Vous êtes sur la page 1sur 35

r 11. LIGAMENTOS PROPIOS DE LA ESCÁPULA .

J
Se denominan ligamentos propios de la escápula las láminas fibrosas que se extienden
entre diferentes partes de este hueso. Son tres: el ligamento coracoacromial, el ligamento
transverso superior de la escápula y el ligamento transverso inferior de la escápula.

1. Ligamento coracoacromial (f1gs. 40 y 41). Se trata de una lámina fibrosa triangu-


lar fijada por su vértice al vértice del acromion y por su base al borde lateral de la
apófisis coracoides. los fascículos anteriores y posteriores son más gruesos que los
fascículos medios. La cara superior del ligamento está en relación con la cara profun-
da del músculo deltoides. Su cara inferior se orienta hacia la articulación del hombro
y los músculos periarticulares, de los que está separada por una bolsa sinovial, deno-
minada bolsa subacromial o bolsa subdeltoidea. Su borde anterior presenta continuidad
con la fascia que reviste la cara profunda del músculo deltoides¡ según Cornejo, la par-
te lateral del ligamento deriva de esta fascia. Su borde posterior se une a la fascia del
músculo supraespinoso.
ARTILULAUONE, DEL MIEMBRO SUPERIOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

El ligamento coracoacromial, el acromion y la apófisis coracoides forman, supe-


riormente a la articulación del hombro, una bóveda osteofibrosa acrorniocoracoidea.

2. Ligamento transverso superior de la escápula. Se da este nombre a una delga-


da banda fibrosa que se extiende de un extremo al otro de la escotadura de la escápu-
la, la cual transforma en un agujero osteofibroso por el que discurre el nervio supra-
escapular (fig. 43).

3. Ligamento transverso inferior de la escápula. Es un fascículo fibroso, estrecho


y delgado, que se extiende del borde lateral de la espina de la escápula al reborde
posterior de la cavidad glenoidea (tig. 5 1). Pasa a manera de un puente superiormente
al surco que forma el cuello de la escápula. El orificio así limitado da paso a los vasos
y nervio supraescapulares, que discurren desde la fosa supraespinosa hasta la fosa in-
fraespinosa.

r 111. ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

La articulación del hombro o articulación glenohumeral es una articulación esieroidea


que une el húmero a la escápula.

r"' A. Superficies articulares

Son la cabeza del húmero y la cavidad glenoidea de la escápula.

1. Cabeza del húmero. La cabeza del húmero (fig. 44) representa la tercera parte de
una esfera de 30 nun de radio, ligeramente más extensa en sentido vertical que ante-
roposterior. Está revestida por una capa uniforme de cartílago de 2 mm de espesor
aproximadamente. El revestimiento cartilaginoso está limitado por el labio medial del
cuello anatómico y presenta, superiormente al tubérculo menor, una escotadura an-
gular o en forma de media luna, que corresponde a la superficie que hemos descrito en
osteología con el nombre de [osita supratubercular del ligamento gjenohumeral superior.
En posición erguida y con el brazo extendido a lo largo del cuerpo, la cabeza del
húmero se orienta medial, superior y posteriormente; su eje forma con el del cuerpo
un ángulo de 130º aproximadamente.

2. Cavidad glenoidea de la escápula. La cavidad glenoidea (figs. 45 y 46) es mucho


menos extensa que la cabeza del húmero y presenta una orientación inversa.
Su superficie es de forma oval con el extremo ancho situado inferiormente y está
irregularmente excavada en el hueso seco. Presenta en su centro una eminencia de-
nominada tubérculo gle1101deo; además, su concavidad es más pronunciada en la parte
inferior que en el resto de su superficie.
El cartílago que reviste esta cavidad en estado fresco hace desaparecer las irregulari-
dades del tejido óseo y regulariza la curvatura de su concavidad. Por consiguiente, el es-
-----ARTICUl.Ac:TClt-. 1óS mL MIEMBRO SUl'l:RIOR
1

ARTICULACIÓN DEL HOMllRO

pesar del cartílago es desi-


gual, siendo más grneso en Cnl>ezu ,'otgo
la mitad inferior de la cavi- del m. biceps
brcqwól
dad articular y muy delga- Lig g,'er:ohumeró.l
do a la altura del tubérculo sup

(fig. 47), donde presenta un ----'5f.-'� Cubeza


d!:l h�r."'lt;"l?
aspecto gris amarillento de-
bido a la delgadez del car-
tílago y a su estructura fi-
brocartilaginosa.
La ligera concavidad de Fr'en,·,'Jos
cie lo cúp5u.10
la cavidad glenoidea está
lejos de adaptarse a la cur- '-'-�--::;;;,r�- CépS'J11C
Or'/1(U1'0�
vatura esférica de la cabeza
del húmero. La adaptación
exacta se realiza por medio
del rodete glenoideo.

3. Rodete glenoideo. Se
da este nombre a un ani-
llo fibrocartilaginoso que
se aplica sobre el contorno
de la cavidad glenoidea y
que aumenta su profundi-
F,g 4� • Cabeza del húmero con l;i cápsula que la envuelve (visrón
dad (figs. 45 y 46). Obser-
medial)
vado en un corte, es trian-
gular (fig. 47), por lo que en
él pueden reconocerse tres caras; periférica, articular y adherente. J La cara 1-7eriférica
prolonga externamente la superficie del cuello de la escápula y sirve de inserción. a la
cápsula articular en todo su contorno, así como al tendón de la cabeza larga del mús-
culo bíceps braquial superiormente y al tendón de la cabeza larga del músculo tríceps
braquial en la parte inferior. _J La cara articular es libre, lisa y cóncava, y forma parte de
la superficie articular glenoidea . ...J La cara adherente está en estrecha conexión con la
periferia de la cavidad glenoidca, a la que a veces se adhiere en toda su extensión.
Muy a menudo, la estrecha unión entre el rodete glenoideo y la cavidad glenoidea se
realiza sólo en la parte inferior del contorno de la cavidad glenoidea, mientras que
superiormente el rodete glenoideo se une sólo al borde de la cavidad glenoidea, que-
dando el resto de esta cara adherente del rodete glenoideo aplicada sobre el cartílago
glenoideo; la unión termina en dirección hacia el centro de la cavidad glenoidea me-
diante un borde libre (fig. 47). La parte superior del rodete glcnoídeo presenta entonces
las características de un menisco articular.
El rodete glenoideo suele ser más ancho inferior que superiormente, es decir, avan-
za más hacia el centro de la cavidad glenoidea en la parte inferior.

47�
1\1\T!CUL/\CJONES DU /vllEMBRO SUPERIOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

·-- L:g E·1enohumerol 1':'ie.:. IJO

F,g. 4 S • Cavidad �le1101de� con la cápsula arucular que la envuelve (vrsrón lateral).

