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Guerras civiles y la hacienda pública durante los años dorados del liberalismo económico,

1847-1873

Guerras civiles y la hacienda pública en el escenario imperialista, 1873-1905

A las guerras civiles colombianas a partir de 1873, hasta el fin de la Guerra de Los Mil Días, se le
sumó un nuevo elemento a su ya compleja red de causas y efectos y es el hecho que el escenario
internacional, desde el aspecto económico, asume un papel preponderante en el estallido y
desarrollo de estas. Cabe recordar que para el año en mención el panorama colombiano estaba
un poco más cercano a los vaivenes de lo que acaecía fuera de sus fronteras gracias a los
intercambios comerciales de bienes primarios que el país sudamericano realizaba,
especialmente a países de Europa Occidental, como Francia, Gran Bretaña e Irlanda y el Imperio
Alemán.

Antioquia, padeció los efectos de tal situación, reflejada en un estancamiento de su economía y


de su actividad básica, la minería de oro (Ver Gráfico 1). Lo anterior, despertó los temores en
sus élites de una crisis del modelo comercial que lo sustentaba, una desconfianza abierta en su
institucionalidad1 y adoptar consigo una conducta de riesgo2 justificada en sacar sus capitales
de este territorio hacia Europa con el fin de garantizar la paulatina pérdida rentabilidad que para
ellos implicaba mantenerlos acá.3

Gráfico 1. Producción regional de Colombia de sus cinco exportaciones históricas


(1830-1930)

1
Orlando Aguilar Gómez, Carlos Fernando Lopera Velásquez, Oswaldo Aharón Porras Vallejo. Las finanzas
públicas en el Estado de Antioquia, 1857-1886, 21.
2
Rubi Consuelo Mejía Quijano, El riesgo y la historia empresarial antioqueña: tres casos de estudio Carlos
E. Restrepo, José María Pepe Sierra, Ricardo Olano. Medellín: Universidad EAFIT, 2011 (Falta citar número
de página). Las élites asumían tal respuesta, por un lado, por el excesivo peso de los impuestos sobre las
transacciones de compra de mercancías desde el extranjero, que al ser introducidas para el consumo
interno o de otros Estados como el Cauca se reflejaban en altos costos de transporte y de venta en el
mercado. Lo cual conducía, en su modo de ver, a perder capacidad de competencia con otros
comerciantes del resto de Los Estados Unidos de Colombia. Por otro, una “burbuja” al interior de la
explotación minera generada por un crecimiento en “el número de explotaciones y de personas en tal
actividad entre 1858 y 1870 en el Estado de Antioquia” que propició una disminución de “las utilidades
por el lado del comercio” Ver, Orlando Aguilar Gómez, Carlos Fernando Lopera Velásquez, Oswaldo
Aharón Porras Vallejo. Las finanzas públicas en el Estado de Antioquia, 1857-1886. Trabajo de grado para
optar al título de economistas. Asesor: Jorge Gustavo Pérez Restrepo. Medellín: Universidad de Antioquia,
Facultad de Ciencias Económicas, Departamento de Economía, 1987, pp.163-167.
3
Orlando Aguilar Gómez, Carlos Fernando Lopera Velásquez, Oswaldo Aharón Porras Vallejo. Las finanzas
públicas en el Estado de Antioquia, 1857-1886. Trabajo de grado para optar al título de economistas.
Asesor: Jorge Gustavo Pérez Restrepo. Medellín: Universidad de Antioquia, Facultad de Ciencias
Económicas, Departamento de Economía, 1987, p.167.
Fuente: José Antonio Ocampo y Santiago Colmenares Guerra, “Exports and Economic Development in
Colombia: A Regional Perspective, 1830-1929” en The First Era Revisited, ed. S.Kuntz-Ficker (2017), 189.

Gráfico 2. Porcentaje compartido de los cinco principales productos de exportación


colombianos (1830-1930)
Fuente: José Antonio Ocampo y Santiago Colmenares Guerra, “Exports and Economic Development in
Colombia: A Regional Perspective, 1830-1929” en The First Era Revisited, ed. S.Kuntz-Ficker (2017), 201.

