MÁS SONRISAS PARA LA FRONTERA.

Psic. Hermelinda Pichardo.

Para las personas que visitan o residen en la ciudad de Cúcuta y su área metropolitana, es

sorprendente observar el desarrollo urbanístico que ha experimentado la ciudad, cada día se

construyen nuevas urbanizaciones y se abren nuevos centros comerciales, la zona ha demostrado

una extraordinaria resiliencia y capacidad de recuperación del impacto causados por el cierre de

la frontera y por la incesante acogida de inmigrantes venezolanos, que, como un acto de

solidaridad humana con el vecino país que por años represento el principal socio comercial de la

zona.

Pero lograr esta lenta y difícil transición no ha sido fácil, ha habido un elevado costo económico,

y lo que es aún más sensible, un elevado costo humano: empresarios arruinados, puestos de

trabajo perdidos, personas que se quedaron sin su principal fuente de sustento y se vieron

obligadas a emigrar a otras regiones de Colombia, familias separadas, situación que desencadeno

rupturas familiares, conflictos de pareja por razones económicas llevando a un importante sector

de la población a experimentar, angustia, depresión, enfermedades de origen psicosomático y lo

más lamentable de todo: aumento en el índice de suicidios.

Es por ello que se hace necesario la retribución a esta ciudad, de quienes habitamos en ella

agradecer y devolver parte del bienestar que ella nos ha brindado. Se hace perentorio contribuir

a desarrollar actividades de carácter educativo que ayuden a la población a prevenir, reconocer

y enfrentar estados emocionales depresivos que pudieran desencadenarse o manifestarse en otro

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tipo de estados asociados a factores emocionales negativos: como aumento de la violencia

intrafamiliar, consumo de sustancias psicoactivas, homicidios o suicidios, etc.

Pero esta realidad no es exclusiva de esta zona fronteriza, las difíciles circunstancias económicas

globales, relacionada con el cambio climático y sus devastadoras consecuencias, conflictos

armados que aun existente, etc. someten a las poblaciones humanas, en diferentes partes del

mundo, a fuertes situaciones de tensión psicosocial capaces de desencadenar trastornos

depresivos y psicopatológicos asociados, como los expuestos anteriormente.

De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (2017) alrededor de 300 millones de

personas en el mundo padecen de trastornos depresivos, el suicidio, como factor asociado a la

depresión, afecta alrededor de 800.000 personas, siendo la segunda causa de muertes en jóvenes

adultos en edades comprendidas entre los 15 y los 29 años.

Como podemos apreciar las estadísticas recopiladas por la Organización Mundial de la salud

nos permite comprender la magnitud de la cantidad de personas que, de acuerdo a cifras oficiales,

actualmente experimentan estados depresivos a escala mundial.

Si deseamos conocer las dimensiones del problema en Colombia podríamos citar la Encuesta

Nacional de Salud Mental (2015) un estudio descriptivo-transversal realizado por el Ministerio de

Salud y Protección Social que recoge información de 32 departamentos de Colombia, tanto en

comunidades urbanas como rurales , con la ayuda de la aplicación del cuestionario SRQ (Self

Reporting Cuestionnaire)el 19,7 % de los adolescentes encuestados manifiestan síntomas que

corresponden a trastornos depresivos y en el rango de edades entre 18 a 44 años el 80,2 %

presentaban de 1 a 3 síntomas depresivos. Observatorio Nacional de Salud Mental (2017).

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Las estadísticas anteriores nos permiten reconocer que los trastornos depresivos constituyen

condiciones frecuentes tanto en el mundo en general como dentro de la geografía nacional.

Si analizamos la situación en la ciudad de Cúcuta, de acuerdo a datos de la Secretaria Municipal

de Salud (Marzo del 2018) ya se habían atendido 147 casos, solo en el primer trimestre del año.

Lo anteriormente planteado nos permite evaluar la necesidad e importancia de atender estos

estados desde diferentes puntos de vista, siendo el enfoque educativo, una estrategia, básica pero

fundamental si se desea prevenir la incidencia de este padecimiento dentro de la población del

área metropolitana de Cúcuta.

Realizar campañas de Información dirigidas a educar a la población sobre lo que es la depresión,

la importancia de buscar atención psicológica profesional a tiempo, etc., sin ninguna duda

ahorraría muchas lágrimas, sufrimientos, conflictos y rompimientos familiares, maltrato y lo que

es aún más valioso: pérdida de vidas humanas .

Por todo lo anteriormente expuesto podemos concluir que los trastornos depresivos generan un

alto impacto a nivel mundial y a nivel nacional y que, debido a las complicadas circunstancias un

económicas y sociales que caracterizan la frontera también lo han sido en el área metropolitana

de Cúcuta por lo que se hace necesario de parte de nosotros un pequeño esfuerzo individual y

colectivo para adelantar campañas educativas sobre la depresión y de esta forma contribuir a

mejorar la salud mental y física incentivando de esta forma bienestar emocional e iluminar con

más sonrisas los rostros de las personas que generosamente ,nos han acogido en su territorio.
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Bibliografía.

La Opinión. Septiembre 2018.El Suicidio, una realidad creciente en Norte de Santander.

Observatorio Nacional de Salud Mental.2017.Guia Metodológica Actualizada.

Organización Mundial de la salud .2017.Depresión.

UNIVERSIDAD DE SANTANDER.

FACULTAD DE PSICOLOGIA.

ENSAYO.

MÁS SONRISAS PARA LA FRONTERA.

Psic. Hermelinda Pichardo.