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Resumen

Se diseñó e implementó un sistema de control en tiempo real para la ingesta


individual de alimentos de vacas lecheras alojadas en grupo. El sistema consta
de 40 estaciones de alimentación, cada posición comprende una apertura y
cierre automáticos de la compuerta. La compuerta de yugo electro-neumática
especialmente diseñada combina sistemas de identificación, pesaje y control
estándar en una implementación mecánica única. El sistema de yugo permite el
control en tiempo real de la ingesta de alimentos, que se puede especificar para
cada vaca y para cada estación a través de una interfaz de usuario interactiva.
Además, el sistema permite la medición y utilización de datos en línea
relacionados con la ingesta individual de alimentos y la información sobre el
comportamiento de la alimentación, como la frecuencia de acceso a los
alimentos, la duración de la comida, la tasa de ingesta y la cantidad de alimentos
para cada visita de una vaca mantenida en el grupo. Las ventajas de este diseño
son: (i) el sistema se basa en componentes comerciales, (ii) simplicidad y alta
confiabilidad que resulta en un bajo mantenimiento, y (iii) medición continua de
todos los parámetros de alimentación, incluso durante la comida. Aunque el
sistema de yugo fue construido para un instituto de investigación, es un paso
hacia un sistema comercial. © 1998 Elsevier Science B.V. Todos los derechos
reservados.Los requisitos generales de diseño fueron:

proporcione un funcionamiento confiable del sistema, adquisición de datos,


control y durabilidad mecánica, minimice la interferencia con el comportamiento
y los hábitos de los animales, minimice las perturbaciones en la rutina de la
granja, minimice el mantenimiento técnico y minimice la mano de obra adicional
(principalmente relacionada con la limpieza de las cajas de alimentación y el piso
del tractor), minimizar el tiempo de retardo de control que podría afectar el
acceso de las vacas, emplear materiales adecuados para un jasid comercial, con
su entorno corrosivo, vacas agresivas, ratones, aves, agua a chorros y así
sucesivamente, y cumplir con las normas de seguridad israelíes para las vacas,
y proporcionar un sistema simple y económico, principalmente al incluir sistemas
y componentes disponibles comercialmente.

Los requisitos del sistema se especificaron para permitir:

definición de estaciones de alimentación permisibles para cada vaca: una


estación específica, agrupación de estaciones, acceso gratuito a todas las
estaciones, etc., y limitaciones de alimentación flexibles como la definición del
horario de visita, la cantidad de comida y la duración de la comida, la eliminación
automática de cada vaca cuando ella finaliza la asignación preestablecida, la
documentación automática de la recopilación de datos y la especificación del
proceso, la medición precisa de la ingesta individual de alimentos de cada vaca
en el grupo (90.1 kg), la identificación electrónica precisa (0,1-s de retraso y el
0,001% de error), la asignación precisa (90.1 kg) de ingesta de alimentos según
las especificaciones definidas por el usuario, interacción automática con bases
de datos de productos lácteos periféricos, tales como: peso corporal diario,
producción de leche, concentrados de consumo de alimentos
(autoalimentadores computarizados), software de manejo de rebaños y software
de alimentación lineal, estándares de seguridad: no electricidad por encima de
24 V a lo largo del yugo o del carril de alimentación, fácil acceso al control manual
y parada de emergencia (cada 6 m a lo largo del yugo), fácil definición y d
modificación de los experimentos, y capacidad de expansión y modularidad para
permitir la experimentación futura según lo definido (por ejemplo, estaciones
adicionales, algoritmos de control complejos, utilizando la propiedad de medición
continua y los datos periféricos)
A real-time control system for individual dairy cow food intake(I. Halachmi,1998).

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La detección de la cojera al principio de las vacas es importante desde el punto


de vista del bienestar animal y para reducir las pérdidas económicas.
Actualmente, se están realizando muchos estudios para evaluar el estado de
salud de las pezuñas al medir la temperatura de la superficie de la piel en el
ganado y otras especies animales en diferentes partes del mundo. La
termografía infrarroja (IRT) puede detectar lesiones en los cascos asociados con
la cojera al medir los cambios en la banda coronaria y la temperatura de la
superficie de la piel del casco. La temperatura de la superficie de una extremidad
coja aumentará cuando la pezuña tenga lesión (s). La IRT se ha utilizado como
una herramienta de diagnóstico no invasiva para la detección temprana de
lesiones en los cascos en función de la diferencia de temperatura entre los
cascos afectados y no afectados y la temperatura máxima del pie en las regiones
de interés.

A pesar de tener muchas aplicaciones potenciales en la producción de ganado,


los factores que afectan las lecturas de temperatura en los termogramas también
deben considerarse al tomar imágenes. Los procedimientos operativos estándar
deben establecerse antes de tomar termógrafos en diferentes circunstancias,
considerando todos los factores que afectan su función normal. El IRT puede
ayudar a minimizar el costo de la veterinaria.

Servicios, bajo rendimiento, fertilidad comprometida y gastos de selección,


donde la cojera no se puede resolver en etapas tempranas

1. Introducción

Para la cría de animales sanos los cascos son importantes. La prevalencia de la


cojera es alta en todo el mundo, con importantes problemas financieros y de
bienestar con efectos debilitantes en los animales. (Cook, 2003; Espejo et al.
2006). Las anomalías de las garras contribuyen a la mayoría de los casos de
cojera (90% de las incidencias totales), entre las cuales el 76 a 84% de las
lesiones del pie son de miembros posteriores (Murray et al. 1996). Por lo tanto,
las medidas preventivas y la detección temprana de las lesiones son necesarias
para evitar las pérdidas económicas causadas por la cojera.

La IRT es una técnica de diagnóstico no invasiva utilizada como indicador de las


variaciones biométricas térmicas en la temperatura de la superficie de los
animales (Eddy et al. 2001). El flujo sanguíneo y la tasa de metabolismo de los
tejidos afectan principalmente las extremidades y la temperatura de la piel (Berry
et al. 2003).

Por lo tanto, una cantidad de calor irradiado debido a cambios en el flujo


sanguíneo (enfermedad vascular); IRT puede identificar un aumento o
disminución del suministro de sangre a las extremidades e indica que hay
inflamación o cambios en la actividad metabólica de los tejidos subyacentes
(Head y Dyson, 2001). En la medicina humana, las imágenes térmicas infrarrojas
ahora se utilizan ampliamente como una herramienta de diagnóstico médico
alternativo preciso para la detección de patrones térmicos anormales asociados
con diversas afecciones patológicas como el cáncer de mama, la neuropatía
diabética, los trastornos vasculares periféricos y también se utilizan para la
detección de fiebre en masa, para diagnosticar problemas asociados con el
embarazo, complicaciones posparto, trasplantes de riñón, enfermedades
cardíacas, dentales, dermatológicas, complicaciones neonatales e imágenes
cerebrales (Lahiri et al. 2012).

