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EL LECTOR DE CASTANEDA

Un Compendio para el estudio del Nagualismo


según la obra de Carlos Castaneda

Recopilación de Citas
y
Recuentos Críticos
por

Sete Goytre
© Sete Goytre, 2017
© Ediciones El Tercer Punto, 2017
Ediciones El Tercer Punto
www.setegoytre.wordpress.com
setegoytre@gmail.com
Madrid

Diseño de Portada: Sete Goytre


Ilustraciones interiores: Sete Goytre
Edición y Maquetación: Eds. El Tercer Punto
Primera Edición: Agosto 2015
Última edición revisada: Noviembre 2017
Impresión y Encuadernación: Bubok.es
Distribución y Venta: Bubok.es

Reservados todos los derechos.


Prohibida la reproducción parcial o total, electrónica o mecánica,
sin la autorización escrita del autor o del editor.
La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito
contra la propiedad intelectual (art. 270 y siguientes del Código Penal)
ÍNDICE GENERAL
Recuento de subtítulos 6
Introducción 7

1ª Parte: LIBRO DE CITAS


0. Introducción
0.1. La tradición tolteca 16
0.2. Los nuevos videntes 19
1. El camino del guerrero
1.1. El camino del guerrero 24
1.2. La impecabilidad 39
2. Cosmología y explicación del mundo
2.1. Las verdades de la conciencia de ser 44
2.2. El Águila 47
2.3. Las emanaciones 50
2.4. El huevo luminoso 54
2.5. Las tres atenciones 62
2.6. El punto de encaje 69
2.7. El conocimiento silencioso y la razón 83
2.8. El tonal y el nagual 86
2.9. La forma humana y el molde humano 89
2.10. La voluntad 93
2.11. El poder personal 95
2.12. La importancia personal 98
2.13. La energía sexual 102
2.14. La tierra 106
2.15. Las plantas de poder 109
2.16. Los seres inorgánicos 112
2.17. La muerte 127
3. El proceso de aprendizaje: fundamentos generales
3.1. El nagual 138
3.2. La conciencia acrecentada 145
3.3. Los centros abstractos 149
3.4. No-hacer 152
3.5. El silencio interno 157
4. Los procedimientos técnicos clave
4.1.1. El arte del acecho 164
4.1.2. El desatino controlado 170
4.1.3. El punto de la no compasión 173
4.1.4. Los pinches tiranos 175
4.2. El arte del ensueño 178
4.3.1. La maestría del intento 194
4.3.2. El intento inflexible 206
4.3.3. La videncia 208
4.4. La recapitulación 214
4.5. La Tensegridad (Pases Mágicos) 220
CRÍTICOS
2ª Parte: RECUENTOS CRÍTIC OS
Recuento de Aciertos Rotundos 228
Recuento de Repercusiones Axiológicas 236
Recuento de Críticas Generales 246
Recuento de Inconsistencias de la última etapa 252
Recuento del Proceso Cronológico 259
Recuento de la Muerte de La Gorda 265
Recuento de los Seminarios de Cleargreen 270
Recuento de Oportunistas 275
Recuento de Despropósitos “mágicos” 282
Recuento del Anillo de Poder 285
Recuento de Aclaraciones sobre las Plantas de Poder 289
Recuento del Enigma de los Toltecas 292
Recuento de Propiedades Intelectuales 296
Recuento de Definiciones del Conocimiento 310
Recuento de Técnicas de Acceso al Silencio Interno 315
Recuento de Disertaciones sobre la Importancia del Ensueño 321
Recuento de Técnicas de Acceso a los Sueños Lúcidos 330
Recuento de Correspondencias entre Física y Espiritualidad 335
Recuento de Alarmas planetarias 343
Recuento de Elementos para una Espiritualidad No-Religiosa 347
Bibliografía y Enlaces 353
A modo de aproximación…

RECUENTO DE SUBTÍTULOS
SUBTÍTULOS

Las Carcajadas de Don Juan


El Nagualismo como Religión
El Ultimátum de los Brujos
El Gran Tirano
La Falacia de la Libertad Total
Otra Inmensa Oportunidad Perdida
El Misterio del Nagual
Verdadero y Falso en la Obra de Castaneda
La Grandeza Arcana del Nuevo Mundo
Luces y Sombras del Chamanismo Tolteca
La Inevitable Corrupción de los Profetas
Grandeza y Miseria del Camino Interior
Los Videntes de la Nueva Era
Última Llamada hacia el Infinito
El Verdadero Don Juan
INTRODUCCIÓN

Pasarán siglos

Decía Zappa que "la gente no reconocería la buena música ni


aunque les pegara un bocado en el culo". Igual pasa con la verdadera
espiritualidad, las ideas que hacen realmente evolucionar al espíritu
humano, los conocimientos "que valen la pena", con verdadero potencial
salvador, capaces realmente de responder a las grandes preguntas de la
filosofía y la condición humanas. La Tradición del verdadero
Conocimiento Arcano que los videntes auténticos han ido construyendo a
través de los eones.

Tendrán que pasar siglos antes de que las revelaciones de la


tradición tolteca sean reconocidas y ponderadas en su justa medida. Y
para entonces ya será seguramente demasiado tarde. Pues es ahora mismo
cuando el mundo tiene necesidad imperiosa de un cambio de parámetros
mentales, de actitud psicológica, de objetivos metafísicos. Estamos en una
encrucijada: o cambiamos y ampliamos nuestra percepción de la realidad,
o el mundo se va al carajo. Las amenazas son serias y reales. Y la falta de
soluciones oficiales también es flagrante. Pero parece que la Historia nos
demuestra que es nuestro destino sufrir incontables desatinos, muchos de
ellos irreversibles, antes de que acertemos a acercarnos siquiera a
comprender el sentido de la existencia, el origen de la conciencia.

En realidad son preguntas para las que no hay ni habrá nunca


respuestas completas y definitivas. Pues no se trata, desde luego, de
desplegar unas revelaciones que solucionen todos los problemas del
hombre. Por principio, por su misma esencia, el Misterio de la existencia
es inabarcable. Siempre excederá cualquier capacidad de comprensión,
pasen los siglos que pasen. Es posible que ni Dios mismo, de existir, tenga
un conocimiento total. Al fin y al cabo, todo el sufrimiento y pruebas de la
vida revelan inexorablemente un intento global de auto-conciencia, de
experiencia, que trascienden cualquier individualidad.
Pero eso no es óbice para que exista, en la medida en que las
respuestas van enriqueciéndose, una evolución positiva del entendimiento,
una "historia de la espiritualidad". Se trata de descifrar, al menos, esa
porción de Misterio que corresponde a nuestra era de manera crucial; de
garantizar un progreso en el poder explicativo de la ciencia. De hecho,
ciencia, filosofía y espiritualidad no son en absoluto antagónicas. Se
buscan, se cruzan, se separan, a merced de los tiempos y de las culturas.
Todos abrigamos la intuición íntima de que en el fondo están unidas, o de
que deberían estarlo en un futuro ideal.

El escolasticismo medieval tuvo que rendirse ante la evidencia del


Renacimiento, y más tarde el triunfo de la sociedad industrial terminó de
liberarnos de los tendenciosos dogmatismos religiosos; pero, por simple ley
del péndulo, entramos en una era de materialismo cuyo imperio también
ha estado dando claros síntomas de desgaste a lo largo de toda la segunda
mitad del siglo XX. Y no solo por el fracaso de los totalitarismos políticos,
comunistas o liberales, sino por el inusitado y fascinante giro que ha dado
la ciencia misma desde Einstein hasta ahora: los mismos físicos insisten en
que la materia es una ilusión. La mecánica cuántica, las singularidades, la
astrofísica, la psicología transpersonal, la neurología y la genética vienen
desde hace décadas pidiendo a gritos una revisión de nuestros más
profundos presupuestos filosóficos, religiosos, espirituales.

Pero aquí las respuestas fallan. Las Iglesias oficiales están tan
anquilosadas en sus doctrinas y liturgias que solo ofrecen, o bien una
involución retrógrada y reaccionaria, o bien un fundamentalismo político
al servicio de los nacionalismos. Están basadas en revelaciones de profetas
o videntes que existieron hace siglos, sepultadas ya inevitablemente en el
fárrago de las traducciones e interpretaciones arbitrarias.

Ha habido quizás cuatro grandes intentos de síntesis en el siglo


pasado, en el siguiente orden cronológico: la Teosofía (como acercamiento
a las religiones orientales, y desinhibición del ocultismo), la revolución
hippy (incluyendo música y drogas), el ecologismo y la cultura alternativa
(que incluye la nueva física, noosfera, holismo, etc), y la nueva psicología
de autosuperación y sus Técnicas de Crecimiento Personal. Así mismo, al
compás de estos movimientos, ha habido también grandes autores con una
aportación particularmente sincrética y valiosa: Heindel, Jung, Bergson,
Rimpoche, Theilhard, Frazer, Elíade, Steiner, Guenón, Aurobindo, Grof,
Wilber, Capra, Bohm, Cioran, Krishnamurti, Durkheim, Suzuki, y sobre
todo Fukuoka, con el que también tiene la posteridad una deuda
inestimable.
Pero ha sido la obra de Castaneda la que ha dado quizás en el
clavo; la que ha dado con ese trozo de conocimiento estratégico que nos
podría haber sacado realmente del atolladero. Solo los libros de Castaneda
habrían satisfecho, en su forma y su contenido, los tres grandes requisitos
de un verdadero "sistema de creencias", a saber: una Cosmología (o
explicación del mundo) exhaustiva, una Ética (reglas de comportamiento)
coherente, y unos Procedimientos prácticos (técnicas de crecimiento
personal) profusos y efectivos. De una manera particularmente más
completa que los demás, Castaneda habría respondido, como esperamos
mostrar a lo largo de este trabajo, a las grandes cuestiones de la actualidad
filosófica e intelectual de nuestros tiempos.

Con dos grandes salvedades, eso sí, que conviene apresurarse a


señalar: La 1ª es que el verdadero revelador o autor de sus ideas no fue él
sino Don Juan Matus. El papel de Castaneda, por mucho que se
involucrara, fue el de transcriptor, reportero, testigo, de unas enseñanzas
ya establecidas, organizadas, corroboradas. La 2ª es que, definitivamente,
Castaneda fracasó en su intento de incorporar consecuentemente a su
comportamiento las premisas del nagualismo. Ya sea por la corrupción
inherente a su estatus de escritor de prestigio, o por su falta de agudeza, o
por las "trampas" que pudieron tenderle determinados seres humanos o
inhumanos (todo ello será también objeto de concienzudo análisis en la
presente obra), el hecho es que se desvió tan gravemente de Don Juan que
solo podemos tener garantías de autenticidad completa en sus cuatro
primeros libros. En el resto, la verdad hay que ir despejándola con un
verdadero esfuerzo de discernimiento.

La estupidez y el egoísmo, pues, la corrupción y la mentira se


habrán de cobrar su exorbitante precio de violencia y destrucción, como
ha sido siempre. Y ni aunque bajara Dios mismo del cielo sería esperable,
para nada, una "conversión en masa" a una verdad que siempre se nos
presenta incompleta. Hemos de ser realistas. Pero que no sea porque falten
estudios académicos, análisis críticos y esfuerzos de síntesis que hagan ver
al gran público la importancia de ese resto de mensaje auténtico cifrado en
los libros. Que no sea porque los afamados lectores de Castaneda no
hicimos el debido esfuerzo por separar la verdad de la mentira, por
superar sus subjetivismos y sus acomodaticias tentaciones de
reduccionismo, para poner las cosas en su sitio, separar la paja de lo
esencial, agarrar del cuello al sentido común y extraer, de entre todo el
maremagnum de noticias, charlas y enseñanzas contradictorias, aquello
que verdaderamente constituye el cuerpo puro de un sistema filosófico
nuevo y cabal, útil y completo, organizado e identificado, hasta poder
llamarlo con todo derecho una nueva espiritualidad, un nuevo camino de
conocimiento, sanación y salvación, para el maltrecho panorama de la
actualidad planetaria, biológica, humana.

Organigrama

La presente obra está dividida en dos grandes secciones: el Libro


de Citas y los Recuentos Críticos. La primera es una selección de las citas
literales que nos han parecido más esenciales para encuadrar o
comprender los principales aspectos de las enseñanzas. Aspectos que a su
vez están reunidos por capítuloss, y organizados según el índice de
prioridades que hemos creído más clarificador para que tanto el profano
en la materia como el lector asiduo tengan una herramienta práctica de
estudio, objetiva e imparcial, que le conecte con los contenidos literales de
la obra de Castaneda. Cada cita tiene su referencia exacta. Y cada tema
está acompañado por una breve sinopsis explicativa. Pero solo hemos
utilizado los doce libros que Castaneda escribió en vida. Pues todos los
demás apuntes de conferencias, entrevistas, artículos, charlas,
publicaciones colaterales, etc, constituyen un material demasiado amplio y
ambiguo como para constituirse en material para esta sección.

La segunda parte, más específicamente consagrada al debate, es


una relación de todas las reflexiones polémicas que suscita el fenómeno
Castaneda, siguiendo más o menos el hilo conceptual del sistema, y
comentadas con mayor o menos extensión según la información,
coyuntura o pertinencia concernientes. Ha sido difícil encontrar también
un título adecuado para esta sección: ¿Puntos de interés? ¿Reflexiones?
¿Temas para el debate? ¿Repercusiones? ¿Polémicas? ¿Implicaciones? Al
final nos hemos decantado por "Recuentos Críticos" por el recurso
estilístico que hemos utilizado para plantear los temas de discusión: los
"recuentos de argumentos".

El “recuento” es un recurso o herramienta dialéctica, una especie


de sub-género literario, profusamente utilizado por este autor, nacido
precisamente de las “listas de eventos” que la práctica de la Recapitulación
nos obligaba a realizar, y muy útil a la hora de exponer contenidos sin
quedar obligado a comprometer opiniones o juicios. El campo de
aplicación de este recurso es sorprendentemente versátil, y pensamos que
el lector también agradecerá su uso y oportunidad en esta sección de
debate. De todas formas, como ninguno de ellos es indispensable para
retener el hilo conceptual de esta obra, el lector no está obligado a leerlos
todos. Al igual que ocurre con los temas del Libro de Citas. El objeto último
de esta obra no es convencer a nadie de nada, sino más bien compartir
unas herramientas de desarrollo personal, una información, unas
revelaciones iniciáticas que redunden en la madurez intelectual, la
tolerancia y amplitud de miras, la plenitud y satisfacción íntima en el
camino interior, y por supuesto la admiración y el gozo ante el misterio de
El Conocimiento.
El destino del hombre es aprender, para bien o para mal.
EL LECTOR DE CASTANEDA
1ª Parte: LIBRO DE CITAS DE CASTANEDA

Índice temático
temático

0. Introducción
0.1. La tradición tolteca
0.2. Los nuevos videntes
1. El camino del guerrero
1.1. El camino del guerrero
1.2. La impecabilidad
2. Cosmología y explicación del mundo
2.1. Las verdades de la conciencia de ser
2.2. El Águila
2.3. Las emanaciones
2.4. El huevo luminoso
2.5. Las tres atenciones
2.6. El punto de encaje
2.7. El conocimiento silencioso y la razón
2.8. El tonal y el nagual
2.9. La forma humana y el molde humano
2.10. La voluntad
2.11. El poder personal
2.12. La importancia personal
2.13. La energía sexual
2.14. La tierra
2.15. Las plantas de poder
2.16. Los seres inorgánicos
2.17. La muerte
3. El proceso de aprendizaje: fundamentos generales
3.1. El nagual
3.2. La conciencia acrecentada
3.3. Los centros abstractos
3.4. No-hacer
3.5. El silencio interno
4. Los procedimientos técnicos clave
4.1.1. El arte del acecho
4.1.2. El desatino controlado
4.1.3. El punto de la no compasión
4.1.4. Los pinches tiranos
4.2. El arte del ensueño
4.3.1. La maestría del intento
4.3.2. El intento inflexible
4.3.3. La videncia
4.4. La recapitulación
4.5. La Tensegridad (Pases Mágicos)
Índice de ABREVIATURAS utlizadas en el LIBRO DE CITAS:

Obras consultadas Siglas


(entre paréntesis, la Editorial utlizada)
1. Las enseñanzas de Don Juan (Fondo de Cultura Económica) EDJ
2. Una realidad aparte (Fondo de Cultura Económica) URA
3. Viaje a Ixtlán (Fondo de Cultura Económica) VAI
4. Relatos de poder (Fonde de Cultura Económica) RDP
5. El segundo anillo de poder (Swan & Hakeldama) SAP
6. El don del Águila (Swan & Hakeldama) EDA
7. El fuego interno (Swan & Hakeldama) EFI
8. El conocimiento silencioso (Swan & Hakeldama) ECS
9. El arte de ensoñar (Seix Barral) ADE
10. Pases Mágicos (Martínez Roca) PM
11. La Rueda del Tiempo (Gaia) RDT
12. El Lado Activo del Infinito (Ediciones B) LAI
Introducción

0.1. LA TRADICIÓN TOLTECA

Mucho tiempo antes de que los españoles llegaran a México


existían allí extraordinarios videntes toltecas, hombres capaces de actos
inconcebibles. Eran el último eslabón en una cadena de conocimiento que
se extendió a lo largo de miles de años. (EFI,25)

Don Juan, Don Genaro, y sus otros compañeros no me enseñaban


brujería, ni encantamientos; me enseñaban las tres partes de un
antiquísimo conocimiento que poseían; ellos llamaban a esas tres partes el
"estar consciente de ser", el "acecho", y el "intento". Y no eran brujos; eran
videntes. (EFI,18)

Para Don Juan, el término "tolteca" significaba "hombre de


conocimiento". En la época a que se refería, siglos o tal vez incluso
milenios antes de la Conquista española, todos aquellos hombres de
conocimiento vivían dentro de una vasta área geográfica, al norte y al sur
del valle de México. (EFI,27)

En varias ocasiones, a fin de ayudarme, Don Juan trató de poner


nombre a su conocimiento. El creía que el nombre más apropiado era
"nagualismo", aunque el término era demasiado oscuro. Llamarlo
simplemente "conocimiento" lo encontraba muy vago, y llamarlo
"hechicería", sumamente erróneo. "La maestría del intento" y "la búsqueda
de la libertad total" tampoco le gustaron por ser términos abstractos en
exceso, demasiado largos y metafóricos. Incapaz de encontrar un término
adecuado optó por llamarlo "brujería", aunque admitiendo lo inexacto que
era. En el transcurso de los años, Don Juan me dio diversas definiciones de
lo que es la brujería, sosteniendo siempre que las definiciones cambian en
la medida que el conocimiento aumenta. (ECS,17)

La brujería es “el uso especializado de la energía”. Para el hombre


común y corriente la brujería es una idiotez o un insondable misterio
sencillamente porque carece de la energía necesaria para tratar con ella.
(ECS,17)

Aprender brujería es en realidad aprender a “ahorrar energía”.


