Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
7
1. LAS NOCIONES DE JURISPRUDENCIA ......................................................................................... 8
2. LOS CRITERIOS DE SOLUCIÓN DE CASOS .................................................................................. 9
CAPÍTULO I AUTONOMÍA DEL TÍTULO EJECUTIVO ............................................................................ 11
1. GESTIONES PREPARATORIAS DE LA VÍA EJECUTIVA NO LIBERAN AL TÍTULO DE LA
OBLIGACIÓN DE SER AUTOSUFICIENTE ........................................................................................ 12
Esta obra forma parte de una colección que edita Thomson Reuters con el objeto
de entregar a la comunidad jurídica nacional los criterios de aplicación y solución de
casos de instituciones que tienen una masiva litigiosidad en tribunales y Cortes del
país.
A partir de la reforma del año 1995 a la Corte Suprema, este tribunal ha ido
paulatinamente fijando criterios unificados de cómo se deben interpretar y aplicar
las normas. Así surge una segunda acepción que tiende a la uniformidad y que es
posible advertir en algunos fallos. En efecto, advertimos hoy que las sentencias del
Máximo Tribunal y de las Cortes de Apelaciones utilizan frases como las siguientes:
"...Como lo ha señalado reiteradamente la jurisprudencia de esta Corte...", "...Según
la jurisprudencia de este tribunal..." o "siguiendo la sana doctrina de esta Corte".
¿Son sólo semántica dichas frases o evidencian una tendencia unificadora? A
nuestro parecer ello refleja más bien el interés de la Corte Suprema, e incluso de
algunas Cortes de Apelaciones, de sostener en el tiempo el criterio fijado sin un
propósito evidente de uniformar, sino de establecer soluciones de casos en forma
previa.
Hay, por lo expuesto, dos condiciones para que la "solución casuística" que se
construye por la Corte, la Sala o la integración de ésta, se aplique:
Dándose los dos supuestos expuestos, la Corte o la Sala de ella procede a aplicar
la "solución de caso" ya diseñada.
Se trata de soluciones de casos que las Cortes han desarrollado, en forma vertical
o espontánea, y es la misma que se aplica en todo el sistema judicial, independiente
de la Corte, la Sala o la integración de la misma, siendo idénticos las soluciones y
los argumentos (holdings) que las sustentan.
b) Dispersas
Son las soluciones de casos que dependerán de cada Corte, Sala o integración
y que es posible observar en criterios dispares respecto de un mismo tipo de casos
con argumentos (holdings) similares para cada solución creada.
En este último caso, el voto de mayoría sustenta una solución y criterio que se
mantiene en el tiempo, hasta que el voto de minoría pase a ser de mayoría,
quedando reflejadas ambas posiciones en las sentencias en los votos disidentes.
CAPÍTULO I AUTONOMÍA DEL TÍTULO EJECUTIVO
1. GESTIONES PREPARATORIAS DE LA VÍA EJECUTIVA NO LIBERAN AL TÍTULO DE LA
OBLIGACIÓN DE SER AUTOSUFICIENTE
Rol: 7296-2012
Fecha: 20/05/2013
TEXTO COMPLETO:
I. Sentencia de casación
Visto:
Por sentencia de catorce de enero de dos mil doce, escrita a fojas 70, dictada por
la señora juez subrogante del tribunal mencionado en el primer párrafo, se
rechazaron todas las excepciones opuestas por la ejecutada y se hizo lugar a la
demanda, ordenando suscribir el documento de traspaso de 4.997 acciones por la
ejecutada, de las cuales ella es titular en Agrícola y Ganadera San Sebastián S.A.,
dentro de décimo día de ejecutoriado el fallo, bajo apercibimiento de suscribirse por
el juez en representación de la deudora.
Considerando:
Primero: Que según se ha reproducido en lo expositivo de este fallo, la parte
ejecutante encaminó su libelo de fojas 22 en el ejercicio de la acción ejecutiva de
una obligación de hacer, concretamente, que la ejecutada fuera apremiada para que
suscribiera el documento de traspaso de acciones que mencionó; pretensión que
esta última enfrentó por medio de cuatro excepciones de la nómina estatuida en el
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, puntualmente, las excepciones 2ª,
4ª, 7ª y 14ª de la norma en mención;
Segundo: Que, del mismo modo, ya se dejó expresado que los jueces de la
instancia desestimaron todas las excepciones formuladas por la ejecutada e
hicieron lugar a la demanda, ordenando a esa litigante suscribir el documento de
traspaso de 4.997 acciones de las que es titular en la sociedad anónima Agrícola y
Ganadera San Sebastián, dentro de décimo día de ejecutoriado el fallo, bajo
apercibimiento de ser suscrito en su representación por el juez de la causa;
Tercero : Que la sentencia objeto del recurso, junto con determinar que en autos,
con lo actuado por la ejecutada, se configuró lo dispuesto en el artículo 55 del
Código de Procedimiento Civil en cuanto a la falta de notificación por cédula de la
resolución que tuvo por preparada la vía ejecutiva, pese a que se dictó luego de seis
meses de haber estado paralizado el juicio, resalta el tenor y mérito del documento
denominado "acuerdo", fechado el "27.03.07", respecto del cual se llevó a efecto la
gestión preparatoria de la vía ejecutiva.
Pues bien, los sentenciadores de alzada advirtieron que en el caso sub lite la
obligación que subyace al título originado en la gestión preparatoria de la vía
ejecutiva no da cuenta de una obligación exigible, sin embargo, determinaron la
inocuidad de esa constatación debido a que la parte ejecutada no la había
incorporado a la controversia;
Quinto: Que no debe perderse de vista que esta Corte Suprema ha resuelto que
el tribunal sentenciador tiene autorizado pronunciar su fallo sobre la base de
consideraciones diversas de aquellas que hubieran invocado las partes. Tal
proceder no acarrea el vicio de ultra petita, en la medida que la sentencia se dedique
a tratar y decidir la cuestión o cuestiones propuestas por las partes;
Sexto: Que en lo que atañe a la presente causa cobra relevancia el deber que el
artículo 441 del Código de Procedimiento Civil impone al tribunal que haya de
proveer una demanda ejecutiva. Esta norma le manda examinar el título y
despachar o denegar la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado.
Ese trascendente mandato legal al juez es sin duda directo, no requiere que
ninguno de los litigantes inste por el mismo, sin perjuicio, claro está, de la gama de
excepciones con las que más adelante contará el ejecutado, en caso que la
ejecución sea admitida y siga su curso;
Séptimo: Que según se anotó en el motivo cuarto, el requisito esencial que habrá
de aparecer del título que se pretende ejecutivo es la deuda, la obligación cuyo
cumplimiento se persigue por el ejecutante.
Luego, los efectos de una deficiente observancia de ese deber legal del juez de
la causa, en orden a verificar que la ejecución incoada exhibía ese primer requisito
básico, trascienden al momento procesal al que era inherente, permitiendo que,
incluso, sea abordado por el tribunal superior que lo suceda en el conocimiento y
fallo de la litis, tal como sucedió en la especie.
Octavo: Que el Código de Procedimiento Civil, en sus artículos 169, 170 y 171,
regula las formas de las sentencias.
Décimo: Que el defecto de forma que ha quedado evidenciado, importa que los
jueces del grado han incurrido en la quinta causal de nulidad prevista en el artículo
768 del Código de enjuiciamiento del ramo, relacionado al cuarto numeral del
artículo 170 del mismo ordenamiento, vicio que ha tenido influencia substancial en
lo dispositivo de la sentencia cuestionada, al faltar el análisis referente a la
existencia de una obligación susceptible de ejecutar, requisito elemental del título
producido en la gestión previa preparatoria de la vía ejecutiva y que el tribunal debió
aquilatar;
Regístrese.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Nibaldo Segura P., Juan Araya E., Guillermo Silva G., y Abogados Integrantes Sres.
Emilio Pfeffer U. y Raúl Lecaros Z. No firman los Ministros Sres. Segura y Silva, no
obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar ambos
con permiso.
Nº 7.296-2012.
Visto:
1º.- Que para la adecuada resolución en los antecedentes, cabe resaltar algunas
consideraciones útiles al efecto, las que, incluso, resultan ser independientes y
previas a abordar las alegaciones y defensas específicas de los litigantes.
2º.- Que del análisis de los diversos títulos ejecutivos que contempla el artículo
434 del Código de Procedimiento Civil, es posible concluir que existen títulos
perfectos e imperfectos, dentro de ésta última categoría encontramos la confesión
de deuda y el reconocimiento de firma. Dichos títulos se caracterizan porque, para
poder iniciar la ejecución por medio de ellos, es preciso cumplir con ciertas
gestiones previas, llamadas preparatorias de la vía ejecutiva, consistentes en un
procedimiento judicial anterior, que puede iniciar el acreedor en contra del deudor,
destinado a perfeccionar o completar un título con el cual pretende iniciar una
ejecución ulterior;
3º.- Que por medio de las gestiones de reconocimiento de firma o la confesión
judicial, ambas preparatorias de la vía ejecutiva, se busca dotar de mérito ejecutivo
a una obligación preexistente que, por lo mismo, aunque ha nacido a la vida jurídica
no tiene aparejada dicha cualidad, de tal suerte que en virtud de la gestión previa
en referencia no se la crea o establece, sino que únicamente se le otorga mérito
ejecutivo, constituyéndose en el título que contiene la gestión respectiva;
4º.- Que, ahora bien, la circunstancia de que en este caso haya quedado
preparada la vía ejecutiva, en los términos que prevé el artículo 436 del Código de
Procedimiento Civil, no libera al título así obtenido de la exigencia general en orden
a que ha de ser autosuficiente, esto es, debe dar cuenta, por sí solo, de una
obligación de dar, de hacer o de no hacer y, además, de una que sea líquida y
actualmente exigible;
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Nibaldo Segura P., Juan Araya E., Guillermo Silva G., y Abogados Integrantes Sres.
Emilio Pfeffer U. y Raúl Lecaros Z. No firman los Ministros Sres. Segura y Silva, no
obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar ambos
con permiso.
Rol Nº 7.296-2012.
2. TÍTULO EJECUTIVO NO NECESARIAMENTE DEBE CONSTAR EN UN SOLO
DOCUMENTO
SUMARIO: La ley no exige que todos los requisitos que deben dar mérito ejecutivo
a un título deban constar en él, por lo que el título ejecutivo puede estar integrado
por dos o más instrumentos que sumados contienen los requisitos de la acción
ejecutiva, sin que por ello se desvirtúe la exigencia que el título ejecutivo debe
bastarse a sí mismo. Así, el título puede constar materialmente en dos o más
documentos, siempre y cuando todos ellos tengan el carácter de títulos ejecutivos
apreciados individualmente. No puede soslayarse que las obligaciones que
contrae el fiador y deudor solidario se hallan debidamente subordinadas a la
naturaleza y características de las obligaciones de que debe responder el deudor
principal.
Rol: 2428-2004
Fecha: 04/07/2006
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
TEXTO COMPLETO
Visto:
I. En cuanto a los recursos de casación en la forma interpuestos a fojas 56, 127
y 198 en contra de las sentencias definitivas de fechas 12 de julio de 2004, escritas,
respectivamente, a fojas 50, 121 y 192 y siguientes.
2. Que la primera causal del recurso la funda, en cada caso, en el Nº 5 del artículo
768, en relación al artículo 170 Nºs. 4 y 6 del Código de Procedimiento Civil; esto
es, haber sido dictadas las sentencias recurridas con omisión de las
consideraciones de hecho y de derecho que sirven de fundamento a las sentencias
y haber omitido resolver la cuestión controvertida, pues éstas no han considerado
ni fallado todas las excepciones opuestas a la ejecución.
Tampoco exige que mencione, analice y pondere en sus fundamentos cada una
de las alegaciones de las partes, pues basta que dé razones que determinen la
sentencia, que contenga aquellos requisitos en cuanto el tribunal los estime
suficientes para fundarla.
Por lo demás, el juez al razonar no está obligado a refutar los argumentos de las
partes.
Examinadas cada una de las sentencias recurridas rolantes a fojas 50, 121 y 192
y siguientes, aparece que el juez a quo en los motivos 3º, 4º, 5º, 6º y 7º realizó las
consideraciones respectivas que contienen las razones que le permiten fundar su
sentencia.
En las situaciones en estudio el asunto controvertido quedó fijado por los escritos
de oposición del ejecutado rolantes a fojas 15, 85 y 158 y siguientes y de respuesta
del actor a la oposición que rolan a fojas 36, 106 y 177 y siguientes, lo que determinó
que se recibiera, en cada caso, la causa a prueba a fojas 47, 117 y 189,
respectivamente.
En las situaciones que nos convocan, no exigiendo la ley procesal que se cumpla
con la exigencia mediante el uso de alguna frase sacramental, no cabe duda alguna
que las sentencias recurridas cumplen con el requisito de contener la decisión del
asunto controvertido al decidirse que se rechazan las excepciones opuestas a la
ejecución por el ejecutado y se ordena seguir adelante con la ejecución.
En todo caso, una sentencia puede ser anulada si no se conforma con el mérito
del proceso.
10. Que así las cosas, la escritura pública a que hace mención la ejecutante en
sus demandas y que rolan a fojas 2, 71 y 140, forman parte del mérito del proceso
y así también lo entendió el recurrente al hacer caudal de ellas en sus escritos de
oposición a la ejecución, como consta de la simple lectura de tales escritos de fojas
15, 85 y 158, por lo que las sentencias recurridas no han sido dadas ultra petita.
11. Que, por último, sin perjuicio de lo expuesto, aunque los eventuales vicios
reclamados por la parte recurrente existieren, ellos pueden ser subsanados por esta
Corte conociendo de los recursos de apelación que también dedujo.
12. Que para que proceda la acción ejecutiva es necesario que la obligación
consista en un título ejecutivo, que la obligación sea líquida y actualmente exigible
y que la acción ejecutiva no esté prescrita.
Conforme al artículo 434 Nºs. 2 y 4 del Código de Procedimiento Civil, son títulos
ejecutivos la copia autorizada de escritura pública y los cheques, cuando puesto el
protesto en conocimiento del obligado por notificación judicial, no alegue en ese
mismo acto o dentro de tercero día tacha de falsedad.
13. Que entre las características del título ejecutivo está la que es autónomo, lo
que significa que se basta a sí mismo y que, por tanto, los elementos o presupuestos
que la ley le exige a la acción ejecutiva deben contenerse en el título.
15. Que de conformidad a lo expuesto es dable concluir que la ley no exige que
todos los requisitos que deben dar mérito ejecutivo a un título deban constar en él,
por lo que el título ejecutivo puede estar integrado por dos o más instrumentos que
sumados contienen los requisitos de la acción ejecutiva, sin que por ello se desvirtúe
la exigencia que el título ejecutivo debe bastarse a sí mismo.
16. Que del tenor de las demandas ejecutivas de fojas 4, 73 y 142 consta que
éstas se fundan en los cheques suscritos a través de su representante por la
sociedad Comercial Súper Cinco Limitada que en cada escrito se individualizan y
en la escritura pública de 25 de abril de 2003 ante Notario Público, por la que don
Alberto Ortiz Lagos se constituyó en fiador y codeudor solidario de la deudora
Comercial Súper Cinco Limitada. También consta en ellas que la acción se dirige
en calidad de demandados en contra de la sociedad Comercial Súper Cinco
Limitada representada por Víctor Herrera Campanine y en contra de Alberto Ortiz
Lagos en su calidad de aval [debió decir fiador] y codeudor solidario de Comercial
Súper Cinco Limitada.
17. Que de la escritura pública de fecha 25 de abril de 2003, que en cada caso
rola a fojas 2, 71 y 140, otorgada ante la Notario Público de Coronel doña Claudia
Sepúlveda Constanzo, suplente de la titular Miriam Sánchez Sepúlveda, consta que
don Alberto Floridor Ortiz Lagos se constituyó en fiador y codeudor solidario de la
sociedad Comercial Súper Cinco Limitada representada por Víctor Herrera
Campanine respecto de todas y cada una de las obligaciones que en el pasado,
presente o futuro Comercial Súper Cinco Limitada contraiga con Adelco Concepción
Limitada, Abastecedora del Comercio Limitada o Distribuidora Adelco Concepción
Limitada.
18. Que es necesario tener presente que la solidaridad pasiva es una garantía
para el acreedor, en cuanto puede dirigir su acción en contra del deudor que le
parezca más solvente; el codeudor solidario tiene el carácter de principal y directo,
mientras que en la fianza el fiador es un deudor subsidiario, y el codeudor solidario
respecto del acreedor se encuentra obligado al pago total de la deuda sin que éste
le pueda oponer el beneficio de división.
19. Que de los escritos de oposición a la ejecución que en cada caso rolan a fojas
15, 85 y 158 y siguientes, fluye que el abogado Luis Rodríguez Orellana, en
representación de Alberto Floridor Ortiz Lagos, opuso como primera excepción la
prevista en el Nº 1 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, esto es la
incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda.
20. Que conforme a las demandas ejecutivas rolantes a fojas 4, 73 y 142, los
demandados son dos; esto es, Comercial Súper Cinco Limitada representada por
Víctor Herrera Campanine, domiciliada en calle Bilbao 486 en Talcahuano, y Alberto
Ortiz Lagos, domiciliado en calle Sotomayor 285 en Coronel y/o la ciudad de
Concepción.
En el artículo 141 estatuye que si los demandados fueren dos o más y cada uno
de ellos tuviere su domicilio en diferente lugar, podrá el demandante entablar su
acción ante el juez de cualquier lugar donde esté domiciliado uno de los
demandados, y en tal caso quedarán los demás sujetos a la jurisdicción del mismo
juez.
En tal virtud no cabe sino concluir que las demandas ejecutivas fueron deducidas
ante Tribunal competente, no obligando al acreedor el domicilio convencional que
hubiere pactado uno de los varios demandados, atendida la facultad privativa de
elegir el juez que le otorga la ley procesal.
23. Que, asimismo, de los escritos de oposición a la ejecución que en cada caso
rolan a fojas 15, 85 y 158 y siguientes, fluye que el abogado Luis Rodríguez
Orellana, en representación de Alberto Ortiz Lagos, opuso como segunda excepción
la contemplada en el Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, esto
es la falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para
que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al
demandado.
24. Que es necesario destacar que es un principio de derecho que los contratos
deben celebrarse y cumplirse de buena fe, por lo que debe entenderse que el
suscrito entre el señor Alberto Floridor Ortiz Lagos con la sociedad Distribuidora
Adelco Concepción Limitada, que rola a fojas 2, 71 y 140, respectivamente, importa
que éste debe asumir todas las obligaciones contraídas por la sociedad Comercial
Súper Cinco Limitada, cualquiera sea el motivo o calidad en que dicha sociedad
hubiera contraído tales compromisos, según se estipuló en las cláusulas segunda y
tercera del contrato referido.
25. Que si los requisitos para deducir la acción ejecutiva se reúnen en un solo
instrumento, se está ante un título perfecto o completo, porque se basta a sí mismo
para deducir la acción, pero también existen otros títulos ejecutivos denominados
incompletos o imperfectos, porque para hacerlos efectivos requiere de gestiones
judiciales previas o de una complementación vinculante especial directa con el título
incompleto, sea para determinar la persona del deudor, sea para fijar el monto de lo
debido o para determinar la liquidez de la obligación (Rol Nº 806-2000 antes citado).
26. Que como ya se dijo, es título ejecutivo la copia autorizada de una escritura
pública que da cuenta de la existencia de una obligación y también lo son los
cheques cuyo protesto fue notificado judicialmente al librador y no opuso tacha de
falsedad dentro de plazo legal, de modo que si es indudable que el demandado
Alberto Ortiz Lagos se obligó en cuanto fiador y codeudor solidario de la sociedad
Comercial Súper Cinco Limitada y respecto de esta última se ha intentado una
ejecución fundada en una obligación también indubitable, constando ambas
obligaciones en títulos ejecutivos, no existe ley que prohíba integrar ambos títulos,
si en lo sustantivo o material la coincidencia vinculante respecto de ambos
codeudores para con el acreedor es notoria e ineludible.
27. Que, por otra parte, si el codeudor solidario señor Alberto Ortiz Lagos estipuló
la fianza y solidaridad pasiva por todas y cada una de las obligaciones contraídas
por la sociedad Comercial Súper Cinco Limitada a favor de la sociedad acreedora
Distribuidora Adelco Concepción Limitada, debe entenderse, sin lugar a dudas, que
también quedó sujeto el codeudor que lo es a título de cauciones personales, al
procedimiento que la acción destinada al cumplimiento de la obligación se intente
por la acreedora, mayormente si se considera que dentro del procedimiento
ejecutivo la defensa del deudor solidario es muy amplia y extensa, lo que impide su
desprotección procesal.
28. Que de acuerdo con lo razonado, no cabe sino concluir que en las situaciones
en estudio el título ejecutivo lo conforman los cheques que en cada demanda se
individualizan, suscritos a través de su representante por la sociedad Comercial
Súper Cinco Limitada, y el instrumento vinculante o complementario del título, que
determina la persona del deudor, que es la escritura pública por la que, en cada
caso, el señor Alberto Ortiz Lagos se constituyó personalmente en fiador y codeudor
solidario de la referida sociedad con el objeto de garantizar a la sociedad
Distribuidora Adelco Concepción Limitada las obligaciones de aquélla, de manera
que sumados los dos instrumentos reúnen las condiciones que la ley exige al título
ejecutivo, sin que por ello se desvirtúe la exigencia que el título ejecutivo debe
bastarse por sí mismo, cumpliéndose así con los presupuestos para dar curso a la
ejecución.
29. Que por los razonamientos que anteceden, no obstante la tesis de la parte
apelante, tanto los cheques suscritos a través de su representante por la deudora
Comercial Súper Cinco Limitada como la escritura pública de fecha 25 de abril de
2003, son títulos ejecutivos en contra del deudor solidario Alberto Ortiz Lagos.
30. Que no puede soslayarse que las obligaciones que contrae el fiador y deudor
solidario se hallan debidamente subordinadas a la naturaleza y características de
las obligaciones de que debe responder el deudor principal, en estos casos
Comercial Súper Cinco Limitada.
32. Que por todo lo razonado, como bien lo decidió el juez de primer grado,
procede desestimar las excepciones opuestas en los escritos de fojas 15, 85 y 158
y siguientes, por el abogado Luis Rodríguez Orellana en representación de Alberto
Floridor Ortiz Lagos.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 134 y 141 del Código
Orgánico de Tribunales, 434 Nºs. 2 y 4 del Código de Procedimiento Civil y 41 inciso
2º de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques, SE CONFIRMAN, con
costas del recurso, las sentencias apeladas, todas de fecha doce de julio de dos mil
cuatro, escritas, respectivamente, a fojas 50, 121 y 192 y siguientes.
Rol: 1977-2007
Fecha: 12/12/2007
TEXTO COMPLETO
I. Sentencia de casación
Vistos:
En estos autos Rol Nº 2039-04, del Octavo Juzgado de Letras del Trabajo de
Santiago, el Sindicato Nacional Grupo Santander Central Hispano, representado por
don Jaime Ramírez Maldonado, don Joaquín Abarzúa León, don Luis Mesina Martín
y don José Osses Opazo, deduce demanda ejecutiva en contra del Banco
Santander Chile S.A., representado por don Óscar Von Chrismar Carvajal, a fin que
se despache mandamiento de ejecución y embargo en contra del ejecutado, por la
suma que indica, más reajustes, intereses y costas, fundado en el incumplimiento
de una serie de prestaciones establecidas en el Convenio Colectivo suscrito entre
las partes con fecha 17 de octubre de 2001, por el lapso de octubre de 2003 hasta
abril de 2004.
Considerando:
Dado lo anterior, al aplicar los sentenciadores el citado artículo 311 del Código
del ramo, lo vulneraron, por cuanto no se cumple la condición de que los
trabajadores hayan suscrito, materialmente una modificación de sus contratos
individuales de trabajo en que se reestructuraran sus estipendios.
Destaca, con ocasión del mismo vicio, la constancia dejada por las partes en el
referido documento para la eventualidad que fuera aplicable el artículo 311 del
Código del Trabajo, en orden a que la obligación novada constituye un mejoramiento
de sus remuneraciones y no una disminución de ellas.
Así, el tribunal niega la existencia de una novación, no obstante que las partes
están acordes en la sustitución de la estructura remuneracional, esto es del monto
equivalente, así como tampoco se desconoce el pago de los sueldos base y
gratificaciones incrementadas a partir de octubre de 2003, en el monto equivalente
a las obligaciones estipuladas en el instrumento del 2001.
Desde ese punto de vista, afirma el Banco empleador que el tribunal estaría
ordenando que se pague una determinada suma de dinero sin que exista causa y
por segunda vez.
Tercero: Que, primeramente, cabe anotar que a pesar de que el juicio ejecutivo
es de índole contenciosa, son sus caracteres de procedimiento extraordinario,
especial y compulsivo, que lo identifican y diferencian de otros, por cuanto persigue
el cumplimiento de ciertas obligaciones, sean declaradas por las partes en forma
fehaciente, como por la justicia, en los casos y con las solemnidades que la ley
señala.
Tal resultado, por cierto, se obtiene legal y válidamente por la vía del apremio, es
decir autorizando la utilización de medios compulsivos como son el embargo y el
remate.
Cuarto: Que los calificativos indicados dan cuenta del contraste entre el
procedimiento ordinario y el ejecutivo, desde que el primero persigue la declaración
de un derecho controvertido y el segundo configura un mecanismo de cobro de una
obligación indubitada, es decir cuya existencia se encuentra fuera de toda discusión,
pues a ello obedece la especial estructura que esta sede presta a los intereses del
acreedor.
De este modo, antes de que transcurra el plazo para que el deudor pueda
excepcionarse alegando el pago, la extinción por novación, etc., ya está siendo
apremiado, pues la primera providencia del tribunal corresponde a la que ordena
requerir de pago y, en su caso, despachar el mandamiento de ejecución y embargo
con el que principia la sustanciación del cuaderno correspondiente.
Quinto: Que, dadas las cualidades del procedimiento en estudio, lo anterior, lejos
de importar una vulneración al debido proceso y un desconocimiento del derecho a
defensa, es congruente con la certeza y claridad del derecho que se cobra; es decir,
con la validez del título que lo contiene y sobre cuyo mérito el demandante impetra
un enjuiciamiento rápido y casi sin discusión.
Décimo: Que del tenor de los descargos del deudor, tal como destaca el juez de
primera instancia en su decisión, confirmada por la sentencia impugnada, es posible
deducir un planteamiento básico consistente en que durante el período que va
desde la entrada en vigor del instrumento colectivo del año 2001, esto es octubre
de 2003 y la vigencia del convenio del año 2003, es decir mayo de 2004, que es
precisamente el lapso en que se acusa el incumplimiento que genera el presente
juicio —las obligaciones arriba mencionadas—, no obstante ser aún eficaz el pacto
que las contiene, ya no existen como tales, por cuanto fueron reestructuradas y
absorbidas, con ocasión del nuevo acuerdo, por las remuneraciones que han sido
puntualmente pagadas.
De esta manera, aun cuando la cláusula decimoséptima del acuerdo del año 2003
extingue el anterior sólo desde la fecha que entra en vigencia, dejando a salvo el
lapso reclamado por los trabajadores demandantes, el prefacio del documento en
estudio, después de identificar a los contratantes, da cuenta de la decisión del
empleador de integrar los bonos y beneficios pretendidos en la remuneración, en
forma que ella se ve aumentada en el valor total que ellos significan, a partir del mes
de octubre de 2003, cambio que es conocido y aceptado por todos los
comparecientes y que califican, desde ya, como beneficioso.
Y en conformidad con lo dispuesto en los artículos 767, 772, 782 y 785 del Código
de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en el fondo deducido por el
demandado a fojas 283, contra la sentencia de fecha dos de marzo de dos mil siete,
escrita a fojas 280 y siguientes, la que se invalida y reemplaza por la que se dicta a
continuación separadamente y sin nueva vista.
Regístrese.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V., Patricio Valdés
A. y señora Gabriela Pérez P.
Rol Nº 1.977-2007.
Vistos:
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores Marcos Libedinsky T., Orlando Álvarez H., Urbano Marín V., Patricio Valdés
A., y señora Gabriela Pérez P. Santiago, 12 de diciembre de 2007.
Rol Nº 1.977-07.
4. VICIO EN TÍTULO EJECUTIVO NO PUEDE SUBSANARSE MEDIANTE
DECLARACIÓN O ACTO POSTERIOR DEL ACTOR
Rol: 924-2009
Fecha: 06/10/2009
Partes: Troncoso Jerez Mario Rimsky con García Correa Jorge Elías
TEXTO COMPLETO
Visto:
Se eliminan las reflexiones de la resolución de 11 de junio pasado, escrita a fojas
46, en compulsas, y se tiene además presente:
Se deja constancia que se hizo uso del artículo 82 del Código Orgánico de
Tribunales.
Rol Nº 924-2009.
5. TÍTULO EJECUTIVO PUEDE ESTAR INTEGRADO POR VARIOS
DOCUMENTOS SI EXISTEN ENTRE ELLOS CONEXIONES JURÍDICAS
CONCURRENTES
Rol: 5203-2006
Fecha: 11/12/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Considerando:
Refiere que de acuerdo con el inciso segundo del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, se le otorga mérito ejecutivo a un pagaré única y
exclusivamente en contra del obligado cuya firma aparezca autorizada por un
notario o, en su caso, por un oficial de Registro Civil.
Ese obligado no es otro que el suscriptor del pagaré, conforme el artículo 106 de
la Ley Nº 18.092 en relación con el Nº 6 del artículo 102.
Además, refiere que el artículo 464 Nº 4 también infringido establece con claridad
que el título de crédito que tiene mérito ejecutivo es el pagaré, que no puede ser
sino el original y no una fotocopia autorizada.
Estima infringido el numeral 7º del artículo 464 del Código Adjetivo, porque la
sentencia rechaza la excepción opuesta por su parte, no obstante que el título
fundante de la acción no tiene ni ha tenido jamás mérito ejecutivo, tanto
absolutamente como con relación a su parte en razón que el título no es más que
una fotocopia autorizada de un pagaré suscrito por terceras personas distintas e
independientes de la recurrente.
