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MEDIOS IMPUGNATORIOS Y

COSA JUZGADA

Docente: Dra. Gloria Gonzales

Curso: Derecho Procesal Civil II

Alumnos:

 Najera Tucto Maria Celeste


 Andrea Merith Ramos Núñez
 Silva Garcia Teysi Mayli
 Torres Davila Luz Maria
 Villegas Elias Nelly Elizabeth

Ciclo: VI

Aula: “B”

PUCALLPA-PERÚ

2019
Dedicatoria

Dedicamos este proyecto principalmente a Dios, por iluminarnos y estar a nuestro


lado en todo momento. A nuestros padres, amigos incondicionales por la ayuda
desinteresada brindada en cada obstáculo que en nuestra vida se presenta. A nuestra
maestra. Y a todas las personas que de una u otra manera siempre me han apoyado.
Gracias
INDICE

MEDIOS IMPUGNATORIOS: RECURSOS Y REMEDIOS ............................. 6

MEDIOS IMPUGNATORIOS ......................................................................... 6

Causas de impugnación ................................................................................ 6

Clases de medios impugnatorios .................................................................. 7

Los medios impugnatorios en el código procesal civil peruano ................... 8

Su regulación en el código procesal civil ..................................................... 9

REMEDIOS Y RECURSOS ............................................................................ 9

LOS RECURSOS ........................................................................................... 10

Naturaleza ................................................................................................... 10

Elementos del recurso ................................................................................. 12

Clases de recursos ....................................................................................... 13

Admisibilidad y procedencia de los recursos. ............................................ 14

LOS REMEDIOS ........................................................................................... 16

Clases. ......................................................................................................... 17

EL RECURSO DE REPOSICION ................................................................. 18

Procedencia ................................................................................................. 20

Tramite ........................................................................................................ 20

APELACION .................................................................................................. 20

Objeto ......................................................................................................... 20

Procedencia: ................................................................................................ 21

Competencia Del Órgano Judicial Revisor................................................. 21

Motivación Del Recurso De Apelación ...................................................... 22

Legitimidad De La Apelación ................................................................... 22

La Adhesión A La Apelación ..................................................................... 23

Trámite Del Recurso De Apelación ............................................................ 24


Procedimiento en segunda instancia. .......................................................... 28

La prueba en segunda instancia .................................................................. 31

La decisión de segunda instancia ................................................................ 32

RECURSO DE QUEJA .................................................................................. 33

Definición: .................................................................................................. 33

Resoluciones recurribles por el recurso de queja ....................................... 34

Procedencia del recurso de queja ................................................................ 34

Tramitación del recurso de queja ................................................................ 34

CASACION .................................................................................................... 35

Historia de la casacion ................................................................................ 35

Naturaleza jurídica ...................................................................................... 41

Definición ................................................................................................... 41

Características ............................................................................................. 41

Causal para interponer la casación.- ........................................................... 42

Requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso de casacion .......... 43

Requisitos de admisibilidad ........................................................................ 43

Requisitos de procedencia .......................................................................... 44

Fines del recurso de casación ..................................................................... 44

LA COSA JUZGADA .................................................................................... 45

Significado jurídico .................................................................................... 46

Antecedentes ............................................................................................... 46

Fundamentos ............................................................................................... 47

Naturaleza ................................................................................................... 47

Efectos ........................................................................................................ 48

Accion de la cosa juzgada........................................................................... 48

Exepcion de la cosa juzgada ....................................................................... 48

Requisitos ................................................................................................... 49
Recursos contra la res iudicata ................................................................... 50

La cosa juzgada tiene una doble caracteristica: .......................................... 51

CONCLUSIONES .............................................................................................. 52

ANEXOS ............................................................................................................ 57

Anexo 1 ........................................................................................................... 57

BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................ 60
MEDIOS IMPUGNATORIOS: RECURSOS Y REMEDIOS
MEDIOS IMPUGNATORIOS
Los medios de impugnación son instrumentos procesales ofrecidos a las partes
para provocar aquel control sobre la decisión de juez, y este control es, el general,
encomendado a un juez no sólo distinto de aquel que ha emitido el pronunciamiento
impugnado o grabado, sino también de grado superior, aun cuando no esté en verdadera
y propia relación jerárquica con el primero. No se excluye, sin embargo, que, en ciertos
casos, en consideración al tipo de control invocado, este último se ha ejercitado por el
mismo juez ha pronunciado la sentencia objeto de control. La finalidad general de los
medios impugnatorios es el control general de la regularidad de los actos procesales, la
finalidad específica es el control de la actividad de los jueces, fundamentalmente de sus
resoluciones. Esta tiene por finalidad restablecer los derechos violados, conculcados, que
causan agravio alguna de las partes o a terceros legitimados. Se conciben también como
mecanismo de saneamiento procesal, pues tienen como misión evitar los errores y
arbitrariedades del juzgador en la sustanciación del proceso, propiciando con ello
decisiones legales y justas. Contiene la posibilidad de denunciar la existencia de las
irregularidades y analizar los mecanismos que el orden jurídico establece con miras a
superarla. Se trata de excluir del orden jurídico las ilegalidades. El derecho de
impugnación es abstracto Y corresponde a toda persona, se materializa en el
correspondiente acto de impugnación. La doctrina viene afirmando que el derecho a
utilizar los recursos comprende el derecho a que el órgano jurisdiccional que revise el
proceso se pronuncié tras oír a las partes contradictoriamente, sin que pueda justificarse
una resolución judicial inaudita parte más que en los casos de comparecencia por voluntad
expresa o tácita o negligencia imputable a la parte.

Causas de impugnación

La previsión del instituto de la impugnación procesal parte de la consideración de


que el juzgar es un acto humano y como tal es susceptible de incurrir en error. Siendo así
se debe conceder a las partes la posibilidad de que se revisen el error en que ha incurrido
un acto procesal.

Los errores en que se haya incurrido son las causas para promover la impugnación
y estas pueden ser
A. El error in iudicando. - conocidos también como vicios en el juicio. Es un
error del juez que le lleva a una subsunción errónea de los hechos a una norma jurídica
que no le es aplicable. Por ello generalmente se presentan con la violación del
ordenamiento sustantivo o se aplica indebidamente una norma, se inaplicada o se
interpreta erróneamente. Se refiere al contenido del proceso.

B. El error in procedendo. - son conocidos también como error de actividad o


defectos en la construcción. Es un error que se produce debido a la afectación de una
norma procesal esencial. Surge por no ejecutar lo impuesto por la norma procesal, por
ejecutar algo que está prohibido o de modo distinto a lo previsto por la norma procesal.
Constituyen pues irregularidades o defectos del procedimiento.

La diferente configuración de los errores antes descritos resulta esencial, pues de


ella dependerán las diferentes pretensiones que pueden ser planteados por las partes del
proceso a través de un medio impugnatorio, así como las diferentes formas de
pronunciarse del órgano jurisdiccional. Así, si lo que se denuncia es un error in iudicando,
las partes plantearan una pretensión impugnatoria revocatoria; mientras que si lo que se
denuncia es un error in procedendo las partes deberán plantear una pretensión
impugnatoria rescisoria.

Con la pretensión impugnatoria revocatoria lo que se busca es el órgano


jurisdiccional de segundo grado revise el acto impugnado y, si considera que hay un error,
lo sustituya con otro acto; mientras que con la pretensión impugnatoria rescisoria los que
se busca es que el órgano jurisdiccional de segundo grado elimine el acto impugnado sin
sustituirlo, pues corresponderá el órgano jurisdiccional que expidió originalmente el acto
anulado el que deba expedir otro.

C. El error in cogitando. - referido al vicio de razonamiento. Se produce


cundo hay; primero, ausencia o defecto de una de las premisas del juicio y segundo,
violación de las reglas de la lógica. Esto es, falta de motivación o defectuosa motivación

Clases de medios impugnatorios

La clasificación de medios impugnatorios se efectúa teniendo en cuenta varios


criterios entre ellos:

1) Según el objeto de impugnación

El articulo 356 del código procesal civil clasifica a los medios impugnatorios en:
 REMEDIOS: los remedios son medios impugnatorios mediante los cuales
el recurrente pide se examine todo un proceso o un determinado acto
procesal del juez no contenido en una resolución. a nivel de nuestro código
procesal civil encontramos la oposición, la tacha y la nulidad
 RECURSOS: atreves de los recursos se ataca un acto procesal del juez
contenido en una resolución judicial (decretos, autos y sentencias) A nivel
de nuestro código procesal civil encontramos el recurso de reposición, de
apelación, casación y queja. Los recursos se clasifican de acuerdo a la
resolución judicial que en específico se impugna.

2) Según el vicio que atacan .-

Según este criterio tenemos los medios impugnatorios ordinarios y


extraordinarios. Son ordinarios cuando a través de ellos se puede atacar cualquier vicio o
error, como por ejemplo el recurso de apelación; mientras son extraordinarios cuando su
interposición solo procede por causales específicas. Un ejemplo de ello es el recurso de
casación.

3) Según el órgano ante quien se interpone

Según este criterio podemos hablar de recurso propio e impropio. Propio cuando
se interpone ante un órgano distinto al que expidió la resolución. Por ejemplo, el recurso
de apelación. Impropio, cuando se interpone ante el mismo órgano que expidió la
resolución. Por ejemplo, el recurso de reposición.

Los medios impugnatorios en el código procesal civil peruano

El código procesal civil peruano (en adelante CPC) regula los medios
impugnatorios en el título XII, artículo 355 y siguientes. Establece que los medios
impugnatorios tienen por finalidad anular o revocar, Total o parcialmente, un acto
procesal presuntamente afectado con vicio o error. Los medios impugnatorios se dividen
entre remedios y recursos. Los Remedios se fórmula contra actos procesales no
contenidos en resoluciones judiciales, son Remedios: La tacha, oposición, nulidad. Los
recursos pueden formularse Por quién se considere agraviado con una resolución judicial,
pudiendo ser parte en el proceso o tercero legitimado, para que luego de un nuevo examen
de la decisión se subsane el vicio o el error alegado o denunciado; son recursos:
Reposición, apelación, casación, queja. Estás pueden ser recursos ordinarios o
extraordinarios.

Según nuestro código adjetivo la oposición constituye un remedio y la apelación


un recurso. Dado que sobre la decisión y ejecución de la medida cautelar se regulan por
estos medios impugnatorios

Su regulación en el código procesal civil

a) Requisitos de admisibilidad

Los medios impugnatorios se interponen ante el órgano jurisdiccional que cometió


el vicio o error, salvo disposición en contrario (Artículo 357 de CPC).

b) Requisitos de procedibilidad

El impugnante fundamentara su pedido, precisando el agravio, el vicio o error


que lo motiva (Artículo 358 del CPC)

c) Incumplimiento de los requisitos

El incumplimiento de alguno de los requisitos determina la declaración de


inadmisibilidad o de improcedencia del medio impugnatorio, mediante resolución
debidamente fundamentada (Artículo 359 del CPC)

d) Prohibición de doble recurso

Está prohibido a una parte interponer 2 recursos contra una misma resolución
(artículo 360 del CPC).

REMEDIOS Y RECURSOS
Los remedios son aquéllos a través de los cuales la parte o el tercero legitimado
pide se reexamine todo un proceso a través de uno nuevo o, por lo menos, el pedido de
reexamen está referido a un acto procesal. El rasgo distintivo está dado porque el remedio
está destinado para atacar toda suerte de actos procesales, salvo aquéllos que estén
contenidos en resoluciones. El artículo 356 inciso 2 del Código Procesal Civil recoge esta
clasificación.

Demos ejemplos de remedios. El pedido de nulidad respecto de la realización de


un acto de notificación es un típico remedio; no ataca una resolución sino un acto procesal
(la notificación). Otro remedio, contenido en el Código Procesal Civil en su artículo 178,
es la nulidad de sentencia. Se trata del inicio de un proceso contra una sentencia expedida
en otro proceso ya concluido, en el cual ha mediado dolo, fraude o colusión cometido por
una parte o el juez.

Los recursos, a diferencia de los remedios, se utilizan con exclusividad para


atacar a los actos procesales contenidos en resoluciones. Se trata de los medios
impugnatorios por excelencia, son los más comunes, tanto que respecto de ellos han
ganado terreno algunas afirmaciones que parece oportuno precisar.

Así, suele referirse corrientemente a los "recursos impugnatorios", sin advertirse


que tal fraseado acuerdo a lo ya desarrollado no es otra cosa que una tautología; si el
recurso es una especie en donde los medios impugnatorios son el género, con decir
recurso basta y sobra. Por otro lado, en el Perú por lo menos, la palabra recurso se ha
envilecido, al punto que se usa para nombrar a cualquier escrito que se presenta en un
proceso, perdiéndose su acepción específica. Sin embargo, esta "popularidad" del
concepto tiene como origen un error en la traducción de los libros de los autores italianos
clásicos. La palabra "ricorsi" significa en italiano escrito y la palabra "ricorso" significa
recurso en el exacto sentido del concepto. Lamentablemente, una palabra subsumió a la
otra, de tal suerte que todo se tradujo como recurso, generando así el uso indebido que
hoy observamos.

LOS RECURSOS

Naturaleza
Tradicionalmente, al menos en el sistema iberoamericano se suele identificar los
conceptos de "medios de impugnación" y de "recursos", como si ambas expresiones
fueran sinónimas. Sin embargo, la doctrina considera que los recursos sólo son una
especie de los medios de impugnación, que vienen a ser el género, como sostiene DEVIS
ECHANDIA.

Por recurso se entiende la petición formulada por una de las partes, y en su caso
por terceros, para que el mismo juez que expidió una resolución o su Superior la revise,
con el fin de corregir los errores de fondo o de procedimiento que en ella se hayan
cometido.

El recurso es sólo uno de los distintos medios de impugnación, aunque el más


importante. Pero además de los recursos existen otras especies, entre las cuales podemos
citar los "remedios", a los que se refiere el Art. 356 del nuevo Código Procesal y que
pueden ser utilizados por quien se considere agraviado por actos procesales no contenidos
en resoluciones, como por ejemplo la oposición incidental a determinados actos.

PRIETO CASTRO, en el Tomo I de su tratado de Derecho Procesal, emplea la


denominación "remedios" para referirse a las impugnaciones que deban ser resueltas por
el mismo juez que la expidió, tal entre nosotros la reposición que está tratada como
recurso.

