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Hidracina:(ComoN2H4)
La hidracina es una sustancia química líquida incoloros de olor parecido al
amoníaco, que se usa en plantas de calentamiento de alta presión debido a sus
propiedades como inhibidor del oxígeno. Reacciona con el oxígeno disuelto y
tiene la ventaja sobre los tratamientos de sulfito de que no se produce
desechos sólidos en el proceso. Se añade hidracina para evitar la descamación
y la corrosión y para controlar el crecimiento de bacterias. A altas
concentraciones puede crear una reacción con el amoníaco dañando los
metales. La hidracina es también conocida por su toxicidad.
Fórmula química:NaOH
Lejía o Sosa Cáustica es el nombre comercial del Hidróxido de Sodio, así la
Sosa Cáustica 50% es una solución acuosa que contiene entre 48 y 50% en
peso de NaOH aproximadamente.
Características técnicas
Descripción y propiedades La sosa cáustica (lejía de sosa, hidróxido sódico) como
disolución acuosa del hidróxido sódico es un líquido incoloro, transparente, viscoso
y muy alcalino que absorbe la humedad y el anhídrido carbónico atmosférico.
Ercros obtiene sosa cáustica mediante electrólisis del cloruro sódico, en la que
también se obtiene cloro e hidrógeno.
La sosa líquida obtenida tiene un 48-50% de contenido en hidróxido y una
densidad de 1.525 gr/l. El contenido en hidróxido y la temperatura modifican la
densidad del producto.
Aplicaciones La sosa cáustica es uno de los productos químicos con mayor
presencia en la actividad industrial. Su empleo se extiende a los siguientes
mercados:
-Química orgánica e inorgánica: fabricación de compuestos de sodio que pueden, a
su vez, ser intermedios -como el fenolato sódico- en la preparación de la aspirina o
producto final como el hipoclorito sódico, importante blanqueante y desinfectante
base de lejías.
-Industria textil: operaciones de acabado y apresto como el mercerizado, en el que
mejora el brillo y la absorción de tintes, la limpieza removiendo ceras y pectinas y
el blanqueado con un agente oxidante.
-Detergentes y tensoactivos: la sosa cáustica interviene en la hidrólisis de grasas y
aceites animales y vegetales para producir los detergentes. En la fabricación de
polvos intervienen, además, otros compuestos de sodio en los que también está
presente la sosa.
-Producción de gas y petróleo: la sosa se emplea en perforación para controlar el
pH de los barros y lodos y como bactericida. En el refino de petróleo se emplea
para extraer azufre, compuestos de azufre y ácidos.
-Producción de aluminio: extracción de la alúmina de la bauxita, mineral base.
-Industria de la celulosa y papel: la sosa actúa sobre la pulpa para producir
celulosa. En la industria papelera blanquea la materia prima reciclada.
-Industria del rayón: disolución de la lignina de la pulpa.
-Industria alimentaria: refino de aceites animales y vegetales, limpieza de botellas
y equipos de fabricación de cervezas y pelado de patatas, frutas y vegetales.
-Tratamiento de aguas: control de pH y regeneración de resinas iónicas.
-Industria agrícola: tratamiento de la paja para mejorar su valor nutritivo y
digestibilidad y limpieza de equipos lácteos.
-Otros usos: decapado de pinturas, agente extractor en secado, en el esmaltado e
incluso en desengrase y limpieza de metales.
Química General
Monografía sobre Na2CO3
(Carbonato de Sodio)
Presentación:
El carbonato de sodio (Na2CO3) es un producto que ha acompañado al hombre desde
los albores de la humanidad. Su método de obtención ha evolucionado con el correr del
tiempo y también su denominación. En el antiguo Egipto su obtención se basaba en la
calcinación de ciertas plantas que rodeaban las lagunas saladas. De esta forma de
obtención prevalece hoy en día su denominación internacional "soda ash" (ash en inglés
significa ceniza). Evidentemente esta forma de producción artesanal, no permite la
obtención de las cantidades necesarias de carbonato de sodio que, por sus múltiples
aplicaciones, la sociedad industrial necesita. En 1783 Nicolas Leblanc diseñó un método
de obtención revolucionario que producía Na2CO3 a partir de cloruro de sodio, ácido
sulfurico, carbón y piedra caliza (CaCO3). Este método resultó ser muy contaminante,
luego fue modificado y resultó más limpio, aunque no del todo. Ernest Solvay en 1863
desarrolla el proceso industrial de obtención del carbonato sódico, a partir de dos
materias primas naturales ampliamente extendidas como son el cloruro sódico (sal) y el
carbonato cálcico (caliza), mediante el proceso al amoniaco. Luego del descubrimiento
de este proceso de obtención el Na2CO3 se comienza a denominar también soda Solvay,
en honor a su descubridor. Gracias a estos hallazgos la sociedad industrial ha podido
lograr el desarrollo que hoy en día ha alcanzado en muchas de sus áreas. Pero
actualmente la mayor parte del Na2CO3 se obtiene de un Mineral denominado “trona”.