Por ende, los sentenciadores no pueden mejorar la calidad del título en que se
funda la acción.
b) En segundo lugar estima infringidos los artículos 98, 105 inciso 2º y 107 de la
misma Ley Nº 1.545 y 2434 inciso primero del Código Civil.
De acuerdo a esto también estima que la sentencia infringió el artículo 2434 del
Código Civil, en razón de que la obligación hipotecaria, que es accesoria, sigue la
suerte de la obligación principal, en este caso del pagaré, que no es tal, según
señaló, extinguiéndose junto con la obligación principal por expresa disposición de
la norma citada.
Sexto: Que la hipoteca constituye una garantía real que se rige por el principio de
la accesoriedad y sigue la suerte de lo principal.
Dicha caución está constituida por un título ejecutivo —escritura pública—, por lo
que para iniciar la acción de desposeimiento a través de un juicio ordinario o
ejecutivo hay que estarse al título donde se constituyó la obligación a la que accede.
Así lo recoge el mencionado precepto. Esta acción se someterá a las reglas del
juicio ordinario o a las del ejecutivo, según sea la calidad del título en que se funde,
procediéndose contra el poseedor en los mismos términos en que podría hacerse
en contra del deudor personal.
Esta última, por cierto, consta del pagaré suscrito por el deudor principal,
aparejado a la ejecución.
Duodécimo: Que, tal como lo establece el fallo atacado, en lo que respecta a las
cuotas ya devengadas, entre el vencimiento de la tercera cuota del pagaré que
motiva el presente recurso el día 25 de junio de 2001 y la notificación de la acción
de desposeimiento a la demandada el 26 de septiembre de 2002, transcurrió en
exceso el plazo de prescripción de la acción intentada, según establece el artículo
98 de la Ley Nº 18.092, motivo que condujo a los jueces del fondo a acoger la
excepción de prescripción parcial de la acción ejecutiva respecto de dicha cuota y
no respecto de toda la obligación como pretende el recurrente, puesto que respecto
de las restantes no transcurrió el plazo a que se refiere la señalada disposición legal.
Decimotercero: Que no habiendo prescrito la obligación del deudor personal
caucionada con la hipoteca, el derecho para perseguir la finca hipotecada mediante
el ejercicio de la acción de desposeimiento que otorga la hipoteca al acreedor se ha
mantenido en todo momento expedito para él, por lo que carece de fundamento la
excepción de prescripción opuesta por el tercer poseedor para tratar de enervar la
acción deducida en su contra.
Decimocuarto: Que por las razones expresadas no se han configurado los errores
de derecho denunciados, y el recurso intentado deberá rechazarse.
Acordada con el voto en contra del ministro señor Araya, quien fue de parecer de
acoger el recurso de casación en el fondo, anular el fallo de segundo grado y dictar
sentencia de reemplazo en la que se acoja la excepción de prescripción interpuesta,
sobre la base de las siguientes consideraciones:
1º. Que el inciso 2º del artículo 105 de la Ley Nº 18.092 preceptúa que el pagaré
puede tener vencimientos sucesivos y, en tal caso, para que el no pago de una de
las cuotas haga exigible el monto total insoluto es necesario que así se exprese en
el documento.
Esta norma está relacionada con uno de los requisitos que deben contener estos
títulos de crédito, cual es la época del pago, según lo dispone el Nº 3 del artículo
102 de la aludida ley.
2º. Que, en razón de lo anterior, cualesquiera hubieran sido las palabras utilizadas
por el banco al deducir la demanda o empleadas por el suscriptor al extender la
cláusula de aceleración, en opinión del disidente de todos modos habría debido
afirmarse la actual exigibilidad de la obligación cobrada al momento de deducirse la
demanda ejecutiva, pues ella se produjo al incurrir el deudor en mora en el pago de
una de las cuotas en que se dividió el crédito, independientemente de las
manifestaciones de voluntad del acreedor en tal sentido.
Regístrese y devuélvase.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sr. Sergio
Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sres. Juan Araya E. y Carlos Kunsemüller L.
y Abogado Integrante Sr. Óscar Herrera V.
Rol Nº 5.203-2006.
CAPÍTULO II CERTEZA DEL TÍTULO EJECUTIVO
1. REQUISITOS DEL TÍTULO EJECUTIVO. CERTEZA DE OBLIGACIÓN.
EXCEPCIÓN DEL ARTÍCULO 464 Nº 7 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO
CIVIL
Rol : 1895-2005
Fecha: 03/05/2006
Partes: Miguel Brajovic Escalona; con Juana Rosa Jorquera Vergara; Juan José
Fernández Jonquera; María Inés Fernández Jonquera
TEXTO COMPLETO
Visto:
Segundo: Que, cabe tener presente, que tanto la doctrina como la jurisprudencia
de nuestros tribunales han definido al título ejecutivo como un documento escrito
que debe contener de manera indubitada y fehaciente el reconocimiento o
declaración de un derecho y su correlativa obligación, que puede ser de dar, hacer
o no hacer.
Séptimo: Que en este estado, la excepción del artículo 464 Nº 7 del Código de
Procedimiento Civil, opuesta por los ejecutados, esto es faltar al título alguno de los
requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza
ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado y tratándose el título
en que funda su ejecución de un contrato bilateral, que establece derechos y
obligaciones recíprocas para las partes contratantes, ella es procedente y deberá
acogerse en atención a que el título invocado no reunía las exigencias de contener
una deuda cierta, por lo que éste carece de mérito ejecutivo, ya que, por el contrario,
es materia de prueba que necesariamente debe resolverse previamente en una
sentencia declarativa, por lo que mal pudo el Juez de primer grado, al momento de
su examen, haber despachado el mandamiento de ejecución y embargo.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 1.895-2005.
2. CERTEZA EXIGIDA COMO REQUISITO DE TODO TÍTULO EJECUTIVO
SUMARIO: Las exigencias de la ley, al establecer los requisitos para dar fuerza
ejecutiva a un título, radican en la certeza que el título debe dar acerca de la
existencia de la obligación, su exigibilidad, su cuantía y su liquidez, y, como ha
quedado demostrado, tal certeza no fluye de los que precisamente invocó el
ejecutante, debido a la pluralidad de documentos en que se pretendió fundar la
acción ejecutiva, así como a la sustancial inconsistencia que existe entre todos
ellos; de modo que, además de los fundamentos rigurosamente procesales de
carácter formal que emanan de lo dispuesto en el artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil, que han servido de fundamento para acoger la oposición de
la ejecutada, existe dicha falta de certeza que priva necesariamente de mérito
ejecutivo a los instrumentos en que se fundó la demanda ejecutiva.
Rol: 4901-2000
Fecha: 10/03/2006
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
TEXTO COMPLETO
Considerando:
1º. Que fundó este recurso en lo que dispone en el artículo 766 del Código de
Procedimiento Civil, y en las causas 4 y 5 previstas en el artículo 768 del mismo
Código, afirmando:
2º. Que el perjuicio que la recurrente dice haber sufrido a causa del vicio que
motiva el recurso no es sólo reparable con la invalidación del fallo, sino que,
también, por la vía de la apelación deducida por el actor en el primer otrosí de fojas
ciento doce;
2º. Que sobre esos fundamentos, el ejecutante afirma en su demanda que hasta
la fecha la deudora señora Andrea del Pilar Aboid Verdugo no ha cancelado ninguna
cuota, por lo que adeuda el total equivalente a UF. 3.269,31, que a esta fecha, mayo
de 1998, asciende a $ 46.590.381 y, basándose en ello, agrega que la deuda es
líquida, actualmente exigible, y no prescrita, y que, por tanto, conforme con los
artículos 434 y ss. del C. de P.C. pide que se tenga por deducida la demanda
ejecutiva en contra de la ya individualizada señora Aboid, y se despache
mandamiento de ejecución y embargo por la suma ya indicada, más intereses
corrientes y costas, hasta el entero pago a mi representada de su crédito expresado
en U.F. a la fecha de cancelación;
3º. Como se ve, la suma que la sociedad demandante pretende cobrar en este
procedimiento ejecutivo es la que se indica en el documento privado de fojas una,
que no ha sido reconocido judicialmente por la deudora o mandado a tener por
reconocido para los efectos de proceder a la cobranza ejecutiva de dicha deuda,
conforme con lo que previene el artículo 434 número 4º del Código de Procedimiento
Civil, y que, por ende, no tiene mérito ejecutivo; que, además, el mismo instrumento
privado establece que las cuotas a que se refiere llevarán inserto el interés pactado
entre las partes, en circunstancia que en dicho instrumento no consta que se haya
pactado algún interés, ni, menos, cuál pueda ser éste; de manera que, además de
su falta de mérito ejecutivo, la deuda de que daría fe no es líquida ni contiene los
elementos necesarios para liquidarla;
4º. Que puede entenderse la demanda de autos, como lo ha hecho el juez a quo,
en el sentido que el título invocado por el acreedor como fuente de la obligación es
la escritura pública de 14 de agosto de 1996, que corre a fojas 20; pero, tal como
razona dicho Tribunal en su sentencia, dicho título no se basta a sí mismo, porque
en su propio texto se invocan otras fuentes de la obligación que se pretende
ejecutar; así, su cláusula primera se refiere al contrato de compraventa acordado
mediante la escritura pública de 14 de marzo de 1995; su cláusula segunda, a que
el precio de esa compraventa igual a $ 80.000.000 se pagó al contado; en su
cláusula tercera se dice que los comparecientes vienen en aclarar la de
compraventa en lo relativo a la forma de pago del precio, en el sentido que el pago
no fue totalmente en dinero efectivo y al contado como dijeron en la de
compraventa—; sino que a plazo, cancelándose el precio: con la suma de
$ 42.832.795 en dinero efectivo, el día 15 de julio de 1995, y el saldo de
$ 37.167.205, en la forma y el plazo de que da cuenta el reconocimiento de deuda
suscrito por la compradora durante el mes de julio de 1995;
5º. Que, de acuerdo con el claro tenor de la escritura pública de fojas 20, es
evidente que el título ejecutivo consistente en la escritura llamada de aclaración de
la compraventa del predio de la comuna de Lo Barnechea, se basa en el documento
privado de fojas una, que no tiene mérito ejecutivo, y que, además, no es
consistente con la escritura de aclaración, ya que ésta afirma que lo adeudado es
igual a $ 37.167.205 y el documento privado referido, emitido antes de la escritura
de aclaración, afirma que la suma adeudada por concepto de saldo de precio de la
compraventa del predio en cuestión asciende a U.F. 3.269,31, que equivaldrían a
$ 44.135.685, según aparece del cheque dado en garantía de pago de dicha deuda
directa, en el mismo documento;
7º. Que, sin perjuicio de lo anterior, cabe tener presente que las exigencias de la
ley, al establecer los requisitos para dar fuerza ejecutiva a un título, radican en la
certeza que el título debe dar acerca de la existencia de la obligación, su exigibilidad,
su cuantía y su liquidez, y, como ha quedado demostrado, tal certeza no fluye de
los que precisamente invocó el ejecutante, debido a la pluralidad de documentos en
que se pretendió fundar la acción ejecutiva, así como a la sustancial inconsistencia
que existe entre todos ellos; de modo que, además de los fundamentos
rigurosamente procesales de carácter formal que emanan de lo dispuesto en el
artículo 434 del Código de Procedimiento Civil, que han servido de fundamento para
acoger la oposición de la ejecutada, existe dicha falta de certeza que priva
necesariamente de mérito ejecutivo a los instrumentos en que se fundó la demanda
ejecutiva;
8º. Que esta Corte ha tenido presente la argumentación del ejecutante al recurrir
contra la sentencia en alzada, en orden a que la ejecutada habría formulado
indebidamente su excepción de falta de alguno de los requisitos o condiciones
establecidas por las leyes para que el título tenga fuerza ejecutiva, porque al
formularla en dichos términos indicó que era la prevista en el número 8º del artículo
464 del Código de Procedimiento Civil; pero no dará lugar a dicha argumentación,
porque el tenor de la excepción es claro y preciso en lo que concierne a los
fundamentos de hecho y de derecho en que ella se funda; motivo por el que resulta
irrelevante para los efectos de calificar la oposición del ejecutado, el mero error de
referencia al número que en artículo 464 del citado C ódigo se da a la referida
excepción;
9º. Que las declaraciones de los testigos presentados por la ejecutada contenidas
en acta de la audiencia de 15 de noviembre de 1999, que corre a fojas 81, en cuanto
ellos afirman que el contrato de compraventa entre la sociedad Inversiones El
Aromo S.A. y doña Andrea del Pilar Aboid Verdugo de que da cuenta la escritura
pública de fecha 14 de marzo de 1995, sería simulado y que no habría existido tal
compraventa, se refieren a la verdad de las declaraciones contenidas en dicha
escritura, y miran al fondo de una cuestión que es propia de un juicio declarativo de
lato conocimiento, y que en nada alteran o influyen en el razonamiento antedicho, y
10º. Que, de igual modo, las posiciones absueltas por la ejecutada, doña Andrea
del Pilar Aboid Verdugo, ante esta Corte, a fojas 128, carecen de mérito para
modificar lo considerado precedentemente.
1º. Que se declara sin lugar el recurso de casación en la forma deducido por la
parte demandante en lo principal de fojas 112;
2º. Que se confirma la sentencia apelada, de fecha veintiocho de abril de dos mil,
escrita a fojas ciento uno y siguientes.
Rol Nº 4.901-2000.
3. AL DIVIDIRSE EN CUOTAS LA OBLIGACIÓN CADA UNA DE ELLAS TIENE
VENCIMIENTO PROPIO Y SE HACE EXIGIBLE A ESA FECHA. TIENEN
MÉRITO EJECUTIVO LOS DOCUMENTOS CUYO IMPUESTO SE PAGA POR
INGRESO EN TESORERÍA. COBRAR CAPITAL ADEUDADO MÁS LOS
INTERESES PENALES NO AFECTA LA CALIDAD DEL TÍTULO Y LA FUERZA
EJECUTIVA DEL MISMO
Rol: 3794-2011
Fecha: 11/10/2012
TEXTO COMPLETO:
Vistos:
2º) Que, con arreglo al pagaré en la cláusula sobre exigibilidad anticipada se lee
que "El Banco podrá hacer exigible el pago total de la suma de la deuda o del saldo
a que ésta se halle reducida, considerando la presente obligación como de plazo
vencido, en caso de mora o simple retardo en el pago de una cualquiera de las
cuotas en que se divide esta obligación, sea de capital y/o intereses, sean
consecutivas o no, sin perjuicio de los demás derechos del acreedor";
3º) Que de acuerdo al artículo 205 de la Ley Nº 18.092 el pagaré puede tener
también vencimientos sucesivos cuyo es el caso y en tal evento "para que el no
pago de una de las cuotas haga exigible el monto total insoluto, es necesario que
así se exprese en el documento".
4º) Que, la cláusula así acordada está concebida en términos facultativos, lo que
significa que la exigibilidad anticipada de la obligación de las cuotas por vencer en
este caso no se produce ipso facto por el solo hecho del retardo o de la mora en el
pago de cualquiera de las cuotas en que se dividió la obligación, sino que para ello
es necesario que el titular del crédito que se contiene en el documentos manifieste
su voluntad en el sentido preciso de anticipar la referida exigibilidad, caso en el cual
deberá emplazar a la parte contraria, dentro del término de un año que es el plazo
de prescripción contenido en el artículo 98 de la mencionada ley;
6º) Que, no obstante, al dividirse en cuotas la obligación cada una de ellas tiene
vencimiento propio y se hace exigible a esa fecha, razón por la cual es posible que
haya cuotas que hayan prescrito contadas desde la fecha de su vencimiento a la de
notificación de la demanda.
7º) Que el ejecutado opuso, también, y como subsidiarias, las excepciones del
Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil y del Nº 8 del mismo artículo.
10º) Que el último fundamento esgrimido para restar fuerza ejecutiva al título es
que no se habría dado cumplimiento a normas de la Ley Nº 18.010, en cuanto solo
procede el cobro de interés sobre interés si se ha estipulado, lo que no es del caso,
en tanto el actor habría establecido la suma adeudada y la dividió en cuotas a la
que añadió el interés pactado el cual no se aplica en caso de hacer efectiva la
cláusula de aceleración, pero lo cierto es que lo que se cobra es el capital adeudado
más los intereses penales, y ello no afecta la calidad del título y la fuerza ejecutiva
del mismo, sin perjuicio de las liquidaciones que tengan lugar al momento del pago,
como reza el artículo 30 en que se apoya el ejecutado:
Regístrese y devuélvase.
Rol: 4475-2005
Fecha: 11/07/2007
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - sentencia firme - título ejecutivo
Vistos:
Expone que la obligación de rendir cuenta por el concepto referido, tiene como
fuente la voluntad de las partes que aceptaron someterse a arbitraje para estos
efectos ante el Juez del Séptimo (hoy Quinto) Juzgado Civil de Valparaíso, en los
autos Rol Nº 3228-1992, sobre designación de árbitro para conocer de juicio de
cuentas sobre dos puntos concretos:
b) Los dineros que ha percibido ESVAL S.A. por los cobros de cargo fijo y variable
por el uso de la red de alcantarillado construida por la Corporación de Adelanto y
Desarrollo de Reñaca a los vecinos del sector de Reñaca de Viña del Mar, en la
cuenta de agua potable, desde la fecha de construcción de la mencionada red hasta
el momento del cumplimiento de la obligación.
Por sentencia de veinte de julio de dos mil uno, que se lee de fojas 296 a 313, la
Jueza Subrogante del referido tribunal acogió la excepción de cosa juzgada opuesta
por el ejecutado, excusándose de pronunciarse acerca de las restantes excepciones
formuladas, por estimarlas incompatibles con la acogida, rechazando
consecuencialmente la demanda ejecutiva, con costas.
Considerando:
Dice que la sentencia en cuestión ha sido dictada con infracción de los artículos
464 Nº 1 (evidentemente quiso decir Nº 7), 170, 175, 176, 693 y 696 del Código de
Procedimiento Civil; 1545, 1546, 1564, 1568 y 1698 del Código Civil y 10 del Código
Orgánico de Tribunales.
Señala que el artículo 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil fue infringido,
al negar los sentenciadores mérito ejecutivo a una sentencia firme y ejecutoriada
que rechaza la cuenta que la Corporación de Adelanto y Desarrollo de Reñaca rindió
en sustitución de ESVAL S.A., en cuyo considerando trigésimo segundo del fallo de
primera instancia, reproducido por el de segunda, concluye que la cuenta
presentada por ESVAL S.A. no tuvo el carácter de ser completa, suficiente y
liberadora de la obligación a que estaba sujeta.
Que tal obligación no ha sido cumplida por ESVAL S.A. hasta la dictación del fallo;
es más, se negó a cumplirla.
En lo que atañe a la infracción de los artículos 1545, 1546 y 1564, todos del
Código Civil, expresa que ello ocurre al ignorar el fallo recurrido que el título
ejecutivo acompañado contiene la declaración de la existencia de una obligación
cuyo cumplimiento se persigue en estos autos por vía ejecutiva en contra de ESVAL
S.A., por cuanto las partes en el juicio arbitral sobre el cual recayó la sentencia que
sirve de título a la ejecución, convinieron expresamente en someter estas materias
a conocimiento del Juez Árbitro, por lo que tal convención es ley para las mismas y
el fallo dictado produce plenos efectos tanto en su favor como en su contra,
debiendo interpretar tal convención a la luz de lo dispuesto en el artículo 1564 de
ese cuerpo legal, también infringido por el tribunal a quo en el fallo objeto de este
recurso.
Dice que en el caso sub lite estaba muy claro que dentro de la cuestión
controvertida en el juicio arbitral, estaba la de determinar si le asistía a ESVAL S.A.
la obligación de rendir cuenta por los dineros percibidos de los vecinos de Reñaca
por concepto de cargo fijo y variable por el uso de la red de alcantarillado, y que así
se declaró en el fallo respectivo, el que una vez firme autorizaba exigir
ejecutivamente la rendición de cuentas por parte de ESVAL S.A.; que al fallar lo
contrario, los sentenciadores de segunda instancia, además de atentar contra los
artículos 175 y 176 del Código de Procedimiento Civil, infringieron lo dispuesto en
los artículos 693 y 696 del mismo texto legal.
a) Que la obligación originaria de rendir cuenta materia de estos autos, por parte
de la Empresa de Obras Sanitarias de la V Región, hoy ESVAL S.A., a la
Corporación de Adelanto y Desarrollo de Reñaca, fluye del convenio suscrito entre
la primera con la Asamblea de Vecinos de Reñaca, de la cual la segunda es
continuadora, suscrito por instrumento privado de 14 de mayo de 1980, en cuya
cláusula séptima la misma empresa contrajo el deber de rendir cuenta periódica y
documentada de los ingresos y egresos que demande el Programa de Construcción
de una red de alcantarillado en Reñaca por encargo de la Asamblea de Vecinos,
que está empeñada en mejorar las condiciones sanitarias del sector.
El árbitro, en su sentencia, tuvo por aprobada esta cuenta sustitutiva, pero una
vez apelada por la demandada, la Corte de Apelaciones la revocó en esta parte y
rechazó la aludida cuenta sustitutiva, por no haberse acreditado los elementos de
hecho necesarios para fijar los valores a pagar.
Por eso concluye que, al quedar ejecutoriada, esta sentencia tiene autoridad de
cosa juzgada, lo que da acción a la Corporación para demandar ejecutivamente la
cuantía comprendida en la cuenta rendida y aprobada, pero no para exigir por esta
vía la obligación de presentar una cuenta que fue rechazada por sentencia firme.
Séptimo: Que en el caso que nos ocupa, la sentencia que sirvió de título a la
demanda ejecutiva de autos contiene tres decisiones:
a) Se revoca la sentencia del árbitro en la parte que tuvo por rendida y aprobada
la cuenta sustitutiva presentada por la Corporación de Adelanto y Desarrollo de
Reñaca de todos los dineros percibidos por ESVAL S.A. de parte de los vecinos de
Reñaca, por concepto de cargo fijo y variable, cobrados en la cuenta de agua
potable, por el uso de la red de alcantarillado de propiedad de la Corporación, y en
su lugar la rechazó, por no haber acreditado los elementos fácticos necesarios para
determinar los valores a pagar;
Así, por lo demás, lo establece como un hecho de la causa, como se tiene dicho,
el fallo recurrido en su considerando noveno, donde dijo expresamente que la
sentencia firme presentada en esta causa, como título fundante de la ejecución, no
establece el deber de la ejecutada de rendir nuevamente la cuenta en cuestión.
Este hecho, así fijado por los jueces de la instancia, resulta inamovible para esta
Corte, puesto que la única ley reguladora de la prueba impugnada por el recurso
que nos ocupa, ha sido el artículo 1698 del Código Civil, y la errada interpretación
del mismo se hace consistir en que los sentenciadores de segunda instancia, al
acoger la excepción del Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, sin
que la ejecutada haya rendido prueba alguna sobre los hechos en que funda su
excepción, tales como que se haya extinguido la obligación de que se trata por
cumplimiento de la misma o la ejecución de actos liberadores de ella, han invertido
el peso de la prueba, atropellando todas las normas legales al respecto.
Pero no hay tal infracción a la norma reguladora de la prueba aludida, porque los
sentenciadores se han limitado a examinar el título fundante de la ejecución en
virtud de la competencia que les otorgó para ello la interposición de la excepción del
Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, y la facultad que establece
el artículo 208 del mismo texto legal, y arribaron a la conclusión que nos ocupa, sin
necesidad de analizar prueba alguna, salvo el título ejecutivo mismo.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. José Fernández R.
Rol Nº 4.475-2005.
2. SENTENCIA EXTRANJERA RECONOCIDA POR EXEQUÁTUR CONSTITUYE
UN TÍTULO EJECUTIVO PERFECTO
En el caso de autos, se cumplió con todas y cada una de las exigencias allí
dispuestas, especialmente lo ordenado por el artículo 247 del Código de
Procedimiento Civil, y no sólo con él, sino que también con la disposición del
artículo 248 que ordena una serie de obligaciones para quien intenta hacer valer
una sentencia extranjera en Chile.
Así las cosas, el exequátur concedido a la sentencia del Tribunal del Distrito Sur
de Nueva York, Estados Unidos, por la Excma. Corte Suprema mediante
sentencia definitiva de única instancia, hace que dicha sentencia constituya un
título ejecutivo perfecto en los términos que exige el artículo 434 Nº 1 del Código
de Procedimiento Civil, razón por la cual el juez a quo es competente para
conocer de la acción de desposeimiento; por estas consideraciones esta causal
debe ser desestimada, toda vez que como se ha manifestado reiteradamente el
título ejecutivo que se invoca en este procedimiento compulsivo es la sentencia
que concedió el exequátur solicitado y no un pagaré como lo manifiesta la
recurrente.
Rol: 11606-2005
Fecha: 30/11/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
1º) Que don Luis Vidal Hamilton-Toovey, abogado, por la ejecutada, en juicio de
acción de desposeimiento, dedujo recurso de casación en la forma en contra de la
sentencia de veinte de junio de dos mil seis, escrita de fojas 313 a 371, del Tomo II,
Ingreso Corte Nº 6.036-2006, fundándolo en las causales establecidas en los
números 1, 5 y 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil; esto es, afirma
que se pronunció por un tribunal incompetente, con omisión de cualquiera de los
requisitos enumerados en el artículo 170 del mismo cuerpo legal, y en que se faltó
a algún trámite o diligencia declarados esenciales por la ley o a cualquier otro
requisito por cuyo defecto las leyes prevengan expresamente que hay nulidad.
En relación con la causal Nº 1 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.
2º) Que el recurrente señala, respecto de la primera causal de nulidad formal, que
se incurrió en ella al rechazar el sentenciador la excepción de incompetencia, según
lo dispuesto en el artículo 768 Nº 1 del Código de Procedimiento Civil, y continuar
conociendo el juez a quo de la acción de desposeimiento impetrada por American
Express Bank Ltd. basado en una sentencia extranjera.
Sobre este punto, hay que tener presente que el título ejecutivo que sirve de
antecedente para accionar de desposeimiento por parte de la ejecutante es una
sentencia dictada por un tribunal extranjero, esto es la sentencia dictada por el
Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, de fecha 17 de junio de
2003, que condena a don Mario Paredes Paredes a pagar la suma equivalente a
US$ 5.500.000 dólares americanos por capital y a US$ 501.645 dólares americanos
por concepto de intereses, en total la suma de US$ 6.001.645 dólares americanos.
3º) Que nuestro Código de Procedimiento Civil, en su Libro Primero, Título XIX,
que trata de la ejecución de las resoluciones, en su apartado 2, atiende
precisamente el caso que nos ocupa, esto es el cumplimiento de las resoluciones
pronunciadas por tribunales extranjeros, y así en su artículo 242 del citado texto
legal, dice: Las resoluciones pronunciadas en el país extranjero tendrán en Chile la
fuerza que le confieran los tratados respectivos y para su ejecución se seguirán los
procedimientos que establezca la ley chilena, en cuanto no aparezcan
modificaciones de dichos tratados y a su vez el artículo 247, agrega: la resolución
que se trate de ejecutar se presentará a la Corte Suprema en copia legalizada.
4º) Que, si bien el principio general que orienta esta materia es que la jurisdicción
de los tribunales chilenos sólo abarca el territorio nación, la continua interrelación
entre Estados y los habitantes de los mismos ha hecho que se haga necesario que
se reconozca valor a las resoluciones pronunciadas por los tribunales extranjeros,
siempre que se cumplan con los requisitos que para estos efectos exige la ley
chilena, que es la observancia al procedimiento del exequátur, tratado en los
artículos 242 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, para que éste sea
acogido.
5º) Que, en el caso de autos, se cumplió con todas y cada una de las exigencias
allí dispuestas, especialmente lo ordenado por el artículo 247 del Código de
Procedimiento Civil, más arriba citado, y no sólo con él, sino que también con la
disposición del artículo 248 que ordena una serie de obligaciones para quien intenta
hacer valer una sentencia extranjera en Chile, a saber.
En los casos de jurisdicción contenciosa, se dará conocimiento de la solicitud a
la parte contra quien se pide la ejecución, la cual tendrá para exponer lo que estime
conveniente un término igual al emplazamiento para contestar demandas.
6º) Que, así las cosas, el exequátur concedido a la sentencia del Tribunal del
Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, de fecha 17 de junio de 2003, por la
Excma. Corte Suprema mediante sentencia definitiva de única instancia, de fecha
24 de enero de 2005, hace que dicha sentencia constituya un título ejecutivo
perfecto en los términos que exige el artículo 434 Nº 1 del Código de Procedimiento
Civil, razón por la cual el juez a quo es competente para conocer de la acción de
desposeimiento intentada a fojas 50 y siguientes; por estas consideraciones esta
causal debe ser desestimada, toda vez que como se ha manifestado reiteradamente
el título ejecutivo que se invoca en este procedimiento compulsivo es la sentencia
que concedió el exequátur solicitado y no un pagaré, como lo manifiesta la
recurrente.
En relación con la causal Nº 5 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.
7º) Esto es: En haber sido pronunciada con omisión de cualquiera de los
requisitos enumerados en el artículo 170, en relación con los Nºs. 4, 5 y 6 del artículo
170 del Código de Procedimiento Civil, ya que en su concepto la sentencia recurrida
se limita a señalar que dado que la ejecución se cumple con una presunta sentencia
y no con el pagaré, desestima la excepción del artículo 464 Nº 7 del Código de
Procedimiento Civil.
Esta alegación también debe ser desechada, por cuanto el título ejecutivo en el
cual se funda la demanda ejecutiva de desposeimiento es una sentencia dictada por
un tribunal extranjero, la que no debe pagar impuesto alguno.
Señala que las obligaciones garantizadas con dicha hipoteca se extinguieron, por
las siguientes razones: porque Inversiones Marga Marga Limitada aportó en
dominio a la sociedad Inmobiliaria El Sauzal Limitada, la propiedad en cuestión,
inscrita a nombre de esta última a fojas 5441, Nº 4.492 del Registro de Propiedad
del Conservador de Bienes Raíces de Santiago, del año 1998, y porque la deuda
que consta en el pagaré en el que se funda el título ejecutivo de la actora fue novada
en varias oportunidades.
