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Hace algunas décadas, para que una computadora pudiera hacer algo útil era necesario

alimentarla de tarjetas con agujeros perforados en ellas. Afortunadamente, las cosas han
cambiado mucho desde entonces. Ahora podemos hacer que nuestras máquinas hagan cosas con
tan solo señalar y hacer clic con un mouse o incluso por medio de comandos de voz. Sin embargo,
desde hace unos años comenzó la revolución de que dicho proceso fuera aún más fácil gracias a
pantallas sensibles al tacto que ya encontramos en celulares, lectores de libros electrónicos,
tablets y computadoras. Esta tecnología es intuitivamente fácil de usar pero ¿cómo funciona
exactamente?

Una pantalla táctil es algo parecido a un teclado invisible pegado al frente de un monitor. Para
entender cómo funciona, primero es vital saber cómo trabaja un teclado ordinario, en donde
básicamente, cada tecla es un interruptor eléctrico. Cuando se presiona una de ellas, se completa
un circuito y fluye una corriente, la cual varía dependiendo de la tecla que se oprima y así es como
el equipo se da cuenta de lo que estamos escribiendo.

Las pantallas táctiles intentan lograr algo similar a los teclados normales pero obviamente no
pueden utilizar interruptores, membranas de plástico y demás materiales, ya que de lo contrario
obstruirían la visibilidad de lo que se muestra en pantalla, por lo que deben de utilizar trucos más
astutos para detectar el tacto de manera completamente invisible.

Las pantallas táctiles funcionan de diferentes maneras. Algunas sólo pueden detectar un dedo a la
vez y se confunden demasiado si se oprimen dos lugares diferentes al mismo tiempo, mientras
que otras sí pueden con esta acción. A continuación detallamos las diferentes tecnologías de
algunas de ellas:

Pantallas táctiles resistivas

Básicamente, una pantalla táctil resistiva se encuentra compuesta de dos capas de película plástica
conductora muy delgadas y transparentes, ubicadas sobre la pantalla propiamente dicha, lo que le
permite medir el cambio en la resistencia producido al realizarse la conexión eléctrica debido a la
unión de esas capas cuando la presionamos con el dedo o con el lápiz óptico.
Las pantallas táctiles resistivas son mucho más baratas de fabricar que el resto, pero no ofrecen la
posibilidad del multitouch, es decir que si presionamos con más de un dedo, el dispositivo captará
la posición de sólo uno de ellos. Además, éstas se descalibran con el paso del tiempo y es
necesario recalibrarlas.

Pantallas táctiles capacitivas

A diferencia de las pantallas táctiles resistivas, las capacitivas se construyen uniendo un panel de
vidrio recubierto con un material conductor transparente. Su funcionamiento básico se basa en
aprovecharse de la capacidad del cuerpo humano de conducir electricidad, es decir que cuando el
usuario toca la superficie de la pantalla activa un campo eléctrico, el cual es registrado e
informado al hardware del dispositivo, traduciéndolo en comandos.

Al contrario de las pantallas resistivas, una capacitiva ofrece una experiencia de uso
maravillosamente suave, ya que sólo requiere que apoyemos los dedos sin realizar ninguna clase
de presión, pero por otra parte no podemos usar un lápiz óptico regular, sino uno especialmente
diseñado para estos dispositivos capacitivos, mucho más caros que un lápiz óptico común.

Pantallas táctiles infrarrojas


La tecnología infrarroja basa su funcionamiento en el uso de emisores y receptores de rayos
infrarrojos instalados a lo largo de los ejes Y y X. Esto genera una matriz de luz infrarroja en toda la
superficie de la pantalla táctil, de manera que cuando un punto es tocado, el haz infrarrojo se
interrumpe en ambos ejes detectando el controlador la coordenada donde se produce el toque.

Entre las ventajas está que se puede tocar además de con el dedo, con cualquier otro objeto o con
guantes. También son multitouch, aunque tiene claras desventajas; son caras y voluminosas, así
como muy sensibles a la suciedad.

Pantallas táctiles de onda acústica

En este tipo de pantallas se transmiten dos ondas acústicas a través de la superficie del cristal, las
cuales son inaudibles para las personas. Una de las ondas se transmite horizontalmente y la otra
verticalmente. Cada onda se dispersa por la superficie de la pantalla rebotando en unos
reflectores acústicos.
Las ondas acústicas no se transmiten de forma continua, sino por trenes de impulsos. Dos
detectores reciben las ondas, uno por cada eje. Se conoce el tiempo de propagación de cada onda
acústica en cada trayecto. Cuando el usuario toca con su dedo en la superficie de la pantalla, el
dedo absorbe una parte de la potencia acústica, atenuando la energía de la onda. El circuito
controlador mide el momento en que recibe una onda atenuada y determina las coordenadas del
punto de contacto.

Las ventajas de las pantallas táctiles

Una de las mejores cosas de las pantallas táctiles es que son increíblemente fáciles de usar. Éstas
pueden mostrar tanta información como las personas necesiten para completar una tarea en
particular, llevándolas a través de un proceso bastante complejo de una manera muy sencilla y
sistemática.

Es por eso que la tecnología de pantalla táctil ha demostrado ser perfecta para quioscos públicos
de información, máquinas expendedoras de boletos en estaciones de trenes, máquinas de
votación electrónica, cajas de tiendas de autoservicio, computadoras militares y muchas
aplicaciones similares que en las máquinas con pantallas y teclados normales serían demasiado
problemáticas para su uso.

La energía solar es una de las fuentes de energía renovables más


importantes de las que hoy disponemos. Os contamos más información
sobre la energía del sol. Cuántas veces os habéis preguntado sobre qué
es y cómo funciona la energía solar? En anteriores artículos ya os hemos
hablado sobre los paneles solares, la energía solar térmica y la energía
solar fotovoltaica.
ÍNDICE DEL ARTÍCULO [MOSTRAR]
¿Cómo funciona la energía solar?
Existen dos formas principales de utilizar la energía solar, una
como fuente de calor para sistemas solares térmicos, la otra
como fuente de electricidad para sistemas solares fotovoltaicos. Nos
centraremos en esta última aplicación.
En principio la forma en la que se captura la luz del sol para convertirla
en electricidad se hace a través depaneles solares o
fotovoltaicos. Estos paneles están formados por grupos de las
llamadas células o celdas solares que son las responsables de
transformar la energía luminosa (fotones) en energía eléctrica
(electrones).
Estas células se conectan entre sí como un circuito en serie para así
aumentar la tensión de salida de la electricidad, o sea si será de 12 volts
o 24. Al mismo tiempo varias redes de circuito paralelo se conectan para
aumentar la capacidad de producción eléctrica que podrá proporcionar el
panel.
Como el tipo corriente eléctrica que proporcionan los paneles solares es
corriente continua, muchas veces se usa un inversor y/o convertidor de
potencia para transformar la corriente continua en corriente alterna,
que es la que utilizamos habitualmente en nuestras casas, trabajos y
comercios.
Células solares
Cuando nosotros hablamos en Erenovable de nuevos descubrimientos o
avances en la ciencia generalmente nos referimos al descubrimiento o
desarrollo de nuevos y mejores materiales para fabricar una célula
solar.
Una célula solar funciona básicamente de la siguiente forma:
los fotones, que provienen de la radiación solar, impactan sobre la
superficie de la célula y allí son absorbidos por materiales
semiconductores, tales como el silicio. Los fotones golpean a los
electrones liberándolos de los átomos a los que pertenecían. Así los
electrones comienzan a circular por el material, y así producen
electricidad.
Este funcionamiento básico se repite cualquier sea el material usado en
la célula solar, siempre y cuando por supuesto tenga propiedades
conductoras y absorban la luz.
Las células solares que forman los paneles solares actualmente
disponibles en el mercado están hechas a base de silicio, material
semiconductor muy abundante en el planeta, pero también difícil de
extraer y sintetizar, con lo cual los paneles solares resultantes suelen ser
caros, pesados y difíciles de instalar.
Por esta razón científicos del mundo entero trabajan continuamente en la
búsqueda de nuevos materiales que den como resultado paneles solares
más baratos, eficientes, livianos, delgados y capaces de tener mayor
cantidad de aplicaciones, como hasta ser capaces de envasarse en un
spray.

