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UNIVERSIDAD ANDINA “NÉSTOR CÁCERES VELASQUEZ”

E.P. INGENIRÍA CIVIL

1. LA CORRUPCIÓN
En el latín es donde podemos establecer que se encuentra el origen etimológico del
término corrupción. En concreto, emana del vocablo “corruptio”, que se encuentra
conformado por los siguientes elementos: el prefijo “con-”, que es sinónimo de “junto”;
el verbo “rumpere”, que puede traducirse como “hacer pedazos”; y finalmente el sufijo
“-tio”, que es equivalente a “acción y efecto”.

Corrupción es la acción y efecto de corromper (depravar, echar a perder, sobornar a


alguien, pervertir, dañar). El concepto, de acuerdo al diccionario de la Real Academia
Española (RAE), se utiliza para nombrar al vicio o abuso en un escrito o en las cosas no
materiales.

La corrupción, por lo tanto, puede tratarse de una depravación moral o simbólica. Por
ejemplo: “No debemos tolerar la corrupción de nuestras tradiciones por presiones
extranjeras”, “Las declaraciones del ministro contribuyen a la corrupción del acuerdo
de paz”.

2. PERSPECTIVA HISTORICA DE LA CORRUPCIÓN


Muchos conceptos u objetos que actualmente consideramos secundarios como el arado
animal, una simple balanza o las artes plásticas fueron originados en el Imperio Egipcio
fruto de su desarrollo económico y social. En cuanto al desarrollo histórico de la política
egipcia se pueden destacar infinidad de conceptos, pero si actualmente tuviéramos que
destacar uno sería la primera ley anti-corrupción en la cual se decretaba que suponía un
delito contra la justicia el intento de recompensa por un litigante para evitar la escucha
del adversario y suponía pena capital para el enjuiciado.

Esto suponía la primera regulación ante este problema social cuya nomenclatura fue
“Ley de Sobornos” pero no fue hasta la constitución americana cuando se extrapolo al
mundo occidental la lucha contra la corrupción. A través de impeachment o juicio
político, en la cual el soborno era considerado como traición y la corrupción como acto
susceptible de ser enjuiciado por las leyes vigentes de aquella época.

Primeros actos que se fueron extrapolando a las demás constituciones europeas que
fuera de mantenerlo en la teoría fueron creando comisiones y agencias nacionales con
el fin de intentar eliminar este concepto, parasito del desarrollo burocrático de la
sociedad.

Todo ello bloqueado por las fronteras, fronteras que serían difuminadas con el efecto de
la globalización del siglo XX con la creación de organismos supranacionales como la
ONU o la CEE, germen de la actual Unión Europea, las cuales con sus principios
originales anticorrupción lucharon y luchan a través de agencias supranacionales como
la UNICRI, OLAF o RECC, de las cuales la primera forma parte de la ONU y los dos
restantes de la UE.

En la actualidad la corrupción en todos los ámbitos sociales solo podríamos encontrarla


en países subdesarrollados, africanos en su mayoría, donde cada acción social supone

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un acto de corrupción. En el mundo occidental o desarrollado la situación es distinta, la


corrupción se ha enmascarado para parecer inexistente, aunque aparezca cual serpiente
salida de una roca que ha sido movida por la fuerza de un niño inocente e inconsciente
del peligro que supone dicho animal.

Toda idea o ideología política, social o económica tiene un lado histórico importante a
analizar y la corrupción tiene uno detrás que nos permite analizar el pasado para actuar
en el presente. La historia a lo largo de su trascurso ha sabido poner fin a situaciones de
corrupción desde su origen egipcio a través del soborno hasta el enmascaramiento
actual, y el hoy no será una excepción en el mañana.

3. TIPOS DE CORRUPCIÓN.
Existen diversas tipologías de la corrupción desde la que hace sólo referencia a la
extorsión y el soborno, hasta las que se refieren a tipos específicos y especiales. Estos
tipos son:

a) Extorsión.- Es cuando un servidor público, aprovechándose de su cargo y bajo la


