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Los ANNALES y la historiografía

peruana (1950-1990):
mitos y realidades

Manuel Burga*

La escuela histórica de Anna1es, evi- Historique para el periodo 1890 - 1920


dentemente, es parte integrante de aproximadamente. Una influencia que
!a historiografía franceSa del siglo xx. provenía desde fuera de los ámbitos
Una historiografía nacional tan hetero- universitarios, lejos de los programas de
génea, rica en matices y plena de ten- estudios de las escuelas de historia en
dendas contrapuestas, unas modernas las universidades y más bien promovi-
y otras sumamente tradicionales. Por lo da e impulsada a través de una revista
tanto es necesario entender a la Escuela heteredoxa y de una activa tertulia inte-
de Annales dentro de esta historiografía lectual: ''LaReouede Synthese no son úni-
nacional, como producto de ella, como camente artículos, y muy a menudo
una tendencia modernizante que luego hermosos artículos que todavía hoy
se volverá dominante hasta aparecer causan placer al releerlos; la Revue son
como la misma historiografía francesa. . también y más todavía, reuniones, con-
Por otro lado es necesario indicar que versaciones, intercambios de informa-
esta escuela debe entenderse también dones y de ideas"l. Esta labor nos hace
dentro de la dinámica evolución cultu- recordar el proselitismo intelectual que
ral, intelectual y politica de Francia en el Benedetto Croce y Federico Chabod
presente siglo. Esto se puede deducir desplegaron en Italia casi en el mismo
muy bien del breve ensayo de Fernand . período, hasta el punto <le sacrificar sus
Braudel, "Mi fonnación como historia- propias investigadones (BRAUDEL, Id.:
dor (1991)"; donde, como actor y como 23). El esfuerzo de H Derr, desde su
testigo, analiza esta evolución. Reoue y su tertulia, que apuntaba a
Es indudable la influencia del filóso- promover y fomentar la convergencia
fo Henri Bar y su Revue de Synthese de las ciencias sociales, los estudios de

.. Porumciz f!mII!1'ttda en el Colcquio 1n~ Los Alt_les en Améric4 ÚltiIul orgmdadD por Fuero-
Stde Mhdro y IR Dif1isi6n de Estudios de Postgnulo de la. FIlCUlUrd de Eronomfa de IR UNAM. Mhdro, 18 al
22 de octtdm: .199.3. Úlversiónoriginaltle eslR ponencia Ju¡ sido pIlbliQad¡.¡ en la fWista Esl4bunes,Mé%ico,
enerv I jvnio 1994:N~ 7. ÚI TJerSi6n qw ilhonz se pIlblÍCI/: hR súio aJ1'IT.8Íll4 y tigt:nmumte aumenftUk.

CIENCIAS SOCIALES Afio 1, nO 1, págs. 11-33 (UNMSM/I/Hs, Lima - Perú.. 1995) 11


síntesis, tendrá una concreción exitosa La Escuela de Annales prefirió el estudio
con la fundación de la Revue Annales y análisis de las fuerzas ocultas, de
por Marc Bloch y Lucien Febvre en mediano y largo plazo, que explicaban
1929. Una Revista editada desde una los acontecimientos de muy cortadura-
universidad francesa de provincias, la ción. La actitud herética es posible en-
Universidad de Estrasburgo, que pro- contrarla a nivel metodológioo y políti-
fundizó la ruptura, se situó en el campo co: los fundadores de Annales fueron
específico de la historia y,a la vez, pasó reacios al dogmatismo teórico y promo-
de las discusiones teóricas, abstractas y vieron lo que empezaron a denominar
filosóficas al análisis de temas más con- una historia total, que incluyera lo social,
cretos y empíricos. lo económico, 10 político e incluso las ac-
Los animadores de la revista, Marc titudes mentales. Los herederos de esta
Bloch y Lucien Febvre, desde que se escuela, los que tomaron la conducción
conocieron (1919) hasta la muerte del de la revista a partir de 1968, sufrieron el
primero (1944), durante 25 años de fe- desencanto político del marxismo y por
cundo trabajo compartido, dieron ejem- eso no tuvieron ningún problema en
plode coincidencia, intercambio de ideas acercarse a otras teorías, como el estruc-
y de colaboración intelectual por enci- turalismo, por ejemplo. En general po-
ma de cualquier discrepancia personal. demos decir que los historiadores de
No quisiera ingresar a los pormenores esta escuela bebieron en muchas fuen-
de la Escuela de Annales, sino limitarme tes teóricas, pero en ninguna de manera
a lo esencial y a los rasgos, hechos y ca- exclusiva y lógicamente no cayeron en el
racterísticas de esta escuela que me dogmatismo y utilitarismo político de
interesa tomar en cuenta para analizar la historia, ni en el discurso con fuerte
luego su influencia en un sector de la implicación ideológica. Además, es ne-
historiografía peruana más reciente. cesario indicar que, tal como lo hace Jac-
En resumen: una revista, una tertulia ques Le Goff2,la revelación de las reali-
informal, un espíritu iconoclasta (en dades del estalinismo y la avasalladora
relaci6n a la historia tradicional), una presencia militar soviética en Europa
actitud herética (respecto a las teorías del Este llevaron a los jóvenes historia-
liberal o marxista), una convicción cien- dores comunistas franceses de los años
tífica globalizante y un acercamiento 'SO a interrumpir la militancia política, a
sistemático al proceso intelectual, cien- alejarse del marxismo dogmátioo y a
tífico y cultural de Francia de la época, acercarse de manera muy sistemática, y
podrían ser los rasgos esenciales de la a la vez burocrática, a la llamada EscueLl
denominada Ecole d 'Annales y los que de Annales. Salvo algunas raras excep-
más me interesan en este caso. El espíri- ciones, como la de Georges Duby, que
tu iconoclasta se cultivó desde los años se consideraron parte de esta corriente
de H. Beu y se manifestó como una historiográfica pero sin renunciar a los
crítica aguda a la denominada histoire principios fundamentales del marxis-
évenemenfielle; al relato histórico que mo3•
privilegiaba la historia política, de los La convicción científica globalizante
acontecimientos, del papel decisivo ju- que se manifiesta desde la etapa pre-
gado por los grandes hombres, la des- Annales -anterior a 1920, lógicamente-
cripción de las batallas militares o las con la influencia de Henri Berr, pennite
agitaciones nerviosas de la sociedad civil. ya en los años '20 un acercamiento más

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refinado a la geografía, la economía" la Escuela de Annales, a tal punto de do-
sociología, la psicología, la lingüistica y minar la historiografía francesa, opa-
finalmente a la antropología. Bastaría cando -de alguna manera- el marxismo
recordar los libros· Les rois thllumaturges ortodoxo de Pierre Vilar, el marxismo
(1924) y Martín Luther. Un destin (1927), remozado de Michel Vovelle, el conser-
de Marc Bloch y Lucien Febvre respecti- vadorismo teórico de Pierre Chaunu y la
vamente, para entender este proceso. En rica e imaginativa historia institucional
los años '30 y '40 la revista privilegia lo de Roland Mousnier y de otros viejos
económico, para más tarde -desde los historiadores franceses reticentes a las
años 'SO, específicamente- abrirse a las novedades que traían las ciencias socia-
otras ciencias sociales y al estudio de lo les. Entonces, la Escuela de Annales, tal
social, lo cultural y lo humano en gene- como es ampliamente conocido, es una
ral. Para luego, en su última etapa, la tendencia moderna dentro de la histo-
actual, aproximarse a la historia de las riografía francesa, amplia, heterogénea
mentalidades y de las relaciones de gé- y de conocida vocación nacionalista.
nero. Esta convicción científica globali- También quisiera anotar que, mira-
zante, cultivada gracias a su indepen- da desde un país latinoamericano, los
dencia respecto de teorías sociales y cuatro períodos de la Revista Annales -y
doctrinas políticas, permitió a esta es- metafóricamente de la escuela encarna-
cuela una renovación constante y per- da en ella-, desde los fundadores (in-
manente. Así pudieron en riquecerse teresados en la historia social, económi-
con la vecindad al marxismo, al funcio- ca y cultural), pasando por la geohist:o-
nalismo y al estructuralismo, pero sin ria de F. Braudel, hasta la generación in-
encerrarse en ninguna de esas denomi- teresada en las mentalidades y en la
nadas teorías sociales o escuelas de pen- historia total, no significa (como lo indi-
samiento. ca Ruggiero Romano)4, una renuncia a
Esta convicción, además, les permi- los fundadores, ni una deriva historio-
tió involucrarse, nutrirse y relacionarse gráfica, sino más bien una multiplica-
estrechamente con el desenvolvimiento ción de los territorios de estudio, una
de las tradiciones -para no decir teorías, búsqueda de nuevas explicaciones a
ni escuelas- intelectuales, culturales y viejos problemas y una aproximación a
científicas francesas del siglo XX: ¿qué otras ciencias sociales. Curiosamente
representante de la Escuela de Annales este nuevo impulso busca, en mi opi-
no había leído y asimilado los libros más nión, emparentarse con los fundadores,
importantes de Emile Durkheim, Fran- L. Febvre y M. Bloch específicamente,
.;;ois Simiand, Marcel Mauss, Maurice y con algunos de los libros con los cuales
Halbwachs, Lucien Goldmann, Michel se inicia el estudio de las actitudes
Foucault, Jacques Lacan, Jean-Paul Sar- mentales o de las mentalidades en la
tre y Claude Levi-Strauss? Para men- historia. Me refiero a Los reyes taumatur-
cionar sólo unos nombres, excluyendo gos y El problema de la incredulidad en el
injustamente a geógrafos, economistas siglo XVI; La religión de Rabelais, de 1924
y filósofos que también influyeron po- y 1942 respectivamente.
derosamenteen los historiadores de esta Hay algo que finalmente quisiera
escuela. Esta suerte de libertad para rápidamente retomar: su carácter inno- ..
"visitar", como solía decir F. Braudel, las vador, no convencional y su indepen-
otras ciencias sociales, enriqueció a la dencia de las instituciones públicas tra-