Así podemos apreciar que se trabaja en la fabricación de células solares


con materiales como el cobre, indio, galio y selenio y hasta germanio.
Este último da los mejores resultados en eficiencia pero son carísimos de
fabricar, con lo cual su uso queda restringido a entidades como la
Nasa.
También se realizan células llamadas de doble o triple unión, que
usan varios elementos agregados , de capa delgada, con utilización de
tecnología sensibilizada por colorante o celda solar Graetzel, materiales
híbridos, y nanotecnología.
La energía solar presenta una serie de ventajas muy evidentes respecto a otro tipo de energías,
como la que proviene de los combustibles fósiles.
La energía solar se trata de una energía renovable que aprovecha la energía que proporciona el
sol. El sol es una fuente inagotable de energía, por tanto su producción de energía es cíclica y
nunca termina.

La energía solar también es una energía limpia. De hecho, es considerada una de las energías más
limpias. Para producir energía solar no es necesario gastar recursos naturales y tampoco realizar
ningún proceso químico o de combustión. No emite prácticamente gases contaminantes a la
atmósfera, no contribuye al cambio climático o l efecto invernadero y no tiene el problema del
almacenamiento de residuos contaminantes. Además, no produce contaminación acústica, no
provoca malos olores ni humos, etc.

Los paneles solares exigen un importante desembolso, pero tienen una vida útil muy larga y
apenas exigen costes de mantenimiento. Un panel solar tiene una vida útil de alrededor de 30-35
años.

Existen diferentes tipos de paneles solares que pueden ser instalados con diferentes objetivos y a
diferentes escalas. Por ejemplo, la energía solar fotovoltaica se aprovecha para crear energía
eléctrica, la energía solar térmica produce calor, mientras que la termoeléctrica genera calor y
electricidad a mayor escala.

No cabe duda además de que la energía solar es un paso adelante para el autoabastecimiento,
algo a lo que todos los seres humanos deberíamos aspirar. Por ejemplo, el uso de paneles solares
podría ser muy útil en lugares apartados y desfavorecidos a donde no llegue la instalación eléctrica
habitual.

Desventajas de la energía solar


Si bien es cierto que, como ya hemos visto, la energía solar presenta numerosas ventajas, también
tiene algunos aspectos menos positivos o que todavía se deben pulir.

Por un lado, la energía solar requiere de una elevada inversión inicial. Aunque han bajado de
precio, los paneles solares e instalaciones para aprovechar la energía del sol son bastante caros,
aunque los fabricantes aseguran que se amortizan en 10 años. Además, en numerosos lugares las
tasas por autoabastecerse con energía solar también son muy elevadas, por lo que obtener
rentabilidad se antoja complicado. Además, es un tipo de energía que depende de
la climatología o de la época del año en que nos encontremos, es decir, no produce la misma
cantidad de energía regularmente, aunque sí se puede almacenar para usarse en épocas de mayor
escasez de rayos solares.

Por otra parte, también está el impacto paisajístico que causan los paneles solares, sobre todo las
instalaciones a gran escala.

Cabe citar, por último, que muchos lugares idóneos para la instalación de la energía solar son
lugares áridos y desérticos, generalmente muy apartados de la civilización o de los lugares de
consumo de la energía, por lo que se necesitan de grandes infraestructuras para transportar dicha
energía.

En cualquier caso, los inconvenientes que presenta son subsanables y son mucho menos
importantes que todas sus ventajas. Una pena que, de momento, no se aprovecha ni una pequeña
parte de lo que esta energía nos puede aportar.

La gran apuesta del futuro está en las células solares orgánicas, que son células que están hechas
en base polímeros orgánicos, como puede ser ciertos tipos de plástico, que tiene las mismas
propiedades de conducción que el silicio pero que pueden ser “impresos” o “pagados” sobre casi
cualquier tipo de material.

Los paneles solares compuestos por células orgánicas son más baratos de fabricar, más livianos y
más fáciles de instalar. El gran inconveniente que presentan es que aún no logran alcanzar el nivel
de eficiencia de conversión que tienen los paneles de silicio. Aunque continuamente vemos que
los científicos logran aumentar este nivel de eficiencia, esto ocurre por el momento en ámbitos
controlados de laboratorio y aún falta bastante para que lleguen a destino comercial.
Se llama fuego al conjunto de partículas o moléculas incandescentes de materia combustible,
capaces de emitir luz visible, producto de una reacción química de oxidación violenta.
Las llamas son las partes del fuego que emiten luz visible, mientras que el humo son
físicamente las mismas pero que ya no la emiten.
Coloquialmente se le conoce también como lumbre o candela en algunos países.12

Comportamiento fisicoquímico[editar]
Esta fuerte reacción química de oxidación es un proceso exotérmico, lo que quiere decir que,
al mismo tiempo, desprende energía en forma de calor al aire de su alrededor. El aire que se
encuentra alrededor de las moléculas o partículas calientes disminuye la densidad y tiende a
flotar sobre el aire más frío (convección). En el caso particular del fuego de estado sólido, el
aire caliente viaja hacia arriba a tal velocidad que empuja aún partículas pesadas de
combustible en la misma dirección (aún calientes y brillantes), las cuales van bajando de
temperatura al igual que el aire circundante, dejando de brillar y tornándose generalmente de
un color negro como el carbón; el aire, al enfriarse, empieza a bajar de velocidad, a tal punto
que ya no puede empujar las partículas para arriba y estas empiezan (si pesan más que el
aire) a levitar sin subir, para luego caer de nuevo a tierra.