En cuanto a lo que se refiere a su presentación, el carbonato sódico se presenta al
mercado como un producto sólido, de color blanco y en dos formas según su
granulometría y peso especifico carbonato sódico ligero, pulverulento, y carbonato
sódico denso, granular. Para aquellas aplicaciones que requieren un grado de pureza
máximo se ha desarrollado el Carbonato Químicamente Puro.
Propiedades Físicas:
Apariencia: Polvo Blanco Inodoro
Punto de Fusión: 851 °C
Regulador de Ph:
No es de menos importancia el empleo del carbonato sódico en aquellos procesos en los
que hay que regular el pH de diferentes soluciones, nos referimos al tratamiento de
aguas de la industria, así como en los procesos de flotación.
NEUTRALIZACION
La neutralización es un proceso por el cual un ácido y una base neutralizan sus efectos.
Habitualmente este proceso se suele escribir como:
Por ejemplo,
o bien: B + H2O <---> BH+ + OH- (p.e. NH3 + H2O <---> NH4+ + OH-)
INHIBIDORES DE CORROSION
Recibe el nombre de inhibidor de corrosión cualquier sustancia que, añadida en
cantidad muy pequeña a un reactivo corrosivo, disminuye o anula su
agresividad frente al metal. De esta forma no se altera necesariamente la
naturaleza ni la concentración del medio.
a) Inhibidores anódicos. El anión del inhibidor forma sobre los ánodos locales,
con los cationes que provienen de la oxidación del metal, un compuesto
insoluble. Por ejemplo, el fosfato de sodio, es un inhibidor de la corrosión del
hierro por una solución acuosa de cloruro sódico gracias a la formación de
fosfato de hierro sobre los ánodos.
b) Inhibidores catódicos. El catión del inhibidor forma sobre los cátodos locales
un hidróxido insoluble. Por ejemplo, el cloruro magnésico, es un inhibidor de la
corrosión del hierro en el agua de mar por formar hidróxido magnésico
Mg(OH)2 sobre los cátodos.
OXIDACIÓN Y CORROSIÓN
1. INTRODUCCIÓN
Tanto la acción del medio ambiente como el uso continuado de los materiales puede
provocar en ellos una serie de alteraciones que se traducen en una pérdida gradual de sus
propiedades.
Así, por ejemplo, en los materiales plásticos una elevada temperatura o la acción de los
rayos solares; en especial, la radiación ultravioleta, producen un fenómeno de
envejecimiento progresivo, consistente en la ruptura de las cadenas de polímero, causando
una degradación lenta de las propiedades mecánicas del material.
De modo análogo, los metales utilizados en ambientes agresivos como agua salada,
temperaturas altas, medios ácidos..., se ven sometidos a procesos de oxidación y corrosión
que provocan su deterioro y la pérdida progresiva de sus propiedades iniciales.
Todo ello justifica la importancia del estudio de estos fenómenos que repercuten muy
negativamente en la economía de todos los países, pues las medidas adoptadas para paliar
sus efectos suelen acarrear unos costes sumamente elevados y en ocasiones prohibitivos.
2. OXIDACIÓN
La relativa facilidad con que se oxidan los distintos elementos químicos explica que la
mayor parte de ellos se encuentren en la corteza terrestre combinados con el oxígeno en
forma de óxidos, silicatos, aluminatos, etcétera.
M + 1/2 02 à MO
- Que el catión metálico M2+ junto con los dos electrones atraviesen por difusión la capa
de óxido, produciéndose la reducción del oxígeno en la interfase óxido-atmósfera (difusión
catiónica).
- Que los dos electrones atraviesen por difusión la capa de óxido y, una vez producida
la reducción del oxígeno, los iones 0 2- atraviesen de nuevo dicha capa en sentido contrario,
produciéndose en este caso la reacción de oxidación en la interfase metal-óxido (difusión
aniónica).
En resumen: una vez que se ha formado una primera capa de óxido, para que el
proceso continúe el catión metálico o el anión 0 2- deben atravesar, por difusión, la capa de
óxido, la cual se comporta oponiéndose al movimiento de estos iones y actuando así como
una especie de capa protectora.