A menudo, el rodete glenoideo pasa a manera de puente superiormente a la esco-


tadura glenoidea que presenta el borde anterior de la cavidad glenoidea (fig. 45). Se for-
ma así una estrecha ventana osteofibrosa en que se insinúa un fondo de saco sino-
vial¡ a veces se observa simplemente una depresión más o menos profunda.
El rodete glenoideo está compuesto, además de por los elementos cartilaginosos
que recubren su cara articular: a) por [ibras propias, que se extienden de un punto a
otro del contorno de la cavidad glenoidea¡ b) por fascículos que proceden del tendón
de la cabeza larga del músculo bíceps braquial; este tendón nace en gran parte del pro-
pio rodete glenoideo por medio de dos fascículos que presentan continuidad con sus
segmentos anterior y posterior, y e) por fibras que presentan continuidad con las del
tendón de la cabeza larga del músculo tríceps braquial.
El rodete glenoideo aumenta la concavidad de la cavidad glenoídea, pero la hace cre-
cer muy poco en extensión. La cabeza del húmero, más grande que la cavidad glenoi-
dea rodeada por su rodete glenoideo, sólo es parcialmente acogida por esta cavidad.
r- B. Medios de unión
El húmero y la escápula están unidos: a) por una cápsula articular, b) por los liga-
mentes que refuerzan la cápsula articular, y cj por los músculos perianiculares.
ARTICULACIONES DEL MIEMBRO SUPERIOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

• CÁPSULA ARTICULAR. Presenta la forma de un manguito fibroso muy laxo, que


permite una separación de las superficies articulares de hasta 2 o 3 cm. Se extiende
desde el contorno de la cavidad glenoidea hasta el extremo superior del húmero.
La inserción escapular de la cápsula articular se realiza sobre la cara periférica del rodete
glenoideo y se extiende hasta la parte próxima del reborde óseo de la cavidad glenoidea.
Sin embargo, en la parte superior, la inserción capsular rodea medialrnente la inserción del
tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial (fig. 47) y alcanza la base de la apó-
fisis coracoides (fig. 45). Además, en la parte inferior de la cavidad glenoidea, la cápsula
articular se fusiona con el tendón de la cabeza larga del músculo tríceps braquial.
La inserción humeral se efectúa a una distancia de la cabeza del húmero que es dife-
rente en la parte superior y en la inferior (figs. 44 y 47). En la mitad superior, la inserción
tiene lugar en el cuello anatómico y, por consiguiente, muy cerca de la superficie arti-
cular. En la mitad inferior, la línea de inserción se separa de forma progresiva, de su-
perior a inferior, del revestimiento cartilaginoso¡ en la porción que corresponde al polo
inferior de la cabeza del húmero, la línea de inserción se encuentra a 1 cm aproxima-
damente de la superficie articular.

Fig. 46 • CJV1d¡¡d glccno,de,, con IA c-ipsula .irucular que I� envuelve (visión l<lter�I) LJ r•ec"1� mdica la cornurucacrón
de la C.Md.id arucular con I� bolsa serosa subcoracoidea.
ARTICVl.!1CIONES DEL MIEMRRO SV!'El\lOI'-

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

C6rs�Jr. crticv.lcr ------..

Co•1:dcd ()r..,'f'J,'Ur

F,¡:. 47 • Corte frontal de la articulaoón del hombro.

En la parte inferior de la inserción capsular, las fibras superficiales se fijan directa-


mente en el cuerpo del húmero¡ las fibras profundas son recurrentes y se reflejan de
inferior a superior sobre el periostio hasta el borde del revestimiento cartilaginoso,
formando en la cavidad articular, junto con [a membrana sinovial a la que elevan, unas
bridas salientes denominadas frenillos de la cápsula articular (fig. 47).
La cápsula articular es relativamente delgada. Es más gruesa inferiormente, donde
no se encuentra en relación inmediata con ningún músculo. Superior, anterior y pos-
teriormente, se adelgaza al entrar en contacto con los músculos que la cubren.
La cápsula articular de la articulación del hombro está formada por fascículos fi-
brosos entrecruzados en todas direcciones, entre los cuales se reconocen sobre todo
fascículos superficiales longitudinales que se extienden directamente de la escápula
al húmero, y fascículos profundos circulares.

• LIGAMENTOS. El espesor de la cápsula articular es desigual: muy delgada cuando


está en contacto con los tendones periarticulares y más gruesa en los espacios inter-
tendinosos, si bien incluso en estos espacios el espesor no es uniforme. En diversos
puntos, la cápsula articular se engruesa y forma bandas fibrosas que se extienden de la
cavidad glenoidea al húmero y que se denominan ligamentos gjenohumemles.
También está reforzada por un ligamento cotacohumeral v un ligamento coracoglenoideo,
los cuales se distinguen de los ligamentos glenohumcrales: aj por su inserción cora-
coidea, y b) porque son independientes de la cápsula articular en una porción más o
menos amplia de su extensión. Describiremos sucesivamente los ligamentos coraco-
humeral, coracoglenoideo y glenohumerales.
l so
ARTJCULACJONES DEL MIEMRRO SUPERIOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

1. Ligamento coracohumeral (fig. 48). Es una lámina fibrosa gruesa, que se inserta
medialmente en toda la longitud del borde lateral de la apófisis coracoides, inferior-
mente al ligamento coracoacromial.

L,f
Fc:sci'cu{o p(Jr,1 e..l I.Jbé,c.1.AD movor corcco-
de. lig cJ:ocoh1.u·:)eroJ
1
h1.m1ero,1 L,g �1'enohumcml sup.
1 1

Ccrbezo J(J.'gn
oe.1 m b:ct:.ps bn.:qu,·c11 - -
C.obe za iatga r)eJ
.7) ¿lce{>S bt(U/1NJ,I - - ��-

Fig. 48 , Articulaoón del hombro (vrsrón �ritenor)

No obstante, la parte anterior de esta lámina, que se inserta en las proximidades del
vértice de la apófisis coracoides, es delgada, flexible y poco resistente, y no es consi-
derada por todos los a u to res como parte integrante de este ligamento . .J Desde su in-
serción coracoidea, el ligamento coracohumeral se dirige transversalmente en sentido
lateral y termina por medio de dos fascículos en el tubérculo mayor y en el tubérculo
menor, a cada lado del extremo superior del surco intertubercular. Este ligamento es
independiente de la cápsula articular en la parte vecina a la inserción coracoidea y se
fusiona con ella en el resto de su extensión. Su fascículo del tubérculo mayor se une
posteriormente al tendón del músculo supraespinoso: anteriormente, su fascículo del
tubérculo menor se suelda, cerca del tubérculo menor, al ligamento glenohumeral su-
perior (v. pág. 53). Su cara superior está separada del ligamento coracoacromial por la
bolsa subacrornial.
El ligamento coracoacromial procede de la regresión fibrosa de la parte lateral; ex-
tracoracoidea, del músculo pectoral menor. Originariamente, este músculo se exten-
día hasta el extremo superior del húmero, en particular hasta el tubérculo mayor, pa-
sando sobre la apófisis coracoides. Una anomalía muscular muy frecuente recuerda

ARTICULACIONES OF.!. ,V.IfMJlRO 5UPUUOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

esta disposición original. En el curso de la evolución, el músculo pectoral menor se


inserta en la apófisis coracoides, y toda la porción del músculo comprendida entre la
apófisis y el húmero constituye el ligamento coracohumeral.
LIGAMENTO HUMERAL TRANSVERSO. El tendón de la cabeza larga del músculo bí-
ceps braquial emerge de la articulación por un orificio comprendido en la separación
de los fascículos de los tubérculos mayor y menor del ligamento coracohumeral, para
alojarse luego en el surco intertubercular. Esta corredera se transforma en un conduc-
to osteofibroso por medio de delgadas lengüetas fibrosas que se extienden superior-
mente entre los dos fascículos del ligamento coracohumeraJ y, más inferiorrnente,
entre los dos labios del surco intertubercular (fig. 48). Brodie denomina estos elemen-
tos fibrosos ligamento humeral transverso.
A veces la parte superior del ligamento humera] transverso está reforzada por una
expansión tendinosa del músculo supraespinoso, que discurre oblicuamente sobre el
surco para terminar en el borde lateral del tubérculo menor (fig. 49).

