EL TRABAJO

hace mucho tiempo vivió una familia conformada por el padre y el hijo que se
llamaba Ernesto, recién cumplía los 10 años. Su padre ya tenía 45 años y se le
hacía difícil trabajar como lustra botas.
Entonces como al señor no se le ocurrió otra idea mando a su hijo a trabajar todos
los dias sin descanso alguno. Por esa razón no iba al colegio, pero a el le encantaba
leer el libro que su madre le dejo antes de morir.
un día cuando Ernesto se iba a conseguirse la vida, no vio bien la vereda que choco
con una persona. Él le pidió disculpas y el hombre le dijo que no era y nada, sin
embargo, Ernesto le ofreció limpiarle los zapatos, pero el hombre no quiso.
Cuando ya se despedían el hombre vio que tenía un libro y le pregunto si sabe leer,
pero desafortunadamente la criatura le dijo que no, aunque entendía la lectura
gracias a las imágenes.
Entonces el hombre le dijo que era un profesor de literatura y que le enseñaría a
leer y mejorar su conocimiento. Ernesto emocionado le dijo que si y todos los dias
a la misma hora se reunían.
Pasaron algunos meses y Ernesto aprendió a leer como lo había dicho el profesor,
aunque un día el padre lo vio leyendo en la casa y se enojó tanto que quemo sus
libros que le había regalado el profesor y el de su madre. Entonces salió corriendo
y sollozando por la calle y en unas de esas no vio la pista y un carro lo atropello.
El padre lo llevo al hospital, pero Ernesto no soporto el golpe que en el transcurso
al hospital falleció, desafortunadamente también el padre por tanta depresión que
no pudo contenerla. Solo quedaba el profesor quien ahora cuenta la historia de
Ernesto como un ejemplo en contra a la explotación infantil.