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FACTORES ASOCIADOS CON LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Isabella García Navarro

La violencia intrafamiliar es una grave problemática actualmente, cada vez siendo una

acción más común y que lleva colándose, casi pareciendo que sin nosotros notar la gravedad,

en nuestra sociedad por siglos, siendo casi tan antigua como el mismo hombre. Por esto es

importante conocer sobre los diferentes factores que pueden llegar a ser causales de este tipo

de violencia. La Organización Mundial de Salud define la violencia como el uso intencional

de la fuerza física, amenazas contra uno mismo, otra persona, que tiene como consecuencia

o es muy probable que tenga como consecuencia un traumatismo, daños psicológicos,

problemas de desarrollo o la muerte. Linares (2006), conceptualiza la violencia familiar como

“un conjunto de pautas relacionales que de forma inmediata y directa, ponen en peligro la

integridad física de las personas que están sometidas a ellas, cuyos responsables son

miembros de la propia familia” (Linares 2006, p.19). Otra definición la aporta Sheehan

(1997), que considera la presencia de un desequilibrio de poder entre dos o más personas de

una misma familia en el que puede aparecer abuso físico, verbal, emocional/psicológico,

sexual, espiritual y/o financiero. En la violencia intrafamiliar los que se ven mayormente

afectados son las mujeres, los niños y adultos mayores.

Es imprescindible tener en cuenta que dentro de este tipo de violencia se incluye la

violencia en la pareja o doméstica y, el maltrato y abuso sexual contra niños. En este texto

revisaremos estudios que se han realizado sobre fenómenos sociales, tales como la pobreza

y el machismo, que pueden ser factores importantes para entender la violencia intrafamiliar.
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Igualmente, señalaremos como el consumo excesivo de sustancias como el alcohol afecta las

relaciones y unidad familiar creando hogares disfuncionales.

Uno de los factores asociados con la violencia intrafamiliar es la pobreza, otra

problemática arraigada en nuestro país. Esto puede sonar para algunos discriminatorio o

clasista pero no se le puede dar la espalda a la realidad. En las familias que cuentan con bajos

recursos o que pasan por crisis económicas, se evidencia un índice más alto de violencia,

siendo más propensas a este tipo de acciones. Esto podría explicarse con distintas variables,

como la falta de educación, la cultura de los barrios marginales, en donde estos casos se

presentan diariamente y son vistos como problemas entre familia, por lo que muchas veces

los vecinos dudan en intervenir. También por el nivel de estrés que causa pasar necesidades

y la baja calidad de vida. Otro hecho que se ha podido observar, es que en estas familias

vulnerables ha sido como el castigo físico y desproporcionado por parte de los padres a sus

hijos, en familias vulnerables se vuelve casi que lo normal, acudiendo muy poco al dialogo.

Aguirre y Durán (1998), afirman que:

Los padres de familia de estratos 1 y 2, especialmente las madres, si bien

reconocen la importancia de explicarles a los niños el porqué del castigo, ante la

desobediencia de sus hijos terminan empleando el castigo físico (práctica) como un

medio más expedito para controlar este tipo de conductas. “De manera generalizada

(...los padres...) manifestaron acudir a la correa, el “juete” o las palmadas”. En estas

familias generalmente “... no existe espacio para el diálogo, para que el niño

explique su falta, sino de una vez el golpe y el insulto. Aguirre y Durán (1998, p.18).
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Si bien no se puede afirmar que la violencia intrafamiliar es exclusiva de las familias de

bajos recursos, ésta se agudiza en las familias que viven en la pobreza. Se reconoce a la

violencia como una de las problemáticas que afecta las familias pobres en su cotidianidad.

Esto ha dado lugar a estudios diversos en Latinoamérica. Ver por ejemplo Bolívar y

Oviedo (2004), Cuevas (2008), Cleves (1991), Pineda y Otero (2004).

El nivel de pobreza causa alto nivel de frustración, esto sumado a una baja educación genera

conductas violentas y como consecuencia violencia familiar. Bouza, C. & García, J. (2016).

Un estudio cuantitativo del problema de la pobreza y la violencia familiar.