CIENCIAS SoCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 13
dicionales. No conozco la evolución bajando en el Instituto Rayrnond Aron
más reciente de esta escuela histórica, de París. Todo parecería indicar, si con-
pero este alejamiento quizá me permite sideramos lo que sugieren R. Romano y
señalar ciertos hechos con mayor niti-' el historiador mejicano Carlos A. Agui-
dez y rotundidad. Me detengo sola- rre Rojas, que cuando esta escuela histo-
mente en su independencia de las insti- riográfica fue perdiendo su fuerza en
tuciones públicas y su compromiso con Francia, sus influencias y reperClisiones
una visión renovada y renovadora de la sevolvieron más notoriasenel restadel
historia francesa. F. Braudel (1991:28) mundo y especialmente en América La-
señala, de manera muy esquemática, ti·na.
5
cuatro momentos en la conducción y
dirección de la revista Annales: 1929 - 1. La influencia clásica
1945 (M. Bloch Y L Febvre); 1946 -1956 francesa en el Perú
(L Febvre); 1956 -1968 (P. Braudel) y el (1930 -1950)
periodo posterior, que podría ser -por
su esencia y naturaleza- muy cercano al Digo clásica, para no decir inicial,
presente, desde 1968 a la actualidad, tradicional o utilizar otro. adjetivo aún
bajo ia conducción de Jacques Le Goff, más arbitrario. Quizá sería más adecua-
Immanuel Le Roy Ladurie y Marc Fe- do decir la influencia solitaria, o indivi-
rro.Nopuedodetenermeaanalizarcada dual, que ciertos intelectuales, historia-
uno de estos períodos, pero en cambio sí dores o antropólogos franceses, ejercie-
puedo afirmar que es muy notable la ron sobre algunos intelectuales o estu-
progresiva institucionalización de esta diosos peruanos durante este período
escuela desde la aparición de la Maison de 1930 a 1950. No quisiera referirme a
de Sciences de I'Homme. Casi todos los todos los afrancesados peruanos de este
representantes de esta escuela, salvo período, como los hermanos Francisco
error u omisión, son profesores de la (1883 - 1953) Y Ventura García Calde-
E¡;:ole des Hautes E~des en Sciences ron (1886 -1959), que vivieron mucho
Sociales o investigadores con un labora- tiempo en Francia, escribieron en fran-
torio en el CNRS o en la Maison· de cés en algunos casos, pero que no tu-
Sciences de l'Homme. Quedan ya muy vieron -quizá por la formación clásica
lejanos los tiempos de Henri Berr, de M. literaria que poseían, por sus ideas polí-
Bloch, la tertulia de L. Febvre, para ticas y por sus orígenes de clase- un
pasar -probablemente desde los tiem- acercamiento. más o menos orgánico a la
pos de F. Braudel- a esas formas parisi- Escuela de Annales. Menciónaparte me-
nas de trabajo -muy en boga actua1men- rece Jo sé de la Riva-Agüero (1885-1944),
tey extensivas al conjunto de las ciencias como solía indiCar Raúl Porras, caudillo
sociales- que G. 'Duby, como buen me- espiritual de la generación del novecien-
dievalista, ha denominado como formas tos, quien pciseyó una vastísima forma-
feudales de organización del trabajo. ción hispanista, gozó del padrinazgo
Esto explica quizá la pérdida momentá- intelectual de Unamuno y Menéndez y
nea de brillo de esta esc.uela y la emer- Pelayo en su juventud y que, como es un
gencia de los ímpetus innovadores, ico- muy bien conocido, evolucionó desde
noclastas de las posiciones "revisionis- sus posiciones liberales futuristas de los
tas", de Fran~is Furet, Mona Ozouf y años 1910 -1919 a un conservadorlsmo
de otros historiadores actualmente tra- político, a una abierta simpatía porlos

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fascismos europeos y a un catolicismo gacionesantropológicas; arqueológicas
ultramontano entre 1930 y 1944, año de y finalmente, lo que podemos conside-
su muerte. Podríamos decir que Raúl rar como una modalidad Particular de
Porras, como él mismo lo reconoció, no influencia, donó una rica colección bi-
escapó a su influencia: ''Por eso, tanto bliográfica de estudios andinos a la Bi-
para los que le conocían como para los blioteca Nacional de Uma.
que le negaban, en un país donde la Un segundo personaje francés fue
cultura, regida por la ley de la improvi- Marcel Bataillon (1895-1977); hispanis-
sasión, está hecha de plagios y de clisés, ta, culto historiador literario, gran cono-
pudo aparecer como un encomendero cedor de la presencia de Erasmo y del
feudal, dueño de vastos e inajenables humanismo en la España del siglo XVI.
predios de la cultura, a menudo saquea- Desgraciadamente desconozco los por-
dos y devastados por depredadores de menores de su presencia en el Perú7, a
todo género, y que sólo un humanista pesar de haber tenido un rápido acceso
excelso como él pudo señorialmente do- a la correspondenCÜl de la historiadora
minar6. peruana Ella Dunbar Temple y haber
Quisiera más bien referirme a dos podido constatar que ella mantuvo una
franceses muy conocidos en el Perú: cierta comunicación con M. Bataillon.
Paul Rivet (1876 - 1958), antropólogo, Además de los libros dedicados y varias
lingüista, diputado socialista, muy inte- otras publicaciones menores que envió
resadoenlahistoriayfundadordelMusée a la historiadora peruana, quien proba-
del'Homme de París. Desde 1930, P. Ri- blemente conoció al académico francés
vet visitó frecuentemente el Perú, trabó en la tertulia del historiador peruano
amistad con numerosos estudiosos pe- Raúl Porras Barrenechea (1897 - 1960),
ruanos, fomentó los estudios antropoló- gran conocedor de las crónicas históri-
gicos, históricos, lingüísticos y renovó la cas de los siglos XVI - XVII, historiador
apreciación que se tenía de las culturas culto y literario, que influyó muchísimo
indígenas. Desconozco la relación que en toda una generación de historiadores
existió entre Paul Rivet y Alfred Mé- que podríamos denominar "Úl genera-
traux (1902 -1963), pero es posible cons- ción de los años '50 La afinidad entre
H

tatar una continuidad entre ellos. Elli- Bataillon y Porras Barrenechea parece
bro del primero sobre Los orí~ del indiscutible; ambos intentaron conocer
hombre americano (1943) defendió dos los aspectos positivos que España trajo
teorías histórico-antropológicas de al Nuevo Mundo. Los estudios de M. Ba-
amplia difusión y aceptación en el Perú: taiDon, por otro lado, sobre Fr. Francis-
la inmigración tardía asiática y polinési- co de la Cruz (quemado vivo por la In-
ca que pobló América yel autoctonismo quisiciónen Lima, 1572), sobre el signi-
de las culturas indígenas americanas. ficado de la rebelión de Gonzalo Pizarro
La segunda teoría, que provenía de la (1548), y sobre el original lenguaje de
arqueología, le permitió un buen diálo- los cronistas españoles del siglo XVI
go con el arqueólogo peruano Julio C. sirvieron de inspiración a R. Porras Ba-
Telloy también con la moderna arqueo- rrenechea e incluso a sus discípulos más
logía peruana y andina en general. Paul cercanos c:omo Ella Dunbar Temple.
Rivet, durante este período, reunió una Fran~is Chevalier, el gran mejicanista,
rica bibliografía peruana en el Musée de fue otro historiador francés que, de di-
l 'Homme de París, fomentó las investi- versas maneras, influyó notablemente

QENaAsSOOAuS------------------------------~--------------- 15
sobre la generación d~ historiadores de misma dirección: estudiar las diversas
los '50. Su estudio cIási~o La formation des dimensiones de la historia rural andina;
grands domaines auMexique. Terre et socié- las haciendas, las comunidades indíge-
téaux XVI - XVIlesiecles (1952) o sus Ins- nas y el campesinado andino. La in-
trucciones a los hermanos jesuitas adminis- fluencia clásica francesa sobre la histo-
tradores de haciendas (1950) Y un ensayo riografía peruana, en este período de
sobre la expansión de la hacienda andi- 1930 a 1950, se hará efectiva sobre perso-
na peruana a fines del siglo XIX e inicios nas aisladas,a través de contactos espo-
del XX tendrán una notoria repercusión rádicos y lejanos. Eran las visitas de es-
en algunos historiadores peruanos. tos personajes al Perú, así como la circu-
Estos cuatro personajes, Paul Rivet, lación restringida de sus libros y estu-
Mareel Bataillon, Afred Métraux y Fran- dioslosprincipalesmecanismosdetrans-
~is Chevalier, influyeron de manera misión de la influencia clásica francesa.
muy desigual sobre diversos especialis-
tas peruanos. La influencia de Mareel 2. Mitos (1950 - 1970): las
Bataillon, hispanista y generoso intér- primeras influencias de la
prete de la historia española de la época Escuela de Annales.
colonial, afectará principalmente a Raúl
Porras Barrenechea y a algunos historia- En el Perú, con una cierta nitidez,
dores conservadores nucIeados dentro podemos distinguir a una generación
de el Instituto Riva-Agüero de la Uni- de historiadores de los años 'SO, a la que
versidad Católica de Uma. Por otro lado, podríamos llamar la Generación de la
Paul Rivet y Alfred Métraux, con sus Ruptura. A ella pertenecen, entre otros
diversos estudios y relaciones persona- CarlosArambar Zerpa, Annando Nieto
les, terminaron contribuyendo eficaz- Vélez (n. 1931), Waldemar Espinoza
mente al redescubrimiento de lo andi- Soriano (n. 1936), Antonio del Busto
no, de los indígenas quechuas y de sus Duthurburu (n. 1932), Luis Millones,
culturas sobrevivientes en pleno siglo Miguel Maticorena Estrada, Franldin
xx. El pequeño gran libro de A. Mé- Pease(n. 1939) YPablo Macera (1929). En
traux, Les Incas (1961), además de popu- la arqueología podemos mencionar a
larizar los resultados de lasinvestigacio- Duccio Bonavia (n. 1935) y Ramiro Ma-
nes de John V. Murra, contribuyó a tos Mendieta. En la lingüística a Alfredo
confirmar la concepción de que loscam': Torero; en la sociología a Aníbal Quija-
pesinos quechuas de la actualidad, no, Julio Coder y Carlos Franco y en la
sumidos en la miseria y en la explota- antropología a José Matos Mar(n. 1921)
ción feudal andina, eran los detentado- y Héctor Martínez. Me interesa, en este
res, reinventores, herederos de la cultu- caso, analizar solamente al grupo de los
ra, material y espiritual, que poseyó el historiadores y en particular a uno de
hatunruna (mayoría social) de la época ellos: Pablo Macera.
inca. Los estudios de ambos antropólo- Este grupo, de los nacidos más o
gos apuntarán en esta misma dirección: menos entre 1929 Y1939,querealizósus
hacia el descubrimiento de la historia y estudios en los años '50, se formó bajo la
de la cultura de los hombres andinos, de influencia de dos corrientes tradiciona-
los indígenas, de los conquistados en el les de la historiografía peruana de en-
siglo XVI. Los estudios de F. Chevalier, tonces: a). La del Instituto Riva-Agüero
de la misma manera, apuntan en esta en la Universidad Católica de Uma (bajo

