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INSTITUTO GUBERNAMENTAL

21 DE OCTUBRE

TEMA:
EL FEUDALISMO

ASIGNATURA:
SOCIOLOGIA

MAESTRA:
ANA JULIA NAVARRO

INTEGRANTES:
SANDY GALO
TANIA RAPALO
DULCE AVILA
KENSY AVILA
SINDY ORDOÑEZ

FECHA:
25 DE JUNIO 2019
INDICE

Características del feudalismo………………………………………………………….. 4

Etimología y origen del feudalismo………………………………………………. …….. 5


Causas del Establecimiento del Feudalismo……………………………………………. 6

La Sociedad Feudal……………………………………………………………………… 6

Los castillos……………………………………………………………………………… 7

Los torneos………………………………………………………………………………. 7

El Vasallaje……………………………………………………………………………… 8

Las ceremonias vasalláticas……………………………………………………………… 9

El Feudo…………………………………………………………………………………. 9

El señorío territorial……………………………………………………………………… 10

La abadía como feudo………………………………………………………………......... 10

El derecho sobre el feudo………………………………………………………………… 11

La herencia de un feudo…………………………………………………………………. 11

La Caballería…………………………………………………………………………….. 11

Ceremonia para ser caballero……………………………………………………………. 11


Costumbres………………………………………………………………………………. 12

La influencia de la iglesia……………………………………………………………….. 12
Decadencia del feudalismo…………………………………………………………......... 12
Crisis del feudalismo…………………………………………………………………….. 13
Final del feudalismo……………………………………………………………………… 14
Consecuencias……………………………………………………………………………. 15
Conclusiones………………………………………………………………………………18
Bibliografía……………………………………………………………………………….. 19
Anexos……………………………………………………………………………………. 20

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INTRODUCCION

El presente trabajo tiene como objetivo dar a conocer un poco, a lo que se refiere el feudalismo, así mismo

sus características, consecuencias, causas y formación.

Ya que el feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo)

a cambio de una prestación política y militar,contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad.

Fue un sistema contractual de relaciones políticas y militares entre los miembros de la nobleza

de Europa Occidental durante la alta edad media.

Es muy importante dar a conocer las diferentes perspectivas y acontecimientos que sucedieron en siglos

pasados, ya que enriquecen de cierta forma y nuestra cultura e historia.

OBJETIVOS
 Comprender el termino feudalismo
 Analizar las causas y consecuencias del sistema feudal
 Comprender el origen del feudalismo y las causas de su decadencia.

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EL FEUDALISMO

Feudalismo:

Se le denomina feudalismo a la forma especial que adquirió la organización social de los países europeos,
durante la Edad Media y que consistió en la aparición de dos grandes clases: los Señores y los Vasallos.
Tras la desintegración del Imperio Carolingio, la debilidad de los reyes se hizo evidente. Sus sucesores se
vieron obligados a ceder gran parte de su autoridad a los condes y marqueses, para obtener su apoyo. Para
asegurarse la lealtad de estos nobles, los monarcas les entregaron tierras: los feudos.
Por otro lado, las invasiones de vikingos, sarracenos y húngaros aumentaron la inseguridad general, lo que
obligó a los reyes a encomendar a los nobles la defensa de sus territorios.
La crisis del poder y el clima de inseguridad, sumados a la decadencia del comercio y de la industria,
contribuyeron al nacimiento de un nuevo sistema social, económico y político, el feudalismo, y de una
institución: la caballería.
El feudalismo se basó en una relación social característica: el vasallaje. A través de ella, un hombre
poderoso ofrecía protección a un hombre más débil que, a cambio, le juraba fidelidad. El primero era el
señor, el segundo se convertía en vasallo. El feudalismo alcanzó sus formas más características en los
siglos XI, XII y XIII.
El señor feudal debía proteger a sus vasallos

Características del feudalismo

El feudalismo no evolucionó de igual manera, ni surgió ni terminó al mismo tiempo en Europa Occidental.
Sin embargo, este sistema social, económico y político tuvo características similares en todos los países:

 El poder central desapareció y se fragmentó en los distintos feudos. En ellos, el señor acaparó las
funciones propias del Estado, como, por ejemplo, legislar, imponer impuestos y administrar justicia.
 Los lazos de dependencia se hicieron personales: desapareció la concepción del hombre ligado a un
estado y a unas leyes territoriales y se originó la dependencia de un hombre con respecto al otro.
 La tierra adquirió una enorme importancia económica al disminuir el comercio y la circulación monetaria.
Por eso, la agricultura fue la base de la economía. La vida rural predominó frente a la urbana.
 La economía fue de autoconsumo, pues cada feudo consumía única y exclusivamente lo que producía.
 La sociedad, fuertemente jerarquizada, fue dominada por dos grupos sociales privilegiados: la nobleza
y el clero.
 La Iglesia católica se consolidó como una institución de enorme poder religioso, político y económico.

