Vous êtes sur la page 1sur 27

UNIVERSIDAD NACIONAL DE

LOMAS DE ZAMORA

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO

Catedra: Dr. Núñez. Lunes 19 a 21 hs y


Jueves 19 a 22 hs

Alumnos:

Cristaldo, Federico. DNI: 38.148.057

D'Occhio Gabriel. DNI: 33.442.216

Fachal Lagos, Alejandra Patricia. DNI:

26.526.685

Puey, Juan Manuel. DNI: 36.084.016

1
INDICE TEMÁTICO

PLANTEO DEL CASO………………… Página 3

INTERNACIONALIDAD DEL CASO… Página 5

JURISDICCIÓN… …………………….. Página 6

CUESTION PREVIA: MATRIMONIO.. Página 8

CUESTION PREVIA: TESTAMENTO. Página 13

BS INM.Y MUEB REGISTRABLES…. Página 21

BIBLIOGRAFÍA………………………… Página 27

2
El Sr. Severino muere el día 12 de abril de 2019 a los 42 años en
Uruguay. Si bien Severino era uruguayo, su último domicilio estuvo en
Buenos Aires, precisamente en Lomas de Zamora.

El Sr. Severino se había mudado a Argentina hacía 20 años. Una vez


instalado en el país, al año siguiente se casó con Magdalena. Esto ocurre
cuando Severino tenía la edad de 18 años. De dicha unión nacieron sus dos
hijos, Rufino y Aldana, quienes al momento del deceso del causante tenían
18 y 19 años respectivamente, los cuales habían cortado todo vínculo
afectivo con su padre debido a diferencias familiares.

El causante, de buen pasar económico a raíz de su profesión


(Contador), tenía a su nombre un bien inmueble en Buenos Aires, donde
vivía, y un bien inmueble en Piriápolis, Uruguay, destino que siempre le
fascinó desde joven. Además tenía una camioneta marca Jeep, dominio AB
416 JK, la cual se encontraba registrada en Argentina, pero físicamente
estaba en Uruguay, dado que allí la aprovechaba para atravesar médanos y
movilizarse en sus días vacacionales.

Una vez acaecida la muerte de su padre en Uruguay, sus dos hijos,


Rufino y Aldana, quienes se encontraban en Argentina, inician la sucesión
de su ascendente, a los fines de inscribir sus bienes inmuebles y muebles
registrables.

Abierta la sucesión en Argentina, se presenta Florinda, quien


manifiesta ser la esposa de Severino. La misma argumenta que se casó con
Severino 25 años atrás, y acredita lo dicho con un certificado de casamiento
emitido en Uruguay. Es dable observar que al momento de casarse con
Florinda, Severino tenía la edad de 17 años.

En el mismo expediente se presenta Washington, quien era el


cuidador de su casa vacacional en Piriápolis, y con quien Severino
aparentemente y por dichos no comprobables, tuvo una relación amorosa.

3
Para el asombro de todos, Washington se presenta como heredero
testamentario, y acompaña un testamento realizado por Severino cinco días
antes de morir, en Estados Unidos, testando al mismo la totalidad de sus
bienes situados en Argentina.

Los puntos centrales del caso a analizar seguidamente serán:

A) Internacionalidad del caso: fundamentos


B) Jurisdicción competente
C) Ley aplicable
D) Cuestión previa:
1) Validez del matrimonio del causante con Florinda
2) Validez del matrimonio del causante con Magdalena

E) Cuestión conexa: Testamento a Washington: forma del testamento,


orden público.
F) Cuestión principal, partición del acervo hereditario:
1) Bien Inmueble situado en la Argentina
2) Bien Inmueble situado en Uruguay
3) Bien mueble registrado en Argentina, situado en Uruguay

4
INTERNACIONALIDAD DEL CASO

Preliminarmente y a los fines de poder estudiar en forma particular y


desmenuzada el caso presentado, es necesario de manera previa y especial
realizar un análisis con el objeto de exponer el carácter internacional que lo
tiñe, y así dejar asentado que estamos en presencia de un caso
perteneciente a la órbita del derecho internacional privado.

El caso presentado está compuesto por múltiples situaciones: Si bien


en principio se está frente a una sucesión cuyo último domicilio del causante
se encuentra en Argentina, lo que a priori podría ser un caso de resolución
para el derecho doméstico, luego con la incorporación de elementos
extraños para nuestro ordenamiento jurídico (como el matrimonio previo
celebrado en Uruguay, o el testamento dictado en Estados Unidos, y hasta la
existencia de bienes con lugar de situación extraños a nuestro país) se
puede observar como el mismo se va internacionalizando, desembocando
en un caso cuyo análisis no soporta otra batería normativa que no sea la que
trata al mismísimo derecho internacional privado.

Calificaciones, cuestiones previas, orden público internacional,


jurisdicción, y la búsqueda de derecho aplicable hacen de este caso, un caso
que no podría ser resuelto con la aplicación única del derecho local,
convirtiéndolo en un caso del Derecho Internacional Privado.