En relación con la causal Nº 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil.
Y vistos, además, lo dispuesto por los artículos 768 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, se resuelve:
Rol: 1634-2007
Fecha: 05/11/2008
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
Legislación relacionada: Artículo 434 - Código de Procedimiento Civil
TEXTO COMPLETO
Visto:
Sin embargo, el hecho que el título consista en una resolución judicial no lo exime,
al igual que cualquier otro, de la posibilidad que pueda alegarse a su respecto la
existencia de algún vicio de nulidad, pues la ley no ha establecido excepción alguna
a su respecto, precisándose que en este caso, al no tratarse de un negocio jurídico
sino que de un acto emanado de un órgano del E stado, la nulidad que puede
afectarle es la de derecho público consagrada en los artículos 6º y 7º de la
Constitución, como lo ha pedido el ejecutado, ya que no se trata de revisar una
sentencia judicial ejecutoriada, sino que de apreciar el título ejecutivo en cuanto a
su mérito, en relación a los derechos y obligaciones de las personas según sus
propios fundamentos, por las razones que se expondrán;
Regístrese y devuélvase.
Se hace presente que no firma la Fiscal Judicial Sra. Tatiana Román Beltramín,
no obstante haber concurrido a la vista y acuerdo de la presente causa, por
encontrarse con permiso.
En Temuco, a cinco de noviembre de dos mil ocho, se notificó por el estado diario
la resolución que precede.
Rol Nº 1.634-2007.
4. SENTENCIA JUDICIAL QUE RECHAZA UNA RECLAMACIÓN NO
CONSTITUYE TÍTULO EJECUTIVO. CONCEPTO DE SENTENCIA
DECLARATIVA Y DE CONDENA
Rol: 2469-2003
Fecha: 22/11/2004
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
Sostiene que se trata de una obligación de hacer, cual es cumplir con lo ordenado
en la Resolución D.G.A. Nº 791 de 17 de abril de 1995, determinada y actualmente
exigible, puesto que el plazo para corregir las irregularidades comprobadas precluyó
el 13 de enero de 1999.
A fs. 182 se tuvo por contestada la demanda. A fs. 184, el Secretario del Juzgado
certifica, el 5 de octubre de 2001, que no se opusieron excepciones y, a fs. 188, no
da lugar a declarar admisible la excepción de pago.
Posteriormente, resolviendo un incidente de nulidad promovido por el ejecutado,
a fs. 219, repone la resolución que tuvo por contestada la demanda y en su lugar
dio traslado de la excepción opuesta y declaró nula la resolución que declaró
admisible la excepción.
4º. Que el inciso 1º del artículo 441 del Código de Procedimiento Civil, establece
que (presentada la demanda) el Tribunal examinará el título y despachará o
denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se
haya éste apersonado en el juicio.
5º. Que en atención a la norma transcrita, el tribunal que conoce de una acción
ejecutiva posee la facultad de analizar el título que sirve de base, la cual debe ser
ejercida a priori, es decir en la oportunidad procesal que corresponda dar curso o
desestimar el mandamiento de ejecución y embargo que se le solicita por el
compareciente o demandante ejecutivo.
6º. Que, por consiguiente, el juez a quo, en el ejercicio de su jurisdicción, una vez
presentada la demanda ejecutiva debió analizar el título ejecutivo en que se
sostenía la acción; esto es, si la sentencia judicial de 3 de julio de 1998 reunía los
requisitos de tal.
7º. Que, al efecto, cabe señalar que la aludida resolución judicial se dictó en los
autos Rol Nº 3-96 de esta Corte, que resolviendo una reclamación (artículo 137
Código de Aguas) de la Asociación de Canalistas del Canal Bío Bío-Negrete en
contra de la Resolución Exenta Nº 260 de 26 de enero de 1996, de la Dirección
General de Aguas, que dispone la fiscalización de dicho canal, a fin de que se la
deje sin efecto, dejando igualmente sin efecto la Resolución Nº 2.034 de 2 de
septiembre de 1994 y 791 de 18 de abril de 1995, dictadas también por el Director
General de Aguas y que inciden en la fiscalización anotada, de conformidad a lo
dispuesto en el artículo 137 del Código de Aguas, declarando: que se rechaza la
reclamación interpuesta a fs. 60, por el abogado Franklin Mellado Villagra, en
representación de la Asociación de Canalistas del Canal Bío Bío-Negrete, sin
costas.
8º. Que la sentencia judicial antes referida es de aquellas que la doctrina llama
declarativas o de mera declaración; es decir, que se limitan a declarar pura y
simplemente la voluntad de la ley, o la existencia de un derecho y que el moderno
procesalismo habla de declaración de certeza. Por ello, no contiene la orden de
cumplir obligación alguna.
9º. Que, para el caso que se estimare que las resoluciones Nºs. 2.034 de 2 de
septiembre de 1994 y 791 de 18 de abril de 1995, dictadas por la Dirección General
de Aguas, son el o los títulos ejecutivos, cuyo no es el caso, pues en la demanda
se señala expresamente a la sentencia judicial como título ejecutivo; tampoco tienen
tal calidad, pues no están incluidas en las referidas en el artículo 434 del Código de
Enjuiciamiento o en otra ley especial y sabido es que sólo la ley crea los títulos
ejecutivos.
Regístrese y devuélvase.
Rol: 1704-2005
Fecha: 27/09/2005
Partes: Luna Ganga Hernán Ramón con Díaz Carrasco Mario Alberto
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Se reproduce la sentencia apelada en su parte expositiva, considerandos y citas
legales, con excepción de los considerandos 5, 6 y 7, que se eliminan.
Y visto, además, lo prevenido en los artículos 160, 170 y 186 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil, se REVOCA la sentencia apelada de fecha 30 de
enero de 2004, escrita de fojas 20 a fojas 21 vuelta y en su lugar se declara que no
ha lugar a la excepción del numerando 7 del artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil. Se condena en costas a la parte ejecutada vencida.
Rol Nº 1.704-2005.
CAPÍTULO IV TÍTULO EJECUTIVO COPIA AUTORIZADA DE ESCRITURA PÚBLICA
1. ESCRITURA PÚBLICA NO CONSTITUYE TÍTULO EJECUTIVO SI
OBLIGACIÓN DE QUE DA CUENTA ES CONDICIONAL
Rol: 2356-2005
Fecha: 26/03/2007
Voces : acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - obligación condicional - obligaciones - título ejecutivo
Vistos:
Considerando:
Y finalmente el artículo 19 inciso 1º del Código Civil, toda vez que el fallo recurrido
debió interpretar las antes citadas disposiciones del Código Civil, aplicando esta
norma de interpretación.
Segundo: Que es útil para la resolución del recurso consignar los siguientes
antecedentes del proceso:
El visto bueno y cancelación de los estados de pago por parte del propietario no
significará la aprobación de los trabajos ejecutados ni de los materiales incluidos en
ellos, sino solamente las cantidades de las obras ejecutadas que debe pagar el
propietario, conforme con el precio convenido en este contrato".
Quinto: Que esta Corte Suprema, en los fallos que se indicarán a continuación,
ha sostenido, resumidamente, lo siguiente:
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sr. Jorge
Rodríguez A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. Óscar Herrera V.
Rol Nº 2.356-2005.
2. ESCRITURA PÚBLICA POR LA CUAL SE CONSTITUYE UNA PERSONA EN
CODEUDOR SOLIDARIO NO REQUIERE ESPECIFICAR LA OBLIGACIÓN PARA
TENER MÉRITO EJECUTIVO
Rol: 4280-2006
Fecha: 28/01/2008
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Considerando:
Primero: Que, el recurso sub lite sostiene que el fallo impugnado ha infringido los
artículos 434, numerales dos, cuatro y siete, 437 y 438, del Código de Procedimiento
Civil, y los artículos 19 y 20, del Código Civil.
Afinca el recurrente las transgresiones que denuncia, en la circunstancia de
haberse desechado la excepción prevista en el numeral séptimo del artículo 464,
del Código de Procedimiento Civil, por haberse dado mérito ejecutivo a cheques, en
contra de un tercero ajeno a esos documentos de crédito, el que no intervino en
esos títulos ni fue notificado del protesto de los respectivos documentos, agregando
a la ejecución una escritura p. 705. Afinca el recurrente las transgresiones que
denuncia en la circunstancia de haberse desechado la excepción prevista en el
numeral séptimo del artículo 464, del Código de Procedimiento Civil, por haberse
dado mérito ejecutivo a cheques, en contra de un tercero ajeno a esos documentos
de crédito, el que no intervino en esos títulos ni fue notificado del protesto de los
respectivos documentos, agregando a la ejecución una escritura pública de fianza
y codeudoría solidaria que no contiene una obligación líquida y actualmente exigible,
con infracción de lo previsto en el artículo 438, del mismo cuerpo legal.
Añade que tampoco la escritura pública, de 25 de abril del año 2003, tiene mérito
ejecutivo en su contra, por cuanto no da cuenta de una obligación liquida y
actualmente exigible en los términos del artículo 438 del Código de Procedimiento
Civil.
Agrega que los jueces del fondo procedieron a crear un título ejecutivo que no
está reconocido en la ley como tal, violando el artículo 434, Nº 7, del Código de
Enjuiciamiento Civil, que reserva exclusivamente a la ley el derecho a crear títulos
ejecutivos.
Segundo: Que resulta útil para la resolución del recurso tener presentes los
siguientes antecedentes del proceso:
B) Que, las acciones señaladas en el acápite anterior, fueron precedidas por las
correspondientes gestiones preparatorias de notificación de protesto de cheques en
virtud de las cuales se dispuso y se cumplió en cada caso, con la pertinente
notificación a D. Víctor Herrera Campanine, girador de los cheques, por sí y en
representación de Comercial Súper Cinco Limitada.
Por último indica que no se hizo valer la escritura pública invocada como título
ejecutivo en los términos del Nº 2, del artículo 434, del Código de Procedimiento
Civil.
En relación con el segundo acápite —signado con la letra b)— plantea que la
escritura pública de 25 de abril de 2003, por la que se constituyó en codeudor
solidario de la ejecutada principal, no cumple con los presupuestos de liquidez y
exigibilidad actual de la obligación, no resultando tampoco posible liquidar aquélla
mediante simples operaciones aritméticas con sólo los datos que el mismo título
ejecutivo suministre.
Cuarto: Que, en relación al cheque, como título ejecutivo, el numeral cuarto del
artículo 434, del Código de E njuiciamiento C ivil contempla dos situaciones que
permiten otorgarle tal mérito.
El caso que nos ocupa dice relación con la primera hipótesis antes señalada,
desde que las acciones intentadas en estos autos han sido precedidas de la gestión
previa de notificación judicial de los protestos recaídos en todos y cada uno de los
cheques que han servido de basamento para la ejecución posterior.
En este sentido, uno de los deudores puede ser constreñido a pagar la totalidad
de la deuda, entendiéndose extinguida la relación obligatoria, una vez pagada,
también respecto de todos los demás deudores, los cuales internamente ajustarán
cuentas con el que ejecutó la prestación (Tratado de las Obligaciones. Arturo
Alessandri, Manuel Somarriva y Antonio Vodanovic. Editorial Jurídica de Chile.
Santiago de Chile, segunda edición, 2001, página 121).
Redacción de cargo del Abogado Integrante señor Juan Carlos Cárcamo Olmos.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Carlos
Kunsemüller L. y Abogado Integrante Sr. Juan Cárcamo O.
Rol Nº 4.280-2006.
3. ESCRITURA PÚBLICA NO CONSTITUYE TÍTULO EJECUTIVO PARA
EFECTOS LABORALES
Rol: 5634-2005
Fecha: 10/04/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Ante el Segundo Juzgado del Trabajo de Puerto Montt, causa Rol Nº 858-04, don
Rodrigo Arros García deduce demanda ejecutiva en contra de Arias Hermanos
Limitada, representada por don Iván Arias Echaiz, y en contra de este último, en
calidad de codeudor solidario, a fin que se despache mandamiento de ejecución y
embargo en su contra, por la suma que indica, debiendo proseguirse la misma hasta
hacerse entero y cumplido pago del capital, intereses y costas, esgrimiendo como
título ejecutivo la escritura pública de 24 de octubre de 2002, donde se reconoce
adeudar la cantidad solicitada, por concepto de prestaciones laborales.
Considerando:
Agrega que el artículo 461 del Código del ramo hace aplicables al juicio ejecutivo
laboral las normas de los Títulos I y II del Libro III del Código de Procedimiento Civil,
con las excepciones allí contenidas, y el artículo 434 Nº 2 de este último texto legal
indica como título ejecutivo a la escritura pública; por lo tanto, para la ley laboral ese
instrumento constituye título ejecutivo.
Por otra parte, el recurrente señala que los artículos 462 y 177 del Código del
Trabajo otorgan mérito ejecutivo a los finiquitos y actas firmadas y/o ratificadas ante
Inspector del Trabajo o Notario Público, lo cual no significa que no existan otros
títulos ejecutivos.
Segundo: Que, en la sentencia de que se trata, se fijaron como hechos los que
siguen:
Quinto: Que, atinente con la discusión, resulta anotar que la legislación especial
del trabajo reconoce sus orígenes ya en la época de la Corona de Castilla, la que
se ocupó de dictar normas especiales para conocer de los pleitos entre indígenas o
entre éstos y los españoles.
Así también en Europa, durante los siglos XIII a XIV, surge la institución
denominada Consejo de Hombres Buenos, cuya finalidad primordial era la de
resolver los conflictos suscitados con motivo de la producción industrial y con una
función principalmente conciliadora, no jurisdiccional, primeramente integrados por
mayoría empresarial y, finalmente, con una composición paritaria, pasando,
además, a resolver todas las controversias entre trabajadores y empleadores, no
solamente las del sector obrero, como ocurría en principio.
Sexto: Que los mencionados autores citan varias razones que han hecho surgir
a los juzgados del trabajo, entre ellas la necesidad de la justicia social y la
trascendencia que ella tiene para la vida en comunidad, a la que agregan un motivo
de índole práctica, cual es la ventaja común de toda especialización.
Ciertamente todas motivaciones atendibles, destacando indudablemente esta
última.
Los instrumentos con tal calidad, los que sólo pueden ser creados por ley, deben
indudablemente derivar su naturaleza de ejecutivos, es decir la posibilidad de
cumplimiento compulsivo, de la legislación específica en la materia y, en el caso,
puede citarse el artículo 462 del Código del Trabajo, el que dispone: "Tendrán mérito
ejecutivo ante los Juzgados de Letras del Trabajo las actas que den constancia de
acuerdos producidos ante los inspectores del trabajo, firmadas por las partes y
autorizadas por éstos y que contengan la existencia de una obligación laboral o sus
copias certificadas por la respectiva Inspección del Trabajo".
Por su parte, el artículo 349 del mismo texto legal otorga mérito ejecutivo al
original y a las copias auténticas autorizadas por la Inspección del Trabajo, de los
contratos colectivos y el artículo 177, del mismo cuerpo normativo, hace lo propio
con el finiquito ratificado por el trabajador ante alguno de los ministros de fe que la
misma disposición señala.
También existen otros títulos ejecutivos, creados por la ley especial de seguridad
social, como por ejemplo, las resoluciones dictadas por los organismos
previsionales y de salud, etc.
Por otra parte, en el evento que la relación laboral sea finiquitada fuera de la
esfera jurisdiccional, se establecen determinados resguardos, como lo es la
ratificación por parte del trabajador, la que debe ser, en tal evento, realizada ante
los ministros de fe pertinentes.
En otros términos, se garantiza al dependiente el amparo necesario, en orden a
que ha confirmado su voluntad, dándola por cierta, ante un ministro de fe que
asegura tal hecho.
Ello no ocurre en la escritura pública que se hace valer en estos autos y no podría
así considerarse porque en ella no se presentan los requisitos previstos por el
legislador para hacerla título a ejecutarse ante un juzgado de naturaleza laboral.
Es por eso que los títulos se han especificado y sólo para ellos se otorga
competencia a los tribunales del trabajo.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 463 del Código del Trabajo y 764,
765, 767, 770, 771, 772 y 783 del Código de Procedimiento Civil, se rechaza, sin
costas, el recurso de casación en el fondo deducido por el ejecutante a fojas 67,
contra la sentencia de treinta de septiembre de dos mil cinco, que figura a fojas 66.
Pronunciada por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros
señores Marcos Libedinsky T, Orlando Álvarez H., Urbano Marín V. y Patricio Valdés
A. y el Abogado Integrante señor Roberto Jacob Ch.
No firma el señor Jacob, no obstante haber concurrido a la vista y acuerdo del
fallo de la causa, por estar ausente.
Rol Nº 5.634-2005.
CAPÍTULO V ACTA DE AVENIMIENTO
1. VALIDEZ DEL ACTA DE AVENIMIENTO COMO TÍTULO EJECUTIVO.
FORMALIDADES QUE DEBE CUMPLIR. REQUISITOS QUE DEBE CUMPLIR UN
ACTA DE AVENIMIENTO PARA SER CONSIDERADA TÍTULO EJECUTIVO
Rol: 5480-2003
Fecha: 30/08/2005
TEXTO COMPLETO
I. Sentencia de casación
Vistos:
En estos autos Rol Nº 592-2002 del Segundo Juzgado Civil de Arica, caratulados
Carrasco Rojo, Rosemarie Waleska con Carrasco Díaz, Isabel Beatriz, sobre juicio
ejecutivo, el juez titular de dicho tribunal, por sentencia de dos de junio de dos mil
tres, escrita a fojas 57, acogió la excepción del artículo 464 Nº 7 del Código de
Procedimiento Civil.
Considerando:
Primero: Que en estos autos doña Rosemarie Waleska Carrasco Rojo deduce
acción ejecutiva en contra de doña Isabel Carrasco Díaz, a fin de que se despache
mandamiento de ejecución y embargo en su contra hasta por la suma de
$ 3.335.192, invocando como título ejecutivo un avenimiento suscrito por las partes,
en causa seguida ante el Juzgado de Letras de Menores de Arica, caratulada
Menores Carrasco Rojo, con fecha 16 de diciembre de 1998;
Agrega que se requiere la intervención del juez que se concreta con el decreto de
aprobación, que en la especie no existe;
Esta decisión fue mantenida por la Corte de Apelaciones de Arica, la que confirmó
el fallo apelado.
Quinto: Que ahora bien, para que constituya un avenimiento en el sentido que se
ha indicado, él sólo puede producirse entre las partes y en la especie, como se deja
constancia por los sentenciadores, el que ha sido denominado avenimiento y que
consta en un acta que se presenta como título ejecutivo, ha sido creado entre la
alimentaria de un juicio sobre alimentos y una persona —un tercero ajeno a la litis—
.
Regístrese.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, Integrada por los Ministros
Sres. Hernán Álvarez G., Enrique Tapia W., y Jorge Rodríguez A. y Abogados
Integrantes Sres. Óscar Carrasco A. y Enrique Barros B.
Rol Nº 5.480-2003.
Vistos:
Segundo: Que el artículo 434 del Código de Procedimiento Civil establece cuáles
son los títulos ejecutivos y en su numeral 3º señala que tiene ese carácter: Acta de
avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de fe o
por dos testigos de actuación.
Cuarto: Que de conformidad a lo que dispone el artículo 471 inciso 2º del Código
de Procedimiento Civil, se impondrán las costas al ejecutante.
Regístrese y devuélvase.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, Integrada por los Ministros
Sres. Hernán Álvarez G., Enrique Tapia W., y Jorge Rodríguez A. y Abogados
Integrantes Sres. Óscar Carrasco A. y Enrique Barros B.
Rol Nº 5.480-03.
2. AVENIMIENTO. NO PAGO OPORTUNO DE LAS CUOTAS DEBE UTILIZAR
COMO TÍTULO EJECUTIVO YA SEA LA COPIA AUTORIZADA DEL
AVENIMIENTO O EL PAGARÉ MATERIA DE LA DEMANDA
Rol: 1261-2005
Fecha: 23/01/2006
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, parte expositiva, citas legales y
considerandos, a excepción de los considerandos octavo a decimoséptimo que se
eliminan.
Tercero: Que del tenor del artículo 434 del Código de Procedimiento Civil se
desprende que se puede hacer valer un solo título ejecutivo, y de la lectura de la
demanda no está claro cuál es el título ejecutivo que ha hecho valer el actor, si es
el avenimiento en causa Rol Nº 496-03 del Tercer Juzgado de Letras de Ovalle, o
es el pagaré que originó dicho juicio ejecutivo, o son ambos.
Séptimo: Que la declaración de ineptitud del libelo en razón de que no cumple las
exigencias del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, implica que ese libelo
no permite su necesaria comprensión e inteligencia y que no existe demanda
legalmente tramitada, razón por la cual no están dadas las condiciones para emitir
un pronunciamiento sustantivo y, al haberse resuelto otras excepciones que,
precisamente, atañen al fondo del asunto, habrá de dejarse sin efecto lo resuelto
(Corte Suprema, sentencia del 17 de julio de 2001, Rol Nº 2.407-93).
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 1.261-2005.
Capítulo VI Cheque
1. IMPROCEDENCIA DE GENERACIÓN DE UN NUEVO TÍTULO EJECUTIVO
POR CHEQUE CADUCADO
Rol: 5562-2004
Fecha: 11/09/2006
Partes: Sociedad Juan Lagos y Cía. Ltda. con Castro Torres, Silvia
Magistrados: Muñoz Gajardo, Sergio; Rodríguez Ariztía, Jorge; Torres Allú, Julio
TEXTO COMPLETO
I. Sentencia de reemplazo
Vistos:
En estos autos Rol Nº 23.195, sobre juicio ejecutivo seguido ante el Juzgado de
Letras de La Calera, caratulados "Sociedad Juan Lagos y Cía. Ltda. con Castro
Torres, Silvia", por sentencia de primer grado, dictada por su juez titular, el veintidós
de abril de dos mil tres, según se lee a fojas 14, se rechazaron las excepciones
opuestas por el ejecutado de falta de alguno de los requisitos o condiciones
establecidas por las leyes para que el título tenga fuerza ejecutiva, la de transacción,
y la de prescripción de la acción ejecutiva; en consecuencia, se ordenó seguir
adelante con la ejecución hasta obtener entero y cumplido pago de las sumas
adeudadas en capital, intereses y costas.
Considerando:
La señora Castro reconoció su firma y negó la deuda, porque ella estaba prescrita
de conformidad a lo dispuesto en el artículo 34 del D.F.L. Nº 707.
Por otra parte, aplicó el artículo 435 citado no debiendo hacerlo, porque creó un
título ejecutivo respecto de alguien en contra de quien ya existía uno, en
circunstancias que la disposición se refiere a la creación de un título ejecutivo
cuando el acreedor carece del mismo para perseguir ejecutivamente su crédito.
Octavo: Que, en el caso que nos ocupa, los cheques materia de la gestión
preparatoria fueron protestados con fecha 18 de abril y 17 de mayo de 2001 y la
gestión de citación a confesar deuda y reconocer firma fue presentada ante los
tribunales el 13 de noviembre de 2002, habiendo transcurrido en exceso el plazo de
un año contemplado en el artículo 34 de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, por lo que se ha configurado la prescripción de la acción ejecutiva,
derivada de los cheques protestados;
Noveno: Que atendidas las consideraciones anotadas, los jueces del fondo han
infringido la norma señalada al negar lugar a la excepción de prescripción opuesta,
por lo que se impone el acogimiento del recurso en estudio.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 764, 765 y 767 del
Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en el fondo
interpuesto por la abogada Silvia Manzor Pérez-Cotapos, en representación de la
demandada, en lo principal de fojas 42, en contra de la sentencia de veintinueve de
octubre de dos mil cuatro, que se lee a fojas 41, la que se invalida y se reemplaza
por la que se dicta a continuación, sin nueva vista.
Regístrese.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G., y Sr. Julio Torres A. y Abogados Integrantes
Sres. Óscar Herrera V. y Óscar Carrasco A.
Rol Nº 5.562-2004.
Vistos:
Tercero: Que respecto de la excepción del artículo 464 Nº 16, debe ser también
desestimada, toda vez que la ejecutada no ha acreditado su fundamento;
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 434 y 436 del Código de
Procedimiento Civil y artículo 34 de la Ley de Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, se revoca la sentencia de veintidós de abril de dos mil tres, escrita a fojas
14, en cuanto por ella se rechazan todas las excepciones opuestas por el ejecutado,
y en su lugar se declara que se acoge la excepción de prescripción de la acción
ejecutiva, y, en consecuencia, se desestima la demanda ejecutiva de lo principal de
fojas 1 en todas sus partes, con costas.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G., y Sr. Julio Torres A. y Abogados Integrantes
Sres. Óscar Herrera V. y Óscar Carrasco A.
No firma el Ministro Sr. Torres y el Abogado Integrante Sr. Herrera no obstante
haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo del fallo, por haber terminado su
suplencia el primero y estar ausente el segundo.
Rol Nº 5.562-04.
2. CHEQUE EN GARANTÍA QUE SE LLENA CON POSTERIORIDAD A SU
EMISIÓN NO ES TÍTULO EJECUTIVO
Rol: 1234-2005
Fecha: 06/04/2006
TEXTO COMPLETO
Primero: Que el hecho de haberse efectuado el lleno del formulario del cheque
en una fecha muy posterior a la firma y haberse comprobado que se entregó en
garantía de otras obligaciones distintas a las que representa el documento, el
portador del mismo y ejecutante en esta causa, ha desnaturalizado dicho
documento; circunstancia que no lo habilita como título ejecutivo porque carece de
los presupuestos legales mínimos y necesarios que se exigen para este efecto de
comercio.
Tercero: Que por lo expuesto la juez a quo acierta al acoger la excepción séptima
del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, debiendo en consecuencia
rechazarse la apelación, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 471 del Código
de Procedimiento Civil, porque no ha sido materia del recurso.
Rol: 3736-2006
Fecha: 27/11/2006
TEXTO COMPLETO
Visto:
Se han elevado los autos en apelación por la demandada, de la resolución de 7
de junio de 2006, escrita a fojas 21 de las presentes compulsas, y que ordenó
despachar mandamiento de ejecución y embargo en contra de doña Edith Montoya
Díaz, por la suma de $ 3.000.000.
Considerando:
3. Que, por esas razones, el cheque en cuestión girado por doña Edith Montoya
Díaz carece de mérito ejecutivo, circunstancia que el juez de la causa estaba en
medida de apreciar con el solo examen material del documento agregado por la
demandante en su solicitud de notificación del protesto de los cheques que rola a
fojas 3 de las presentes compulsas, como lo ordena por lo demás el artículo 441
inciso primero del Código de Procedimiento Civil;
Rol Nº 3.736-2006.
4. CHEQUE CADUCADO NO CONSTITUYE UN TÍTULO EJECUTIVO
Rol: 372-2007
Fecha: 06/05/2008
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos Rol Nº 2.500—2005 del Tercer Juzgado Civil de Coquimbo, sobre
juicio ejecutivo de cobro de cheque, caratulado Patricio Izquierdo Izquierdo con
Carolina Madina Padilla, por sentencia de veinticinco de agosto de dos mil seis,
escrita a fojas 49, la señora Juez Titular del referido tribunal acogió la excepción del
Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil opuesta por la ejecutada y
la absolvió de la ejecución.
Apelado este fallo por el ejecutante, una de las Salas de la Corte de Apelaciones
de La Serena, en sentencia de cinco de diciembre del mismo año, que se lee a fojas
78, lo confirmó sin modificaciones.
Considerando:
En primer lugar, explica, el fallo cita una norma del todo impertinente, pues el
artículo 22 aludido describe el tipo penal del delito de giro fraudulento de cheque,
en circunstancias que en el caso de autos se está frente a una acción civil, a un
juicio civil de cobro de cheque, por lo que la norma citada en la sentencia no resulta
aplicable en la especie.
En segundo lugar, agrega el recurrente, la conclusión relativa a que los protestos
por caducidad no pueden dar origen a un título ejecutivo carece de sustento legal,
es errada e infringe el artículo 33 del citado decreto con fuerza de ley.
Pero el portador del cheque, agrega el fallo, debe presentarlo a cobro dentro de
los plazos establecidos en el artículo 23 de dicha ley, y si así no lo hace, el librador,
por expreso mandato del artículo 24, no está obligado pagarlo, salvo consentimiento
escrito del librador, lo que en la especie no ha ocurrido.
En estas condiciones, razonan los magistrados de la instancia, si el librado no
tiene la obligación de pagar el cheque que ha incurrido en caducidad, ha de
analizarse si este protesto, expresión escrita del rechazo del pago, podrá dar origen
a un título ejecutivo (realizada que sea la respectiva notificación del protesto) y a las
acciones ejecutivas y/o penales que correspondan, considerando desde ya que este
protesto por caducidad no corresponde a aquellas causales de protesto señaladas
en el artículo 22 de la ley mencionada.
Tercero: Que el inciso 1º del artículo 10 del Decreto con Fuerza de Ley Nº 707
define el cheque como una orden de pago escrita y girada contra un banco para que
éste pague, a su presentación, el todo o parte de los fondos que el librador pueda
disponer en cuenta corriente.
Ahora bien, lo que caracteriza a una orden es que la persona a quien va dirigida
debe cumplir lo que en ella se le requiere; esto es, la autoridad de la persona o
institución de la que emana la orden compele al destinatario de ella a ejecutarla.
Por lo demás, el inciso 1º del artículo 1º de la misma ley dispone que la cuenta
corriente bancaria es un contrato a virtud del cual un banco se obliga a cumplir las
órdenes de pago de otra persona —entre ellas el cheque— hasta concurrencia de
las cantidades de dinero que hubiere depositado en ella o del crédito que se haya
estipulado.
En este contexto, resulta pertinente para la decisión del caso de autos la regla del
artículo 24 del citado decreto con fuerza de ley.