Evolución de la concepción científica del fuego[editar]


Véase también: fuego (elemento)

En la antigüedad clásica el fuego fue uno de los cuatro elementos clásicos, junto con el agua,
la tierra y el aire. Estos cuatro elementos representaban las cuatro formas conocidas de la
materia y eran utilizados para explicar diferentes comportamientos de la naturaleza. En la
cultura occidental el origen de la teoría de los cuatro elementos se encuentra en los filósofos
presocráticos de la Grecia clásica, y desde entonces ha sido objeto de numerosas obras de
expresión artística y filosófica, perdurando durante la Edad Media y el Renacimiento e
influyendo profundamente en el pensamiento y la cultura europeos. Paralelamente, el
hinduismo y el budismo habían desarrollado concepciones muy parecidas.
En la mayoría de estas escuelas de pensamiento se suele añadir un quinto elemento a los
cuatro tradicionales, que se denomina, alternativamente, idea, vacío, éter o quintaesencia
(literalmente "la quinta esencia").
El concepto de los elementos clásicos continuó vigente en Europa durante la Edad Media,
debido a la preeminencia de la visión cosmológica aristotélica y a la aprobación de la Iglesia
católica del concepto del éter que apoyaba la concepción de la vida terrenal como un estado
imperfecto y el paraíso como algo eterno.
El uso de los cuatro elementos en la ciencia se abandonó en los siglos XVI y XVII, cuando los
nuevos descubrimientos sobre los estados de la materia superaron, la concepción clásica.
En el siglo XVII, Johann Joachim Becher propuso una versión particular de la teoría de
los cuatro elementos: el papel fundamental estaba reservado a la tierra y al agua, mientras
que el fuego y el aire eran considerados como simples agentes de las transformaciones.
Todos los cuerpos, tanto animales como vegetales y minerales, estaban formados según
Becher por mezclas de agua y tierra. Defendió también que los verdaderos elementos de los
cuerpos debían ser investigados mediante el análisis, y, en coherencia, propuso una
clasificación basada en un orden creciente de composición. Becher sostenía que los
componentes inmediatos de los cuerpos minerales eran tres tipos diferentes de tierras, cada
una de ellas portadora de una propiedad: el aspecto vítreo, el carácter combustible y la fluidez
o volatilidad. La tierra, que denominó terra pinguis, se consideraba portadora del principio de
la inflamabilidad. Su nombre podría traducirse como tierra grasa o tierra oleaginosa, que en la
alquimia se conoce con el nombre de azufre, aunque Becher empleó también otras
expresiones para designarla; entre ellas, azufre flogisto (este sustantivo derivado del
griego phlogistos, que significa "inflamable"). Finalmente fue la palabra flogisto la que acabó
imponiéndose, gracias sobre todo a la labor del más efectivo defensor de sus ideas, Georg
Ernst Stahl.

Teoría de la combustión de Lavoisier[editar]


La teoría del flogisto se mantuvo hasta los años ochenta del siglo XVIII, cuando Antoine
Laurent Lavoisier, considerado el padre de la química moderna, diseñó un experimento para
contrastarla. Lavoisier colocó una pequeña cantidad de mercurio sobre un sólido flotando
sobre agua, lo cerró bajo una campana de vidrio y provocó la combustión del mercurio. Según
la teoría del flogisto, el cuerpo flotante debería estar menos sumergido tras la combustión, ya
que la cantidad restante de sustancia junto a la ceniza debería pesar menos que la inicial y el
volumen de aire dentro de la campana debería aumentar como efecto de la asimilación del
flogisto, y con ello el nivel de líquido cerrado debería ser más bajo que al comienzo. El
resultado del experimento contradijo los resultados esperados según esta teoría. Lavoisier
interpretó correctamente la combustión, eliminado el flogisto en su explicación. Las sustancias
que arden se combinan con el oxígeno del aire, por lo que ganan peso. El aire que está en
contacto con la sustancia que se quema pierde oxígeno y, por tanto, también volumen.
Con Lavoisier los químicos abandonaron progresivamente la teoría del flogisto y se apuntaron
a la teoría de la combustión basada en el oxígeno.

Mitología sobre el fuego[editar]


En la mitología griega, el Etna era el volcán en cuyo interior se situaban las fraguas de Hefesto, que
trabajaba en compañía de cíclopes y gigantes. El monstruoso Tifón yacía debajo de esta montaña, lo
que causaba frecuentes terremotos y erupciones de humo y lava.

Tragafuegos indio en Bélgica. Para que la llamarada se produzca se sopla el combustible a través de la
llama en presencia de oxígeno.

Desde que el humano comenzó a dominar el fuego, se presentó un problema importante:


encenderlo. De ahí que las religiones se convirtieran en las guardianas del fuego: mantener un
fuego permanente era importante por si los fuegos domésticos se apagaban, y de ahí que
todas las religiones, todavía ahora, mantengan un fuego encendido en el santuario.
Inicio del fuego de forma natural por la caída de un rayo en un tronco, provocando un incendio forestal.

El culto del fuego siguió al que se tributaba al Sol y casi todos los pueblos lo adoraron como el
más noble de los elementos y como una viva imagen del astro del día. Los caldeos lo tenían
por una deidad suprema. Sin embargo, en Persia es donde se extendió su culto casi
exclusivamente. Se encontraban por todas partes cercados cerrados con muros y sin techo,
dentro los cuales, se encendía asiduamente el fuego en donde el pueblo devoto venía a
ciertas horas para rogarle. Los grandes señores se arruinaban [cita requerida] arrojando en él
esencias preciosas y flores odoríferas, privilegio que miraban como uno de los mejores
derechos de la nobleza. Estos templos descubiertos fueron conocidos de los griegos con el
nombre de Pyreia (Πυραία) o Pyrateia (Πυραταία). Los viajeros modernos hablan también de
ellos como de los más antiguos monumentos del culto del fuego. Cuando un rey de Persia
estaba agonizando, se apagaba el fuego en las principales ciudades del reino y no se volvía a
encender hasta después de la coronación de su sucesor. Estos pueblos se imaginaban que el
fuego había sido traído del cielo y puesto sobre el altar del primer templo que Zoroastro había
mandado edificar en la ciudad de Xis, en la Media. Estaba prohibido arrojar a él nada que no
fuese puro, llegando a tal punto la superstición que nadie osaba mirarlo atentamente. En fin
para más imponer, los sacerdotes lo conservaban secretamente y hacían creer al pueblo que
era inalterable y se alimentaba de sí mismo. Hyde ha creído que este culto tenía por único
objeto representar al Ser Supremo.
Sea lo que fuere, esta costumbre pasó a Grecia. Ardía aun el sagrado fuego en los templos
de Apolo en Atenas y en Delfos, en el de Ceres en Mautíuaa, en el de Minerva en el de Júpiter
Ammon y en las pritaneas de todas las ciudades griegas, donde ardían continuamente las
lámparas cuidando muy particularmente que no se apagasen. Los romanos, imitadores de los
griegos, adoptaron este culto y Numa fundó un colegio de vestales, cuyas funciones consistían
en conservar el fuego sagrado. Esta religión subsistió entre los guebros o parsos, como
también en muchos pueblos de América, entre otros, en Virginia. Cuando estos pueblos
volvían de alguna expedición militar o habían salido felizmente de un peligro inminente,
encendían un gran fuego y atestiguan su alegría danzando a su alrededor con
una calabaza o campanilla en la mano, como dando gracias a este elemento por haberles
salvado la vida.
Jamás empezaban sus comidas sin haber arrojado antes al fuego el primer bocado a modo de
una ofrenda y todas las tardes los encendían cantando y danzando a su alrededor.
El fuego es igualmente una de las principales divinidades de los tártaros. No permiten acercar
a su territorio a ningún extranjero sin que antes se haya purificado pasando por entre dos
hogueras. Evitan con gran cuidado meter en el fuego un cuchillo o siquiera tocarlo con este
instrumento. Sería un crimen mayor astillar la madera con hacha cerca las llamas. Antes de
beber tienen la costumbre de volverse hacia al medio día, que es el lado que, según ellos,
corresponda el fuego, en honor del cual edifican también sus cabañas con la puerta mirando
hacia esa parte. Se construía expresamente una cabaña en el lugar en que estaba acampado
el emperador de Monomotapa, en la cual se encendía un fuego que se conservaba con un
cuidado religioso.
Los antiguos africanos tributaban los honores divinos o este elemento y mantenían en sus
templos un fuego eterno.
Los yakouts, población de Siberia, creen que existe en el fuego un ser, a quien atribuyen el
poder de dispensar los bienes y los males y le ofrecen sacrificios perpetuos. Los indios
vecinos de las orillas de Columbia miraban el fuego como un ser poderoso y terrible. Le
ofrecían constantemente sacrificios y le suponían igualmente árbitro del bien y del mal.
Buscaban su apoyo porque solo él podía interceder con su protector alado y procurarles todo
lo que deseaban como hijos varones, esto es, una pesca y una caza abundante, en una
palabra todo lo que a su modo de ver constituía la riqueza y el bienestar.
Los chinos que habitan los confines de Siberia reconocen un dios del fuego. Durante la
residencia de M. Pailas en Maiinatschiu, se pegó el en la población; las llamas devoraban
muchas casas y sin embargo, ningún habitante procuraba atajarlo. Todos permanecían
alrededor del incendio en una consternación inactiva; algunos arrojaban tan solo por intervalos
gotas de agua en él para apaciguar al dios, que decían, había escogido sus habitaciones por
un sacrificio. Si los rusos no hubiesen extinguido el incendio, toda la ciudad habría quedado
reducida a cenizas.