A continuación, se procederá al análisis del mismo en el intento de dar


respuesta a todas las interrogantes que puedan surgir con el devenir de los
hechos, haciendo uso de las convenciones aplicables al caso, de las normas
del derecho internacional que contempla nuestra legislación, y de la doctrina
y jurisprudencia que pueda ser útil a los fines de la resolución del presente.

5
JURISDICCION

Al presentarse los herederos del Sr. Severino en sede judicial


pretendiendo se abra el sucesorio el causante, a raíz de que el caso
presenta elementos ajenos al derecho local, se debe determinar si es
jurisdicción de los jueces de la República Argentina entender en la cuestión
presentada y resolver acorde a esto todas las cuestiones previas que sean
menester.

En el caso del fallecimiento del Sr. Severino y su sucesión por causa


de muerte, la jurisdicción sobre el proceso sucesorio en general es atribuible
a los jueces argentinos, con las excepciones que más adelante se
analizarán, al desarrollar el caso.

Se detallan a continuación los fundamentos de legislación interna y


convencional que amparan la intervención de la justicia nacional en el
proceso.

Código Civil y Comercial de La Nación (Ley 26.994)

Respecto a la persona de Severino, los procesos sucesorios de


derecho internacional privado atribuyen jurisdicción a los jueces del último
domicilio del causante, más allá de su nacionalidad.

El artículo 2643 del Código Civil argentino establece, “ARTÍCULO


2643: “Son competentes para entender en la sucesión por causa de muerte
los jueces del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los
bienes Inmuebles en el país respecto de estos” Determina expresamente en
su primera parte que en el caso mencionado, por aplicación de una norma
positiva de carácter indirecta con un punto de conexión fijo, personal, que es
el domicilio del causante al momento del deceso, el cual en este hecho es la
República Argentina.

6
En la segunda parte del artículo se hace referencia al lugar de
situación de bienes: En este caso, el difunto posee bienes en el país y en el
extranjero.

Será objeto de estudio el expresarse respecto de cada bien, como se


verá en su oportunidad.

Como se redactó en la presentación de los hechos Severino tenia


nacionalidad uruguaya pero su domicilio estaba fijado en la República
Argentina. Vale aclarar que la legislación nada dice sobre el lugar de
fallecimiento.

Por lo expresado ut supra, los jueces argentinos tienen jurisdicción


para intervenir en el sucesorio, como así también por subordinación a todas
las cuestiones previas tendientes a resolver la cuestión de fondo. A saber,
legitimidad del matrimonio anterior y posterior, vocación hereditaria de las
cónyuges y de los hijos. Como así también pronunciarse respecto al
testamento presentado e invocado por Washington.

Tratamiento convencional

Los estados subordinan o receptan algunas cuestiones referentes a


tratados y convenciones de carácter binacional, internacional o regional.

En cuanto a los conflictos de derecho internacional privado, en los que


los estados intervinientes son Uruguay y Argentina, se debe receptar lo
ratificado en los Tratados de Montevideo de 1889 y 1940.

En ambos tratados, se determina que en toda circunstancia


relacionada con bienes, quien deba entender será el Juez del lugar de
situación de los mismos.

Misma solución encuentran los tratados respecto de la ley aplicable a


los bienes, en el marco de un proceso sucesorio.

7
CUESTION PREVIA: MATRIMONIO

Primeramente se debe dejar en claro que la muerte es un hecho


jurídico que causa, en el mismo instante en que se produce, la apertura legal
de la sucesión de la persona fallecida y la transmisión de la herencia a los
llamados a sucederle por la ley o por testamento. Este principio tiene real
trascendencia práctica jurídica. Dicho esto, el proceso sucesorio es en virtud
del cual se declaran herederos, o en su caso se aprueba testamento, con el
fin de efectivamente realizar las trasmisiones de los bienes de la herencia a
los legitimados llamados a suceder.

Cabe aclarar, que en el caso planteado no resulta visible, a priori,


establecer quiénes son los sujetos llamados a suceder, por lo cual debemos
analizar la existencia de algunos presupuestos que deban ser ventilados con
anterioridad.

A fin de aventar alguna duda se impone esta cuestión preliminar, vale


recordar que, en el relato de los hechos de la presente sucesión, se presenta
Magdalena quien dice ser esposa del cujus acreditando dicho extremo con
acta de matrimonio celebrado en la República Argentina, la cual data de
cuando Severino tenía la edad de 18 años. Asimismo, habiéndose procedido
a la apertura del proceso sucesorio, se presenta la Sra. Florinda quien
expresa ser cónyuge supérstite del causante del caso, acreditando su
vocación hereditaria con acta de matrimonio celebrado en la República
Oriental de Uruguay en el año 1994, cuando Severino ostentaba la edad de
17 años, debidamente apostillada. La misma solicita la nulidad del
matrimonio celebrado con Magdalena. A su vez Magdalena y sus hijos
impugnan la validez del matrimonio del causante celebrado con la Sra.
Florinda, ello basado en que al momento de contraer nupcias el Sr. Severino
8
no había alcanzado la mayoría de edad en virtud de lo normado por el art.
403 inc. F del código civil y comercial de la Nación argentina. -

Con los hechos descriptos supra, nos encontramos en presencia de


una incidencia la cual debe ser resuelta de manera lógica de previo y
especial pronunciamiento, y autónoma a la principal. -

Resulta ser autónoma a la cuestión principal, ya que de no haberse


producido el deceso del cujus, los hijos del Sr. Severino se encontrarían
legitimados para plantear la impugnación del matrimonio celebrado con la
Sra. Florinda, y a su vez, esta se encontraría igualmente legitimada para
plantear la nulidad del matrimonio celebrado por el Sr. Severino y la Sra.
Magdalena.