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la influencia del pensamiento católico, más el Inca Garcilaso (L. LoA'YZA, ídem:
conservador y aún hispanista del histo- p. 10)". Es ya el Porras, que en los años
riadorJoséde la Riva-Agüero); y b). La 'SO, dará vida a una intensa y animada
de la Universidad Nacional Mayor de tertulia en su casa de la calle Colina, en el
San Marcos bajo la influenda liberal, li- entonces aristocrático distrito de Mira-
teraria, hispanista y erudita de Raúl flores 10. Esta relación con la juventud,
Porras Barrenechea. Habría aquí que en su casa, alrededor de los libros, es uno
distinguir -de manera muy general- de los méritos mayores que le concede
hasta tres períodos en la vida de Porras Washington Delgado: "Yo concurrí a
historiador: los años de estudios univer- ella muchas noches, aunque no tantas,
sitarios (y aún los '20), cuando su fami- por cierto, como hubiera deseado. En el
lia vivía aún en la calle Mogollón del vesbbulode esa casa, o en alguna de sus
centro de Lima, en que frecuentó estre- habitaciones atestadas de libros, un
chamente a los miembros de la deno- grupo de jóvenes, entusiastas y esperan-
minada Generación del Centenario co- zados como todos los jóvenes, escuchá-
mo lo indicó Jorge Basadre, "... pues allí bamos la charla amena, cálida, a ratos
se reunía con frecuencia un grupo, en el punzante, siempre magistral del maes-
que estaban Carlos Moreyra y Paz Sol- tro Porrasll • A finales de los años SO era
dán, Guillermo Luna CartIand, Ricardo canciller de la república, es decir, minis-
Vegas Garda, Víctor Raúl Haya de la tro de Relaciones Exteriores, y ganó un
Torre, Jorge Guillermo Leguía, Luis Al- gran prestigio nacional cuando defen-
berto Sánchez, Humberto del Aguila y dió en la asamblea de la Organización
otros estudiantes't8. Los años' 30, cuando de los Estados Americanos, realizada en
Riva-Agñero regresa de Europa y ante Costa Rica en 1960, la libertad de Cuba a
el ascenso de los fascismos europeos, elegir su propio sistema de gobierno. El
Porras cae bajo la esfera de influencia mismo Washington Delgado lo recuer-
del caudillo espiritual, ''Nunca estuvo Po- da muy emocionado "Es necesario re-
rras tan cerca de Riva Agüero en el áni- cordar sobre todo este episodio definiti-
mo y en el espíritu. Es el Porras de la vo de la existencia de Raúl Porras por
primera madurez, el hispanista comba- que ahí reside la medida exacta de su
tivo,el último conquistador, como se lla- grandeza humana y porque en esta hora
maba a veces con ironía y con un poco de rebelión y crisis, este episodio consti-
(nada más que un poco) de verdad", dice tuye una lección permanente de digni-
Luis Loayza9 • dad moral (ldem, p.x)".
Lúego viene el interesante período En la Facultad de Letras de la Univer-
del Porras liberal (1949 -19(0): "preteri- sidad de San Marcos, en estos años 'SO,
mos al otro, al Porras de los últimos logró consolidar la existencia del Insti-
años, que comienzan en 1949 a su regre- tuto de Historia, reformar el plan de es-
so a Lima, después de renunciar a la tudios de la especialidad, oponerse al
embajada en España. Cambió su vida, avance arrollador de la apristización en
fueron cambiando seguramente algu- la Universidad, desarrollar cursos sobre
nas de sus ideas. Mantuvo uria lealtad fuentes históricas peruanas que atraían
apasionada a la memoria de José de la al público en general y discÚtir acerca
Riva-Agñero pero fue haciéndose más de la naturaleza, científica, humanista y
liberal; quizá le interesaban un poco literaria, de la historia. Los libros de
menos los conquistadores y un poco Jakob Burckhardt, Leopold von Ranke,

CIENCIAS SoCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 17
Theodor Mommsen, B. Croce, Thomas mo el gran resultado del proceso histó-
Carlyle, Fustel de Coulanges, J.G~ Droy- rico peruano. Raúl Porras Barrenechea
sen y Friedrich Meinecke, por ejemplo, no tenía dudas al definir el Perú: lo en-
fueron discutidos, junto a los clásicos tendía como una nación mestiza, inte-
griegos y latinos. Raúl Porras, un hom- grada, andina, occidental y cristiana.
bre de una vasta y réfinada cultura, Enriquecida y fortalecida con la llegada
diplomático de carrera, brillante maes- de los españoles y el advenimiento de la
tro universitario e historiador de voca- cultura occidental. Esta posición lo alejó
ción, se interesó por casi toda la historia de la gente del Instituto Riva-Agüero, lo
peruana, del siglo XVI al XX. Bastaría re- decidió a promover una tertulia infor-
cordar sus publicaciones sobre las cró- mal y como para compensar, o disimu-
nicas y los cronistas de los siglos XVI y lar, su interés por el conquistador Piza-
XVII, sU interés permanente por escri- rro, dedicó una preferente atención a es-
bir un gran libro sobre el conquistador tudiar al cronista mestizo peruano Gar-
Francisco Pizarro, sus estudios sobre la cilaso Inca de la Vega (1539 - 1616). Si-
Independencia, su admiración por el guió sus pasos en España, en las ciuda-
ideólogo republicano José Faustino des donde el Inca vivió, primero en
Sánchez Carrión y finalmente sus pu- Montilla (1560 -1590) Yluego en Córdo-
blicaciones, casi como correlato obliga- ba (1590 - 1616): descubrió numerosos
do de su oficio de diplomático, sobre la documentos garcilasianos,entabló amis-
historia de las fronteras peruanas. Sin tad con estudiosos montillanos, con el
embargo, hay que decirlo para que que- alcalde de esta ciudad y recupero, para
de muy claro, su interés permanente la memoria de Montilla, el recuerdo de
fueron las crónicas y los cronistas de la los 30 años pasados por el Inca Garcilaso
época colonial: las estudió, analizó, des- en esta pequeña ciudad andaluza. Raúl
cubrió algunas y publicó muchas en edi- Porras Barrenechea, descendiente de
ciones modestas, pero muy bien cuida- blancos criollos de la región de Ica (cos-
das. En este campo encontramos su con- ta sur del Perú), empujado por sus con-
tribución más original e importante. vicciones intelectuales y políticas, de-
Por otro lado, si analizamos con cui- fendió el mestizaje, sin renegar de la
dado la obra de este historiador podría- herencia española, pero sin apreciar la
mos descubrir su gran interés -especial- real importancia y dimensión de las
mente en los últimos 15 años de su vida- culturas indígenas andinas. Su gran in-
en entender el Perú como colectividad terés, ternura y dedicación a estudiar y
mestiza, construida por la acción de los comprender la obra del Inca Garcilaso,
grandes hombres, producto de eventos un mestizo cultural y biológico, y su
notables (el Tahuantinsuyo, la conquis- enorme dificultad para leer y entender
ta, la evangelización y la independen- a Guaman Poma de Ayala,cronistaindio
cia), realizados tanto por indígenas, ayacuchano de la misma época, resu-
españoles, criollos y mestizos, incluyen- men muy bien su interpretación de la
do aún a otros grupos étnicos minorita- historia peruana y su definición del
rios. Su interpretación de la historia Perú como nación. Pero no podemos·
peruana, a lo Jules Michelet de la Fran- dejar de reconocer el mérito innegable
cia del siglo XIX, se acercaba a la idea de su estudio pionero "El cronista indio
romántica de considerar a la nación, la Felipe Huamán P. de Ayala" de 1946
colectividad, la república moderna, co- donde habla de la utopía reformista de

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este cronista. Si bien pudo equivocarse lectual, política y profesional. ¿Cuáles
al buscar una buena sintaxisy gramática fueron los caminos de la libertad y la
castellanas en este cronista, al criticar las independencia? En primer lugar y, de
que encontró, tuvo muchos aciertos al manera definitiva, la muerte del maes-
analizar el significado político de la tro en 1960 y la necesidad de buscar
propuesta reformista del autor de Nue- nuevas amistades y padrinos, como el
va Corónica y Buen gobierno. gran historiador de la República Jorge
A la tertulia que se reunía al rede- Basadre Grohmann (1903 - 1980), al
dor del maestro Raúl Porras asistían etnohistoriador Luis E. Valcarcel (1891 -
jóvenes historiadores, literatos, antro- 1984) O al literato Luis A. Sánchez (n.
pólogos, arqueólogos y lingüistas. Era 1900) que comenzaron a gravitar sobre
un cenáculo multidisciplinario donde algunos de los que fonnaban parte de la
los jóvenes encontraban las novedades tertulia anterior.
que el maestro comentaba, donde se Luegolasbecasalex~~,~­
establecían nuevas amistades y los jó- palmente a Francia y a otros países eu-
venes se acercaban a connotados espe- ropeos. Así como los literatos se trasla-
cialistas extranjeros interesados en el dan y se instalan en Europa (como Julio
Perú. Allí conocieron, muy probable- Ramón Ribeyro y Mario Vargas Uosa),
mente, a Paul Rivet, Mareel Bataillon, algunos jóvenes historiadores hacen
Philip A.Means, Femand Braudel, Louis tímidamente lo mismo: Miguel Matico-
Baudin, Hienrich Cunow, Herman rena pasa cerca de 20 años en el Archivo
Trimbom, Geofge Kubler,JohnH. Rowe, de Indias de Sevilla, Pablo Macera un
John V. Murra, Manuel Ballesteros, año en París y Waldemar Espinoza, al
Franc;ois Bourricaud y R. TomZuidema, igual que María Rostworoswki de Diez
por ejemplo. Americanos y europeos, Canseco, visitan en diversos momentos
buenos especialistas, algunos jóvenes y los archivos espai\oles. Aquí quisiera
otros ya consagrados, interesados en la mencionar un caso especial, el de Ella
parte no occidental de las realidades Dunbar Temple (n. 1918), que estudió
peruanas. en la Universidad Católica de Lima, par-
Los discípulos de Raúl Porras Barre- ticipó esporádicamente en la tertulia de
nechea, de nuevo me limitaré solamen- la calle Colina de Miraflores, aunque 15
te a los historiadores, siguieron las hue- años mayor -en promedio- que todo el
llas -cada uno a su manera- del gran grupo antes mencionado. Por ansias de
maestro. Esto es aún más notorio en los independencia, originalidad o por in-
mismos años 'SO y en el primer lustro de fluencias de los visitantes extranjeros a
la década siguiente; continuaron con los la tertulia, desde fines de los años '30 y
estudios de las crónicas, los cronistas, la particularmente en los años '40 se dedi-
conciencia criolla en el siglo xvm, los có a desarrollar originales investigacio-
jesuítas, la independencia criolla de 1821 nes sobre la historia de las familias no-
y los problemas de una república criolla, bies indígenas del período colonial: los
mestiza y occidental. ¿El maestro pudo incas del Cuzco y los huancas del Perú
más que los esporádicos visitantes a la central durante los siglos XVI - XVllP2.
tertulia de la calle Colina? Los discípu- Recuerdo haber visto en un ejemplar de
los, al parecer, continuaron la huella del sus "Caciques Apoalaya" (1943) obse-
maestro solamente por unos años y lue- quiado a Raúl Porras, conservado en la
go acentuaron su independencia inte- colección que este historiador donó a la

