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EJE TEMÁTICO PRIVADO VIII (DERECHO DE DAÑOS)

Sub-Eje Temático 1: PRESUPUESTOS DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL

La responsabilidad civil es definida como “la obligación de resarcir el daño


Injustamente causado a otro, en las condiciones que fija el ordenamiento jurídico”.
Para que se configure la responsabilidad civil, existen ciertos presupuestos que deben
estar presentes. Ellos son: el daño, la relación de causalidad, el factor de atribución
(objetivo o subjetivo) y la antijuridicidad.

a. Daño Resarcible: Concepto: Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no


reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el
patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva. Es el detrimento de valores
económicos o patrimoniales (daño patrimonial) o una minoración en la subjetividad de
la persona de existencia visible (daño extrapatrimonial o moral).

Requisitos: Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o


indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. Es conteste la doctrina que, para que el
daño sea resarcible, debe ser: cierto, personal y subsistente.

 Cierto: El daño es cierto cuando puede constatarse su existencia en forma


cualitativa, aun cuando no pueda determinarse su magnitud con precisión. La
exigencia de que el daño sea cierto se refiere a su existencia y no a su
actualidad o a la determinación de su monto; el daño debe existir, es decir,
debe ser real, efectivo, y no meramente conjetural o hipotético.
 Personal: Sólo la persona que sufre el perjuicio patrimonial o moral de modo
directo o indirecto se encuentra en posición de demandar la reparación. El
daño personal puede ser directo o indirecto. Es directo cuando el titular del
interés afectado es la víctima del ilícito, mientras que es indirecto cuando el
perjuicio propio alegado por el acto es consecuencia de una afectación a bienes
patrimoniales o extrapatrimoniales de otra persona.
 Subsistente: Este requisito exige que el daño debe subsistir al tiempo del
resarcimiento; es decir, cuando se menciona la subsistencia del daño, se hace
referencia a que el mismo no debe haber sido aún resarcido, por lo cual –si
bien se trata de un perjuicio pasado en los hechos- aún permanece
jurídicamente en la víctima del perjuicio.

Daño patrimonial: detrimento de valores económicos o patrimoniales.

Extra-patrimonial: minoración en la subjetividad de la persona de existencia visible.

b. Antijuridicidad. Concepto: Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es


antijurídica si no está justificada. Una acción antijurídica es aquella que resulta
contraria al ordenamiento jurídico integralmente considerado. La acción a la cual nos
referimos es una conducta, ya sea comisiva u omisiva, que provoca un resultado. Para
ello no se requiere la voluntariedad de la persona. Dentro de este concepto quedan
incluidos los actos habituales e instintivos, y excluidos los actos reflejos o que
provengan de estados de inconsciencia o fuerza irresistible.
Antijuridicidad material: La antijuridicidad formal se manifiesta cuando la acción es
contraria a una prohibición jurídica, sea de comisión (hacer) u omisión (no hacer).

Antijuridicidad formal: La antijuridicidad sustancial (material) tiene un sentido más


amplio, ya que comprende no sólo las prohibiciones expresas, sino también las que se
infieren de principios fundamentales como el orden público, la moral, las buenas
costumbres, etc.

c. Factor de Atribución. Concepto: el factor de atribución es el parámetro axiológico


(valorativo) que justifica, ya sea objetiva o subjetivamente, la atribución de un daño en
particular al sindicado como responsable. La atribución de un daño al responsable
puede basarse en factores objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa, el factor
de atribución es la culpa.

El factor de atribución constituye el elemento valorativo (axiológico) en virtud del cual


el ordenamiento jurídico dispone la imputación de las consecuencias dañosas del
incumplimiento obligacional o de un hecho ilícito stricto sensu a una determinada
persona.

Factor subjetivo: dolo y culpa. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida


según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el
lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El
dolo se configura por la producción de un daño de manera intencional o con
manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.

Factor objetivo: El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es


irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos, el responsable se
libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en contrario.

d. Nexo de Causalidad. Concepto: La relación de causalidad es la necesaria conexión


fáctica que debe existir entre la acción humana y el resultado dañoso producido. La
relación de causalidad es el nexo que vincula materialmente y de manera directa al
incumplimiento obligacional o al acto ilícito con el daño, y en forma sucedánea e
indirecta, a éste con el factor de atribución. Son reparables las consecuencias dañosas
que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto
disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las
mediatas previsibles.

