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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL

ECUADOR

FILOSOFIA, CIENCIAS Y LETRAS DE LA


EDUCACIÓN

Pedagogía de Lengua y Literatura

LITERATURA ECUATORIANA.

Andrés Torres

Analisis de la obra “Ecuador drama y


paradoja”.

Octavo Semestre “A”

2018-2019
Índice
1. Ficha técnica .............................................................................................................. 3

2. Objetivos ................................................................................................................... 3

2.1. Objetivo General ................................................................................................ 3

2.2. Objetivo Específico ............................................................................................ 3

3. Introducción .............................................................................................................. 4

4. Biografía de Leopoldo Benítez Vinueza ................................................................... 5

5. Análisis de la obra ..................................................................................................... 7

5.1. Argumento ......................................................................................................... 7

5.2. Síntesis. .............................................................................................................. 8

5.3. Narrador. .......................................................................................................... 13

5.4. Tiempo. ............................................................................................................ 13

5.4.1. Tiempo gramatical. ................................................................................... 13

5.4.2. Tiempo interno. ........................................................................................ 13

5.4.3. Tiempo externo. ........................................................................................ 13

5.4.4. Tiempo cronológico. ................................................................................. 13

5.4.5. Tiempo narrativo. ..................................................................................... 14

5.5. Espacio. ............................................................................................................ 14

5.6. Estilo. ............................................................................................................... 14

5.7. Ritmo. .............................................................................................................. 14

5.8. Actantes. .......................................................................................................... 14

6. Comentario. ............................................................................................................. 14

7. Conclusión............................................................................................................... 15
1. Ficha técnica
 Nombre del alumno: Andrés Torres.

 Título del libro: Ecuador drama y paradoja.

 Autor: Leopoldo Benítez Vinueza

 Año de la primera edición: 1950

2. Objetivos
2.1.Objetivo General
Fomentar la apreciación hacia las obras más trascendentales de la literatura

ecuatoriana.

2.2.Objetivo Específico
 Fortalecer la comprensión lectora.

 Crear un mejor análisis crítico-literario de las obras ecuatorianas.

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3. Introducción
Leer es un acto de rechazo en los tiempos que corren. Es rebeldía, inconformismo,

ganas de ir más allá de la frontera donde la mayoría se queda. Es renuncia y es

compromiso con una forma de pensar y de vivir por lo tanto que no es la que aparece en

los cuentos infantiles de final feliz que adorábamos. Participamos de la literatura con

personajes melancólicos, conflictivos, inadaptados sociales como nosotros. No leemos

literatura para ser felices. No leemos para solucionarnos la vida. No leemos a los grandes

clásicos solo por aprender. Leemos por placer; adoramos meternos en la piel de

personajes indisciplinados e inconformistas que sufren y lloran porque es lo que nosotros

mismos somos, al fin y al cabo; terminamos identificándonos con ellos y haciendo nuestra

su experiencia.

Buscamos la crítica, el análisis, meternos en otras identidades y darles la mano a

personajes que a veces odiamos y a veces amamos y respetamos, pero que siempre

despiertan de cualquier manera nuestra curiosidad lo suficiente como para tenernos horas

sentadas en una misma posición estoicamente inalterable. Pero, ¿quién dijo que ser crítico

es bueno? ¿Lo bueno no es aprender a conformarse, vivir de forma sencilla y simple,

dejándonos llevar por las circunstancias, sin difíciles debates morales ni grandes

conflictos existenciales que persiguen al hombre desde el primero de ellos?

La literatura engloba descripciones de la realidad, que podrían ser posibles, probables,

anecdóticas, fantásticas, casuales, contingentes, accidentales, ajustadas a hechos pasados

o a situaciones por venir. Dichas descripciones bien podrían ser meticulosas, detallistas,

y perfeccionistas, o bien podrían ser enigmáticamente misteriosas e incompletas para así

poner en juego la imaginación y la reflexión de los lectores.