Las complicaciones del pie diabético en los seres humanos se deben


principalmente a la disminución del suministro de sangre y la neuropatía, lo que
produce cambios en la temperatura de la superficie de la piel del pie, que podrían
detectarse mediante termografía infrarroja (Bharara et al. 2012) y Armstrong et
al. (1997) informaron diferencias significativas en la temperatura de la superficie
de la piel entre el pie afectado y contralateral en pacientes diabéticos.

Del mismo modo, la medicina veterinaria también ha sido testigo recientemente


de la importancia de la termografía infrarroja en el estudio de la fisiología térmica
y para diagnosticar diversas afecciones o afecciones patológicas, como la
detección de estrés agudo en aves de engorde criadas en condiciones
comerciales (Giloh et al. 2012; Yahav and Giloh , 2012); Cribado masivo de
animales para la detección temprana de enfermedades febriles (Lutz et al. 2011);
evaluando tanto aguda como

estrés crónico en animales (Stewart et al. 2005); para medir la producción de


metano a partir de rumiantes (Montanholi et al. 2008); diagnóstico de diarrea viral
bovina en terneros (Schaefer et al. 2004); detección temprana de mastitis en
vacas (Sathiyabarathi et al. 2016a; Sathiyabarathi et al. 2016b; Sathiyabarathi et
al. 2016c; Sathiyabarathi et al. 2018; Hovinen et al. 2008; Polat et al. 2010;
Poikalainen et al. 2012); diagnóstico de la enfermedad respiratoria bovina en el
ganado de carne (Schaefer et al. 2007); detección de estro en vacas lecheras
(Hurnik et al. 1985); determinación del clímax de celo (Hellebrand et al. 2003);
evaluación del índice de fertilidad en toros mediante la medición de la
temperatura y el perfil de la superficie escrotal (Lunstra y Coulter, 1997; Ahiwar
et al. 2017); estudiar la influencia del ordeño a máquina en la temperatura de la
superficie de la teta y de la ubre en vacas (Sathiyabarathi et al. 2017); encontrar
reacciones autonómicas a los procedimientos dolorosos realizados en el ganado
(Stewart et al. 2010); para evaluar el estrés del transporte en el ganado (Schaefer
et al. 1998); evaluación del bienestar de los cerdos que son transportados a
mataderos (Warriss et al. 2006); evaluar la calidad del cerdo y el jamón crudo de
los cerdos después del aturdimiento (Costa et al. 2007); detección de respuestas
febriles y de comportamiento a la vacunación de lechones destetados (Cook et
al. 2015); detección temprana de infecciones por salmonella y E. coli en cerdos
(Islam et al. 2015); estudio de la termorregulación en lechones recién nacidos
(Redaelli et al. 2011); Evaluaciones andrológicas de caballos (Ramires-neto et
al. 2012); prevención de lesiones especialmente durante el entrenamiento
(Baxter, 2011); diagnóstico de laminitis en caballos (Yanmaz et al. 2007);
estudiando extremidades de perros (Loughin y Marino, 2007) etc.
IRT se puede utilizar bien en medicina veterinaria como una herramienta no
invasiva para monitorear la salud en la ganadería de precisión (Poikalainen et al.
2012), que podría ser informatizada y compatible con internet como herramienta
de gestión de vigilancia de enfermedades para productores y veterinarios
(Schaefer et al . 2012). La temperatura ocular es un indicador confiable de la
temperatura corporal central que se puede usar para diagnosticar la pirexia y
realizar un examen detallado de un animal

(Gloster et al. 2011). La IRT puede detectar la enfermedad en una etapa


temprana antes de que los hallazgos radiológicos y físicos no sean concluyentes
(Eddy et al. 2001). En el ganado bovino, generalmente se mide la temperatura
de la banda coronaria (TCC), ya que se encuentra por encima de los tejidos que
distribuyen los nutrientes y la sangre a través de la dermis (Nikkhah et al. 2005).
Por lo tanto, la temperatura de la TCC aumenta debido a la inflamación de las
láminas.

Las radiaciones térmicas con un rango infrarrojo largo (aproximadamente 9-14


micrómetros) se identifican mediante cámaras infrarrojas y la salida producida se
llama termograma. El color de los objetos más cálidos se muestra claramente de
su entorno; Los animales de sangre caliente se diferencian fácilmente de su
entorno, tanto de día como de noche. La energía en la longitud de onda infrarroja
se convierte en una pantalla de luz visible mediante cámaras de imagen térmica.

2. Sistemas de control de salud y detección de cojeras.

Existen varios métodos y herramientas de diagnóstico convencionales y


avanzados disponibles para detectar la cojera y monitorear el estado de salud
de las pezuñas en el ganado (Fig. 1).

2.1. Observación del comportamiento.

El método común utilizado para identificar las vacas cojas es mediante la


evaluación de su modo de caminar. Renn et al. (2014); Orman y Endres (2016)
estudiaron la combinación del sistema de puntuación de cojera.

con termografía para la detección temprana de lesiones en el pie y se encontró


que las puntuaciones de cojera eran altas para la enfermedad de línea blanca
(LMD) y úlcera única (SU) y no para la dermatitis digital. Habrá una respuesta de
comportamiento baja hasta que la condición de los pies se encuentre en etapa
avanzada (O’callaghan

et al. 2003). Los resultados de la puntuación de la locomoción fueron


incompatibles tanto dentro como entre los evaluadores, ya que este método es
de naturaleza subjetiva (Flower et al. 2005). O'callaghan et al.

(2003) encontraron que cuando el observador individual realizó una puntuación


de cojera para tres vacas en tres días continuos, se obtuvo una consistencia de
solo el 37% y puntuaciones idénticas del 56% entre los dos observadores que
obtuvieron la misma calificación el mismo día. Pastell et al. (2006); Alsaood y
Buscher (2009); Liu et al. (2011) sugirieron el concepto de detección electrónica
de cojeras al registrar automáticamente el comportamiento del ganado lechero,
como el modo de andar y la distribución del peso de las vacas individuales
mientras están de pie y caminando. Pastell et al.