- Si la relación es mayor que 1, como sucede en el caso del hierro, el volumen del
óxido es mayor que el del material consumido, lo que producirá un esfuerzo de compresión
en el óxido que provocará su rotura.
- Lineal: La ganancia en peso por unidad de área viene representada por la expresión:
w = kL · t
w 2 = kP · t
kL = AL · e-QL/R · T kP = AP · e-QP/R·T
donde AP, AP, QL y QP son constantes de cada material, que, por lo general, dependen de la
presión del oxígeno existente en la atmósfera oxidante; R es la constante universal de los
gases (8,31 J · mol-1 ·K-1), y T la temperatura medida en Kelvin.
La adición de aleantes para formar una capa de óxido protectora no es el único método
para preservar a los metales de la oxidación. También se pueden emplear recubrimientos
superficiales, como el dorado o el cromado, si bien resultan menos efectivos que la
protección por medio de aleantes, pues si se produce una rayadura en el recubrimiento o
éste se agota al cabo de¡ tiempo, el material queda en contacto directo con la atmósfera y se
oxidará fácilmente, cosa que no sucede en las aleaciones inoxidables, ya que el aleante se
oxidará primero, al ser su energía de oxidación mayor, y se regenerará la capa de óxido
protectora.
3. CORROSIÓN
Esta reacción, en la que los iones SO42- no experimenta cambio alguno; se expresa así:
Ambas reacciones se pueden separar físicamente, empleando para ello conocido con
el nombre de pila Daniell, en honor de su inventor, el químico inglés John Frederic Daniell
(1790-1845). Esta pila está constituida por un electrodo de cinc sumergido en una disolución
de iones y otro de cobre en una de iones Cu 2+. Ambas disoluciones se encuentran
separadas por medio de un tabique poroso que únicamente permite el paso de iones SO 42-,
lo que hace posible el mantenimiento de la neutralidad en ambos compartimentos. Esta
separación también puede conseguirse mediante un puente salino, consistente en un tubo
de vidrio curvado en forma de U, conteniendo una disolución concentrada de un electrólito
no experimenta modificación alguna en el proceso (KCI, KN0 3, NH4NO3...).
En esta pila Daniell circulan electrones por el circuito exterior desde el (polo
negativo, ánodo) al de cobre (polo positivo, cátodo), los iones encargados de restablecer
la neutralidad eléctrica circulan en sentido contrario a través del tabique poroso o del puente
salino. La reacción global en la pila se puede descomponer en dos reacciones que reciben el
nombre de reacciones de electrodo o semipilas: la lámina de cinc sumergida en la
disolución de iones Zn2+ (Zn2+ + 2e- à Zn) y la que se verifica en la lámina de cobre
introducida Cu2+ (Cu2+ + 2e- à Cu). Con carácter general, se que el ánodo es el
electrodo en el que tiene lugar la oxidación y el cátodo aquél en el que se verifica la
reducción.
En la pila Daniell antes descrita, el electrodo de cinc genera electrones que son
consumidos en el electrodo de cobre. Por lo tanto, este último tendrá un potencial positivo
respecto al de cinc. (Recordemos que el electrodo en el que se produce la reacción de
oxidación es el ánodo o polo negativo, mientras que la reacción de reducción se verifica en
el cátodo o polo positivo).
La reacción que tiene lugar en este electrodo de hidrógeno, según actúe de cátodo o
ánodo, será:
Los elementos que son oxidados por el catión H + se dice que son anódicos respecto
al electrodo normal de hidrógeno y tienen un potencial normal negativo, que será tanto
mayor -en valor absoluto- cuanto mayor sea su tendencia a la oxidación.
Por el contrario, los elementos que son reducidos por el hidrógeno se dice que son
catódicos respecto al electrodo normal de hidrógeno y tienen un potencial normal
positivo, que será tanto mayor cuanto mayor sea su tendencia a la reducción.
Razonando de igual forma que en el caso anterior, como la reacción catódica, la parte
de la cuba con una alta concentración de oxígeno se comportará como cátodo. Esto explica
que la corrosión se acelere en las zonas en las que la presencia de oxígeno es pequeña,
como sucede en roturas o resquicios.
Para responder a estas preguntas, supongamos que dos electrodos metálicos (por
ejemplo, hierro y cobre) se encuentran inmersos, sin tabique alguno de separación, en una
disolución acuosa en la que inicialmente no existen iones metálicos. De los potenciales
estándar de electrodo se puede deducir que el hierro será el ánodo y, por lo tanto, se oxidará
según la reacción: Fe à Fe2+ + 2e- . Por otra parte, no existen iones Cu 2+ disueltos, de
manera que la reacción Cu2+ + 2e- à Cu ; no puede producirse.