Este es un fenómeno social que afecta todo el mundo y era importante asociarlo con esta

creciente problemática.

Otro factor determinante en el estudio de las causas de la violencia intrafamiliar es el

machismo. Este componente se ve más reflejado en la violencia en la pareja o doméstica, se

relaciona con el patriarcado que es la dominación del hombre sobre la mujer, que abarca un

sentido de derecho y privilegio en muchos hombres. Este sentimiento de superioridad que

sienten muchos hombres hacia las mujeres les hace creer que tienen derecho sobre todos los

aspectos de su vida. A pesar de que la violencia de pareja y la violencia de género con la

repercusión social que presenta, debido la alarma social existente por la pérdida de vida de

gran número de mujeres a mano de su pareja, en la mayoría de casos estas agresiones no son

denunciadas y por lo tanto es difícil tener una cifra estimada.

Dentro de este tipo de violencia, se encuentra algo aún más alarmante y donde se ve

reflejado el machismo claramente, esta es la violencia relacionada con el honor que Human

Rights Watch (2001) define como “actos de violencia, generalmente asesinatos, cometidos

por miembros de la familia masculinos contra miembros femeninos de la familia que perciben
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que han deshonrado a la familia”. Además, para poder “salvar el honor familiar” estos viles

crímenes deben ser cometidos en público para demostrar que cumplen con los códigos de las

comunidades donde viven. Eso sí, deben ser perdonados por los parientes cercanos y, en

algunos casos, pagar una multa compensatoria a aquellos a quien afecte. Los actos o

comportamientos de una mujer que pueden llevar deshonra a la familia son por ejemplo,

perder la virginidad antes del matrimonio, solo la sospecha podía llevar a un acto violento,

otra es negarse al matrimonio concertado por los padres, homosexualidad, divorcio,

adulterio, entre otros. Aunque los crímenes de honor no sean específicos de ninguna religión,

ni están limitados a ninguna región del mundo, todo esto se encuentra positivado en el

derecho pakistaní, donde existe una ley islámica vigente por lo cual es completamente legal

que un hombre miembro de la familia asesine a una mujer miembro de la misma familia,

alegando que fue un crimen de honor.

En Jordania, por ejemplo, si una mujer busca protección de la policía porque teme que su

familia quiera matarla, será detenida indefinidamente en una prisión local. Es importante

tener en cuenta que una vez que una mujer ha buscado protección del gobierno y ha sido

puesta en prisión, se le prohíbe salir de la prisión aunque no haya cometido ningún delito.

Irónicamente, las mujeres solo pueden ser puestas en libertad bajo la custodia de un miembro

de la familia, tal vez las mismas personas que intentan matarlos. Si se mata a estas mujeres,

se las entierra en tumbas sin marcar y se les niega su existencia.

Tal impunidad viola los derechos humanos, tan significativamente que por ejemplo, una

mujer en un matrimonio abusivo debe tomar la decisión de permanecer en el matrimonio y

esperar que la violencia termine, o dejar el matrimonio y esperar que ni su esposo ni ningún
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pariente masculino la maten. Una mujer violada, incluso si puede demostrar que fue víctima

de violencia sexual, puede ser asesinada por su esposo, padre, hijo, hermano o primo.

Quizá uno de los casos más conocidos y que tuvo gran cobertura en la prensa, de estos

crímenes de honor fue el asesinato de Komal Bibi a manos de su padre Mohammad Rehmat

quien le disparó hasta acabar con su vida en Febrero del 2016 en Lahore, Pakistán. Según

informes de la policía, Mohammad le disparó después de que se enfureció porque ella no le

contó lo que había estado haciendo en las 5 horas anteriores.

La muerte se produjo después de que 'Una chica en el río: El precio del perdón', una

película que cuenta la historia de un raro sobreviviente de un crimen de honor, ganó el Premio

de la Academia al mejor cortometraje documental. El director de este, Sharmeen Obaid-

Chinoy se ha comprometido a erradicar el "mal" de los asesinatos por honor en Pakistán.

Por separado, un tribunal en Lahore dictó ese mismo mes una sentencia de muerte contra

dos hermanos que asesinaron a su hermana y su cuñado en 2009 porque la pareja se casó sin

el consentimiento de la familia. Los condenados también fueron multados con un millón de

rupias (£ 6,850) cada uno.