Significado simbólico e iconología[editar]


Fuego en la ceremonia de la cena del solsticio de invierno (Muy Resp.'. Gr.'. Log.'. Nacional Mexicana
"Independencia No. 2")

Este elemento tuvo altares, sacerdotes y sacrificios en muchísimas comunidades del planeta.
Los romanos lo representaban bajo la figura de Vulcanoen medio de los cíclopes.
Una vestal cerca de un altar sobre el cual arde el fuego sagrado o una mujer teniendo un vaso
lleno de él con una salamandra a sus pies son también símbolos por medio de los cuales los
antiguos representaban el fuego. Cesare Ripa y Gravelot han juntado a estos emblemas la
presencia del Sol, principio del calor y de la luz, y el fénix, que muere y renace en este
elemento, expresión simbólica que, en opinión de los filósofos, creían que el mundo sería
consumido algún día por las llamas para renacer más brillante y perfecto.3
La masonería también incluye el fuego entre sus símbolos: es uno de los cuatro elementos
que, al igual que en las culturas de la Antigüedad, son presencia permanente en el lenguaje y
en los trabajos de las logias. La masonería toma el significado simbólico antiguo del fuego y
reconoce su doble naturaleza: creación e iluminación, por un lado, y destrucción y purificación,
por el otro.4
Peligros[editar]

Un incendio en una casa de Nueva Orleans, tras el paso del Huracán Katrina en 2005.

El fuego conlleva un conjunto de peligros, el primero y más evidente son las quemaduras.
También otros como la intoxicación por inhalación de humo.
En el apartado de psicología está la piromanía, que se define como una enfermedad en la que
una persona siente la necesidad de quemar algo y cuanto más grande sea el fuego mejor
(para él). Esto ha provocado incendios forestales intencionales.
La guitarra, también conocida como guitarra clásica o guitarra española,1 es
un instrumento musical de cuerda pulsada, compuesto de una caja de resonancia, un mástil
sobre el que va adosado el diapasón o trastero —generalmente con un agujero acústico en el
centro de la tapa (boca)—, y seis cuerdas. Sobre el diapasón van incrustados los trastes, que
permiten las diferentes notas. Algunos instrumentos de su familia son el cuatro, el ukelele,
el requinto, el charango y distintos tipos de guitarrón, como el guitarrón mexicano, de uso
frecuente por los mariachis.
Es el instrumento más utilizado en géneros como blues, rock y heavy metal, sobre todo en su
variante eléctrica, mientras que en el flamencose suele usar una guitarra española con ligeras
variaciones, conocida como guitarra de flamenco. La guitarra clásica es también bastante
frecuente entre los cantautores, así como en el folclore de varios países.
La guitarra ha sufrido variaciones en su forma a lo largo de los siglos. Además del número de
cuerdas, las variaciones del instrumento han surgido para adaptarlo a las necesidades del
intérprete hasta adoptar la forma actual. Este instrumento está fabricado
con maderaprácticamente en su totalidad. Hoy en día se utilizan muy diversos tipos, aunque
comúnmente los más empleados son principalmente la madera de palisandro de la India y
otros: abeto, caoba, cedro de Canadá, pino, ciprés (muy popular entre las guitarras que se utilizan
entre los guitarristas flamencos) y ébano. Hoy en día los constructores diferencian entre la
construcción de un instrumento clásico o flamenco, aunque esto no siempre tenga criterios
musicales o sonoros, y sí estéticos y de moda. Algunos afirman que las maderas o el tipo de
construcción depende según la guitarra sea clásica o flamenca,2 aunque los hechos indican que
durante muchos años en el siglo XX los guitarreros no llevaran a cabo esas diferenciaciones.
Básicamente, está compuesta por la caja de resonancia, el mástil, el puente, el diapasón,
los trastes, las cuerdas y el clavijero. No obstante, algunos guitarristas han personalizado sus
guitarras y pueden poseen más de un diapasón o sobrepasan las 6 cuerdas. Las más populares de
7 cuerdas se utilizan en la música popular brasileña, la de 8 cuerdas que popularizó el gran José
Tomás, o la de 10 cuerdas de Narciso Yepes. Sin embargo, no es una cuestión generalizada.
Durante el siglo XIX existieron guitarras de muy diversos tipos, como guitarras-arpa con numerosas
cuerdas.

Incluso recientemente y con criterios de sonoridad y volumen, el guitarrista uruguayo Abel


Carlevaro patentó un modelo en el que se ampliaba el volumen de la caja eliminando el óvalo
superior de la guitarra, y se prescindía del orificio de la tapa armónica, para que esta tuviera
mayor superficie de vibración, y por lo tanto mejor sonido y de mayor volumen. Sin embargo, el
modelo que siempre ha prevalecido durante los últimos dos siglos sigue siendo la guitarra
convencional de 6 cuerdas y de la forma de 8 que todos reconocemos.2

Tras ser encolados todos los elementos que forman la caja de resonancia, se une con el mango y
se incluyen refuerzos en el contorno de las dos tapas (cenefas), en el centro del fondo y en las
uniones inferiores y superiores de los aros. Posteriormente se adhiere el diapasón. Entre el mástil
y el clavijero se coloca la cejilla que sirve para apoyar y separar las cuerdas. La cejilla
habitualmente es de marfil, hueso, plástico o incluso metálica, en función de la calidad del
instrumento.2

Una vez que todos los elementos que la forman han sido unidos, se procede a su barnizado.
Existen dos formas de llevar a cabo este proceso, una más costosa y trabajosa que consiste en
barnizar el instrumento a mano con goma laca; y la otra barnizarlo con una pistola a base
de poliuretano que seca rápidamente. El inconveniente de este último método es que el barniz
forma una placa sobre la caja de resonancia que le resta sonido al instrumento.2

Posteriormente se realiza el aplanado del diapasón y la colocación de los trastes, los cuales suelen
ser de alpaca o latón. Es sumamente importante que el trasteado sea perfecto ya que de él
depende la afinación de la guitarra. Acto seguido, en la parte inferior de la tapa armónica se
colocan las clavijas y las cuerdas. Antiguamente las cuerdas eran de tripa de animal pero en las
guitarras modernas son de nailon.2

Caja de resonancia[editar]

