiento acerca del funcionamiento del cerebro (no había manera de que lo tuviera antes
de esta época moderna). Por ello, los antiguos oradores no pudieron desarrollar técnicas y
estrategias tan avanzadas como las actuales para hacer llegar su mensaje con mayor efecto
sobre las personas.
Para ello también hay que considerar que, en nuestro mundo moderno y
dinámico, es difícil que las personas tengan la paciencia necesaria para
escuchar a quienes aburren o lucen confusos en sus planteamientos, a
quienes usan frases rebuscadas, y a quienes hablan prolongadamente y no
dicen nada. Muchos piensan erróneamente que con solo tener unas
cuantas técnicas, disponer de un mensaje resaltante y tener buena
intención son suficientes para convencer a otros. Hoy, el público exige (y muchas veces de
forma radical) que un orador exprese su mensaje con fuerza, pasión, claridad y
profesionalismo, y que al escucharle pueda este generarle cambios con el poder de su mensaje.
Como prácticamente todo en la vida, la Oratoria es una disciplina que ha ido evolucionando y
se ha nutrido de otras tendencias, conocimientos, disciplinas y ciencias. Dos de ellas son las
neurociencias y la Psicología, las cuales se integran con la Oratoria tradicional y moderna para
conformar lo que se ha denominado Neuro Oratoria, con una finalidad más específica y
poderosa.
Al unir estas distintas disciplinas, nos encontramos con que la Neuro Oratoria busca entender
cómo el cerebro percibe y procesa la información al momento de recibir las ideas del orador o
de quien le presenta alguna información. Para cualquiera representa una gran ventaja:
1. Entender cuáles son los criterios neuro científicos que hacen que el cerebro se interese
en algo, para así “atrapar” la atención de otros con las palabras que pronunciemos.
2. Ser capaces de mantener cautiva a nuestra audiencia para que nuestra información y
argumentos se fijen en la mente de ésta.
3. Que, como oradores, seamos más atrayentes, cautivantes y persuasivos.
Con el conocimiento que nos aportan las neurociencias y la Psicología acerca de cómo el
cerebro interpreta y reacciona ante los estímulos externos, podremos saber cuáles técnicas son
las más apropiadas cuando queremos hacer presentaciones con el mayor impacto.
Las neurociencias están ayudando a cambiar la forma de ver e interpretar muchos fenómenos
humanos, y entre ellos la forma en como las personas aprendemos todas las cosas: la vida
cotidiana, la personal, la académica y la profesional. Al entender mejor el funcionamiento del
cerebro, podemos modificar y mejorar la forma de comunicar y enseñar, la forma en que
hacemos la oratoria.
Los conocimientos sobre Neuro Oratoria te darán el marco general que requieres para
entender el funcionamiento base del cerebro; para saber cómo funciona, qué le atrae y qué
rechaza; para que así puedas mejorar tu manera de hacer llegar el mensaje y aumentar tu poder
de convencimiento. La Neuro Oratoria utiliza conocimientos provenientes de las neurociencias
y la Psicología para indicar lo que el cerebro necesita, lo que le gusta y lo que rechaza, de forma
que puedas aumentar el impacto de tu mensaje.
Al conocer y manejar estos principios, serás capaz de preparar presentaciones que lleguen más
a tu público, que se recuerden mucho más y tu mensaje forme parte integral de la vida de otros.
Subtemas:
Qué es la Oratoria
Finalidad de la Oratoria
Desarrollo:
Qué es la Oratoria
La oratoria, como toda disciplina, ha evolucionado tanto en su concepto como en todos los
demás aspectos. Han sido múltiples las definiciones, desde las más antiguas hasta las más
actuales. Veamos las más resaltantes, de distintos autores en diferentes tiempos.
Actualmente, la Real Academia Española la define como “f. Arte de hablar con elocuencia.
f. Género literario que se concreta en distintas formas, como el discurso, la disertación, la
conferencia, el sermón, etc.” (http://dle.rae.es/?id=R8qgr7H)
Otros términos han sido relacionados con la oratoria, como son labia, verbosidad, locuacidad,
verborrea, charloteo, monserga, prosopeya, entre otras. Ninguno de estos indica
apropiadamente qué es oratoria; al contrario, el significado de estas es generalmente contrario
a la finalidad de la misma. Hablar en público como orador no tiene que ver con decir cosas
insustanciales o intrascendentes, ni de hacerlo de forma confusa o embrollada, ni de tratar
contenidos que aburran o que no tengan interés alguno. Estas son distorsiones en las que
muchas personas caen, con o sin intención. Oratoria es dar un mensaje significativo,
importante y útil, que motive a quienes escuchan y les impulse a realizar algo, aunque solo se
brinde información.
Al unir todos los términos de oratoria y elocuencia, y sus significados, queremos decir que la
oratoria es un arte, en el cual confluye la elocuencia como habilidad de utilizar la retórica, con
la finalidad de atraer con el discurso y persuadir para obtener los fines que mencionamos
anteriormente.
Por otro lado, es importante definir qué no es la oratoria, y esto es vital porque cualquier
persona puede utilizar estas herramientas y habilidades con fines retorcidos y nada éticos. La
oratoria no es manipulación a través de la palabra, no es engañar ni infundir miedo, no es
violar la libertad ni el derecho a la verdad, no es engañar ni guiar a otros a formas de pensar o
actuar de forma indebida. La oratoria es, y siempre debe ser, la expresión de la verdad, un
medio para orientar a otros hacia el conocimiento y el crecimiento; todo lo que esté fuera de
estos ámbitos, se aleja de lo esencial de su objetivo.
Finalidad de la Oratoria
Como pudimos ver, la oratoria no consiste solo en pronunciar algunas palabras, por atractivas
que sean. Como ciencia y arte tiene un propósito bien definido que busca alcanzar en todo
momento quien la emplea. Este fin se ha debatido en el tiempo; sin embargo, los objetivos más
comunes pueden clasificarse de la siguiente manera:
Convencer: Lograr que otros acepten –con el entendimiento– algo como verdad. Es un
proceso que apunta hacia lo intelectual, hacia la razón, en la búsqueda de lograr el
convencimiento de la misma.
Persuadir: Convencer a otros con nuestras ideas, de modo que actúen de acuerdo con ellas.
Implica trabajar con su motivación. Algunas de las personas que manejan de forma especial la
motivación son los vendedores que buscan convencer para vender, los líderes que impulsan a
alcanzar un objetivo, y los políticos que intentan obtener la simpatía y la buena voluntad.
Aunque estos dos términos tienen gran similitud, en el ámbito de la oratoria los diferenciamos
claramente. La Real Academia de la Lengua Española las define de la siguiente manera:
Convencer: “Incitar, mover con razones a alguien a hacer algo o a mudar de dictamen
o de comportamiento. Probar algo de manera que racionalmente no se pueda negar.”
Persuadir: “Inducir, mover, obligar a alguien con razones a creer o hacer algo.”
Ambos términos son muy similares, por lo que los diferenciaremos desde nuestro punto de
vista sin la intención de establecer definiciones académicas formales; lo hacemos desde la
intención de distinguir finalidades más específicas. Convencer lo abordamos desde el proceso
intelectual de lograr la aceptación o el cambio racional por parte del público; persuadir lo
enfocamos hacia la motivación a actuar, a realizar algo.
Conmover: Provocar ciertos sentimientos, emociones o pasiones en otros. Es una vía muy
poderosa para convencer o persuadir al público. Muchas veces este objetivo representa todo
un reto, pues despertar emociones requiere de habilidades muy desarrolladas y bastante
experiencia en oratoria.
Agradar: Inspirar belleza en los demás, orientada de alguna forma a despertar sentimientos
que generen placer o gratificación. Este tipo de finalidad se da usualmente en eventos
artísticos, de estética y de belleza.
Motivar: Incentivar a otros para que realicen alguna acción o a que la hagan de mejor manera.
Es usual esta finalidad en conferencias y charlas, dirigidas tanto a personas pertenecientes a
organizaciones como a individuos particulares. Quienes asisten a eventos con presentaciones
de este tipo consideran que tienen elementos que necesitan en el momento, y que solo les hace
falta trabajar su actitud para mejorar o hacer las cosas con ánimo diferente.
Impresionar: Impactar en el público con un fin que puede ser explícito o tácito. En política,
entretenimiento y programas de tipo show se usa con mucha frecuencia, con el fin de atraer de
forma puntual o sostenida. Esto usualmente requiere de un equipo técnico que apoye en toda
la logística, puesto que puede incluir un grupo de elementos para los cuales se requieren
profesionales para su manejo óptimo.
Por todo ello, la oratoria –en cualquiera de sus tipos– requiere de habilidades especiales, que
vayan mucho más allá de la simple pronunciación de palabras o mensajes razonablemente
estructurados. Un orador debidamente entrenado, con un mensaje significativo y con la
oportunidad precisa sabrá impactar en su público y dejar una huella positiva y duradera.
Bibliografía recomendada
Suarez Honorato, H., (2012), Oratoria, México DF, México: Red Tercer Milenio.
Alban Alencar, A., (2007) Manual de oratoria, Edición electrónica gratuita. Texto completo
en www.eumed.net/libros/2007b/
Subtemas:
El miedo escénico, causas y síntomas
Cómo manejarlo
Desarrollo:
Causas
Este es provocado por el mismo orador:
Al imaginarse que, de alguna manera, las cosas van a salir mal. Esto puede suceder por
alguna mala experiencia que haya tenido o visto, y le haya quedado fuertemente
grabada.
Al subestimarse, porque piensa que no podrá hablar al público exitosamente.
Al sobre exigirse y no poder aceptar sus errores.
Al “sentir” que lo observan, lo juzgan, lo critican y, al final, no lo van a apreciar (lo van
a rechazar).
Este miedo le puede producir a quien lo padece ciertos efectos que pueden empeorar la
situación, pudiendo entrar en un círculo vicioso de miedo–efectos negativos–más miedo–más
efectos negativos–más miedo…
Dolor de cabeza
Rubor facial
Sequedad de la boca
Aceleración respiratoria y cardíaca
Malestar estomacal o náuseas
Necesidad de defecar u orinar
Escalofríos
Sudoración excesiva
Tensión corporal
Debilidad en las piernas
Evitación de la acción
Intentos de huida
Movimientos torpes
Tics nerviosos y otros automatismos
Falla del habla
Tartamudez
Atropellamiento verbal
Reducción de volumen de la voz
Silencios frecuentes o largos
Llanto o risa
En algunos casos, uso voluntario de licor y drogas tranquilizantes
Cómo manejarlo
X No mirar al público: Creer que no fijarse en las expresiones, las miradas y las
reacciones del público evitarán que la persona se ponga nerviosa.