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Etimología

La palabra feudalismo es un término erudito y tardío (siglo XVII), que deriva de la palabra «feudo» data
del siglo XI. por intermedio del adjetivo «feudal». Los términos «feudo» y «feudal» son mucho más
antiguos. En su forma latina, la única empleada originalmente en los documentos, «feudo» se remonta.
Proviene de Europa Occidental.

Origen del feudalismo:

El feudalismo nació de la síntesis del mundo romano y de los pueblos germánicos en el marco de una
sociedad agraria. La primera etapa de la formación del feudalismo se produjo en las postrimerías del
Imperio romano, cuando los colonos y pequeños propietarios buscaron la protección de los grandes señores,
a los que entregaban a cambio sus propiedades y prometían fidelidad.

Su núcleo inicial fue el territorio situado entre los ríos Loira y Mosa, desde donde se expandió por
Alemania, el norte de Italia, la península Ibérica y más tarde el sur de Italia e Inglaterra.

El vasallaje como red de fidelidades entre los magnates y los guerreros era una institución germánica que
se convirtió en la estructura básica de la sociedad feudal al desintegrarse el Imperio Carolingio (s.X). En la
ceremonia de homenaje, el vasallo prometía fidelidad y la prestación de determinados servicios militares y
de corte al señor a cambio de protección y, en ocasiones, era investido con un feudo (beneficio) por su
señor, creándose así una estructura piramidal de soberanías presidida por el rey.

Con la desintegración del Imperio Carolingio en el siglo IX muchos personajes poderosos se esforzaron por
constituir sus propios grupos de vasallos dotados de montura, a los que ofrecían beneficios a cambio de su
servicio. Algunos de los hacendados más pobres se vieron obligados a aceptar el vasallaje y ceder sus tierras
al señorío de los más poderosos, recibiendo a cambio los beneficios feudales. Se esperaba que los grandes
señores protegieran a los vasallos de la misma forma que se esperaba que los vasallos sirvieran a sus
señores.

Esta relación de carácter militar que se estableció en los siglos VIII y IX a veces es denominada feudalismo
Carolingio, pero carecía aún de uno de los rasgos esenciales del feudalismo clásico desarrollado plenamente
del siglo X. Fue sólo hacia el año 1000 cuando el término "feudo" comenzó a emplearse en sustitución de

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"beneficio" este cambio de términos refleja una evolución en la institución. A partir de este momento se
aceptaba de forma unánime que las tierras entregadas al vasallo eran hereditarias, con tal de que el heredero
que las recibiera fuera grato al señor y pagara un impuesto de herencia llamado "socorro". El vasallo no
sólo prestaba el obligado juramento de fidelidad a su señor, sino también un juramento especial de homenaje
al señor feudal, el cual, a su vez, le investía con un feudo. De este modo, el feudalismo se convirtió en una
institución tanto política como militar, basada en una relación contractual entre dos personas individuales,
las cuales mantenían sus respectivos derechos sobre el feudo.

Causas del Establecimiento del Feudalismo

Este régimen político, social y económico se formó espontáneamente en los países salidos del Imperio
carolingio, durante el siglo IX.

1. Causa política. Los últimos descendientes de Carlomagno no fueron capaces de poner atajo a los
desmanes de los normandos. Por esto la defensa de cada región fue tomada a su cargo por algún hombre
valeroso, por un conde o por un personaje de importancia, el cual construía un castillo o atrincheramiento.

Los que no podían defenderse por sí mismos se colocaban bajo la protección de aquél y lo reconocían por
jefe. Este pasaba a ser el señor y el otro su vasallo, estableciéndose así una especie de contrato basado en
un juramento de fidelidad recíproca: el señor protegería al vasallo y el vasallo obedecería al señor.

2. Causa económica. La tierra constituía en ese tiempo la única riqueza. Los propietarios de tierras
buscaron también quien los protegiese a ellos y a sus tierras, reconociéndose así vasallos de un señor. La
tierra pasaba, en cambio, al señor, el cual dejaba el goce de ella al antiguo dueño.