(ECS,18)

La brujería es la habilidad de usar otros campos de energía que

16
Libro de Citas

no son necesarios para percibir el mundo que conocemos. La brujería es


un estado de conciencia. Es la habilidad de percibir lo que la percepción
común no puede captar. (ECS,19)

Nosotros no necesitamos que nadie nos enseñe brujería, porque


en realidad no hay nada que enseñar. Lo que necesitamos es un maestro
que nos convenza de que existe un poder incalculable al alcance de la
mano. (ECS,19)

El hombre necesita ahora, más que nunca, aprender nuevas ideas,


que se relacionen exclusivamente con su mundo interior; ideas de brujo,
no ideas sociales; ideas relativas al hombre frente a lo desconocido, frente
a su muerte personal. Ahora, más que nunca, necesita el hombre aprender
acerca de la impecabilidad y los secretos del “punto de encaje”. (ECS,287)

El mayor logro de los brujos de antaño fue percibir la esencia


energética de las cosas. Fue un logro de tal magnitud que lo convirtieron
en la premisa básica de la brujería. Hoy en día, con mucha disciplina y
entrenamiento, los brujos adquieren la capacidad de percibir la naturaleza
intrínseca de las cosas; una capacidad a la que llaman "ver", o percibir
energía directamente. (ADE,12)

Pero para "ver" hay que separar la parte social de la percepción,


porque ésta reduce el alcance de lo que se puede percibir, y porque nos
hace creer que el molde al cual ajustamos nuestra percepción es todo lo
que existe. Estoy convencido de que el hombre, para sobrevivir en esta
época, tiene que cambiar la base social de su percepción, es decir, la
certeza física de que el mundo está compuesto de objetos concretos.
Deberíamos percibir el mundo como energía. El universo entero es
energía. La base social de la percepción debería ser entonces la certeza
física de que todo lo que hay es energía. (ADE,12-13)

En el universo no hay pasado ni futuro. Lo único que hay en el


universo es energía, y la energía tiene solamente “aquí y ahora”, un
infinito y siempre presente” aquí y ahora”. (ADE,241)

Los brujos han triunfado en la tarea de liberar su conciencia de


ser de sus ataduras con el orden social. Ellos mismos son la prueba.
Convencer a otros del valor y la importancia de evolucionar es otro
asunto. (ADE,173)

La mente del mercachifle está hecha para el comercio. Pero la

17
Introducción

libertad no puede ser una inversión. La libertad es una aventura sin fin, en
la cual arriesgamos nuestras vidas, y mucho más, por unos momentos que
no se pueden medir con palabras o pensamientos. La búsqueda de la
libertad es la única fuerza que yo conozco. Libertad de volar en ese
infinito. Libertad de disolverse, de elevarse, de ser como la llama de una
vela, que aun al enfrentarse a la luz de un billón de estrellas permanece
intacta, porque nunca pretendió ser más de lo que es: la llama de una vela.
(ADE,86)

Las afirmaciones perceptivas de los chamanes carecen de sentido


si las analizamos con los conceptos lineales del mundo occidental. Hace
cinco siglos que la civilización occidental está en contacto con los
chamanes del Nuevo Mundo y los estudiosos no han hecho un solo intento
de formular un discurso filosófico basado en estas afirmaciones. (PM,104)

SINOPSIS

Cualquiera que haya estudiado en la Universidad con una


mentalidad crítica convendrá que el academicismo se enroca, la mitad de
las veces, en círculos cerrados de presupuestos dogmáticos basados en
interpretaciones antiguas que, también la mitad de las veces, tienen su
origen en la opinión o conclusiones de autoridades arbitrarias, por muy
renombradas que sean. La Antropología, en particular, está plagada de
esos presupuestos sin verdadero fundamento. Además, las crónicas que los
historiadores contemporáneos de la Conquista hicieron, por muy rigurosas
o imparciales que fueran, tropezaron con el auge de una Inquisición
represora y tergiversadora en extremo. Los pocos o muchos estudios que se
hicieron entonces, de primera mano, sobre el nagualismo, quedaron ya
entonces severamente cercenados. Así que la Antropología laica, científica,
no ha podido jamás disponer de fuentes fidedignas sobre esas tradiciones.
Trataremos el enigma de los toltecas más específicamente en los
Recuentos Críticos, pero de momento vemos que Castaneda nos los
presenta como una de las grandes estirpes iniciáticas de la antigüedad, y
esto pone en evidencia a la antropología académica. Quizás algún día
quede clara la abismal diferencia que existe entre la Historia oficial y la
real antes de Jesucristo. Por lo pronto, ahora sabemos que desde hace
milenios ha existido en México una casta de videntes, los toltecas, con una
tradición quizás mucho más firme y poderosa que la de los egipcios o los
tibetanos.

18
Libro de Citas

0.2. LOS NUEVOS VIDENTES

Los antiguos videntes toltecas fueron hombres extraordinarios;


brujos poderosos, sombríos y obsesionados que desentrañaron misterios y
poseyeron conocimientos secretos que utilizaban para afectar o subyugar
a quienes cayeran en sus manos. (EFI,25)

Afortunadamente, esas actividades no llevaron a los antiguos


videntes toltecas a la libertad, sino a su ruina. (EFI,26)

En realidad, dice Don Juan, nosotros somos los nuevos videntes.


Los antiguos videntes eran los verdaderos brujos. Para el hombre común la
brujería es un asunto negativo, pero de todos modos fascinante. Por esa
razón siempre te animé, en tu estado de conciencia normal, a que
pensaras que nosotros somos brujos. Es recomendable hacerlo. Sirve para
atraer el interés. Pero para nosotros ser brujos sería como entrar en un
callejón sin salida. (EFI,27)

Cuando llegaron los españoles, los antiguos videntes habían


desaparecido hacía ya siglos. Lo que encontraron los españoles fue una
nueva casta de videntes que comenzaba ya a asegurar su posición en un
nuevo ciclo. (EFI,28)

Fueron tan enormes y tan graves los errores cometidos por los
antiguos videntes como resultado de la indolencia, la imprudencia y la
importancia personal que los nuevos videntes no tuvieron más opción que
rechazar su propia tradición. (EFI,195)

Cuando una vez pedí a don Juan que me describiera las


características esenciales de los videntes del nuevo ciclo, lo primero que
dijo fue que son los guerreros de la libertad total. (EFI,21)

Ante la elección de morir en el mundo de los asuntos cotidianos o


morir en mundos desconocidos, los hombres de espíritu aventurero
elegían inevitablemente lo segundo, así que, dándose cuenta de que sus

19
Introducción

predecesores simplemente eligieron cambiar el lugar de su muerte, los


nuevos videntes comprendieron la inutilidad de todo lo que los antiguos
videntes hicieron; la inutilidad de luchar por controlar a sus semejantes, la
inutilidad de alinear otros mundos y, sobre todo, la inutilidad de la
importancia personal. (EFI,324)

Lo mejor del hombre aflora cuando se enfrenta a "lo


desconocido". En cambio, "lo que no se puede conocer" no aporta energía
alguna. Son dos cosas bien distintas. Y el error más grave de los antiguos
videntes fue no caer en la cuenta de que casi todo lo que nos rodea está
más allá de nuestra comprensión. De hecho, la frontera entre los antiguos
y los nuevos videntes consiste en establecer esa distinción. (EFI,59-60)

Los antiguos videntes eran hombres aterradores. Y no deberíamos


referirnos a ellos en el pasado pluscuamperfecto, porque incluso en el día
de hoy son aterradores. Su intención es dominar, ser los amos de todos y
de todo. (EFI,127)

Hay muchos videntes que prefieren la gran aventura de lo


desconocido a la búsqueda de la libertad. (EFI,167)

A pesar de todo el conocimiento que acumularon los antiguos


videntes, al final de cuentas acabaron quizá mucho peor que el hombre
común y corriente. Su tremendo conocimiento les obligó a creer que sus
elecciones eran infalibles. Así que escogieron vivir, a cualquier precio.
(EFI,255)

Los nuevos videntes corrigieron los errores de los antiguos


videntes, pero la base de lo que conocemos y hacemos está perdida en el
tiempo de los toltecas. (EFI,32)

Don Juan describió a los brujos de ahora como hombres


renombrados por su sobriedad y su capacidad de rectificar o readaptar el
curso de la brujería, si así lo juzgaban necesario. (ADE,11)

Lo abstracto es la búsqueda de la libertad; libertad para percibir,


sin obsesiones, todo aquello que es humanamente posible. Yo digo que los
brujos de ahora están en busca de lo abstracto porque buscan la libertad y
no tienen ningún interés en ganancias concretas, ni tampoco en funciones
sociales, como los brujos del pasado. De modo que nunca los encontrarás
actuando como videntes oficiales, o como brujos con título. (ADE,12)

20
Libro de Citas

Los antiguos videntes rigieron durante cuatro mil años. Hace tres
mil años se fueron a pique. Y desde entonces los nuevos videntes han
estado reagrupando y reconstruyendo lo que quedó de los antiguos.
(ADE,66)

Don Juan mantenía que los chamanes del México antiguo tenían
un "sistema cognitivo" diferente, con lo cual quería decir que tenían una
manera diferente de comunicación que nada tenía que ver con el lenguaje.
(LAI,152)

SINOPSIS

Justo en la dirección contraria a la evangelización de los


conquistadores españoles, la espiritualidad tolteca ha defendido siempre
con especial celo su carácter hermético. No se presenta con signos
mesiánicos ni proselitistas. Muy al contrario, lo hace reconociendo sus
grandes errores pasados y su penosa lucha por la madurez como cultura
iniciática.
De hecho, la insistencia en este punto es tal, y tan preliminar, que
hace sospechar una velada conclusión: hay un inevitable lado oscuro en el
conocimiento, en la espiritualidad, una tentación inherente a su
naturaleza misma, o al poder que congrega, que lo puede pervertir desde
su primer planteamiento. Y la corrupción final de Castaneda es un
testimonio perfecto de la realidad de este peligro.
Este sutil peligro obliga a una drástica diferenciación, “antiguos y
nuevos videntes”, que concuerda explícitamente con el concepto que
encierran los dos testamentos bíblicos, y cuya filosofía se resume en dos
diferentes propósitos o actitudes personales ante el conocimiento.
Actitudes que, debido a su atemporalidad, siguen teniendo plena vigencia
en la espiritualidad actual: uno es “la gran aventura de lo desconocido”
(actitud del antiguo vidente), y otro es “la búsqueda de la libertad”
(actitud del nuevo).

21
El conocimiento es atemorizante, pero es mucho más terrible vivir sin él.
El Camino del Guerrero

1.1. EL CAMINO DEL GUERRERO

Al Conocimiento se va como a la guerra: por eso, un guerrero


debe ir bien despierto, con miedo, con respeto, y con absoluta confianza. Ir
de cualquier otra forma es un error mortal. (EDJ,72)

Los cuatro enemigos naturales del hombre que aspira al


Conocimiento son el miedo, la claridad, el poder, y la vejez. El guerrero
debe desafiarlos uno a uno, sin rendirse ni bajar la guardia, pues la
derrota ante cualquiera de ellos es definitiva. (EDJ,108-112)

Un guerrero ha de vivir una vida verdadera. Y una vida


verdadera es la que se vive con la certeza nítida de estar viviéndola: una
vida buena, fuerte. (EDJ,132)

Ningún camino lleva a ninguna parte: todos son lo mismo. Así


que un guerrero debe probar detenidamente cada uno, y abandonarlo
decididamente si siente que no debe seguirlo. Un camino con corazón te
dará gozo y fuerza. Un camino sin corazón te hará desgraciado. Un
camino con corazón es fácil: no te hace trabajar para tomarle gusto.
(EDJ,134,193)

Recorrer a todo lo largo sus caminos con corazón es la meta final


de todo guerrero. (EDJ,220)

Para llegar al Conocimiento el guerrero debe desarrollar un deseo


indomable, una dedicación total, trabajando sin ayuda de ningún poder ni
de ningún hombre, reflexionando y deseando hasta que su cuerpo esté
listo. (EDJ,220)

Un guerrero escoge el camino con corazón para estar lo mejor


posible, quizás para poder reír todo el tiempo. (URA,98)

Para ser un hombre de Conocimiento hay que ser un guerrero, no


un niño llorón. Hay que luchar sin entregarse, sin una queja, sin titubear,
hasta parar el mundo, hasta que uno “vea”. (URA,104)

Un guerrero reduce al mínimo sus necesidades. (URA,164)

24
Libro de Citas

Un guerrero sabe que espera y sabe qué cosa espera, y mientras


espera no quiere nada, así que cualquier cosa que recibe es más de lo que
puede tomar, un verdadero regalo. Lo que un guerrero espera es su
voluntad. (URA,164,168)

Hambre y dolor son solo pensamientos, entregas que un guerrero


no se puede permitir. Si necesita comer halla el modo porque no tiene
hambre; si algo lastima su cuerpo halla el modo de pararlo porque no
siente dolor. (URA,165)

Sólo un guerrero puede sobrevivir. (URA,166)

Un guerrero no tiene más que su voluntad y su paciencia, y con


ellas construye todo lo que quiere. (URA,167)

La aterradora naturaleza del Conocimiento no le permite a uno


otra alternativa que la de llegar a ser un guerrero. (URA,173)

Un guerrero sabe que su muerte le anda cazando y que no le dará


tiempo a adherirse a nada, así que prueba, sin ansias, todo de todo.
(URA,174)

Un guerrero es alguien que comprende por completo que su


preferencia es su responsabilidad; de ahí que sus decisiones sean
definitivas. (URA,175)

Un guerrero no se entrega a nada, ni siquiera a su muerte.