Sin perjuicio de que la cuestión previa resulta ser autónoma a la


principal, claro está, que al plantearse el conflicto en el proceso sucesorio de
manera incidental, resulta competente para resolver la cuestión previa el
mismo juez que debe expedirse en la principal. Por lo tanto, resulta ser
competente para entender en la cuestión previa el juez llamado a resolver la
sucesión.

La cuestión previa que debemos considerar corresponde a la validez


de los distintos matrimonios que entran en colación celebrados en distintos
estados. Para ello resulta menester calificar el instituto matrimonio en los
diversos ordenamientos. En el derecho argentino, desde el punto de vista
jurídico el matrimonio es la unión de dos contrayentes de conformidad a las
normas civiles. El acto matrimonial es la celebración del mismo entre
personas de distinto o un mismo sexo, prestado ante un funcionario público
que da fe.

Respecto al derecho uruguayo, es un acto jurídico civil, solemne y


público mediante el cual dos personas de distinto sexo establecen una unión
regulada por la ley y dotada de cierta estabilidad y permanencia. En un

9
sentido amplio, se puede entender como un acto jurídico bilateral, formal o
no, constitutivo de estado entre personas de igual o distinto sexo, con
carácter de cierta permanencia, que genera un vínculo personal y
patrimonial entre quienes lo integran, reglado por la ley o por convenciones
de las partes, que para ser oponible a terceros debe cumplir con el requisito
de la publicidad.

A los fines dilucidar la cuestión planteada, debemos establecer la ley


aplicable del caso. Al tratarse de un matrimonio celebrado en la República
Oriental del Uruguay que se quiere hacer valer dentro un proceso sucesorio
iniciado en la República Argentina, la solución del conflicto va a estar dada
por los Tratados de Montevideo de 1940 ya que ambos estados (Argentina y
Uruguay) firmaron y ratificaron el mismo.

El Tratado mencionado, en su art. 13 primera parte establece: “La


capacidad de las personas para contraer matrimonio, la forma del acto y la
existencia y validez del mismo, ser rigen por la ley de lugar en donde se
celebra.”

A los fines de establecer la capacidad, la forma, existencia y validez


del matrimonio entre el causante y la Sra. Florinda, el cual, al haber sido
celebrado en la República Oriental del Uruguay, se encuentra regido por el
ordenamiento interno de dicho estado.

La impugnación efectuada por los hijos del causante y su presunta


cónyuge, los cuales expresan que el causante era menor de edad para dicho
acto, se encuentra zanjada en el propio art. 13 segunda parte del Tratado, el
cual establece como impedimentos “… a) La falta de edad de alguno de los
contrayentes, requiriéndose como mínimo catorce años cumplidos en el
varón y doce en la mujer.”. Visto que el Sr. Severino al momento de contraer
nupcias con la Sra. Florinda poseía la edad de 17 años, no se encontraba
comprendido en alguna causal de dicho impedimento. Asimismo, cabe
mencionar que mismo criterio adopta el ordenamiento interno de Uruguay
10
conforme se establece en su art. 91 del Código Civil “art. 91. Son
impedimentos dirimentes para el matrimonio: La falta de edad requerida por
las leyes de la República; esto es, catorce años cumplidos en el varón y
doce cumplidos en la mujer…”.

En un análisis más exhausto del caso, se entiende que no se han


dado los restantes presupuestos de impedimentos efectuados por el art. 13
del Tratado de Montevideo del año 40 (derecho civil) a saber: “….los
Estados signatarios no quedan obligados a reconocer el matrimonio que se
hubiere celebrado en uno de ellos cuando se halle viciado de alguno de los
siguientes impedimentos:
a) La falta de edad de alguno de los contrayentes, requiriéndose como
mínimum catorce años cumplidos en el varón y doce en la mujer.
b) El parentesco en línea recta por consanguinidad o por afinidad, sea
legítimo o ilegítimo;
c) El parentesco entre hermanos legítimos o ilegítimos;
d) El hecho de haber dado muerte a uno de los cónyuges, ya sea como autor
principal o como cómplice, para casarse con el cónyuge supérstite;
e) El matrimonio anterior no disuelto legalmente.”

Teniendo en cuenta que en el caso traído a analizar, el Sr. Severino al


momento de adquirir sus primeras nupcias con la Sra. Florinda en la
República Oriental del Uruguay no contaba con ninguno de los
impedimentos legales establecidos por el art. 13 y ss. del Tratado de
Montevideo, ni con lo establecido por el art. 91 del Código Civil de Uruguay,
y asimismo encontrándose plenamente capaz de hecho y derecho conforme
lo establecido por el ordenamiento interno de la tal Estado, máxime teniendo
en cuenta que se ha dado debido cumplimiento a los requisitos extrínsecos e
intrínsecos que rigen a la forma del matrimonio y validez de dicho acto,
corresponde entender como VALIDO el matrimonio celebrado por el Sr.
Severino y la Sra. Florinda en la República Oriental del Uruguay.

