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7 razones por las que

los cristianos no
están obligados a
diezmar
PREPARADO POR EL PASTOR JORGE AGUILAR

Muchos piensan que los creyentes deben dar el diezmo (definido como dar el 10% de los
ingresos personales), y muchos usan el lenguaje de “diezmos y ofrendas” en los servicios de
adoración. Otros están igualmente convencidos de que el diezmo no es obligatorio para los
creyentes.

¿Qué punto de vista es más fiel a la Palabra de Dios?

Ciertamente, esto no es un asunto sobre el cual los creyentes deban romper comunión. El amor
es mucho más importante que nuestra opinión sobre el diezmo (1 Cor. 13). Sin embargo, yo
argumentaría que el diezmo no es obligatorio, ni debería ser fomentado para los creyentes en
Jesucristo. Pero tal postura necesita ser explicada.

El diezmo en el Antiguo Testamento

¿Qué dice el Antiguo Testamento acerca del diezmo? Abraham dio una décima parte de su
botín de guerra a Melquisedec (Gn. 14:20),

Melquisedec bendice a Abram

Gén 14:17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los


reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de
Save, que es el Valle del Rey. Gén 14:18 Entonces Melquisedec,(A) rey
de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; Gén 14:19 y
le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador
de los cielos y de la tierra; Gén 14:20 y bendito sea el Dios Altísimo,
que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de
todo.

y Hebreos apela a este relato para respaldar la superioridad del sacerdocio de Melquisedec
sobre el de Leví (Heb. 4:10). Dios salió al encuentro de Jacob en Betel y le prometió
bendiciones de pacto; el patriarca prometió a Dios una décima parte de todo lo que le fue
concedido (Gn. 28:22).
Gén 28:20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me
guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y
vestido para vestir, Gén 28:21 y si volviere en paz a casa de mi padre,
Jehová será mi Dios. Gén 28:22 Y esta piedra que he puesto por
señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo
apartaré para ti.

*Una décima parte de la semilla, el fruto, y las ovejas de Israel eran


dadas al Señor (Lv. 27: 30-32, Dt. 14: 22-24; cf. 2 Cr. 31:5-6; Neh. 13:5, 12).

Lev 27:30 Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra


como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a
Jehová. Lev 27:31 Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo,
añadirá la quinta parte de su precio por ello. Lev 27:32 Y todo
diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el
diezmo será consagrado a Jehová.

La ley del diezmo


*Se diezmaba del grano y animales
Deu 14:22 Indefectiblemente diezmarás(D) todo el producto del
grano que rindiere tu campo cada año. Deu 14:23 Y comerás delante
de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para poner allí su
nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las
primicias de tus manadas y de tus ganados, para que aprendas a
temer a Jehová tu Dios todos los días. Deu 14:24 Y si el camino fuere
tan largo que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que
Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando
Jehová tu Dios te bendijere, Deu 14:25 entonces lo venderás y
guardarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu
Dios escogiere; Deu 14:26 y darás el dinero por todo lo que deseas,
por vacas, por ovejas, por vino, por sidra, o por cualquier cosa que tú
deseares; y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y
tu familia.

2Cr 31:5 Y cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel
dieron muchas primicias de grano, vino, aceite, miel, y de todos los
frutos de la tierra; trajeron asimismo en abundancia los diezmos de
todas las cosas.(B) 2Cr 31:6 También los hijos de Israel y de Judá, que
habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los
diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo
santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová su Dios, y
los depositaron en montones.
*La ley es un todo, asi que el que quiere
vivir por ella debe guardarla toda o nada
Stg 2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere
en un punto, se hace culpable de todos.

*El pueblo daba una décima parte a los Levitas para su


mantenimiento (Nm. 18: 21-24;

Núm 18:21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los


diezmos(B) en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos
sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión. Núm 18:22 Y no
se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para
que no lleven pecado por el cual mueran. Núm 18:23 Mas los levitas
harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su
iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros descendientes; y no
poseerán heredad entre los hijos de Israel. Núm 18:24 Porque a los
levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que
ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los
hijos de Israel no poseerán heredad.

cf. Neh. 10:38; 12:44),

Neh 10:38 y que estaría el sacerdote hijo de Aarón con los levitas,
cuando los levitas recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el
diezmo del diezmo(H) a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la
casa del tesoro.

Neh 12:44 En aquel día fueron puestos varones sobre las cámaras de
los tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para
recoger en ellas, de los ejidos de las ciudades, las porciones legales
para los sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con
respecto a los sacerdotes y levitas que servían.