(URA,199)

Un guerrero no es un socio voluntario, no está disponible, así que


si se mete en algo, puedes tener la certeza de que sabe lo que está
haciendo. (URA,208)

Para un guerrero no hay nada fuera de control. A un guerrero no


le importan los significados: toda su vida es un ejercicio de estrategia. Un
guerrero presenta batalla hasta el final. (URA,209)

Un guerrero reduce al mínimo los imprevistos. (URA,210)

Un guerrero nunca está ocioso, y nunca tiene prisa. (URA,220)

25
El Camino del Guerrero

El Conocimiento en sí no te ayuda a vivir mejor: la gente te odia, y


los espíritus te acechan. Solo siendo guerrero puedes sacarle provecho al
conocimiento. (URA,247)

En el camino del guerrero siempre estamos peleando contra algo


más fuerte que nosotros. (URA,246)

El mundo está en verdad lleno de cosas temibles, y nosotros


estamos indefensos. Pero un guerrero no intenta explicar o cambiar esas
cosas, como hace el hombre común, sino simplemente usarlas. (URA,246)

Ser guerrero es más adecuado que cualquier otra cosa. (URA,247)

Ser “vidente”, llegar al Conocimiento, sin ser antes guerrero te


debilitaría, pues te daría una mansedumbre falsa que te destruiría.
(URA,247)

El espíritu del guerrero solo está engranado para luchar. Cada


batalla es la última. El resultado no le importa. Así que mientras lucha, el
guerrero deja a su espíritu fluir libre y claro, y sabiendo que su voluntad
es impecable, en mitad de la batalla ríe y ríe. (URA,248)

Un guerrero sigue aquellos caminos que tienen corazón. Y sabe


que un camino tiene corazón cuando experimenta gran paz y placer al
atravesar todo su largo. (URA,249)

Un guerrero se da cuenta de que el mundo cambiará tan pronto


como deje de hablarse a sí mismo, y debe estar preparado para esa
sacudida monumental. (URA,252)

Un guerrero es alguien que siempre manda. Solo permite que el


poder venga a él cuando se encuentra listo y preparado. Si no,
sencillamente le vuelve la espalda. (URA,289)

Un guerrero sabe que no hay nada peor que enfrentar sin más a
los seres humanos entre sí. Un guerrero siempre procede con estrategia.
(VAI,11)

Un guerrero no tiene necesidad de tener historia personal. Así


que tiene que ir borrándola poco a poco, armoniosamente, creando una
niebla, una incertidumbre alrededor. Hay que borrar la historia personal
para librarse de la carga de los pensamientos ajenos, para que nadie te dé

26
Libro de Citas

por hecho. Las mentiras son mentiras solo cuando tenemos historia
personal. (VAI,32,38)

Haga lo que haga un guerrero, primero debe saber por qué lo


hace, y luego debe llegar hasta el fin, aceptando la responsabilidad de sus
decisiones, sin dudas ni remordimientos. Un guerrero asume sus
responsabilidades. (VAI,69)

No hay nada pendiente, no hay ninguna prisa en la vida de un


guerrero. (VAI,74)

Un guerrero es un cazador, y un cazador deja muy pocas cosas al


azar. (VAI,88)

Hacerse guerrero es volverse inaccesible; y esto significa ver lo


menos posible a las personas que amas: no quedarse en medio del camino
y dejar que todo el mundo vea tus ires y venires. (VAI,107)

Para un guerrero, ser inaccesible significa tocar lo menos posible


el mundo que le rodea: evitar agotarse a sí mismo o a los otros. Significa
que no está hambriento o desesperado. (VAI,107)

Ser inaccesible no significa esconderse o andar con secretos, o no


tratar con la gente. Un guerrero trata su mundo íntimamente y, sin
embargo, es inaccesible para ese mismo mundo. Lo usa lo menos posible, y
siempre con ternura, sin exprimirlo ni deformarlo. (VAI.108)

Un guerrero no tiene rutinas. Es libre, fluido, imprevisible. Un


guerrero hace todo lo posible para romper las rutinas de su vida.
(VAI,114)

Para ser guerrero hay que aceptar plenamente la responsabilidad


de estar en este mundo misterioso e impenetrable. (VAI,122)

Un guerrero sabe que cada acto puede ser el último. Hay una
extraña felicidad ardiente en actuar con el pleno conocimiento de que lo
que uno está haciendo puede muy bien ser nuestro último acto sobre la
tierra. (VAI,123,125)

No hay tiempo, no tenemos tiempo. Y un guerrero ha de estar


consciente de esto para que sus actos tengan poder. (VAI,127)

27
El Camino del Guerrero

La mayoría de la gente pasa de un acto a otro sin pensar ni


luchar. Un guerrero, en cambio, evalúa cada acto. Es, pues, natural que su
último acto sobre la tierra sea lo mejor de sí mismo. (VAI,128)

Un guerrero es un cazador inmaculado a la búsqueda de poder.


(VAI,135)

Un guerrero se pone sistemáticamente al alcance del poder, pero


siempre con gran cautela. (VAI,152)

Un estallido controlado y un silencio controlado son la marca del


guerrero. (VAI,152)

La naturaleza de nuestros actos carece de importancia siempre y


cuando actuemos como guerreros. (VAI,157)

Buscar la perfección del espíritu del guerrero es la única tarea


digna de nuestra hombría. (VAI,158)

Nadie le está haciendo nada a nadie, y mucho menos a un


guerrero. (VAI,159)

Un guerrero es un cazador. Todo lo calcula. Eso es control. Pero


una vez terminados sus cálculos, actúa, se deja ir. Eso es abandono. Nadie
empuja a un guerrero. (VAI,172)

Un guerrero está entonado para sobrevivir, y eso es lo que hace


del mejor modo posible. (VAI,172)

No hay planes previos cuando se trata de cazar poder. Un


guerrero caza lo que se le presenta. (VAI,174)

Un guerrero jamás vuelve la espalda al poder sin pagar los


favores recibidos. (VAI,195)

Cada guerrero tiene un sitio de su predilección: un sitio donde ha


presenciado maravillas y juntado poder personal. El guerrero tiene la
obligación de regresar a ese sitio cada vez que absorbe poder, para
guardarlo allí. Puede llegar hasta allí o bien caminando o bien ensoñando.
En ese sitio es donde el guerrero morirá, esté donde esté; allí es donde
bailará ante su muerte, que tiene a su vez la obligación de presenciar toda

28
Libro de Citas

la danza hasta el final; ésa es la danza que el guerrero aprende a lo largo


de todas sus batallas con el poder. (VAI,217)

Un guerrero siempre se cerciora de que todo está en orden, no


porque crea que va a sobrevivir a la prueba, sino porque eso es parte de su
conducta impecable. (VAI,233)

Un guerrero actúa como si supiera lo que hace, aunque en


realidad no sepa nada. (VAI,235)

El chiste está en lo que uno recalca. O nos hacemos guerreros o


nos hacemos infelices. La cantidad de trabajo es la misma. (VAI,256)

No hay manera de escapar al "hacer" de nuestro mundo. Por eso


lo que un guerrero hace es convertir su mundo en un campo de caza. Un
guerrero sabe que el mundo está hecho para usarse, así que no tiene
escrúpulos en tomar y usar cualquier cosa que desee; solo que luego no se
ofende cuando le usan a él. (VAI,295)

Un guerrero no hace nada por matar el tiempo, porque no hay


tiempo que matar. Todo lo que hace lo hace por estrategia. (VAI,312)

Un guerrero siempre está alerta y ágil para atrapar su "centímetro


cúbico" de suerte, que todos nosotros tenemos de cuando en cuando,
seamos guerreros o no. (VAI,323)

Para ser guerrero hay que ser apasionado. Un hombre apasionado


tiene posesiones en la tierra y cosas que le son queridas, aunque sea nada
más que el camino por donde anda. (VAI,364)

El hombre común busca en los demás alimentar la confianza en sí


mismo: está siempre enganchado a los demás. El guerrero, en cambio, solo
depende de sí mismo: ser humilde es buscar la impecabilidad en tus
propios actos. (RDP,17)

Un guerrero se empuja siempre más allá de sus límites. (RDP,17)

Para lograr éxito en cualquier empresa el guerrero debe ir muy


despacio, con mucho esfuerzo, pero sin tensiones ni obsesión. (RDP,23)

Un guerrero se acepta con humildad tal como es, no como base


para lamentarse, sino como base para su lucha y su desafío. (RDP,32)

29
El Camino del Guerrero

Un guerrero no agacha la cabeza ante nadie, pero tampoco


permite que nadie la agache ante él. Nadie le posee, ni él posee a nadie.
(RDP,33)

La libertad es muy cara, pero para un guerrero el precio no es


imposible. (RDP,34)

La única manera de vencer es persistir en actuar como un


guerrero. (RDP,38)

Un guerrero debe tener serenidad y aplomo, y no debe nunca


perder los estribos. (RDP,38)

Un guerrero empieza la faena (de hacerse hombre de


conocimiento) con la certeza de que su espíritu está fuera de balance.
(RDP,42)

No hay nada en este mundo de lo cual un guerrero no pueda dar


razón. (RDP,43)

Un guerrero se considera ya muerto, así que no tiene nada que


perder. Ya le pasó lo peor, así que está tranquilo. A juzgar por sus actos o
sus palabras, uno jamás sospecharía que un guerrero lo ha presenciado
todo. (RDP,43)

Si un guerrero acepta la naturaleza aterradora del Conocimiento,


cancela lo temible. (RDP,44)

El único modo de contrarrestar el devastador efecto del mundo de


los guerreros es reírse de él. (RDP,73)

Un guerrero actúa como si nunca hubiera pasado nada, porque


no cree en nada, pero acepta todo tal y como se presenta. (RDP,75)

Un guerrero actúa como si tuviera el control, aunque esté


temblando de miedo. (RDP,75)

Si un guerrero necesita alivio simplemente elige a cualquiera y le


cuenta en detalle su problema. Después de todo, un guerrero no busca que
le entiendan, sino aliviar su tensión. (RDP,76)

30
Libro de Citas

Un guerrero no necesita nada. La verdadera experiencia es ser un


hombre, y lo que verdaderamente cuenta es estar vivo. La vida en sí misma
es suficiente y completa y se explica sola. Un guerrero es perfectamente
consciente de eso, así que se puede decir, sin ser presumido, que la
experiencia de las experiencias es ser un guerrero. (RDP,76)

Un guerrero está en manos del poder, y su única libertad es elegir


una vida impecable. (RDP,79)

Un guerrero se asombra de su gran fortuna, la fortuna de haber


sido seleccionado, de haber hallado un propósito. (RDP,79)

A la hora en que un guerrero es capaz de alcanzar el


Conocimiento ya no le queda nada de interés por sus semejantes. (RDP,81)

Un guerrero puede hacer cualquier cosa, pero escoge ser gentil y


no llamar la atención. (RDP,82)

Un guerrero no puede actuar de ninguna manera en términos


perjudiciales hacia sus semejantes, hipotéticamente o no. (RDP,82)

La meta del camino del guerrero es cultivar y mantener el sentido


del "darse cuenta". (RDP,90)

Morir de contento es muerte de imbécil. Un guerrero muere a la


mala. Su muerte debe luchar para llevárselo. (RDP,103)

Un guerrero jamás baja la guardia: usa todo lo que está a su


alcance para fortalecer sus defensas cuando trata con el poder. (RDP,103)

No hay falla en el camino del guerrero. Síguelo y nadie podrá


criticar tus actos. (RDP,104)

El hombre común lo toma todo o bien como una bendición o bien


como una maldición. El guerrero, en cambio, todo lo toma como un
desafío. (RDP,144)

Un guerrero no cree: un guerrero tiene que creer. Un guerrero


elige creer aquello que es su predilección íntima. (RDP,146,149-50)

Un guerrero no puede lamentarse por no estar en otra parte,


precisamente porque vive del desafío. (RDP,152)

31
El Camino del Guerrero

Un guerrero no deja que nada le afecte. Puede estar viendo al


mismo diablo y no dejar que nadie lo note. Su control es impecable.
(RDP,190)

Las mujeres están ligeramente mejor equipadas que los hombres


para el camino del Conocimiento, para ser guerreras. (RDP,193)

Para un guerrero, todo en este mundo es un desafío. El mayor de


todos es, desde luego, su oferta al poder. (RDP,194)

Un guerrero hace sus decisiones con tanto cuidado que nada de


lo que pueda ocurrir como resultado de ellas sea capaz de sorprenderle.
(RDP,206)

El camino del guerrero es armonía: armonía entre acciones y


decisiones: una armonía diseñada para acabar con la lucha más imbécil
que existe: la del ego consigo mismo. (RDP,207)

La meta de un guerrero es durar: por eso no corre riesgos


innecesarios. (RDP,255)

Las limitaciones de un guerrero son precisamente su camino al


poder. (RDP,258)

No hay futuro. Para un guerrero solo existe el aquí y el ahora.


(RDP,275)

Por encima de todo, lo que realmente necesita un aprendiz es


sobriedad y fuerza: seguir el camino del guerrero. (RDP,313)

La vida de un guerrero no puede ser fría y solitaria porque se


basa en su devoción hacia su ser amado, su predilección: la tierra. No hay
amor más grande para un guerrero. Un guerrero siempre está alegre
porque su amor por la tierra es inalterable; y la tierra, que comprende y
está viva hasta en sus últimos resquicios, le corresponde. (RDP,381-82)

La lucha que cada guerrero libra contra su propio ser dura toda
la vida. (SAP,57)

Un guerrero no busca consuelos. (SAP,139)

32
Libro de Citas

Un guerrero no deja nada al azar. Si tiene una intención


inflexible acaba por alterar el curso de los sucesos a su favor. (SAP,140)

La gran ventaja que un guerrero tiene sobre un hombre corriente


es que un guerrero no se decepciona cuando fracasa en una tentativa de
cambiar. (SAP,174)

Todo lo que le sucede a un guerrero debe interpretarse como un


presagio. (SAP,188)

Los guerreros deben vivir en armonía y ayudarse y protegerse


mutuamente porque están solos en el mundo. (SAP,189)

Los guerreros siempre tienen una oportunidad, no importa cuán


pequeña sea. (SAP,190)

Aunque sabemos que no podemos cambiar por más que lo


intentemos, un guerrero ha de ser impecable en su esfuerzo por cambiar.
Un guerrero impecable sobrevive, siempre. (SAP,191)

Un guerrero se da cuenta de todo. Ésa es su peculiaridad.


(SAP,224)

Un guerrero come en silencio, y lentamente, y muy poco cada


vez. (SAP,247)

Un guerrero camina muchos kilómetros cada día. (SAP,247)

El arte del guerrero consiste en estar fuera de todo y pasar


desapercibido. (SAP,263)

Lo más difícil del mundo para un guerrero es dejar ser a los


demás, no pretender ayudarles. Sólo un vidente que ha parado el mundo
(ha alcanzado el Conocimiento) puede ayudar a los otros. Hay que tener
confianza en que los demás también son guerreros impecables; y si no lo
son, nuestro deber es ser impecables y no decir palabra. (SAP,327)

La posición natural del guerrero es de cara al Norte. (SAP,330)

El temple de un guerrero está en ser humilde y eficiente. Si no


actúas impecablemente, si te impacientas o te desesperas, serás cortado sin
misericordia por “los tiradores de lo desconocido”. (RDP,374-75)

33
El Camino del Guerrero

Un guerrero sabe que espera y qué cosa espera, así que mientras
espera deleita sus ojos en el mundo. La máxima hazaña de un guerrero es
el gozo. (EDA,91)

Los guerreros impecables son seres solitarios. Sus contactos con la


gente son siempre de uno en uno. (EDA,103)

El destino de un guerrero es inalterable. El desafío consiste en


cuán lejos puede uno llegar dentro de esos rígidos confines, y qué tan
impecable puede uno llegar a ser. Si hay obstáculos en el camino, el
guerrero intenta, impecablemente, superarlos. Si encuentra dolor y
privaciones insoportables, el guerrero llora, aunque sepa que su llanto no
cambiará absolutamente para nada. (EDA,113)

Un guerrero ha de ser completamente humilde, y no cargar con


nada que tenga que defender. (EDA,195)

Un guerrero jamás pierde la cabeza bajo ninguna circunstancia.


(EDA,212)

Un guerrero no puede ser sitiado, puesto que no tiene posesiones


que defender. (EDA,214)

Los guerreros no tienen vida propia. A partir del momento en que


comprenden la naturaleza de la conciencia dejan de ser personas, y la
condición humana ya no forma parte de su visión. Lo único que cuenta es
su deber como guerreros. (EDA,297)

Un guerrero no puede llorar. Su única expresión de angustia es


un estremecimiento que viene de las profundidades mismas del universo.
El estremecimiento del guerrero es infinito. (EDA,301)

Un guerrero impecable nunca planea nada por adelantado, pero


sus actos son tan decisivos que parece como si hubiera calculado de
antemano cada detalle. (EDA,315)

Los guerreros de la libertad total eligen el momento y la manera


en que han de partir de este mundo. (EFI,21)

34
Libro de Citas

Para poder seguir el camino del guerrero uno tiene que ser muy
imaginativo. Todo está oscuro, y la claridad cuesta muchísimo trabajo,
muchísima imaginación. (EFI,40)

Un guerrero es en esencia un ser capaz de la máxima disciplina y


control sobre sí mismo. (EFI,48)

El miedo es muy valioso para los guerreros: les impulsa a


aprender. Eliminar el miedo es un error que no tiene sentido. Es preferible
eliminar nuestros cómodos esquemas. (EFI,68,117)

En el camino del guerrero hay peligros incalculables para quienes


carecen de sobriedad y serenidad. (EFI,79)

En la vida del guerrero es extremadamente natural el estar triste


sin ninguna razón aparente, ya que, como campo de energía, el huevo
luminoso presiente su destino final cada vez que se rompen las fronteras
de lo desconocido. (EFI,121)

Un guerrero aprende a tener miedo sin estar aterrado. (EFI,132)

La libertad tiene las más devastadoras implicaciones; entre ellas


está la implicación de que el guerrero debe buscar intencionadamente el
cambio. (EFI,138)

No hay una segunda oportunidad para los guerreros. El pájaro de


la libertad tiene muy poca paciencia con los indecisos. (EFI,149-50)

Un guerrero ha de cultivar una despreocupación y un desinterés


supremo. Un guerrero ama la libertad por encima de todo. (EFI,171-72)

El recibir una oportunidad de volver nuevamente al misterio del


mundo resulta a veces demasiado para los guerreros, y sucumben; les
asalta en su camino lo que podíamos llamar “la gran aventura de lo
desconocido”. Olvidan la búsqueda de la libertad, olvidan ser testigos sin
prejuicios. Y con un gozo ciego, se hunden en lo desconocido. (EFI,171)

En el camino del guerrero es muy fácil perderse en


complejidades. Los guerreros se enfrentan a grandes enemigos que pueden
destruir sus propósitos, enturbiar sus objetivos y debilitarlos; enemigos
creados por el mismo Conocimiento que los guerreros buscan, aunado al

35
El Camino del Guerrero

sentido de indolencia, imprudencia e importancia personal, que son partes


integrales del mundo cotidiano. (EFI,195)

Las dos cualidades básicas de los guerreros son: el esfuerzo


sostenido y el intento inflexible. (EFI, 221)

Un guerrero no tiene nada que temer. (EFI,272)

La libertad es aterradora para todo el que no sea un guerrero.