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Abarca posibles visiones sobre el pasado o sobre el presente o sobre el futuro,

desarrollando las mismas con intencionalidad educativa, o recreativa, o informativa, o

eventualmente estructurando los escritos con formato de crónica o de ensayo…

La literatura desarrolla y engloba historias ambientadas en un determinado período ya

pasado, o imaginadas en la realidad contemporánea, o concebidas en un entorno temporal

por venir, en un momento del futuro próximo o del futuro lejano…

Por momentos utiliza un lenguaje poético, por momentos intenta emular el habla

cotidiana y popular de distintos grupos humanos, por momentos se viste con un

vocabulario erudito con la finalidad tal vez de impactar o de emocionar, con la finalidad

tal vez de propender al enriquecimiento léxico-conceptual de los lectores, con la finalidad

tal vez de mejor plantear situaciones y conflictos, con la finalidad tal vez de modelar

posibles estructuras sociales de interacción e intercambio…

La literatura educa, la literatura entretiene, la literatura advierte, la literatura es

formativa, la literatura exige un espíritu inquieto e interesado, la literatura promueve la

creatividad, la innovación, la invención, la reflexión, la literatura colabora en la formación

de la personalidad de cada cual, la literatura interviene en la realidad e incide sobre el

devenir social.

4. Biografía de Leopoldo Benítez Vinueza

Escritor y diplomático ecuatoriano, nacido en Guayaquil el 17 de octubre de 1905, y

muerto en la misma ciudad en 1995. Fue presidente del Consejo de Seguridad de la ONU

en 1966 y presidente de la Asamblea General en 1973. Realizó sus primeros estudios en

Riobamba y Guayaquil, y la carrera de Jurisprudencia en la Universidad de Guayaquil.

En 1926 se licenció en Ciencias Sociales. En su juventud formó parte del grupo Hermes,

hondamente influido por la poesía de Rubén Darío, pero más aún por Rodó y Herrera

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Reising. Sus primeros poemas simbolistas aparecieron en la revista Síngulus del mismo

grupo, de la que Benites fue director. También por aquellos años comenzó a publicar

en El Guante versos y cuentos juveniles.

En 1923 ganó un concurso en el Vicente Rocafuerte con dos relatos cortos: La Mala

hora y El enemigo, que eran un preludio de la tónica de la literatura que predominaría

años más tarde en el grupo de Guayaquil. A partir de 1924, trabajó como profesor en el

colegio Vicente Rocafuerte, hasta que en 1941 fue privado de su cátedra por el régimen

de Arroyo, a causa de los artículos publicados en el periódico El Universo. La persecución

de Arroyo no paró hasta que, en 1942, Benites fue apresado sorpresivamente y

encarcelado durante diez meses sin fórmula de juicio. Aún desde la cárcel, siguió

enviando sus colaboraciones a El Universo.

Al recobrar la libertad entró a militar en las filas de "Acción Democrática

Ecuatoriana" (ADE). Con el triunfo de la revolución el 28 de mayo de 1944, su situación

mejoró: fue nombrado diputado funcional por el periodismo de la costa en la Asamblea

Nacional de Quito, y en 1945 fue elegido miembro nacional de la Casa de la Cultura.

Destacó, de manera especial, en el campo de la diplomacia: representó a su país como

embajador en Uruguay, Bolivia, México, Argentina y ante la Organización de Naciones

Unidas; en el seno de esta organización fue elegido presidente del Consejo de Seguridad

en 1966 y presidente de la Asamblea General en 1973. Representó también al Ecuador

ante la Comisión de Derechos Humanos con sede en Ginebra, en 1976, y formó parte de

la comisión de la ONU que investigó la violación de los derechos humanos en Chile.