De esta forma, llegó un momento en que ya no hubo ninguna tierra que no dependiese de un señor. Las
tierras en estas condiciones se llamaron feudos.

Como los obispados y abadías poseían tierras, los obispos y los abades fueron señores feudales de esas
tierras, con los mismos deberes y derechos de los señores no eclesiásticos.

La Sociedad Feudal:

El feudalismo se constituyó sobre la base de tres estamentos claramente diferenciados: los nobles, a
quienes les correspondía combatir, los eclesiásticos, destinados a rezar y los campesinos, cuya misión era
trabajar para mantener a los demás.

La nobleza feudal estuvo constituida por señores y vasallos que participaban de las relaciones de vasallaje:

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a su cabeza estaba el rey, que no era vasallo de nadie y que, teóricamente, era señor de todos. Entre los
miembros de la nobleza había grandes diferencias, aunque todos formaban parte de la aristocracia.
Los grandes vasallos eran los condes, vizcondes, duques y marqueses dueños de extensos feudos. En el
nivel intermedio, se encontraban los vasallos de los vasallos o vasvessores, con feudos más pequeños. Por
último existían los vasallos menores, los caballeros, que eran la mayoría. Éstos no tenían feudo ni vasallos,
pero iban a la guerra a caballo y con un equipo de armas importante.
Toda la nobleza feudal era guerrera por necesidad, por deseo de aventura y por avidez de botín, y se educaba
en este espíritu. La guerra representaba para ella una perspectiva de fama y de fortuna, en tanto la paz era
considerada una desdicha. La morada feudal, el castillo, estaba concebido para las exigencias de defensa y
de combate. Las ocupaciones cotidianas se limitaban a la administración de justicia y a la vigilancia de os
subordinados. Los periodos de ocio eran prolongados, y durante los mismo el señor se dedicaba a las
diversiones, sobre todo a la caza y a los torneos.

Los castillos

Al comienzo los castillos eran de madera. Recién hacia el siglo XII se hicieron de piedra. El castillo se
construía sobre una cima y era un lugar amurallado y rodeado de un profundo foso salvado por un puente
levadizo. En su interior había un patio que comunicaba con las diferentes estancias del castillos: los
pabellones para la tropa y los servidores, el almacén, los establos y la capilla. La parte más importante era
el edificio que servía de vivienda al noble y a su familia. En ella destacaba la torre del homenaje, la de
mayor elevación. La vida en el castillo resultaba generalmente incómoda e insalubre debido a los
rudimentarios medios de que se disponía, la escasa aireación y la falta de higiene. Asimismo, era una vida
monótona, sobre todo para las mujeres, que apenas salían del castillo.

Los torneos

Para compensar las horas de tedio en el castillo, los señores feudales organizaban con frecuencia cacerías
y torneos. El torneo era la diversión predilecta. Se celebraba en las proximidades del castillo, donde acudían
numerosos nobles de otras comarcas que instalaban sus tiendas ahí. Entonces, los guerreros más diestros y
vigorosos se preparaban para el combate. El torneo duraba
normalmente dos días. El primero se dedicaba a los combates
individuales entre los nobles: cabalgando a gran velocidad dos
nobles se enfrentaban, armados con una lanza de madera. El que
derribaba a su contendor, era el triunfador. El segundo día, en
cambio, se celebraban enfrentamientos entre unidades completas de
guerreros. Con cierta frecuencia, algunas personas morían en los
torneos. Aun así, a lo largo de este peligroso juego se realizaban
grandes banquetes y bailes.

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El Vasallaje

La vinculación de relación social a la nobleza feudal se llamó vasallaje. El origen del vasallaje, que fue un
vínculo personal de hombre a hombre, se remonta a los pueblos germánicos, cuyos miembros se vinculaban
al rey por lazos de fidelidad personal. En los reinos francos, el vasallo ofició de guerrero y fue utilizado por
los reyes, como Carlomagno, para afianzar su poder en el reino.

En la época feudal, el vasallaje dejó de ser una práctica necesariamente vinculada al rey y pasó a convertirse
en un contrato o compromiso verbal entre dos hombres libres: el primero solicitaba protección al señor, y
éste, más poderoso, se la daba.

De esta manera, se fue formando una jerarquía social, cuya característica principal consistió en que
los hombres libres se convertían en vasallos de otros más poderosos.