(2006) instaló cuatro balanzas de presión en un robot de ordeño después de


inspeccionar cuidadosamente las posiciones de las patas de todas las vacas.
Los investigadores encontraron que alrededor del 90% de las vacas tenían todas
las patas en balanzas al menos en el momento de cada segundo ordeño. Se
midieron diversos parámetros como el peso promedio, la variación del peso en
cada pierna, el peso total, el número y la frecuencia de las patadas y el tiempo
total en el robot de ordeño. El análisis de datos preliminares demostró que, por
este método, los cascos y

Se pueden detectar trastornos de las extremidades junto con el nivel de actividad


en las vacas. El resultado indica que un aumento en la frecuencia de pasos y
patadas denota cojera, lo cual fue contrario a los hallazgos de (Rousing et al.
2004).

Se estudiaron diversos componentes de la marcha, la velocidad de la marcha y


el comportamiento de mentira para saber si los cambios en estos componentes
están asociados con patologías de pezuña en vacas Holstein lactantes. Estos
componentes se evaluaron antes del examen clínico de las pezuñas y los
investigadores encontraron que la puntuación de calificación numérica (NRS),
arco posterior y pasos asimétricos eran capaces de distinguir las vacas que
tenían úlceras como mínimo 4 semanas antes del diagnóstico. Se observó una
reducción rápida del tiempo de reposo en aquellas vacas que desarrollaron
úlcera única durante el período de peripatología y al comienzo de las 2 semanas
y después del parto tuvieron un rápido aumento en el tiempo de reposo. NRS fue
capaz de diferenciar las vacas con úlceras con una especificidad razonable y
una mayor precisión intraobservador. Los investigadores concluyeron que el
predictor más consistente de úlcera única es NRS que la velocidad o el
comportamiento de mentira. La aducción / abducción de las patas traseras, la
inclinación de la cabeza y el seguimiento sistemático no diferenciaron las vacas
que tienen úlceras y los investigadores sugirieron que estas medidas no son muy
útiles para la evaluación de la marcha de la granja (Chapinal et al. 2009).

2.2. Observación visual de pezuña.

Durante el recorte de garras de rutina, se puede diagnosticar la dermatitis digital


levantando el pie en el conducto de guarnición de garra (Manske et al. 2002;
Holzhauer et al. 2006; Thomsen et al. 2008). Muchos estudios han evaluado la
inspección de la dermatitis digital mediante observación directa en posición de
pie en la sala de ordeño, utilizando un espejo giratorio o un alcance de orificio
rígido (Rodriguez-Lainz et al. 1998; Thomsen et al. 2008; Relun et al. 2011). En
situaciones prácticas, la higiene de los pies será deficiente debido a la suciedad
por estiércol, orina, suelo, ropa de cama, etc. Por lo tanto, las "tecnologías de
lavado de garras" se pueden combinar con la termografía (Thomsen et al. 2012).

2.3. Placas de fuerza paralelas

En un estudio de Rajkondavar et al. (2002) para medir la cojera se usaron dos


placas de fuerza paralelas para medir las fuerzas de reacción del suelo de las
vacas que caminan sobre las placas, pero en condiciones comerciales, este
método tenía una baja especificidad y sensibilidad (Bicalho et al. 2007). Al medir
la distribución de peso de las vacas mientras están de pie, es una técnica en la
granja para la detección de cojeras (Neveux et al. 2006; Pastell et al. 2006;
Rushen et al. 2007). Pero antes de aplicar esta técnica en la práctica, se debe
entender que la distribución del peso se ve afectada por muchos factores
además de la cojera, como la forma en que se encuentra la vaca, el llenado de
la ubre en las vacas en lactancia y el peso fetal en las vacas preñadas (Chapinal
et al. 2009).

2.4. Podómetro

El podómetro (contador de pasos) es un sistema de registro comprobado en


animales para determinar la actividad de movimiento. Anteriormente se utilizaba
principalmente para la detección del estro. Mediante el registro de la actividad o
el comportamiento de mentira o ambos utilizando el podómetro ALT, este método
es útil para la identificación temprana de la cojera en hatos lecheros (Alsaood y
Buscher, 2009). Alsaood et al. (2012) evaluaron la eficiencia de la medición de
la actividad y el comportamiento de mentira con ALTpedometer (ALT = Actividad,
Comportamiento de mentira y temperatura) para reconocer varios patrones de
comportamiento entre vacas cojas y no cojas. Los investigadores concluyeron
que los hallazgos de su estudio podrían contribuir al desarrollo de una
herramienta de gestión electrónica para la detección de la cojera en las fincas.
Mazrier et al. (2006) utilizaron un podómetro para detectar vacas cojas antes de
la aparición de signos clínicos. Se estudiaron y observaron vacas individuales y
se encontró que 92%

De vacas desarrolladas con cojera visible. La actividad de la pezuña de al menos


el 15% se redujo muchos días antes del inicio de la cojera clínica cuando el
ganado fue monitoreado con un podómetro. En su estudio, un podómetro no
pudo detectar todos los casos de cojera en desarrollo. Los investigadores
concluyeron que el podómetro es una herramienta útil para la detección
temprana y el tratamiento de la mayoría de los casos con cojera en desarrollo.

2.5. Acelerómetros

Para identificar las alteraciones en la marcha, relacionadas con la cojera y las


diferencias en la superficie del piso / suelo, se utilizaron acelerómetros para
medir la aceleración de las regiones de la espalda y las patas de las vacas
lecheras. Los resultados indican que los acelerómetros identificaron variaciones
en las aceleraciones cuando las vacas caminaban sobre la estera de goma y el
piso de concreto. Los investigadores concluyeron que los celerómetros
tridimensionales son una herramienta valiosa para la detección de cojeras en la
granja y para estudiar las superficies para caminar, específicamente cuando
están unidas a una pierna (Chapinal et al. 2010).

3. Anatomía, manejo y cuidado de los cascos.

El ganado tiene pezuñas hendidas (divididas) y cada una es similar a un dedo o


dedo del pie. Tanto los cascos delanteros como los traseros están hendidos, con
un espacio suave y carnoso entre las garras llamado la hendidura interdigital.
La capa externa más dura de la pezuña, conocida como la pared de la pezuña,
o cuerno que es funcionalmente como la epidermis de la piel. Las células que
forman el cuerno son generadas por el tejido que está inmediatamente debajo
de la pared del casco, llamada corion, en la cabeza del casco. El corion es un
tejido rico en nutrientes que contiene muchos vasos sanguíneos y nervios
importantes dentro del casco.

