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Introducción.
En este contexto, el primer gran obstáculo que encontramos es el poder definir las
necesidades de forma operativa. Los problemas sociales han de ser traducidos a
necesidades, que son de competencia tanto cuantitativa como cualitativa. Determinar el
aspecto cualitativo de un problema social implica etiquetar la situación a través de
constructos teóricos; para determinar el aspecto cuantitativo, se deben identificar
similitudes entre individuos y grupos que experimentan los mismos problemas de modo
que se categoricen y se determinen posibles planes de intervención para solventar estos
problemas (Kettner, Moroney y Martín, 1990). Una buena detección de necesidades
supondría identificar y estudiar a la población realmente afectada (si no es posible
trabajar con la comunidad al completo, al menos, habría que intentar que la muestra
utilizada fuera lo más representativa posible y que hubiera representación de los
distintos grupos de implicados); y no necesariamente identificar “lo que quieren” con
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El presente trabajo forma parte de los resultados obtenidos en los proyectos de investigación BSO2000-1462,
subvencionado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología; y contrato de investigación 68,83 LOU entre
Diputación de Sevilla y Universidad de Sevilla
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Las transparencias presentadas en el congreso están disponibles en http://innoevalua.us.es
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Dirección postal: Dpto de Psicología Experimental, Facultad de Psicología. C/ Camilo José Cela s/n.
Sevilla CP: 41018. e-mail: schacon@us.es
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“lo que necesitan”: sus peticiones pueden ser diferentes a los estándar de necesidad que
hemos determinado.
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incrementa la probabilidad de que los resultados de la evaluación de necesidades sean
usados de forma apropiada.
Con el objetivo de determinar las herramientas más frecuentes para la recogida de datos
en una evaluación de necesidades, se llevó a cabo una revisión de la literatura usando el
software WebSPIRS. Se obtuvieron 2075 artículos donde aparecían el término
“evaluación de necesidades” en el título y/ o el resumen. Se consultaron las siguientes
bases de datos, desde 1997 hasta el presente: Current Contents, Sociological Abstracts,
Humanities Index, ERIC y PsycINFO. Se determinó el porcentaje de artículos revisados
en el que aparecían cada uno de los tipos de métodos de recogida de datos. Estos fueron
los resultados:
Cuestionarios.
Entrevistas.
Encontramos que las entrevistas son la alternativa o el complemento más frecuente a las
encuestas por escrito (21%). Su principal característica es que el entrevistador formula
las preguntas y recoge las respuestas. Las entrevistas estructuradas o semiestructuradas
son las más frecuentes. Su principal ventaja es que se recibe feedback inmediato y que
es una herramienta flexible (por su estructura, contenido, protocolo y porque todos estos
aspectos se pueden ir modificando durante el proceso). Las entrevistas aportan
principalmente información cualitativa.
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Grupos de discusión.
Después de las encuestas y las entrevistas, los grupos de discusión son el método más
usado para la recogida de opiniones y datos en la detección de necesidades (10.5%). Los
grupos de discusión son importantes porque constituyen un procedimiento óptimo para
recoger la visión de diferentes grupos de implicados que se han de tener en
consideración. El foro de grupo comunitario, la técnica del grupo nominal y la
entrevista en grupo focal han llegado a ser los procesos grupales básicos más frecuentes
en la detección de necesidades.
El segundo tipo, la técnica de grupo nominal, es más usado como técnicas para
pequeños grupos, estando compuesto normalmente por entre seis y diez participantes. El
objetivo principal de la técnica de grupo nominal es recoger una larga lista de ideas
ordenadas por rango de importancia en un periodo de tiempo relativamente corto. Una
de las principales características de esta técnica es que los miembros del grupo no
interactúan entre ellos como en otros tipos de grupos de discusión.
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Datos de archivo.
Cuando hay disponibles datos de archivo cuyo contenido coincide con el foco principal
de la detección de necesidades, éstos son valiosos y pueden ser usados (6.5%). El uso de
datos ya recogidos resulta generalmente más barato y requiere menos tiempo que
recoger datos nuevos. Tales recursos suelen presentar problemas de calidad y precisión.
Podrían ser usado únicamente tras un exhaustivo análisis de su calidad.
Revisión de la literatura.
Este método presenta similares ventajas y desventajas que los datos de archivo y es
usado en el mismo porcentaje de casos (6.5%). El problema principal que se da en este
procedimiento es que muy raramente encontraremos que se proceda a una revisión de la
literatura con el propósito expreso de llevar a cabo una detección de necesidades con lo
que, en consecuencia, este método puede presentar problemas adicionales de
interpretación y validez.
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Análisis bivariado 2.7%
Chi cuadrado 2.7%
McNemar test 2.7%
ANOVA 2.7%
Perspectivas de futuro.
Primero, que las nuevas tecnologías facilitarán una rápida recogida y análisis de la
información proveniente de los distintos grupos de implicados. Esto está relacionado
con los nuevos medios de comunicación a través de Internet, las nuevas estrategias de
mapas conceptuales y el análisis de respuestas Delphi (Scrimshaw y Hurtado, 1987).
Hasta ahora, ha habido muy pocas investigaciones empíricas referidas a detección de
necesidades; en los estudios comparativos entre diferentes métodos de análisis de datos,
tendrían que utilizarse otras técnicas mejores y más sofisticadas que el mero análisis
descriptivo.
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Conclusiones.
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Las ventajas de una detección de necesidades formativas empleando este tipo de
métodos en lugar de los más tradicionales, podría resumirse en la tabla presentada a
continuación (Chacón, Pérez, Lara y Holgado, 2001):
Por otra parte, a través de la Página Web de la Diputación de Sevilla 4 , los responsables
de formación y los representantes sindicales han participado en la complementación de
los resultados preliminares.
4
http://www.dipusevilla.es/formacioncontinua
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remitido a todo el personal el cuestionario en formato papel para poderlo cumplimentar
y remitir vía fax o correo postal.
Otra de las mejoras en la fase de evaluación principal es que sería conveniente contar
con responsables de formación o especialistas en cada una de las áreas de conocimiento
en las que se encuadran las propuestas acciones formativas. Hacemos referencia al
momento en el que, tras analizar las distintas propuestas de acciones formativas, se lleva
a cabo la tarea de sistematizar la información obtenida; es decir, unir unas propuestas de
acciones formativas con otras, separar aquéllas que por su diversidad de contenidos u
objetivos son diferentes, eliminar al s que no forman parte de ninguna acción formativa o
redistribuir las acciones formativas a otras áreas de conocimiento.
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Continua de la Diputación de Sevilla en relación a la programación de su Plan de
Formación Anual:
En segundo lugar, se obtienen datos relevantes para iniciar otras fases de evaluación de
la formación continua en la Diputación de Sevilla y en sus municipios adheridos, como
son el análisis de la transferencia de la formación al puesto de trabajo y la evaluación
del impacto de la formación en cada una de las áreas de trabajo.
En tercer y último lugar, nos acercamos a uno de los grandes fines de la evaluación de la
formación continua que no es otro que el de ofrecer una formación de calidad, cercana a
las necesidades de los puestos de trabajo y permitir, de esta forma, el desarrollo personal
y profesional de los usuarios de las acciones formativas. No debemos olvidar que son
los empleados de la Diputación de Sevilla y sus municipios adheridos, los verdaderos
protagonistas de todo el proceso de formación.
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Referencias bibliográficas.
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