Sus ideas socialistas le llevaron a preocuparse siempre por la situación de su país y

de sus gentes, tanto en sus trabajos periodísticos, como en sus obras literarias. Entre éstas

hay que destacar las siguientes: Argonautas de la selva, publicada en 1945 por el Fondo

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de Cultura Económica de México, al igual que Ecuador: drama y

paradoja (1950), Cuzunza o Aguas Turbias (obra de teatro estrenada en Montevideo que

no ha sido publicada), El vigilante de la noche (título que recoge estudios sobre Espejo,

Mejía, Montalvo y otros) y Poemas en tres tiempos, selección de poesías publicada por la

Casa de la Cultura del Guayas en 1977. Las universidades de Montevideo, Setton Hall de

New Jersey y la de Guayaquil le honraron con el título de "Doctor Honoris Causa". A los

80 años se retiró de la vida pública, para seguir trabajando en estudios sobre Bolívar y

Montalvo.

5. Análisis de la obra
5.1.Argumento

La maestría literaria de Leopoldo Benites Vinueza hace su presencia en la obra

Ecuador, drama y paradoja, narrando de manera prolija, con el uso de la descripción del

entorno, la geografía del ecuador, enfocándose principalmente a los lugares donde la

historia de la patria se ha gestado, cabe recalcar que esta obra es considerada como la

pionera del ensayo histórico.

La obra fue escrita en el auge de su participación política como militante socialista y

periodista, de barricada, luego, de la "Gloriosa revolución" de mayo de 1944, Benites

realizó su ensayo de interpretación general de nuestra historia nacional como una suerte

de biografía del ecuador, de su geografía y de su pueblo. Con esta obra logro un nuevo

nivel de estética, produciendo una transición que en muchos sentidos era una continuidad

dé la tradición historiográfica del Ecuador. Por una parte, el libro fue una continuidad de

una larga tradición de ensayos y de aproximaciones biográficas al pasado, pero, por otra

parte, la obra buscó un nuevo protagonista, el pueblo, para ponerlo al centro de la vida

del Ecuador.

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Y lo hizo adoptando las nuevas formas científicas que le permitían ofrecer a los

lectores un renovado panorama de nuestra realidad. La Obra de Benites vio al pasado del

Ecuador en la tragedia y la riqueza de sus contradicciones, recogiendo los elementos

básicos de su identidad: territorio, multiplicidad étnica, lucha de clases, gestación de una

cultura, enfrentamiento y unidad regional y cultural. Todo esto en un escenario en que el

esfuerzo estético es crucial.

5.2.Síntesis.

La obra de Leopoldo Benítez que se rige a la ideología seguida por él, ubica

como protagonista de la narrativa al pueblo del Ecuador y distribuye el libro en siete

capítulos, en los que se distinguen tres aspectos: la geografía y la naturaleza del

territorio del actual estado ecuatoriano; el complejo proceso de mestizaje, luego de la

llegada de los españoles y el pueblo negro del Ecuador y la explicitación de los

principales dramas y paradojas de nuestra ya amplia historia.

En el primer capítulo se demuestra la fecunda naturaleza de las regiones del

país, también se alude al carácter determinante de la geografía nacional determinando

que aún existan tres países no integrados de modo definitivo: la zona litoral, la zona

interandina y la zona amazónica oriental. En “El duelo de la selva y la montaña”, se

resalta el hecho que, por sus diferencias ambientales, la costa y la sierra desde siempre

se vieron entre sí de manera hostil.

En el primer apartado del segundo capítulo, “Hombres de barro”, se plantea la

hipótesis de que los primeros habitantes del actual Ecuador, provendrían de los cuatro

puntos cardinales del horizonte, en el segundo apartado, “Aquellos hombres blancos”,

resalta la llegada de los conquistadores españoles y en el último del segundo capítulo,

“Ébano vivo”, alude a la llegada de la raza negra y su asentamiento en territorios como

Esmeraldas, a donde arribaron por vía marítima en condición de esclavos o salvados

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de barcos náufragos.