2. Ligamento coracoglenoideo (fig. SO). Este ligamento, descrito por Sappey con el
nombre de fascículo profundo o coracoglenoídeo del ligamento coracohumeral, nace
de la parte posterior del borde lateral de la apófisis coracoides y del codo formado por
ésta, se dirige posterior y lateralmente, y termina en el rodete glenoideo y en la parte
vecina de la cápsula articular.

(obcza la.'l'G
del :n. b•Cof)S bro,,,.;,1 - -

Cabezo la.'i?(i del


m. 1'n(eJ)S b:oqu. 0.1
1

Fig. 49 • Articulación del hombro (visión anterior). Esta figu,-a muestra un orificio de cornurucación entre la cavidad
articular· y la bolsa subacrornial situado entre los ligamentos glenohurrerales superior y medio.
ARTICULACfO,\JE$ DEL MIEMBRO SUPERIOR
ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

Espino
L ,g �oracog.,'eno,dec
de /(J P.S(ÓfJIJ,1 C
1 1
1

¿_<g I rm isverso m( ne (a ese e pula

F,g. 50 • Aruculacrón del hombro (visrón posterior)

El ligamento coracoglenoídeo tendría la misma significación que el ligamento co-


racohumeral (A. Sicard).

3. Ligamentos glenohumerales. Existen tres: el ligamento glenohumeral superior,


el ligamento glenohumeral medio y el ligamento glenohumeral inferior (figs. 48 y 49).
a) LIGAMENTO CLF.NOHUMERAl SUPERIOR. El ligamento glenohumeral superior se inserta
rnedialrnente en la parte superior del rodete glcnoideo y del cuello de la escápula. La
parte superior de la inserción escapular de este ligamento, así como la de la cápsula ar-
ticular, está desplazada medialmente al rodete glenoideo por el tendón de la cabeza
larga del músculo bíceps braquial, y se extiende hasta la base de la apófisis coracoides.
El ligamento glenohumeral superior, que está situado inferiormente al ligamento
coracohumeral, se dirige transversalmente en sentido lateral, y al principio se halla se-
parado del ligamento coracohumeral por un espacio lleno de grasa, en el que penetra
con frecuencia una prolongación de la bolsa subacrornial. Al dirigirse lateralmente, los
dos ligamentos se aproximan de forma gradual el uno al otro y acaban fusionándose.
El ligamento glenohumeral superior, unido al fascículo del tubérculo menor del liga-
mento coracohumeral, se fija en sentido inmediatamente superior al tubérculo me-
nor en el cuello anatómico y en una escotadura que presenta la cabeza del húmero,
cerca del extremo superior de su tubérculo menor. Las fibras que se fijan en esta es-
cotadura forman un repliegue que bordea medialrnente la entrada al surco intertu-
bercular.
ARTICULAC!ONES DEL MlEMlli'.0 SUPERIOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

b) LIGAMENTO GLENOHUMERAL MEDIO. El ligamento glenohumeral medio se inserta me-


dialmente en el rodete glenoideo y en la parte vecina del cuello de la escápula, en
sentido inmediatamente anterior a la inserción del ligamento glenohumeral superior.
Desde ese punto se dirige lateral e inferiormentc, ensanchándose, y termina en la par-
te inferior del tubérculo menor, a lo largo de las inserciones del tendón del músculo su-
bescapular (figs. 48 y 49).
e) LJGAMENTO GLENOHUMERAl INFERIOR. El ligamento glenohumeral inferior refuerza la
parte anteroinferior de la cápsula articular. Se inserta a la vez en el rodete glenoideo y
en la parte adyacente del cuello de la escápula, desde la escotadura glenoidea hasta el
polo inferior de la cavidad glenoidea, y termina en el húmero inferiormente al tubércu-
lo menor. Este ligamento es casi transversal¡ en su parte lateral, los ligamentos gle-
nohumerales medio e inferior entran en contacto e incluso se superponen; en este
caso, es generalmente el ligamento glenohumeral medio el que pasa anterior al liga-
mento glenohumeral inferior.
d) SOLUCIONES DE CONTJNUJDAD EN LA PARTE ANTERIOR DE LA CÁPSULA ARTICULAR:
AGUJERO OVAL DE WEITBRECHT, ETC. El ligamento glenohumeral superior limita con el
ligamento glenohumeral medio un espacio triangular cuya base es lateral y corres-
ponde a la parte superior del tendón del músculo subescapular. Asimismo, el liga-

u:..i.=-....:,. _ - - :"1 m(r-CJesp1noso


'f.{JG-:...;..--4._ - Ug g1'eno.111meto.l rreao

- M. l"(:C}O,íOO mef':Ot

L.t tranw�.�
Jrif de to escdpuk:

F,g 51 • Art,culac,ón del hombro (visión posterior) L.i parle posterior de la capsula articutar y b cabeza humeral
han srdo resecadas.

54
ARTJCUL,\CTONfS Off MIEMJJRO SLIPERIOR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

mento glenohumeral medio limita con el ligamento glenohumeral inferior LID se-
gundo espacio triangular cuya base es medial y está formada por el reborde glenoi-
deo y, más concretamente, por la parte de éste en que se encuentra la escotadura gle-
noidea (figs. 48 y 49).
Normalmente, la cápsula articular presenta, en el espacio triangular superior com-
prendido entre los ligamentos glenohumeral superior y medio, una solución de con-
tinuidad, es decir, un orificio más o menos extenso denominado agujero oval de Weit-
brecht. Este agujero es en realidad triangular, al igual que el espacio interligamentoso
en que se encuentra y el cual llena casi por completo. Por este orificio, la cavidad arti-
cular comunica con la bolsa subtendinosa del músculo subescapular (v. Bolsas sinovia-
les periaruculares y tig. 54).
Hemos demostrado que existe muy a menudo, en el espacio triangular compren-
dido entre los ligamentos glenohumerales medio e inferior, un orificio que comunica
la cavidad articular con la bolsa sinovial denominada subcoracoidea, por lo cual puede
ser llamado orificio subcoracoldeo. Existe en la mitad de los casos. Además, esta bolsa
sinovial puede ser distinta de la bolsa subacrornial o estar en comunicación con ella;
en cualquier caso, el orificio por el cual se abre en la cavidad articular está situado bien
en el espacio interligamentoso lateral al rodete glenoideoJ que es el caso más frecuen-
te (figs. 46, 49 y 54), bien entre el rodete glenoideo y la parte correspondiente del re-
borde óseo de la cavidad glenoidea. No es raro observar, en este último caso, un des-
pegamiento del rodete glcnoideo que puede extenderse por toda la mitad superior del
borde anterior de Ja cavidad glenoidea .

• MÚSCULOS y TENDONES PERIARTICULARES. Los tendones de los músculos periarti-


culares del hombro, que se extienden desde la escápula hasta los tubérculos mayor y
menor, intervienen como ligamentos activos de la articulación. Éstos son: superior y pos-
teriormente, los tendones de los músculos supraespinoso, infraespinoso y redondo
menor (fig. 50) y, anteriormente, el tendón del músculo subescapular. Estos tendones
pueden adherirse a la cápsula articular, pero de manera desigual.
Así, comprobamos que el manguito capsular está estrechamente unido al tendón
del músculo supraespinoso, y en mucho menor medida a los tendones de los múscu-
los infraespinoso y redondo menor. En cualquier caso, la cápsula articular se adelga-
za en los puntos en que entra en contacto con los tendones, tanto más cuanto más
estrecho sea dicho contacto.
Ya hemos señalado que, a la altura del agujero oval de Weitbrecht, la cápsula arti-
cular desaparece por completo. Por este orificio, la parte superior del tendón del
músculo subescapular, que está cubierto por una hoja serosa, entra directamente en
relación con la cavidad articular.
El tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial presenta la particularidad
de estar situado profundo a la cápsula articular, y atraviesa toda la parte superior de
la cavidad articular a lo largo de un trayecto que se extiende desde su inserción su-
praglenoidea hasta el surco intertubercular (fig. 51 ). Se trata de una disposición anató-
mica adquirida en el curso del desarrollo (v. Membrana sinoviah.