*y los Levitas, a su vez, debían dar una décima parte al sumo


sacerdote (Nm. 18:25-28).

Núm 18:25 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Núm 18:26 Así


hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de
Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad,
vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo
de los diezmos. Núm 18:27 Y se os contará vuestra ofrenda como
grano de la era, y como producto del lagar. Núm 18:28 Así ofreceréis
también vosotros ofrenda a Jehová de todos vuestros diezmos que
recibáis de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová
al sacerdote Aarón.
*Aquellos que no diezmaron fueron amenazados con una maldición,
mientras que aquellos que diezmaron se les prometió bendición
(Mal. 3:8-10).

Mal 3:8 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado.


Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y
ofrendas. Mal 3:9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la
nación toda, me habéis robado. Mal 3:10 Traed todos los diezmos al
alfolí(C) y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice
Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Aunque podríamos asumir que Israel en el Antiguo Testamento dio un total de 10 por ciento,
en realidad es difícil discernir cuánto se dio. No podemos detenernos en detalles en este breve
artículo, pero algunos piensan que los israelitas daban catorce diezmos durante siete años;
otros creen que daban doce. En todo caso, cuando juntamos los diezmos requeridos, la
cantidad ciertamente supera el diez por ciento. De hecho, el número probablemente era
alrededor de 20% al año.

Por qué el diezmo no es requerido hoy en día

Hay siete razones decisivas para decir que los cristianos no están obligados a diezmar.

Los creyentes ya no están bajo el pacto mosaico (Rm. 6:14-15; Romanos 7:5-6; Gál. 3:15-
4:7; 2 Co. 3:4-18).

Rom 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no


estáis bajo la ley, sino bajo la gracia. Rom 6:15 ¿Qué, pues?
¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En
ninguna manera.
Rom 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones
pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros
llevando fruto para muerte. Rom 7:6 Pero ahora estamos libres de la
ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de
modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el
régimen viejo de la letra.
Los mandamientos estipulados en el pacto mosaico ya no están en vigor para los creyentes.
Algunos apelan a la división entre la ley civil, ceremonial, y moral para respaldar el diezmo. Sin
embargo, yo observaría que estas divisiones no son la base que Pablo usa cuando se refiere a
cómo la ley aplica para nosotros hoy en día. Y aun si usamos esas distinciones, claramente el
diezmo no es parte de la ley moral. Es cierto que las normas morales del Antiguo Testamento
todavía están en vigor hoy en día, y las discernimos de la ley de Cristo en el Nuevo Testamento,
pero el diezmo no está entre esos mandamientos.

2. Los ejemplos de Abraham y Jacob no son patrones normativos.

Algunos piensan que el diezmo es obligatorio porque tanto Abraham como Jacob dieron una
décima parte, y ambos vivieron antes de que el pacto mosaico estuviera establecido. Sin
embargo, difícilmente tales ejemplos demuestran que el diezmo sea para todos los tiempos. El
regalo de Abraham a Melquisedec fue un acontecimiento que sucedió una sola vez; no hay
evidencia de que él le diera a Dios una décima parte de manera regular.
El que Jacob entregara una décima parte significaba su agradecimiento a Dios por haberle
prometido estar con él y protegerlo. Su agradecimiento y generosidad todavía nos hablan hoy,
pero una descripción histórica de lo que Jacob dio no apoya la idea de que todos los creyentes
deben dar a Dios una décima parte de sus ingresos.

3. Los diezmos fueron dados a los levitas y a los sacerdotes, pero no hay levitas y
sacerdotes en el nuevo pacto.

Los levitas y los sacerdotes estaban atados al sistema de sacrificios del antiguo pacto. Ahora
todos los creyentes son sacerdotes (1 Pe. 2:9; 1Pe 2:9 Mas vosotros sois linaje
escogido, real sacerdocio, nación santa,(E) pueblo adquirido por
Dios,(F) para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable;

Apo 1:6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre;(D) a él sea
gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
5:10; Apo 5:10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes,(G) y reinaremos sobre la tierra.

Apo 20:6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera


resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino
que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años
con Jesús como nuestro Sumo Sacerdote Melquisedeciano (Heb. 7).

4. El diezmo está ligado a la tierra que Israel recibió bajo el antiguo pacto.

Israel debía celebrar un diezmo cada tres años en Jerusalén. Pero ese requisito no puede
aplicarse a los cristianos hoy en día. Eso era en relación a los judíos como nación, a los judíos
que vivían en la tierra de la promesa. Con la venida de Cristo, la nación judía ya no es más el
lugar del pueblo de Dios, aunque individuos judíos son parte de la Iglesia a través de la fe en
Jesús.

