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RESUMEN:
1
La violencia es el tipo de interacción entre
sujetos que se manifiesta en aquellas conductas
o situaciones que, de forma deliberada,
aprendida o imitada,provocan o amenazan con
hacer daño, mal o sometimiento grave (físico,
sexual, verbal o psicológico) a un individuo o a
una colectividad.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad sabemos que el modelo económico y social utiliza a la violencia como un
mecanismo de control eficiente; la que se ejerce contra las mujeres funciona como un código
universal, para que ellas no trasgredan el orden social. En la violencia las mas afectadas que
sufren son las mujeres, porque decimos que las mujeres son las más afectadas en la violencia,
porque hay muchos hombres machistas que se aprovechan de las mujeres, tan solo porque ella
se los permite que le insulten, maltren físicamente y psicológicamente. Además, este
problema ha funcionado de manera efectiva para lograr hacer que las mujeres permanezcan en
su lugar, en el espacio privado, en el ambiente doméstico, ahí donde los hombres no ven
valor. La argumentación más conocida del término feminicidio fue propuesta por Diana
Russell (2006) quien la considera como “El asesinato de mujeres a manos de hombres debido
a que son mujeres”.
En este contenido decimos que trata de la violencia feminicida desde la perspectiva de
enfrentan las mujeres para desembocar en su muerte, y trascender del problema en el
asesinato mismo.
FEMINICIDIO
El concepto feminicidio2, estudiado más de 40 años y surgió en Estados Unidos , feminicidio
se le da a este nombre al homicidio que toma el hombre contra la mujer por miles de motivos
que afectan en su manera psicóticamente .
(Russell 2006 &; Lagarde 2006). “El movimiento feminista, que busca
ubicar estos asesinatos de odio contra las mujeres, ha dado luz al
concepto al develar elementos institucionales en la perpetración de ellos:
la impunidad y la falta de protección a las mujeres por parte de las
autoridades, para garantizar sus vidas”.
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Feminicidio surgió en Estados Unidos y varias académicas y activistas feministas han hecho aportaciones con
el fin de darle un significado adecuado para el contexto latinoamericano y, en específico, para el mexicano,
donde el fenómeno alcanza magnitudes humillantes.
De acuerdo con Segato 3(2003) “La violencia moral es el más
eficiente de los mecanismos de control social y de reproducción
de las desigualdades, pues sostiene que por su sutileza, carácter
difuso y su omnipresencia, su eficacia es máxima en el control
de las categorías sociales subordinadas”
La violencia feminicida se vale de la violencia moral para generar en torno a la mujer todo un
contexto de violencia persistente, progresiva y de múltiples tipos para atentar contra su
existencia, por el solo hecho de serlo, en una sociedad en la que lo femenino es subordinado y
ese principio moral letal no está a discusión.
En México, la Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia establece
que la violencia feminicida es:
“La forma extrema de violencia de género contra las
mujeres, producto de la violación de sus derechos
humanos, en los ámbitos público y privado,
conformada por el conjunto de conductas misóginas
que pueden conllevar impunidad social y del Estado y
puede culminar en homicidio y otras formas de muerte
violenta de mujeres”.
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La violencia moral es “el conjunto de mecanismos legitimados por la costumbre para garantizar el
mantenimiento de los estatus relativos entre los términos de género”, es lo que por lo común se denomina
violencia psicológica (Segato 2003, 107).
El Estado mexicano concibe la violencia feminicida como un proceso continuo de
agresiones o manifestaciones de violencia de diferente tipo e intensidad ascendente, que
no necesariamente implica la muerte de la mujer, pero que la coloca en una situación de
riesgo latente de afrontar la muerte violenta, ya sea a manos del agresor o bien como
resultado directo de la extrema situación en que está inmersa, como suicidio y
accidentes fatales a consecuencia del estado físico y emocional de la mujer que encara
este tipo de violencia.
Sin embargo, la amplia definición en la ley no se ve reflejada en los sistemas de
prevención y atención de la violencia contra las mujeres ni en los procesos de
impartición de justicia; la evidencia señala que la violencia feminicida es asociada en la
práctica sólo al asesinato, y desconoce el contexto y las implicaciones familiares y
sociales que entraña; es decir, minimiza la historia de violencia previa al asesinato o su
intento, y evade el proceso posterior que limita el ejercicio de los derechos de las
mujeres víctimas y cercanas a ésta, y desemboca en una situación de riesgo y desolación
para las familias.
DISCUSIÓN: La violencia contra las mujeres es una lacra de nuestra sociedad que no
se consigue erradicar. En su versión extrema e irreversible terminar con la muerte de la
víctima. Desde mediados de la década de los años 70, del siglo pasado y de la mano de
Diane Russell se visibilizaron los femicidios como el asesinato de una mujer por el
hecho de ser mujer. Posteriormente, en los años 90, Marcela Lagarde crea el neologismo
feminicidio al traducir la obra de Rusell al español. Desde entonces ambos términos han
creado un espacio de conocimiento, de investigación y de acción política. El propósito
de este trabajo es averiguar cómo se ha abordado el feminicidio en las ciencias sociales
en el contexto iberoamericano. Para ello se ha optado por una revisión de la literatura
especializada en español y en portugués, analizando el tratamiento que reciben así como
el alcance de los términos.
CONCLUSIÓN:
Esta concepción amplia del Femicidio ayudaría a visibilizar una realidad que nos
agobia y que ha permanecido oculta. Utilizar un término genérico no complicado
recoge además la multiplicidad de las variables que pueden producirse buscando el
criterio de protección. Se trata de considerar la mayor vulnerabilidad de factores como
etnia, credo religioso, opinión pública, edad, opción sexual, existencia o no de relación
de parentesco con la víctima, etc. Por otro lado, debemos evitar un tipo penal abierto
que vulnere el principio de legalidad, por lo que requiere mayor especificidad en su
redacción.
No existe unificación en el concepto de femicidio, sin embargo, corrientes feministas
se encuentran en la construcción de la noción y han logrado posicionar políticamente
el concepto.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
*David Auris Villegas, Perú, 1975, Licenciado en la UNMSM, Máster en educación por
la Universidad de la Habana.