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Nota de prensa sobre Fantasía de Colores - Exposición de Aurelio García en el museo de arte contemporáneo de Rosario (macro). Diario el Ciudadano de Rosario. 2007
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Aurelio García, Pinturas - Argentino hasta la muerte - Pablo Makovsky
Nota de prensa sobre Fantasía de Colores - Exposición de Aurelio García en el museo de arte contemporáneo de Rosario (macro). Diario el Ciudadano de Rosario. 2007
Nota de prensa sobre Fantasía de Colores - Exposición de Aurelio García en el museo de arte contemporáneo de Rosario (macro). Diario el Ciudadano de Rosario. 2007
14 ● Cultura El Ciudadano & la región Lunes 23 de julio de 2007
Plástica
Argentino hasta la muerte
La muestra de Aurelio García y Hernán Molina, en dos pisos decorados para la ocasión del Macro, recorre como en estampitas y con humor la monumentalidad del sueño patrio Pablo Makovsky El Ciudadano
“Hola, soy Aurelio García –escribe Au-
relio García en la presentación del catá- logo de la muestra Fantasía de Colores II (Elogio del ojo), en el Macro–, tal vez me recuerden de exposiciones como Ar- te Rata con Xil Buffone y César Baracca en 1989 o de Beato Panfleto con Darío Homs en 2001”. Y en el párrafo siguien- te García agrega: “Ahora les propongo otra aventura artística plena de formas y sentidos”. Hay dos cosas notables y ca- si inéditas por estos tiempos en esa úl- tima línea. Una, que lo artístico aparez- ca emparentado con la aventura; dos, que esa aventura aparezca emparenta- da con el sentido. Cuestiones que el ar- te contemporáneo acaso desterró de su horizonte cuando contrajo matrimonio con ciertos conceptos y con la copa de champagne, según asegura Nicolas Bou- rriaud en su Estética relacional. Expuesta desde el 5 de julio pasado y hasta el próximo 5 de agosto en el Mu- seo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro, Oroño y el río), en el tercero y cuarto piso, Fantasía de colores II es tam- bién una obra compartida con Hernán El tema de la “argentinidad perdida”, así como la serie de “Vidas ejemplares”, construyen un relato que atraviesa toda la exposición. Molina, que realizó junto con sus discí- pulos del taller que dirige en el Palacio da es el primer capítulo de una “nove- México de Buenos Aires las telas que re- la” que cierra en la sala “champagne”, cubren las paredes de las salas donde se en el cuarto piso, decorada en estilo art exponen las obras de García. Es que, se- noveau, con los diseños deliberada- gún García, esa suerte de empapelado mente anacrónicos con que estaban de- sobre el que se montaron sus cuadros coradas las casas de los padres de los saluda los empapelados sobre los que se funcionarios que aún sostienen el sue- colgaban las obras de los vanguardistas ño patrio en la sala anterior, según un del novecientos europeo. relato con el que no sólo bromean los artistas Molina y García, sino que pue- Santoral estatal de leerse en la pared que da al río, don- de están montados los cuadros de las La Sala Cívica, o lavanda, por su color, “Vidas ejemplares”, prohombres de es- está en el tercer piso, decorada en esti- tampita retratados al estilo en que los lo art déco por Molina y su grupo. Los salesianos enseñaban a Domingo Savio cuadros de García en ese salón tienen o a Laura Vicuña, pero cuya hagiografía un contenido más político, no en el sen- recoge los valores últimos de la moder- tido más habitual, sino en un sentido es- nidad capitalista. El mismo García rea- tético. Hay algo así como una política lizó una “Breve reseña biográfica de los del arte que se juega tanto en la obra co- seis estudiantes graduados con meda- mo en el discurso de Aurelio García. Esa lla de honor en el Instituto Modelo de sala, además de jugar a ser una muestra Educación Provechosa. Horizontes del dentro del austero espacio de muestras Mañana. Promoción 2015”. Seres naci- del museo, tiene un tono “oficial”, de dos a mediados de los 90 cuyos nombres “edificio público” e irradia “ese opti- son una polaroid del imaginario cam- mismo del estado”, el que habla es Gar- balachesco en el que fueron educados: cía. monseñor Kevin Quevedo (cualidades Los cuadros juegan también a ser es- personales: afectuoso, espiritual, voca- tampitas, hay en ellos un mestizaje que ción de servicio), profesor Brian Iñiguez evoca a las figuritas religiosas del cato- (audaz, disciplinado, gran orador), el licismo provinciano, a los retratos de la doctor Alan Ayala (rectitud, frugalidad, gloria peronista, al icono ruso y a la exal- amor a la verdad), el licenciado Elvis Re- tación stalinista. Algo de la monumen- bollo (ganador, responsable, empren- talidad se juega y se tambalea en esas dedor), y así. Si el sueño oficial cabe en pinturas, que fueron producidas entre estampitas, las cualidades de los pro- el 2001 y este año. hombres del mañana caben también en el rintintín de un slogan mediático. Paisajes monumentales La obra de García, y en particular de “La pesada carga”, del 2005, una de las obras expuestas en la sala Lavanda de la muestra. esta exposición montada con Hernán Rosario, donde nació y se formó García; Molina, recoge con humor y con un me- San Nicolás, donde transcurrió su ado- que durante décadas enrostró al Paraná tafesino refulgen y tropiezan en el ros- ticuloso trabajo en acrílico y tela una lescencia; Valencia, España, donde vi- con sus ventanas rotas y ciegas, la ex So- tro de Evita que flamea sobre el “Mani- acabada muestra del oficio de los artis- vió hasta hace poco más de un año (si- misa con su mitología de aristocracia comio Modelo Eva Perón”, en el Chevy tas y del tema de “la argentinidad per- guiendo las huellas de la suerte de es- obrera y su chimenea coronada de fue- Serie 2 que vuelve eternamente de Para- dida” (García dixit), concepto que per- cuela fundada por el Equipo Crónica), y go. Cuanto más lejos se va García, más guay engalanado con los colores patrios manece suspendido en el limbo colori- Bariloche, donde reside, son también lu- se acerca, en su obra, a ese paisaje con y las cajas de televisores color en “La pe- do de las estampitas con las que Aure- gares visitados por ese aura de monu- el que traficó su infancia: un paisaje cu- sada carga (Carry that Weight)”. lio García parece divertirse –en el senti- mentalidad de la que sus pinturas son yos mojones son las promesas de una do de desviarse– una vez más y parafra- una radiación. El Monumento a la Ban- historia hecha estampita, como sus cua- Santos domésticos sea gráficamente aquella frase de Goya dera, “la Alcoholera” nicoleña –cita el dros. El sueño industrial del norte bo- sobre la razón y los monstruos: el sue- artista–, esa gigantesca planta industrial naerense, el sueño libertario del sur san- Este optimismo estatal de la sala lavan- ño del Estado produce… muestras.