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Qué es Globalización:

La globalización es un proceso histórico de integración mundial en los


ámbitospolítico, económico, social, cultural y tecnológico, que ha
convertido al mundo en un lugar cada vez más interconectado, en una aldea
global.
Como tal, la globalización fue el resultado de la consolidación del
capitalismo, de los principales avances tecnológicos y de la necesidad de
expansión del flujo comercial mundial.
En este sentido, las innovaciones en el campo de las telecomunicaciones y de
la informática, especialmente con el internet, jugaron un papel decisivo en la
construcción de un mundo globalizado.

La ruptura de las fronteras, en términos económicos y de comunicación, generó


una expansión capitalista en la que fue posible llevar a cabo transacciones
financieras y expandir los negocios, hasta entonces limitados hacia otros
mercados distantes y emergentes.

De este modo, podemos observar cómo el proceso de la globalización ha


modificado la forma en que los mercados de los diferentes países interactúan.

El impacto de la globalización en aspectos económicos (mercado laboral,


comercio internacional), políticos (instauración de sistemas democráticos,
respeto de los derechos humanos) y, acceso a la educación, tecnología, entre
otros, varía en función del desarrollo de cada nación.

La globalización es un fenómeno palpable, sobre todo, desde finales del siglo


XX y comienzos del siglo XXI.

Sin embargo, se suele señalar que inició con la llegada de Colón a América en
el siglo XV y con el consecuente proceso de colonización por parte de las
potencias europeas alrededor del mundo. Este proceso se acentúo aún más a
partir de la Revolución Industrial del siglo XIX.

Vea también 7 características claves de la globalización.

Ventajas y desventajas de la globalización


La globalización conlleva a un conjunto de acciones en general que tienen
tanto aspectos positivos como negativos, de allí que se haga mención de las
ventajas y desventajas de este gran proceso de integración.

Ventajas
Entre las ventajas de la globalización podemos mencionar:

 La circulación de bienes y productos importados.


 Contribuye a la disminución de la inflación.
 Aumento de inversiones extranjeras.
 Potencia el área de comercio internacional.
 Propicia mejores relaciones con otros países, así como enriquecedores
procesos de intercambio cultural.
 Desarrollo tecnológico.
Desventajas
Se han dirigido muchas críticas al fenómeno de la globalización, señalando
algunas de sus deficiencias, como:

 La riqueza se concentra en la mayoría de los países desarrollados y un 25% de


las inversiones internacionales van a las naciones en desarrollo, lo cual
repercute en un aumento del número de personas que viven en la pobreza
extrema.
 Algunos economistas sostienen que, en las últimas décadas, la globalización y
la revolución científica y tecnológica (responsables por la automatización de la
producción) son las principales causas del aumento del desempleo.
 Los autores críticos de la globalización también sostienen que esta puede traer
como consecuencia la pérdida de las identidades culturales tradicionales en
favor de una idea de cultura global, impuesta por el influjo de las grandes
potencias sobre el resto del mundo.
Vea también Ventajas y desventajas de la globalización.

Globalización cultural
La globalización cultural se ha generado como una consecuencia de las
relaciones internaciones derivadas del intercambio de la información,
tecnología, economía, turismo, entre otros.

Al expandir los mercados de consumo y el intercambio de bienes y servicios


culturales se han producido importantes conexiones entre países y
comunidades por medio del cine, televisión, literatura, música, gastronomía,
moda, teatro, museos, entre otros.

Esto tiene diversos aspectos positivos y negativos. Algunos destacan la


difusión de valores universales, mayor acceso a la información e intercambio
cultural.

Sin embargo, los grupos sociales de menor tamaño se ven afectados por el
consumo de productos culturales de mayor alcance e, incluso, a la pérdida de
ciertos valores propios.

Vea también Globalización cultural.