PERLA VELAOCHAGA, llama "recurso" a los medios que la ley otorga a las
partes en ciertos casos para reclamar de las resoluciones judiciales y están determinados
y regulados por la ley.

No cabe duda que el recurso es el medio de impugnación más importante, al que


GUASP define como "una pretensión de reforma de una resolución judicial, mediante la
cual las partes o quienes tengan legitimación para actuar, solicitan su revisión dentro del
mismo proceso en que dicha resolución ha sido dictada. Y es que los recursos se
caracterizan por ser medios de impugnación que se plantean y se resuelven dentro del
mismo proceso; combaten resoluciones dictadas en el curso de éste, o bien impugnan la
sentencia definitiva, cuando todavía no es firme, abriendo una segunda instancia dentro
del mismo proceso. Como expresa NICETO ALCALA ZAMORA Y CASTILLO, no
inician un nuevo proceso, sino sólo continúa el que ya existe, llevándolo a una nueva
instancia, a un nuevo grado de conocimiento. No plantean un nuevo litigio ni establecen
una nueva relación procesal, sólo implican la revisión, el nuevo examen de la resolución
recurrida. Las partes, el conflicto y la relación siguen siendo las mismas.

Para COUTURE, recurso, significa literalmente, regreso al punto de partida; es


un "recorrer" de nuevo el camino ya hecho.

Dentro del proceso dispositivo los recursos constituyen un derecho individual


para reclamar contra los vicios del proceso en busca de su perfeccionamiento (satisfacción
de pretensiones).

Como también, según la finalidad pública del proceso, constituirán una mejor
manera de lograr la recta aplicación del Derecho o la activación de la ley.
Con brillantez decía CARNELUTTI, que el peligro del error judicial es como una
gran nube que oscurece el cielo del Derecho Procesal; y que la protesta de justicia se
llama impugnación.

Elementos del recurso


A continuación un breve comentario de los elementos que configuran el concepto
recurso. Inicialmente conviene precisar que el recurso sólo tiene existencia procesal a
partir de un "pedido de parte", esto es, sólo surge a partir de la iniciativa de alguno de los
litigantes. Un juez puede sentir un profundo desacuerdo con la decisión que ha expedido,
sin embargo, luego de haberla notificado no tiene manera de modificarla en su contenido
sustantivo y, por cierto, tampoco de solicitar que otro juez revise su decisión. Esta facultad
sólo está concedida a las partes o a los terceros legitimados.

Otro rasgo propio del recurso, como ya se expresó, es que sólo es útil para solicitar
el reexamen de decisiones judiciales contenidas en resoluciones; para simplificar el tema,
se suele afirmar que a través de recursos sólo se afectan resoluciones.

Cabe precisar que una resolución puede contener más de una decisión judicial.
Siendo así, es factible que una parte recurra de una resolución sólo en forma parcial, es
decir, precisando que sólo de parte de la resolución es que se quiere un nuevo examen.
Por cierto, es también posible que el nuevo examen se quiera de toda la resolución; de ser
así, el recurso tendrá la calidad de total. En estricto, esta calidad de parcial o total del
recurso es aplicable por extensión a todos los medios impugnatorios.

Otro perfil propio del recurso es que quien lo utiliza debe ser la parte a quien la
resolución le produce perjuicio, lo que en doctrina se suele denominar agravio. Por
oposición, entonces, no podrá interponer un recurso la parte a quien favorezca una
resolución.

Otro elemento característico del recurso es que quien lo alega debe acreditar que
la resolución -objeto de impugnación-, además de producirle agravio, tiene en su
elaboración o génesis lógica un vicio o error. Separamos los conceptos para comprender
dentro del vicio a aquellos defectos producidos por una aplicación indebida o inaplicación
de una norma procesal que conducen a una afectación de un debido proceso. En cambio
el error está referido a la aplicación indebida, inaplicación o interpretación errónea de una
norma de derecho material. La doctrina suele llamar "error in procedendo" al primero y
"error in iudicando" al segundo.
Como se advierte, no se trata que el recurrente alegue el agravio, sino que, además
debe fundamentar en que consiste el vicio o error cometido en la resolución que impugna.

Finalmente, el último rasgo característico del recurso está dado por su objeto. El
pedido de un nuevo examen no es otra cosa sino un medio para conseguir un fin, y éste
puede tener dos expresiones: sea anular la resolución impugnada si se logra acreditar que
ha sido expedida conteniendo un vicio en su elaboración o contexto, o sea revocar la
resolución, esto significa hacerle perder su eficacia a fin de sustituirla por otra que puede
ser expedida por el mismo órgano jurisdiccional que declaró su ineficacia o que éste
ordene realizar tal acto al juez que la expidió inicialmente.

Clases de recursos
Como ocurre en el Derecho y regularmente en casi todas las ciencias, las
clasificaciones de los recursos abundan, dependen del criterio clasificatorio que se utilice.

Los recursos pueden ser propios o impropios. Son propios cuando van a ser
resueltos por el órgano jurisdiccional superior a aquél que expidió la resolución
impugnada. Apréciese que este criterio no toma en cuenta el juez ante quien se interpone
el recurso, sino más bien el juez que lo resuelve. Por esa razón, tienen la calidad de
recursos impropios aquéllos que -contrariando el ciclo normal de un medio impugnatorio
que exige un nuevo examen del acto procesal por un juez distinto a aquél que participó
en el acto- son resueltos por el mismo juez que expidió la resolución impugnada.

Los recursos propios, por el efecto que producen, se clasifican en positivos o


negativos. Son positivos aquellos recursos en los que el juez superior está facultado a
declarar la ineficacia del contenido de la resolución impugnada (y de ésto, por extensión)
y, además, a declarar el derecho que corresponde, sustituyendo a aquél declarado ineficaz.

Los recursos negativos, en cambio, sólo facultan al juez superior a dejar sin
efecto el contenido de la resolución impugnada, es decir, sólo anulan o revocan, aun
cuando autorizan adicionalmente a ordenar al inferior expida una nueva decisión. Entre
los negativos incluso se presenta una subclasificación muy ligada a lo que el
ordenamiento jurídico opta en cada caso. Así, hay algunos recursos negativos que le
imponen al inferior una manera de decidir; en cambio, hay otros en los que el juez puede
-si así lo considera- ratificar su decisión en el sentido de la resolución impugnada original,
pudiendo determinarse así una nueva e idéntica impugnación. Es cierto también que esta
última posibilidad -muy poco práctica por lo demás- se presenta en contadas y cada vez
menos ocasiones en la legislación comparada.

Hay otro criterio clasificatorio bastante común pero no por eso bien conocido. Es
aquél que divide los recursos en ordinarios y extraordinarios. El origen de esa
clasificación es la doctrina francesa. Ha sido discutida su bondad, a pesar de muchas
legislaciones la usan.

Según este criterio, los recursos ordinarios son aquellos que se conceden bastando
argumentar que la resolución impugnada ha sido expedida con vicio o error. Sin embargo,
hay otros recursos respecto de los cuales la legislación aplicable exige cierto número y
tipo de requisitos de admisibilidad y, sobre todo, de procedencia, que determinan que su
concesión sea una situación excepcional, éstos son los extraordinarios. Ejemplos clásicos
de cada uno serían, sin duda, la apelación para los ordinarios y la casación para los
extraordinarios.

Admisibilidad y procedencia de los recursos.


Los requisitos de admisibilidad de un acto procesal están dados por los elementos
formales que determinan la aptitud de éste para producir efectos al interior del proceso.
En cambio, los requisitos de procedencia son los elementos intrínsecos o de fondo de un
acto procesal, cuya presencia es esencial para que el acto tenga la calidad de tal.

Los recursos, como toda institución procesal, tienen requisitos propios de


admisibilidad y procedencia.

Son requisitos de admisibilidad de un recurso aquellos que están ligados con el


lugar, el tiempo y la formalidad de su interposición. Así, conviene precisar que
regularmente un recurso se interpone ante el mismo juez que expidió la resolución
impugnada, sólo excepcionalmente la norma procesal impone un lugar distinto.
Igualmente, por razones de seguridad jurídica y de impulso procesal, una resolución no
puede estar sujeta a impugnación perpetua. Resulta indispensable que la norma fije un
plazo para que éste pueda ser interpuesto, el que variará atendiendo a la importancia de
la resolución que eventualmente pueda recurrirse.

Finalmente, la interposición de un recurso requiere adicionalmente el


cumplimiento de ciertas formalidades que la norma regula en atención a la importancia
del acto. Para citar un ejemplo, casi todas las legislaciones exigen el pago de una tasa para
interponer un recurso, siendo consistente la razón del pedido, dado que la parte va a hacer
uso de otro órgano jurisdiccional, es de suyo pertinente que asuma un costo por esa
oportunidad que le está concediendo el Estado de que se revise una decisión que éste ha
expedido.

Son requisitos de procedencia del recurso fundamentalmente tres: la adecuación


del recurso, la descripción del agravio y la fundamentación del vicio o error.

Un ordenamiento procesal regula cierto número de recursos. En cada uno de ellos


se precisa para que tipo de resolución pueden ser utilizados, sean decretos, autos o
sentencias. La adecuación del recurso consiste en el deber que tiene el recurrente de
interponer el recurso que corresponda atendiendo a la naturaleza de la resolución que está
impugnando. Así, por ejemplo, por más trascendente que fuese para una parte un decreto,
el que en su opinión lo agravia y tiene error-, no podrá utilizar la apelación contra él,
porque este recurso sólo se concede contra los autos y las sentencias.

La pertinencia del recurso a ser interpuesto es un requisito tan exigente, que son
muchos los ordenamientos procesales que regulan la prohibíción de interponer doble
recurso contra una misma resolución. Esta opción legislativa ha sido recogida por el
nuevo Código Procesal Civil peruano en su artículo 360.

Otro requisito de procedencia del recurso está ligado al deber del recurrente de
acreditar, a partir de la descripción del contenido de la resolución, el extremo en el cual
ésta le produce agravio. Condición esencial para que le pueda ser concedido un recurso.

Finalmente, es también un requisito de procedencia del recurso -tal vez el más


importante-la fundamentación del vicio o error. Como su nombre lo indica, el recurrente
tiene el deber de explicitar con precisión cuál es el vicio o error cometido por el juez en
la resolución que le produce agravio. Precisamente la alegación específica que haga el
recurrente, es el mejor sustento para el reexamen de la resolución. Por cierto, la ausencia
o superficialidad de la sustentación puede determinar que el órgano superior no conceda
el recurso, más exactamente, que lo declare improcedente.

Los artículos 357 y 358 del nuevo Código Procesal Civil regulan los requisitos
de admisibilidad y procedencia de los recursos, respectivamente. El artículo 359 no sólo
regula la consecuencia de incumplir con alguno de los requisitos -de admisibilidad o de
procedencia-, sino que además prescribe que la resolución que así lo sanciona, sólo es
recurrible en queja.

LOS REMEDIOS

El profesor Juan MONROY señala que “Los remedios son aquellos a través de los
cuales la parte o el tercero legitimado pide se reexamine todo un proceso a través de uno
nuevo o, por lo menos, el pedido de reexamen está referido a un acto procesal. El rasgo
distintivo está dado porque el remedio está destinado a atacar toda suerte de actos
procesales, salvo aquellos que están contenidos en resoluciones.”

En tal sentido los remedios son aquellos medios impugnatorios encaminados a


lograr que se anule o revoque, ya sea en manera parcial o total determinados actos
procesales que no se encuentran contenidos en resoluciones. Se interpone ante el mismo
Juez que conoció del acto procesal materia de impugnación, a fin de que este proceda a
reexaminarlo y en su oportunidad lo modifique, revise o revoque, en su totalidad o en
parte de ella.

Así, los remedios pueden ser dirigidos contra el acto de notificación, la actuación
de un medio de prueba, una diligencia externa realizada por el secretario, etc. es decir
cualquier acto procesal que no se encuentran comprendidos en una resolución.

Estos deben ser puestos de conocimiento es decir interpuesto, dentro de tercer día
de conocido el agravio, ante el órgano jurisdiccional donde se produjo el acto procesal
que se cuestiona, debiendo asimismo, precisar el agravio, vicio o error que lo motiva

El incumplimiento de alguno de los requisitos de procedencia determinara la


declaración de improcedencia del remedio, mediante resolución debidamente motivada
por el magistrado.

Al respecto se ha precisado en sede judicial que:“El artículo trescientos


cincuentiséis del Código Procesal Civil clasifica los medios impugnatorios en remedios,
que proceden contra actos procesales no contenidos en resoluciones, y los recursos que
proceden contra resoluciones judiciales, en ambos tipos de medios impugnatorios rige el
principio dispositivo de la impugnación, en virtud del cual solamente puede conocerse y
resolverse una impugnación si es que las partes lo solicitan.”
Clases.

A. Oposición.-

Medio impugnatorio destinado a cuestionar determinados medios probatorios que


han sido propuestos por las partes en el proceso, con la finalidad de que estos no sean
incorporados al proceso y por ende evitar su correspondiente actuación y eficacia
probatoria al momento de emitir la resolución final. La oposición además de constituirse
en un remedio a su vez es, una cuestión probatoria. El mismo que será analizado más
profundamente en el correspondiente capitulo.

Se puede formula oposición a:

1) la actuación de una declaración de parte;

2) a una exhibición;

3) a una pericia;

4) a una inspección judicial y,

5) a un medio probatorio atípico.

B. Tacha.-

Acto procesal destinado a que se invalide o reste eficacia determinado medio de


prueba por cuanto existe un defecto o impedimento en el mismo. Esta figura además de
constituir un remedio, representa una cuestión probatoria. El mismo que será analizado
más profundamente en el correspondiente capitulo.

Así, podemos interponer tacha: a) contra testigos; b) documentos y, c) contra los


medios probatorios atípicos.

C. Nulidad.-

Implica la inaplicación o aplicación errónea de la norma, lo que da origen a su


invalidez de sus efectos siempre que dicha causal se encuentre expresamente señalada por
la norma o que el acto no reúna los requisitos necesarios para la obtención de su finalidad.