amenaza, sutil o directa, obliga al usuario de un servicio público a entregarle
también, directa o indirectamente, una recompensa.
b) Soborno.- Es cuando un ciudadano o una organización, entrega directa o
indirectamente a un servidor público, determinada cantidad de dinero, con el
propósito de que obtenga una respuesta favorable a un trámite o solicitud,
independientemente si cumplió o no con los requisitos legales establecidos.
c) Peculado.- Es la apropiación ilegal de los bienes por parte del servidor público
que los administra.
d) Colusiones.- Es la asociación delictiva que realizan servidores públicos con
contratistas, proveedores y arrendadores, con el propósito de obtener recursos y
beneficios ilícitos, a través de concursos amañados o, sin realizar estas
(adjudicaciones directas), a pesar de que así lo indique la ley o normatividad
correspondiente.
e) Fraude.- Es cuando servidores públicos venden o hacen uso ilegal de bienes del
gobierno que les han confiado para su administración.
f) Tráfico de influencias. - Es cuando un servidor público utiliza su cargo actual o
sus nexos con funcionarios o integrantes de los poderes ejecutivo, legislativo o
judicial, para obtener un beneficio personal o familiar, o para favorecer
determinada causa u organización.
g) La falta de ética.- Es un tipo especial de corrupción que si bien no tiene que ver
directamente con la apropiación ilegal de recursos del gobierno y de ciudadanos
usuarios, sí entraña entre algunos servidores públicos, una conducta negativa que
va en contra de los propósitos y metas de las instituciones públicas. Esta falta de
ética se pude observar cuando determinado servidor público no cumple con
los valores de su institución, es decir, cuando no conduce sus actos
con: honestidad, responsabilidad, profesionalismo, espíritu de servicio, por citar
algunos.

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4. CAUSAS DE LA CORRUPCIÓN
A. Las sociedades ven la corrupción como parte de su cultura.
Tradicionalmente, y en algunas sociedades más que en otras, se ha venido concibiendo
que la ejecución de ciertas conductas o comportamientos que hoy en día son
considerados manifestaciones de una sociedad corrupta (recurrir a “contactos” para
asegurar un contrato, realizar pagos de facilitación, dar obsequios tras la aprobación de
un permiso), son normales e incluso positivas para el avance y desarrollo de la
economía.

B. Impunidad o falta de legislación anticorrupción adecuada.


La impunidad es una de las principales y más claras causas de corrupción. Aunque en
la mayoría de los países del mundo se castiga la corrupción, especialmente después de
la proliferación de tratados internacionales y del avance en la concienciación política y
social de la necesidad de combatirla, existen aún ordenamientos en los que o no se
castiga, o no persigue activamente.
Así mismo, la falta de revisión y actualización periódica de la legislación anticorrupción
para adaptarse a nuevas exigencias y formas de corrupción, así como la falta de dotación
de suficientes medios a los órganos encargados de la lucha contra la corrupción favorece
que aparezcan estas prácticas.

C. Desigualdad.
La corrupción es prácticamente generalizada en muchos países en vías de desarrollo, y
surge principalmente cuando la riqueza se encuentra desigualmente repartida y el poder
se encuentra muy centralizado. La desigualdad social contribuye a la creciente pobreza
y al aumento de la corrupción.
En casos en que los funcionarios públicos viven en el umbral de la pobreza y no reciben
una remuneración suficiente, la opción de obtener sobornos les proporciona ingresos
incluso superiores a sus propios salarios. En el sector privado, las empresas también
recurren a estas prácticas ante la falta de controles y al ser el mecanismo imperante para
poder acceder a estos mercados, ante la pasividad de los gobiernos que se muestran
tolerantes con esas prácticas y carecen de políticas y legislación que las castigue.

D. Mal funcionamiento de las instituciones públicas.


En estrecha relación con lo anterior, la burocracia lenta e innecesaria, los
procedimientos administrativos demasiado complejos, la falta de leyes de transparencia,
así como el –en ocasiones- excesivo poder de discrecionalidad de los funcionarios
públicos sin órganos supervisores de su actuación, favorece la aparición de múltiples
signos de corrupción.

E. Falta de valores éticos.


Resulta dudoso que posea fuertes valores éticos quien es capaz de cometer una conducta
social y legalmente tan reprochable. Cuando existe sólida educación y valores éticos y
morales sobre los efectos negativos de la corrupción y la necesidad de mantener una
actitud de rechazo hacia ésta, es más difícil que surjan estos comportamientos en los
individuos. Aunque existan leyes que la castigan, la necesidad de que las personas
adopten una postura clara en contra de la corrupción y por pleno convencimiento es
fundamental

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5. LA CORRUPCIÓN EN EL MUNDO
Desgraciadamente, muchos países en el mundo conviven día a día con la corrupción de
sus dirigentes políticos, una corrupción que para nada favorece al país y que solo lastra
el crecimiento de sus economías. En la última década, ya sea por el avance tecnológico
o por la presión que ejercen los medios de comunicación, se han destapado muchísimos
casos de corrupción, dejando en entredicho el que existan representantes políticos que
no lo hagan.
Obviamente, la corrupción es algo que ha existido a lo largo de la historia, con lo que
no es nada nuevo. Aunque, como decíamos anteriormente, la presión y el
fortalecimiento que han experimentado los medios de comunicación, junto con la
situación de tensiones políticas entre gobernantes y oposición, han llevado a que
destapar este tipo de casos sea la mejor arma de batalla en las campañas políticas.