(EFI,297)

Un guerrero no puede compartir sus experiencias de vidente con


otras personas, pero sí con otros guerreros. (EFI,318)

Desde el momento que el guerrero es incapaz de sentir


compasión por sí mismo, tampoco puede sentir compasión por nadie.
(ECS,59)

Para un guerrero todo comienza y termina en sí mismo. Sin


embargo, su contacto con lo abstracto le hace superar sus sentimientos de
importancia personal. Así, el yo se convierte en algo abstracto, algo sin
egoísmo. (ECS,59)

También otros seres vivientes, como los árboles o los animales,


pueden hacerse guerreros. (ECS,67; SAP,37).

Un guerrero no hace nada solo por divertirse. (ECS,86)

El hombre común y corriente actúa solo si hay alguna


oportunidad de beneficiarse. Los guerreros, por otro lado, actúan, no por
el beneficio propio, sino por el espíritu. (ECS,109)

Un guerrero necesita belleza y moralidad para no convertir la


videncia en hechicería. (ECS,112)

No importa en absoluto cuál sea el destino para un guerrero,


siempre y cuando lo enfrente con un abandono total. (ECS,137)

Un guerrero es en esencia un ser implacable, de recursos muy


fluidos y gustos y conducta muy refinados, en parte para que nadie
sospeche su frialdad. (ECS,139)

36
Libro de Citas

Las razones del guerrero son muy simples, pero de extremada


finura. (ECS,164)

La batalla de un guerrero es una guerra total contra el ego, contra


ese yo individual que ha privado al hombre de su conocimiento silencioso
y de su poder. (ECS,184)

La morbidez es la antítesis de la oleada de energía que necesita un


guerrero para alcanzar la libertad. (ECS,283)

Los guerreros jamás pueden tender un puente para reunirse con


la gente del mundo. Los guerreros no buscan ni se acercan a nadie.
(ECS,298)

Los seres humanos están dominados por fuerzas que los empujan
en todas direcciones, y el arte del guerrero no consiste en elegir, sino en
ser lo bastante sutil para aceptar. (PM,15)

Un guerrero es una unidad de combate tan afinada que no


necesita de nada supérfluo para sobrevivir. Los videntes toltecas se
aseguraron de incluir, en su código de conducta, cualquier cosa previsible.
El resultado final es un luchador que lucha solo y que extrae de sus
propias silenciosas convicciones todo el impulso que necesita para seguir
adelante, sin quejas, sin necesidad de regalos ni reconocimiento, ni de ser
apoyado con palabras o con actos, ni de recibir consuelo o incentivos.
(RDT,82)

El camino del guerrero es la obra maestra de los chamanes del


México antiguo, su aportación más importante, la esencia de su sobriedad.
El camino del guerrero lo es todo. Es el arquetipo de la salud física y
mental. (RDT,122)

Un guerrero nunca subestima o sobreestima nada. Es un luchador


callado y disciplinado, cuya elegancia es tan extrema que nadie, no
importa cuánto se esfuerce por descubrirlo, encontrará la costura donde
se une toda esa complejidad. (LAI,99)

Como un guerrero nunca tiene tiempo que perder, siempre se


concentra totalmente en lo que tiene enfrente. (LAI,130)

La tristeza, para los guerreros, tiene una dimensión especial. Para


ellos no es una emoción humana sino una fuerza perenne que proviene

37
El Camino del Guerrero

del universo, como el intento, y que actúa de manera especial sobre los
guerreros porque estos ya no tienen escudos de defensa. Ya no pueden
esconderse detrás de sus amigos o de sus estudios, del amor o del odio, de
la felicidad o la desgracia. No pueden esconderse detrás de nada.
(LAI,132)

Un guerrero siempre mira al hombre con quien está jugando el


tira y afloja de la cuerda. No tira simplemente de la cuerda. Un guerrero
levanta la vista y le mira a los ojos. Así sabe que es un hombre, igual a él.
(LAI,157)

Una de las artes más elevadas del guerrero es saber cuándo


detenerse. (LAI,160)

Los guerreros no dejan cuentas pendientes. No es que vayan a


poder pagarlas por completo, no, pero tienen que hacer un gesto.
(LAI,167)

El toque del guerrero es muy ligero, aunque muy cultivado. Su


mano empieza como mano de hierro, pero se convierte en mano de
duende, una mano de telaraña. Los guerreros no dejan señas ni huellas.
(LAI,189)

La libertad tiene su lado difícil. Pues el Poder siempre nos pone en


la terrible posición de tener que escoger. Queremos el Conocimiento, pero
a la vez queremos huir de él. E igual nos pasa con casi todo. Sería mucho
más fácil si estuviéramos obligados a seguir una determinada opción
(LAI,205).

Por otro lado, a un nivel más profundo, es el Espíritu el que


escoge. Y el arte del guerrero es entonces el de tener la habilidad de
moverse a la más tenue insinuación, el arte de asentir a todo comando del
infinito. Para hacer eso, el guerrero necesita destreza, fuerza, y sobre todo,
sobriedad. Esos tres puntos juntos dan como resultado ¡la elegancia!
(LAI,234)

Un guerrero no le echa la culpa a los demás. Cualquier idiota


puede juzgar, y si los juzgas, solo puedes recibir lo peor de ellos. El desafío
de un guerrero es aceptar a la gente como es, y dejarlos en paz. (LAI,266)

38
Libro de Citas

SINOPSIS

La filosofía del guerrero guarda cierto paralelismo con algunas de


las más profundas escuelas marciales del lejano oriente, que también
intuían en el universo su naturaleza trascendentalmente desafiante. En
este sentido, gozamos de un punto de referencia.
Pero la riqueza, la elegancia y la cohesión interna del camino del
guerrero le convierten en una preceptiva tan independiente que pone en
evidencia las condicionadas limitaciones con que nos privamos de las
inmensas posibilidades de incorporar a nuestras vidas una verdadera ética,
una auténtica filosofía moral.
De hecho, la ética guerrera, sin hacer uso, ni siquiera de una
forma subliminal, de los medulares conceptos de Dios o el Diablo, el
premio o el castigo, cifra nuestra esperanza de salvación en la calidad de
nuestra confianza en nosotros mismos y en la estrategia de nuestra lucha
para con nuestras debilidades, lo cual es un verdadero y oportuno regalo
para la psicología actual.
Se acabó para siempre la resignación, la claudicación, los
sacrificios. Los pesares de la vida ya no son maldiciones inevitables. Ahora
son desafíos. Todo es una lucha, todo es un reto, y no hay nada fuera del
alcance de nuestro poder personal.
Los nuevos videntes, en realidad, pusieron un énfasis especial en
crear un sistema de conducta que estuviera al nivel, y a resguardo, del
tremendo poder del conocimiento que manejaban los antiguos videntes, y
de ahí su prioridad absoluta en cualquier exposición. Y es por eso por lo
que, en concreto en este Recuento, nos hemos esforzado por recopilar de la
forma más exhaustiva posible todas las citas en las que se habla del
camino del guerrero. Hacerse guerrero es el primer, fundamental e
insustituible paso en el titánico camino de conocimiento.
El resultado es de una belleza y fuerza quizás superiores a
cualquier otra ética o religión conocidas, incluso las más agudas filosofías
iniciáticas. El camino del guerrero es una aportación tan enorme para la
humanidad, que por sí solo justifica toda la obra de Castaneda.

39
El Camino del Guerrero

1.2. LA IMPECABILIDAD

La impecabilidad renueva el poder personal del guerrero.


(RDP,259)

La impecabilidad es hacer lo mejor que puedas en lo que sea.


(RDP,259)

La clave de la impecabilidad está en saber que no tenemos tiempo.


(RDP,260)

La impecabilidad es lo único que cuenta en el camino del


conocimiento. (EFI,4143)

La impecabilidad es el uso adecuado de la energía. Sólo


ahorrando energía nos hacemos impecables. (EFI,41)

El ahorro de energía, la impecabilidad, lleva inevitablemente a la


sobriedad, y esto hace moverse al punto de encaje. Por eso los nuevos
videntes creían que los hombres impecables no necesitan guía. Solo
necesitan estar mínimamente conscientes de sus posibilidades para hacer
todo lo que hacen los videntes. (EFI,203)

La impecabilidad, la energía, es lo que decide la reacción del


guerrero que mueve su punto de encaje (quizás irreversiblemente): los
guerreros impecables no pierden la razón. Permanecen intactos. Pueden
estar viendo mundos horribles, y nadie lo notaría. (EFI,143)

La impecabilidad no es moralidad, es acumular energía; la única


forma de ahorrar energía. (ECS,286)

El brujo lleva una vida impecable, y eso parece atraer la solución;


¿por qué?, nadie lo sabe. (ECS,286)

La impecabilidad es, simplemente, el mejor uso de nuestro nivel


de energía. Naturalmente, requiere frugalidad, previsión, simplicidad,
inocencia y, sobre todas las cosas, requiere la ausencia de la imagen de sí.
(ECS,286)

A un guerrero le resulta mucho más fácil salir adelante en


condiciones de máxima tensión que ser impecable en circunstancias

40
Libro de Citas

normales. (EDA,137)

El proceso de invalidar la continuidad de la vida cotidiana es


llamado por los nuevos videntes la "muerte simbólica", o el "boleto para ir
a la impecabilidad" (ECS,297)

Todo lo que se requiere es impecabilidad, eso es energía. Todo


comienza con un solo acto que tiene que ser premeditado, preciso y
continuo. Si este acto se lleva a cabo por un período de tiempo largo uno
adquiere un sentido de “intento inflexible” que puede aplicarse a
cualquier cosa. Si se logra ese intento inflexible el camino queda
despejado. Una cosa llevará a otra hasta que el guerrero emplee todo su
potencial. (EFI,203)

Lo que verdaderamente necesitamos es sobriedad, y nadie puede


dárnosla, ni ayudarnos a obtenerla, salvo nosotros mismos. Así que al fin y
al cabo, el procedimiento para llegar al "cuerpo de ensueño" es la
impecabilidad en nuestra vida diaria. (EFI,206)

Los brujos no piensan en el provecho personal. Como sus actos


son guiados por la impecabilidad, no pueden enojarse ni desilusionarse
con nadie. (ECS, ll0)

Ser impecable quiere decir poner tu vida en el tapete para


respaldar tus decisiones, y hacer lo mejor de lo mejor para llevar a cabo
esas decisiones. Si no hay decisiones en tu vida, la estás simplemente
desperdiciando de una manera pueril. (ADE,155)

Cultiva el abandono, la frialdad y la audacia. En otras palabras, sé


impecable. (ECS,301)

SINOPSIS

El núcleo fundamental del camino del guerrero es el concepto de


la impecabilidad, que obviamente es hacer las cosas lo más perfectamente
que puedas. Limpiamente, con estilo, con elegancia y gentileza, con
puntualidad y precisión, con humildad y eficiencia. Con plena conciencia
del aquí y ahora, concentrado en lo que estás haciendo, manteniendo el
silencio interno.

41
El Camino del Guerrero

La impecabilidad está intrínsecamente ligada a la conciencia con


que realizamos nuestros actos y con que conocemos la naturaleza de
nuestras debilidades. Su noción, como veremos, es inseparable del “ahorro
de energía”, que es a fin de cuentas el propósito primordial de todos los
procedimientos de la brujería.
Al final, la impecabilidad acaba siendo entendida como una
esencia; el espíritu que destilan los actos de un guerrero imbuido de poder.
Quizás la luz que exhala la voluntad misma de las emanaciones del
Águila. La impecabilidad es la marca del guerrero en la medida en que,
vencido y anulado su ego, refleja con trasparencia la perfección del
espíritu, de la inteligencia suprema.

42
No hay otra manera de vivir que la del camino del conocimiento
Libro de Citas

2.1. LAS VERDADES DE LA CONCIENCIA DE SER

Después de que el mundo de los primeros toltecas fue destruido,


los videntes que sobrevivieron se recluyeron y empezaron un recuento de
sus prácticas. Lo primero que hicieron fue establecer el "acecho", el
"ensueño" y el "intento" como los procedimientos clave. (EFI,29)

Lo que los nuevos videntes vieron, al examinar el resplandor de la


conciencia, dio lugar al orden en que arreglaron las verdades del estar
consciente de ser, descubiertas por los antiguos videntes. Ese orden se
conoce como la maestría de la conciencia. Partiendo de ahí desarrollaron
las otras tres maestrías: el "acecho", el "intento" y el "ensueño". (EFI,196-
97)

La mayoría de las verdades de la conciencia de ser fueron


descubiertas por los antiguos videntes. Pero el orden en que esas verdades
estaban dispuestas era obra de los nuevos videntes. Y sin ese orden, las
verdades eran casi incomprensibles. La maestría del estar consciente de ser
consiste en entender y manejar dichas verdades, en el orden en que han
sido puestas. (EFI,58)

Don Juan dijo que el "ver" había sido el elemento crucial tanto en
la destrucción del mundo de los antiguos videntes como en la
reconstrucción del nuevo ciclo. Fue gracias a que "veían" que los nuevos
videntes descubrieron ciertos factores innegables que utilizaron para
llegar a conclusiones, ciertamente revolucionarias para ellos, acerca de la
naturaleza del hombre y del universo. Estas conclusiones, que hicieron
posible el nuevo ciclo, eran las verdades que me estaba explicando acerca
del estar consciente de ser. (EFI,60)

El conocimiento contiene nueve premisas básicas:


a) Vivimos en un universo de campos de energía.
b) Esos campos irradian de una fuente central.
c) El hombre es un minúsculo encapsulamiento de la energía
universal: un huevo luminoso.
d) Las fibras de energía del huevo luminoso solo están
verdaderamente encendidas en un punto.
e) Este punto alinea, o encaja, las fibras interiores del huevo con

45
Cosmología

las exteriores; en esto consiste la percepción.


f) Es posible mover este punto.
g) Esto implica percibir nuevos mundos, cosa que el brujo
persigue para obtener energía.
h) El intento es la fuerza omnipresente que nos hace percibir.
i) El objetivo final de los brujos es alcanzar la conciencia total.
(ECS,23-24)

La maestría del estar consciente de ser es el enigma de la mente;


la perplejidad que los brujos experimentan al darse cabal cuenta del
asombroso misterio y alcance de la conciencia de ser y la percepción.
(ECS,22)

En las enseñanzas toltecas existen dos categorías de instrucción. A


una de ellas se le denomina "enseñanza para el lado derecho", y se la lleva
a cabo en estados de conciencia cotidiana. A otra se le llama "enseñanza
para el lado izquierdo", y se la practica solamente en estados de conciencia
acrecentada. Ambas categorías de instrucción permiten a los maestros
adiestrar a sus aprendices en las tres maestrías. (ECS,22)

El misterio del estar consciente de ser fue condensado por los


nuevos videntes en unos conceptos y actos que se enseñan mientras los
aprendices están en conciencia acrecentada. (EFI,32)

El orden en que los nuevos videntes arreglaron las verdades del


estar consciente de ser puede servir como un mapa. (EFI,79)

El mejor logro de los nuevos videntes es su explicación del


misterio del estar consciente de ser. (EFI,32)

Los brujos, de acuerdo con su temperamento básico, se dividen en


dos bandos complementarios: los ensoñadores y los acechadores. Los
primeros poseen una facilidad intrínseca para penetrar en estados de
conciencia acrecentada mediante el control de sus sueños normales. Los
segundos poseen la facilidad nata de tratar con hechos; son capaces de
entrar en estados de conciencia acrecentada mediante el manejo y control
de su propio comportamiento. (ECS,28)

La trayectoria de los brujos es, primero, liberar la energía


existente en nosotros por medio de la recapitulación y la disciplina del
camino del guerrero; segundo, usar esa energía para desarrollar el cuerpo
energético por medio del ensueño; y tercero, usar la conciencia como un

46
Libro de Citas

elemento del medio ambiente para poder entrar en otros mundos, no solo
con el cuerpo energético, sino también con el cuerpo físico. (ADE,182)

SINOPSIS

Aunque en determinado momento "Las verdades de la conciencia


de ser " son expuestas como un mapa resumido, o un esquema, en realidad
constituyen la denominación “académica” que los nuevos videntes dan al
gran apartado del cuerpo doctrinal teórico ("Cosmolgía") de su
conocimiento. Pues, entendido como “maestría” (la "maestría de la
conciencia de ser") su alcance se amplía hasta englobar todo lo que
llamamos “brujería” o “nagualismo” o “conocimiento”, incluyendo las
tres maestrías prácticas o procedimientos claves: el acecho, el intento y el
ensueño. Así que, solo en aras de la claridad, desgranaremos primero estas
"verdades", como presupuestos teóricos, para tratar más adelante los
procedimientos prácticos.
En definitiva, este gran cuerpo teórico, las verdades de la
conciencia de ser, con sus nueve premisas básicas, se nos propone como
una estructura clave cuyo orden y significado ha de estar siempre presente
en nuestro estudio y ejercicios. Cada vez que hablemos del "conocimiento
tolteca", del "nagualismo" como sistema de creencias, deberemos asumir
estos axiomas básicos como base de la discusión. Parece obvio que
Castaneda tenía esa intención en mente cuando redactó las premisas, sean
cosecha suya o dictadas por Don Juan.
Aunque también parece presumible que solo en los estados de
“conciencia acrecentada”, o de madurez como iniciados, podremos llegar
a captar la entera significación y trascendencia de este mapa.