X Imaginarlos desnudos: Pensar que al “ver” a las personas en una situación
incómoda o que les “dé” vergüenza no le observarán de manera crítica o les quitará su
poder hacia quien habla.
X Imaginarlos en el sanitario: Esta falsa técnica es similar a la anterior y consiste en
imaginar a todo el auditorio sentado en el sanitario haciendo una necesidad fisiológica
que les “ponga” en una situación vergonzosa.
X Aguantar la respiración: Realizar actos orgánicos que desvíen la atención del miedo
y la dirijan hacia otra cosa. Esta práctica es muy contraproducente debido a que
disminuye la cantidad de oxígeno del cuerpo y del cerebro, justo cuando más se
necesita.
X Tener algo en las manos: Usada para canalizar la energía nerviosa
hacia el objeto que se tenga en las manos. Aparenta ser una buena
práctica, pero realmente limita la expresión de las manos y, tarde o
temprano, el público notará el nerviosismo porque puede caerse el objeto,
temblar en las manos del orador o enredarse con él.
X Provocarse dolor: Es similar al de aguantar la respiración; la intención es desviar la
atención del evento y del miedo. Además de ser una técnica falsa, no se puede uno
infligir dolor en todo momento antes de la presentación, mucho menos durante esta.
X Tomarse un trago de alcohol: Una de las peores maneras de manejar
el miedo escénico. Entre los perjuicios están la mayor tendencia a la
adicción, dependencia negativa (cuando no haya alcohol, no habrá
control), y todos los perjuicios orgánicos que pueda traer el hacerse
asiduo a estas bebidas.
X Fijarse en una sola persona: Centrarse en una persona que esté atenta y que
apruebe la presentación. Esto perjudica en que la mirada se dirige mucho a ella y se
descuide al resto y, si la persona cambia de actitud, le quita la falsa seguridad obtenida.
Antes de la presentación:
5.- Practica todo lo que puedas. Hazlo tanto como te sea posible, con
familiares, amigos, solo, ante un espejo… Practica desde eventos que te den un
poco de miedo y que este sea controlable; luego ve ascendiendo en la cantidad
de asistentes y en exigencia. A esto puedes agregarle que le solicites a personas
positivas que te retroalimenten sobre cómo lo hiciste; si lo haces, que sea solo con personas
que te den comentarios que te motiven, no que vayan a desanimarte o preocuparte.
Usa el miedo a tu favor. El miedo te da energía que requieres dirigir. Usa esa energía
para generarte fuerza y entusiasmo; de este modo transformarás una desventaja en un
impulsor que te ayude a triunfar.
Prepárate en el tema y en las técnicas de presentación lo mejor que puedas.
A mayor preparación y dominio del tema, y en la forma de presentarte, mayor seguridad
te generarás y tendrás en todo momento.
No pongas expectativas demasiado altas. Es bueno dar lo mejor; lo que hay que
evitar es exigirse desmedidamente.
Durante la presentación:
Fíjate en alguien con actitud positiva hacia ti. Ubica en el público a una o varias
personas que sonrían o tengan un interés real. Su actitud te apoyará y te motivará. Por
supuesto, esta práctica que sea solo para que apoyes las técnicas anteriores y evita
concentrarte excesivamente en ella(s), puesto que debes dirigirte a todos de forma
equilibrada.
Vive tu presentación con pasión. Ama lo que haces y vive tu evento con toda la
alegría y el entusiasmo que puedas; esto te impulsará y potenciará todas las técnicas
que hayas aprendido, y le dará mucha fuerza a tu mensaje.
Finalmente, recuerda que el miedo es una emoción natural que te ayuda a prever algunas cosas
importantes. Lo que necesitas es manejarlo, canalizarlo y aprovecharlo. Usa las técnicas
correctas que te sugerimos, evita prácticas contraproducentes e innecesarias y concéntrate en
todo lo bueno que darás a tu público; de esta forma te enfocarás en lo importante y aumentarás
las posibilidades de presentarte exitosa y satisfactoriamente.
Bibliografía recomendada
Bados López, A., (2005), Miedo a hablar en público, Madrid, España: Pirámide.
Alban Alencar, A., (2007) Manual de oratoria, Edición electrónica gratuita. Texto completo
en www.eumed.net/libros/2007b/
Subtemas:
Antes de comenzar
Durante la presentación
Lo que debes evitar
Consideraciones sobre el lugar
Desarrollo:
Como elemento comunicacional, la mirada es de gran importancia a la hora de establecer
contacto con quienes nos escuchan. Desatenderla tiene sus consecuencias negativas;
aprovecharla significa tener una gran ventaja.
Al hablar al público tu mirada no puede ser descuidada, casual o desentendida, puesto que
daría la impresión de que no tienes verdadero interés en quienes te escuchan, o que tienes
inseguridad en ti o en lo que dices. Recuerda: todos interpretamos lo que percibimos, y una
mirada inapropiada hará que los demás saquen conclusiones negativas sobre ti y sobre lo que
les dices.
Esta mirada debe ser activa, intencional, agradable y sincera; debe ser sin
dureza, con afecto. De esta forma darás un mensaje claro de que estableces una
comunicación directa, y que le estás hablando a ellas en particular, no a una
masa informe de personas. Esto tiene beneficios adicionales: tu nivel de
persuasión se incrementa cuando estableces un contacto sincero y directo con
tu público.
Napoleón Bonaparte dijo una vez al respecto: “Para hacerse comprender, lo primero que hay
que hacer con la gente es hablarle a los ojos”. Es un principio básico, y todos los oradores,
comunicadores, líderes, etc., deben saberlo y manejarlo.
Antes de comenzar
Antes de iniciar, justo antes de hablar, mira amigablemente a todos. Establece el lazo inicial de
forma agradable, de modo que la primera impresión que les des sea positiva. Nunca los veas
con cara de regaño para que hagan silencio y te dejen comenzar, puesto que esto los puede
predisponer en tu contra.
En caso de que el público esté conversando, puedes usar la técnica de la mirada: observa a tu
público como te acabamos de indicar, y hazlo unos segundos. Verás que poco a poco todos van
haciendo silencio y disponiéndose a prestarte atención. Inclusive, quienes no hagan silencio
inicialmente (porque no se dieron cuenta de tu presencia o porque simplemente no lo quieren
hacer) se verán motivados a hacerlo, debido al llamado que harán los demás porque quieren
comenzar el evento.
Durante la presentación
Mira a los ojos, así establecerás una comunicación franca y sincera. Si la cantidad de personas
te lo permite, asegúrate de verlos a todos y cada uno. En caso de un auditorio grande, hazlo por
grupos.
Esto deberás hacerlo de la forma más equitativa o equilibrada posible, tanto en duración como
en frecuencia. Por ejemplo, si ves mucho al lado izquierdo, compensa un poco al mirar más
hacia el lado derecho; si ves mucho a los de cerca, equilibra mirando un poco más a los que
están lejos. Este es un factor importante a considerar, debido a que podrías quedarte mirando
solo a una(s) parte(s) y descuidar otras.
Considera que las partes centrales tienden a tener el mayor porcentaje de tiempo de tu
atención; esto es un proceso normal y generalizado cuando hablamos a grupos. Siempre debes
verificar que todas las personas o áreas sean observadas. Si en un auditorio tienes personas a
los lados, arriba, al frente y abajo (si las hay), o al centro… siempre busca este equilibrio.
Cuida también no fijar tu mirada al fondo del salón. Es una costumbre muy frecuente, incluso
usada para tratar de manejar el miedo escénico, pero lo que hace es perjudicarte porque con
ello se evita el contacto con el público.
Otra tentación que deberás evitar es fijarte mucho en una o pocas personas,
sea porque te agradan, estén muy interesadas, sean una autoridad, te
resulten amenazantes o cualquier otra. De la misma forma, esto te haría
descuidar a los demás y poner en evidencia tu “preferencia”, nerviosismo o
inseguridad.
Evita excluir personas con la mirada, sea por un tiempo relevante o siempre. Esto les daría un
mensaje psicológico que te perjudicaría: “No eres importante”; como no les prestarías
atención, ellos no se sentirían obligados a prestártela a ti. Las consecuencias no se harían
esperar, pues los participantes se desconectarían y comenzarían a realizar actividades
negativas para el evento, como son revisar el celular, conversar con el de al lado, dibujar
figuritas, bostezar, entre otras. Y, como las actitudes tienden a “contagiarse”, cuando alguien
hace cosas como estas, quienes los vean creerán tener el “permiso” para hacerlas también. En
otras palabras, si inconscientemente las excluyes, ellas inconscientemente también te
excluirán.
Evita también ver mucho al piso, al techo o al final del auditorio. Hacerlo daría la sensación de
inseguridad, timidez o falta de conocimiento. No significa que por cortos instantes no se pueda
ver así, pues es parte de la dinámica comunicacional hacerlo ligeramente, puesto que podrías
estar recordando algo específico; solo que debe ser algo de pocos segundos.
Otro gesto inconveniente es la mirada de reojo. Esta consiste en mirar hacia uno de los lados
ubicando los ojos al extremo derecho o izquierdo. De la misma forma que el punto anterior,
cuando hablamos en público y realizamos este gesto, este hará una interpretación del mismo.
Este gesto significa, básicamente, tres cosas: interés de algún tipo, incertidumbre u hostilidad.
Ninguno de estos mensajes es conveniente cuando hablamos en público, puesto que no
queremos demostrar ningún interés especial hacia alguien, ni dar la impresión de inseguridad
ni dar señales de hostilidad.
Resta por agregar en este punto que, aunque ningún gesto debe interpretarse de forma aislada,
los mensajes que enviamos a través de ellos quedan bajo la libertad de entendimiento de cada
persona. Por ello, es importante evitar los que sean contraproducentes y, con ello, quedar libres
de cualquier riesgo de algún efecto negativo.
En resumen: mira a los ojos y de forma activa a todos, de manera agradable, y sin excluir a
nadie o a ninguna zona. Siempre verifica hacia dónde miras más, o a quiénes menos, para que
de esta manera puedas ir equilibrando la mirada. Conéctate amigablemente con quienes te
escuchan, de este modo ellos también se motivarán a hacerlo.
Bibliografía recomendada
Padrón, P., (2011), Manual del orador, Caracas, Venezuela: Liven Editorales, C.A.
Pease, A., (2016), El lenguaje del cuerpo, Barcelona, España: Editorial Amat, S.L.
Subtemas:
Tipos de gestos con las manos
Lo que debes evitar
Desarrollo:
Usualmente hablamos de manera natural, con todas nuestras expresiones y gestos, sin pensar
más que en el mensaje que estamos transmitiendo. Pero, ¿qué sucede al momento de hablar
en público? Es en esta acción donde muchas veces nos coartamos y no sabemos qué hacer con
elementos tan importantes como las manos y los brazos; por tanto, surge en muchos esa
pregunta que les inquieta: “¿Qué hago con las manos?”.