En tal sentido la nulidad de un acto procesal significa la declaración de su


invalidez o ineficacia a consecuencia de determinados vicios o irregularidades que lo
afectan, estos pueden originarse de una conducta culposa o dolosa.
La nulidad tiene una doble dimensión pues procede contra actos procesales no
contenidos en resoluciones judiciales (remedios) y también contra resoluciones que se
encuentren afectadas de vicio o error (recurso).

La nulidad también puede ser absoluta cuando esta no es posible de ser subsanada
o convalidad y relativa, cuando por el contrario es objeto de subsanación o convalidación

El tema relativo a las nulidades presenta un particular significado, tratándose de


una disciplina en la que las formas ocupan un lugar destacado, donde las soluciones se
desvían y se hacen específicas, particulares a cada una de las ramas del orden jurídico.

En materia procesal civil las nulidades procesales no son distintas a las de las del
Derecho sustantivo, ya que los presupuestos de la nulidad procesal, con relación a su
tipificación, son exactamente los mismos en el Derecho Civil; y en tanto que es el
magistrado quien que va a declarar sobre la existencia o no de una determinada nulidad,
no puede llevar al erróneo criterio de la existencia de un distingo de carácter ontológico.

Al respecto se ha señalado que: “Los vicios relativos al emplazamiento se


cuestionan en vía de articulación de nulidad la cual constituye un remedio procesal por
cuando procede contra actos de notificación no contenidos en resoluciones; siendo por
ello perfectamente factible que al remedio de nulidad se le apliquen los principios en
materia de impugnación”.

EL RECURSO DE REPOSICION
El Recurso de reposición también llamado doctrinalmente como: retractación,
reforma, reconsideración y suplica, es un medio impugnatorio, y como tal forma parte del
llamado sistema de impugnaciones, diseñados sobre la posible existencia y/o
configuración del error en las decisiones judiciales; y que posibilitan a las partes
defenderse de la siempre posible arbitrariedad judicial.

Es considerado un recurso ordinario e impropio o de instancia única (a


contraposición de los denominados propios, verticales y de instancia múltiple), debido a
su naturaleza no devolutiva. A través de la misma se solicita que sea el propio juzgado o
tribunal que hubiera dictado la que se impugne a efectos: “declare la ilegalidad de una
resolución (por ser contraria a norma o garantía procesal” y la consiguiente ineficacia de
la misma, dictando con unidad de acto, la resolución que procede legalmente”, o dicho de
otro modo que la tramitación del proceso se acomode a lo prevenido en Ley. El Recurso
de reposición cuestiona los decretos, y como tal importa –en teoría- una discusión menor,
por lo que las características que describen mejor a los decretos, son la simplicidad y la
carencia de motivación, esto último consecuencia directa de lo primero, en tanto la
naturaleza de esta sea impulsar o dar trámite mecánicamente al proceso; sostenemos más
adelante que no existe un catálogo de resoluciones sobre las que este recurso debe recurrir,
limitándose al genérico concepto resoluciones de mero trámite. No es inusual, que
respecto de los mismos, no exista obligación de firma por parte del Juez, tan solo del
secretario respecto de quien se exige firma completa.

La característica principal de este recurso, es que su interposición no suspende la


tramitación del proceso, y mucho menos la ejecución o cumplimiento de lo proveído
judicialmente, pertenece a la escasísima familia de los inimpugnables, y es o debería ser
de interés procesal común, pues presupone el interés de todas las partes en la correcta y
adecuada tramitación del proceso, de modo tal que siempre se permanezca atento a
enderezar el expediente.

A pesar de que el recurso de reposición ha sido un instrumento muy criticado por


la doctrina, e incluso denostado, considerándole como un factor de retardo en la
sustanciación del proceso, su utilidad está fuera de toda duda, porque es un instrumento
que permite que la ordenación del proceso se haga de forma adecuada y que las partes
puedan controlar esa actividad. La alternativa al recurso de reposición sólo estaría en la
revisión de oficio de las resoluciones interlocutorias, lo cual es una postura menos
deseable a la que ofrece el recurso de reposición, que resulta debidamente configurado si
se considera la norma que contempla, el artículo 454, donde se establece la
irrecurribilidad del auto resolviendo la reposición y se establecen los instrumentos
jurídicos tendentes a evitar un abuso en el derecho al ejercicio de los recursos.

En todo caso, puede concluirse que la finalidad del recuso de reposición es


permitir la modificación de las resoluciones adoptadas en la sustanciación del proceso
que no sean conformes a lo establecido en las disposiciones positivas que regulan el
procedimiento o que, habiendo sido dictadas en el ejercicio de una facultad atribuida al
órgano jurisdiccional con cierto carácter discrecional, produzcan un perjuicio a cualquiera
de los litigantes.
Procedencia
Se encuentra en el artículo 362 del código procesal civil, el recurso de reposición
procede contra los decretos a fin de que el juez los revoque.

Tramite
El plazo para interponerlo es de tres días, contando desde la notificación de la
resolución. Si interpuso el recurso el juez advierte que el vicio o error es evidente o que
el recurso es notoriamente inadmisible o improcedente, lo declara así sin necesidad de
trámite. De considerarlo necesario, el juez conferirá el traslado por tres días. Vencido el
plazo, resolverá con su contestación o sin ella.

Si la resolución impugnada se expedirá en una audiencia, el recurso debe ser


interpuesto, verbalmente y se resuelve de inmediato, previo traslado a la parte contraria o
en su rebeldía. El auto que resuelve el recurso de reposición es inimpugnable.

APELACION
La apelación es un acto procesal de las partes y constituye, en términos generales,
un medio de impugnación y, en términos particulares, el más importante recurso
ordinario; teniendo por fin la revisión –por el órgano judicial superior– de la resolución
emitida por el órgano inferior.

Se caracteriza porque está concebido para afectar a través de él, autos o sentencias,
es decir, resoluciones que contengan una decisión del juez originada en un análisis lógico-
jurídico del hecho, o de la norma aplicable al hecho; a diferencia de los decretos, que solo
son una aplicación regular de una norma procesal que impulsa el proceso. Otro rasgo de
la apelación, común a todos los medios impugnatorios, consiste en que puede ser
interpuesta contra una resolución o parte de ella. En efecto, con frecuencia se da el caso
de que una resolución judicial contiene más de una decisión judicial. En dicho escenario,
es posible que solo alguna de ellas sea considerada agraviante y equivocada por una de
las partes, quien podrá apelar precisando que solo lo hace respecto de una parte específica
de la resolución y no sobre su integridad.

Objeto
Las resoluciones judiciales (autos y sentencias) constituyen el objeto del recurso
de apelación. Este es un acto procesal de impugnación dirigido a poner en evidencia el
error o vicio en que incurrió el órgano jurisdiccional y que se halla contenido en una
resolución , la misma que se espera sea modificada o dejada sin efecto por el juez ad
quem.

Es objeto, pues, del recurso de apelación toda resolución judicial que adolece de
vicio o error y que, por lo tanto, causa agravio a alguno de los justiciables. Y aquella
pueda ser apelada en todo o en parte, sujetándose la impugnación a lo expresamente
manifestado por el agravio en su recurso respecto de los alcances del vicio o error alegado
por él.

Procedencia:
El artículo 365 del código procesal civil sobre la procedencia del recurso de
apelación en los siguientes términos: procede apelación:

 Contra las sentencias, excepto las impugnables con recurso de casación y


las excluidas por convenio entre las partes.
 Contra los autos, excepto los que se expidan en la tramitación de una
articulación y los que este código excluya; y
 En los casos expresamente establecidos en este código”.

Competencia Del Órgano Judicial Revisor


El recurso de apelación hace que el órgano judicial revisor asuma la competencia
respecto de las cuestiones objetadas, teniendo plena potestad para resolverlas, salvo en
situaciones excepcionales y expresamente previstas en el ordenamiento jurídico en dicha
potestad sufre limitaciones, como aquella referida al impedimento del juez ad quem de
modificar la resolución recurrida en perjuicio del impugnante (a no ser que la otra parte
hubiese también recurrido la resolución o formulado adhesión a la apelación). Tampoco
puede el órgano judicial revisor apartarse del objeto del proceso (que fuera conocido en
primera instancia) e inobservar el principio de congruencia, estando impedido entonces
de ir más allá del petitorio o fundar su decisión en hechos distintos de los que han sido
invocados por las partes, por lo que debe descartar todo asunto extraño al contenido de la
relación procesal y al de los escritos constitutivos del proceso. Asimismo, el órgano
judicial revisor se encuentra impedido de examinar las cuestiones sobre las cuales ha
precluido la posibilidad de recurrir y que han adquirido firmeza.

Se puede apreciar que la competencia del órgano judicial revisor no implica la


renovación de todos los elementos introducidos en la primera instancia, limitándose
prácticamente a lo expuesto en el recurso de apelación y a los concretos agraviados en él
consignados, sin que ello signifique que no pueda hacer uso de los elementos del proceso
necesario para decidir la causa, especialmente aquellos que conforman el material
probatorio.

El art. 370 del código procesal civil versa sobre la competencia del juez superior
en la apelación estableciendo simple y llanamente que: “el juez superior no puede
modificar la resolución impugnada en perjuicio del apelante, salvo que la otra parte
también haya apelado o se haya adherido. Sin embargo, puede integrar la resolución
apelada en la parte decisoria, si la fundamentación aparece en la parte considerativa.
Cuando la apelación es de un auto, la competencia del superior solo alcanza a éste y a su
tramitación”.

Motivación Del Recurso De Apelación


La motivación del recurso de apelación que implica la exposición de los
fundamentos tácticos y jurídicos que ameritan, a juicio del recurrente, la anulación o
resolución impugnada. La motivación del recurso de apelación exige un análisis crítico,
exhaustivo y razonado, punto por punto, de los vicios o errores advertidos en la resolución
que se objeta, ya sea en la apreciación de los hechos, la interpretación del material
probatorio o en la aplicación del derecho.

La motivación del recurso constituye un requisito de procedencia del mismo. Su


ausencia o deficiencia faculta al juez a declarar de plano improcedente la apelación.

El art. 366 del código procesal civil establece claramente al respecto lo siguiente:

“El que interpone apelación debe fundamentar, indicando el error de hecho y de


derecho incurrido en la resolución, precisando la naturaleza del agravio y sustentado su
pretensión impugnatoria”.

Legitimidad De La Apelación
Atendiendo al principio dispositivo que rige en la materia la apelación cede a
iniciativa de parte, constituyendo una facultad de los sujetos procesales o de sus
representantes o de sus abogados patrocinantes, quienes pueden ejercitar o no.

La legitimidad para apelar no implica tan solo recurrir la condición de parte so


tercero legitimado o de representante o de abogado patrocinante, sino que es
indispensable además que el impugnante tenga interés para apelar, el cual, insistimos,
deriva del agravio o perjuicio efectivamente producido por la resolución recurrida. Es por
ello que una resolución es susceptible de ser apelada por una o por ambas partes, pues el
agravio puede afectar a una sola de ellas o también a las dos.

La Adhesión A La Apelación
La adhesión a la apelación, llamada también apelación adhesiva o derivada, es
aquel instituto procesal que tiene lugar cuando una resolución judicial produce agravio a
ambas partes por lo que, planteando, concedido y corrido traslado del recurso de apelación
correspondiente, la otra parte o su representante se adhiere a él dentro del plazo que tiene
para absolver dicho traslado, no coadyuvando a los intereses de quien interpuso tal
recurso ni simplemente contradiciendo los fundamentos o alegaciones contenidas en él ,
sino solicitando, al igual que el apelante, que se modifique o revoque la resolución
cuestionada en lo que resulte agraviante o perjudicial para el adherente y en base a la
propia fundamentación del último o, inclusive, a la invocada por el apelante.

La adhesión en referencia no se trata de otro recurso de apelación, pese a ser


exigible también el pago de la taza judicial respectiva y la motivación de que ella, porque:

A. El examen de segundo grado es iniciado por la apelación interpuesta y no


por la adhesión del apelado.
B. No produce dentro del plazo legal para apelar sino en el momento
posterior.
C. No se dirige al juez ad quem.

El legitimado para formular adhesión a la apelación. De ninguna manera el


litisconsorte del apelante puede adherirse a la apelación por encontrarse en la misma
posición procesal que él. El código procesal civil establece a cerca de la adhesión al
recurso de apelación lo siguiente:

 En los procesos de conocimiento y abreviado, a contestar el traslado del


escrito de apelación contra la sentencia, la otra parte podrá adherirse al
recurso, fundamentando sus agravios, de los que se confiriera traslado al
apelante el proceso queda expedito para ser resuelto, con la declaración
del juez superior en tal sentido, señalando día y hora para la vista de la
causa.
 En los procesos de conocimiento y abreviado el plazo para adherirse a la
apelación de autos con efecto suspensivo y para o su contestación es de
tres días de conferido el traslado del recurso o de la adhesión,
respectivamente. El secretario del juzgado enviará el expediente al
superior dentro podía de cinco días concedida la apelación o la adhesión –
si la hubo-, bajo responsabilidad.
 En los procesos sumarísimos, de ejecución y no contenciosos la adhesión
a la apelación concedida con efecto suspensivo, ya sea contra autos o
sentencias, se sujeta a lo dispuesto por el artículo 376 del código procesal
civil.Por consiguiente, el plazo para adherirse y para su contestación, si la
hubiera, es de tres días de corrido el traslado del recurso o de la adhesión,
en ese orden. El secretario del juzgado enviará el expediente al superior
dentro de cinco días de concedida la apelación o la adhesión - la hubo-,
bajo responsabilidad.
 La adhesión a la apelación de autos sin efecto suspensivo debe tener lugar
dentro de tercero día de notificado el concesorio de la apelación, pudiendo
el adherente, de considerarlo, pedir al juez que agregue cuaderno de
apelación los actuados que estime conveniente, previo pago de la tasa
respectiva.
 La adhesión que no acompañe el recibo de la tasa, interponga fuera del
plazo, no tengan fundamento o no precise el agravio, será de plano
declarada inadmisible o improcedente, según sea el caso.
 El desistimiento de la apelación no afecta a la adhesión. Puntualizamos
que, no obstante estar incluida esta disposición dentro del artículo 373
último párrafo del código procesal civil, que versa sobre el plazo y trámite
de la apelación de sentencias, resulta aplicable no solo para la adhesión al
recurso de apelación dirigido contra una sentencia, sino que además lo es
tratándose de la adhesión a la apelación de autos con o sin efecto
suspensivo. La inclusión de dicha regla de carácter general en el citado
artículo obedece simple y llanamente a un error de técnica legislativa.