El tercer capítulo, “Crisol”, se presenta distribuido en tres subcapítulos:

“Sangre y oro”, en el que se cuenta la infinita codicia de los españoles por robar el oro

y otros metales preciosos, así como también la insensibilidad adquirida por los colonos

al cometer actos inhumanos para conseguir su objetivo y a la muerte de los indígenas

americanos y los negros venidos del África. “La conquista del trópico”, resume todos

los incidentes, hambre, sed, peligros y amenazas que tuvieron que enfrentar los

conquistadores españoles para introducirse en la Región Litoral del Ecuador hasta

fundar Santiago de Guayaquil y otros poblados de la Costa. “La locura de la espada”,

enfatiza el hecho de que los hidalgos españoles que no tenían títulos nobiliarios se

valen del poder de las espadas, que es lo que le da carácter, porque les ayuda a

convertirse en feudalistas, dueños y señores de tierras, bienes y personas.

En el primero de seis apartados del cuarto capítulo, “Configuración”, se

desarrolla la metáfora de la sociedad colonial como una pirámide invertida, con una

ancha base en donde se ubica la indiada, que se va reduciendo hacia arriba con las

diversas mezclas raciales, hasta llegar a la estrecha cúspide, conformada por los

conquistadores. “La trinidad sangrienta”, segundo apartado, se denuncia que las

instituciones coloniales, la mita y el obraje, dirigidas por terratenientes, burócratas y

curas, constituyen la trinidad sangrienta en contra del indígena americano. El tercer

apartado, “Santos y verdugos” cuestiona el hecho de que junto a los escasos prelados

como: Marcos de Niza, Fray Jodoco Ricke, Fray Pedro Gosseal, el Obispo Luis López

de Solís se encuentran los sacerdotes codiciosos, lujuriosos, avaros y crueles. “La

mancha negra”, cuarto apartado, se refiere al aporte del negro en el proceso de

conquista y colonización de la región costanera del Ecuador. En el quinto apartado,

“La impronta indiana”, se evidencia que la impronta india quedó para siempre grabada

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en el arte colonial quiteño, pues este fue elaborado por las manos de hábiles indios y

de mestizos llenos de talento a los que se los explotó hasta el último. En el apartado

final, “La marginalidad mestiza”, se pone en evidencia el problema psicológico y

sociológico de los mestizos, quienes se muestran descontentos con su casta y desean

elevarse a otra superior, problema de identidad por el cual se los considera como seres

en transición y siempre insatisfechos con su situación actual, deseosos de adquirir

títulos nobiliarios, títulos académicos o ejercer alguna rama artística que les dé nombre

y reconocimiento.

“Tránsito”, el quinto capítulo de la obra se fracciona en cuatro subcapítulos,

siendo el primero “Fermentos de insurgencia”, donde se establece como el germen de

la emancipación política, de la búsqueda libertaria, con memorables sublevaciones

indígenas al Siglo XVIII. Sublevaciones como la de Patate en 1770, la de Otavalo en

1777 o la de Guano en 1778. En el segundo subcapítulo, “El aluvión”, se establece el

momento en el que convergen todas las inconformidades que se habían ido

acumulando en tres siglos de opresión española, consolidando las condiciones para

iniciar la violenta emancipación política iniciada con el primer grito de la

Independencia, el 10 de agosto de 1809. “El despertar del trópico”, tercer subcapítulo,

manifiesta la participación de la costa en el proceso de independencia nacional, con la

victoria de 9 de octubre de 1820, marcando su arrebatadora entrada en el mundo de la

política. Finalizando el quinto capítulo está “El orto del caudillo”, que hace hincapié

en los inicios de los caudillismos nacionalistas y segregacionistas de los subalternos

de Simón Bolívar: Antonio Páez, en Venezuela; Francisco de Paula Santander, en

Colombia; y, Juan José Flores, en el Ecuador, quienes desbordados por las ambiciones

personales forzaron la desintegración de la Gran Colombia y se hicieron con el poder

político en las nacientes repúblicas.