Para dar solución a ello te damos la mejor de las claves al respecto: Deja que tus manos
actúen libremente. Al hacerlo, pronto comenzarán a acompañar, como siempre lo hacen, a
tu mensaje y a incorporarse a tu presentación. Recuerda que durante muchos años este proceso
natural lo has realizado sin siquiera pensarlo; lo mismo sucederá al hablar en público si les das
la libertad necesaria.
En este sentido, por el miedo escénico o por no saber qué hacer con ellas, no las anules al
introducirlas en los bolsillos, o al colocarlas detrás de tu cuerpo. Solo relájate un poco, céntrate
en el público y en lo que vas a dejarles, y ellas irán activándose de forma espontánea.
Las manos te permiten dos tipos de movimientos que probablemente has manejado de forma
inconsciente. Al hacerlos conscientemente, puedes enriquecerlos. Esto son:
X Brazos en forma de jarra: Es un gesto que refleja agresividad. Por supuesto, es uno
de los menos recomendados para dirigirse a un público, a menos que tengas una
intención muy específica.
X Otros gestos negativos: Otros gestos son contraproducentes para hablar en público,
como gesticular poco, los gestos muy repetitivos, etc.
Recuerda, dale riqueza a la expresión corporal sin llegar a las exageraciones, a los gestos
limitados o repetitivos, a los vicios que disminuyan o anulen tu capacidad expresiva.
Bibliografía recomendada
Padrón, P., (2011), Manual del orador, Caracas, Venezuela: Liven Editorales, C.A.
Pease, A., (2016), El lenguaje del cuerpo, Barcelona, España: Editorial Amat, S.L.
Subtemas:
Gestos positivos
Gestos negativos
Otros indicadores
Desarrollo:
Hablar en público no es un proceso comunicacional de una sola dirección; es una relación de
diálogo continuo entre el orador y las personas asistentes, así como entre ellas. La oratoria, la
formación, hablar en público, no son eventos donde somos los activos y los demás son pasivos.
Esto es una relación donde se dan muchos eventos comunicacionales, de contacto, de
relaciones. Esto contempla las tres (3) vías de comunicación (verbal, oral y corporal).
En este tema trataremos los mensajes que envía el público al momento de que
haces una presentación, y su significado desde este punto de vista. Vamos a
tratar sobre la kinesia o lenguaje corporal del público, su significado, los gestos
positivos y los negativos desde la oratoria y qué hacer en ciertos casos.
Trataremos sobre lo que dice, más especialmente lo que no dice el público con
su boca, y lo que expresa con su cuerpo.
Los gestos del público son importantes indicadores de cómo se está dando el proceso de la
presentación, y es importante que el orador los conozca y los interprete apropiadamente. En
esto consiste el poder leer a las personas que nos están escuchando, así como verificar lo que
están pensando y cuál es su actitud.
Hay muchos que hablan a ciegas, y lo hacen porque no ven qué es lo que está pasando con su
público. Esto hace que, de alguna forma, vayan a la deriva. Hay que mirar aquí los gestos, qué
está pasando en quienes nos están escuchando, definir el mensaje que nos están transmitiendo.
Para todo ello es necesario establecer algunos criterios de interpretación del lenguaje corporal.
En este sentido hay que saber que los gestos siempre se deben interpretar en conjunto; casi
nunca expresan un mensaje completo, por ello se deben conjugar con los demás gestos que
hagan las personas. También deben ser analizados en el contexto donde están sucediendo; un
gesto en un contexto puede significar algo muy diferente en otro.
Cada gesto nos va a dar solo un elemento para analizar, así que si ve algún gesto negativo no
se alarme todavía.
Gestos positivos
Son aquellos que indican que el público está interesado en la presentación, se siente bien y
están atentos a tu mensaje. Con ellos constatamos que las personas están realmente
interesadas, conectadas contigo.
Asentimiento: Cuando las personas que asienten con su cabeza en actitud de aprobación
de lo que están recibiendo. Generalmente va acompañada de sonrisas que van desde leves
hasta moderadas.
Actitudes de análisis: Esto puede ser de diversa índole, como los ojos un poco cerrados
porque están haciendo un procesamiento mental, o abiertos y la mano en la barbilla o la
mejilla.
Es importante que consideres que la existencia de varios de estos gestos en el público puede
ayudarte a entusiasmarte y vencer cualquier temor o duda. Lo que no debe generarte es un
exceso de confianza que te lleve a centrarte en estas personas y a descuidar a las demás. Esta
es una tentación de debes evitar.
Gestos negativos
Son los que envían una alerta al orador de que el público está aburrido, con poco interés,
cansado o que tiene alguna situación especial y contraproducente para el evento. Veamos estos
gestos que constituyen una mala señal en el momento en que estamos hablando.
Brazos cruzados. Cuando vemos personas que tienen los brazos cruzados podríamos
deducir que pueden estar un poco cerradas, tal vez porque no estén de acuerdo con lo que
estamos diciendo. Esta es una posibilidad y hay que ponerla en contexto, puesto que
algunas personas lo hacen para protegerse del frío del ambiente.
Piernas cruzadas con movimiento de pie o alguna inquietud. Esto puede indicar
que la persona está aburrida; es una posibilidad, pero no necesariamente es que la persona
quiera retirarse. Hay personas que tienen ese pequeño tic o costumbre, por lo que no debes
ser categórico en la interpretación.
Bostezos: Las personas pueden bostezar porque se encuentran aburridas, aunque esto
puede no ser una mala señal debido a que hay quienes bostezan por hambre.
Parpadeos lentos: Ocurre cuando los párpados van cayendo y subiendo lentamente. Son
una señal de que quien lo hace tiene sueño en ese momento. Esto puede ocurrir por la
presentación o porque tenga un agotamiento muy grande.
Parpadeos rápidos: Con este gesto las personas están tratando de sacudirse un poco el
sueño, el cansancio que tienen en ese momento.
Mirada fija en algún punto: Cuando las personas fijan su mirada en un punto que no
eres tú ni lo que estás tratando. Es señal de que está desconectada y está “en otro tiempo”
y/o “en otro lugar”.
Recuerda que cada uno de estos constituye un gesto solamente y no debes alarmarte al verlo.
Es conveniente que lo analices en conjunto con los demás elementos y circunstancias presentes
en el lugar.
Esto lo debes utilizar para reflexionar y crecer. Asúmelo siempre hacia ti, para que provoque
un proceso de análisis y de mejoramiento tanto en las técnicas como en el contenido, de manera
que más adelante no vuelva a sucederte, y siempre la gente esté interesada y conectada contigo
y con tu mensaje.
Otros indicadores
Son acciones que el público realiza y que dan información acerca de su estado o situación, sea
que tengan que ver con tu presentación o con otros factores, como los particulares de cada
asistente. Son igualmente importantes y debes tenerlos presentes. Algunas de estas acciones
son las siguientes:
Personas que conversan entre ellas. Puede suceder por mala costumbre de los
implicados, porque están hablando sobre algo que escucharon o vieron de ti, o porque no
están interesados en lo que presentas. Lo que debes cuidar es que si están conectados entre
ellos no están conectados contigo ni con tu mensaje en ese preciso momento.
Personas con la mirada fija en otro punto. Sucede cuando las personas miran
fijamente, y durante cierto tiempo, hacia algún lugar que no es tu presentación ni hacia ti.
Puede ser que estén desconectadas o que estén pensando detenidamente en lo que dices.
Personas que se retiran. Puede ser que se les haga tarde, que tengan algo que hacer, o
sencillamente que no están interesadas en lo que están viendo.
Personas que leen o hacen figuritas en una hoja: En este caso realizan actividades
que no tienen que ver con el tema.
Personas que ven y usan el celular: Similar al anterior, podrían estar realizando
actividades distintas del tema que tratas. Una posibilidad con esta actividad es que estén
tomando notas en el mismo; esto no siempre es fácil de verificar.
No esperes a que todos los asistentes vayan a estar motivados, ni que concuerden contigo al
100 % en todo lo que planteas; esto se da solo en ciertos casos. Generalmente verás a algunos
participantes que hagan ciertos gestos negativos. No es necesario que todos estén felices y sin
ninguna discrepancia para que consideres que tu intervención haya sido positiva e influyente.
Aun así, todos los elementos negativos y de otro tipo debes tomarlos en cuenta para realizar
las correcciones apropiadas, nunca para desmotivarte o alarmarte. Mantén el control y
genérate entusiasmo para hacer los cambios que los lleven a reconectarse contigo y tu mensaje.
Usa los gestos positivos para impulsarte y motivarte de forma apropiada.
Bibliografía recomendada
Pease, A., (2016), El lenguaje del cuerpo, Barcelona, España: Editorial Amat, S.L.
Subtemas:
La ropa y el calzado
La higiene y el cabello
El maquillaje y los accesorios
Otros elementos
Desarrollo:
Miguel de Cervantes, en su obra Don quijote de la Mancha, dijo: “No andes, Sancho, desteñido
y flojo, que el vertido descompuesto da indicios de ánimo desmalazado.” Desde entonces ya el
famoso escritor hacía notar la importancia de la imagen personal para hacer cualquier tipo de
intervenciones, y que sean más efectivas, pues la imagen tiene un impacto extraordinario en la
construcción de relaciones positivas.
En el caso de la oratoria, que parte del interés que tiene el orador de que sus
criterios sean bien recibidos por un auditorio, debes esforzarte más en transmitir
la mejor imagen personal posible en cada uno de los ambientes donde vayas a
intervenir. Estar bien vestido no solo causa una buena impresión, sino que
también influye en tu estado psicológico, ya que te puede aportar seguridad y confianza, o
incomodidad, inseguridad y poco porte. Si lo haces y te sientes bien, te permitirá concentrarte
mejor en lo que vas a comunicar y en relacionarte con tu público.
Desde la sabiduría de las antiguas culturas ya se educaba a hombres y mujeres sobre cómo
deben presentarse en sociedad, definiendo la imagen personal como la identidad que, a través
de su indumentaria y cuidado de sus rasgos físicos, la persona se construye a sí misma y para
los demás. Esta imagen tiene mucha influencia en lo que de nosotros se piensa, tanto en lo
personal como en lo profesional, influyendo en el éxito que se obtenga.
Se puede decir que la imagen personal es la proyección que hacemos ante nosotros mismos y
los demás acerca de quiénes somos, a qué nos dedicamos, o puede ser la exaltación de algún
aspecto de la personalidad. Todos los seres humanos somos visuales, por eso con nuestra
imagen somos capaces de transmitir mensajes como los estados de ánimo, los niveles
económicos y el nivel educativo, así como la creatividad y nuestra capacidad para el éxito.