Artículo principal: Caja de resonancia

La caja de resonancia está conformada por el fondo, la tapa armónica y los aros laterales. Los dos
primeros son planos. El fondo puede estar construido en madera de palisandro mientras que la
tapa puede ser de pino, abeto, cedro o, en ocasiones, de ciprés. La tapa armónica tiene una
perforación en su parte intermedia, llamada "boca", adornada con la llamada "roseta". La tapa
está reforzada por entre cinco a nueve barras finas de madera que reciben el nombre de
"espinetas". Estas espinetas están dispuestas en la parte interior y tienen forma de abanico. El
número de varetas dentro de una guitarra depende del fabricante de la misma. Los aros son dos
piezas largas y estrechas fabricadas con la misma madera del fondo, curvadas a fuego y unidas en
los extremos superior e inferior de la caja. Su unión se asegura en el interior con dos tacos de
madera colocados uno en la base del mango y otro en la parte contraria. Los aros están reforzados
a lo largo de su parte interna con dos tiras de madera que reciben el nombre de "contrafajas".2

Mástil[editar]

El mástil está construido con madera de cedro o nogal y está formado por el clavijero, el mástil y la
quilla o zoque. En las guitarras modernas las clavijas están incluidas dentro de clavijeros metálicos,
a diferencia del método empleado en guitarras anteriores que consistía en insertar directamente
las clavijas en la madera del clavijero. El clavijero está situado en el extremo del diapasón. Los
clavijeros modernos tienen dos cortes verticales y están preparados para recibir los huesos, que
son las pequeñas piezas en las que las cuerdas van enrolladas. Las clavijas metálicas quedan en la
parte exterior del clavijero y se emplean para afinar el instrumento mediante la tensión que
ejercen sobre las cuerdas. Su tensión puede modificarse para la afinación mediante un sistema de
tornillos sin fin impulsados por las clavijas, que implican pequeños rodillos sobre los cuales se
envuelven las cuerdas. Estas pasan a continuación por el puente superior, en el cual se cavan
pequeños surcos que guían cada cuerda hacia el diapasón hasta llegar al clavijero. El clavijero
puede llamarse también pala o maquinaria; de este mecanismo depende la afinación de las
cuerdas de la guitarra.

La parte más larga del mango recibe el nombre de mástil y está cubierto con el diapasón, que es
un trozo de madera, habitualmente de palisandro o ébano, sobre el que presionan los dedos las
cuerdas de la guitarra. La quilla o zoque es la base del mango que se fija a la caja de resonancia.2

Historia[editar]

Artículo principal: Historia de la guitarra

Colección de guitarras del Museo de la Música de Barcelona.

Ilustración de una viola de péndola, instrumento de un salterio carolingiodel siglo IX.

Origen[editar]

Los orígenes y evolución de la guitarra no están demasiado claros, ya que numerosos instrumentos
similares eran utilizados en la antigüedad, por lo que es usual seguir la trayectoria de este
instrumento a través de las representaciones pictóricas y escultóricas encontradas a lo largo de la
historia. Existen evidencias arqueológicas en bajorrelieves encontrados en Alaça Hüyük (norte de
la actual Turquía) de que en torno al año 1000 a. C. los hititas y asirios crearon instrumentos de
cuerda parecidos a la lira (el instrumento de varias cuerdas más sencillo y antiguo del mundo) pero
con el agregado de una caja de resonancia, por lo que serían antecesores de la guitarra. También
se han encontrado representaciones en dibujos del antiguo Egipto que se asemejan a la guitarra.23
4
Existen varias hipótesis acerca de sus orígenes. Una de ellas le da un origen grecolatino y afirma
que es un descendiente de la fidícula. Otra de las más populares considera que la guitarra es un
instrumento introducido por los árabes durante la conquista musulmana de la península ibérica y
que posteriormente evolucionó en España.3 Ambas hipótesis tienen su razón etimológica. Al
parecer los primeros cordófonos llegaron hasta los griegos, que deformaron ligeramente su
nombre, kithára o kettarah. Según Corominas, la acentuación revela el origen de la palabra en el
griego kithára. La palabra cíthara que derivaría después en cítara y finalmente cedra en castellano
parece que sería utilizada para el instrumento sin mango (más parecido a la lira), mientras que se
supone que el vocablo griego se habría utilizado para el instrumento al que se le habría añadido un
mango al comienzo de nuestra era. Muchos estudiosos y musicólogos atribuyen la llegada de la
guitarra a España por medio del Imperio romano en el año 400.234 La otra hipótesis tiene su
fundamento etimológico en la palabra árabe para guitarra, qīṯārah,5 que si bien igualmente
originaria del griego, podría haber sido introducida por los conquistadores árabes y no por los
romanos. Hay también una hipótesis arabista acerca del origen del laúd que sostiene que el primer
instrumento con mástil fue la ud árabe, cuyo nombre los españoles terminaron fundiendo
erróneamente con su artículo: «la ud» femenina se convirtió en el masculino "laúd". Fueron
precisamente los árabes quienes introdujeron el instrumento en España, donde evolucionó de
acuerdo a los gustos musicales de la plebe bajo dominación árabe.

En la India estos instrumentos eran conocidos en idioma sánscrito como sitar (instrumento
descendiente de la vina), palabra que proviene de dos palabras indoeuropeas que darían origen a
la palabra española "guitarra": la raíz guīt (que produjo las palabras sánscritas guitá: ‘canción’
(como en el Bhagavad-guitá, la ‘canción del Señor’), o sangīt: ‘música’) y la raíz tar, que significa
‘cuerda’ o ‘acorde’.

Edad Media[editar]

Una guitarra morisca o mandora.

En los siglos XI y XII pueden distinguirse dos tipos de "guitarres" o "guiternes". Por un lado
la morisca o mandora, con forma ovalada de media pera y que se asemeja al laúd árabe y a
la mandolina. Por otro lado la guitarra latina, una evolución de las
antiguas cedras, cítolas y cítaras, de fondo plano, unida por aros con mango largo y cuyo clavijero
era similar al del violín. La primera de ellas concuerda con la hipótesis del origen oriental de la
guitarra, una especie de laúd asirio que se habría extendido por Persia y Arabia, hasta llegar a
España durante la estancia árabe en la península ibérica. La segunda, reforzaría la hipótesis del
origen greco-latino del instrumento. Ambos tipos están representados en las miniaturas de
las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio, de 1270, aunque una de las representaciones
más antiguas que se conservan está en Europa Occidental, en un Pasionario de la abadía de
Zwiefalten, del año 1180.234

En el siglo XIV, los poetas medievales franceses Guillaume de Machaut y Eustache


Deschamps nombran en sus obras a la "guiterna", sin precisar el tipo.2

La guitarra latina evolucionó hasta dar lugar a dos instrumentos diferentes: la vihuela, que estaba
dotada de seis órdenes (cuerdas dobles) y que tuvo una amplia difusión entre la aristocracia y
los trovadores y músicos profesionales; y la guitarra, de cuatro órdenes y de uso más popular.3

Siglo XVI[editar]

Tres libros de música en cifra para vihuela, publicado en 1546 por Alonso Mudarra, contiene la
primera obra para guitarra de cuatro órdenes.