Tiene una doble importancia:


1. Determinar la autoría. La relación de causalidad permite determinar, con rigor
científico, cuándo un daño es pasible de ser atribuido materialmente a la conducta de
un sujeto determinado. Esto se conoce como imputatio facti. Esta operación nos revela
la autoría del daño, lo cual permite determinar quién responderá por el daño causado.

2. Adecuación. Provee, asimismo, los parámetros objetivos para determinar la


extensión del resarcimiento mediante un régimen predeterminado de imputación de
consecuencias (arts. 1726 y 1727 del CCC). De tal modo, se determina hasta qué punto
debe responder el autor material por el daño causado.
Teorías:

 Teoría de la equivalencia de las condiciones: Atribuida a Stuart Mill, quien


considera que la causa es el resultado de todas las condiciones positivas y
negativas que en conjunto contribuyen a producir el daño. Toda condición que
contribuye a producir el daño tiene igual valor. Ha sido objeto de justas críticas,
porque amplía la responsabilidad hasta el infinito; se podría pensar en cuáles
son las causas de las causas.
 Teoría de la causa próxima: Atribuida a Francis Bacon, busca una condición
entre todas a fin de elevarla a la categoría de causa. Considera que es tal, la
condición más próxima al resultado en orden cronológico. Ha recibido diversas
críticas, ya que, si bien es frecuente que la última condición sea la causa, esto
no siempre es cierto.
 Teorías de la condición preponderante y de la condición eficiente: Estas dos
teorías se encuentran muy ligadas entre sí. La teoría de la condición
preponderante sostiene que es causa del daño aquella condición que rompe
con el equilibro entre los factores considerados favorables y adversos para su
producción, influyendo de modo preponderante en el resultado. La teoría de la
causa eficiente no difiere mayormente de la anterior, considerando la causa a
aquella condición que tenga mayor poder intrínseco de causación del
fenómeno. Se les critica a ambas teorías la imposibilidad de escindir
materialmente un resultado para atribuir a una condición per se un poder
causal decisivo.
 Teoría de la causalidad adecuada: Atribuida a Luis von Bar y desarrollada por
von Kries. La adecuación de la causa está ligada a la idea de regularidad, a lo
que normalmente acostumbra a suceder. El juicio de probabilidad es realizado
ex post facto y en abstracto. Atiende a lo que sucede conforme al curso normal
y ordinario de las cosas. El juicio de probabilidad se realiza en abstracto. Sin
embargo, la misma puede ser agravada cuando la previsibilidad del agente sea
superior (derogado art. 902 del CC y actual art. 1722, primer párrafo, del CCC).

El CCC sigue los criterios más consolidados sobre el principio de la causalidad adecuada
y la extensión y simplificación de la responsabilidad a las consecuencias inmediatas y
mediatas. Reza el art. 1726: "Relación causal. Son reparables las consecuencias
dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño.
Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y
las mediatas previsibles". Y el art. 17277: Tipos de consecuencias. Las consecuencias de
un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de las cosas,
se llaman en este Código "consecuencias inmediatas". Las consecuencias que resultan
solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se llaman
consecuencias "mediatas". Las consecuencias mediatas que no pueden preverse se
llaman "consecuencias casuales".

En síntesis: en materia de relación causal, el Código Civil y Comercial adopta como


principio general la teoría de la causalidad adecuada (art. 1726), que se funda en un
parámetro objetivo de comparación: hay que establecer, en cada caso, si era previsible
que cierto hecho generara determinado resultado, de acuerdo a lo que habría previsto
una persona medio en el momento del hecho.
Consecuencias:

Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y


ordinario de las cosas, se llaman “consecuencias inmediatas”. Las consecuencias que
resultan solamente de la conexión de un hecho con un acontecimiento distinto, se
llaman “consecuencias mediatas”. Las consecuencias mediatas que no pueden
preverse se llaman “consecuencias casuales”.