Todo el mundo juzga por la imagen y, además, hemos desarrollado la capacidad de hacerlo en
escasos segundos sin que en muchos casos lleguemos a conocer a la persona. Tenemos patrones
de juicio incorporados desde las convenciones sociales establecidas, cada vez más moldeadas
por la relación con el universo audiovisual en el que vivimos. ¿Qué es lo primero que piensas
cuando ves a alguien mal vestido para una determinada ocasión? Esa impresión, que solo toma
pocos segundos, muchas veces es difícil de cambiar en la mente de quienes van a una
La primera impresión cuenta mucho; sin embargo, a veces creemos que esto es un prejuicio.
Ten en cuenta que el 80 % de lo que la gente nota en tu primer encuentro es tu manera de
vestir, tu atuendo; el 20 % restante lo conforman el cabello, las manos y la cara. Así que, de
ahora en adelante, revisa muy bien qué es lo que estás transmitiendo con tu manera de vestir.
Es imprescindible crear un mensaje que sea consecuente entre lo que quieres proyectar y lo
que estás mostrando. Construir tu imagen personal es parte de tu desarrollo, así mucha gente
crea excelentes oportunidades para su crecimiento personal y profesional. Es bueno resaltar
que aquellos que selo se atienen a su capacidad intelectual para lograr sus objetivos, casi
siempre fracasan en sus proyectos, porque el éxito involucra una gran cantidad de estrategias.
Para hablar en público es necesario que cuides ciertos detalles que vamos a explorar para afinar
tus cualidades en estas circunstancias.
La ropa y el calzado
Trata de estar homogéneo con el público; no debe parecer que te has vestido solo para esa
ocasión, así sentirán que eres alguien con quien pueden compartir y no alguien que viene a
imponer un discurso o a adoctrinar. Si los que te escuchan son un grupo de personas que te
conocen y saben de tu imagen física habitual, deberás corresponder con esa imagen; de lo
contrario, podrías producirles un efecto negativo. Tampoco es recomendable usar piezas que,
aunque no se vean, corten la respiración, te pinchen la piel o te generen otras incomodidades
que afecten tu desempeño.
En cualquier caso, debes evitar en la ropa o adornos el uso de colores llamativos que desvíen
la atención. Si la ocasión así lo requiere, debes vestir formal; por tanto, usa colores oscuros,
que son considerados más adecuados, por ser discretos y serios.
Recuerda que en cualquier circunstancia tienes un estilo propio y debes ser una persona que
adapte las tendencias a su estilo personal. Sobre todo, debes ser prudente, pues hablas en
público. La ropa debe ser de tu medida, que te calce bien al cuerpo sin ser demasiado ajustada;
de esta manera vas a conseguir una imagen coherente.
Mantén siempre una postura corporal erecta; no hagas movimientos bruscos. Para esto,
necesitarías un tipo de calzado cómodo y a la vez elegante. El calzado demasiado ajustado causa
incomodidad y desconcentra; y ni hablar de los tacones altos o agujas. Caminar firme te da
confianza, además de que al desplazarte debes lucir seguro(a); tropezarte no puedes ser parte
de tu plan.
La higiene y el cabello
La higiene es una parte esencial de nuestra imagen, y pasa por el cuidado de las
manos, la boca, etc. Hay que llevar este cuidado al vestuario, calzado, cabello y
accesorios. Siempre mírate en el espejo con un sentido crítico, sin mucho
conformismo. ¿Hay algo que llame tu atención? ¿Estás contento(a) con que la
atención de los demás también vaya ahí? ¿Hay algo que te incomode o algo que preferirías que
los demás no vean? Si es así, cámbialo.
Aunque no se ve, parte de la higiene es el aroma. Evita olores fuertes en tu perfume, pues esto
molesta tanto como los sonidos discordantes, como el carraspeo; remiten sensaciones
inconscientes de rechazo hacia el orador. Si ya pasaste por un lugar y tu aroma permanece en
el ambiente, algo está mal y debes corregirlo inmediatamente. Tu aroma personal solo debe
ser percibido en tu espacio personal y nunca dejar rastros. Las personas evitan a aquellos que
traspasan su aroma, sea bueno o malo.
Las manos, por los gestos, deben estar bien cuidadas, con las uñas recortadas y con el mínimo
posible de joyas. Por supuesto, si llevas una alianza o alguna prenda familiar, que son como
parte de tu persona, no requieres quitártelas; llévalas con prudencia, porque a veces tenemos
el hábito de tocarlas, lo que denota inseguridad y perjudica en el desempeño.
El cabello es el marco del rostro; por tanto, debe estar bien cortado y peinado, de manera que
en ningún momento caiga sobre el rostro. Apartar el cabello de la cara es un gesto muy íntimo,
casi un coqueteo y, en el peor de los casos, se puede convertir en un gesto repetitivo que denota
nerviosismo o inseguridad, como si dudaras de lo que dices. La barba, si la usas, debe estar
bien recortada.
El maquillaje debe ser discreto; la piel no debe tener brillo. Se debe resaltar la
expresión de la mirada, que es parte de la comunicación. También los labios
delineados discretamente harán más hermosa la sonrisa que debe acompañar
momentos de énfasis del discurso.
En cuanto a los accesorios, sé discreto(a) en su uso, ya que pueden distraer o causar una mala
impresión. Evita, por ejemplo, el uso de pulseras llamativas o que suenen cuando muevas tus
brazos.
Otros elementos
Evita también los lentes de lectura; usa solo lentes progresivos si resulta
imprescindible. Mirar por encima de los lentes es un gesto amenazante o
cuestionador, y para nada genera empatía con el público. Si llevas una pluma, un
puntero o un control remoto, puedes comenzar a juguetear con ellos, lo cual va a
ir en contra de tu credibilidad y del impacto que tengas en tus oyentes.
Evita totalmente la goma de mascar; bebe agua a temperatura ambiente antes de comenzar tu
alocución, para que logres evitar estas posibles incomodidades. Deja fuera paraguas, bolsas,
gabardinas, carteras.
Te recomendamos, en general, que hagas gala de sencillez y sobriedad, que son el mayor
atractivo de un orador. Cuando hablamos de impresión, en este caso, nada tiene que ver con
impresionar, sino con dar una impresión que muchas veces de manera inconsciente será la que
guiará la actitud del público hacia ti como orador. Entonces, nuestro consejo es que muestres
una imagen de buen gusto sin opulencia, siempre acompañada de unos buenos modales. De
nada vale la "calidad" de la ropa si no va acompañada de "calidad humana".
Nos guste o no atender la imagen personal, lo que ofrecemos cuando nos ven tiene mucha
importancia y, en muchas ocasiones, es la llave que nos puede abrir muchas puertas. A través
de esta, podemos irradiar la confianza que sentimos en nosotros, la seguridad con la que
caminamos por la vida y lo capaces que somos de enfrentar y superar cualquier reto. De ahí la
gran importancia de la imagen personal. Después habrá que demostrar que somos algo más
que esa imagen.
Te sugerimos que trabajes en tu imagen personal ideal y la visualices a diario. Define cuál es la
imagen personal de tus sueños. De ahora en adelante, antes de salir a presentarte a un
auditorio, mírate en un espejo y hazte esta pregunta: ¿Cómo me veo?, lo que te respondas será
lo que la gente va a ver en ti. Nadie invertirá en ti si tú no lo haces primero, entonces ajusta tu
imagen personal actual a tus aspiraciones.
Aumenta tu autoestima y exige lo mejor de la vida. Si posees una alta autoestima, te esforzarás
en edificar la mejor imagen personal.
Bibliografía recomendada
Gottesman, D. y Mauro, B., (2002), Técnicas para hablar en público, Barcelona, España:
Ediciones Urano, S.A.
Vallejo-Nágera, J., (2004), Aprender a hablar en público hoy, Barcelona, España: Editorial
Planeta, S.A.
Subtemas:
Ejercicios de Miedo escénico.
Ejercicios de Posición, postura y desplazamiento.
Ejercicios de Mirada.
Ejercicios de Gesticulación.
Desarrollo:
Ejercicio: Visualización.
o Ubica un espacio y un momento en que puedas estar a solas, sin que te interrumpan.
o Siéntate de forma cómoda.
o Cierra tus ojos y relájate.
o Imagina tu presentación, desde el inicio hasta el final, en la que estás teniendo éxito.
Las personas disfrutan, ríen y te aplauden fuertemente y de pie al final. Imagina que tú
disfrutas al máximo la experiencia.
o Acompaña esta visualización con respiraciones lentas y profundas.
o Al terminar, ve retornando lentamente, sintiendo esa energía y sensación positivas que
te dejó la experiencia.
Ejercicio: Integral.
Ejercicios de Mirada
Ejercicios de Gesticulación
Ejercicio: Gesticulación.
Subtemas:
Pronunciación, modulación, vocalización y dicción
Desarrollo:
Veamos cómo es todo el proceso y lo que implica tener una expresión vocal apropiada
Pronunciación
Todo parte de la pronunciación. La Real Academia de la Lengua Española
define el Pronunciar como “Emitir y articular sonidos para hablar”
(http://dle.rae.es/?id=UMuOmRK). Esto indica que los sonidos como plum,
tras, etc. no son hablar propiamente; hablar consiste en emitir sonidos
propios de una lengua para establecer una comunicación.
Modulación
La modulación consiste en la correcta pronunciación a través del correcto movimiento de la
boca y la lengua. Es darle la forma a las distintas vocales y sílabas para que puedan estructurar
un sonido definido.
Vocalización
Un paso más adelante tenemos la vocalización. La Real Academia de la Lengua Española define
Vocalizar como “Articular con precisión las vocales, consonantes y sílabas de las palabras para
hacer plenamente inteligible lo que se habla o se canta” (http://dle.rae.es/?id=bzSVqTr). En
otras palabras, vocalización consiste en la pronunciación correcta y adecuada de todos los
sonidos que pertenecen a una lengua determinada.
Con una buena vocalización se articulan y pronuncian apropiadamente todas las consonantes
y vocales, de manera clara y precisa. Para que esto ocurra deberás practicar para que los
músculos y órganos que intervienen en el habla estén a tono.
¿Cómo se da este proceso? El aire fluye desde los pulmones, pasa por la laringe y se modifica
en las cavidades supraglóticas, formadas por la faringe, la cavidad bucal y la cavidad nasal.
Un ejercicio que puedes hacer para mejorar la vocalización, consiste en leer un texto durante
5 minutos colocándose un lápiz atravesado entre los dientes. Toma un lápiz o bolígrafo bien
limpio, colócalo como en la figura y pasa tu lengua por encima de este. Luego, toma cualquier
texto simple y haz la lectura en voz alta, buscando pronunciar lo mejor posible; después de
hacerlo unos 5 minutos, lee el texto sin el lápiz y notarás la diferencia. Practica esto lo que
consideres necesario para ti.