En el siglo XVI comienzan a realizarse numerosas composiciones para guitarra. Esta gran
producción tiene como centro a España.2 La primera obra conocida para guitarra de cuatro
órdenes aparece en la obra Tres libros de música en cifra para vihuela, publicada en 1546
por Alonso Mudarra en Sevilla. En esa época era habitual confundir los nombres de estos
instrumentos, y fue a finales de siglo cuando comenzaron a diferenciarse. La guitarra fue utilizada
principalmente como instrumento de acompañamiento y principalmente con la técnica del
rasgueado.36

Siglo XVII[editar]

El tratado más antiguo sobre la guitarra española fue publicado en Barcelona en 1596 por Juan
Carlos Amat con el título de Guitarra española de cinco órdenes...7 En 1606 Girolamo
Montesardo publicó en Bolonia la primera gran obra para guitarra titulada Nuova inventione
d'involatura per sonare Il balleti sopra la chitarra espagnuola y G. A. Colonna Intavolatura di
chitarra alla spagnuola en 1620.6

Habitualmente se atribuye la inclusión de la quinta cuerda al músico y poeta andaluz Vicente


Espinel. La atribución de esta invención la realizó Lope de Vega, pero fue refutada por Nicolao
Doici de Velasco (1640) y por Gaspar Sanz (1684) en sus tratados sobre la guitarra española.
Sustentan sus afirmaciones en el hecho de que once años antes del nacimiento de Espinel,
Bermudo mencionó una guitarra de cinco órdenes. No obstante, aunque Espinel no fuera el
inventor de la guitarra española de cinco órdenes, probablemente fue quien más se encargó de su
difusión popular en todas las clases sociales de España.6 Gaspar Sanz dice al respecto en el prólogo
de su libro Instrucción de música sobre la guitarra española:[cita requerida]
Los italianos, franceses y demás naciones, la gradúan de española a la guitarra, la razón es porque
antiguamente no tenía más que cuatro cuerdas y en Madrid el maestro Espinel, español, le
acrecentó la quinta y por esto, como de aquí, se originó su perfección. Los franceses, italianos y
demás naciones a imitación nuestra, le añadieron también a su guitarra la quinta y por esto la
llaman Guitarra española.

El Nuevo método por cifra para tañer guitarra de cinco cuerdas publicado en 1630 Doici de Velasco
es el más antiguo conocido y en él afirma:2

En Francia, Italia y demás países, a la guitarra se le llama española desde que Espinel puso la
quinta cuerda, quedando tan perfecta como el laúd, el arpa, la tiorba y el clavicordio y aún más
abundante que estos.

Gaspar Sanz, Instrucción de música sobre la guitarra española, 1674.

Otros autores contribuyeron de forma destacada a la literatura sobre la guitarra, como Luis de
Briceño en 1626, Lucas Ruiz de Ribayaz y Francisco Guerau, entre otros. En la Península Ibérica la
guitarra era ya muy utilizada a finales del siglo XVII, cuando Gaspar Sanz compuso su Instrucción de
música sobre la guitarra española y método de sus primeros rudimentos, hasta tañerla con
destreza.6 Anteriormente había guitarras de nueve cuerdas: una cuerda simple y cuatro "órdenes".

En todo caso, parece claro que fue en España donde tomó carta de naturaleza, pues a diferencia
de las guitarras construidas en otros países y lugares de Europa, donde se fabricaban guitarras
sobrecargadas de incrustaciones y adornos que la hacían casi imposible de tocar, la guitarra
española se hacía para ser tocada y fue tan popular que incluso Sebastián de Covarrubias, capellán
de Felipe II y lexicógrafo español, llegó a decir: "La guitarra no vale más que un cencerro, es tan
fácil de tocar que no existe un campesino que no sea un guitarrista".8

Aunque todos los países reivindican su intervención en la invención de la guitarra (con especial
mención de Francia) aspectos tales como la forma, la estructura y la afinación, derivan
directamente de la guitarra tal como los violeros ibéricos la diseñaban, sin olvidarnos de los
europeos como Johan Stauffer, de quien derivan los diseños de su discípulo C. F. Martin.8

Siglos XVIII y XIX[editar]

Iniciado el siglo XVIII Jacob Otto agrega la sexta cuerda a la guitarra y se estandariza la afinación
moderna, el cambio más significativo sufrido por este instrumento. A mediados del siglo XIX la
historia de la guitarra moderna alcanza un gran apogeo con el español Francisco Tárrega, creador
de la escuela moderna y autor del cambio en el uso del posicionamiento de las manos y la manera
de pulsar las cuerdas.4

Guitarra romántica. Hacia 1830.

A finales del siglo XVIII y principios del XIX, algunas guitarras usaban seis cuerdas simples y
emplearon unas barras de refuerzo debajo de la tapa armónica. Estas barras fueron añadidas para
reforzar la estructura y permitieron adelgazar la tapa para obtener una mayor resonancia y una
mejor distribución del sonido a lo largo de la tapa armónica. Otros desarrollos contemporáneos
incluyen el uso de un mástil reforzado y elevado usando madera de ébano o palisandro, y la
aparición de un mecanismo de tornillo metálico en lugar de las clavijas de madera para afinar. Es
importante destacar que el trastero elevado ha tenido un gran impacto en la técnica del
instrumento porque las cuerdas estaban demasiado lejos de la tapa armónica de forma que había
que apoyar uno de los dedos de la mano derecha para que sirviera de soporte a los demás. Estas
guitarras serían reconocidas inconfundiblemente como las primeras guitarras clásicas.

En los comienzos del siglo XIX, en los trabajos de los españoles Agustín Caro, Manuel González,
Antonio de Lorca, Manuel Gutiérrez y otros constructores europeos incluyendo a René Lacote y
al vienés Johann Stauffer encontramos las características de los precursores más directos de la
guitarra clásica moderna. Johann Stauffer tiene una reputación legendaria. En su tienda aprendió a
construir guitarras C. F. Martin, que luego se trasladaría a Estados Unidos y cuya firma sigue
construyendo guitarras hoy en día. También desarrolló el trastero elevado, a petición de Luigi
Legnani, el guitarrista y primer intérprete de los conciertos del violinista genovés Niccolò Paganini.
Sus otros avances en la construcción de la guitarra incluyen un mástil ajustable y reforzado con
acero y las clavijas de tornillo sin fin que todavía se usan en las guitarras modernas.

Hacia 1850 empezó el trabajo de Antonio de Torres. Con el apoyo de Julián Arcas,
ambos almerienses, y sus propias y brillantes intuiciones, Antonio Torres Jurado refinó los
soportes estructurales de la guitarra incluyendo siete varas extendidas bajo la tapa armónica.
Aumentó también el tamaño de la caja de resonancia y el ancho del mástil. Estas innovaciones
influyeron en la mejora del volumen del sonido y la respuesta en los bajos así como el
descubrimiento de una técnica para la mano izquierda para el enriquecimiento del repertorio.
Ahora la guitarra ya estaba preparada tanto para las demandas del solista como para las del
conjunto instrumental. La tradición constructiva en Almería se ha mantenido hasta nuestros días
con constructores como Gerundino Fernández García y Juan Miguel González.

Siglo XX[editar]

El lutier español José Ramírez III junto al guitarrista Narciso Yepes le agregaron cuatro cuerdas más
en las graves, sobre un amplio mástil cuyos múltiples trastes permiten ampliar notablemente la
gama de sonidos de la mano izquierda. Narciso Yepes tocó por primera vez esta guitarra de diez
cuerdas en Berlín en 1964 y, a partir de ese año, fue su instrumento habitual en los conciertos,
especializándose en piezas renacentistas y barrocas.

Guitarra, ukelele y charango.