Los deberes y los derechos

A través del contrato de vasallaje, el señor adquiría poder sobre el vasallo, pues éste le prometía fidelidad,
obediencia y respeto pero este contrato determinaba, también, ciertas obligaciones y derechos por ambas
partes.
Mientras el vasallo se comprometía a apoyar a su señor con consejos y ayuda militar y económica, el señor,
por su parte, se comprometía a proteger al vasallo y a entregarle una compensación material que dependía
de su generosidad: caballos, armas, vestidos lujosos y sobre todo,, tierras.

Deberes mutuos entre el señor y el vasallo

Los deberes del vasallo eran llamados auxilium y consilium. El auxiliumconsistía, principalmente, en
cumplir con un servicio militar 40 días al año. Ciertos vasallos sólo prestaban este servicio personalmente,
pero otros eran ayudados por caballeros: sus propios vasallos, que se convertían en subvasallos de su señor.
Al cumplir con el servicio militar, el vasallo participaba en guerras o vigilaba el castillo del señor. Además,
existían otros servicio propios del auxilium como ayudar económicamente al señor, administrar los
dominios feudales, transmitir mensajes o ser parte de la escolta del señor.
A través del consilium, en cambio, el vasallo aconsejaba a su señor, para lo cual acudía ante él cada vez
que éste se lo pedía.
Los deberes del señor eran proteger y mantener a su vasallo. A través de la protección, el señor estaba
obligado a defender de us enemigos y proteger ante la corte a su vasallo, asistirlo con proteger ante la corte
a su vasallo; asistirlo con sus consejos y ser justo con él. A través de la manutención, el señor debía mantener
al vasallo en su castillo o concederle un feudo.

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Las ceremonias vasalláticas: homenaje e investidura

El vasallaje se confirmaba a través de dos ceremonias:


el homenaje y la investadura. En el acto de homenaje, el
futuro vasallo se arrodillaba ante su señor; le juraba
fidelidad ofreciéndole combatir a su lado y otorgarle toda
clase de ayuda, y le pedía que lo aceptara como vasallo. Si
el señor aceptaba se daba paso a la investidura.

En la ceremonia de investidura, el señor tomaba las manos


del vasallo entre las suyas y le preguntaba si quería ser su
hombre: el pacto se sellaba con un beso en la boca y con la cesión de parte del señor de una espada, un
ramo de flores o un puñado de tierra que simbolizaba la entrega de tierras o algún otro objeto a su vasallo.

Si cualquiera de las partes violaba el juramento del vasallaje pasaba a ser un felón, o traidor: en la Edad
Media la traición era considerada el peor de los delitos que un hombre podía cometer.
El contrato de vasallaje se mantenía hasta la muerte de una de las partes. Sin embargo, los herederos podían
renovarlo repitiendo las ceremonias.

Por otro lado, un vasallo podía realizar este contrato con varios señores y adquirir, por lo tanto, varios
feudos. Cuando esto ocurría, el vasallo le debía fidelidad total solo a uno de sus señores al que le entregaba
homenaje absoluto: el homenaje ligio.

El Feudo

A través del contrato de vasallaje, el vasallo adquiría de su señor un beneficio material: diversos objetos,
un puesto de importancia, el derecho a un cobro, a una renta o a tierras. Al comienzo, esta compensación
se llamó beneficio. Luego se llamó feudo y acabó por designar casi exclusivamente el beneficio en tierra.
En cambio, el feudo desprovisto de toda base territorial fue llamado feudo de bolsa y se presentaba bajo
diversos aspectos: podía consistir en la entrega de una suma de dinero al vasallo, o en una renta fija.
Cuando el feudo era una propiedad de tierra, tenía una extensión variable y albergaba las fuentes de riqueza
indispensables: agricultura, ganadería y explotación forestal. Se trataba de una unidad económica
autárquica, en la que se consumía lo que se producía.
El comercio, en cambio, fue casi inexistente. En ese entonces, las relaciones comerciales se limitaron, por
parte del señor, a la compra ocasional de objetos de lujo o mercaderes ambulantes, y por parte de los

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campesinos, a pequeños intercambios entre vecinos. Asimismo, la producción artesanal declinó.