CIENCIAS SoCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 19
Biblioteca Nacional, una tímida dedica- cas coloniales, por los caminos de una
toria manuscrita al maestro13 donde casi moderna historia andina.
se excusaba de ocuparse de temas que Un camino similar siguió Waldemar
supuestamente no pertenecían a la "gran Espinoza: la historia de la conquista
historia", criolla o mestiza del Perú. española, de los movimientos anticolo-
María Rostworowski de Diez Canse- niales, de los grupos étnicos, de las insti-
co (n. 1915) recorrió también estecami- tuciones hispánicas y del imperio de
no de independencia y autonomía; mu- los incas. W. Espinoza, como lo indicó
jer autodidacta, que pasó muy rápida- Pablo Macera en 1973, es un gran inves-
mente por la diplomacia peruana, gran tigador de archivos, un infatigable tra-
conocedora de los archivos andinos, con bajador, siempre atento a las nuevas pu-
la publicación de su importante libro Pa- blicaciones, pero casi cautivo del ensayo
chacutec Inca Yupanqui en 1953 inició su y de la fascinación de sus propios hallaz-
fecunda carrera de historiadora. Las dos gos documentales. La suma total de su
mujeres, probablemente por razones obra, enorme por cierto, espera aún un
cronológicas, de posición social o de balance, pero sin lugar a dudas deja
género (casadas o solteras pero con in- traslucir -con mucha nitidez-la influen-
dependencia económica), dan este im- cia de las nuevas inquietudes por estu-
portante paso. Ella Dunbat Temple, por diar las sociedades rurales y la parte no
diversas razones, dejará el tema preferi- occidental de nuestra historia.
do de su juventud y dedicará todo su Luego quisiera detenerme en Pablo
período de madurez al estudio de las Macera (n. 1929), uno de los asistentes a
instituciones prehispánicas y colonia- la tertulia de Raúl Porras que mostraba,
les, pero sin continuar con el ritmo de desde los primeros momentos, una ex-
publicaciones que tuvo en los años '40. huberante imaginación, una optimista
Por otro lado María Rostworowski, vocación, una curiosidad permanente y
mostrando una admirable vitalidad, un una inteligencia muy viva. Pero a pesar
sistemático trabajo en archivos y una de estas características, tan propias de
envidiable formación autodidacta, des- su origen social (honorable clase media
de el Instituto de Estudios Peruanos, ha provinciana) y de una personalidad sin
desplegado un productivo esfuerzo que inhibiciones, no logró descubrir, ni ex-
le ha permitido publicar casi una doce- plorar -en los años '50- nuevos territo-
na de libros importantes en los últimos rios históricos, sino que continuó -con
15 años sobre la denominada etnohisto- nuevos brillos y auténticas ideas- el de-
ria andina o historia de los pueblos in- rrotero señalado por el gran maestro. Su
dígenas sin escritura. Estas dos mujeres, primer libro Tres etapas en el desarrollo de
por razones que ahora no me detengo a la conciencia nacional de 1958, ganador
discutir, transitan -antes que los varones del premio Fanal de la Intemational
que rodearon a Raúl Porras- hacia la Petroleum Company, era la búsqueda
independencia y autonomía. Ellas son de las raíces del pensamiento indepen-
verdaderamente las fundadoras de la dentista y anticolonial en las tradiciones
etnohistoria andina. Equivalentes para intelectuales criollas del siglo XVIII. Las
la historia colonial a lo que Julio C. Tello conclusiones de este libro las hubiera
significó para la arquelogía y Luis E. podido dictar el maestro antes de que la
Valcárcel para la historia inca. Se aden- investigación haya concluido. Quizá por
tran, a través de los archivos y las cróni- esto he escuchado decir a Pablo Macera,

20 - - - - - - - - CIENCIAS SoCIALES
en varias oportunidades, que se aver- años fue publicada como libro (1976).
gonzaba de este libro, lógicamente de su Pero lo más interesante que trajo fueron
juventud, y ciertamente por esta razón las ideas, los libros y las nuevas amista-
se negó sistemáticamente a reeditarlo. des: las menciones durante sus clases a
Ignoro lo que sucedió en las relaciones Emest Cassirer, Mare Bloch, Lucien
entre R. Porras y P. Macera entre 1955 y Febvre, Franc;ois Simiand, Emest La-
1960, pero lo cierto es que Luis A. Sán- brousse, Paul Mantoux, Henri Pirenne,
chez da testimonio que pocas, semanas Benedetto Croce, Paul Hazard, Max
antes de morir, Raúl Porras Barrenechea Weber, I<arl Marx y Pierre Vilar eran
se preocupaba seriamente del joven reveladoras de sus nuevas inquietudes.
profesor Macera que a fines de setiem- Luego de su regre.o, por su brillantez y
bre de 1960 partía a Francia a realizar heteredoxia, al igual que el otrodiscípu-
estudios e investigaciones por un añ01'. lo de Raúl Porras, Carlos Arambar ~r­
Unos meses más o unos meses menos, pa, se hizo cargo del curso Historia Ge-
pero lo suficiente para acercarse al idio- neral del Perú que debían llevar todos
ma francés, a las librerías del Quartier los alumnos ingresantesa la Facultad de
Latín, trabajar en la Biblioteca Nacional Letras de entonces. Transmitía entusias-
de París, visitar Les ArchivesNationaux mo, ideas nuevas, involucraba a sus es-
de France y escuchar a algunos historia- tudiantesen sus investigaciones, presta-
dores en la entonces Ecole Pratique des ba generosamente libros y reunía en su
Hautes Etudes". Hacía ya cuatro años casa, casi de manera sistemática, a un
que había muerto LucienFebvre, pero se pequeño grupo de alumnos que prove-
hablaba aún mucho de sus libros y Fer- nían de las ciencias sociales en general.
nand Braudel, entonces un hombre de Era un esfuerzo por repetir la tertulia de
58 años, dirigía ya dinámicamente la Raúl Porras; en un lugar más mesocráti-
revista Annales y desde el College de co, la calle José Díaz, junto al Estadio
Franee, en la plenitud de sus capacida- Nacional de Fútbol, a 100 metros del po-
des, alentaba investigaciones multidis- puloso barrio La Victoria, en una vieja
ciplinarias sobre el siglo XVI europeo. casona, quizá de los años '40,perodonde
En este momento el libro de Fra~ois los que asistíamos podíamos escuchar
Chevalier, sobre México rural de los inteligentes conversaciones, fortalecer
siglos XVI Y XVII (1952), elaborado bajo nuestras vocaciones y acceder a las no-
la influencia de la Escuela de Annales, vedades que se publicaban en el campo
estaba en boga y era de consulta casi de las ciencias codales y en la Historia
obligatoria para cualquier estudioso en particular. Las habitaciones del pri-
latinoamericano. El estructuralismo de merpiso de su casa estaban colmadas de
Levi-Strauss recién iniciaba su despe- libros, ficheros de investigación, artesa-
gue, pero sus repercusiones en las de- nías de diversas regiones del Perú y
más ciencias sociales aún no eran muy algunos cuadros de pinturas coloniales.
importantes en el horizonte intelectual En los años '60 era un historiador poco
francés. conocido periodísticamente, un intelec-
El resultado de la estadía de Pablo tual brillante, con una curiosidad sin
Macera en Francia fue una tesis de ba- límites, con un estilo de vida austero,
chiller, presentada en San Marcos a su hasta estoico, muy tradicional, respe-
regreso, que denominó La imagen Fran- tuoso de lasdevodones religiosas, aleja-
cesa del Perú (1962), y que luego de unos do de las militancias políticas, amigo de

QENCIAS SOCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 21
la gente de izquierda, apegado a la y de su administración posterior. Los li-
familia y ciertamente satisfecho de la bros contables, las titulaciones de las ha-
honorabilidad de las familias Macera y ciendas, los papeles de los jesuitas le
Dall'orso, que le daban sus dos apelli- permitieron ingresar firmemente en la
dos. El primero de menor alcurnia que historia rural andina. Su estusiasmo por
el segundo. la historia económica y por los papeles
En la casa de la calle José Díaz, en la de la Compañía de Jesús era desbordan-
irregular tertulia, a la cual asistían jóve- te y contagioso. Sus estudios sobre la
nes de San Marcos y la Universidad Ca- conciencia criolla, el pensamiento pro-
tólica, entre las tensiones del trabajo en babilista, la educación elemental en la
equipo y la visita de profesores extran- colonia y las bibliotecas privadas habían
jeros, se produce el nacimiento de una quedado atrás. La historia económica le
moderna historia crítica, nacional, andi- permitió el acercamiento al estudio del
na y peruana. El primer paso, como funcionamiento de la hacienda andina,
ruptura de su formación anterior, fue su al entendimiento del peso de la religión
acercamiento a la historia económica: el en las actividades económicas ignacia-
libro de Max Weber (Historia económica nas y a las diversas formas de recluta-
general), el de H. Pirenne (Historia econó- miento y explotación de las poblaciones
mica y social de la edad media), el de Ernest indias. Negros esclavos, indios siervos y
Labrousse (Historia social y fluctuaciones asiáticos esclavizados se convierten en
económicas), de Earl J. Hamilton (El teso- los personajes centrales de sus investi-
ro americano y la revolución de los precios en gaciones. Su interés por la historia rural,
Europa), de Ruggiero Romano (Chile en desde las haciendas feudales andinas a
el siglo XVIH: una economía colonial) y la las plantaciones esclavistas de la costa,
gran antología de Pierre Vilar, Creci- lo llevó a explorar la larga duración de
miento y desarrollo de 1%4, nos acerca- los siglos coloniales y republicanos. Le
ron a una dimensión nueva de la historia interesaban los precios, los salarios, los
económica y a uno de los grandes histo- volúmenes comercializados, pero más
riadores marxistas del momento, P. como expresiones cualitativas de una
Vilar. En sus cursos también conocimos historia social que como magnitudes
los libros de Mario Góngora, Rolando cuantitativas de una historia económica
Mellafe, Alvaro Jara y Germán Carrera interesada en el número y las series es-
Damas. Algunos de ellos, incluso, pasa- tadísticas. El libro de P. Vilar, Crecimien-
ron por las aulas de nuestra facultad de to y desarrollo, y los ensayos de R. Roma-
entonces. no, eran sus publicaciones de cabecera
Esta tertulia, bastante informal y li- por estos años. En la década de los '70
bre, hacia 1966, se convirtió en el Semi- regresa a sus intereses originales, la his-
nario de Historia Rural Andina. En los toria social, política y de la cultura en
años 1964 y 1965, P. Macera, con un general. Pero esta vez para estudiar la
grupo de nosotros, había explorado in- historia andina, indígena y para profun-
tensamente los fondos de Temporalida- dizar su acercamiento a la historia de la
des (documentos de los jesuitas recogi- sublevación de Túpac Amaru (1780 -81),
dos por la administración española lue- de los curacas rebeldes y de la cultura
go de la expulsión de 1767) que se en- indígena y popular. Lo andino comien-
cargó del secuestro de los bienes de la za a aparecer en una dimensión dife-
Compañía de Jesús, rurales y urbanos, rente en sus estudios: pueblos y formas