Pues bien, si la ley establece que el banco no está obligado a pagar el cheque
caducado, es porque éste ha dejado de ser una orden de pago y como es de la
esencia del cheque, según se dijo más arriba, que éste sea una orden de pago, si
deja de serlo, el documento por consiguiente deja de ser cheque; es decir, pierde la
naturaleza de tal.
Cuarto: Que la situación del inciso 3º del artículo 23 del Decreto con Fuerza de
Ley Nº 707, a que se refiere el recurso, regula una materia distinta a la que en este
último se plantea.
Ahora bien, el aludido inciso 3º del artículo 23 prescribe, en lo que interesa, que
el portador de un cheque que no reclame su pago dentro de los plazos señalados
perderá su acción contra los endosantes.
Pues bien, lo que la norma quiere decir es que, naturalmente, si el cheque ha sido
endosado la revalidación de éste no produce efecto respecto de los obligados al
pago distintos del propio librador, a cuyo respecto caducan las acciones a no ser
que consientan en forma expresa en la revalidación.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G. y Juan Araya E. y Abogados Integrantes Sres.
Hernán Álvarez G. y Óscar Carrasco A.
No firma el Ministro Sr. Araya, no obstante haber concurrido a la vista del recurso
y acuerdo del fallo, por estar con feriado legal.
Rol Nº 372-2007.
5. CHEQUE QUE TIENE MÉRITO EJECUTIVO. PROTESTO EL MISMO DÍA DE
FALLECIMIENTO DEL GIRADOR. INAPLICABILIDAD DEL ARTÍCULO 1377 DEL
CÓDIGO CIVIL
Rol: 1190-2005
Fecha: 30/11/2006
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Apelado este fallo por los ejecutados, una de las Salas de la Corte de Apelaciones
de Valdivia lo confirmó por sentencia de trece de enero de dos mil cinco, que se lee
a fojas 275.
Considerando:
En este contexto, continúa el fallo, la demanda fue deducida con fecha 2 de abril
de 2004 y proveída el 5 del mismo mes y año, por lo que siendo el plazo de la norma
sustantiva del artículo 1377 del Código Civil de días corridos, al momento de
interponerse la demanda, notificarla y requerirse de pago a los ejecutados, el título
se encontraba perfecto.
Tercero: Que en estos autos la ejecutante invocó como título un cheque girado
por $ 12.000.000, que presentado a cobro el 15 de abril de 2003, fue protestado por
falta de fondos con esa misma fecha.
En razón de haber fallecido el girador ese mismo día 15 de abril de 2003 y para
los efectos de preparar la vía ejecutiva, se solicitó la notificación del protesto a
quienes lo sucedieron.
Cuarto: Que el artículo 1377 citado dispone que los títulos ejecutivos contra el
difunto lo serán igualmente contra los herederos; pero los acreedores no podrán
entablar o llevar adelante la ejecución, sino pasados ocho días después de la
notificación judicial de sus títulos.
Quinto: Que, sin perjuicio de lo antes expuesto, se debe tener presente que de
conformidad al Nº 4 del artículo 434 del Código de Procedimiento Civil, el cheque
tiene mérito ejecutivo únicamente cuando puesto el protesto en conocimiento del
girador por notificación judicial, no se alegue en ese mismo acto o dentro de tercero
día tacha de falsedad.
Sexto: Que, de este modo, si el título jamás fue ejecutivo contra el difunto, no ha
podido aplicarse el artículo 1377 del Código Civil, cuyo presupuesto de hecho es,
precisamente, esta circunstancia. Así las cosas, el error en que incurre la sentencia
recurrida no tiene influencia sustancial en su parte dispositiva, requisito
indispensable para que el recurso de casación en el fondo pueda prosperar, al tenor
de lo prescrito en la parte final del artículo 767 del Código de Procedimiento Civil.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sr. Sergio
Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Hugo Dolmestch U. y A bogados I
ntegrantes S res. Hernán Álvarez G. y Óscar Carrasco A.
Rol Nº 1.190-2005.
Capítulo VII Pagaré
1. NO TIENE IMPORTANCIA ESPACIO EN PAGARÉ DONDE NOTARIO PONGA
SU FIRMA DE AUTORIZACIÓN
Rol: 5069-2001
Fecha: 14/07/2006
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos ejecutivos Rol Nº 4686—2000 del 16º Juzgado Civil de Santiago,
caratulados Banco Security con Rivera Harpman, Mario, por sentencia definitiva de
primera instancia de veintidós de mayo de dos mil uno, la juez subrogante de dicho
tribunal rechazó la excepción opuesta por el ejecutado, esto es la del Nº 7º del
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.
Considerando:
En efecto, sostiene, dicha defensa la basó en que los pagarés acompañados por
el ejecutante no cumplen con la exigencia del inciso segundo del Nº 4º del artículo
434 del Código de Enjuiciamiento Civil, pues el Notario estampó su firma y timbre
antes de la firma del suscriptor, razón por la cual resulta ineficaz. El fallo, empero,
se limitó a rechazar la excepción sin pronunciarse sobre su argumento.
Rol Nº 5.069-01.
2. PAGARÉ CARECE DE MÉRITO EJECUTIVO SI NO ES OPONIBLE A
EJECUTADO
Rol: 1331-2007
Fecha: 27/05/2008
TEXTO COMPLETO
I. Sentencia de casación
Santiago, 27 de mayo de 2008.
Vistos:
En estos autos Rol Nº 26.313 del Tercer Juzgado Civil de Iquique sobre juicio
ejecutivo de desposeimiento, caratulados SOCOFAR S.A. con Sergio Carvajal,
Edmundo, por sentencia de doce de mayo de dos mil cinco, escrita a fojas 42, el
señor Juez Titular del referido tribunal rechazó las excepciones opuestas y ordenó
seguir adelante la ejecución hasta hacer entero pago al acreedor de la deuda en
capital, intereses y costas.
Apelado este fallo por el ejecutado, una de las Salas de la Corte de Apelaciones
de Iquique, en sentencia de doce de enero de dos mil siete, que se lee a fojas 105,
lo confirmó.
En contra de esta última decisión una de las herederas del ejecutado, fallecido
durante el curso del juicio, ha deducido recurso de casación en el fondo.
Considerando:
Esta escritura, en consecuencia, no sirve por sí sola para iniciar una ejecución,
concluye la recurrente, por cuanto no contiene obligación líquida ni actualmente
exigible alguna que se pueda hacer cumplir.
Este documento, termina sobre el punto, sólo sirve para acreditar la constitución
de la garantía, no obstante encontrarse enumerada en el Nº 2 del artículo 434 del
Código de Procedimiento Civil.
El segundo, continúa la recurrente, es la liquidación del crédito practicada por el
Tercer Juzgado Civil de Iquique en la causa Rol Nº 15.946, instrumento que a todas
luces no tiene la calidad de título ejecutivo, pues no se encuentra en la enumeración
del artículo 434 citado, ni tampoco existe otro cuerpo legal que le dé ese carácter.
Para que una sentencia judicial sirva para iniciar una ejecución forzada, razona
la recurrente, es necesario que se trate de una sentencia de condena que favorezca
al actor y empezca al demandado; es decir, que condene a este último a una
prestación determinada de dar.
Por último, termina el recurso, se contraviene el inciso 2º del artículo 759 del
mismo Código de Procedimiento Civil, toda vez que esta disposición exige que para
tramitar el juicio de desposeimiento según las reglas del juicio ejecutivo, se cuente
con un título de esa naturaleza.
Segundo: Que el fallo objeto del recurso establece que la sentencia en que se
basa la interposición de la demanda de autos es un título ejecutivo, conforme a lo
establecido en el artículo 434 del Código de Procedimiento Civil, razón por la cual
corresponde rechazar la excepción del Nº 7 del artículo 464 del mismo cuerpo legal.
Además, agrega, porque esa decisión contiene el rechazo de las defensas de ese
ejecutado y la orden de proseguir su ejecución hasta el pago total de lo debido; es
decir, el resuelvo posee características, particularidades y naturaleza de título
ejecutivo.
Tercero: Que para que el título ejecutivo sea tal, es menester la reunión de dos
elementos: por un lado, la declaración de la existencia de una obligación que la
ejecución tiende a satisfacer; por otro, la orden de ejecución.
Ahora bien, las formas de la ejecución dependen del título con que se promueva
aquélla.
En otros términos, cada título tiene su forma particular de llegar hasta el fin
propuesto y, así, no es idéntica la vía ejecutiva que emana de la sentencia que
condena al pago de una suma de dinero, a la que nace de una sentencia que
dispone el lanzamiento del arrendatario, declarado que sea el término de este
contrato.
No obstante estas diferencias, lo que todos los títulos ejecutivos —entre ellos la
sentencia definitiva firme— deben contener para ser tales, es la condena al deudor-
demandado a la satisfacción de una determinada prestación en favor del acreedor-
demandante.
En estas condiciones, la sentencia que estima que el referido fallo constituye título
ejecutivo contra el ahora ejecutado, el mismo Edmundo Sergio Carvajal, incurre en
error de derecho, pues infringe los artículos 434 Nº 1 y 464 Nº 7, ambos del Código
de Procedimiento Civil, toda vez que el título invocado para la ejecución, según se
demostró, no es de aquéllos a los cuales la ley confiere fuerza ejecutiva.
Regístrese.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sr. Milton
Juica A., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Hugo Dolmestch U. y Abogados
Integrantes Sres. Óscar Herrera V. y Hernán Álvarez G.
Rol Nº 1.331-2007.
Vistos:
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sr. Milton
Juica A., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Hugo Dolmestch U. y Abogados
Integrantes Sres. Óscar Herrera V. y Hernán Álvarez G.
Rol Nº 1.331-07.
3. COPIAS FOTOSTÁTICAS AUTORIZADAS DE PAGARÉS NO CONSTITUYEN
TÍTULOS EJECUTIVOS
Rol: 562-2006
Fecha: 05/11/2007
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - ley general de bancos - título ejecutiv o
TEXTO COMPLETO
En estos autos Rol Nº 1.516-2001, del Quinto Juzgado Civil de Valparaíso, juicio
en procedimiento ejecutivo de desposeimiento, caratulado Banco Santiago c/
Stagno Rojas, Gabriela, doña Paola Barbagelata García, abogado, en
representación del Banco Santander-Chile, dedujo demanda ejecutiva de
desposeimiento en contra de doña Gabriela Elba Rojas Stagno.
Indica que el deudor principal sociedad Agro Jardines Ener S.A. adeuda a la
institución bancaria la suma antes referida, la que corresponde a las obligaciones
contenidas en seis pagarés —cuyo tenor y estipulaciones detalla—, las que se
encuentran incumplidas y que la demandada, para garantizar el pago y
cumplimiento de todas las obligaciones presentes o futuras que el deudor principal
pudiere contraer con el Banco, constituyó primera hipoteca sobre cuatro inmuebles
de su propiedad, inscribiéndose los correspondientes gravámenes en el Registro de
Propiedades del Conservador de Bienes Raíces de Villa Alemana del año 2001.
Afirma, además, que los títulos ejecutivos deben encontrarse en poder del tribunal
al momento de interponerse la demanda, por lo que no podrían ser acompañados
con posterioridad.
Por sentencia de catorce de enero de dos mil cuatro, escrita a fojas 200, el juez
suplente del referido tribunal rechazó las excepciones opuestas por la demandada
y acogió la demanda de autos, ordenando en consecuencia la continuación de la
ejecución hasta desposeer a la ejecutada de la propiedad hipotecada a favor del
ejecutante y condenó en costas a la ejecutada.
Considerando:
En este sentido, afirma que el título que se invocó fue la escritura pública de
hipoteca, ya que la acción deducida no es una acción personal, fundada en el
artículo 434 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, sino que es la acción
real fundada en los artículos 758 y siguientes del mismo estatuto legal.
En consecuencia, sostiene, no procede confundir la acción personal ejecutiva que
se deduce en contra del deudor personal y la acción real deducida en contra del
deudor hipotecario.
Alega que se infringió el artículo 1698 del Código Civil, pues el demandado no
rindió ninguna prueba que avalara sus pretensiones en orden a justificar los
presupuestos de la excepción que en definitiva se acogió.
Afirma que por tratarse del ejercicio de una acción real, no se despacha en este
procedimiento el mandamiento a que se refiere el artículo 442 del Código de
Procedimiento Civil, sino un mandamiento de desposeimiento que no es de
ejecución y que sólo tiene por objeto desposeer al tercero garante e hipotecario.
Asegura que se encuentra acreditado por su parte que el título traía aparejada
ejecución y que no se probó por la demandada lo contrario, en relación a la escritura
de hipoteca ni a los pagarés suscritos por el deudor principal caucionado;
Segundo: Que para una adecuada inteligencia del asunto, cabe tener presentes
las siguientes circunstancias del proceso:
c) Con fecha 23 del mismo mes y año, la demandada compareció a los autos y
opuso excepciones a la demanda, haciendo presente que las copias autorizadas de
los pagarés acompañados al proceso, adolecían de falta de requisitos o condiciones
establecidas por la ley para gozar de fuerza ejecutiva, sosteniendo que la
materialidad del título ejecutivo debe encontrarse contemplada en alguno de los
numerandos del artículo 434 del Código de Procedimiento Civil y que las aludidas
copias carecían de mérito ejecutivo.
Tercero: Que del mérito de los antecedentes de autos se desprende que los
jueces del tribunal de alzada resolvieron acoger la excepción de falta de algún
requisito o condición establecido por la ley para que el título tenga fuerza ejecutiva,
razonando previamente sobre el particular respecto de la circunstancia que la
ejecutante inició una acción de desposeimiento mediante las reglas del juicio
ejecutivo ordinario, porque en su concepto disponía de un título ejecutivo que la
autorizaba para hacer uso de dicho procedimiento, acompañando al efecto escritura
pública de constitución de hipoteca y copias fotostáticas autorizadas de cinco
pagarés, todos los cuales se encuentran agregados de fojas 1 a 19.
Así la obligación de dar debe constar de un título al que la ley le otorgue mérito
ejecutivo, debe ser líquida, actualmente exigible y la acción no debe estar prescrita.
Cuarto: Que para un adecuado análisis de los errores de derecho invocados por
el recurrente de casación, cabe tener presente que las múltiples citas de
disposiciones legales denunciadas, expuestas previamente en el motivo primero,
tienen por objeto sustentar fundamentalmente dos argumentos destinados a rebatir
las conclusiones de los jueces de segunda instancia, sosteniendo que al razonar de
la manera en que lo hicieron y al acoger la excepción contemplada en el artículo
464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil, habrían incurrido en infracción de ley.
1. Que el título que invocó su parte en este procedimiento fue la escritura pública
de hipoteca, ya que la acción deducida no es una acción personal, fundada en los
artículos 434 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, sino una acción real
que se sustenta en los artículos 758 y siguientes del mismo estatuto legal, y
2. Que la escritura pública de hipoteca y los pagarés que dan cuenta de la deuda
impaga contraída por el deudor principal, la que se encuentra caucio nada con la
garantía real que se pretende hacer efectiva en autos, no adolecen de vicio alguno
y cumplen con todos los requisitos legales, agregando que los documentos
originales se tuvieron a la vista durante el probatorio de las excepciones a la
ejecución;
Quinto: Que sobre el particular el inciso segundo del artículo 759 del Código de
Procedimiento Civil establece que esta acción se someterá a las reglas del juicio
ordinario o a las del ejecutivo, según sea la calidad del título en que se funde,
procediéndose contra el poseedor en los mismos términos en que podría hacerse
contra el deudor personal.
Que por su parte el artículo 441 del aludido cuerpo legal dispone que: El tribunal
examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin audiencia ni
notificación del demandado, aun cuando se haya éste apersonado en el juicio.
Sexto: Que el artículo 441 del Código de Procedimiento Civil dispone que el
tribunal examinará el título, en atención a que es éste el que goza del privilegio legal
y debe ser tenido a la vista al momento de proveer la demanda ejecutiva ordenando
el despacho del mandamiento de desposeimiento y embargo.
Este análisis difiere del que corresponde efectuar en un juicio declarativo, pues
en éste los requisitos de una decisión favorable y por lo tanto de la pretensión se
resuelven en la sentencia, aspecto en que se diferencian ambos procedimientos.
Tal diferencia tiene una explicación sustancial, pues tiende a permitir el ejercicio
del derecho de defensa del ejecutado, al oponerse a la ejecución mediante la
interposición de las excepciones respectivas, lo que demandará ordinariamente un
examen del título;
Noveno: Que cabe agregar que el citado artículo 341 del Código de
Procedimiento Civil no puede servir de base a un recurso de casación en el fondo,
pues dicha norma es meramente ordenatoria litis , siendo condición fundamental del
recurso en estudio que la infracción invocada influya sustancialmente en lo
dispositivo del fallo, exigencia que no puede producirse sin que se hayan vulnerado
una o más normas legales en que propiamente descansa el fallo; es decir, que
tengan el carácter de decisorias de la litis;
Por estas consideraciones y lo preceptuado en los artículos 765 y 767 del Código
de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo, deducido en
la petición principal de la presentación de fojas 250, por el abogado don Ezio Coda
Castillo, en representación de la parte demandante, en contra de la sentencia de
veintinueve de noviembre de dos mil cinco, escrita a fojas 247.
1º. Que como antecedentes del recurso, se debe indicar que al libelo de fojas 20
—en que se requería la gestión previa de notificación de desposeimiento—, se
acompañaron con citación y bajo apercibimiento legal copias autorizadas de la
escritura pública por la que se constituyeron las hipotecas sobre los inmuebles de
propiedad de la demandada y de los pagarés individualizados en el cuerpo del
escrito.
2º. Que el inciso segundo del artículo 759 del Código de Procedimiento Civil,
refiriéndose a la acción de desposeimiento contra terceros poseedores de la finca
hipotecada o acensuada, dispone que esta acción se someterá a las reglas del juicio
ordinario o a las del ejecutivo, según sea la calidad del título en que se funde,
procediéndose contra el poseedor en los mismos términos en que podría hacerse
contra el deudor personal.
Del examen que señalan haber efectuado los jueces del tribunal a quo a la causa
Rol Nº C-30.170-2001 del Juzgado de Letras de Villa Alemana, caratulada Banco
Santander con Agrojardines Ener S.A., se desprende que el deudor personal está
demandado y, ya se dijo, el acreedor puede seguir su acción contra el tercer
poseedor de la finca hipotecada en los mismos términos en que podría hacerlo
contra aquél.
3º. Que no se trata el presente juicio, de uno ejecutivo corriente en que el acreedor
debe exhibir necesariamente su título en contra del demandado, sino que de uno
con características especiales desde que el ejecutante no tiene título ejecutivo en
contra del demandado sino que su título lo es contra un tercero ajeno al pleito, que
es el deudor personal.
Es por ello que el citado inciso segundo del artículo 759 del Código de
Procedimiento Civil establece que el acreedor puede seguir su acción contra el
tercer poseedor de la finca hipotecada en los mismos términos en que podría
hacerse contra aquél de modo tal que si, como sucede en la especie, es un hecho
que el Banco tiene título ejecutivo en contra del deudor personal, pues no se ha
puesto en duda la existencia de los pagarés mencionados, dicha entidad finan ciera
está facultada para accionar por esta vía de desposeimiento hipotecario en contra
de doña Gabriela Stagno Rojas, que no es su deudora sino la dueña de los
inmuebles hipotecados para caucionar todas las obligaciones de la sociedad Agro
Jardines Ener S.A., en favor del Banco;
Redacción a cargo del Ministro Sr. Sergio Muñoz Gajardo y del voto disidente,
Ministro Sra. Margarita Herreros Martínez.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., y Sr. Carlos
Künsemüller L. y Abogado Integrante Sr. Hernán Álvarez G.
Rol Nº 562-2006.
4. CONCEPTO DE FIRMA. COLOCAR FIRMA EN DOCUMENTO SIGNIFICA
QUE SUBSCRIPTOR ACEPTA SU CONTENIDO
SUMARIO: Puede definirse la firma como la forma gráfica que escoge una persona
para identificarse ante los demás, siendo una de sus características que se
considera sinónimo de consentimiento, de aceptación, de conformidad, de
presencia física de su titular con respecto del texto que la precede.
Rol: 374-2008
Fecha: 04/06/2009
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
Visto:
En el documento figura don Freddy Roll Carratala como deudor principal y doña
Marcela Allue Nualart como aval y codeudor solidario del suscriptor.
3. Que el artículo 434 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil establece que tendrá
mérito ejecutivo, sin necesidad de reconocimiento previo, el pagaré, respecto del
obligado cuya firma aparezca autorizada por un notario.
El artículo 102 de la Ley Nº 18.092, sobre Letras de Cambio y Pagaré, señala que
el pagaré debe contener las siguientes enunciaciones: Nº 6º "la firma del suscriptor".
4. Que puede definirse la firma como la forma gráfica que escoge una persona
para identificarse ante los demás, siendo una de sus características que se
considera sinónimo de consentimiento, de aceptación, de conformidad, de
presencia física de su titular con respecto del texto que la precede.
6. Que la excepción de falsedad del título tiene lugar cuando se han hecho
adulteraciones en el título que cambian su naturaleza, o cuando no ha sido
realmente otorgado por la o las personas que aparecen subscribiéndolo.
7. Que la falsedad del título a que se refiere el artículo 464 Nº 6 del Código de
Procedimiento Civil es la falsedad criminal y no la civil (Corte de Apelaciones de
Concepción. 18.06.1920. En Gaceta de los Tribunales. Segundo Semestre.
Sentencia Nº 281, página 1144). Ella existe cuando el documento se ha falsificado
en todo o en parte, o contiene algunas de las falsedades que se califican como
delitos.
El título es falso cuando no ha sido realmente otorgado por las personas que
aparecen interviniendo en él, o cuando se le han hecho adulteraciones que hagan
cambiar su naturaleza (en Revista de Derecho y Jurisprudencia, Tomo I, segunda
parte, sección primera, página 20).
Son títulos falsos, como se dijo, aquéllos cuyas firmas han sido falsificadas.
9. Que en el caso sub lite la juez de primer grado en los motivos sexto y séptimo
detalla y analiza la prueba producida en autos para acreditar las alegaciones del
deudor principal, los que se tienen por íntegramente reproducidos.
No está de más tener presente que el plazo establecido por la juez a quo a fojas
116 es de carácter judicial.
Refuerza lo anterior el hecho que el título pierde la calidad de título ejecutivo, sin
perjuicio de que pueda existir la obligación principal que puede ser demandada por
otras vías. El título es uno solo, el pagaré, de manera que si dicho título es falso por
falsificación de la firma del subscriptor del pagaré, los efectos de la falsedad criminal
se extienden también al aval y codeudor solidario, de manera que el título es falso
para el deudor principal y también para su aval y codeudor solidario.
14. Que los sentenciadores en nada modificarán lo resuelto por la juez de primer
grado en cuanto a las costas, por encontrarse ajustado a lo dispuesto en el artículo
144 y 471 del Código de Procedimiento Civil.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 1698 del Código Civil;
144, 464 Nº 6 y 471 del Código de Procedimiento Civil y 102 Nº 6 de la Ley
Nº 18.092, se declara que SE CONFIRMA, con costas del recurso, en su parte
apelada la sentencia de diecisiete de enero de dos mil ocho, escrita de fojas 136 a
139 de autos.
Rol Nº 374-2008.
5. AUTORIZACIÓN NOTARIAL DE LA FIRMA PUESTA EN UN PAGARÉ. NO ES
NECESARIA LA PRESENCIA DE LA PERSONA CUYA FIRMA SE AUTENTIFICA
Rol: 6200-2012
Fecha: 02/10/2012
TEXTO COMPLETO:
1º) Que en este juicio ejecutivo por obligación de dar, Rol Nº 7.643-2011, seguido
ante el 28º Juzgado Civil de Santiago, caratulado "Corpbanca con Exportadora
Macao Chile Ltda. y Errázuriz Errázuriz, Raimundo", recurre la demandada de
casación en la forma y en el fondo en contra de la resolución dictada por una sala
de la Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó el recurso de casación en la
forma y confirmó la de primera instancia en la parte que rechaza las excepciones
opuestas por la demandada, condenando a la recurrente a pagar a la actora
$ 87.098.575, más los intereses y reajustes que indica el fallo que se impugna;
3º) Que sobre el primer yerro formal que se invoca procede tener en
consideración que aquel arbitrio sólo concurre cuando la sentencia carece de las
consideraciones de hecho o de derecho que le sirven de fundamento, pero no tiene
lugar cuando aquéllas existen pero no se ajustan a la tesis sustentada por el
reclamante, como ocurre en la especie, lo que una somera lectura del fallo
impugnado evidencia. Este contiene los razonamientos de hecho y de derecho que
llevaron a los sentenciadores a decidir de la forma como lo hicieron, decisión que
ha de ajustarse a derecho y no necesariamente a la pretensión del agraviado, en
cuanto no se ciña a él.
4º) Que en cuanto al segundo de los denuncios que plantea el recurso, se dirá
que siendo el recurso de casación en la forma un medio de impugnación de derecho
estricto, sólo lo permite la ley por las causales que taxativamente ésta contempla,
referidas en particular a la omisión de algún trámite declarado esencial dentro del
procedimiento. En la especie, el recurrente reclama porque el tribunal no permitió la
rendición de prueba que solicitó dentro del término respectivo, impidiendo con ello
en definitiva el adecuado derecho a su defensa, lo que el fallo cuya nulidad se
reclama no enmendó.
5º) Que en lo que a este último asunto se refiere, el artículo 468 del Código de
Procedimiento Civil dispone en su inciso primero: "Cuando haya de recibirse a
prueba la causa, el término para rendirla será de diez días".
6º) Que, por lo razonado con antelación, la casación en la forma deducida por la
parte demandada resulta inviable, en todos sus extremos;
8º) Que, previamente conviene tener presente que la Ley Nº 18.092, sobre Letras
de Cambio y Pagarés, no define el concepto de pagaré, sino que se limita a señalar
el contenido formal del documento en el cual se emite, y sus requisitos de fondo.
Una definición de dicha institución es la que establece que "es un documento escrito
que contiene una promesa, no sujeta a condición, de pagar una cantidad
determinada o determinable de dinero al beneficiario, a su orden o al portador, que
obliga a la persona que lo suscribe, a los endosantes y avales de una u otros"
(Ricardo Sandoval López, Derecho Comercial, Teoría general de los títulos de
crédito, letra de cambio, pagaré, cheque y títulos electrónicos o desincorporados,
Tomo II, Quinta Edición, Editorial Jurídica de Chile, página 206).
10º) Que por otra parte, con relación a los errores de derecho invocados por el
recurrente de casación, al no acogerse su alegación referente a que los documen
tos no tienen merito ejecutivo, al ser firmados en blanco, sin instrucciones y sin
constancia de autorización de las firmas ante funcionario público, debe tenerse
presente que la cita de las disposiciones legales denunciadas —expuesta
previamente en el considerando séptimo— y los argumentos esgrimidos en apoyo
de sus afirmaciones, tienen por objeto sustentar la denuncia que se formula en el
recurso en contra de los jueces del fondo, en términos que no habrían tenido
presente que en el caso de autos se estaría frente a un pagaré firmado en blanco
por el suscriptor, en una fecha anterior a aquella que se estampó en el documento
por la insti tución bancaria ejecutante, que no da cuenta del pago de determinada
cantidad de dinero, tampoco del lugar de dicho pago, ni la fecha en que la obligación
vence, sin que se haya acreditado la existencia de instrucciones para proceder a su
llenado, incurriéndose de ese modo en infracción de ley al otorgarle mérito ejecutivo.
16º) Que la sola circunstancia de haber sido firmado en blanco el título no lleva
necesariamente a concluir que el lleno hecho con posterioridad no corresponden a
la realidad de lo acordado por las partes, puesto que si el deudor se limitó a suscribir
el pagaré, debe entenderse que tácitamente autorizó al acreedor para llenar los
blancos.
17º) Abona dicha conclusión lo que dispone el artículo 11 de la Ley Nº 18.092,
sobre Letras de Cambio y Pagarés, cuando establece que sin perjuicio de lo
dispuesto en su artículo 2º, cualquier tenedor legítimo puede incorporar las
menciones de que trata el artículo 1º, antes del cobro del documento, cuando la
letra de cambio no las contiene, sujetándose en todo ello a las instrucciones que
haya recibido de los obligados al pago, agregándose que si el docu mento se llenare
en contravención a esas instrucciones, el respectivo obligado podrá eximirse de su
pago probando tal circunstancia. Lo antes dicho, que está establecido respecto de
la letra de cambio, debe aplicarse también respecto del pagaré, de acuerdo con lo
que dispone el artículo 107 de la mencionada ley, que expresa que en lo que no
sean contrarios a su naturaleza y a las disposiciones especiales que rigen para esta
clase de títulos de crédito, se le aplican las normas establecidas para las letras de
cambio.
20º) Por último, en lo que dice relación con la infracción de ley referida esta vez
a las disposiciones que regulan las costas, la alegación no merece mayor análisis
pues esta Corte Suprema reiteradamente ha sostenido que las costas procesales
no son motivo de recurso de casación, por lo que será desestimada la alegación en
orden a la contravención al artículo 144 del Código de Procedimiento Civil.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Nibaldo Segura P., Juan Araya E., Guillermo Silva G., Juan Fuentes B. y Abogado
Integrante Sr. Raúl Lecaros Z.
Rol Nº 6.200-2012.
6. PAGARÉ NO CONSTITUYE TÍTULO EJECUTIVO EN TÉRMINOS DEL ART.
434 Nº 4 SI NO FUE FIRMADO POR EL EJECUTADO
Rol: 5042-2008
Fecha: 08/09/2009
TEXTO COMPLETO
Visto:
Señala que se pactó que las obligaciones derivadas del pagaré serían solidarias
para la suscriptora y avalistas y tendrían el carácter de indivisible, pudiendo el Banco
cobrarlas íntegramente a cada uno de los herederos o sucesores a cualquier título,
en los términos que establecen los artículos 1526 Nº 4 y 1528 del Código Civil.
Indica que la firma de los suscriptores se encuentra autorizada ante Notario
Público, por lo que el pagaré tiene mérito ejecutivo de conformidad a lo dispuesto
en el artículo 434 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil.