El señorío territorial

Todos los feudos giraban alrededor de la residencia habitual del señor feudal: el castillo o la abadía. Los
nobles raramente cultivaban todas sus tierras. Por eso concedían una buena parte de ellas a otras personas.
Conceder la tierra equivalía a adquirir un poder: el de participar en los recursos de las familias a quienes se
les entregaba. La tierra cultivable se dividía en tres partes diferentes:

 La reserva eran las tierras de uso exclusivo de señor: él las explotaba directamente, empleando una mano
de obra en su mayoría servil. Todos los productos de la reserva caían en manos del señor.
 Los mansos eran pequeñas parcelas confiadas a campesinos libres, colonos, que a cambio, trabajaban
unos determinados días al año para el señor y le daban una parte de su cosecha o dinero. También a los
siervos se le entregaban parcelas para cultivar, en ese caso se hablaba de mano servil.
 Las tierras comunales de aprovechamiento común eran, fundamentalmente, bosques y pastos para el
ganado.

La abadía como feudo

Hacia el siglo XI, a los vasallos de gran importancia se les entregó con mucha frecuencia en feudo una
iglesia con su abadía. Con este tipo de feudo, los vasallos percibían todas las rentas que surgían del dominio
de éste o del propio ejercicio del ministerio eclesiástico: los diezmos, que eran la décima parte de la iglesia,

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y las ofrendas de los fieles, entre otras rentas más. Estas rentas de naturaleza eclesiástica y especialmente,
los diezmos, figuraron entre los objetos más codiciados para su concesión en feudo, pues con ellos se podían
amasar grandes fortunas.

El derecho sobre el feudo

Uno de los problemas que se plantean los historiadores al estudiar el feudo es el tipo de derecho que tenían
sobre el feudo, el señor que lo otorgaba y el vasallo que lo recibía. Al principio del periodo feudal, la
naturaleza de este derecho no ofrecía dudas: el señor era el propietario y el vasallo sólo tenía derecho al
usufructo del feudo, es decir, a apropiarse de su producción, pero sin hacer ningún tipo de cambio sobre
este territorio. Sin embargo, a lo largo del feudalismo, el vasallo adquirió cada vez más poder sobre el
feudo, pues su servicio era indispensable para las empresas políticas o militares del señor. Por eso, a la
larga, los vasallos dispusieron de sus feudos a su antojo: lo desmembraron para repartírselo a sus hijos y
modificaron sus cultivos según sus propias necesidades.

La herencia de un feudo

El contrato de vasallaje podía renovarse entre los herederos: por eso el feudo también se heredaba. Para
reglamentar esta herencia, en casi todos los países se estableció una costumbre: la primogenitura. Sin
embargo, como el feudo fue cada vez más visto por el vasallo como un elemento de su fortuna personal, el
vasallo intentó beneficiar a todos sus hijos con sus bienes territoriales, y no sólo al mayor.
Por eso, a la larga, los feudos tendieron a fragmentarse enormemente, sobre todo en países como Francia y
Alemania.

La Caballería

Desde el siglo XI, los combatientes a caballo se convirtieron en los protagonistas fundamentales de la
guerra. El auge de la caballería se debió, en gran parte, a algunas innovaciones técnicas como, por ejemplo,
el estribo, que facilitó el movimiento del jinete.

En su origen, los caballeros eran campesinos libres que podían comprar y mantener armas y caballos, lo
que era sumamente costoso. Estos hombres se ponían al servicio de los señores feudales, para formar parte
de sus ejércitos privados. Con el tiempo, la caballería se convirtió en un grupo cada vez más cerrado al que
solo podían acceder los nobles.

Ceremonia para ser caballero

Como en la época feudal la gente no sabía leer ni escribir, los


contratos escritos casi no se usaban, la gente confirmaba todo a
través de ceremonias. Mediante una de ellas se ingresaba a la
caballería después de un largo período de aprendizaje como

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escudero, sirviendo al lado de un señor. El acto comenzaba en la noche, cuando el futuro caballero
permanecía despierto al lado de sus armas, velándolas. A la mañana siguiente, después de oír misa y
comulgar, se armaba al caballero. Después de jurar cumplir todas sus obligaciones propias de tal condición,
su padrino le calzaba la espuela derecha y con la espada, le daba un golpe en la nuca: el espaldarazo. Así,
se ingresaba a la caballería.

Costumbres:

La vida del Señor: La caza constituía el placer favorito de aquellos hombres rudos e ignorantes,
acostumbrados al manejo de las armas y a la vida activa al aire libre. La otra diversión era los torneos, justas
de armas que suscitaban en los protagonistas y en los espectadores todas las emociones de la guerra. Los
caballeros que intervenían en ellos combatían en duelo singular o en grupos, a caballo y utilizando la lanza
y la espada.