2.2. EL ÁGUILA

Al poder que gobierna el destino de todos los seres vivientes se le


llama el Águila; no porque sea un Águila en absoluto, sino porque así se
aparece a los videntes que lo contemplan. (EDA,176)

47
Cosmología

Cuatro estallidos de luz revelan al vidente lo que es el Águila: el


primero muestra los contornos del cuerpo del Águila; el segundo revela
una vibrante negrura, un aleteo creador de viento; en el tercero aparece
un ojo taladrante, inhumano; y el cuarto estallido muestra lo que el Águila
hace. (EDA,176)

El Águila se halla constantemente devorando la conciencia de


todas las criaturas que, vivas un momento antes y ahora muertas, van
flotando como un incesante enjambre de luciérnagas hasta su pico para
encontrar a su dueño, la razón de haber tenido vida. La conciencia es el
sustento del Águila. (EDA,176)

Uno de los legados más dramáticos de los antiguos videntes es el


descubrimiento de que los seres vivientes existen solamente para
acrecentar la conciencia de ser. Don Juan lo llamó un descubrimiento
colosal. (EFI,62)

Los antiguos videntes, enfrentándose a peligros incalculables,


habían "visto" la fuerza indescriptible que es el origen de todos los seres
conscientes. La llamaron el Águila, porque al vislumbrarla brevemente, la
"vieron" como algo que parecía un águila, negra y blanca, de tamaño
infinito. Ellos "vieron" que es el Águila quien otorga la conciencia de ser. El
Águila crea seres conscientes a fin de que vivan y enriquezcan la
conciencia que les da con la vida. También vieron que es el Águila quien
devora esa misma conciencia de ser, enriquecida por las experiencias de la
vida, después de hacer que los seres conscientes se despojen de ella, en el
momento de la muerte. (EFI,63)

Los chamanes “vieron” que en el universo existe una fuerza


descomunal, un inmenso conglomerado de campos de energía al que
denominaron “el águila” o el “oscuro mar de la conciencia”.
Comprobaron que el “oscuro mar de la conciencia” es la fuerza que da
conciencia a todos los seres vivos, desde los virus hasta los humanos. Se
convencieron de que dota de conciencia al recién nacido, quien la realza
mediante sus experiencias vitales hasta el momento en que la fuerza exige
su devolución. En opinión de los chamanes, los seres vivos mueren porque
están obligados a devolver la conciencia prestada. (PM,103)

Para los antiguos videntes no es un asunto de fe o de deducción


decir que la razón de la existencia es enriquecer la conciencia de ser. Ellos
"vieron" que era así. (EFI,63)

48
Libro de Citas

El Águila es algo tan real para los videntes como la gravedad y el


tiempo lo son para nosotros, y tan abstracto e incomprensible. (EFI,64)

Hay una definitiva flojedad en esta versión, y a Don Juan


personalmente no le gustaba la idea de que algo nos devora. Para él, sería
más preciso si los videntes hubieran dicho que hay una fuerza que atrae
nuestra conciencia, muy a la manera en que un imán atrae limaduras de
hierro. En el momento de morir, todo nuestro ser se desintegra bajo la
atracción de esa inmensa fuerza. (EFI,66)

El Águila refleja igualmente y al instante a todos los seres. Por eso


no tiene sentido implorarle o pedirle favores. La parte humana del Águila
es demasiado insignificante como para conmover a la totalidad. (EDA,177)

De todas formas, el Águila ha concedido un don a cada uno de los


seres vivientes que existen: cada uno de ellos, si así lo desea, tiene el poder
de conservar la llama de la conciencia, de buscar y traspasar la abertura
hacia la libertad, de desobedecer el comparendo para morir y ser
consumido. Es obvio para los videntes que ven o traspasan esa abertura
que el Aguila ha concedido este don a fin de perpetuar la conciencia.
(EDA,177)

SINOPSIS

Aunque un análisis cuidadoso de las explicaciones contenidas en


la “Regla del Nagual” permitiría esbozar sugerentes paralelismos entre las
fases o “estallidos” en que se manifiesta el Águila a los ojos del vidente, y
la Trinidad, o Cuaternidad inmanente de Dios en otras religiones, no
parece que el Águila sea simplemente otra versión cultural del Dios que
conocemos. Lo que pasa es que nada hay más difícil que separar, dentro de
nuestra cultura, los atributos de Dios de la imagen personalizada y
paternalista a que implacablemente nos ha acostumbrado, no solo el
cristianismo, sino también el hinduismo, el budismo y el Islam. Y por eso
Don Juan se resiste a hablar de un Dios, o de atribuirle características
divinas al Águila.
Sin embargo, todo sistema cosmológico, toda explicación del
mundo, posiblemente incluso la más científica (y no podemos negarlo
mientras no exista una definición consensuada de la Conciencia), descansa

49
Cosmología

en última instancia sobre un Ser Supremo, un último Misterio, una


inefable fuente de creación y de existencia, y eso es lo que en el lenguaje
tolteca llamamos, a falta de un nombre mejor, el Águila.
Se nos presenta como una fuerza incomprensible, de la que todo
emana, una impersonal y perpetua maquinaria generadora y devoradora
de conciencia, a la que toda individualidad vuelve cuando muere el ser
que la albergó. Una realidad definitiva, final; un destino inexorable; una
entidad tan inmensa como abstracta, para la que lo humano no pasa de ser
una insignificancia. Por eso Don Juan no presta demasiada atención, lo
cual ya habla efusivamente de la novedosa esencia adevocional de su
espiritualidad, a una teología de ese Ser Supremo. Solo insiste, eso sí, como
puntos de especial relevancia, en el atributo de su inmensidad y en el de su
abstracta inhumanidad. Incluso ese supuesto “don” de libertad que
promete a todo buscador del Conocimiento parece más una instancia
interesada que un amoroso regalo.
Si el Águila es finalmente un Dios, sería desde luego muy distinto
del cristiano.

2.3. LAS EMANACIONES

Debido a nuestra conciencia de ser, nosotros pensamos que nos


rodea un mundo de objetos. Pero lo que en realidad nos rodea son las
emanaciones del Águila, fluidas, siempre en movimiento, y sin embargo
inalterables, eternas. (EFI,62)

Las emanaciones del Águila son una cosa en sí misma, inmutable,


que abarca todo lo que existe, lo que se puede y lo que no se puede
conocer. No se pueden describir con palabras. Son una presencia, una
especie de masa, una presión que crea una sensación deslumbrante. Algo
de lo que uno ha de ser testigo, pero que solo puede vislumbrarse. (EFI,65)

El universo está formado por campos de energía que desafían las


descripciones o el escrutinio. Los brujos las llaman las emanaciones del
Águila. Parecen filamentos de luz ordinaria, pero la luz ordinaria carece
de vida comparada con las emanaciones del Águila, las cuales exudan
conciencia de ser. (ECS,132)

50
Libro de Citas

El problema lo crea la conciencia de ser. En el momento crucial,


cuando todo debía ser el simplísimo caso de las emanaciones que se
reconocen a sí mismas, lo consciente del hombre se ve obligado a
interpretar. El resultado es la visión de un Águila y de sus emanaciones.
Pero no hay ningún Águila, y no hay emanaciones algunas. Lo que nos
rodea es algo que ninguna criatura viviente puede comprender. (EFI,65)

El acto más significativo de la brujería es el "ver" la esencia del


universo. De acuerdo a Don Juan, los brujos de la antigüedad, los primeros
en "verla", la describieron de la mejor manera posible. Dijeron que se
asemeja a hilos incandescentes que se extienden en el infinito, en todas las
direcciones concebibles; filamentos luminosos que están conscientes de sí
mismos, en formas imposibles de comprender. (ADE,14)

No existe una versión conveniente de las emanaciones, como la


hay del Águila. (EFI,69)

Las emanaciones están conscientes de sí mismas, vivas y


vibrantes; hay infinitas de ellas, y cada una es una eternidad. (EFI, 70)

Los videntes que "ven" las emanaciones del Águila muchas veces
las llaman “comandos” (órdenes, mandamientos). Llamarlas comandos
suele parecer demasiado humano, pero eso es realmente lo que son, los
comandos del Águila. Los nuevos videntes comprendieron de inmediato
que las emanaciones poseían una fuerza apremiante y obligatoria. Se
dieron cuenta de que todos los seres vivientes se ven obligados a usar las
emanaciones del Águila, sin jamás saber lo que son. Y comprendieron que
los organismos están hechos para captar cierta porción de esas
emanaciones, y que cada especie tiene una gama definida. Las
emanaciones ejercen enorme presión sobre los organismos, y a través de
esa presión los organismos construyen su mundo perceptible. En nuestro
caso, como seres humanos, nosotros usamos esas emanaciones y las
interpretamos como la realidad. Pero lo que el hombre capta es una parte
tan pequeña de las emanaciones del Águila que resulta ridículo dar tanto
crédito a nuestras percepciones, y sin embargo no es posible pasarlas por
alto. (EFI,67)

La única realidad inmutable, que todo lo abarca, son las


emanaciones del Águila. (EDA,309)

El hombre común interpreta las emanaciones como la realidad,

51
Cosmología

los objetos. Los videntes las interpretan como la Regla. (EDA,310)

La Regla no tiene fin, y cubre cada faceta de la vida de un


guerrero. (EDA,181)

Un vidente puede hacer su propia interpretación personal de la


Regla. (EDA,185)

El primer precepto de la Regla es que todo lo que nos rodea es un


misterio insondable. El segundo precepto es que debemos tratar de
descifrar esos misterios, pero sin ninguna esperanza de lograrlo. El tercero
es que un guerrero se hace consciente de todo esto y se considera a sí
mismo un misterio. Esta es la humildad del guerrero. Uno es igual a todo.
(EDA,273)

Los videntes no se enredan en conjeturas sobre la naturaleza de


las emanaciones, sino que intentan presenciar, ver, cómo los demás seres
vivientes las perciben e interpretan. Esto es mucho más funcional.
(EDA,310)

No existe un Dios. Lo único que existe son las emanaciones del


Águila, y a ellas no hay manera de hacerles promesas. (EFI,124)

Las emanaciones del Águila se agrupan siempre en racimos. Los


antiguos videntes llamaron a esos racimos las grandes bandas de
emanaciones. No son realmente bandas, pero el nombre se les quedó. Por
ejemplo, existe un racimo inmensurable que produce seres orgánicos. Las
emanaciones de esa banda orgánica son de una calidad casi esponjosa. Son
transparentes y tienen una luz propia única, una energía peculiar. Están
conscientes, se mueven. Esa es la razón por la cual todos los seres
orgánicos están llenos de una energía devoradora. Las otras bandas son
más oscuras, menos esponjosas. Algunas de ellas no tienen luz en absoluto,
sino una especie de opacidad. (EFI,183)

Los seres orgánicos se forman con las emanaciones de una sola


banda; pero los videntes "ven" que dentro de esa banda orgánica hay
diferencias descomunales entre esos seres. (EFI,184)

Hay tantas bandas como el infinito mismo. Sin embargo, los


videntes descubrieron que en la tierra solo hay 48 de esas bandas. Eso
significa que hay 48 tipos de organizaciones en la tierra, 48 tipos de
racimos o estructuras. La vida orgánica es uno de ellos. Entre las restantes,

52
Libro de Citas

hay siete bandas que producen burbujas de conciencia inorgánica. Las


otras cuarenta bandas producen burbujas sin conciencia alguna; ésas son
bandas que solo generan organización. (EFI,184)

La manera en que el Águila confiere la conciencia es mediante


tres gigantescos haces de emanaciones que recorren las ocho grandes
bandas. Estos haces son bastante peculiares, porque hace que los videntes
sientan un color. Un haz da la sensación de ser rosa amarillento; otro da la
sensación de ser color melocotón; y el tercer haz da la sensación de ser
ambarino, como la miel clara. El hombre, por ejemplo, está ligado al haz
ambarino, pero hay otros seres que también lo están. El haz de color rosa
pertenece sobre todo a las plantas, y la banda color melocotón pertenece a
los insectos. (EFI,18586)

Las grandes bandas no son ni planas ni redondas, sino


indescriptiblemente arracimadas, como un montón de paja, que queda
sostenido a mitad del aire por la fuerza de la mano que la lanzó. No existe
orden en las emanaciones; decir que existe una parte central o que existen
bordes resulta engañoso, pero necesario para entenderlo. (EFI,187)

El producto de las otras cuarenta grandes bandas no es en


absoluto la conciencia, sino una configuración de energía inanimada que
los antiguos videntes llamaban “vasos”, mientras que llamaban “capullos”
o “recipientes” a los productos de las ocho bandas con conciencia. Lo que
explica la luminosidad independiente de los capullos y los recipientes es la
energía de la conciencia, mientras que los vasos son receptáculos rígidos
cuya luminosidad estática proviene solo de la energía de las emanaciones
encapsuladas. (EFI,188)

SINOPSIS

El hecho de separar la materia sustancial del universo, las


emanaciones, de la fuente que las produce, el Águila, establece una radical
categoría metafísica en el Conocimiento.
Quizás corresponde a los mismos físicos decidir en qué medida
una estructura de infinitas hebras de energía encaja con las descripciones
subatómicas de la materia, y con su carácter expansivo.
Pero lo abrumador del caso es la consideración de que esos
unánimes engramas están conscientes de sí mismos, y de que un artificio

53
Cosmología

mental creado por las emanaciones mismas nos impide reconocernos en


ésa nuestra verdadera identidad, precipitándonos en un abismo de
superficiales interpretaciones perceptivas cuyo propósito nunca puede ser,
precisamente en metafísica, lógico.
¿Cómo podemos estar tan enajenados de nosotros mismos?
¿Cómo puede la individualidad ser algo tan grosero?
Nuevamente, una teología de la voluntad divina nos sale al paso
y, al dotar a cada quark de un apremio inevitable e infinito (las
emanaciones son al mismo tiempo los “comandos” del Águila), nos
exonera de la responsabilidad de nuestra propia confusión. Todo lo que
nos rodea nos obliga a existir y a comportarnos como lo hacemos. Dios es
inseparable de sus “mandamientos”, y la libertad es algo que, de existir,
resulta imposible dentro de los parámetros normales de la vida.
Gracias a la comprensión de la naturaleza intrínseca de las cosas,
sin embargo, el vidente da un salto cualitativo al encontrar un “edificio”
inteligente de intencionalidades (la Regla) en lo que los demás solo
aprecian una sucesión caótica de sucesos (la Realidad). El mundo mismo
se convierte, juntando cada una de sus manifestaciones, en un código
oculto de actuación que dirige al guerrero hacia la libertad.