ssl
ARTICULACIONES DEI. Mlf.Mfü\0 $Ul'l:R!OR

ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

r' C. Membrana sinovial


La membrana sinovial recubre la cara profunda de la cápsula articular hasta sus in-
serciones óseas, desde donde se refleja hasta el límite del revestimiento cartilaginoso
de las superficies articulares. Al reflejarse sobre el húmero, la membrana sinovial es le-
vantada por las fibras recurrentes de la cápsula articular, formándose así unos replie-
gues más o menos salientes denominados frenillos de la cápsula articular.
�------------...--� El tendón de la cabeza larga del múscu-
.,.. • Cd psuld rtJCL.dor
(l
lo bíceps braquial suele encontrarse libre
dentro de la cavidad articular; el tendón
�- - h\emt>rcr.a s,no·11cl
se halla entonces completamente envuel-
''
A ... - - - - oef Te,u1ó11 de lo coblZO • ar-ga
1
to por la membrana sinovial. A veces, su
m !J/cers brcr.1wol
vaina está ligada por medio de un corto
meso al revestimiento sinovial de la cáp-
sula articular. Con menor frecuencia, la
membrana sinovial cubre únicamente la
B
... -- _ - ... r t-.ndon ,je . c ccbe21'i Jo.-g,
1 1
del rn l>íceris btoq1..,· 0J
1
cara inferior del tendón y lo aplica con-
tra la pared capsular (fig 52).
Estas dos últimas disposiciones repre-
sentan fases diferentes de la migración del
tendón de la cabeza larga del músculo bí-
Te11don de le ccb.é2<l fo:�a ceps braquial en el curso de su evolución .
e ... - - .. - del m bíceps btaqu,oJ
El tendón es inicialmente extracapsular;
F,g 52 • A-C) Esquemas que muestran l�s
más tarde se invagina en la cápsula articu-
diferentes relaciones que presenta el tendón de 12
cabezo larga del músculo bíceps braquial con la lar y se sitúa superiormente a la membra-
,-,,emb,·ana sinovial en el curso del desarrollo, na sinovial (ng. 52, A); después es envuel-
(Según Welcker)
to completamente por 'ésta, quedando
unido al resto de ella por un pequeño
meso (fíg. 52, B); por último, el meso desaparece y el tendón, envainado por la mem-
brana sinovial, queda libre dentro de la cavidad articular (fíg. 52, C) (Welcker),
• BOLSAS SINOVIALES PERIARTICULARES. Existen algunas bolsas sinoviales (serosas) entre la cáp-
sula articular y los músculos pcnarticulare s. Las más importantes son: a) la bolsa suhtendinos» del músculo
subcscapular, situada entre la cápsula articular y la parte superior del tendón del músculo subescapular: b) la
vaina tendinosa intenuberculai. que envuelve el tendón de la cabeza larga del músculo bíceps braquial en su
surco inrcrtubcrcular; e) la amplia bolsa suhdeltotdea o subncromial, situada entre la parte superior de la articu-
lacrón inferiormcnte y la bóveda acrormocoracoidea y el músculo deltoides supenormcnte: d} la bolsa sobeo-
racoidea, situada entre la base de la apófisis coracoidcs y la parte vecina de la cápsula articular por un lado, y
el músculo subescapolar por el otro, y e) la /;ols11 sulncndinosa del músculo inimespinoso, que a menudo se halla
ausente.
De estas diferentes bolsas sinoviales. la vaina tendinosa intcrtubcrcular y la bolsa subtcndinosa del múscu-
lo subescapular siempre comunican con la cavidad articular; en otras. la comunicación es frecuente, como en
la bolsa subcoracmdea y la bolsa subdeltoidea o subacrornial, o inhabitual, como ocurre en el caso de la bolsa
subtendinosa del músculo mfraespinoso. Las cornumcacrones se establecen a través de soluciones de contmui-
dad de la cápsula articular (aguiero oval de Weitbrechc, orificio subcoracoideo. orificio de salida del tendón de
la cabeza larga del músculo bíceps braquial. erc., v. pág. 54). Así, se establecen falsas prolongaciones o diver-
tículos de la membrana sinovial, que resultan en realidad de la uruón de las bolsas sinoviales con la srnovial
articular propiamente dicha a través de los onficios de la cápsula articular.

l_s6----
�������������----------------AJ(-TIC�U�LA�CIO�N�ES-DEL MIEMBRO SlJPERJOR ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

!..,•g g.'cnchume:nJ
.;JcdJO

/Jo.1so subtend:nosc

i\1en1b.'O,jCJ s.1no,,10, 1 -----�

Fig S 3 • Corte transversal de la a,t1culac1ón del hombro. El corte pasa poi la parle media del ligamento
glenohumeral medio. cuando la bolsa subtendmosa del músculo subescapular y la bolsa subcoracoidea son
independrentes de la cavidad articular. Los trazos punteados que se extienden desde el ligamento glenohvrne:,11
medio hasta el rodete glc-:no1deo y el húmero representan la parle adelgazada de la capsula articular mtermedra a
los tres ligamemos glenohumer::iles. fa-la parte delgada de la capsula arucular desaparece cuaodo se forman los
onñoos de cornunicacrór, entre la cavidad articular y las bolsas sinoviales arrtenores

Lig. gienohu.':ICPI(
O.,¡;oo medio
svbcoroccudeo

F;g S� • Co-te transversal de l,1 articulación del hombro En esta figura, la bolsa subtendincsa del músculo
subescapular y la borsa subcoracoidea se encuentran en comuntcnoón cor. la cavidad arucu'ar
ARTICULACIÓN DEL HOMBRO

Por ejemplo. el aguiero oval de Wcitbrecht y el orificio subcoracoideo resultan de la unión de la membra-
na sinovial con las bolsas sinoviales pre articulares del músculo subescapular y la bolsa subcoracoidca. A esa
altura, la cápsula articular desaparece, al igual que la parte correspondiente de la membrana sinovial y de la
pared profunda de la bolsa sinovial. La membrana sinovial y la bolsa sinovial se unen a través del contorno de
esos orificios (compárense figs. 53 y 54)
A veces, la bolsa subrendinosa del músculo subcscapular se une a la bolsa subcoracoidea antertormence al
ligamento glc.nohumeral medio. que queda así completamente envuelto en una cavidad formada por las bolsas
sinoviales anteriormente y por la cavidad articular posteriormente. En ocasiones. el ligamento glcnohumeral
medio se halla ausente por completo y entonces las dos bolsas sinoviales, confundidas en una sola. cornuru-
can con la cavidad articular a través de un amplio onficio comprendido entre los ligamentos glenohumeral su-
periot e inferior. Creemos haber demostrado que esta disposición anatómica es, si no indispensable. muy pro-
picia a la luxación recidivante del hombro de ongen no traumático.
Se encuentran también frecuentemente bolsas sinoviales: ll) entre el músculo sobescapular y el tendón co-
mún del músculo coracobraquial y de la cabeza corta del músculo bíceps braquial, y h) bajo los tendones de
los músculos pectoral mayor (bolsa subteridinosa del músculo pectoral mayor), dorsal ancho (bolsa subtcndi-
nosa del músculo dorsal ancho) y redondo mayor (bolsa subtcndinosa del músculo redondo mayor). Escas tres
últimas bolsas sinoviales sólo presentan relaciones lejanas con la articulación del hombro.