Dicción
Finalmente llegamos a la dicción. Esta se puede definir como la “Manera de hablar o escribir…”
y es “…considerada como buena o mala únicamente por el empleo acertado o desacertado de
las palabras y construcciones.” (Real Academia Española, http://dle.rae.es/?id=DgHZHjf).
Esto indica que tendremos una buena dicción en cuanto las palabras y la forma de hablarlas o
escribirlas sean de forma correcta, según el idioma que utilicemos.
Las principales fallas en la dicción las podemos dividir en problemas y costumbres. Los
problemas del habla tienen que ver con las dislalias, las cuales tienen un tratamiento con
especialistas del lenguaje. La que podemos trabajar en nuestro programa son las malas
costumbres en el habla. Son pocas las personas están libres de los vicios de dicción en este
sentido. Algunos de estos errores son los siguientes:
Errores de omisión: Omitir una o varas letras. Por ejemplo, “Pérame un minuto” en vez de
“Espérame un minuto”.
Errores de inserción: Agregar letra/s o palabra/s donde no deben ir. Por ejemplo, “Se dio
de cuenta” en vez de “Se dio cuenta”.
Errores de sustitución: Cambiar una/varias letra/s por otra/s. Por ejemplo, “Amol” en ve
de “Amor”, “Darte un tic” por “Darte un tip”.
Anfibiología: Es una frase u oración que se presta para una doble interpretación. Por
ejemplo, “Medias para señoras pequeñas” en vez de “Medias pequeñas para señoras”.
Vulgarismo: Errores que comete el vulgo o la gente poco instruida. Por ejemplo, “Me lo
dijieron” en vez de “Me lo dijeron”.
Redundancia: Es la repetición innecesaria de palabras. Por ejemplo, “El avión volaba alto” o
“Lo vi con mis ojos”, “Subir arriba”.
Muletillas: Palabras que se repiten de forma viciosa y que no tienen ningún mensaje real para
quien los escucha. Los más comunes son: Este, Eeeh, ¿Ok?, ¿Verdad?...
Modismos: Son expresiones propias de cada región o país, y que los entienden solo quienes
lo usan. En esto debes tener cuidado de no utilizar frases que otros no puedan entender o
puedan mal interpretar.
Finalmente, siempre busca tener una pronunciación clara, bien definida y que llegue de forma
apropiada a los demás. En cuanto al vocabulario, usa uno con el que todos puedan entenderte
fácilmente, sin caer en lo vulgar. Recuerda que si no entienden una palabra o frase, el público
se desconectará de lo que dices y, en el peor de los casos, comenzarán a preguntarle al de al
lado y ya serán dos los desconectados.
Subtemas:
Hablar con seguridad, claridad, precisión y expresividad
Desarrollo:
Es de sobrado conocimiento la importancia de que nuestro mensaje llegue a todos y cada uno
de los participantes. No podemos permitir que ni uno solo quede sin una parte del contenido
que tenemos por decir. Para garantizar que esto sea así, nuestro principal instrumento debe
funcionar de forma óptima, a través de su correcto funcionamiento y de la utilización de
técnicas válidas y efectivas. Estas van desde la respiración apropiada hasta la proyección de la
voz en el espacio disponible.
Toda duda en la ejecución del correcto hablar, podría dar la impresión de inseguridad y/o falta
de profesionalismo en el hablar. Por ello, al hablar en público no debemos descuidar ni un solo
elemento, ya que cualquier falla puede ser notoria y perjudicarnos de alguna manera.
Seguridad
Hay algo, entre muchas cosas, de lo que debes estar pendiente al hablar, y es evitar que la voz
caiga o no se escuche al final de una frase. Es un error muy común y pocos se dan cuenta de
que lo tienen, aun personas experimentadas en hablar en público. Esto puede atentar contra la
imagen de seguridad que debas dar a quienes te escuchan.
Claridad
Precisión
Para obtener la precisión necesaria al hablar es vital agregar un factor que tiene que ver
también con la comunicación de forma directa, y es el uso de la terminología correcta. Cada
tema o área que se trate al momento de disertar, tiene su vocabulario o jerga propias, las cuales
debes dominar ampliamente. Esto te permitirá manejar conceptos, criterios, palabras,
sinónimos, y mucho más, que te ayudarán a precisar las frases e ideas apropiadas para enviar
un mensaje claro y preciso.
Hay que mantener un equilibrio apropiado entre lo general y lo detallado del discurso. Decir
ideas muy generales solo hará que te veas como un repetidor sin sentido; entrar en detalles
excesivos puede cansar al público y/o dar la impresión de jactancia de tu parte. La clave: ni
mucho ni poco.
Expresividad
Hasta el presente punto ya debes tener dominados los elementos anteriores, y es momento de
que integres otros que te darán una amplia riqueza expresiva.
Finalmente, mantén un equilibrio entre todas las cosas. Hay un rango razonable, entendible y
agradable, que debes buscar tener siempre. El volumen (intensidad) que no sea ni muy alto
(gritar) ni muy bajo (que no se escuche); la velocidad, ni muy alta que no te entienda ni muy
baja que adormezca; la expresión, abundante sin exagerar y sin que sea pobre; la formalidad
según sea el caso. Esto te mantendrá en una zona de la comunicación que te garantice que te
escuchen bien y que sea aceptable y apropiado para cada caso.
Subtemas:
Entonación y Significado
Entonación
Entonema
Tonema
Énfasis
Significado
Desarrollo:
Entonación y Significado
¿Te has visto en la situación en la que tienes que manejar por una carretera muy larga y a la
vez completamente recta? ¿Cuál es el efecto típico que te provoca esta situación? La respuesta
lógica es sueño, debido a que la monotonía (la falta de cambios o variaciones) hace que el
cerebro se aburra y, poco a poco, se adormezca.
Esto mismo sucede en la comunicación y la oratoria, en la cual existen muchos elementos que
pueden transformarse en monótonos, aun en medio de los distintos intentos que hagamos por
evitarlo. Esto sucede cuando nuestro conocimiento al respecto es limitado y desconocemos
técnicas novedosas que nos eviten caer en ello.
El efecto no se limita solo a lo que tradicionalmente manejamos; los distintos cambios que
podamos introducir en nuestra forma de hablar van a determinar el significado que tendrá lo
que queremos decir. En este caso veremos la relación entre la entonación y el significado al
comunicarnos o hablar en público; cómo darle el sentido preciso a lo que decimos o
transmitimos, y esto implica enriquecer aún más nuestra forma de decir las cosas.
Entonación
Al observar nuestro hablar, podríamos fijarnos que tenemos una variación en la entonación de
cada sílaba y palabra, lo cual conforma una parte esencial en la comunicación y también
nuestra forma particular de emplearlas. Además, le proporciona el sentido a lo que decimos, y
todos estamos preparados para interpretar de una forma más o menos exacta lo que
escuchamos de otros.
Por ejemplo, no pronunciamos de la misma forma una pregunta que una aseveración, aunque
usemos exactamente las mismas palabras. Si le decimos a alguien “¿Está lloviendo granizo?”
la entonación sería muy distinta de si se lo informamos. Las variaciones en la entonación, o las
“notas musicales” que empleamos al hablar, son diferentes.
Cuando utilizamos la entonación al hablar, le damos una expresividad específica a las ideas; y
según decimos, le da cierta “vida” a las palabras y frases. Desde la comunicación es
absolutamente imprescindible para poder comunicarnos apropiadamente, para hacernos
entender y que nuestro mensaje llegue a otros de la misma forma que lo hemos elaborado en
nuestra mente.
En el mundo existen los denominados idiomas tonales, como el chino mandarín, en el que se
le pueden dar distintas entonaciones a una misma palabra y, dependiendo de esto, pueden
significar cosas muy diferentes. En los otros casos, como el español o castellano, no sucede de
esta manera; las distintas entonaciones dan variaciones para la interpretación de las frases, sin
embargo las palabras significan siempre lo mismo, solo variando las posibles acepciones que
ya posee dicha palabra y que están establecidas en el idioma.
Todos estos procesos los hacemos de forma más o menos automática, producto del aprendizaje
y del uso diario que hacemos de ello. En este caso, buscaremos trabajarlas de forma más
consciente e intencional, para así mejorar nuestra forma de comunicarnos y transmitir las
ideas de una mejor manera.
Entonema
Todos hemos oído alguna vez cómo “hablan” los antiguos robots, con una pronunciación de las
sílabas en un mismo tono; esto debido a la baja tecnología del momento. Actualmente los
programas informáticos incluyen voces humanas que modulan y entonan de forma más
natural, muy similares al hablar humano cotidiano.
Esto hace más atractivo el mensaje y lo aceptamos con mayor naturalidad. Desde el punto de
vista de la captación del cerebro, este acepta los mensajes de mejor manera cuando están
cargados de buena entonación, ya que la riqueza en las variaciones le atrae mucho más que la
monotonía de las mismas. Esto, por supuesto, en un rango razonable, ya que tendemos a
rechazar el otro extremo: las entonaciones exageradas o ridículas. Debemos evitar caer en esta
última situación, ya que podríamos generar rechazo en quienes nos escuchan. Esto se cuida
mucho en ámbitos como el teatro o el cine: evitar la sobre actuación.
Tonema
Todos estos aspectos los manejamos de forma regular. Nuestra idea es que podamos usarlos
con mayor intención o riqueza.
Énfasis
Aunque nos demos cuenta muy poco, el énfasis juega un papel importante en el significado de
lo que decimos. Muchas malas interpretaciones en la comunicación humana se han dado por
mal uso de este factor en distintas conversaciones.
Significado
El significado de una palabra o expresión puede estar definido o puede verse alterado por el
uso de la entonación y el énfasis que se le coloque a las palabras, además de otros elementos
que puedan entrar en juego. Por ejemplo, la frase “estas vivo” puede tener diferente significado
si lo expresamos con una entonación alegre, con una triste, con sorpresa o con pregunta.
Veamos un ejemplo de una frase que nos encontramos en algún momento, cuyo significado
varía dependiendo de la entonación y el énfasis que pongamos en las distintas partes de la
misma.
Yo no dije que tú eras una mala persona: Indica que no fui yo y que fue otra persona o
personas.
Yo no dije que tú eras una mala persona: Expresa que no lo dije, pero que tal vez lo
pensé o que lo estoy diciendo actualmente.
Yo no dije que tú eras una mala persona: A partir de este punto, y también en los tres
casos siguientes, declaro que sí dije algo. En este caso no dije que tú eras una mala
persona, sino que era alguien más.
Yo no dije que tú eras una mala persona: Señalo que no eras una mala persona sino
que lo eres actualmente.
Yo no dije que tú eras una mala persona: Expreso que dije que no eras mala persona,
sino buena, regular u otra.
