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ISSN: 1888-9891

Revista de

REVISTA DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL


Eficacia en cada fase del1
tratamiento antidepresivo
Psiquiatría Órgano Oficial
de la Sociedad Española
de Psiquiatría
y de la Sociedad Española
de Psiquiatría Biológica

y Salud Mental Volumen 5, Número 4. Octubre-Diciembre 2012

EDITORIALES
Investigación en salud mental en España: algo más que brotes verdes
Escuchar voces: la relevancia de los síntomas psicóticos en jóvenes
ORIGINALES
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes naïve o quasi-
naïve: diseño de un protocolo de seguimiento y resultados basales
Validez de criterio y concurrente de la versión española de la Conners Adult ADHD
Diagnostic Interview for DSM-IV
ORIGINAL BREVE
Adherencia a las recomendaciones sobre estilo de vida en pacientes con
depresión

ψ
REVISIÓN
Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva de continuación y
mantenimiento en el trastorno depresivo mayor
CARTA CIENTÍFICA
Hipernatremia grave en relación con un tratamiento con litio
FE DE ERRORES
Fe de errores de « Relación entre insight, violencia y diagnóstico en pacientes con
OCTUBRE-DICIEMBRE 2012 - VOLUMEN 5 - NUMERO 4
psicosis »
AGENDA
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Revista de
Psiquiatría
y Salud Mental Órgano Oficial de la Sociedad Española de Psiquiatría
y de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica

Sociedad Española de Psiquiatría Sociedad Española de Psiquiatría Biológica

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J. Saiz Ruiz J. Bobes García
Vicepresidente: Vicepresidente:
M. Gutiérrez Fraile M. Bernardo Arroyo
Secretario: Secretario:
M. Martín Carrasco C. Arango López
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Vocal ex Presidentes: Vocal Ex-presidente:
J. Vallejo Ruiloba J. Giner Ubago
Vocal Presidentes de Sociedades Regionales de Psiquiatría y Secciones: Vocal Investigadores Referentes:
M.P. García-Portilla González V. Pérez Sola
Vocales Asamblea: Vocal Investigadores jóvenes acreditados:
A. Bulbena Vilarrasa, C. Díaz Sastre
L. Rojo Vocal Asamblea:
y F. Vidal Pardo J.L. Ayuso Mateos

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COMITÉ EDITORIAL

Director: J. Bobes
Universidad de Oviedo. CIBERSAM. Oviedo

Editores Asociados:
C. Arango M. Bernardo J.M. Menchón P.A. Sáiz
Hospital Gregorio Marañón. Hospital Clínic. Hospital Universitari de Bellvitge. Universidad de Oviedo
CIBERSAM. Madrid. CIBERSAM. Barcelona. CIBERSAM. Barcelona. CIBERSAM.Oviedo.

E. Baca J. Cervilla J. Sáiz E. Vieta


Fundación Jiménez Díaz. Hospital Universitario San Cecilio. Hospital Universitario Ramón y Cajal.. Hospital Clínic, Universidad de Barcelona,
CIBERSAM. Madrid. CIBERSAM UGR. Granada. CIBERSAM. Madrid. IDIBAPS. CIBERSAM. Barcelona

CONSEJO EDITORIAL

R. Alarcón J. García-Sevilla J. Lieberman


Mayo Clinic. Rochester, MN (USA) Universitat de les Illes Balears. Palma de Mallorca, Illes Balears (Spain) New York State Psychiatric Institute. New York (USA)
M. Alegría J. Garrabé de Lara A. Lobo
Center for Multicultural Mental Health Research. Somerville, MA Boston (USA) Fondation Henry Ey. Perpignan (France) Hospital Clínico. Universitario. Zaragoza (Spain)
F. Artigas C. Gastó M. Maj
Institut d’Investigacions Biomédiques de Barcelona. Barcelona (Spain) Hospital Clínico de Barcelona. Barcelona (Spain) University of Naples SUN. Naples (Italy)
J.L. Ayuso Gutiérrez M. Gaviria J. Mann
Universidad Complutense de Madrid. Madrid (Spain) University of Illinois. Chicago (USA) New York State Psychiatric Institute. New York (USA)
J.L. Ayuso J. Gibert-Rahola J.E. Mezzich
Hospital Universitario de La Princesa. Madrid (Spain) Universidad de Cádiz. Cádiz (Spain) International Center for Mental health. New York (USA)
E. Baca J. Giner H.J. Möller
Universidad Autónoma de Madrid. Madrid (Spain) Universidad de Sevilla. Sevilla (Spain) Psychiatry of the University of Munich (LMU). München
P. Bech (Germany)
T.E. Goldberg
Frederiksborg General Hospital. Hillerød (Denmark) Zucker Hillside Hospital. Glen Oaks, NY (USA) M. Oquendo
G. Berrios Division of Molecular Imaging and Neuropathology. Columbia
G. Goodwin
University of Cambridge Fellow Vitalicio, Robinson College. Cambridge (UK) University. New York (USA)
Warneford Hospital. Oxford (UK)
A. Blanco P. Gorwood T. Palomo
Universidad de Sevilla. Sevilla (Spain) Hospital Doce de Octubre. Madrid (Spain)
Hopital Louis Mourier. Paris (France)
C. Blanco J. Guimón L. Rojo
New York State Psychiatric Institute. New York (USA) Hospital Universitario La Fe. Valencia (Spain)
Universidad del País Vasco. Bilbao (Spain)
A. Bulbena M. Gutiérrez F. Rubia
Hospital del Mar. Institut d’Atenció Psiquiàtrica. Barcelona (Spain) Universidad Complutense de Madrid. Madrid (Spain)
Universidad del País Vasco. Vitoria (Spain)
J. M. Cañive M. Hammon P. Ruiz
University of New Mexico. Albuquerque, NM (USA) University of Texas-Houston Medical School. Houston, TX (USA)
Faculty du Medicine Pierre et Marie Curie Faculty
W. Carpenter Pitié-Salpétrière. Paris (France) D. Stein
University of Maryland School of Medicine. Baltimore, MD (USA) MRC Unit on Anxiety Disorders. Cape Town (South Africa)
E. Hollander
M. Casas Mount Sinai School of Medicine. New York (USA) M. Trujillo
Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona (Spain) New York University School of Medicine. New York (USA)
E. Ibáñez
F.X. Castellanos Universidad de Valencia. Valencia (Spain) J. Van Os
NYU Child Study Center. New York (USA) School for Mental Health and Neuroscience. Maastricht
B. Kirkpatrick
(Nederland)
P. Delgado Medical College of Georgia. Augusta, GA (USA)
Cleveland (USA) A. Labad J. Vallejo
HPU Institut Pere Mata. Tarragona (Spain) Universidad Central de Barcelona. Barcelona (Spain)
J.M. Delgado
Universidad Pablo de Olavide. Sevilla (Spain) C. Leal J.L. Vázquez-Barquero
Hospital Clínico Universitario. Valencia (Spain) Hospital Universitario Marqués de Valdecilla. Santander (Spain)
J. Escobar
Robert Wood Johnson Medical School Clinical Academic Building. J. de León M. Weisman
New Brunswick, NJ (USA) Eastern State Hospital. Lexington, KY (USA) NYS Psychiatric Institute. New York (USA)
J. Fernández J. Licinio
Universidad Autónoma de Madrid. Madrid (Spain) Miller School of Medicine. University of Miami. Miami, FL (USA)

COMITÉ DE EXPERTOS
L. Agüera (Madrid) B. Crespo (Santander) C. García (Barcelona) I. Mata (Santander) R. Pérez (Santander)
E.J. Aguila (Valencia) J.M. Crespo (Barcelona) M. García (Palma de Mallorca) J. Meana (Bilbao) V. Pérez (Barcelona)
C. Álamo (Madrid) R. de Frutos (Valencia) M.P. García-Portilla (Oviedo) J.A. Micó (Cádiz) J. Pifarré (Lleida)
E. Álvarez (Barcelona) J.M. de la Fuente (Lannemezan, France) L. Giner (Sevilla) V. Molina (Salamanca) J.A. Ramos (Barcelona)
B. Arranz (Barcelona) C. de las Cuevas (Tenerife) A.M. González-Pinto (Vitoria) A.L. Montejo (Salamanca) M. Roca (Palma de Mallorca)
V. Balanzá (Valencia) M. Desco (Madrid) M. Gurpegui (Granada) J.M. Montes (Madrid) M.D. Sáiz (Madrid)
J. Ballesteros (Bilbao) M. Díaz-Marsá (Madrid) B. Gutiérrez (Granada) D. Moreno (Madrid) L. Salvador (Barcelona)
A. Benabarre (Barcelona) M.C. Díaz (Madrid) J.M. Haro (Barcelona) C. Moreno (Madrid) L. San (Barcelona)
H. Blasco (Madrid) J.I. Eguiluz (Bilbao) A. Ibáñez (Madrid) M. Mur (Lleida) J. Sanjuán (Valencia)
M. Bousoño (Oviedo) L. Fañanás (Barcelona) M.A. Jiménez-Arriero (Madrid) V. Navarro (Barcelona) P. Sierra (Valencia)
M. Camacho (Sevilla) M. Farré (Barcelona) J. López (Madrid) R. Navinés (Barcelona) C. Soutullo (Pamplona)
F. Cañellas (Palma de Mallorca) E. Fernández (Cambridge, UK) P. López (Navarra) J.M. Olivares (Vigo) R. Tabares (Valencia)
J.L. Carrasco (Madrid) J. Fernández (Madrid) M. Martín (Pamplona) F. Ortuño (Pamplona) M. Torrens (Barcelona)
J. Castro (Barcelona) D. Fraguas (Albacete) F. Mayoral (Málaga) M. Parellada (Madrid) M. Urretavizcaya (Barcelona)
A. Ceverino (Madrid) M.D. Franco (Sevilla) A. Mané (Barcelona) J.C. Pascual (Barcelona) M. Valdés (Barcelona)
I. Corripio (Barcelona) J. García (Zaragoza) J. Martí (Barcelona) A. Pazos (Santander) F. Vaz (Badajoz)
Volumen 5, Número 4/2012

EDITORIALES
Sumario
211 Investigación en salud mental en España: algo más que brotes verdes
C. Arango

214 Escuchar voces: la relevancia de los síntomas psicóticos en jóvenes


M. Cannon

ORIGINALES
217 Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes
naïve o quasi-naïve: diseño de un protocolo de seguimiento y resultados
basales
J. Merchán-Naranjo, C. Tapia, C. Bailón, C. Moreno, I. Baeza, R. Calvo-Escalona,
A. Morer, C. Martínez-Cantarero, P.A. Nestares, J.Á. Alda, D. Muñoz y
C. Arango

229 Validez de criterio y concurrente de la versión española de la Conners


Adult ADHD Diagnostic Interview for DSM-IV
J.A. Ramos-Quiroga, R. Bosch, V. Richarte, S. Valero, N. Gómez-Barros,
M. Nogueira, G. Palomar, M. Corrales, N. Sáez-Francàs, M. Corominas, A. Real,
R. Vidal, P.J. Chalita y M. Casas

ORIGINAL BREVE
236 Adherencia a las recomendaciones sobre estilo de vida en pacientes con
depresión
M. García-Toro, O. Ibarra, M. Gili, M.J. Serrano, M. Vives, S. Monzón, N. Bauzá,
B. Oliván, E. Vicens y M. Roca

REVISIÓN
241 Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva de continuación
y mantenimiento en el trastorno depresivo mayor
E. Martínez-Amorós, N. Cardoner, V. Gálvez y M. Urretavizcaya

CARTA CIENTÍFICA
254 Hipernatremia grave en relación con un tratamiento con litio
A.M. Prieto Tenreiro

FE DE ERRORES
256 Fe de errores de «Relación entre insight, violencia y diagnóstico en
pacientes con psicosis»
G. Lera Calatayud, N. Herrero Sebastián, E. Aguilar García-Iturrospe,
J.C. González Piqueras, J. Sanjuán Arias y C. Leal Cercós

AGENDA
257 Agenda
Volume 5, Number 4/2012

EDITORIALS
Contents
211 Mental Health Research in Spain: A bit more than green shoots
C. Arango

214 Hearing voices — the significance of psychotic symptoms among young


people
M. Cannon

ORIGINAL ARTICLES
217 Secondary effects of antipsychotic treatment in naive or quasi-naive
children and adolescents: Design of a follow-up protocol and baseline
results
J. Merchán-Naranjo, C. Tapia, C. Bailón, C. Moreno, I. Baeza,
R. Calvo-Escalona, A. Morer, C. Martínez-Cantarero, P.A. Nestares,
J.Á. Alda, D. Muñoz and C. Arango

229 Criterion and concurrent validity of Conners Adult ADHD Diagnostic


Interview for DSM-IV (CAADID) Spanish version
J.A. Ramos-Quiroga, R. Bosch, V. Richarte, S. Valero, N. Gómez-Barros,
M. Nogueira, G. Palomar, M. Corrales, N. Sáez-Francàs, M. Corominas,
A. Real, R. Vidal, P.J. Chalita and M. Casas

BRIEF REPORT
236 Adherence to lifestyle recommendations by patients with depression
M. García-Toro, O. Ibarra, M. Gili, M.J. Serrano, M. Vives, S. Monzón,
N. Bauzá, B. Oliván, E. Vicens and M. Roca

REVIEW ARTICLE
241 Effectiveness and pattern of use of continuation and maintenance
electroconvulsive therapy
E. Martínez-Amorós, N. Cardoner, V. Gálvez and M. Urretavizcaya

SCIENTIFIC LETTER
254 Severe hypernatraemia associated with lithium treatment
A.M. Prieto Tenreiro

ERRATUM
256 Erratum to “Relationship between insight, violence and diagnoses
in psychotic patients”
G. Lera Calatayud, N. Herrero Sebastián, E. Aguilar García-Iturrospe,
J.C. González Piqueras, J. Sanjuán Arias and C. Leal Cercós

CALENDAR
257 Calendar
Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2012;5(4):211---213

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EDITORIAL

Investigación en salud mental en España: algo más que brotes


verdes
Mental Health Research in Spain: A bit more than green shoots
Celso Arango

Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, CIBERSAM,
Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, Madrid, España

En la coyuntura económica actual es de agradecer que En los tiempos que nos está tocando vivir, palabras como
alguna parcela de nuestro quehacer radie signos de forta- competitividad o innovación han adquirido una relevancia
leza y esperanza. La psiquiatría española ha adquirido por que no tenían hace unos años. No basta con investigar, la
primera vez en su historia un papel fundamental en la psi- investigación que hacemos debe traducirse en productos
quiatría internacional. Lo ha hecho no a través de nombres tangibles que hagan eficiente la investigación. En nuestro
concretos sino gracias al espíritu colaborativo de numerosos ámbito, el sentido que engloban estas palabras, es nuclear
grupos de investigación que han decidido sumar esfuerzos. al proceso por el que se transforma aquello en lo que inves-
El que en el año 2012 se hable con toda naturalidad de tigamos en conocimiento original que produce mejoras en
que la mayor parte de las publicaciones en salud mental en la práctica clínica y, por lo tanto, en la salud mental de
este país proceden de colaboraciones entre distintos gru- nuestra sociedad y sus ciudadanos. Si además ello comporta
pos era algo impensable hace tan solo unos años y que no solo patentes y propiedad intelectual sino cambios en la
debe llenarnos a todos de orgullo1 . El que además el pro- actividad clínica que pueda a la larga, en el contexto de
ducto de esta colaboración sean publicaciones traslacionales trabajo de calidad y humanizado, generar retorno econó-
publicadas en las mejores revistas, patentes y guías clíni- mico −o disminuir el coste sin poner en compromiso el
cas nacionales e internacionales, debe ser aún motivo de resultado− estaremos entonces en el camino correcto.
mayor regocijo. Nunca la presencia de artículos firmados por La colaboración público-privada es capital en la situa-
autores españoles o ponentes en las mejores reuniones de ción actual para avanzar en la investigación de frontera.
nuestra extensa área de conocimiento había sido tan nume- El binomio público-privado es la vía más eficiente para
rosa. Atrás quedan los personalismos que tanto daño han convertir ideas en patentes y obtener retorno con la inves-
hecho a la historia de la psiquiatría de este país. La partici- tigación realizada. Así se ha entendido en otros países, que
pación de grupos españoles liderando proyectos europeos o han aumentado su gasto presupuestario en investigación en
la elaboración de la hoja de ruta en investigación en salud situación de crisis económica con el convencimiento de que
mental para la Comisión Europea son ejemplos de nuestra esa es la única forma de generar riqueza a medio plazo. El
creciente fortaleza2 . porcentaje de dependencia de fondos públicos nacionales
es un buen criterio de la capacidad y calidad de un centro
o grupo de investigación. A modo de ejemplo en el Centro
de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBER-
Correo electrónico: carango@Hggm.Es SAM, www.cibersam.es) ha firmado con empresas privadas

1888-9891/$ – see front matter © 2012 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.06.005
212 C. Arango

25 desde su creación. Tan solo este consorcio ha generado preclínica. Debemos seguir trabajando para que la colabo-
4 patentes, participado en 42 ensayos clínicos y realizado ración con estos grupos sea aún mayor y para atraer talento
22 guías clínicas. Deben ser estos números que hagan refle- hacia nuestra área de conocimiento.
xionar a nuestros políticos a la hora de recortar gastos en Si queremos hacer investigación de calidad debemos
investigación. mirar hacia Europa. En una situación favorable para la
Los componentes de innovación, transmisión y transfe- psiquiatría española que se ha internacionalizado y está pre-
rencia, tanto de productos como de procesos, como es el sente en todos los foros importantes de discusión y decisión
caso de las nuevas dianas terapéuticas, deben orientarse que tienen que ver con la investigación en salud mental no
no solo a la búsqueda de moléculas con nuevos mecanis- podemos desaprovechar esta oportunidad. Por ello, estoy
mos de acción sino también a la búsqueda de técnicas de convencido de que se puede mejorar aún más el retorno en
diagnóstico, detección, evaluación y pronóstico, aborda- forma de participación y coordinación por parte de nuestros
jes terapéuticos no farmacológicos o tecnología en imagen grupos en proyectos financiados por la Unión Europea. A las
médica. No hace falta recordar que muchos de los resultados puertas de Horizon 2020 la investigación en salud mental de
de nuestras investigaciones tienen que ver con estrategias nuestro país tiene no tan solo mucho que ofrecer a nuestros
terapéuticas más eficientes (tratamientos farmacológicos, colegas europeos sino mucho que decir sobre las priorida-
intervenciones psicoterapéuticas) con estrategias preventi- des en la inversión en este campo. El papel de liderazgo de
vas (detección de casos de riesgo, intervenciones para evitar nuestra psiquiatría en la investigación en Europa lo atesti-
o retrasar la aparición de trastornos mentales en personas gua la coordinación que desde este país se hace de la hoja
de riesgo, prevención de comorbilidad o aparición de pato- de ruta que se está redactando para la Comisión Europea de
logías secundarias en personas que ya tienen un trastorno lo que debe ser la investigación en este campo los próximos
mental). La implementación en la clínica de estos resul- 10 años (www.roamer-mh.org).
tados puede sin duda disminuir el gasto sanitario a través Un aspecto claramente mejorable es la formación de
de una psiquiatría más eficiente y basada en las pruebas investigadores de talento. En la formación del médico
que nos proporciona nuestra investigación. Esa es la forma especialista hay importantes carencias formativas en inves-
de ser competitivos y no malgastar dinero público en una tigación en la carrera de medicina y en la especialidad. Una
asistencia centrada en los intereses de los profesionales de necesidad no cubierta en el momento actual es la de un más-
la salud mental que la ejercen sino en aquello que ha demos- ter en investigación en Salud Mental. En el momento actual
trado ser coste-eficiente y por lo tanto sostenible en una el CIBERSAM está pendiente de la evaluación de la ANECA
sanidad pública de calidad. para la creación de dicho Máster. Estamos convencidos de
Hemos decidido dedicar nuestra vida profesional al que este Máster, en el que participan 5 de las mejores uni-
mundo de las enfermedades mentales, paradigma de las versidades del país, va a permitir acercar a la investigación
enfermedades complejas por definición. No es posible de calidad a los futuros líderes de la investigación en salud
encontrar una causa, un tratamiento, un mecanismo pató- mental de nuestro país.
geno que sirva para las distintas personas que padecen No toda la investigación de calidad está en el CIBER de
una enfermedad compleja. Por ello debemos vivir siempre Salud Mental ni mucho menos. Existen excelentes grupos en
con la incertidumbre de que no llegaremos nunca a una otros CIBER y RETICS dedicados directa o indirectamente
causa última que pueda explicar la inmensa riqueza de las a la investigación en Salud Mental y también grupos que
distintas formas de expresión de nuestro órgano más pre- no pertenecen a estas estructuras estables de investigación
ciado. Debemos estar preparados para soportar la angustia colaborativa. Si realmente queremos tener un gran centro
del creciente conocimiento sobre nuestro desconocimiento. de excelencia en investigación en salud mental en este país
Para ello debemos armarnos de las mejores herramientas debemos integrar a los mejores grupos de investigación en
que estén a nuestra disposición y que hagan más liviano este campo en las distintas patologías. Ese centro debe ser
el que sea imposible saber de todo aquello que es rele- dinámico y flexible y adaptarse a los cambios temporales con
vante para la salud o enfermar mental. El trabajar codo con salida y entrada de grupos en base a sus resultados. El pare-
codo con expertos en epidemiología, genética, bioquímica, cido a la mayoría de las estructuras estables de investigación
neurobiología, psicología, sociología, neuroimagen, aumen- en este país o al modelo funcionarial o universitario de inves-
tará nuestras posibilidades de éxito. Por ello no se puede tigación debe evitarse en su gran parte. No tiene sentido
concebir una investigación en salud mental que no sea mul- que fuera de esa estructura haya grupos de mayor exce-
tidisciplinaria. En una reciente editorial en esta revista se lencia científica que los que están dentro, solo porque en
exponía magistralmente que solo acortando la distancia que algún momento fueran mejores. Un sistema cerrado o un sis-
separa los enfoques de investigación de ciencias sociales tema unidireccional no tienen cabida en el momento actual.
y ciencias naturales se puede avanzar en el conocimiento No hay sistema más ineficiente que aquél que permite al
de los trastornos mentales3 . El que jóvenes investigadores que entra en una institución quedarse en ella independien-
preclínicos dediquen el resto de sus vidas a investigar en temente de su esfuerzo, capacidad y resultados. Eso debe
enfermedades del cerebro o se dediquen a otras enferme- formar parte de nuestra historia.
dades va a depender en parte de que vean nuestro campo Debemos ser capaces de convertir la coyuntura eco-
atrayente, con posibilidades, y seamos capaces de trans- nómica actual en una oportunidad, algo que tenemos al
mitirles no solo la gran necesidad de investigar en nuestra alcance de nuestras manos gracias al talento atesorado en
disciplina sino también el que van a contar con platafor- esta última década de investigación en salud mental en
mas que les ayudarán en su camino. Uno de los mayores nuestro país. Los éxitos conseguidos deben servir de aci-
activos del CIBERSAM es contar con grupos de investigación cate para seguir por la misma senda, sin relajarnos, con
Investigación en salud mental en España: algo más que brotes verdes 213

espíritu de superación. Solo así podremos mirar algún día 2. Ayuso-Mateos JL, Wykes T, Arango C. The Madrid Decla-
hacia atrás y sentirnos orgullosos por lo que entre todos ration: why we need a coordinated Europe-wide effort
estamos consiguiendo. in mental health research. Br J Psychiatry. 2011;198:
253---5.
3. Van Os J. Solutions for patients depend on whether we can bridge
Bibliografía the divide between social and natural science research approa-
ches in the area of mental health. Rev Psiquiatr Salud Ment.
1. Vieta E. Psychiatric investigation in Spain: shine and shade. Med 2012;05:135---8.
Clin (Barc). 1999;112:737---8.
Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2012;5(4):214---216

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EDITORIAL

Escuchar voces: la relevancia de los síntomas psicóticos


en jóvenes
Hearing voices --- the significance of psychotic symptoms among young
people
Mary Cannon

Department of Psychiatry, Royal College of Surgeons in Ireland and Beaumont Hospital, Dublín, Irlanda