• MECÁNICA (v. Anatotnia [uncioual). Las superficies articulares se adaptan perfectamente en toda la exten-
sión con que entran en contacto en los distintos movimientos. Esta adaptación está asegurada· a) por la presión
atmosférica; b) por la corucidad de los músculos periarticulaces. y e) por la cápsula articular y [os ligamentos
periarticulares, especialmente por el ligamento coracohumeral, que en ciertas posiciones (p. cj., aducción) actúa
como ligamento suspensono del brazo (Roud).
Los músculos constituyen los verdaderos medios de unión de la articulación. ya que la cápsula articular y
los hgamcncos son demasiado laxos para mantener la uruón de las superficies arnculares. actuando más bien
como frenos para limitar los movimientos

MOVIMIENTOS. Puesto que existe un contacto perfecto enue las superficies articulares. la cabeza del húmero pue-
de moverse en como a una gran variedad de ejes. produciéndose por Jo tanto los más variados rnovirnrentos,
gue se dividen en cuatro upos pnncipalcs. movimientos de flexión y extensión, de abducción yaducción, de ro-
tación medial o lateral, y de circunducción,
1. !viovn111ento.1 de �exíón y cxiension . ..J Estos movimientos se producen en corno a un eje transversal que
pasa por el centro de la cabeza del húmero y es paralelo al plano del cuerpo de la escápula (Roud) . ..J En la flc-
xión, el brazo se di rige anre riorrne nte, y en la extensión postcnorrncnte . ...J El movimiento de flexión está
limitado por la rensrón del ligamento coracohumeral y de la parte posterior de la cápsula articular. y el de ex-
tensión por la censión del ligamento coracohumeral y de la parte anterior de la cápsula articular. Estos rnovi-
mientes, estudiados en el cadáver. no pasan de 50º cuando no se combinan con los de la cintura del miembro
superior.
2. J\,Jovimicmos de abd/.lCCÍÓn y nduccián. Se realizan en torno a un eje anreroposterior que pasa por el centro
de la cabeza del húmero y es perpendicular al plano de la escápula (Roud), La abducción es el movimiento por
el cual el brazo se dirige lateralmente, la aducción aproXJma el brazo al tronco. El movimiento de aducción es
muy limitado, deteniéndose por el contacto del brazo con el tronco y por la tensión del ltgamento coracohu-
mcral. En la abducción. si la escápula no participa en el movrrniento, el brazo sólo puede elevarse hasta adop-
tar una posición honzoncal. El tubérculo mayor del húmero se detendría entonces en el reborde superior de la
cavidad glenoidea.
3. Roltl({Ón. Los movimientos de rotación se producen en corno a un eie vertical que pasa por el centro ele
la cabeza del húmero y es paralelo al del cuerpo del húmero. La rotación del brazo puede realizarse medial o la-
ceralrnencc, en ambos casos el rnovurucnto no tarda en verse dctcrudo por la tensión de la cápsula articular y de
los músculos opuestos a los movimientos que rodean la arnculacrón.
4. Circonduccián. Resulta de la combinacrón de los movimientos precedentes, cuando éstos se suceden de
una manera regular.
MOVIMIENTOS COMBINADOS DE LA ARTICULACIÓN DEL HOMBRO y DE LA CINTURA ESCAPULAR. Normalmente, los mo-
vimientos del hombro son movimientos combinados de la articulación del hombro y de la cintura escapular
en su conjunto. Los movtrmcntos de la cintura escapular susceptibles de combinarse con los de [a articulación
del hombro son los sigurcntcs (Moms. Roud):
1. Elevaiion v descenso tic 111 e�uipu/11 )) de la clavicula. En este movimiento. la escápula se desliza de mfcnor
a superior o a la inversa sobre la pared torácica.

Isa
ARTIC\JIACIONES DEI. MIEMBRO SUPl'RJOK

A�TICULACIÓN DEL CODO

2. Deslizamiento lateral o medial LÍe la escápula. Este movimiento va acompañado de una proyección de la
clavícula, anteriormente en el primer caso y posteriormente en el segundo
3 .1Hornmw1os de rotaaon o balanceo de la escápula. Se denominan así los movimientos de rotación en los
cuales la escápula gira en torno a un eje perpendicular al plano del hueso. que en el sujeto vivo pasa más o me-
nos cerca del ángulo superior o del ángulo lateral de la escápula (Roud). En la rotación medial, la cavidad glc-
noidca se orienta lateral y un poco infcnorrnente, y en la rotación lateral superiormente.
Los movimientos de la cintura escapular, al asociarse a los de la articulación del hombro, aumentan la am-
plitud de los movimientos del brazo, modificando fo oricntacrón de la cavidad glcnoidea. Así, el movrrmcnto
de abducción del brazo, que tomaremos como ejemplo, se acompaña de un movimiento de rotación o de ba-
lanceo de la escápula, por medio del cual el ángulo mferror se dirige lateralmente, mientras que el ángulo late-
ral se eleva y se orienta de tal manera que la cavidad glenoidea se dirige cada vez más superiormente. De esta
manera. el movimiento no se detiene por el contacto del tubérculo mayor del húmero con el reborde superior
de la cavidad glcnoidea, y el húmero se eleva superiormente a la horizontal.

r IV. ARTICULACIÓN DEL CODO .J

la articulación del codo está compuesta a su vez por tres articulaciones: ...J a) la ar-
ticulación humetocubital, mediante la cual el húmero se une al cúbito; U b) la articula-
ción humerorradial, que une el húmero con el extremo superior del radio, y ..Je) la arti-
culación radiocubital proximal, que une los extremos superiores del radio y del cúbito.
la primera y tercera de estas articulaciones son fisiológicamente distintas. La arti-
culación humerocubital es un gínglimo, mediante el cual se producen los movimien-
tos de flexión y extensión del antebrazo sobre el brazo . ..J La articulación radiocubí-
tal proximal es una articulación trocoide adaptada a Los movimientos de pronación y
supinación. ,..J La articulación humerorradial es una articulación esferoidca, y partici-
pa en los movimientos de las otras dos.
Así pues, fisiológicamente se pueden distinguir por lo menos dos articulaciones
principales en la articulación del codo: la humerocubitorradial o humeroantebraquial
y la radiocubital proximal. Ahora bien, anatómicamente esta división: no puede sos-
tenerse, ya que las tres articulaciones se confunden en una, presentando una sola ca-
vidad articular, una sola sinovial y un solo aparato ligamentoso.
r A. Superficies articulares
1. Superficie articular del extremo inferior del húmero. Está constituida: ...Ja) me-
dialrnente por la tróclea del húmero; ..J b) lateralmente por el capítulo del húmero, y
Je) por el surco capitulotroclear, situado entre la tróclea y el capítulo (fig. 55). Las tres
partes de esta superficie están revestidas por una misma capa de cartílago de 1 a 2 mm
de espesor.
La tráclea del húmero es más ancha posterior que anteriormente. Presenta dos ver-
tientes y una garganta (v. pág. 17); en las dos caras (anterior y posterior) de la tróclea,
la garganta está orientada de superior a inferior y de lateral a medial. Ya se ha señala-
do que en ocasiones describe un arco de hélice.
Superiormente a la tróclea se aprecia en la cara anterior la fosa coronoidea y en la
cara posterior la fosa olecraniana.
El capitulo del húmero es un segmento de esfera que se orienta anterior e inferior-
mente; su eje vertical es siempre un poco mayor que el eje transversal. Anterior y
AK rtCULACIONES DEL MIEMBRO SUPERIOR

ARTICULACIÓN OEl CODO

Epic.ónc)i!o {(Jf

Car,a.uío

�--H- Escor.c;d�ro rrocl�a,


(poroón o(�crania�c)

--.....- f.�·-:oW()Ura lroclem


(porción coronoiden)

i vbe- ..os,c..•ad r.JeJ cú.b:to

B
F,g 55 • A y B) Superlic,es arucolares de la arnculaocn del corlo con la cápsula arucular que las erwuelve,

superiormente al capítulo del húmero se encuentra una depresión denominada fosa


radial.
El surco capitulotrodear está comprendido entre la tróclea y el capítulo del húmero.
La vertiente medial de este surco está formada por el reborde lateral de la tróclea, y
se halJa biselada en sentido oblicuo de medial a lateral y de inferior a superior; la ver-
tiente lateral está formada por la parte medial del capítulo del húmero.