Globalización social
La globalización social se caracteriza por la defensa de la igualdad y la justicia
para todos los seres humanos. Tomando en cuenta esta acepción, se puede
afirmar que un mundo globalizado, en el ámbito social, es aquel en que todos
los seres humanos son considerados iguales sin importar su clase social,
creencias religiosas ni culturas.
Globalización tecnológica
La globalización tecnológica abarca el acceso a la información, Internet y
medios de comunicación, así como los diversos avances tecnológicos y
científicos en el área industrial y salud.

Vivimos en un mundo interconectado, la información se comparte a mayor


velocidad y distancia, las personas están más informadas acerca de lo que
ocurre en su país y alrededor del mundo a través de los diversos canales de
comunicación que existen.

Los medios de transporte también se han beneficiado del avance tecnológico y


científico, por ejemplo, se han desarrollado mecanismos para reducir el
consumo de combustibles y los niveles de contaminación, los vehículos poseen
mayores sistemas de seguridad, entre otros.

Globalización política
La globalización ha fomentado la creación y desarrollo de diferentes
mecanismos para dar respuesta y solución a sin fin de problemas que se han
vuelto globales y que nos afecta a todos, por ejemplo, el cambio climático,
índices de pobreza, uso de recursos naturales, entre otros.

Por ello, se han creado instituciones y organizaciones de carácter internacional,


por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a fin de enfrentar
dichos problemas y dar la mejor solución posible.

Globalización económica
Como tal, la globalización económica consiste en la creación de un mercado
mundial que no contemple barreras arancelarias para permitir la libre
circulación de capitales, bien sea, financiero, comercial y productivo.

El surgimiento de bloques económicos, es decir, países que se asocian para


fomentar relaciones comerciales, como es el caso de Mercosur o la Unión
Europea, fue el resultado de este proceso económico.
BIBLIOGRAFIA