Por sentencia de doce de mayo de dos mil cuatro, escrita a fojas 64, la juez titular
del tribunal de primer grado rechazó la excepción de nulidad de la obligación; acogió
la excepción de falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por la
ley para que el título tenga fuerza ejecutiva y, en consecuencia, ordenó alzar la
ejecución, y condenó en costas al vencido.
Considerando:
Alega que en la especie el pagaré base de la ejecución aparece firmado por los
representantes legales de la suscriptora y por cada uno de los avalistas,
encontrándose su firma autorizada por el Notario Público don Pedro Sadá Azar,
cumpliéndose, a su juicio, el requisito previsto en el inciso segundo del Nº 4 del
artículo 434 del Código de Procedimiento Civil.
Añade que, por su parte, el pagaré en cuestión cumple con los requisitos
contemplados en el artículo 102 de la Ley Nº 18.092, ya que el citado instrumento
se encuentra suscrito por las personas que en él se indican, por lo que se verifican
todos los requisitos de procedencia de la acción ejecutiva, situación que en su
oportunidad motivó que el tribunal despachara el correspondiente mandamiento de
ejecución y embargo en contra de los demandados, tal como se prevé en el artículo
441 del Código de Procedimiento Civil.
Sostiene que la excepción de falta de alguno de los requisitos o condiciones
previstos por las leyes para que el título tenga fuerza ejecutiva, puede oponerse
cada vez que falte alguno de los requisitos de procedencia de la acción ejecutiva,
sea porque el título no reúne todas las condiciones determinadas por la ley para que
se le considere como ejecutivo, porque la deuda no es líquida, o porque no es
actualmente exigible, y que dicha excepción debe relacionarse con todos aquellos
preceptos legales que consagran exigencias para que el título tenga fuerza
ejecutiva.
Quinto: Que el artículo 102 de la Ley Nº 18.092, que refiere las enunciaciones
que debe contener el pagaré, señala en su numeral 6º "la firma del suscriptor".
A su turno, el artículo 103 del mismo estatuto legal dispone que: "El documento
que no cumpla con las exigencias del artículo precedente, no valdrá como pagaré".
Por su parte, el artículo 434 Nº 4 del Código de Procedimiento Civil establece: "El
juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de dar cuando para reclamar su
cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes títulos:
A su vez, el artículo 464 Nº 7 del referido cuerpo legal previene que: "La oposición
del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las excepciones
siguientes:
7ª. La falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes
para que dicho título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al
demandado";
Sexto: Que según han señalado los autores constituye título ejecutivo el
documento que da cuenta de un derecho y una obligación indubitada y al cual la ley
otorga la suficiencia necesaria para obtener el cumplimiento de la obligación que allí
aparece" (Cristián Maturana Miquel, Separata "Los incidentes", Facultad de
Derecho Universidad de Chile, 2007, pág. 152).
De acuerdo a lo señalado, los títulos ejecutivos sólo pueden ser creados por la
ley; tienen siempre el carácter de solemnes, y en ellos debe constar la existencia de
una obligación de dar, hacer o no hacer, líquida, actualmente exigible y no prescrita;
Séptimo: Que tal como reflexionaron los jueces del mérito, en el caso sub lite, al
haber sido establecida la falsedad de la firma de don Cristián Donoso Santana, es
menester concluir que el documento en que se apoya la ejecución de autos no fue
firmado por la persona jurídica que aparentemente comparecía a obligarse como
deudora principal, al ser falsa la rúbrica de su representante legal, ya que según
planteó el propio ejecutante, la empresa Arquitectura y Construcción Impronta
Limitada se encontraba representada por don Cristián Oliva Munizaga y por don
Cristián Donoso Santana, sustentando, al emplear la conjunción "y", una
representación copulativa, circunstancia que al no haber sido contradicha por la
contraparte resultó determinada como un hecho de la causa.
De este modo, al no haber sido firmado el instrumento que sirve de título ejecutivo
a la demanda de autos por el ejecutado don Cristián Donoso Santana, ni como
representante de la sociedad ejecutada ni como aval, lo cierto es que por expresa
disposición del artículo 103 de la Ley Nº 18.092, tal instrumento carece de valor
como pagaré y, por tanto, no constituye un título ejecutivo en los términos previstos
en el numeral 4º del artículo 464 (sic) del Código de Procedimiento Civil, situación
por la cual, al haberse acreditado la concurrencia de uno de los supuestos fácticos
de procedencia de la excepción prevenida en el artículo 464 Nº 7 del mismo cuerpo
legal, su aplicación por los jueces del mérito no ha podido constituir error de
derecho.
"Se opondrá esta excepción cada vez que falte alguno de los requisitos para que
proceda la acción ejecutiva, sea porque el título no reúne todas las condiciones
establecidas por la ley para que se le considere como ejecutivo, o porque no es
actualmente exigible. Esta excepción debe relacionarse, pues, con todos aquellos
preceptos legales que consagran exigencias para que un título tenga fuerza
ejecutiva. Estos preceptos legales, como se comprenderá, son innumerables, dada
la diversidad de títulos ejecutivos que la ley crea, como también la diversidad de
condiciones que establece para cada uno de ellos" (Raúl Espinosa Fuentes,
"Manual de Procedimiento Civil. El Juicio Ejecutivo", Edición actualizada por Cristián
Maturana Miquel, Editorial Jurídica, 2003, págs. 113 y 114);
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sr. Sergio
Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Guillermo Silva G. y Abogados
Integrantes Sres. Benito Mauriz A. y Jorge Medina C.
Rol Nº 5.042-2008.
7. MÉRITO EJECUTIVO DE PAGARÉS. NO CONCURRE SI NO SE PAGÓ
IMPUESTO DE TIMBRES
Rol: 2944-2002
Fecha: 23/10/2003
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos Rol Nº 19.296 del Cuarto Juzgado Civil de Iquique, el Banco del
Estado de Chile demandó en juicio ejecutivo a la sociedad PREM Internacional
(Iquique) S.A. representada por Ramesh Uttamchandani Hardasani, como deudora
principal y a este último en su calidad de fiador y codeudor solidario, cobrándoles
US$ 264.915,19 equivalentes en moneda nacional a $ 141.464.711,46 de acuerdo
al tipo de cambio vigente al 8 de octubre de 1999, más intereses, reajustes que
correspondan y costas.
Agregó, además, que los referidos pagarés no se bastan para cumplir con el
requisito de liquidez de la obligación, toda vez que está recargada en 2,10 puntos,
a contar de la fecha de pago en el exterior y en ellos no aparece este dato.
Considerando:
Primero: Que el recurrente sostiene que los Jueces recurridos han incurrido en
infracción legal al aplicar los artículos 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil y
26 de la Ley de Impuesto de Timbres y Estampillas, que fueron decisorio litis, en
vez del artículo 10 de esta última normativa, entre otras infracciones legales que
también denuncia.
Explica que entre las partes se contrató un mutuo que otorgó el Banco a la
ejecutada para financiar una operación de importación, documentada con los
pagarés de autos, operación que debía pagarse por la deudora con recursos propios
o con divisas adquiridas en el mercado informal, de acuerdo a lo pactado, lo que la
obligaba a pagar el impuesto que grava los pagarés, establecido en el artículo 3º de
la citada ley tributaria. La sentencia estimó irrelevante determinar la persona que
estaba obligada al pago del impuesto, en circunstancias que cuando el importador
o quien ingresa la mercadería a zona franca paga la importación con recursos
propios o con divisas adquiridas en el mercado informal es el único obligado al pago
del impuesto y no el dueño de los títulos, situación que describe el artículo 10 del
D.L. Nº 3.475 de 1980, norma que constituye una excepción al artículo 26.
Agrega que el banco emisor puede renunciar a ellos, pues su cobro es facultad
suya exclusiva, ya que están establecidos a su favor, por lo cual en esa etapa
decidirá la entrega del certificado que permitiría aplicar el recargo a la tasa LIBOR.
Quinto: Que la norma del artículo 26, de aplicación general, no entra en conflicto
con la del artículo 10, ambos del D.L. que se ha venido citando, toda vez que en
conformidad a lo dispuesto en su artículo 3º el impuesto único de timbres y
estampillas, de cargo del importador en las operaciones de importación, está
referido a todos los documentos necesarios para la operación.
Esta actitud de la ejecutante también trae como consecuencia que, sobre el hecho
alegado por el ejecutado, de no haberse verificado pago alguno en el exterior, no
hubo discusión, quedando establecido como tal, implícitamente. Pero, además, los
requisitos del título en este punto —las bases para la liquidación oportuna del
crédito— deben aparecer con suficiencia para despachar la ejecución y
remitiéndose el título a un documento externo a él, como prueba de un hecho desde
el cual ha de calcularse el monto definitivo de la obligación, aun cuando emanado
del mismo acreedor debe acreditarse conjuntamente con dicho instrumento.
Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Rodríguez y Abogado Integrante
Sr. Carrasco, quienes estuvieron por acoger el recurso de casación de que se trata
teniendo en consideración los siguientes fundamentos:
Cuarto: Que esta declaración formulada en los pagarés, en los términos exigidos
por la Circular Nº 39, de 25 de julio de 1991, del señor Director de Impuestos
Internos, que impartió instrucciones sobre las modificaciones introducidas por la Ley
Nº 19.065 al D.L. Nº 3.475, de 1980, hace recaer en el importador la obligación de
enterar los impuestos del aludido artículo 3º, reemplazándose así la obligación de
acreditar su pago establecida en el artículo 26 de la ley modificada.
Esta cláusula debe relacionársela con otra anterior, del tenor siguiente: Si el
suscriptor o cualquiera de sus avales u obligados al pago discutieren la tasa de
interés que en definitiva resulte aplicable, pagaré intereses a la tasa máxima
convencional vigente a la fecha de suscripción de este pagaré.
Rol Nº 2.944-2002.
8. NO ES POSIBLE REVIVIR PAGARÉ EXTINGUIDO POR PRESCRIPCIÓN
MEDIANTE GESTIÓN PREPARATORIA
Rol: 5968-2004
Fecha : 28/11/2006
Partes: Banco del Estado de Chile contra Pedro Enrique Gómez Araos
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos Rol Nº 4.224-96, sobre juicio ejecutivo seguido ante el Vigésimo
Primer Juzgado Civil de Santiago, caratulados "Banco del Estado de Chile con
Gómez Araos, Pedro Enrique", por sentencia de primer grado, dictada por su juez
titular, el ocho de junio de mil novecientos noventa y nueve, según se lee a fojas 62,
se rechazó la excepción de falta de personería del compareciente y se acogió la de
prescripción de la acción ejecutiva, opuestas por el ejecutado; en consecuencia se
desestimó la demanda y se condenó al Banco demandante al pago del 50% de las
costas de la causa, y en el otro 50% al demandado.
Considerando:
Segundo: Que para la resolución del presente recurso, útil resulta tener en
consideración los siguientes antecedentes del proceso:
Séptimo: Que las acciones en contra del obligado al pago del pagaré suscrito el
27 de julio de 1992, cuya última cuota venció el 10 de abril de 1993, al iniciar la
gestión preparatoria, se encontraban prescritas, pues había transcurrido en exceso
el plazo de un año contemplado en el artículo 98 de la Ley Nº 18.092, aplicable en
conformidad a lo dispuesto en el artículo 107 de la referida ley.
Luego, de lo dicho resulta que en la práctica se está tratando de revivir una acción
prescrita emanada de un pagaré y de esta forma originar un título ejecutivo por un
procedimiento no contemplado para el instrumento de autos en tales circunstancias,
por cuanto se produce el efecto de generar un nuevo plazo de prescripción que el
legislador no ha considerado, llevando, de hecho, a hacer revivir una acción
ejecutiva ya prescrita, consecuencia que no puede ser amparada por la naturaleza
de orden público que se reconoce a la institución de la prescripción;
Octavo: Que atendidas las consideraciones anotadas, los jueces del fondo han
resuelto acertadamente al acoger la excepción de prescripción opuesta, por lo que
no han infringido las normas que se denuncian, lo que lleva a rechazar el recurso
en estudio.
Por estas consideraciones, y lo dispuesto en los artículos 764, 765 y 767 del
Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo
interpuesto por el abogado don Luis Navarro Egaña, en representación del Banco
del Estado de Chile, en lo principal de fojas 103, en contra de la sentencia de
veintiuno de octubre de dos mil cuatro, que se lee a fojas 102.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los ministros Sres.
Jorge Rodríguez A., Sergio Muñoz G. y S ra. Margarita Herreros M. y Abogados
Integrantes S res. Ricardo Peralta V. y Óscar Carrasco A.
Rol Nº 5.968-2004.
9. PAGARÉ BANCARIO ADQUIERE MÉRITO EJECUTIVO CON ANOTACIÓN EN
LIBROS DEL SERVICIO DE IMPUESTOS INTERNOS E IDENTIFICACIÓN DEL
BANCO SUJETO O PRIMER RESPONSABLE DEL IMPUESTO
Rol: 3015-2001
Fecha: 20/08/2007
TEXTO COMPLETO
Visto:
Se eliminan las consideraciones del fallo de primer grado; se le reproduce en lo
demás y se tiene también presente:
b) Que el pagaré carece de causa lícita, ya que el valor por el cual aparece
extendido es superior a lo que en verdad debe, cobrándose intereses excesivos, y
De otro lado, del documento acompañado en el segundo otrosí de fs. 55, consta
el pago del impuesto en mención;
6. Que no hay antecedente alguno en los autos que demuestre que el pagaré
tenga causa ilícita.
La ejecutada debía acreditar lo que afirma sobre esto, y no rindió probanza alguna
para hacerlo;
8. Que, por lo que se ha venido reseñando, la excepción del artículo 464 Nº 7 del
Código de Enjuiciamiento Civil, formulada a la ejecución, debe rechazarse;
Por otra parte, en la demanda se cobran las cuotas impagas, vale decir las
debidas a partir del 9 de marzo de 2000, y la demandada aparece oponiendo
excepciones a la ejecución en julio de tal año, por lo que mal puede darse lugar a la
excepción en comento;
Rol Nº 3.015-2001.
10. QUIEN INVOCA PAGARÉ DEBE PROBAR ESTAR AMPARADO POR
IMPUESTO SUSTITUTIVO DEL ARTÍCULO 3º DEL D.L. Nº 3.475
Rol: 2944-2002
Fecha: 23/10/2003
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
Legislación relacionada: Artículo 26 - D.L. Nº 3.475; Artículo 3º - D.L. Nº 3.475;
Artículo 10 - D.L. Nº 3.475
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos Rol Nº 19.296, del Cuarto Juzgado Civil de Iquique, el Banco del
Estado de Chile demandó en juicio ejecutivo a la sociedad Prem I nternacional
(Iquique) S.A. representada por Ramesh Uttamchandani Hardasani, como deudora
principal y a este último en su calidad de fiador y codeudor solidario, cobrándoles
US$ 264.915,19 equivalentes en moneda nacional a $ 141.464.711,46 de acuerdo
al tipo de cambio vigente al 8 de octubre de 1999, más intereses, reajustes que
correspondan y costas.
Agregó, además, que los referidos pagarés no se bastan para cumplir con el
requisito de liquidez de la obligación, toda vez que está recargada en 2,10 puntos,
a contar de la fecha de pago en el exterior y en ellos no aparece este dato.
Considerando:
Primero: Que el recurrente sostiene que los Jueces recurridos han incurrido en
infracción legal al aplicar los artículos 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil y
26 de la Ley de Impuesto de Timbres y Estampillas, que fueron decisorio litis, en
vez del artículo 10 de esta última normativa, entre otras infracciones legales que
también denuncia.
Explica que entre las partes se contrató un mutuo que otorgó el Banco a la
ejecutada para financiar una operación de importación, documentada con los
pagarés de autos, operación que debía pagarse por la deudora con recursos propios
o con divisas adquiridas en el mercado informal, de acuerdo a lo pactado, lo que la
obligaba a pagar el impuesto que grava los pagarés, establecido en el artículo 3º de
la citada ley tributaria.
Sostiene el recurrente que también ha sido vulnerado el artículo 466 del Código
de Procedimiento Civil, ya que la excepción debió declararse inadmisible por falta
de legitimidad activa para oponerla, desde que el deudor era, a su vez, el obligado
al impuesto y la errónea aplicación de dicha norma le otorgó la legitimidad de la cual
adolecía.
Agrega que el banco emisor puede renunciar a ellos, pues su cobro es facultad
suya exclusiva, ya que están establecidos a su favor, por lo cual en esa etapa
decidirá la entrega del certificado que permitiría aplicar el recargo a la tasa LIBOR.
Quinto: Que la norma del artículo 26, de aplicación general, no entra en conflicto
con la del artículo 10, ambos del D.L. que se ha venido citando, toda vez que en
conformidad a lo dispuesto en su artículo 3º el impuesto único de timbres y
estampillas de cargo del importador en las operaciones de importación, está referido
a todos los documentos necesarios para la operación.
Pero, además, los requisitos del título en este punto —las bases para la
liquidación oportuna del crédito— deben aparecer con suficiencia para despachar
la ejecución y remitiéndose el título a un documento externo a él, como prueba de
un hecho desde el cual ha de calcularse el monto definitivo de la obligación, aun
cuando emanado del mismo acreedor, debe acreditarse conjuntamente con dicho
instrumento.
Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Rodríguez y Abogado Integrante
Sr. Carrasco, quienes estuvieron por acoger el recurso de casación de que se trata
teniendo en consideración los siguientes fundamentos:
Pero agregó que, en los demás casos, el pago del impuesto será efectuado por
el importador o por quien ingrese la mercadería a la zona franca.
Cuarto: Que esta declaración formulada en los pagarés, en los términos exigidos
por la Circular Nº 39, del 25 de julio de 1991 del señor Director de Impuestos
Internos, que impartió instrucciones sobre las modificaciones introducidas por la Ley
Nº 19.065 al D.L. Nº 3.475, de 1980, hace recaer en el importador la obligación de
enterar los impuestos del aludido artículo 3º, reemplazándose así la obligación de
acreditar su pago establecida en el artículo 26 de la ley modificada.
Por ende, son los títulos los que suministran los datos necesarios para el cálculo,
tal como lo exige el artículo 438 Nº 3º, inciso segundo, del Código de Procedimiento
Civil.
Esta cláusula debe relacionársela con otra anterior, del tenor siguiente: Si el
suscriptor o cualquiera de sus avales u obligados al pago discutieren la tasa de
interés que en definitiva resulte aplicable, pagará intereses a la tasa máxima
convencional vigente a la fecha de suscripción de este pagaré.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Eleodoro Ortiz S., Ricardo Gálvez B., Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch M. y
Abogado Integrante Sr. Óscar Carrasco A.
Rol Nº 2.944-02.
Capítulo VIII Letra de cambio
1. TÍTULO EJECUTIVO. LETRA DE CAMBIO SIN FIRMA DEL LIBRADOR
SUMARIO: El reclamante estima que las letras de cambio no pueden servir de título
ejecutivo por carecer de firma del librador; sin embargo, ni la doctrina ni la
jurisprudencia discuten que el librador de las letras puede ser la misma persona
del librado; en consecuencia, al haberse rechazado la excepción del Nº 7 del
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil por ser el ejecutado de autos quien
libró las referidas letras de cambio y, a su vez, aceptó pagarlas a la fecha de
vencimiento, los sentenciadores han hecho una correcta aplicación de las
disposiciones legales atinentes al caso de que se trata.
Rol: 1333-2005
Fecha: 27/03/2006
Partes: Sociedad Hermanos Lisboa Limitada con Herminia del Carmen Reyes
Paillalef
TEXTO COMPLETO
2º. Que el recurso de nulidad formal, fundado en la causal novena del artículo
768 del Código de Procedimiento Civil, deberá ser declarado inadmisible puesto que
no fue preparado en los términos que exige el artículo 769 del mismo texto legal. En
efecto, consta en autos que el recurrente no reclamó oportunamente y en todos sus
grados del vicio que ahora invoca, ya que, no obstante recurrió por idénticas
causales de casación formal en contra del fallo de primer grado, lo cierto es que no
planteó incidente al ser requerido con el mandamiento que ahora impugna,
omitiendo, a su vez, dicho argumento al momento de deducir las excepciones
pertinentes;
3º. Que, por otra parte, como se aprecia del contenido del recurso de casación
en el fondo, el reclamante estima que las letras de cambio no pueden servir de título
ejecutivo por carecer de firma del librador; sin embargo, ni la doctrina ni la
jurisprudencia discuten que el librador de las letras puede ser la misma persona del
librado; en consecuencia, al haberse rechazado la excepción del Nº 7 del artículo
464 del Código de Procedimiento Civil por ser el ejecutado de autos quien libró las
referidas letras de cambio y, a su vez, aceptó pagarlas a la fecha de vencimiento,
los sentenciadores han hecho una correcta aplicación de las disposiciones legales
atinentes al caso de que se trata; por ello, la casación en estudio adolece de
manifiesta falta de fundamento.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Jorge Rodríguez A., Jaime Rodríguez E. y Sra. Margarita Herreros M. y Abogados
Integrantes Sres. Óscar Herrera V. y Hernán Álvarez G.
Rol: 754-2007
Fecha : 03/07/2008
Vistos:
En estos autos Rol Nº 4.260-2004 del Primer Juzgado Civil de Rancagua, sobre
juicio ejecutivo de cobro de obligación de dar, caratulado Compañía Agropecuaria
COPEVAL con Neira Vásquez, Cristián Marcelo, compareció la sociedad anónima
Compañía Agropecuaria COPEVAL y dedujo demanda ejecutiva de cobro de letra
de cambio, cumplida que fue la gestión preparatoria, contra Cristián Marcelo Neira
Vásquez y Etelvina del Carmen Vásquez Guerra, fundada en que con fecha 15 de
julio de 2003 se libró por Neira Vásquez la letra de cambio Nº 82758 por la suma de
$ 5.693.268, con vencimiento el 28 de febrero de 2004, la que fue aceptada por éste
y avalada por Vásquez Guerra.
Llegado el día del vencimiento, agrega la demanda, la letra no fue pagada, lo que
motivó su protesto notarial por falta de pago el 14 de junio de 2004.
Por sentencia de treinta de noviembre de dos mil cinco, escrita a fojas 31, la
señora Juez Titular del aludido tribunal acogió la excepción opuesta por la avalista
ejecutada y la absolvió de la ejecución.
Apelado este fallo por la parte ejecutante, una de las Salas de la Corte de
Apelaciones de Rancagua, en sentencia de catorce de diciembre de dos mil seis,
que se lee a fojas 48, lo revocó y declaró en su lugar que la excepción quedaba
rechazada, ordenando seguir adelante con la ejecución hasta hacer entero pago a
la acreedora de lo adeudado, en capital, intereses y costas.
Considerando:
Primero: Que en el recurso de casación en el fondo se argumenta que la
ejecución que dio origen a este procedimiento se fundamenta en el inciso 1º, parte
final, del Nº 4 del artículo 434 del Código de Procedimiento Civil, por lo que la letra
de cambio de autos, protestada y notificado dicho protesto sin que se haya tachado
de falsa la firma en los plazos legales, es el título ejecutivo que se hace valer para
el cobro de la obligación.
Así, sigue la parte recurrente, se formó un título ejecutivo, de tal forma que éste
es el objeto del análisis jurídico aun cuando la letra en sí misma lo haya constituido.
Segundo: Que el fallo objeto del recurso establece que, ante todo, la letra que se
cobra está aceptada ante notario, lo cual la constituye en un título ejecutivo perfecto,
acorde lo prevenido en el inciso 2º del Nº 4 del artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil.
En el caso sub lite, continúan, ese título era perfecto y, por tanto, lo que ocurre
es que la gestión preparatoria resultaba innecesaria y, por cierto, inocua.
Así pues, agrega el fallo, tratándose de una letra aceptada ante notario, su
protesto no añade nada a su valor y la extemporaneidad de éste, como
consecuencia obvia, no quita nada al mismo, lo que basta para desechar la
excepción.
En la especie, concluyen los jueces, los avalistas no lo son del librador —que al
no existir contrato de cambio se confunde con el beneficiario porque la letra se giró
a la orden del primero—, sino del librado, que es el deudor; luego, en todo caso, no
se habría producido la caducidad que alega el ejecutado.
Tercero: Que, por definición, el recurso de casación en el fondo tiene lugar contra
las sentencias a que se refiere el artículo 767 del Código de Procedimiento Civil
cuando se han pronunciado con infracción de ley y esta infracción ha influido en lo
dispositivo del fallo.
De este modo, aun en el evento de haberse incurrido en error de derecho por los
sentenciadores al estimar que el título en que se sustenta la ejecución es la letra de
cambio autorizada ante notario a que se refiere el inciso 2º del artículo 434 del
Código de Procedimiento Civil y no, como se invocó en la demanda ejecutiva, la
letra de cambio protestada aludida en el inciso 1º de ese mismo precepto, lo cierto
es que igualmente el fallo habría debido rechazar la excepción opuesta y ordenar
seguir adelante la ejecución, pues no se configuraban en la especie los
presupuestos para declarar el perjuicio de la letra.
Quinto: Que, en efecto, en tanto título de crédito que contiene una prestación
consistente en pagar una suma de dinero, la ley ha revestido a la letra de cambio
de determinados mecanismos para asegurar su cumplimiento, como lo son las
acciones que pueden intentarse por el portador contra los obligados al pago, a fin
de hacer éste efectivo.
Las primeras son aquellas que tiene el portador legítimo del título de crédito en
contra del aceptante y de su avalista; las segundas, las que el mismo portador
legítimo tiene contra el librador, el o los endosantes y los avalistas de ambos, y las
terceras son las que sólo pueden ejercerse por alguno de los firmantes de la letra,
que no sea el librador ni el aceptante, cuando ha debido efectuar el pago.
Lo antes dicho obliga a distinguir a las distintas personas que pueden intervenir,
principalmente, en una letra de cambio.
Octavo: Que, en efecto, el aceptante es sujeto pasivo de una acción directa por
ser el único deudor también directo del título, y el avalista, tanto el que limita su
garantía a la persona del aceptante como el que lo confiere en términos generales,
responde como si fuera el aceptante mismo.
Pese a la solidaridad que, como se dijo más arriba, establece la ley como norma
general para aquellos que firman una letra de cambio, todos ellos, menos el
aceptante y su avalista, sólo garantizan la aceptación y el pago.
Así lo señala la Ley Nº 18.092, en su artículo 10, respecto del girador o librador y
en el inciso 1º del artículo 25 en relación a los endosantes.
El aceptante, en cambio, nada garantiza, pues por el solo hecho de detentar tal
calidad es directa y personalmente responsable del pago de la letra, como se
desprende con claridad del artículo 45 de la ley citada, en cuanto señala que el
"librado que acepta se obliga al pago de la letra".
Como es fácil advertir, no se expresa en este precepto, como en los casos de los
mencionados artículos 10 y 25 inciso 1º, que el aceptante garantice el pago.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G. y Juan Araya E. y Abogados Integrantes Sres.
Hernán Álvarez G. y Óscar Carrasco A.
Rol Nº 754-2007.
3. NULIDAD DE LETRA DE CAMBIO NO IMPIDE SU COBRO EJECUTIVO
Rol: 449-2008
Fecha: 10/11/2008
TEXTO COMPLETO
Valparaíso, 10 de noviembre de 2008.
Visto:
Primero: Que la letra de cambio que sirve de título al presente juicio ejecutivo,
reúne los requisitos legales contenidos en el artículo 1º de la Ley Nº 18.092, toda
vez que se indica que es tal, contiene la orden, no sujeta a condición, de pagar una
cantidad determinada de dinero ($ 101.700.000); el nombre y apellido de la persona
a quien debe hacerse el pago, en la especie, Inmobiliaria Madeiro S.A.; el nombre,
apellido y domicilio del librado, esto es, Elías Segundo Cid Campillay, domiciliado
en Los Mayas 340 Quilpué, quien además, firmó como aceptante, y la firma del
librador (o girador, pues son términos sinónimos).
Tercero: Que la firma puesta por el aceptante en la letra de cambio, fue tachada
de falsa y efectuada la pericia respectiva se rechazó dicha objeción, por lo que el
protesto, por falta de pago, practicado el 25 de julio de 2006, surte efectos jurídicos
tanto procesales como sustantivos.
El pago de una letra emitida, aceptada o endosada para facilitar el cobro de una
obligación o para garantizarla, la extingue hasta la concurrencia de lo pagado.
En el inciso segundo del Art. 12, el legislador señaló que el pago del documento
dado para facilitar el cobro de una obligación, o para garantizarla, la extingue hasta
la concurrencia de lo pagado.
Por lo expuesto, y lo prevenido en los artículos 186, 471 y 475 del Código de
Procedimiento Civil, SE REVOCA la sentencia apelada de trece de diciembre
pasado, escrita de fojas 149 a 151 en cuanto acoge la excepción contenida en el
artículo 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil, opuesta por el ejecutado, don
Elías Segundo Díaz Campillay, y, en su lugar, SE LA RECHAZA, debiendo proseguir
la ejecución hasta el pago íntegro de lo adeudado, con costas.
Rol Nº 449-2008.
CAPÍTULO IX CONFESIÓN DE DEUDA
1. TÍTULO EJECUTIVO PERFECCIONADO POR MEDIO DE CONFESIÓN SÓLO
ES OPONIBLE AL EJECUTADO
Rol: 2926-2006
Fecha: 28/11/2007
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - confesión ficta - derecho civil - derecho
procesal - juicio ejecutivo - título ejecutivo
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Estos autos ejecutivos Rol Nº 57.087 del Primer Juzgado de Letras en lo Civil de
Melipilla se iniciaron mediante gestión preparatoria de la vía ejecutiva, por la que
Clorindo del Carmen Farías Farías, por intermedio de su abogada Adelita Mendoza
Serrano, pide que se cite a confesar deuda a José Hugo Álvarez Farías, consistente
en que le pasaba dos vacas grandes de engorda para matadero, de más o menos
485 kilos cada una de ellas y él, a su vez y como contraprestación, le entregaba dos
vacas cubiertas (preñadas) o paridas, devolviéndole la misma cantidad de kilos,
convención que fue cumplida por Clorindo Farías y José Álvarez procedió a vender
los animales, sin cumplir con la obligación de entregarle los respectivos animales a
que se comprometió, adeudándole $ 700.000, correspondiente a $ 400.000 por
concepto de los kilos de animal que le fueron entregados y $ 300.000 por las crías,
todo más intereses, reajustes y costas.