La influencia de la iglesia:

La Iglesia Católica fue el más poderoso pilar de la sociedad en la época feudal. Tuvo una ingerencia
ilimitada en todos los ordenes de la vida.

 La unidad y la universalidad de la fe, que caracterizaron la vida medieval. Ninguna religión disputó, en
efecto, al catolicismo durante la edad media el gobierno de las almas en la Europa de occidente.
 El predominio cultural del clero. Este constituyó en la edad media la única clase letrada. Ser laico era
estar al margen del saber. Las escuelas fueron, además anexos de las catedrales y de los monasterios y
en ellas oficiaban de maestros los sacerdotes y los monjes que impartían gratuitamente los sencillos
conocimientos de lectura, escritura, doctrina cristiana y canto. El monopolio cultural del clero y la
eficacia de su actividad docente arraigaron, sólidamente, su autoridad y su prestigio.
 La Iglesia procuro hacer del catolicismo el eje de la vida espiritual en la edad media. Para imponer
obediencia a sus mandamientos disponía de dos armas poderosas, la excomunión y la interdicción.
 Toda la autoridad de la iglesia no impidió, sin embargo, el surgimiento de herejías, o sea, disidencias
de opinión con respecto a los dogmas católicos.

Decadencia del feudalismo:

El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su
decadencia. El subenfeudamiento llegó a tal punto que los señores tuvieron problemas para obtener las

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prestaciones que debían recibir. Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico a cambio de la ayuda
militar debida a sus señores, a su vez, éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas
profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas que los vasallos.
Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción de nuevas armas, como el arco y la
pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra.

Los monarcas, durante toda la época feudal, tenían otras fuentes de autoridad además de su señorío feudal.
El renacimiento del saber clásico supuso el resurgimiento del Derecho romano, con su tradición de
poderosos gobernantes y de la administración territorial. La Iglesia consideraba que los gobernantes lo eran
por la gracia de Dios y estaban revestidos de un derecho sagrado. El florecimiento del comercio y de la
industria dio lugar al desarrollo de las ciudades y a la aparición de una incipiente burguesía, la cual exigió
a los príncipes que mantuvieran la libertad y el orden necesarios para el desarrollo de la actividad comercial.
Esa población urbana también demandó un papel en el gobierno de las ciudades para mantener su riqueza.
Con los impuestos que obtuvieron de las ciudades, los príncipes pudieron contratar sirvientes civiles y
soldados profesionales. De este modo pudieron imponer su voluntad sobre el feudo y hacerse más
independientes del servicio de sus vasallos.

La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien Años, las
caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida por los
soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie. Los soldados profesionales combatieron en
unidades cuyos jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero con contratos
no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este `feudalismo bastardo' estaba
a un paso del sistema de mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los renacentistas.

Su papel en el desarrollo político:

La figura jurídica del feudo estaba contenida en el derecho consuetudinario de Europa occidental y en
aspectos feudales como la tutela y el matrimonio, la revertibilidad y la confiscación, que continuaron en
vigor después de que la prestación militar hubiera desaparecido. En Inglaterra las posesiones feudales
fueron abolidas por ley en 1660, pero se prolongaron en algunas zonas de Europa hasta que el derecho
consuetudinario fue sustituido por el Derecho romano, proceso concluido por el emperador Napoleón a
principios del siglo XIX

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FINAL DEL FEUDALISMO

El sistema feudal, desde el punto de vista político, inicia su decadencia al comenzar las Cruzadas. Aun
cuando desde el punto de vista social y económico en algunos países persiste hasta nuestros días. El
predominio absolutista de los reyes y con la adquisición de libertades por parte de las ciudades termina de
poner fin al sistema.

Economía feudal

Las invasiones que sufre Europa durante más de cien años (normandos, musulmanes, eslavos) con la caída
del Imperio romano de Occidente y el posterior debilitamiento del Imperio carolingio frenaron la actividad
económica hasta las puertas del año 1000.

Es en este momento cuando se extienden modernas técnicas agrícolas que, existiendo anteriormente, habían
quedado reducidas a pocos espacios territoriales. Entre ellos cabe destacar el aumento en el uso de
los molinos de agua como fuerza motriz y de las acequias para riego, extendiendo los cultivos y liberando
mano de obra. Además, mejoran los métodos de enganche de los animales, especialmente el caballo y
el buey, cuya cría aumenta de manera notable y permitirá disponer de animales de tiro en abundancia. Los
instrumentos de uso agrícola, como el arado o la azada, generalmente de madera, son sustituidos por otros
de hierro.