Yo no dije que tú eras una mala persona: Indico que dije que no eras mala persona,
pero tal vez dije que eras mal profesional, hijo(a), u otro distinto.
Subtemas:
Adecuar el mensaje al público y a las circunstancias
Desarrollo:
Así como ponerte la ropa de otra persona te genera incomodidad y falta de ajustes, escuchar
un mensaje general (no adaptado o personalizado para ti) no lo percibes de forma
completamente apropiada. Escuchar un mensaje “enlatado” genera resultados muy limitados
por su falta de impacto en el público específico que lo escuchan.
Por ello se hace necesario que adecúes el mensaje a quienes te escuchan, con sus características
particulares. Lo mismo con respecto a las circunstancias presentes en ellos y su entorno.
Lo primero que debes conocer son las características de las personas. Entre los aspectos más
importantes están:
Nivel educativo: Este factor es muy relevante. Aunque la esencia del mensaje
sea el mismo, la adecuación en cuanto a terminología, profundidad, alcance y
tecnicismo puede variar enormemente ante públicos con poco o ninguna
preparación académica, o con estudios de nivel medio, universitario o superior.
De la misma forma que con los anteriores, si tienes un grupo heterogéneo deberás manejarlo
con más cuidado y, además de hacerte entender siempre, lograr que tu mensaje cale en todos
los niveles.
Zona geográfica: Muy distinta será la manera de manejarte con personas del
campo o de un pueblo que con las de ciudad. Las costumbres, formas de vida,
lenguaje, entre otros, pueden variar muchísimo. Igualmente deberás fijarte si el grupo es una
combinación de personas de diversas localidades.
Cultura: Este es uno de los aspectos en los que tendrás que ser má cuidadoso.
La diferencia entre personas de diferentes países o hemisferios generalmente es
la mayor de todas. Por ejemplo, dirigirse a personas orientales o del medio
oriente te puede representar un reto debido a que no domines aspectos culturales
propios de cada cultura. Una palabra, frase o idea puede resultar apropiada para un grupo y
ser ofensiva para otro. En públicos heterogéneos se hace necesario que te comuniques lo más
universal posible.
Ante todo lo planteado anteriormente, es necesario que cuides siempre el vocabulario que uses
(palabras y frases), así como los ejemplos que coloques y, más aún, los chistes que puedas
emplear. Una sola palabra mal empleada o mal interpretada te puede traer el rechazo de toda
una parte del público. Por todo ello puede resultar clave que te asesores o busques la mayor
información posible sobre tus oyentes
Capacidades físicas: Este aspecto muchas veces se pasa por alto, pero es
igualmente importante conocerlo. Hay que considerar las características o
capacidades físicas de los oyentes: si pueden moverse con facilidad, si pueden
ver/leer la presentación, si escuchan bien o tienen dificultad auditiva, si la
temperatura o el ambiente les afecta en su condición, y más.
previamente conocer, pero puede ir más allá sin que controles el destino de dicho evento. Por
lo tanto, adapta a tu público destino y, a la vez, sé lo más universal que puedas.
Sucesos: Los sucesos que pasen y que puedan influir en tus oyentes son una
fuente esencial para poder ajustar tu mensaje. Estos pueden ser locales,
nacionales e internacionales. Lo importante a determinar es cuáles están en la
mente de tus oyentes para poder utilizarlos en tu intervención.
Congregando todos los aspectos mencionados hasta ahora, consideremos, por ejemplo, que
será un discurso muy diferente dirigirse a un grupo de personas del campo y que hayan tenido
pocas posibilidades de acceder a la educación formal, que a un público conformado por
diversos profesionales, con baja motivación o que hayan asistido por obligación.
Este es parte del trabajo del orador, y es que se prepare en todas las áreas claves concernientes
a su presentación. Es una de las cosas que lo diferencia de un “charlista” cualquiera, el poder
hacerlo de forma profesional, con excelencia y con la mayor efectividad de la que sea capaz con
el público objetivo que le corresponda en cada ocasión.
Recuerda: Adecúa el mensaje lo más que puedas para hacerlo más entendible, más agradable
y que pueda generar la mayor influencia y persuasión que estés buscando. Cuando le hablas a
las personas directamente a sus situaciones y circunstancias particulares, la probabilidad de
lograr todo esto se eleva sustancialmente. Descuidar estos elementos es navegar un poco a la
deriva, o querer acertar a un blanco con los ojos cerrados.
Subtemas:
Ejercicios de Pronunciación, modulación, vocalización y dicción.
Ejercicios de Colocación, impostación y proyección de la voz.
Ejercicios de Vicios elocutivos y expresivos.
Ejercicios de Hablar con seguridad, claridad, precisión y expresividad.
Desarrollo:
Ejercicio: Modulación exagerada. Para fortalecer todos los músculos y órganos de la boca y
darle una mejor formación a la pronunciación.
Ejercicio: Vocalización
Ejercicio: Bocaquiusa.
o En la misma postura base inicial, coloca 2 dedos sobre el espacio que hay entre el labio
superior y la nariz. Haz un poco de presión (no demasiada).
o Haz el ejercicio 1 de bocaquiusa, tratando de producir el máximo de vibración en el área
donde colocaste los dedos.
o Busca crear la mayor vibración posible.
Ejercicio: Expresividad.
Subtemas:
Estructura y funciones del cerebro
1. Sistema cortical o Neocorteza.
2. Sistema límbico.
3. Complejo R.
Desarrollo:
Para trabajar con algo es clave conocer la estructura y funcionamiento de ese algo. En nuestro
caso, trabajamos con personas y nuestro mensaje se dirige a ellas. Por tanto, es imprescindible
en Neuro Oratoria conocer y trabajar con el órgano central del pensamiento: el cerebro.
Estudios de MacLean señalan que el cerebro, aunque es un todo unificado, está conformado
por 3 estructuras diferentes física y químicamente, desarrollados producto de la evolución, y
por ello recibe el nombre de Cerebro Triuno. Este está conformado por el Sistema Cortical, el
Sistema Límbico y el Complejo-R (reptil o reptiliano). Cada uno tiene su propia inteligencia,
información, memoria, subjetividad, sentido de tiempo y espacio, función motora y más.
Además, funcionan de forma independiente e interdependiente.
Hay distintos autores que han definido estas funciones. A continuación, presentamos un
resumen de lo planteado por ellos.
Sistema Límbico
Es el centro de las emociones. Mencionaremos como básicas alegría, rabia, miedo, tristeza y
amor, aunque esto depende de la clasificación que se haga, ya que diferentes líneas de
pensamiento tienen su propia definición. El sistema límbico maneja gran parte de la
motivación, lo que quiere y mueve a una persona.
Es el más antiguo en evolución. Está conformado por el tallo cerebral, el cerebelo y otros
órganos. Sus funciones básicas incluyen el manejo del ritmo cardíaco, la respiración, la
digestión, la presión sanguínea, etc.
En neuro oratoria podemos utilizar ciertas técnicas enfocadas hacia cada sistema. Hacia la
neocorteza, el objetivo es convencerla con argumentos. Aquí se pueden usar distintos
elementos teóricos, estadísticas, datos o cualquier información relevante.
A través del complejo-R, persuade a tu público para que actúe, para que se mueva. Recuerda
que es resistente a cambiar, por lo que puede que requiera más trabajo de lo que supongas.
Dirígete a los 3 cerebros (como se acostumbra llamarles a los tres sistemas); de esta forma
aumentarás tu poder de influencia. Y recuerda que, aunque son sistemas relativamente
independientes, siempre mira a las personas como un todo, no como un algo que tiene que ser
manejado. De esta forma te acercarás más a ellas y podrás ser un mejor orador.
Subtemas:
Atención, percepción, memoria y aprendizaje del público
Desarrollo:
A la hora de hablar en público siempre hay que conocer bien quién es el destinatario, quien nos
está escuchando y conocer también un poco los procesos cognitivos que hay las personas. Esto
es importante, por eso vamos a tratar el tema de atención, percepción, memoria y aprendizaje
del público.
Para tratar este tema nos vamos a guiar por el siguiente esquema, que va desde el mensaje que
emites hasta el que retienen las personas:
Aquí puedes apreciar también elementos como atención, percepción, memoria y aprendizaje,
y dónde están ubicados en el proceso. Veamos los detalles:
Atención
Percepción
Estos son elementos que no debes descuidar, pues el cerebro siempre está trabajando de esa
forma. Debes trabajar los estímulos que le vas a proporcionar al público, para activar sus
pensamientos y, si es posible, sus emociones. Siempre ponte en lugar de la otra persona; piensa
cómo va a calar es su mente lo que le vas a decir; piensa cómo lo pueden procesar en su cerebro.
Este es el mensaje que realmente escuchan y ven, el mensaje que comprenden.
En cada momento que estés preparando tu tema y hablando, piensa cómo sus cerebros lo van
a procesar, cómo lo van a vivir.
Memoria
Utilizando la metáfora del computador, tenemos una memoria a corto plazo y una a largo plazo,
y hay que trabajarlas de manera diferente. La memoria a corto plazo es una memoria de
trabajo, es transitoria y limitada en el manejo de la información. Por eso cuando estés hablando
al público no debes darles demasiada información porque, si lo haces, se satura su cerebro y
no procesan las cosas apropiadamente. La cantidad de información debe ser precisa y muy bien
organizada para que sus mentes no trabajen de manera innecesaria.
Dirige siempre tu información y tus técnicas hacia el proceso interno de la gente, hacia la mente
de las personas. Recuerda el orden: capta la atención de las personas, para que luego generen
un procesamiento apropiado en su cerebro. Que todo fluya en la mente de las personas, que
vaya calando en ellas. Piensa en cómo lo van viviendo, cómo lo van memorizado, cómo lo
aprenden para así llevarlo a sus vidas. Si haces esto, todo te saldrá mucho más fluido y veras
un desarrollo en la presentación y en las personas mucho más impactantes y persuasivos.
Subtemas:
Sesgos cognitivos en oratoria
Desarrollo:
Este sesgo produce percepción selectiva, la cual nos lleva a percibir solo una parte
de la realidad y a obviar el resto de la información. La percepción selectiva es uno
de los fenómenos que más afecta los procesos comunicativos, debido a que la
información no procesada es importante en dicho proceso.
Efecto Keinshorm: Es la predisposición natural a contradecir las ideas de otros con quienes
no tenemos simpatía alguna, o más bien con quienes nos resultan antipáticos. Este sesgo
también produce una percepción selectiva. Esto puede afectar al orador en caso de no dar una
buena impresión y no conectar con su público.
Defensa de status: Cuando tenemos cierto estatus en las cosas, tanto físico
como mental, tendemos a negar y a defendernos de todo lo que lo contradiga
nuestras ideas. Este proceso puede hacer que recurramos incluso al autoengaño.
Además, hace que valoremos o apreciemos las cosas que permanecen estables y
nos den cierta seguridad.