El Tribunal dispuso la citación del requerido, para lo cual se fijó día y hora, siendo
notificado personalmente de la resolución pertinente, sin que compareciera, por lo
que a solicitud de la parte interesada, de conformidad a lo dispuesto en el artículo
435 del Código de Procedimiento Civil, se accedió a tener por confeso al
demandado José Hugo Álvarez Farías de adeudar al demandante, Clorindo del
Carmen Farías Farías, la suma de $ 700.000, más costas.
Teniendo por fundamento la gestión preparatoria indicada, se presentó demanda
ejecutiva por la suma de $ 700.000, más reajuste, intereses y costas,
despachándose mandamiento de ejecución y embargo.
a) Prescripción de la acción ejecutiva, del artículo 464 Nº 17 del Código del ramo,
por haber pasado más de tres años desde la celebración del contrato, puesto que
se indica es de noviembre de 1997 y la demanda es de 2 de enero de 2001;
b) Falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidas por las leyes para
que el título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al
demandado, prevista en el Nº 7 de la norma legal referida, puesto que si bien es
efectivo que celebró el contrato de permuta de animales vacunos, el que no puede
derivar en otro contrato distinto como sería el de compraventa, ya que la confesión
de deuda debe estar sujeta a una causa, por lo que no puede bastarse a sí misma,
como tampoco puede alterar la obligación, declarando otra diversa a la convenida,
como sería el pago de la suma de una cantidad determinada de dinero, ya que la
obligación de su parte es de entregar dos vacas cubiertas o paridas, esto es dar dos
ejemplares de mediana calidad, que corresponde a una obligación de género, con
la particularidad de ser animales vacunos preñados o paridos, y
c) Nulidad de la obligación, del Nº 14 del artículo 464 antes referido, dado que la
obligación que se cobra no existe a la luz de lo dispuesto en el artículo 1467 del
Código Civil, al celebrar un contrato de permuta y no otro distinto, el que generó una
obligación específica y no otra.
En relación a la última, indica que por la forma en que se desarrollaron los hechos
se transformó el título.
Considerando:
1. Artículos 514 y 527 del Código de Procedimiento Penal, normas que se estiman
inaplicables en la especie, y ello ni aún si se pensara que la referencia corresponde
al Código de Procedimiento Civil, puesto que en dicho caso las normas
corresponderían a las de los depositarios;
2. Artículos 114, 434 Nº 5, 435, 464 Nº 7 y 14, y 471 del Código de Procedimiento
Civil, el primero de los cuales no corresponde a la situación de autos por referirse a
implicancias y recusaciones; el segundo de ellos importa una falsa y errónea
aplicación de la ley puesto que en los considerandos 12º, 13º y 14º el tribunal
discurre como si se tratase de un juicio declarativo y no uno ejecutivo como el de la
especie, ello porque razona en torno a la obligación y no al título; el tercero, al haber
sido mal aplicado y erróneamente interpretado, ya que al no comparecer el
demandado a la audiencia de confesión de deuda se le tuvo por confeso de
adeudar, cerrándose así el debate conforme la norma en estudio en cuanto señala
que se dará por confesada la deuda; la cuarta, por tratarse de una norma mal
aplicada, pues ella se refiere a la falta de alguno de los requisitos o condiciones
para que el título tenga fuerza ejecutiva, empero los considerandos 9º, 10º, 12º y
13º discurren en relación con antecedentes y fundamentos que no dicen relación
con el título sino con un contrato previo y celebrado entre las partes, el que no ha
sido invocado como título.
Aun más, el considerando 14º reemplaza en el artículo 434 Nº 5 la voz título por
obligación, en circunstancias que la obligación que da cuenta el título confesión
judicial está suficientemente determinada para ser reclamada toda vez que está
determinada y es actualmente exigible; la quinta de las disposiciones citadas, al
haber sido mal aplicada, ello desde que la obligación no es nula, no obstante lo cual
el considerando 13º discurre sobre la base de antecedentes que no dicen relación
con el título confesión judicial sino que con un contrato previo que no ha sido
invocado como título para la ejecución; la sexta norma, mal aplicada también pues
distribuye costas entre ejecutante y ejecutado; mas, en la especie, se las impone
todas al ejecutante, en circunstancias que sólo una excepción fue acogida;
3. Artículos 1445, 1467, 1560, 1566, 1681, 1682 y 1698 del Código Civil, mal
aplicados los cuatro primeros, ya que la sentencia los considera a propósito de un
contrato primitivamente celebrado entre las partes y no en relación al título ejecutivo
invocado, sin que en este juicio tuvieren aplicación práctica alguna; los dos
siguientes, también mal aplicados, ya que los razonamientos dados para su
aplicación no dicen relación con la nulidad del título en que se fundamenta la
ejecución sino que en hechos ajenos a éste; el quinto, mal aplicado pues,
confundiendo el procedimiento de que se trataba, hubo una alteración en el peso de
la prueba, y
El demandado reconoció ante este mismo Tribunal, en los autos criminales Rol
Nº 57.879 esta permuta y como alternativa del cumplimiento de entregar estos
animales, y como vía de solución de ese proceso, aceptó devolver en dinero el
equivalente a 1.000 kilos de carne, pero a un precio de mercado en feria de
animales, sin establecer cuánto, no existiendo prueba alguna que lo determine.
Hace indicación para que se modifique dicho inciso, sustituyéndole por otro que
contenga más o menos las ideas que con tanta claridad expresa el artículo 10 de la
ley vigente, indicación que es aceptada, al igual que dos indicaciones más,
aprobándose la norma en los actuales términos del artículo 435.
En uno de los decretos leyes dictados por el Presidente Prieto y su ministro Diego
Portales, con fecha 8 de febrero de 1837, se reglamentó el Juicio Ejecutivo, que en
su artículo 10 en referencia establecía: Si se hubiere de preparar la vía ejecutiva por
la confesión judicial o el reconocimiento de la firma del deudor en documento que
sin este requisito no sea ejecutivo, se pedirá por escrito ante el mismo juez que
practique la que corresponda de estas diligencias, y se hará comparecer al deudor
para que responda o reconozca, lo cual se vincula con el artículo 2º, que disponía
que traen aparejada la ejecución, la confesión judicial de la parte, por lo que al
cumplir con el examen del título que le impone el artículo 5º el juez librará
mandamiento de ejecución y embargo.
Acordada con el voto en contra del ministro señor Muñoz, quien fue de parecer
de acoger el recurso de casación interpuesto, anular la decisión de segundo grado
y dictar la correspondiente sentencia de reemplazo por la que se revoca el fallo
apelado de primera instancia y, en su lugar, rechazar las excepciones opuestas, por
las siguientes consideraciones:
1º. Que las partes están acordes en los hechos fundamentales, los que se dieron
por establecidos por los magistrados del fondo, debiendo determinar los tribunales
si existe infracción de ley en desestimar el mérito de la gestión preparatoria de la
vía ejecutiva, que mediante la citación a confesar una obligación, ante la falta de
acuerdo de las partes y a petición del acreedor, se precisó que aquella que
primitivamente consistía en la entrega de dos vacas cubiertas o preñadas y
sustituida por la de pagar una cantidad de dinero equivalente a 1.000 kilos de carne
de vacuno, a precio de feria, queda reducida a $ 700.000.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sres. Juan Araya E.
y Carlos Künsemüller L.
No firman los Ministros Sr. Juica y Sra. Herreros, no obstante haber concurrido a
la vista del recurso y acuerdo del fallo, por estar ambos en comisión de servicios.
Rol Nº 2.926-2006.
2. CONFESIÓN DE DEUDA DEBE SER REALIZADA POR LA PERSONA DEL
DEUDOR REAL PARA PERFECCIONAR EL TÍTULO EJECUTIVO. NO CABE
CONTRA REPRESENTANTE LEGAL
Rol: 69-2006
Fecha: 20/03/2006
TEXTO COMPLETO
Visto:
Por estas consideraciones, cita legal enunciada y lo dispuesto en los artículo 186,
187 y 227 del Código de Procedimiento Civil, se confirma la sentencia apelada de
fecha veintiuno de diciembre de dos mil cinco, escrita a fojas 112 a 123.
Regístrese y revuélvase.
Rol Nº 69-2006.
3. LLAMAMIENTO A CONFESAR DEUDA Y RECONOCER FIRMA ES
IMPROCEDENTE CUANDO ACREEDOR TUVO TÍTULO EJECUTIVO Y ÉSTE
PERDIÓ SU EFICACIA JURÍDICA
Rol: 5091-2009
Fecha: 03/05/2010
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de los considerandos tercero
en adelante, que se eliminan.
Primero: Que en estos autos el actor citó a don Arturo Enrique Pacheco González,
a reconocer su firma puesta en el documento cheque serie HCF-81 Nº 1314772, del
Banco Santander, girado con fecha 30 de septiembre de 2007, por la suma de
$ 27.867.000 y confiese adeudar la cantidad señalada a don Mauricio Opazo
Fischer;
Cuarto: Que por su parte el artículo 435 del Código de Procedimiento Civil
prescribe: "Art. 435 (457). Si, en caso de no tener el acreedor título ejecutivo, quiere
preparar la ejecución por el reconocimiento de firma o por la confesión de la deuda,
podrá pedir que se cite al deudor a la presencia judicial, a fin de que practique la
que corresponda de estas diligencias. Y, si el citado no comparece, o sólo da
respuestas evasivas, se dará por reconocida la firma o por confesada la deuda";
Rol Nº 5.091-2009.
4. CONFESIÓN DE DEUDA NO PUEDE SER UTILIZADA PARA REVIVIR
TÍTULO EJECUTIVO PRESCRITO
Rol : 4282-2007
Fecha: 27/08/2008
TEXTO COMPLETO
Visto:
En estos autos Rol Nº 4.869-2002, del 30º Juzgado Civil de Santiago, juicio
ejecutivo, caratulado Pontificia Universidad Católica de Chile c/ Quintela Castañeda,
José Antonio, don Juan Guillermo Novoa Molina, en su calidad de Administrador
General del Fondo de Crédito Universitario de la Pontificia Universidad Católica de
Chile, dedujo demanda ejecutiva en contra de don José Antonio Quintela
Castañeda.
Considerando:
Añade que se vulneró, además, el inciso segundo del artículo 12 del D.F.L. Nº 4
del Ministerio de Educación del año 1981, toda vez que el sentenciador, en forma
errónea y contraria a la real aplicación de la norma descrita, estableció que la deuda
se hizo exigible dos años después del egreso, es decir a partir del 31 de diciembre
de 1987, y que a la fecha de la notificación, 11 de enero de 2003, el plazo de
prescripción se encontraba prescrito en exceso, sin siquiera establecer la fecha de
cuándo se habría cumplido supuestamente dicho plazo.
De esta forma, afirma, su período de gracia correspondió a los años 1986 y 1987,
correspondiendo su último día al 31 de diciembre de 1987, y que al no haber sido
solucionada la deuda de contado al vencimiento de dicho plazo, la propia ley le
facultó a pagar su obligación en el término de diez años, por lo que el tiempo de
prescripción debió comenzar a contarse a partir del día 31 de diciembre de 1997;
Cuarto: Que a lo anterior cabe destacar que la sentencia objeto del recurso en
estudio, para acoger la tesis esgrimida por el ejecutado, en cuanto a haberse
verificado en la especie la prescripción de la deuda y de la acción impetrada en
autos, se sustenta, en esencia, en el artículo 464 Nº 17 del Código de Procedimiento
Civil, que establece, como se sabe, la factibilidad de que el demandado se oponga
a la ejecución en razón precisamente de la referida excepción legal, infiriendo los
sentenciadores que la interpretación armónica de esta disposición legal, conforme
al mérito del proceso y a las fechas en que eventualmente se habría hecho exigible
la obligación y de notificación de la demanda, comporta tener por establecida la
prescripción de la deuda y de la acción ejecutiva;
Quinto: Que, ahora bien, de todo lo que se ha expuesto queda en evidencia que
el recurso en estudio no ha pretendido, como debió hacerlo, que la sentencia que
impugna haya incurrido en errores de derecho por infracción a la preceptiva legal
señalada en el motivo anterior, la cual constituye, como se ha visto, el fundamento
jurídico para resolver la controversia en la forma que lo hizo, la cual no se ha
denunciado como vulnerada.
Sexto: Que sin perjuicio de lo dicho, y sólo a mayor abundamiento, cabe reparar
que, como se ha señalado reiteradamente por esta Corte de Casación, resulta del
todo improcedente la aplicación de la gestión establecida en el artículo 435 del
Código de Procedimiento Civil para el caso del poseedor de un documento al que
la ley reconoce la calidad de título ejecutivo, pero cuya acción ejecutiva se encuentra
extinguida por haber transcurrido el plazo de prescripción respectiva, esto es uno o
tres años, dependiendo de la calidad de acción cambiaria o ejecutiva propiamente
tal que posea el acreedor.
En relación a este supuesto es dable señalar que la prescripción de la acción no
es una mera cuestión procesal, sino una institución jurídica de carácter sustantivo;
el plazo y los demás requisitos exigidos por la ley para que opere la prescripción de
una acción no constituyen asuntos procesales, y no se determinan por el solo hecho
de que la reclamación en que se haga valer esa acción deba ser sometida, en su
tramitación, a cierto procedimiento la prescripción de la acción se rige por los
preceptos sustantivos que la establecen, independientemente de las reglas
procesales a que debe amoldarse la substanciación judicial del ejercicio de la misma
acción (C. Suprema, 8 de julio de 1964, Rev. de Der, t. 61, sec. 1ª, pág. 193).
Sobre el particular cabe subrayar que el artículo 435 del Código de Procedimiento
Civil parte del supuesto de no tener el acreedor título ejecutivo, pero no del caso en
que existió un título o una obligación y operó la prescripción, sea de la acción
ejecutiva o de la ordinaria, ya que la diligencia de reconocimiento de firma y
confesión de deuda no tiene la virtud de hacer renacer una prescripción ya cumplida.
Atendido lo razonado sólo cabe concluir que extinguida por prescripción una
acción ejecutiva propiamente tal, subsistirá la acción para obtener el cumplimiento
de la obligación como ordinaria, hasta completarse el correspondiente plazo de
prescripción, según se trate en el particular de una obligación de tipo civil o
mercantil.
Por estos fundamentos y visto, además, lo dispuesto en los artículos 765, 767 y
772 inciso primero del Código de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de
casación en el fondo deducido en la petición principal contenida en la presentación
de fojas 52, por el abogado don Gonzalo Hernán Trabucco González, en
representación de la parte demandante, en contra de la sentencia de veinte de junio
de dos mil siete, que se lee a fojas 51.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sr. Milton
Juica A., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y Abogados Integrantes
Sres. Ricardo Peralta V. y Hernán Álvarez G.
Rol Nº 4.282-2007.
5. CONFESIÓN FICTA NO PERMITE CONFIGURAR TÍTULO EJECUTIVO SI ES
DIRIGIDA CONTRA TERCERO
Rol: 2009-2006
Fecha : 24/03/2008
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - confesión ficta - derecho civil - derecho
procesal - juicio ejecutivo - título ejecutivo
TEXTO COMPLETO
Visto:
En estos autos Rol Nº 827-2005, del 4º Juzgado Civil de Arica, juicio ejecutivo,
caratulado Beyzaga Zepeda, Adolfo José con Carreño Cisternas, Alejandro, don
Rodrigo Fuentes Garcés, en representación de don Adolfo José Beyzaga Zepeda,
dedujo demanda ejecutiva en contra de don Alejandro Segundo Carreño Cisternas.
Señala que en los autos sobre citación a confesar deuda y reconocer firma,
caratulados Beyzaga con Carreño, habiendo sido citada la demandada a confesar
deuda y reconocer firma, respecto de su representada por la suma de $ 2.819.578,
ésta no concurrió quedando en consecuencia preparada la vía ejecutiva.
1. La del Nº 2 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, esto es la falta
de capacidad del demandante o de personería o de representación legal del que
comparezca a su nombre.
Señala que dicho fondo se financia mediante las propinas que recibían los
trabajadores durante los diferentes juegos y los que recolectaban mediante un
riguroso sistema de control.
Afirma que el encargado del fondo no era el ejecutado, sino don René Opazo
Antezana y que el fondo dejó de existir.
El director del fondo lo fue don René Opazo Antezana, por lo que no debió citarse
a su representado a reconocer ninguna deuda o firma, puesto que él nunca ha sido
deudor, tampoco corresponde que responda con sus propios bienes de una deuda
que no es de él.
Por sentencia de veintiuno de diciembre de dos mil cinco, que se lee a fojas 112,
el juez subrogante del mencionado Tribunal desestimó las excepciones de los
números 2 y 4 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil y acogió la del
numeral 7º del mismo precepto, por lo que rechazó la demanda en todas sus partes,
con costas.
Considerando:
Afirma que se ha transgredido el artículo 1450 del Código Civil, toda vez que se
comprometió, a que por una tercera persona respecto de la cual no es legítimo
representante, ha de darse una cantidad de dinero a otro; en especial si se tiene en
cuenta que esa tercera persona, en ninguna parte de este proceso ha ratificado lo
obrado por el demandado, es decir cuando la contraria argumenta que el
responsable de dicho fondo es René Opazo, quien en ningún caso ha ratificado lo
obrado por el demandado y, más aun, en su oportunidad renunció a dicho fondo.
Refiere que todo ello trae aparejado la infracción al artículo 1698 del Código Civil,
pues los sentenciadores no tomaron en consideración los medios de prueba de su
parte, no dando lugar a la obligación que de ella emana, respecto del demandado,
siendo que su parte probó la existencia de la misma.
También se infringe el artículo 1712 inciso segundo del Código Civil, pues el
Tribunal aplicó el medio de prueba presunción judicial, específicamente cuando
expresa el juez que lo que pretende obtener el demandante son una parte de las
cuotas de retiro que a su padre correspondían en dicho fondo y no una deuda que
haya asumido personalmente el demandado para con el causante.
Tercero: Que los jueces del grado establecieron como hecho de la causa que la
deuda por la que se sigue ejecución en contra del demandado no le empece; es
decir, este juez ha adquirido convicción de que la deuda que se pretende cobrar
ejecutivamente contra el deudor, corresponde a una persona distinta de él, la que
podría ser o el Sindicato Profesional de Empleados del Casino de Arica o el
denominado Fondo de Solidaridad y Retiro de dicho Sindicato, si es que dicho fondo
tuviere personalidad jurídica distinta de la del sindicato.
Cuarto: Que para una mejor resolución del asunto que viene propuesto, conviene
tener presentes ciertas consideraciones en relación al título ejecutivo.
Éste puede ser definido como aquel documento que da cuenta de un derecho
indubitable, al cual la ley atribuye la suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento
forzado de la obligación en él contenida.
Del análisis de los diversos títulos ejecutivos que contempla el artículo 434 del
Código de Procedimiento Civil, es posible concluir que existen títulos perfectos e
imperfectos; dentro de esta última categoría encontramos la confesión de deuda.
Dichos títulos se caracterizan porque, para poder iniciar la ejecución por medio
de ellos, es preciso cumplir con ciertas gestiones previas, llamadas preparatorias
de la vía ejecutiva.
Sin embargo, dicho instrumento puede llegar a tener mérito ejecutivo previas
gestiones reguladas en los artículos 435 y 436 del Código de Procedimiento Civil.
El primero de los preceptos citados reza: Si, en caso de no tener el acreedor título
ejecutivo, quiere preparar la ejecución por el reconocimiento de firma o confesión
de la deuda, podrá pedir que se cite al deudor a la presencia judicial, a fin que se
practique la que corresponda a estas diligencias, habilitación legal que lleva a
enumerar entre los títulos ejecutivos de obligaciones de dar en el artículo 434 del
mismo Código, el instrumento privado, reconocido judicialmente o mandado tener
por reconocido y la confesión judicial.
Quinto: Que tanto del tenor del artículo 435 del Código de Procedimiento Civil
como de las definiciones que se han trascrito precedentemente, aparece
meridianamente claro que la gestión preparatoria de que se trata debe dirigirse
contra el deudor y, en la especie, el ejecutante pretende a través de la presente vía
exigir compulsivamente, a una persona natural, una deuda del Fondo de
Indemnización de Funcionarios del Casino Municipal de Arica.
En efecto, tanto del cuaderno sobre gestión preparatoria de la vía ejecutiva como
de la demanda ejecutiva consta que la acción se inició en contra de don Alejandro
Carreño Cisternas, sin atribuirle la calidad de representante del mencionado fondo
ni del Sindicato de Trabajadores.
Sexto: Que, entonces, el título ejecutivo, fundamento del presente proceso y que
contempla el artículo 434 Nº 4 y 5 del Código de Procedimiento Civil, no puede tener
fuerza de tal en contra del ejecutado, puesto que la confesión ficta, obtenida, como
se ha dicho conforme al procedimiento del artículo 435 del mismo Código, sólo tiene
por finalidad el dar fuerza ejecutiva a una obligación preexistente que sólo se puede
exigir en contra el deudor y no respecto de un tercero ajeno a la relación de las
partes.
Séptimo: Que de este modo y tal como lo han resuelto los sentenciadores,
procedía acoger la excepción opuesta a la ejecución que contempla el Nº 7 del
artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, en cuanto el título ejecutivo
fundamento de la ejecución carece, en la especie, del mérito de tal en contra del
demandado.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sr. Sergio
Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y Abogados Integrantes
Sres. Hernán Álvarez G. y Óscar Carrasco A.
Rol Nº 2.009-2006.
CAPÍTULO X RECONOCIMIENTO DE FIRMA
1. CUANDO TÍTULO EJECUTIVO INVOCADO ES RECONOCIMIENTO DE
FIRMA PLAZO DE PRESCRIPCIÓN DE ACCIÓN EJECUTIVA SE CUENTA
DESDE TAL RECONOCIMIENTO
Rol: 902-2005
Fecha : 20/03/2006
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - confesión ficta - derecho civil - derecho
procesal - excepciones - juicio ejecutivo - obligación de dar - plazo de prescripción
- preparación de la vía ejecutiva - prescripción - título ejecutivo
Legislación relacionada: artículo 464 Nº 7 - Código de Procedimiento Civil
TEXTO COMPLETO
Se designa para la redacción del fallo acordado, con conocimiento de las partes,
al Ministro señor Christian Hansen Kaulen. Chillán, veinte de marzo de dos mil seis.
Vistos:
2º) Que, del tenor de la demanda ejecutiva de fojas 17 y siguientes, aparece que
el título ejecutivo fundante de la acción es el reconocimiento de la firma del obligado
efectuado por éste el día 4 de marzo de 2004, según consta a fojas 5.
3º) Que, de otra parte, es útil tener presente que la preparación de la vía ejecutiva
es aquélla tendente a crear un título ejecutivo, ya sea en forma indirecta
constituyendo el título mismo, o complementando determinados antecedentes, o
bien supliendo las imperfecciones de un título con existencia incompleta.
Por estos fundamentos, y lo dispuesto en los artículos 186 y 227 del Código de
Procedimiento Civil, se confirma la sentencia apelada de trece de septiembre último,
escrita de fojas 55 a 58 vuelta, con costas del recurso. Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 902-2005.
2. OBJETIVO DE GESTIÓN PREPARATORIA DE RECONOCIMIENTO DE
FIRMA
Rol: 221-2006
Fecha: 20/06/2006
Partes: Salas Parraguez, María Olga con Catalán Mayor, Gerardo Jovino
Vistos:
Es obvio, también por esta razón, entonces, que la gestión señalada es útil en
cuanto tenga por destino conceder mérito ejecutivo a un documento que por su
propia naturaleza no lo tiene; pero no cuando, tratándose de documentos a los que
en principio sí correspondería mérito ejecutivo, se pretenda revivir un título fenecido
o burlar una obligación que sea inherente al mismo y que suponga condición previa
para su fuerza, como es el caso de la prueba del pago de impuesto, respecto de los
pagarés.
Y visto además lo dispuesto por los artículos 170, 186 y siguientes, 464 Nº 7 y
17, y 471 del Código de Procedimiento Civil, se revoca la sentencia apelada de
veintiuno de noviembre de dos mil cinco, escrita de fs. 33 a 37, y en su lugar se
declara que se acogen las excepciones opuestas a fs. 7 y en consecuencia se
rechaza, con costas, la ejecución.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 221-2006.
3. TÍTULO EJECUTIVO. PERFECCIONAMIENTO NO SE PRODUCE POR
RECONOCIMIENTO DE FIRMA SI TÍTULO NO ES AUTOSUFICIENTE
Rol: 7045-2000
Fecha: 16/12/2005
Partes: Soc. Constructora Charrier Chacón Ltda. con Huera Mariqueo, Amantina
TEXTO COMPLETO
Vistos:
2) Que en la audiencia que rola a fs. 10 de autos doña Amantina Huera Mariqueo,
reconoció su firma contenida en el Contrato de obra vendida de 15 de junio de 1998
y negó la deuda de $ 3.256.757 de la que presuntivamente daban cuenta los otros
2 documentos.
3) Que con estos antecedentes se consideró a fs. 18 que se encontraba
preparada la vía ejecutiva en contra de la demandada por la suma de $ 3.256.757
más intereses y costas.
5) Que a fs. 135 y siguientes, con fecha 31 de mayo de dos mil, la juez a quo dictó
sentencia rechazando las excepciones opuestas y ordenando que se siguiera
adelante la ejecución hasta hacerse la actora pago entero y cumplido de su crédito
en capital, intereses y costas.
6) Que a fs. 151 de autos, la ejecutada apela, por ser la resolución de fecha 31
de mayo de dos mil, agraviante para su parte.
7) Que, conforme fluye de los arts. 435 y 436 del Código de Procedimiento Civil,
las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva se encaminan a procurarle un título
ejecutivo a un acreedor que no lo tiene respecto de su deudor o que contando con
uno, requiere perfeccionarlo.
Ergo, para que haya lugar a tal clase de procedimiento, es siempre prioritario e
indispensable la existencia previa de una obligación; esto es, de una acreencia y
que ésta no consta documental e indubitadamente, por lo que se hace necesaria la
preparación de la vía ejecutiva.
8) Que la circunstancia que en este caso haya quedado preparada la vía ejecutiva
por haber la ejecutada reconocido su firma en el documento denominado Contrato
de Obra vendida, de fecha 15 de junio de 1998, no libera al título así obtenido de la
exigencia general en orden a ser autosuficiente; esto es, debe dar cuenta de una
obligación líquida, actualmente exigible y no prescrita, más aún si ese preciso
aspecto fue materia y fundamento de la excepción opuesta.
Es del caso que en ninguno de ellos obra la firma de la ejecutada y además ésta
negó la deuda contenida en ellos.
La sola circunstancia que se deba recurrir al contrato de obra vendida para
fundamentar los otros dos documentos presentados, es una demostración evidente
de la insuficiencia del título esgrimido en la causa.
Para que estos títulos fueran ejecutivos o susceptibles de convertirse en uno, por
la vía que se analiza, han de ser de aquellos que traen aparejada la ejecución sin
necesidad de otros documentos que los refuercen o complementen o que les
confieran mérito o fuerza ejecutiva.
9) Que en el caso que se analiza, los títulos en que se funda la demanda ejecutiva,
no se bastan a sí mismos, porque no emanan de ambas partes sino sólo de la parte
demandante, por lo que negada la deuda y no existiendo firma por parte de la
ejecutada, si ésta negó la deuda, no se le pudo dar mérito ejecutivo.
a) Que se revoca la sentencia de treinta y uno de mayo de dos mil, escrita a fojas
135 y siguientes, en cuanto rechaza la excepción Nº 7 del artículo 464 del Código
de Procedimiento Civil opuesta a fojas 26, y en su lugar se decide que ella se acoge,
debiendo cesar la ejecución.
Regístrese y devuélvase.
Pronunciada por la Séptima Sala de esta Corte de Apelaciones, integrada por los
Ministros señor Carlos Cerda Fernández, señor Jorge Dahm Oyarzún y A bogada I
ntegrante señora María Victoria Valencia Mercaido.
Rol Nº 7.045-2000.
CAPÍTULO XI TÍTULOS ESPECIALES
SUMARIO: No cabe duda que, cuando el legislador crea el título ejecutivo que
indica el artículo 47 de la Ley sobre Rentas Municipales, establece tres requisitos:
que se trate de un certificado, que lo suscriba el Secretario Municipal y que
acredite una deuda por patentes, derechos y tasas municipales; en consecuencia,
los jueces del fondo no incurren en el error de derecho que se denuncia en el
recurso, cuando afirman que el requisito de acreditar una deuda importa que tal
documento no sólo debe mencionar una supuesta cantidad de dinero adeudada
en términos genéricos, sino que tratándose de derechos municipales como los
que menciona la norma en cuestión, tendrá que constar su origen, el período que
se cobra y los antecedentes necesarios que permitan concluir la suma que el
documento afirma como debida. Tal interpretación se ve reafirmada con la
jurisprudencia reiterada de este tribunal cuando ha señalado que el título con que
se apareja una ejecución debe llevar en sí mismo todos los requisitos necesarios
para que tenga fuerza ejecutiva y no es posible que, una vez trabada la litis, se
prueben la existencia de ellos: El título ejecutivo debe bastarse a sí mismo.
Rol: 6362-2005
Fecha: 05/07/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos Rol Nº 92-2005, seguidos ante el Primer Juzgado Civil de Arica
sobre juicio ejecutivo, caratulados Ilustre Municipalidad de Arica con Embotelladora
Carnaval S.A., la juez titular de dicho tribunal por sentencia escrita a fojas 105, de
treinta de junio de dos mil cuatro, rechazó las excepciones de falta de alguno de los
requisitos para que el título tenga fuerza ejecutiva y nulidad de la obligación,
opuestas por la ejecutada, y ordenó seguir adelante con la ejecución hasta el entero
y cumplido pago de lo demandado.