La explotación agraria feudal era de subsistencia. Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí
mismos y para pagar los diezmos a la Iglesia y la renta al señor. De la recolecta se separaban también las
semillas necesarias para la siguiente siembra. Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los
diezmos y la renta.

Los cultivos se organizaban en torno a las poblaciones en tres anillos. El primero y más cercano a la
población se dedicaba a las frutas y hortalizas. El segundo era para los cereales, principal sustento de la
época. El tercer núcleo eran tierras de pasto y monte explotadas de forma comunal. Los pastos comunales
limitaban por tanto la expansión de las tierras de cereales e impedían ampliar la extensión cultivada según
la demanda de la población.

La rotación de cultivos era el principal sistema utilizado para evitar el deterioro de la tierra. Este método
consiste en dejar en barbecho (es decir, sin cultivar) una parte de la tierra cada año para permitir su
regeneración. En las regiones mediterráneas se usaba la rotación bienal, según el cual la mitad de las tierras
quedaba en barbecho cada año. En las regiones europeas atlánticas se usaba la rotación trienal: un tercio de

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la tierra para cereal de ciclo largo -de invierno-, otro tercio para cereal de ciclo corto -verano- y el último
tercio en barbecho. La tierra que quedaba sin cultivar se dedicaba a uso comunal, permitiendo que los
animales pastasen en ella (práctica conocida como derrota de mieses).

El aumento de la producción como consecuencia de las innovaciones supone ya en el siglo XI una reducción
de las prestaciones personales de los siervos a sus señores en cuanto a horas de trabajo, sustituyéndose por
el pago de una cuantía económica o en especie. Se reducen las tierras del señor y aumentan los
arrendamientos. Al mismo tiempo, los campesinos aumentan sus rentas disponibles y ganan en
independencia.

Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el periodo de eliminación de los bosques europeos,
drenaje de las tierras empantanadas, la extensión de los terrenos arados lejos de las aldeas y la construcción
dispersa de casas campesinas. Las mejores tierras atraen a una mayor masa de población y se
producen migraciones en todo el centro de Europa. El crecimiento de la población es notable a partir del
1050, llegándose a duplicar la población de Inglaterra en 150 años y se triplicará hacia el final de la Edad
Media. En el siglo XI las hambrunas han desaparecido.

A partir del siglo XII, la existencia de excedentes incrementa el comercio más allá de las fronteras del
señorío. Las actividades comerciales permiten que surja una incipiente burguesía, los mercaderes, que debe
realizar su trabajo pagando igualmente una parte de sus beneficios en forma de tributos a los señores, que
a su vez incrementan con ello sus recursos. Las rutas de peregrinaje son los nuevos caminos por donde se
abre el comercio. Roma, Jerusalén o Santiago de Compostela son los destinos, pero las comunidades
situadas en sus vías de acceso florecen. Las ciudades, burgos, son al mismo tiempo espacios de defensa y
de comercio conforme avanza el tiempo y se va gestando una nueva sociedad que despegará en los siglos
XIII y XIV.

Crisis del feudalismo

La crisis del feudalismo es el periodo de decadencia por el cual pasa el feudalismo, y se caracteriza por el
agotamiento de las tierras de cultivo y la falta de alimentos, lo que por consecuencia produjo hambruna y
una gran cantidad de muertos. A ello hay que añadir la aparición de graves enfermedades infectocontagiosas
o epidémicas, como las pestes. Tal es el caso de la conocida peste negra, que disminuyó notoriamente la
población europea.

A partir del siglo XIII, la mejora de las técnicas agrícolas y el consiguiente incremento del comercio hizo
que la burguesía fuera presionando para que se facilitara la apertura económica de los espacios cerrados de

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las urbes, se redujeran los tributos de peaje y se garantizaran formas de comercio seguro y una
centralización de la administración de justicia e igualdad de las normas en amplios territorios que les
permitieran desarrollar su trabajo, al tiempo que garantías de que los que vulnerasen dichas normas serían
castigados con igual dureza en los distintos territorios.