https://www.significados.com/globalizacion/
La globalización es, por así decirlo, tanto una manera de ver el mundo como el mundo mismo. Sin
pretender ser exhaustivos, podemos distinguir, por lo menos, las siguientes características de ese
fenómeno:
un " sin fronterismo " de principio en los intercambios comerciales;
la difusión, a nivel mundial, de los modos de producción y de consumo capitalistas;
una liberalización de los intercambios, las inversiones y los flujos de capitales;
una disminución del margen de maniobra de los Estados en ámbitos que antes caían estrictamente bajo su
soberanía: ciencia e investigación, defensa (debido a la dependencia de los adelantos tecnológicos), sistema
de contribuciones, gestión de las crisis económicas, política monetaria;
una extensión de la red Internet, de las redes mediáticas, del marketing y de la publicidad en el plano
mundial (que transmiten los valores del mercado); en el mismo sentido, una dominación progresiva del
inglés como lengua de comunicación en el plano internacional;
innovaciones tecnológicas que generan más interacciones y una mayor densidad en la comunicación entre
sociedades.
Los numerosos autores que han estudiado el fenómeno suelen hacer hincapié en sus aspectos económicos:
desarrollo de los mercados financieros, crecimiento de las empresas transnacionales, que poco a poco
parecen dominar las economías nacionales [1] . Ese proceso hace que las relaciones internacionales, en
general, se vuelvan más complejas, debido, sobre todo, a la multiplicidad de actores, así como a las
responsabilidades variables y, tal vez, definidas de manera incierta.
En el plano social, la globalización es, cuando menos, equívoca [2] : es, indudablemente, un instrumento
de desarrollo económico, pero al mismo tiempo provoca una mayor polarización en las relaciones sociales;
hace que las economías nacionales débiles se vuelvan más vulnerables aún a los movimientos de capitales.
Así, la limitación de la soberanía de los Estados se manifiesta radicalmente en el ámbito de la protección
social: la búsqueda de ganancias y la consiguiente movilidad de los capitales no está acompañada, ni en el
plano nacional ni en el internacional, por medidas correspondientes de protección de los trabajadores. Ya
nos son conocidos los movimientos de personas de la " periferia " hacia el " centro " : campesinos, sobre
todo, pero también trabajadores de otros oficios y competencias, que dejan el campo para instalarse en la
ciudad, en busca de mejores condiciones de vida. A ello se añaden ahora, en gran escala, los movimientos
transnacionales hacia polos económicos: el número de los llamados migrantes económicos está en
constante aumento, mientras que los países " de acogida " están, a menudo, lejos de ofrecerles la seguridad
social y económica que buscan, o incluso un trato respetuoso de su dignidad y su salud [3] .
La comunicación es otro aspecto significativo de la globalización: la rapidez de la comunicación y la
multiplicidad de informaciones disponibles en una " biblioteca " como la red Internet favorecen los
intercambios académicos, la investigación científica, la formación. La globalización representa, sin duda,
un factor positivo de innovación. Sin embargo, esa misma rapidez y la disponibilidad sin control eficaz de
las informaciones sensibles, también posibilitan la comunicación entre redes mafiosas o terroristas y que
éstas pongan a disposición de criminales, entre otras cosas, métodos de fabricación de armas y de venenos.
La frecuencia del recurso a las búsquedas y a los intercambios por la red Internet, la presencia casi
constante de imágenes televisadas (y su corolario pernicioso: " Es verdad, lo vi en la tele " ) repercuten en
la comunicación de las ideas mismas. Se vuelve difícil explicar la complejidad de las relaci ones
internacionales o de las causas de un conflicto, por ejemplo, o debatir ideas a fondo. Los discursos y los
análisis suelen volverse simplistas. Asimismo, el discurso intelectual comienza a verse afectado por una
mentalidad " fast-food " (¡y se convierte, a veces, en un " fast-thought " !): se debe hacer todo con rapidez,
cambiar constantemente de tema, de interés, de moda.
Como sabemos, la globalización también halla resistencias. Los movimientos " antiglobalización " son,
además, producto de esta globalización y actúan, en gran medida, en el plano mundial. En cierto sentido,
representan, a escala planetaria, una suerte de " sociedad civil " de resistencia que propone valores
alternativos (o presentados como tales) a la dominación económica de grupos restringidos. Esos
movimientos también actúan, en gran parte al menos, como abogados de los derechos humanos, de la
democracia, de la participación de los pueblos en la construcción del propio destino. Organizaciones de
proyección mundial, gubernamentales o no, contribuyen a la difusión de las ideas y los valores
democráticos, del sentido de la justicia (condena de la inmunidad por abuso de poder, denuncia de
crímenes contra la humanidad, etc.), y se esfuerzan por promover una mayor apertura, tolerancia y
comunicación entre las culturas.
No obstante, la liberalización de los intercambios no va acompañada de normas en el nivel internacional,
como tampoco en el plano económico ni en el plano político: falta un equivalente internacional de la
función reguladora que el Estado ejerce en el plano nacional. La Organización de las Naciones Unidas,
también signo de una internacionalización política, intenta ejercer cierto arbitraje en los ámbitos
económico y social, pero no está (aún) en condiciones de cumplir esa tarea. Lo mismo ocurre con otras
organizaciones regionales o sectoriales. La Organización Mundial del Comercio, relativamente nueva en el
ámbito internacional, se esfu erza por desempeñar un papel positivo en esa regulación, pero lo menos que
puede decirse es que su tarea es inmensa, como quedó demostrado una vez más en la reciente conferencia
de Cancún (2003).
Globalización, tensiones políticas y conflictos