Y teniendo en consideración:
Sostiene el actor que el artículo 47 de la ley del ramo ha sido infringido desde el
momento en que se ha prescindido de su texto y equivocado la interpretación que
debiere hacerse de aquél, toda vez que los sentenciadores le introdujeron al
certificado del Secretario Municipal exigencias formales que el precepto vulnerado
no ha considerado ni expresa ni tácitamente para el ejercicio de la acción ejecutiva,
esto es la especificación, detalle o pormenores, de cómo se habría arribado y
determinado la obligación contenida en el título, en circunstancia que la norma
referida sólo requiere que la suma demandada corresponda a una obligación líquida
o liquidable y, en la especie, se ha demandado una cantidad cierta.
Por último, agrega que el artículo 464 Nº 7 del mismo cuerpo de leyes reseñado
ha sido infringido por cuanto el título aludido es perfecto y completo y, por ende, no
adolece de falta de requisito alguno, toda vez que contiene la identificación del
deudor y del acreedor y la prestación debida determinada de manera cierta, lo que
hace que la deuda de autos sea líquida, actualmente exigible y no prescrita,
restringiendo su cobro a las tasas, derechos y patentes.
Tercero: Que los jueces del fondo señalaron como fundamento de su decisión,
por la que acogen la excepción prevista en el artículo 464 Nº 7 del Código de
Procedimiento Civil, que efectivamente el artículo 48 del Decreto Ley Nº 3.063,
sobre Rentas Municipales, otorga mérito ejecutivo al certificado emitido por el
Secretario Municipal.
Cuarto: Que para determinar si se configuran las infracciones de ley que denuncia
el recurrente, se analizará en primer lugar si se ha producido la infracción al artículo
47 de la Ley sobre Rentas Municipales que al efecto prescribe:
Para efectos del cobro judicial de las patentes, derechos y tasas municipales,
tendrá mérito ejecutivo el certificado que acredite la deuda emitido por el secretario
municipal. La acción se deducirá ante el tribunal ordinario competente y se someterá
a las normas del juicio ejecutivo establecidas en el Código de Procedimiento Civil.
Sexto: Que, en relación al argumento anterior, cabe agregar que título ejecutivo
es aquel documento que da cuenta de un derecho indubitable, al cual la ley le
atribuye la suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de la obligación
en él contenida.
Esta afirmación encuentra su sustento en la norma del artículo 438 del Código
Procesal Civil, que dispone que se entenderá cantidad líquida, no sólo la que
actualmente tenga esta calidad, sino también la que pueda liquidarse mediante
simples operaciones aritméticas con sólo los datos que el mismo título ejecutivo
suministre.
Esta disposición cautela la exigencia que se desprende de una interpretación a
contrario sensu de la misma, cual es que el título debe indicar la forma cómo se
llega a determinar la cantidad que se cobra ejecutivamente.
De conformidad, además, con lo dispuesto en los artículos 764 y 767 del Código
de Procedimiento Civil, se rechaza el recurso de casación en el fondo interpuesto
por el abogado Juan Antonio Barraza Barrella, en lo principal de fojas 153, en contra
de la sentencia de la Corte de Apelaciones de Arica, de fecha cuatro de noviembre
de dos mil cinco, que se lee de fojas 148 a 152.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Sra. Margarita Herreros y Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. Hernán Álvarez G.
SUMARIO: Esta Corte no comparte ese razonamiento del juez a quo, porque
impone al certificado (emitido por Secretario Municipal) exigencias que la ley no
formula, extremo hasta el que el proceso de interpretación no debe llegar. En
efecto, el texto legal (artículo 47 de la Ley de Rentas Municipales) únicamente
expresa que tendrá mérito ejecutivo el certificado que acredite la deuda,
debiendo, en consecuencia, bastar al juez la certificación de la existencia de la
obligación por el competente funcionario para entender que está frente a un título
ejecutivo. Esto no es extraño al sistema de títulos ejecutivos, en el que prima,
fundamentalmente, la forma del acto de lenguaje en que consisten. Un pagaré,
por ejemplo, es tal pagaré en la medida en que deje constancia de la promesa
incondicionada de pago de una cierta suma, sin que sea necesario explicar nada
sobre el origen u otros detalles de la deuda. De modo, pues, que el certificado, a
juicio de esta Corte, constituye positivamente un título ejecutivo. Entonces, y sin
dudas, el título invocado por la parte ejecutante constituye y conforma el
establecido perentoriamente en el artículo 47 de la Ley de Rentas Municipales,
por tratarse de un certificado emitido por el Secretario Municipal que acredita
deudas por derechos y tasas municipales, por lo tanto tiene pleno mérito
ejecutivo.
Rol: 554-2007
Fecha: 25/10/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Contrasta luego el título transcrito antes con el texto legal pertinente, y concluye
que en la especie esas condiciones no se presentan, por la necesidad de recurrir a
otros documentos; en mérito de la cual conclusión acoge finalmente la excepción
del Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.
Esta Corte no comparte ese razonamiento del juez a quo, porque impone al
certificado exigencias que la ley no formula, extremo hasta el que el proceso de
interpretación no debe llegar.
De modo, pues, que el certificado que rola a fs. 1, a juicio de esta Corte, constituye
positivamente un título ejecutivo.
Cuarto: Que entonces, y sin dudas, el título invocado por la parte ejecutante
constituye y conforma el establecido perentoriamente en el artículo 47 de la Ley de
Rentas Municipales, por tratarse de un certificado emitido por el Secretario
Municipal que acredita deudas por derechos y tasas municipales, por lo tanto tiene
pleno mérito ejecutivo.
II. Que cada parte pagará sus costas, respecto de las generadas en esta
instancia.
Acordada contra el parecer del Abogado Integrante don Juan Andrés Varas
Braun, quien concordando en rechazar la excepción del Nº 4º, estuvo sin embargo
por acoger la del artículo 464 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil, atendido que
del hecho que el título sea ejecutivo en abstracto no se sigue necesariamente que
deba proseguirse con la ejecución, puesto que el demandado ha invocado como
impedimento para ello la falta de exigibilidad de la obligación, excepción acerca de
la que la juez no estimó necesario pronunciarse, en el entendido de que el título
ejecutivo no podía considerarse tal, según se ha explicado.
Sin embargo, para que ello sea procedente, es necesario también que la deuda
sea actualmente exigible, y ocurre que el convenio de pago, al conceder al deudor
la posibilidad de pagar en cuotas, y a plazo (aunque no se sepa exactamente cuál
sea ese plazo) justamente suspende la exigibilidad de la obligación hasta el
vencimiento del plazo.
Regístrese y devuélvase.
Redacción del Abogado Integrante señor Juan Andrés Varas Braun, con
excepción de los considerandos cuarto a séptimo, de autoría del Ministro don Mario
Julio Kompatzki Contreras.
Rol Nº 554-2007.
3. CARÁCTER DE TÍTULO EJECUTIVO QUE SE OTORGA A LA CARTA DE
DESPIDO POR LA CAUSAL DEL ART. 161 DEL CÓDIGO DEL TRABAJO ES
MANIFESTACIÓN DEL PRINCIPIO DE CELERIDAD Y CONCENTRACIÓN
Rol: 8-2010
Fecha: 07/05/2010
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - carta de aviso - derecho civil - derecho
del trabajo - derecho procesal - despido - extinción del contrato de trabajo -
finiquito - indemnización - juicio ejecutivo - título ejecutivo - trabajador
TEXTO COMPLETO
Visto:
Primero: Que el artículo 169 del Código del Trabajo, en su letra a), señala que si
el contrato de trabajo termina por aplicación de la causal del inciso primero del
artículo 161 de dicho texto legal, la comunicación que el empleador dirija al
trabajador, de acuerdo al inciso cuarto del artículo 162, supone "una oferta
irrevocable de pago de la indemnización por años de servicios y de la sustitutiva de
aviso previo", para el caso que éste no se haya dado, añadiendo que "Si tales
indemnizaciones no se pagaren al trabajador, éste podrá recurrir al tribunal que
corresponda, para que en procedimiento ejecutivo se cumpla dicho pago, pudiendo
el juez en este caso incrementarlas hasta en un 150%, sirviendo para tal efecto de
correspondiente título la carta aviso a que alude el inciso cuarto del artículo 162".
Segundo: Que de lo expuesto, no cabe duda alguna acerca del carácter de título
ejecutivo que, en tales circunstancias, representa la carta de despido, cumpliéndose
en el caso de autos los requisitos necesarios para así estimarlo, a pesar de indicar
en su texto que conforme a la liquidación realizada por el empleador, nada se
adeudaría a la trabajadora, más aun si no existe discusión en cuanto a las
cantidades a que ascienden tanto la indemnización por años de servicios como la
sustitutiva de aviso previo, es decir, $ 1.874.814 y $ 937.407, respectivamente, y
que totalizan precisamente el monto demandado en la presente acción, de
$ 2.812.221.
Por lo mismo, serán rechazadas las alegaciones planteadas por la ejecutada, en
torno a la nulidad de la resolución que acogió a tramitación la demanda y ordenó el
correspondiente mandamiento de ejecución y embargo, por cuanto ella se ajusta a
derecho, dado que se cumplen los requisitos para proceder ejecutivamente, al
tratarse de una obligación que consta en un título ejecutivo, actualmente exigible,
líquida y no prescrita.
A su vez, en lo que dice relación con el pago del crédito entregado por la Caja de
Compensación Los Andes a la actora, en virtud de lo previsto en el artículo 1577 del
Código Civil, ella ratificó expresamente el pago que hiciera su empleador a dicha
entidad por $ 109.898, suma que también se rebajará de la obligación ejecutiva.
Sexto: Que sin embargo, no ocurre lo mismo respecto del otro rubro en que se
asienta la excepción de pago, esto es el denominado "anticipo por bono de gestión",
ya que se trata de una prestación totalmente ajena a aquéllas derivadas del término
de contrato, que en caso alguno puede considerarse un pago de tales
indemnizaciones. Tiene en consecuencia un carácter discutible, que bien podría
debatirse en otro procedimiento, como es aquel que las mismas partes citaron en
sus alegatos verbales, relativo a un procedimiento ordinario tramitado en el Juzgado
de Letras del Trabajo de esta ciudad, en que se ha cuestionado la procedencia del
despido y donde se reclama el recargo que correspondería para el caso de ser
improcedente tal despido.
Regístrese y devuélvanse.
Pronunciada por los Ministros Titulares Sr. Erico Gatica Muñoz, Srta. Mirta
Chamorro Pinto y Sr. Pedro Güiza Gutiérrez. Autoriza don Pedro Urdanivia Porcel,
Secretario Subrogante. Oficial Primero Titular.
En Iquique, a siete de mayo de dos mil diez, notifiqué por el estado diario la
sentencia que antecede.
SUMARIO: El artículo 349 inciso 1º del Código del Trabajo establece que el original
del contrato colectivo, así como las copias auténticas de este instrumento
autorizadas por la Inspección del Trabajo, tendrán mérito ejecutivo y los Juzgados
del Trabajo conocerán de estas ejecuciones, conforme al procedimiento señalado
en el artículo 461 del Código del Trabajo.
Rol: 208-2007
Fecha: 09/08/2007
Partes: María del Pilar Blanco Valenzia con Sociedad Educacional Técnico
Profesional Arauco Limitada
TEXTO COMPLETO
Concepción, 9 de agosto de 2007.
Visto:
1. Que el abogado Rodrigo Jara Lara, por la parte ejecutada, por lo principal del
escrito de fojas 122 deduce recurso de casación en la forma en contra de la
sentencia definitiva de fecha 19 de diciembre de 2006, escrita de fojas 108 a 115,
el que funda en la causal del Nº 9 del artículo 768 del Código de Procedimiento Civil
en relación con el artículo 463 del Código del Trabajo.
Indica que se está dando lugar al cobro de una cantidad de dinero sin que sea
posible determinar, de acuerdo a los datos que arroja el título, el monto de dicha
obligación.
El juez, dice, conforme al artículo 441 del Código de Procedimiento Civil debió
examinar el título para despachar o denegar la ejecución y, además, verificar si el
título que se invocaba encuadraba o no dentro de los previstos en el artículo 434
del Código citado.
Es obligación del juez, conforme al artículo 441 del Código de Procedimiento Civil,
el examen del título para despachar o denegar la ejecución y, en cambio, se ha
proseguido adelante con una ejecución sin que previamente se examine si es que
hay título ejecutivo.
Los vicios indicados, dice, han influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo,
pues se dio lugar a la ejecución sin la existencia de un título ejecutivo y sin que la
obligación fuera líquida o liquidable de acuerdo a los datos que arroja el título.
A su vez, el profesor Darío Benavente Gorroño indica que, para que pueda
exigirse ejecutivamente el cumplimiento de una obligación de dar, se requiere de la
concurrencia de los siguientes requisitos:
6. Que el artículo 461 del Código del Trabajo dispone que el juicio ejecutivo
derivado de asuntos laborales se regirá, en lo pertinente, por las disposiciones de
los Títulos I y II del Libro III del Código de Procedimiento Civil, con las modificaciones
que establece.
9. Que se torna necesario destacar que el inciso 1º del artículo 441 del Código de
Procedimiento Civil estatuye que el tribunal debe examinar el título y despachará o
denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se
haya éste apersonado en el juicio.
Es obligación del juez ante quien se inicia una ejecución examinar el título en que
se funda y resolver si reúne o no los requisitos legales para que tenga fuerza
ejecutiva.
En síntesis, lo primero que debe examinar el juez es si hay título; luego si él está
contemplado como título ejecutivo y, finalmente, si el acto que contiene cumple con
las exigencias de procesabilidad, o sea que contenga una deuda líquida,
actualmente exigible, no prescrita y que sea una obligación de dar, hacer o no hacer
(Juan Colombo Campbell: El Título Ejecutivo. En Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Editorial Jurídica ConoSur Ltda., 1995, página 9).
10. Que el elemento básico que requiere toda obligación para que pueda
perseguirse ejecutivamente, es su constancia indubitable, o sea, el título ejecutivo
que dé cuenta de su existencia legal.
11. Que es importante considerar que sólo la ley puede dar carácter de título
ejecutivo a los instrumentos, de manera que la voluntad de los sujetos sólo tiene
aplicación en el contenido del acto que contemplan ciertos títulos que se generan
en virtud de ella, pero los particulares no pueden crear títulos ejecutivos.
Así, el artículo 434 Nº 7 del Código de Procedimiento Civil señala que son títulos
ejecutivos cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva.
12. Que el artículo 344 del Código del Trabajo indica que contrato colectivo es el
celebrado por uno o más empleadores con una o más organizaciones sindicales o
con trabajadores que se unan para negociar colectivamente, o con unos y otros, con
el objeto de establecer condiciones comunes de trabajo y de remuneraciones por
un tiempo determinado.
Conforme a la demanda ejecutiva que rola a fojas 15, el título ejecutivo invocado
por los ejecutantes es el Contrato Colectivo de Trabajo, ratificado por la resolución
105 de agosto de 2005 de la Inspección del Trabajo de esta ciudad.
14. Que el título ejecutivo que sirve de base a la ejecución promovida por los
ejecutantes consiste en el Proyecto de Contrato Colectivo entre Sociedad
Sostenedora Arauco Limitada y los trabajadores afiliados al Sindicato de
Trabajadores Liceo Politécnico Curanilahue, de fecha 18 de mayo de 2005, y la
resolución Nº 105 de 8 de agosto de 2005 de la Inspección Comunal del Trabajo de
Curanilahue, por la que se resolvió tener por aprobado el Proyecto de Contrato
Colectivo presentado por la Comisión Negociadora del Sindicato de Trabajadores
del Liceo Politécnico de Curanilahue, con fecha 18 de mayo de 2005 y válidamente
notificado, debiendo contarse la vigencia y duración de éste desde la fecha antes
señalada para todos los efectos legales, resolución suscrita por doña Gloria Oportus
Villagrán, Inspectora Comunal del Trabajo de Curanilahue (fojas 1 y 11).
16. Que de la causa Rol Nº 7.444 del Juzgado del Trabajo de Curanilahue,
seguida entre Rodríguez Fajardo Marcos y Otro con Dirección del Trabajo Co munal
Curanilahue, sobre juicio ordinario, iniciada con fecha 26 de diciembre de 2005,
tenida a la vista, consta:
18. Que, como ya se dijo, la legislación procesal consagra la necesidad del título
ejecutivo para interponer la acción ejecutiva.
Ahora bien, el título con que se apareja una ejecución debe llevar en sí mismo
todos los requisitos necesarios para que tenga fuerza ejecutiva, los que deben
concurrir en el momento de despacharse el mandamiento de ejecución.
19. Que la prueba rendida por la parte ejecutante, analizada por el juez a quo en
los fundamentos cuarto y sexto de la sentencia en alzada, no resulta idónea para
acreditar que el Proyecto de Contrato Colectivo que rola a fojas 1 tenga el carácter
de Contrato Colectivo al tenor de lo dispuesto en el artículo 332 inciso final del
Código del Trabajo.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 332 inciso 1º, 344, 349,
391 y 461 del Código del Trabajo, 434 Nº 7, 464 Nº 7, 466, 471, y 768 del Código
de Procedimiento Civil, se declara:
Rol Nº 208-2007.
5. CONSTITUYE TÍTULO EJECUTIVO ACTA DE COMPARENDO EMITIDA POR
LA INSPECCIÓN DEL TRABAJO FIRMADA POR LAS PARTES
Rol: 3209-2001
Fecha: 25/09/2001
TEXTO COMPLETO
I. Sentencia de casación
Santiago, 25 de septiembre de 2001.
Vistos:
Ante el Primer Juzgado del Trabajo de Concepción, causa Rol Nº 5.458-00, doña
Alejandra Molina Concha deduce demanda ejecutiva en contra de Bernardo Gordon
y Compañía Limitada, representada por don Miguel Gresa García, a fin que se
despache mandamiento de ejecución y embargo en su contra, por la suma que
indica, debiendo proseguirse la misma hasta hacerse entero y cumplido pago, con
reajustes, intereses y costas.
Considerando:
Finaliza indicando la influencia que los errores de derecho que denuncia habrían
tenido en lo dispositivo del fallo, a su entender.
Tercero: Que sobre la base de los hechos descritos en el motivo anterior, los
jueces del fondo estimaron que las actas acompañadas por la ejecutante son
simples copias, sin firmas, sin autorización y sin certificación, motivo por el cual no
tienen mérito ejecutivo y, por ende, acogieron la excepción contemplada en el
artículo 464 N º 7 del Código de Procedimiento Civil, opuesta por la ejecutada,
negando lugar a la ejecución.
Quinto: Que el artículo 462 del texto legal que rige la materia, en forma especial
y, por ende, prioritaria, dispone: Tendrán mérito ejecutivo ante los Juzgados de
Letras del Trabajo las actas que den constancia de acuerdos producidos ante los
inspectores del trabajo, firmadas por las partes y autorizadas por éstos y que
contengan la existencia de una obligación laboral o sus copias certificadas por la
respectiva Inspección del Trabajo.
Octavo: Que al respecto cabe precisar que basta la simple observación de los
documentos acompañados a la demanda intentada en este proceso para advertir
que ellos se encuadran en el concepto contenido en el artículo 462 del Código del
ramo; esto es, se trata de relaciones escritas de lo sucedido o tratado ante la
Inspección del Trabajo en el comparendo citado para tales efectos; están firmadas
por las partes, es decir suscritas por los involucrados o interesados en el asunto y
se encuentran autorizadas por un inspector del trabajo, o sea oficializadas por el
ministro de fe respectivo.
Noveno: Que en tales condiciones, aparece con claridad que las actas
acompañadas por la trabajadora constituyen títulos ejecutivos en los términos del
artículo 462 del Código del Trabajo, de manera que al no decidirse así en el fallo
impugnado se ha infringido la norma citada por una errada interpretación de la
misma, quebrantamiento denunciado en el recurso en examen y que justifica la
invalidación de esa decisión, ya que condujo a rechazar la demanda ejecutiva
intentada por la trabajadora.
Y visto, además, lo dispuesto en los artículos 463 del Código del Trabajo y 764,
765, 767, 770, 771, 772 y 783 del Código de Procedimiento Civil, se acoge, sin
costas, el recurso de casación en el fondo deducido por la ejecutante a fojas 28,
contra la sentencia de seis de julio del año en curso, que se lee a fojas 26, la que,
en consecuencia, se invalida y se la reemplaza por la que se dicta a continuación,
sin nueva vista, separadamente.
Regístrese.
Rol Nº 3.209-2001.
Vistos:
Los fundamentos segundo a octavo del fallo de nulidad que precede, los que para
estos efectos se entienden expresamente reproducidos.
Y visto lo dispuesto en los artículo 463 y siguientes del Código del Trabajo, se
confirma, sin costas del recurso, la sentencia apelada de veinte de noviembre de
dos mil, escrita a fojas 13.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 3.209-01.
6. FINIQUITO CONSTITUYE TÍTULO EJECUTIVO RESPECTO DE
OBLIGACIONES PENDIENTES QUE SE HUBIEREN CONSIGNADO EN ÉL
SUMARIO: A la luz de lo preceptuado por el artículo 177 del Código del Trabajo,
esta Corte tiene presente lo señalado sobre él, por la sentenciadora en el motivo
sexto letra b) del fallo que se impugna, criterio que comparte indubitadamente, y
señala además que, el finiquito constituye título ejecutivo respecto de las
obligaciones pendientes que se hubieren consignado en él, según se señala
claramente en el artículo 470 del Código Laboral y por lo mismo, no puede
compartir lo aseverado por el recurrente respecto de esta norma legal.
Rol: 1169-2012
Fecha: 17/10/2012
TEXTO COMPLETO:
1º) Que, don Claudio Andrés Palavecino Cáceres, abogado, por la parte
demandante, en autos sobre subterfugio del artículo 507 y cobro de prestaciones,
RIT: O-1332-2012, caratulados "Oyanedel con SMU S.A.", interpone recurso de
nulidad en contra de la sentencia definitiva dictada en estos autos, con fecha veinte
tres de julio de dos mil doce, por doña Alondra Valentina Castro Jiménez, Jueza
Titular del Primer Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago.
Funda el recurso en las dos causales contenidas en el artículo 477 inciso primero
del Código del Trabajo, deduciendo la segunda de ellas, en subsidio de la primera,
a saber el haberse infringido sustancialmente derechos o garantías constitucionales
en la tramitación del procedimiento, y haberse dictado la sentencia con infracción
de ley que, influyó sustancialmente en lo dispositivo del fallo.
Esgrime que, como se ha dicho, "el reconocimiento del derecho a la prueba debe
considerarse producido en nuestro país como consecuencia del establecimiento del
derecho a la defensa, sobre el cual, no existen dudas que se encuentra reconocido
en el artículo 19 Nº 3 inc. 3º de la Constitución Política de la República, además de
ser una garantía constitutiva del debido proceso, también consagrada en el mismo
precepto de la Carta Constitucional" y, que, coincidente con los principios
constitucionales enunciados, el artículo 453 Nº 4 del Código del Trabajo, consagra
el derecho de las partes a valerse de cualquier medio probatorio regulado por la ley
y/o, de "cualquier otro elemento de convicción que, a juicio del tribunal, fuese
pertinente".
Argumenta que, no existe ningún otro motivo que pueda justificar la inadmisión
de los medios probatorios propuestos por las partes, pero, que, la magistrado que
condujo la audiencia preparatoria, habría impedido, a su parte rendir prueba
pertinente, útil y lícita, con lo cual, habría infringido el derecho a probar sus
alegaciones.
Agrega que, dentro de las razones que invocara la demandada, para señalar que
la intención no era perjudicar al trabajador, dijo que el monto del bono asignado al
señor Oyanedel era ínfimo en relación a la operación y que si bien, la reposición fue
acogida, más tarde ante las objeciones de la demandada, se le declaró prueba
ilícita, impidiendo su incorporación.
Particularmente esta Corte tiene presente, las referidas en el numeral 7 del cuarto
motivo de esta sentencia, esto es, contratos de ejecutivos de segundo nivel que
ingresaron a partir del mes de abril de 2011, que incluye bono de contratación a
favor del señor Carlos Hurman Figueroa y otro, extendido a favor de don Horacio
Montalva Jerez, también con bono de contratación, pues, los referidos documentos
no atañen al actor, pues él no forma parte de esos contratos, es un tercero, por lo
cual, no pudo haberlos adjuntado a esta causa.
Así mismo, esta Corte tiene presente que, el artículo 453 Nº 4 del Código del
Trabajo, referido a las reglas de aplicación en la audiencia preparatoria, prescribe,
en cuanto a lo que en autos se ha cuestionado que: "El juez resolverá fundadamente
en el acto sobre la pertinencia de la prueba ofrecida por las partes, pudiendo valerse
de todas aquellas reguladas en la ley.
Las partes podrán también ofrecer cualquier otro elemento de convicción que, a
juicio del tribunal, fuese pertinente.
Sólo se admitirán las pruebas que tengan relación directa con el asunto sometido
al conocimiento del tribunal y siempre que sean necesarias para su resolución.
Señala como infringida, la norma del artículo 177 del Código del Trabajo, dado
que el tribunal a quo, acogió la excepción de finiquito que fuera opuesta por la
demandada, pues en su opinión esta excepción no existiría, opinión que compartiría
según concluye del recurrente, el profesor Alfredo Gaete Berríos (Tratado de
Derecho del Trabajo y Seguridad Social, tomo II, Editorial Jurídica de Chile, 1967,
p. 127), quien señala que, "Se entiende por finiquito el documento que suscriben
empleado y empleador al terminar los servicios y en el que se deja constancia de
los pagos que se efectuaron por tal motivo, como ser el desahucio, sueldos,
comisiones, etc.
Por lo general, el expresado documento contiene una cláusula que dice que el
empleado declara no tener cargo ni reclamación que hacer en contra de su
empleador por concepto de las obligaciones que imponen a éste el Código del
Trabajo y demás leyes sociales", discurriendo con posterioridad según refiere a
fojas 18 vuelta, acerca de su naturaleza jurídica, concluyendo que, se trata de un
instrumento, esto es, de un escrito en que se consigna un hecho o se deja
constancia de una manifestación de voluntad que produce efectos jurídicos.
En esta misma línea, refiere que el artículo 470 del Código Laboral, referido a las
excepciones que puede oponer la parte ejecutada, no haría referencia al finiquito,
sino que a las excepciones como el pago y la transacción en la especie, que
debieron haber sido opuestas por las demandada, y no el finiquito, que en su
entender sería un simple escrito.
Refiere además, como conculcada por la sentencia recurrida, el artículo 507 del
Código del Trabajo al hacer extensivos los efectos del finiquito a las acciones
emanadas de la misma, pues como expresara al evacuar el traslado de la
excepción, el artículo 507 del Código del Trabajo tipifica ilícitos laborales que
perjudican a los trabajadores, que sanciona con multas a beneficio fiscal.
5º) Que, a la luz de lo preceptuado por el artículo 177 del Código del Trabajo, esta
Corte tiene presente lo señalado sobre él, por la sentenciadora en los motivo sexto
letra b) del fallo que se impugna, criterio que comparte indubitadamente, y señala
además que, el finiquito constituye título ejecutivo respecto de las obligaciones
pendientes que se hubieren consignado en él, según se señala claramente en el
artículo 470 del Código Laboral y por lo mismo, no puedo compartir lo aseverado
por el recurrente respecto de esta norma legal.
6º) Hace especial hincapié, que es el acto jurídico liberatorio el que consta en el
finiquito, y que, cumpliendo éste con todas las formalidades legales, es un
instrumento que obviamente no hace nacer obligaciones, pero que consigna el acto
jurídico liberatorio, desconocer aquello, es desconocer las finalidades de las
formalidades de los actos jurídicos, ya sea para que generen efectos jurídicos, sean
oponibles a terceros o, constituyan medios de prueba.
7º) Que, en lo que tocante a la infracción del artículo 507 que denuncia el
recurrente, esta Corte tiene presente que, la empresa SMU S.A. es la continuadora
legal de la empresa Rendic Hermanos S.A., habiendo cumplido el actor impugnador
del fallo, funciones de gerente corporativo de recursos humanos, primero para la
última y con posterioridad, para SMU S.A., y que, dado lo sentenciado en el motivo
sexto letra d) del fallo impugnado, lo que esta Corte comparte en plenitud, hablar en
la especie de simulación, se aleja definitivamente de lo que ella implica, por lo cual,
avala ciertamente el criterio de la jueza recurrida a lo luz de las letras e) y f) del
mentado considerando, por lo que desestimará en lo resolutivo, esta supuesta
infracción denunciada, por no influir en lo sustancial de lo dispositivo del fallo.
Rol: 2823-2002
Fecha: 08/10/2003
Voces: bien jurídico - contrato - derecho civil - derechos reales - garantía - prenda
- prenda sin desplazamiento - prendas especiales
Legislación relacionada: Artículo 464 - Código de Procedimiento Civil; Artículo
775 - Código de Procedimiento Civil; Artículo 768 - Código de Procedimiento Civil;
Artículo 98 - Ley Nº 18.092; Artículo 107 - Ley Nº 18.092
TEXTO COMPLETO
I. Sentencia de casación
Vistos:
En estos autos ejecutivos Rol Nº 16.156 del Tercer Juzgado de Letras de Los
Ángeles, caratulados "Financiera Conosur S.A. con Valdebenito Higueras, Ana
María", sobre realización de la prenda sin desplazamiento, por sentencia de siete
de mayo de mil novecientos noventa y nueve, la juez subrogante de dicho tribunal,
doña Erika Arellano Muñoz, rechazó las excepciones opuestas por la demandada y
ordenó seguir con la ejecución. Apelada esta resolución por la ejecutada, una Sala
de la Corte de Apelaciones de Concepción, el veinticuatro de mayo de dos mil dos,
la revocó y en su lugar acogió la excepción de prescripción opuesta por dicha parte.
En contra de esta última sentencia, Financiera Conosur S.A. dedujo recurso de
casación en el fondo.