Las ciudades que abrían las puertas al comercio y otorgaban una mayor libertad de circulación, veían
incrementar la riqueza y prosperidad de sus habitantes y las del señor, por lo que con reticencias pero de
manera firme se fue diluyendo el modelo. Las alianzas entre señores eran más comunes, no ya tanto para
la guerra, como para permitir el desarrollo económico de sus respectivos territorios, y el rey fue el elemento
aglutinador de esas alianzas.

El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su
decadencia. El subenfeudamiento llegó a tal punto que los señores tuvieron problemas para obtener las
prestaciones que debían recibir. Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico (scutagium, «tasas por
escudo») a cambio de la ayuda militar debida a sus señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero,
que les permitía contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran
más disciplinadas que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción
de nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la
guerra. La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien
Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida
por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie. Los soldados profesionales
combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero
con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este «feudalismo
bastardo» estaba a un paso del sistema de mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los condotieros
renacentistas.

Consecuencias del Feudalismo

En el orden político: el señor feudal se comportaba en sus dominios como un pequeño soberano local.
Residía en su castillo, centro de una minúscula corte formada por sus vasallos, quienes lo asistían en sus
resoluciones más importantes. De acuerdo con el sistema, la autoridad real no se extendía a todo el reino,
porque no existía administración común ni impuestos generales, ni justicia ejercida por funcionarios reales.
Los monarcas carecían de ejército permanente; sus vasallos solo le debían el servicio de hueste durante un
número determinado de días en el año (treinta o cuarenta). El rey era, solamente, el primero entre sus
iguales. El poder se deslizó, poco a poco, desde sus manos hasta las de la nobleza. En cada feudo, pues, la

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autoridad local sustituyó a la autoridad del rey y la organización feudal de la sociedad debilitó su poder.
Los reyes perdieron el dominio directo sobre sus reinos y la unidad territorial se atomizó en una serie de
pequeñas soberanías locales.

En el orden social: el vasallaje se convirtió en obligatorio después del siglo X, y el poder de los señores
feudales adquirió características incuestionables. La aristocracia encabezaba la sociedad, sobre la base de
la riqueza que proporcionaba la posesión de tierras. Dependiente de aquélla estaba el campesinado, formado
por hombres libres pero subordinados a los nobles y los siervos de la gleba, hombres sin libertad, que podían
ser vendidos o comprados junto con la tierra. La penosa situación de estos sectores, sometidos a los
atropellos y desmanes de los señores, sumada a la permanente miseria, fue sacudida de vez en cuando por
levantamientos y revueltas del campesinado, reprimidas ferozmente. Aunque la Iglesia intentó moderar los
abusos de la nobleza, también se vio envuelta en el proceso. Poseedora de enormes extensiones de tierra,
consideró muchas veces a sus pastores, los obispos, como señores laicos que acumularon riquezas y cargos.

Algunas Otras Características Importantes del Feudalismo son:

- El feudalismo era un sistema natural cerrado; se producía para satisfacer las necesidades del feudo (casi
no se desarrolla el comercio, economía de mono producción y auto consumo).

- Las ciudades surgen cuando se desarrollan los Burgos en las orillas de los feudos representando centros
comerciales y artesanales los cuales están organizados jerárquicamente en maestros oficiales y aprendices.

- Los oficios están organizados en gremios.

- El sistema feudal dura aproximadamente lo que dura la edad media, del siglo V al XV de nuestra era.

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CONCLUSIONES

 sistema económico, político y social basado fundamentalmente en las decisiones de un solo señor
feudal denominado rey. Se agrupan las clases trabajadoras o siervos con ubicación geográfica al
feudo o reino, la obligación del señor feudal es conceder protección a sus siervos a cambio de su
trabajo y tributo. El poder hereditario, el titulo de señor feudal pasa a sus herederos por generaciones
y se rinde cuentas y tributos el señor feudal, a un emperador.

 Analizando la situación por la que atraviesa nuestro país en la actualidad podríamos decir que nada
ha cambiado puesto que en Honduras la tenencia de tierras está en su mayoría en manos de grandes
terratenientes que a la vez son empresarios, otros son políticos con grandes influencias. En resumen
en nuestro país esta monopolizado y son los pobres los únicos esclavos que para sobrevivir trabajan
la tierra y muchas veces hasta alquilada.

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BIBLIOGRAFÍA

 www.wikipedia.com
 www.rincondelvago.com
 www.rena.edu.ve
 www.edadantigua.com
 www.analitica.com

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ANEXOS

El feudo no era una relación de esclavitud pero tampoco había hombres libres.

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