2. Superficies articulares del extremo superior del cúbito. Se distinguen dos su-
perficies articulares en el extremo superior del cúbito: la escotadura troclcar y la es-
cotadura radial (fig. 55).

l& o
ARTICULAClONES DEL MIF.MBRO SVPERJOI\

ARTICULACIÓN DEL CODO

�--,------------------------------------------ . -

Fig. 56 , Radiografía de perfil de la articulación del codo.


ARTJCULACJONfS Dl:l MlfMllRO SUPFT\IOR

ARTICULACIÓN DEL CODO

- - - Ericcirn-J,lo mea
Ep,c.6.ocJ,fo la 1. - - -

- - - úg. o�liwo ant

- - Ug, co.'oté'rar cub1WI

l,g anwo: del ra<l,o · - -

f,g. 57 • Articulación del codo (visión anterior),

La escotadura troclear del cúbito presenta la forma de un gancho que se adapta a la


superficie de la tródea humeral. Está dividida en dos caríllas articulares revestidas
por una capa de cartílago de 1 a 2 mm de espesor y separadas entre sí por un surco
transversal. La carilla anterior es horizontal y ocupa la cara superior de la apófisis co-
ronoides; la posterior es vertical y está formada por la cara anterior del olécranon.
Cada una de estas dos carillas presenta dos vertientes separadas por una cresta
roma, que se extiende desde el vértice de la apófisis coronoides hasta el vértice del
olécranon y se relaciona con la garganta de la tróclea humeral. ..J La vertiente medial
es sensiblemente más ancha que la lateral. ,.J La vertiente lateral de la superficie ole-
craniana se halla a veces subdividida por medio de una cresta roma vertical en dos
carillas secundarias, una medial y otra lateral, Esta última entra en contacto con la su-
AR"DCULACIONcS Del f..A 11:MJJl\0 SLll'LIUOR,

ARTICULACIÓN DEL COOO

perficíe de la tróclea en los movimientos de extensión del antebrazo, relacionándose


con la vertiente lateral, que está ensanchada posteriormente, de la tróclea humeral.
El surco transversal que separa la carilla coronoidea de la olecraniana (apenas visi-
ble en el hueso seco) es mucho más obvio en el hueso fresco gracias a la presencia
del cartílago hialino; se forma entonces una depresión estrecha en el centro y más
ancha en los extremos, donde termina mediante una depresión triangular.
La escotadura radial del cúbito ocupa la cara lateral de la apófisis coronoides (fig_ 62).
Presenta la forma de un segmento de cilindro hueco y cóncavo lateralmente. Mide de
15 a 20 mm de posterior a anterior y de 8 a 10 mm de altura en su parte posterior,
donde es más extensa que en la anterior. Su revestimiento cartilaginoso presenta
continuidad superiormente con el de la carilla coronoidea de la escotadura troclear, la
escotadura radial se articula con el contorno de la cabeza del radio.

3. Superficies articulares del extremo superior del radio. la cabeza del radio pre-
senta dos superficies articulares que tienen continuidad una con otra: una de ellas, la
[osita articular de la cabeza del radio, ocupa su parte superior, y la otra, denominada cir-
cunlerencia articular de la cabeza del radie, está situada en todo el contorno de la cabeza.
La fas/ta articular de la cabeza del radio (fig. 55) está regularmente excavada y se arti-
cula con el capítulo del húmero. Está limitada por un borde redondeado y liso. La par-
te medial de este borde está tallada en bisel de superior a inferior y de lateral a medial;
se articula con el surco capitulotroclear del húmero. El cartílago que cubre la fosita
articular es delgado en su parte central, donde apenas presenta 1 mm de espesor,

- - - L1r Q,j¡JIOr
cel rece

- - 'cpicónd!lo med.
Fosl..'to Ao on1.
_ _ del l,g. co!cterQ!
CIJbita/
- - FosClculo med.·o

- Foscírnlc post

- - Fascí(u1'()
l1..-quecdo

Fig. 58 • Articulación del codo (visión medial). Ligamenio colateral cubital.


ARTIClJI AClONl:S DEL MIEMBRO SVPJ;JIJOI\

ARTICULACIÓN DEL CODO

pero se vuelve más grueso en el contorno de la cavidad y alcanza 2 mm en su parre


medial.
La circunferencia articular de la cabeza del radio presenta una superficie articular cuyo
revestimiento cartilaginoso presenta continuidad superiormente con el de la fosita
articular. Esta superficie articular es más alta medial que lateralmente; hacia la parte
medial ocupa toda la altura del contorno de la cabeza del radio y mide de 7 a 8 mm de
altura; se estrecha lateralmente, donde queda reducida a una estrecha banda cartila-
ginosa, en el borde mismo de la fosita articular.
Esta superficie articular es generalmente plana o ligeramente convexa en sentido
vertical. En conjunto es irregularmente cilíndrica; el examen de un corte transversal de
la cabeza del radio demuestra, en efecto, que el contorno presenta una forma oval,
con el extremo grueso orientado medialmente. El eje mayor del óvalo es transversal.
La superficie anular de la cabeza del radio se adapta a un cilindro ostcofibroso y
hueco, formado por la escotadura radial del cúbito y por el ligamento anular del radio
(íigs. 55 y 62).

4. Ligamento anular del radio. Se da este nombre a una banda fibrosa, de 1 cm de


altura, que se extiende de un extremo a otro de la escotadura radial del cúbito, rodean-
do la cabeza del radio (fig. 55). la cara interna o cara articular del ligamento está re-
lacionada con el contorno de la cabeza del radio y está cubierta por una delgada capa
de cartílago. la cara periférica está reforzada anterior y posteriormente, como se-
ñalaremos más adelante, por fascículos de los ligamentos anterior y colateral radial de
la articulación del codo. Superiormente, el ligamento anular del radio presenta conti-
nuidad con la cápsula articular. Inferiormente se estrecha y se expande, en sentido in-
ferior a la cabeza del radio, hasta el cuello de este hueso. No se adhiere al cuello del ra-
dio, sino que presenta continuidad bruscamente con la cápsula articular (muy delgada
a esta altura), que se inserta en el contorno del cuello del radio.
El ligamento anular del radio es más estrecho-inferior que superiormente, lo cual
contribuye a retener mecánicamente la cabeza del radío en el anillo formado por este
ligamento y la escotadura radial del cúbito.
Más adelante se indicará (v. Ligamento cuadrado, pág. 68) de qué manera se com-
portan las fibras del ligamento anular del radio cuando alcanzan los extremos de la es-
cotadura radial.

r B. Medios de unión
Las superficies articulares del codo se mantienen en contacto por medio de: a) una
cápsula articular, y b) los ligamentos que la refuerzan.