Considerando:
Primero: Que deben tenerse presente las siguientes circunstancias del proceso:
Tercero: Que, en la especie, el fallo recurrido no cumple con este requisito pues
omitió toda consideración y análisis sobre el hecho que la demanda está entablada
de acuerdo con la Ley Nº 18.112 sobre prenda sin desplazamiento, en que el título
ejecutivo es la escritura pública de prenda, conforme al artículo 20 de dicha ley,
permitiendo dicha normativa la complementación de títulos, de modo que la
excepción de prescripción opuesta debió resolverse bajo esta premisa, lo que no
sucedió, pues el fallo se abocó a analizar dicha defensa en relación a la acción
cambiaria de los descritos pagarés.
Regístrese.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, integrada por los Ministros
Sres. Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch
M. y Abogado Integrante Sr. René Abeliuk M.
Rol Nº 2.823-02.
Vistos:
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, Integrada por los Ministros
Sres. Eleodoro Ortiz S., Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A., Domingo Kokisch
M. y Abogado Integrante Sr. René Abeliuk M.
Rol Nº 2.823-2002.
8. COPIA ÚNICA DE ESCRITURA DE MUTUO HIPOTECARIO CON CLÁUSULA
A LA ORDEN. COPIA CERTIFICADA NO ES TÍTULO EJECUTIVO. ARTÍCULO 69
Nº 7 LEY GENERAL DE BANCOS
Rol: 3817-2005
Fecha: 25/05/2006
TEXTO COMPLETO
Visto:
1) Que en estos autos don Alberto Apel Olmedo, en representación del Banco
Security S.A., interpuso demanda de requerimiento especial hipotecario re glado en
la Ley General de Bancos en contra de Inmobiliaria e Inversiones La Cabaña
Limitada, representada por don Ricardo Enrique Santana Villagra, pidiendo se
requiera a la deudora para que pague en su equivalente en moneda nacional la
cantidad de 3.964,0605 unidades de fomento dentro del plazo de 10 días de
efectuado el requerimiento, o abandone la finca hipotecada dentro del mismo plazo,
bajo los apercibimientos señalados en el D.F.L. Nº 3, de 1997, y sus modificaciones.
2) Que como medida para mejor resolver se solicitó el expediente original en que
inciden estas compulsas, pudiendo constatarse que la escritura pública
acompañada por el ejecutante es una copia certificada por la Secretaria del Tercer
Juzgado Civil de Concepción, como fiel del documento original que tuvo a la vista.
Queda claro, entonces, que sólo puede existir con el carácter de endosable una
copia única de la escritura pública de mutuo hipotecario y es sólo ella la que puede
transferirse mediante endoso, el que debe estamparse en el mismo documento.
Sin duda la implementación de ese mecanismo tuvo por objeto impedir que el
crédito pudiese ser cobrado dos veces, esto es tanto por el acreedor original como
por el cesionario.
4) Que, así las cosas, puede apreciarse perfectamente que la presente ejecución
se ha llevado adelante mediante el procedimiento establecido en la Ley General de
Bancos, sin que el demandante haya acompañado a su demanda el
correspondiente título ejecutivo, lo que viene a significar que el actor equivocó el
camino procesal para cobrar su crédito, pues el título acompañado a la demanda
carece de los requisitos necesarios para conferirle mérito ejecutivo.
Se deja constancia que el fallo se expide con esta fecha por haber estado el
redactor ausente de la ciudad por enfermedad.
Rol Nº 3.817-2005.
9. FACTURA QUE NO CONSIGNA DATOS SOBRE LA RECEPCIÓN DE LAS
MERCADERÍAS. EXCEPCIÓN DE FALTA DE ALGUNO DE LOS REQUISITOS
PARA QUE EL TÍTULO TENGA MÉRITO EJECUTIVO, ACOGIDA
Rol: 3111-2011
Fecha: 08/01/2013
TEXTO COMPLETO:
I. Sentencia de casación
Vistos:
b) La del artículo 464 Nº 6 del Código de Procedimiento Civil, esto es, la falsedad
del título. Funda la excepción en que las facturas que se cobran no corresponden a
ninguna obligación de su parte para con la empresa "Elementos de Protección
Personal S.A., o bien, pudieron corresponder a órdenes de compras que fueron
pagadas en otras facturas, existiendo un posible caso de duplicidad de facturas.
Indica que las especies referidas en las facturas fueron objeto de las facturas
Nº 1380, 1382 y 1384, entre otras, emitidas por la mencionada empresa y ya
pagadas o a la empresa emisora de las mismas o a las empresas de factoring a las
que fueron cedidas. Concluye que estas facturas son falsas ideológicamente, pues
si bien fueron emitidas por la sociedad aludida, no corresponden a una operación
comercial, esto es, a adquisiciones reales.
c) La del artículo 464 Nº 9 del Código de Procedimiento Civil, esto es, el pago de
la deuda. Manifiesta que las especies a las que se refieren las facturas Nº 01437,
01438, 01439, 01440 y 01441 fueron pagadas por las facturas Nº 1380, 1382 y
1384, entre otras, facturas todas emitidas por la mencionada empresa "Elementos
de Protección Personal S.A.".
A fojas 125 consta la demanda ejecutiva presentada por Chile Factor Consortio
S.A. en contra de la Corporación Nacional del Cobre de Chile —que dio origen a los
primitivos autos Rol Nº 21.656-2006— fundada en que la demandada le adeuda la
suma de $ 62.198.862 según dan cuenta las facturas Nºs. 1389, 1390, 1391, 1392
y 1393, todas emitidas el 23 de enero de 2006. Agregó que notificado judicialmente
su cobro al deudor, éste no alegó dentro de plazo la falsificación material de la
factura o la falta de entrega de las mercaderías o de la prestación del servicio.
Concluyó que ha quedado preparada la vía ejecutiva, siendo la obligación líquida,
actualmente exigible y la acción ejecutiva no está prescrita. Solicitó tener por
presentada la demanda ejecutiva por la suma indicada, y disponer se despache
mandamiento de ejecución y embargo por la cantidad adeudada, hasta hacerle
entero y cumplido pago de dichas cantidades con costas.
c) La del artículo 464 Nº 14 del Código de Procedimiento Civil, esto es, la nulidad
de la obligación. La basa en que la no recepción de las facturas, la duplicidad de las
mismas, la inexistencia comercial de las facturas, el pago de la deuda y
especialmente la falsedad del título, determinan que la supuesta obligación que
pudiese emanar del título es total y absolutamente nula.
Por sentencia de doce de noviembre de dos mil nueve, escrita a fojas 250, se
rechazan las excepciones de falsedad del título y la falta de alguno de los requisitos
o condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva,
sea absolutamente, sea con relación al demandado; se acoge la excepción de
nulidad de la obligación (en lo relativo a las facturas Nº 1389, 1390, 1391, 1392 y
1393), y se acoge parcialmente la excepción de pago respecto de la factura Nº 1439
por la suma de $ 17.136.000, debiendo seguirse adelante con la ejecución hasta
hacerse al ejecutante entero y cumplido pago del saldo insoluto.
Considerando:
a) Los artículos 3º y 5º de la Ley Nº 19.983 en relación con los artículos 162 del
Código de Comercio y 4º del Código Civil.
b) El artículo 1713 del Código Civil en relación con el artículo 464 Nº 6 del Código
de Procedimiento Civil.
Es pertinente recapitular que las facturas 1437, 1438, 1439, 1440 y 1441 son las
cobradas en la causa Rol Nº 10.192-2006, mientras que las facturas 1392, 1393,
1391, 1390 y 1389 son las cobradas en la causa acumulada a la primera Rol
Nº 21656-2006. Es así que la sentencia de primera instancia, atendida la situación
fáctica apuntada, acogió la excepción de nulidad respecto de estas últimas facturas.
Quinto: Que como resulta claro de la síntesis del fallo impugnado, reseñada en el
fundamento tercero, el motivo por el cual las excepciones señaladas fueron
desestimadas radicó en que el ejecutado no hizo reclamación alguna de la factura
en los términos indicados en el artículo 3º de la Ley Nº 19.983 ni en la oportunidad
que prevé la letra d) del artículo 5º de la citada ley, esto es, en la gestión previa de
notificación judicial de la copia de la factura.
"a) Que haya sido emitida de conformidad a las normas que rijan la emisión de la
factura original, incluyendo en su cuerpo en forma destacada la mención 'cedible', y
b) Que en la misma conste el recibo de las mercaderías entregadas o del servicio
prestado, con indicación del recinto y fecha de la entrega o de la prestación del
servicio y del nombre completo, rol único tributario y domicilio del comprador o
beneficiario del servicio e identificación de la persona que recibe, más la firma de
este último.
Décimo: Que de este modo, era improcedente y contrario a derecho que los
jueces de segundo grado rechazaran la excepciones por el solo hecho de no haber
alegado el ejecutado en la gestión preparatoria, en el mismo acto o dentro de tercero
día de notificado, la falsificación material de la factura ni porque tampoco haya
reclamado de la falta de entrega de la mercadería en la forma establecida en la Ley
Nº 19.983.
Regístrese.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los
Ministros Sr. Sergio Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. María
Eugenia Sandoval G. y el Abogado Integrantes Sr. Jorge Lagos G. No firma, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, el Ministro señor
Muñoz por estar con permiso. Santiago, 8 de enero de 2013.
Rol Nº 3.111-2011.
Vistos:
1º. Que de acuerdo con lo previsto en el artículo 5º letra c) de la citada ley, una
copia de la factura tendrá mérito ejecutivo para su cobro si en la misma consta el
recibo de las mercaderías entregadas o del servicio prestado, con indicación del
recinto y fecha de la entrega de las mercaderías o de la prestación del servicio e
identificación de la persona que recibe las mercaderías o el servicio, más la firma
de este último.
2º. Que en la especie, en el detalle de las facturas Nºs. 1437, 1438, 1440 y 1441
emitidas por Elementos de Protección Personal S.A. con fecha 3 de marzo de 2006,
aparece que corresponden a la compraventa de diversos artículos de seguridad y
se lee en todas ellas un timbre que dice: "El crédito representado por la presente
factura ha sido cedido a CFC Capital S.A.". No se consigna ningún dato acerca de
la recepción de las mercaderías. Y en las guías de despacho acompañadas a la
causa sólo consta un timbre que dice: "Lancourier. Recepción bultos sin revisar",
agregándose la fecha de la recepción.
Pronunciado por la Tercera Sala de esta Corte Suprema integrada por los
Ministros Sr. Sergio Muñoz G., Sr. Héctor Carreño S., Sr. Pedro Pierry A., Sra. María
Eugenia Sandoval G. y el Abogado Integrantes Sr. Jorge Lagos G. No fir ma, no
obstante haber concurrido a la vista y al acuerdo de la causa, el Ministro señor
Muñoz por estar con permiso. Santiago, 8 de enero de 2013.
Rol Nº 3.111-2011.
10. FACTURA. REQUISITOS PARA QUE POSEA MÉRITO EJECUTIVO PARA
SU COBRO
Rol: 2594-2007
Fecha: 21/07/2008
Vistos:
En estos autos Rol Nº 1661-2006 del Cuarto Juzgado Civil de Antofagasta sobre
juicio ejecutivo de cobro de obligación de dar, caratulados Comercial Transporte e
Industrial Marc Ltda. con APRO Ltda., compareció el abogado don Guillermo Núñez
González en representación de la primera de las compañías nombradas y dedujo
demanda ejecutiva contra APRO Ltda., invocando como títulos cuatro facturas por
un total de $ 3.156.602.
La sociedad ejecutada opuso la excepción del Nº 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, fundada en que la notificación judicial de la factura se realizó a
una persona que no se encuentra facultada para ser emplazada en juicio en
representación de APRO Ltda., toda vez que no es su representante legal.
Asimismo, sostuvo que los fundamentos de la excepción son los del Nº 4 del
artículo 434, en relación al artículo 245, ambos del mismo Código de Procedimiento
Civil, y no los del citado Nº 7 del artículo 464.
Por sentencia de treinta de octubre de dos mil seis, escrita a fojas 40, la señora
Juez Titular del referido tribunal rechazó la excepción opuesta y ordenó seguir
adelante con la ejecución hasta hacer entero pago del crédito al acreedor en capital,
intereses y costas.
Apelado este fallo por la parte ejecutada, una de las Salas de la Corte de
Apelaciones de Antofagasta, en sentencia de dieciocho de abril de dos mil siete,
que se lee a fojas 53, lo confirmó.
Asimismo, sigue el recurso, esta norma pone de cargo de quien invoque una
obligación la prueba de su existencia, prueba que debe abarcar todos y cada uno
de los elementos que la conforman; en el caso de autos, señalar el representante
legal de la sociedad ejecutada.
Por último, termina la recurrente sobre este punto, se vulnera también el precepto
porque el fallo rechazó un medio de prueba admitido por la ley, cual es la escritura
pública de modificación ya aludida.
En cuanto a la contravención de los artículos 1700 y 1701 del mismo Código Civil,
en el recurso se sostiene que es sabido que la falta de instrumento público no puede
suplirse por otra prueba en los actos o contratos en que la ley requiere esta
solemnidad y en el caso de autos se trata de la situación de los representantes
legales de la sociedad, cuya calidad debe ser acreditada mediante la escritura
pública de constitución de la sociedad o en acto posterior que también debe constar
por instrumento auténtico.
Sin embargo, agrega la recurrente, a pesar del claro tenor literal de las normas
citadas, los sentenciadores, en relación a la calidad del señor Brücher Hermosilla,
le otorgan pleno valor para establecer la de representante legal a una copia
ampliada de una tarjeta de presentación, lo que contraviene en forma sustancial lo
prescrito en la ley.
A continuación el recurso argumenta sobre la infracción a la letra d) del artículo
5º de la Ley Nº 19.983 y, al efecto, expresa que la gestión preparatoria prevista en
esta disposición no permite alegar la falta de legitimación pasiva, como le reprocha
la sentencia no haber hecho a la ejecutada, sino únicamente la falsedad de la
factura o la falta de entrega de la mercadería.
Por último, termina el recurso, se vulneran de los artículos 385, 386, 392, 395 y
398 del Código de Comercio, los que señalan que los representantes de las
sociedades son los administradores designados en el acto de constitución de la
compañía o en actos posteriores, los que deben otorgarse por escritura pública a
fin que puedan ser oponibles a terceros.
Segundo: Que la sentencia objeto del recurso establece que los fundamentos de
la excepción invocada, esto es la del Nº 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, no la configuran, sino que obstan a una válida constitución de
la relación procesal, lo que no fue alegado en su oportunidad por el recurrente.
Tercero: Que, en primer término, esta Corte estima procedente hacerse cargo de
la imputación que se contiene en el recurso, relativa a que el fallo impugnado habría
contravenido los artículos 1700 y 1701 del Código Civil.
Cuarto: Que, por otra parte, la norma de la letra d) del artículo 5º de la Ley
Nº 19.983 —cuya vulneración también se denuncia en el recurso— permite
transformar un título imperfecto en ejecutivo perfecto mediante la gestión
preparatoria que regula dicho precepto y tiene un sentido preciso, cual es otorgarle
a la factura mérito ejecutivo para su cobro, o sea para obtener su pago mediante el
procedimiento compulsivo general del juicio ejecutivo.
Ahora bien, ninguna de las facultades que este precepto confiere fue ejercida por
la ahora recurrente, de manera tal que malamente pudieron los sentenciadores
haberlo infringido.
Quinto: Que según prescribe el inciso 1º del artículo 1698 del Código Civil, norma
cuya vulneración se denuncia en el recurso, incumbe probar las obligaciones o su
extinción al que alega aquélla o ésta.
Pues bien, en tanto el juicio ejecutivo supone la invocación de un título que tiene
carácter de indubitado —en el cual consta la obligación de dar, hacer o no hacer
cuyo cobro se pretende—, será siempre de cargo del ejecutado probar los
fundamentos de hecho de la excepción que opone a la ejecución y que tiene por
objetivo desvirtuar esa calidad que la ley supone al título.
Las apariencias merecen fe, por cuanto resulta difícil precisar si ellas
corresponden o no a la realidad.
Es así que cuando el interés de los terceros de buena fe lo hace necesario, los
jueces no deben considerar totalmente ineficaz un acto ejecutado por quien se ha
comportado como titular verdadero del derecho y lo hace oponible al titular real.
Por otra parte, la realidad busca la protección del interés del titular real.
Mirado desde el ángulo objetivo, esto es, aplicando la teoría de los riegos a la
apariencia, tendría que señalarse que todo aquel que con su actividad voluntaria dé
lugar a la génesis de situaciones aparentes, debe soportar las consecuencias de
dicha apariencia.
Ahora bien, como establecieron los jueces del fondo y se dijo más arriba, no se
probó por la ejecutada —a quien correspondía hacerlo— que el nombrado Brücher
Hermosilla trabaje para APRO Ltda. a otro título que no sea el de gerente;
conclusión que conduce necesariamente a colegir, contrario sensu, que esta
persona actuó, en los hechos, como apoderado de esta sociedad, validando con
ello una apariencia jurídica que responsabiliza a esta última subjetiva y
objetivamente de los efectos del contrato de compraventa de que dan cuenta las
facturas que se cobran.
Es así como el artículo 1546 del Código Civil señala que los contratos deben
ejecutarse de buena fe y agrega, incluso, que, por consiguiente, obligan no sólo a
lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
Noveno: Que en razón de todo lo dicho, debe afirmarse que el fallo objeto del
recurso no ha incurrido en los errores de derecho que se le atribuyen en el recurso,
de manera tal que la casación en el fondo intentada debe ser necesariamente
desestimada.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G., Juan Araya E. y Abogados Integrantes Sres.
Óscar Herrera V. y Hernán Álvarez G.
Rol Nº 2.594-2007.
11. REQUISITOS SEÑALADOS POR LA LEY PARA QUE COPIA DE FACTURA
TENGA MÉRITO EJECUTIVO
Rol: 598-2007
Fecha: 03/12/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Segundo: Que yerra la demandada al exigir que, para tener mérito ejecutivo la
factura acompañada a estos autos, deba contener en forma destacada la mención
cedible, ya que ello lo exige la Ley Nº 19.983 en su artículo 4º para que dicha factura
quede apta para su cesión.
Dicha exigencia tiene por objeto permitir la libre circulación de un crédito que
conste en una factura.
Dicha factura carece de los requisitos señalados en las letras c) y d) del citado
artículo 5º de la Ley Nº 19.983, por lo que ella carece de mérito ejecutivo.
II. Que se acoge la excepción del artículo 464 Nº 7 del Código de Procedimiento
Civil;
Rol Nº 598-2007.
12. SI NO SE ACREDITA ENTREGA Y RECEPCIÓN DE MERCADERÍAS LA
EXISTENCIA DE FACTURA NO PRUEBA LA COMPRAVENTA
Rol: 1445-2005
Fecha: 02/08/2006
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 1.445-2005.
13. FACTURA CUMPLE REQUISITO DE SEÑALAR DIRECCIÓN DE EMISOR
CON SEÑALAR LUGAR FÍSICO DONDE SE PRESTARON LOS SERVICIOS
Rol: 7-2007
Fecha: 09/04/2007
TEXTO COMPLETO
Vistos:
Segundo: Que los títulos que sirvieron de base a la ejecución son las facturas
Nºs. 000617 (fs. 1) y 000640 (fs. 2) las que fueron entregadas por la sociedad
"Agrícola y Forestal Los Lirios Ltda.", representada por don Félix Petutschnig
Werginz, a favor de don Nelson Garrido Tapia, por arriendo de maquinarias.
Quinto: Que interesa puntualizar que el artículo 1º de la Ley Nº 19.983 señaló que
"en toda operación de compraventa, de prestación de servicios, o en aquellas que
la ley asimile a tales operaciones, en que el vendedor o prestador del servicio esté
sujeto a la obligación de emitir factura, deberá emitir una copia, sin valor tributario,
de la factura original, para los efectos de su transferencia a terceros o cobro
ejecutivo, según lo dispuesto en esta ley".
El artículo 3 a su turno dispone que "para los efectos de esta ley, se tendrá por
irrevocablemente aceptada la factura si no se reclamara en contra de su contenido
mediante alguno de los siguientes procedimientos".
Octavo: Que sin perjuicio de lo que afirma el juez a quo en el motivo décimo del
fallo para rechazar la excepción cabe tener presente que la Ley Nº 19.983 considera
como irrevocablemente aceptada una factura si no se reclama en contra de su
contenido mediante los procedimientos que indica el artículo 3º de dicho cuerpo
legal, lo que ocurrió en la especie, y tanto es así que la ley le otorga mérito ejecutivo
a la copia de la factura cumpliéndose los requisitos del artículo 5º y uno de ellos es
precisamente la situación en que habiéndose, puesto en conocimiento del obligado
a su pago mediante notificación judicial, no alega en el mismo acto o dentro de
tercero día la falsificación material de la factura o guía o guías de despacho
respectiva o del recibo a que se refiere el literal precedente (letra c) del artículo 5º)
y es precisamente lo que ocurrió, ya que a fojas 3 consta que se inició gestión de
notificación de la obligación de pago de la factura pertinente y notificado
personalmente el 21 de septiembre de 2004, nada dijo en el plazo legal, que es
precisamente lo que expuso el juez de primera instancia en el motivo décimo de la
sentencia en alzada.
Noveno: Que las razones expuestas por el juez de primer grado en los
fundamentos duodécimo, decimotercero y decimocuarto de la sentencia apelada,
permiten desestimar, como lo hizo, las excepciones de pago y pago parcial de la
deuda.
Y vistos, además, lo dispuesto en los artículos 1º, 3º, 4º, 5º de la Ley Nº 19.983,
que regula la transferencia y otorga mérito ejecutivo a copia de la factura, y artículo
471 del Código de Procedimiento Civil, se CONFIRMA, en lo apelado, la sentencia
de veintiséis de septiembre del año dos mil seis, escrita de fojas 81 a fojas 88, con
costas del recurso.
Rol Nº 7-2007.
CAPÍTULO XII TÍTULO EJECUTIVO CONTRA HEREDEROS
1. JUICIO EJECUTIVO NOTIFICADO A DIFUNTO PUEDE SER SEGUIDO
CONTRA HEREDEROS
SUMARIO: Hay que consignar que el artículo 1377 distingue dos situaciones
diversas: una, relativa al caso en que se quiera entablar la ejecución, y la otra,
referida al caso en que lo señalado ya se hizo y se desee llevar adelante la
ejecución. En ambos casos se produce ipso jure la interrupción procesal por
motivo del fallecimiento. Lo expresado resulta evidente, ya que, de otro modo, se
llegaría al absurdo de dejar a los herederos, con los cuales debe seguirse el
pleito, en mejor situación que la de la persona a la cual suceden. Al no estar
establecido que P haya carecido de un real emplazamiento, queda demostrado
que la incidencia relacionada con la nulidad del embargo realizado se ha
interpuesto en forma abiertamente extemporánea, dado lo actuado de ahí en
adelante en la causa, hasta su fallecimiento.
Rol: 4016-2005
Fecha: 20/09/2006
TEXTO COMPLETO
En cuanto a la apelación deducida a fs. 46 (fs. 97) y concedida a fs. 47 (fs. 98):
Segundo: Que son hechos de la causa, que conviene dejar anotados para la
resolución del asunto, los que siguen:
Tercero: Que el inciso 2º del artículo 80, antes referido, señala que el derecho
indicado en el inciso 1º "no podrá reclamarse sino dentro de cinco días, contados
desde que aparezca o se acredite que el litigante tuvo conocimiento personal del
juicio".
Quinto: Que, de otro lado, ella tampoco ha acreditado, como tenía el deber de
hacerlo, si su padre tuvo o no, entre la fecha de ese emplazamiento y la de su
muerte, conocimiento del juicio y, si aconteció esto último, cuándo;
Sexto: Que el artículo 1377 del Código Civil previene que "los títulos ejecutivos
contra el difunto lo serán igualmente contra los herederos; pero los acreedores no
podrán entablar o llevar adelante la ejecución, sino pasados ocho días después de
la notificación judicial de sus títulos".
A su vez, el artículo 5º del Código de Procedimiento Civil estatuye que: "Si durante
el juicio fallece alguna de las partes que obre por sí misma, quedará suspendido por
este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de los herederos para
que comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de emplazamiento
para contestar demandas, que conceden los artículos 258 y 259";
Séptimo: Que, antes que todo, hay que consignar que el artículo 1377 distingue
dos situaciones diversas: una, relativa al caso en que se quiera entablar la
ejecución, y la otra, referida al caso en que lo señalado ya se hizo y se desee llevar
adelante la ejecución. Esta última situación es la que está en estrecha vinculación
con lo preceptuado en el artículo 5º antes citado.
En ambos casos se produce "ipso jure" la interrupción procesal por motivo del
fallecimiento.
Octavo: Que, por lo que se dice, y lo reseñado en las reflexiones cuarta y quinta
de este fallo, la incidencia de nulidad de todo lo obrado, formulada por la articulista,
no puede tener acogida;
Noveno: Que, por lo mismo, al no estar establecido que Penrroz Berrocal haya
carecido de un real emplazamiento, queda demostrado que la incidencia
relacionada con la nulidad del embargo, realizado el 26 de octubre de 2004, se ha
interpuesto en forma abiertamente extemporánea, dado lo actuado de ahí en
adelante en la causa, hasta su fallecimiento, que ocurrió, como ya se acotó, el 25
de diciembre de dicho año;
Pidió que los avisos se publicaran "en los diarios del lugar en que se sigue el
juicio", a lo que el tribunal dio lugar por resolución de 16 de ese mes y año;
Que se revoca la resolución de 31 de enero de este año, que se lee a fs. 144 de
estos antecedentes, en la parte que impone las costas de los incidentes deducidos
en lo principal y primer otrosí de fs. 27 (fs. 78), a la articulista, y en su lugar se decide
que no se le aplica esa carga procesal en ellos.
No firma el Ministro señor Villa, quien concurrió a la vista y al acuerdo, por estar
ausente.
Rol: 3352-2004
Fecha: 20/09/2005
Voces: acción ejecutiva - acción judicial - derecho civil - derecho procesal - juicio
ejecutivo - título ejecutivo
TEXTO COMPLETO
Vistos:
1º. Que en este juicio ejecutivo, la parte demandada recurre de casación en el
fondo en contra de la sentencia pronunciada por la Corte de Apelaciones de Punta
Arenas, que confirma la de primer grado, donde se rechazan las excepciones de los
números 7 y 17 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil.
Sostiene que se han infringido las disposiciones legales que indica, puesto que
de lo contrario se habrían acogido las excepciones opuestas.
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema, por los Ministros Sres.
Enrique Tapia W., Jorge Rodríguez A. y Domingo Kokisch M. y Abogados
Integrantes Sres. Manuel Daniel A. y René Abeliuk M.
Rol Nº 3.352-2004.
3. NO PROCEDE NOTIFICACIÓN DE PROTESTO DE LETRA PAGARÉ O
CHEQUE A HEREDEROS DEL DIFUNTO. LÍMITE A ARTÍCULO 1377 DEL
CÓDIGO CIVIL
SUMARIO: El artículo 1377 del Código Civil se limita a establecer que los títulos
ejecutivos contra el difunto lo serán igualmente contra los herederos, pero nada
dice respecto de la notificación de los protestos de letra, pagaré o cheque en caso
de fallecimiento del deudor, por lo que puede concluirse que, la ley, al no
considerar esta última posibilidad, es porque precisamente entiende que no es
procedente notificar el protesto de los referidos documentos a los herederos del
causante librador o endosante, pues sólo éste pudo tachar de falsa la firma puesta
en ellos.
Rol: 183-2001
Fecha: 30/01/2006
Partes: Importadora Santa Elena Ltda. contra Andrés Avelino Ovalle Suárez
TEXTO COMPLETO
Vistos:
En estos autos Rol ejecutivos 3692-97 del 9º Juzgado Civil de Santiago,
caratulados Importadora Santa Elena Limitada con Ovalle Suárez, Andrés Avelino,
por sentencia de veinticinco de octubre de dos mil, escrita de fojas 120 a 144, el
juez titular de dicho tribunal rechazó la ejecución en contra de determinados
herederos del deudor.
Considerando:
b) como gestión preparatoria se pidió notificar a todos los herederos del causante
el protesto de las letras de cambio aludidas, lo que finalmente se hizo sólo respecto
de los mencionados en la letra anterior.
Dichas excepciones fueron las de los números 7º y 17º del artículo 464 del Código
de Procedimiento Civil.
Tercero: Que, en la especie, el fallo recurrido no cumple con este requisito toda
vez que el tribunal a quo, al analizar las excepciones opuestas y admitir
implícitamente con ello la ejecución, no expresa razón alguna que diga relación con
el hecho que pueda hacerse a los herederos la notificación de un protesto de letras
de cambio aceptadas por su causante.
Cuarto: Que, en efecto, el inciso primero del Nº 4º del artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil expresa que es título ejecutivo el instrumento privado,
reconocido judicialmente o mandado tener por reconocido, agregando que, sin
embargo, no será necesario este reconocimiento respecto del aceptante de una
letra de cambio o suscriptor de un pagaré que no hayan puesto tacha de falsedad a
su firma al tiempo de protestarse el documento por falta de pago siempre que el
protesto haya sido personal, ni respecto de cualquiera de los obligados al pago de
una letra de cambio, pagaré o cheque, cuando, puesto el protesto en su
conocimiento por notificación judicial, no alegue tampoco en mismo acto o dentro
de tercero día tacha de falsedad.
Sexto: Que de otro lado, el artículo 1377 del Código Civil se limita a establecer
que los títulos ejecutivos contra el difunto lo serán igualmente contra los herederos,
agregando que los acreedores no podrán entablar o llevar adelante la ejecución sino
pasados ocho días después de la notificación judicial de sus títulos, pero nada dice
respecto de la notificación de los protestos de letra, pagaré o cheque en caso de
fallecimiento del deudor, por lo que puede concluirse que la ley, al no considerar
esta última posibilidad, es porque precisamente entiende que no es procedente
notificar el protesto de los referidos documentos a los herederos del causante
librador o endosante, pues sólo éste pudo tachar de falsa la firma puesta en ellos.
Regístrese y devuélvase.
Rol Nº 183-2001.