El corio produce continuamente células nuevas y muertas que se eliminan


gradualmente y producen un nuevo crecimiento exterior duro, queratinizado o
cornificado. El crecimiento más reciente se manifiesta en la banda coronaria, el
punto donde la piel de pezuña y peluda se encuentra en el pie de un animal. El
nuevo y suave crecimiento de pezuñas que acaba de llegar a la superficie se
llama cuerno perioplico y es brillante y mantiene la humedad de la pezuña. Se
puede ver en los anillos que a menudo se producen en un animal

cascos, el cuerno se produce a tasas variables, debido a la variación en factores


como la nutrición, la salud, las condiciones de vida, etc. En general, los cascos
bovinos crecen alrededor de 1/5 a ¼ de pulgada por mes. Debajo de la pezuña
es comparativamente una región más suave, llamada la suela. El tejido que
forma la suela es producido por el corio de la suela. La región anterior de la planta
del pie se denomina dedo del pie y dos bulbos en el extremo opuesto del pie se
llaman bulbos del talón. El punto donde se une la pared del casco a la suela se
conoce como línea blanca. La línea blanca es una unión flexible entre la suela y
la pared, lo que permite que las pezuñas sean más flexibles a medida que el
animal se mueve. El hueso del pedal está en contacto con el corion por medio
de un delicado tejido conectivo llamado tejido laminar o láminas.

El hueso del pedal es el único hueso de estos tres que está completamente
dentro de la pezuña real, mientras que los huesos de la linterna sirven para
conectar la pezuña al resto de la pierna.

Aunque, la estructura de las pezuñas difiere de una especie a otra, la anatomía


básica es similar entre las especies. Por lo general, se utilizará un pie de bovino
para ilustrar la anatomía general de una pezuña típica. Varias especies, como el
ganado vacuno, las ovejas, las cabras y los cerdos, tienen el pie hendido, lo que
significa que el casco contiene dos garras, en lugar de una.

Unidad sólida similar a la de un equino. Las garras se nombran según su


ubicación relativa en el pie. Hay una garra externa o lateral, y la garra interna o
medial. En el ganado bovino, la garra lateral es ligeramente más grande en las
patas traseras, mientras que la garra medial es una garra más grande en las
patas delanteras.

El espacio entre las dos garras se conoce como hendidura interdigital y el área
de la piel se llama piel interdigital. Varias superficies de garras se denominan
según su posición comparativa con hendidura interdigital: la superficie abaxial es
la pared exterior de la garra y la superficie axial es la pared interna de la garra
(Neary. Anatomía, cuidado y manejo del ganado en el ganado).

3. Anatomía, manejo y cuidado de los cascos.


El ganado tiene pezuñas hendidas (divididas) y cada una es similar a un dedo o
dedo del pie. Tanto los cascos delanteros como los traseros están hendidos, con
un espacio suave y carnoso entre las garras llamado la hendidura interdigital. La
capa externa más dura de la pezuña, conocida como la pared de la pezuña, o
cuerno que es funcionalmente como la epidermis de la piel. Las células que
forman el cuerno son generadas por el tejido que está inmediatamente debajo
de la pared del casco, llamada corion, en la cabeza del casco. El corion es un
tejido rico en nutrientes que contiene muchos vasos sanguíneos y nervios
importantes dentro del casco. El corio produce continuamente células nuevas y
muertas que se eliminan gradualmente y producen un nuevo crecimiento exterior
duro, queratinizado o cornificado. El crecimiento más reciente se manifiesta en
la banda coronaria, el punto donde la piel de pezuña y peluda se encuentra en
el pie de un animal. El nuevo y suave crecimiento de pezuñas que acaba de
llegar a la superficie se llama cuerno perioplico y es brillante y mantiene la
humedad de la pezuña. Se puede ver en los anillos que a menudo se producen
en los cascos de un animal, el cuerno se produce a tasas variables, debido a la
variación en factores como la nutrición, la salud, las condiciones de vida, etc.
Generalmente, los cascos bovinos crecen aproximadamente de 1/5 a ¼ de
pulgada por mes. Debajo de la pezuña es comparativamente una región más
suave, llamada la suela. El tejido que forma la suela es producido por el corio de
la suela. La región anterior de la suela se llama punta, y dos bulbos en el extremo
opuesto de la suela.

4. Trastornos de la pezuña.

Los trastornos de las pezuñas se dividen principalmente en tres categorías según


su etiología; Infecciosas, metabólicas, mecánicas y traumáticas. Las lesiones
infecciosas y en parte infecciosas de las pezuñas, como la dermatitis digital, las
erosiones del talón y las flemillas interdigitales, están muy influenciadas por el
medio ambiente (Greenough y Vermunt, 1991). La gravedad y la aparición de las
lesiones se deben principalmente a causas mecánicas externas, como la
configuración atípica de garras o extremidades, superficies de pisos duros y
cuernos blandos. Los factores sistémicos están relacionados con la acidosis del
rumen, la cetosis y la endotoxemia debido a, por ejemplo, en la alimentación
deficiente (Ossent et al. 1997).

Los factores asociados con las lesiones de garra son factores individuales, como
la etapa de lactancia, paridad, peso y genética (Ossent y Lischer, 1998). Los
factores de la manada son la vivienda, el medio ambiente, la gestión y la nutrición
(Sagliyan y Unsaldi, 2002).

Las enfermedades de las pezuñas son uno de los problemas no resueltos más
importantes en los hatos lecheros de todo el mundo. El bienestar, la producción
de leche y el peso corporal se comprometen rápidamente durante un episodio
de cojera. El resultado de una enfermedad digital puede reducir el rendimiento
del animal hasta cinco meses después del brote de la enfermedad. Podemos
dividir los problemas digitales en dos partes principales: infecciosa (dermatitis
digital, flemón interdigital) y biomecánica (úlcera de la suela y enfermedad de la
línea blanca) (Greenhough, 2007). Otros problemas, como los abscesos del
dedo del pie / talón, se detectan con frecuencia en el momento del recorte del
casco y están muy involucrados en la cojera bovina.
Un estudio de Zecconi et al. (2011) ha demostrado una fuerte conexión entre la
prevención de la patología mediante imágenes IRT y el examen clínico realizado
durante el recorte de pezuñas con una sensibilidad del 93% en las extremidades
posteriores. En las vacas, en promedio, el 95% de los problemas de pezuñas
afectan las extremidades posteriores y las patas laterales traseras están más
involucradas.

5. Termografía infrarroja para controlar la temperatura de la superficie del cuerpo


y el pie.

