Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Antonio Caba nació en 1838 en Barcelona, España, fue pintor, acuarelista, muralista,
El triunfo del Día sobre la Noche precedido de la Aurora es un óleo al lienzo pintado
central es una alegoría de la diada de opuestos del día y la noche, la luz y la oscuridad y un
momento liminal personificado por la aurora; sin embargo, detrás de los personajes se
Durand, obviamente nutrida por otros estudiosos, aquí me ceñiré a definirla como él la
planteó1. En primer lugar, se parte de que toda narración tiene una relación estrecha con el
1
Sigo la traducción que Blanca Solares hizo del artículo original Durand, Gilbert (1996), Champs de
l’imaginaire. Textos reunidos por Daniele Chauvin, ELLUG, pp. 229-242. Francia: Université de Grenoble.
mito, el cual es su modelo matricial. El mito se estructura de manera esquemática y
arquetípica, este lenguaje en el cual se comunica desde su pasado prestigioso hasta nosotros
anima otro tipo de lenguaje que ya no es mítico, puede ser lingüístico, visual, musical,
(p. 106). La redundancia de palabras con cercanía semántica es la que orienta a perseguir el
discurso mítico, para rastrear esas redundancias, Gibert Durand considera seis niveles en la
escala de información: 1) los títulos de las obras pueden ir perfilando una obsesión, 2) obras
pequeñas del autor, poemas o bosquejos, por ejemplo dan información de la recurrencia
temática; 3) una obra de gran dimensión (novela o pintura), es el terreno fértil para identificar
parcial de un autor, de una época de su creación, por ejemplo, ya define casi por completo
una dominante que ha sostenido durante mucho tiempo, 5) contextualizar la obra en una
época ayuda a entender la recurrencia y, finalmente, 6) si existe una dimensión espacial muy
grande, y es imposible contextualizar una época histórica, el mito puede haber dejado su
redundancias, Gilbert Durand introduce un paso al que le llama cualificación, que consiste
en otorgar una valoración definida a un objeto, acto o situación (p.110); es decir, el discurso,
propiamente dichos, son perfectamente plausibles para leer otros textos culturales, como la
Durand, puedo establecer su particularidad: articulan a los mitos a partir de secuencias porque
presentan una virtual constancia en el tiempo y en una determinada cultura (De la mitocrítica
p. 342); es decir, son los enunciados en los que se puede descomponer un relato mítico. Se
puede decir que el mitema es la parte-unidad mítica más pequeña de significado, la cual se
puede manifestar y desarrollar de dos maneras, patente y latente. Patente “por la repetición
en la medida en que contienen aspectos del mundo”, además son originadores de relato mítico
(La religión antigua p. 45). Para Lilia Leticia García Peña el mitologema es una unidad
icónica y simbólica (p. 75); esta categoría es un núcleo que condensa diferentes elementos
En líneas anteriores adelantaba que la obra expone una oposición diádica del día y la
presentan tres personajes mitológicos que, a su vez, son mitologemas de los mitos asociados
al transcurrir del día, del amanecer y del anochecer, entre las culturas grecolatinas, me refiero
a Eos o Aurora, Helios, su hermano, y Nyx, la noche; además, aparecen tres personajes más
que, aunque alados y angelicales, en el relato mítico plasmado en la pintura evocan a los
míticos, el que tiene a Eos y a Nyx por protagonistas, ya que Eos está enlazada narrativamente
a Helios, y Nyx no tiene una relación filial con ellos en los mitos.
estos dos hermanos nacieron el Día y el Éter. La Noche sola, es madre de Ker, Tanato,
Hipnos, la tribu de los Sueños, la Burla, el Lamento y las Héperides; pero también de las
Moiras, las Keres, Némesis, Eris, el Engaño, la Ternura y la Vejez (p. 80). La Noche tiene su
vivienda en las cercanías de los abismos del Tártaro cubierta por tinieblas, en ese palacio la
Luz y la Noche se saludan pero nunca conviven en la misma morada, pues se alternan,
mientras la primera ofrece la claridad, la otra envuelve a los seres en el sueño (p.105). Un
punto importante en el mito que ofrece Hesíodo es que Helios jamás lanza sus rayos
luminosos a La Noche ni a sus hijos: “nunca el radiante Helios les alumbra con sus rayos al
subir al cielo ni al bajar del cielo” (p.105); por eso es que se necesita otra divinidad que se
Selene y de Helios, es decir, dos divinidades astrales luminosas, uno la emite la luz y la otra
la refleja. Eos junto con Astreo, tuvo a los vientos: Céfiro, Boreas y Noto. Pero también es
madre de Eósforo y de las demás estrellas; con el mortal Titono tuvo a Memnón y Ematión.