Trámite Del Recurso De Apelación


a) Interposición del recurso

La interposición del recurso de apelación resulta ser la declaración expresa de


voluntad de quien se siente perjudicado con alguna resolución dirigida a introducir el
indicado medio impugnativo al proceso a fin de obtener la modificación de aquella. Dicho
acto procesal de introducción del recurso, que adopta, por lo general, la forma, escrita,
inicia, pues, el procedimiento de revisión de una resolución y se plantea ante el mismo
órgano jurisdiccional que la expidió. En el recurso debe observar los requisitos de ley
porque sino su interposición sería inútil al devenir en ineficaz dicho medio impugnatorio.

El escrito que contiene un recurso de apelación debe comprender el pedido claro


y expreso de revocación y/o anulación de una resolución judicial, así como la
fundamentación de hecho y de derecho correspondiente, a no ser que la resolución
recurrida se trate de un auto expedido en una audiencia, en cuyo caso la apelación
interpone de inmediato, su motivación las demás requisitos pueden ser cumplido el
momento posterior y por escrito.

La apelación contra las sentencias se interpone dentro del plazo previsto en cada
vía procedimental, contando desde el día siguiente a su notificación:

 En los procesos de cocimiento el plazo para apelar la sentencia de diez


días.
 En los procesos abreviados el plazo para apelar la sentencia de cinco días.
 En los procesos sumarísimos el plazo para apelar la sentencia de tres días.
 En los procesos ejecución el plazo para apelar la sentencia de cinco días.
 En los procesos no contencioso el plazo para apelar la resolución final es
de de tres días.

La apelación contra los autos a ser concedida con efecto suspensivo o sin él se
interpone dentro de los siguientes plazos:

 Tres días auto es pronunciado fuera de audiencia.


 En la misma audiencia, si el auto fuera expedido por ella, pero su
fundamentación y demás requisitos serán cumplidos en el mismo plazo
que el acápite anterior.
b) Admisibilidad y procedencia del recurso

Admisibilidad y procedencia del recurso de apelación suponen el cumplimiento


de la cuestión de los requisitos legales por parte del impugnante que hacen posible el
conocimiento de la cuestión de fondo formulada en el recurso por el órgano superior en
grado, quien deberá decidir si resulta fundado o infundado, la admisibilidad y procedencia
del recurso de apelación están sujetas a la observancia de determinados requisitos o
presupuestos como son: el pago de la tasa judicial respectiva, su interposición dentro del
plazo legal o impugnación, que es la resolución pueda ser objeto de apelación, que dicha
resolución haya causado agravio al recurrente, que quien planteo el recurso se encuentre
facultado para hacerlo, que el recurso esté debidamente fundamentado y que contenga la
petición concreta de anulación o reforma en todo o en parte- de la resolución de la
impugnada.

El artículo 367 del código procesal civil señala al respecto que: “La apelación se
interpone dentro del plazo legal ante el juez que expidió la resolución impugnada,
acompañando el recibo de la tasa judicial respectiva cuando ésta fuera exigible. La
apelación se interpone o adhesión que no acompañen el recibo de la tasa, se interpongan
fuera del plazo, que no tengan fundamento o no precisen el agravio, serán de plano
declaradas inadmisibles o improcedentes, según sea el caso.

Para los fines a que se refiere el artículo 357 C.P.C., referido a los requisitos de
admisibilidad de los medios impugnatorios, se ordenará que el recurrente subsane en un
plazo no mayor de cinco días, la omisión o defecto que se pudiera advertir en el recibo de
pago de la tasa respectiva en las cédulas de notificación, en la autorización del recurso
por el letrado colegiado o en la firma del recurrente , si tiene domicilio en la ciudad sede
del órgano jurisdiccional que conoce de la apelación. De no subsanarse la omisión o
defecto, se rechazará el recurso y será declarado inadmisible.

Si el recurrente no tuviera domicilio procesal en la ciudad sede del órgano


jurisdiccional que conoce de la apelación, tramitara la causa de manera regular y será el
juez quien ordene la correspondiente subsanación del error.

El superior también puede declarar inadmisible o improcedente la apelación, si


advierte que no se hayan cumplido los requisitos para su concesión. En este caso, además,
declarará nulo el concesorio”

c) Concesión del recurso

Si el recurso de apelación reúne los requisitos de admisibilidad y procedencia


exigidos por el ordenamiento jurídico procesal, el juez quo expedirá el auto que lo
concede precisando su efecto. En la hipótesis de aquel rechace el medio impugnatorio
interpuesto puede el juez ad quem conceder el recurso de apelación si declara fundado el
recurso de queja correspondiente, dirigido precisamente a lograr el reexamen y posterior
revocación de la resolución que se pronuncio sobre inadmisibilidad o improcedencia de
la apelación.

Efectos en que se concede el recurso

El recurso de apelación puede ser concedido:

 Con efecto suspensivo.


 Sin efecto suspensivo.
 Sin efecto suspensivo y con calidad de diferido.

El artículo 368 del C.P.C. versa precisamente sobre los efectos del recurso de
apelación, estableciendo así lo siguiente, El recurso de apelación de concede:

a) CON EFECTO SUSPENSIVO. - por lo que la eficacia de la resolución


recurrida queda suspendida hasta la notificación de la que ordena se cumpla lo dispuesto
por el superior. Sin perjuicio de la suspensión, el juez que expidió la resolución
impugnada puede seguir conociendo las cuestiones que se tramitan en cuaderno aparte.

Asimismo, puede, a pedido de parte y en decisión debidamente motivada,


disponer medidas cautelares que eviten que la suspensión produzca agravio irreparable.

b) SIN EFECTO SUSPENSIVO. - por lo que la eficacia de la resolución


impugnada se mantiene, incluso para el cumplimiento de ésta.”

Al conceder la apelación, el juez precisará el efecto en que concede el recurso


y si es diferida y preceptúa que: “Además de los casos en que este código lo disponga, de
oficio o a pedido de parte, el juez puede ordenar que se reserve el trámite de una apelación
sin efecto suspensivo, a fin de que sea resuelta por el superior conjuntamente con la
sentencia u otra resolución que el juez señale. La decisión motivada del juez es
inimpugnable. La falta de apelación de la sentencia o de la resolución señala o de la
resolución señalada por el juez determina la ineficacia de la apelación diferida”.

Procede la apelación con efecto suspensivo contra las sentencias y autos que dan
por concluido el proceso e impiden su continuación; y en los demás casos previstos en el
C.P.C. advertiremos sin embargo, que en el caso de la sentencia expedida en el proceso
sumarísimo de alimentos la apelación es concedida sin efectos suspensivos. Ello se
desprende del primer párrafo del artículo 566 del código adjetivo el cual dispone que “la
pensión de alimentos que fije la sentencia debe pagarse por periodo adelantado y se
ejecuta aunque haya apelación. En este caso, se formará cuaderno separado…”.

Las apelaciones sin efecto suspensivo proceden en los casos expresamente


establecidos en la ley y en aquellos en que no procede la apelación con efecto suspensivo.

Cuando el C.P.C. no haga referencia al efecto o calidad en que es apelable una


resolución, ésta es sin efecto suspensivo y sin calidad de diferida. Una vez concebida con
efecto suspensivo la apelación contra la sentencia, se elevara el expediente dentro de un
plazo no mayor de veinte días, contando desde la concesión del recurso, salvo disposición
distinta del C.P.C., esta actividad es de responsabilidad del Auxiliar jurisdiccional.

Apenas sea concebida con efecto suspensivo la apelación contra algún auto, el
secretario del juzgado enviará el expediente al superior dentro de cinco días de concedida
la apelación o la adhesión, en su caso, bajo responsabilidad.

c) CONCEDIDA SIN EFECTO SUSPENSIVO Y SIN LA CALIDAD DE


DIFERIDA.- la apelación contra algún auto, en la misma resolución concesoría el juez
precisará a los actuados que deben ser enviados al superior, considerando los propuestos
por el recurrente al apelar. Dentro del día de notificado el concesorio, la otra parte puede
adherirse a la apelación y, de considerarlo, pedir al juez que agregue al cuaderno de
apelación los actuados que estime conveniente, previo pago de la tasa respectiva. El
auxiliar jurisdiccional, dentro de cinco días de notificador el concesorio, bajo
responsabilidad, remitirá al superior, por facsímil u otro medio, copia completa y legible
de las piezas indicadas por el juez, además del oficio de remisión firmado por éste,
agregando el original al expediente principal, y dejando constancia de la fecha del envío.
Así lo establece del artículo 377 primero, segundo y tercer párrafos del código procesal
civil.

El concesorio del recurso de apelación que fija un efecto distinto al solicitarlo


por el recurrente puede ser impugnado través del recurso de queja a fin de que el superior
jerárquico conceda el recurso, con el efecto pedido por el apelante. Ello de acuerdo a lo
previsto en la parte final del artículo 401 del código procesal civil.

Procedimiento en segunda instancia.


El procedimiento de apelación en segunda instancia se desarrolla según el código
procesal civil de la siguiente manera:
 El examen de concesorio por el juez ad quem. Recibido los actuados por
el superior jerárquico, éste, al igual que el inferior en grado, puede declarar
inadmisible o improcedente la apelación, si advierte que no se han
cumplido los requisitos para su concesión. En este caso, además declarará
nulo el concesorio.
 Apelación de sentencias en los procesos de conocimiento y abreviados
 En los procesos de conocimiento y abreviados, el superior conferirá
traslado del escrito de apelación por un plazo de diez días.
 Al contestar el traslado, la otra parte podrá adherirse al recurso,
fundamentando sus agravios, de lo que se conferirá traslado al apelante
por diez días.
 Con la absolución a la otra parte o el apelante si hubo adhesión, el proceso
queda expedito para ser resuelto, con la declaración del juez superior en
tal sentido, señalando día y hora para la vista de la causal.
 La designación de la fecha para la vista de la causa se notifica a las partes
diez días antes de su realización.
 Dentro del tercer día de notificada la fecha de la vista, el abogado que
desee informar lo comunicará por escrito, indicando si la parte informará
sobre hechos. La comunicación se considera aceptada por el solo hecho de
su presentación, sin que se requiera citación complementaria. No se
admite aplazamiento.
 Contra la sentencia de segunda instancia sólo proceden el pedido de
aclaración o corrección y el recurso de casación.
 Resuelta la apelación, se devolverá el expediente al juez de la demanda,
dentro de diez días de notificada la resolución, bajo responsabilidad del
auxiliar de justicia respectivo.
 Apelación de sentencias en los procesos sumarísimos, de ejecución y no
contenciosos
 En el proceso sumarísimo, de ejecución y no contencioso el trámite de la
apelación de sentencias se sujeta a lo dispuesto en el artículo 376 del
código procesal civil, referido al plazo y tramite de la apelación de autos
con efecto suspensivo.
 Dentro de cinco días de recibido, el superior comunicará a las partes que
los autos están expeditos par ser resueltos y señalará día y hora para la
vista de la causa.
 Es inadmisible la alegación de hechos nuevos.
 La designación para la fecha para la vista de la causa se notifica a las partes
con anticipación de cinco días.
 Dentro del tercer día de notificada la fecha de la vista, el abogado que
desee informar lo comunicará por escrito, indicando si la parte informará
sobre hechos. La comunicación se considera aceptada por el solo hecho
de su presentación, sin que requiera citación complementaria. No se
admite aplazamiento. Es de subrayar que el proceso sumarísimo no
preceden los informes sobre hechos, de acuerdo a lo preceptuado en el
artículo 559 inciso 2.
 La resolución definitiva se expedirá dentro de los cinco días siguientes a
la vista de la causa.
 Resuelta la apelación, se devolverá el expediente al juez de la demanda,
dentro del diez días de notificada la resolución, bajo responsabilidad del
auxiliar de justicia respectivo.
 Apelación de autos con efecto suspensivo
 En toda clase de proceso, tratándose de apelación de autos con efecto
suspensivo, dentro de cinco días de recibido, el superior comunicará a las
partes que los autos están expeditos para ser resuelto y señalará día y hora
para la vista de la causa.
 Es inadmisible la alegación de hechos nuevos.
 En los procesos de conocimiento y abreviado, la designación de la fecha
para la vista de la causa se notifica a las partes diez días antes de su
realización. En los demás procesos, se notifica con anticipación de cinco
días.
 Dentro del tercer día de notificada la fecha de la vista, el abogado que
desee informar lo comunicará por escrito, indicando si la parte informará
sobre hechos. La comunicación se considerará aceptada por el solo hecho
de que su presentación, sin que se requiera citación complementaria. No
te admite aplazamiento. En los procesos sumarísimos no proceden los
informes sobre hechos, de acuerdo a lo preceptuado en el artículo 559
Inciso 2.
 La resolución definitiva se expedirá dentro de los cinco días siguientes a
la vista de la causa.
 Apelación de autos sin efecto suspensivo
 En toda clase de proceso, tratándose de apelación de autos sin efecto
suspensivo, una vez el cuaderno ante el superior, éste comunicará a las
partes que los autos están expeditos para ser resueltos. En este trámite no
procede informe oral, ni ninguna otra actividad procesal. Sin perjuicio de
ello, el superior podrá de oficio citar a los abogados a fin que informen o
correspondan sobre cuestiones específicas contenidas en la resolución
apelada.
 Resuelta la apelación, el secretario del superior notifica la resolución a las
partes dentro del tercer día de expedida. En el mismo plazo, bajo
responsabilidad, remite al juez de la demanda copia de lo resuelto, por
facsímil o por el medio más rápido posible. El cuaderno de apelación con
el original de la resolución respectiva, se conserva en el archivo del
superior, devolviéndose con el principal sólo cuando se resuelva la
apelación que ponga fin al proceso.