Los conflictos armados no esperaron la época actual para tener un carácter global. Las dos guerras
mundiales, la colonización, las guerras napoleónicas, incluso las cruzadas o la expansión del imperio
romano son conflictos cuya dimensión global es innegable. Hoy en día, es difícil determinar en qué medida
la globalización constituye una causa " directa " en el origen o en la continuación de los conflictos que vive
nuestro mundo. Desde luego, no podemos ignorar que las opciones dominantes en materia económica
favorecen las tensiones y, como señalamos más arriba, a veces generan resistencias violentas. Lo que los
pueblos o los países, incluso en el plano continental, notan es la exclusión, la no participación en las
decisiones globales, la marginación. Si tomamos como ejemplo el continente africano, podemos observar
un discurso del tipo: somos productores de bienes que exportamos hacia el " norte " , pero no participamos
en los mecanismos de fijación de precios ni en los sistemas de intercambios, mantenemos una relación de
dependencia [4] .
Sin embargo, los análisis relativos al aumento o a la disminución de la pobreza a raíz de la mundialización
no son concluyentes. Como señala Amartya Sen, la relación de causalidad entre miseria y violencia (incluso
la bélica) no está establecida, en absoluto; y de todas maneras, la pobreza es un mal lo suficientemente
terrible como para que la lucha por su erradicación no dependa de otros j justificativos [5] . Los conflictos
contemporáneos parecen tener, sin embargo, una dimensión económica más importante que en el pasado
o, por lo menos, entre las múltiples razones de hacer la guerra, las que se relacionan con el acceso a los
recursos económicos ocupan un lugar importante [6] .
En cambio, el vínculo entre pobreza y conflictos es más evidente si examinamos las consecuencias de la
violencia armada, que aumenta la vulnerabilidad y la indigencia de los pueblos. Numerosos países
africanos, latinoamericanos o de Oriente Próximo se empobrecieron en el último decenio. ¿Causa o
consecuencia de la mundialización? ¿Causa o consecuencia de conflictos? Sin duda, un poco ambas cosas.
Pero la pregunta es, en cierta medida, retórica y, sin duda, poco importante para las poblaciones afectadas,
que, sobre todo, y ante todo, desean salir de la miseria, dar una buena educación a sus hijos, vivir y no sólo
sobrevivir.
Examinemos brevemente en este contexto la cuestión del terrorismo: actualmente presentado como un
fenómeno global, el terrorismo no tiene, sin duda, como causas primeras la globalización ni la pobreza. Los
pobres no son todos terroristas, y muchos terroristas no son pobres. En su " combate " , algunos emplean
en amplia medida los instrumentos de la globalización, tanto en el plano material (uso de Internet) como
en los planos psicológico y político (recurso a la " caja de resonancia " que constituyen los medios de
comunicación, a una amenaza global) [7]. La frecuencia de los actos de terrorismo (y el vínculo, supuesto o
demostrado, entre varios de esos actos) y la intensificación de la lucha de los Estados contra ese fenómeno
añaden una nueva dimensión a los conflictos armados locales, nacionales y regionales, y a la preservación
de la seguridad.
Del mismo modo, las redes mafiosas operan en el plano global: tráfico de estupefacientes, de personas y
materiales de todo tipo. Esos tráficos se alimentan, al menos en parte, de situaciones de crisis, de zonas de
" no derecho " afectadas a su vez por la violencia o por un conflicto. La lucha policial contra esa forma de
criminalidad también depende de intercambios de información y de colaboraciones transnacionales más
importantes.
La globalización es un fenómeno que debe comprenderse a partir de sus ambivalencias y contradicciones.