22 - - - - - - - - - - - - - - - . , - - - - - - - - - CIENCIAS SoCIALES
de vida derrotados en el siglo XVI, per- ideas revolucionarias, que se acercaban
seguidos y prohibidos en el XVII, inten- a su en tomo.
tando la recuperación de sus territorios Pablo Macera, en los años '70, era el
y culturas en el siglo XVIII y víctimas de intelectual herético, iconoclasta, proféti-
la marginación durante la república crio- co, augur, entrevistado constantemente
lla de los siglos XIX y XX. por los periodistas, renovador, inde-
En sus esquemas generales de inter- pendiente y rebelde a los cautiverios in-
pretación, corno el expresado en su libro telectuales e institucionales. La. univer-
Visión Histórica del Perú (del paleolítico al sidad de San Marcos le daba apoyo y le
proceso de 1968), Lima, 1978, en los cua- permitía una independencia casi sin
les se puede encontrar una notable in- límites. Era herético porque nunca fue
fluencia de José Carlos Mariátegui, cautivo de las teorías sociales o doctri-
comienza a entender nuestro proceso nas políticas: leía a Marx, Weber, Levi-
histórico corno la historia de una enor- Strauss, Lenin, Trostky, Kautsky y po-
me derrota, una continuada frustración día citar a cualquiera de ellos en sus
y corno la degradación constante de las escritos. Era a la vez iconoclasta por su
poblaciones indígenas, quienes eran los renuncia al tipo de historia cultivado
legítimos -según él- dueñoS de los terri- por Raúl Porras, por los criollos hispa-
torios peruanos y los que aportaban la nistasdel Instituto Riva-Agüero y por su
originalidad y singularidad de la nación interés en desarrollar una suerte de his-
peruana. Su interés por el descubrimien- toria de los grupos oprimidos: practicó
to de lo andino se vuelve desbordante y un nuevo estilo historiográfico y descu-
apasionado: la historia, de acuerdo a él, brió nuevas problemáticas históricas.
adquiere su validez y utilidad social en o Además era renovador en las metodo-
tanto contribuía a revelar la historia de logías y en los territorios históricos que
la explotación y de la rnarginalidad de comenzó a explorar (lo económico, lo
las poblaciones andinas. Conquistadas social, lo cultural y la historia de las
y explotadas por los colonizadoresespa- expresiones artísticas andinas). Una
ñoles y nuevamente explotadas y rnar- universidad nacional le permitió culti-
ginalizadas por los criollos durante el var su independencia y rebeldía: no
período republicano. tuvo una revista, pero sí un mimeógrafo
Pablo Macera, de alguna manera, y multiplicó las publicaciones rústicas
anunciaba -en sus ensayos, artículos y de limitada difusión. La tertulia, su es-
entrevistas periodísticas- que la revolu- píritu iconoclasta, su actitud crítica, su
o

ción peruana debería pasar por la rei vin- convicción científica globalizante y su
dicación de !as poblaciones y culturas acercamiento a las tradiciones intelec-
indígenas. Esta era una obligación polí- tuales peruanas lo convierten en un his-
tica para los revolucionarios y una obli- toriador cercano a la Escuela de Annales;
gación ética y moral para los grupos sin que lo confiese, ni lo practique cons-
dominantes en el Perú. La. inevitabili- cientemente, sino más bien por sus re-
dad de la reivindicación del indígena y sultados finales.
el Perú como una nación forjada por las Su independencia intelectual y su
luchas, las ideas y la imaginación de los alejamiento de una abierta militancia
hombres andinos eran sus dos mensajes política, su carácter antidogrnático y su
principales que cautivaban a los jóve- apertura a las diversas corrientes de las
nes, contagiados del marxismo y de las ciencias sociales lo convierten, aunque

CIENCIAS SOCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 23
_"_ I ~~-"

no lo quiera o acepte, en un historiador muchos territorios históricos y descu-


afrancesado, muy Cercano a la Escuela brir problemáticas en el proceso mismo
de Annales. Por otro lado las realidades de la investigación. Esta es la forma, por
peruanas de su época -más porel cami- otro lado, según Paule Braudel, la espo-
no de los compromisos inconcientes-lo sa del historiador francés, como Brau-
condujeron a practicar un nuevo tipo de del descubrió la tres duraciones de la
historia peruana que finalmente condu- historia 16.
ce a la emergencia de la moderna histo- Con la generación nuestra, com-
ria nacional andina. Que P. Macera sea puesta por quienes hemos nacido en los
un intelectual afrancesado es fácilmente años '40, como Reraclio Bonilla y Alber-
constatable, casi indiscutible, aunque él to Flores-Galindo (1949-1990) por ejem-
no quiera ahora admitirlo, pero que sea plo, esta opción se vuelve más sistemáti-
un ''Historiador de Annales", por su ca,coberenteycasi asumida consciente-
independencia, heteredoxia e iconocla- mente. A finales de los años '60 la emba-
sia, es una afirmación que nos conduce jada francesa comienza a otorgar, a jó-
tanto por el camino del mito como de las venes egresados peruanos de ciencias
realidades de la influencia de la Escuela sociales, becas de estudio de larga dura-
de Annales en la historiografía peruana ción que permitían elaborar la ambicio:'
contemporánea. nada tesis para obtener el doctorado de
tercer ciclo en la Universidad Francesa
3. Realidades (1970-1990>: la luego de seguir, por lo menos, tres años
generación afrancesada el de estudio en la Ecole Pratiquedes Hau-
marxismo y la revolución tes Etudes. Varios jóvenes peruanos,
entre 1965 y 1975, pasamos entre dos y
¡Pablo Macera un historiador de la cuatro años, realizando este tipo de es-
Escuela de Annales! El mismo Macera tudios. Las becas de estudios, los libros,
quizá no lo admitiría, por eso he llama- los viajes, las nuevas amistades, serán
do a ese capítulo "Mitos", por que se tra- los mecanismos más eficaces para que la
ta del periodo de las influencias, teóri- relación con la Escuela de Annales sea
cas, metodológicas o temáticas, no con- más sistemática, coherente y conscien-
cientemente asumidas o deliberadamen- te. Estas becas se ganaban casi sin res-
te practicadas. Nunca me pareció, por paldo institucional y más como conse-
sus libros o sus clases en la Universi- cuenciade las iniciativas personales, del
dad, que haya realizado -en esa época- azar de una recomendación inesperada
una lectura atenta y sistemática de los y de las ganas por perfeccionarse en un
principales libros de Bloch,Febvre, Brau- postgrado en el extranjero. ¿Por qué
del, Labrousse oVilar. Más aún, pienso Francia? ¿Por qué la Ecole Pratique des
que ninguno de los historiadores de su Hautes Etudes? ¿Por qué buscar la di-
generación realizaron una lectura com- rección de Pierre Vilar, Ruggiero Roma-
pleta de El Mediterráneo y el mundo me- no, Alain Touraine o Henri Favre? Fran-
diterráneo en la época de Felipe 11 de Fer- cia era, entonces, 1968. París una ciudad
nand Braudel, por ejemplo. Esta caren- libre, donde podía adquirirse una cultu-
cia, muy probablemente, debilitó la ra heteredoxa, moderna, sólida, revolu-
consistencia teórica y metodológica de cionaria y acceder -a través del aprendi-
esta generación, pero por otro lado les zaje del idioma- a una bibliografía casi
dejó libre la imaginación para explorar infinita de novedades en ciencias socia-

24 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - CIENCIAS SoCIALES
les. Pierre Vilar, luego de su gran libro les y acercamiento sistemático a la diná-
Catalogne dans 1'Espagne Moderne (3 mica Escuela Histórica de Annales. Por
vols.) de 1962, se había convertido en todas estas razones, y gracias a las becas
uno de los historiadores marxistas más francesas de estudios, una docena de
importantes en el mundo y además uno jóvenes egresados de facultades de le-
de los pocos franceses que publicaban tras y ciencias humanas del Perú, entre
más en España que en la misma Fran- estos años 1965 y 1975, realizamos la
cia. Los mejores ejemplos son Creci- anhelada aventura intelectual en Fran-
miento y desarrollo. Economía e historia. cia.
Reflexiones sobre el caso español, ed. Quisiera detenerme solamente en
Arlel, Barcelona, 1964 y Oro y moneda en dos casos representativos: Heraclio Be-
la historia que se convirtieron en nues- nil1a (n. en 1940) y Alberto Flores-GaIin-
tros libros favoritos entre los años 1966 Y do (1949-1990). Uno de la Universidad
1970. Por otro lado, Ruggiero Romano, Nacional de San Marcos, entonces vigo-
quizá aún más estrechamente vincula- rosa y creativa, y el segundo de la Uni-
do a la Escuela de Annales, había comen- versidad Católica del Perú, particular,
zado a innovar las investigaciones sobre de confesión católica, de moderna crea-
la América del Sur de la época colonial ción (1916) y dinarnizada por los jóve-
construyendo series de precios para el nes egresados de San Marcos que se
siglo XVIII chileno. Además, su semina- convierten en sus entusiastas profeso-
rio de la rue Saint-Guillaume,en la Eco- res. H. Bonilla provenía de la especiali-
le Pratique des Hautes Etudes, Proble- dad de antropología, donde había parti-
mas de Historia Económica, lo tenía de- cipado en diversos trabajos de campo en
dicado a la América Latina desde el año regiones rurales, costeñas y andinas. Un
1958, así como su apartamento del Bou- joven que provenía de una modesta fa-
levard Raspail estaba siempre abierto a milia de la ciudad de Jauja (Perú cen-
todos latinoamericanos seriamente em- tral), ubicada en el fértil valle del Manta-
peñados en hacer la tesis de tercer ciclo. ro, cercana a las grandes haciendas ga-
En la Ecole Pratique, además, se podía naderasde las regiones altas Y a loscen-
escuchar a Fernand Braudel, Claude tros rninerosde las grandes compañías
Levi-Strauss, Nikos Poulantzas, Lucien americanas. Su padre, incluso, era un
Goldrnann, frecuentar a jóvenes france- trabajador más de estas gigantescas
ses que realizaban importantes investi- compañías. Estudió en París entre los
gaciones o que habían concluido libros años 1966-1969, bajo la dirección de
que luego ejercerían una considerable Ruggiero Romano y muy cerca de Fer-
influencia. Me limito a mencionar sola- nand Braudel, Pierre Chaunu, Fran~is
mente dos: Pierre Duviols, La luttecontre Chevalier y Pierre Vilar. Su tesis docto-
les religions autochtones dans le Pérou colo- ral, publicada en 1974 con el título de
nial. "L 'Extirpation de l'idolatrie" entre 1532 Guano y burguesía en el Perú, elaborada
et 1660, Lima-París, 1971 y el de Nathan a partir de archivos franceses e ingleses,
Wachtel, La vision des vain{US. Les indiens le permitió estudiar un agitado período
du Pérou deuant la conquete espagnole, ed. de la historia peruana (1840-1879)donde
Gallimard, también de 1971. París, en una riqueza de origen animal, el guano
consecuencia, tenía un especial signifi- (estiércol de las aves marinas deposita-
cado: aprendizaje del marxismo, del dos en algunas islas frente al litoral) ro-
renovador avance de las ciencias socia- menzó a exportarse para fertilizar los