2H++ 2e- à H2
siendo:
- Corrosión galvánica. Tiene lugar cuando dos elementos con potencia- les de electrodo
considerablemente distintos se ponen en contacto. Resulta importante en estos casos la
relación entre las áreas de las zonas catódica y anódica. Como se puede comprender
fácilmente, una situación muy peligrosa, a efectos de la corrosión, se produce cuando el área
catódica es muy grande en comparación con la anódica.
- Corrosión por picadura. La picadura es una forma de ataque corrosivo localizado muy
destructivo y difícil de detectar, debido a que los pequeños agujeros que se forman pueden
quedar tapados con los productos de la corrosión. Por este motivo, la corrosión por picadura
suele ocasionar de repente fallos inesperados. Por regla general, la aparición de una
picadura se produce muy lentamente, pero, una vez formada, su velocidad de crecimiento es
muy elevada. La mayoría de las picaduras se producen en los puntos más bajos de los
equipos y crecen en la dirección de la gravedad. Las picaduras comienzan en aquellas
zonas donde se produce un incremento de la velocidad de corrosión, como, por ejemplo, en
impurezas u otras heterogeneidades presentes en los metales.
- Corrosión por grietas. Se trata de una forma de corrosión localizada que se presenta
en hendiduras y bajo superficies protegidas, donde pueden existir disoluciones estancadas.
Este tipo de corrosión es frecuente en re- maches, pernos, tornillos, juntas, etc. donde la
abertura es lo suficientemente ancha para que se introduzca líquido en su interior y lo
suficientemente estrecha para mantener el líquido estancado. Desde este punto de vista,
resulta preferible la unión de elementos mediante soldadura, en vez de utilizar tornillos o
remaches. También es aconsejable emplear juntas -como, por ejemplo, de teflón- que no
absorban líquido.
En aceros de alta resistencia existe una tensión umbral por debajo de la cual no se
produce el fallo. Por otra parte, el tiempo necesario para que sobrevenga el fallo disminuye
al aumentar la tensión impuesta. Muchas veces las tensiones internas residuales en los
materiales, originadas por conformado plástico, tratamiento térmico, soldadura, etc. son
suficientes para provocar el fenómeno de la corrosión bajo tensión. Cuando la tensión
impuesta al material en condiciones corrosivas varía cíclicamente (fatiga), los efectos son
mucho más graves que cuando la tensión es estática: la rotura se producirá mucho antes.
Selección de materiales
El método más lógico para prevenir la corrosión en una aplicación determinada consiste
en elegir un material que sea lo suficientemente resistente a la corrosión en las condiciones
en que va a ser utilizado.
A este respecto, se pueden mencionar los aceros inoxidables, y también algunos tipos
de materiales cerámicos, si bien estos últimos presentan el inconveniente de su fragilidad.
Recubrimientos
- Recubrimientos metálicos. Se aplican en finas capas sobre las piezas para aislarlas
del ambiente corrosivo. En ocasiones estos recubrimientos sirven de <<ánodos de
sacrificio>>, que se corroen en vez del metal al que protegen; éste es el caso del acero
galvanizado (acero recubierto de una fina capa de cinc), que se obtiene haciéndolo pasar a
través de un baño o electrodepositando el cinc sobre su superficie. El cinc es anódico
respecto al acero y se corroerá en presencia de una atmósfera evitando así el deterioro del
acero incluso en el caso de que se produzca un arañazo que deje algo de su superficie al
descubierto. El espesor de la fina capa de cinc depositada es el orden de decenas de
micrómetros.
Diseño
Para reducir los problemas debidos a la corrosión, se pueden establecer con carácter
general las siguientes normas de diseño:
- Para prevenir la corrosión por grieta son preferibles las uniones soldadas a las
remachadas. Y en caso de emplear remaches como medio de unión, éstos han de ser de un
material catódico respecto a los materiales que se unen.
- No se deben diseñar ángulos pronunciados en tuberías por las que circulen fluidos a
elevada velocidad, para evitar que se produzca corrosión por erosión. También es importante
que en las tuberías no haya puntos
Protección catódica
En el cátodo de una pila galvánica (por ejemplo, la de Daniell) se produce siempre una
reacción de reducción, de manera que si la pieza que queremos proteger la situamos como
cátodo, no sufrirá corrosión.
La corrosión de una estructura de acero en un medio ácido viene determinada por las
siguientes reacciones:
Fe à Fe 2+ + 2e-
2H+ + 2e- à H2
Uniendo la pieza que se quiere proteger al polo negativo de una fuente de corriente
continua externa, que puede conseguirse de forma práctica mediante un rectificador
conectado a la red eléctrica. Este tipo de protección se denomina protección catódica por
corriente impresa.