El análisis del patrón de distribución de la temperatura del cuerpo de una vaca


se lleva a cabo utilizando termografía infrarroja (Fig. 2) en diferentes partes y,
especialmente, más centrado en los pies, la ubre y la piel que tiene lesiones. Los
investigadores encontraron que la temperatura variaba apreciablemente en
diferentes partes del cuerpo (Fig. 4). La temperatura más alta se observó en la
ubre y los ojos de la vaca, y la temperatura IR de la parte distal de las patas fue
relativamente baja y se vio afectada principalmente por la temperatura ambiental.
Ellos sugirieron que la temperatura del ojo era más uniforme que la temperatura
de cualquier otra región anatómica y podría estar correlacionada con la
temperatura corporal central. En las extremidades, la temperatura en la región
del casco se encontró más baja y la máxima se observó en la banda coronaria y
la diferencia de temperatura entre los cascos sanos y no saludables se usa para
diagnosticar varias patologías del casco y para monitorear el proceso de curación
(Fig. 5 y 6) . La variación en esta distribución de la temperatura se puede utilizar
para juzgar problemas en los pies (Poikalainen et al. 2012). Mediante el uso de
IRT, la temperatura ocular se ha utilizado para estimar la temperatura corporal
profunda en ovejas (Willard et al. 2006) y ganado (Abreu et al. 2010).

En un humano "relativamente no velludo" se pueden emplear muchas regiones


de la piel, pero se considera que el canto interno del ojo proporciona los
resultados más confiables (Haddadin et al. 2005) (Fig. 3). Como tal, la
termografía puede tener un gran potencial para ayudar al diagnóstico en la cojera
bovina. La evaluación de la variación sutil de la temperatura asociada con las
afecciones inflamatorias podría ser un indicador muy importante para detectar
precozmente la inflamación asociada con la cojera (Alsaood et al. 2015).

5.1. Detección de laminitis

El examen de los cascos se llevó a cabo en vacas Holstein lactantes y los


investigadores encontraron que la TCC (temperatura de la banda coronaria) y la
ΔT (diferencia de temperatura) eran más

para vacas </ - 200 DIM (Días en Leche); ΔT fue comparativamente más alta
para garras laterales que para garras mediales. Las garras laterales y mediales
en los cascos de las extremidades posteriores y los cascos de las extremidades
anteriores, respectivamente, se vieron más afectadas por las hemorragias únicas
(SH) y los talones no corridos (UR). Llegaron a la conclusión de que la IRT podía
detectar la inflamación debida a la laminitis en las vacas durante la lactancia
temprana y media (Nikkhah et al. 2005).
5.2. Detección de dermatitis digital.

Se usó IRT antes del corte de la garra para detectar la dermatitis digital (DD) al
medir la TCC máxima (TCC máx.) Y la temperatura máxima de la piel (S máx.).
A nivel de vacas, la prevalencia de DD fue de 44.8% (n = 67) y 87.5% (n = 7) en
el nivel de rebaño. Ambos CBTmax. y S max. fueron más altos en pies
posteriores sanos que en pies anteriores sanos (P <0,001). Pero no hubo
diferencia en la TCC máx. y S max. entre las patas traseras y delanteras
afectadas con DD. Mayor CBTmax. y S max. se observaron en pies con DD en
comparación con pies sanos (P <0,001). Valor umbral de 0. C en TCC máx. + S
máx. Se obtuvo una diferencia entre las patas traseras y las anteriores para la
detección de DD en la pata trasera (89,1% de sensibilidad y 66,6% de
especificidad) (Alsaood et al. 2014).

5.3. Influencia de la etapa de lactancia en la temperatura del pie.

Se realizó una investigación sobre el uso de IRT para la detección temprana de


patologías del pie en vacas lecheras. Los investigadores encontraron que la IRT
fue capaz de detectar lesiones en los cascos de las extremidades posteriores,
que se asociaron con la cojera. Se observaron temperaturas más altas de la
banda coronaria, piel y ΔT en vacas </ = 200 días que en vacas> 200 días en
leche para todos los cascos sanos (Alsaood y Buscher, 2012).

5.4. Diferencia de temperatura entre las patas delanteras y las patas traseras Se
controlaron las vacas Holstein para detectar tempranamente las enfermedades
de los cascos y se registraron las temperaturas de la superficie de los cascos
utilizando una cámara de visión térmica. Se realizaron mediciones de TCC en
patas delanteras y traseras. Bobic et al. (2017) informaron que el 63% de las
vacas tenían hangas de tejido al menos en una pezuña y el 37% de los animales
no tenían ningún cambio de tejido. El catorce por ciento de los cascos tienen
úlcera única, el 24% de hiperplasia interdigital y el 62% tiene dermatitis. Se
obtuvo una diferencia estadísticamente significativa (p <0.05; p <0.0001) en la
temperatura máxima, mínima y media de la banda coronaria entre cascos sin
lesiones y con lesiones. Se obtuvo estadísticamente una diferencia significativa
en la TCC (p <0.01) entre la parte delantera y la trasera.

piernas.

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En resumen, las isoflavonas inhiben la proliferación de células tumorales de


diferentes maneras para prevenir el cáncer. En particular, tiene un efecto
estrógeno débil, que puede jugar un efecto similar al estrógeno cuando el
estrógeno es insuficiente, y un efecto anti-hormonal cuando se usa el exceso de
estrógeno [1, 10].

El papel de las isoflavonas es diverso. También se une al receptor de


lipoproteínas de baja densidad (LDL-R), aumenta la actividad de las LDL-R,
promueve la eliminación del colesterol y disminuye efectivamente el colesterol
total, las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las lipoproteínas de muy baja
densidad (VLDL) en la sangre. El nivel inhibe la formación de placa
aterosclerótica y protege el sistema cardiovascular; otros estudios han
observado que las isoflavonas pueden estar asociadas con el receptor de
calmodulina (Calmodulin-R, CaM-R) o el receptor de calcitonina (Calcitonin-R) ,
CT-R) combinados, regulan la absorción y el metabolismo del calcio, reducen la
pérdida ósea, promueven la formación ósea y facilitan la prevención y el
tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica (11-13)