Considerada como instrumento (y no como una ideología), puede:
mediante la difusión de los derechos humanos, contribuir a que las personas gocen de mayores libertades,
a que los organismos que transmiten esos valores cooperen en mayor medida;
mediante la imposición de modelos económicos y culturales uniformes, hacer desaparecer economías
tradicionales originales, destruir culturas;
favorecer los intercambios científicos, mantener un contacto estrecho entre los miembros de familias
separadas o, en sentido inverso negativo, facilitar la concertación entre organizaciones criminales.
A pesar de que es difícil determinar de qué manera la continuación de ciertos conflictos estaría
influenciada en forma causal y directa por la globalización, no hay duda de que el mundo resulta afectado
por los efectos o por la percepción de la globalización. No todos los conflictos que vive el mundo cambian, y
en todo caso no de la misma manera, a raíz de la globalización. Sin embargo, la percepción que tenemos de
ellos o la manera en que son presentados o vinculados entre ellos son, actualmente, diferentes. Sin duda, la
lucha global contra " el " terrorismo es la que más influye en nuestra percepción de los conflictos: por
ejemplo, los conflictos en el Cáucaso del Norte, en Colombia o en Indonesia, incluso en Irak, han sido "
integrados " en la lucha contra el terrorismo. Si países como Afganistán y Somalia pudieron servir de base a
grupos terroristas que actúan en el plano internacional, analizar a partir de un solo modelo todos los
conflictos armados internos, o todos los atentados cometidos en el mundo, no ayuda probablemente a
comprender las motivaciones verdaderas de esos grupos (por otra parte, diversos) y, por ende, no permite
identificar los medios adecuados para luchar de manera eficaz contra esa forma de violencia. Por otro lado,
es imperioso comprender, en la mayor medida posible, la especificidad de las situaciones caracterizadas
por conflictos armados o por tensiones, a fin de identificar los mejores medios de responder de manera
válida y duradera a esas crisis, en particular para poder socorrer a la población civil afectada por la
violencia.
Los llamados análisis globales no explican todo. Lo mismo ocurre cuando se examinan las fuentes de los
conflictos. Mencionamos más arriba la cuestión de las resistencias a la globalización. Una de ellas se
manifiesta por la afirmación y la voluntad de preservar identidades particulares. Esa voluntad puede llegar
hasta el empleo de medios violentos [8] . Ese aspecto también debe ser percibido y comprendido por los
actores, por ejemplo por las organizaciones humanitarias, que actúan en las zonas de conflicto.
La insistencia que hoy en día se hace sobre la llamada lucha global contra " el " terrorismo no debe
hacernos olvidar que la seguridad (personal o de una comunidad nacional) no se reduce únicamente a la
dimensión militar o policial. Como recuerda la Comisión sobre la seguridad humana: " La seguridad
humana, en el sentido más amplio del término, implica mucho más que la ausencia de conflictos violentos.
Engloba los derechos humanos, la buena gobernanza, el acceso a la educación y a la atención médica y el
hecho de que los individuos puedan contar con las oportunidades y las opciones que les permita n realizar
su potencial. Cada paso en esta dirección es también un paso en la lucha contra la pobreza, hacia el
crecimiento económico y la prevención de los conflictos. Estar al resguardo de la pobreza y del miedo, dejar
a las generaciones futuras un medio ambiente natural salubre, son elementos que,
relacionados, contribuyen a la seguridad humana y, por lo tanto, a la seguridad nacional " [9] .
Globalización: incidencias en la acción humanitaria