En materia de relación causal, el Código Civil y Comercial adopta como principio


general la teoría de la causalidad adecuada (art. 1726), que se funda en un parámetro
objetivo de comparación: hay que establecer, en cada caso, si era previsible que cierto
hecho generara determinado resultado, de acuerdo a lo que habría previsto un
hombre medio en el momento del hecho.

e. Eximentes: Las eximentes son circunstancias que operan enervando la


antijuridicidad, la relación de causalidad o los factores de atribución. Pueden aminorar
o eximir la responsabilidad por daño al sindicado como responsable.

Hecho de la víctima: La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia


del hecho del damnificado en la producción del daño, excepto que la ley o el contrato
dispongan que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualquier otra circunstancia
especial.
Hecho de terceros: Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de
un tercero por quien no se debe responder debe reunir los caracteres del caso fortuito.

Caso fortuito: Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser
previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o
fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto disposición en contrario.

Supuestos del Artículo 1718 del Código Civil y Comercial de la Nación: Legítima
defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de un derecho. Está justificado el
hecho que causa un daño:

a) en ejercicio regular de un derecho;

b) en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente


proporcionado, frente a una agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el
tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como consecuencia de un hecho
realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena;

c) para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al
agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se halla
justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En este
caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que el juez lo
considere equitativo.

Sub-Eje Temático 2: FUNCIONES DEL DERECHO DE DAÑOS

a. Función resarcitoria: La reparación del daño consiste en “el cumplimiento de una


obligación a cargo del responsable y a favor del damnificado, que tiene por objeto
resarcir el daño injustamente al acreedor”. La violación del deber de no dañar a otro, o
el incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado.

La reparación constituye, en una perspectiva netamente jurídica, el restablecimiento


del equilibrio preexistente que fuera alterado por el evento dañoso y el cumplimiento
de la justicia y la equidad. Por medio de la misma se intenta colocar al damnificado en
la misma situación en la que se encontraba antes del hecho dañoso, en cuanto esto
sea posible, desmantelando los efectos del ilícito, sea por el pago en dinero o en
especie.

La función resarcitoria de la responsabilidad civil es reparar un daño injusto, esto es,


conceder un resarcimiento a la víctima y no castigar al autor de un hecho antijurídico.
La función resarcitoria no es sancionatoria.

La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la situación del
damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en
especie. La víctima puede optar por el reintegro específico, excepto que sea parcial o
totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en
dinero. En el caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad
personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de
sus partes pertinentes, a costa del responsable.

Reparación in natura: o específica. Consiste en la ejecución de una obligación


(generalmente de hacer) que tiene por finalidad la de volver las cosas al estado en que
se hallaban antes de producirse el evento dañoso. Para que ello pueda producirse,
deberán existir las posibilidades materiales y jurídicas que lo permitan.

Reparación en especie: La reparación por equivalente se traduce en la entrega de un


equivalente a la víctima (normalmente pecuniario) con entidad suficiente para la
restauración del valor perjudicado. En materia de daño moral, el resarcimiento
tenderá netamente a la satisfacción de la víctima.

b. Función preventiva. Concepto: La acción preventiva procede cuando una acción u


omisión antijurídica hace previsible la producción de un daño, su continuación o
agravamiento. No es exigible la concurrencia de ningún factor de atribución. La
prevención presenta dos formas:

1. La primera, de carácter general, es la amenaza que implica una consecuencia legal,


una sanción, frente a una conducta determinada. En este caso juegan un factor
preponderante la disuasión y la intimidación o consecuencia jurídica que la norma
impone ante el incumplimiento.

2. La segunda forma es más específica y se justifica en cuestiones que manifiesten una


peligrosidad inusitada, una dañosidad potencial alta, o la presencia de determinados
bienes jurídicos (vgr., bienes personalísimos). De este modo, se imponen a ciertos
sujetos deberes especiales de control, aminoramiento (reducción) de riesgos de la
actividad por ellos producida.