Tipos de guitarra[editar]

Existen innumerables tipos de guitarras, aunque hoy en día podríamos diferenciar dos tipos
básicos: la guitarra clásica y la guitarra flamenca. La guitarra flamenca tal y como se entiende hoy
en día, tiene la caja de resonancia de un tamaño ligeramente menor que la clásica, y utiliza
distintas maderas en su construcción (tradicionalmente el ciprés). Existen algunas otras
variaciones que hacen que su ejecución resulte más percusiva.

Una variedad de la guitarra clásica o española es la guitarra acústica, cuya diferencia principal es el
material de sus cuerdas, que es el metal en lugar de la tripa o el nailon y el tamaño de la caja que
le da una mejor acústica que la guitarra clásica. Procede de Estados Unidos.[cita requerida] Suele ser de
mayor tamaño y con el tiempo evolucionó para adoptar un sistema alimentado por energía
eléctrica (pastillas eléctricas), dando lugar a la guitarra eléctrica.

Guitarra acústica[editar]

Artículo principal: Guitarra acústica


Guitarra acústica.

Sonido de guitarra clásica. Romance Anónimo

La guitarra acústica es un tipo de guitarra con cuerdas de nailon y alambre, pero también pueden
estar hechas de metal, cuyo sonido se genera mediante la vibración de las cuerdas que se
amplifican en una caja acústica de madera o algún acrílico. El adjetivo "acústica" es tomado
directamente del inglés acoustic guitar por el uso que de dicho adjetivo hacen los anglófonos, para
diferenciar la guitarra de caja con respecto a la guitarra eléctrica. Es claramente redundante, pues
la guitarra, por definición, es un instrumento acústico. La guitarra acústica deriva de los diseños
de C. F. Martin y Orville Gibson, principalmente, luthieres estadounidenses que desarrollaron su
actividad principalmente a finales del siglo XIX. También son conocidas como western
guitars (literalmente "guitarras del oeste"), lo que se acerca más a su naturaleza y a la clase de
música que las hizo populares.

Como las españolas estas guitarras se llaman así por emitir su sonido sin ningún tipo de
amplificación eléctrica, solo por transducción de la fuerza mecánica.

Guitarra de flamenco[editar]

Artículo principal: Guitarra de flamenco


Guitarra de flamenco con dos golpeadores.

En España existe una variante muy extendida, similar a la guitarra clásica, que es difícil distinguir a
simple vista, conocida como guitarra de flamenco o guitarra flamenca. Varía su sonido por una
construcción ligeramente distinta y el uso de distintos tipos de maderas. La guitarra flamenca
tiene un sonido más percusivo, su caja es un poco más estrecha, y generalmente las cuerdas están
más cerca del diapasón, lo que facilita su ejecución.

La guitarra flamenca tiene menos sonoridad y ofrece menos volumen que una guitarra española
de concierto, pero su sonido es más brillante, y su ejecución es más fácil y rápida, debido a la
menor distancia de las cuerdas al diapasón, lo que permite que se pueda hacer menos presión con
los dedos de la mano izquierda sobre el diapasón. Tradicionalmente las clavijas de afinación eran
completamente de palo y se embutían en la pala de la guitarra de forma perpendicular a ella. Hoy
en día algunos constructores pueden utilizar clavijeros de mecánica moderna pero que imitan a los
antiguos, con lo que se aúna la precisión de la modernidad guardando la estética tradicional. Suele
llevar debajo de la roseta o agujero un guardapúas, golpeador o protector (a veces también uno
superior), para evitar que los rasgueos y golpes que se dan en la tapa armónica, tan típicos en
el flamenco, afecten a la madera.

La guitarra flamenca ha tenido tradicionalmente una clara función de acompañamiento del cante y
del baile. Sólo en la década de 1970 ha sido cuando la guitarra flamenca de concierto ha sido
reconocida, de la mano del guitarrista de Algeciras Paco de Lucía.

Guitarra italiana[editar]
Chitarra battente.

La guitarra italiana (chitarra battente) es un tipo de guitarra tradicional del sur de Italia (Calabria,
Puglia, Basilicata, Abruzos, Molise y Campania). Existe desde el siglo XIV y una de sus
características distintivas es que tiene forma de ocho alargado.

Guitarra eléctrica[editar]

Artículo principal: Guitarra eléctrica


Guitarra eléctricaMarca Epiphone Modelo Les Paul.

Una guitarra eléctrica es una guitarra con uno o más transductores


electromagnéticos llamados pastillas o micrófonos que convierten las vibraciones de las cuerdas
en señales eléctricas capaces de ser amplificadas y procesadas.

Hay tres tipos fundamentales de guitarras eléctricas: las de cuerpo sólido, las de cuerpo semisólido
y las de cuerpo hueco. Históricamente las primeras en inventarse fueron las de cuerpo hueco, al
derivarse de guitarras de caja a las que se incorporaba un micrófono para poderse escuchar en las
bandas de jazz.

Las guitarras de cuerpo sólido carecen de caja de resonancia, de forma que el cuerpo es una pieza
maciza (casi siempre de madera, pero hay algunos casos de plástico o metálicos -sobre todo
experimentales- en el que van embutidas las pastillas.

Las guitarras eléctricas de cuerpo semisólido se caracterizan a veces por tener agujeros al exterior
con formas en "f", similares a los de las cajas de resonancia de los violines y otros instrumentos
acústicos. Las guitarras semisólidas, tienen un bloque central para evitar los acoples o "feedback".

Algunas guitarras eléctricas también cuentan con un sistema que, por el accionar de una palanca
en el puente, se genera un efecto de vibrato. La guitarra eléctrica necesita siempre ser conectada
a un amplificador o a un sistema de amplificación, mediante un cable.

Entre los fabricantes reconocidos de este tipo de guitarras se encuentran marcas


como Rickenbacker, Gibson, B. C.
Rich, Fender, Epiphone, Squier, Ibanez, PRS, Jackson, Parker, Cort, Yamaha, Dean, ESP, Schecter,
entre otros.

Guitarra electroacústica[editar]

Una guitarra electroacústica es una guitarra acústica a la que se le han añadido pastillas,
micrófonos o transductores para amplificar su sonido. También son llamadas guitarras
electrificadas, término que hemos de reputar sinónimo, y que resalta el hecho de que el sistema
de previo puede haberse instalado en origen o por el propio usuario.

La electrificación de una guitarra de caja hace innecesario el uso del micrófono externo, ya que se
conecta como una guitarra eléctrica a un amplificador. Ello evita en gran medida los acoples y
facilita la labor del ingeniero de sonido en las grabaciones. Sin embargo, el sonido no es
exactamente el mismo, ya que el micrófono que recoge el sonido se encuentra dentro de la caja y
no fuera, que es donde se escucha el sonido real de la guitarra.

La diferencia entre una guitarra electroacústica de cuerdas de metal y una guitarra eléctrica de
caja (que son las que se usan habitualmente en el jazz) es sobre todo el tipo de transductor: en la
primera se emplea un transductor piezoeléctrico, que da un sonido más cristalino, agudo y
natural; en la guitarra eléctrica se incorporan transductores electromagnéticos, que dan un sonido
distinto, más cargado de frecuencias medias.

Guitarra MIDI[editar]
Son guitarras especiales o adaptadores para guitarras convencionales que permiten controlar un
sintetizador vía MIDI (protocolo de transmisión de datos que permite enviar información musical
entre distintos dispositivos conectados por medio de cables). De esta manera, un guitarrista que
no tiene habilidad para ejecutar un teclado o un órgano electrónico puede dispararlos desde una
guitarra MIDI.