11
Ahora bien, corresponde analizar la validez del matrimonio contraído
por el causante de autos con la Sra. Magdalena. En atención a lo expresado
en el párrafo ut-supra, en donde se declara válido el matrimonio celebrado
por el Sr. Severino y la Sra. Florinda en la República Oriental del Uruguay, y
teniendo en cuenta que el mismo no se encuentra disuelto legalmente,
deberá aplicarse lo normado por el art. 13 del Tratado de Montevideo del
año 1940 el cual establece como presupuesto de impedimento legal en su
inc. E “matrimonio anterior no disuelto legalmente”, en concordancia con lo
establecido por el art 403 del Código Civil y Comercial de la República
Argentina. “Impedimentos matrimoniales. Son impedimentos dirimentes para
contraer matrimonio: d) el matrimonio anterior, mientras subsista…”, y
asimismo lo establecido por el Art .424 de dicho ordenamiento “...Nulidad
absoluta. Legitimados. Es de nulidad absoluta el matrimonio celebrado con
alguno de los impedimentos establecidos en los incisos a), b), c), d) y e) del
artículo 403…”.

Por todo lo expuesto podemos arribar a la solución que el matrimonio entre


el Sr. Severino y la Sra. Magdalena sería nulo, de nulidad absoluta.

Encontrándose resulta ésta cuestión previa se puede establecer que a


raíz del fallecimiento del Sr. Severino le sucederían en carácter de
universales herederos sus hijos, Rufino y Aldana, y su cónyuge Sra. Florinda
en cuanto a los bienes propios si los hubiera sin perjuicio de lo que la ley
acuerda con respecto a los gananciales.

12
CUESTION CONEXA: TESTAMENTO A FAVOR DE WASHINGTON

Al igual que lo ocurrido con la impugnación del matrimonio que se


hicieron entre las presuntas “cónyuges” entre sí, es necesario determinar la
validez y el alcance del testamento otorgado en favor de Washington, dado
que acordarle tal o cual investidura a esta persona cambiaría radicalmente el
proceso sucesorio, alterando principalmente, la distribución de los bienes
componentes del acervo hereditario.

Es menester también preguntarnos sobre el hecho de que Severino


haya testado el 100 % de sus bienes, dejando a todas luces entrever una
voluntad manifiesta de perjudicar a sus herederos forzosos y violentando el
orden público del Estado argentino al afectar el instituto de la “legítima”,
consagrado normativamente a lo largo del plexo del Código Civil y Comercial
de la Nación.

En cuanto a la formalidad del testamento realizado por Severino no


cabe duda que cumple con el principio de “locus regit actum”, según el cuál
su significación está aceptada como “la ley del lugar de la celebración del
acto rige las formas” o “la ley del lugar de la celebración rige la exigencia de
una forma determinada, como la forma en sí”.

Dicho esto, la tarea será doble: por un lado definir el concepto de


“legítima”; por el otro el de “orden público”, tanto en su faz interna como en la
internacional.

En un primer y apriorístico análisis, es conditio sine qua non delimitar


el concepto de “orden público internacional”.

Según precisa Goldschmidt, desde siempre ha suscitado


controversias y ha ido adquiriendo una serie de distintos significados a lo
13
largo de los años, cuando es analizado bajo la mirada de los estudiosos del
tema. Aun así, hay que destacar que todos los autores convergen en
considerarlo como un mecanismo de limitación a la aplicación del
derecho extranjero en un ordenamiento jurídico dado.

El concepto de orden público es relativo e inestable, variando en el


tiempo y en el espacio. Por dicha característica diferenciadora, el juez estará
obligado a estar atento al estado de la situación en la época en que juzgará
la cuestión, en este caso considerar el año 2019 en la sociedad argentina y
estadounidense como su espacio/tiempo, sin tener en cuenta la mentalidad
prevaleciente en la época en que ocurrieron los hechos, en el supuesto de
que hayan acaecido en distintos momentos.

Así, solamente será negada la aplicación de una ley extranjera si esa


es contraria al orden público vigente en el foro en el momento en que el caso
esté siendo juzgado. En el caso en cuestión, el juez deberá examinar la
pugna contra el orden público al momento mismo de abierto el proceso
sucesorio.

El problema, entonces, radica en el momento de la concepción que


deba hacerse del concepto: ¿a priori o a posteriori?

Pareciera que el orden público a posteriori, incluso en el caso ut-supra


mencionado, sigue siendo más aceptable, puesto que planteado el caso
concreto de la muerte de Severino y presentado el testamento en la
sucesión, el juez, previo análisis de la ley extranjera indicada por su regla de
conflicto (Estados Unidos), resuelve si está o no en posición de aplicar el
peso del orden público, descartando la aplicación de dicha ley total o
parcialmente según el caso.