Deber general de no dañar: toda persona tiene el deber, en cuanto de ella dependa,
de:
a) evitar causar un daño no justificado;
b) adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para
evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o
disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería responsable, tiene
derecho a que éste le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme a las
reglas del enriquecimiento sin causa;

Acción preventiva prevista en el Código Civil y Comercial de la Nación: La acción


preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica hace previsible la
producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la concurrencia
de ningún factor de atribución.

Legitimación: Están legitimados para reclamar quienes acreditan un interés razonable


en la prevención del daño.

Sentencia: La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer, a pedido de


parte o de oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer o no
hacer, según corresponda; debe ponderar los criterios de menor restricción posible y
de medio más idóneo para asegurar la eficacia en la obtención de la finalidad.

Punición excesiva: Si la aplicación de condenaciones pecuniarias administrativas,


penales o civiles respecto de un hecho provoca una punición irrazonable o excesiva, el
juez debe computarla a los fines de fijar prudencialmente su monto.

Facultades del juez: En el supuesto previsto anteriormente el juez puede dejar sin
efecto, total o parcialmente, la medida.

c. Sanción pecuniaria disuasiva: Nociones del anteproyecto de 2012: el Congreso de la


Nación eliminó del Proyecto la figura de la sanción pecuniaria disuasiva al modificar el
texto del art. 1708, suprimir el anterior art. 1714 y proceder a mantener en lo esencial
el texto del art. 1715 originario (referido a la punición excesiva), transformándolo en
los actuales arts. 1714 y 1715. No obstante la redacción de los artículos, la función
punitiva es parte del régimen de responsabilidad por daños.

Daño punitivo en la Ley de defensa del consumidor: son las sumas de dinero que los
tribunales mandan a pagar a la víctima de ciertos ilícitos que se suman a las
indemnizaciones por daños realmente experimentados por el damnificado, que están
destinados a punir graves inconductas del demandado y a prevenir hechos similares en
el futuro. Está contemplada en el art. 52 bis de ley 24240 que reza: Daño punitivo. Al
proveedor que no cumpla sus obligaciones legales o contractuales con el consumidor,
a instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa civil a favor del
consumidor, la que se graduará en función de la gravedad del hecho y demás
circunstancias del caso, independientemente de otras indemnizaciones que
correspondan. Cuando más de un proveedor sea responsable del incumplimiento
responderán todos solidariamente ante el consumidor, sin perjuicio de las acciones de
regreso que les correspondan. La multa civil que se imponga no podrá superar el
máximo de cinco millones de pesos.

Sub-Eje Temático 3: RESPONSABILIDAD DIRECTA

a. Responsabilidad por el hecho propio. Concepto: Es responsable directo quien


incumple una obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u omisión.

b. Responsabilidad por el cómplice. Artículo 1752 del Código Civil y Comercial de la


Nación: El encubridor responde en cuanto su cooperación ha causado daño.

Pluralidad de Responsables. Artículo 1751 del Código: Si varias personas participan en


la producción del daño que tiene una causa única, se aplican las reglas de las
obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de causas distintas, se aplican las reglas
de las obligaciones concurrentes.

Sub-Eje Temático 4: RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE TERCEROS

a. Responsabilidad del dependiente. Concepto. Nociones: El principal responde


objetivamente por los daños que causen los que están bajo su dependencia, o las
personas de las cuales se sirve para el cumplimiento de sus obligaciones, cuando el
hecho dañoso acaece en ejercicio o con ocasión de las funciones encomendadas.

La falta de discernimiento del dependiente no excusa al principal. La responsabilidad


del principal es concurrente con la del dependiente.

b. Responsabilidad del padre por los hijos: Concepto. Nociones: Los padres son
solidariamente responsables por los daños causados por los hijos que se encuentran
bajo su responsabilidad parental y que habitan con ellos, sin perjuicio de la
responsabilidad personal y concurrente que pueda caber a los hijos.

Cesación de la responsabilidad paterna. La responsabilidad de los padres es objetiva, y


cesa si el hijo menor de edad es puesto bajo la vigilancia de otra persona, transitoria o
permanentemente. Los padres no se liberan, aunque el hijo menor de edad no conviva
con ellos, si esta circunstancia deriva de una causa que les es atribuible. Los padres no
responden por los daños causados por sus hijos en tareas inherentes al ejercicio de su
profesión o de funciones subordinadas encomendadas por terceros. Tampoco
responden por el incumplimiento de obligaciones contractuales válidamente
contraídas por sus hijos.