Los pacientes con trastornos psiquiátricos no son los únicos clínico entre los síntomas psicóticos y el trastorno psicótico
que presentan síntomas psicóticos, ya que una proporción al mostrar que los niños de 11 años de edad que notifi-
importante de la población general también los expe- caron síntomas psicóticos presentaban entre 5 y 16 veces
rimenta. La prevalencia de síntomas psicóticos parece mayor riesgo de trastorno en el espectro esquizofrénico en la
reducirse con la edad: según metaanálisis, la prevalencia edad adulta5 . Este hallazgo fue replicado por Welham et al.
media de síntomas psicóticos en los niños (9-12 años de con una muestra australiana, quienes mostraron que las
edad) es del 17%, en los adolescentes (13-18 años) del 7,5%, alucinaciones auditivas autonotificadas a los 14 años se aso-
y en la población adulta general del 5%1 2 . La prevalencia ciaban con un mayor riesgo de trastornos psicóticos a los 216 .
de síntomas psicóticos también parece variar entre países: Más recientemente, Werbeloff et al. observaron con regis-
según la Encuesta de la Salud Mundial de la Organización tros israelíes que los jóvenes adultos que notificaron
Mundial de la Salud3 , las tasas de alucinaciones auditivas síntomas psicóticos presentaban 4 veces más riesgo de un
oscilan entre el 0,8% (Vietnam) y el 31% (Nepal). Los sínto- trastorno psicótico no afectivo en las 2 décadas siguientes,
mas psicóticos presentan un origen familiar y hereditario y y el riesgo más alto se producía en los primeros 5 años7 .
comparten con la esquizofrenia una amplia gama de factores Un metaanálisis de estudios con cohortes mostró que el
de riesgo sociales, ambientales y de desarrollo4 . riesgo anual de conversión a un desenlace clínico psicótico
¿Cómo debemos interpretar tales síntomas? ¿Son una entre los individuos que han notificado síntomas psicóticos
forma incompleta o precursores de trastornos psicóticos es 3,5 veces mayor que entre los individuos que no presentan
posteriores, o son marcadores generales de riesgo para un dichos síntomas8 . Por lo tanto, es patente que las personas
abanico de enfermedades psiquiátricas? Este editorial va a que informan padecer síntomas psicóticos tienen un mayor
examinar las pruebas que respaldan estos 2 puntos de vista, riesgo de presentar trastornos psicóticos clínicos posterior-
y que no son excluyentes entre sí. mente que aquellos que no experimentan tales síntomas.
Si bien se considera que los cambios rápidos que se
Los síntomas psicóticos como paradigma producen en el sistema nervioso durante la adolescencia
de alto riesgo para la psicosis clínica son de gran relevancia en el desarrollo de la psicosis clí-
nica, la baja incidencia de la enfermedad dificulta cualquier
Fue un influyente artículo basado en el estudio Dunedin el intento de estudiar su trayectoria evolutiva en un número
que demostró por primera vez la existencia de un continuo elevado de personas antes de que esta aparezca (aproxima-
damente, solo uno de cada 100 niños estudiados desarrollará
esquizofrenia). Los niños y los adolescentes con síntomas
Correo electrónico: marycannon@rcsi.ie psicóticos que aún no han superado el período de riesgo de

1888-9891/$ – see front matter © 2012 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.06.002
Escuchar voces: la relevancia de los síntomas psicóticos en jóvenes 215

psicosis representan una población particularmente valiosa El tema de la comorbilidad de síntomas psicóticos, fun-
para estudiar la etiología de la psicosis por las siguientes cionamiento general y otras psicopatologías ha comenzado
razones1 : aún no han pasado por el período de riesgo de a recibir atención. Nuevo et al. también observaron una
psicosis y es más probable que dicha población incluya a indi- asociación lineal entre el número y presencia de sínto-
viduos que presenten un verdadero riesgo de conversión2 , mas psicóticos y el grado general de funcionamiento en un
los síntomas psicóticos (también conocidos como fenotipo análisis de los datos de la Encuesta Mundial de la Salud3 .
extendido de psicosis) son más frecuentes que el fenotipo Se observó una clara separación o discontinuidad entre
clínico (enfermedad), lo que aumenta el grupo de población los individuos sin síntomas y aquellos con síntomas res-
para estudio3 , los síntomas psicóticos pueden ser detectados pecto al impacto adverso sobre la salud, y se encontró un
entre jóvenes mediante un breve cuestionario validado4,9 el pequeño aumento lineal en los efectos adversos sobre la
estudio de jóvenes facilita la investigación de cambios en el salud conforme aumentaba el número de los síntomas. Por lo
desarrollo neurológico en la psicosis a una edad muy tem- tanto, los resultados de este estudio mundial identificaban
prana, en particular los procesos que implican el desarrollo 2 grupos diferenciados en la población: aquellos sin sínto-
del cerebro del adolescente. mas y aquellos que se encuentran en un supuesto continuo
Si bien se ha aprendido mucho acerca de niños y adoles- de psicósis3 .
centes con síntomas psicóticos, queda aún más por descubrir Se ha demostrado que los síntomas psicóticos en la ado-
en términos de genética, neurocognición, electrofisiología lescencia tardía están asociados con una serie de trastornos
y neuroanatomía funcional y estructural10 . Los síntomas no psicóticos a los 30 de años de seguimiento23 . En una
psicóticos en jóvenes se asocian con sutiles alteraciones muestra de adolescentes irlandeses, los síntomas psicóticos
neurocognitivas en la función ejecutiva, el lenguaje recep- se asociaron con una amplia gama de trastornos no psicó-
tivo y el reconocimiento emocional facial11---14 . La velocidad ticos diagnosticables del Eje-124 . De hecho, la mayoría de
de procesamiento parece estar particularmente afectada en los jóvenes con síntomas psicóticos en dicha muestra cum-
los adolescentes con síntomas psicóticos15 , lo que apoya la plían los criterios para algún otro trastorno, y la fuerza de
hipótesis de que la velocidad de procesamiento es un défi- la asociación con otros trastornos no psicóticos aumentaba
cit fundamental en la esquizofrenia16 . Hasta la fecha, solo conforme se pasaba de la niñez a la adolescencia, lo que
se ha publicado un estudio de imágenes cerebrales sobre indica que la notificación de síntomas psicóticos se vuelve
esta población y muestra interesantes, si bien preliminares, más «patológica» con el aumento de la edad24 . Los sín-
diferencias en la activación frontotemporal y en el volumen tomas psicóticos también eran predictores de morbilidad
de materia gris17 . Un estudio genético, procedente de un múltiple (es decir, presencia de más de un trastorno) y de
grupo español, ha mostrado una interacción entre trauma conductas suicidas25 . Estos estudios indican que los síntomas
en la infancia y el genotipo BDNF en cuanto al aumento del psicóticos infantiles ya no se pueden considerar solo como
riesgo de síntomas psíquicos18 . Se necesitan más estudios precursores de psicosis en adultos, sino también como mar-
en estas áreas, lo que podría ayudar a refinar la capaci- cadores de perturbación psicológica general. Estos síntomas
dad de predicción de estos síntomas, y proporcionar más deben ser consultados entre todos los jóvenes que presenten
información sobre la trayectoria evolutiva de la psicosis. Sin desazón psicológica, y al contrario, la identificación de sín-
embargo, el desenlace mayoritario de estos síntomas en la tomas psicóticos en un interrogatorio debería ser señal de la
niñez es su desaparición y no el trastorno clínico (solo el 20- necesidad de una evaluación más detallada. La investigación
30% persisten en el tiempo)19 . Domínguez et al. demostraron de la trayectoria longitudinal de la psicopatología infantil
que el riesgo de psicosis estaba más estrechamente relacio- debe considerar todos los síntomas (psicóticos y no psicó-
nado con la persistencia de síntomas psicóticos a lo largo del ticos) en lugar de adoptar una dicotomía arbitraria26 . Por
tiempo10 . Por lo tanto, la identificación de «los persistentes» último, destacar hasta qué punto estos síntomas son comu-
y los factores de riesgo asociados a dicha persistencia es un nes entre los jóvenes debe contribuir a reducir la visión de
objetivo importante. «nosotros y ellos» en la psicosis y reducir el estigma asociado
con síntomas tales como «escuchar voces27 ».
Los síntomas psicóticos como un marcador no
específico de una gama de trastornos Bibliografía
psiquiátricos 1. Kelleher I, Connor D, Clarke MC, Devlin N, Harley M,
Cannon M. Prevalence of psychotic symptoms in child-
A pesar de que los indicios de síntomas psicóticos como hood and adolescence: a systematic review and meta-
paradigma de alto riesgo para la psicosis clínica posterior analysis of population based studies. Psychol Med. 2012,
es convincente, algunos autores recomiendan encareci- http://dx.doi.org/10.1017/S0033291711002960.
damente cautela ante la idea de un «continuo de la 2. Van Os J, Linscott RJ, Myin-Germeys I, Delespaul P,
psicosis20,21 ». De hecho, los valores predictivos positivos son Krabbendam L. A systematic review and meta-analysis of
demasiado bajos (alrededor del 1-2%) para considerar los the psychosis continuum: evidence for a psychosis proneness-
síntomas psicóticos como «predictores» de un trastorno psi- persistence-impairment model of psychotic disorder. Psychol
Med. 2009;39:179---95.
cótico posterior, y uno no defendería intervención alguna
3. Nuevo R, Chatterji S, Verdes E, Naidoo N, Arango C,
sobre la base de estos síntomas por sí solos7 . Esto plantea Ayuso- Mateos JL. The Continuum of psychotic symptoms in
la cuestión de si, más allá de la identificación de un grupo the general population: a cross-national study. Schizophr Bull.
de alto riesgo para los estudios etiológicos, ¿son los sínto- 2012;38:475---85.
mas psicóticos en la infancia y la adolescencia clínicamente 4. Polanczyk G, Moffitt TE, Arseneault L, Cannon M, Ambler A,
importantes?22 Keefe RS, et al. Etiological and clinical features of childhood
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Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2012;5(4):217---228

www.elsevier.es/saludmental

ORIGINAL

Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños


y adolescentes naïve o quasi-naïve: diseño de un protocolo
de seguimiento y resultados basales
Jessica Merchán-Naranjo a,∗ , Cecilia Tapia a , Concha Bailón a ,
Carmen Moreno a , Inmaculada Baeza b , Rosa Calvo-Escalona b , Astrid Morer b ,
Carmen Martínez-Cantarero c , Patricia Andrés Nestares c , José Ángel Alda d ,
Daniel Muñoz d y Celso Arango a

a
Sección de Psiquiatría del Niño y el Adolescente, Departamento de Psiquiatría. CIBERSAM, Instituto de Investigación Sanitaria
Gregorio Marañón, IISGM. Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Madrid, España
b
Servicio de Psiquiatría y Psicología infanto-juvenil, Hospital Clínic i Universitari de Barcelona, Institut d’Investigacions
Biomèdiques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, CIBERSAM, Barcelona,
España
c
Sección de Psiquiatría y Psicología, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Madrid, España
d
Servicio de Psiquiatría y Psicología infanto-juvenil, Hospital Sant Joan de Déu, CIBERSAM, Barcelona, España

Recibido el 14 de diciembre de 2011; aceptado el 26 de marzo de 2012


Disponible en Internet el 30 de junio de 2012

PALABRAS CLAVE Resumen


Antipsicótico; Introducción: La prescripción de fármacos antipsicóticos en niños y adolescentes se ha conver-
Población tido en una práctica habitual.
infanto-juvenil; Métodos: Este artículo presenta el diseño de un estudio multicéntrico longitudinal a 12 meses
Extrapiramidal; con 266 niños y adolescentes a los que se les prescribió por primera vez un antipsicótico de pri-
Metabólico; mera o segunda generación y los resultados basales del estudio. El protocolo de seguimiento tuvo
Cardiológico como finalidad detectar la posible aparición de cambios metabólicos, cardiológicos y motores.
Resultados: Cuando se valoró la presencia de efectos secundarios a través de la UKU (Udvalg für
Kliniske Undersogelser) se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre pacien-
tes naïve (pacientes incluidos que nunca habían tomado antipsicótico) y quasi-naïve (aquellos
que habían tomado antipsicóticos durante un periodo inferior a 30 días), mostrando un mayor
número de estos últimos síntomas de: ansiedad/laxitud/fatigabilidad (p = 0,0049), somnolen-
cia/sedación (p < 0,001), aumento duración sueños (p < 0,001), aumento de sueños (p = 0,0199),
indiferencia emocional (p = 0,0194), hipocinesia/acinesia (p = 0,0224), parestesias (p = 0,0049),
trastorno de acomodación (p = 0,0254), aumento de la salivación (p < 0,001), poliuria/polidipsia
(p = 0,0076), aumento de la sudoración (p = 0,0076), aumento del deseo sexual (p = 0,0117),

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: jmerchan@iisgm.com (J. Merchán-Naranjo).

1888-9891/$ – see front matter © 2011 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.03.006
218 J. Merchán-Naranjo et al

disminución del deseo sexual (p = 0,0053), cefaleas tensionales. (p = 0,0405). Cuando se valoró la
presencia de síntomas extrapiramidales con la MPRC-IMS (Maryland Psychiatry Research Center-
Involuntary Movements Scale) se observó que los pacientes quasi-naïve presentaron un número
estadísticamente superior de síntomas de discinesia (p = 0,002), parkinsonismo (p = 0,0004) y
acatisia (p = 0,0437) con respecto a los naïve.
Conclusiones: Estos resultados ponen de manifiesto que en población infanto-juvenil, la pre-
sencia de efectos secundarios se comienza a observar ya desde el inicio de la toma de fármacos
antipsicóticos.
© 2011 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Secondary effects of antipsychotic treatment in naive or quasi-naive children


Antipsychotic; and adolescents: Design of a follow-up protocol and baseline results
Pediatric population;
Extrapyramidal; Abstract
Metabolic; Introduction: The prescribing of anti-psychotic drugs has become a normal clinical practice.
Cardiology Methods: This article presents a longitudinal, multicentre study of 12 months conducted on
266 children and adolescents who were prescribed a first or second generation antipsychotic
drug for the first time, and the baseline results of the study. The follow-up protocol had as its
purpose to detect the possible appearance of metabolic, cardiological, and motor changes.
Results: When the presence of side effects was evaluated using the UKU (clinical side-effects
scale) statistically significant differences were found between naive (patients who had never
taken an anti-psychotic drug) and quasi-naive patients (those who have taken anti-psychotic
drugs for a period of less than 30 days), with a greater number of the latter showing symp-
toms of: anxiety/laxity/tiredness (P=.0049), drowsiness/sedation (P<.001), increase in dream
duration (P<.001), increase in dreams (P=.0199), emotional indifference (P=.0194), hypokine-
sia/akinesia (P=.0224), paresthesias (P=.0049), accommodation disorder (P=.0254), increase
in salivation (P<.001), polyuria/polydipsia (P=.0076), increase in sweating (P=.0076), increase
in sexual desire (P=.0117), decrease in sexual desire (P=.0053), tension headaches (P=.0405).
When the presence of extrapyramidal symptoms was assessed using the MPRC-IMS (Maryland
Psychiatry Research Center-Involuntary Movements) Scale, it was observed that the quasi-naïve
patients had a statistically higher number of dyskinesia (P=.002), Parkinsonism (P=.0004) and
akathisia (P=.0437) symptoms compared to the naïve patients.
Conclusions: These results show that, in the childhood-adolescent population, the presence of
secondary effects begins to be observed from the first dose of the antipsychotic drug.
© 2011 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.

Introducción 20007 . Este incremento se ha observado, no solo en las pres-


cripciones, sino también en el periodo de exposición a estos
En los últimos años se ha incrementado la prescripción fármacos (pasando de 0,8 meses en 1998-1999 a 1,6 meses
de fármacos antipsicóticos, tanto para los trastornos psi- en 2001)13 .
cóticos como para otros trastornos mentales en niños y Los datos obtenidos hasta la fecha han demostrado que
adolescentes1---5 . Pese a las escasas indicaciones de estos los ASG en conjunto tienen menos efectos neurológicos
tratamientos en este grupo de edad6,7 , esta práctica se ha motores adversos, que los APG en población infanto-
convertido en habitual en la clínica psiquiátrica, especial- juvenil4,5,14 ; por el contrario la mayor parte de ellos se
mente en el caso de los antipsicóticos de segunda generación asocian a un incremento en el riesgo de complicaciones
(ASG)8---11 . metabólicas (obesidad, diabetes mellitus tipo ii, dislipemias
Estudios sobre la prevalencia del uso de antipsicóticos en y alteraciones cardiovasculares)4,5,14---17 .
población pediátrica, han puesto de manifiesto un descenso Un aspecto relevante que ha sido recogido en la literatura
progresivo del uso de antipsicóticos de primera genera- actual es la estabilidad temporal de los efectos secundarios
ción (APG)12 , acompañado de un incremento significativo metabólicos entre los diferentes fármacos antipsicóticos.
de las prescripciones de ASG2,11 . Un estudio realizado en En un estudio realizado con adolescentes y adultos, a los
Reino Unido halló un aumento en las prescripciones de ASG 3 meses de tratamiento con antipsicóticos (olanzapina, ris-
en población infanto-juvenil de casi 60 veces (pasando de peridona y haloperidol) se apreció un incremento de peso,
0,01 usuarios por 1.000 pacientes en 1994, frente a mayor en el grupo de olanzapina (olanzapina > risperidona>
0,61 usuarios por 1.000 pacientes en 2005)12 . De igual modo, haloperidol)18 . En cambio, cuando se comparó el incremento
otro estudio llevado a cabo en Estados Unidos encontró un de peso transcurridos 12 meses de tratamiento no se obtu-
incremento del 160% en los años comprendidos entre 1990 y vieron diferencias estadísticamente significativas entre los
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes naïve o quasi-naïve 219

3 grupos. En un estudio llevado a cabo con adolescentes con adolescentes a los que se les ha prescrito por primera
un primer episodio psicótico tratados con olanzapina o que- vez fármacos antipsicóticos de primera y segunda genera-
tiapina, tras 6 meses de seguimiento, el grupo tratado con ción. Así mismo se describen los resultados basales de dicho
olanzapina tuvo un aumento mayor de peso que el grupo estudio.
tratado con quetiapina (olanzapina  15,5 kg; quetiapina  Nuestra hipótesis de estudio fue que aquellos pacientes
5,5 kg); resultados similares se obtuvieron en el índice de que en la visita basal ya estaban con tratamiento antipsicó-
masa corporal (IMC) (olanzapina  5,4 puntos; quetiapina tico, presentarían un mayor número de efectos secundarios
1,8 puntos)19 . Otro estudio realizado con niños y adoles- propios de la medicación antipsicótica que aquellos que en
centes tratados con olanzapina o quetiapina o risperidona, el momento de inclusión en el estudio eran pacientes naïve
halló un incremento significativo de peso en el 50% de la a tratamiento antipsicótico.
muestra a los 6 meses de seguimiento e incrementos estadís-
ticamente significativos en el IMC z-score, tanto en el grupo
de olanzapina como en el de risperidona16 . Datos similares Material y métodos
se obtuvieron en otro estudio longitudinal a 12 meses reali-
zado en población infanto-juvenil naïve. En este trabajo se Muestra
observó el mismo efecto en el IMC z-score en los 3 grupos
de tratamiento (olanzapina, quetiapina y risperidona) a los Se llevó a cabo un estudio observacional, longitudinal,
12 meses de seguimiento, siendo este incremento significa- naturalístico y multicéntrico en el que participaron 4 hos-
tivamente mayor en los 6 primeros meses de tratamiento20 . pitales españoles: Hospital General Universitario Gregorio
Respecto a los efectos secundarios metabólicos en pobla- Marañón de Madrid (HGUGM), Hospital Clínic de Barce-
ción pediátrica es importante tener en cuenta el hecho lona, Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid y
de que los trastornos psicóticos suponen un mayor riesgo Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Fueron incluidos
per se asociado a la aparición de complicaciones metabó- pacientes tratados en consultas externas y pacientes en régi-
licas, según avalan estudios realizados en adultos21 . En un men de hospitalización. El reclutamiento se realizó entre
estudio publicado recientemente con niños y adolescentes mayo de 2005 y febrero de 2009.
se observó una mayor incidencia de sobrepeso asociado a Los criterios de inclusión en el estudio fueron: (1) niños y
alguna complicación de la obesidad (hipertensión, dislipe- adolescentes con edades comprendidas entre los 4 los
mia o hiperglicemia) asociado al tratamiento con ASG en 17 años, (2) cualquier diagnóstico psiquiátrico de
adolescentes naïve con diagnóstico de trastorno bipolar, que acuerdo a los criterios diagnósticos del Manual Estadístico
en sujetos con cualquier otro diagnóstico22 . No obstante, de Trastornos Mentales en su cuarta edición (DSM-IV)24 ,
en este mismo estudio la media de aumento de peso tras (3) prescripción médica de tratamiento antipsicótico, tanto
3 meses de tratamiento con ASG fue de 5,5 kg, no encon- de primera como de segunda generación y (4) periodo de
trándose diferencias por diagnóstico, lo que indica que los toma del antipsicótico inferior a 30 días en el momento de
ASG influyen negativamente en los parámetros metabóli- inclusión en el estudio.
cos de los menores independientemente de la patología que Los pacientes incluidos en el estudio que nunca habían
presenten. tomado antipsicóticos fueron clasificados como naïve, y
Teniendo en cuenta que la población pediátrica es más aquellos que habían tomado antipsicóticos durante un
vulnerable que la adulta a los efectos secundarios de los fár- periodo inferior a 30 días a la inclusión del estudio se clasi-
macos antipsicóticos, y además es más sensible al impacto ficaron como quasi-naïve.
negativo que dichos efectos ejercen sobre la imagen cor-
poral o la autoestima8 , se hace evidente incrementar los
esfuerzos en investigación que aborden estos aspectos. Consideraciones éticas
A pesar de los estudios realizados quedan importantes
datos por conocer. La mayoría de las investigaciones están Este estudio fue aprobado por el Comité de Ética e Investiga-
hechas con pacientes que han estado expuestos a antip- ción Clínica de cada uno de los hospitales que colaboraron
sicóticos, durante periodos más o menos largos, antes de en el reclutamiento. Se obtuvo consentimiento informado
su inclusión en los estudios. Este hecho introduce factores por escrito de los padres/tutores legales de los participantes
de confusión en la interpretación de los datos. Además, los y el asentimiento de los menores garantizando la confiden-
estudios recogidos hasta el momento en la literatura inclu- cialidad de los datos. Se ofreció la posibilidad de plantear
yen periodos de seguimiento cortos16,19,23 ; esto constituye aquellas preguntas que los participantes y/o sus tutores
una limitación para conocer si los efectos secundarios se juzgasen necesarias así como la libertad de abandonar el
estabilizan, si mejoran o desaparecen, o si por el contra- estudio en el momento que lo considerasen.
rio continúan aumentando a lo largo de todo el periodo de
exposición.
A partir de los datos expuestos parece necesario ampliar y Seguimiento del estudio
profundizar en el estudio de la relación causal entre la apari-
ción de efectos adversos y la administración de los fármacos El seguimiento del estudio de los pacientes se fijó a un año,
antipsicóticos en población pediátrica. con un total de 5 visitas (basal, un mes, 3 meses, 6 meses y
Este estudio pretende proporcionar el protocolo de segui- 12 meses). Cada uno de los pacientes era citado a través de
miento de un estudio cuya finalidad es medir la posible llamada telefónica. La cita para la visita correspondiente no
aparición de cambios metabólicos, cardiológicos y moto- podía sobrepasar la ventana establecida para el estudio (un
res a lo largo de 12 meses de seguimiento, en niños y tercio del periodo inter-visita). Concretamente las ventanas
220 J. Merchán-Naranjo et al