CIENCIAS SOCIALES - - - - ' - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 2S


agotados campos agrícolas europeos. La no trajeron el beneficio, tampoco los
tesis de H. Bonilla utilizaba conceptos trajo el guano y no lo traerán el cobre, el
como 'burguesía', 'mercado interno', petróleo, la caña de azúcar y el algodón
'capitalismo mercantil', 'economía de en períodos posteriores. Era un intento
exportación', para demostrar que los de hacer una historia utilizando con-
considerables capitales que ingresaron ceptos, discutiendo ideas y utilizando
al Pero en este período no lograron los fuentes bastante seguras. El recurso a la
objetivos que los administradores del economía, la sociología y aún la antro-
capital y de la poütica peruana de en- pología le permitieron escribir un libro
tonces se habían propuesto. Dispendio innovador.
de los ingresos por el guano (consolida- El mismo autor, en los años 'SO, per-
ción de la deuda interna), malas inver- sistió en la historia económica, se alejó
siones (bancos limeños poco rentables, de la Escuela de Annales· y se acercó de
ferrocarriles que no articularon al país y manera decidida a la New Economic His-
haciendas cañeras que multiplicaron los tory norteamericana ya los historiado-
trapiches inútiles o de muy poca renta- res ingleses de la revista Past And Pre-
bilidad) y corrupción administrativa sent: terminó muy cerca de Eric J. Hobs-
que condujeron, todos ellos, a la entrega bawm, Perry Anderson, E.P. Thomp-
de la comercialización del guano a em- son, John Coatsworth, Friedrich Katz,
presarios extranjeros como el francés Eric van Young y Richard M. Morse.
Auguste Dreyfus. En conclusión, como Heraclio Bonilla, por la naturaleza de la
ya lo había indicado el historiador Jorge cooperación técnica y cultural francesa,
Basadre, una ocasión desaprovechada que no ofrecía ninguna ayuda a las in-
y un intento de explicación histórica vestigaciones postdoctorales, terminó
que casi. terminaba en la famosa ucro- muy crítico de la Escuela de Annales y
nía de Charles Renouvier: mostrar lo de sus desarrollos más recientes y muy
que no sucedió pero que sí pudo ocurrir involucrado con el tipo de historia eco-
si las cosas hubieran marchado de una nómica, social y política practicado en
manera diferente. los Estados Unidos e Inglaterra. A este
H. Bonilla recurrió a las estadísticas: período pertenecen sus estudios sobre
los precios del guano, los volúmenes la Independencia criolla de 1821, los 5
exportados y descubrió las tendencias vols. con los informes de los cónsules
de largo plazo del siglo XIX peruano, las denominado Gran Bretaña y el Perú.
coyunturas de mediano plazo y las agi- Mecanismos de un control económico (1977),
taciones que éstas producían en la vida sus estudios sobre las lanas, las expor-
social y política de la época. Era la pri- taciones peruanas (reunidas en su libro
mera vez que un historiador peruano Un siglo a la deriva, ensayos sobre el Perú,
hacía una aproximación de este tipo a Bolivia y la guerra de 1980) y sobre la
nuestro primer siglo republicano para minería de la sierra central.
mostrar -con una buena argumentación H. Bonilla.estuvo muy íntimamente
y un sólido respaldo empírico- la frus- vinculado al Instituto de Estudios Pe-
tración nacional que produjo el fracaso ruanos (de 1970a 1980 aproximadamen-
de la modernización, material, econó- te) que había renovado las investigacio-
mico, política y social, que todos espe- nes sociales en el Perú. Este Instituto,
raban como fruto de las exportaciones fundado por José Matos Mar, José María
del guano. Así como antes los metales Arguedas, Jorge Bravo Bresani, María

26 ----,----------------~------ CENClAS SoCIALES


Rostworowski y John V. Murra, a me- dirección permanente de Ruggiero
diados de los años '60, había impulsado Romano, defendí mi tesis doctoral de
numerosas investigaciones sobre las so- tercer ciclo, que tres años más tarde el
ciedades campesinas modernas, las ha- Instituto de Estudios Peruanos publica-
ciendas, las economías rurales andinas y ra con el título De la encomienda a la
la cultura y los ordenamientos andinos hacienda capitalista. El valle del Jequetepe-
en general. Así se descubren los nuevos que, ss. XVI - XX. Un intento de mirar la
problemas agrarios, la urgencia deestu- historia de un valle desde los cambios
diar a la cultura andina, los efectos noci- lentos de la geografía, sin descuidar la
vos de la oligarquía peruana y las diver- evolución demográfica, los cambios en
sas formas de la explotación terratenien- la tenencia y propiedad de la tierra, tra-
te feudal andina. Las investigaciones que tando de señalar una periodificacióndel
ellos promovían y las publicaciones que proceso económico y estudiando tam-
incansablemente editaban, principal- bién los acontecimientos de muy corto
mente en el periodo de 1975 y 1985, se plazo como la sucesión de linajes de
orientaban a descubrir el Perú profun- hacendados, la presencia de las órdenes
do, indio, atrasado, tradicional, original religiosas y los movimientos sociales.
y a revelar sus potencialidades para el Era la primera mirada, en el largo plazo
futuro. de cuatro siglos, a una región rural pe-
El Instituto de Estudios Peruanos, ruana muy bien delimitada. La geo-
que reunía a investigadores sociales re- grafía, la economía y aún la antropolo-
novadores, algunos muy cercanos al gía al servicio de una historia con pre-
marxismo, pero todos muy decididos a tensiones globalizantes. Entre 1970 y
descubrir, estudiar y difundir los ver- 1973 asistí puntualmente a los semi na-
daderos problemas del Perú de ayer y riosde Ruggiero Romano, Fernand Brau-
de hoy: la explotación terrateniente, el del, Pierre Vilar, Fréderic Mauro e Im-
carácter de la oligarquía peruana, el sub- manuel Le Roy Ladurie. A través de
desarrollo más acentuado en las regio- ellos me acerqué a nuevas problemáti-
nes alto andinas, la explotación semi- cas, metodologías más estadísticas y
feudal de las poblaciones indígenas, la esfuerzos concretos de investigación: mi
particular burguesía peruana y la au- interés principal era la historia agraria.
sencia de un proyecto nacional. En este Pero aquí debo agregar que la bibliote-
ambiente, donde también trabajaba ca del InstitutedesHautesEtudes pour
María Rostworowski, prosperaron sus l' Amerique Latine y la misma biblioteca
investigaciones y se publicaron sus prin- personal de Ruggiero Romano me acer-
cipales libros que cuestionaban la ima- caron a importantes libros de historia
gen histórica tradicionatdel Perú. sobre América Latina escritos por nota-
Yo mismo viajé a Francia. Había ter- bies historiadores latinoamericanos. Has-
minado mis estudios de historia en San tana mencionar Pueblo en vilo de Luis
Marcos en 1967 y en 1969 concluí una González y El valle del río Puangue de
tesis sobre "Nueve bibliotecas jesuitas en Jean Borde y Mario Góngora para recor-
el momento de la expulsión (1767)" lo- dar solamente dos libros que me resulta-
mando al libro de Lucien Febvre,Martín ron tan provechosos como las innova-
Lutero, un destino, como una referencia doras investigaciones de los historiado-
fundamental. Viajé a París en 1970 yen res franceses.
noviembre de 1973, gracias al aliento y Luego, gracias a una segunda beca