• CÁPSULA ARTICULAR. La cápsula articular se extiende desde el húmero hasta los


dos huesos del antebrazo.
La línea de inserción humeral (fig. SS) sigue anteriormente el borde superior de las fo-
sas coronoidea y radial, donde se eleva a 1 cm superiormente a la superficie articular,
alcanzando lateralmente el borde lateral del capítulo del húmero . ..J En sentido lateral,

�---
------------------- ..-- .. �----- ARTIC\JLKIONfS DEL MJEMllRO SUl'ERJOR
ARTICULACIÓN DEL CODO

bordea el capítulo lateralmen-


te; en la parte medial, sigue el
fondo de la depresión que se-
para la tróclea del epicóndilo
medial. ..J Posteriormente, la
línea de inserción capsular es
muy irregular. Si la seguimos
de lateral a medial, observare-
mos que alcanza el borde pos-
terior del capítulo del húmero
hasta su extremo medial; des-
pués se eleva a lo largo del sur- fosa
co que prolonga el surco capi- olecrtmu;na

tulotroclear en la cara posterior


E¡,,có�G'ilo
del hueso hasta el extremo su-
perior del borde lateral de la Tré.:!ro
tróclea del húmero (fig. 59); a
continuación se dirige supe-
rior y medialmente y luego en
sentido directamente medial,
cruzando transversalmente la
parte media de la fosa olecra-
niana, cuyo límite medial flan- F,g 59 • Une,1 de msercrón de 1� c�psula arncular del codo en la
cara posterior de I� arLrcul¡¡c,ón
quea a 1 cm aproximadamente
en sentido superior a la ver-

tiente medial de la rróclca; por último, la línea de inserción desciende hasta el fondo de
la depresión angular que separa la tróclea del epicóndilo medial y se encuentra, infe-
riormente a este saliente, con la línea de implantación medial (fig. 59).
La insercián antebraquial se efectúa: a) en el cúbito, muy cerca de las escotaduras tro-
clear y radial, menos en dos puntos, concretamente, en las caras lateral y superior del
olécranon, donde se sitúa a 3 o 4 mm de la superficie articular, y en la cara inferior de
la apófisis coronoídes, cerca de su vértice, donde queda a 3 mm aproximadamente del
revestimiento cartilaginoso, y b) en e! mello de! radio, a 0;5 cm aproximadamente en
sentido inferior a la cabeza del radio.

LIGAMENTOS. La cápsula articular está reforzada por cinco ligamentos: anterior} co-
lateral cubital, colateral radial, posterior y cuadrado (Denucé), Salvo unos cuantos fas-
cículos del ligamento posterior; todos son ligamentos capsulares, es decir, engrosa-
mientos de la cápsula articular.

1. Ligamento anterior. Se extiende por toda la cara anterior de la cápsula articular


(fig. 57). Su inserción superior se confunde con la de la cápsula articular, desde la cara ante-
rior del epicóndilo medial hasta la del epicóndilo lateral. De esta larga línea de inserción,
ARTICUl1\CJONF.I or.1 .V.lcMJIRO ,UPERIOR

ARTICULACIÓN DEL CODO

los fascículos descienden en sentido convergente y terminan en el borde lateral de la apó-


fisis coronoides, anteriormente a la escotadura radial y en la parte cercana del ligamen-
to anular del radio. Entre todos estos fascículos existe uno generalmente más saliente,
que se conoce con el nombre de ligamento oblicuo anterior del codo¡ éste se extiende desde la
cara anterior del epicóndilo medial hasta la parte anterior del ligamento anular del radio.
_J El ligamento anterior presenta continuidad a cada lado con los ligamentos colaterales.

2. Ligamento colateral cubital. El ligamento colateral cubital está formado por


tres fascículos que irradian del epicóndilo medial hasta el borde medial de la escota-
dura troclear. Se dividen en anterior, medio y posterior (fig. 58).
El [asciculo anterior, que es el menos importante de los tres, se extiende desde la par-
te anteroinferior del epicóndilo medial hasta la parte anteromedial de la apófisis coro-
noides. Sus fibras más anteriores se pierden en el ligamento anular del radio.
El fascículo medio es ancho y grueso, y se inserta superiormente en el borde inferior
del epicóndilo medial e inferiormente en el tubérculo coronoideo de la cara medial de
la apófisis coronoides; sus fibras más superficiales prolongan su inserción en el bor-
de medial del cúbito.
El (ase/culo posterior (de Bardinet) presenta la forma de un abanico, fijo por su vérti-
ce a la parte posteroinferior del epicóndilo medial y por su base al borde anterior de la
cara medial del olécranon.
Se observan también, aplicados sobre los fascículos medio y posterior del liga-
mento colateral cubital, algunos fascículos ligamentosos que se extienden desde la
apófisis coronoides hasta el olécranon. Este ligamento limita con el extremo medial
del surco transversal de la escotadura troclear un orificio a través del cual se introdu-
ce una franja adiposa en el juego de la articulación.

3. Ligamento colateral radial. Al igual que el precedente, el ligamento colateral ra-


dial está formado por tres fascículos que se dividen en anterior, medio y posterior
(fig. 60). Se separan del epicóndílo lateral, de donde divergen hacia el borde lateral de
la escotadura troclear.
El [asciculo anterior se extiende desde la parte anteroinferior del epicóndilo lateral
hasta el extremo anterior de la escotadura radial del cúbito. Este fascículo desciende al
principio oblicuamente en sentido inferior y anterior hasta el ligamento anular del ra-
dio, con el que se confunde cerca de su inserción cubital.
El [asciculo medio se inserta superiormente en el borde inferior del cpicóndilo lateral¡
inferiorrnente se inserta en el cúbito, inmediatamente posterior a la escotadura ra-
dial, así como en la cresta de bifurcación posterior del borde lateral de este hueso. Al
principio es oblicuo inferior y posteriormente; se fusiona en la parte inferior de su tra-
yecto con la parte posterior del ligamento anular del radio, confundiéndose sus inser-
ciones en el extremo posterior de la escotadura radial.
Por lo tanto, el ligamento anular del radío está constituido no sólo por sus fibras
propias, que se extienden de un extremo al otro del ligamento, sino también por la
parte inferior de los fascículos anterior y medio del ligamento colateral radial.
������������ARTICULI\UONES l)FL MtEMRRO SUPlRJOR
ARTICULACIÓN DEL CODO

Fcsei'culo .'!lec!10
de! lig. co!elera( raso:

Fosctcu/o ¡,osL

F,g 60 • Articulacrór, del codo (visión lateral) L1g»mento colateral radial

El fascículo posterior es an-


cho y delgado y está forma-
do por fibras casi paralelas,
que se extienden desde la
parte posterior del epicóndi-
lo lateral hasta el borde late-
ral del olécranon.
4. Ligamento posterior (fi-
gura 61 ). Este ligamento se
hc.,me.·o-
baila poco desarrollado. Lo 1
01 CCJ'ú.l1.'0rW
·.,ertico!
forman delgados fascículos ,rnec. -
que se extienden: _J a) desde .• Fose:cc·lo,

los bordes laterales de la i1umerofes

fosa olecraniana hasta los humero- li,'.'rnero-


olea,�r:1ono.,;
bordes correspondientes del C!J,1 ,1(U0S
olecmn:Gr.os
ob(,irnos
vértice del olécranon; se tra-
ta de los [asciculos humcroole-
cm nianos oblicuos, y _J b) de
un borde al otro de la fosa
í-,g 61 • Arnculacion del codo ligamento posterior
olecraniana; estos últimos,
denominados fascículos hu-

merohumerales, forman superiormente al olécranon una banda transversal que presen-


ta continuidad inferiormente con los fascículos humeroolecranianos oblicuos. Existen
ARTICUL.�CIONfS Dfl. MltM.llRO SUPERIOR

ARTICULACIÓN Dl:L COOO

también algunas fibras delgadas que forman los fascículos humeroolecranianos verticales,
que se hallan perdidos en la masa adiposa que llena la fosa olecraniana; se extienden
desde la parte superior de dicha fosa hasta el vértice del olécranon,

S. Ligamento cuadrado. El ligamento cuadrado (de Denucé) es un engrosamiento


de la parte de la cápsula situada inferiormente a la articulación radiocubital proximal.
Presenta la forma de una lámina cuadrilátera que se extiende desde el borde inferior
de la escotadura radial hasta la parte medial del cuello del radio (fig. 62).