para las visitas 1, 3, 6 y 12 meses se fijaron en: ±10, ±20, alta densidad (HDL), lipoproteína de baja densidad (LDL),
±30 y ±60 días respectivamente. hemoglobina glicosilada A1c (HbA1c), y homocisteína. La
Los datos demográficos, antecedentes médicos per- glucosa en sangre, el colesterol total, HDL, LDL, y los
sonales del paciente, antecedentes médico-psiquiátricos triglicéridos fueron determinados mediante procedimien-
familiares, hábitos tóxicos, así como la historia previa de tos enzimáticos con el Analizador Químico Automático de
distonías y síntomas extrapiramidales asociados a cualquier Boehringer Mannheim/Hitachi 714 (Boehringer Mannheim
medicación, se recogieron en la visita basal por medio de Diagnostics, Inc., Indianapolis, Ind.): 1) test para la Glu-
una entrevista estructurada diseñada para el estudio, con cosa (Roche Diagnostics, Mannheim, Alemania); 2) test para
los pacientes y sus padres o representantes legales. el colesterol (Boehringer Mannheim Diagnostics, Indianapo-
Todos estos datos exceptuando los antecedentes médico- lis, Ind.). La HbA1c fue analizada mediante cromatografía
psiquiátricos familiares fueron recogidos en el resto de líquida de alta resolución (High Performance Liquid Chro-
visitas para controlar posibles cambios. Los diagnósticos fue- matography, HPLC) Adams HA-8186, (Menarini, Zaventem,
ron realizados por psiquiatras especializados en población Bélgica). Además, el Hospital Clínic obtuvo los valores de
infanto-juvenil de acuerdo a los criterios diagnósticos del homocisteina por inmunoensayo con fluorescencia (Abbot:
DSM-IV24 . AXSYM). El laboratorio de cada uno de los hospitales clasi-
Los antecedentes médicos personales recogidos fue- ficó los datos obtenidos teniendo en cuenta los criterios de
ron: faringitis estreptocócica de repetición; fiebre reu- normalidad (máximo y mínimo) establecidos para cada uno
mática; traumatismo craneoencefálico (TCE) con pér- de los parámetros.
dida de conciencia; transfusión sanguínea; encefali- Los parámetros hormonales medidos fueron tirotropina u
tis/meningitis; convulsiones/epilepsia; enfermedades car- hormona estimulante del tiroides (TSH), tiroxina libre (T4L),
diológicas; dislipemias; diabetes mellitus; sobrepeso/ adiponectina, leptina y grelina. TSH y FT4 fueron medidas
obesidad; alergias/asma; artritis; exposición fetal a dro- por radioinmunoensayo (Diagnostic Product Corporation, Los
gas/alcohol; psicosis actual; psicosis pasada; terapia elec- Ángeles, California). Los valores de adiponectina y leptina
troconvulsiva (TEC) previa; sin antecedentes médicos: siem- fueron realizados únicamente en el HGUGM y en el Clínic de
pre sano; tomografía axial computerizada (TAC)/resonancia Barcelona. En el HGUGM los valores de adiponectina fueron
magnética (RM) (hallazgos encontrados); otras enfermeda- obtenidos en duplicados por Enzyme-Linked Immuno Sor-
des (especificando cuáles). bent Assay ELISA (BioVendor, ref: RD195023100), y los de
Los antecedentes médicos familiares recogidos fue- leptina en duplicados por Enzyme-Linked Immuno Sorbent
ron: faringitis estreptocócica de repetición; fiebre reu- Assay ELISA (BioVendor, ref: RD191001100). En el Hospital
mática; enfermedad de Huntington; enfermedad de Clínic de Barcelona los valores de leptina y adiponectina fue-
Parkinson; síndrome de Gilles de la Tourette; diabetes ron obtenidos por radioinmunoensayo (Linco Research, St.
mellitus; dislipemias; sobrepeso/obesidad; enfermedades Charles, MO). Además el Hospital Clínic obtuvo las medidas
cardiológicas; trastornos afectivos; trastornos psicóticos; de grelina por radio-inmunoensayo (Ghrelin-Total RIA Kit;
otras enfermedades de la familia (especificando cuáles). En Linco Research).
todos estos casos se registraba si estaba o no presente la El peso y la talla fueron medidos siempre con la misma
patología y quién era el familiar afecto. báscula de escala Romana en cada hospital. Las básculas
Al finalizar el estudio se cumplimentó una hoja de utilizadas por el HGUGM, Clínic, HNJ y HSJD fueron: Asimed
finalización en la que se registró la fecha en la que el S.A.; SosPanduri; Soehnle; Vogel & Halke Hamburg Model
paciente acabó su participación en el estudio. En el caso en 701; SECA 220, respectivamente. El peso se registró en kilo-
que la interrupción fuera de forma anticipada se registró gramos (kg) y la altura en metros. A partir de estos datos se
el motivo (pérdida de seguimiento; pérdida de seguimiento calculó el IMC, entendido como: peso en kilogramos/altura
pero continuación con la medicación; remisión de los en metros al cuadrado [kg/m2 ]. Teniendo en cuenta que el
síntomas; falta de colaboración del paciente; mala cumpli- rango de edad de inclusión en el estudio era muy amplio
mentación persistente; intolerancia; ausencia de respuesta (4-17 años) y que los niños y adolescentes estaban en
clínica/intolerancia; ingreso hospitalario psiquiátrico; pleno desarrollo también calculamos el z-score del IMC de
fallecimiento (especificando la causa); otros (especificando acuerdo a las tablas normativas españolas25 .
la causa). El ECG se realizó con el paciente en reposo y en decúbito
supino con el mismo electrocardiógrafo en cada hospital. Los
electrocardiógrafos utilizados en el HGUGM, Clínic, HNJ y
Medidas biológicas HSJD fueron: Delta 1Plus Digital Electrocardiogram; Siemens
Scard 440; Delta 1Plus Digital Electrocardiogram y Bio-Tek
La talla, peso, perímetro abdominal, extracción sanguínea (Lionheart-1), respectivamente. Los parámetros obtenidos
(incluyendo hemograma, parámetros bioquímicos y hormo- con el ECG fueron: ritmo ventricular (latidos por minuto,
nales), tensión arterial y electrocardiograma (ECG) de cada lpm), PR (ms), QRS (ms), QTC (ms).
paciente fueron recogidos por el equipo de enfermería. Este El perímetro abdominal se midió en todos los centros de
protocolo se aplicó en todas las visitas de seguimiento del acuerdo al protocolo que utiliza la Sociedad Española para
estudio, exceptuando la visita del mes en la que se rea- el Estudio de la Obesidad (SEEDO). Se determina con una
lizaron todas las pruebas excepto el ECG y la extracción cinta métrica flexible, milimetrada, con el sujeto en bipe-
sanguínea. destación, sin ropa y relajado. Se localizó el borde superior
Entre los parámetros bioquímicos se obtuvieron la glu- de las crestas ilíacas y por encima de ese punto rodeó la
cosa en ayunas (ingesta previa 9 horas antes de la cintura con la cinta métrica, de manera paralela al suelo,
extracción), triglicéridos, colesterol total, lipoproteína de asegurando que la cinta esté ajustada pero sin comprimir la
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes naïve o quasi-naïve 221

piel. La lectura se realizó al final de una espiración normal. Evaluación del desarrollo puberal
Se hallaron los percentiles del perímetro abdominal de todos Para la evaluación del desarrollo puberal se utilizaron las
los pacientes siguiendo las tablas españolas elaboradas para tablas diseñadas por Tanner29,30 ; que divide en 5 grados el
niños y adolescentes26 . desarrollo mamario, y el de vello púbico y genital. Estas
La tensión arterial fue tomada con el paciente en reposo tablas son usadas universalmente y permiten una evaluación
con el mismo tensiómetro en cada hospital. Los tensióme- objetiva de la progresión puberal. Durante la evaluación
tros utilizados en el HGUGM, Clínic, HNJ y HSJD fueron: era el propio paciente el que señalaba el estadío en el cual
tensiómetro digital OMRON M 6 (HEM-700-1E); OMRON M 6 se encontraba, exceptuando el caso de los niños
(HEM-700-1E); Vital Signs Monitor 300 series (Welch Allyn) más pequeños, en el que eran los padres o tuto-
P/N 810-1707-00; HARTMANN TENSOVAL, respectivamente. res/representantes legales que los acompañaban a la
La tensión arterial fue valorada en cada uno de los pacientes consulta quienes facilitaban la información.
empleando los percentiles propuestos por The International
Task Force for BP27 . Evaluación de efectos secundarios de la medicación
antipsicótica
Para evaluar la presencia de efectos secundarios se empleó
Tratamiento la escala UKU (Udvalg für Kliniske Undersogelser)31 . Esta
escala es una medida integral de los efectos adver-
En cada una de las visitas se registró de forma exhaustiva sos psicológicos y físicos que la ingesta de fármacos
la medicación antipsicótica prescrita al paciente, anotán- psicotrópicos produce; está constituida por 48 ítems agru-
dose, tanto los cambios de antipsicótico como los cambios pados en: efectos adversos psicológicos, neurológicos,
de dosis. De igual modo se registró toda la medicación autonómicos y otros síntomas (dermatológicos, fotosensibi-
concomitante que estuviera recibiendo el paciente (anti- lidad, aumento/disminución de peso, hormonales, sexuales,
depresivos, estimulantes, benzodiacepinas, estabilizantes, cefaleas, dependencia física/psíquica al fármaco). Para
y anticolinérgicos). En cada una de las visitas se hicieron las determinar la gravedad del síntoma los ítems se puntúan
conversiones de las dosis de los fármacos antipsicóticos a de 0 a 3 puntos (0: indica ausencia o dudosa presencia del
equivalentes de clorpromazina28 . De todos los pacientes se síntoma; 1: leve; 2: moderada y 3: grave; 9: no evaluado).
registró la dosis diaria de ingesta de los antipsicóticos en La posible relación causal de la medicación con los síntomas
cada visita y posteriormente se calcularon las dosis acumu- se evalúa asignando a estos ítems de 0 a 2 puntos (0: indica
ladas durante el periodo transcurrido entre una visita y otra improbable; 1: posible y 2: probable).
(dosis x días de exposición). La UKU fue administrada mediante una entrevista semi-
La adherencia al tratamiento antipsicótico se determinó estructurada por psicólogos y psiquiatras entrenados.
utilizando la medición de los niveles plasmáticos del antip-
sicótico mediante HPLC (Alliance 2695) en el HGUGM y en
Evaluación de movimientos involuntarios
el Hospital Clínic de Barcelona. El resto de centros se basa-
Para evaluar la presencia de movimientos involuntarios se
ron en el criterio de los psiquiatras al no disponer de dicha
utilizó la Maryland Psychiatry Research Center-Involuntary
técnica. Los criterios de continuación en el estudio fueron
Movements Scale (MPRC-IMS)32 . La escala está constituida
que los pacientes tuvieran una adecuada adherencia al tra-
por 28 ítems y estructurada topográficamente en las siguien-
tamiento y que estuvieran tomando antipsicóticos durante
tes áreas corporales: lengua, región perioral, ojos y región
un periodo de 12 meses.
periorbitaria, rostro y mandíbula, dedos y muñecas, bra-
zos y codos, cuello, hombros y cabeza, muslos y rodillas,
piernas y pies, movimiento y tensión de los brazos, marcha,
Consumo de tóxicos cintura, y respiración.
Estos ítems miden la presencia de 2 síntomas extrapi-
El registro del consumo de tóxicos se realizó a través de una ramidales (discinesia y parkinsonismo) relacionados con la
entrevista diseñada para el estudio, en la que se pregun- ingesta de fármacos antipsicóticos. Cada uno de los ítems se
taba al paciente sus hábitos tóxicos con respecto al tabaco, puntúa de 0 a 7 puntos (0-1: nada; 2-3: leve; 4-5: moderado;
alcohol, cannabis, cocaína, opiáceos, anfetaminas y deriva- 6-7: severo).
dos, dietilamida de ácido lisérgico (LSD), inhalantes y otros La valoración global de discinesia y parkinsonismo se
(especificando cuáles). En todos los casos se registró si había obtiene sumando las puntuaciones de los 14 ítems que cons-
o no consumo y en caso de que lo hubiera el patrón de con- tituyen cada una de las subescalas. La MPRC-IMS permite
sumo del paciente (a diario, fin de semana, ocasional). En el también evaluar de forma global la acatisia a través de la
caso del consumo de tabaco se registró también el número observación subjetiva efectuada por el psiquiatra/psicólogo
de cigarrillos diarios. a lo largo de la exploración.
Para la administración de la MPRC-IMS, una de las psiquia-
tras fue entrenada por los autores de la escala obteniendo
Escalas clínicas coeficientes de correlación inter-clases (CCI) de 0,8 a 0,9
en los diferentes ítems que constituyen la escala. Posterior-
En cada una de las visitas se evaluó el estado de desarrollo mente el resto de psicólogos y psiquiatras que participaron
puberal de los pacientes, así como la presencia de efectos en la valoración pasaron por el mismo entrenamiento exi-
secundarios y de movimientos involuntarios provocados por giéndoles un CCI mínimo de 0,8 en cada ítem para poder
los fármacos antipsicóticos. realizar la aplicación.
222 J. Merchán-Naranjo et al

Tabla 1 Pacientes incluidos por los centros participantes Tabla 2 Descriptivos basales de la muestra (N = 266)
Centros participantes Pacientes Género
Hombres N (%) 148 (55,6)
Hospital General Universitario Gregorio 86
Marañón (Madrid) Edad
Hospital Clínic (Barcelona) 80 Media ± DE 14,4 ± 2,91
Hospital Infantil Universitario Niño Jesús 55
Raza
(Madrid)
Caucásica N (%) 237 (89,1)
Hospital Sant Joan de Déu (Barcelona) 45
Total 266 Diagnósticos (criterios DSM-IV) N (%)
Trastorno bipolar 39 (14,7)
Psicosis no especificada 38 (14,3)
Trastorno de conducta 38 (14,3)
Tratorno de conducta 30 (11,3)
alimentaria
Análisis estadístico Psicosis breve/trastorno 25 (9,4)
esquizofreniforme
Se realizaron análisis descriptivos o de frecuencias depen- Esquizofrenia/Trastorno 17 (6,4)
diendo de si las variables eran continuas o discretas esquizoafectivo
respectivamente. Se analizó si existían diferencias estadís- Trastorno portics 13 (4,9)
ticamente significativas entre el grupo naïve y quasi-naïve Depresión con síntomas 13 (4,9)
a nivel basal en las variables de edad, sexo, raza y diagnós- psicóticos
tico; para ello se realizó una t de student para la edad y una Trastorno afectivo depresivo 13 (4,9)
␹2 para el resto de variables (sexo, raza y diagnóstico). Se sin síntomas psicóticos
comparó la presencia de efectos secundarios entre los gru- Trastorno por déficit de 9 (3,3)
pos naïve y quasi-naïve controlando por el diagnóstico, para atención e hiperactividad
ello se realizó un Cochran-Mantel-Haenszel. Para estos aná- Tratorno generalizado del 9 (3,4)
lisis se usó el paquete estadístico SPSS 18.0 para Windows. desarrollo
Los test estadísticos se realizaron a 2 colas, y con un valor Trastorno adaptativo 9 (3,3)
de p < 0,05 de significación estadística. Trastorno asociado a 6 (2,3)
sustancias
Trastorno 4 (1,5)
obsesivo-compulsivo
Resultados Psicosis si N (%) 150 (43,6)
Pacientes naïve N (%) 131 (49,2)
Periodo previo de toma de 5,32 ± 7,56
El número de pacientes incluidos en el estudio fue de
antipsicóticos en pacientes
266 niños y adolescentes (tabla 1). Los análisis descriptivos
quasi-naïve (días)
de la muestra aparecen en la tabla 2.
Dosis media diaria ± DE, mg/d 105,39 ± 170,13
Del total de la muestra analizada, el 72,9% (n = 194)
(equivalente a
fueron reclutados durante su ingreso hospitalario. El resto
clorpormazina)
provenía de las consultas externas de psiquiatría.
Tratamiento concomitante
El análisis de los antecedentes médicos personales regis-
Antidepresivos N (%) 51 (19,2)
trados en la visita basal de todos los pacientes proporcionó
Benzodiazepinas N (%) 76 (28,6)
los siguientes resultados: 43,6% sin antecedentes médicos:
Estabilizantes 36 (13,5)
siempre sano; 38% psicosis actual; 24,1% alergias/asma; al
(Litio/Antiepiléptico) N (%)
19,5% se les había realizado alguna vez TAC/RM; 11,3% farin-
Estimulantes N (%) 8 (3)
gitis estreptocócica de repetición; 8,3% TCE con pérdida de
conciencia; 7,9% sobrepeso/obesidad; 7,1% psicosis pasada; Consumo de tóxicos
4,5% convulsiones/epilepsia; 3% encefalitis/meningitis; 2,6% Tabaco N (%) 93 (35)
fiebre reumática; 2,6% enfermedades cardiológicas; 1,1% Alcohol N (%) 79 (29,7)
transfusión sanguínea; 0,8% dislipemias; 0,8% exposición Cannabis N (%) 81 (30,68)
fetal a drogas/alcohol; 0,4% diabetes mellitus; 0,4% artritis. Anfetaminas 6 (2,3)
Los antecedentes médicos familiares registrados en la LSD 2 (0,8)
visita basal de todos los pacientes, expresados en porcenta- Inhalantes 1 (0,4)
jes incluyen, al menos, un familiar con las siguientes pato- DE: desviación estandar; Quasi-naïve: pacientes que habíanto-
logías: 42,49% trastornos afectivos; 24,43% enfermedades mado antipsicóticos durante un periodo inferior a 30 días previos
cardíacas; 23,68% diabetes; 22,18% sobrepeso/obesidad; a la inclusión en el estudio; LSD: dietilamidade ácido lisérgico;
15,41% trastornos psicóticos; 12,78% faringitis estreptocó- Naïve: pacientes que previamente a la inclusión en el estudio no
cica múltiple; 4,14% Parkinson; 3,53% dislipemias; 3,38% habían tomado antipsicóticos.
fiebre reumática; 1,5% síndrome de Tourette; 0,36% corea
de Huntington.
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes naïve o quasi-naïve 223

adherencia. En el grupo de pacientes quasi-naïve la media de


Tabla 3 Resultados bioquímicos y hematológicos basales
días de exposición a antipsicóticos previa inclusión al estudio
Media ± DE Rango normal fue inferior a 6 días (tabla 2). El 2,3% de los pacientes reci-
Bioquímica
bieron tratamiento combinado de 2 antipsicóticos con una
Glucosa 82,98 ± 10,99 60-100 mg/dL
dosis media en equivalentes a clorpromazina del segundo
Colesterol Total 156,74 ± 36,29 < 200 mg/dL
antipsicótico prescrito de 361,59± 265,87 mg.
HDL 52,98 ± 13,18 40-60 mg/dL
A nivel basal no se encontraron diferencias estadística-
LDL 88,38 ± 25,60 < 130 mg/dL
mente significativas entre el grupo naïve y quasi-naïve en
Triglicéridos 70,22 ± 39,75 50-150 mg/dL
las variables de edad (t: 1,342; p = 0,181), sexo (␹2 : 0,048;
HbA1c 4,72 ± 0,57 4,0-6,0%
p = 0,827) y raza (␹2 : 5,157; p = 0,524), pero sí que se encon-
traron en diagnóstico (␹2 : 24,845; p = 0,036); existiendo un
Hematología mayor número de pacientes con diagnóstico de psicosis en
Hematíes 4,79 ± 0,46 4,60-5,70 10 E6/␮L el grupo quasi-naïve. No se detectaron diferencias significa-
Hemoglobina 14,06 ± 1,40 13,0-17,5 g/dL tivas entre ambos grupos en la tensión arterial sistólica ni
Hematocrito 41,33 ± 3,96 % en la tensión arterial diastólica, en el peso o el IMC. Con
Leucocitos 6,96 ± 1,760 10 E3/␮L respecto a los parámetros analíticos únicamente se detec-
Plaquetas 263,03 ± 65,12 140-400 10 E3/␮L taron diferencias en la prolactina (grupo naïve 19,8, SD 13.1
Hormonas frente a grupo quasi-naïve 37,7, SD 23.8; t = 6,8, p < 0,001).
TSH 2,18 ± 1,95 0,5-4,5 ␮U/ml Los psicofármacos administrados como tratamiento con-
T4L 1,16 ± 0,35 0,6-1,4 ng/dL comitante fueron: antidepresivos, estabilizantes del ánimo
(litio y antiepilépticos), benzodiacepinas y estimulantes
DE: desviación estándar; HDL: lipoproteína de alta densidad; (tabla 2).
HbA1c: hemoglobina glicosilada; LDL:l ipoproteína de baja den-
sidad; TSH: tirotropina hormona estimulante del tiroides; T4L:
tiroxina libre.
Consumo de tóxicos

Medidas biológicas En cuanto al consumo de tóxicos el 35% (n = 93) consumía


tabaco en el momento de la visita basal, con una media de
La media y desviación estándar (DE) del IMC basal de la 4,46 cigarrillos/día, siendo el patrón más común de con-
muestra fue de 20,22 ±3,59 kg/m2 , y del perímetro abdomi- sumo en fin de semana (n = 44; 16,5%). El tiempo medio de
nal fue de 74,61 ±10,71 cm. En el caso de la tensión arterial consumo previo a la visita basal fue de 6,48 ± 12,6 meses.
la tensión arterial sistólica (TAS) media a nivel basal fue El consumo del resto de tóxicos registrados fue: canna-
113,43 ±16,31 mm Hg y la tensión arterial diastólica (TAD) bis el 30,68%, el patrón de consumo más frecuente fue a
fue de 65,19 ±12,00 mm Hg. diario (16,66%); cocaína el 6,8%, el patrón de consumo más
En la tabla 3 se presentan las medias y desviaciones frecuente fue ocasional (4,1%); anfetaminas el 2,3%, LSD el
estándar (DE) de los datos bioquímicos y hematológicos 0,8%, inhalantes el 0,4%. Estos 3 últimos tóxicos (anfetami-
obtenidos en la extracción sanguínea. nas, LSD e inhalantes) presentaban un patrón de consumo
La leptina basal fue recogida por el HGUGM y Hos- ocasional. Ningún paciente comunicó consumo de opiáceos.
pital Clínic en 122 pacientes cuya media y DE fue de
9,91 ± 12,92 ng/mL y la adiponectina en 101 pacientes con
una media y una DE de 11,43 ± 4,64 ␮g/mL. La grelina
Escalas clínicas
y homocisteína basal fueron recogidas por el Clínic en 35
y 61 pacientes respectivamente. Las medias y DE obtenidas
Evaluación de efectos secundarios de la medicación
en ambos parámetros fueron de 1.095,94 ± 408,15 pg/mL en
antipsicótica
el caso de la grelina y 9,7 ± 5,68 ␮mol/l en el caso de la
En la tabla 4 aparecen los resultados basales obtenidos en
homocisteina. Se eliminaron 6 visitas de 6 pacientes en
la escala UKU de todos aquellos pacientes que obtuvieron
los que se comprobó la ausencia de niveles plasmáticos de
al menos una puntuación de leve en los síntomas evaluados.
antipsicótico.
Para un análisis más exhaustivo se analizó por un lado la
muestra completa y por otra diferenciando entre pacientes
Tratamiento naïve y quasi-naïve controlando por diagnóstico basal.
En el área psíquica se encontraron diferencias estadís-
Al inicio del estudio, el 49,2% (n = 131) eran pacientes naïve ticamente significativas a favor de un mayor número de
para antipsicóticos. El resto de pacientes, denominados pacientes quasi-naïve en los siguientes síntomas: ansie-
quasi-naive, (50,8%) recibieron tratamiento de antipsicó- dad/laxitud/fatigabilidad, somnolencia/sedación, aumento
ticos de primera generación (haloperidol = 3, pimozida = 1 duración sueños, aumento de los sueños e indiferencia
y clorpromazina = 3) o de segunda generación (risperi- emocional; en el área neurológica: hipocinesia/acinesia y
dona = 79, olanzapina = 29, quetiapina = 19 y aripiprazol = 1). parestesias; en el área autonómica: trastornos de aco-
Se midieron los niveles plasmáticos de antipsicóticos en modación, aumento de la salivación, poliuria/polidipsia, y
87 niños y adolescentes (32,7%) para comprobar si tenían aumento de la sudoración; finalmente dentro del área otras:
una buena adherencia al tratamiento antipsicótico pres- aumento del deseo sexual, disminución del deseo sexual y
crito. Todos los pacientes analizados presentaron una buena cefaleas tensionales.
224 J. Merchán-Naranjo et al

Tabla 4 Puntuaciones basales de la escala UKU (Udvalg für Kliniske Undersogelser)

Áreas Síntomas Muestra Pacientes Pacienetes CMH P


total naive Quasi-naïve
N (%) N (%) N (%)
Psíquica
Dificultades de concentración 169 (63,5) 83 (63,4) 86 (63,7) 0, 3392 0,5603
Ansiedad/Laxitud/Fatigabilidad 107 (40,2) 40 (30,5) 67 (49,6) 7, 9136 0,0049
Somnolencia/Sedación 94 (35,3) 30 (22,9) 64 (47,4) 13, 7952 < 0,001
Alteraciones amnésicas 79 (29,7) 36 (27,5) 43 (31,9) 0, 4782 0,4892
Depresión 76 (28,6) 31 (23,7) 45 (33,3) 1, 3888 0,2386
Tensión/Inquietud 96 (36,1) 49 (37,4) 47 (34,8) 0, 2262 0,6344
Aumento duración sueños 62 (23,3) 17 (13,0) 45 (33,3) 11, 7567 < 0,001
Disminución duración sueños 33 (12,4) 19 (14,5) 14 (10,4) 1, 0098 0,3149
Aumento de los sueños 20 (7,5) 6 (4,6) 14 (10,4) 5, 4231 0,0199
Indiferencia emocional 26 (9,8) 8 (6,1) 18 (13,3) 5, 4685 0,0194
Neurológica
Distonía 9 (3,4) 2 (1,5) 7 (5,2) 1,3607 0,2434
Rigidez 27 (10,2) 9 (6,9) 18 (13,3) 2,2696 0,1319
Hipocinesia/Acinesia 33 (12,4) 9 (6,9) 24 (17,8) 5,215 0,0224
Hipercinesia 20 (7,5) 14 (10,7) 6 (4,4) 3,4205 0,0644
Temblor 41 (15,4) 16 (12,2) 25 (18,5) 1,6567 0,198
Acatisia 8 (3,0) 2 (1,5) 6 (4,4) 0,6629 0,4156
Convulsiones epilépticas 2 (0,8) 1 (0,8) 1 (0,7) 0,0424 0,8369
Parestesias 14 (5,3) 2 (1,5) 12 (8,9) 7,9204 0,0049
Autonómica
Trastornos de acomodación 21 (7,9) 6 (4,6) 15 (11,1) 4,9972 0,0254
Aumento salivación 23 (8,6) 2 (1,5) 21 (15,6) 13,1517 < 0,001
Disminución salivación 25 (9,4) 9 (6,9) 16 (11,9) 1,5457 0,2138
Náusea/Vómito 20 (7,5) 5 (3,8) 15 (11,1) 2,2405 0,1344
Diarrea 9 (3,4) 3 (2,3) 6 (4,4) 1,2638 0,2609
Estreñimiento 33 (12,4) 10 (7,6) 23 (17,0) 1,2489 0,2638
Alteraciones micción 4 (1,5) 2 (1,5) 2 (1,5) 0,0241 0,8765
Poliuria/Polidipsia 22 (8,3) 5 (3,8) 17 (12,6) 7,1148 0,0076
Vértigo ortostático 21 (7,9) 8 (6,1) 13 (9,6) 1,1492 0,2837
Palpitaciones/T aquicardia 30 (11,3) 10 (7,6) 20 (14,8) 2,6455 0,1038
Aumento de la sudoración 21 (7,9) 5 (3,8) 16 (11,9) 7,119 0,0076
Otras
Rash
morbiliforme 0 (0) 0 (0) 0 (0) NA NA
petequial 0 (0) 0 (0) 0 (0) NA NA
urticarial 3 (1,1) 1 (0,8) 2 (1,5) 0,0435 0,8348
psoriásico 1 (0,4) 1 (0,8) 0 (0) 0,8095 0,3683
inclasificable 1 (0,4) 0 (0) 1 (0,7) 1,3125 0,2519
Prurito 7 (2,6) 2 (1,5) 5 (3,7) 1,6202 0,2031
Fotosensibilidad 6 (2,3) 1 (0,8) 5 (3,7) 1,3892 0,2385
Aumento de la pigmentación 1 (0,4) 0 (0) 1 (0,7) 0,4444 0,505
Aumento de peso 37 (13,9) 18 (3,7) 19 (14,1) 0,4174 0,5183
Pérdida de peso 8 (3,0) 3 (2,3) 5 (3,7) 0,1356 0,7127
Menorragia 2 (0,8) 0 (0) 2 (1,5) 2,3731 0,1234
Amenorrea 8 (3,0) 3 (2,3) 5 (3,7) 0,1495 0,699
Galactorrea 1 (0,4) 0 (0) 1 (0,7) 0,8235 0,3642
Ginecomastia 3 (1,1) 0 (0) 3 (2,2) 3,0699 0.0798
Aumento del deseo sexual 8 (3,0) 0 (0) 8 (5,9) 6,3486 0,0117
Disminución del deseo sexual 8 (3,0) 0 (0) 8 (5,9) 7,7773 0,0053
Disfunción eréctil 0 (0) 0 (0) 0 (0) NA NA
Disfunción eyaculatoria 3 (1,1) 1 (0,8) 2 (1,5) 0,3496 0,5543
Disfunción orgásmica 2 (0,8) 2 (1,5) 0 (0) 0,8981 0,3433
Lubricación vaginal 1 (0,4) 0 (0) 1 (0,7) 1,5 0,2207
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes naïve o quasi-naïve 225

Tabla 4 (Continuación )

Áreas Síntomas Muestra Pacientes Pacienetes CMH P


total naive Quasi-naïve
N (%) N (%) N (%)
Cefalea
tensional 33 (12,4) 8 (6,1) 25 (18,5) 4,1967 0,0405
migrañosa 7 (2,6) 2 (1,5) 5 (3,7) 1,0757 0,2997
otras formas 6 (2,3) 1 (0,8) 5 (3,7) 02/01/1900 0,1365
Dependencia física 0 (0) 0 (0) 0 (0) NA NA
Dependencia psíquica 2 (0,8) 1 (0,8) 1 (0,7) 0,0076 0,9305
CMH: Cochran-Mantel-Haenszel; NA: no aplica; Naïve: pacientes que previamente a la inclusión en el estudio no habían tomado antipsi-
cóticos; p: significación < 0,05; Quasi-naïve: pacientes que habían tomado antipsicóticos durante un periodo inferior a 30 días previos a
la inclusión en el estudio.
Las negritas indican que la diferencia es estadísticamente significativa.