3 Relación entre isoflavonas vegetales y metabolismo óseo del calcio.

3.1 Factores que afectan el metabolismo óseo del calcio.

El calcio (Ca) es el quinto elemento inorgánico más importante del cuerpo y


está involucrado en la formación ósea. La cantidad total de calcio óseo en el
cuerpo humano es de aproximadamente 1,2 a 1,5 kg. No hay una diferencia
significativa en la ingesta de calcio entre las personas normales y los pacientes
con osteoporosis, pero diferentes fuentes de calcio y otros factores en la dieta
pueden interferir con la absorción y utilización del calcio, como la fácil absorción
de calcio derivado de la leche, la proporción adecuada de calcio y fósforo (Ca :
P = 1.2 ~ 1.5: 1) es propicio para la absorción de calcio, por el contrario, el alto
contenido de fósforo fitato o celulosa en los alimentos afecta la absorción de
calcio. La hormona paratiroidea (PTH) y el factor activador de osteoclastos (OAF)
in vivo pueden afectar la formación de osteoclastos y fortalecer la pérdida de
calcio en los huesos, mientras que la calcitonina (CT) atenúa el papel de los
osteoclastos. La vitamina D puede aumentar la absorción de calcio en el intestino
y la reabsorción de calcio por los túbulos renales para aumentar la acumulación
de calcio. Además, el estrógeno y otras hormonas sexuales actúan sobre los
osteoblastos, lo que puede antagonizar la inhibición del crecimiento de
glucocorticoides en los osteoblastos y bloquear el exceso de huesos de
calcio. En resumen, la ingesta adecuada de calcio en los ancianos puede
combinarse con vitamina D y estrógeno para reducir la pérdida ósea [15-17,20].

3.2 El papel del estrógeno.

El metabolismo óseo del calcio está regulado por varios factores, uno de los
cuales es el nivel de estrógeno. Una gran cantidad de estudios en el país y en el
extranjero han demostrado que la combinación de estrógeno y receptor de
estrógeno celular (ER) producirá los efectos biológicos correspondientes. Las
isoflavonas tienen una estructura química similar al estrógeno y se presume que
compiten con los receptores de estrógeno in vivo para expresar su actividad
biológica. Algunos estudios han encontrado que las personas de mediana edad
y de edad avanzada, especialmente las mujeres de mediana edad y de edad
avanzada, han disminuido gradualmente sus niveles de estrógeno y la pérdida
ósea se está volviendo cada vez más grave, lo que es la causa de la osteoporosis
[17-19].

3.3 El papel potencial de las isoflavonas vegetales.

Hace mucho tiempo, China y Tailandia aplicaron Pueraria para aliviar el


malestar menopáusico en las mujeres. En los últimos años, las personas han
comenzado a notar otros efectos potenciales de las isoflavonas y su relación con
el metabolismo del calcio en los seres humanos. Algunos estudios han
encontrado que las personas de mediana edad y de edad avanzada,
especialmente las mujeres de mediana edad y mayores, han disminuido
gradualmente sus niveles de estrógeno, y su pérdida ósea se está volviendo más
grave y puede conducir a la osteoporosis. Un cierto nivel de estrógeno en el
cuerpo puede reducir la actividad de los osteoclastos, limitar la absorción ósea
de calcio y la pérdida ósea, y es propicio para la prevención y el tratamiento de
la osteoporosis después de la menopausia [20 ~ 26].

La mayoría de las mujeres después de la menopausia tienen síntomas como


enrojecimiento facial, sequedad vaginal y vaginitis atrófica. El síndrome
posmenopáusico de las mujeres en China y Japón es relativamente menor que
el de las mujeres de la misma edad en los países occidentales. Los
investigadores médicos creen que esto está relacionado en gran medida con el
consumo frecuente de alimentos de soya por parte de los chinos y japoneses (la
soja de las isoflavonas). Un estudio comparó los niveles de estrógeno de las
mujeres japonesas y las caucásicas americanas. Se encontró que debido a las
diferencias en los hábitos alimentarios entre Oriente y Occidente, las mujeres
japonesas tenían menos molestias menopáusicas que las europeas y las
estadounidenses, que pueden tener menos grasas en comparación con las
dietas tradicionales de las mujeres japonesas. Relacionado con los alimentos
más altos de soya. Después de entrar en la menopausia, las hormonas sexuales
endógenas disminuyen rápidamente y aparecerá una serie de síntomas de
envejecimiento. La ingesta de inslavona puede aumentar los niveles de
receptores de estrógeno en las células óseas, reducir la actividad de los
osteoclastos y limitar la reabsorción ósea y la pérdida ósea.

Recientemente se ha notado que aunque las mujeres asiáticas son más


pequeñas en el cuerpo, tienen menos probabilidades de tener una lesión en la
cadera que las mujeres caucásicas. Lo que es aún más sorprendente es que las
mujeres asiáticas consumen mucho menos calcio de su dieta que las mujeres
estadounidenses.

En 1995, un estudio de la Organización Mundial de la Salud realizó un estudio


sobre la etiología de la excreción de isoflavonas y la densidad mineral ósea en
mujeres japonesas mayores de 70 años en Okinawa y Okinawa. Los resultados
mostraron que la población con alta densidad ósea tenía orina. La excreción de
isoflavonas también es mayor, y la ingesta de isoflavonas está relacionada con
la cantidad de isoflavonas excretadas en la orina. Se puede observar que la
ingesta de isoflavonas tiene cierta relación con la densidad mineral ósea.

Los experimentos con animales confirmaron aún más el efecto de las isoflavonas
de soja en la prevención de la osteoporosis. Arjmandi et al informaron que el
modelo de osteoporosis ovariectomizada ingirió proteína de soya en ratas, lo que
puede inhibir la densidad ósea del hueso del muslo y las vértebras
lumbares. Más tarde, Draper y otros confirmaron además que muchas fuentes
de fitoestrógenos tienen el efecto de inhibir la reducción de la masa ósea en el
hueso del muslo y las vértebras de los ovarios. Ishida y otros utilizaron la
administración oral de daidzeina y genisteína para la eliminación de ratones
blancos ováricos, por lo que ambas isoflavonas inhibieron la reducción de la
masa ósea. Ishimi y otros extrajeron ratones blancos ováricos y encontraron que
la reducción en la masa ósea de la esponja ósea del muslo se suprimió mediante
la administración subcutánea de genisteína. Varios estudios han analizado ahora
el mecanismo de acción de las isofonas de la soja para inhibir la reducción de la
masa ósea. Ishida y otros (1998) también estudiaron la inhibición de la reducción
de la masa ósea por las isoflavonas de soya, y encontraron que la harina de soya
tiene el mismo efecto que el estrógeno en la inhibición del aumento de la
resorción ósea en la orina. Protter y otros (1998) en los Estados Unidos
confirmaron que la densidad mineral ósea en la columna vertebral de una
población de 90 mg de isoflavonas aumentó significativamente. Los resultados
de los ensayos clínicos confirmaron que las mujeres solo necesitan consumir
1,39 mg de Sooflavones en polvo de proteína de soja por persona por día durante
6 meses para aumentar significativamente la mineralización ósea, siempre y
cuando una pequeña cantidad de isoflavonas de soja por persona por día, no
sea diferente Para complementar los fitoestrógenos.