2.4. EL HUEVO LUMINOSO

Ante el ojo del vidente, los hombres aparecen como un huevo de


fibras de luz, como telarañas blancas, con hebras muy finas que circulan
desde la cabeza hasta la punta de los pies. Sus brazos y piernas soncomo
cerdas luminosas que brotan en todas direcciones. El vidente "ve" que cada
hombre está en contacto con todo lo que le rodea, pero no a través de sus
manos, sino mediante un montón de largas fibras que brotan en todas
direcciones desde el centro de su abdomen, conservando su equilibrio y
dándole estabilidad. (RDP, 29)

El huevo luminoso de los brujos no tiene forma de huevo, sino


más bien de lápida redondeada por los extremos. (SAP,257)

Todo está en el cuerpo humano. Todas las facultades,


posibilidades y logros del chamanismo, desde los más simples hasta los

54
Libro de Citas

más asombrosos, se encuentran en el propio cuerpo humano, como


totalidad física y energética. (EDA,167)

El huevo es en realidad opaco. Lo brillante es el centro, el ser que


hay que liberar en el momento justo, rompiendo el cascarón desde dentro.
(EDA,218)

Para un vidente, los hombres son seres luminosos. Nuestra


luminosidad se debe a que una minúscula porción de las emanaciones del
Águila está encerrada dentro de una especie de capullo en forma de
huevo. (EFI,69)

Las emanaciones de adentro y las emanaciones de afuera son los


mismos filamentos de luz. Los seres conscientes son minúsculas burbujas
hechas con esos filamentos; microscópicos puntos de luz, unidos a las
emanaciones infinitas. (EFI,75)

Cuando los videntes "ven" la percepción, son testigos de que la


luminosidad de las emanaciones que están fuera intensifica la luminosidad
de las emanaciones que están dentro de los capullos. La luminosidad
exterior atrae a la interior; la atrapa, por así decirlo, y la fija. Esa fijación
es el estar consciente de ser. (EFI,75)

Los videntes también pueden "ver" cómo las emanaciones


exteriores ejercen una presión particular sobre las emanaciones interiores.
Esta presión determina el grado de conciencia que tiene cada ser viviente.
(EFI,75)

Las emanaciones del Águila son más que filamentos de luz. Cada
una de ellas es una fuente de energía ilimitada. Piénsalo de esta manera:
puesto que la minúscula porción de las emanaciones que están dentro del
capullo es igual a una minúscula porción de las que están fuera, sus
energías son como una presión continua, pero el capullo aísla las
emanaciones que están dentro y de esa manera dirige la presión. (EFI,76)

Los antiguos videntes eran maestros en el arte de manejar la


conciencia de ser porque aprendieron a manejar la estructura del capullo
del hombre. Los antiguos videntes "vieron" y comprendieron que la
conciencia de ser es un resplandor en el capullo de los seres vivientes, y
con toda razón lo llamaron el resplandor del huevo luminoso. (EFI,76)

La conciencia de ser del hombre es un resplandor de luminosidad

55
Cosmología

ambarina, más intenso que el resto del capullo. Ese resplandor se


encuentra sobre una banda angosta de luminosidad, al extremo del lado
derecho del capullo, y corre a todo lo largo de la verticalidad del capullo.
La maestría de los antiguos videntes consistía en mover ese resplandor, en
hacerlo extenderse de su posición original en la superficie del capullo,
hacia adentro, cruzando su ancho. (EFI,76)

No puede hacerse nada para instruir a la gente común sobre el


fulgor de la conciencia. Los videntes aspiran a ser libres, a ser testigos sin
prejuicios, testigos incapaces de juzgar; de lo contrario tendrían la
responsabilidad de implantar un nuevo ciclo más ajustado. Nadie puede
hacer eso. Un nuevo ciclo, si hubiera de surgir, tendría que surgir por sí
mismo. (EFI,85)

Para que nuestra atención pueda enfocar el mundo que


percibimos tiene que poner en relieve ciertas emanaciones. Las
emanaciones seleccionadas provienen de la estrecha banda en la que se
localiza la conciencia del hombre. Las emanaciones desechadas aún
quedan al alcance de uno, pero permanecen latentes, desconocidas para el
hombre para toda la vida. (EFI,134)

Los nuevos videntes llaman a las emanaciones puestas en relieve


el lado derecho, la conciencia normal, el tonal, este mundo, lo conocido, la
primera atención. El hombre común lo llama realidad, racionalidad,
sentido común. Las emanaciones acentuadas integran una gran porción de
la banda del hombre, pero son solo una pequeña parte del espectro total
de emanaciones presentes dentro del capullo. Las emanaciones
desechadas, aún dentro de la banda del hombre, son consideradas como el
preámbulo de lo desconocido. Lo desconocido propiamente dicho consiste
en el resto de las emanaciones que no son parte de la banda humana y que
jamás son acentuadas. Los videntes las llaman la conciencia del lado
izquierdo, el nagual, el otro mundo, lo desconocido, la segunda atención.
(EFI,134)

Normalmente el resplandor de la conciencia de ser es "visto" en la


superficie del capullo de todos los seres conscientes. Sin embargo, cuando
el hombre ha desarrollado la atención, el resplandor adquiere
profundidad. En otras palabras, es transmitido de la superficie del capullo
a un número considerable de emanaciones del interior. (EFI,136)

La razón no trata al hombre como energía. La razón trata con


instrumentos que crean energía, pero jamás se le ha ocurrido seriamente

56
Libro de Citas

pensar que somos mejores que instrumentos; somos organismos que crean
energía. Somos una burbuja de energía. (EFI,136)

Desde el punto de vista de los brujos, el huevo luminoso es


nuestro auténtico yo, auténtico en el sentido de que resulta irreductible en
lo que a energía se refiere. Es irreductible porque la totalidad de los
recursos humanos participan en el acto de percibirla directamente como
energía. (PM,13)

Las emanaciones interiores que no pertenecen a la banda humana


son lo desconocido inconmensurable, una inmensidad donde las
características humanas no figuran para nada. Estas emanaciones pueden
llegar a percibirse, pero de maneras totalmente indescriptibles. Es un área
de tan abrumadora inmensidad que los videntes más extraordinarios se
verían en dificultades para describirla. (EFI,147)

El verdadero misterio está en realidad fuera de nosotros. En


nuestro interior solo hay emanaciones que luchan por romper el capullo.
El verdadero misterio es percibir. (EFI,147)

En el hombre el resplandor de la conciencia tiene diferentes


colores, aunque no son colores sino tintes de ámbar. (EFI,186)

Cuanto más impecable es un guerrero más puro es el color ámbar


con que resplandece su conciencia. (EFI,186)

Los videntes dicen que la cantidad de energía que uno ahorra


determina el tinte. (EFI,186)

La energía encerrada en nosotros, en las emanaciones


adormecidas, tiene una fuerza tremenda y un alcance incalculable.
(EFI,279)

La porción de emanaciones que hay en el interior del capullo del


hombre están ahí solo para evocar la conciencia de ser. La conciencia
consiste en alinear porciones de emanaciones en grande. (EFI,234)

Para poder "ver" el capullo del hombre, uno tiene que contemplar
a la gente mientras se alejan de uno. Resulta inútil contemplar a la gente
cara a cara, porque el frente del capullo ovoide del hombre tiene un
escudo protector que los videntes llaman la placa frontal. (EFI,246)

57
Cosmología

A los brujos, los seres humanos se les aparecen como unos


gigantescos huevos luminosos, que son recipientes a través de los cuales
pasan los filamentos luminosos de infinita extensión; bolas de luz del
tamaño de una persona con los brazos extendidos hacia los lados y hacia
arriba. (ECS,23)

El cuerpo energético tiene únicamente apariencia, pero no masa.


(ADE,39)

Cuando los brujos "ven" seres humanos, ellos "ven" una


gigantesca forma luminosa que flota, y que al moverse va haciendo un
profundo surco en la energía de la tierra; como si tuviera una profunda
raíz que va arrastrando. (ADE,15)

La idea de Don Juan era que nuestra forma energética va


cambiando a medida que pasa el tiempo. Dijo que todos los videntes que él
conocía, incluso él mismo, "veían" que los seres humanos son más como
bolas, o aún como lápidas sepulcrales, que huevos; pero que de vez en
cuando, debido a razones desconocidas, los brujos "ven" una persona cuya
energía tiene la forma de un huevo luminoso. Lo que Don Juan sugirió fue
que quizás estas personas son más semejantes a la gente de los tiempos
antiguos. (ADE,15)

No hay manera de explicar lo que los brujos quieren decir


cuando se refieren a filamentos adentro o afuera de la bola o huevo
luminoso. Cuando los videntes "ven", ellos "ven" una sola bola o huevo de
energía. Si hay otra bola al lado, la ven de nuevo como una sola y aislada
bola de energía. La idea de una multitud de bolas luminosas te viene de las
muchedumbres humanas. En el universo de la energía, existen únicamente
individuos solos, rodeados por el infinito. (ADE,24)

En realidad, la forma oblonga del huevo pertenecía a la


antigüedad. Hoy en día, los seres humanos son más bien “bolas
luminosas”. Cabe suponer, pues, que a lo largo de las generaciones el
hombre ha perdido “masa energética”. (PM,19)

Somos “seres perceptores”. La totalidad del cuerpo humano es un


instrumento de percepción. (PM,75)

El cuerpo luminoso presenta una serie de puntos o remolinos


donde la energía se concentra especialmente (chakras). Se trata de una
especie de vórtices de energía, como embudos, que desde la perspectiva

58
Libro de Citas

del vidente que los contempla, parecen girar en el sentido contrario a las
agujas del reloj. La fortaleza de determinado centro depende de la fuerza
de este movimiento. Cuando apenas se mueve, el centro está agotado,
vacío de energía.. Existen centenares, tal vez miles de estos vórtices en el
ser humano. Podemos decir que el ser humano no es más que un
conglomerado de miles de vórtices arremolinados, algunos tan pequeños
que parecen un pinchazo de alfiler. Pero existen seis vórtices tan enormes
que merecen un tratamiento especial. El primero está situado en la zona
del hígado y la vesícula biliar; el segundo en la del páncreas y el bazo; el
tercero en la de los riñones y las glándulas suprarrenales y, el cuarto, en el
hueco de la base del cuello, en la parte anterior del cuerpo. El quinto, que
solo tienen las mujeres, está en los alrededores de la matriz, y el sexto está
en la coronilla. (PM,93-94)

El sexto centro de energía no pertenece al hombre. De alguna


manera los seres humanos están sometidos a asedio. Dicho centro ha sido
tomado por un invasor, por un depredador que no se deja ver. La única
forma de vencerlo es fortaleciendo los otros centros. (PM,94)

Energéticamente hablando, el cuerpo humano se compone de dos


clases de energía: dos corrientes energéticas distintas, dos fuerzas opuestas
y al mismo tiempo complementarias que coexisten y que, de este modo,
reflejan la estructura dual de cuanto existe en el universo. (PM,140)

El lado izquierdo (del cuerpo energético) es más turbulento y


agresivo, se mueve mediante ondulaciones, y proyecta oleadas de energía.
El lado derecho no es superficialmente turbulento. Se mueve como el agua
en el interior de un depósito que apenas oscila. No hay olas, sino un
balanceo constante. (PM,141)

En el hombre actual, el lado derecho tiene predominio


(energético) sobre el izquierdo, cosa que los chamanes se esfuerzan por
modificar ya que el movimiento circular predominante de la energía del
cuerpo derecho es espantosamente aburrido. Es indiscutible que dicho
movimiento circular resuelve los acontecimientos del mundo cotidiano,
pero lo hace circularmente, supongo que me entiendes. (PM,142)

La conciencia es el único camino de que los seres humanos


disponen para evolucionar, pero algo ajeno a nosotros, algo que se
relaciona con la condición depredadora del universo, ha interrumpido
nuestra posibilidad de evolucionar al apoderarse de nuestra conciencia.
Los seres humanos son presa de una fuerza depredadora que, por

59
Cosmología

conveniencia, ha impuesto la pasividad que caracteriza la energía del


cuerpo derecho. (PM,144)

Para los chamanes del linaje de Don juan, lo que a nosotros nos
parece el dominio natural de un lado es una aberración, hecho que se
esforzaron por corregir. (PM,144)

Cuando "vi" a los seres humanos era como si la bola de energía


que somos fuera transparente, un halo rodeando un núcleo como de
insecto. Este núcleo no tenía forma de primate. No había esqueleto; no era
como si viera con rayos X. En estos núcleos había más bien lo que parecían
ser vibraciones duras de materia. Como las letras de un alfabeto; una T
mayúscula parecía ser el soporte principal. Una gruesa L invertida estava
suspendida delante de la T; la letra griega "delta" llegaba casi hasta el piso
y estaba al final de la barra vertical de la T, y parecía ser el soporte de la
estructura entera. Encima de la T vi una hebra como de cuerda, de unos
tres centímetros de grosor, que pasaba encima de la esfera como si lo que
estaba "viendo" fuera una cuenta gigantesca que colgaba desde arriba
como un colgante de piedras preciosas. (LAI,238)

(No es lo mismo el "huevo luminoso" y el "cuerpo energético", que


es el cuerpo con el que soñamos, el "cuerpo de ensueño"). El "cuerpo
energético" es un conglomerado de campos de energía que conforman el
cuerpo físico, a los ojos de un vidente, pero es más pequeño, más
compacto, y de apariencia más pesada que la esfera luminosa del cuerpo
físico. (LAI,273)

(El huevo luminoso es lo que aparece a los ojos de un vidente


cuando se enfoca en el cuerpo físico.) Don Juan aseguraba que el cuerpo
físico y el cuerpo energético son las únicas configuraciones de energía en
contrapeso en el reino humano. No aceptaba otro dualismo (como cuerpo
y mente, carne y espíritu, etc). (LAI,274)

Don Juan decía que por medio de la disciplina es posible acercar


el cuerpo energético hacia el cuerpo físico. Normalmente la distancia
entre los dos es enorme. Una vez que el cuerpo energético está dentro de
cierto radio (que varía para cada uno de nosotros individualmente),
cualquiera puede forjat de él una réplica exacta del cuerpo físico; es decir,
un ser sólido, tridimensional. De ahí la idea de los chamanes del "otro" o
del "doble". Y del mismo modo, también a través de la disciplina,
cualquiera puede forjar de su cuerpo sólido, tridimensional, una réplica
exacta de su cuerpo energético, es decir, una carga de energía etérea

60
Libro de Citas

(otros ocultistas llaman a este cuerpo el "cuerpo etérico") invisible al


cuerpo humano, tal como lo es toda energía. (LAI,274)

SINOPSIS

En el tema del huevo luminoso, que abre el apartado


antropológico de las verdades de la conciencia de ser, es donde con más
claridad, quizás, hallamos un acuerdo básico con el esoterismo tradicional.
La descripción de la esencia energética del ser humano como un aura en
forma de huevo luminoso es popular y general.
Ahora bien, así como otras escuelas se centran en el estudio de los
colores, los vórtices (chakras), y los flujos de circulación energética del
aura, los toltecas inciden en las complejas relaciones entre las fibras de
energía interiores y exteriores, fibras que, al fin y al cabo, son las mismas.
La paradoja epistemológica que esto desencadena se vuelve
especialmente relevante en una zona particular que recorre verticalmente
la superficie del huevo, la “banda humana”, que es donde los toltecas
radican el misterio de la conciencia y la percepción humanas en su estado
cotidiano, normal. Las fibras que quedan fuera de esa banda forman parte
del hombre, pero resultan inalcanzables a su percepción normal.
Cuestión aparte es la simbología que subyace a una imagen tan
“natural” de la energía humana: un huevo de fibras adormecidas que
arropan un núcleo central de luz al que hay que gestar y liberar.
El cuerpo físico no es más que una ilusoria interpretación de esa
otra realidad esencial que es el conglomerado de fibras luminosas que
encapsula la individualidad. Nuestra conexión con el exterior es total. Solo
somos los nudos de una inmensa red.
Cabe destacar, por último, que una cosa es el huevo luminoso y
otra es el "cuerpo energético" (del que se hablará con más detalle en el
capítulo del Ensueño, pues ése es el cuerpo con el que soñamos). En otras
tradiciones, así como el huevo luminoso corresponde al aura, el cuerpo
energético corresponde al cuerpo etérico (cuerpo vital, en la tradición
rosacruz). Sin embargo, ha de quedar claro que, auque tenemos dos
cuerpos, solo tenemos una identidad, una conciencia: en ambos cuerpos
somos nosotros mismos.