La prueba en segunda instancia


La prueba en segunda instancia se encuentra regulada en el artículo 374 del código
procesal civil, referidos a los medios probatorios en la apelación de sentencias, el cual
preceptúa que:

“Solo en los procesos de conocimiento y abreviados las partes y terceros


legitimados pueden ofrecer medios probatorios en el escrito de formulación de la
apelación o en la absolución de agravios, y únicamente en los siguientes casos:

 Cuando los medios probatorios este referidos a la concurrencia de hechos


relevantes para el derecho o interés discutido, pero acaecidos después de
concluida la etapa de postulación de proceso;
 Cuando se traten de documentos expedidos con fecha posterior al inicio
del proceso, o que comprobadamente no hayan podido conocer y obtener
con anterioridad.
Es inimpugnable la resolución por la que el superior declara inadmisibles los
medios probatorios ofrecidos. Si fueran admitidos, se fijará fecha para la audiencia
respectiva, la que será dirigida por Juez menos antiguo, y la superior es un órgano
colegiado”.

El citado numeral es concordante 559 inciso 3 y 761 del código procesal civil que
versan sobra la improcedencia del ofrecimiento de medios probatorios en segunda
instancia en los procesos sumarísimos y en los no contenciosos, respectivamente.

La decisión de segunda instancia


a) La decisión de la segunda instancia debe contener:
b) La mención del lugar y fecha;
c) La referencia a las partes del litigio;
d) Las relaciones de las cuestiones que representan el objeto del
procedimiento de revisión;
e) La fundamentación del caso – fáctica y jurídica – respecto de lo que es
materia del recurso y decisión adoptada;
f) La solución expresa y precisa del recurso;
g) El pronunciamiento sobre la condena en costas y costos; y
h) La firma o firmas del juez o jueces que emiten la decisión de segunda
instancia.

El órgano judicial revisor al resolver no puede modificar la resolución impugnada


en perjuicio del apelante, salvo que la otra parte también haya apelado o se haya adherido.
Sin embargo, puede integrar la resolución apelada en la parte decisoria, sin la
fundamentación aparece en la parte considerativa.

Si la apelación fuese de un auto, la decisión de segunda instancia estará referida


sólo a él y su tramitación, de conformidad con lo dispuesto en el último párrafo del
artículo 370 del código procesal civil. Hacemos notar que la nulidad o revocación de una
resolución apelada sin efecto suspensivo, determina la ineficacia de todo lo actuado sobre
el base de su vigencia debiendo el juez de la demanda precisar las actuaciones que queden
sin efecto, atendiendo a lo resuelto por el superior.

Contra las sentencias de segunda instancia solo preceden el pedido de aclaración


o corrección y al recurso de casación, siempre que se cumplan los requisitos de forma y
fondo para su admisión. Ello de acuerdo a lo previsto en el artículo 378 del código
procesal civil.

Consentida la sentencia de segunda instancia que contiene un mandato y, devuelto


el expediente al juez de la demanda, la sentencia adquiere la calidad de titulo de ejecución
judicial, procediendo conforme a lo regulado en el capítulo V, título V de la sección quinta
del código procesal civil.

Por último, no podemos dejar de mencionar cuando la sentencia de segunda


instancia confirma íntegramente la de primera, se condenara al apelante con las costas y
costos. En lo demás, se fijara la condena en atención a los términos de la revocatoria y la
conducta de las partes en segunda instancia. La condena en costas y costos, dicho sea, se
establece por cada instancia, pero si la resolución de la segunda revocar la de primera, la
parte vencida pagará las costas de ámbas.

RECURSO DE QUEJA
Definición:
El recurso de queja es un medio de impugnación devolutivo e instrumental que
tiene por finalidad, el dar respuesta a la oposición frente a las resoluciones de inadmisión
de recursos devolutivos, apelación y casación, dictadas por el órgano jurisdiccional que
resolvió el caso y cuya decisión es la impugnada por medio de la apelación o casación
inadmitida a trámite.

es un recurso, cuya mayor peculiaridad es su carácter instrumental, al interponerse


en función de otro recurso que ha sido inadmitido, y por poder limitar el derecho a los
recursos legalmente establecidos, se establece que su tramitación y resolución, tiene
carácter preferente.

El recurso de queja es un recurso accesorio de otro principal que ha sido


inadmitido por lo que el tribunal deberá limitarse a declarar la procedencia o no de la
admisión del recurso denegado. En caso de que estuviera mal denegado, se le ordenara al
tribunal, que continúe con la tramitación, de manera que el tribunal no se pronunciara
respecto al fondo del asunto.

Es un recurso que resuelve el órgano a quien correspondería la decisión en el caso


en que la apelación o casación se hubiera admitido a trámite.
Resoluciones recurribles por el recurso de queja
Las únicas resoluciones recurribles por el recurso de queja son los autos por los
que el tribunal que haya dictado la resolución deniegue la tramitación de un recurso de
apelación, extraordinario por infracción profesional o de casación.

Procedencia del recurso de queja


El recurso de queja podrá interponerse contra los autos en que el juzgado o tribunal
que haya dictado una resolución denegare la tramitación de un recurso de apelación,
extraordinario por infracción procesal o de casación que intentará formularse contra
aquella. Procede contra las resoluciones del órgano que impida la tramitación de dichos
recursos, es decir, tanto que se le deniega es la preparación como si lo que se obstaculiza
es la prosecución subsiguiente a la interposición del mismo.

No procede el recurso de queja en los procesos de desahucios de finca urbana y


rustica, cuando la sentencia que procediera dictar no tuviese la consideración de cosa
juzgada.

Tramitación del recurso de queja


Del recurso de queja conoce el órgano jurisdiccional que fuere a resolver el
recurso, esto es:

 Juzgados de primera instancia y audiencia provinciales en cuanto a la


apelación y casación.
 El recurso de queja se interpondrá ante el órgano que corresponda resolver
el recurso no tramitado, en el plazo de 10 de días desde la notificación de
la resolución que deniegue la tramitación del recurso de apelación, por
infracción procesal o de casación, al escrito se deberá acompañar copia de
la resolución recurrida y en él se expondrán por el recurrente los
argumentos en que se fundamente la concurrencia de los presupuestos de
admisibilidad de recurso denegado.
 Presentado en tiempo el recurso con dicha copia, el tribunal resolverá
sobre el en el plazo de 5 días:
1) Si se considerare bien denegada la tramitación del recurso, se mandará
ponerlo en conocimiento del tribunal correspondiente para que conste en
los autos.
2) Si se estimase mal denegada, ordenara a dicho tribunal que continúe con
la tramitación.

CASACION
Historia de la casacion
La historia del recurso de casación transita desde los primeros desarrollos del
Derecho Romano, pasando por las variaciones del Derecho Francés. Este recurso
extraordinario posee una importancia no solamente en el ámbito jurídico, sino también en
la construcción de todo el sistema de justicia que nos remite al ordenamiento
constitucional moderno en el cual nos encontramos inmersos.

DERECHO ROMANO: Si bien es cierto que en el primitivo derecho romano, o


derecho preclásico, no encontramos antecedente alguno que podamos vincular de manera
directa con la institución de la casación, ya durante el período clásico, con la adopción
del sistema formulario y la división del proceso en dos fases casi independientes la una
de la otra, como lo eran la “fase in iure” por una parte y la “apud iudicem” por otra , en
que el sentenciador va a valorar la prueba rendida por las partes, integrando así las
cuestiones de hecho, “questio facti”, con las de derecho o “questio iuris”, las primeras
entregadas al juez, quien conocía de la prueba de los hechos y la segunda al praetor, quien
establecía el derecho.

Además, en el romano clásico se distinguen las causas de impugnación de la


sentencia que se dicta, puesto que ésta puede ser nula por contravenir el ius constitucionis,
es decir, por incurrir en error respecto de las normas de derecho objetivo, o bien, por
infracción al ius litigatoris, o errores en cuanto a la existencia del derecho subjetivo de
las partes litigantes, sin violar una norma de ley de interés general. Con posterioridad, el
Magistrado va perdiendo su poder, el que se encontraba cada vez más arraigado en las
manos del “princeps”, tasándose la prueba de acuerdo a ciertas normas de valoración,
obligando al Magistrado a dar valor a ciertos medios de prueba por sobre otros e incluso,
en el período republicano, se le impusieron vías de impugnación o recursos
jurisdiccionales que permitirían amplias revisiones a las sentencias del Magistrado, más
aún, se las entendió un negocio jurídico, permitiendo así que fueran anuladas por adolecer
de defectos externos, ya fueran errores de derecho o infracciones procesales, operando
incluso de pleno derecho, es decir, más que anulables se les entendía inexistentes.
El derecho romano, entonces, conoció de sentencias válidas, nulas y recurribles,
éstas últimas, ya fuera por la vía de la “appelatio” o por la vía extraordinaria del “restitutio
in integrum” y de la “supplicatio”, ya en la época justiniana. De entre estos recursos,
podemos distinguir el de la “restitutio in integrum” como un primer esbozo histórico de
la casación actual, toda vez que recaía en una sentencia que, sin ser nula de pleno derecho,
era recurrible por la vía de una verdadera anulación, entendiéndosele entonces como “un
recurso de carácter extraordinario concedido por el pretor con el fin de rescindir los
efectos de un acto y restablecer una situación existente modificada por ese acto”.

Cabe hacer presente, en cualquier caso, que la “restitutio in integrum” recae sobre
sentencias anulables pero lícitas, siendo, en palabras de Buigues, “la posibilidad de que
las decisiones tomadas por el que sustituye al praeses provinciaea puedan ser objeto de
restitutio in integrum a petición de los defensores de la república si se considera que en
algo ha resultado perjudicado el derecho de la república”, pero no por la intervención de
probanzas falsas u obtenidas con ilicitud, en otras palabras, “un medio eficaz para la
defensa de la legalidad”

DERECHO FRANCÉS: Existe acuerdo absoluto en la doctrina en cuanto a que el


origen del recurso de casación, que hoy conocemos, lo encontramos en el derecho francés
a partir de la Revolución Francesa, aunque aparezca ya antes como una necesidad política
del soberano, y después, dentro del orden de la separación de poderes.

La división feudal en “Parlamentos”, órganos jurisdiccionales que resolvían en


última instancia, hizo peligrar el poder real que abarcaba incluso a las decisiones
judiciales, por lo que aun estableciéndose la inapelabilidad de las sentencias de dichos
órganos, la Ordenanza de 23 de marzo de 1302 dispuso un procedimiento ante el Rey para
revisar las sentencias de estas verdaderas Cortes soberanas, sobre las cuales no era
procedente la apelación. De esta manera, el rey actuaba como juez, corrigiendo los errores
de derecho de los sentenciadores de la instancia, incluyendo aquellos cometidos en el
establecimiento de las cuestiones de hecho, cuestión que en palabras de Sergi Guasch,
importó: “Desde una perspectiva orgánica, la idea de una institución vigilante de corte
político que hiciera frente a los Parlamentos provocó la decisión del antiguo Consejo del
Soberano. Se creó el Conseil étroit o privé hasta que en 1578 se dividió en un Consejo de
Estado para asuntos políticos y en un Conseil des Parties que, a la postre, se constituiría
en el germen del Tribunal de Casación con conocimiento de los recursos que sobre
cuestiones privadas iniciaban los particulares en materia judicial cuando la decisión de
un Parlamento era contraria a una ordenanza real, la idea de la casación estaba ya
formulada al reconocerse uno de sus principios esenciales.”

Luego, en el siglo XIX, con el surgimiento de la llamada “doctrina de la decisión


vinculada”, emanada del liberalismo y adoptada luego por el positivismo jurídico, se
tendrá al juez como mero aplicador de la ley al caso concreto, al igual que los llamados
“Jueces de Montesquieu”, descritos por el maestro Calamandrei como “autómatas que
por medio de silogismos, y sirviéndose exclusivamente de la lógica, tenían que aplicar al
caso concreto la voluntad de la ley”, sin permitírseles ninguna creación jurídica, en
definitiva, “seres inanimados que no pueden moderar ni la fuerza ni el rigor de las leyes”.

En oposición a este juez rígido y silogista, surge la idea del “derecho libre” con
un sentenciador creador del derecho, que más que aplicar la norma abstracta, la interpreta
y moldea al caso concreto, dejando atrás una interpretación inmutable de la ley, para
buscar solo su aplicación uniforme en respeto a la igualdad de los justiciables. Como, en
concepto de Sergi Guasch, lo ha hecho el Tribunal Supremo Español al “utilizar la
interpretación no sólo como instrumento para el desarrollo del derecho por razones
económicas, jurídicas o sociales o, simplemente, por razones de justicia, sino también en
el cambio de jurisprudencia. Se trata de integrar la rigidez y generalidad de la norma
jurídica, a una realidad flexible y cambiante para producir una modificación de la
valoración formulada por la conciencia. Se acomoda así el derecho a la Sociedad
mediante un intrínseco desarrollo y un progresivo incremento del contenido de las normas
jurídicas.

Desde esta perspectiva, están completamente justificados los cambios


jurisprudenciales, pues es necesaria la adecuación del Derecho a la realidad, cambiando
la valoración ética o socioeconómica del supuesto de hecho”. A propósito de lo expuesto,
el Tribunal Supremo Español ha señalado que: “el juzgador está sujeto a la ley, no a sus
precedentes, por lo que no puede considerarse inconstitucional la evolución de la
interpretación judicial de la legalidad, que constituye, junto con la modificación
normativa.

DERECHO ESPAÑOL : Según señala el profesor Joaquín Silguero Estagnan, el


recurso de casación civil aparece en España a principios del siglo XIX como una vía de
impugnación diversa a la instancia y, en consecuencia, como una institución procesal
distinta de los llamados recursos de “segunda suplicación” y de “injusticia notoria”,
recogidos en el Libro XI de la Novísima Recopilación en 1805 a modo de última
instancia, es decir, de control de fondo, incluyéndose en dicho control, la calificación de
las pruebas y la apreciación de los hechos. Así, fue en la Constitución Española de 1812
en la que se incluyó, entre las facultades del Tribunal Supremo Español, la de conocer los
recursos de nulidad interpuestos en contra de las sentencias de última instancia dictadas
con infracción del procedimiento, aun cuando con la sola finalidad de reponer las
actuaciones procesales viciadas y de hacer efectiva la responsabilidad ministerial de los
juzgadores (art. 261 C.E. de 1812).

En desarrollo de esta norma constitucional se dictó la ley de 09 de octubre de 1812


que reguló la interposición y sustanciación del recurso de nulidad. La norma
constitucional referida no fue efectiva en atención a su derogación en 1814 por orden de
don Fernando VII, dictándose el Reglamento Provisional para la Administración de
Justicia de 26 de septiembre de 1835, cuyo artículo 90 recoge el recurso de nulidad en
términos similares a la carta constitucional derogada, es decir, solo por infracciones
procedimentales, ya que las sentencias no eran motivadas.