¿Son las legítimas testamentarias un tema de orden público


internacional? Efectivamente. A lo largo y ancho del mundo, casi todos los

14
países adoptaron en mayor o menor grado el sistema de legítimas.
Moderándolas y aplicándoles un carácter relativo, claro está.

El problema del orden público1 relacionado al tema se plantea cuando


el Derecho extranjero indicado por la norma de conflicto para solucionar la
cuestión de Derecho Internacional Privado está en pugna con principios
fundamentales del Estado al que pertenece el juez que entiende en la causa.

En el derecho anglosajón pero más precisamente en Estados Unidos,


lugar donde Severino testó el 100 % de sus bienes, predomina el principio
de libertad testamentaria aunque con ínfimas limitaciones y los fundamentos
son totalmente opuestos a los esgrimidos por nuestros codificadores a la
hora de adoptar este sistema: El antiguo Código de Vélez Sarsfield mantuvo
un sistema hereditario cerrado, que, mediante las legítimas, otorgó a la
familia del causante el privilegio de recibir determinada porción de los bienes
dejados por el mismo, otorgándole, además, una fuerte protección legal.

Dicho sistema era compatible con una realidad social específica:


hacia el año 1869 (año de sanción del código) la sociedad argentina y su
esquema de valores era distinto, muy distinto al actual. El concepto de
familia, era el tradicional, aquel que supone la existencia de un matrimonio
heterosexual, legalmente constituido e hijos. Los hijos, por tradición familiar,
solían continuar las empresas familiares o los oficios “que heredaban” de sus
padres. A ello se suma que la esperanza de vida para esa época era de
apenas veintinueve años. Ello supone que probablemente, los sujetos
fallecidos dejaban una familia compuesta por personas muy jóvenes, incluso
niños, necesitados de contención económica. Los fundamentos hoy en día
se mantienen, dado que la sanción del nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación (ley 26.994) no importó cambios sustanciales en el tema,
manteniéndose el sistema cerrado e intangible: SOLIDARIDAD FAMILIAR.

1BIOCCA-CARDENAS-BASZ. “Lecciones de Derecho Internacional Privado-Parte general-2da edición,


Editorial Universidad-Página nro.197”
15
Puntualmente, el testamento efectuado al 100% en favor de
Washington deberá ser reducido por el Sr. Juez a cargo del proceso
sucesorio, hasta el 1/3 del total del acervo hereditario, ello en virtud de la
protección que el legislador argentino decidió darle a la “legítima”, como más
arriba se expresó, reiterando que la misma constituye una institución con
arraigo en el derecho sucesorio romano que compatibiliza la autonomía de la
voluntad del causante con los derechos hereditarios de los herederos
forzosos.

La excepción de orden público se caracteriza por su particularismo o


territorialidad, ya que el rechazo del Derecho extranjero se produce como
resultado de su contrariedad con el orden público del foro. Para apreciar esa
contrariedad, el juez que conoce el asunto debe tener en cuenta los
principios y valores del Derecho de su país en el momento en que debe
dictar sentencia.

Con esta característica se entiende que cada Estado posee un


conjunto de principios fundamentales que pueden ser diferentes a los de otro
Estado. Es así que cada Estado aplicará la cláusula en el territorio sometido
a su soberanía.

El Código Civil y Comercial de la Nación Argentina no define ni califica


el instituto de “legítima”, sino que se limita a designar a los herederos
legitimarios y definir las porciones correspondientes: “ARTICULO 2444.-
Legitimarios. Tienen una porción legítima de la que no pueden ser privados
por testamento ni por actos de disposición entre vivos a título gratuito, los
descendientes, los ascendientes y el cónyuge.”.

Para Borda, “es la parte del patrimonio del causante de la cual ciertos
parientes próximos no pueden ser privados sin justa causa de
desheredación, por actos a título gratuito”. Para calcularla no se considera
únicamente el patrimonio dejado al fallecer, sino también los bienes donados
en vida por el causante. Severino no realizó donaciones en ningún momento
16
de su vida, por ende su patrimonio se reduce a los bienes detallados ut-
supra.

Por su parte Zannoni2, la define de la siguiente manera: "La porción


legítima es la alícuota de los bienes de la herencia de la que ciertos
herederos, llamados legitimarios — o forzosos— no pueden ser privados. Es
una suerte de alícuota global sin interesar cuántos legitimarios concurren a
la sucesión."

El artículo anteriormente mencionado sigue en concordancia a lo


normado por los artículos siguientes:

“ARTICULO 2445.- Porciones legítimas. La porción legítima de los


descendientes es de dos tercios, la de los ascendientes de un medio y la del
cónyuge de un medio.”

“ARTICULO 2462.- Testamento. Las personas humanas pueden


disponer libremente de sus bienes para después de su muerte, respetando
las porciones legítimas establecidas en el Título X de este Libro, mediante
testamento otorgado con las solemnidades legales; ese acto también puede
incluir disposiciones extra patrimoniales.”

No cabe duda que prima facie habría dos herederos


forzosos/legitimarios de Severino, sus hijos Rufino y Aldana. Este número se
ampliará en virtud de que luego, la discusión quedará zanjada cuando se
decidan cuestiones previas: impugnaciones de los respectivos matrimonios
entre el causante y las dos mujeres mencionadas en autos, pudiéndose
incorporar una de ellas como heredera.