La Jerusalén terrenal ya no es central en los propósitos de Dios (Gál. 4:25). Gál 4:25
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la
Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.

Gál 4:26 Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es


libre.
Los creyentes son parte de la Jerusalén celestial (Gál. 4:26) y esperan la ciudad que ha de venir
(He. 11:10), a los cielos nuevos y la tierra nueva (Ap. 21:1-22: 5). Abraham no es heredero de
la tierra de Israel, sino de todo el mundo (Rm. 4:13).

5. Si el diezmo es obligatorio hoy en día, ¿cuánto deberíamos dar?

Como se señaló anteriormente, el número era ciertamente más del 10% y cercano al 20%.
Aquellos que abogan por el diezmo probablemente deberían quedarse en el 20%.

6. Cuando Jesús afirmó el diezmo, sucedió antes del comienzo del nuevo pacto.

Algunos defienden el diezmo diciendo que Jesús elogió el diezmo, incluso si dijo que era menos
importante que otras cosas (Mt. 23:23; Mat 23:23 !!Ay de vosotros, escribas y
fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el
comino,(G) y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la
misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer
aquello.
Lc. 11:42). Luc 11:42 Mas !!ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la
menta, y la ruda, y toda hortaliza,(I) y pasáis por alto la justicia y el
amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello. Este
argumento parece fuerte, pero no es persuasivo. Jesús también mencionó el ofrecimiento de
sacrificios en el templo (Mt. 5:23-24), pero los cristianos no piensan —incluso si el templo
fuera reconstruido— que deberíamos hacer eso. Las palabras de nuestro Señor son
comprensibles cuando pensamos sobre su ubicación en la historia de la redención.

Jesús habló acerca de los sacrificios y el diezmo antes de la cruz y la resurrección, antes del
comienzo del nuevo pacto. Él usó el diezmo y los sacrificios como ilustraciones cuando se
dirigía a sus contemporáneos. Él guardó la ley debido a que fue “nacido bajo la ley” (Gál. 4:4).
Pero no podemos tomar sus palabras como que aprueban el diezmo hoy en día más de lo que
podemos tomarlas como que aprueban el ofrecer sacrificios.

7. En ninguna parte del Nuevo Testamento se menciona al diezmo cuando se manda a


dar generosamente.

Cuando los cristianos reciben instrucción sobre dar a los pobres, no se les manda a dar “el
diezmo al pobre”. En cambio, se les instruye a ser generosos en ayudar a los necesitados (Hch.
2:43-47; Hch 2:45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo
repartían a todos según la necesidad de cada uno.(I) Hch 2:46 Y
perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en
las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, Hch 2:47
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor
añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

Hechos 4:32-37; Hch 4:32 Y la multitud de los que habían creído era
de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo
que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.(F) Hch 4:33 Y
con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Hch 4:34 Así
que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que
poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo
vendido, Hch 4:35 y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se
repartía a cada uno según su necesidad.(G) Hch 4:36 Entonces José,
a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que
traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, Hch
4:37 como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a
los pies de los apóstoles.

Hechos 11:27-30; Hch 11:27 En aquellos días unos profetas


descendieron de Jerusalén a Antioquía. Hch 11:28 Y levantándose
uno de ellos, llamado Agabo,(C) daba a entender por el Espíritu, que
vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió
en tiempo de Claudio. Hch 11:29 Entonces los discípulos, cada uno
conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los
hermanos que habitaban en Judea; Hch 11:30 lo cual en efecto
hicieron, enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
Gál. 2:10; Gál 2:10 Solamente nos pidieron que nos acordásemos de
los pobres; lo cual también procuré con diligencia hacer.

1Corintios 16:1
La ofrenda para los santos
En cuanto a la ofrenda para los santos,(A) haced vosotros también de
la manera que ordené en las iglesias de Galacia. 1Co 16:2 Cada
primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo,
según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no
se recojan entonces ofrendas. 1Co 16:3 Y cuando haya llegado, a
quienes hubiereis designado por carta, a éstos enviaré para que
lleven vuestro donativo a Jerusalén. 1Co 16:4 Y si fuere propio que
yo también vaya, irán conmigo.