Hasta aquí tenemos tres sesgos que pueden influir negativamente a nuestros oyentes cuando
nos presentamos ante ellos. Veamos algunas formas que podemos utilizar para contrarrestar
estos factores.
Cómo manejarlos
Además de estas recomendaciones, puedes valerte de otros sesgos cognitivos que podrán
ayudarte para influir con más fuerza, dar mayor impresión de seguridad y generar mayor
aceptación.
Efecto de encuadre: Es cuando tendemos a alterar las decisiones según se nos presenten las
cosas. Interpretamos mucho dependiendo de la forma como nos las muestren. Para aprovechar
esto, trabaja la forma como muestras las cosas, además de que puedes presentar lo negativo de
algo o lo positivo del planteamiento contrario.
si haces todo de forma excelente; de esta forma tu público tenderá a pensar que lo demás es de
esa manera.
Ante esto, prepárate bien y actúa con la mayor seguridad y confianza, sin caer en excesos.
Igualmente, cuando quieras mostrarte sensible ante algo, podrías expresar tus emociones y
con ello provocar la empatía de tu público. Si haces esto último, debe ser sinceramente.
Otros sesgos que tenemos las personas y que pueden influir en tu público son los siguientes:
Recuerda que los distintos procesos inconscientes siempre están presentes en tu público, y en
ti está dejarlos al azar y que puedan jugar en tu contra o utilizarlos para que te favorezcan en
tus intervenciones. Utiliza todos los procesos en favor de una buena presentación, con
sinceridad y buena intención, para dejarles lo mejor de ti, con las mejores técnicas y el mejor
de los mensajes.
Subtemas:
Psicología de la imagen profesional y del color
1.- Imagen personal y profesional
2. Color
Desarrollo:
La apariencia de las cosas tiene su grado de importancia, y en oratoria son varios los elementos
que requieren atención y dedicación en este aspecto. Dos de los principales los trataremos acá:
la apariencia personal y el manejo del color, en ambos casos desde la perspectiva de la
psicología de la imagen y del color.
La primera impresión que des como orador va a influir en buena medida en la aceptación de
los demás hacia ti, y esta impresión se da en un alto porcentaje durante los primeros segundos;
por ello debes cuidar que sea positiva tu apariencia. Hay un refrán que reza “Como te perciben,
te tratan”; si vamos más allá podríamos decir “Como te perciben te aceptan, te aprecian y te
tratan”.
Considera también que con nuestra apariencia reflejamos parte de nuestra personalidad,
estados internos, nivel socioeconómico, nivel educativo, entre otros. Esto hace que los demás
saquen conclusiones en estas áreas y este proceso no podemos detenerlo, pero sí dirigirlo.
La ropa cubre la mayor parte de nuestro cuerpo, por ello conforma un alto
porcentaje de la impresión que damos. No solo no debes tomarla a la ligera,
sino que requiere que la estudies y planifiques con la mayor inteligencia posible.
En este aspecto te recomendamos:
Al estar de pie, procura que tu postura sea erecta y al mismo tiempo sin tensión ni arrogancia,
harás que te sientas más seguro/a y los demás lo interpretarán de la misma manera. Es un
poderoso mensaje psicológico para ti y para los demás. Por supuesto, evita encorvarte; esto no
necesariamente es signo de humildad y podrías dar la impresión de inseguridad o
apocamiento.
2.- Color
Para usar el color con efectividad, es necesario también conocer al destinatario y considerar el
entorno. Un color o combinación puede resultar beneficioso para un público, y para otro podría
Todo color tiene un significado y un efecto. Contrario a lo que mucha gente piensa, dicho
significado no es puro y su efecto está determinado por el contexto en que se encuentra la
persona o el objeto. Además, los colores casi nunca vienen solos, sino en combinaciones. Por
ejemplo, la ropa que usamos es una combinación de colores, donde generalmente predomina
uno y hay otros secundarios.
¿Quieres estar seguro/a de usar un color que te ayude? Usa el azul o el blanco como
predominantes. No están asociados con nada negativo, excepto en China donde el blanco
simboliza muerte, aflicción, dolor, duelo, luto.
El uso apropiado del color también te ayudará a potenciar ciertos efectos en las personas y que
pueden ser muy útiles. El color puede mejorar:
la lectura en un 40 %.
la comprensión en un 73 %.
el aprendizaje entre 55 % – 68 %.
En resumen, para mejorar tus presentaciones, no dejes tu imagen al azar o al simple capricho.
Investiga y conoce más acerca de la mejor manera de vestir, con buen gusto y que dé la mejor
impresión; igualmente investiga sobre la psicología del color y su aplicación a la oratoria. Son
áreas muy extensas, pero una buena base en ambos casos, con buen material bibliográfico, te
serán muy útiles.
Subtemas:
Ejercicios de Psicología y Oratoria.
Ejercicios de Atención, percepción, memoria y aprendizaje del público.
Desarrollo:
Subtemas:
Neuro técnicas para el diseño de presentaciones digitales profesionales
Desarrollo:
En el mundo del ser humano, la percepción es muy importante, pues de ella depende en gran
medida nuestra concepción del mundo y la interacción con él. Algunos llegan a decir que es
más importante que la realidad misma. En la oratoria, un aspecto de la percepción es la
presentación digital. Veremos algunos criterios importantes para destacarse profesionalmente
en este aspecto tan descuidado por la mayoría de los oradores.
Diapositivas
Lo mismo se puede decir de las cursivas. Evítalas, ya que se leen con mayor dificultad que las
letras normales. Igual con las MAYÚSCULAS SOSTENIDAS. Prefiere el uso de letra normal y
negrita. En cuanto a tamaño, recomendamos mínimo 32; el cerebro las leerá rápidamente y,
como algunas personas estarán alejadas de la pantalla, hay que prevenir que no tengan que
hacer un esfuerzo visual y mental innecesarios.
Texto
Mucho menos debe transformar el evento en una clase de lectura, al hacer que el público lea
parte del contenido. Puede parecer una técnica para hacer participar a los asistentes, pero en
realidad es aburrido, nada motivador, adormece al cerebro y puede hacer pasar un mal rato a
quien no sepa o pueda leer correctamente.
Una opción para presentar todos los puntos de un listado o viñeta en una diapositiva es hacerlo
de forma creativa y atractiva, que den una impresión agradable y que la recuerden.
Revisa que no existan errores ortográficos de ningún tipo, ya que esto genera distracción en la
mente del público, se desconectan de la línea de trabajo, los pone a pensar en otra cosa y deja
una mala impresión acerca de ti. Lo mismo debes hacer para prever que no existan palabras
repetidas u omitidas.
Tablas
Cuando presentes tablas de datos, evita el exceso de detalles, tanto con números como con
texto (ver ejemplo a la izquierda). En cuanto a números, incluye decenas, unidades y decimales
solo si es necesario; en caso contrario, solo ocuparían espacio, saturaría al cerebro con
información innecesaria y causarían distracción.
Como sugerencia general, simplifica y hazlo con buen gusto. Si son grandes cantidades, coloca
la unidad en el título entre paréntesis y los números significativos en la tabla (ver ejemplo a la
derecha). Piensa: ¿cuál de estas dos tablas interpretarás más fácilmente y quedará más en tu
memoria?
Gráficos
De la misma forma que las tablas, cuando presentes gráficos evita el exceso de detalles si no
son necesarios (ver ejemplo a la izquierda). Elimina elementos que no imprescindibles y haz
que el trazado sea fácil de leer y recordar (ver ejemplo a la derecha).
Imágenes
Las imágenes tienen un efecto excepcional, si se saben usar. Son captadas más rápidamente
por el cerebro y son mejor asimiladas que las palabras. El cerebro retiene y memoriza más una
buena imagen que un grupo de letras. En muchos casos ayudan a propiciar ciertas emociones.
Combina imágenes con texto para que se refuercen los dos mensajes y el cerebro las fije
mejor.
Que las imágenes tengan estrecha relación con el contenido. Si es así, se fortalecen
mutuamente en la mente; si no se relacionan, divide el pensamiento.
Demasiadas en una misma diapositiva pueden distraer, dividir la atención y hace que
la presentación se vea recargada.
Evita o maneja con cuidado las que son animadas, ya que pueden distraer.
Evita las de baja calidad, las pixeladas y los cliparts (viejas imágenes). No crea buen
efecto en el cerebro, y muchas son de mal gusto.
Animaciones / transiciones
Las animaciones son los movimientos asignados a los objetos en una diapositiva, mientras que
las transiciones son los cambios entre diapositivas. Evita ambas al máximo, ya que hacen que
el cerebro trabaje al procesar los movimientos. En otros casos, provocan mareo en algunas
personas.
Si vas a usarlas, hazlo con inteligencia y prudencia. Adáptalas siempre a tu público y al tema:
si es juvenil, puedes usarlas ampliamente; si son adultos, sé más cauto en ello.
Audios y videos
Los audios se pueden usar para crear ciertos efectos o potenciar ideas o actividades.
Igualmente, deben ser utilizados con mucha precisión, ya que pueden distraer o perturbar, con
lo que crearías el efecto contrario al que buscas.
Los videos son una excelente herramienta, si se saben manejar, ya que atraen y quedan muy
grabados en la mente. Las recomendaciones sobre estos son:
Conócelos bien.
Explícalos para que puedas sacarle el máximo provecho.
Que sean cortos, pues videos largos tienden a aburrir.
Subtemas:
Neuro Oratoria Emocional
Desarrollo:
Uno de los objetivos del orador es causar en el público el impacto necesario para que recuerden
su mensaje y, si cabe el caso, lo pongan en práctica. Para ello requiere tener amplios y diversos
conocimientos, así como utilizar múltiples técnicas que le apoyen en esta meta. En esta ocasión
trabajaremos una de las más importantes, y la iniciaremos con un pensamiento que se usa en
el ámbito de la oratoria y las presentaciones: “Podrás olvidar lo que alguien te diga, pero
recordarás lo que te haga sentir.” Estamos hablando de las emociones en la oratoria.
Nos basaremos en el modelo del Cerebro Triuno de MacLean, quien lo divide en Sistema
Cortical, Sistema Límbico y Complejo-R. En el sistema límbico residen y funcionan todas las
emociones, y es allí hacia adonde apuntaremos las técnicas de este tema.
Otro aspecto importante a fijar es que todos somos seres emocionales, incluso más
emocionales de lo que estamos dispuestos a admitir. Esto se cumple en todos los ámbitos de
nuestra vida: profesional, personal, social, etc. Aunque la formación y desarrollo de las
emociones es un proceso de mucha complejidad, nos remitiremos en esta ocasión a las
emociones básicas y cómo utilizarlas a la hora de hablar en público.