Evaluación de movimientos involuntarios recibiendo tratamiento combinado de antipsicóticos, por-


La tabla 5 muestra los resultados basales obtenidos en la centaje muy bajo en comparación con lo que suele ocurrir en
escala MPRC-IMS de todos aquellos pacientes que obtuvieron población adulta, en donde la polifarmacia es una práctica
al menos una puntuación de leve en los síntomas evalua- habitual, especialmente en Estados Unidos, pese a que lo
dos. Los resultados aparecen presentados tanto teniendo en que se recomiende sea la monoterapia de antipsicóticos33---35 .
cuenta el total de la muestra evaluada como las puntuacio- Numerosos estudios hacen mención de la relación exis-
nes obtenidas por los 2 grupos que la constituían (pacientes tente entre la dosis de antipsicótico y la aparición de
naïve y quasi-naïve), controlando en este último caso por el efectos secundarios, aspecto observado habitualmente en
diagnóstico basal. la práctica clínica. Pese a ello, los datos que existen hasta
De las 3 áreas evaluadas, en el caso de la discinesia, el momento proporcionan resultados contradictorios36---38 .
se encontraron diferencias estadísticamente significativas a El registro exhaustivo de la medicación, así como el segui-
favor de un mayor número de pacientes quasi-naïve en los miento prolongado durante 12 meses de los pacientes, nos
siguientes síntomas: movimientos espasmódicos de la len- permitirá analizar este aspecto tratando de arrojar datos
gua, movimientos irregulares, espasmódicos, con extensión aclaratorios.
y flexión de los dedos, y contracciones espasmódicas y movi- Los pacientes incluidos en el estudio junto a los
mientos espasmódicos de brazos y codos; en parkinsonismo: antipsicóticos tenían prescritos otros psicofármacos (ben-
expresión facial rígida «máscara», disminución del balanceo zodiacepinas, antidepresivos, estabilizantes del ánimo [litio
con brazos rígidos y marcha rígida arrastrando los pies. y antiepilépticos], y estimulantes), lo que debe tenerse en
En las valoraciones globales de discinesia, parkinsonismo cuenta a la hora de atribuir la aparición de efectos secunda-
y acatisia, se observó de igual modo un número estadísti- rios a la acción de los antipsicóticos o a terceros fármacos39 .
camente significativamente mayor de pacientes quasi-naïve Un ejemplo de ello es un estudio previo de nuestro equipo
con dichos síntomas. que halló un posible efecto protector de los antidepresivos
en el incremento de peso con ASG16 .
Las áreas en las que mayor número de pacientes presen-
Discusión taron síntomas cuando se evaluaron los efectos secundarios
con la UKU fueron la psíquica, neurológica y autonómica.
Este artículo describe el diseño y resultados basales de un Cuando se hizo un subanálisis diferenciando entre pacientes
estudio realizado en 4 hospitales españoles con niños y ado- naïve y quasi-naïve se encontró un número significativa-
lescentes a los que se les ha prescrito por primera vez un mente mayor de los segundos con estos síntomas. En la
antipsicótico de primera o segunda generación. Se ha pre- valoración de síntomas extrapiramidales encontramos resul-
sentado el protocolo de seguimiento a lo largo de 12 meses tados similares siendo significativamente mayor el número
de tratamiento evaluando la seguridad y tolerabilidad del de pacientes quasi-naïve que presentaban síntomas de
uso de estos fármacos en población infanto-juvenil; así como discinesia, parkinsonismo y acatisia. La duración de los estu-
los instrumentos de evaluación empleados. dios realizados hasta el momento ha sido de no más de
Del total de pacientes quasi-naïve al 98,4% se les prescri- 12 semanas40 por lo que este estudio nos permitirá también
bió ASG (risperidona, olanzapina, quetiapina o aripiprazol) ver posibles cambios así como la evolución de los síntomas
y únicamente a 7 pacientes se les prescribió un APG extrapiramidales a lo largo de periodos más extensos de
(haloperidol, pimozida o clorpormazina). Estos datos van tiempo. Estos resultados obtenidos a nivel basal demues-
en consonancia con estudios de prevalencia del uso de tran que en población infanto-juvenil tanto la aparición de
antipsicóticos en niños y adolescentes, que describen el efectos secundarios como de síntomas extrapiramidales ya
incremento significativo que se ha producido en las pres- se observan desde el inicio de la toma de los antipsicóticos.
cripciones de ASG en esta población en detrimento de las Nuestros resultados deben ser interpretados teniendo en
prescripciones de antipsicóticos de primera generación2 . cuenta una serie de limitaciones. En primer lugar el estudio
De los pacientes quasi-naïve únicamente el 1,9% estaba se llevó a cabo en centros hospitalarios, por lo que el 72,9%
226 J. Merchán-Naranjo et al

Tabla 5 Puntuaciones basales de la escala MPRC-IMS (Maryland Psychiatry Research Center- Involuntary Movements Scale)

Muestra Pacientes Pacientes CMH p


total naïve quasi-naïve
N (%) N (%) N (%)

Discinesia
Movimientos espasmódicos de la lengua 95 (35,7) 26 (19,8) 69 (51,1) 21,421 < 0,0001
Besuqueos, mohines, chupeteo 14 (5,4) 5 (3,8) 9 (6,7) 0,968 0,3253
Movimientos «tic-like» en los ojos 13 (4,9) 8 (6,1) 5 (3,7) 0,193 0,6606
y región periorbitaria
Gesticulación (movimientos laterales, 21 (7,9) 9 (6,9) 12 (8,9) 0,626 0,4288
irregulares, en mejillas y región
centrofacial)
Movimientos irregulares, espasmódicos, 59 (22,2) 15 (11,5) 44 (32,6) 13,751 < 0,001
con extensión y flexión de los dedos
Temblores regulares de brazos 6 (2,3) 3 (2,3) 3 (2,2) 0,064 0,7998
y codos
Contracciones espasmódicas y 44 (16,5) 13 (9,9) 31 (23,0) 6,015 0,0142
movimientos espasmódicos de brazos
y codos
Movimientos espasmódicos de cuello, 12 (4,5) 7 (5,3) 5 (3,7) 1,163 0,2809
hombros y cabeza, encoger los hombros
Movimientos alterantes de las rodillas 15 (5,6) 5 (3,8) 10 (7,4) 1,242 0,265
Movimientos espasmódicos de tobillos 11 (4,1) 6 (4,6) 5 (3,7) 0,162 0,6877
tendones y dedos de los pies
Balanceo exagerado, brazos colgantes, 10 (3,8) 4 (3,1) 6 (4,4) 0,314 0,5754
hipotónicos o flácidos
Marchataloneante 11 (4,1) 2 (1,5) 9 (6,7) 2,019 0,1553
Proyecciones rápidas de la pelvis hacia 1 (0,4) 0 (0) 1 (0,7) 0,824 0,3642
delante
Movimientos involuntarios del diafragma, 3 (1,1) 3 (2,3) 0 (0) 3,836 0,0502
y/o sonidos guturales
Parkinsonismo
Temblor regular de la lengua 30 (11,3) 12 (9,2) 18 (13,3) 0,792 0,3735
Salivación 3 (1,1) 1 (0,8) 2 (1,5) 2,275 0,1315
Temblor regular de labios 3 (1,1) 2 (1,5) 1 (0,7) 1,079 0,2989
Temblor regular de ojos y región 0 (0) 0 (0) 0 (0) NA NA
periorbitaria
Pérdida de parpadeo 7 (2,6) 4 (3,1) 3 (2,2) 0,013 0,9091
Expresión facial rígida «máscara» 21 (7,9) 6 (4,6) 15 (11,1) 3,887 0,0487
Temblor de mandíbula 4 (1,5) 2 (1,5) 2 (1,5) 0,013 0,9106
Temblor «contando monedas» 7 (2,6) 4 (3,1) 3 (2,2) 0,379 0,5384
Temblor regular de reposo en dedos 46 (17,3) 21 (16,0) 25 (18,5) 0,732 0,3921
Rigidez muscular de brazos y codos 10 (3,8) 5 (3,8) 5 (3,7) 0,287 0,5925
Rigidez muscular de piernas y pies 8 (3,0) 2 (1,5) 6 (4,4) 2,139 0,1436
Temblor regular de piernas y pies 2 (0,8) 0 (0) 2 (1,5) 2,532 0,1116
Disminución del balanceo con brazos 36 (13,5) 9 (6,9) 27 (20,0) 6,295 0,0121
rígidos
Marcha rígida arrastrando los pies 13 (4,9) 1 (0,8) 12 (8,9) 6,465 0,011
Valoración
Global
Discinesia 110 (41,4) 40 (30,5) 70 (51,9) 9,509 0,002
Parkinsonismo 74 (27,8) 24 (18,3) 50 (37,0) 12,498 0,0004
Acatisia 10 (3,8) 1 (0,8) 9 (6,7) 4,070 0,0437
CMH: Cochran-Mantel-Haenszel; NA: No aplica; Naïve: pacientes que previamente a la inclusión en el estudio no habían tomado antipsi-
cóticos; p: significación < 0,05; Quasi-naïve: pacientes que habían tomado antipsicóticos durante un periodo inferior a 30 días previos a
la inclusión en el estudio.
Las negritas indican que la diferencia es estadísticamente significativa.
Efectos secundarios del tratamiento antipsicótico en niños y adolescentes naïve o quasi-naïve 227

de la muestra estaba constituida por pacientes con ingreso Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que
hospitalario, lo que incluye un sesgo en la gravedad de la han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la
patología, así como a la hora de poder generalizar los resul- publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes
tados obtenidos con otras muestras de carácter ambulatorio. incluidos en el estudio han recibido información suficiente
En segundo lugar, pese a que se midió la adherencia al trata- y han dado su consentimiento informado por escrito para
miento por medio de técnicas objetivas, este análisis no se participar en dicho estudio.
pudo realizar en la totalidad de la muestra debido a que no Derecho a la privacidad y consentimiento informado.
todos los centros pudieron disponer de la técnica. En tercer Los autores han obtenido el consentimiento informado
lugar, no se incluyeron medidas de severidad de la enferme- de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este
dad que hubiesen permitido evaluar el balance de eficiencia documento obra en poder del autor de correspondencia.
entre eficacia y efectos secundarios. Estas medidas deberían
ser consideradas en futuros estudios.
Dentro de los puntos fuertes de nuestro estudio desta-
Conflicto de intereses
camos: en primer lugar, desde nuestro conocimiento es el
primer estudio realizado con niños y adolescentes naïve o Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
quasi-naïve, con un tamaño muestral tan elevado, a los que
se les ha seguido exhaustivamente durante un periodo de Agradecimientos
12 meses de tratamiento antipsicótico, valorando variables
clínicas y biológicas con el fin de detectar precozmente Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Men-
la posible aparición de efectos secundarios. En segundo tal (CIBERSAM), Madrid. España. Financiado en parte
lugar, prácticamente el 50% de la muestra estaba consti- por el Ministerio Español de Salud, Instituto de Salud
tuida por niños y adolescentes que nunca habían recibido Carlos III «Fondo de Investigación Sanitaria» (F.I.S.-
tratamiento antipsicótico y el resto tenían una exposición PI04/0455), «Asociación Madrileña de Salud Mental»
mínima. En tercer lugar, este estudio nos va a permi- («Miguel Angel Martín» Investigation Grant), «NARSAD 2005:
tir valorar directamente en población infanto-juvenil la Independent Investigator Award», Fundación Alicia Koplo-
seguridad y tolerabilidad de estos fármacos. A partir de los witz y Fundación Mutua Madrileña. Con el apoyo del Ministe-
resultados obtenidos en adultos no se puede inferir su segu- rios de Ciencia e Innovación. Comunidad de Madrid, Ayudas
ridad y tolerabilidad en personas en desarrollo, un ejemplo I + D en Biomedicina S2010/BMD-2422 AGES, (Madrid).
de ello son los estudios que demuestran que los efectos
secundarios de los ASG son más evidentes en los niños y
adolescentes que en adultos41---43 . En cuarto lugar, uno de Bibliografía
los intereses de clínicos es establecer el perfil diferencial
de los antipsicóticos. Atendiendo a los efectos secundarios, 1. Cooper WO, Hickson GB, Fuchs C, Arbogast PG, Ray WA. New
los antipsicóticos presentan perfiles muy heterogéneos, un users of antipsychotic medications among children enrolled in
ejemplo de ello es que el aumento de peso difiere de unos TennCare. Arch Pediatr Adolesc Med. 2004;158:753---9.
a otros ASG19 . Este estudio permitirá aportar información 2. Olfson M, Blanco C, Liu L, Moreno C, Laje G. National trends
in the outpatient treatment of children and adolescents with
sobre el comportamiento diferencial y longitudinal de los
antipsychotic drugs. Arch Gen Psychiatry. 2006;63:679---85.
antipsicóticos, especialmente de los ASG. En último lugar, 3. Zuddas A, Zanni R, Usala T. Second generation antipsychotics
este estudio está en consonancia con las leyes de la FDA (SGAs) for non-psychotic disorders in children and adolescents:
(Agencia Estadounidense del Medicamento) y la EMA (Agen- a review of the randomized controlled studies. Eur Neuropsy-
cia Europea del Medicamento) que exigen la realización de chopharmacol. 2011;21:600---20.
estudios diseñados para niños y adolescentes, que permitan 4. Fraguas D, Correll CU, Merchan-Naranjo J, Rapado-Castro M,
confirmar el uso de estos fármacos aportando más informa- Parellada M, Moreno C, et al. Efficacy and safety of second-
ción sobre su seguridad y tolerabilidad en esta población. generation antipsychotics in children and adolescents with
El objetivo principal de este artículo ha sido exponer un psychotic and bipolar spectrum disorders: Comprehensive
protocolo diseñado con la finalidad de permitir la detección review of prospective head-to-head and placebo-controlled
comparisons. Eur Neuropsychopharmacol. 2011;21:621---45.
precoz de efectos secundarios graves debidos al consumo de
5. Fraguas D, Merchán-Naranjo J, Arango C. Differential charac-
fármacos antipsicóticos en población infanto-juvenil. Tras teristics of the efficacy and tolerability of second-generation
los resultados que se obtengan y una vez demostrada su uti- antipsychotics in the treatment of psychotic disorders in chil-
lidad, esperamos que facilite el desarrollo e instauración dren and adolescents. Rev Psiquiatr Salud Ment. 2010;3:152---67.
en la práctica clínica habitual de protocolos de seguimiento 6. Laita P, Cifuentes A, Doll A, Llorente C, Cortés I, Parellada M,
específicos para niños y adolescentes con tratamiento et al. Antipsychotic-related abnormal involuntary movements
antipsicótico. and metabolic and endocrine side effects in children and ado-
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Protección de personas y animales. Los autores decla- 8. Arango C, Parellada M, Moreno DM. Clinical effectiveness of new
ran que los procedimientos seguidos se conformaron a las generation antipsychotics in adolescent patients. Eur Neuropsy-
normas éticas del comité de experimentación humana res- chopharmacol. 2004;14 Suppl. 4:S471---9.
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www.elsevier.es/saludmental

ORIGINAL

Validez de criterio y concurrente de la versión española de la


Conners Adult ADHD Diagnostic Interview for DSM-IV
Josep Antoni Ramos-Quiroga a,b,∗ , Rosa Bosch a,b , Vanesa Richarte a,b ,
Sergi Valero a,b , Nuria Gómez-Barros a,b , Mariana Nogueira a,b , Gloria Palomar a ,
Montse Corrales a , Naia Sáez-Francàs a,b , Margarida Corominas a , Alberto Real a ,
Raquel Vidal a , Pablo J. Chalita a y Miguel Casas a,b

a
Programa de TDAH, Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitari Vall d’Hebron, CIBERSAM, Barcelona, España
b
Departamento de Psiquiatría y Medicina Legal, Universidad Autónoma de Barcelona, Barcelona, España

Recibido el 10 de enero de 2012; aceptado el 15 de mayo de 2012


Disponible en Internet el 4 de julio de 2012

PALABRAS CLAVE Resumen


Adultos; Introducción: El trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es un trastorno neu-
Diagnóstico; ropsiquiátrico frecuente en la edad adulta. Su diagnóstico requiere realizar una evaluación
Trastorno por déficit retrospectiva de los síntomas durante la infancia, evaluar la continuidad de los mismos en la
de atención/ edad adulta y realizar un diagnóstico diferencial. Por estos motivos, el diagnóstico de TDAH en
hiperactividad adultos supone un proceso complejo que precisa de instrumentos de evaluación efectivos.
Objetivo: Analizar la validez de criterio de la versión española de la entrevista semiestructurada
CAADID y la validez de concurrente comparándola con escalas de gravedad del TDAH.
Método: Se realizó un estudio observacional de casos y controles en el que participaron un total
de 691 sujetos, evaluados a nivel ambulatorio en el marco de un programa especializado en el
TDAH de adultos
Resultados: Se observó una sensibilidad del 98,86%, una especificidad del 67,68% un valor pre-
dictivo positivo del 90,77% y un valor predictivo negativo 94,87% La precisión diagnóstica fue
de 91,46%. El índice de concordancia Kappa entre el patrón oro (entrevista clínica abierta) y
la CAADID fue de 0,74. La validez concurrente reflejó una correcta correlación con la escala
WURS (r = 0,522 p < 0,01), con la ADHD Rating Scale (r = 0,670 p < 0,01) y con la CAARS tanto en
su versión autoreportada (r = 0,656 p < 0,01) como en la del observador (r = 0,514 p < 0,01).
Conclusiones: La CAADID es una herramienta diagnóstica válida y útil para evaluar el TDAH en
adultos siendo de utilidad para la práctica clínica diaria y en el ámbito de la investigación.
© 2012 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: jaramos@vhebron.net (J.A. Ramos-Quiroga).

1888-9891/$ – see front matter © 2012 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.05.004
230 J.A. Ramos-Quiroga et al

KEYWORDS Criterion and concurrent validity of Conners Adult ADHD Diagnostic Interview
Adults; for DSM-IV (CAADID) Spanish version
Diagnosis;
Attention deficit Abstract
hyperactivity disorder Introduction: Attention deficit hyperactivity disorder (ADHD) is a common neuropsychiatric
disorder in adulthood. Its diagnosis requires a retrospective evaluation of ADHD symptoms in
childhood, the continuity of these symptoms in adulthood, and a differential diagnosis. For these
reasons, diagnosis of ADHD in adults is a complex process which needs effective diagnostic tools.
Aim: To analyse the criterion validity of the CAADID semi-structured interview, Spanish version,
and the concurrent validity compared with other ADHD severity scales.
Methods: An observational case-control study was conducted on 691 patients with ADHD. They
were out-patients treated in a program for adults with ADHD in a hospital.
Results: A sensitivity of 98.86%, specificity 67.68%, positive predictive value 90.77% and a nega-
tive predictive value 94.87% were observed. Diagnostic precision was 91.46%. The kappa index
concordance between the clinical diagnostic interview and the CAADID was 0.88. Good concur-
rent validity was obtained, the CAADID correlated significantly with WURS scale (r = 0.522,
P< .01), ADHD Rating Scale (r = 0.670, P < .0.1) and CAARS (self-rating version; r = 0.656, P < .01
and observer-report r = 0.514, P < .01).
Conclusion: CAADID is a valid and useful tool for the diagnosis of ADHD in adults for clinical, as
well as for research purposes.
© 2012 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.

Introducción precisan instrumentos de evaluación efectivos para el diag-


nóstico del TDAH en adultos.
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad Diferentes estudios han evaluado las propiedades psico-
(TDAH) es un trastorno neuropsiquiátrico que se caracte- métricas de las versiones españolas de escalas utilizadas
riza por la presencia de un patrón persistente de inatención para evaluar el TDAH en adultos, no obstante estos ins-
y/o hiperactividad e impulsividad. Se considera un trastorno trumentos son autoadministrados (el propio paciente es
crónico, que se inicia en la infancia y persiste en la edad quién valora la presencia e intensidad de los síntomas),
adulta en más del 50% de los casos1 . La prevalencia en niños sin poder otorgar un valor diagnóstico definitivo14---16 . Por
se estima en torno al 5%2,3 y en adultos sobre un 2-4%4,5 . otra parte, se ha estudiado la sensibilidad y especifici-
Tanto en la edad adulta como en la infancia, el TDAH dad en la detección retrospectiva de síntomas de TDAH
se ha asociado con un patrón general de problemas en el en la infancia, en adultos que consultan por clínica de
rendimiento académico y en la adaptación social, fami- TDAH, mediante una entrevista semiestructurada basada
liar y laboral, generando elevados costes económicos y en criterios DSM-III-R17 . Los resultados mostraron que es
sanitarios6 . A pesar de las repercusiones negativas en dife- posible evaluar con exactitud los síntomas del TDAH en
rentes áreas que produce el TDAH en pacientes adultos y de la infancia a partir de la información aportada por los
disponer de tratamientos eficaces para el mismo7---9 todavía adultos con TDAH. En contraposición, no existen estudios
es un trastorno infradiagnosticado y escasamente tratado, que examinen la validez de criterio de entrevistas semi-
ya que solo se tratan un 11% de los adultos con TDAH10 . En estructuradas en español para el diagnóstico del TDAH en
nuestro medio menos del 0.5% de la población general adulta adultos.
recibe tratamiento psicofarmacológico para el TDAH11 . La Conners Adult ADHD Diagnostic Interview for DSM-IV
El diagnóstico del TDAH en adultos, al igual que en la (CAADID)18 es una entrevista semiestructurada y heteroad-
infancia, se basa en la historia clínica, debiéndose interro- ministrada que consta de 2 partes. Cada parte está diseñada
gar por la presencia de síntomas de hiperactividad, déficit de para dar información necesaria para hacer una determina-
atención e impulsividad a lo largo de la vida. Requiere rea- ción clínica sobre la presencia o ausencia del trastorno. La
lizar un diagnóstico retrospectivo de los síntomas durante parte i recoge información de las siguientes áreas: A) His-
la infancia y evaluar la continuidad de los mismos en la toria demográfica, B) Desarrollo psicomotor, C) Factores de
edad adulta12 . En la actualidad no existen otros métodos Riesgo del TDAH y D) Comorbilidad psiquiátrica. Esta parte
fiables de diagnóstico, como pruebas de neuroimagen o de la entrevista la puede completar el paciente o un clínico,
neuropsicológicas7,13 . A pesar de la similitud entre el tras- y la parte ii debe ser administrada por un clínico entrenado y
torno en la infancia y en la edad adulta, las manifestaciones está diseñada para evaluar los criterios que definen el TDAH
clínicas pueden modificarse con la edad del paciente. Por según el DSM-IV19 .
ejemplo, la hiperactividad externa del niño con TDAH suele Se ha estudiado la validez y fiabilidad del diagnóstico de
manifestarse en el adulto como una sensación interna de TDAH realizado a través de la versión inglesa de la entrevista
inquietud psicomotriz o de motor interior12 . Por otra parte, CAADID en una muestra de 30 pacientes, valorando la vali-
debe realizarse un diagnóstico diferencial con otras pato- dez simultánea entre los síntomas TDAH actuales y durante
logías que cursen con clínica similar. Por estos motivos, se la infancia19 . Los resultados del estudio sugieren que se trata
Validez de criterio y concurrente de la versión española de la CAADID 231