Sub-Eje Temático 5: RESPONSABILIDAD POR LA INTERVENCIÓN DE COSAS

a. Responsabilidad por riesgo o vicio de las cosas y actividades riesgosas. Supuestos


contemplados en los artículos 1757 y 1758 del Código Civil y Comercial de la Nación:
Toda persona responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las
actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios
empleados o por las circunstancias de su realización.

La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización administrativa para el


uso de la cosa o la realización de la actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de
prevención.

Sujetos responsables: El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño


causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por terceros, el
uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un provecho de ella. El
dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada en contra de su
voluntad expresa o presunta.

En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene


provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la legislación especial.

b. Supuesto previsto por la Ley de Defensa del Consumidor: Si el daño al consumidor


resulta del vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio, responderán el
productor, el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor, el vendedor y
quien haya puesto su marca en la cosa o servicio. El transportista responderá por los
daños ocasionados a la cosa con motivo o en ocasión del servicio.

La responsabilidad es solidaria, sin perjuicio de las acciones de repetición que


correspondan. Sólo se liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del
daño le ha sido ajena.

Daño directo: es todo perjuicio o menoscabo al derecho del usuario o consumidor,


susceptible de apreciación pecuniaria, ocasionado de manera inmediata sobre sus
bienes o sobre su persona, como consecuencia de la acción u omisión del proveedor
de bienes o del prestador de servicios.

Los organismos de aplicación, mediante actos administrativos, fijarán las


indemnizaciones para reparar los daños materiales sufridos por el consumidor en los
bienes objeto de la relación de consumo.

Esta facultad sólo puede ser ejercida por organismos de la administración que reúnan
los siguientes requisitos:

a) la norma de creación les haya concedido facultades para resolver conflictos entre
particulares y la razonabilidad del objetivo económico tenido en cuenta para
otorgarles esa facultad es manifiesta;
b) estén dotados de especialización técnica, independencia e imparcialidad
indubitadas;
c) sus decisiones estén sujetas a control judicial amplio y suficiente.

No se aplica a las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos del


consumidor, su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales
legítimas, las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida ni, en general, a
las consecuencias no patrimoniales.

Sub-Eje Temático 6: RESPONSABILIDADES ESPECIALES


a. Responsabilidad patrimonial del Estado. Regulación del Código Civil y Comercial de
la Nación: la responsabilidad del Estado se rige por las normas y principios del derecho
administrativo nacional o local según corresponda.

Responsabilidad del funcionario y del empleado público: Los hechos y las omisiones
de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones por no cumplir sino de una
manera irregular las obligaciones legales que les están impuestas se rigen por las
normas y principios del derecho administrativo nacional o local, según corresponda.

Ley de Responsabilidad Patrimonial del Estado: Ley 26.944: rige la responsabilidad del
Estado por los daños que su actividad o inactividad les produzca a los bienes o
derechos de las personas.

La responsabilidad del Estado es objetiva y directa.

Las disposiciones del Código Civil no son aplicables a la responsabilidad del Estado de
manera directa ni subsidiaria.

La sanción pecuniaria disuasiva es improcedente contra el Estado, sus agentes y


funcionarios.

Se exime de responsabilidad al Estado en los siguientes casos:

a) Por los daños y perjuicios que se deriven de casos fortuitos o fuerza mayor, salvo
que sean asumidos por el Estado expresamente por ley especial;
b) Cuando el daño se produjo por el hecho de la víctima o de un tercero por quien el
Estado no debe responder.

Son requisitos de la responsabilidad del Estado por actividad e inactividad ilegítima:

a) Daño cierto debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en dinero;


b) Imputabilidad material de la actividad o inactividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad adecuada entre la actividad o inactividad del órgano y el
daño cuya reparación se persigue;
d) Falta de servicio consistente en una actuación u omisión irregular de parte del
Estado; la omisión sólo genera responsabilidad cuando se verifica la inobservancia de
un deber normativo de actuación expreso y determinado.