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En el sexto capítulo, “Del caos a la unidad”, también hay una separación de

temas por aparados, siendo el primero, “A la sombra de las espadas”, en el que se

desarrolla el problema de haber dejado intocado el latifundio, así como de mantener la

condición infrahumana en la vida del indígena y el esclavo negro, razón por la cual, a

los pocos años de haberse producido la independencia de la Corona española, desde

las universidades emerge la inconformidad con el sistema socioeconómico y político

de la naciente república y adviene la sangrienta represión del Gobierno militar

presidido por Juan José Flores. “La misa de las lanzas”, segundo apartado, relata el

hecho histórico de que a los quince años de supremacía Floreana le sucede el

militarismo nacional, donde José María Urbina, en el año de 1852, decreta la

emancipan de los esclavos negros. En el tercer apartado, “Partida de azar contra el

destino” se analiza la controversial figura de Gabriel García Moreno, quien por la

ambición de tomar y mantener las riendas del poder político del Estado ecuatoriano no

dudó en colaborar con el presidente Guillermo Castilla del Perú y luego entabló

comunicación con Francia para convertir al Ecuador en un protectorado convirtiéndose

en un auténtico vende patria. El cuarto apartado, “El profeta inerme y el arcángel

sangriento” se analizan dos grandes personalidades de la historia y la política

ecuatoriana: Gabriel García Moreno y Juan Montalvo, el primero de ellos que ha

pasado a la historia como una persona de impasibilidad diabólica y siniestra, que no

escatimó fusilamientos, latigazos, destierros, torturas y cárcel para imponer su absoluta

voluntad. El segundo, Juan Montalvo, en cambio, con su voz amenazadora anunciaba

la nueva era, lo que vendrá y su luminosa palabra se hizo carne en la lucha política del

valiente líder del liberalismo radical, Eloy Alfaro Delgado.

Último capítulo, “Drama y paradoja”, se distribuye en tres apartados: “La

hoguera bárbara”, que se refiere no sólo a la muerte, arrastre e incineración, de Eloy

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Alfaro y sus lugartenientes más leales en El Ejido, sino también a toda la época de

hegemonía liberal, al tiempo que destaca las principales obras ideológicas y físicas del

liberalismo radical, el mismo que dejó huella indeleble en la historia del Ecuador. “El

becerro de oro”, se refiere a los movimientos de las masas populares, que fueron

sanguinariamente reprimidos por los gobiernos “liberales” el 15 de noviembre de

1922, en las calles de Guayaquil y el 3 de septiembre de 1923 en la Hacienda de Leito,

en la provincia de Tungurahua. Ante la severa crisis un grupo de militares jóvenes de

tendencia progresista encabezaron la Revolución del 9 de Julio de 1925, período en el

que se ubica el gobierno del Dr. Isidro Ayora Cueva, quien con el apoyo de la Misión

Kemmerer reorganizó las finanzas públicas e inició el proceso de modernización e

institucionalización del país. Con la Bolsa de Valores en Nueva York y las secuelas de

la Segunda Guerra Mundial que estarían por llegar, la crisis en el Ecuador se tornó

insostenible, hasta que, con el impulso de las izquierdas, advino la Gloriosa

Revolución del 28 de mayo de 1944. Cierra este capítulo, “Hombres sin tierras y tierras

sin hombres”, donde se denuncia una de las mayores paradojas del Ecuador, que se

manifiesta con la inequitativa distribución capitalista de la tierra cultivable, la cual está

en pocas manos de latifundistas, comenzando por el propio Estado y la Iglesia Católica,

mientras la mayoría de ecuatorianos trabajadores carecen de ella y, producto de esta

inequidad, adviene la otra gran paradoja del Ecuador, según la cual una mayoría de

habitantes del país padecen de desnutrición y hambre, aunque vivan sobre un territorio

caracterizado por la feracidad de su suelo, la riqueza del subsuelo y la biodiversidad

del fondo del mar.