En definitiva, nuestra ley el asegura a los herederos forzosos una


porción de los bienes del causante, que su propietario (el causante) tiene

2ZANNONI, Eduardo A., "Algunos aspectos sobre la igualdad entre herederos forzosos
y la protección de la legítima hereditaria en el proyecto del código civil", Revista de Derecho
Privado y Comunitario, 2012-3, Proyecto de Código Civil y Comercial, pag. 655 y ss., Ed.
Rubinzal-Culzoni, 2013
17
cierto deber de respetar. Hablamos de un cierto deber, porque en realidad la
ley no le prohíbe hacerlo, sino que considera ineficaces los actos respecto
de los herederos legitimarios, cuando éstos decidan impugnarlos,
limitándolos a la porción disponible del causante.

Frente a la determinación de la competencia de la justicia argentina


para conocer en el proceso sucesorio, es el magistrado actuante quien tiene
atribuciones para apreciar si se ha probado debidamente la ley aplicable
para declarar válido, en cuanto a sus formas, el testamento otorgado en el
extranjero (CNCiv. Sala "C", R.304588, autos "Isleño, Nilda Esther s/
Sucesión testamentaria, 30/11/00). Se sienta el principio general de la ley del
lugar de otorgamiento del testamento, ya sea celebrado en el país o en el
extranjero.

Según Savigny “el orden público interno limita la autonomía de la


voluntad, en tanto que el orden público internacional limita la aplicación del
derecho extranjero”, pues tutela principios considerados de mayor
importancia. Justificaba que esa limitación tiene un carácter excepcional,
puesto que la regla general es la aplicación del derecho extranjero

La noción de orden público, en la República Argentina, surge de


fuentes internacionales y nacionales.

Entre las primeras se encuentran:

(a) Protocolos adicionales de los Tratados de Montevideo, de


1889 y 1940, ambos, en el artículo 4 disponen: “Las leyes de los demás
Estados jamás será aplicadas contra las instituciones políticas, las leyes de
orden público o las buenas costumbres del lugar del proceso”.

(b) Convención Interamericana sobre Normas Generales de


Derecho Internacional Privado, lo examina en dos normas. La primera, en
el artículo 3 que establece: “Cuando la ley de un Estado tenga instituciones o
procedimientos esenciales para su adecuada aplicación y no están
18
contemplados en la legislación de otro Estado Parte, éste podrá negarse a
aplicar dicha ley, siempre que no tenga instituciones o procedimientos
análogos”.

Luego, el artículo 5, contempla: “La ley declarada aplicable por una


convención de derecho internacional privado podrá no ser aplicada en el
territorio del Estado Parte que la considere manifiestamente contraria a los
principios de orden público”.

En cuanto a la fuente nacional encontramos:

El artículo 12 de Código Civil y Comercial, que prescribe:

“ARTÍCULO 12.- Orden público. Fraude a la ley. Las convenciones


particulares no pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia está
interesado el orden público”

Todo lo expuesto significa que Argentina puede desconocer o


reconocer validez parcial al contenido del testamento realizado por Severino,
según los imperativos del orden público internacional del foro, y en ambos
supuestos actuará en fiel cumplimiento del Tratado.

El orden público tiene un carácter defensivo y un funcionamiento


excepcional. Es una necesaria medida de defensa del orden moral, social y
jurídico del foro, fundada en la consideración de que, al admitir la aplicación
de leyes extranjeras en un Estado, el legislador de Derecho Internacional
Privado no ha querido dar cabida de manera absoluta, en el seno de ese
Estado, a todos los sistemas legales del mundo con prescindencia de su
contenido ideológico, político o cultural.

Es reiterada doctrina de la Corte encontrar sentencias donde resuelve


que el orden público no es un concepto inmutable y definitivo sino
esencialmente variable, pues expresa los principios esenciales que
sustentan la organización jurídica de nuestra comunidad y su contenido

19
depende en gran medida de las opiniones y creencias que prevalecen en
cada momento.

Siendo Buenos Aires el último domicilio del causante y considerando


que el orden público internacional del foro es incompatible en gran parte con
la solución brindada por el derecho extranjero estadounidense, el juez
competente en el caso será argentino y reducirá la disposición testamentaria
hasta la concurrencia de la porción disponible que tenía Severino al
momento de su deceso, es decir 1/3 de sus bienes.

20
BIENES INMUEBLES Y MUEBLES REGISTRABLES

Resueltas las cuestiones previas tendientes a definir que partes


involucradas en el proceso revisten carácter de herederos, de que tipo, y en
qué proporción van a participar de los bienes dejados por el causante,
corresponde abocarse a la cuestión principal, la cual es, valga la
redundancia, definir cuáles son los bienes que integrarán el acervo
hereditario del cual se ordenará su partición en el proceso sucesorio del Sr.
Severino abierto en el país.

Los bienes declarados son: una propiedad inmueble situada en


Buenos Aires, una propiedad inmueble situada en Uruguay, y un bien
automotor registrado en Buenos Aires, pero cuyo lugar de situación es
Uruguay, por encontrarse allí desde hace más de un año.