Aun así, en los raros casos en que un hombre es procesado, es el comportamiento de la mujer

el que se convierte en el foco del juicio, no la culpabilidad del acusado y en el caso aún más

raro de que un hombre sea declarado culpable, la alegación del hombre de que fue un crimen

cometido para restaurar el honor familiar permite a los tribunales reducir la sentencia.

Ante esto, los estados son los responsables de poner fin a la discriminación hacia la mujer

tanto en la ley como en la práctica, de prevenir la violencia contra las mujeres, y cuando no

haya podido evitar la violencia, garantizar la reparación. (Human Right Watch, 2001).
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Por último, hablaremos de como el alcohol es un actor condicionante a la violencia

intrafamiliar. Como todos sabemos, esta sustancia psicoactiva afecta el sistema nervioso

central y puede causar dependencia en su consumidor. El consumo de alcohol es uno de los

principales factores que afectan la salud en nuestra sociedad, debido a que el abuso de este

consumo tiene graves efectos en nuestros organismos y lo más preocupante es lo normalizado

que está en nuestra sociedad el alcohol, es nuestra droga cultural por excelencia. En eventos

sociales, como fiestas, cenas, festividades, reuniones, es más que común encontrar personas

consumiendo esta bebida. Aunque poco a poco, se ha ido evidenciando como el alcohol es

una droga más y de que su consumo es perjudicial para la salud.

El alcohol ha sido tema de estudio como uno de los factores que incitan a la violencia en

general. La OMS en un informe del 2011 describe los dañinos efectos del alcohol y determina

que el consumo de alcohol tiene una relación causal con más de 60 tipos principales de

enfermedades y lesiones.

Esta sustancia puede llegar a tener cierto poder sobre una persona y causar una reacción

violenta, esto sin embargo, no significa que se pueda excusar este hecho atroz. Socialmente,

es muy común crear excusas o “peros” sobre acciones que se realizan bajo la influencia del

alcohol.

García Más, M. (2002), señala que “El alcohol ocupa un lugar preferente entre éstas

sustancias sirviendo en muchos casos como excusa para cometer delitos contra las personas,

por la incapacidad de algunos varones para hacer frente a los problemas esencialmente

económicos y laborales, sin recurrir al alcohol”.


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En el ámbito familiar, se han realizado estudios en agencias del Ministerio Público de la ciudad

de Pachuca, Hidalgo, que reflejó que el 11% de las denuncias se debieron a violencia intrafamiliar;

en el 9% de ellas el agresor había consumido alcohol y en el 7% se encontraba borracho. Natera y

cols. (1997).

De la misma manera, la violencia intrafamiliar también puede generar el excesivo

consumo de alcohol. Muchas personas buscan en el alcohol un refugio que los logre hacer

olvidar las duras realidades que afrontan en su diario vivir. Podemos entonces concluir que

el alcoholismo puede generar violencia o agravarla entre miembros de la misma familia, que

son los individuos más cercanos y los que se ven más afectados por este hecho.

Y nos queda todavía una gran incógnita: ¿Hay alguna solución o acción que logre

disminuir este tipo de violencia que se da a través de los factores anteriormente estudiados?

No podemos, sin embargo, meter todos estos factores en una misma bolsa y pretender que

están en igualdad de condiciones, que incitan la violencia intrafamiliar de la misma manera.

Se deben ver separadamente y tratar de encontrar la verdadera causa de cada factor que

conlleva a este acto tan atroz. Lo que si podemos asegurar, es que los estados tienen que

tomar medidas más eficientes lo más pronto posible para poder disminuir estos niveles tan

altos de violencia intrafamiliar.

BIBLIOGRAFIA

 García Más, M. (2002). Alcohol y violencia familiar. Adicciones, 14(1), 3-8.

doi:http://dx.doi.org/10.20882/adicciones.506
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 https://www.hrw.org/news/2001/04/05/item-12-integration-human-rights-

women-and-gender-perspective-violence-against-women

 https://www.narconon.org/informacion-drogas/sobre-alcohol.html

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