La acción humanitaria, uno de cuyos actores es, por su naturaleza y sus principios, el Comité Internacional
de la Cruz Roja (CICR), tiene, sin duda, una dimensión universal, al tiempo que se apega firmemente a la
defensa local y regional de las personas y las poblaciones afectadas por la adversidad. Se basa, a la vez, en
valores " tradicionales " (en el sentido de fundadores, fundamentales) y " modernos " (siguen siendo o
vuelven a ser actuales): considerar al ser humano como elemento central de la motivación para actuar,
proteger y promover la dignidad humana, estar cerca de las víctimas, proteger la vida y la salud, hacer
participar a las personas afectadas por la violencia o por una catástrofe en la búsqueda de soluciones,
escuchar y apoyar a los hombres y las mujeres sumidos en el sufrimiento, conducir una acción responsable
y honesta, fiable y eficaz.
El CICR, que procura llevar adelante, en el plano universal, una acción humanitaria imparcial, neutral e
independiente [10] , se apoya, para ello, en los elementos siguientes:
en primer lugar, dado el fundamento jurídico de su acción, en el derecho internacional humanitario, que
hoy en día goza de reconocimiento universal, no tanto por lo que respecta a su aplicación (¡lejos estamos de
ello!), pero al menos por el hecho de que casi todos los Estados han ratificado los Convenios de Ginebra de
1949;
en segundo lugar, dada la aspiración de que los principios y la acción de una Institución como el CICR
tengan un carácter universal, en su pertenencia al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja, red que cubre prácticamente todo el planeta;
por último, en una razón muy práctica: la universalidad del sufrimiento y la igualdad fundamental de los
hombres ante ese sufrimiento, al que responde la acción humanitaria, neutral e independiente del CICR (el
principio de imparcialidad es la consecuencia práctica de esta modalidad de acción: se otorga prioridad a
las necesidades más urgentes).
El CICR debe proceder a un análisis global de los riesgos (y también, en un aspecto que concierne menos la
seguridad, de la relación entre fenómenos sociales y decisiones políticas y económicas) porque es también
una Institución cuyo radio de acción es universal, porque actúa en casi todos los conflictos y situaciones de
violencia armada que conmocionan al mundo. Garantiza una presencia permanente en ochenta países; su
personal (unas 12.000 personas, contratadas en los países donde actúa o expatriadas) representa un
centenar de nacionalidades. La dimensión internacional del personal del CICR y de los numerosos
colaboradores locales no sólo aporta una ventaja suplementaria evidente a la universalidad que se pretende
en la acción, contribuyendo de ese modo a la creación, dentro de la Institución misma, de una cultura del
diálogo, sino que también constituye una valiosa herramienta para aprehender las culturas particulares,
favorecer la comunicación entre los delegados y las personas y las poblaciones para quienes despliega su
misión.
Del mismo modo, gracias a la red que forman las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja, con las que colabora, el CICR mantiene vínculos muy importantes con otras culturas,
mentalidades y sistemas políticos. Las informaciones que recaba de esa manera, además del apoyo
operacional que recibe de (y presta a) las Sociedades Nacionales, son un elemento esencial de la seguridad
y la eficacia de la acción humanitaria.
Los medios de comunicación que buscan, procesan y difunden la información en el plano global obligan a
las organizaciones a adaptar su acción humanitaria en el plano operacional. Así pues, la acción
humanitaria debe tomar en consideración el hecho de que todo o casi todo es público: gracias a los medios
de comunicación, todo el mundo puede estar informado en tiempo real sobre los acontecimientos que
tienen lugar en todo el planeta. La irrupción de imágenes televisadas en nuestras casas deja suponer que
nos concierne a todos y que, de alguna manera, somos " partes en los conflictos " . Por ejemplo, la acción
del CICR en favor de los prisioneros de las fuerzas de la coalición en Irak (sobre todo, en el caso de la
prisión de Abu Ghraib), fue difundida por los medios de comunicación a partir de mayo de 2004, en todo el
planeta, y numerosos delegados de la Institución, que estaban desplegando su labor en otras partes del
mundo, tuvieron que explicar detalladamente a sus interlocutores habituales el significado de
confidencialidad en las gestiones del CICR. Por otra parte, el asesinato de colaboradores del CICR en
Afganistán y en Irak, por sólo mencionar los casos más recientes (2003), fue comentado en otros países
donde el CICR actúa, incluso en regiones donde poco tiempo antes la Institución había sufrido la muerte
violenta de algunos de sus empleados.
Esta situación provoca un difuso sentimiento de inseguridad: en nuestro país o en otro, cerca o lejos, lo
que ocurre es (casi) igual; en todos lados la misma guerra (los mismos soldados, los mismos coches bomba,
etc.). Ese sentimiento resulta intensificado por la visión, esencial mente aunque no exclusivamente,
estadounidense de la " guerra " contra el terrorismo, presentada como global. Así pues, la globalización de
la amenaza, que no puede situarse en lugares precisos y localizados, se vive universalmente o como si
pudiera surgir en cualquier momento y lugar. En ese aspecto, la acción humanitaria también resulta
afectada:
en el plano de la gestión de los riesgos: el análisis local debe ir acompañado por un análisis más amplio,
regional y global (mundial);
en el plano de la comunicación: una institución humanitaria como el CICR debe dotarse, en ese ámbito, de
estrategias regionales y globales que le permitan ser comprendida, reconocida y aceptada por las víctimas
de los conflictos armados y por todos los protagonistas que recurren a la fuerza armada o a otras formas de
violencia armada.
De manera general, la dimensión global de la comunicación, y por ende la " visibilidad " constante a la que
se exponen las organizaciones, obliga a los actores humanitarios, el CICR entre ellos, a mantener suma
coherencia en la acción y en la toma de la palabra: los medios de comunicación, los Gobiernos, los grupos
de oposición, y muchos otros observan, comparan, critican. Por eso, es indispensable ser (y parecerlo, en el
espacio y en el tiempo) coherentes, constantes y creíbles en la acción y en las razones que la fundamentan
(incluso, y sobre todo, en caso de excepción a las normas doctrinales u operacionales).
Del mismo modo, la internacionalización del personal, cuyos efectos positivos hemos mencionado, impone
a una organización como el CICR un esfuerzo permanente de formación, de coaching para los cuadros
superiores, a fin de mantener una unidad de pensamiento y la adhesión a las orientaciones estratégicas de
la Institución, garantía de la coherencia de las elecciones en el plano operacional y de la eficacia de la
acción.
Conclusión: analizar globalmente y actuar localmente

