Vicios del consentimiento.

El código civil de guatemalteco lo denomina vicios de la declaración de la voluntad.

En el artículo 1257 del código civil hace la clasificación de los vicios de la declaración
de la voluntad, (vicios del consentimiento).
a- El error
b- El dolo
c- La simulación
d- Violencia.

Error.
Consiste sencilla y llanamente en la equivocación, atribuible a sí mismo, que sufre
uno de los contratantes o ambos.
El error puede recaer en las siguientes circunstancias:
1- En la naturaleza del negocio o en su causa.
2- En la identidad de la cosa.
3- En la sustancia o cualidades de la cosa.
4- En la identidad o cualidades de las personas.
5- En la existencia, significado, alcances o vigencia de una determinada
norma jurídica, circunstancia en que se trataría de un error de derecho.

Prueba y justificación del error.

El único que puede invocar el error es quien padeció a la equivocación con el
propósito de anular el contrato, y deberá probar ante juez competente que tuvo
alguna razón no imputable a negligencia inexcusable suya para equivocarse. El
juez deberá ser riguroso para calificar la razón aducida y aceptarla con demasiada
facilidad la invocación del error.

Clases de error.
1- Error obstantivo o impediente.
2- Error esencial o error nulidad.
3- Error indiferente.

Error obstativo o impediente.

Es cuando recae sobre la naturaleza del negocio. Este tipo no error no lo contempla
el código civil.
Ejemplo: Juan propone la celebración de un arrendamiento y pedro entendió la
celebración de un contrato de comodato. En este caso no hubo consentimiento. La
nulidad resultante tendría que ser nulidad absoluta.
Error esencial o error nulidad.
Es cuando recae sobre la sustancia de la cosa que sirve de objeto al contrato,
entendida la sustancia como la cualidad principal de la cosa según el interés del
adquiriente en la misma.

Ejemplo: quien compre ganado creyendo que era apto para producción de leche y
resulto que es ganado de engorde. Esta clase de error da lugar de conformidad con
el artículo 1258 del código civil a la nulidad relativa. (Anulabilidad del contrato).

Error indiferente.
Cuando recae en aspectos secundarios, no sustanciales del negocio. Por razón que
no afecta el consentimiento, el objeto ni causa no invalida el contrato y solo da lugar
a la corrección. El código civil lo contempla en forma demasiado limitada, en el
artículo 1260 que establece que el error de cuenta solo dará lugar a su corrección.

Efectos del error.

- Si el error fue el motivo determinante de la declaración de voluntad la
sentencia del juez declarara anulado el contrato.
- Si el error es sobre aspectos ajenos al motivo determinante de la
declaración de voluntad, solo dará lugar a su corrección o enmienda, sin
incidir en ningún sentido en la validez del contrato.

Error de ambas partes.

Cuando en el error se equivocan ambas partes sobre el motivo determinante de la
contratación no estaría ante un error determinante de nulidad relativa del contrato,
si no realmente ante la inexistencia de consentimiento, lo cual originaria la nulidad
absoluta del contrato por falta de un elemento esencial.
Fundamentación legal. 1257, 1258, 1259, 1260, 1303 inciso 2°, y 1310 del código
civil.

Dolo.
Lo configura el engaño intencionado de un contratante por el otro o la colusión de
un tercero con unos de los contratantes para engañar al otro.

El dolo para el código civil.

Es toda sugestión o artificio que se emplee para inducir a error o mantener en el a
alguna de las partes. Puede servir para provocar el error o para impedir que quien
se equivocó se dé cuenta de ello.

El código civil admite dos tipos de dolo.

a- Dolo por acción (dolo activo): decir o hacer para engañar.
 b- Dolo por omisión (dolo pasivo): callar no advertir para provocar el
engaño.
Dolo principal o causante: ocurre cuando recae sobre el motivo determinante de
la contratación. Su efecto es hacer anulable el contrato. Se relaciona estrechamente
con la causa del contrato.
Dolo incidental: recae sobre aspectos no determinantes de la contratación y por su
menor gravedad, no inválida el contrato, únicamente da lugar al resarcimiento de
los daños y perjuicios causados.

Prueba.
Quien invoca como motivo de anulación del contrato haber sido engañado debe
probar el dolo de su contraparte.
El que procedió dolosamente no puede demandar la anulación del contrato
invocando su propio dolo.
Fundamentación legal. 1261, 1262, 1263, 1310 del código civil.

Violencia.
Denominada también intimidación, se configura cuando la anuencia para contratar
se obtiene quebrantando la voluntad de la persona mediante el uso de fuerza o
provocando temor grave de sufrir daño en la persona, la honra o los bienes del
propio contratante o en la persona la honra o los bienes de su cónyuge o conviviente
de hecho, ascendientes, descendientes o hermanos inclusive de otras personas
ligadas a el por efecto aspecto que ultimo esto lo calificara el juez.

Si el consentimiento fue dado por violencia o intimidación, realmente no hay

consentimiento.
Legitimación y prueba: quien está facultado para demandar la anulación del
contrato es quien sufrió la violencia, y es también a el a quien corresponde probarla.
Delitos: con motivo de la violación o intimidación empleadas para que una persona
celebre, modifique, transmita o extinga obligaciones, podrían tipificarse los delitos
siguientes.
Extorción: quien para procurar un lucro injusto o para defraudarlo obligare a otro,
con violencia, a firmar, suscribir, otorgar destruir o entregar algún documento a
contraer una obligación o a condonarla o a renunciar a algún derecho, será
sancionado con prisión de uno a seis años. Articulo 260 código penal.
Coacción: quien sin estar legítimamente autorizado mediante procedimiento
violento intimidarlo o que en cualquier forma compela a otro, obligue a este para
que haga o deje de hacer lo que la ley no prohíbe, efectué o consienta lo que no
quiere o que tolere que otra persona lo haga sea justo o no, será sancionado con
prisión de seis meses a dos años. Artículo 214 del código penal.

Contratos usurarios.
Especial concurrencia de vicios del consentimiento se concentra indudablemente,
en lo que el código civil denomina contratos usurarios, en los que, unas veces lo
que determina la usura es el dolo o la violencia de uno de los contratantes y otras
el error del otro contratante. Dichos contratos usurarios los tipifica el articulo 1542
del codigo civil.

La simulación.
Puede ser causa de anulabilidad del contrato, no lo es por constituir un vicio del
consentimiento, si no por que las partes acordaron consciente e intencionadamente
distorsionar las declaraciones reciprocas de voluntad, a efecto de fingir haber
contratado o aparentar un contrato diferente del verdadero.
El código civil define que puede darse en casos que no hay violencia, que la
amenaza del ejercicio regular de un derecho y el temor reverencial no anulan el acto
o negocio. Es decir no los considera vicios del consentimiento o de la declaración
de la voluntad.
Amenaza del ejercicio regular de un derecho.
Una advertencia, un aviso que se da a alguien en sentido de que si no cumple con
la celebración del contrato prometido se le demandara judicialmente y se ejercitara
en su contra medidas preventivas o coercitivas. Puesto que no esta amenazado con
algo injusto.

Temor reverencial.
Lo define la ley como el solo temor de desagradar a las personas quienes se deben
sumisión y respeto. Argumentar que se celebró un contrato no deseado, movido por
temor reverencial. Es decir no constituye vicios del consentimiento.
Fundamentación legal. 1264, 1265, 1266, 1267, 1268, 1303, 1310, 1312 del código
civil.