de un instrumento con una adecuada fiabilidad y consisten- el entrevistador puede utilizar para detectar la presencia o
cia «test-retest» para los juicios diagnósticos. La entrevista ausencia del mismo.
CAADID se ha utilizado ampliamente en investigación, tanto Para analizar la validez concurrente de la entrevista
en ensayos clínicos como en genética 20---23. CAADID se comparó el diagnóstico aportado mediante su
La validación en español de una entrevista semiestruc- administración con las siguientes escalas:
turada de acuerdo con los criterios del DSM-IV permitiría
disponer de una herramienta diagnóstica precisa para eva- • Wender Utah Rating Scale (WURS)24 : escala de 61 ítems
luar el TDAH en adultos, siendo de utilidad para la práctica autoadministrada, con buena consistencia interna y esta-
clínica diaria y en el ámbito de la investigación. bilidad temporal. Los adultos requieren recordar los
El objetivo principal del siguiente estudio es analizar síntomas de su propia infancia de forma retrospectiva.
la validez de criterio de la versión española de la entre- Cada síntoma se puntúa de 1 al 4. De los 61 ítems, 25 pre-
vista semiestructurada CAADID parte ii (Conners Adult ADHD sentan empíricamente una mayor validez para discriminar
Diagnostic Interview for DSM IV)18 . El segundo objetivo del TDAH versus no TDAH.
estudio, es examinar la validez concurrente de la entrevista • ADHD Rating Scale25 : escala de 18 ítems que valora los
CAADID comparándola con escalas de gravedad del TDAH. criterios diagnósticos del TDAH según el DSM-IV. Cada uno
Este es el primer estudio que se realiza con el objetivo de de los ítems se puntúa de 0 («Nunca o casi nunca») hasta
validar la versión española de dicha entrevista. un 3 («Muy frecuentemente») y sirve para determinar la
presencia e intensidad de cada uno de los síntomas. Este
Material y métodos cuestionario puede ser administrado tanto al paciente
como a un familiar directo.
Participantes • Conners Adult ADHD Rating Scale (CAARS)26 es una escala
que consta de 6 cuestionarios, 3 de ellos autorepor-
Se realizó un estudio observacional de casos y controles en tados y 3 valorados por un observador, en que cada
el que participaron un total de 691 sujetos, evaluados a nivel ítem ha de ser puntuado de 0 («Nunca») hasta 3 («Muy
ambulatorio en el marco de un programa especializado en frecuentemente»). El número de ítems de cada una de
el TDAH de adultos de un hospital universitario de tercer las escalas depende de la versión:
nivel asistencial. Se trata de un programa dónde se realiza • Long Versions (66 ítems): auto-reportada (CAARS-S:L) ---
la evaluación, diagnóstico y tratamiento integral de pacien- Observador (CAARS-O:L).
tes adultos con TDAH, remitidos desde centros de atención • Short Versions (26 ítems): auto-reportada (CAARS-S:S) ---
primaria, consultas de psiquiatría infantil, centros de salud Observador (CAARS-O:S).
mental o centros de atención a las toxicomanías ante la sos- • Screening version (30 ítems): auto-reportada (CAARS-
pecha diagnóstica de un TDAH. El estudio fue aprobado por S:SV) --- Observador (CAARS-O:SV).
el Comité Ético del hospital y todos los sujetos firmaron el
consentimiento informado correspondiente. Procedimientos
Los criterios de inclusión en el estudio fueron tener una
edad superior o igual a 18 años e inferior a 65 años y
Inicialmente se realizó la traducción conceptual de la
presentar una capacidad suficiente para otorgar y firmar
versión inglesa al español, según las normas diseñadas y
el correspondiente consentimiento informado. Los criterios
aprobadas por la empresa propietaria del copyright de la
de exclusión fueron presentar un coeficiente intelectual
entrevista (Multihealth System).
inferior a 70 o presentar síntomas de intoxicación por subs-
Una vez obtenida la traducción española, en una primera
tancias psicotrópicas.
fase se administró una entrevista abierta para evaluar el
TDAH según los criterios del DSM-IV, la cual se utilizó como
Instrumentos patrón oro, al no existir ninguna otra entrevista validada en
español para adultos. Se obtuvieron 527 sujetos del total de
Para estudiar la validez de criterio de la entrevista CAADID, la muestra que cumplían criterios diagnósticos para el TDAH.
se compararon los resultados de la misma con una entrevista Los 164 sujetos restantes se utilizaron como grupo control,
abierta realizada en la primera fase del estudio. Mediante al no cumplir los criterios diagnósticos de TDAH.
la entrevista abierta, se registró la presencia de síntomas En una segunda fase, a todos los sujetos del estudio se
según los criterios DSM-IV (Criterio A), la edad de inicio de les administró a través de otro profesional, el protocolo de
los síntomas (Criterio B), la presencia de los síntomas en 2 evaluación del Programa de TDAH27 . En la primera visita
o más áreas (Criterio C), el deterioro causado por los sín- de esta fase se administró la versión española de la entre-
tomas durante la infancia y la edad adulta (Criterio D) y vista semiestructurada CAADID parte i y ii18 para evaluar el
que los síntomas no se expliquen mejor por otro trastorno diagnóstico de TDAH en la infancia y en la edad adulta. La
(Criterio E). entrevista se completó con la información aportada por el
En la administración de la CAADID el entrevistador debe paciente y la obtenida a partir de un familiar o persona que
realizar una determinación clínica en relación a la presencia conociera al paciente desde la infancia. En caso de discre-
o ausencia de cada síntoma y del resto de criterios DSM- pancia entre el familiar y el paciente, el clínico valoró la
IV para el trastorno, según la información aportada por el presencia o ausencia de los síntomas en función de toda la
paciente y un observador que conozca el paciente desde la información recogida en la historia clínica. El umbral diag-
infancia. Para cada síntoma la CAADID aporta ejemplos de nóstico para determinar la presencia del trastorno en la edad
comportamientos típicos relacionados con el síntoma, que adulta se situó en 6 o más síntomas en el momento actual
232 J.A. Ramos-Quiroga et al

de inatención y/o hiperactividad-impulsividad, tal y como


Tabla 1 Características sociodemográficas de la muestra
marca el criterio (A) del DSM-IV. Los síntomas debían apare-
cer antes de los 7 años de edad (criterio B), estar presentes TDAH Controles
en al menos 2 ambientes (criterio C) y presentar un dete- Género n (%)
rioro funcional como consecuencia de los síntomas (D). En Hombres 358 (67,9) 101 (61,6)
la segunda y tercera visita, se realizó el diagnóstico diferen- Mujeres 169 (32,1) 63 (38,4)
cial con otros trastornos psiquiátricos mediante la SCID I y II 2 = 2,26, p = 0,133
(Structured Clinical Interviews I y II para DSM-IV) 28,29 con la
finalidad de evaluar el criterio (E) del DSM-IV. Edad (M, DT) 32,22 (10,49) 35 (11,39)
La intensidad de los síntomas del TDAH se evaluaron t = 2,90, p = 0,956
con diferentes escalas; la versión larga de la Conner’s Estado civil n (%)
ADHD Rating Scale versión autoadministrada y del observa- Soltero 303 (58,8) 69 (43,7)
dor (CAARS-S:L, CAARS-O:L)26 , la escala ADHD Rating Scale Casado 172 (33,4) 68 (43)
(ADHD-RS)25 y finalmente, la Wender Utah Rating Scale Separado/divorciado 39 (7,6) 21 (13,3)
(WURS)24 para los síntomas retrospectivos de la infancia. Viudo 1 (0,2) 0 (0)
El nivel de deterioro se evaluó con la escala de Impresión 2 = 12,92, p = 0,005
Clínica Global (ICG)30 y el Inventario de Discapacidad de
Sheehan31 . El coeficiente intelectual (C.I.) se estimó a partir Estudios n (%)
de la prueba de Vocabulario y Cubos, test del Wechsler Adult Sin estudios 1 (0,2) 0 (0)
Intelligence Scale-3rd Edition (WAIS-III)32 . Todos los pacien- Primarios incompletos 13 (2,5) 4 (2,5)
tes fueron evaluados por psiquiatras y psicólogos clínicos con Primarios completos 178 (34,6) 49 (30,8)
experiencia en el diagnóstico de TDAH en el adulto y en la F. P. 107 (20,8) 40 (25,2)
administración de la CAADID. BUP, COU 95 (18,4) 22 (13,8)
Se compararon los resultados obtenidos en la CAADID con Título universitario 121 (13,5) 44 (27,6)
el diagnóstico clínico (patrón oro), obtenido mediante la 2 = 4.237; p = 0,520
entrevista abierta. Con el fin de reducir posibles sesgos, el
clínico que administró la entrevista abierta fue siempre dis-
tinto del que evaluó al paciente con la CAADID. Así como, significativas globalmente entre ambos grupos en la forma-
ambos profesionales fueron ciegos respecto el diagnóstico ción académica (ver tabla 1).
obtenido por la entrevista del otro colega. Por otra parte,
se compararon los resultados obtenidos mediante la CAADID
con la puntuación de las escalas WURS, ADHD-RS y CAARS. Validez de criterio

En términos de validez de criterio, utilizando como punto


Análisis estadístico
de corte la presencia de 6 o más síntomas en el momento
actual de inatención y/o hiperactividad-impulsividad, se
La determinación de la validez de criterio de la CAADID se
obtuvieron unos valores de sensibilidad del 98,86% (IC 95%,
llevó a cabo mediante un análisis de Sensibilidad (porcentaje
97,41%- 99,54%), especificidad 67,68% (IC 95%, 59,88%- 74,
de casos afectados identificados por la prueba), Especi-
65%), valor predictivo positivo 90,77% (IC 95%, 88,02%-
ficidad (porcentaje de no afectados identificados por la
92,95%), valor predictivo negativo 94,87% (IC 95%, 88,71%-
prueba), Valor Predictivo Positivo (porcentaje de afectados
97,90%). La precisión diagnóstica fue de 91,46% (IC 95%,
que obtienen en la prueba una valoración positiva) y Valor
80,06%- 93,39%). El índice de concordancia Kappa entre el
Predictivo Negativo (porcentaje de no afectados que obtie-
patrón oro (entrevista clínica abierta) y la CAADID fue de
nen en la prueba una valoración negativa), acompañándose
0,74.
todas estas estimaciones de los correspondientes interva-
los de confianza. Esta información se complementa con el
cálculo de Kappa como medida general de concordancia. Validez concurrente
Para el análisis de la validez concurrente se llevan a cabo
correlaciones bivariantes. En todos los casos las hipótesis Síntomas del déficit de atención con hiperactividad
estadísticas fueron bivariantes y el nivel de confianza del en la infancia
95%.
1. Síntomas de TDAH en la infancia:
Resultados - WURS: Se evaluaron los síntomas TDAH durante la infan-
cia que se recogen mediante la entrevista clínica CAADID,
Las características sociodemográficas de los sujetos parti- correlacionando dichos síntomas con los resultados de la
cipantes en el estudio mostraron una mayor participación escala WURS. La correlación entre los resultados de la WURS
de varones (n = 459, 66,4%), con una edad media entre y los síntomas de inatención e hiperactividad en la infan-
32 y 35 años. Mayoritariamente estaban solteros, encon- cia reportados mediante le entrevista, fue significativa para
trándose diferencias significativas en el estado civil entre ambos grupos de síntomas («cluster») (síntomas de inaten-
el grupo TDAH y el grupo control (2 = 12,92, p = .005). ción, r = 0,37 p < 0,01; síntomas de hiperactividad, r = 0,46
Los sujetos diagnosticados de TDAH mostraron una menor p < 0,01 y total de síntomas r = 0,52 p < 0,01).
formación universitaria, pero no se observaron diferencias 2. Síntomas actuales de TDAH:
Validez de criterio y concurrente de la versión española de la CAADID 233

Se evalúan los síntomas TDAH durante la etapa un buen valor predictivo entre el diagnóstico obtenido
adulta recogidos mediante la entrevista CAADID, y se mediante la realización de una entrevista estructurada y
correlacionan con los resultados de las escalas autoadmi- el aportado por cuestionarios auto-reportados, tanto de la
nistradas a los pacientes y al observador. infancia como de la edad adulta26,33---38 .
- ADHD Rating Scale: La correlación entre los resultados La ventaja principal de la entrevista CAADID es que per-
de la escala autoadministrada Rating Scale y los síntomas mite evaluar de forma exhaustiva los síntomas del TDAH
TDAH recogidos mediante la parte ii de la entrevista CAADID, durante la época de la infancia y la etapa adulta. Además,
fue significativa para el cluster de síntomas de inatención e adapta la definición de los síntomas de hiperactividad de
hiperactividad (síntomas de inatención, r = 0,59 p < 0,01; sín- la infancia a la etapa adulta. Por otra parte, proporciona una
tomas de hiperactividad, r = 0,70 p < 0,01 y total de síntomas serie de ejemplos que sirven para evaluar mejor la presencia
r = 0,67 p < 0,01). de cada uno de los síntomas del trastorno. Estos ejemplos
- Conners Adult ADHD Rating Scale (CAARS): están adaptados para la infancia y para la edad adulta.
En contraposición, el hecho de que 2 de los síntomas de
• Versión autoreportada (CAARS S-L): Se observa una hiperactividad en la edad adulta (inquietud y motor inte-
correlación significativa cuando se analiza la asociación rior) estén definidos de forma diferente a como los define el
de la entrevista y los autoreportados por el paciente con DSM-IV, en un intento de reflejar los cambios sintomatológi-
la escala CAARS versión S-L, en los 3 grupos de sínto- cos que experimenta el TDAH con la edad, puede provocar
mas: r = 0,601 p < 0,01 en inatención, r = 0,699 p < 0,01 en diferencias cuando los resultados de la CAADID se comparan
hiperactividad y r = 0,656 p < 0,01 en el total de síntomas. con los del patrón oro (criterios DSM-IV).
• Versión del observador (CAARS O-L): Los resultados en Sin embargo, este esfuerzo de la entrevista por adap-
este caso son similares a los obtenidos con la escala tar los síntomas de la infancia a la edad adulta, permite
autoadministrada al paciente, ya que se observa una detectar mejor el TDAH en adultos, ya que los síntomas del
correlación estadísticamente significativa (síntomas de DSM-IV son excesivamente restringentes para el diagnóstico
inatención r = 0,42 p < 0,01; síntomas de hiperactividad en adultos, como así sugieren diferentes autores 5,39 . A pesar
r = 0,58 p < 0,01 y total de síntomas r = 0,51 p < 0,01). de que niños y adultos comparten un gran número de carac-
terísticas clínicas, los estudios de campo que derivaron en
los criterios del TDAH para el DSM-IV se realizaron en pobla-
Discusión ción infantil y no incluyeron muestras de adultos, por lo que
los síntomas no están adaptados a la realidad clínica de los
Los objetivos de este trabajo fueron analizar la validez de adultos.
criterio y la validez concurrente de la versión española de la El poder disponer de una entrevista semiestructu-
entrevista clínica semiestructurada CAADID parte ii para el rada en español que evalúe de forma exhaustiva los
diagnóstico del TDAH en adultos. Los resultados mostraron síntomas del TDAH en adultos puede permitir mejorar la
que la versión española de la CAADID es un instrumento que detección del TDAH en contextos clínicos. Además, puede
reúne suficientes características a nivel de validez de crite- facilitar la investigación en el ámbito de los adultos, ya que
rio y validez concurrente para ser usado en el diagnóstico del con la administración de la CAADID se pueden definir gru-
TDAH en adultos. El presente trabajo es el primer estudio pos más homogéneos y mejor delimitados clínicamente. No
que evalúa las propiedades psicométricas de una entrevista en vano, es una de las entrevistas diagnósticas del TDAH en
semiestructurada en español para el diagnóstico del TDAH adultos más ampliamente utilizada en la investigación19 . En
en adultos. este sentido, la CAADID se ha utilizado en ensayos clínicos22
Los resultados mostraron una precisión diagnóstica del y en investigación básica con buenos resultados27,40---42 .
91,46% y un índice de concordancia Kappa con el patrón En el ámbito de la investigación también se ha utili-
oro de 0,74. Por otra parte, el estudio de la validez con- zado para el diagnóstico del TDAH en adultos el módulo del
currente reflejó una correcta correlación con respecto la TDAH de la K-SADS43---46 . Esta metodología limita la detec-
escala WURS en la evaluación de los síntomas del TDAH en ción de casos de TDAH en la edad adulta, ya que se trata de
la infancia, obteniéndose para el total de síntomas un valor una entrevista validada en población infantil y los síntomas
r = 0,522 p < 0,01. Así mismo, la validez concurrente tam- no están adaptados para las características clínicas de los
bién fue óptima en la evaluación de los síntomas actuales adultos. No sigue los criterios DSM-IV. Por otra parte, una
en la edad adulta con respecto a la escala ADHD Rating limitación de la CAADID es que para su empleo se requiere
Scale y la escala CAARS. La correlación entre la CAADID pagar costes editoriales, no así con la entrevista K-SADS43 ,
y la ADHD Rating Scale para el total de síntomas del que es de libre utilización.
TDAH en la edad adulta mostró unos resultados significa- Los resultados obtenidos en este estudio deben
tivos (r = 0,670 p < 0,01). Al igual que la escala CAARS tanto interpretarse teniendo en cuenta una serie de limitaciones
en su versión autoreportada (r = 0,656 p < 0.01) como en la que presenta. Los pacientes que son derivados al PIDAA del
versión del observador (r = 0,514 p < 0,01) para el total de Hospital Universitari Vall d’Hebron acuden con una sospecha
síntomas del TDAH en la edad adulta. previa de TDAH, por lo cual es una muestra en la que exis-
Los resultados del presente trabajo con la versión ten mayores posibilidades de detectar el trastorno. En este
española de la CAADID están en la línea de los obtenidos contexto, la especificidad de la CAADID fue baja (67,68%).
por estudios previos19 empleando la versión inglesa de la Sensibilidad y especificidad permiten valorar la validez de
entrevista. la prueba y lo que nos dice una baja especificidad es que
Los resultados de este estudio también son congruentes detecta mal a los sanos (no-casos). Hay muchas posibilida-
con los de otros trabajos previos, donde se ha observado des de que para un sujeto sano se obtenga un resultado
234 J.A. Ramos-Quiroga et al

positivo en la prueba como indica la baja especificidad. 8. Castells X, Ramos-Quiroga JA, Rigau D, Bosch R, Nogueira
Esta limitación debe tenerse en especial consideración en M, Vidal X, et al. Efficacy of methylphenidate for adults
causas periciales. Por otra parte, sería aconsejable obser- with attention-deficit hyperactivity disorder: a meta-regression
var las propiedades de la CAADID en población general o analysis. CNS Drugs. 2011;25:157---69.
en programas focalizados en otras patologías psiquiátricas 9. Safren SA, Sprich S, Mimiaga MJ, Surman C, Knouse L,
Groves M, et al. Cognitive Behavioral Therapy vs Relaxation with
(trastorno bipolar, trastornos de personalidad, etc.) y obser-
educational support for medication-treated adults with ADHD
var sus propiedades psicométricas. Una de las limitaciones and persistent symptoms: a randomized controlled trial. JAMA.
que se atribuye a la CAADID, y a las demás entrevistas 2010;304:875---80.
semiestructuradas, es el tiempo de aplicación que requiere, 10. Kessler RC, Adler L, Ames M, Barkley RA, Birnbaum H, Green-
aproximadamente una hora, lo que puede condicionar su berg P, et al. The prevalence and effects of adult attention
utilización fuera del ámbito de la investigación. deficit/hyperactivity disorder on work performance in a natio-
En conclusión, los resultados del presenten estudio nally representative sample of workers. J Occup Environ Med.
indican que la entrevista CAADID presenta una buenas pro- 2005;47:565---72.
piedades a nivel de validez de criterio y validez concurrente. 11. Aragonès E, Lluís Piñol J, Ramos-Quiroga JA, López-Cortacans
G, Caballero A, Bosch R. Prevalence in adults of attention defi-
cit hyperactivity disorder using the medical records of primary
Responsabilidades éticas care. Rev Esp Salud Publica. 2010;84:417---22.
12. Ramos-Quiroga JA, Bosch R, Castells X, Nogueira M,
Protección de personas y animales. Los autores decla- García E, Casas M. Attention deficit hyperactivity disor-
ran que los procedimientos seguidos se conformaron a las der in adults: a clinical and therapeutic characterization. Rev
normas éticas del comité de experimentación humana res- Neurol. 2006;42:600---6.
13. Adler L, Cohen J. Diagnosis and evaluation of adults with
ponsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y
attention-deficit/hyperactivity disorder. Psychiatr Clin North
la Declaración de Helsinki.
Am. 2004;27:187---201.
Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que 14. Daigre C, Ramos-Quiroga JA, Valero S, Bosch R, Roncero C,
han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la Gonzalvo B, et al. Cuestionario autoinformado de cribado
publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes de TDAH ASRS-v1.1 en adultos en tratamiento por trastor-
incluidos en el estudio han recibido información suficiente nos por uso de sustancias. Actas Españolas de Psiquiatría.
y han dado su consentimiento informado por escrito para 2009;37:299---305.
participar en dicho estudio. 15. Ramos-Quiroga JA, Daigre C, Valero S, Bosch R, Gómez N,
Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Nogueira M, et al. Validation of the Spanish version of the
Los autores han obtenido el consentimiento informado attention deficit hyperactivity disorder adult screening scale
ASRS v.1.1: a novel scoring strategy. Rev Neurol. 2009;48:
de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este
449---52.
documento obra en poder del autor de correspondencia.
16. Rodríguez R, Ponce R, Monasor M, Jiménez JA, Pérez G, Rubio
G, et al. Validación en población española adulta de la Wender
Conflicto de intereses Utah Rating Scale para la evaluación retrospectiva del tras-
torno por déficit de atención e hiperactividad en la infancia.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Rev Neurol. 2001;33:138---44.
17. Mannuzza S, Klein RG, Klein DF, Bessler A, Shrout P. Accuracy of
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www.elsevier.es/saludmental

ORIGINAL BREVE

Adherencia a las recomendaciones sobre estilo de vida


en pacientes con depresión
Mauro García-Toro a,c,∗ , Olga Ibarra b,c , Margalida Gili c , María Jesús Serrano c ,
Margalida Vives c , Saray Monzón c , Natalia Bauzá c , Bárbara Oliván d ,
Enric Vicens e y Miguel Roca c

a
Servicio de Psiquiatría, Hospital Son Llàtzer, Palma de Mallorca, España
b
Servicio de Psiquiatría, Hospital Son Espases, Palma de Mallorca, España
c
Institut Universitari d’Investigació en Ciències de la Salut (IUNICS), Universitat de les Illes Balears (UIB), Red de Investigación
en Actividades Preventivas y Promoción de la Salud (redIAPP), Palma de Mallorca, España
d
Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad de San Jorge, Red de Investigación en Actividades Preventivas y Promoción de la
Salud (redIAPP), Zaragoza, España
e
Departamento de Psiquiatría, Parc Sanitari San Joan de Déu, Red de Investigación en Actividades Preventivas y Promoción de la
Salud (redIAPP), Barcelona, España

Recibido el 7 de octubre de 2011; aceptado el 19 de abril de 2012


Disponible en Internet el 20 de junio de 2012

PALABRAS CLAVE Resumen


Depresión; Introducción: La práctica de ejercicio físico y la exposición a la luz solar cada vez tiene mayor
Ejercicio físico; respaldo experimental sobre su eficacia antidepresiva coadyuvante en pacientes con depresión
Exposición a la luz leve o moderada. Sin embargo, no hay información objetiva disponible sobre el grado de adhe-
solar; rencia que los pacientes depresivos son capaces de desarrollar frente a estas recomendaciones
Cumplimiento en condiciones de práctica habitual, lo que limita la tendencia del clínico a prescribirlas.
terapéutico; Métodos: Se estudia una muestra de 15 pacientes con un episodio depresivo de más de un mes
Estilo de vida de evolución con tratamiento antidepresivo a los que se les colocó un actígrafo en forma de
reloj de pulsera capaz de medir la actividad física y la exposición a la luz durante las 24 horas
del día. Una semana después de la evaluación basal estos pacientes fueron aleatorizados en 2
grupos. En el primero de ellos se les pedía en una breve nota por escrito de forma explícita y
concreta que aumentaran la actividad física y la exposición a la luz solar, mientras que en el
segundo grupo no.
Resultados: En la semana posterior a la entrega de las recomendaciones, solo el primer grupo
aumentó su actividad física y su exposición a la luz (14,3 y 25,8% respectivamente).
Conclusión: Los pacientes con depresión muestran un buen nivel de adherencia a recomenda-
ciones sobre su estilo de vida a corto plazo.
© 2011 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: mgarciat@hsll.es (M. García-Toro).

1888-9891/$ – see front matter © 2011 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.04.003
Adherencia a las recomendaciones sobre estilo de vida en pacientes con depresión 237

KEYWORDS Adherence to lifestyle recommendations by patients with depression


Depression;
Physical Activity; Abstract
Sun Exposure; Introduction: There is an increasing amount of evidence showing that physical activity and sun
Adherence; exposure are effective coadjuvant treatments for patients with mild to moderate depression.
Lifestyle However, there is a lack of information regarding patient’s adherence to these recommendations
in daily clinical practice.
Methods: We conducted a study including 15 depressive patients who had been under antide-
pressant treatment for at least one month. They wore a wrist-watch-like actimetry sensor
to measure physical activity and sun exposure 24 hours a day. After one week of baseline
assessment, patients were randomised into one of the two arms of the study. Patients in the
experimental group received a brief note in which they were explicitly asked to increase both
their physical activity level and time of sun exposure, while control group patients did not
receive these explicit recommendations.
Results: One week after recommendations were delivered, only patients in the experimental
group had increased time of sun exposure and physical activity (25.8% and 14.3%, respectively).
Conclusions: Depressive patients are able to follow prescribed lifestyle recommendations in
the short-term.
© 2011 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.

Introducción recomendación terapéutica coadyuvante a su tratamiento


antidepresivo habitual.
La depresión es una enfermedad muy prevalente e incapa-
citante, y con altas tasas de cronificación. Los tratamientos
de primera elección disponibles (psicoterapia y farmacote- Material y métodos
rapia) no siempre consiguen alcanzar la remisión completa
del cuadro ni evitar sus recaídas o recurrencias. Por ello, Se reclutaron 15 pacientes mayores de 18 años con un episo-
sigue siendo necesario investigar sobre nuevas alternativas dio depresivo (Depresión Mayor, Distimia o Trastorno Bipolar
terapéuticas antidepresivas coadyuvantes, especialmente si fase depresiva, según DSM-IV). Se confirmó el diagnóstico
pueden añadir eficacia al tratamiento sin restar tolerancia con la escala MINI y se evaluó el nivel de gravedad con las
y seguridad1 . escalas Hamilton Depression Rating Scale y Beck Depression
En los últimos años crecen los datos en torno a la utilidad Inventory. Los pacientes llevaban en tratamiento antidepre-
de que los pacientes depresivos realicen determinados cam- sivo al menos un mes y se comprometieron a continuarlo
bios en su estilo de vida2,3 . Por ejemplo, el ejercicio físico durante el estudio. Se excluyeron aquellos pacientes con
moderado es capaz de contribuir a la mejora de pacientes riesgo significativo de suicidio o con otros problemas médi-
depresivos, hasta el punto de que ya se está incluyendo en cos o psiquiátricos que dificultasen su participación. Los
algunas guías clínicas4,5 . Por otro lado, aunque es conocido pacientes reclutados formaban parte de un ensayo clínico
desde hace años que la exposición a la luz es el trata- multicéntrico cuyo objetivo era evaluar la eficacia de reco-
miento de elección en el trastorno afectivo estacional, se mendaciones higiénico-dietéticas en pacientes depresivos
está demostrando que también puede ser útil en la depresión y cuyo protocolo ha sido registrado (ISRCTN59506583) y
no estacional, incluyendo la exposición la luz solar6,7 . publicado1 . Las recomendaciones que recibían los pacien-
La adherencia al tratamiento es un problema cardinal tes se exponen en la tabla 1. Este estudio fue aprobado por
en el tratamiento de la depresión, tanto en sus aspectos el Comité de Ética local y todos los pacientes otorgaron
psicofarmacológicos como psicoterapéuticos. El grado de su consentimiento por escrito después de ser informa-
adherencia a este otro tipo de recomendaciones basadas en dos sobre las características del mismo. Disponíamos de
cambios de estilo de vida es en gran medida desconocido. 4 actígrafos que fueron adjudicándose a medida que iban
Se ha sugerido que podría ser muy baja, ya que la presen- quedando disponibles inmediatamente después de su uso por
cia de síntomas depresivos constituye una de las principales el anterior paciente. El actígrafo lo llevaron puesto en la
barreras cuando se recomiendan cambios en el estilo de muñeca del brazo no dominante durante las 2 semanas que
vida a pacientes con enfermedades médicas8 . Sin embargo, duraba el estudio. Se les pidió que solo se lo quitaran para
no hay estudios centrados específicamente en muestras de bañarse y que evitaran que quedara cubierto por la ropa.
pacientes con depresión. Quizá por ello muchos clínicos El modelo que usamos fue el Actiwatch Light AWL (dimen-
son escépticos sobre la pertinencia de efectuar estas reco- siones 37 × 29 × 10; 17 g; Cambridge Neurotechnology LTD)
mendaciones al paciente deprimido en fase aguda. En este configurado con un intervalo de muestreo de un minuto. El
estudio se evalúa de forma objetiva en un experimento actígrafo detecta y mide los movimientos que exceden 0,01 g
piloto si los pacientes con un episodio depresivo son capaces (fuerza de la gravedad por minuto). Además, la célula foto-
de aumentar, al menos a corto plazo, sus niveles de actividad conductiva registra los niveles de exposición a la luz medidos
física y exposición a la luz solar cuando se les prescribe como en lux (1 lux: noche de luna llena; 32.000 lux: luz solar en un
238 M. García-Toro et al

Tabla 1 Recomendaciones entregadas a los pacientes


Grupo activo
De cara a intentar acelerar la mejoría de su depresión, le recomendamos que cumpla estas medidas higiénico dietéticas
1. Váyase a la cama cuando tenga sueño y no antes de las 11 de la noche. Use la cama y el dormitorio solo para dormir
y para actividades sexuales (no lea, vea la televisión o permanezca en ella durante el día). Si no se queda dormido o
dormida al cabo de 15---20 minutos de acostarse levántese y ocúpese en alguna actividad hasta que tenga la sensación
de sueño para volver a acostarse. Levántese pronto, nunca más tarde de las 9 de la mañana, independientemente
de lo que haya dormido durante la noche. Si pasa mala noche evite echarse siesta y no se tumbe durante el día
2. Camine al menos 1 hora diaria, a buen ritmo pero sin llegar a que le falte el aliento o a ser incapaz de hablar
mientras camina. Si cree que tiene algún problema médico que pueda desaconsejarlo consulte con su médico
de cabecera. Utilice calzado deportivo cómodo para caminar y aséese después, dándose una ducha o baño
3. Esté al menos 2 horas diarias expuesto a la luz del sol, tomando las precauciones para evitar quemaduras
o insolaciones (crema protectora, gorro, etc.)
4. Intente llevar una dieta sana y equilibrada. Coma en horarios regulares evitando hacerlo entre horas, especialmente
dulces o bebidas azucaradas. Consuma legumbres y pescado al menos 3 veces por semana, además de fruta, cereales,
frutos secos y otros vegetales diariamente
Grupo control
De cara a intentar acelerar la mejoría de su depresión, le recomendamos que cumpla estas medidas higiénico dietéticas
1. Duerma cada día lo que necesite su cuerpo para encontrase lo mejor posible
2. Adapte cada día el ritmo de su actividad física a sus necesidades para encontrase lo mejor posible
3. Si se expone a la luz del sol tome las precauciones necesarias para evitar quemaduras o insolaciones (crema
protectora, gorro, etc.).
4. Intente llevar una dieta sana y equilibrada

día medio). Se recogieron los promedios de actividad física demostrado es que en el grupo de tratamiento activo el
y exposición a la luz diarios despreciando los días en que el nivel de exposición a la luz aumentaba respecto a la
paciente se puso el actígrafo y se lo retiró (por incompletos) situación basal (135,85 vs 186,75; p = 0,046). El aumento
y también el día en que el paciente recibió las recomenda- de la actividad física (164,22 vs 188,69; p = 0,194) solo
ciones por escrito. En la mayoría de los casos se pudieron llegó a apuntar una tendencia estadística no significativa
obtener los datos completos de 7 días antes y 7 días después (ver tabla 1). No hubo correlación entre el grado de cumpli-
de las recomendaciones. miento y gravedad de la Depresión medida en las escalas.
El estudio estadístico se llevó a cabo con el paquete SPSS No se apreció ningún problema relevante en cuanto a la
versión 19 con el que se realizó un análisis descriptivo y de tolerancia, y no hubo ningún incidente relacionado con
comparación de medias. Debido al pequeño tamaño mues- la seguridad.
tral utilizamos pruebas no paramétricas (Mann-Whitney y
Wilcoxon).
Discusión
Resultados El estilo de vida mediterráneo se ha relacionado con los bue-
nos indicadores sanitarios que disfrutan los países del sur
Los principales datos clínicos y sociodemográficos de los de Europa9 . Dentro de los «ingredientes» del estilo de vida
pacientes se exponen en la tabla 2. También se señalan las mediterráneo se incluye la dieta, el ejercicio físico, el con-
medias de actividad física y exposición a la luz en cada grupo trol del estrés, el alto apoyo social y también pasar más
de tratamiento, tanto de los 7 días antes como de los 7 días tiempo al aire libre y expuestos a la luz del sol, favorecido
después de que el recibiera las recomendaciones. Debido a todo ello por el habitual clima agradable10 . Desgraciada-
la reducida muestra y a la amplia variabilidad interindividual mente, asistimos a una lenta pero inexorable pérdida de
de estas medidas, que además dependen de la época del año estos patrones de estilo de vida. Surge la duda de si este es
con sus distintas horas de luz, se objetivó un desequilibrio un fenómeno inevitable e irreversible, tributo de la denomi-
entre grupos en las mediciones basales de actividad física nada «globalización». Al menos en medicina parece que no,
y exposición a la luz. Por ello, se utilizaron porcentajes de en la medida que se ha demostrado que pacientes afectos
decremento respecto a la medición basal para comparar los de distintas, prevalentes y graves enfermedades cardiovas-
cambios entre grupos. Así se pudo constatar que había una culares, metabólicas y neurológicas pueden mejorar mucho
diferencia clara entre grupos al final del estudio respecto a su pronóstico vital cuando modifican aspectos de su estilo de
la situación basal que estaba en línea con la hipótesis del vida10---13 . La depresión podría muy bien añadirse a este grupo
estudio. Efectivamente, la actividad física y exposición a la de enfermedades, ya que sabemos que existe una relación
luz aumentaban un 14,3 y un 25,8% respectivamente en el bidireccional entre ella y la mala alimentación, el sedenta-
grupo activo, mientras que en el grupo control el cambio en rismo, la desorganización de los ritmos vitales y la exposición
esos mismos parámetros era de -15,8 y -26,9%. Sin embargo, a la luz solar14 . Sin embargo, aún no se ha aceptado
el contraste estadístico no fue significativo. Lo que sí quedó el tratamiento higiénico-dietético como un componente
Adherencia a las recomendaciones sobre estilo de vida en pacientes con depresión 239

Tabla 2 Datos sociodemográficos y clínicos


Grupo activo Grupo control
Número 8 7
Edad; años (SD) 53 (12,5) 56 (9,4)
Varones 1 1
Depresión mayor 5 4
Distimia 3 2
Trastorno bipolar 0 1
Hamilton depresión basal (SD) 22,3 (7,1) 21,1 (2,3)
Beck depresión basal (SD) 26,2 (7,4) 24,6 (12,7)
Actividad física basal (SD) 164,2 (74,7) 131,6 (53,1)
Actividad física final (SD) 188,6 (47,4) 126,4 (53,6)*
Exposición a la luz basal (SD) 135,8 (101,1) 255,9 (138,4)*
Exposición a la luz final (SD) 186,7 (143,9) 237,8 (150,6)
* Diferencia estadísticamente significativa (P < 0,05).

necesario del plan terapéutico en pacientes depresivos de son capaces de mantener el cumplimiento en los 3-6 meses
forma generalizada, aunque ciertamente bastantes clíni- posteriores.
cos llevan muchos años realizando recomendaciones sobre En resumen, este estudio piloto, a pesar de sus limita-
estilo de vida basadas en su intuición y experiencia. Quizá ciones, sugiere que entregar una sencilla hoja de papel con
una de las razones de la falta de uso de recomendaciones recomendaciones sobre estilo de vida a los pacientes
sobre estilo de vida en la depresión sean las dudas justifi- con Depresión es suficiente para que, al menos a corto plazo,
cadas sobre la adherencia a estas medidas15 . Es cierto que se esfuercen en llevarlas a cabo.
el retardo psicomotor es un obstáculo clave, así como la
anhedonia, la anergia, la abulia, el retraimiento, la deses- Responsabilidades éticas
peranza y la angustia psíquica y somática. También lo son
otros síntomas depresivos, como los problemas de memo- Protección de personas y animales. Los autores decla-
ria y concentración, las molestias corporales múltiples y el ran que los procedimientos seguidos se conformaron a las
desinterés por el aspecto y la salud. Todos ellos aumentan normas éticas del comité de experimentación humana res-
las dificultades para que el paciente pueda cambiar deter- ponsable y de acuerdo con la Asociación Médica Mundial y
minadas conductas relacionadas con su estilo de vida de la la Declaración de Helsinki.
forma en que se le pide. En el otro lado de la balanza tene- Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que
mos la buena conciencia de enfermedad y colaboración del han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la
paciente depresivo, especialmente si no es excesivamente publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes
grave y el paciente es capaz de convencerse de que merece incluidos en el estudio han recibido información suficiente
la pena el esfuerzo. Los resultados de este estudio apuntan y han dado su consentimiento informado por escrito para
a que sí aumentan la actividad física y la exposición a la participar en dicho estudio.
luz a pacientes con depresión leve o moderada tras reco- Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los
mendarles que lo hagan, al menos en la semana posterior. autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
Sin embargo, llama la atención que la disminución en las pacientes.
medidas de actividad física y exposición a la luz del grupo
control fue de magnitud similar al aumento del grupo activo.
Es posible que las recomendaciones que se les hicieron a
Conflicto de intereses
los pacientes del grupo control no fueran interpretadas de
forma tan neutra como se pretendía (ver apéndice 1). Es Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
decir, cuando a los pacientes del grupo control se les pidió
que ajustaran su ritmo de actividad y sus horas de sueño a Agradecimientos
sus necesidades para encontrarse lo mejor posible y que se
protegieran del sol si se exponían a él, quizá les indujo a A todos los pacientes y médicos del Ib-Salut que han cola-
hacer menos actividad física, salir menos de casa o dormir borado en este proyecto. Al Instituto Carlos III por su
más. En cualquier caso, tenemos que prevenir sobre la esca- financiación (FIS n.◦ PI07 0544). Al Hospital Son Llàtzer, la
sez de la muestra antes de sacar conclusiones sobre sucesos FUE y la UIB que gracias a su acuerdo de colaboración han
quizá azarosos o que al menos no tienen respaldo estadís- permitido su ejecución.
tico y por tanto creemos que hay aspectos en este proyecto
que merecen ser mejor investigados con una muestra más Bibliografía
amplia. Por ejemplo, si es preferible que el grupo control
reciba o no alguna recomendación, así como las estrate- 1. Garcia-Toro M, Ibarra O, Gili M, Salva J, Monzón S, Vives M, et al.
gias para aumentar la motivación y la adherencia. También Effectiveness of hygienic-dietary recommendations as enhan-
sería muy importante averiguar en qué medida los pacientes cers of antidepressant treatment in patients with depression:
240 M. García-Toro et al

study protocol of a randomized controlled trial. BMC Public 8. Jack K, McLean SM, Moffett JK, Gardiner E. Barriers to
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REVISIÓN

Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva de


continuación y mantenimiento en el trastorno depresivo mayor
Erika Martínez-Amorós a,∗ , Narcís Cardoner b,c , Verònica Gálvez b y Mikel Urretavizcaya b,c

a
Salut Mental Parc Taulí, Corporació Sanitària Universitària Parc Taulí, Sabadell. Institut Universitari Parc Taulí - UAB,
Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra, Barcelona, España
b
Grupo de Neurociencias [Institut Recerca Biomèdica Bellvitge] IDIBELL, Unidad Clínica e Investigación de Trastornos Afectivos,
Servicio de Psiquiatría, Hospital Universitari de Bellvitge-ICS, L’Hospitalet de Llobregat, Universitat de Barcelona, Barcelona,
España
c
Cibersam (Ciber en Salud Mental), Barcelona, España

Recibido el 14 de abril de 2012; aceptado el 2 de junio de 2012


Disponible en Internet el 25 de julio de 2012

PALABRAS CLAVE Resumen La elevada tasa de recidivas en los pacientes con trastorno depresivo mayor (TDM)
Terapia que han requerido un curso agudo de terapia electroconvulsiva (TEC) hace necesaria establecer
electroconvulsiva; una estrategia terapéutica de mantenimiento eficaz. La TEC de continuación o mantenimiento
Depresión; (TEC-C/M) podría constituir una opción adecuada de tratamiento a largo plazo. Sin embargo,
Continuación y la falta de estudios controlados ha cuestionado su utilización. En la presente revisión se ha
mantenimiento; realizado una descripción detallada de los estudios relacionados con la eficacia de la TEC-C/M
Eficacia; en el TDM. A pesar de sus limitaciones metodológicas, estos estudios sustentan la idea de
Patrón uso que la TEC-C/M representaría una alternativa terapéutica efectiva y segura, especialmente en
los pacientes más graves y recurrentes. No obstante, son necesarios estudios controlados que
aporten nuevas evidencias y permitan una evaluación más fidedigna de la eficacia, seguridad y
patrón de uso óptimo del la TEC-C/M.
© 2012 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.

KEYWORDS Effectiveness and pattern of use of continuation and maintenance electroconvulsive


Electroconvulsive therapy
therapy;
Depressive disorder; Abstract Patients with major depressive disorder (MDD) who require an acute course of elec-
Continuation troconvulsive therapy (ECT) have high relapse rates. Therefore, an effective maintenance
and maintenance; treatment strategy needs to be established. Continuation and maintenance ECT (C/M-ECT)
Effectiveness; could be an adequate treatment option, although the lack of controlled studies has led to its
Pattern of use usefulness being questioned. This review includes a detailed description of studies on the effec-
tiveness/efficacy of ECT in MDD. Despite their methodological limitations, the results appear to
support the idea that C/M-ECT would be a safe and effective alternative, especially in patients
with severe and recurrent disease. Nevertheless, more controlled studies are needed to provide

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: emartineza@tauli.cat (E. Martínez-Amorós).

1888-9891/$ – see front matter © 2012 SEP y SEPB. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados.
http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.06.004
242 E. Martínez-Amorós et al

new evidence and allow a more accurate assessment of the efficacy, safety and pattern of use
of C/M-ECT.
© 2012 SEP y SEPB. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved.

Introducción a largo plazo, con la finalidad de aportar datos que den


soporte al clínico en la determinación de indicar la TEC
como tratamiento de continuación o mantenimiento. La APA
La eficacia de la terapia electroconvulsiva (TEC) en el
define continuación como el tratamiento realizado durante
tratamiento agudo de los episodios depresivos está bien
los 6 meses posteriores a la recuperación del episodio índice
establecida y así queda recogida en las principales guías1---7 .
y mantenimiento como el tratamiento realizado pasados
Sin embargo, es relevante señalar que más de un 50% de
estos 6 meses2 . Sin embargo, en la literatura, encontra-
los pacientes depresivos que responden a un curso de TEC,
mos que ambos términos son usados de forma indistinta;
y hasta un 95% de los pacientes con depresión psicótica,
en el presente artículo se utilizará el término TEC-C/M para
recaen entre los 6-12 meses posteriores a pesar de recibir un
referirnos tanto a la TEC de continuación como a la de man-
adecuado tratamiento farmacológico de continuación8---14 .
tenimiento.
En este contexto, se ha sugerido que la TEC de continuación
o mantenimiento (TEC-C/M) podría indicarse en algunos de
los pacientes que han precisado un curso agudo de TEC para Método
la remisión clínica, como el tratamiento farmacológico de
mantenimiento se indica en los pacientes que han respon- Se ha realizado una revisión bibliográfica en las bases
dido a la farmacoterapia en la fase aguda. Además, algunos de datos PubMed, ScienceDirect y Scopus. Se han
estudios sugieren que la TEC-C/M podría mejorar la capaci- utilizado como términos de búsqueda «terapia electro-
dad de respuesta al tratamiento farmacológico15,16 , e incluso convulsiva de continuación», «terapia electroconvulsiva
a la propia TEC en recidivas posteriores15,17 , y que conse- de mantenimiento», «depresión» y «trastorno depresivo
cuentemente podría reducir los costes sanitarios16,18,19 . mayor». Se han considerado casos clínicos, estudios natura-
La TEC-C/M ha sido utilizada desde los años 40 del siglo lísticos, estudios no controlados y ensayos clínicos, así como
pasado como estrategia para prolongar la mejoría obtenida revisiones. También se ha realizado una búsqueda manual
tras un curso agudo de TEC («prophylactic electroshock», en las referencias bibliográficas de los estudios revisados. Se
«convulsion dependence»)20---25 . Sin embargo, el desarrollo han incluido los estudios con los criterios de búsqueda desde
e introducción de los fármacos psicotrópicos en la década la década de los 40 hasta el año 2011. Nuestra revisión se
de los 50 supuso una reducción drástica de su uso. No obs- ha centrado en la obtención de datos, análisis y discusión de
tante, las limitaciones del tratamiento farmacológico en la los hallazgos referentes a la eficacia y al patrón de uso de
prevención de recidivas observadas en algunos pacientes con la TEC-C/M.
trastorno depresivo mayor (TDM) severo han propiciado que
la TEC-C/M recobre vigencia y que en los últimos años se
haya recuperado el interés en su utilización y estudio26 . Resultados
La mayoría de estudios que evalúan la utilización de la
TEC como tratamiento de continuación o mantenimiento se Eficacia de la terapia electroconvulsiva de
basan en casos puntuales, estudios naturalísticos o series continuación o mantenimiento en el trastorno
retrospectivas, y el número de ensayos controlados y alea-
depresivo mayor
torizados es muy escaso27,28 . Por todo ello, la indicación de
la TEC-C/M ha sido discutida por algunos autores en base a
Se han incluido en la revisión un total de 40 artículos
los escasos datos disponibles en la literatura sobre su efica-
que cumplieron los criterios de búsqueda, concretamente
cia y seguridad a largo plazo3 . Junto a la controversia sobre
17 casos o series de casos, 12 estudios retrospectivos y 11
la eficacia, el grado de utilización de la TEC-C/M y los patro-
prospectivos (tablas 1---3).
nes de uso de la técnica son muy variables en los distintos
países donde se aplica la TEC como tratamiento agudo29 .
La American Psychiatric Association (APA)2 contempla la Casos clínicos o series de casos
TEC como una opción terapéutica en sus recomendaciones
para el manejo a largo plazo de los pacientes con TDM que En la literatura encontramos 17 publicaciones que incluyen
han respondido a la TEC en la fase aguda y que presentan casos clínicos y series de casos (tabla 1) que apoyan a nivel
alguna de las siguientes características: a) la farmacotera- clínico la eficacia y seguridad de la TEC-C/M como herra-
pia no ha sido efectiva en el tratamiento del episodio índice mienta terapéutica para la prevención de recidivas en el
o en la prevención de recidivas, b) la farmacoterapia no TDM16,17,30---43 , incluso en adolescentes44 .
puede administrarse de forma segura, y por último c) el
paciente prefiere la TEC, está de acuerdo con recibir TEC-
C/M y es capaz, con el soporte de otros, de cumplir con el Estudios retrospectivos
plan terapéutico.
El objetivo del presente trabajo es revisar la literatura Se han revisado 12 estudios retrospectivos. Las especifica-
existente sobre la eficacia y el patrón de uso de la TEC ciones de cada uno de ellos y los datos referentes a las
Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva 243

Tabla 1 Series de casos y casos clínicos


Autores Diseño y diagnóstico Resultados
Holt, 1965 N = 2 (depresión psicótica) Mejoría marcada durante el período
«prophylactic electroshock» mensual (5 años) de tratamiento profiláctico
Decina et al., 1987 N = 3 (TDMr, TB, TEA) Remisión mantenida en los 2 casos que
TEC-C/M + F (3-6 meses; sesiones cada 10-30 días; cumplían la pauta
7 sesiones de media
Mecta bilateral
F = nortriptilina; litio + AP; haloperidol
Loo et al., 1988 N = 4 (trastorno afectivo recurrente) Remisión mantenida durante 8-18 meses
TEC-C/M
Matzen et al., N = 8 (DU y DB resistente) < hospitalizaciones en los 2 años posteriores
1988 TEC-C/M + F (1,5-12 meses) (30 vs 10)
No específica modelo
Dubin et al., 1989 N = 2 (TDM recurrente + patología neurológica) TEC segura y eficaz, sin empeoramiento de la
TEC-C/M mensual (2 años) enfermedad neurológica
Mecta D y SR-1, bifrontotemporal
Thienhaus et al., N = 6 (5 TDM, 1 TB; ancianos) ↓ hospitalizaciones y días de ingreso
1990 TEC-C/M (6 meses - 5 años)
Mecta, unilateral (sesiones cada 4-8 semanas)
Grunhaus et al., N = 10 (7 TDM con síntomas psicóticos y 3 con TDM Remisión completa en 6 pacientes, respuesta
1990 resistente) parcial en 1 (18 meses de seguimiento).
TEC-C/M «abreviada» (4-12 semanas) + F vs TEC-C/M Mejor en depresión psicótica
«completa» (6 meses) + Fa
Mecta SR-II (unilateral 4, bilateral 6)
Kramer, 1990 N = 5 (1 TEA, 4 TDM) Útil en la prevención de recidivas en casos
TEC-C/M bilateral ≥ 4 meses graves
Loo et al., 1991 N = 7 pacientes edad avanzada (5 TDM recurrente, 1 TB, ↓ tiempo de hospitalización de 58,2
1 TEA) a 3,7 semanas y de recurrencias de 4,7 a 1,4
TEC-C/M cada 3-5 semanas durante 4 meses y luego cada por año
4-8 semanas durante 1-3 años
Puri et al., 1992 N = 1 (depresión psicótica recurrente con retraso mental Mejoría en el mantenimiento
leve)
TEC-C/M bilateral + F
Hay & Scott, 1994 N = 1 (depresión psicótica recurrente) Mejor evolución, sin efectos en medidas
TEC-C/M bilateral + F (125 tratamientos, 7 años) neuropsicológicas
Srinivasan et al., N = 4 (2 TDM y 2 TB) Mejoría evolución y mejor respuesta
1995 TEC-C/M bilateral + F a dosis bajas (6-24 meses) a fármacos posterior a la TEC-C/M
S/E = 8-24 meses tras TEC-C/M
Fox, 2001 N = 3 (TDM recurrente; ancianos) Recaídas menos frecuentes y menos severas
TEC-C/M bilateral (18-48 meses) y más breves al introducir TEC-C/M
Thymatron
Wijkstra & Nolen, N = 1 (depresión psicótica recurrente en paciente anciano) Un único episodio de depresión moderada en
2005 TEC-C/M bilateral (244 tratamientos, > 7 años) sin F 6 años tras instauración de TEC-M (5 ingresos
Thymatron en los 4 años preTEC-C/M)
Zisselman et al., N = 3 (TEA, TB, TDM) con síntomas psicóticos Buena tolerancia cognitiva; recaídas al
2007 TEC-C/M bilateral semanalmente varios años + F intentar espaciar los tratamientos
Odeberg et al., N = 3 (depresión recurrente/crónica agitada, psicosis Mejor evolución, ↓ número de ingresos y días
2008 afectiva recurrente, depresión crónica comórbida de hospitalización
con ansiedad y abuso de sustancias)
TEC-C/M + F
Ghaziuddin et al., N = 6 (depresión resistente severa en adolescentes Recuperación de los niveles premórbidos
2011 de 14-17 años) de funcionamiento en 5
TEC-C/M bilateral + F No se evidencian déficits cognoscitivos
Mecta
DB: depresión bipolar; DU: depresión unipolar; F: farmacoterapia (incluye distintos tipos de fármacos y/o estrategias); TB: trastorno
bipolar; TDM: trastorno depresivo mayor; TDMr: trastorno depresivo mayor recurrente; TEA: trastorno esquizoafectivo; TEC-C/M: TEC
de continuación/mantenimiento.
a TEC-M «abreviada» (semanal o quincenal); TEC-C/M «completa» (semanal el primer mes, quincenal el segundo y tercer mes y luego

mensual).
Tabla 2 Estudios retrospectivos
244

Autores Diseño Diagnóstico Características TEC Resultados


Aronson N = 21 Depresión No se especifican el modelo de aparato ni el Tasas recaídas elevadas
et al., 1987 Naturalístico psicótica emplazamiento de los electrodos 6 meses Mejor terapias combinadas
TEC-C/M vs ausencia de tratamiento vs a 3,5 años
AD vs AD + AP vs Litio vs Litio + AP
S/E = no disponible
Thornton N = 10 TDM (8 recurrente, Mecta SR-1 ↓ número de hospitalizaciones al introducir
et al., 1990 Naturalístico un episodio único) Unilateral (hemisferio no dominante) TEC-C/M (3,1 vs 0,3); 8/10 pacientes no
TEC-C/M + F y TB (1) Mensual (media de 4,1 semanas entre sesiones) requirieron ninguna hospitalización
S/E = 18 meses 4-113 meses (media de 21,8 tratamientos)
Petrides N = 30 22 TDMr (11 con No se especifica el modelo de aparato Datos de seguimiento de 21 pacientes
et al., 1994 Revisión retrospectiva y 11 sin síntomas Bilateral o unilateral o ambos (= que curso Recidivas (reingreso) en el 33% (42%
TEC-C/M psicóticos) y 8 TB agudo, excepto en 2 pacientes) en depresión psicótica)
S/E = 12 meses (cuestionario con síntomas Mínimo de 2 tratamientos
estructurado telefónico) psicóticos TEC-C/M ≤ 6 meses: media de 10 semanas (62
(3 manía) ± 43 días), intervalo entre sesiones de 10,1 ±
3,8 días (7,0 ± 5,1 sesiones)
Schwarz N = 21 DU (17) y DB (4) Mecta SR-1 Más recaídas en el grupo de TEC-C/M (71 vs
et al., 1995 Caso-control Unilateral 48%), pero sin diferencias en el tiempo
TEC-C/M vs F-C/M vs no TEC índice (F), Media de 8 sesiones en 6 meses hasta la recidiva (12 ± 18 vs 16 ± 17
apareados por edad, sexo, raza, meses).
diagnóstico y días de estancia Grupo de TEC-C/M más severo. Aún así, el
S/E = 4,0 ± 1,3 años del número de ingresos ↓ un 67% en este
grupo (1,9 ± 5,4 vs 0,6 ± 0,1)

Kramer, 1999 N = 56 TDM (24), TB (9), Mecta SR-1 Mejores resultados en pacientes con TDM
Naturalístico Dep+Eje II (10), Bilateral mayoritariamente (75% se mantenían en «mucha mejoría»,
TEC-C/M Dep+Pk (10), EQZ TEC-C: una sesión a la semana de terminar el que equivalía, como mínimo a la mejoría
S/E = 4,5 años (3) curso agudo, a las 2 semanas, a las 3 semanas, conseguida con la TEC aguda)
y posteriormente mensual hasta 6-8 meses, Peores resultados en Dep+Eje II
momento en el que se decidía continuar o no
con la TEC-M
Gagné et al., N = 58 (29 vs 29) Depresión crónica Mecta SR-1 Pronóstico mejor en el grupo TEC-C/M + F
2000 Caso-control (TDM [46] y TB Unilateral (27,6%) y bilateral (65,5%) (supervivencia sin recaídas a los 2 años 93
TEC-C/M + F vs F [12]) Semanal el primer mes, quincenal el segundo vs 52% y a los 5 años de 73 vs 18%)
S/E = 45 meses (mediana 3,9 años) y posteriormente mensual (no se específica
duración de la TEC-C/M)
Russell et al., N = 43 TDM (34), TB (4), No se especifica el modelo de aparato ↓ significativa de los días de hospitalización
2003 Revisión retrospectiva TEA (5) Bitemporal (85%), unilateral derecha (12%) (18,95 días durante el año antes versus 3,23
TEC-C/M + F > 12 meses o bifrontal (3%) tras la instauración de la TEC-C/M)
S/E = 12 meses Media de 50,4 tratamientos durante 27,8 Técnica segura
meses; intervalo medio entre tratamientos
de 3,7 semanas
E. Martínez-Amorós et al
Abraham N = 18 Depresión No se especifica el modelo de aparato Recidiva en 11%.
et al., 2006 Revisión retrospectiva refractaria con Bifrontal Técnica segura
TEC-C/M + F respuesta parcial Mínimo 3 meses (media de 10,8 meses;
S/E = no disponible o remisión a TEC intervalo medio entre tratamientos de
agudo 2,6 semanas)
Lim, 2006 N = 17 Ancianos (edad No se especifica el modelo de aparato ↓ significativa de los ingresos y de los días
Naturalístico media de Bilateral de hospitalización tras la instauración
TEC-C/M + F (3-60 meses) 82,2 años) con Mediana de 13,5 meses, con un intervalo Técnica segura
S/E = 3-60 meses TDM resistente medio entre sesiones de 15,3 días (mediana
(14), TB (1) y TPP de 23 sesiones)
(2)
Gupta et al., N = 38 (19 vs 19) (apareados por edad, Ancianos (media No se especifica el modelo de aparato ↓ significativa del número de ingresos y días
2008 sexo y diagnóstico) de edad de Unilateral (7) o bilateral (4) o ambas (7) de ingreso durante el período de TEC-C/M
Caso-control 70,6 años) con Mínimo 4 meses (mediana de 37 tratamientos (los datos se mantenían al finalizar la
Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva

TEC-C/M (mínimo 4 meses) vs no TDM crónico y/o durante una mediana de 26 meses; intervalo TEC-C/M)
TEC-C/M recurrente medio entre sesiones de 2,5 semanas)
S/E = durante la TEC-C/M y los 4 años
posteriores
Odeberg N = 41 Trastorno afectivo Mecta 5000Q ↓ significativa de los pacientes ingresados
et al., 2008 Estudio de cohorte no controlado (25 DU, 10 DB, Unilateral derecho (64%), del número de ingresos (64%) y de los
TEC-C/M + F 6 TB) Mínimo 4 meses (inicialmente pauta fija; días de ingreso (76%)
S/E = 4-36 meses finalmente, se optó por una pauta
individualizada: media de 12,5 meses, con un
intervalo entre sesiones medio de 2 semanas
(media de 29,7 sesiones)
O’Connor N = 58 Ancianos (65-92 ThymatronTM System IV ↓53% el número de ingresos y un 79% la
et al., 2010 Revisión retrospectiva años) con DU (93%) No se especifica el emplazamiento duración
TEC-C/M + F y DB severa Pauta: semanal, luego quincenal y finalmente
S/E = 24 meses o resistente mensual (media de 14,1 tratamientos)
AD: antidepresivo; AP: antipsicótico; DB: depresión bipolar; Dep: depresión; DU: depresión unipolar; Eje II: trastorno codificado en el eje ii del DSM-IV-TR; F: farmacoterapia (incluye
distintos tipos de fármacos y/o estrategias); Pk: enfermedad de Parkinson; S/E: tiempo de seguimiento o datos referentes a la evolución en dicho período de tiempo; TB: trastorno bipolar;
TDM: trastorno depresivo mayor; TDMr: trastorno depresivo mayor recurrente; TEA: trastorno esquizoafectivo; TEC-C/M: TEC de continuación/mantenimiento; TPP: trastorno psicótico
primario.
245
246

Tabla 3 Estudios prospectivos


Autores Diseño Diagnóstico Características TEC Resultados
Barton et al., N = 50 TDM (melancolía) Maxwell-McPhail «Phasotron» apparatus. No diferencias en las recaídas
1973a Aleatorizado Bifrontotemporal tras 12 semanas
«extra ECT» sin F (2 sesiones)
vs «sufficient ECT» sin F
S/E = 4 meses
Gangadhar N = 32 TDM (melancolía) No se especifican el modelo de aparato ni el Mantenimiento de la mejoría clínica y del
et al., Aleatorizado, doble ciego emplazamiento de los electrodos funcionamiento social en ambos grupos.
1982a TEC-C/M + cápsulas placebo vs 2 meses (3 sesiones de «mantenimiento» en las TEC segura
Imipramina siguientes 8 semanas)
S/E = 6 meses
Clarke et al., N = 27 TDM (24) y TB (3) Mecta SR-1 o ThymatronTM Recidivas en el 30%
1989 Naturalístico 6 de los pacientes tenían Unilateral derecha (25 pacientes) y bitemporal 15 pacientes no completaron los 4 meses
TEC-C/M sin F demencia comórbida (2 pacientes) de TEC-C/M
S/E = 5 meses Mínimo de 4 meses (semanal el primer mes, > tasas de recidiva (entendidas como
quincenal durante el segundo mes y luego reingreso) en pacientes no completadores
mensual) (47 vs 8,3% en completadores
Jaffe et al., N = 32 Depresión recurrente Mecta SR-1 32,1% presentaron una recidiva (solo 3
1990 Naturalístico orgánica (2), DU (3) y DB Unilateral y bilateral requirieron hospitalización).
TEC-C/M sin F (27) en pacientes 1.a sesión a la semana, 2.a a las 2 semanas, Sin complicaciones cardiovasculares
S/E = 1-49 meses ancianos 3.a a las 3 semanas y luego mensual (pauta ni neurológicas
ajustada según entrevista y HDRS)
Vanelle et al., N = 22 TDM (15) y TB (7), con Lapipe and Rondepierre’s device (onda 45% permanecían en remisión total y 27%
1994 Naturalístico, no controlado o sin síntomas psicóticos sinusoidal) en remisión parcial (100% de los cicladores
TEC-C/M + F Unilateral (2) o bilateral (20) rápidos y 80% de las depresiones psicóticas).
S/E = media 18 meses Sesiones administradas semanal o ↓ proporción tiempo/año ingresados (44 vs
quincenalmente y mensuales (media de 7%) y ↓ número de episodios (≥3 vs 1)
17,1 tratamientos)
Wijkstra N = 15 TDM resistente ThymatronTM Tasas de recaídas del 50% (tiempo hasta la
et al., 2000 Abierto, naturalístico Bilateral (bifrontotemporal) recaída de 1,5-5 meses). El 25% requirieron
TEC-C/M sin F Mínimo 6 meses (mediana de 11 sesiones). rehospitalización.
S/E = 6 meses tras TEC-C/M Pauta flexible en función de síntomas (semanal
el primer mes, quincenal el 2.◦ , 2 veces cada 3
semanas y posteriormente mensual)
Swoboda N = 42 (21 vs 21) Depresión resistente: Mecta SR-1 Mayor tiempo hasta la recidiva (9,14 ± 0,91
et al., 2001 No aleatorizado, controlado TDM (18), TB (8), TEA Unilateral (19) y bilateral (2) vs 5,71 ± 1,02 meses) y menor
TEC-C/M + F vs F (16) Media de 19,47 tratamientos durante rehospitalización en el grupo de TEC-C/M
S/E = 12 meses 9,61 meses (33 vs 67%).
Mejores resultados en TDM (23%).
Técnica segura
E. Martínez-Amorós et al
Serra et al., N = 23 DU psicótica en ancianos Mecta SR-2 Recaídas y recurrencias > en el grupo de
2006a Aleatorizado (≥ 60 años) Bifrontotemporal psicofármacos (53,85 vs 16,66% en el grupo
TEC-C/M + notriptilina (8) vs Semanal el primer mes, quincenal el 2.◦ de TEC-C/M).
notriptilina (15) y posteriormente mensual Técnica segura
S/E = 24 meses
Grupo Core, N = 184 (531) TDM ThymatronTM DGx No diferencias significativas en la
2006a Multicéntrico, aleatorizado Bilateral prevención de recaídas (37,1% en el grupo
(simple ciego) 5 meses (10 sesiones): pauta fija (semanal el de TEC (9,1 ± 7,0 semanas hasta la recaída)
TEC-C/M vs F (Litio + primer mes, quincenal el segundo y tercer mes y del 31,6% en el grupo de psicofármacos
nortriptilina) y mensual durante 2 meses) (6,7 ± 4,6 semanas hasta la recaída)
S/E = 12 meses
Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva

Navarro N = 33 DU psicótica en ancianos Mecta SR-2 Recaídas a los 6 meses del 11,76% (2/17) en
et al., Aleatorizado (≥ 60 años) Bifrontotemporal el grupo de nortriptilina y del 6,25% (1/16)
2008a TEC-C/M + notriptilina vs Semanal el primer mes, quincenal el 2.◦ en el grupo de TEC-C/M y nortriptilina
notriptilina y posteriormente mensual Recidivas a los 24 meses > en el grupo de
S/E = 24 meses fármaco (47,1 vs 6,25%) y > tiempo hasta la
recidiva en el grupo de TEC-C/M (23 vs 16
meses)
Técnica segura
Martínez- N = 127 TDM severo ThymatronTM DGx No diferencias entre grupos.
Amorós Naturalístico Bifrontotemporal Grupo de TEC-C/M más severo.
et al., 2012 TEC-C/M + F (44) vs F Semanal, quincenal, mensual ↓ significativa de los episodios, ingresos y
S/E = 24 meses días de ingresos tras TEC agudo en ambos
grupos.
Técnica segura
a Estudios aleatorizados. F, farmacoterapia (incluye distintos tipos de fármacos y/o estrategias). S/E: tiempo de seguimiento o datos referentes a la evolución en dicho período de

tiempo; TB: trastorno bipolar; TEA: trastorno esquizoafectivo; TEC-C/M: TEC de continuación/mantenimiento; TDM: trastorno depresivo mayor.
247
248 E. Martínez-Amorós et al

características de la muestra y de la aplicación de la TEC Kramer51 analizó la eficacia de la TEC-C/M en pacientes con
han sido descritos en la tabla 2. distintos tipos de depresión con comorbilidad en eje ii o eje
De los 12 estudios retrospectivos, la TEC-C/M se com- iii según criterios DSM-IV (TDM, trastorno bipolar, depresión
binó con psicofármacos en 7 de ellos39,45---50 y en 5 no se asociada a eje ii, enfermedad de Parkinson y esquizofrenia):
combinó o no se especificó dicho aspecto8,9,29,51,52 . En 8 los mejores resultados se observaron en los pacientes con
de los estudios se evaluó, exclusivamente, la evolución TDM y los peores resultados se obtuvieron en los pacientes
de un grupo de pacientes que recibieron TEC-C/M tras con depresión y trastorno comórbido en el eje ii. Finalmente,
el episodio agudo9,39,45,47---51 . En los 4 estudios retrospecti- en un estudio realizado en población anciana, Lim47 concluía
vos restantes, a pesar de las limitaciones metodológicas que la TEC-C/M parecía ser una estrategia eficaz y segura,
inherentes a este tipo de estudios, se evaluó la efi- dato replicado por otros autores en estudios posteriores48,52 .
cacia de la TEC-C/M respecto a otras estrategias de Respecto a los posibles factores predictores de recidiva
tratamiento de continuación/mantenimiento8,29,46,52 , que tras un curso agudo de TEC, se ha sugerido que aspectos clí-
incluían ausencia de tratamiento8,52 , antidepresivo solo8,46 , nicos como la resistencia farmacológica previa, el género,
antidepresivo más antipsicótico8,46 , litio solo8,46 , antide- la gravedad del episodio y la presencia de síntomas psi-
presivo más estabilizador46 y litio más antipsicótico8 , o cóticos podrían influir en las recidivas posteriores8,11,53,54 .
farmacoterapia sin especificar29 . Sin embargo, en pocos estudios que abordan la TEC-C/M
La potencial eficacia de la TEC-C/M como tratamiento de de forma retrospectiva se analiza esta cuestión. En ellos, a
mantenimiento se recoge en los 12 estudios retrospectivos, pesar del examen de múltiples variables, no se detectó nin-
algunos de los cuales reportan tasas de recidivas entre el guna con valor predictivo9,46 , con la excepción del posible
11 y el 33%9,45,51 . Cabe destacar que se trata de tasas infe- efecto protector de la propia TEC-C/M9 .
riores a las descritas en pacientes no tratados con TEC-C/M Por último, en relación al perfil de seguridad de la TEC-
tras un curso agudo de TEC8---14 . La eficacia de la TEC-C/M C/M, en los estudios revisados se podría concluir que esta
se refleja también en la reducción del número de pacien- constituiría una estrategia relativamente segura y bien tole-
tes ingresados39,50 , del número de ingresos29,39,47,48,50,52 y de rada, incluso en población anciana, ya que los pacientes no
los días de hospitalización tras la instauración de la TEC- presentaron ningún efecto adverso grave relacionado con el
C/M39,47---49,52 . tratamiento45,47,49 .
No obstante, la eficacia de la técnica está sujeta a dife-
rentes consideraciones en 3 de los estudios revisados9,29,46 .
Aronson et al.8 encontraron una tasa de recidivas muy Estudios prospectivos
elevada en el grupo TEC-C/M (95,2%) y sugirieron que la
TEC-C/M en ausencia de combinación con fármacos no mos- Se han analizado 11 estudios prospectivos. Las especi-
traba especial eficacia en la prevención de recidivas. Sin ficaciones de cada estudio y los datos referentes a las
embargo, estos mismos autores sugerían que la tasa de reci- características de la muestra y de la aplicación de la TEC
divas se reducía cuando se usaba una estrategia terapéutica han sido descritos detalladamente en la tabla 3.
combinada y, en este sentido, destacaban la necesidad de Seis de los estudios prospectivos eran naturalísticos55---60
realizar más estudios con tratamientos combinados, espe- y los otros 5 eran aleatorizados61---65 .
cialmente con TEC. Schwarz et al.29 encontraron tasas de En 3 de los estudios naturalísticos se analizó la evolu-
recaídas más elevadas en el grupo de TEC-C/M (71 vs 48%), ción de un solo grupo de pacientes a los que se indicaba
sin embargo, concluían que el grupo tratado con TEC-C/M TEC-C/M como único tratamiento55,56,60 y en uno la TEC-
era más grave. Quizás, los resultados más claramente favo- C/M se combinaba con psicofármacos59 . En los estudios de
rables a la TEC-C/M combinada con psicofármacos, respecto Clarke55 , Jaffe56 y Vanelle59 se postuló la eficacia de la TEC-
a la farmacoterapia a largo plazo, son los aportados por C/M como tratamiento de mantenimiento y se recogieron
Gagné et al.46 , con una probabilidad de supervivencia sin tasas de recidivas en torno al 30%. Sin embargo, Wijkstra
recidivas a los 2 años del 93% respecto el 52% y a los 5 et al.60 señalaron tasas mayores de recidiva (50%), similares
años del 73% respecto al 18%, siempre a favor de la TEC-C/M a las descritas en pacientes no tratados con TEC-C/M tras un
asociada a psicofármacos. curso agudo de TEC.
El perfil de pacientes a los que se indicó TEC-C/M ha sido Los 2 estudios naturalísticos restantes incluían un grupo
analizado en algunos de los estudios retrospectivos revisa- de pacientes tratados con distintos psicofármacos, y en ellos
dos. Thornton et al.50 reportaron que este tratamiento era la TEC-C/M se asociaba también a farmacoterapia57,58 .
indicado con mayor frecuencia en pacientes con edad supe- La eficacia de la TEC-C/M como tratamiento de manteni-
rior a 60 años, con depresión psicótica y/o pseudodemencia miento a largo plazo se reflejaba también en estos estudios
depresiva y en aquellos con una historia de respuesta pobre en forma de reducción del número de episodios57,59 , del
o falta de tolerancia a fármacos. Schwarz et al.29 objetiva- número de ingresos57,58 , de los días de hospitalización tras
ron que la TEC-C/M era indicada en pacientes clínicamente la instauración de la TEC-C/M57,59 y en la mejora del funcio-
más severos, en los cuales había fallado la farmacoterapia. namiento global de los pacientes56 . Vanelle et al.59 , señaló
Por otra parte, algunos autores evaluaron la eficacia de la superioridad de la TEC-C/M combinada con psicofármacos
la TEC-C/M en subpoblaciones específicas. Petrides et al.9 para reducir el número de episodios y el tiempo de ingreso
reportaron una tasa de recidivas en pacientes con depresión por año. Swoboda et al.58 apuntaron la superioridad del
psicótica inferior (42%) a las obtenidas con farmacoterapia TEC-C/M combinada sobre los psicofármacos (respecto a un
de continuación en este subtipo de depresión (50-95%)8,11,53 , mayor tiempo hasta la recidiva) y Martínez-Amorós et al.57
sugiriendo que la TEC-C/M podría ser una buena estrate- concluyeron que tanto los psicofármacos como la TEC-
gia en este subgrupo de pacientes especialmente graves. C/M combinada con psicofármacos podrían ser 2 estrategias
Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva 249

útiles en el tratamiento a largo plazo de los pacientes que En uno de los estudios naturalísticos se analizó el perfil
precisaron TEC en el episodio agudo. de pacientes a los se indicaba la TEC-C/M. Estos pacientes
Cinco de los 12 estudios prospectivos eran eran aquellos con mayor tasa de recurrencias, menor edad
aleatorizados61---65 e incluían un grupo de pacientes de inicio del trastorno, mayor resistencia al tratamiento
tratados con psicofármacos, a excepción del estudio de farmacológico, mayor número de sesiones de TEC agudo,
Barton et al.61 . Cabe destacar que los datos aportados y también resultó más prescrita en pacientes varones57 .
por Serra et al.65 son los datos preliminares de un estudio Respecto a algunas subpoblaciones específicas, los resul-
posterior64 . Únicamente en 2 de estos estudios la TEC-C/M tados aportados en la revisión de estudios prospectivos son
se combinó con tratamiento farmacológico64,65 . congruentes a los observados en los estudios retrospecti-
Barton et al.61 no encontraron diferencias significati- vos: además de ser favorables a la TEC-C/M en pacientes
vas en el número de recaídas, tras 12 semanas, entre la ancianos64,65 , también muestran eficacia en depresión
TEC-C/M en monoterapia y la ausencia de tratamiento. No psicótica55,59,64,65 , así como en cicladores rápidos59 . Por su
obstante, es importante reseñar que la TEC-C/M consistía, parte Swoboda et al.58 analizaron por separado distintos gru-
únicamente, en 2 sesiones extras tras la recuperación del pos diagnósticos, que comprendían TDM, trastorno bipolar y
episodio índice. Gangadhar et al.62 tampoco encontraron trastorno esquizoafectivo, encontrando mejores resultados
diferencias entre la TEC-C/M y el tratamiento con imipra- en el grupo de TDM. Finalmente, la eficacia de la TEC-C/M,
mina en 6 meses de seguimiento. parecería inferior en pacientes resistentes60 .
El grupo CORE63 realizó un estudio multicéntrico y En relación a los posibles factores predictores de recidiva
randomizado sobre 531 pacientes con depresión unipolar tras un curso agudo de TEC, en un único estudio identifi-
(episodio único o trastorno recurrente). Los pacientes caron como factores de riesgo para presentar una recidiva
habían recibido un curso de TEC, durante los años 1997- del TDM tras un curso agudo de TEC una mayor duración
2004, como tratamiento del episodio índice. Después de del episodio índice y un mayor número de episodios en los
realizar una semana de lavado, sin ningún tratamiento, los 2 años previos57 . Sin embargo, Clarke et al.55 no encontraron
pacientes que continuaban cumpliendo criterios de remi- ninguno entre las variables, sociodemográficas y de curso,
sión (escala de Hamilton de depresión (HDRS) de 24 ítems analizadas. El haber completado el curso de TEC-C/M fue,
(HDRS24 ) ≤ 10; n = 184) eran asignados aleatoriamente a una nuevamente, el único factor protector55 .
pauta fija de TEC-C/M durante 5 meses (total de 10 sesio- Algunos de estos estudios prospectivos reportaron datos
nes) o a una pauta de psicofármacos (litio y nortriptilina referentes a la seguridad de la técnica y concluyeron que
a dosis determinadas en función de niveles plasmáticos). la TEC-C/M sería una estrategia segura y bien tolerada, al
En los pacientes que finalizaron el estudio (n = 184), los no reportar efectos secundarios graves relacionados con su
autores encontraron unas tasas de recaídas del 37,1% en el utilización56---58,62,64,65 .
grupo de TEC y del 31,6% en el grupo de psicofármacos, sin
encontrar diferencias significativas entre ambos grupos de
tratamiento. Los autores concluían que ambas estrategias Patrón de uso de la terapia electroconvulsiva
de tratamiento a largo plazo eran, aparentemente, com- de continuación/mantenimiento
parables en la prevención de recaídas en pacientes severos
con elevada tendencia a la recurrencia y superiores a pla- La TEC-C/M se aplica de forma heterogénea y con gran
cebo, al comparar los resultados con las tasas de recaídas variabilidad15 . Algunos de los centros en los que se realiza
obtenidas en un estudio previo del grupo de Sackeim14 . En la TEC como tratamiento agudo no disponen de progra-
este estudio realizado en pacientes que recibieron placebo, mas de TEC-C/M. Además, la proporción de pacientes a
nortriptilina, o litio más nortriptilina, tras un curso agudo los que se les indica la TEC-C/M y la frecuencia con la
de TEC, se detectaron tasas de recaídas a los 6 meses del que se realizan las sesiones varía según los países y los
84% en el grupo placebo, del 60% en el grupo de nortriptilina centros15 .
y del 39%, en los pacientes con litio y nortriptilina14 . Entre Los datos publicados sugieren una frecuencia de uso infe-
las limitaciones del estudio del grupo CORE se encuentran: rior a la utilización de TEC aguda, con tasas de utilización
la pérdida de pacientes durante el período de lavado, la que oscilan entre 14 y el 25,5%66---68 . En un estudio reali-
falta de un grupo de tratamiento con TEC-C/M asociada a zado en un grupo de 86 psiquiatras estadounidenses con
psicofármacos y el uso de una pauta fija de TEC-C/M63 . experiencia en la utilización de TEC, únicamente un 60% de
Serra y Gastó65 compararon la eficacia de la TEC- ellos indicaba la TEC-C/M69 . En los 59 centros de Nueva York
C/M asociada a nortriptilina respecto a un grupo que donde se realizaba TEC en 2001, el 15,9% de los pacientes
recibía únicamente fármaco. Aportaron los datos inicia- recibían TEC-C/M67 . En otro estudio realizado en un centro
les sobre 23 pacientes ancianos con depresión psicótica de Nueva York, la TEC-C/M se indicó, durante un período
unipolar, y Navarro et al.64 ampliaron la muestra eva- de 6 años, en solo el 19% de los pacientes que recibían
luada a 33 pacientes. Los autores concluían que la tasa TEC como tratamiento agudo9 . En Noruega, la TEC-C/M se
de recaídas/recurrencias, tras 2 años de seguimiento, era aplicaba en el 88% de las unidades que respondieron a una
significativamente mayor en el grupo que recibía única- encuesta sobre el patrón de uso de la TEC y se indicó en
mente nortriptilina, mientras que la tolerabilidad era similar el 14% de los casos, 60 pacientes de un total de 42068 . En
en ambos grupos de tratamiento. Aunque el tamaño de España, los resultados obtenidos en 2006 señalaron que la
la muestra era relativamente pequeño, su homogeneidad TEC-C/M fue indicada en el 16% de los pacientes que fueron
proporcionaba una alta validez interna a los resultados, sugi- tratados con TEC aguda70 . Asimismo, los autores reporta-
riendo que la TEC-C/M podría ser una alternativa eficaz y ron que en 26 unidades de psiquiatría, donde se aplicaba la
segura en este subgrupo de pacientes de edad avanzada. TEC como tratamiento agudo, la TEC-C/M no fue indicada a
250 E. Martínez-Amorós et al

Tabla 4 Algoritmo STABLE


Semanas 1-4 (pauta fija) Semana 1 2 sesiones/semana
Semana 2 1 sesión/semana
Semana 3-4 1 sesión en 10 días
Semanas 5-24 (pauta flexible) HDRS ≤ 6 o incremento post-TEC agudo < 3 0 sesiones adicionales
HDRS ↑ pos-TEC agudo ≥ 3 y < 8 1 sesión adicional
HDRS ↑ pos-TEC agudo ≥ 8 o HDRS ≥ 16 2 sesiones adicionalesa
a HDRS: Hamilton Depression Rating Scale. Máximo 2 sesiones/semana durante 3 semanas, luego un máximo de una sesión/semana. La

sesión será pospuesta 2 días si el MMSE es < 21.

ningún paciente en 12 meses70 . En un estudio anterior, rea- titulación de síntomas depresivos medidos a través de la
lizado en Barcelona, el 60% de los hospitales que realizaban HDRS24 y la aparición de efectos cognitivos a través del
TEC agudo (8/12) disponían de un programa de TEC-C/M71 . MMSE. El objetivo de este algoritmo es conseguir la reduc-
Por otra parte, en la India, únicamente el 25,5% de los psi- ción del riesgo de recaída en el crítico primer mes tras la TEC
quiatras que respondieron a una encuesta, realizada por la aguda y evitar el sobre-tratamiento y la aparición de posibles
Indian Psychiatric Society, indicaban TEC-C/M66 . efectos adversos. Durante la primera semana los pacientes
La frecuencia con la que han de realizarse las sesio- recibirían 2 sesiones, una sesión en la segunda semana y una
nes durante la TEC-C/M y la duración de la TEC-C/M no sesión tras 10 días (4 sesiones en 24 días). La frecuencia de
está todavía bien establecida28,51,72 . En general, el inter- sesiones en las siguientes semanas (de la 5 a la 24) sería
valo temporal entre sesiones se incrementa tras finalizarse flexible (aplicación del algoritmo): en función de las pun-
la TEC aguda, siguiendo una pauta fija o una pauta flexible. tuaciones semanales obtenidas en la HDRS24 y el MMSE, los
En la pauta flexible, el intervalo temporal entre sesiones pacientes podían recibir 0-2 sesiones de TEC en esa semana
se modifica en función de los síntomas y de la tolerancia (tabla 4). El algoritmo está diseñado para ser implemen-
que presenta el paciente al tratamiento con TEC-C/M. En tado a través de la gestión de casos y con un seguimiento
la pauta fija, al preestablecerse la cadencia de sesiones, intensivo, que incluye visitas cada semana con la finalidad
resulta más difícil la detección de los signos tempranos de de detectar los primeros síntomas de recaída y los posibles
recidiva y los pacientes pueden recibir más sesiones de las efectos adversos, a nivel cognitivo, que podrían conducir
necesarias, hecho que puede favorecer la aparición de efec- al abandono del tratamiento. Los datos derivados de este
tos indeseables72 . estudio retrospectivo sugieren que este algoritmo podría ser
Fink73 propone, como una posible aproximación a una útil72 , no obstante, se trata de un algoritmo de aplicación
pauta de tratamiento estándar, una sesión a la semana compleja en la práctica clínica habitual al implicar un ele-
durante 3-4 semanas, una sesión cada 15 días durante vado número de visitas y su utilidad debería confirmarse en
4 semanas y proseguir mensualmente durante 4-6 meses. estudios controlados aleatorizados.
Asimismo, sería recomendable que el paciente se encon-
trara enteramente libre de síntomas durante 16-26 semanas
antes de dar por finalizado el tratamiento74,75 . En la misma Discusión
línea, en España la pauta de tratamiento más recomen-
dada consiste en realizar sesiones semanales el primer mes, El tratamiento a largo plazo de los pacientes depresivos
quincenales durante el segundo y tercer mes y finalmente que han remitido tras un tratamiento con TEC agudo sigue
mensuales5 . siendo, hoy en día, objeto de controversia. La evidencia
Para muchos autores, sería preferible utilizar una pauta actual sobre la eficacia de la TEC-C/M se basa en publica-
flexible e individualizada, con los intervalos recomendados ciones que incluyen casos clínicos y series de casos, estudios
(semanal-quincenal-mensual), en función de la evolución retrospectivos y estudios prospectivos, de los cuales 5 son
clínica y los efectos secundarios observados en cada aleatorizados, circunstancia que implicaría un nivel de evi-
paciente, administrando el mínimo número de tratamientos dencia I77 . No se puede obviar, por tanto, que existen varios
necesarios para conseguir la remisión sostenida2,5,27,39,63,76 . factores que limitan la interpretación global de los resulta-
En la TEC-C/M, se deberá evaluar al paciente antes del inicio dos. En primer lugar, las características metodológicas de la
(estado basal) y posteriormente antes de cada tratamiento2 , mayoría de estos estudios, que incluyen muestras pequeñas
con la finalidad de valorar tanto la el estado clínico, como y uso de datos administrativos o recogidos en la historia
la aparición de posibles efectos adversos. Es importante clínica, en vez de datos recogidos de forma prospectiva.
reseñar que no existe un número máximo de tratamien- Además, estos estudios son difícilmente comparables por
tos en la TEC-C/M2 . Sin embargo, se considera que debería diversos motivos: 1) la heterogeneidad de las muestras,
revisarse la indicación de la TEC-C/M cada 6 meses2,5 . que incluyen pacientes con TDM, trastorno bipolar y tras-
Algunos autores, sugieren el uso de escalas psicométri- torno esquizoafectivo; 2) las diferentes características de
cas, especialmente la HDRS y el mini-examen del estado aplicación de la técnica (en cuanto al tipo de onda y a la
mental (MMSE) como herramientas de evaluación estan- colocación de los electrodos); además, en la mayoría de
darizada en estos pacientes56 . En este sentido, el grupo los estudios no se recogen otros factores técnicos que pue-
de Lisanby72 ha diseñado un algoritmo (STABLE, symptom- den condicionar la efectividad de la terapia, como la carga
titrated algorithm-based longitudinal ECT) basado en la aplicada o la amplitud del pulso; 3) un número significativo
Eficacia y patrón de uso de la terapia electroconvulsiva 251

de estudios no dispone de grupo control; 4) la TEC-C/M se psicóticos10,83,84 , facilitarían la aparición de recidivas. Sin
aplica en monoterapia o asociada a distintos psicofárma- embargo, en pocos de los estudios incluidos en nuestra
cos; el uso concomitante de fármacos, a pesar de tratarse revisión se han evaluado los posibles factores de riesgo
de la práctica clínica habitual78 , podría constituir un factor para la recidiva tras un curso de TEC. La duración del
de confusión50 ; 5) los estudios comparativos incluyen distin- episodio depresivo y un mayor número de episodios en los
tos tipos de estrategias (ausencia de tratamiento, fármacos 2 años previos al episodio índice podrían constituir factores
diversos, en monoterapia o en combinación u otras estrate- de riesgo57 . Sin embargo, la resistencia a fármacos o la
gias). Así mismo, la introducción o modificación de la pauta presencia de clínica psicótica no contribuían a la aparición
farmacológica durante el estudio constituirían factores que de una nueva recidiva. Las diferencias metodológicas entre
dificultarían la evaluación de la contribución específica de los estudios dificultan la interpretación de resultados y
la TEC-C/M39 ; 6) el período de seguimiento y aplicación de explicarían la escasa réplica en el hallazgo de estos factores
TEC-C/M es muy variable; y, por último, 7) algunos estudios de riesgo o la ausencia de factores de riesgo para las
retrospectivos, incluían únicamente aquellos pacientes que recidivas tras la TEC aguda en muchos otros estudios46,55,58 .
habían recibido TEC-C/M durante un determinado período Finalmente, a pesar de la ausencia de estudios que
de tiempo (por ejemplo 4 o 12 meses) y excluían a los que comparen pautas de sesiones fija o flexible en el uso
no, hecho que podría suponer un sesgo a favor de los res- de la TEC-C/M, determinados factores clínicos, como el
pondedores a la TEC-C/M39,49 . riesgo de realizar tratamientos subóptimos o innecesarios,
A pesar de todas las limitaciones analizadas, los datos el patrón individual de recidivas y la existencia de sínto-
derivados de la revisión sugieren que la TEC-C/M podría mas residuales, entre otros, nos orientan a recomendar la
constituir una estrategia terapéutica eficaz en la preven- individualización en la pauta inicial de sesiones de TEC-C/M
ción de recidivas depresivas después de un curso agudo de para cada paciente (pauta flexible). Esta pauta permite rea-
TEC, con un grado de recomendación B (tratamiento reco- lizar modificaciones en función de la evolución clínica y de
mendable: al menos moderada evidencia de que la medida la tolerancia al tratamiento, con el objetivo de abordar pre-
es eficaz y los beneficios superan a los perjuicios)77 . Factores cozmente los signos tempranos de recidiva, los síntomas
como la reducción de tasas de recidiva, del número de epi- residuales específicos y reducir el riesgo de aparición de
sodios u hospitalizaciones o la mejoría en el funcionamiento posibles efectos adversos2,5 .
global del paciente son medidas que reflejan la potencial
eficacia del tratamiento con TEC-C/M. Conclusión
La información sobre la eficacia de la TEC-C/M compa-
rada con otras estrategias farmacológicas es muy escasa.
Los datos derivados de la presente revisión permiten con-
Los pocos trabajos que realizan algún tipo de análisis
cluir que la TEC-C/M podría considerarse una estrategia de
comparativo obtienen resultados poco uniformes; mien-
tratamiento recomendable a largo plazo en pacientes depre-
tras que unos sugieren una mayor eficacia de la TEC-C/M
sivos que han precisado de TEC en la fase aguda. La utilidad
respecto a los psicofármacos46,58,64,65 , otros no detectan
de la técnica radica en datos de eficacia, en el impacto
diferencias57,61---63 y otros indican una mayor eficacia de los
favorable en el curso de la enfermedad depresiva y en su
psicofármacos8,29 . Del mismo modo, llama la atención que
buen perfil de tolerabilidad. Aún así, dicha utilidad debería
en aproximadamente la mitad de los estudios, incluido el
ser refrendada con estudios prospectivos aleatorizados que
estudio multicéntrico del grupo CORE63 , no se utilice la TEC-
superen las limitaciones de los estudios publicados hasta la
C/M combinada con psicofármacos, a pesar de tratarse de
fecha y que permitan una evaluación fidedigna de la TEC-
una estrategia muy habitual en la práctica clínica y con un
C/M.
perfil de tolerancia y seguridad bien establecido78 .
De forma global, se ha sugerido que la TEC-C/M
debería ser considerada en aquellos pacientes depresivos Conflicto de intereses
que han respondido a la TEC aguda y donde la far-
macoterapia no puede ser indicada o ha mostrado su Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
ineficacia9,29,39,45,46,48---50,52,59 , en aquellos con una historia de
enfermedad recurrente que curse con frecuentes hospitali- Bibliografía
zaciones, especialmente si existen síntomas psicóticos9,50 ,
y en pacientes de edad avanzada47,48,64,65 . Más allá de la 1. American Psychiatric Association. Practice guideline for
eficacia, en todos los estudios revisados no se informó de the Treatment of Patients with Major Depressive Disor-
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252 E. Martínez-Amorós et al

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CARTA CIENTÍFICA

Hipernatremia grave en relación con un sido estudiado. La litemia fue de 0,73 mmol/L y los nive-
les plasmáticos de ADH de 2 pg/ml (ambos valores dentro
tratamiento con litio del rango de normalidad). Sospechando una DI, se realizó
Severe hypernatraemia associated la prueba de la desmopresina (DDAVP). Tras esta, la Osmp
se incrementó menos de un 10%, estableciéndose el diag-
with lithium treatment
nóstico de DIN 2.a a tratamiento crónico con litio. Este
Sr. Editor: fue suspendido y se instauró tratamiento con hidroclortia-
zida (50 mg/día) y ketorolaco (50 mg/8 h). Las alteraciones
La diabetes insípida nefrogénica (DIN) se caracteriza por hidroelectrolíticas y el síndrome confusional se resolvieron
una incapacidad para concentrar la orina a pesar de nive- 48 horas después. Los pacientes con patología psiquiá-
les de hormona antidiurética (ADH) normales o elevados1 . trica (principalmente esquizofrenia), a menudo presentan
Puede ser genética o adquirida. Las principales causas de alteraciones del balance hídrico4 . La más frecuente es la
DIN adquirida son: alteraciones electrolíticas, insuficiencia polidipsia primaria5,6 , en la que existe una disrregulación
renal crónica y diversos fármacos2 , el más frecuente el litio en el mecanismo de estimulación de la sed, frecuente-
donde la DIN aparece en el 10-40%3 de los tratados. Por su mente intensificado por diversos fármacos antipsicóticos.
sintomatología banal (polidipsia y poliuria) frecuentemente Suele cursar con hiponatremia, cifras bajas de ADH y en ella
pasa desapercibida hasta que existe restricción hídrica. En la poliuria habitualmente respeta el sueño. Sin embargo,
este caso, la hipernatremia resultante puede producir un hay que recordar que la toxicidad renal por litio es común3,7
síndrome confusional potencialmente letal. Presentamos el y la DIN es su complicación más frecuente, por lo que la
caso de un hombre de 69 años con trastorno bipolar tra- poliuria puede también deberse a una DIN 2.a a tratamiento
tado con litio (actualmente 1.200 mg/día) desde hacía 14 con litio. Esta se relaciona con la duración y dosificación del
años, remitido a Urgencias por una infección respiratoria tratamiento3 . Además, aunque se considera al litio como
y oscilaciones en el nivel de conciencia. Entre sus ante- una causa de DIN normalmente reversible, pueden apare-
cedentes personales destacaba la existencia de artrosis y cer cuadros persistentes, hasta 10 años tras su retirada8 .
síndrome metabólico con hipertensión arterial, obesidad y Debido a la estimulación de la sed por la hiperosmolari-
dislipemia mixta en tratamiento con enalapril 20 mg/día, dad, la existencia de una hipernatremia grave es rara, pero
atorvastatina 40 mg/día, ácido acetilsalicílico 100 mg/día, puede aparecer ante disminuciones del nivel de conciencia
alprazolam 4 mg/día y antiinflamatorios no esteroideos a en las que al no poder reclamar agua, el paciente se des-
demanda. Además, tras sufrir un ictus isquémico hacía 2 hidrate, como en nuestro caso. El mecanismo por el que el
años el paciente presentaba una hemiparesia derecha y fre- litio induce la aparición de una DIN ha sido ampliamente
cuentes neumonías broncoaspirativas. Desde el punto de discutido existiendo varias propuestas3 fisiopatológicas: 1)
vista psiquiátrico, destacaba un intento autolítico a los 58 el litio provoca una regulación negativa (de hasta el 95%)
años. En el último año, la dosis del carbonato de litio se de la acuaporina 2 e incluso el 5% restante no es trans-
había mantenido estable. La familia aseguraba una buena portada adecuadamente a la membrana de ducto colector;
adherencia al tratamiento, puesto que era administrado como consecuencia, disminuye la respuesta a la ADH y se
por ellos. La bioquímica realizada en urgencias mostró una produce una intensa pérdida de agua, 2) disminución de la
hipernatremia grave (sodio [Na]: 161 mmol/l), con aumento densidad de receptores de ADH, y 3) disminución de la acti-
de la osmolalidad plasmática (Osmp ) (313 mOsm/kg), des- vidad de la adenilato ciclasa. El tratamiento radica en el
censo de la osmolalidad urinaria (Osmou ) (300 mOsm/kg) mantenimiento de una ingesta hídrica adecuada, con correc-
e hiponatriuria (49 mmol/L). A pesar de la fluidoterapia, las ción gradual de la hipernatremia y una dieta hiposódica.
alteraciones analíticas y el deterioro cognitivo se intensifica- Si es posible, el tratamiento con litio debería suspenderse.
ron. El balance hídrico mostró una poliuria de 4,5 litros/día Las tiazidas (50-100 mg/día) presentan un efecto antidiuré-
que la familia refirió como habitual desde hacía años y que tico paradójico beneficioso9 , aunque incrementan la litemia
consideraban normal dado que el paciente ingería más de un 25-40%. La amilorida10 (5-20 mg/día) es el fármaco de
4 litros de líquido diarios. Siempre habían atribuido este elección, principalmente cuando sea preciso continuar el
comportamiento a su patología de base, por lo que no había tratamiento con litio (pues disminuye su entrada en el

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http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.03.005
CARTA CIENTÍFICA 255

interior de las células del túbulo distal) o para contrarrestar 5. De Leon J, Dadvand M, Canuso C, Odom-White A, Stanilla J,
la hipopotasemia inducida por tiazidas. En casos persisten- Simpson GM. Polydipsia and water intoxication in a
tes, la adición de AINES11 , especialmente 100-150 mg/día long-term psychiatric hospital. Biol Psychiatry. 1996;40:
de indometacina, también es útil. En conclusión, las alte- 28---34.
6. Goldman MB, Luchins DJ, Robertson GL. Mechanisms of alte-
raciones del balance hídrico son frecuentes en pacientes
red ater metabolism in psychotic patients with polydispsia and
psiquiátricos y atribuibles a muy diversas causas, por lo que
hyponatremia. N Engl J Med. 1988;318:397---403.
precisan de una adecuada evaluación. En pacientes sin alte- 7. McKnight RF, Adida M, Budge K, Stockton S, Goodwin G,
raciones en el mecanismo de la sed, la DIN 2.a a tratamiento Geddes J. Lithium toxicity profile: a systematic review and
con litio pasa habitualmente desapercibida y permanece meta-analysis. Lancet. 2012;379:721---8.
infradiagnosticada. Sin embargo, dado que es una compli- 8. Thompson CJ, France AJ, Baylis PH. Persistent nephrogenic
cación frecuente, siempre debería considerarse la posible diabetes insipidus following lithium therapy. Scott Med J.
existencia de una DIN en pacientes que hayan estado o estén 1997;42:16---7.
en tratamiento con litio (aún con litemias normales), siendo 9. Loffing J. Paradoxical antidiuretic effect of thiazides in diabe-
necesario vigilar e informar de la aparición de síntomas tes insipidus: another piece in the puzzle. J Am Soc Nephrol.
2004;15:2948---50.
(poliuria, polidipsia) y mantener una hidratación adecuada
10. Kortenoeven ML, Li Y, Shaw S, Gaeggeler HP, Rossier BC,
para evitar hipernatremias graves potencialmente mortales.
Wetzels JF, et al. Amiloride blocks lithium entry through the
sodium channel therapy thereby attenuating the resultant
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Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.). 2012;5(4):256

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FE DE ERRORES

Fe de errores de «Relación entre insight, violencia y diagnóstico


en pacientes con psicosis»
Erratum to ‘‘Relationship between insight, violence and diagnoses
in psychotic patients’’

Guillem Lera Calatayud a,∗ , Neus Herrero Sebastián b ,


Eduardo Aguilar García-Iturrospe c , José Carlos González Piqueras d ,
Julio Sanjuán Arias b y Carmen Leal Cercós b

a
Departamento de Psiquiatría, Hospital de la Ribera, Alzira, València, España
b
Facultat de Medicina de València, Universitat de València, València, España
c
Departamento de Psiquiatría, Hospital de Sagunt, València, España
d
Departamento de Psiquiatría, Hospital Clínic de València, València, España

En el artículo «Relación entre insight, violencia y diagnóstico en pacientes con psicosis» (Rev Psiquiatr Salud Ment [Barc.].
2012;5:43-47) se ha detectado que por error no se publicaron las 2 figuras que se mencionan en el texto y que publicamos a
continuación:

4,5 3,5
4 3
3,5
2,5
3
Medias

2
Medias

2,5
2 1,5
1,5
1
1
0,5
0,5
0 0
Ausencia de insight Hostilidad
Esquizofrenia Trastorno biopolar Esquizofrenia Trastorno bipolar

Figura 1 Figura 2

Véase contenido relacionado en DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2011.10.003


∗ Autor para correspondencia.
Correo electrónico: guillemlera@comv.es (G. Lera Calatayud).

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http://dx.doi.org/10.1016/j.rpsm.2012.05.001
Rev Psiquiatr Salud Ment (Barc.) 2012;5(4 ):257

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AGENDA 2012

25º ECNP Congress 12th International Forum on Mood and Anxiety Disorders
Vienna (Austria), 13-17 de octubre
(IFMAD)
Organising Secretariat: Barcelona, 7-9 de noviembre
25th ECNP Congress Colloquium Group Secretaría Técnica:
6, Avenue E. Van Nieuwenhuyse Publicreations
1160 Brussels, Belgium 74 Bd d’Italie
T. +32 2 777 0188 MC98000 Montecarlo, Monaco
F. +32 2 779 5960 T. +377 9797 3555
Correo electrónico: organisingsecretariat@ecnp-congress.eu F. +377 9797 3550
www.ecnp-congress.eu Correo electrónico: ifmad@publicreations.com
http://www.ifmad.org/2012/
XIX Reunión Anual de la Sociedad Española de XVIII Congreso Astur-Galaico de Psiquiatría
Psicogeriatría (SEPG) y XII Reunión del International
College of Geriatric Psychopharmacology (ICGP) Oviedo, 9-10 de noviembre
Secretaría Técnica:
Sevilla, 24-27 de octubre Colegio Oficial de Médicos de Oviedo
Secretaría Técnica: Plaza de América 10, 33005 Oviedo
GRUPO PACÍFICO T. 985 23 09 00
Paseo del General Martínez Campos, 44 – 1º F. 985 23 15 48
28010 Madrid Correo electrónico: secretaria@comast.es
T. 913 836 000 www.psiquiatriaasturiana.org
F. 91.302.39.26
Correo electrónico: icgp-sepg2012@pacifico-meetings.com XXVII Congreso APAL (Asociación Psiquiátrica América
www.icgp-sepg-sevilla2012-meetings.org Latina)
Buenos Aires (Argentina), 16-19 de noviembre
XIV Jornadas Nacionales de Patología Dual Secretaría del congreso:
T. +54 11 4952-1249
Madrid, 25-27 de octubre F. +54 11 4951-9434
Secretaría Técnica: Correo electrónico: secretaria@apalcongreso2012.org
Tilesa Kenes Spain http://apalcongreso2012.org/
Londres, 17
28028 Madrid VIII Congreso de la Sociedade Portuguesa de Psiquiatria
T. 913 612 600 e Saúde Mental
F. 91 355 9208
Correo electrónico: jornadas@patologiadual.es Oporto (Portugal), 29-30 de noviembre y 1 de diciembre
www.patologiadual.es/jornadas2012/ www.sppsm.org

doi:10.1016/j.rpsm.2012.01.006

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