Al concluir estas reflexiones sobre la globalización y su incidencia en la acción humanitaria,


identificamos el principal desafío que se plantea, en tal contexto, a esta acción: analizar globalmente y
actuar localmente. Pero también: saber que nuestra acción local podrá ser conocida y tener repercusiones
más allá del contexto de una intervención particular. Esa tensión entre " exterior " e " interior " se
manifiesta, por otra parte, en la concepción misma de la acción humanitaria, tal como la concibe el CICR:
una acción independiente de los intereses políticos y económicos particulares, que sin embargo la
Institución debe conocer muy bien, y que debe permanecer cerca de las personas afectadas por los
conflictos armados, estar atenta a sus necesidades, a las que debe responder con imparcialidad, rapidez y
eficacia.
Al cumplirse un año del desarme de las Farc, el Gobierno recuerda que el proceso se
realizó en tiempo récord y resalta los beneficios que ha representado en materia
de seguridad y desarrollo para regiones históricamente afectadas por el conflicto.
Según un informe del Gobierno conocido por Caracol Radio, durante los nueve meses
que tomó el proceso de desarme, fueron inutilizadas 8.994 armas de fuego, de las
cuales 6.177 eran fusiles de asalto, 28 fusiles de precisión, 274 ametralladoras, 13
subametralladoras, 6 escopetas, 1.817 pistolas, 170 revólveres, 268 morteros, 12 lanza
cohetes y 229 lanza granadas.
Lea también: El desarme es uno de los mayores éxitos del proceso de paz: UE
Del total de armas inutilizadas 7.756 fueron entregas a la ONU y 1.238 fueron
incautadas en diferentes caletas.
De acuerdo con el informe del Gobierno, estos son los principales beneficios que el
desarme le trajo al país.
1. Menos muertos y heridos por minas
Según el balance del Gobierno se han salvado más de 3.000 vidas desde que se pactó
el cese al fuego bilateral y se firmó el Acuerdo de Paz. El desarme permitió que
llegaran más de 345 mil miembros de la Fuerza Pública a 652 municipios
priorizados.
Sin las armas de las Farc se realizaron las elecciones más pacíficas de la historia
de Colombia. Además el Gobierno destaca que comparado con 2014, aumentó un 5%
la participación en las elecciones para el Congreso y un 13% para la primera vuelta de
las elecciones presidenciales.
Por primera vez en la historia, de 103.343 mesas de votación, no hubo un solo traslado
por razones de orden público. Además se registró la votación de la Farcque se
constituyó como partido político.
La tercera parte de los municipios afectados con minas antipersona ya quedaron
limpios de esos artefactos. El Gobierno afirma que con el desarme de las Farc y la
información que entregaron para el desminado humanitario, se logró desminar un
total de 228 de los 673 municipios con sospecha de minas antipersona en el país.
Se adelantan además operaciones de limpieza y desminado en 224 municipios en más
de 20 departamentos.
En la historia del país, hasta diciembre de 2016, se habían intervenido 2.6 millonesde
metros cuadrados, mientras que una guerrilla sin armas permitió despejar en 20 meses 4
millones de metros cuadrados, es decir, más de lo que se había hecho en más de medio
siglo de conflicto.
Esto además representa una reducción significativa en el número de víctimas: en más de
un 95%, al pasar en el 2017 a 56 víctimas por minas antipersonal, cuando en el