2 Cor. 8:1-9:15). 2Co 8:1


La ofrenda para los santos
Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha
dado a las iglesias de Macedonia; 2Co 8:2 que en grande prueba de
tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza
abundaron en riquezas de su generosidad. 2Co 8:3 Pues doy
testimonio de que con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y
aun más allá de sus fuerzas, 2Co 8:4 pidiéndonos con muchos
ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este
servicio para los santos.(A) 2Co 8:5 Y no como lo esperábamos, sino
que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros
por la voluntad de Dios; 2Co 8:6 de manera que exhortamos a Tito
para que tal como comenzó antes, asimismo acabe también entre
vosotros esta obra de gracia. 2Co 8:7 Por tanto, como en todo
abundáis, en fe, en palabra, en ciencia, en toda solicitud, y en
vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.
2Co 8:8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por
medio de la diligencia de otros, también la sinceridad del amor
vuestro. 2Co 8:9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para
que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. 2Co 8:10 Y en
esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que
comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo,
desde el año pasado. 2Co 8:11 Ahora, pues, llevad también a cabo el
hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo
estéis en cumplir conforme a lo que tengáis. 2Co 8:12 Porque si
primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno
tiene, no según lo que no tiene. 2Co 8:13 Porque no digo esto para
que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez, 2Co 8:14
sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra
supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos
supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad, 2Co 8:15 como
está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más, y el que poco, no
tuvo menos.(B) 2Co 8:16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón
de Tito la misma solicitud por vosotros. 2Co 8:17 Pues a la verdad
recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por su
propia voluntad partió para ir a vosotros. 2Co 8:18 Y enviamos
juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye
por todas las iglesias; 2Co 8:19 y no sólo esto, sino que también fue
designado por las iglesias como compañero de nuestra
peregrinación para llevar este donativo, que es administrado por
nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra
buena voluntad; 2Co 8:20 evitando que nadie nos censure en cuanto
a esta ofrenda abundante que administramos, 2Co 8:21 procurando
hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino
también delante de los hombres.(C) 2Co 8:22 Enviamos también con
ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado
repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la
mucha confianza que tiene en vosotros. 2Co 8:23 En cuanto a Tito,
es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a
nuestros hermanos, son mensajeros de las iglesias, y gloria de
Cristo. 2Co 8:24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la
prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de
vosotros.

2Co 9:1 Cuanto a la ministración para los santos, es por demás que
yo os escriba; 2Co 9:2 pues conozco vuestra buena voluntad, de la
cual yo me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está
preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la
mayoría. 2Co 9:3 Pero he enviado a los hermanos, para que
nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para
que como lo he dicho, estéis preparados; 2Co 9:4 no sea que si
vinieren conmigo algunos macedonios, y os hallaren
desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir
vosotros, de esta nuestra confianza. 2Co 9:5 Por tanto, tuve por
necesario exhortar a los hermanos que fuesen primero a vosotros
y preparasen primero vuestra generosidad antes prometida, para
que esté lista como de generosidad, y no como de exigencia
nuestra. 2Co 9:6 Pero esto digo: El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará. 2Co 9:7 Cada uno dé como
propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque
Dios ama al dador alegre. 2Co 9:8 Y poderoso es Dios para hacer
que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo
siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda
buena obra; 2Co 9:9 como está escrito: Repartió, dio a los
pobres; Su justicia permanece para siempre.(A) m 2Co 9:10 Y el
que da semilla al que siembra, y pan al que come,(B) proveerá y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de
vuestra justicia, 2Co 9:11 para que estéis enriquecidos en todo
para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros
acción de gracias a Dios. 2Co 9:12 Porque la ministración de este
servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que
también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 2Co 9:13
pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por
la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la
liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 2Co
9:14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes
aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.
2Co 9:15 !!Gracias a Dios por su don inefable!

Por ejemplo, 1 Corintios 16:1-4, un pasaje que a menudo es citado en círculos populares como
respaldándolo, no menciona el diezmo; el pasaje habla sobre una ofrenda que se hizo a los
santos pobres en Jerusalén.

Da generosamente

Aunque el diezmo no es obligatorio hoy en día, no significa que los creyentes deban acumular
posesiones.

Se nos ordena apoyar a los que predican el evangelio (Mt. 10:10; Lc. 10:7; 1 Co. 9:6-14; 1 Ti.
5:17-18). Y aunque debemos disfrutar de las cosas buenas que Dios nos da, también somos
llamados a ser generosos con los necesitados (1 Ti. 6:17–19; 2 Co. 8–9). La riqueza puede
convertirse fácilmente en un ídolo, llevándonos a abandonar al Señor.

Puesto que Dios debe ser nuestro tesoro, los creyentes deben dar generosamente y libremente.
Para muchos en occidente, esto significará dar más del 10%.

Aun así, la Escritura no ordena que los cristianos den una décima parte, y la Escritura, no la
tradición, es nuestra regla y autoridad.

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