Recién en 1838 se estableció el recurso de casación propiamente tal, con clara


inspiración en el derecho francés según da cuenta el Real Decreto de 04 de noviembre de
1838, que hace procedente la impugnación de nulidad de una sentencia en caso de que
haya sido dictada con infracción de las leyes procedimentales, o bien, cuando
contraviniere expresa y terminantemente la ley reguladora del fondo. Este recurso
procedía en contra de sentencias de última instancia dictadas por las Audiencias y por el
Tribunal Supremo de Guerra y Marina, salvo que se tratara de cuestiones posesorias o
ejecutivas, en cuyo caso no se admitía el recurso por entenderse que las partes tenían, aún
abierta, la posibilidad del juicio ordinario declarativo o constitutivo de derechos.
Paralelamente, se consignó el deber de motivar razonadamente las sentencias.

Más adelante, la Ley de Enjuiciamiento Civil de 05 de octubre de 1855 dispone


en su artículo 76 que contra las sentencias definitivas dictadas por la Audiencia, cabe el
recurso de “casación”, llamado así por vez primera y eliminando el reenvío a la audiencia
de origen para que enmendara el fallo impugnado con arreglo a derecho, labor que le es
entregada al propio Tribunal Supremo, de acuerdo a los artículos 1090 a 1095 de la citada
ley. Esta nueva normativa era aplicable a la Península, Baleares y Canarias, mientras que
las provincias de ultramar se encontraban reguladas por la Real Cédula de 30 de Enero de
1855, no aplicable en Chile por tratarse de un territorio ya independiente para ese
entonces.

El artículo 1012 de la Ley de Enjuiciamiento Civil Española señalaba, además,


que “el recurso de Casación puede fundarse: En que la sentencia sea contra ley o contra
doctrina admitida por la jurisprudencia de los tribunales”, la que con el tiempo determinó
que el Tribunal Supremo no juzgaba sobre la certeza de los hechos ni sobre el valor de
las pruebas. Mientras, para los territorios de ultramar, nuestras “Indias Occidentales”, la
Real Cédula prescribía expresamente en su artículo 198 que no tendría lugar el recurso
de casación “si conforme las partes en el derecho, versase la cuestión sobre hechos”,
puesto que según el artículo 211 del mismo cuerpo normativo, se estableció que “respecto
a los hechos, la Sala de Indias habrá de atenerse en la determinación del recurso a la
calificación de aquellos (los hechos), en que se haya fundado el tribunal a quo”. Lo antes
expuesto, en concepto de Manresa y Reus , “no significa que los hechos no estuvieran
presentes en la casación, al menos a los efectos de determinar si en la aplicación del
derecho se había infringido o no la ley, o en la propia estructura de las sentencias al exigir
el artículo 1058 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de 1855 que estuvieran fundadas con
la separación debida de los hechos y de las cuestiones de derecho resueltas.

Antes bien, la doctrina de la época señalaba con claridad que el Tribunal Supremo
no tenía más remedio que examinar los hechos para ver si la apreciación de los mismos
hecha por la Audiencia era o no ajustada a la ley.” La mencionada Ley de Enjuiciamiento
Civil de 1855 fue modificada en 1870 y 1878, principalmente en cuanto a la tramitación
del recurso de casación, destacándose la agregación como causal de inadmisibilidad del
recurso la circunstancia de que éste se refiriera a la “apreciación de las pruebas sin alegar
ley o doctrina que al hacerla se haya infringido”, de lo que se desprende que procede esta
vía impugnativa ante infracciones de normas procesales probatorias, como serían las de
valoración de la prueba tasada, vinculándolo así, de manera indirecta, con el razonamiento
sobre los hechos determinados en la instancia.

Según señala Joaquín Silguero : “Tras estas primeras regulaciones normativas, se


dictó la Ley de Enjuiciamiento Civil aprobada por Real Decreto de 3 de febrero de 1991,
la cual conformó el régimen de la casación durante largo tiempo, articulando en su art.
1692, apartados 1º a 7º, una enumeración amplia de los defectos o vicios procesales
susceptibles de fundar el recurso. Concretamente, el apartado 7º señalaba como causal
del recurso de casación por infracción de ley o de doctrina legal, la ocasionada cuando en
la apreciación de las pruebas haya habido error de derecho o error de hecho, si este último
resulta de documentos o actos auténticos que demuestren la equivocación evidente del
juzgador.”

Permitiendo, con ello, revisar el error en que incurriera el sentenciador de


instancia al tasar la prueba rendida por las partes, con cierta trascendencia sobre los
hechos pese a que, en principio, parecía que estos debían quedar excluidos del ámbito
casacional. En concepto del mismo autor ya citado, la jurisprudencia del Tribunal
Supremo se cuidó especialmente de respetar los hechos fijados por el tribunal de la
instancia, no obstante el texto legal, exigiendo para admitir la casación por error de hecho,
la concurrencia de prueba documental o de actos auténticos que desvirtuaran la valoración
de la prueba realizada por el a quo. De la manera expuesta, el error de hecho no pasaba
de ser un error de derecho en la apreciación de la prueba. Luego, la denominada Ley de
Reforma Urgente de la Ley de Enjuiciamiento Civil, número 34, de 06 de agosto de 1984,
suprimió la referencia que el artículo 1692.4 hacía al “documento auténtico”,
manteniendo la causal referida solo como: “error en la apreciación de la prueba basado
en documentos que obren en autos que demuestren la equivocación del juzgador, sin
resultar contradichos por otros elementos probatorios.”

Lo que permitió a los litigantes pretender, por la vía de la casación, una suerte de
tercera instancia, haciendo tabla rasa de la apreciación probatoria de los tribunales de
fondo, intención que fue limitada por la propia jurisprudencia a través de una confusa
distinción entre errores de hecho y transgresiones al derecho. La siguiente reforma en esta
materia se llevó a efecto con la dictación de la Ley 10/1992, de 30 de abril, sobre Medidas
Urgentes de la Reforma Procesal, que consagra la competencia de la sala de casación solo
a partir de los hechos ya establecidos por el tribunal de instancia, los que se revisarían
únicamente en caso de existir vulneración de la normativa legal sobre la apreciación de
la prueba, de acuerdo al motivo casacional contemplado en el artículo 1694.4 LEC, esto
es: “infracción de las normas del ordenamiento jurídico o de la jurisprudencia, que fueren
aplicables para resolver las cuestiones objeto del debate”. Por último, cabe mencionar que
la casación en el derecho español actual parece estar destinada principalmente a la
protección del “ius litigatoris”, de acuerdo se desprende del artículo 1687.2 Ley de
Enjuiciamiento Civil 1/2000 que permite la casación de los autos dictados en sede de
ejecución de las sentencias.
Naturaleza jurídica
Se tiene que tomar en cuenta que el Recurso de Casación es un recurso
extraordinario ya que se le concede a la Corte Suprema para que anule las sentencias que
contengan un error, es por ello que se diferencia de un recurso ordinario que se va a
referir al interés de las partes y se van a dar dentro del proceso, en cambio los recursos
extraordinarios son excepcionales y limitados, se exige más formalidad de la que exige
para interponer los otros recursos, por tanto el recurso de casación es un recurso
impugnatorio con efectos rescisorios o revocatorios que se le concede al litigante a fin de
que pueda solicitar al máximo órgano de un sistema judicial un nuevo examen de una
resolución. La diferencia entre los recursos ordinarios y extraordinarios se encuentra en
el principio de la pluralidad de instancia que se encuentra reconocido en el inciso 6 del
art. 139° de la Constitución política, el recurso ordinario típico es el de apelación,
mientras que a través del recurso extraordinario se busca satisfacer determinadas
finalidades.

Definición
Es un recurso extraordinario contra resoluciones judiciales donde el tribunal
supremo o tribunales superiores de las comunidades autónomas examinan la aplicación
del derecho que han hecho los tribunales inferiores. Se llama extraordinario por dos
razones:

 No cabe contra todas las resoluciones, solo aquellas a las que la ley
entiende que pueden acceder al tribunal supremo.
 No tiene el mismo objeto que el recurso de apelación ya que los motivos
de la casación como vamos a examinar son tasados.

Características
 Es un recurso de carácter público: ya que se trata de restablecer la cuestión
de derecho como interés de la sociedad, éste carácter público está recogido
en el art. 384° del Código Procesal Civil como fines esenciales: “ la
correcta aplicación e interpretación del Derecho objetivo y la unificación
de la jurisprudencia nacional emitida por la Corte Suprema de Justicia”, es
decir a diferencia de la apelación o la queja, en la casación lo que se busca
es proteger el interés público representado por el ordenamiento objetivo.
Es por ello que la casación no pueda ni deba ser concedida a cualquier
resolución final, existe un interés público abstracto que es el respeto al
debido proceso por encima del interés particular representado por el interés
de las partes.
 Es un medio impugnatorio, ya que tiene por finalidad que el superior
jerárquico deje sin efecto una sentencia o resolución que ha sido dictada
erróneamente dentro de un proceso judicial.
 Es un recurso extraordinario, ya que posee características especiales como
que la casación sólo procede contra las resoluciones judiciales que no son
impugnables por medios ordinarios, ya que la casación impugna
sentencias y resoluciones que ponen fin a la instancia, ya que éstas son
inimpugnables con el recurso de apelación.
 Sólo se concede en casos extremos, tiene una serie de formalidades
especiales, se refiere a causales taxativamente enumeradas, los medios
extraordinarios tienden a dejar sin valor el fallo ya formado cuando
aparezca viciado.
 Se le dice también extraordinario porque es otorgado excepcionalmente al
agotarse la impugnación ordinaria, y aparte es extraordinario por los
siguientes atributos:
a) por agotamiento de recursos ordinarios, no es admisible sino se ha agotado
los recursos ordinarios.
b) por sus limitaciones, respecto a las partes ya que no pueden interponer a
su arbitrio este recurso, sino que han de fundamentarlo en causales
taxativamente enumeradas en la ley y respecto al órgano jurisdiccional ya
que el tribunal no puede conocer con la debida amplitud que le
corresponde a un tribunal supremo.
 Es un recurso vertical, ya que es resuelto por un órgano jurisdiccional
distinto y superior al cual expidió la resolución recurrida, esto se encuentra
contemplado en la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Causal para interponer la casación.-


El articulo 386° del Código Procesal Civil, modificado por la ley N° 29364,
publicada el 28 mayo 2009, en su artículo 1° dice lo siguiente: “el recurso de casación se
sustenta en la infracción normativa que incida directamente sobre la decisión contenida
en la resolución impugnada o en el apartamiento inmotivado del precedente judicial”.
Requisitos de admisibilidad y procedencia del recurso de casacion

Reiterando el cáracter extraordinario del recurso, nos referimos ahora a sus


requisitos de forma y de fondo. Entre los primeros, no encontramos ninguno excepcional,
se concede contra determinadas resoluciones, en un plazo determinado y ante el órgano
jurisdiccional que expidió la resolución impugnada. Así lo enseña el artículo 387 del
nuevo Código. Los requisitos de fondo o de procedencia del recurso de casación son los
que perfilan su carácter extraordinario. Así, por ejemplo, se exige que el recurrente no
hubiera consentido la resolución adversa de primera instancia, confirmada por la de
segunda. También debe fundamentar con detalle cuál es la causal o motivo en el que
sustenta el recurso. Es decir, debe identificar específicamente el vicio o error con las
posibilidades legales (causales o motivos) por las que se puede intentar el recurso. Así lo
dispone, en el caso nacional, el artículo 388 del nuevo Código.

Requisitos de admisibilidad
El recurso de casación se interpone:

1. Contra las sentencias y autos expedidos por las salas superiores que, como
órganos de segundo grado, ponen fin al proceso;
2. Ante el órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada o ante
la Corte Suprema, acompañando copia de la cédula de notificación de la
resolución impugnada y de la expedida en primer grado, certificada con
sello, firma y huella digital, por el abogado que autoriza el recurso y bajo
responsabilidad de su autenticidad. En caso de que el recurso sea
presentado ante la Sala Superior, esta deberá remitirlo a la Corte Suprema
sin más trámite dentro del plazo de tres días;
3. Dentro del plazo de diez días, contado desde el día siguiente de notificada
la resolución que se impugna, más el término de la distancia cuando
corresponda;
4. Adjuntando el recibo de la tasa respectiva.

Si no se cumple con los requisitos previstos en los numerales 1 y 3, la Corte


rechazará de plano el recurso e impondrá al recurrente una multa no menor de diez ni
mayor de cincuenta Unidades de Referencia Procesal en caso de que considere que su
interposición tuvo como causa una conducta maliciosa o temeraria del impugnante.
Si el recurso no cumple con los requisitos previstos en los numerales 2 y 4, la
Corte concederá al impugnante un plazo de tres días para subsanarlo, sin perjuicio de
sancionarlo con una multa no menor de diez ni mayor de veinte Unidades de Referencia
Procesal si su interposición tuvo como causa una conducta maliciosa o temeraria. Vencido
el plazo sin que se produzca la subsanación, se rechazará el recurso."

Requisitos de procedencia

Son requisitos de procedencia del recurso de casación:

1. Que el recurrente no hubiera consentido previamente la resolución adversa


de primera instancia, cuando esta fuere confirmada por la resolución
objeto del recurso
2. describir con claridad y precisión la infracción normativa o el apartamiento
del precedente judicial
3. demostrar la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada;
4. indicar si el pedido casatorio es anulatorio o revocatorio. Si fuese
anulatorio, se precisará si es total o parcial, y si es este último, se indicará
hasta donde debe alcanzar la nulidad. Si fuera revocatorio, se precisará en
qué debe consistir la actuación de la Sala. Si el recurso contuviera ambos
pedidos, deberá entenderse el anulatorio como principal y el revocatorio
como subordinado."