Una técnica básica es la de utilizar un conversor monofónico de frecuencia de audio a MIDI


tomando la señal de audio de la guitarra por medio de colocar un micrófono en la boca de la
misma o por medio de su salida de audio. También se comercializan puentes más sofisticados que
pueden detectar la vibración de cada cuerda por separado de tal forma de poder ejecutar acordes,
es decir, que poseen polifonía de 6 voces o simultaneidad de disparo de notas.

Guitarras del Renacimiento y Barroco[editar]

Detalle de La guitarrista, de Johannes Vermeer (1672), donde se aprecia una joven tañendo
una guitarra barroca.

La guitarra renacentista y la guitarra barroca son los instrumentos que se interpretaban durante
el Renacimiento y Barroco. Se trata de ancestros de las guitarras clásicas. En los últimos años ha
proliferado la construcción de reproducciones modernas de estos instrumentos con los que se
suele interpretar música de la época. Son guitarras más delicadas y producen un sonido más débil,
debido a que las técnicas constructivas utilizadas no permitían que el instrumento tuviera la
firmeza de las guitarras actuales. Las cuerdas soportaban mucha menos tensión y por ello su
volumen es mucho menor. Son más fáciles de distinguir de otras guitarras, ya que su cuerpo es
más delgado y plano y en muchas ocasiones suelen tener una ornamentación muy profuso, que a
menudo incluso cubre el agujero de la tapa armónica con rosetas decorativas de una gran belleza .

Guitarra campesina (Viola Caipira)[editar]

Esta guitarra, común en el folclore brasileño, tiene un tamaño inferior al de una guitarra española,
aunque sus proporciones similares. Consta de cinco órdenes de cuerdas metálicas que a diferencia
de las guitarras acústicas se pulsan con las uñas. Puede estar afinada de numerosas formas siendo
habituales las afinaciones abiertas.

Guitarra rusa[editar]
Esta guitarra tiene siete cuerdas en vez de seis. La afinación de esta guitarra es completamente
distinta a la española; tradicionalmente, se utiliza una afinación abierta en Sol mayor. Otro
instrumento popular ruso es la balalaica, que aunque de cuerda pulsada es poco parecido en
forma o en técnica interpretativa a la guitarra ya que esta tiene tres cuerdas y dos con la misma
afinación .

Variaciones sobre la guitarra tradicional[editar]

Guitarra horizontal

Guitarras eléctricas

horizontales

Desde sus inicios la guitarra fue objeto de experimentaciones muy numerosas, y solo una parte de
estos instrumentos son todavía utilizados hoy, hasta de manera marginal.

Las primeras guitarras tenían cuatro cuerdas como los instrumentos de los que procedía, luego se
agregó una quinta y posteriormente una sexta (el bordón), que terminó siendo el modelo estándar
de seis cuerdas.

Una de las variaciones más frecuentes es aumentar el número de cuerdas. Por ejemplo doblando
su número, de seis a doce; las seis acostumbradas, acopladas individualmente a su octava
respectiva (salvo las dos más agudas, que quedan duplicadas al unísono). Además de la guitarra de
doce cuerdas, tiene relativa importancia la guitarra tenor, de cuatro (usada entre otros por el
guitarrista de jazz Tiny Grimes).

Narciso Yepes popularizó una guitarra de diez cuerdas, intentando añadir cuerdas para poder
interpretar el repertorio de laúd barroco, instrumento de múltiples cuerdas. Muchos de sus
discípulos adoptaron su técnica, aunque hoy en día no son muchos aún podemos encontrar
guitarristas que interpretan el repertorio guitarrista en este instrumento.

Nada tiene que ver con el asunto del diseño el hecho de que algunos intérpretes ajusten su
instrumento a su forma de tocar, como los miembros del grupo de rock The Presidents of the
United States of America, que utilizan una guitarra en la que tres de las seis cuerdas han sido
retiradas, y un bajo de dos cuerdas. De la misma manera, Keith Richards (guitarrista de The Rolling
Stones), a menudo retira la cuerda de mi grave de sus guitarras.

También se pueden citar:

 La guitarra fretless (sin trastes), cuyo mástil es completamente liso, sin trastes, con lo cual
las notas se obtienen a manera de un violonchelo (la afinación no viene dada por el traste,
sino que hay que “buscarla”). Son más comunes los bajos fretless.

 La guitarra barítona, que tiene seis cuerdas pero un tiro más largo.

 Las guitarras para aprendizaje, de dimensiones reducidas (talla 1/2 o 3/4), para facilitar su
ejecución por niños

 La guitarra con doble diapasón. Permite tocar con dos distintas afinaciones (de manera
alternativa o incluso simultánea) durante la misma obra, sin tener que cambiar de
guitarra. La mayoría de las guitarras dobles tienen una guitarra con doce cuerdas y la otra
con seis cuerdas. Existen otras versiones como el instrumento de Mike Rutherford, bajista
de Genesis, que es una guitarra de doce pegado a un bajo, o el caso del bajista
argentino Javier Malosetti que utiliza una bajo de cinco cuerdas pegado a una guitarra de
6 cuerdas.

 La guitarra eléctrica sin clavijero, construida desde mediados de los años ochenta por la
empresa Steinberger. El clavijero se encuentra en el puente de la guitarra, en lugar de
estar en la cabeza.

 La guitarra slide o guitarra horizontal. Se usa casi siempre con el slide o tubo de metal o
vidrio que cubre todo el dedo. Muy utilizada por David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd.

 La guitarra de siete cuerdas. Además de las seis cuerdas de la guitarra, se le incorporan


una séptima cuerda, más grave. La nota de la séptima cuerda es un SI. Existen también
guitarras de ocho cuerdas con la misma idea. incluso existen guitarras con otros
instrumentos incorporados en el cuerpo de la guitarra como la guitarra Pikasso que posee
42 cuerdas (de Pat Metheny).

 La Foldaxe, guitarra plegable inventada por Roger Field para Chet Atkins para viajar (en el
libro Me and My Guitars de Atkins).
 La dinarra, una guitarra dinámica microtonal.

 La guitarra arpa (harp guitar), guitarra con un clavijero añadido de cinco o seis cuerdas
más para hacer los bajos, y también otra entrada a la caja de resonancia que, a la cual
también se le hace un agregado en forma de brazo ondulado.

 La guitarra sintetizador (guitar synth), que resulta ser una guitarra con un sintetizador
incorporado.

Afinación[editar]

Las cuerdas de la guitarra se numeran de abajo hacia arriba ―desde la más aguda hacia la
más grave―, con números ordinales: primera cuerda o cuerda prima, segunda cuerda, tercera
cuerda, etc. También se las nombra por su nota de afinación, al igual que se hace con el violín, la
viola, el violonchelo y el contrabajo:

1. la cuerda mi (la primera cuerda, afinada en el mi4);9

2. la cuerda si (la segunda cuerda, afinada en el si3);

3. la cuerda sol (la tercera cuerda, afinada en el sol3);

4. la cuerda re (la cuarta cuerda, afinada en el re3);

5. la cuerda la (la quinta cuerda, afinada en el la2);

6. la cuerda mi (la sexta cuerda, afinada en el mi2).

La misma afinación de las cuatro cuerdas graves bajada una octava (de la tercera a la

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