En primer término corresponde analizar la cuestión respecto del


inmueble ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien el caso en sí está
dotado de internacionalidad, no cabría grandes dudas respecto a que debe
ser el Juez de proceso sucesorio en trámite en Argentina el que debe
entender en la partición de dicho bien, tal como lo establece rotundamente el
art. 2643 de Código Civil y Comercial de La Nación: “ARTÍCULO 2643: Son
competentes para entender en la sucesión por causa de muerte, los jueces
del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los bienes
inmuebles en el país respecto de éstos” (sic).

Por si eso no fuera poco, el art. 2609 del Código reza en su primer
inciso: “JURISDICCION EXLUSIVA a) en materia de derechos reales sobre
inmuebles situados en la República…”.(sic) De esta manera no existen
dudas en lo previsto por la legislación respecto a la jurisdicción
correspondiente.

21
Respecto a la ley aplicable, el mencionado cuerpo legal continúa en la
misma dirección refiriéndose específicamente a ello en el artículo siguiente,
(2644 in fine) al disponer “…Respecto de los bienes inmuebles situados en
el país, se aplica el derecho argentino”(sic).-

Teniendo en cuenta lo expuesto, quedaría zanjada la cuestión en


relación a dicho bien.

En referencia al bien inmueble ubicado en La República Oriental del


Uruguay, a los fines de poder delinear el camino que ha de llevar a la
solución, previamente es deber obligado analizar la cuestión de unidad y
pluralidad (o fraccionamiento) sucesoria que tanta dicotomía ha presentado
en el país. Ello, en miras de establecer si el Juez que entiende en la
sucesión abierta en la Argentina, deberá ser el que entienda en todos los
bienes que tenía el causante o si se deberá analizar cada bien en particular,
teniendo en cuenta su lugar de situación.

Al hablar del sistema de unidad sucesoria, de origen romano, se


debe entender que el mismo considera a la sucesión como si fuera la
voluntad del causante, y como el causante no puede tener distintas
voluntades 3 , deberá ser en un solo proceso donde tramite todo su
patrimonio, y en donde un solo Juez entenderá, sin importar el lugar de
situación de los bienes.

Los partidarios de este sistema entienden que a los fines de hacer


efectiva la última etapa del proceso sucesorio, los jueces extranjeros
deberán reconocer la sentencia dictada en este mediante el procedimiento
del exequátur.

Para el Juez (extranjero) a quien se le presente a ejecutar la


sentencia del proceso sucesorio, esto se traducirá básicamente en el
3
WEINBERG, INES M. “Derecho Internacional Privado, pag.372”
22
reconocimiento ante quien se promueve la ejecución de la sentencia
extranjera de:

1) La competencia del juez foráneo que entiende en el juicio


sucesorio,

2) La calidad de herederos de las personas declaradas tales por el


juez extranjero en la sentencia de declaratoria de herederos y

3) La legitimidad de la orden contenida en la sentencia extranjera y


emanada del juez extranjero a fin de proceder a la inscripción de los
bienes registrables que pertenecían al causante, a nombre de los
herederos reconocidos por la sentencia foránea.

Todo ello previa resolución homologatoria o exequátur de parte del


juez nacional.

Por otro lado, la pluralidad sucesoria implica que la transmisión


sucesoria se rige por la ley del lugar de situación de los bienes relictos.
Habrá tantos juicios sucesorios y tantas leyes que los rijan como países en
que existan bienes pertenecientes al patrimonio del causante4.

Ahora bien, estas dos corrientes se han enfrentado durante mucho


tiempo en nuestro ordenamiento jurídico, principalmente en virtud de la letra
no clara al respecto, del Código Civil de Vélez Sarsfield; sin embargo, el
nuevo Código Civil y Comercial ha querido terminar con tal divergencia, con
su artículo 2643 que fue supra referenciado. No obstante ello, y pudiendo
existir aún una línea de pensamiento que intente forzar dicha solución hacia
otra dirección, el caso que en particular se analiza, deberá resolverse por la
normativa convencional que une a los estados parte en el conflicto de
normas: Argentina y Uruguay.

4VICO, CARLOS M., Curso de Derecho Internacional Privado, t. 2. Ed. Norte, Bs. As, 1938, pág.16
23
Como se hizo referencia en el tema de cuestiones previas, Uruguay y
Argentina se encuentran ligados por varios tratados internacionales, siendo
dos los que podríamos aplicar al caso. A saber, el Tratado de Montevideo de
1889, y el Tratado de Montevideo de 1940.

Ambos tratados, tal como se puede observar en lo dispuesto en los


títulos XII de cada uno de ellos, respecto a la ley aplicable circulan por el
sendero del pluralismo internacional, al disponer que la ley de situación rige
todo lo relativo a la sucesión intestada o testamentaria. (Inc. F, art. 45, Tit.
XII Tratados de Montevideo 1889 y 1940).