Fines del recurso de casación


1) La función nomofiláctica o de defensa de la ley, a través de este recurso
de fiscaliza al fiscalizador, porque ejerce una función de control jerárquico
y jurídico sobre la función y actuación de los jueces inferiores y esto se
manifiesta en el examen de la sentencia a las cuales tiene posibilidad de
anular, lo que se trata de tener es un cuidado de la aplicación de la ley, la
defensa de la ley.
2) La función uniformadora de la jurisprudencia, se sabe que ésta última es
el conjunto de decisiones expedidas por los órganos jurisdiccionales del
Estado y se caracteriza por ser la fuente que cubre el vacío entre la ley y
la exigencia social de la justicia, entonces la importancia de la función
uniformadora está en que la gente tenga al menos un conocimiento claro
en torno a cual va ser el contenido de la sentencia cuando se presenten
casos de identidad en las situaciones. Será un instrumento muy eficaz para
asegurar el principio de igualdad ante la ley, es por eso que cuando en
casación se modifica alguna doctrina es como consecuencia de un proceso
largo de estudio. Sin embargo la unificación de la jurisprudencia por la
Corte Suprema no significa que los jueces inferiores deban sujetarse a ella
sino que la deban tomar en cuenta como una guía importante para sus
decisiones.
3) La función dikelógica o la justicia del caso concreto, es decir que el recurso
de casación tenga como finalidad la obtención de la justicia en el caso
concreto dándole la protección al litigante, es por ello que la corriente que
propicia el control casatorio tanto de los hechos aportados al proceso como
de la valorización de los medios probatorios tiene como orientación
precisamente propiciar la justicia del caso concreto cuando en las
instancias de mérito se haya producido error en la fijación de los hechos,
en la apreciación o en la violación de las reglas.

LA COSA JUZGADA
La cosa juzgada (del latin res iudicata) es el efecto impeditivo que, en un proceso
judicial, ocasiona la preexistencia de una sentencia judicila firme dictada sobre el mismo
objeto. Es firme una sentencia judicial cuando en derecho no caben contra ella medios de
impugnación que permitan modificarla. Este efecto impeditivo se traduce en el respeto y
subordinación a lo decidido sobre lo mismo, en un juicio anterior. Por ello también se le
define como la fuerza que atribuye el derecho a los resultados del proceso. Habitualmente
se utiliza como un medio de defensa frente a una nueva demanda planteada sobre idéntico
objeto que lo fue de otra controversia ya sentenciada, y que le cierra el paso.

En el campo del proceso civil la sentencia representa el reconocimiento de un


derecho patrimonial, que ya no podría ser quitado sin violar el derecho constitucional de
propiedad.

Para que pueda alegarse la autoridad de cosa juzgada como excepción, debe
ocurrir la identidad de las partes (demandante y demandado) salvo en la cosa juzgada
general que comprende sus efectos erga omnes; la identidad de objeto (el tema en debate,
lo que se reclama) y la identidad de causa (los motivos del reclamo).

La acción de cosa juzgada es: “aquella que la ley confiere al litigante en cuyo
favor se ha declarado un derecho en una resolución judicial firme o ejecutoriada para
exigir el cumplimiento de lo resuelto”.

Esta resolución judicial firme será esencialmente una sentencia definitiva o


interlocutoria, art. 175 CPC; pero también podrá serlo un auto o decreto, puesto que ellos
se mantienen y ejecutan desde el momento que adquieren tal carácter, art. 181 inc.1 CPC.

La persona que ejerce la cosa juzgada es aquél litigante en cuyo favor se ha


declarado un derecho en el pleito, art. 176 CPC.

La acción de cosa juzgada es pues, sinónimo de acción ejecutiva cuando se invoca


como título una resolución firme o ejecutoriada. Su ejercicio va a corresponder siempre
al actor victorioso, y no al demandado que ha sido absuelto o condenada en el pleito. Sólo
el actor victorioso podrá posteriormente ejercer la acción de cosa juzgada por la vía
ejecutiva para obtener el cumplimiento forzado de lo declarado a su favor.

Significado jurídico
Res judicata es una expresión latina, del ámbito juridico, que literalmente
traducida significa «cosa juzgada». Su significado, no obstante, es más profundo aún,
llega más lejos, en cuanto que es definitorio del «valor de la jurisprudencia» en el sistema
del derecho continental, y enlaza con importantes principios jurídicos, tales como el de
seguridad juridica o el de certeza del derecho.

La presencia de la res iudicata impide que una misma cuestión sea juzgada dos
veces, por eso ante un segundo litigio, planteado sobre el mismo objeto, nos permite
alegar la «excepción de cosa juzgada» (res iudicata), y excluir con ello la posibilidad de
ser juzgados por segunda vez.

Antecedentes
El origen de la cosa juzgada se encuentra en el DERECHO ROMANO, con la
figura de la excepción de cosa juzgada (exceptio rei iudicatae). También conocida como
"res in iudicio adiudicata"

Con ella se buscaba proteger a las partes de un nuevo juicio y una nueva sentencia
sobre la materia objeto del mismo, buscándose con ello satisfacer una necesidad de
certeza o seguridad juridica. Este concepto se resume en el latinazgo: "Non bis in ídem".
la cosa juzgada es como la jurisprudencia ya que es un fallo de triple reiteración que si no
posee demanda no hay sentencia.

Fundamentos
Dentro de los motivos que han fundamentado la existencia de la institución de la
cosa juzgada se encuentran los siguientes:

 CERTEZA JURIDICA: la cosa juzgada pretende satisfacer la necesidad


de certeza de las situaciones, que toda sociedad requiere; mientras que la
necesidad de justicia se pretende satisfacer a través de los recursos
judiciales.
 ESTABILIDAD DE LOS DERECHOS: con la cosa juzgada se pretende
asegurar la estabilidad y certidumbre de los derechos que las sentencias
reconocen o declaran. Permite la inmutabilidad de los derechos adquiridos
en virtud de las sentencias.
 SEPARACION DE PODERES: la cosa juzgada reconoce el principio de
separación de poderes, al impedir a los órganos de los demás poderes
(ejecutivo y legislativo) alterar o modificar los resultados del ejercicio de
lafuncion jurisdiccional, reiniciando un proceso ya terminado.
 SEGURIDAD JURIDICA: Que se manifiesta mediante el principio "NON
BIS IN IDEM", siendo imposible, así bien necesario, la no apertura de la
misma causa una vez concurren identidad de sujeto, objeto y causa.
Asimismo, permite poner un punto finito a la labor cognoscitiva, en tanto,
el perdedor de la litis siempre le considerará injusta y querrá un fallo
distinto. Mediante la autoridad de cosa juzgada se pone un límite a la
revisión del proceso y a las relaciones que se han constituido o declarado.

Naturaleza
Varias han sido las posiciones sobre la naturaleza de la cosa juzgada, sin perjuicio
que, en general, ellas se estiman compatibles y complementarias.

Para ULPIANO la cosa juzgada se tenía por verdad, mientras para SAVIGNY era
una ficción de verdad que protegía a las sentencias definitivas. Mediante este
planteamiento Savigny está advertido que en juicio sólo se puede encontrar una verdad
subjetiva mas no objetiva, pues el elemento de verdad pura es imposible por la certeza
humana que se tiene sobre los hechos acaecidos. Ante tal premisa se entiende que la cosa
juzgada es una fictio iuris, que pretenderá armonizar a los justiciables.

Según POTHIER el contenido de la sentencia llevaba una presunción de verdad,


que es la posición del sistema Frances y Español. Al contrario de Savigny este Pothier
sostiene a la cosa juzgada como una presunción de verdad, esto es, un criterio de verdad
que sólo puede ser desdicha con un valor semejante a ello. Conviene tener en cuenta los
criterios de presunciones IURE ET DE IURE e IURIS TANTUM.

Para la doctrina Alemana es una declaración de certeza con carácter indiscutible


y, para la Italiana, de imperatividad y eficacia. Otros autores señalan que es una
declaración de eficacia con tres características: inimpugnabilidad, inmutabilidad o
inmodificabilidad y coercibilidad.

Clasificación

Efectos
Son las consecuencias jurídicas que surgen de la cosa juzgada, que se traducen en
la posibilidad de exigir el cumplimiento de lo resuelto (acción de cosa juzgada) o en evitar
un nuevo juicio sobre la materia (excepción de cosa juzgada).

Accion de la cosa juzgada


Es el efecto de la cosa juzgada que permite el cumplimiento coactivo de un
derecho reconocido o declarado en jucio. Requiere de una sentencia, favorable al que
pretende ejercerla, firme (o que cause ejecutoria) y que imponga una obligación
actualmente exigible.

Su titular es la persona a cuyo favor se ha reconocido o declarado un derecho, es


decir, el litigante que ha ganado (y eventualmente sus herederos) y se ejerce contra el
litigante perdedor (o, eventualmente, en contra de sus sucesores) para reclamar lo
obtenido en el juicio.

En general, es prescriptible y el procedimirnto para exigir su cumplimiento


dependerá de si se trata de una sentencia emanada de un tribunal nacional o de uno
extranjero (en cuyo caso habrá que homologarla, utilizando el execuatur).

Exepcion de la cosa juzgada


Es el efecto de la cosa juzgada más típico (también conocido como non bis in
idem), en virtud del cual no puede volver a discutirse entre las mismas personas, una
misma materia e invocando idénticas razones. Es decir, permite hacer valer los atributos
de inmodificabilidad e ininmpuganibilidad que posee una sentencia firme frente al inicio
de un nuevo juicio.

Su titular es el litigante que se ha beneficiado por el resultado del juicio y por


todos aquéllos a los que, según la ley, aprovecha la decisión. Puede ser invocada por
cualquiera de las partes en el juicio, independiente de la calidad que hayan tenido en éste
(demandante o demandado).

Por lo general, esta excepción debe ser alegada en el juicio posterior, porque es
renunciable expresa o tácitamente y, habitualmente, sólo favorece a las partes que han
intervenido en el respectivo litigio (y a sus herederos). Además, es imprescriptible, pues
puede alegarse en cualquier tiempo.

Requisitos
La doctrina señala tradicionalmente que, para que sea procedente la excepción de
cosa juzgada es preciso que, en ambos juicios, concurran tres requisitos comunes:

 Identidad de persona (eaedem personae): debe tratarse del mismo


demandante y demandado, juridicamente hablando. Para fijar este
requisito EDUARDO COUTURE señalaba que hay que considerar tres
principios: identidad jurídica (la identidad de carácter legal y no física),
sucesión (a los causahabientes de una persona) y representación (la
posibilidad de actuación a nombre de otro). Por ello, las personas que
actúan en el litigio pueden ser físicamente distintas y existir identidad legal
(por ejemplo, entre un heredero del demandante ya fallecido y el
demandado) o, por el contrario ser físicamente idénticas y no existir tal
identidad (por ejemplo, entre el demandante y el ex-representante de una
persona juridica antes demandada).
 Identidad de la cosa pedida (eadem res): el objeto o beneficio jurídico que
se solicita (no el objeto material) debe ser el mismo. O sea, lo que se
reclama.
 Identidad de la causa de pedir (eadem causa petendi): el hecho jurídico o
material que sirve de fundamento al derecho reclamado debe ser el mismo.
O sea, el por qué se reclama. Parte de la doctrina estima que la anterior
teoría es errónea por incompleta. Estos autores señalan que hay que
distinguir tres elementos fundamentales, aunque advierten que no se
pretende reproducir con otros términos la teoría tradicional, pues
establecen ciertas subcategorías dentro de estos. Tales elementos son los
siguientes:
 Límite subjetivo (sujetos): es necesaria la identidad de los sujetos, o sea,
que sean los mismos en el anterior y el posterior juicio. Requiere de
identidad física y juridica, pero en algunas ocasiones este se atenúa,
bastando la identidad jurídica (una misma calidad legal).
Excepcionalmente no se presenta este límite, tratándose de la cosa juzgada
general (que opera contra toda clase de personas).
 Límite objetivo (objeto): es necesario que ambos litigios tengan el mismo
objeto procesal. Habrá identidad objetiva cuando se esté ante una misma
pretensión procesal, que comprende tres caracteres: los sujetos; el objeto
corporal o incorporal en que recae la pretensión; y el título o petición
delimitado por los hechos invocados.
 Actividad en que el pronunciamiento consiste: es necesaria que la
actividad estricta, es decir, la modificación de la realidad que determina,
sea la misma. Dicha actividad comprende tres dimensiones: el lugar,
normalmente sólo el territorio nacional (salvo homologación de decisiones
extranjeras vía execuatur); el tiempo, o sea, las circunstancias temporales
que acompañaron y produjeron la desición; y la forma, es decir, sólo el
pronunciamiento estricto que integra el fallo y no sus motivaciones o las
declaraciones que hayan sido omitidas (salvo conexión evidente, en cuyo
caso puede admitirse la equiparación de los extremos implícitamente
decididos, situación conocida como cosa juzgada implícita).

Recursos contra la res iudicata


Si bien se ha planteado que la autoridad de cosa juzgada mantiene la permanencia
de las relaciones jurídicas, lo cierto es que, como diría Carnelutti, los errores son posibles
y hasta inevitables, por lo que resulta bastante posible que haya errores o vicios en la
totalidad de la actuación procesal lo que abre la posibilidad de una sentencia
jurídicamente injusta. Ante ello, y en concordancia con Prieto Castro Ferrandiz, podemos
utilizar análogamente la figura de la acción pauliana o revocatoria para "destruir" la cosa
juzgada cuando haya vicios procesales.
La cosa juzgada tiene una doble caracteristica:
a) Es COERCITIVA, puesto que el vencido está obligado a cumplir con la
condena que se le ha impuesto y en el caso que no lo haga voluntariamente,
el vencedor podrá exigirlo por medios compulsivos.
b) Es INMUTABLE, en el sentido de que las partes deben respetar lo resuelto
y no pueden renovar en otro juicio la controversia.

Los autores distinguen también entre cosa juzgada formal y material. La cosa
juzgada formal es “la que autoriza a cumplir lo resuelto de manera provisional, y que
impide renovar la discusión sobre la cuestión resuelta en el mismo proceso, pero sin que
obste su revisión en un juicio posterior”. La cosa juzgada material es “la que autoriza a
cumplir lo resuelto sin restricción alguna y que impide renovar la discusión acerca de lo
resuelto, tanto en el mismo proceso como en un juicio posterior”.