61
Cosmología

2.5. LAS TRES ATENCIONES

No hay nada más peligroso que la fijeza maligna de la segunda


atención. El aspecto maligno de la segunda atención aparece cuando los
ensoñadores se enfocan en las cosas de este mundo: dinero, poder sobre la
gente, etc. (EDA,31-32)

Tanto la primera como la segunda atención son convocadores de


oportunidades: cuanto más se ejercitan, más conseguimos lo que
deseamos. No hay hechos fortuitos; nuestra atención es la que hace que las
cosas nos sucedan. Es la atención la que hace al mundo. (EDA,144)

El sitio donde se "arma" la segunda atención es un punto en el


cascarón luminoso, a unos 30 cm del ombligo y 40 grados a la derecha
aproximadamente. (EDA,196,248)

La manera más segura de acertar un golpe directo en la segunda


atención es a través de actos rituales: cantos monótonos o movimientos
repetitivos. (EDA,245)

El ritual puede atrapar nuestra atención mejor que ninguna otra


cosa, pero también exige un precio muy alto. Ese precio es la morbidez.
(ECS,282)

La segunda atención es la calma misma. (EDA,255)

La segunda atención se podía definir como el producto de un


desplazamiento del punto de encaje. Un desplazamiento que debe de ser
intentado, empezando por intentarlo como una idea, y acabando por
intentarlo como un estado de conciencia fijo y controlado, donde uno se
da cabal cuenta del desplazamiento del punto de encaje. (ADE,29)

Las zonas planas, al igual que el agua, son antitéticas de la


segunda atención. (EDA,245)

La renuncia a explicar la predisposición perceptual de la segunda


atención en términos de la primera es meramente funcional: para evitar
quedarse irremediablemente atrapado por las palabras. (EDA,259)

62
Libro de Citas

Es imperativo que los guerreros comprendan la naturaleza de la


primera atención si es que van a aventurarse en las otras dos. (EDA,311)

La primera atención funciona seleccionando (desnatando) un


"racimo" de emanaciones concretas de entre una cantidad infinita de
emanaciones superfluas que también están presentes. Esta es una hazaña
que cada ser humano alcanza por sí mismo. Pero todo lo que la primera
atención suprime en un desnate ya no puede ser recuperado por esta
atención bajo ninguna circunstancia. (EDA,311)

Todos los seres humanos maduros que rodean a los niños les
enseñan (inconscientemente) a desnatar. (EDA,312)

El grado de realidad que imbuimos a nuestros desnates es


realmente un poder magistral y original del ser humano, pero también es
el responsable de nuestra ceguera... (EDA,312)

El verdadero responsable de esta certeza perceptiva es el "primer


anillo de poder", una fuerza exterior que no solo nos apremia a construir y
perpetuar desnates, sino a establecer un consenso total con todos nuestros
semejantes acerca de lo que percibimos. Así pues, esta fuerza dinámica,
compulsiva, inexplicada, es el origen, lo que fuerza a la atención a
canalizar la facultad física de la percepción a abandonar el caos original y
aprehender desnates. Pero es el "intento" lo que hace que el primer anillo
de poder se mueva de maneras aceptables. Es el intento el que
constantemente recrea y completa los desnates, a través de la fuerza
apremiante del primer anillo de poder. Así pues, el verdadero origen, la
fuerza motora, es el intento. (EDA,312313)

El examen de la segunda atención debe comenzar con darse


cuenta de que la fuerza del primer anillo de poder, que nos encajona, es
un lindero físico, concreto: una "pared de niebla" que puede ser perforada
por medio del entrenamiento del guerrero. Al perforar la pared uno entra
en un vasto espacio intermedio (limbo). La tarea del guerrero consiste en
atravesarlo hasta llegar a la siguiente línea divisoria, que también deberá
ser perforada a fin de entrar en lo que propiamente es el otro yo o la
segunda atención. Estas dos líneas se llaman las "líneas paralelas" y son
infinitas: de ahí que no haya más remedio que perforarlas. (EDA,319)

Es posible que en vez de la pared de niebla hagamos aparecer


cualquier otra cosa. Pero los videntes han optado por visualizar lo que
consume menor energía. (EDA,320)

63
Cosmología

Don Juan advirtió que no se debe intentar dominar a la segunda


atención deliberadamente. Si esto ocurre, debe ser mediante un proceso
natural que se desenvuelve sin gran esfuerzo por nuestra parte. La razón
de esta indiferencia estriba en la consideración práctica de que al
dominarla simplemente se vuelve muy difícil romperla, y la meta que los
guerreros persiguen activamente es romper ambas predisposiciones
perceptuales para entrar en la libertad final de la tercera atención.
(EDA,32)

El meollo de la lucha de un guerrero consiste realmente en


concebir que existe una conciencia total. (EDA,181)

Alcanzar la libertad no significa tener vida eterna, sino que uno


puede conservar la conciencia, aunque no podamos concebir lo que esto
significa. (EDA,181)

Al alcanzar la tercera atención cada célula del cuerpo se torna


consciente de sí misma y de la totalidad del cuerpo. (EDA,181)

La atención es el acto de enganchar y canalizar la percepción: el


fruto final del cultivo de la percepción. (EDA,310)

El tiempo es la esencia de la atención. Las emanaciones del Águila


están compuestas de tiempo y, propiamente hablando, ampliar la
percepción es profundizar en el misterio del tiempo. (EDA,296)

Percibir consiste en emparejar las emanaciones encerradas en


nuestro capullo con las que están fuera. Los videntes pueden "ver" las
emanaciones interiores de cualquier ser viviente, y pueden saber cuáles
emanaciones exteriores hacen juego con ellas. (EFI,69)

A la conciencia de los seres humanos adultos, madurada por el


proceso del crecimiento, ya no se le puede llamar simplemente conciencia
de ser, porque su modificación la ha convertido en algo más intenso y
complejo, algo que los videntes llaman atención. (EFI,90)

La atención es el proceso de domar y enriquecer la conciencia de


ser a través del proceso de vivir. (EFI,91)

Los videntes dicen que hay tres tipos de atención. Cuando dicen
eso, se refieren solo a los seres humanos y no a todos los seres conscientes

64
Libro de Citas

que existen. Pero los tres no son tan solo tipos de atención, son más bien
tres niveles de realización. Son la primera, segunda y tercera atención;
cada una es un reino independiente, completo en sí mismo. (EFI,91)

En el hombre, la primera atención es la conciencia animal, en


bruto, que a través del proceso de la experiencia humana ha sido
convertida en una facultad compleja, intrincada y extremadamente frágil,
que se encarga del mundo cotidiano en todos sus innumerables aspectos.
En otras palabras, todo aquello en lo que puede uno pensar forma parte de
la primera atención. (EFI,92)

La primera atención es todo lo que somos como hombres


comunes y corrientes. En virtud de su dominio tan absoluto sobre nuestras
vidas, la primera atención es la propiedad más valiosa que tenemos.
Quizás es incluso nuestra única propiedad. (EFI,92)

Las conclusiones del riguroso examen de los nuevos videntes


tienen muy poco que ver con la razón o la racionalidad, porque para
examinar y explicar la primera atención, uno debe "verla". Solo los
videntes pueden hacer eso. (EFI,92)

En términos de lo que los videntes "ven", la primera atención es


un intenso resplandor de color ambarino. Es un resplandor que
invariablemente se mantiene fijo en la parte superior de la superficie del
capullo y que abarca lo conocido. (EFI,92)

La segunda atención, por otra parte, es un resplandor muchísimo


más intenso y cubre una mayor extensión. Tiene que ver con lo
desconocido. Es un estado complejo y especializado que entra en función
cuando se utilizan las emanaciones interiores del capullo que
ordinariamente permanecen fuera de juego. (EFI,92)

Al examinar el resplandor de la conciencia, los nuevos videntes


hallaron que todos los seres orgánicos, excepto el hombre, aquietan sus
emanaciones interiores para que puedan alinearse con sus
correspondientes emanaciones en grande. Los seres humanos, en lugar de
eso, hacen que su primera atención tome un inventario de sí misma. Los
seres humanos prestan atención a sus emanaciones interiores. Ninguna
otra criatura hace eso. En el momento en que la presión de las
emanaciones en grande fija a las emanaciones interiores, la primera
atención comienza a observarse a sí misma. Anota todo acerca de sí
misma, o por lo menos intenta hacerlo, de maneras aberrantes. Este es el

65
Cosmología

proceso que los videntes llaman “hacer un inventario”. (EFI,99)

Don Juan dijo que aunque no le gustaba llamar comandos a las


emanaciones, eso es lo que son: comandos que nadie puede desobedecer.
No obstante la manera de no obedecer las ordenes radica en obedecerlas.
En el caso del inventario de la primera atención, los videntes hacen el
inventario, porque no pueden desobedecer. Pero una vez que lo han
hecho, lo tiran por la ventana. El Águila no nos ordena adorar nuestro
inventario: nos ordena hacerlo, eso es todo. (EFI,99)

Los seres humanos aquietan sus emanaciones y reflexionan en


ellas. Las emanaciones se concentran en sí mismas. Los seres humanos
llevan el comando de hacer un inventario a un extremo lógico y hacen
caso omiso de todo lo demás. Una vez que están profundamente
involucrados en el inventario, pueden hacer dos cosas: o ignorar los
impulsos de las emanaciones en grande, o utilizar esos impulsos de una
manera muy especializada. El resultado final de ignorar esos impulsos es
un estado único conocido como la “razón”, el raciocinio. El resultado de
usar los impulsos de una manera especializada se conoce como la
“absorción en uno mismo”. (EFI,99)

Los videntes perciben la razón humana como un resplandor


opaco, extrañamente homogéneo, que solo en muy raras ocasiones
responde a la constante presión de las emanaciones en grande; un
resplandor que endurece el capullo, pero que también lo vuelve más
quebradizo. (EFI,100)

Don Juan comentó que en la especie humana la razón debería


abundar, pero que en realidad es muy escasa. La mayoría de los seres
humanos eligen la absorción en sí mismos. (EFI,100)

Para que pueda haber interacción entre los seres vivientes, la


conciencia necesita un grado de absorción en sí misma. Pero con la
excepción del hombre, ningún ser viviente tiene un grado tal de absorción
en sí mismo. Al contrario de los hombres de razón, que ignoran el impulso
de las emanaciones en grande, los individuos absortos en sí mismos usan
esos impulsos y los convierten en una fuerza que agita aún más las
emanaciones en el interior de sus capullos. (EFI,100)

Los videntes que contemplan a seres humanos absortos en sí


mismos los "ven" como descargas intermitentes de luz blanca, seguidos por
largas pausas de opacidad. (EFI,100)

66
Libro de Citas

La primera atención funciona muy bien con lo desconocido. Lo


bloquea; lo niega con tanta ferocidad que, al final, lo desconocido no
existe para la primera atención. Hacer un inventario nos vuelve
invulnerables. Es precisamente por eso que existe el inventario. (EFI,101)

Uno de los más grandes momentos de los nuevos videntes fue


cuando descubrieron que lo desconocido son tan solo emanaciones
deshechadas por la primera atención. (EFI,146)

A la segunda atención también se le llama la conciencia del lado


izquierdo; y es el campo más vasto que pueda uno imaginarse, tan vasto
que parece ilimitado. Yo no me metería en ella por nada del mundo, dijo
Don Juan. Es un atolladero tan complejo y grotesco que los videntes
sensatos solo entran en ella bajo las más estrictas condiciones. La gran
dificultad consiste en que la entrada a la segunda atención es enteramente
fácil y su atracción casi irresistible. Los antiguos videntes dedicaron todo
su esfuerzo a extender el resplandor de la conciencia a todas las
emanaciones interiores de sus capullos, encendiéndolas por bandas, una
banda a la vez. Y lo lograron, pero curiosamente, el hecho de encenderlas
por bandas les hizo quedar aprisionados en algo tan inmenso que jamás
pudieron salir de ello. (EFI,93)

Los nuevos videntes corrigieron ese error extendiendo ese


resplandor, de un solo golpe, a todos los confines del capullo luminoso. La
tercera atención se alcanza cuando el resplandor de la conciencia se
convierte en el fuego interior; un fuego que no enciende solo una banda a
la vez, sino que enciende a todas las emanaciones del Águila que están en
el interior del capullo del hombre. (EFI,93)

El estado de conciencia total es "visto" como una explosión de


incandescencia en todo el huevo luminoso. Es una explosión de luz de tal
magnitud que los límites de la concha se vuelven difusos y las
emanaciones interiores se extienden más allá de todo lo imaginable.
Ningún otro hombre o criatura viviente se ilumina así. Los videntes que
premeditadamente alcanzan la conciencia total son algo digno de "verse".
Ese es el momento en el que arden por dentro. El fuego interior los
consume. Y en plena conciencia se funden con las emanaciones en grande,
y se expanden en la eternidad. (EFI,137)

Don Juan expresó su reverencia y admiración por el esfuerzo


premeditado de los nuevos videntes para alcanzar la tercera atención

67
Cosmología

cuando aún tienen vida y están conscientes de su individualidad. (EFI,93)

Al momento de morir todos los seres humanos entran en lo que


no se puede conocer, y algunos de ellos alcanzan la tercera atención, pero
de una forma del todo breve y solo para purificar el alimento del Águila. El
logro supremo de los seres humanos es alcanzar ese nivel de atención y al
mismo tiempo retener la fuerza de la vida, sin convertirse en una
conciencia incorpórea que se mueve como un punto vacilante de luz hacia
el pico del Águila para ser devorado. (EFI,93)

Le hice muchas preguntas a Don Juan sobre la supervivencia de


la conciencia después de que el ser luminoso es consumido por el fuego
interior. No me contestó. Simplemente se rió, encogió los hombros y
prosiguió su explicación. (EFI,253)

Fueron los antiguos videntes quienes dieron accidentalmente con


algo monumental al descubrir que la percepción es alineamiento.
(EFI,232)

Es mejor que las cosas incomprensibles sigan siendo


incomprensibles, en vez de convertirlas en parte del inventario de la
primera atención. (EFI,284)

SINOPSIS

La división del campo perceptible humano en tres dominios


básicos no disiente demasiado, tampoco, de los niveles que establece a
grandes rasgos la teosofía: mundo físico, astral y espiritual. Puntualizando,
se podría decir, no obstante, que el mundo etérico, astral y mental, quedan
comprendidos, en el sistema tolteca, dentro de la segunda atención,
también llamada el lado izquierdo, y que constituye el conjunto global de
las emanaciones adormecidas de nuestro cuerpo luninoso.
El mundo físico queda reducido a una minúscula zona de
conciencia en la superficie del capullo. Y la tercera atención parece
guardar relación con el inefable misterio de la liberación integral de
nuestro “fuego interno”. Un reino de características tan indescriptibles
para las herramientas sintácticas humanas, que hablar de él resulta inútil.
Antes que hacer comparaciones descalificadoras entre unas

68
Libro de Citas

tradiciones y otras, nuestro deber como estudiosos es más bien penetrar en


los motivos semánticos últimos que llevan a unos videntes independientes,
en este caso los toltecas, a determinar tres reinos básicos en el universo de
la conciencia humana, a titularlos como “atenciones”, y a insistir en el
carácter meramente instrumental, y nunca final, del segundo de ellos.
Otra gran sorpresa es la definición del raciocinio, y del
egocentrismo (la absorción en uno mismo), en base al uso especializado
que hacemos de los inventarios de la primera atención (cuyo proceso
perceptivo está pormenorizado en las “seis proposiciones explicatorias” de
El Don del Águila). Hay mucha menos gente razonable de lo que
suponemos, y ya suponíamos que había poca; pero la novedad introducida
por Don Juan es hacernos saber que la otra alternativa es vivir “absorto en
uno mismo”. Así, la alienación y el pensamiento vienen a ser las dos caras
de una misma moneda.
Al margen del valor psicológico de estas aportaciones, es
verdaderamente significativo que ambas especializaciones, tanto la razón
como la absorción en uno mismo, sean calificadas como “aberraciones” de
la percepción.

2.6. EL PUNTO DE ENCAJE

Del número total de los campos de energía filiforme que pasan a


través del huevo luminoso, solo un pequeño grupo está encendido por un
punto de intensa brillantez localizado en la superficie del huevo. La
percepción ocurre cuando los campos de energía en ese pequeño grupo,
encendido por ese punto de brillantez, extienden su luz hasta resplandecer
aun fuera de la bola. A este punto se le llama el "punto donde encaja la
percepción" o, simplemente, el "punto de encaje". (ECS,23)

El punto de encaje selecciona las emanaciones internas y las


externas para alinearlas. El determinado alineamiento que percibimos
como “el mundo” es producto del lugar específico en nuestro capullo
donde está localizado el punto de encaje. (EFI,133)

Cada ser viviente tiene un punto de encaje que selecciona las


emanaciones que serán acentuadas. Los videntes pueden saber si los seres

69
Cosmología

conscientes comparten la misma visión del mundo, al "ver" si son iguales


las emanaciones que sus puntos de encaje han seleccionado. (EFI,141)

El punto de encaje del hombre aparece en torno a un área


definida, en el capullo, porque así lo decreta el Águila. Pero el sitio preciso
donde se fija queda determinado por los hábitos, por los actos repetitivos.
Primero aprendemos que puede situarse allí y después nosotros mismos le
ordenamos que se sitúe ahí. Nuestro comando se convierte en el comando
del Águila y el punto queda fijo en ese sitio. (EFI,142)

Es la conducta habitual lo que sitúa al punto de encaje en un


punto específico del capullo luminoso. De ahí la tremenda importancia
que le dan los nuevos videntes a las nuevas acciones, a los nuevos hábitos.
(EFI,141)

En primer lugar, uno debe saber a ciencia cierta que todo lo


perceptible emana del sitio específico donde se localiza nuestro punto de
encaje. Una vez entendido esto, podemos desplazar el punto de encaje casi
a voluntad, como consecuencia de nuevos hábitos. (EFI,142)

De los antiguos videntes hemos heredado miles de las más


complejas técnicas de brujería, pero ellos mismos jamás supieron que sus
procedimientos, por más intrincados que fueran, solo servían para romper
la estabilidad de sus puntos de encaje y hacerlos desplazarse. La verdadera
función de las prácticas de brujería es hacer que el punto de encaje se
desplace al lograr que la primera atención abandone momentáneamente
su control sobre ese punto. (EFI,142)

La fuerza que mantiene al punto de encaje rígidamente fijo es la


absorción en sí misma de la primera atención. (EFI,142)

Los rituales y los encantamientos, siendo repetitivos, obligan a la


primera atención a liberar una porción de la energía empleada en
contemplar el inventario humano, y el punto de encaje pierde así su
rigidez. (EFI,143)

Tener cordura y sentido común solo significa que el punto de


encaje está rígido y fijo en su posición habitual. (EFI,143)

Los guerreros impecables permanecen serenos, inconmovibles


ante los desplazamientos de sus puntos de encaje y los extraños mundos
que las nuevas posiciones les obligan a presenciar, sabiendo que el punto

70
Libro de Citas

de encaje siempre vuelve a su posición original. (EFI,143)

El punto de encaje del hombre se localiza bastante arriba en la


superficie del capullo, a tres cuartas partes hacia la parte superior del
capullo. (EFI,144)

La enormidad de lo desconocido es casi ilimitada, pero aun en esa


enormidad el resplandor del punto de encaje agrupa emanaciones. Lo que
no se puede conocer, por otra parte, es una eternidad donde nuestro punto
de encaje no tiene manera alguna de agrupar nada. (EFI,146)

A través de los desplazamientos de sus puntos de encaje, los


nuevos videntes llegaron a darse cuenta de que el verdadero misterio es
percibir, no tanto lo que percibimos, sino lo que nos hace percibir.
(EFI,147)

El punto de encaje es responsable de que la primera atención


perciba en términos de racimos. Un ejemplo de racimo de emanaciones
que recibe énfasis al unísono es lo que percibimos como el cuerpo físico
humano. Otro racimo, parte de nuestro ser total, nuestro capullo
luminoso, jamás recibe énfasis y queda relegado al olvido porque el efecto
del punto de encaje no es tan solo hacernos percibir racimos de
emanaciones, sino también hacernos ignorarlos. (EFI,146)

El punto de encaje es como un imán luminoso que irradia un


resplandor que automáticamente agrupa haces de emanaciones a donde
quiera que se mueve dentro del capullo. (EFI,146)

Nuestros sentidos son capaces de captarlo todo, pues es la


posición del punto de encaje la que dicta lo que perciben nuestros
sentidos. Si el punto de encaje alinea otras emanaciones interiores,
diferentes a las normales, los sentidos humanos perciben de maneras
inconcebibles. (EFI,147)

Cuando somos niños, todos los que nos rodean son nuestros
maestros y nos enseñan a repetir un interminable diálogo acerca de
nosotros mismos. El diálogo se interioriza y crea tal fuerza que por sí solo
mantiene fijo el punto de encaje. (EFI,156)

Los videntes "ven" que, al principio, los niños no tienen un punto


de encaje fijo, y luego "ven" cómo la presencia de los adultos liga esos
puntos a un lugar específico. Todos los demás organismos hacen lo mismo.