Son requisitos de la responsabilidad estatal por actividad legítima:

a) Daño cierto y actual, debidamente acreditado por quien lo invoca y mensurable en


dinero;
b) Imputabilidad material de la actividad a un órgano estatal;
c) Relación de causalidad directa, inmediata y exclusiva entre la actividad estatal y el
daño;
d) Ausencia de deber jurídico de soportar el daño;
e) Sacrificio especial en la persona dañada, diferenciado del que sufre el resto de la
comunidad, configurado por la afectación de un derecho adquirido.

La responsabilidad del Estado por actividad legítima es de carácter excepcional. En


ningún caso procede la reparación del lucro cesante.

La indemnización de la responsabilidad del Estado por actividad legítima comprende el


valor objetivo del bien y los daños que sean consecuencia directa e inmediata de la
actividad desplegada por la autoridad pública, sin que se tomen en cuenta
circunstancias de carácter personal, valores afectivos ni ganancias hipotéticas.
Los daños causados por la actividad judicial legítima del Estado no generan derecho a
indemnización.

El Estado no debe responder, ni aun en forma subsidiaria, por los perjuicios


ocasionados por los concesionarios o contratistas de los servicios públicos a los cuales
se les atribuya o encomiende un cometido estatal, cuando la acción u omisión sea
imputable a la función encomendada.

El plazo para demandar al Estado en los supuestos de responsabilidad extracontractual


es de tres (3) años computados a partir de la verificación del daño o desde que la
acción de daños esté expedita.
El interesado puede deducir la acción indemnizatoria juntamente con la de nulidad de
actos administrativos de alcance individual o general o la de inconstitucionalidad, o
después de finalizado el proceso de anulación o de inconstitucionalidad que le sirve de
fundamento.

La actividad o inactividad de los funcionarios y agentes públicos en el ejercicio de sus


funciones por no cumplir sino de una manera irregular, incurriendo en culpa o dolo, las
obligaciones legales que les están impuestas, los hace responsables de los daños que
causen.

La pretensión resarcitoria contra funcionarios y agentes públicos prescribe a los tres


(3) años.
La acción de repetición del Estado contra los funcionarios o agentes causantes del
daño prescribe a los tres (3) años de la sentencia firme que estableció la
indemnización.

La responsabilidad contractual del Estado se rige por lo dispuesto en las normas


específicas. En caso de ausencia de regulación, se aplica esta ley en forma supletoria.

Las disposiciones de la presente ley no serán aplicadas al Estado en su carácter de


empleador.

b. Responsabilidad en las profesiones liberales. Concepto. Artículo 1768 del Código


Civil y Comercial de la Nación: La actividad del profesional liberal está sujeta a las
reglas de las obligaciones de hacer. La responsabilidad es subjetiva, excepto que se
haya comprometido un resultado concreto. Cuando la obligación de hacer se preste
con cosas, la responsabilidad no está comprendida en la responsabilidad derivada de la
intervención de cosas y actividades riesgosas excepto que causen un daño derivado de
su vicio. La actividad del profesional liberal no está comprendida en la responsabilidad
por actividades riesgosas.

c. Responsabilidad por daños en automotores. Art. 1769 del Código Civil y Comercial
de la Nación: Los artículos referidos a la responsabilidad derivada de la intervención de
cosas se aplican a los daños causados por la circulación de vehículos.

d. Responsabilidad colectiva. Supuestos contemplados en los artículos 1760, 1761 y


1762 del Código Civil y Comercial de la Nación:

Cosa suspendida o arrojada: Si de una parte de un edificio cae una cosa, o si ésta es
arrojada, los dueños y ocupantes de dicha parte responden solidariamente por el daño
que cause. Sólo se libera quien demuestre que no participó en su producción.

Autor anónimo: Si el daño proviene de un miembro no identificado de un grupo


determinado responden solidariamente todos sus integrantes, excepto aquel que
demuestre que no ha contribuido a su producción.

Actividad peligrosa de un grupo: Si un grupo realiza una actividad peligrosa para


terceros, todos sus integrantes responden solidariamente por el daño causado por uno
o más de sus miembros. Sólo se libera quien demuestra que no integraba el grupo.

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