La regla general es que las resoluciones judiciales produzcan cosa juzgada


material, y sólo por excepción cosa juzgada formal, como es en el caso de la sentencia
ejecutiva cuando hay reserva de derechos, en los juicios posesorios, los especiales del
contrato de arrendamiento o en el recurso de protección
CONCLUSIONES
Medios impugnatorios. -

 El medio de impugnación se caracteriza por que se requiere la


interposición por las partes y terceros legitimados, de modo que constituye
un acto voluntario, vale decir, se reconoce el principio de la libertad de la
impugnación , en cuya virtud la parte cuya petición o acto procesal ha sido
rechazada en todo o en parte por lo que no se encuentra conforme y que
en consecuencia, solicita al superior su modificación, refutando la
resolución para provocar su reforma o anulación, de modo que le conceda
la petición o la parte de ella que la resolución recurrida le ha negado.
 La posibilidad de error o malicia con que pueda ser expedida una
resolución judicial, radica en la calidad humana del juez, calidad que en
cierta manera, lleva implícita el riesgo de la falibilidad pese a la ciencia y
experiencia con la que actúa el Juez.
 La doctrina procesal tanto del extranjero como de nuestro país, afirma
usualmente que el fundamento de un recurso, puede ser el “error”,
producto de la “falibilidad humana”, o la “injusticia” de la decisión
contenida en la resolución impugnada, lo cual no es exacto, por que en la
mayoría de los casos ese supuesto “error” o “injusticia” sólo es
considerado así por una de las partes la que resulta perjudicada por la
decisión- mientras que la otra parte generalmente la considerará acertada,
y especialmente no lo es porque aunque el yerro fuera el fundamento de la
impugnación, nada asegura que el tribunal que conoce y resuelve el
recurso no va a volver a incurrir en el mismo o incluso en otro “error”.
 La razón por la que se puede interponer un recurso, desde el punto de vista
subjetivo es porque la parte no se encuentra conforme con el contenido de
la decisión; para lo cual debe demostrar objetivamente en qué consiste su
pretensión y las razones jurídicas por la que lo solicita; y, desde el punto
de vista del ordenamiento, porque se considera socialmente valiosos que
algunas decisiones, para recoger mejor las posturas de las partes y del
propio ordenamiento, sean revisadas por otro tribunal.
 Precisamente para legitimar las decisiones mas importantes, se ha elevado
a la categoría de derecho fundamental, la posibilidad de que toda persona
pueda solicitar que esa resolución sea revisada por otro tribunal. Se ha
dado origen así al denominado “derecho al recurso”.
 En atención a los principios procesales y constitucionales de la instancia
plural, de igualdad de las partes, de tutela jurisdiccional y el derecho a la
defensa el demandante y demandado agraviado se encuentran facultado
para impugnar la sentencia que se emite, negarle el derecho de recurrir a
la instancia superior, implica la vulneración de los principios antes
mencionados.
 Impugnar un acto jurídico procesal o una resolución judicial, significa
contradecir o cuestionar dicho acto o conducta procesal por contener o
estar plagada de algún vicio o error, con el único fin que dicha conducta o
acto procesal sea revisado y, de ser el caso sea confirmado, revocado o que
sea declarado total o parcialmente nulo.
 Los medios impugnatorios se dividen en medios impugnatorios ordinarios
y medios impugnatorios extraordinarios.
 Los medios impugnatorios ordinarios, a su vez, se dividen en: - medios
impugnatorios ordinarios con efecto devolutivo y medios impugnatorios
ordinarios sin efecto devolutivo.
 Nuestro Código Procesal Civil, específicamente en el artículo 356°
distingue a los recursos de los remedios.
 El remedio constituye un medio impugnatorio ordinario sin efecto
devolutivo. Se cuestiona un vicio u error que no se encuentre contenido en
una resolución judicial.
 La oposición se encuentra regulada, al igual que la tacha, en el artículo 300
y ss. del citado código. Constituyen cuestiones probatorias que tienen por
finalidad cuestionar (interponer tacha y, u oposición) los medios
probatorios ofrecidos por las partes del proceso.
 El recurso de reposición se interpone ante el juez que emitió dicha
resolución. No tiene efecto devolutivo. El juez que emitió el decreto será
el que resolveré el recurso. Es decir, ni el expediente ni la resolución
impugnada son elevados al superior jerárquico para que lo revise. Es el
mismo juez que expidió la resolución –el decreto- quien resolverá sobre el
recurso presentado.
 No cabe duda que la reposición constituye una excepción a los recursos
que tienen efecto devolutivo. Por ello, considero que nuestro ordenamiento
jurídico procesal civil debe diferenciar a los medios impugnatorios
ordinarios en devolutivos y no devolutivos y no en recursos y remedios; y
dentro de los no devolutivos ubicar al remedio y a la reposición.
Excluyéndose de los recursos a la reposición.

Casación.-

 El recurso de casación constituye un recurso supremo y extraordinario


contra las sentencias ejecutoriadas de los tribunales superiores, dictadas
contra la ley o doctrina admitida por la jurisprudencia o faltando a los
trámites sustanciales y necesarios de los juicios, para que, declarándolas
nulas y de ningún valor, vuelvan a dictarse, aplicando o interpretando
respectivamente la ley o la doctrina legal quebrantadas en la ejecutoria y
observando los trámites emitidos en el juicio y para que se conserve la
unidad e integridad de la jurisprudencia.
 Es un recurso de carácter público, ya que se trata de reestablecer la
cuestión de derecho como interés de la sociedad, es un medio
impugnatorio, ya que tiene por finalidad que el superior jerárquico deje sin
efecto una sentencia o resolución que ha sido dictada erróneamente dentro
de un proceso judicial. Es un recurso extraordinario, ya que sólo impugna
sentencias y resoluciones que ponen fin a la instancia.
 Existe predictibilidad de la justicia ya que el pleno casatorio es la dación
de la doctrina jurisdiccional, el resultado del pleno tiene obligatorio
cumplimiento y a su vez genera un precedente vinculante horizontal, ya
que ante otro caso similar los otros órganos jurisdiccionales se encuentran
vinculados por sus decisiones, criterios y principios fijados en casos
anteriores.

Cosa juzgada.-

 En la sentencia definitivamente firme material, el contenido, la causa, la


decisión no puede ser modificada ni por una sentencia futura, ni por ningún
recurso ordinario o extraordinario.Esto último es la diferencia entre una
sentencia de índole formal y una sentencia de índole material.En
conclusión en este tipo de cosa juzgada, denominada también sustancial,
estamos frente a resoluciones judiciales que además de tener el carácter
inimpugnable, son inmutables, es decir, no admiten la posibilidad de
modificación en un procedimiento posterior.
 Asimismo, la autoridad de la cosa juzgada en sentido material no permite
en lo sucesivo ser desconocido el derecho otorgado, siendo sus
fundamentos de orden paz y estabilidad.
 Respecto a la cosa juzgada aparente que como sabemos no la encontramos
en los libros pero si en la sentencias de la corte suprema; al existir estos
vicios, la decisión no está ajustada a derecho, aún cuando hay una cosa
juzgada; aún cuando hay una sentencia definitiva, que puede ser inclusive
definitivamente firme, este tipo de sentencias puede ser objeto de recursos,
como el de casación y el de invalidación. Estos recursos extraordinarios,
específicamente el de casación, es el que le ha permitido a la Corte
Suprema, invalide la cosa juzgada de este tipo de sentencias, por cuanto
ha nacido viciada en su origen.
 La cosa juzgada es inatacable. No acepta recurso alguno, sea ordinario o
extraordinario. Cuando la sentencia se basa en autoridad de cosa juzgada,
esta es inatacable o inimpugnable; es decir la Ley impide su
cuestionamiento.
 Es inmutable o inmodificable porque no la podemos cambiar (el mismo
Juez) en su contenido o la causa, el tema.
 En la cosa juzgada Material, la eficacia de la cosa juzgada trasciende a
toda clase de juicio, porque esta no puede ser decidida en ningún otro tipo
de Juicio. Y cuando esa cosa juzgada se repite en determinada sentencia,
es decir; surge como un modelo a seguir para otras sentencias donde se
diluciden en otras causas, con otras partes el mismo contenido; entonces
adquiere esa cosa juzgada el carácter de Jurisprudencia. Es decir, no es
posible alterar los términos de la sentencia, ni de oficio ni a petición de
parte. Excepto en lo previsto en los artículo los 178º (nulidad de la cosa
juzgada fraudulenta) y 407º (corrección, resoluciones) del Código
Procesal Civil.
 Es también coercible porque es susceptible de ejecución. La sentencia
basada en autoridad de Cosa Juzgada puede ser ejecutada, es decir,
adquiere ejecutoriedad desde el mismo momento que se le solicite al Juez
que ejecute la Sentencia de manera amistosa o forzosa en otras palabras
existe eventualmente, la posibilidad de la ejecución forzada de lo decidido.
 La cosa juzgada, si bien es cierto que una de sus características es la
inmutabilidad de la acción debemos precisar que la cosa juzgada puede ser
revisada a través del proceso de nulidad de cosa juzgada fraudulenta.
ANEXOS
Anexo 1
EXP. 0004-2006-PCC/TC

NUEVO NÚMERO 00026-2006PI/TC

LIMA

MUNICIPALIDAD DISTRITAL

DE MIRAFLORES

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Lima, 24 de noviembre del 2006

VISTO

El recurso de reposición interpuesto por Luis Augusto Yataco Pérez, represente


legal del Sr. Fernando Juan Andrade Carmona, Alcalde de la Municipalidad Distrital de
Miraflores, contra el auto de fecha 02 de octubre del 2,006, emitido por el Pleno del
Tribunal Constitucional en el presente proceso de inconstitucionalidad, y;

ATENDIENDO A

1. Que dentro de la sistemática del Código Procesal Civil, aplicable el caso, la


reposición es un recurso ordinario impropio por cuanto difiere de la calificación doctrinal
que señala como actividad recursiva normal o propia a la revisión por un estamento
superior predeterminado por la ley. La reposición es por tanto impropia porque permite
al mismo juez que expidió la resolución cuestionada ser el revisor de su propia decisión
estableciéndose en dicha facultad una horizontalidad opuesta a la verticalidad establecida
en la regulación de todo recurso propio por la doctrina y la legislación comparada.
Nuestro Código Procesal Civil, en su artículo 362, establece así que el recurso de
reposición procede sólo contra decretos, con la finalidad de obtener del propio Juez
emisor de tal resolución cuestionada una nueva decisión que revierta lo que había
decidido, llamándosele por ello también a dicho medio de impugnación con la
denominación de recurso de revocatoria.

2. Sin embargo el Código Procesal Constitucional en su artículo 121 amplía


los alcances de dicho recurso al permitir cuestionar con él no solo decretos sino también
autos; la razón de dicha ampliación se encuentra en el mecanismo diseñado por la
Constitución Política y la Ley al permitirle a este colegiado una actuación singular, en
unos casos como única instancia, verbigracia el presente proceso, y en otros como
instancia especial (tercera) para casos en los que el demandante, en los grados inferiores,
ha obtenido decisión desfavorable.

3. En consecuencia el presente recurso de reposición tiene asidero legal y lo


destina el recurrente a cuestionar el auto de calificación de la demanda de
inconstitucionalidad formulada en esta instancia única con los argumentos que expone.
En la citada calificación el Tribunal sancionó de inadmisible la demanda, sin considerar
un plazo para subsanarla, e improcedente la solicitud de suspensión de los efectos de la
norma cuestionada en vía accesoria de medida cautelar.

4. El auto cuestionado declaró inadmisible la demanda de inconstitucionalidad


en aplicación del artículo 103 del Código Procesal Constitucional que literalmente
expresa: “... El Tribunal resuelve la inadmisibilidad de la demanda, si concurre alguno de
los siguientes supuestos: 1) Que en la demanda se hubiera omitido alguno de los requisitos
previstos en el artículo 101; o 2) Que no se acompañen los anexos a que se refiere el
artículo 102...”. Según este artículo solo es posible declarar inadmisible la demanda de
inconstitucionalidad cuando ésta carece de algún requisito de forma, otorgando un plazo
para subsanarla, si ello es posible; en los otros casos de calificación de la demanda puede
ser ésta declarada improcedente liminarmente de acuerdo a las previsiones del artículo
104 del Código Procesal Constitucional. Se advierte en el fundamento 3 del auto
cuestionado que el Alcalde Distrital no tiene la legitimidad procesal (requisito de fondo)
a que se refiere el artículo 203 de la Constitución, concordante con el artículo 98 del
Código Procesal Constitucional aplicándose para ello supletoriamente el inciso 1 del
artículo 427 del Código Procesal Civil previsto para los casos de improcedencia por falta
de legitimidad procesal; sin embargo el fallo la ha declarado inadmisible, por lo que en
aplicación del artículo 121 del referido Código Procesal Constitucional, que establece que
el Tribunal puede subsanar de oficio algún error material en que hubiese concurrido, se
corrige dicho error en el fallo debiendo por tanto tenerse por improcedente la demanda
de autos así como la medida cautelar.

5. Si bien es cierto la demanda original reúne los requisitos de forma de una


demanda de conflicto competencial, a través del presente recurso de reposición el
demandante no hace sino reafirmar el cuestionamiento de la constitucionalidad de dicha
normatividad como tema de fondo, advirtiéndose así que en el presente caso el derecho
ha sido invocado erróneamente por el recurrente. Por tal razón el Tribunal Constitucional
consideró ventilar el tema de fondo en un proceso de inconstitucionalidad aplicando al
efecto el artículo VIII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional que dice:
“El órgano jurisdiccional debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no
haya sido invocado por las partes, o lo haya sido erróneamente...”. Consecuentemente el
recurso debe ser rechazado.

Por estas consideraciones el Pleno del Tribunal con la autoridad que le confiere la
Constitución Política del Perú y la ley

RESUELVE

Declarar IMPROCEDENTE el presente recurso de reposición.

Publíquese y notifíquese

SS.

GARCIA TOMA

GONZALES OJEDA

ALVA ORLANDINI

BARDELLI LARTIRIGOYEN

VERGARA GOTELLI

LANDA ARROYO

MESIA RAMIREZ
BIBLIOGRAFÍA

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 Caladerón, Carlos / Alfaro, Rosario. La Casación Civil en el Perú.
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 Cabanellas, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual
 Lozano, Juan Carlos. Criterios rectores para la formulación de recurso de
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 Hinostroza Minguez, Alberto. El nuevo Recurso de Casación
 Carnelutti, Francesco. Instituciones de derecho procesal civil.

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