Olcc..-dnon

EsctH(lduro troc)eo··
- (porc1ÓI"; 0Je-;ton1t1110)
!;!'�;:¡+-- Fmn¡o od,¡,cs,:

'------- Reteso rod,cxvb,101

F,g. 62 • Lig�mcnto cuadrado.

La textura del ligamento cuadrado no es


uniforme. Dubau ha demostrado que se
compone de tres clases de fibras (fig. 63):
1. Las fibras radiocubitales que forman
la zona media del ligamento.
2. las fibras transversales o anulares
transversas; se trata de un fascículo del liga·
mento anular del radio que no adopta ningu-
na inserción en el cúbito¡ se extiende de uno a
otro de sus extremos y pasa por la parte me-
dial del ligamento cuadrado, bordeando el
receso radiocubital de la membrana sinovial;
a lo largo de este ligamento se observan Las
Fig. 63 • Textura del
finas prolongaciones de la membrana sino-
lig�rnenlo cuadrado ( codo
izquierdo). (Según Dubau.) vial, que constituyen la franja adiposa linear
que se describirá más adelante.
ARTICULACIONES DEI. Mll:MnRO StJPrRJOR
ARTICULACIÓN DEL CODO

3. Las fibras del ligamento anular del radio, que no presentan inserción cubital y
se reflejan de medial a lateral, desde los extremos de la escotadura radial hacia el ra-
dio, y forman los bordes anterior y posterior del ligamento cuadrado.
� C. Membrana sinovial

La membrana sinovial tapiza la cara profunda de la cápsula articular y se refleja so-


bre las superficies óseas, después de la inserción del manguito capsular, hasta alcanzar
los bordes del revestimiento cartilaginoso de las superficies articulares. Así se forman:
a) un receso anterior. que corresponde a las fosas coronoídea y radial (figs. 64 y 65); en
ocasiones, un repliegue falciforme de la membrana sinovial se fija a la cresta que se-
para ambas fosas y divide el receso anterior en dos recesos secundarios; b) un receso
posterior; en relación con la parte inferior de la fosa olecraniana, y e) un receso Inferior o
anular, que envuelve la porción del cuello del radio situada entre su cabeza y la línea
de inserción de la cápsula articular alrededor del cuello del radío. Se observa enton-
ces una ligera depresión de la membrana sinovial, denominada receso radiocubital, infc-
riormente al borde inferior de la escotadura radial, a lo largo de la parte media de la in-
serción cubital del ligamento cuadrado (fig. 62).
La membrana sinovial de la articulación del codo presenta un cierto número de
cúmulos adiposos o franjas sinoviales, que ella misma recubre, destinados a llenar los

Rere�o r:ru

ug. om..
f.((J()i'J
l•g. on,J.lor
<.'P:.' rod<o ,fclo,'o.�.,..e
Tr6:::. &..J hurnemi
1
,_1.g Cílli.'Cr'
(1el r.uJ:o

Surco
trar1.r;,,. e.-so
Ar-ó,os•s
ccrono1acs

Fig. 6� • Corte sagital de l<t articulacrón del codo F,g 65 • Corte sagital de la arucolacrón del codo
que pasa por· la aruculaoón humerocubital que pasa por la �rt,cul,,óóri burnerorvadial.
ARTICULACIONES DEL MIEMJlRO SUPfRJOR

ARTICULACIÓN DEL CODO

espacios vacíos que tienden a producirse en los movimientos de la articulación. Así,


encontramos masas adiposas como éstas en los recesos anterior y posterior que llenan
las fosas coronoídea, radial y olecraniana cuando el juego articular aleja de estas de-
presiones los salientes óseos a los que están destinadas. Se encuentra también un pe-
queño cúmulo adiposo en cada uno de los extremos del surco transversal de la esco-
tadura troclear del cúbito, y otra franja estrecha a lo largo del borde lateral del receso
radiocubital (fig. 62).
Por último, existe otra franja situada entre el húmero y el radio. Esta franja falcifor-
me, impropiamente denominada rodete (a!ci(onne, es delgada, aplanada de superior a in-
ferior y termina por medio de un borde cortante, hacía la cavidad articular, entre el ca-
pítulo humeral y la cabeza del radio (�g. 65). Levanta la membrana sinovial en toda
la mitad anterior de la articulación humerorradial.

• MECÁNICA (v. también Anatomía [unaonal). La articulación del codo puede ejecutar movimientos de fle-
xión y extensión en la articulación hurnerocubrtorradial, así como movimientos de pronación y supinación que
se producen en las articulaciones humerorradial y radiocubitales proximal y distal. Veremos ahora solamente
los movimientos de la articulación hurncrocubitorradial. Los movimientos de pronación y supinación serán es-
tudiados con la articulación radiocubital distal.

. -,

Fig. 66 • A-C) Esquemas de las oiferentes posicroncs que


adopta el antebrazo cuando se ñexicna sobre el brazo:
s1gu1endo l;i direcoón del e1e transversal o de ílex,ón del
A B e codo (Roud)

MOVIMIENTOS DE FLEXIÓN Y EXTENSIÓN. Los movimientos de flexión y extensión del antebrazo sobre el brazo se
producen en tomo a un e¡e transversal que atraviesa el extremo infenor del húmero. En general, este eje repre-
senta la bisectriz del ángulo obtuso. abierto lateralmente, que forma, en extensión completa. el eje longitudinal
del húmero con eí del cúbito (Roud). Por consiguiente, en la Flexión del antebrazo. el ángulo humcrocubital dis-
minuye a medida que la flexión aumenta, en la flexión completa, por lo normal el antebrazo debe situarse en
sentido directamente antenor al brazo (11g. 66. A).
Ello no sucede siempre; a menudo, cuando se flexiona el antebrazo, se observa que éste se sitúa un poco la-
teral o un poco medial al eje !ongitudínal del brazo (�g 66. By C), lo cual se debe a que, en esos casos, el eje
transversal de rotación no constituye exactamente la bisectriz del ángulo hurncrocubital, sino que se inclina lr-
geramente hacia el eje longitudmal del brazo o hacia el eje del antebrazo.
Cuando la garganta de la tróclca describe un arco helicoidal, el cúbito presenta desplazamientos laterales
muy limic:ados.
En la flexión, los fascículos posteriores de los ligamentos laterales se distienden, pero este movimiento sólo
es limitado por el contacto del antebrazo con el brazo. La amplitud del movimiento es de 140º aproximada-
mente. El movimiento de extensión está limitado por la tensión del ligamento anterior y de los fascículos an-

70
ARTlC.ULAClON!oS DEL MIEMBRO SUPER.JOR
ARTICULACIÓN RAOIOCUBITAL DISTAL

tenores de los ligamentos colaterales. En extensión forzada, el vértice del olécranon entra a veces en contacto con
el fondo de la fosa olecraruana.
MOVIMIENTOS DE LATERALIDAD. La articulación del codo puede presentar también movimientos de lateralidad, pero
éstos son pasivos y se hallan siempre muy limitados.

Vous aimerez peut-être aussi