2006 se registraba el mayor número de víctimas, con 1.232 afectados.
2. El Estado llegó a las zonas más apartadas
Con el desarme de las Farc, el Gobierno logró llegar a más territorios afectados con la
problemática del narcotráfico, al ser productores de cultivos ilícitos. Desde 2017se
han erradicado 52.571 hectáreas de estos cultivos ilegales y en lo corrido de 2018 se
han erradicado 21.804 hectáreas.
En materia de sustitución voluntaria y al acceder a estos territorios se logró llegar
a 123.177 familias que expresaron el interés de arrancar las matas de coca con 96.830
hectáreas de cultivos ilícitos.
Al programa de sustitución de cultivos se han vinculado a la fecha 77.659 familias,
que declararon tener 61.738 hectáreas sembradas con matas de hoja de coca. De estas
familias, 42.396 han recibido un primer desembolso.
3. Las regiones se están desarrollando
El Gobierno asegura que con el desarme de las Farc se logró la priorización de los
municipios más afectados por el conflicto y se inició la construcción de Planes de
Desarrollo con enfoque territorial que se diseñaron con las comunidades. Participan
hasta ahora más de 248.000 personas entre campesinos, grupos étnicos,
organizaciones de mujeres y organizaciones sociales de 169 municipios. Se prevé una
inversión de más de $95.000 millones.
Así mismo se inició la construcción de pequeñas infraestructuras comunitarias,
también con la participación de las comunidades, se vienen desarrollando más de 1.800
obras en 52 municipios que incluyen puestos de salud, parques
infantiles, puentes colgantes, dotación de escuelas, encerramiento de colegios, entre
otros.
Se implementó un plan de ‘Vías Terciarias para la Paz con el que se han suscrito 50
convenios con los municipios para el mejoramiento de 2.309 km de vías terciarias con
una inversión de $50.650 millones de pesos.
La empresa privada está llegando también a los municipios históricamente afectados por
el conflicto. 344 municipios fueron escogidos para que 407 empresas se crearán en
estos en sectores como el de agricultura, alimentos, materias primas agropecuarias y
transporte de carga para beneficiarse de exenciones tributarias.
Además 30 empresas contribuyentes se interesaron en realizar obras a cambio de
impuestos, se aprobaron 28 proyectos con inversiones superiores a los $220.616
millones de pesos, la mayoría para infraestructura vial,
mejoramiento, optimizacióno ampliación de los servicios de agua potable,
alcantarillado, energía y educación pública beneficiando a 12 departamentos y 25
municipios de los más afectados por la guerra.
4. Los excombatientes ingresaron a la vida civil
El Gobierno acreditó a 12.972 personas que dejaron las armas e iniciaron el proceso
para la reincorporación. Ya fueron abiertas 12.459 cuentas de ahorro para que las
personas pudieran recibir los apoyos con una asignación única de normalización,de
dos millones de pesos.
Los excombatientes están recibiendo una renta básica para poder subsistir (90% del
salario mínimo) y a la se han realizado 11 pagos. Además están recibiendo la oferta del
Estado en bienestar con 8.845 afiliaciones a Colpensiones y 11.687 afiliados a
salud.
Se están beneficiando además de programas educativos en el Sena y se vienen
formulando los proyectos productivos, para que los excombatientes puedan auto
sostenerse.

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