Pero me detendré en el romance con Titono, pues explica el origen del rocío matutino, que
diosa Eos se enamoró a tal grado del mortal Titono que pidió a Zeus la inmortalidad de su
amante, pero olvidó pedir la juventud, y conforme pasó el tiempo, Titono envejeció, pero en
lugar de morir se arrugó y disminuyó tanto que se convirtió en cigarra, por eso cuando la
diosa abre el cielo para avisar a la Noche que es tiempo de que su hermano Helios alumbre
el firmamento, llora para que su amado Titono se alimente de sus lágrimas. Puntualizaré un
detalle más sobre Eos, pero ahora con la Ilíada, pues llama la atención los naturales colores
que le asocia Homero; en el canto XIX, por ejemplo el poeta anuncia: “La Aurora, de
azafranado velo, se levantaba de la corriente del Océano para llevar la luz a los dioses y a los
hombres” (p. 427), y en el canto XXXIII se lee “ despuntó la Aurora de rosáceos dedos” (p.
508). A lo largo del poema siempre se refiere a la diosa como la del velo azafranado o dedos
rosáceos, mismos colores que aparecen tanto en nuestros amaneceres cotidianos como en la
una antorcha que ilumina, tras de sí el cielo azul y las nubes tranquilas anuncian la claridad
que bosquejó Durand en Las estructuras antropológicas del imaginario (2012) el sol es una
símbolos fálicos, que en este caso se evoca con la antorcha, que por sí misma, “se identifica
con el sol y constituye el símbolo de la purificación por la iluminación” ( Sirlot, p. 75); por
ello considero que evoca a Helios, con lo que se completarían los relatos míticos del día; es
decir, anochecer con los velos de Nyx, la abertura de los cielos con la claridad rosácea de
oculto y orbita en el mismo sistema que la madre, la copa, el recipiente, la mujer, el color.
hombre con la antorcha, envuelta en velos que la revisten de una naturaleza oculta.
Los mitemas, decía, son las secuencias narrativas, en las que un mito se descompone,
es decir, la recuperación anterior de los relatos míticos de Eos, Helios y Nyx en la Teogonía
son las secuencias mitémicas, mismas que pueden aparecen en un texto cultural como una
pintura, porque las imágenes pictóricas son textos que narran incontablemente una historia
en la imagen detenida, en el lapsus míticus, tal como ocurre en los mitos, que se narran, se
transforman, se reformulan, pero siempre ofrecen una sustancia primigenia que transita de
boca en boca, de boca a movimiento, del relato sagrado al lienzo, del lienzo al texto del texto
al filme.
El triunfo del Día sobre la Noche precedido de la Aurora de Antonio Caba puede
dividirse en tres partes, como tres viñetas del mito recuperado por Hesíodo, y la forma oval
de la pintura remite a la narración de acontecimientos: Aurora, avanza con sus hijos, los
vientos, uno de los cuales hace caer las gotas de rocío, otro tiene un gesticulación que
recuerda al acto de soplar y el último sostiene un velo oscuro de la noche, Helios, viene detrás
Para concluir me resta decir que los mitos perviven en el tiempo porque funcionan
como correas de transmisión que conectan culturas arcaicas con nuestro presente, y dejan su
con mirar el arte hoy para darnos cuenta de su influjo en las producciones culturales
contemporáneas, si se mira la cartelera del cine más cercano se vuelve evidente cómo los
únicamente basta tener las herramientas adecuadas y estar atento para escuchar sus relatos
inmortales.
Anexo
Durand, Gilbert (2012) Las estructuras antropológicas del imaginario. México: Fondo de Cultura
Económica.
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/Colecciones/ObrasClasicas/_docs/Iliada.pdf
García Peña, Lilia Leticia (2007) Etnoliteratura. Principios teóricos para el análisis antropológico
Solares, Blanca (2012) La mitocrítica paso a paso. Acta sociológica. NÚM. 57, ene-abril pp. 105-