“En busca del destino”, desenlace de esta magnífica obra, hace referencia a la

tardía incorporación del Ecuador al capitalismo mundial, demuestra la frustración de

las masas populares con las revoluciones de 1895, 1925 y 1944, enumera las inmensas

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riquezas naturales que posee el Ecuador, en las tres regiones continentales, en la Insular

y en el fondo de los mares. Con estos fundamentos Leopoldo Benites Vinueza

concluye su obra con una visión esperanzadora del porvenir de la nación, haciendo

especial relevancia a la siguiente generación de ciudadanos que aparecerá con nuevos

ideales para construir un país basado en los ideales que el siempre profesó. Así

concluye este extraordinario ensayo.

5.3.Narrador.
El narrador es heterodiegético omnisciente ya que está fuera del mundo narrativo y

las acciones de los actantes no repercuten de ninguna manera en él, además de la tercera

persona que es característica en el narrador omnisciente la cual permite que este conozca

todo.

5.4.Tiempo.
5.4.1. Tiempo gramatical.
Este libro se encuentra escrito en pasado, pues usa verbos en pretérito que indican al

lector que lo que cuenta el libro ya pasó.

5.4.2. Tiempo interno.


Esta obra utiliza tiempo diegético definido ya que existen elementos que permiten

distinguir el transcurso del tiempo dentro de la obra.

5.4.3. Tiempo externo.


Ecuador, drama y paradoja es un ensayo publicado en el año 1950 y escrita

por Leopoldo Benítez Vinueza, que lo situó entre los iniciadores del ensayo histórico en

la literatura ecuatoriana. La culminación y detonante argumental es la historia per ce del

Ecuador.

5.4.4. Tiempo cronológico.

El tiempo cronológico usado en esta obra es lineal, lleva un orden cronológico de los

acontecimientos históricos del país.

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5.4.5. Tiempo narrativo.
Es un tiempo de pasado inmediato ya que el accionar de los actantes se ubica en un

tiempo cercano al nuestro, esto es, los siglos inmediatos al nuestro. Toda la literatura que

se produjo en el siglo XIX y gran parte del XX.

5.5.Espacio.
En la obra se pueden apreciar varios espacios reales como son: ciudades, pueblos y

países.

5.6.Estilo.
El estilo usado en esta obra es directo ya que se basa en descripciones, aunque también

introduce pensamientos del propio autor que embellecen el ensayo.

5.7.Ritmo.
El ritmo usado es de expansión pues el autor detiene apropósito el accionar de los

hechos para centrarse en descripciones, claro, sin exagerar y sin perder la atención del

lector.

5.8.Actantes.
Actantes como tal no hay si se tuviese que escoger un actante principal lo sería el

Ecuador en sí, siendo los actantes secundarios los hechos históricos que lo han

conformado como tal, y los fugaces serian las personalidades como presidentes y literatos

que ayudaron a gestar dichos hechos históricos

6. Comentario.

El conocer el pasado evita que los errores cometidos en él se repitan, así pues la obra

de Benítez nos envuelve en una total retrospectiva del país, para mostrarnos su origen su

historia, sus buenos y malos acontecimientos, dejándonos una de las reflexiones que se

deberían tomar en cuenta por todos los lectores de esta obra, la idea de que está en las

generaciones venideras y en las actuales cambiar al país con ideologías firmes y

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socialistas, pensando ya no solo en el bienestar de uno sino en el bienestar de todo el

sistema.

7. Conclusión.

La maestría de Leopoldo Benítez, en su obra, ha dejado al Ecuador como lo que es,

un país lleno de historia, cultura, injusticias, revoluciones, gestas políticas y sobre todo

gente luchadora con ideales nuevos, firmes y tenaces. Esta obra ha tenido una gran

influencia para los ensayos que le siguen y no es para menos pues es toda una obra de

arte que muestra la preparación y doctitud de Leopoldo Benítez Vinueza, ya que resulta

muy difícil el conocer la historia de toda una nación, aún de una pequeña como la

ecuatoriana, pues a pesar de ser pequeña en territorio, es grande en cultura y en historia.

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