Las isoflavonas de soja son absolutamente seguras para el cuerpo humano.


La intoxicación por soja nunca se ha escuchado en personas que han consumido
soja y procesado alimentos durante miles de años. Por lo tanto, las isoflavonas
de soja son un tipo de producto natural para el cuidado de la salud que es
beneficioso para el cuerpo humano. En cuanto a la dosis de isoflavonas de soja,
todavía no existe un estándar internacional uniforme. Los expertos médicos
creen que la ingesta diaria de 25 a 100 mg de isoflavonas de soja por persona
tiene efectos en la salud y en la prevención de enfermedades.

4 Conclusion

China ha comenzado a ingresar en una sociedad que envejece. Según el


quinto censo realizado en China en el año 2000, la población de más de 60 años
de edad representa el 6,96% de la población total. El número absoluto es enorme
y se estima que en la actualidad supera los 100 millones. Es un grupo numeroso
y la salud de las personas mayores ha sido motivo de gran
preocupación. Alrededor del 6,6% de los pacientes de osteoporosis en China
tiene más de 84 millones de personas, de las cuales el 50% son de mediana
edad y ancianos.

En el Este, debido a las diferencias étnicas y culturales, a los chinos les


resulta difícil aceptar la idea de usar estrógeno para prevenir y tratar la
osteoporosis en la menopausia, y Europa y los Estados Unidos también buscan
sustancias más seguras para reemplazar el estrógeno. Sobre la base de los años
de experiencia en la profesión médica y la medicina tradicional en la patria, es
probable que las isoflavonas se utilicen en un futuro próximo como un alimento
saludable para prevenir la osteoporosis y reducir el síndrome menopáusico.

http://www.danone-institute.org.cn/index.php/News-detail-id-964-pid-80.html

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El prolapso uterino en las vacas es un tema histórico, bien discutido en la


literatura y los textos científicos veterinarios, discutido en proporciones
legendarias entre los practicantes e incluso referenciado en la poesía occidental.
La condición ocurre esporádicamente, se reconoce fácilmente, pero a veces no
es tan fácil de reparar. Este artículo trata sobre cómo reemplazar, reparar y
extirpar el útero, y sobre técnicas útiles y posibles complicaciones.
Ocasionalmente, el veterinario se encuentra con situaciones en las que la
eversión manual (prolapso iatrogénico) del útero es útil, en particular para la
reparación eficiente del útero traumatizado en el campo. También se discute una
técnica para el prolapso iatrogénico.

El prolapso uterino espontáneo en las vacas es una complicación posparto que


se encuentra ocasionalmente y requiere atención inmediata. Casi siempre ocurre
dentro de las 12 a 24 horas después del parto. Ocasionalmente, la aparición se
retrasa hasta días después del parto y se complica por una involución (cierre)
cervical parcial, lo que crea una dificultad aditiva para reemplazar el útero. La
involución cervical puede requerir una combinación de laparotomía además de
una reducción externa [1]. Se ha informado un prolapso de la mitad de la
gestación del nódulo uterino no vírvido, con un manejo exitoso y un embarazo
viable [2]. El prolapso uterino ocurre esporádicamente, y el ganado lechero
parece estar representado con más frecuencia que el ganado vacuno. La
disminución del tono miometrial es un mecanismo lógico de predisposición a la
aparición, que conduce a los factores de riesgo propuestos de hipocalcemia y
distocia, que causan fatiga y trauma miometriales [3]. La extracción manual de la
pantorrilla y las membranas fetales retenidas puede iniciar la eversión uterina de
los cuernos gravídicos, seguida de un prolapso uterino completo después del
parto. El prolapso uterino debe considerarse como una afección de emergencia,
para facilitar el reemplazo, antes de que se acumule un edema excesivo,
contaminación, traumatismo de la mucosa y cierre cervical. Además, la
comunicación con el cliente para restringir el movimiento debe ser estresada,
disminuyendo la posibilidad de rotura de la arteria uterina o avulsión de la iliaca
interna que conduce a una hemorragia fatal. Sin una intervención oportuna, el
pronóstico para la vida es grave.

A diferencia del prolapso vaginal, la heredabilidad o la susceptibilidad individual


aditiva con embarazos posteriores no es evidente con el prolapso uterino.

El pronóstico para la supervivencia depende de la intervención oportuna, la


paridad, la viabilidad de la pantorrilla y la falta de enfermedad metabólica o
musculoesquelética secundaria. Un estudio de 1 año de una gran práctica
lechera en California sugirió una incidencia de menos del 0.1% (200 de 220 vacas
K) y una supervivencia postincidente de 2 semanas de 72.4% [4]. Un cuestionario
retrospectivo.

por ejemplo, 90 casos de prolapso uterino y dos compañeros de control de casos


pareados por granja, durante un período de 3 años en el Reino Unido
encontraron que solo una vaca prolapso por segunda vez [3]. En el mismo
estudio, la supervivencia fue de aproximadamente el 80% con el 20% de
mortalidad resultante del shock (evisceración); pérdida de sangre; Síndrome de
vaca descendente refractario; Y la eutanasia humana. Jubb y colegas [5]
sugirieron una tasa de supervivencia del 73,5% (50 de 68), ya que solo una vaca
tiene antecedentes de un prolapso uterino previo y una tasa de concepción
posterior al prolapso del 84% (36 de 43). Cabe señalar que 43 de las 50 vacas
estaban disponibles para los datos de concepción. Un estudio más antiguo que
consideró vacas primíparas y multíparas indicó tasas de embarazo más bajas de
33.3% y 66.7%, respectivamente, después del prolapso uterino [6]. Un intervalo
más largo entre el parto y la concepción varía entre los estudios, incluidos 10
días adicionales [5] a 50 días [3]. Se cree que el pronóstico para la vida es
positivo con una intervención veterinaria oportuna, y el reconocimiento y
tratamiento de complicaciones secundarias. En la mayoría de los casos, la
decisión de tratar debe ser rentable para el productor.