Gráfico 3. Valor exportaciones colombianas (1835-1929)

Fuente: José Antonio Ocampo y Santiago Colmenares Guerra, “Exports and Economic Development in
Colombia: A Regional Perspective, 1830-1929” en The First Era Revisited, ed. S.Kuntz-Ficker (2017), 199.

Gráfico 4. Balanza comercial colombiana (1835-1929)


Fuente: José Antonio Ocampo y Santiago Colmenares Guerra, “Exports and Economic Development in
Colombia: A Regional Perspective, 1830-1929” en The First Era Revisited, ed. S.Kuntz-Ficker (2017), 205.

Finaliza una edad dorada para el liberalismo económico y político dominantes, cuyas
características predominantes estuvieron señaladas por una expansión de la compra y venta de
mercancías pero sobre todo de capitales dirigidos hacia la producción de estas y la generación
de especulación financiera a nivel de bancos y préstamos a personas y Estados. Para ese año,
uno de sus lugares de referencia, la Bolsa de Valores de Viena, que actuaba como espacio de
transacción para el centro y este de Europa y el Imperio Otomano sufrió una caída en sus valores
de referencia, originando un “efecto contagio” hacia las bolsas de Londres y Nueva York. Lo cual
desencadenó una ola de temores y quiebras sin precedentes en la economía internacional.

En Los Estados Unidos de Colombia, se recibió con reserva esta noticia y obligó al gobierno de
entonces, en cabeza del político liberal Manuel Murillo Toro a adoptar medidas efectivas que la
enfrentaran y así evitar una crisis de proporciones a nivel interno. Sin embargo, sus efectos
hicieron más por el desgaste de su mandato y de sus sucesores, los también liberales, Santiago
Pérez y Aquileo Parra que de un verdadero alivio a una economía que desde finales de 1863,
atravesaba por una senda de estabilidad y que requería de solidez ante estos embates de origen
externo.

El radicalismo liberal que gobernaba el país desde la finalización de la última guerra civil general
en 1862, ante el sombrío panorama que se avecinaba con este anómalo entorno económico
opta por reformarse y proteger sus conquistas adquiridas en casi diez años de dominio casi
absoluto. A causa de ello, intensifica sus políticas de separación de la jerarquía eclesiástica y de
su rival político, el Partido Conservador. Considera que la educación es un frente que puede
frenar sus ímpetus de retornar de nuevo al poder luego de una ausencia que se ha prolongado
por casi dos décadas. Para ello, aprovecha los ingresos que percibe de sus exportaciones previas
a la crisis para llevar a efecto tal proyecto político.

Para contraste de los intereses liberales, estos esfuerzos alientan una nueva guerra civil general
a mediados 1876, la cual se prolongará durante un año (Agregar cuadro). Acelerando la
manifiesta crisis económica que sobrevenía desde 1875 cuando esta nación comienza a recibir
los primeros efectos de la “Gran Depresión” con la caída de los precios internacionales del
tabaco y de la quina. El desenlace que tuvo esta confrontación a favor del Estado nacional sobre
los bandos rebeldes respaldados por los recursos de los Estados Soberanos de Antioquia y El
Tolima, paradójicamente, para el primero a un costo político, social y económico más alto que
para los segundos, fue una progresiva transformación del modelo económico y político
imperante hacia lo que se denomina nacionalismo económico (Explicar con una cita) el cual,
para el caso de la hacienda pública, pretendía allegar más recursos fiscales a la Nación que a los
territorios con el fin de proteger la economía de futuras situaciones externas y evitar así
sobresaltos a nivel interno. Con la siguiente consecuencia, El capital financiero y especulativo,
suple las necesidades económicas que antes hacía el capital productivo y precariza aún más su
respectivo manejo. Ahora son los financistas quienes abiertamente deciden sobre ella
vía préstamos o concesiones de rentas oficiales como licores, degüello o salinas.

Estructurar la hacienda bajo el espíritu centralizador de los nuevos tiempos económicos será la
simiente de los conflictos armados locales y generales que sufrirá la naciente República de
Colombia en los años 1885, 1895 y la Gran Guerra Colombiana de 1899 que se extenderá hasta
1902 y que harán solo aferrar más en el imaginario la idea del centro político descentralizando
la administración mediante nuevos impuestos.

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