Aunque en determinados países destapar casos de corrupción por parte del Gobierno
suponga un caso cotidiano del día a día, no deberíamos obviarlo, pues la corrupción solo
es un lastre para las economías de estos países, así como para el atractivo, tanto inversor
como turístico.

Según los últimos datos del Secretariado de Transparencia Internacional, la institución


encargada de combatir la corrupción mundial, así como de realizar los diversos estudios
relacionados con la corrupción en el mundo, muestra cómo, pese a los continuos
esfuerzos, los países avanzan muy lentamente y reducen ínfimamente sus casos de
corrupción. Además, Según el Secretariado, los países que más tienden a atacar y luchar
en contra de las ONGs y determinadas instituciones que buscan la ayuda humanitaria en
el mundo, a su vez, son los países con mayores índices de corrupción en el mundo.

6. LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ
Ama sua quiere decir “no seas ladrón”. Si en tiempos de los Incas existía el concepto es
porque sucedía en la realidad: ladrones de ganado, de cosechas, curacas o panacas que
se quedaban con más ofrendas de las que les correspondía. En fin, aquella realidad era
muy distinta porque, para empezar, se desconocía la moneda y el intercambio que de
ella se desprende, y porque, para terminar, las necesidades de servicios, desde la
alimentación, hasta el vestido, estaban prácticamente satisfechas. Aquel era un sistema
que funcionaba y abastecía casi a todos por lo que difícilmente podemos hablar de una
corrupción tan enquistada en la sociedad como la que hoy nos sacude.

El Perú está considerado como país altamente corrupto en el ranking internacional


de medición de la corrupción
• El Perú aparece en el puesto 96 entre 180 países en el índice de percepción de la
corrupción 2017 de Transparency International.
• Uruguay está en el puesto 23; Chile en el puesto 26; Costa Rica en el puesto 38;
Argentina en el puesto 85.
• En Las Américas, el Perú está en el puesto 20 de 32 países

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Consecuencias de la corrupción en el Perú.


Pues bien, esta generalidad y extensión de la corrupción, así como las nuevas
características que viene adquiriendo en este último tiempo, llevan consigo efectos
sumamente graves en la vida política, económica y social de un país.

1. En el ámbito político, efectivamente, la corrupción influye en la inestabilidad


política de los Estados. Los cambios de régimen, en mayor o en menor medida, son
explicables desde la constatación de factores de corrupción precedente. Y es que este
fenómeno socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el funcionamiento
regular de las instituciones políticas.
2. Económicamente, los especialistas señalan a la corrupción como un factor de
ineficiencia y desperdicio en el aprovechamiento de los recursos y en la implementación
de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se convierte en práctica corriente,
los contratos gubernamentales, las concesiones, las licitaciones, las privatizaciones no
son adjudicados a los postores más eficientes y profesionales, sino a los que tienen
mejores contactos y carecen de escrúpulos. Ello, evidentemente, perjudica los intereses
del Estado y por ende los intereses de todos los ciudadanos.
3. Pero el efecto más grave, y en ello compartimos las ideas de Pásara, es que la
corrupción atenta contra una de las condiciones necesarias de la vida en sociedad: la
confianza recíproca entre los ciudadanos y en la colectividad, debido a lo imprevisible
del comportamiento entre unos y otros. Este sentimiento de desconfianza en las
instituciones y entre los propios conciudadanos quiebra las bases del contrato social
llevándonos a un clima de anomia y desestructuración social. Como bien señala Díez
Picazo, “es cierto que los gobernantes no encarnan el Estado en su conjunto y es
asimismo cierto que concretos casos de criminalidad gubernativa no convierten al
Estado en una organización criminal; pero es incuestionablemente cierto que los
gobernantes son órganos del Estado, y sobre todo que representan la imagen visible del
mismo. La conclusión es evidente: la criminalidad gubernativa tiende a difuminar la
ecuación entre Estado y legalidad y, por consiguiente, tiende a deslegitimar el Estado
ante los ciudadanos”.

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