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El período de transición, desde 3 semanas antes a 3 semanas después del parto,


es de importancia crítica para la salud, la producción y la rentabilidad de las vacas
lecheras. La mayoría de los trastornos de salud ocurren durante este tiempo. En
comparación con otras etapas del ciclo de la lactancia, se sabe relativamente
poco sobre los procesos biológicos fundamentales durante el período de
transición. La regulación y coordinación del metabolismo de los lípidos entre el
tejido adiposo, el hígado, el intestino y la glándula mamaria son componentes
clave de las adaptaciones a la lactancia. La acumulación de lípidos en el hígado
puede contribuir a trastornos de la salud y disminuir la producción de leche. Falta
el conocimiento de los puntos de control clave en el metabolismo hepático de los
ácidos grasos de cadena larga, así como la comprensión de los efectos
metabólicos de las hormonas, los factores de crecimiento y las citoquinas que
median el estrés.La β- oxidación, quizás mediada por los receptores activados
por el proliferador de peroxisomas. Las estimaciones de la mezcla de
combustibles que constituyen energía metabolizable en las vacas durante el
período posparto temprano sugieren que el suministro de aminoácidos y
compuestos glucogénicos puede estar por debajo de los óptimos propuestos,
mientras que los compuestos cetogénicos y lipogénicos y los ácidos grasos de
cadena larga pueden estar en exceso. Debido a que la grasa de la dieta no
suprime la movilización de lípidos en el cuerpo, durante el período postparto
temprano, la grasa suplementaria puede desequilibrar aún más la mezcla de
combustibles y llevar a una disminución de la ingesta de materia seca. Una
mayor comprensión de la biología del período de transición debería disminuir los
problemas de salud y aumentar la rentabilidad de las vacas lecheras.

Las vaquillonas deben ser cupuladas dentro de los 15 a 19 meses de vida para
aprovechar un mayor rendimiento en producción lechera a nivel de ganado
bovino esto es recomendado.
La alcalosis ruminal se define como una indigestión tóxica, causada por un
exceso de proteina del sector gástrico anterior del bovino, exceso que va unido
a una reducción en el aporte de carbohidratos (CHOS) altamente fermentables y
a la concentración de los ácidos grasos volátiles (AGV).

Atonía intestinal Rumintral. ... Por ejemplo, en especies rumiantes como los
bóvidos, óvidos o cápridos, la parálisis de los músculos en una atonía intestinal
y ruminal provoca la estancación del alimento, cuya fermentación produce
intoxicaciones y muerte.

For livestock breeding healthy hooves are important. Prevalence of lameness is


high throughout the world, having significant welfare and financial issues with
debilitating effects on animals. (Cook, 2003; Espejo et al. 2006). Abnormalities of
claws contribute to majority of lameness cases (90% of total incidences), among
which 76 to 84 % lesions of foot are of hind limbs (Murray et al.1996). Therefore,
preventive measures and early detection of lesions are necessary for avoiding
economic losses caused due to lameness.
Para la crianza de animales sanos los cascos son muy importantes. La La detección de la cojera al principio de las vacas
es importante desde un punto de vista del bienestar y para reducir las pérdidas económicas causadas por cojera.
Actualmente se están realizando muchos estudios para evaluación de estado de salud de las pezuñas midiendo la
temperatura de la superficie de la piel en el ganado y otro animal especies en diferentes partes del mundo. La termografía
es capas de detectar lesiones de cascos asociados con cojera mediante la medición de los cambios de la banda coronaria
y la piel de pezuña temperatura de la superficie. La temperatura de la superficie de un miembro cojo aumentara cuando
el asco tiene lesión (S). IRT se ha realizado como una herramienta de diagnostico no invasiva para la detección temprana
de lesiones es necesaria para evitar pérdidas economías causadas por cojera.

that cows in estrus increase their physical activity rapidly. Kiddy (1977) reported that the number of steps taken by
cow per hour in estrus is about two or four times higher like in diestrus. The increased activity of cows can be
measured by a pedometer, an special electronic device attached to the animal’s neck or leg (Lehrer et al., 1992).

Que las vacas en celo aumentan su actividad física rápidamente.


Kiddy (1977) informó que el número de pasos dados por vaca por hora
en estro es aproximadamente dos o cuatro veces mayor que en
diestro. El aumento de la actividad de las vacas se puede medir con
un podómetro, un dispositivo electrónico especial conectado al cuello
o pata del animal (Lehrer et al., 1992).
- PLANTEAMIENTO DE objetivos a alcanzar en el ganado lechero
 La fertilidad la vaca. (Estro)
 Disminución del Aumento de progesterona en vacas postparto
 Los niveles de temperatura en el ganado son de gran
importancia.
 Alimento.
 Calidad de vida.
 Rumen.
 La importancia en el descarte del ganado lechera.

Citaciones:
la edad al primer parto es un factor muy importante en la vida productiva
de la vaca; así, el parto de vaquillonas a los dos años de edad en
comparación a partos con edades mas avanzadas repercute en una
mayor producción láctea y conduce a un menor consumo de alimento,
derivando un menor costo inicial de crianza (De Alba, 1964; huertas y
Cedeño, 1976). Actualmente no existen razones biológicas para
retrasar el parto de la vaquillas más allá de 24 meses(Patrick, 1996).
Las causas de eliminación fueron agrupadas teniendo como referencia
el trabajo de Milián (1991), donde se considera como vacas descartadas
a aquellas que salieron en pie del establo dejando de lado las vacas
postradas o muertas en el establo, y a aquellas que no tenían registrado
correctamente las causas de su eliminación.
Las causas de descarte fueron agrupadas como sigue;
1) Problemas reproductivos: abortos infecciones de aparato
reproductor, fetos momificados, infertilidad esterilidad (no incluye
casos de emergencia).
2) Problemas de ubre: infecciones de ubre, cuartos perdidos, ubre
con ligamentos vencidos (no incluyen casos de emergencia).
3) Problemas del aparato locomotor o traumatismo: cojeras,
infecciones de la pezuña, problemas de la cadera.
4) Problemas peripartales: trastornos metabólicos (hipocalcemia,
acetonemia), partos distócicos y complicaciones secundarias.
5) Problemas de emergencia con riesgo de muerte: leucosis
enzoótica bovina, traumatismos de peritoneo y corazón
pericarditis, neumonía fulminante, infecciones sistémicas con
mastitis por coliformes o estafilococos en curso hiperagudo,
toxemias, peritonitis aguda.
6) Otro: reactores positivos a pruebas serológicas, tuberculosis,
timpanismos, insuficiencia cardiaca congestiva, intoxicaciones,
enfermedades de origen hereditario (síndrome espástico).
Además, vacas vendidas para recría, intervenidas por cirugía, o
con una baja producción láctea.
(a12v14n1.pdf)

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