Frente al caso que en particular se analiza y siguiendo este orden de


ideas se determina que, aplicando el sistema pluralista, el inmueble
integrante del acervo hereditario que se encuentra en Uruguay deberá ser
objeto de partición aplicando la ley del lugar de situación, esto es la ley
Uruguaya. Asimismo, aplicando la normativa interna de dicho estado se
puede determinar que las partes legitimadas deberán iniciar en dicho país la
sucesión de Severino a los fines de tramitar la partición de dicho inmueble.

Con esto podemos zanjar la cuestión respecto del inmueble situado


en Uruguay.-

Habiéndose dejado clara la dirección que se ha de tomar a los fines


de distribuir los bienes inmuebles propiedad del causante, corresponde
pasar a analizar la cuestión que atañe al bien mueble automotor,
precisamente automóvil marca JEEP, el cual si bien se encuentra registrado
en Argentina, físicamente se halla en Uruguay desde hace más de un año,
por los motivos que se mencionaron en autos.

Respecto a dicho tipo de bienes (bienes muebles registrables) en


materia de DIPr, nada dice de forma específica el Código Civil argentino, así
como tampoco los Tratados de Montevideo del 1889y 1940.
24
Ante tal omisión, nos encontramos frente a un problema que, si bien
existía con el antiguo Código Civil, pareciera haberse acentuado con su
estricta omisión en el actual cuerpo, toda vez que al momento de proceder a
su análisis no se puede dejar de lado el interés estatal respecto del control
sobre los bienes para los cuales se crearon registros públicos. Su desinterés
afectaría en primer punto, y por lo menos, a los potenciales acreedores del
causante.

Entonces y teniendo en cuenta las constancias del caso queda


plasmada la disyuntiva a tratar: A dicho bien mueble registrable: ¿Debería
aplicársele la ley y tramitar ante la jurisdicción del último domicilio del
causante y del registro donde dicho bien se encuentra inscripto? ¿O deberá
ser incluido en la sucesión que ha de abrirse en el país de situación del bien,
teniendo en cuenta que ese vehículo fue usado y guardado durante el último
año en la casa que el causante tenía en Uruguay?

Asimismo, otra interrogante que podría arrojar luz sobre la cuestión


es: respecto de los bienes muebles registrables, su lex rei sitae recae sobre
el lugar físico donde se hallan con carácter permanente y donde son
utilizados, o sobre el lugar donde se encuentran registrados?

Al analizar estas preguntas, y en concordancia con el principio de


publicidad registral, la respuesta no parecería ser otra que la de establecer la
lex rei sitae del bien mueble registrable en el lugar donde se ubica su
registro, ya que ha sido allí donde el causante ha decidido dejar asentado su
derecho real sobre dicho bien, que a la vez otorgaría publicidad suficiente
frente a terceros.

Es menester recordar que no se puede presuponer que la voluntad


del causante es otra que la que ejerció, y dejó tras de sí luego de su
defunción. De haber el causante tenido la voluntad de ubicar el lugar de
situación del bien automotor en un lugar distinto al que se encontraba
registrado, debería previamente haber trasladado dicha registración al lugar
25
en cuestión, ello en concordancia con lo dispuesto por el art. 1902 del CCyC
argentino.

Por lo tanto, el hecho de que el causante no haya actuado en tal


dirección deja ver que su voluntad era tener al bien mueble automotor
registrado donde efectivamente se encontraba, y no en un lugar diferente,
sin perjuicio de donde se podía encontrar físicamente.

Así podemos concluir que siendo nuestro país el lugar de situación del
bien mueble registrable, correspondería que el mismo sea incluido en el
acervo hereditario a tratar en el proceso sucesorio abierto en la Argentina,
aplicando asimismo la ley local.

26
BIBLIOGRAFIA

 Código Civil de la Nación, de Vélez Sarsfield


 Código Civil y Comercial de la Nación, Ley 26.994
 Tratado de Derecho Civil Internacional Montevideo, 1889
 Tratado de Derecho Civil Internacional Montevideo, 1940
 Derecho Internacional Privado, de Ines M. Winberg
 Lecciones de Derecho Internacional Privado-Parte general, de Biocca-
Cardenas-Basz
 Algunas consideraciones sobre las sucesiones en el ámbito
internacional, de Rodríguez, Mónica Sofí
 "Algunos aspectos sobre la igualdad entre herederos forzosos y la
protección de la legítima hereditaria en el proyecto del código civil",
Revista de Derecho Privado y Comunitario, 2012-3, Proyecto de
Código Civil y Comercial, pág. 655 y ss., Ed. Rubinzal-Culzoni, 2013,
de Zannoni Eduardo A.
 Incidencias del Código Civil y Comercial, Derecho Privado
Internacional, de Luciana B. Scotti
 El régimen registral en el nuevo código civil y comercial de la Nación
Argentina (teoría del título y modo. Inscripción registral), por Rodrigo
Padilla
 http://ijeditores.com/articulos.php?idarticulo=31062&print=2
 http://dpicuantico.com/sitio/wp-content/uploads/2016/04/Doctrina-
Familia-Nro-68-29.04.2016.pdf
 http://ic-abogados.com/registro-de-la-propiedad/bienes-registrables-y-
no-registrables/

27

Vous aimerez peut-être aussi