- Mediante un acoplamiento galvánico con otro material anódico respecto al acero. Este
tipo de protección se denomina protección anódica por ánodo de sacrificio. Se suele utilizar
con esta finalidad el magnesio, debido a su elevada tendencia a la oxidación, aunque
también se emplean ánodos de sacrificio de cinc y de aluminio.
El medio entre el ánodo y el cátodo debe ser húmedo y conductor, pues si tuviera una
alta resistencia su caída de tensión haría disminuir la intensidad de corriente catódica
protectora, quedando la pieza desprotegida. El proceso de corrosión en los ánodos de
sacrificio obliga a sustituirlos cada cierto tiempo.
Protección anódica
FACTORES EN LA CORROSION
Existen dos aspectos por los cuales la composición del electrolito afecta la corrosión; primero afecta la conductibilidad y
segundo el potencial de corrosión básico del sistema, este último se relaciona por la presencia o no de agentes
oxidantes en la solución los cuales son importantes para construir la parte catódica de la celda de corrosión.
Afortunadamente tenemos dos agentes oxidante en la mayoría de los problemas, ellos son el ión hidrógeno y el óxido
molecular. Las medidas para combatir la corrosión dependen del sistema que participe en la celda, por lo tanto lo
primero que sec debe hacer es definir las reacciones catódicas que participan.
Conductividad.
Como ya se ha dicho anteriormente la superficie metálica debe estar cubierta de una solución eléctricamente
conductora para conducir corriente eléctrica desde el ánodo al cátodo en la celda de corrosión; entre mejor conductor
sea el electrolito mas fácil va a fluir la corriente y ocurrirá mayor corrosión. En el caso de electrolitos poco conductores
existe una gran resistencia al flujo de corriente minimizándose la reacción de disolución. Es importante recalcar que la
cantidad de metal que se disuelve es directamente proporcional a la cantidad de corriente que fluye entre el ánodo y el
cátodo.
PH.
La velocidad de corrosión del acero aumenta a medida que disminuye el ph, el cual al ser muy altos suele ser muy
corrosivo. La velocidad de corrosión con el ph está influenciada por la composición del electrolito.
Al aumentar la concentración del ión hidrógeno es más ácida la solución y es menor el valor de ph. La magnitud de ph
nos indica la intensidad de acidez o alcalinidad del medio. Esta magnitud se indica por medio de una escala la cual la
numero siete indica que la solución con ph es neutra; los numerosa menores de siete indican que es ácida y los
mayores alcalinidad.
Gases disueltos.
El oxigeno, dióxido decarbono y el ácido sulfhídrico disuelto en agua aumenta la corrosividad de esta, por lo tanto, los
gases son la principal causa de los problemas de corrosión.
Oxigeno disuelto.
De los gases disueltos es el peor de todos, basta con una pequeña concentración y puede producir una corrosión severa
y si uno de los otros gases disueltos esta presente aumenta la corrosión.
El oxígeno siempre acelera la corrosión ya que es un oxidante fuerte y se reduce rápidamente en el cátodo, lo que
significa que se combina muy fácil con los electrones del cátodo, con lo cual la velocidad de corrosión estará limitada
con la rapidez con este gas se difunde desde el ceno electrolito a la superficie del metal.
Si el dióxido de carbono se disuelve en agua se forma ácido carbónico, disminuyendo el ph de la solución y aumentando
su corrosividad. Tanto este como el oxigeno causan un picado y la corrosión causada por el dióxido de carbono se
conoce como corrosión suave.
El ácido sulfhídrico es muy soluble con agua y se comporta como un ácido débil y causa un picado. La presencia de este
se conoce como una corrosión ácida. La unión de este con el dióxido de carbono es mas agresiva que el ácido
sulfhídrico solo y esta combinación es la que se encuentra en los pozos petrolíferos. Si en estas condiciones se presenta
una pequeña cantidad de oxigeno, el resultado es desastroso
Variables físicas.
Temperatura.
Al igual que las reacciones químicas, la velocidad de corrosión aumenta generalmente con la temperatura; la velocidad
se duplica por cada diez grados centígrados que aumenta la temperatura.
Una excepción de esto podría ser en un sistema abierto a la atmósfera la velocidad de corrosión inicial aumenta
disminuyendo posteriormente si la temperatura se aumenta.
Presión.
La presión afecta la velocidad de las reacciones químicas en la que participan gases y por consiguiente las reacciones
de corrosión no son una excepción.