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Explicación de Miller y Urey

El experimento de Miller-Urey representa la primera demostración de que se pueden formar


espontáneamente moléculas orgánicas a partir de sustancias inorgánicas simples en
condiciones ambientales adecuadas., realizan un experimento para contrastar la hipótesis de
Aleksandr Oparin y Haldane según la cual en las condiciones de la Tierra primitiva se habían
producido reacciones químicas que condujeron a la formación de compuestos orgánicos a
partir de inorgánicos, que posteriormente originaron las primeras formas de vida. Urey
pensaba que los resultados no serían concluyentes pero finalmente aceptó la propuesta de
Miller. Diseñaron un aparato en el que simularon algunas condiciones de la atmósfera de la
Tierra primitiva. El experimento consistió, básicamente, en someter una mezcla de metano,
amoníaco, hidrógeno y agua a descargas eléctricas de 60.000 voltios. Este experimento dio
como resultado la formación de una serie de moléculas orgánicas, entre la que destacan ácido
acético, ADP-Glucosa, y los aminoácidos glicina, alanina, ácido glutámico y ácido aspártico,
usados por las células como los pilares básicos para sintetizar sus proteínas

Esquema del experimento

Crearon un aparato que simulaba, dentro de sus obvios límites, la dinámica que se
presumiblemente se daba en la Tierra para forjar las moléculas dadoras de vida. En un frasco
se simulaba el agua (H2O) del océano primordial, cuyo vapor circularía y se combinaría con
hidrógeno (H2), amoníaco (NH3) y metano (CH4). Se aplicaba energía mediante electricidad y
calor para simular la radiación y la electricidad que muy probablemente tuvieron lugar durante
ese proceso. Lo que buscaban Stanley y Urey era poner a prueba la primera etapa de la
hipótesis Oparin-Heldane, a saber, que de estas moléculas simples del océano primordial
surgirían moléculas más complejas.

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