Cu:NCIAS SoCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 27
de estudios, realizé una segunda espe- Althusser), el psicoanálisis, la nouvelle
cializaciónde 1982 a 1983, en la yadeno- histoire, la sociología (P. Bourdieu), la
minada Ecole des Hautes Etudes en antropología y la literatura francesa.
Sciences Sociales. Habían pasado casi Nunca se interesó mucho en la geogra-
diez años de la defensa de mi doctora- fía, la economía y la filosofía. El marxis-
do, de mis lecturas de Marc Bloch, F. mo, lógicamente, fue su interés central y
Braudel, I. Le Roy Ladurie, ahora tenía por añadidura su aplicación en el aná-
un mayor interés en la antropología, en lisis histórico tal como lo hacían W~
lo que se comenzaba a denominar antro- Kula, M.I. Finley, B. Geremek, E.P.
pología histórica y en particular en los Thompson, P. Anderson, A. Gramsci, A.
trabajos recientes de Jacques Le Goff y Labriola, R. Paris y P. Vilar, por supues-
en la historia de las mentalidades. El to.
libro de Le Goff Naissance du purgatoire A. Flores-Galindo regresó a París en
de 1982 ejerció una influencia decisiva enero de 1983 a defender su tesis de
en mis nuevas investigaciones. Por eso tercer ciclo y volvimos a encontramos
asistí, de nuevo puntualmente, a los dos en esta ciudad dentro de una nueva co-
seminarios de Jacques Le Goff; también yuntura intelectual francesa: descenso
a los de C. Levi-Strauss en el College de del estructuralismo antropológico, as-
France y los de Maurice Godelier. Marc censo del marxismo occidental y cuan-
Augé y realicé algunas visitas esporá- do la Escuela de Annales estaba plena-
dicas al seminario de Fran<;ois Puret. mente orientada hacia la historia de las
Ahora quisiera analizar, aunque de sensibilidades y de las mentalidades. La
manera muy general, el itinerario pro- tesis de AFG, dirigida por Ruggiero
fesional de Alberto Flores-Galindo0949 Romano, publicada luego como Aristo-
- 1990). Un joven de clase media limeña, cracia y plebe. Lima, 1760 -1780 en 1984
educado en un colegio particular (La es un análisis integral de la sociedad li-
Salle) y luego un brillante alumno, de meña de entonces: la economía, los gru-
Franklin Pease y H. Bonilla, en la Uni- pos sociales, las relaciones entre amos y
versidad Católica. En 1971, a los 22 años, esclavos, los grupos pobres marginales
defendió en esta misma universidad y los acontecimientos poñticos que con-
una tesis dedicada a estudiar a los tra- ducen a la Independencia criolla de
bajadores mineros de la sierra central 1821.
del Perú (1900 - 1930). Era el inicio fulgu- Con A. Flores-Galindo, desde 1974,
rante de un gran historiador. Al año si- después de nuestro primer entrena-
guiente, en 1972, con el apoyo de F. miento en Francia, publicamos numero-
Pease y H. Bonilla, A. Flores-Garindo sos trabajos en conjunto: sobre los diez-
ganó una beca francesa de estudios y se mos en el siglo XVIII, el feudalismo
instaló en París durante dos años 0972 andino y los movimientos sociales (1860
- 1974), asistiendo a los cursos de P. - 1930) Y finalmente el libro Apogeo y
Vilar, R. Romano, J.P. Vernant, Nikos crisis de la república aristocrática (1895-
Poulantzas y Robert Paris, un gran 1930) de 1980. Hacia 1978-79, cerrada
exegeta y conocedor de Gramsci. Dos para nosotros la tertulia de Pablo Ma-
años intensos dedicados a asistir a se- cera, nos acercamos a Jorge Basadre,
minarios, conocer el idioma y leer to- nuestro gran historiador de la repúbli-
dos los libros posibles. Sus intereses se ca, para que leyese algunos capítulos de
centraron en el marxismo occidental (L. nuestro libro Apogeo y crisis de la repúbli-

28 ----------------~------- CIENCIAS SOCIALES


ca aristocrática. Nuestras sorpresas fue- tenía la posibilidad de mirar con opti-
ron muy grandes: leyó algunos capítu- mismo el Perú del futuro.
los, nos sugirió pistas muy interesantes Nuestro libro de 1980 nos había per-
y comprobamos su gran soledad yaisla- mitido comprobar que el trabajo colecti-
miento celosamente conservados. vo era posible: era la culminación de un
Por su temperamento, inhibiciones y trabajo compartido de dos personas algo
estilo de vida muy pronto comprendi- diferentes. El era 7 años menor que yo,
mos por qué no se había rodeado, como limeño, de la clase media urbana, edu-
en el caso de Raúl Porras B., de alumnos, cado en un buen colegio, egresado de la
de asistentes de investigación, de ami- Universidad Católica y criado dentro de
gos y de una tertulia similar que hubiera una familia sinceramente católica. Yo
producido, con toda seguridad, una in- era provinciano, salido de las clases
fluencia de incalculables dimensiones medias rurales, educado en un colegio
en nuestra generación de los años '60. nacional de Urna, egresado de la Uni-
Tenía todas las condiciones para hacer- versidad de San Marcos y perteneciente
lo, pero prefirió el aislamiento, la discre- a una familia sólo formalmente católica.
ción, la distancia de los grupos políticos Yo me preciaba de mi experiencia rural
y del periodismo. Nos pareció, en estos y AFG de su similar urbana. Pero tenía-
años, que conocía todas las novedades mos muchas cosas en común: habíamos
mundiales sobre la especialidad y que egresado de una escuela de historia, his-
había seguido muy de cerca el proceso toriadores de vocación, nos interesa-
y situación última de la Escuela de Anna- ban las ciencias sociales, el mundo rural,
les. Nos habló y nos mostró los dos vo- evitábamos los dogmatismos políticos y
lúmenes de la edición inglesa del libro nos apasionaba la investigación en ar-
de Theodore Zeldin, Histoire des passions chivos.
fra~ises, 1848 - 1945, publicados en Casi sin damos cuenta, como quizá
1973 yen 1977 y otras novedades sobre debería ser, continuamos trabajando ca-
historia de las mentalidades, que enton- da vez más estrechamente. Primero en
ces no comprendimos muy bien por- el Archivo del Fuero Agrario (1978 -
que aún estábamos muy involucrados 1982), una rica dependencia del Tribu-
con la historia económica, política y nal Agrario donde -gracias a la tenaci-
social; con las cifras y conceptos, merca- dad de Humberto Rodríguez Pastor y al
do interno y mercados regionales. Nues- respaldo de Eric J. Hobsbawm, Juan
tro último libro, para sorpresa de Jorge Martínez Alier, H. Bonilla y Pablo Mace-
Basadre, mostraba un Perú múltiple, de ra- se había reunido, rescatado y se
ritmos regionales diversos, donde las conservaba una buena cantidad de ar-
ideologías tradicionales (milenaristas y chivos completos de las haciendas ex-
mesiánicas) actuaban con eficacia y propiadas durante el proceso de aplica-
donde las mentalidades andinas tenían ción de la reforma agraria iniciada en
tanta vigencia o función como el afran- 1969. Ubros contables, libros de diario,
cesamiento de las élites urbanas lime- de caja y una abundante cantidad de
ñas. Esto es lo que sorprendió al maestro correspondencia permitieron la elabo-
Basadre y por otro lado le agradó la ac- ración de numerosas investigaciones
titud nuestra, respetuosa y hasta reve- monográficas. Dentro de este ambiente
rente ante el gran historiador que había escribimos el libro Apogeo y crisis; luego
criticado la república criolla, pero que AFG terminó su Aristocracia y plebe y

CIENCIAS SOCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 29
yo mi libro más económico y cuantitati- doctoral, permanecimos juntos -con ese
vo denominado Lanas y capital mercan- ritmo estudiantil que habíamos practi-
til. La casa Ricketts, 1895 -1930, publica- cado diez años antes- más de un mes en
do en 1981. la Cité Universitaire. El tiempo suficien-
Pero, lo más interesante de esta expe- te para hacer el diseño de un nuevo pro-
riencia en el Archivo del Fuero Agrario yecto en común: la utopía andina. Por
fue que pudimos viajar por el sur andi- eso nos comenzó a interesar seriamente
no. En 1978 visité numerosas zonas ru- la antropología, el psicoanálisis, el folk-
rales del Cusco, Puno y Arequipa¡ sus lore, la cultura popular, la imaginación
distritos remotos y alejados. En Cusco y colectiva y las mentalidades. La historia
Arequipa conocí a varios ex-hacenda- económica, social y política había que-
dos, expropiados por la aplicación de la dado relegada a un segundo plano y sin
ley de Reforma Agraria de 1969, que no damos cuenta nos habíamos contagia-
entendían por qué los calificaban de te- do -a pesar de las duras críticas del
mibles gamonales (hacendados tradio- maestro Pierre Vilat-de losnuevosrum-
nales andinos), si ellos-como decían- se bos de la Escuela de Annales. Al regreso
habían limitado a continuar con las vie- a Lima comenzamos a trabajar en el
jas tradiciones andinas y a cultivar los Instituto de Apoyo Agrario (1983 -1987);
viejos intercambios de solidaridad yreci- institución muy cercana a la Confedera-
procidad con sus trabajadores: muchos ción Campesina del Perú (CCP) y a un
de sus trabajadores, a quienes no pudie- partido importante de izquierda. Lue-
ron asalariar totalmente, eran sus com- go, en 1987, A. Flores-Galindo fundó
padres y amigos. También trabajé diez Sur. Casa de Estudios del Socialismo y
días en la pequeñísima biblioteca públi- comenzó a publicar la revista Márgenes.
ca de Sicuani, capital de la provincia Había optado por el socialismo militan-
cusqueña de Canchis. AqUÍ, a través del te (sin compromiso con ningún partido
periódico local La Verdad, editado por político), por el ensayo histórico, por la
los comerciantes locales, para criticar a tertulia institucional y por la promoción
los gamonales tradicionales, dueños de de nuevos estudios e investigaciones
casi todas las tierras de la provincia, socialistas. En 1987 publicó su libro Bus-
encontré muchas noticias sobre la su- cando un inca, identidad y utopía en losAn-
blevación campesina de los años des, ss, XVI - XX, yen 1988 publiqué mi
1920-1923. El mesianismo y el milena- libro Nacimiento de una utopía, muerte y
rismo andinos no eran cosa del pasado resurrección de los incas.
sino del mismo siglo XX. No estábamos El proyecto utopía andina había
frente a realidades ideológicas, ni polí- concluido aSÍ, como dos esfuerzos indi-
ticas, sino frente a comportamientos viduales, desarrollados gracias a becas
sociales movidos por una imaginación internacionales, dentro de instituciones
histórica muy viva que con mucha difi- no gubernamentales, conocidas como
cultad diferenciaba las ficciones de las instituciones de izquierda, interesadas
realidades. en descubrir, promover y difundir una
En el segundo semestre de 1982 re- visión crítica del pasado peruano y
gresé a Francia con una beca de segunda contribuir a diseñar una posibilidad
especialización y cuando AFG llegó en futura del Perú comprometida con las
enero de 1983, para defender su tesis expectativas andinas y populares.