Son variadas las clasificaciones sobre las emociones más básicas, y esto va a depender de la
línea psicológica que se utilice. En este estudio consideramos como básicas las siguientes:
Desde el punto de vista del orador, este debe conocer y manejar su mundo emocional; esto es
necesario para poder lograr lo que planteamos. Por un lado, debe permitirse sentir y manifestar
las emociones que le genere el tema y el evento en el que se presenta. Por ejemplo, requiere
alegrarse para alegrar a su público, entristecerse ante algo difícil, molestarse ante una
injusticia, etc. A través de las neuronas espejo del cerebro de sus oyentes, estos tenderán a
identificar la emoción y a sentirlas en consecuencia; esto es empatía.
Esto es vital también en otro sentido: las personas que te escuchan no quieren ver un robot,
una cosa programada; esperan ver a un ser humano que se comunique con profundidad y de
manera personal y directa. El público siempre percibe con detenimiento a quien le habla, pues
generalmente tiene mucho interés y su mente está analizando detalladamente todo lo que
hacemos y decimos.
Por otro lado, el público también siente en todo momento, tanto hacia ti como hacia el tema y
a las circunstancias. Por ejemplo, hay mucha diferencia entre un público que te aprecie y uno
que tenga algo en tu contra o que sienta rabia hacia ti; o que quieran o se resistan al tema; o,
finalmente, que estén viviendo situaciones agradables o preocupantes. Debes conocer todo lo
posible al respecto y trabajar con esa información.
¿Cómo puedes provocar emociones en los demás? Aquí tienes algunas sugerencias que,
sabiendo usarlas, te ayudarán a lograrlo con relativa facilidad:
Todo esto solo es posible de una manera: debes conocer al público que tienes al frente. Muchos
han sido los oradores que han aplicado técnicas de forma predefinida y el resultado ha sido
nulo o contraproducente. Generalmente es debido a que no han considerado la posición y
situación de sus oyentes y, como estos no han estado en disposición de hacer lo que se les
indica, simplemente se resisten y bloquean cualquier actividad que se les dé, a menos que sea
lo que realmente quieran o necesiten.
Ten presente qué están sintiendo en todo momento; es una habilidad importante que requieres
desarrollar. A través del contacto constante y sincero, puedes ir determinando el estado en que
se encuentran las personas y cómo van viviendo y sintiendo tu presentación o propuesta.
Nunca pases esto por alto.
Para realizar el cierre, evita que tu público se vaya con alguna emoción o situación
desagradable. Dejará un mal sabor de boca y eso lo transferirán hacia ti, a menos que tengas
una intención muy especial y específica. Recuerda también que, si bien eres responsable por
diseñar el discurso (palabras), también lo eres para definir el flujo emocional del público y del
tuyo.
Subtemas:
Los 4 Niveles Mentales
Desarrollo:
Como no se puede llegar a ningún lugar sin saber dónde se está, lo mismo sucede
psicológicamente al querer llevar al público a la forma de pensar que deseamos. Para ello, el
orador requiere saber en qué estado mental se encuentra su auditorio, para luego trabajar
según este. Según el autor William J. Reilly, las relaciones entre personas siempre se
encuentran en alguno de los cuatro niveles mentales. Veamos cada uno de ellos y qué hacer en
cada situación.
En este nivel la mente del público está cerrada a cualquier idea que quieras
transmitirle. En esta situación ellos no desean escuchar tus argumentos; tal vez
están en contra de tu punto de vista, mantengan cierta resistencia a cuanto
planteas, o simplemente no te creen nada. El motivo generalmente se relaciona
con rabia o rechazo que sientan hacia alguna de las partes: tú, el tema, el evento,
los organizadores, u otro. El objeto en este punto es que los lleves al próximo nivel, en el que
superes cualquier obstáculo o situación limitante.
Algunas cosas que puedes hacer para manejar esta situación son:
Busca establecer puntos en los que estén de acuerdo tú y tu público, de modo que
conformen una posición de inicio para las demás acciones. Esto hace que te ubiques de
su mismo lado y será más fácil moverlos al siguiente nivel.
Presenta argumentos, evidencias y pruebas sólidos. Esto irá trabajando sus aspectos
racionales y te apoyará en el proceso.
Usa referencias de autoridades en la materia; fortalecerá la técnica anterior.
Enfócate hacia algo positivo del tema o la situación. Con esto les darás ideas que sean
más fáciles de aceptar por ellos, que les lleven a pensar en positivo y que los unan en
puntos comunes.
Si lo consideras conveniente, podrías en este punto comenzar a diluir o rebatir los
motivos que los tienen cerrados. En esta técnica debes ser cuidadoso de no perder lo
que has logrado y que no se cierren de nuevo.
Ten presente que no existe ninguna garantía de que vayas a lograr su cambio mental, pero al
menos es un buen comienzo. De una u otra forma puedes obtener resultados positivos, si haces
las cosas de manera apropiada
Por supuesto, esto no te asegura que te crean fácilmente. Hay posibilidad de convencerlos, y
para ello te sugerimos las siguientes acciones:
Usa argumentos sólidos. Esto te traerá varias ventajas: (1) Les dará elementos que
vayan aceptando; (2) darás la impresión de que preparaste bien el tema; (3) tendrás
más confianza y la transmitirás a ellos.
Presenta cifras y estadísticas. Es similar al anterior, solo que
esto es desde el punto de vista numérico. Te dará los mismos
beneficios, y muchas veces es más fácil de presentarlas y que las
personas las recuerden. Considera también que los números y
los argumentos solos no convencen mucho; es importante que los conectes con los
intereses del público, y debes presentarlos de forma atractiva e impactante.
3.- Confianza
En este caso el público tiene su mente abierta y tiene la disposición para creer lo
que les presentes. Puede deberse a que eres conocido por el público o porque
tienen una buena referencia sobre ti. Esto puede ser fortalecido por el interés que
tengan hacia el tema.
4.- Fe
Hay un detalle que debes tener en cuenta: es una gran responsabilidad que tengas
este grado de influencia sobre otros, por lo que es vital que poseas una ética intachable y un
buen sentido de servicio. Parte de su vida profesional y personal depende de ti y de lo que les
digas.
Finalmente, recuerda que, para que todo sea posible, es necesario que conozcas bien la
situación interna y externa de tu público. Indaga y relaciónate con todos lo más que puedas,
para que obtengas la mayor cantidad de información y actúes de forma más efectiva.
Subtemas:
Los canales de representación
Desarrollo:
La sabiduría popular nos enseña que, cuando queremos que otro nos entienda y haga las cosas
como queremos, debemos hablarle en los mismos términos que pueda entender; de allí surge
la frase “Háblale en su idioma”. En oratoria sabemos que esto es cierto y vamos a ir más allá:
vamos a buscar que nuestro mensaje trascienda el simple entender en el público, y esto lo
lograremos acá a través de lo que la P.N.L. llama los Canales de Representación.
En Oratoria, esta preferencia que tenemos de uno o varios canales por encima de los otros te
será muy útil al querer influir mayormente en tu público. El primer y fundamental consejo en
este tema es que aproveches el/los canal/es predominante/s de tu auditorio. Veamos acá
algunas técnicas que puedes emplear según sea el caso.
Visual
Las personas visuales captan y recuerdan mejor lo que ven; su canal visual está
más activo. Por ello es conveniente que trabajes con esmero tu presentación (general y digital),
que utilices videos, que pongas el mejor escenario, que cuides bien tu vestimenta, etc. Los
visuales tienden a detallar lo que ven, llegando muchas veces a distraerse con cosas ligeras que
pueden atraer su atención.
Háblales de imágenes, de espacio, de todo lo que les lleve a crear imágenes en su mente. Puedes
usar gráficos, diagramas, bocetos, esquemas y todo lo que pueda ver y serle útil. Por supuesto,
no debes exagerar en ello, ya que cualquier elemento llamativo puede servirle de distractor y
perderías su atención.
Puedes usar palabras como imaginen, vean, brillante, colorido, apariencia, visión, panorama,
luz, y todo lo que tenga relación con la visión. Automáticamente tenderán a crear esas imágenes
en su mente y esto hará que las capten mejor, las recuerden más y tu mensaje llegaría con
mayor fuerza.
Te reiteramos que es importante que evites cualquier elemento visual innecesario o que pueda
ser un distractor. Por ello, deberás hacer un recorrido visual por el lugar y corregir lo que
consideres que sea necesario, y que puedas hacerlo. Evita dejar cosas al azar.
Auditivo
Las personas con el mayor uso del canal auditivo captan y recuerdan mejor lo que
oyen. Con ellos es muy útil que trabajes con esmero tus palabras (vocabulario e ideas),
las variaciones que enriquezcan tu voz, la música, los efectos de sonido, etc. De la
misma forma que el canal anterior, debes tener cuidado de no abusar con los sonidos o de
colocar algunos que puedan ser contraproducentes.
A la hora de dirigirte a tu público, usa la riqueza de los sonidos, algunos ruidos muy específicos,
la música, los videos (con buen contenido sonoro), e incluso el silencio. Este último sirve para
generar suspenso, reflexión u otro efecto.
Las palabras que les resultan más atractivas tienen relación precisamente con el sonido; por
ejemplo, sonar, voz, decir, hablar, escuchen, oigan… Estas y otras palabras llaman la atención
de quienes tienen este canal como preferente. Por supuesto, emplea estas técnicas con
equilibrio y buen gusto.
Kinestésico
Para influir en tu público es imprescindible que este capte lo mejor posible lo que le des, de la
forma que le gusta, por donde más puedan obtener información importante. Como en un
evento cualquiera no es posible que sepas quiénes tienen mayor preferencia de un canal sobre
otros, ni la proporción de preferencia, te damos algunas sugerencias al respecto:
Dirígete a tus oyentes por los 3 canales, de forma que todos puedan percibir de la
manera más significativa.
Como estadísticamente el canal visual es el más común en cuanto a que se tenga como
preferencia entre las personas, haz más hincapié en él; o sea, fortalece más los aspectos
visuales por encima de los otros para que aproveches esta tendencia del cerebro.
En línea con el anterior punto, el segundo canal preferido en la gente es el auditivo. Haz
un poco de énfasis en este por encima del kinestésico.
Recuerda que es importante aprovechar las tendencias más importantes del cerebro, así como
de las conexiones neuronales que ya tiene establecidas; de este modo podrás impactar en
mayor medida en tu auditorio. Todos estos elementos, como todos los demás en una
presentación, deberás planificarlo y prepararlo. Evita dejar las cosas al azar e incluye todo lo
que pueda ayudarte a aumentar tu poder de influencia en los demás, siempre recodando que
el objetivo es convencer y persuadir con la mayor efectividad y beneficio para tu público.
Subtemas:
Ejercicios de Neuro técnicas presentaciones digitales.
Ejercicios de Canales de representación.
Desarrollo: