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Y SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA
DE DESARROLLO DE LOS PUEBLOS
ORIGINARIOS DE ECUADOR
Proyecto: “Fortalecida la gestión comunitaria que garantiza el acceso al agua de familias campesinas
de las comunidades de los cantones Cayambe y Colta (Ecuador) ”
1
Departamento de Cooperación al Desarrollo. IEPALA
Coordinación Publicación:
Cristina Fuertes López
Diseño e idea gráfca:
Ileana Angulo Ascanio.
Fotografías:
Beatriz Gil Sánchez.
IEPALA 2012
C/ Hermanos García Noblejas, 41-8º; 28037-MADRID. Teléfono: 34 91 4084212
2
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
3
1.1. La participación política de las mujeres en Ecuador: mejoras y asignaturas
pendientes
1.2. La situación de las mujeres en el ámbito educativo
1.3. Las violencias estructurales que afectan a las mujeres
2. EN TORNO A LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES RURALES EN ECUADOR
2.1. Las mujeres rurales y la sostenibilidad de la vida y el medio ambiente
2.2. Las mujeres rurales y la cadena global de cuidados
2.3 La agenda política y social de las organizaciones de mujeres rurales diversas
CAPÍTULO 3
LOS AVANCES POLÍTICO – NORMATIVOS DE ECUADOR: DERECHOS HUMANOS, EQUIDAD
DE GÉNERO Y GESTIÓN COMUNITARIA DEL AGUA
CAPÍTULO 4
LA PROMOCIÓN DE LA IGUALDAD DE GÉNERO Y LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS
MUJERES Y NIÑAS EN LOS PROCESOS DE DESARROLLO DE ÁMBITO RURAL: DEFENSA Y
PROTECCIÓN DE LOS DDHH, ESPACIOS TERRITORIOS ANCESTRALES Y LA LIBRE
DETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS.
1. LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LOS PROCESOS DE COOPERACIÓN AL
DESARROLLO
1.1. Desarrollo, DDHH e Igualdad entre hombres y mujeres.
1.2. El enfoque de género en proyectos de agua y saneamiento.
2. IDEAS, REFLEXIONES Y PROPUESTAS EN RELACIÓN A LAS SUPUESTAS
CONTRADICCIONES Y DICOTOMIA DE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO Y LA AGENDA DE
4
DESARROLLO DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
2.1. Discursos y planteamientos de los actores, organizaciones y redes sociales y
gubernamentales entrevistado.
2.2.- La igualdad entre hombres y mujeres en todos los ámbitos en el marco de los
Pueblos originarios, como una imposición occidental.
2.3. Algunos aportes del feminismo comunitario o feminismo diverso.
2.4. Algunas consideraciones metodológicas para analizar las relaciones de género
en los pueblos originarios.
3. FRENTE A LAS RESISTENCIAS COMO PROMOVEMOS EL EMPODERAMIENTO
POLÍTICO, ECONÓMICO Y PERSONAL DE LAS MUJERES RURALES DIVERSAS.
4. CONCLUSIONES, VOCES, DEMANDAS Y APORTES DE LAS MUJERES RURALES
DIVERSAS DE CAYAMBE Y AMBATO EN TORNO A LA IGUALDAD, LA DIVERSIDAD Y EL
DESARROLLO
4.1 Algunas primeras conclusiones
Anexo 2
Declaración del IV Encuentro Continental de mujeres indígenas de las Américas
Anexo 3
Declaración de las mujeres Afrodescendientes ante el Foro de las Américas por la Diversidad
y la Pluralidad
Anexo 4
XI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe
5
6
INTRODUCCIÓN
IEPALA desde sus inicios se plantea impulsar procesos que nazcan y se produzcan desde
abajo y desde dentro de los pueblos, garantizando así el ejercicio político de mujeres y
hombres a participar y decidir en el Desarrollo de su comunidad y, de esta forma, en el
destino de sus vidas. Por tanto el análisis, la crítica y la de-construcción continúa del
pensamiento es parte esencial del trabajo desarrollado en la organización, guiados por un
interés común de romper con la homogeneidad del pensamiento único, el
monoculturalismo, la colonialidad del pensamiento, el patriarcado y todo discurso o
práctica donde se solape la injusticia, la desigualdad, la discriminación y la exclusión social.
1 REBOLLO, Mª Ángeles. “Perspectiva de Genero e Interculturalidad en la Educación para el Desarrollo” En: Abriendo
la Mirada a la Interculturalidad, Pueblos Indígenas, Soberanía alimentaria y Educación para el Desarrollo. Madrid,
2010, 11. pág.21.
2 REBOLLO, Mª Ángeles. Op. Cit., p.21.
7
Ahora bien, el presente estudio forma parte de las acciones convergentes impulsadas por
lEPALA en cumplimiento y realización de su compromiso político por la transversalización
de la perspectiva de género en sus procesos, en sus proyectos de cooperación y educación
para el desarrollo, así como en los de incidencia social y política desde las dimensiones de
lo global-local y las relaciones Sur-Norte3.
Nos interesa conocer las dimensiones y categorías que confguran la realidad de las
mujeres rurales participantes en el proyecto desde el análisis de las relaciones de género en
el marco del desarrollo sostenible de sus comunidades y, de manera específca, en relación
al acceso y gestión comunitaria del agua. Perseguimos que el estudio realizado en el
marco del proyecto, sirva -si es posible- para diseñar futuros procesos educativos y de
desarrollo que tomen en cuenta las prioridades y conocimientos de las mujeres rurales de
Ecuador, así como sus demandas en torno a la gestión comunitaria del agua,
promoviendo la refexión de la comunidad y de las organizaciones locales sobre la
igualdad de género como elemento clave del desarrollo.
3 IEPALA asume el compromiso de institucionalizar la perspectiva de Género en sus políticas internas y sus
programas de desarrollo, y de manera específica de garantizar la inclusión de estos principios básicos en los
programas y proyectos de cooperación para el desarrollo, contribuyendo a que las “comunidades y los pueblos
conquisten el derecho a su propio desarrollo integral humano, sostenible y con Enfoque de Género”. (Estrategia
IEPALA 2006-2015).
4 Ver “Breve reseña en torno al proyecto y el proceso de estudio".
8
Mujeres benefciarias del proyecto en Cayambe y Colta
9
Dicho proceso de educación e investigación ha integrado elementos conceptuales y
metodológicos, materializados en:
En este contexto, los esfuerzos y avances de los movimientos indígenas de la región por
visibilizar y reivindicar sus derechos y autonomía político económica ha estado siempre
acompañado por el esfuerzo de las propias mujeres indígenas y sus movimientos sociales
por evidenciar sus experiencias y demandas específcas en la agenda política del
desarrollo. Ellas exigen sus derechos como parte de los pueblos originarios (territorio,
tierra, agua, semillas, agrobiodiversidad, etc.) y como mujeres rurales diversas 6 desde la
lucha feminista, la perspectiva de género y la interculturalidad.
Asimismo, se evidencia una muy tímida inclusión de la variable étnica y de género en las
políticas públicas nacionales de Ecuador y en los estados de la región de América Latina.
5 Talleres de Género llevados a cabo los días 27, 28 y 29 de septiembre y 01 de octubre de 2011 en Ambato y Colta
(Ecuador).
6 A pesar que podremos analizar en mayor profundidad las demandas y propuestas por las mujeres rurales en los
últimos años y su reconocimiento como Mujeres Rurales Diversas a lo largo del documento, nos parece pertinente
señalar que este reconocimiento apela por diversidad y pluralidad de las mujeres, así como por su inclusión en
espacios y movimientos sociales. De acuerdo a lo expresado por ellas: “somos todas las que, cualquiera que sea
nuestra cultura, etnia, color de piel, lengua u otra condición, vivimos y desarrollamos actividades productivas en
espacios rurales, sean éstas remuneradas o no remuneradas, (...). Nuestra diversidad como mujeres indígenas,
afrodescendientes, montubias, mestizas y campesinas se refleja la realidad de un Ecuador plural y asumimos la
responsabilidad de ejercer nuestra ciudadanía...”. Encuentro Político de las Mujeres Rurales, Diversas por el Buen
Vivir y la Soberanía Alimentaría. Propuesta de las mujeres rurales para la formulación de leyes y políticas, Ecuador,
agosto 2011, p. 2 y 3.
10
Aunque de manera aún incipiente, las propuestas y demandas de las mujeres rurales se
empiezan a incorporar y visibilizar en las políticas públicas y las legislaciones nacionales,
especialmente en torno al desarrollo rural. También se están incluyendo las variables de
etnia y género en el trabajo político-técnico de las organizaciones indígenas y de mujeres,
generando propuestas e impulsando procesos participativos.
Hay una demanda muy fuerte de parte de las organizaciones y movimientos sociales de
mujeres rurales de Ecuador en torno al reconocimiento de la diversidad cultural y a su
necesaria participación en la elaboración de las políticas públicas, leyes y proyectos de
desarrollo, partiendo del reconocimiento de sus conocimientos, saberes, lenguas, culturas,
etc. Ellas proponen: “participación, control, ejecución y seguimiento de los proyectos de
cooperación internacional desde la cosmovisión cultural y de género de las mujeres
indígenas, generación de políticas públicas específcas para mujeres indígenas, que
comprometan a los estados a la inversión, crédito, investigación, levantamiento de
información estadística, etc.,. Inclusión de los derechos de las mujeres indígenas, de las
productoras rurales y trabajadoras indígenas a todos los niveles del área rural y urbano, es
decir, en el plano institucional, en la comunidad, en la familia, en la ciudadanía y medios
de comunicación"7. Esto nos permite afrmar que los avances políticos e institucionales en
Ecuador, así como el fortalecimiento de la agenda de las mujeres rurales y diversas
representan dos elementos que nos demuestran que existe una coyuntura propicia para
trabajar por el logro de la igualdad y los derechos de los hombres y mujeres rurales desde
la diversidad de Ecuador.
11
Las propuestas y demandas de las mujeres rurales se comienzan a visibilizar en las políticas públicas.
12
El presente estudio se inserta en el contexto global de crisis en la que nos encontramos.
Por este motivo, apostamos por analizar propuestas y alternativas como el “Buen Vivir” 8
desde una perspectiva feminista. Es necesario también estudiar cómo, en contraste, la
gran mayoría de gobiernos del Norte han adoptado medidas que fortalecen el modelo
socio-económico patriarcal vigente, poniendo en marcha políticas de ajuste y recortes
sociales que representan aún mayores desafíos para la lucha por los derechos humanos de
las mujeres.
8 Dice Alberto Acosta: “El ‘buen vivir’ nace de la experiencia de vida colectiva de los pueblos y nacionalidades
indígenas. Busca la relación armoniosa entre los seres humanos y de estos con la Naturaleza… Es un elemento
fundamental para pensar una sociedad diferente, una sociedad que rescate los saberes y la tecnologías populares,
la forma solidaria de organizarse, de dar respuesta propia…”. Citado en León, Magdalena. “El Buen Vivir: objetivo y
camino para otro modelo” en “Sumak Kawsay / Buen Vivir y cambios civilizatorios” pág. 108.
13
derechos humanos de las mujeres, los cuales parecían consolidados, tanto en el Sur como
en el Norte. Es por esto que resulta fundamental profundizar y generar análisis y
estrategias que nos permitan fortalecer las vinculaciones Norte-Sur en el marco del análisis
de las políticas públicas de desarrollo.
14
BREVE RESEÑA EN TORNO AL PROYECTO
Y EL PROCESO DE ESTUDIO
Ficha Proyecto
Información básica del proyecto y condiciones previas
15
Durante más de 20 años IEDEC A HA trabajado la en las áreas de riego campesino
en la sierra ecuatoriana. Cayambe (Provincia de Pichincha)
16
• Diseño y presentación de un conjunto de talleres de capacitación en
género con la finalidad de promover mejoras en torno a la condición de las
mujeres campesinas de las comunidades de Cayambe y Colta (mejoras
formativas, espacio de diálogo y reflexión, etc.).
17
En el marco de los talleres se impulsó la elaboración de un auto-diagnóstico por parte de
las mujeres participantes que ha servido como un insumo clave para la elaboración del
estudio. El auto-diagnóstico nos ha permitido identificar y sistematizar información y
conocimientos sobre su vida y situación, prestando especial atención a las esferas de la
política y la participación, social y cultural, recursos naturales, ámbito productivo, salud y
población. De este modo, pudimos conocer desde sus propios saberes y experiencias los
obstáculos, avances y demandas en torno al acceso y gestión del agua, teniendo en
cuenta algunas herramientas conceptuales de género (el estudio de la división sexual del
trabajo, la condición y posición, el acceso y control de los recursos y los beneficios).
18
CAPÍTULO 1
DEBATE EN CONSTRUCCIÓN:
LA INTERSECCIONALIDAD DE LAS PERSPECTIVAS
DE GÉNERO E INTERCULTURALIDAD EN LA AGENDA
DE DESARROLLO
Ahora bien, en los siguientes párrafos intentaremos visibilizar, de manera muy general, la
relevancia de conocer, analizar e implementar los enfoques de interculturalidad y género
desde su carácter político y emancipador. Ambos enfoques, constituyen categorías de
análisis imprescindibles para generar propuestas políticas y de desarrollo inclusivas y
transformadoras de la realidad, tanto en los países del Norte como del Sur, siendo
coherentes con una ciudadanía global crítica.
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Tanto el género como la interculturalidad tienen una base común: el análisis de las teorías
y sistemas que tratan de someter a un grupo humano a los designios de otro. En el caso
del enfoque intercultural se estudian las frecuentes relaciones de desigualdad de las
minorías respecto a las culturas mayoritarias o hegemónicas. El enfoque de género se
ocupa de las relaciones desiguales de poder entre hombres y mujeres. Puesto que ambos
fenómenos se interrelacionan para hacer un correcto análisis de la realidad, es necesario
que que se utilicen ambos enfoques. Estas relaciones desiguales de poder, ya sean
originadas por el género o por la etnia, se enmarcan además en un contexto socio-cultural
específico que hará que las brechas y desigualdades sean más o menos evidentes.
20
Las relaciones de género no se producen de forma aislada, sino que forman parte de
otros sistemas sociales y culturales, y reciben la influencia de la cultura, la economía, la
política, la clase, etnia, idioma, nacionalidad, religión y edad de las personas que
conforman el grupo humano. Por ello, se dice que el género no es un concepto universal,
sino que depende y se construye en la realidad particular de cada sociedad9.
Finalmente, no podemos hablar de “la mujer” ni “del hombre” como seres universales y
homogéneos. Las relaciones de género varían de una sociedad a otra e incluso pueden
coexistir dentro de una misma sociedad diferentes sistemas de género según la
diversidad cultural que exista. Esto significa que las mujeres no son seres aislados, sino
parte integral de la sociedad: no hay un mundo de las mujeres separado del de los
hombres y viceversa10. Tanto los hombres como las mujeres son grupos diversos.
9 RODRÍGUEZ, Marcela. “Violencia contra las mujeres y políticas públicas. Tendiendo un puente entre la teoría y la
práctica”. UNIFEM, 2001, p. 35-36.
10 Ver trabajos de RUIZ BRAVO, Patricia. “Una aproximación al concepto de género”, págs. 133-134; y SCOTT, Joan
W. “El género: una categoría útil para el análisis histórico”. Cit. en VILLANUEVA FLORES, Rocío. “Derecho a la
salud, perspectiva de género y multiculturalismo”. Ed. Palestra. Lima, 2009.
21
1. IDEAS CLAVE, UN PRIMER ACERCAMIENTO
AL MARCO CONCEPTUAL DE GÉNERO
Cuando nos aproximamos a las vinculaciones existentes entre las perspectivas de género
y de interculturalidad en la agenda de las políticas públicas y la cooperación al desarrollo,
nos encontramos con que las teorías políticas de la interculturalidad y el género
comparten una misma concepción social del mundo y unos mismos objetivos:
El patriarcado designa un orden social que establece el sexo como elemento referencial
para asignar a cada persona actividades, funciones, relaciones y poderes específicos.
Esta red estructurada de poderes, jerarquías y valores propone unos modelos de
masculinidad y feminidad supuestamente universales, dicotómicos y opuestos entre sí.
También se sostiene que el patriarcado no es sólo un sistema de organización social que
otorga mayor poder y privilegios a los hombres sino una ideología o conjunto de creencias
22
que legitima y mantiene esta situación de poder12.
El género es el campo primario dentro del cual o por medio del cual se articula el poder.
En este sentido, es necesario rechazar la calidad fija y permanente de la oposición
binaria, lograr una desconstrucción genuinas de los términos de la diferencia sexual16.
Una de las más claras y contundentes manifestaciones de esto es la división sexual del
trabajo, que representa una clara "di-visión del mundo", basada en referencias y
12 Ib., pág.16.
13 REBOLLO, Ma Ángeles. Op. Cit., pp. 15 y 25.
14 Ver SCOT, Joan. "Gender: a Useful Category of Historical Analysis", en American Historical Review, núm. 91, 1986.
También ver Scot, Joan en LAMAS, Marta. “Usos, dificultades y posibilidades de la categoría género”, p.3.
http://www.udg.mx/laventana/libr1/lamas.html
15 LAMAS, Marta. Ib., p.3. http://www.udg.mx/laventana/libr1/lamas.html
16 Ib, p.4 http://www.udg.mx/laventana/libr1/lamas.html
23
diferencias biológicas, representadas a su vez en la división del trabajo en productivo y
reproductivo. Esto actúa como la "mejor fundada de las ilusiones colectivas". Establecidos
como conjunto objetivo de referencias, las dimensiones del concepto de género
estructuran la percepción y la organización concreta y simbólica de toda la vida social 17.
Ya que estas referencias establecen un control diferencial sobre los recursos materiales y
simbólicos, el género se implica en la concepción y construcción del poder.
17 Ver BOURDIEU, Pierre, en “Le Sens Pratique”, Paris, 1980; y SCOT, Joan en LAMAS, Marta. “Usos, dificultades y
posibilidades de la categoría género”, p.3 y 4. http://www.udg.mx/laventana/libr1/lamas.html
18 Ver SCOT, Joan. "Gender: a Useful Category of Historical Analysis", en American Historical Review, nÚm. 91, 1986.
También ver SCOT, Joan en LAMAS, Marta. “Usos, dificultades y posibilidades de la categoría género”, p.3 y 4.
http://www.udg.mx/laventana/libr1/lamas.html
24
1.6 Para entender mejor la teoría de género: elementos y
dimensiones de género
25
➔ En un plano relacional, el género es un proceso dinámico de representación de lo
que significa ser “mujer” u “hombre” en situaciones de la vida diaria, lo que se
manifiesta en las diferencias en que hombres y mujeres se comportan y son
tratados en las interacciones cotidianas. Por ello, género también son las
relaciones que establecen las personas a partir de ideologías de género. Tiene
valor conocer y comprender cómo se originan, se legitiman socialmente y se
construyen simbólicamente estas relaciones. Los discursos, prácticas y roles de
género sustentan los procesos de socialización y se convierten en recursos sobre
los que construimos modelos y relaciones de género.
Como señala Crawford, un aspecto importante del sistema de género que atraviesa todos
estos niveles es el poder como valor que define el modelo social y el sistema de
relaciones.
26
2. PRIMEROS ACERCAMIENTOS A LA PERSPECTIVA
DE GÉNERO Y DE INTERCULTURALIDAD
27
conjunto de atributos en permanente cambio, que influyen y son influenciados por
los comportamientos económicos y sociales de la interacción humana.
23 GONZÁLEZ, Jesús y VIADERO, María. “Equidad de género y pueblos indígenas desde la perspectiva de la
Educación para el Desarrollo” En: Abriendo la Mirada a la Interculturalidad, Pueblos Indígenas, Soberanía
alimentaria y Educación para el Desarrollo. Madrid, 2010, p. 40-41.
24 REBOLLO, Ma Ángeles, Op.Cit. p. 11-12.
28
3. LA NECESARIA INTERSECCIONALIDAD DE LOS
ENFOQUES DE GÉNERO E INTERCULTURALIDAD
El análisis del sistema de género está en estrecha relación con los sistemas socio-
económicos y políticos y con las matrices culturales vigentes en las sociedades. De
hecho, comprender los cambios en las identidades y relaciones de género implica analizar
detenidamente los sistemas en los cuales estas identidades son producidas y
reproducidas. Esto supone prestar atención a las resistencias (activas y pasivas), así
como a los espacios de agencia y autonomía (no siempre visibles) que se van
generando25.
29
Además de la categoría de género como un elemento que puede potenciar la
discriminación, existen otros factores como la etnia, la casta, la edad, la orientación
sexual, la religión, el estatus como migrante, entre otros, que se combinan y potencian
para determinar la posición social de una persona. La interseccionalidad es una
“herramienta analítica para estudiar, entender y responder a las maneras en que el género
se cruza con otras identidades y cómo estos cruces contribuyen a experiencias únicas de
opresión y privilegio”28. Se trata, por tanto, de una metodología indispensable para el
trabajo en los campos del desarrollo y los derechos humanos.
30
cuerpo de las mujeres indígenas y la violencia sexual justificada y aceptada como parte
de las normas morales.
En los últimos quince años los movimientos feministas -visualizamos la pluralidad de los
feminismos como una importante fortaleza- han desarrollado un discurso de articulación
con los movimientos de mujeres indígenas. No obstante el diálogo entre los diferentes
actores y el compromiso por incorporar el análisis integrado de género, clase y etnia
todavía siguen en construcción.
Estos debates tienen una importancia crucial en las concepciones que sustentan las
políticas públicas y programas de desarrollo en el marco de las relaciones Norte-Sur. Las
30 I Conferencia de Mujeres Indígenas Africanas (FAIWC) (Agadir – Marruecos, 1998); I Cumbre de las Mujeres
Indígenas de Américas (Oaxaca, 2002); I cumbre Continental de Mujeres Indígenas de Abya Yala (Puno, 2009),
entre otros espacios.
31
organizaciones de mujeres indígenas reclaman la incorporación –en el discurso y en la
práctica- de la dimensión étnico-cultural de manera integrada a la de género en las
propuestas de desarrollo. Ello implica trabajar conjuntamente en diálogos interculturales
respetuosos de la diversidad, así como el reconocimiento de situaciones, necesidades e
intereses no sólo diferentes sino en ocasiones contrapuestos a los defendidos por
“nosotras/os u otras/os”.
32
4. RECONOCIENDO LOS SABERES DE LAS MUJERES
INDÍGENAS COMO CONOCIMIENTO Y COMO BASE
DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS
En este marco, los aportes y críticas de una corriente de autores 31 al saber occidental
hegemónico como el único universalmente válido resultan fundamentales. Así, se
relativiza el conocimiento racional como centro y modelo frente al cual se evalúan los
demás conocimientos y la necesidad de romper con las formas colonizadas de saber con
las cuales nos vemos a nosotros mismos y que impiden reconocer positivamente las
diferencias.
33
El desarrollo óptimo de cualquier estado necesita de la presencia y los saberes de las mujeres
34
5. ALGUNOS TEMAS DE LA AGENDA DE LAS MUJERES
RURALES DIVERSAS Y EL DESARROLLO
35
biodiversidad biológica34.
34 CEDAW: Convención sobre los Derechos del Niño (y sus Protocolos Facultativos), Convención para Prevenir,
Sancionar y Eliminar la Violencia contra la Mujer de Belem do Pará; Convenio de la Organización Internacional del
Trabajo 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en países independientes; Convención Internacional para la
protección de los derechos de todos los/as trabajadores/as migrantes y sus familiares; Estatuto de Roma de
Creación de la Corte Penal Internacional; Convenio de Biodiversidad Biológica.
36
conocimientos, saberes y recursos naturales y fomentan la militarización de sus
territorios. Además, desconocen la firma de Tratados Internacionales para
implementar acuerdos comerciales que afectan los derechos e intereses de los
pueblos indígenas. Frente a lo cual exigen que los Estados Nación incluyan la
participación de los pueblos indígenas en las decisiones políticas sobre
implementación de megaproyectos, a parte de la información, con la consulta y el
respeto de la misma. Declaración del IV Encuentro Continental de mujeres
indígenas de las Américas del 4 al 6 de abril del 2004, en Lima – Perú.
37
5.1. Defensa y acceso al territorio y mujeres rurales
35 En el Estado español el 70% de las explotaciones agrarias siguen estando bajo titularidad de varones y las mujeres
figuraban antes de la ley de Titularidad compartida de explotaciones agrarias de 2011 como apoyo familiar,
invisibilizando su trabajo y anulando sus derechos. También han habido otros avances como el Estatuto de la mujer
agricultora en la nueva ley de política agraria y alimentaria de Euskadi, así como la aparición de iniciativas
transformadoras para la relación entre territorio y sostenibilidad, incorporando un enfoque feminista.
38
Existen miles de mujeres que se articulan para hacer frente a los intereses económicos de
los mercados. Especialmente relevante es el punto de vista de las mujeres indígenas que
sostienen que el primer territorio a defender es el “propio cuerpo – tierra” 36, como principio
feminista para defender, no sólo los Derechos Sexuales y Reproductivos de las mujeres
sino también la lucha por el territorio del conjunto de los pueblos originario.
36 Asociación de Mujeres Indígenas de Santa María de Xalapán – AMISMAXAJ. Declaración Políticas de las Mujeres
Xinkas Feministas Comunitarias ¡No hay descolonización sin despatriarcalización!, 12 de octubre de 2011.
39
Es necesario reconocer las dimensiones y valores del trabajo no remunerado y,
muy especialmente, el trabajo de cuidados
En esta coyuntura resulta importante reconocer las dimensiones y valores del trabajo no
remunerado y, muy especialmente, el trabajo de cuidados, para reflexionar en torno a la
nueva dirección del desarrollo global, visibilizando las relaciones de desigualdad en las
que se sostiene.
40
En el marco del trabajo remunerado, las mujeres siguen teniendo salarios inferiores, y en
general, siguen accediendo a trabajos peor remunerados y menos valorados socialmente.
Además, su presencia en la economía informal es más alta, con la ausencia de derechos
que esto conlleva. Los ajustes en el mercado laboral, inciden en la desigualdad por
ejemplo, con el impulso a los “microtrabajos”, así como el aumento de la precariedad, de
las dobles jornadas y de nuevos techos de cristal para las mujeres. En este sentido, es
necesario que los estados traduzcan mediante medidas efectivas su responsabilidad y
compromisos adquiridos a nivel internacional en la erradicación de la violencia contra las
mujeres en el ámbito laboral.
41
CAPÍTULO 2
Desde 2008, año en que se aprobó la nueva Constitución 37, Ecuador ha vivido
importantes cambios económicos, políticos y sociales, que gracias al impulso de los
movimientos sociales de mujeres y organizaciones que trabajan desde las perspectivas
de Género y de Derechos Humanos, ha supuesto un enorme avance en el plano jurídico e
institucional en materia de garantía y realización de la igualdad de género y los DDHH de
las mujeres. Las propuestas de estado plurinacional que articula la Constitución de 2008,
así como otras formas de desarrollo económico y social materializado en la teoría del
Buen Vivir (Sumak Kawsay, herencia de las culturas indígenas), han supuesto una notable
mejora en lo que a visibilización de las mujeres y su agenda política se refiere, y de
manera específica, respecto al compromiso político de erradicar la discriminación y las
violencias estructurales que les afectan.
Los DDHH específicos de las mujeres han sido la bandera de muchas de las personas
que participaron en los procesos que dieron lugar a la redacción de la nueva constitución
y otros textos legislativos, así como a muchas de las asociaciones que los critican por
dejarse algunas asignaturas pendientes. Al grito de “¡Sumak Kawsay, sin mujeres no
hay!”, muchas organizaciones de mujeres reclaman también algunos de los derechos que
el proceso constitucional dejó al margen.
37 Constitución del Ecuador, redactada por la Asamblea Constituyente en entre el 30 de noviembre de 2007 y 24 de
julio de 2008, fue aprobada por referéndum popular el 28 de septiembre de 2008 y entra en vigor desde el 20 de
octubre de 2008.
42
El contexto actual de crisis sistémica también representa una oportunidad única para
plantear enfoques y prácticas alternativas desde los movimientos sociales de mujeres, así
como desde su diversidad en Ecuador y sus vínculos con la agenda global de los
movimientos sociales de mujeres del Sur y del Norte. Para eso no debemos perder de
vista las dimensiones de la realidad global-local actual y su conexión con las otras crisis
estructurales: medioambiental, alimentaria, de creación de medios de vida sostenibles, de
los cuidados, paradigmas..., ya que en el fondo se trata de una crisis estructural del
modelo de desarrollo vigente.
43
1. ESFERAS DE ESPECIAL ATENCIÓN DESDE UNA
DIMENSIÓN GLOBAL
Exponemos algunos datos que nos permiten acercarnos a la realidad de los hombres y
las mujeres de Ecuador:
Según el censo del 2010 “en el Ecuador habitan 14’483.499 personas. El 50,4% son
mujeres. El 63.5% de la población se concentran en el área urbana” 38. Comparando la
tasa de crecimiento de la población rural entre el 2003 y el 2010, existe una mayor
presencia femenina en el sector rural.
38 Comisión Transicional Consejo Nacional de la Igualdad de Género. Diagnóstico de las Mujeres y Brechas de Desigualdad, mayo,
2009, p. 3 y 4.
39 CROCKCROFT, James D. "Los pueblos indígenas se alzan en Bolivia y Ecuador”, 2008
40 Ver CONAIE, organización Nacional que aglutina en su seno a las Nacionalidades, Pueblos, comunidades, Centros y
Asociaciones indígenas del Ecuador. http://www.conaie.org/sobre-nosotros/que-es-la-conaie
44
la nacionalidad Kichua: Palta, Sarakuru, Kañari, Puruwà, Chibuleo, Tomabela,
Salasaca, Kisapincha, Waranka, Kitukara, Kayampi, Otavalo, Karanki, Natabuela y
Pasto en la sierra interandina Ecuatoriana. Estos pueblos se reconstituyen mediante su
auto-definición, su autonomía organizativa, cultural y su política propia.
Las cifras oficiales muestran que en 2010, dos millones quinientos cuarenta y seis mil
personas (2´546.000) vivían con menos de dos dólares diarios en el sector rural, lo que
representa el 53% de la población del campo viviendo en la pobreza” 41. “La pobreza es
mayor en las áreas rurales que en las urbanas del Ecuador (Lanjouw, 2000), donde
encontramos que un 50.2% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza y
25.6% en condiciones de indigencia (CEPAL, 2009) y que la pobreza rural
mayoritariamente es sinónimo de trabajador eventual, mujer, indígena y afro-
ecuatoriano42”. Este nivel de pobreza se ha medido de acuerdo a la pobreza por
consumo.
41 CARRIÓN ORDÓÑEZ, Diego. “La palabra en nuestra orilla. Estructura agraria y Modelo de acumulación rural en el
Ecuador: información para el debate político”, 2011
42 CHIRIBOGA, Manuel y WALLIS, Brian, “Diagnóstico de la pobreza rural en Ecuador y respuestas de política
pública”, noviembre de 2010.
http://www.rimisp.org/FCKeditor/UserFiles/File/documentos/docs/sitiopobrezarural/documentos/Diagnostico-Ecuador.pdf
45
estructurales que afectan a las mujeres y iv) salud y derechos sexuales y reproductivos.
Sin embargo, la ley sólo establece medidas que garanticen una mínima presencia de
mujeres en las candidaturas, sin exigir que un mínimo de los puestos de representación
estén ocupados por ellas. En la mayoría de los casos, las listas electorales no respetan el
orden alternado y secuencial que exige la constitución, y están encabezadas por
hombres, siendo ellos los que acaban ocupando los cargos políticos. Lo que está
pendiente y es una de las demandas de los movimientos sociales de mujeres y feministas
de la región es una crítica real a los contenidos, prácticas y discursos del poder y de los
espacios políticos desde una perspectiva de DDHH, feminista e intercultural, que permita
despatriarcalizar y de-construir las formas de entender y hacer política.
43 Datos de REMMA (Red de Mecanismos de la Mujer Andina). El recurso puede encontrarse en internet:
http://www.socialwatch.org/sites/default/files/2010-IEG-Participacion_politica_mujeres_Ecuador.pdf
46
REPRESENTACIÓN
INSTITUCIÓN
FEMENINA
47
Existe un nivel de deserción escolar más alto en las niñas que en los niños
48
asiduidad las tareas del cuidado del hogar, donde según una encuesta de la CONAMU 45,
ellas y las mujeres dedican unas quince horas más de su tiempo a trabajar (de forma
remunerada o no) que sus compañeros. Otros estudios también revelan que, si bien no
parece haber discriminación de género en las tasas de matriculación, sí hay un nivel de
deserción escolar más alto en las niñas que en los niños, porque ellas cumplen una serie
de funciones adscritas culturalmente a su sexo, como el cuidado del hogar o de hermanas
y hermanos pequeños. También tienen problemas escolares motivados por embarazos
adolescentes, que se dan en un 16% de las jóvenes ecuatorianas, siendo esta cifra mayor
en las zonas rurales46.
49
brindando a las mujeres orientación, apoyo legal, psicológico y social”.48 La lucha contra
la violencia de género se regula a través de la Ley contra la Violencia de Género de 1995,
reforzada más tarde por el Plan Nacional de erradicación de la violencia de género hacia
niños, niñas y adolescentes, elaborado en 2007.
LUCHA CONTRA LA
VIOLENCIA DE GÉNERO
Comisarías de la Mujer
y la familia
Según datos de 201049, 8 de cada 10 mujeres han sufrido violencia en la familia, el 21%
de niños y niñas han sido víctimas de abusos sexuales, el 64% de las muertes publicadas
en los periódicos fueron por violencia machista. La violencia es aún mayor contra las
mujeres de la frontera norte, especialmente si son refugiadas, debido al conflicto armado
que existe en Colombia. También se dan casos de violencia con motivo de la opción
sexual de las mujeres o de su identidad sexual. Recientemente se ha destapado un caso
en Ecuador relativo a la existencia de clínicas “para curar la homosexualidad”, que a día
de hoy están siendo identificadas y cerradas50.
50
1.4. Salud y derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
La Constitución de 2008 determina que la salud deberá ser “gratuita, y se regirá por los
principios de equidad, universalidad, solidaridad, interculturalidad, calidad, eficiencia y
eficacia, precaución y bio-ética, con enfoque de género y generacional”.
option=com_rokdownloads&view=file&id=1461:ecuador-clinicas-de-deshomosexualizacion&Itemid=89
51 Artículos 32, 358, 362 y 363.6 de la Constitución de Ecuador de 2008
52 Artículo 45 de la Constitución de Ecuador, 2008
51
En cualquier caso, la interrupción voluntaria del embarazo está prohibida actualmente en
Ecuador por el Código Penal, salvo en dos supuestos: que el aborto se practique para
evitar un peligro para la vida o la salud de la madre, o que el embarazo sea consecuencia
de una violación “cometida en una mujer idiota o demente”53.
52
2. EN TORNO A LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES
RURALES EN ECUADOR
“Las mujeres rurales somos todas las que, cualquiera sea nuestra cultura, etnia, color de
piel, lengua u otra condición, vivimos y desarrollamos actividades productivas en espacios
rurales, sean éstas remuneradas o no remuneradas, que están dirigidas a generar
recursos para el hogar y el cuidado de la familia, y que tienen un impacto en la economía
familiar, local y nacional; somos las protectoras de la naturaleza aplicando nuestra
sabiduría en el manejo de la tierra, las semillas y las aguas de ríos, lagunas y mares.”55
A continuación, algunas datos que nos permiten identificar y conocer la realidad de las
mujeres rurales de Ecuador56:
• En Ecuador, casi las tres cuartas partes (74%) de las personas productoras y
dueñas de las unidades de producción son hombres (III Censo Agropecuario
Nacional, 2000. INEC), aunque las mujeres constituyen el 42% de la población
activa agrícola.
55 Encuentro Político de las Mujeres Rurales, Diversas por el Buen Vivir y la Soberanía Alimentaría. Propuesta de las
mujeres rurales para la formulación de leyes y políticas, Ecuador, agosto 2011, pp.2 y 3. El proceso participativo de
formulación de estas propuestas se inició en el mes de diciembre del 2010 con las mujeres rurales de Cotopaxi y
Manabí. Se fortaleció en el encuentro con el mecanismo participativo liderado por COPISA, en el que se presentaron
las propuestas iniciales que concluyeron en los cuatro encuentros regionales en los que participaron más de 500
mujeres rurales, entre junio y julio de 2011 (Puyo 14 y 15 de julio, con las mujeres amazónicas; Esmeraldas 19 de
julio, con las mujeres de la costa norte; Machala 21 de julio, con las mujeres del sur del país, costa y sierra; y
Cotacachi 22 de julio, con las mujeres de la región sierra norte y central). Colaboración en la facilitación del proceso
de reflexión y en la sistematización de las propuestas por parte del Proyecto FAO TCP/ECU/3202, “Construcción e
implementación de la Política Nacional y Prioritaria para las Mujeres Rurales de Ecuador”.
56 Información de la Web oficial de la Organización Mundial de la Alimentación: www.fao.org /mujeres indígenas,
Ecuador.
53
• El 18.6% de los hogares rurales está bajo responsabilidad económica exclusiva de
mujeres. Las mujeres del campo tienden a unir sus tareas productivas en las fincas
o negocios familiares con el cuidado de sus familias, y su contribución, además de
no ser remunerada, es poco visible.
• 78.3% de las mujeres rurales no pose tierra. El 63% de las UPAs a cargo de una
mujer son explotaciones familiares de subsistencia, proporción que en el caso de
los hombres alcanza al 49%. En el caso de las mujeres productoras de la Sierra, el
67.5% de sus unidades productivas corresponde a unidades familiares de
subsistencia.
54
esfuerzos realizados por visibilizar el papel de las mujeres indígenas”57.
A pesar de que las mujeres campesinas son las principales responsables del proceso
agro-productivo (aspecto fundamental del sostenimiento de la vida, invisibilizado histórica
y socialmente58), existen claras brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el
ámbito rural que impiden a las mujeres acceder y gestionar de forma equitativa los
recursos y servicios productivos y agro-ecológicos, como son la tierra, el agua, las
semillas... Las mujeres son responsables del cultivo de gran parte de los alimentos, aún
sin tener un acceso real a los recursos productivos, ni participación en las decisiones que
afectan sus vidas y a la de sus familias. Como ellas mismas manifiestan desde su
posicionamiento como mujeres rurales diversas las “brechas de desigualdad de
oportunidades que enfrentamos las mujeres rurales requieren ser tomadas en cuenta de
manera diferenciada para superarlas, pues somos actoras de la convivencia nacional y
damos un significativo aporte al desarrollo sustentable, superando los modelos
tradicionales de desarrollo que mantienen la discriminación del área rural, que se agudiza
en el caso de las mujeres rurales”59.
Ellas ofrecen un significativo aporte al desarrollo sustentable, entre otros motivos, porque
son ellas las principales depositarias de los saberes, conocimientos y prácticas
ancestrales y tradicionales sobre el manejo, cuidado y uso de la agrobiodiversidad y la
semilla campesina60. Así también, juegan un rol especial en garantizar que los ingresos de
los hogares se gasten en alimentos, lo que las convierte en actoras claves para promover
una mejor nutrición y seguridad alimentaria en las familias pobres. Para las mujeres
57 AGUINAGA, Margarita. Op. Cit., p. 67.
58 Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria (COPISA). Versión final aprobado por el Pleno
COPISA el 24 de enero de 2012. Propuesta de Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento Agroecológico
“destaca el rol que la naturaleza y el ser humano han jugado en la recombinación del germoplasma para llegar a
obtener la gran diversidad de genotipos actuales, ya que la transformación del material genómico es el resultado de
la domesticación que las y los agricultores de distintos pueblos han realizado durante miles años, aspecto
fundamental invisibilizado histórica y socialmente, en especial respecto del aporte de la mujer campesina, quien es
la mayor responsable del proceso agro-productivo”, p. 4.
59 Encuentro Político de las Mujeres Rurales, Diversas por el Buen Vivir y la Soberanía Alimentaría. p.2.
60 Op. cit. Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria (COPISA), p. 27, 32 y 36.
55
rurales, la tierra es el espacio en que desarrollan las actividades familiares, culturales,
económicas y comunitarias61.
Es imprescindible asegurar que las mujeres tengan el mismo acceso y control que sus
compañeros a los recursos. Al garantizar la igualdad en el acceso y gestión de los
recursos y beneficios por parte de ellas, no sólo se mejorará la seguridad y soberanía
alimentaria, la salud y nutrición de las personas, sino también se contribuirá a construir
comunidades y sociedades más equitativas en términos de género y de autonomía de las
mujeres desde la diversidad y la pluralidad.
Existen elementos comunes que configuran la realidad general de las mujeres rurales de
Ecuador:
56
2.2. Las mujeres rurales y la cadena global de cuidados
En los últimos años las mujeres y hombres rurales, además del trabajo agrícola, han
desempeñado otros trabajos complementarios vinculados al procesamiento productivo y
generación de emprendimientos, como los huertos familiares, los procesos de
comercialización de productos en el mercado local, y el acceso a las fnanzas y formas de
ahorro para ampliar el ingreso mejorando la nutrición y la soberanía alimentaria, entre
otras actividades.
El trabajo La relación clase / género / etnia, pasa a constituirse sobre “la igualdad formal” entre
de cuidado hombres y mujeres del sector rural, en condiciones de subordinación de las mujeres, en
no todos los ámbitos de la vida rural, no solo a nivel productivo, sino también a nivel de la
remunerado economía del cuidado.
57
el sector urbano.
Aguinagarra y Carrión afrman que la carga global de trabajo rural supone una sobre-
explotación con un rostro altamente femenino, basado en la división del conjunto de la
vida y del trabajo y no es una consecuencia de la pobreza.
Así, la estructura impone que las mujeres sean la base de la reproducción del desarrollo,
pero las incluye y las excluye de manera arbitraria y en concordancia con los interés
capitalistas-patriarcales.
64 Ibidem. p. 12.
58
En general los estudios acerca del trabajo de mujeres rurales indígenas de la región
muestran que las mujeres trabajan mucho más que los hombres indígenas y siguen
sufriendo altísimos niveles de exclusión étnica, sexual, económica y política. Además, los
trabajos realizados por ellas son considerados de menor valor y más peor pagados.
El hecho de que las mujeres rurales realicen proyectos y actividades productivas, por lo
general de autoconsumo, les ha permitido que asuman algún nivel de autonomía, pero no
eliminan las limitaciones porque son ingresos muy pequeños, sobre carga de trabajo,
carencia de seguridad social y derechos laborales. Las mujeres rurales que realizan el
trabajo informal no tienen derechos laborales reconocidos por el Estado. Cuando el
trabajo que desarrollan es asalariado, o semi-asalariado, no implican seguridad social, ni
derecho a la sindicalización o a la protección laboral por riesgos.
Las mujeres rurales jefas del hogar no son reconocidas como propietarias de la tierra ni
existen políticas públicas favorables a las mujeres rurales más pobres, para que accedan
a la tierra de forma individual, sea por medio de herencia, venta o redistribución del
Estado. Se precisa visibilizar la participación de las mujeres rurales en las tierras de
propiedad comunitarias e incluir el enfoque de género en la propiedad comunal.
59
de la PEA que considere el trabajo reproductivo, podemos ver que representa el 18% a
nivel nacional, el 12% en la sierra, el 27% en la costa y el 14% en el oriente. Esto, sin
tomar en cuenta que el propio índice incluido en la Población Económicamente Inactiva,
con el nombre de "amas de casa", que evidentemente subestima las labores de las
mujeres. Aparte de tener trabajos formalmente reconocidos como actividades
económicas, realizan una doble jornada laboral al ocuparse también del trabajo
reproductivo en sus hogares.
En el área rural las mujeres trabajan más de 20 horas semanales en relación al trabajo de
los hombres (80:58 horas las mujeres y 60:11 los hombres). Las cargas de trabajo, su
calidad de remunerado o no remunerado, los espacios en los que se realizan estas
tareas, las responsabilidades asignadas y el acceso a los recursos para realizar estás
tareas diferenciadas por sexo nos permiten apreciar la magnitud de las asimetrías de las
relaciones entre hombres y mujeres.
Nacio nal
Urbana
Rural
0: 00: 00 48: 00: 00 96: 00: 00 1 44: 00: 00 1 92: 00: 00 240: 00: 00 288: 00: 00
Fuente: Encuesta de uso del tiempo INEC, CONAMU, UNIFEM, 2007. Elaboración: Alba Pérez A.
60
A nivel nacional el 48% de las actividades que hacen las mujeres no son remuneradas.
Pero las más afectadas son las mujeres rurales, cuyas actividades no remuneradas
ascienden a cerca del 60%. En contraste los hombres a nivel nacional ven remuneradas
el 78,6% de sus actividades a nivel nacional y el 72,4% a nivel rural.
G R Á F I C O 45: D I ST R I B U C I Ó N P O R C EN T U A L D EL T R A B A JO R EM U N ER A D O Y N O R EM U N ER A D O P O R
SEX O
1 20
1 00
1 8,8 42,5 27,6 57,9
80
81 ,8
60 72,4
57,5 T. No re mune rado
40
42,1 T. Re mune rado
20
0
Ho mbre Muje r Ho mbre Muje r
Urbano Rural
Fuente: Encuesta de uso del tiempo INEC, CONAMU, UNIFEM, 2007. Elaboración: Alba Pérez
El desempleo en las mujeres es mucho más alto que en los hombres. El desempleo rural
es de 7.4 para las mujeres y 2.6 para los hombres.
68 Ibidem
61
DESEMPLEO RURAL
Fuente: INEC - Sistema Integrado de Encuesta de Hogares, Módulo Empleo. Junio 2011
62
En general las mujeres reciben un ingreso mensual promedio menor que el de los
hombres. Las mujeres de la zona andina son las más afectadas a pesar de ser las que
más horas trabajan a nivel nacional. En promedio reciben 69 dólares menos que los
hombres mensualmente, mientras que en la Costa reciben 44 dólares menos, mientras
que en en la Amazonía corresponde a 55 dólares menos. Este indicador mira los ingresos
por el trabajo remunerado. Las mujeres indígenas, que en su mayoría viven en la sierra y
trabajan para abastecer al mercado interno, son las que menos reconocimiento tienen de
su trabajo: el 55,8% de sus actividades no son remuneradas. A las mujeres mestizas no
se les remunera el 46,7% de sus labores y a las mujeres afroecuatorianas el 45,3%.
Del total de mujeres familiares residentes en las UPAS, 742 000 se desempeñan como
trabajadoras no remuneradas. Ellas contribuyen especialmente a la producción de
alimentos y por lo tanto a la seguridad alimentaria. Por otra parte, hay que hacer notar que
las mujeres se concentran en mayor proporción que los hombres en las unidades
productivas de subsistencia: el 66,4% frente a un 58,8 % en el caso de los hombres”69
69 FLORES, Judith. "Mujeres y Tierra, un problema económico y sexual". SIPAE, noviembre 2011.
63
TENENCIA DE LA TIERRA
Es cada vez más visible el reconocimiento del papel que las mujeres rurales desempeñan
en las luchas de resistencia impulsadas conjuntamente con sus compañeros, en la
defensa de los pueblos, de los territorios y de los derechos colectivos. Aunque las mujeres
indígenas han tenido un protagonismo indiscutible, el campo de agentes y protagonistas
se ha ensanchado, sea por acción de los movimientos indígenas y campesinos locales y
nacionales, o porque no les es ajeno participar desde los movimientos mixtos, como
desde las organizaciones de mujeres.
64
Existen autores que al referirse a las mujeres indígenas reconocen este doble papel que
han ido desempeñando en su acción: “Las mujeres indígenas comparten con el
movimiento mixto la lucha por el reconocimiento de las culturas, de los pueblos como
sujetos colectivos de derecho, y de sus derechos colectivos autonómicos sobre sus
territorios. Mujeres que a la vez aportan reflexiones y proyectos de cambio socio cultural y
político, que se desmarcan del proyecto mixto o que radicalizan sus conceptos
manifestando su inconformidad por la asignación sexual de los espacios, de los poderes,
las libertades y los recursos. La disidencia femenina con frecuencia discurre tras
bambalinas, aunque cada vez con mayor frecuencia, irrumpe en la escena principal de la
lucha indígena por sus territorios, mostrando en ambos casos la pluralidad de identidades
y lógicas territoriales que se tensan en un mismo espacio”70.
Se afirma que las mujeres diversas (indígenas, negras, montubias y mestizas), deben ser
reconocidas como sujetas productoras-reproductoras de la soberanía alimentaria y
nutrición, valorando el trabajo remunerado y no remunerado que llevan a cabo 71. Estas
caracterizaciones colocan a las mujeres rurales como actoras sociales y políticas
emergentes, con una fuerza y presencia en espiral de las mujeres indígenas y
campesinas, hacia otras y otros, con la mirada sobre sus propios conflictos. Es la
capacidad de las mujeres frente al poder establecido en el campo y en la ciudad lo que les
ha posicionado como generadoras de un proceso, reconocidas de a poco, no sólo a nivel
nacional y local, sino también internacional.
65
Gran parte de las organizaciones de mujeres rurales, vinculadas a las mujeres indígenas,
campesinas y diversas, cuestionan el modelo de desarrollo y crecimiento implementado
por el gobierno actual en Ecuador. Entre las principales demandas y posicionamiento
frente al modelo de desarrollo del Presidente Correa mencionamos:
• Afirman que el “desarrollo es parte del proceso que hay que cambiar pero que el
Sumak Kawsay implica un cambio de matriz productiva y una tranformación de las
relaciones raciales, clasistas y de opresión patriarcal a nivel rural y social. La ley
como la forma de asociatividad de las mujeres rurales, es vista en la perspectiva
de transformación y no sólo desde los problemas de las mujeres rurales”73.
• Demandan que las políticas públicas sean construidas y evaluadas con sus
participación, exigiendo que las decisiones que incidan en el uso de los recursos
naturales y promuevan sus derechos reconocidos en la Constitución, estando a su
vez sujetos al control de la ciudadanía. Las leyes procurarán una justa distribución
de la riqueza y las políticas promoverán una planificación estratégica, democrática
y participativa en cuanto a la tenencia de la tierra, al desarrollo de la actividad
agraria, a la protección de la biodiversidad, y a la vigencia efectiva de los derechos
de la naturaleza y la seguridad alimentaria para las futuras generaciones.
• Que si bien es cierto se han incrementado los estudios y políticas que visibilizan a
las mujeres rurales diversas como actoras claves de la vida del campo y de las
luchas, identificando a las mujeres como las más afectadas por el impacto del
modelo neoliberal. No obstante, se mantiene de forma predominante la visión de
las mujeres rurales dentro de las problemáticas generales de lo agrario y de la
72 Encuentro Mujeres Voces y Semillas, ONU Mujeres y FAO, Ecuador, noviembre 2011
73 Op. Cit. AGUINAGA, Margarita y CARRIÓN, Diego. p. 15.
66
concentración de la tierra, sin hacer distinción de problemáticas de una perspectiva
de género y de derechos humanos.
74 Encuentro Político de las Mujeres Rurales, Diversas por el Buen Vivir y la Soberanía Alimentaría. p. 4. En relación a
la identidad de jefas de familia afirman “Somos jefas de familia todas quienes tenemos bajo nuestro cuidado a
nuestros ascendientes o descendientes, y no solo las mujeres que tenemos hijos e hijas. La jefatura femenina
exclusiva debe entenderse cuando la responsabilidad del sustento económico recae en la mujer,
independientemente de su estado civil o relación de pareja”.
75 Encuentro Político de las Mujeres Rurales, Diversas por el Buen Vivir y la Soberanía Alimentaría. p. 4.
67
CAPÍTULO 3
Las reformas que están teniendo lugar en Ecuador son parte de lo que se ha dado en
llamar neoconstitucionalismo andino. El concepto sirve para definir una serie de nuevas
propuestas de carácter político-jurídico que se están dando en la región, mejorando
notablemente la herencia jurídica que se impuso desde Europa a través del colonialismo.
Algunas de las propuestas lanzadas desde Ecuador, como la plurinacionalidad, la idea del
Buen Vivir, la protección de los recursos naturales de la privatización, la posibilidad de que
sean gestionados de forma comunitaria, la exigencia de declarar Ecuador como un Estado
de paz y prohibir cualquier establecimiento de bases militares extranjeras, el
reconocimiento de la diversidad de sus pueblos, o la protección especial del agua,
suponen una ruptura con la tradición jurídica hasta ahora había sido dominante. Por este
modo, se ofrecen una alternativa de la que hay mucho que aprender.
68
1. LOS COMPROMISOS DE CARÁCTER INTERNACIONAL
DEL ESTADO ECUATORIANO
Convención para la eliminación de todas las formas Convenio 169 de la OIT sobre derechos de los
de violencia contra las mujeres (CEDAW, 1981) Pueblos Indígenas y Tribales (1989)
69
Los convenios, cumbres e instrumentos de promoción y defensa de los derechos
humanos y de la igualdad de género representan, entre otros, obligaciones vinculantes
para los estados que las ratifican. Para supervisar y monitorear el cumplimiento e
implementación de los derechos y directrices estipulados en los instrumentos por parte de
los Estados es importante visibilizar el importante rol que juegan los órganos de
supervisión de los tratados y los mecanismos temáticos existentes. Estos órganos y
mecanismos tienen como fin último el supervisar que los Estados cumplan no sólo a nivel
político – normativo en la implementación de estos derechos, sino medir el grado de
realización de estos en la vida de los hombres y mujeres de Ecuador.
76 CLADEM Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres. Documento de
posición: “Empoderamiento económico y el derecho de las mujeres al acceso a la justicia en el marco de su
Campaña “Deudas Pendientes de los Estados con los derechos humanos de las mujeres”. Ver:
http://www.cladem.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1438:las-deudas-de-los-estados-para-el-
empoderamiento-economico-y-el-derecho-de-las-mujeres-al-acceso-a-la-justicia&catid=49:ultimas-
noticias&Itemid=641
70
2. LAS LEYES NACIONALES EN ECUADOR Y LOS DERECHOS
DE LAS MUJERES
Se reconoce por primera vez el laicismo del Estado 78, con todas las consecuencias que
esto tendrá en la educación, ya que la formación que se fomentaba hasta ahora era una
educación “basada en prejuicios que dificulta el ejercicio de derechos de las niñas y
adolescentes”.
71
de la orientación o las identidades sexuales, con frases como “nadie podrá ser
discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género,
identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial,
condición socio económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, por
portar VIH, discapacidad, diferencia física, ni por cualquier otra distinción (...)”. Se
consagra el derecho a la igualdad formal y a la igualdad material y se establecen medidas
de acción afirmativa, como mecanismos que promuevan la igualdad real en favor de los
titulares de derechos que se encuentran en situación de desigualdad, incluyendo entre los
colectivos en riesgo de exclusión social o laboral a las mujeres, los niños y las niñas
(entre otros).
El texto exige también una educación y salud para y en la igualdad, atención prioritaria a
niñas y a mujeres (especialmente si se encuentran en situación de embarazo), violencia
de género o maltrato infantil. La Constitución también determina que la ley preste especial
atención a las personas en condición de doble vulnerabilidad.
72
“como núcleo fundamental de la sociedad” (artículos 67 y 68), reconociendo además
distintos tipos de familia que rompen las ideas tradicionales, por ejemplo aquéllas
conformadas por padres o madres del mismo sexo, monoparentales o monomarentales,
mientras promueve, a la vez, la maternidad y paternidad responsables, así como la
corresponsabilidad para con los hijos e hijas. Sin embargo, el artículo 67 recibe fuertes
críticas por parte de algunos colectivos, ya que define el matrimonio como “la unión entre
un hombre y una mujer”. La constitución anterior, de 1998, lo definía como “la unión entre
dos personas”, lo que abría la posibilidad de legislar una normativa de matrimonios de
personas del mismo sexo, que con la redacción del nuevo texto constitucional, ha
quedado bloqueada.
El texto, por último, usa lenguaje incluyente, con expresa invocación de los géneros
femenino y masculino.
El Plan Nacional del Buen Vivir (PNBV) es el instrumento que el actual gobierno de
Ecuador ha creado para articular sus políticas públicas, redactado por la SENPLADES
(Secretaría Nacional de Planificación al Desarrollo) para ser aplicado entre los años 2009
y 2013.
Las orientaciones éticas del Plan se expresan en cinco dimensiones: justicia social y
económica, justicia democrática y participativa, justicia intergeneracional e interpersonal,
justicia transnacional y justicia como imparcialidad. Para ello, asegura el Plan, “es
necesario promover la igualdad, la integración y la cohesión social como pauta de
convivencia”.
73
El Plan, a su vez, se fundamenta en doce objetivos nacionales:
74
Si bien no se menciona expresamente entre los objetivos la mejora de la situación de las
mujeres81 (ni tampoco de las diferentes etnias de Ecuador), todos ellos se ven
acompañados de expresiones como “se integrarán los enfoques de género, generacional,
territorial e intercultural”. Así se hizo tanto en la redacción de los objetivos, como durante
el proceso de planificación convocando talleres de consulta ciudadana, que se dieron a
través de un diálogo y concertación con actores e instituciones sociales. Se consiguió un
alto grado de participación de las instituciones públicas rectoras de las políticas,
particularmente de los ministerios coordinadores y de instancias que permitieron
consolidar los ejes transversales (género, interculturalidad, enfoque generacional y
territorial).
El Plan también se centra en un tema de importancia capital para las mujeres: los
esfuerzos hacia un trabajo y un ocio liberadores. El Estado ecuatoriano reconoce que
hasta ahora “se ha confundido el reparto de trabajo con el reparto del empleo. En las
actuales sociedades capitalistas, las actividades laborales se dividen básicamente en:
trabajo asalariado, trabajo mercantil autónomo, trabajo no mercantil doméstico y trabajo
comunitario. En este sentido, una agenda igualitaria consiste en repartir toda la carga de
trabajo y no sólo la parte que se realiza como empleo asalariado”. No se mencionan aún
las importantísimas dobles o triples jornadas de trabajo de las mujeres como cabría
esperar, sino de “trabajar menos para que trabajen todos”.
Sin embargo, más adelante se describe el Buen Vivir como los procesos productivos en
articulación con los procesos reproductivos, que deben tender a “un régimen social de
cuidados más justo en el cual las actividades de cuidado sean valoradas, mejor repartidas
socialmente”, erradicando la división sexual del trabajo de modo que se conjugue
equitativamente dar y recibir cuidados. Según datos de investigación del propio PNBV, el
trabajo reproductivo y de cuidado (realizado en su inmensa mayoría por mujeres)
representaría entre el 25% y el 50% del PIB en el Ecuador. “Los regímenes de cuidado
81 Los Objetivos del Plan no mencionan expresamente la mejora de la situación de las mujeres, pero sí lo hacen las
metas para alcanzarlos. Por ejemplo, en el Objetivo 8 (fortalecer las identidades diversas), se entiende el género
como una forma de diversidad; en el Objetivo 9 (justicia) una de las metas es acabar con la violencia de género; y en
el Objetivo 10 (participación política) se marca como meta alcanzar un 30% de participación femenina.
75
vigentes son vectores de injusticia, de desigualdad social y de exclusión”, que según el
texto, debido a la sobrecarga que supone el mal reparto del trabajo de cuidados, anula
toda posibilidad de ocio para las mujeres.
El Estado ecuatoriano cuenta con dos normativas para combatir la violencia que se da
contra las mujeres dentro de sus fronteras. La más antigua, la Ley contra la violencia
hacia la mujer y la familia, fue aprobada en 1995. La violencia en este caso se denomina
violencia intrafamiliar, y se define “como toda acción u omisión que consista en maltrato
físico, psicológico o sexual, ejecutado por un miembro de la familia en contra de la mujer
o demás integrantes del núcleo familiar”. La Ley, por lo tanto, se compromete a proteger a
todos los miembros de la familia, no sólo a las mujeres. La violencia cometida contra ellas
fuera del ámbito familiar, sin embargo, queda excluida del texto.
Llama mucho la atención el hecho de que a lo largo del texto legal se hace constante
alusión a la responsabilidad de las autoridades en el proceso de denuncia: las personas
pertenecientes a la autoridad que conozcan un caso de violencia y no lo denuncien o no
tramiten la denuncia en 48 horas son susceptibles de ser acusadas de encubrimiento. La
Ley insiste mucho en aclarar cada uno de los pasos que debe dar la policía ante la
denuncia de un caso de violencia intrafamiliar. Se deduce de esto que una de las mayores
barreras que se encuentran las mujeres al denunciar es la falta de actuación policial.
76
habituales los castigos físicos contra los niños, de la misma manera hay más violaciones
sexuales a niñas). Por lo tanto, se reconoce nuevamente la violencia física, sexual y
psicológica, pero también se hace un análisis de los distintos lugares en los que se
practica:
Así, se elaboraron planes y acciones, tanto nacionales como regionales y locales, cuyo
objetivo no era sólo combatir la violencia que ya estaba teniendo lugar, sino evitar que se
genere tratando de eliminar la raíz del problema. Se elaboraron dentro del marco de leyes
para la igualdad de oportunidades y para la protección integral de la niñez, un plan
nacional de lucha contra la trata y la explotación sexual, así como de lucha contra los
delitos sexuales y otros.
Los cuatro ejes fundamentales para la elaboración de nuevas políticas de Estado en este
ámbito son:
77
• Un sistema de protección integral.
En el mundo actual el acceso al agua, que siempre fue imprescindible para la vida, no
está garantizado para todas las personas. Este recurso, por su importancia y su
necesidad, se ha convertido en un vergonzoso y a la vez fructífero negocio, un bien que
privatizar y del que lucrarse, pues ninguna familia puede permitirse prescindir de él. Como
elemento necesario para la supervivencia del ser humano, en el cuidado de los cultivos,
de los animales domésticos, y en el caso de Ecuador y otros países es parte intrínseca de
las culturas de los pueblos indígenas. Por este motivo, el cambio constitucional le dedica
mucha atención.
La nueva constitución de Ecuador supuso un notable avance en la defensa del agua como
derecho humano. El acceso a este recurso está garantizado como un deber primordial del
Estado (art. 3). El artículo 12 reconoce que “El derecho humano al agua es fundamental e
irrenunciable. El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público,
inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida”. En muchas de las
78
propuestas de mejora que se lanzan en el texto constitucional, como el uso de tecnologías
ambientalmente limpias, la mejora en la sanidad pública, el derecho a una vida digna, el
régimen de desarrollo, la recuperación y conservación de la naturaleza, la soberanía
alimentaria o la redistribución de tierras, se menciona la importancia del agua y el derecho
a acceder a ella como una condición fundamental para su cumplimiento. 82 La
Constitución, además, dedica al agua su Sección Sexta, y su disposición Vigesimosexta,
donde condona a las personas en situación de pobreza las deudas contraídas por el
consumo humano de este recurso. El artículo 318 reconoce que la gestión del agua debe
ser o bien estatal, o bien comunitaria.
Con el fin de hacer cumplir todos estos derechos, la Constitución prevee una sola
autoridad dedicada a la gestión, uso y cuidado del agua (art. 318). Fue así como surgió la
Secretaría Nacional del Agua, cuya misión es “dirigir la gestión integral e integrada de los
recursos hídricos en todo territorio nacional a través de políticas, normas, control y
gestión desconcentrada para generar una eficiente administración del uso y
aprovechamiento del agua”. También, existe una Ley Orgánica del Régimen de Soberanía
Alimentaria83
El gobierno elaboró, además, una Ley de Aguas en mayo de 2004, que fue fuertemente
criticada por las organizaciones sociales. La lucha por la gestión comunitaria del agua (en
lugar de estatal) es uno de los mayores conflictos que vive actualmente Ecuador, y
enfrenta a las organizaciones que luchan por el derecho a la alimentación, las ecologistas
y sobre todo a algunos colectivos indígenas con el actual gobierno.
79
impacto en Ecuador), ordenadas por los organismos financieros internacionales. Así es,
sobre todo, en la región de la Costa (Esmeraldas, Manabí y Guayas).
“La situación de la concentración del agua para riego es aún peor que el caso de la tierra.
Pese a la abundancia de agua en el Ecuador, la situación que enfrenta la mayoría de los
pequeños y medianos productores es grave, ya que el agua de riego también se
encuentra altamente concentrada. El Estado, a través de 64.300 concesiones, ha
entregado 2.240 m3/s de agua, aunque estas cifras subestiman los volúmenes que de
manera ilegal se han apropiado principalmente las grandes plantaciones de la Costa.
(…) La población campesina con sistemas comunales de riego, representa el 86% de los
usuarios. Sin embargo, este grupo apenas tiene el 22% de la superficie regada y accede
apenas al 13% del caudal. Mientras, los grandes consumidores que no representan el 1%
de unidades productivas, concentran el 67% del caudal”84
Según el informe de FIAN, las críticas que se han lanzado contra la Ley de Aguas en vigor
pueden resumirse en tres puntos:
• Servicios Ambientales: En sus inicios, la ley permitía que cualquier tipo de empresa
extranjera podía manejar las fuentes y vender el agua ecuatoriana.
Afortunadamente, este artículo fue eliminado.
84 Informe “El derecho a la alimentación en Ecuador: balance del estado alimentario de la población ecuatoriana desde
una perspectiva de derechos humanos”, FIAN Ecuador, 2010.
80
• Prelación: La Constitución menciona el agua para consumo humano y uso
doméstico y la de producción de alimentos que garantice la soberanía alimentaria y
aquélla perteneciente al caudal ecológico. Sin embargo, FIAN denuncia que no
estaban ordenados como los usos culturales y productivos, agroindustriales
(minería, flores, hidroeléctricas, balnearios, etc.). El movimiento indígena planteó el
ordenamiento de estos usos priorizando el uso para la vida y después para las
actividades contaminantes. Sin embargo, se siguen usando prioritariamente para la
actividad minera.
• El Fondo del Agua: Los sistemas estatales de riego siempre estuvieron atendidos
por instituciones estatales, pero nadie se ocupó de los sistemas comunitarios. Por
ello, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) propuso
la creación de un Fondo del Agua no solo para construcción sino también para
capacitación y protección de fuentes de agua de estos sectores tradicionalmente
desatendidos por 30 años de normativa neoliberal. Sin embargo, esta propuesta
fue rechazada señalando que el Art. 286 prohibía la creación de nuevas partidas
presupuestarias, por lo que la CONAIE propuso que estos recursos vinieran a
través de las instituciones, pero tampoco hubo acuerdo. Las protestas en defensa
de los derechos de la Naturaleza reconocidos en la Constitución, así como al
derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas a disponer de los recursos que
se encuentran en sus territorios y, si llegara el caso, no autorizar su explotación, es
un tema de candente actualidad en Ecuador. El 8 de marzo de 2012 comenzó la
Marcha Plurinacional por la vida, por el agua y por la dignidad de los pueblos 85, en
la que campesinos, campesinas y activistas de Ecuador comenzaron a caminar
como forma de protesta desde varias provincias del país rumbo a la capital, Quito.
La llegada tuvo lugar el 22 de marzo, Día Mundial del Agua.
81
asesinato, robo, obstrucción ilegal de vía pública e invasión de propiedad ajena 86. El
informe de Amnistía Internacional "Derechos de los Pueblos Indígenas y Persecución de
Manifestantes”, relata la preocupación de esta organización por la constante
criminalización de las protestas realizadas por la población indígena de Ecuador. El
documento, preparado para ser presentado ante la ONU, se enfoca en especial en las
vulneraciones de derechos cometidas por la ausencia de la consulta previa a los pueblos
ecuatorianos, denunciando además que, si bien los derechos que las y los activistas
reclaman están reconocidos en la Constitución, no existen mecanismos que los articulen y
los hagan efectivos.
Las protestas se centran también en los nuevos acuerdos que el gobierno ecuatoriano
está firmando con multinacionales, por lo general chinas, cuya finalidad es la explotación
mineral a través de proyectos de megaminería87.
82
CAPÍTULO 4
83
financieros, sino también como la noción de desigualdades en el acceso a los beneficios
materiales y no materiales de cualquier sociedad y grupo humano, así como el control
sobre ellos. Estos recursos materiales y no materiales incluyen los derechos humanos,
voz política, empleo, información, servicios, infraestructura y recursos naturales, entre
otros. La pobreza incluye todas las áreas en las que las personas de cualquier género son
privadas y percibidas como incapacitadas en sus diferentes sociedades y contextos
locales. Dos importantes factores determinantes de la desigualdad en el acceso a los
recursos y beneficios sociales, así como el control sobre ellos son la etnia y el género. Por
tanto, la reparación de las desigualdades de género y de etnia deberán estar
estrechamente vinculadas y ser parte integral de los procesos de desarrollo y demandas
legítimas en torno a la defensa y protección de los DDHH, territorios ancestrales y la libre
determinación de los pueblos y, de manera estratégica, ser implementados por las
organizaciones y comunidades.
La adopción del enfoque de desarrollo basado en los derechos tiene como base la
premisa de que las personas tienen los mismos derechos –no sólo las mismas
necesidades– de participar y beneficiarse del proceso de desarrollo. La eliminación de
todas las formas de discriminación contra los Pueblos indígenas y Afrodescendientes y el
real reconocimiento y respeto de su diversidad como base de la reivindicación de la no
discriminación están reconocidos en instrumentos internacionales y regionales de
protección de DDHH, así como en un gran número de constituciones y normativas
nacional. No obstante, las estructuras de poder político, económico y social impuestas por
la sociedad hegemónica impiden o hacen mucho más lento la efectividad de estos
derechos.
84
La Plataforma de Acción de Beijing, el Programa de Acción de El Cairo y la Convención
sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) van
más allá de las declaraciones que garantizan la igualdad y proponen medidas para
conseguir una igualdad sustancial en todos los campos y en todos los sectores.
Específicamente, la CEDAW y su Protocolo proporcionan un marco universal para un
desarrollo basado en los derechos. Hay que mencionar que a nivel regional, el Sistema
Interamericano de Protección de DDHH cuenta con instrumentos generales de protección
como la Convención Americana sobre Derechos Humanos e instrumentos específicos
como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer “Convención Belem do Pará” y sus mecanismos (Comisión y Corte
Interamericana).
Los procesos de desarrollo con enfoque de género deben estar orientados a garantizar
oportunidades de desarrollo, crecimiento y ejercicio de poder equitativos para hombres,
mujeres, niños y niñas, y por lo tanto, asegurar que las bases del desarrollo sean sus
capacidades, potencialidades y el ejercicio de sus derechos.
85
y las responsabilidades de hombres y mujeres, con el objetivo de promover la igualdad de
oportunidades frente al acceso, control y beneficio de los recursos, buscando no sólo
satisfacer necesidades básicas, sino que las tareas y roles sean compartidas de manera
equitativa entre hombres y mujeres.
La posibilidad de ejercer una ciudadanía activa por parte de las mujeres, de participar
social y políticamente en defensa de los propios derechos individuales y colectivos, en
este caso en la gestión comunitaria del agua, implica el desarrollo de una conciencia de
estos derechos y capacidades que permitan negociar con los actores locales estatales y
otros sectores de la sociedad civil, así como con sus compañeros miembros de la
comunidad. Las políticas de desarrollo deben pasar por la apropiación democrática de las
y los destinatarios de los proyectos con el fin de:
Conscientes de que son las mujeres las que fundamentalmente se han hecho cargo del
abastecimiento (recogida, traslado), uso y conservación del agua, por lo general para el
mantenimiento de la familia, del hogar, de la cosecha y ganadería y en el marco de las
86
relaciones sociales de la comunidad, será necesario:
87
La manera tradicional de incorporar y promover el enfoque y la equidad de género en los
proyectos de agua y saneamiento ha estado relacionado generalmente con una mayor
participación de las mujeres en las distintas actividades del proceso de implementación de
los servicios, sin tomar en cuenta que esto puede aumentar su carga de trabajo y reforzar
roles tradicionales. Asimismo, por lo general no se ha considerado la situación de
desigualdad en la que se encuentran las mujeres por elementos culturales y sociales
(forma de organización de un grupo social), colocándoles en una relación de poder
desventajosa frente a los hombres. Es probable que esta relación desigual de poder entre
hombres y mujeres, en muchos casos, sea funcional para la reproducción de la
comunidad, aunque ello no signifique necesariamente que sea equitativa o justa.
Todos los intentos por lograr un cambio tendrán un impacto limitado, si las intervenciones
no tienen como objetivo buscar que hombres y mujeres tomen decisiones en conjunto,
compartan responsabilidades, tengan iguales oportunidades y disfruten de los mismos
beneficios. Por lo tanto, un proyecto de agua y saneamiento que incorpore el enfoque de
género buscará dar mejor respuesta a las diferentes necesidades y demandas de
hombres y mujeres, dinamizar los procesos para la toma de decisiones y lograr un mayor
compromiso de todos y todas en la implementación, funcionamiento y mantenimiento de
los servicios de agua y saneamiento, así como en el cuidado de la salud de la familia y la
comunidad.
88
• Que los hombres participen en la educación a las familias (acceso), asuman
compromisos en el cuidado de la salud e higiene del hogar (control) y disfruten de
un ambiente saludable (beneficio).
A pesar de las demandas y procesos impulsados por los diversos Pueblos originarios 88 de
América Latina y el incipiente compromiso político mostrado por organizaciones,
organismos internacionales y actores políticos de reconocer, visibilizar y apoyar procesos
para erradicar la discriminación y dar cumplimiento a los derechos humanos de las
mujeres y hombres de los pueblos originarios, sólo existe información general y escasas
investigaciones en las que se incorporen las voces de las propias comunidades indígenas,
y mucho menos las voces de las mujeres rurales diversas. En la mayoría de los estudios
etnográficos disponibles sobre pueblos originarios las mujeres indígenas siguen siendo
invisibles y ausentes. Hace falta seguir investigando y profundizando la situación de las
mujeres diversas -indígenas, afrodescendientes, mestizas, amazónicas...- y las relaciones
de género existentes en las comunidades, dado que no debemos generalizar a partir del
contexto socio-cultural de uno u otro colectivo.
88 Dejamos constancia de que hacemos referencia al término Pueblos originarios como una unidad que aglutina la gran
diversidad de comunidades culturales y pueblos de América Latina por temas fundamentalmente de redacción y
lectura. No obstante, somos conscientes de la gran diversidad existente y del desconocimiento de sus desarrollos y
particularidades.
89
Como hemos señalado, la cultura en este contexto, hace referencia a la identidad de las
personas, sus aspiraciones, la forma como establecen sus intercambios simbólicos y
estructuran sus relaciones y prácticas, dentro de las cuales se encuentran los significados
compartidos, las normas sociales, las creencias y las identidades. Se refiere a un conjunto
de atributos en permanente cambio, que influyen y son influenciados por los
comportamientos económicos y sociales de la interacción humana.
En este marco nos gustaría estructurar y poner en común las principales resistencias que
90
encontramos en los discursos y prácticas de los distintos actores políticos y sociales de
Ecuador entrevistados en el proceso de estudio. Hacemos la salvedad de que el objetivo
no es cuestionar las opiniones de los actores que accedieron a participar en el proceso, si
no que por el contrario lo que nos parece relevante es identificar algunas resistencias
comunes y visibilizar los debates y aportes al respecto realizados por otros actores
sociales, especialmente desde las organizaciones de mujeres diversas -mujeres
indígenas, afrodescendientes, mestizas, montuvias...- en América Latina durante las
últimas dos décadas.
“Uno de los mayores problemas que ha supuesto la implantación del género en la zona
ha sido que el género no se ha interpretado como debería, sino que iba por el tinte del
feminismo”, ya que “más bien consistía en traer a una compañera que hablaba de las
mujeres maltratadas, que las mujeres, que las mujeres... y a veces a los hombres nos
dejaban jodidos”. (ONGD)
“Hay debate: unas que son feministas, otra corriente machista, y otra que trata de
entender el tema del género”. Se considera que el tema del género fue analizado de
forma distorsionada, centrándose sólo en la mujer, pero que ya no es así. Asimismo
percibe que las actuales diferencias de género no pertenecen a su cultura, en la que
89 Los testimonios son el resultado de las transcripciones y sistematizaciones de las entrevistas realizadas a diferentes
actores locales y de ámbito nacional de Ecuador -del 27 de septiembre al 05 de octubre de 2011-, involucrados en
los procesos de desarrollo y construcción de políticas públicas cuyos principales destinatarios son las comunidades
rurales de Ecuador y, de manera específica de Ambato y Cayambe. Como nuestra intención es poder conocer las
reflexiones y percepciones de los actores sociales en relación a las cuestiones de género, para poder analizarlas y
buscar nuevas propuestas y soluciones ante las posibles resistencias identificadas y, de ninguna manera cuestionar
a los actores, consideramos que no es necesario su identificación.
91
hombres y mujeres son complementarios, y que acabar con ellas es una forma de
descolonización. También se manifiesta sensibilizado y preocupado por la violencia de
género, especialmente en el sector urbano, donde hicieron una investigación sobre la
situación de las mujeres desempleadas. (Movimiento indígena)
Manifiesta que “no tendría un equipo sólo para género, pero sí para coordinar, para
seguir, para corregir...”. Ante la propuesta de contar con un eje transversal dedicado a
género en marco de su trabajo sectorial en riego, agua, etc., señala que “si no vas con
infraestructura no sirve para nada”. La única intervención que van a aceptar las
comunidades será la relacionada con la construcción y las formas de canalizar el agua. Al
preguntarle por la situación de las mujeres de las comunidades, remarca la eficacia de su
trabajo, sus esfuerzos, su buen hacer. (Actor gubernamental)
• Las cuestiones de género son percibidas como un tema impuesto desde occidente
y todo lo que representa la visión occidental del mundo. Además, se crítica el
desconocimiento de la cultura por los actores de la cooperación internacional en las
décadas de los 80s y 90s:
92
El entrevistado reconoce que le falta mucho por aprender, pero “ya no desde una
cuestión impuesta, sino desde el propio sentir”. Considera que la cooperación
internacional “vino con una visión occidentalista de considerar el género como central,
todo problema estaba en victimizar a la mujer” sin entender su rol en la familia, sin
comprender la cultura”. Señala que desde su organización “hacen mucho por este
análisis, pero visto desde la perspectiva familiar, no se dirigen a la mujer, sino a la familia.
Los de fuera no saben”. Denuncia que se ve al hombre como “el maldito”, pero no se
repara en otros fenómenos como la migración y sus terribles condiciones laborales, con
las que aportan al núcleo familiar. Sin embargo, considera que también hay que
sensibilizarse con la situación de las mujeres.(ONGD)
“La perspectiva (de género) se tomará en cuenta en la medida en que responda a sus
intereses y su entendimiento” (refiriéndose a las comunidades). (Actor gubernamental)
• Sobre las causas del patriarcado y las desigualdades existentes entre hombres y
mujeres en el mundo rural:
Considera que las relaciones desiguales propias del patriarcado son herencia del
colonialismo español, lo que hace que el cambio ahora sea muy difícil. También lo liga a
la situación socioeconómica, especialmente al fenómeno de la migración, que carga a
mujeres y niños de trabajo. Ahora vienen las organizaciones de desarrollo “con su visión
occidentalista (…) y parece que el hombre es malo y la mujer la víctima”. Pero en el hogar
hay un entendimiento, donde se cumplen roles y funciones (tanto los hombres, que
tienen las suyas, como las mujeres). Se reconoce que hay una gran desigualdad en el
acceso a la educación y a la dirigencia. Asimismo, expresa que acabar con las
desigualdades “es un camino, que al final constituye el desarrollo”.(ONGD)
93
discriminación, producto de la colonización. Reconoce que esta asimetría existe entre
los indígenas con especial impacto en las mujeres, en lo que se refiere, sobre todo, al
acceso a los recursos naturales y a los servicios. (Movimiento indígena)
Los actores sociales entrevistados afirmaron entender y valorar como positivo la teoría de
género, pero no saben cómo llevarla a la práctica. También que, si no se tiene en cuenta
la situación específica de las mujeres, los talleres que van dirigidos a toda la comunidad,
en realidad sólo tienen impacto en los hombres. Consideran que la clave está en la
educación. Además, incidieron que en general las mujeres de las comunidades de
Ambato y Cayambe habían demostrado una gran predisposición para aprender, para
esforzarse, para estudiar, ya que, las mujeres han demostrado ser extraordinarias en los
estudios y otros retos que se han marcado. (ONGD)
94
Considera que las mujeres tienen un papel muy relevante en la conservación de la
identidad, ya que son ellas las transmisoras de cultura a través de la educación en la
familia.
A partir de sus estudios y a través del Fondo Indígena ha podido investigar sobre la
situación de las mujeres: su falta de incidencia en la toma de decisiones, la idea de que
son “menos que ellos en fuerza, inteligencia y capacidad”, su baja autoestima (que
relaciona a la educación)... Muy pocas están dispuestas a asumir cargos de
responsabilidad, no se les reconoce económicamente su enorme trabajo en la
comunidad, y en muchos casos no las apoya su familia. Cree que lo que más se necesita
es capacitación, “por eso yo concluí que se debería hacer una escuela de mujeres libres
de la confederación del Pueblo Cayambe”. (Investigadora y promotora indígena)
Sin embargo, sí están muy valoradas (las mujeres) en la labor de tesorería, se las
suele elegir porque se cree que son buenas administradoras del dinero. Eso se podía
constatar en los talleres, las pocas mujeres que participaban en la administración de la
comunidad lo hacían en ese área. (Investigadora y promotora indígena)
Señala que el trabajo de las mujeres es muy duro y muy importante en las comunidades,
como el de los hombres, pero no se valora por igual. Cree que su trabajo debe ser
valorado, sin llegar nunca a victimizar a las mujeres. Manifiesta su sorpresa ante las
teorías, con las que no coincide, que defiende que las mujeres usamos nuestros derechos
específicos para “aplastar a los hombres”. Asegura no haber visto nada similar. Lamenta
que, aunque la situación ha mejorado un poco, los hombres siguen considerando que
hacer tareas domésticas y no dominar a sus mujeres “es de maricón”. (ONGD)
Denuncia la violencia intrafamiliar, tanto de género como contra menores. Lamenta que
pocas mujeres conocen sus derechos. (ONGD)
Apuntan que últimamente hay una participación de las mujeres del 60-40% en las
asambleas, y son ellas las predispuestas a hablar. Aunque esto se deba a que sus
maridos han migrado, no dejan de asistir cuando éstos regresan, al menos no todas. Sin
embargo, ante la toma de decisiones importantes, ellas siempre esperan para consultar al
95
esposo. Asegura además que depende mucho de qué tipo de asamblea o taller se trate:
si está entrado en el agua, en riego y gestión, van sobre todo hombres, pero si toca la
parte productiva, los cultivos, son las mujeres las que asisten, “aún con guaguas”.
Considera que las mujeres participan, “pero no se puede decir que toman decisiones en
igualdad de condiciones (…). Hay un nivel de trabajo organizativo de concienciación que
está avanzando para que las mujeres se empoderen”. (Movimiento indígena)
Para mejorar la situación de las mujeres, alude a la lucha que en este momento están
librando los pueblos indígenas para construir un Estado nuevo. No se trata sólo de
mejorar la situación de las mujeres, sino la de las comunidades indígenas. El caso
específico de las mujeres, que considera muy importante, se hará dentro de ese marco,
luchando por la implantación de políticas públicas dirigidas a la mejora de su
situación. Hace especial énfasis en los temas educativos, la participación y los
liderazgos. (Movimiento indígena)
Esos procesos, en cualquier caso, deben ser también en igualdad. Considera que
muchas veces se ha cometido el error de formar sólo a las mujeres. Por otro lado,
también es importante que la formación respete las culturas. “Obviamente, respetando
las partes culturales que cada civilización tiene, pero en nombre de la cultura también
muchos pueblos oprimen, eso no podemos permitirlo”. Recuerda que todo debe hacerse
desde la dimensión comunitaria, en las comunidades “no existe la cultura del
individualismo”, y eso hay que tenerlo en cuenta en las formaciones. (Movimiento
indígena)
Una de las organizaciones indígenas nos informa que desde hace seis meses tienen un
área de género y generacionalidades, a cargo de un varón. Están levantando datos sobre
la situación de las comunidades en las que trabajan, lo que incluye datos específicos
de género. También vienen organizando espacios de diálogo y reflexión, con el fin de
construir una propuesta política, en el que había interés por incluir el tema de género y
96
participación. (Movimiento indígena)
Defiende que no sólo hay que involucrar a las mujeres, hay mucha población
discriminada. También cree que la situación ha mejorado dentro de las familias en los
últimos años. Si se aplica el enfoque de género, debe hacerse también en las
instituciones públicas, no sólo en las ONGs, porque estas organizaciones sólo tocan una
parte de las sociedades. Consideran también que hacen falta estrategias prácticas, no
sólo la formación. (ONGD)
Otro problema es que seguimos tratando de formar “a los mismos”, y esas generaciones
no se pueden cambiar, tendríamos que dedicarnos a los jóvenes. (ONGD)
• No se plantean la división sexual del trabajo, cada cual cumple su rol, parece que
no están igual valorados, ni se pueden elegir.
97
en el marco conceptual y las herramientas de análisis de la perspectiva y teoría de
género.
En este contexto, Lugones hace referencia a la “... indiferencia de aquellos hombres que
continúan siendo víctimas de la dominación racial, de la colonialidad del poder,
inferiorizados por el capitaliamo global, (…) hacia las violencias que el Estado, el
patriarcado blanco y que ellos mismos perpetúan contra las mujeres de nuestras
98
comunidades, en todo el mundo.”90 Reflexiona acerca de las causas y de la propia
construcción de esa indiferencia hacia la discriminación de las mujeres de color, por parte
de los hombres de sus propias comunidades:
Además de la necesidad de integrar las categorías de análisis etnia, clase y género en las
intervenciones y acciones en el marco del desarrollo y las demandas de DDHH e
igualdad, no debemos de olvidar incluir en las agendas de reflexión los motivos por los
que no se ha logrado, en general, el reconocimiento de la complicidad y colaboración que
brindan al ejercicio de la dominación de las mujeres, en algunos casos, los hombres
diversos -indígenas, afrodescendientes...-, que también, han sido víctimas de la
dominación y explotación violentas. En este sentido, la teorización, así como las
intervenciones de desarrollo tienden hacer identificadas y gestionadas como si no hiciera
falta reconocer ni resistir prácticas de subordinación de las mujeres.
99
así como en general en la región de América Latina establecen que existen brechas de
desigualdad en ámbitos claves del desarrollo de los derechos: educación, salud,
soberanía alimentaria, hábitat, etc. En general, como señala Restrepo la posición,
distribución, acceso y uso de los recursos y beneficios del desarrollo entre hombres y
mujeres en cualquier espacio social público y privado en el mundo rural, confirma que
todavía la igualdad (en la diferencia) sigue siendo una aspiración de las mujeres. El
discurso reinvindicativo del derecho a la diversidad y la diferencia ha sido incoherente y
inconsistente hacia dentro de las etnias, al pretender mantener un estatus que discrimina
a las mujeres y niñas utilizando el fundamento de la diferencia y diversidad cultural91.
Por otro lado, de manera fundamental también están presentes las influencias de otras
instituciones, incluyendo las religiosas y las del Estado nacional, donde el sistema social-
legal y la provisión de bienes y servicios juegan un importante papel en el reforzamiento
de los roles y derechos de hombres y mujeres de los Pueblos originarios. Esto se
entiende cuándo las relaciones de género, la realización de los derechos , así como el
acceso y control de los recursos y beneficios, no apuntan a la igualdad entre hombres y
mujeres en el marco del Estado nación.
91 RESTREPO, Olga Luz. “Ciudadanía, género y conflicto pueblos indígenas”, revista Convergencia enero-abril año/vol
12, número 037, Universidad Autónoma de México, 2005, pp. 51.
92 FERNÁNDEZ, Patricia (Coord). “Indicadores con perspectiva de género para los pueblos indígenas”, 2001, p.15.
100
En este sentido, nos preguntamos si en todos los casos, prácticas y concepciones, hacen
mención de la cultura, las tradiciones y autenticidad representa y abogan por la libertad
cultural y, si pueden existir razones validas, libres, respetuosas con los DDHH y no
impuestas por ningún sistema hegemónico que permitan transformar y/o erradicar (si así
lo consideraran necesario los hombres y mujeres de una comunidad) prácticas que
nieguen a los individuos la igualdad de oportunidades y violen sus derechos humanos,
como es el caso de las negación a las mujeres de sus DDHH y su condición sujeta al
desarrollo y vida.
Las mujeres indígenas enfrentan una triple desventaja en su capacidad de decisión, frente
al acceso a los recursos y la capacidad de acción: ellas son indígenas, mujeres y pobre.
Así, por ejemplo, los indígenas tienen menor acceso a la educación que los no indígenas
y las diferencias de género en la escolaridad son mayores entre la población indígena. En
los indicadores que reflejan la relación entre mujeres y hombres, así como el de los
pueblos indígenas, se observan los comportamientos y prácticas sociales en que
confluyen las barreras étnicas y de género, con consecuencias negativas para las
mujeres93.
101
los proyectos y acciones. Sólo así, se logrará asegurar acciones de desarrollo que
impulsen transformaciones emancipadoras y sean sostenibles en el tiempo.
Introducir y dar prioridad en la agenda política y en las intervenciones de desarrollo las
temáticas por las que las mujeres rurales diversas apuestan94:
94 También ver el punto 5 del Cap. 1 “La agenda política y social de las organizaciones de mujeres rurales diversas".
95 Informe CEPAL 2000, p. 313.
102
• Resulta fundamental incorporar las voces, intereses y necesidades de las mujeres
indígenas en los procesos de desarrollo comunal de manera participativa y
culturalmente adecuadas a mujeres indígenas de diferentes culturas. Esta
afirmación nos coloca ante un panorama de gran heterogeneidad: de indígenas
urbanos, rurales, andinos, amazónicos, centroamericanos o sudamericanos, a nivel
local, regional y nacional, de mujeres y hombres de base, de diferentes grupos de
edades, de organizaciones de mujeres y de organizaciones de hombres y mujeres
indígenas, etc. Es necesario tomar en cuenta esta enorme diversidad cultural de
los pueblos indígenas cuando se aborda la temática compleja de la mujer indígena
y de las relaciones de género en los pueblos indígenas.
Es cierto que para avanzar en el desarrollo hacia sociedades más equitativas, capaces y
democráticas en la región, basadas en la igualdad entre hombres y mujeres, es necesario
lograr que los derechos de los pueblos indígenas y de las mujeres indígenas y
afrodescendientes sean reconocidos por todos los actores políticos, económicos y
sociales, así como que los instrumentos internacionales y regionales de protección de
DDHH no sólo se traduzcan en leyes y políticas nacionales, sino también que tengan un
alto grado de efectividad, cumplimiento y realización. Es decir que se concretice en
mejoras y derechos en la vida de las mujeres y hombres.
No obstante, para que estás demandas legítimas se cumplan, también deben ser materia
de tratamiento y reflexión a nivel intra comunitario, donde hombres y mujeres de los
pueblos originarios reflexionen y alcancen compromisos comunes, integrando las
categorías de etnia y género, de manera indivisible en sus demandas y propuestas, tanto
a nivel político como cultural.
Las relaciones de tensión entre dos formas de sociedad con tradición lingüística,
categorías significativas, sistemas de valores, estructuras y prácticas sociales distintas, de
103
las cuales una está subordinada a la otra, impregna la dinámica de los procesos de
transformación, a los que también contribuyen las mujeres como actoras permanentes.
Los sistemas de valores, los significados y las prácticas sociales de las culturas que han
estado históricamente subordinadas se modifican en la confrontación con los procesos de
revalorización o desvalorización e innovación de los sistemas de valores dominantes. Las
personas son excluidas o recluidas, aceptadas, preferidas o discriminadas y
menospreciadas, de acuerdo con el idioma que hablan, la forma como visten y el lugar de
donde proceden. El reto es cómo recrear permanentemente su propia cultura y, a la vez,
participar con plenos derechos en igualdad de condiciones en la sociedad nacional.
• Desde sus territorio cuerpo, siguen sufriendo los efectos del patriarcado ancestral
y occidental los cuales se refuncionalizan y se manifiestan en diferentes formas de
opresión, tanto en sus comunidades, como en sus familias. La expropiación
histórica de sus cuerpos, sigue presente cuando no pueden decidir por sus cuerpos
y sexualidad en libertad y autonomía.
96 Declaración política de las mujeres Xinkas feministas comunitarias ¡!!no hay descolonizacion sin
despatriarcalizacion!!! el 12 de octubre, de 2011
104
políticos como feministas comunitarias, sufren represión en la montaña por parte
de algunos compañeros del movimiento indígena y por parte del actual Gobierno
Indígena.
Entre los diversos aportes desarrollados por las mujeres diversas en la región y, de las
feministas comunitarias o diversas97, en torno a sus demandas por la igualdad de género
nos parece fundamental evidenciar los siguientes cuestionamientos ético/ políticos:
• Luchan contra todas las formas de colonialismo que arremeten contra las mujeres
en lo íntimo, privado y público, por lo cual asumen acciones que desde lo individual
y colectivo, fortalezcan la descolonización de cuerpos y territorios.
105
defenderlos de una expropiación por el estado republicano que está siempre al acecho”99.
Uno de los elementos más valiosos de análisis de las propuestas de los feminismos
comunitarios es la identificación y cuestionamiento al sistema patriarcal existentes en el
marco de las comunidades diversas y pueblos originarios. Y da un paso más. Como
señalan las feministas comunitarias de Bolivia existe un encuentro y fortalecimiento
histórico de los patriarcados originarios y colonial, al que han denominado “entronque de
patriarcados” y consideran que es el sustrato del así llamado “machismo latinoamericano”.
Como señala Paredes es necesario “reconocer que las relaciones injustas entre hombres
y mujeres (…), también se dieron antes de la colonia. Hay también un patriarcado y un
machismo boliviano, indígena y popular. (…). Descolonizar el género significa decir que la
opresión de género no solo vino con los colonizadores españoles, sino que había una
propia versión de la opresión de género en las culturas y sociedades precoloniales” 100. A
esta terrible unión le llaman el entronque patriarcal.
99 GARGALLO, Francesca. "Los feminismos de las mujeres indígenas: acciones autónomas y desafíos epistémico", p.
2.
100 PAREDES, Julieta. "Hilando Fino. Desde el feminismo comunitario. Mujeres creando comunidad", p. 24.
106
incrementa y se coordina con los poderes coloniales. De ahí, ha llegado a la conclusión
que no puede haber descolonización que no se acompañe de una profunda
despatriarcalización101.
Entre las resistencias que existen para trabajar desde la perspectiva de género -junto con
la interculturalidad, diversidad, DDHH, etc.- en los procesos de desarrollo y
autodeterminación de los pueblos originarios, podemos mencionar la afirmación de que el
feminismo es occidental y que no existe necesidad de trabajar desde la teoría de género,
ya que existe la práctica de la complementariedad chacha-warmi. Esta afirmación esta
vinculada a la concepción de que el machismo se introdujo con la colonia.
107
opresión de género y no utilizar esta institución para naturalizar las discriminaciones de
las mujeres a partir de considerar natural ciertos roles y actividades que son
infravaloradas. Esta denuncia de género además debe ayudarnos a develar las causas de
las condiciones históricas de opresión de las mujeres en los pueblos y sociedades para
transformarlas. Las feministas comunitarias plantean “la reconceptualización del par
complementario, despojarlo de sus machismo, de su racismo y su clasismo, replantearlo
en mujer-hombre, warmi-chacha que recupera el par complenentario horizontal, sin
jerarquías, armónico y recíproco, par de presencia, existencia, representación y
decisión”104.
Para llegar a captar la realidad compleja y diversa de las relaciones entre hombres y
mujeres de los pueblos originarios y sus procesos de transformación y cambio
permanentes, una mirada desde fuera resulta insuficiente. Se necesita mirar también la
vida al interior de las comunidades y de las familias. No sólo se trata de reconocer las
diferencias entre el grado y las formas de discriminación que sufren las mujeres en
comparación a los hombres indígenas y afrodescendientes por la sociedad nacional
hegemónica, sino de analizar de cerca las desigualdades entre hombres y mujeres al
interior de sus propios pueblos y cómo estas afectan las opciones individuales y el tipo de
relación con la sociedad nacional, de mujeres y hombres diversos en forma diferenciada.
Sobre todo, este segundo paso, de mirar las relaciones de género al interior de los
pueblos resulta una apuesta importante de las organizaciones que trabajan en materia de
desarrollo y DDHH, y que todavía no se asume, dado que enfrenta una serie de
obstáculos políticos, ideológicos y metodológicos. Debido a la historia violenta de los
procesos de colonización e independencia, y la desvalorización de las culturas y los
pueblos originarios, se ha considerado prioritario la defensa de su valor, su derecho a la
diferencia, su autoafirmación y su protección. Desde este punto de partida han surgido,
sobre todo, dos corrientes que se resisten a dar una mirada crítica a algunos aspectos de
las culturas de los pueblos originarios:
108
• Una esta conformada por algunos dirigentes, en su gran mayoría hombres,
quienes, por la urgencia de autoafirmación y revaloración de sus culturas y pueblos
indígenas frente a la cultura dominante, se resisten a reconocer o por lo menos, a
expresar públicamente ante los no indígenas, las desigualdades y formas de
discriminación de la mujer al interior de sus propias culturas.
109
afrodescendientes, etc. de América Latina conviene observar las relaciones de género en
el contexto de otras variables como edad, cultura, estado civil, grado de aculturación,
niveles de urbanización y puntos de partida en relación a oportunidades y límites.
Las relaciones y las identidades de género, así como sus formas de expresión cambian
por diferentes razones. Entre otros motivos porque reciben el impacto del desarrollo como
procesos de diferenciación social. Se ha podido observar, que la transformación histórica
de las relaciones de género no ha contribuido a la reducción de las estructuras de
dominación, sino a su creciente diferenciación. Si bien el grado de desigualdad entre
hombres y mujeres se modifica con los cambios sociales (pudiendo entonces negociarse
de nuevo), el carácter fundamentalmente jerárquico de las relaciones de género se ha
mostrado en extremo resistente frente a los procesos sociales de transformación.
¿Cómo se llega a desarrollar una crisis dentro de un orden de género de una sociedad
específica?. La lógica de la reproducción social de las culturas originarias y el sistema de
relaciones de poder desiguales, puede ser analizado, reconocido, valorado y, si se quiere,
cuestionado y deconstruido con la finalidad de resignificar el poder y generar relaciones
más justas y equitativas entre hombres y mujeres. Los procesos de negociación y
cuestionamiento internos pueden contribuir a transformaciones, que desemboquen en una
crisis de un orden específico. Las tendencias de crisis tienden a aparecer cuando se
resquebraja la coherencia en un sistema de poder determinado. En muchas sociedades
indígenas, por ejemplo, la continuidad de la reproducción social descansa sobre el
mantenimiento del orden ya legitimado, responsabilidad que con frecuencia recae sobre
las mujeres. Como "cuidadoras de la cultura" o "inventoras de la tradición”, se espera que
mantengan vigilancia sobre la moral y el cumplimiento de valores y prácticas, y que
decidan sobre las innovaciones.
110
Surge la necesidad de construir “nuevos poderes”, donde el poder que se ejerce para
oprimir y subordinar se transforme en un poder basado en relaciones sociales más
democráticas; un poder utilizado para empoderar y que genere relaciones más
equitativas. Cambiar las relaciones de poder entre las mujeres y hombres es un proceso
complejo que lleva tiempo y, que en el caso de los Pueblos originarios deberá ir vinculado
con las demandas relacionadas a la etnia. No obstante, es la única manera de lograr los
objetivos propuestos en relación a igualdad y DDHH, así como el principio de no
discriminación, respeto a la diversidad y sistemas participativos y pluralistas.
111
3. FRENTE A LAS RESISTENCIAS COMO PROMOVEMOS
EL EMPODERAMIENTO POLÍTICO, ECONÓMICO Y
PERSONAL DE LAS MUJERES RURALES DIVERSAS
112
• De resistencia generadas por ellas frente al sistema capitalista - patriarcal, con el
apoyo de otros actores.
En este marco, se observa que existe una muy inicial inclusión de la variable étnica, clase
y género en las políticas públicas nacionales en Ecuador y en los estados de la región,
con una mirada desde las mujeres indígenas, que empieza a visibilizarse en las políticas
públicas y legislación, especialmente, en torno al desarrollo rural. Así también, se están
incluyendo las variables étnica, clase y género, en las organizaciones de mujeres e
indígenas, al generar propuestas e impulsar procesos participativos.
Hay una demanda muy fuerte de las mujeres rurales indígenas de Ecuador sobre el
reconocimiento a la diversidad cultural, de su necesaria participación en la elaboración de
las políticas públicas, leyes y proyectos de desarrollo, partiendo del reconocimiento de sus
conocimientos, saberes, lenguas, culturas, etc. Algunas de las posibles estrategias y
mecanismos de impulso al empoderamiento de las mujeres rurales diversas de Ecuador:
113
• En el marco del desarrollo local y el diseño e implementación de políticas de los
gobiernos locales, incluir las variables étnica y género, desarrollando proyectos de
promoción de la participación y toma de decisiones públicas de las mujeres rurales
indígenas, mestizas...
• La promoción del acceso y titularización de las tierras para las mujeres rurales
indígenas, mestizas... para la mejora e incremento de la producción de las fincas,
la promoción de pequeñas y medianas productoras, el impulso a la trasmisión de
sus saberes y experiencias agroecológicas, biodiversidad, seguridad y soberanía
alimentaria, etc., en el marco de la nueva Reforma Agraria.
Durante los talleres se hizo énfasis en la importancia de visibilizar sus demandas como mujeres diversas.
114
4. CONCLUSIONES, DEMANDAS Y APORTES DE LAS
MUJERES RURALES DIVERSAS DE CAYAMBE Y
AMBATO EN TORNO A LA IGUALDAD, LA
DIVERSIDAD Y EL DESARROLLO107
115
- La igualdad, el respeto y la consideración contribuyen al bienestar de la
comunidad, de las familias y de las personas. Se relaciona directamente con el
desarrollo personal y comunitario, “en la unión hay más fuerza”.
- Se pretende difundir lo aprendido, “Me llevo esta experiencia para compartirlo
con mis hijos y con mi mujer”. Se tiene muy en cuenta también que el cambio no
viene sólo de un equitativo reparto de tareas, sino un apoyo al empoderamiento
de las mujeres, para superar sus silencios, sus carencias en la educación y su
ausencia en las asambleas, así como valorar su trabajo.
“Una cosa bonita. Hoy por ejemplo, me siento más fortalecida de saber que lo
que he hecho es correcto, y con mayor ahínco, tomaré estas palabras, tanto
para mi hogar como para la comunidad” (Testimonio de una de las líderes de la
comunidad de Ambato).
En este estudio, también hemos querido reflejar las voces y demandas del equipo de
dinamizadores y promotores locales 108, quienes nos dieron su opiniṕon en relación a la
valoración de los talleres, así como a las problemáticas de género en las comunidades lo
siguientes:
• Consideraron como muy positivo el hecho de que las mujeres fueron conscientes
de la existencia del género.
116
ligarla a los derechos humanos. No existe lo uno sin lo otro, y considera que “es
una de las estrategias más llevaderas para ellas”. También se deben hacer talleres,
si hubiera más tiempo, con hombres, aspirando a hacerlos mixtos, más adelante,
una vez las mujeres se hayan empoderado para hablar en público.
117
• Una de las principales aportaciones del equipo fue incorporar el elemento
religioso109 en el análisis de las posibles resistencias existentes en relación a las
cuestiones de género en el desarrollo de las comunidades, lo que acarrea una
serie de problemas para la implantación de la perspectiva de género:
◦ Señalan que existe una estrecha relación entre la política y la religión, que se
usa como herramienta de acceso al poder.
109De acuerdo a la información obtenida por diversos actores y por las mujeres participantes en los Talleres los
miembros de las comunidades profesan la religión evangelista.
118
Algunas conclusiones
119
hombres y mujeres. En este proceso reflexionar sobre si la cultura, la tradición y la
autenticidad representan y abogan por la libertad cultural y, si pueden existir
razones validas, libres, respetuosas con los DDHH y no impuestas por ningún
sistema hegemónico que permitan transformar y/o erradicar (si así lo considerara
necesario los hombres y mujeres de una comunidad) prácticas que nieguen a los
individuos la igualdad de oportunidades y violen sus derechos humanos, como es
el caso de las negación a las mujeres de sus DDHH y su condición de sujetas de
desarrollo y vida.
120
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
121
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123
ARTÍCULOS
INFORMES
124
• Informe OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). "La
igualdad de género y la entrega de la Ayuda Oficial al Desarrollo. ¿Qué ha
cambiado en las agencias de cooperación para el desarrollo desde 1999?", 2007.
• Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Nueva York. "Preguntas Frecuentas sobre el Enfoque de Derechos Humanos en la
cooperación para el Desarrollo", 2006.
DOCUMENTOS
125
DECLARACIONES DE LOS MOVIMIENTOS
DE MUJERES INDÍGENAS
126
ALGUNAS PÁGINAS WEB
127
Anexo 1.
A los Estados:
128
fortalecimiento y liderazgo. A través de la formulación y aplicaciones de políticas y
programas adecuados culturalmente, accesibles con enfoque de género y de
interculturalidad.
• En cuanto al desarrollo indígena y la globalización, se pide una revisión de las
políticas neoliberales, establecer un diálogo con las organizaciones indígenas en
la búsqueda de alternativas. Realizar acciones contra la pobreza, contaminación
ambiental, uso de transgénicos con la participación de las mujeres indígenas.
Propiciar el acceso y control de las mujeres a los recursos, e incluir en sus
presupuestos el enfoque de género y étnia.
• Terminar con todas las formas de discriminación, racismo y violencia. Garantizar el
derecho de las mujeres indígenas al acceso a servicios de salud de calidad, que
respete los conocimientos médicos tradicionales y eliminar los programas de
esterilización forzada.
A las agencias de cooperación: revisar sus políticas en relación con las organizaciones
de los pueblos y mujeres indígenas, dirigidas al bienestar de estas.
A los Organismos Internacionales
129
como: Plan Puebla Panamá, ALCA, Plan Colombia, Plan Mesoamérica, NAFTA, Plan coca
Cero, Pacto Andino y Amazónico, Corredor biológico mesoamericano por considerar que
atenta a la dignidad de las mujeres indígenas.
130
Anexo 2
En el marco del decenio internacional de los pueblos indígenas del mundo, mujeres
indígenas de los pueblos originarios de Abya Yala, Pachamama, Welmapu, Ximhai y
Kipatsi, Qechua, Asháninka, Aymara, Shipibo, Konibo, Kakataibo, Machiguenga,
Nomatsiguenga, Kakinte, Yanesha, Yine, Aguaruna, Huambisa, Kokama, Kokamilla,
Chayahuita, Bora, Huitoto, Haramkbut, Huachipaire, Arasaire, Jebusaire, Kashinahua y
otros pueblos indígenas reunidas durante los días del 4 al 6 de abril del 2004, en Lima –
Perú:
Frente a lo cual exigen que los Estados Nación incluyan la participación de los pueblos
indígenas en las decisiones políticas sobre implementación de megaproyectos, a parte de
131
la información, con la consulta y el respeto de la misma. Reclaman que se dote de
servicios básicos a los pueblos indígenas de las zonas rurales, y en las ciudades, así
como que la educación bilingüe constituya una política de Estado.
132
Anexo 3
En esta declaración se reconoce que todas las formas en que se manifiesta el racismo, la
discriminación y xenofobia tienen connotaciones particulares y se agudizan en las mujeres
afrodescendientes de América y el Caribe.Respecto a lo cual el Estado no ha garantizado
el disfrute de los derechos sexuales y reproductivos, negándoles el derecho a la
información y decisión sobre su cuerpo. Tampoco el Estado ha respondido frente a la
problemática del VIH y el SIDA, que ha afectado en especial a las mujeres de sus
comunidades.
133
• Se adopten medidas para garantizar el derecho a la salud de las mujeres
afrodescendientes, sin connotaciones racistas.
134
Anexo 4
Consenso de Brasilia
135
especialmente dirigidos a mujeres jóvenes y adultas, a fin de reforzar el ejercicio
pleno de su ciudadanía.
3. Ampliar la participación en esferas de poder, estimulando acciones que
garanticen el acceso a los espacios de decisión de la mujer, sin discriminación de
raza, etnia, y orientación sexual, sobretodo el fortalecimiento del liderazgo de las
mujeres indígenas. Impulsar la creación y fortalecimiento de la observación
ciudadana sobre los procesos electorales y el establecimiento de mecanismos
institucionales para el cumplimiento de las legislaciones que garantizan la
participación política de las mujeres.
4. Enfrentar todas las formas de violencia contra las mujeres, adoptando medidas
preventivas, punitivas, de protección y atención que contribuyan a la erradicación
de todas las formas de violencia contra las mujeres, la trata y tráfico de mujeres,
jóvenes y niñas para la explotación sexual. Garantizar el acceso efectivo a la
justicia, incorporar en las políticas de seguridad publica medidas especificas para
prevenir investigar y sancionar el feminicidio, y garantizar el acceso a la educación
sexual con perspectiva de género y pertinencia cultural, así como de la
incorporación de valores, saberes y prácticas de la medicina ancestral en donde se
use.
5. Facilitar el acceso a las mujeres a las nuevas tecnologías y promover medios
de comunicación igualitarios, democráticos y no discriminatorios, con la
promoción de acciones que faciliten el acceso de las mujeres de todas las edades
a las comunicaciones y a las nuevas tecnologías de la información, así como a la
educación y la capacitación sobre el uso de tales tecnologías para la creación de
redes.
6. La formulación de políticas orientadas a eliminar contenidos sexistas y
discriminatorios en los medios de comunicación, construir para ello mecanismos de
monitoreo del contenido transmitido de los medios de comunicación.
7. Promover la salud integral y los derechos sexuales y reproductivos de las
mujeres, garantizando las condiciones y los recursos para la protección y el
ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. El acceso a la
educación sexual con perspectiva de género y pertinencia cultural. Incluyendo en
136
los presupuestos nacionales y subnacionales, recursos suficientes para la
ampliación de la oferta pública de servicios de salud de calidad para las mujeres.
Revisar las leyes que prevén medidas punitivas contra las mujeres que se hayan
sometido a abortos. Fortalecer y ampliar los planes y programas que promuevan la
maternidad saludable y prevengan la mortalidad materna, asegurando el acceso
universal a los servicios de salud.
8. Realizar actividades de capacitación, intercambio y difusión que permitan la
formulación de políticas públicas basadas en los datos del Observatorio de
igualdad de género de América Latina y el Caribe, para ello solicitan a la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe el desarrollo de actividades
de formación y creación de capacidades, de intercambio y difusión de experiencias.
9. Promover la cooperación internacional y regional para la equidad de género,
fortalecer la cooperación Sur-Sur para el logro de la igualdad de género y el avance
de las mujeres. Instar a los donantes a que cumplan sus compromisos en materia
de asistencia oficial.
137
GÉNERO, INTERCULTURALIDAD Y SOSTENIBILIDAD EN LA AGENDA
DE DESARROLLO DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DE ECUADOR