30 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - CIENCIAS SoCIALES
sional de un grupo de historiadores
4. Epílogo peruanos? Considero que hay razones
mucho más profundas, intelectuales,
A. Del mito a la realidad sociales y políticas que crearon la per-
He elegido, de manera conciente, el meabilidad de los historiadores perua-
ensayo y el testimonio personal para nos a la influencia de la Escuela de Anna-
analizar, buscando precisión y objetivi- les.
dad, la influencia de la Escuela de Anna- En primer lugar el espíritu icono-
les en la historiografía peruana contem- clasta, la actitud herética, la convicción
poránea (195~t 990). Con la finalidad científica globalizante y la posibilidad
de distinguir mejor la influencia de la de un acercamiento sistemático a las
Escuela de Annales en el Pero he distin- tradiciones culturales nacionales que
guido tres períodos: 1. La influencia permitía y, de alguna manera, promo-
clásica francesa (1930-1960); 2. Mitos vía la Escuela de Annales. El espíritu
(1950-1970): primeras influenciasdeAn- iconoclasta con respecto a la historio-
nales; y 3.Realidades(197~t990):lage­ grafía tradicional se convierte, en el Pe-
neración afrancesada, el marxismo y la ro, en una actitud decrltica sistemática a
revolución. El segundo período he que- la historiografía tradicional peruana, la
rido denominarlo de los Mitos, por una que había sobrevalorado la herencia
razón muy sencilla: los historiadores de criolla, cristiana y occidental. La icono-
esta época no asumieron consciente- clasia permitió a los historiadores de
mente esta influencia, ni Sé identificaron esta tendencia hacer una historia al re-
abiertamente con ella. ¿Eran reales o vés, de los grupos oprimidos, desplaza-
ficticios los vínculos establecidos entre dos, de los sin historia, de los indígenas
la Escuela deAnnales y los historiadores y denunciar las formas de explotación,
peruanos durante este período? No discriminación, internas y externas, que
puedo detenerme a ofrecer una respues- mantenían postrado al Pero en el atraso
ta rotunda y definitiva. y la miseria. Los historiadores de esta
En el tercer momento aparecen lo tendencia no tuvieron ninguna timidez
que podríamos denominar los historia- en señalar a la conquista española, al sis-
dores "afrancesados", que podrían hacer tema colonial hispánico, la ineficacia de
recordar a los "afrancesados" de las pri- la república criolla y a las diversas for-
meras décadas del presente siglo, con mas de explotación imperialista como
un largo entrenamiento en Francia, con los culpables del atraso y miseria actua-
estables reladonesconespecialistas fran- les. Era, evidentemente, una interpreta-
ceses, con un buen manejo del idioma ción iconoclasta de la historia peruana y
francés, comprometidos con el marxis- aún al revés: la relación con Europa, con
mo y la revolución y posesionados de Occcidente, al liquidar las armonías de
una amplia bibliografía de la denomi- los sistemas andinos nos sumió en la
nada Nouvelle Histoire. Pero debería- crisis y las dificultades permanentes.
mos preguntamos, por una cuestión de La actitud herética frente a los dog-
rigor, ¿solamente estos hechos, casi matismos políticos y teóricos permitió
burocráticos, una beca, una amistad y la una apertura hacia los diversos avances
propiedad de unos libros, determinan la de las ciencias sociales. De esta manera,
influencia de una escuela histórica ex- en el caso específico de A. Flores Galin-
tranjera en la formación y práctica profe- do, se proseguía con la tradición marxis-

CiENCIAS SOCIALES - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 31
ta y revolucionaria inaugurada porJosé toriadores norteamericanos, también se
Carlos Mariátegui (1849-1930): un pen- han acercado a la Escuela de Annales.
samiento reacio a los· dogmatismos y Bastaría mencionar el último libro de
abierto a las diversas corrientes intelec- Millones sobre Santa Rosa de Lima, una
tuales. Este precedente permitió, por otro devoción religiosa surgida en la Uma
lado, que la influencia de la Escuela de del siglo XVIII. Entre los más jóvenes
Annales no entrara en abierta oposición tendría que mencionar a Luis Miguel
con un pensamiento revoludonario y Glave, María Isabel Remy y José Deus-
una militanda, pasiva o activa, vanguar- tua de la U. Católica y a Luis E. Luna de
dista. Además, dadas las características la Universidad de Urna. Y un libro últi-
de la sociedad peruana, múltiple étnica mo de Imelda Vega-Centeno, Pedro
y culturalmente, con amplias mayorías Pascual Farfán de los Godos. Obispodelndics
que no tenían acceso a la escritura, se (1870-1945), 1993, donde la autora apli-
hiw necesario el recurso a las otras cien- ca la metodología braudeliana, de las
cias sociales para intentar aproximado- tres duraciones de la historia, para expli-
nes históricas globalizantes y totaliza- car mejor la biografía de un personaje
doras. FInalmente, la historiografía pe- cusqueño.
ruana no podía prescindir de las tradi- Finalmente para terminar quisiera
ciones intelectuales desarrolladas en el remarcar que un último rasgo que ca-
Perú: el indigenismo y el pensamiento racteriza a la historia crítica, nacional,
socialista de Mariátegui influyeron po- andina y moderna en el Perú es su ca-
derosamente en la emergencia de una rácter extrauniversitario y su transmi-
historia crítica, moderna, andina y na- siónmás por la tertuJia que por la lección
cional. magisterial en las aulas, o por las obliga-
En consecuencia la Escuela de Anna- ciones que imponen los planes de estu-
les transmitió sus influencias al Perú a dios de las escuelas de historia. Tal como
través de mecanismos burocráticos por- sucedió con Mariátegui en los años '20,
que existían condiciones políticas, inte- el nuevo pensamiento social surgió al
lectuales y aún sociales que hacían via- margen de la universidad y en esa fe-
ble la transferencia de elementos de una cunda convivencia de la investigación
escuela hi~ca extranjera a una gene- histórica, la teoría social y la reflexión
ración de nuevos historiadores perua- política. Este rasgo, que antes constui-
nos. Que no podemos. de ninguna tuía su fuerza, ahora, con la crisis de las
manera, reducir a tres casos. Aquí ten- ideologías, el avance del neoliberalis-
dríamos que agregar otros nombres: mo, de las universidades privada!! y el
Diego Messeguer y sus estudios sobre colapso de los socialismos en Europa
Mariátegui, Germán Peralta y su tesis oriental, se puede convertir en su mayor
sobre el comercio de esclavos en el siglo debilidad.
XVIIi Nelson Manrique y Wilfredo
Kapsoli, también por la influencia de NOTAS
viajes posteriores, han terminado por
acercarse más condentemente a la Es- 1. Fernand Braudel, Escritos sobre la historia,
cuela de Annales. Incluso debemos indi- Alianza Editorial, Barcelona. 1991. En espe-
cial ver el capítulo aludido "Mi formación ro-
car que Pranklin Pease y Luis Millones, mo historiador". .
que han realizado importantes estudios 2. Esto lo encontramos ampliamente descrito en
de etnohistoria, bajo el estímulo de his- su ensayo "L'appetit de l'bistojre", en el libro

32 - - - - - - - - - - - - - , - - - - - - - - - - - CIENCIAS SoCIALES
colectivo Essais d'ego-histoire, París oo.. Galli- 12. Basta mencionar "La descendencia de Huay-
mard, 1987: pp. 173-239. na Capae (1937-1948), "Los caciques Apoala-
3. C. Duby, LA hisfurÍll connnlÍll, Madrid, oo.. De- ya (1943) o "La azarosa existencia de un
bate, 1992. El autor, de manera testimonial, mestizo de sangre imperial" de 1943. En esta
muestra los pormenores de su itinerario inte- misma línea Maña Rostworowski de Diez
lectual y a través del de la Escuela de An1lll- Canseco publicó "0Jrac:as y sucesiones. Costa
les. norte" de 1961 y "Los ascendientes de Puma-
4. Ver su artículo "1949: nacimiento de un gran callua" en 1963. Bastarra recordar, que por
libro: f1 Mediterráneo. .. de Femand Braudel, estos mismos 'so, Joho H Rowe había ya ro-
en Primeras JOf1IIU/Qs BTIludeliarurs, México, menzado a desarrollar todo un programa de
1993. Ruggiero Romano destaca muy bien la investigación para demostrar la existencia y
importancia del análisis geográfico, del tiem- vitalidad de las familias nobles incas en el
po lento de la geografía y de todas sus impli- Cusco de la época colonial.
cancias en el proceso histórico, dentro de la 13. En ella deda: "Dr. Ra61 Porras: Ud. que ha po-
obra de Braudel. pero critica el abandono de tenciado tan brillantemente la figura de Piza-
losocialyloeconómicoenlahistoriografiaac- rro y la obra de los cronistas de la conquisfa
tual. ¿querrá leer esta historia desaliftada de unos
5. Ver su ensayo -Dimensiones y aJazru:a de 14 caciques disminuidos? Muycordialmente: E11a
obnz de Fem4nd Brtl1Idel- en Primeras JorrIIlIhs Dunbar Temple".
Bmudeliarurs, úlem. También se pueden ver 14. "En la mañana del 27 de setiembre (de 1960),
los diversos ensayos publicados en la revista a eso de las 11:00 a.m. sonó el teléfono de mi
EslRbones, (México), Enero: 1994: N" 7. en la bufete de abogado. Tomé el auricular: la voz
sección Ecos de la Historiografía Francesa en de Raúl lejana Ytrémula, cast imperceptible,
América Latina. preguntaba por mí: "Quiero pedlrteun favor,
6. R. Porras Barrenechea, LA marca del escritor, Luis Alberto; esta tarde, en la sesión de la
Ed, F.C.E.: Lima, 1994: p. 128. Facultad, se debe ver la licencia de Pablo
7. Una continuadón de esta corriente o influen- Macera, joven profesor a quien conoces, va a
cia francesa, por supuesto en términos más viajar a París. Por favor, ap6ya1o y saca su
modernos, la representa Bernard Lavallée, asunto adelante. ..", LA S6nchez, Teslimonil
que ha realizado interesantes estudios para penorud 4. lAs amfidmdas de Ononü, 1956-
conOO!r la acdón de los criollos en la época 1967, Lima. Mosca Azul Editores, 1969: pp.
colonial tardía. ' 104-115.
8. J. Basadre, LA vida y 14 IúsfurÍll. Erwyos sobre 15. "En 1960 fui catapultado de Lima a Paris con
perscmas, lug_ y probIemRs, Urna, 1975: p. una beca de la UNJ:SCX) que no supe aprove-
249. ' char aunque las apariencias indiquen lo con-
9. Así lo indica en el prólogo a LA marca del trario", P. Macera, 1M imagen {rtmcatl del Perú,
escritor, fdem.: pp. 9-10. Uma. 1976: p. 7.
10. En el reciente libro de Mario Vargas Uosa, f1 16. "Suaventurainte1ectualfueunalenta arumu-
pez en elllgua. Memorias, Barcelona, Ed Seix- lación que iba esbozando poco a poco en él, no
Barral, 1993, se puede encontrar un riquísimo ideas, y menos todavía un sistema de ideas,
y, desgraciadamente, a la vez subjetivo anec- sino más bien millones de imágenes, que
dotario sobre los jóvenes universitarios que se constitufan el fabuloso especticulo de la bis-
reunían alrededor de Porras Barrenechea en toria, Yen las que se mezclaba el ayer con el
los años 'SO. hoy. Yen todo ello ninguna preocupación de
11. ''Evocación de un maestro y de un historia- orden lógico. Más bien, ante todo, el placer
dor" en R. Porras Barrenechea, Ideólogos de 14 por el descubrimiento" ("Braudel antes de
Emtmciptu:ión, ed. Milla Batres, Lima, 1974, Braudel"), en Primeras Jorrw1as BTIludelÍllnlls,
pp. VIII-IX. pp. 92-93")

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