71
Cosmología

(EFI,156,161)

La pura verdad es que muchos niños "ven". La mayoría de los que


"ven" son considerados anormales y se hacen todos los esfuerzos posibles
para corregirlos, para hacerlos solidificar la posición de sus puntos de
encaje. Pero solo sería posible ayudar a esos niños a que mantengan más
fluidos sus puntos de encaje si viven entre los nuevos videntes. De lo
contrario, al igual que los antiguos videntes, se verían atrapados en los
intrincados detalles del lado silencioso del hombre. Y eso es mucho peor
que estar preso en las garras de la racionalidad. (EFI,156)

Don Juan expresó su profunda admiración por la capacidad


humana para impartir orden en el caos de las emanaciones del Águila.
Sostuvo que cada uno de nosotros es un mago magistral, y que nuestra
magia consiste en mantener inconmoviblemente fijo nuestro punto de
encaje. (EFI,157)

La fuerza de las emanaciones en grande hace que nuestro punto


de encaje seleccione ciertas emanaciones interiores y las agrupe en un
racimo para ser alineadas y percibidas. Ese es el comando del Águila, pero
darle significado a lo que percibimos es nuestro comando, nuestro don
mágico. (EFI,147)

Las plantas de poder tienen el efecto de mover el punto de encaje;


pero también lo tienen el hambre, el cansancio, la fiebre y otras aflicciones
por el estilo. La falla del hombre común es creer que todo lo que sucede,
como resultado de un movimiento del punto de encaje, es puramente
mental. (EFI,157)

El "movimiento lateral" del punto de encaje es un movimiento en


la superficie del capullo, de un lado a otro a lo ancho de la banda de la
conciencia del hombre. Las visiones que producen esos movimientos se
originan en el inventario del hombre. No tienen valor alguno para los
guerreros que buscan la libertad total. (EFI,158)

En los dos bordes de la banda del hombre hay un extraño


depósito de basura, una incalculable masa de cachivaches humanos. Es un
almacén mórbido y siniestro, que tenía un gran valor para los antiguos
videntes pero no para nosotros. Una de las cosas más fáciles que puede
uno hacer es caer en ese basurero. Cualquier persona puede llegar a ese
almacén simplemente deteniendo su diálogo interno. Cuando eso sucede,
los resultados se explican como fantasías de la mente si el cambio es

72
Libro de Citas

mínimo. Si el cambio es considerable, los resultados son llamados


alucinaciones. A la orilla derecha encontramos interminables visiones de
actividad física, violencia, matanzas, sensualidad. A la orilla izquierda
encontramos espiritualidad, religión, Dios. (EFI,158)

Generalmente, el movimiento del punto de encaje, si no es lateral,


es hacia lo profundo de la banda del hombre, pues tal preferencia
direccional es una reacción natural de la especie humana. (EFI,159)

Pero existen videntes que pueden mover el punto de encaje a


posiciones bajo el sitio normal. Los nuevos videntes llaman a ese cambio
"el movimiento hacia abajo". Los videntes muy a menudo sufren de
movimientos involuntarios hacia abajo. Pero el punto de encaje no
permanece en esa posición por mucho tiempo, y esto es afortunado,
porque ése es el lugar de la bestia. Ir abajo va en contra de nuestros
intereses, aunque es la cosa más fácil de lograr. El moverse de ese modo
volvió expertos a los antiguos videntes en adoptar las formas de los
animales que ellos elegían como sus puntos de referencia. (EFI,159)

Si el punto de encaje cruza un límite crucial, el mundo que


conocemos se desvanece, deja de ser lo que es el nivel del hombre.
(EFI,160)

Los movimientos involuntarios que cada vidente experimenta


periódicamente se vuelven menos frecuentes conforme su punto de encaje
avanza más hacia lo profundo de la banda. (EFI,160)

El movimiento hacia abajo debilita considerablemente el poder


del vidente que lo experimenta. (EFI,160)

Solo los seres humanos son capaces de agrupar emanaciones aun


dentro de los racimos normales. Estos son los "desnates". El punto de encaje
del hombre toma una parte de las emanaciones ya seleccionadas para el
alineamiento y forma con ellas un esquema aún más deleitable. Los
desnates del hombre son más reales que los que perciben otros seres. Ése es
nuestro peligro latente. Son tan reales para nosotros que nos hacen olvidar
que los hemos construido nosotros mismos al ordenar a nuestros puntos de
encaje que se estacionen donde lo hacen. Tenemos poder para desnatar,
pero no para protegernos de nuestros comandos. Eso se tiene que
aprender. Darle rienda suelta a nuestros desnates, como lo hacemos, es un
error de juicio que pagamos tan caro como los antiguos videntes pagaron
los suyos. (EFI,162)

73
Cosmología

Una vez que el punto de encaje se mueve más allá de cierto límite,
puede alinear mundos enteramente diferentes al mundo que conocemos.
(EFI,165)

Un cambio hacia abajo implica una visión, no de otro mundo


propiamente dicho, sino de nuestro mismo mundo de la vida cotidiana
visto desde una perspectiva diferente. Para poder "ver" otro mundo hay
que percibir otra gran banda de las emanaciones del Águila. (EFI,179)

Ciertas áreas geográficas tienen el poder de facilitar el


movimiento hacia abajo del punto de encaje, como por ejemplo, el desierto
de Sonora. (EFI,166)

En cuanto el punto de encaje empieza a moverse hacia la


profundidad del huevo luminoso crea un hoyuelo en la luminosidad, un
hoyuelo que alberga al punto de ahí en adelante. Por eso la posición del
punto de encaje de un guerrero es infinitamente más fuerte que la del
hombre común. La posición del punto de encaje se mantiene mediante el
diálogo interno, por lo tanto es una posición muy frágil. Este es el motivo
por el cual los seres humanos pierden tan fácilmente la razón,
especialmente aquellos cuyo diálogo interno es redundante, aburrido y sin
ninguna profundidad. Los nuevos videntes dicen que los seres humanos
más resistentes son aquellos cuyo diálogo interno es fluido y variado.
(EFI,177)

La cosa más importante que necesitaban los nuevos videntes eran


medidas prácticas para mover sus puntos de encaje. Puesto que no las
tenían, empezaron por desarrollar un gran interés en "ver" el resplandor
de la conciencia, y como resultado perfeccionaron las tres técnicas que
llegaron a ser sus obras maestras. (EFI,195)

En el camino del guerrero, el mover el punto de encaje lo es todo.


Los antiguos videntes jamás llegaron a esa conclusión. (EFI,221)

La posición del punto de encaje dicta cómo nos comportamos y


cómo nos sentimos. (EFI,225)

Don Juan dijo que yo podía mover mi punto de encaje, primero si


tenía el intento inflexible de moverlo, y segundo, si dejaba que el contexto
de la situación dictara hacia dónde debía moverse. (EFI,265)

74
Libro de Citas

Cuando el punto de encaje del hombre se mueve más allá de


cierto límite crucial, los resultados son siempre los mismos para todos los
hombres, sean cuales sean las técnicas para moverlo. (EFI,239)

Cuando el punto de encaje alinea otro mundo, ese mundo es total,


y la fuerza de ese nuevo alineamiento hace desaparecer al mundo que
conocemos. Cada vez que los antiguos videntes efectuaban un nuevo
alineamiento, creían que descendían a las profundidades o ascendían a los
cielos. Nunca supieron que el mundo desaparece como un soplo de aire
cuando un nuevo alineamiento total nos hace percibir otro mundo total.
(EFI,242)

Un movimiento del punto de encaje se marca por un cambio en la


luz. De día, la luz se convierte en tinieblas; de noche, la oscuridad se
vuelve crepúsculo. (EFI,272)

Al moverse el punto de encaje y alcanzar cierta profundidad,


rompe una barrera e interrumpe momentáneamente su capacidad para
alinear emanaciones. Experimentamos esa ruptura e interrupción como
un vacío perceptual. (EFI,283)

Lo que le da el empujón al punto de encaje es la maestría de la


conciencia. Después de todo, nosotros los seres humanos no somos en
realidad gran cosa; en esencia, somos un punto de encaje fijo en cierta
posición. (EFI,285)

Convierte todo en lo que realmente es: lo abstracto, el espíritu, el


nagual. No hay brujería, no hay el mal, ni el demonio. Solo existe la
percepción. (ECS,221)

Una fiebre alta puede mover el punto de encaje. El hambre o el


miedo o el amor o el odio también pueden hacerlo. Lo mismo el misticismo
y el “intento inflexible”, el método preferido de los brujos. (ECS,229)

Romper la barrera de la percepción es la última tarea de la


maestría de la conciencia. Para poder mover tu punto de encaje a esa
posición, por tu cuenta, tienes que reunir mucha energía. (EFI,286)

Hay una inmensurable área de conciencia entre la posición


habitual del punto de encaje y la posición en la que ya no existen dudas,
que por cierto es el lugar en el que se presenta la barrera de la percepción.
En ese área inmensurable, los guerreros caen presa de todas las fechorías

75
Cosmología

concebibles. Hay que estar alerta y no perder la confianza, porque, de


manera inevitable, nos veremos acosados en algún momento por un tenaz
sentido de culpa y de derrota. (EFI,286)

Hay otros mundos completos que nuestros puntos de encaje


pueden alinear. Los antiguos videntes contaron siete de esos mundos, uno
por cada banda de conciencia. Dos de esos mundos son fáciles de alinear;
los otros cinco son casi imposible. (EFI,188)

Un momento de regocijo es suficiente para mover nuestro punto


de encaje y romper con las convenciones. Así también un momento de
miedo, de dolor, de cólera o de pesadumbre. Pero comúnmente, cuando
tenemos la posibilidad de mover nuestro punto de encaje nos asustamos.
Nuestros principios religiosos, académicos o sociales se ponen en juego
garantizando nuestra urgencia de mover nuestros puntos de encaje a la
posición que prescribe la vida normal; nuestra urgencia de regresar al
rebaño. (EFI,220)

El valor de las conclusiones de los nuevos videntes no se vuelve


evidente hasta que uno trata de mover el punto de encaje a otra persona.
Los nuevos videntes dicen que, en este respecto, lo que cuenta es el
esfuerzo para fortalecer la estabilidad del punto de encaje en su nueva
posición. (EFI,292)

El "cuerpo de ensueño" y la barrera de la percepción son


posiciones del punto de encaje, y este conocimiento resulta tan vital para
los videntes como el leer y escribir para el hombre moderno. Ambos son
logros que se alcanzan después de años de práctica. (EFI,298)

Un vidente tiene que ser osado: una vez que rompe la barrera de
la percepción no tiene que regresar al mismo lugar de donde partió en este
mundo. (EFI,318)

La racionalidad es una condición del alineamiento, el resultado de


la posición del punto de encaje. (EFI,306)

La solidez del mundo no es un espejismo; el espejismo es la fijeza


del punto de encaje. (EFI,307)

Los nuevos videntes descubrieron que si se mueve constantemente


el punto de encaje hasta los confines de lo desconocido,
desconocido pero se le hace
regresar a una posición en el límite de lo conocido, cuando se libera

76
Libro de Citas

repentinamente se mueve como un rayo a todo lo ancho del capullo del


hombre, alineando de golpe todas las emanaciones interiores. Esto es la
libertad total.(EFI,325)

Es el cambio de percepción lo que trae el cambio de apariencia. El


brujo que sabe exactamente dónde poner su punto de encaje puede
transformarse en lo que quiera. (ECS,85)

Los brujos de la antigüedad eran expertos en mover el punto de


encaje. Y al moverlo descubrieron cosas extraordinarias sobre la
percepción, pero también descubrieron cuán fácil es perderse en
aberraciones. (ECS,87)

Cordura y fortaleza, por lo tanto, son esenciales en los brujos para


tratar con el movimiento del punto de encaje. (ECS,87)

La gente no tiene idea del extraño poder que llevamos dentro de


nosotros. Por ejemplo, en este momento, tú tienes los medios para llegar al
infinito. Si continúas portándote como un idiota, es posible que logres
empujar tu punto de encaje hasta cierto límite, más allá del cual no hay
regreso. (ECS,102)

Cuanto más profundo es el movimiento del punto de encaje,


mayor es la sensación de que uno lo sabe todo, así como la sensación de no
poder encontrar palabras para explicarlo. (ECS,111)

Cualquiera que logre mover su punto de encaje a una nueva


posición es (técnicamente) un brujo. (ECS,112)

Todo cuanto pensamos, todo cuanto decimos, depende de la


posición del punto de encaje. (ECS,121)

Había sido capaz de convocar fuerzas insospechadas para realizar


algo que, en apariencia, equivalía a calmar mi nerviosidad, pero que a un
nivel más profundo era, en realidad, un movimiento volitivo muy eficiente
de mi punto de encaje. (ECS,137)

Los mitos de hombres legendarios de la antigüedad son en


realidad historias de brujería acerca de hombres reales que sabían, gracias
al conocimiento silencioso, el poder que se obtiene moviendo el punto de
encaje. (ECS,220)

77
Cosmología

Todos los místicos y maestros espirituales que se conocen habían


hecho exactamente eso: mover sus puntos de encaje, ya fuera a través de
disciplina o por casualidad, y sacarlos del sitio habitual para luego volver
a la normalidad portando consigo un recuerdo que les duraría por toda la
vida. (ECS,220)

Si hubiera sido cuestión de vida o muerte, habrías movido tu


punto de encaje por cuenta propia... (ECS,224)

Para que un movimiento del punto de encaje tenga total sentido,


hace falta tener energía para fluctuar, a voluntad, entre el sitio de la razón
y el del conocimiento silencioso. (ECS,226)

Esta es otra de las contradicciones de los brujos: mover el punto


de encaje es muy difícil, pero también es lo más fácil del mundo.
(ECS,229)

El punto de encaje, con el más ínfimo movimiento, crea islas de


percepción totalmente aisladas. Información acerca de la complejidad de
la conciencia de ser se puede acumular allí. El punto de encaje de un
brujo, al moverse a una posición poco familiar, toma más energía que la
acostumbrada. Ese flujo extra de energía se llama “intensidad”. (ECS,263)

Aquí es donde la estupidez del hombre es más peligrosa. El


hombre le tiene terror a la brujería. Tiembla de miedo ante la posibilidad
de ser libre. Y la libertad está ahí, a un centímetro de distancia. Los brujos
llaman a la libertad el tercer punto, y dicen que alcanzarlo es tan fácil
como mover el punto de encaje. (ECS,229)

Como hombres comunes y corrientes, pasamos por alto el


conocimiento más crucial para nosotros: la existencia del punto de encaje
y el hecho de que puede moverse. (ECS,229)

Don Juan consideraba al punto de encaje el hallazgo decisivo de


los brujos de la antigüedad, y la característica crucial de los seres humanos
como globos luminosos. Es un punto redondo de intensa luminosidad, del
tamaño de una pelota de tenis, alojado permanentemente dentro del globo
luminoso, a ras de su superficie, aproximadamente sesenta centímetros
detrás de la cresta del omóplato derecho. (ADE,15)

Los brujos vieron que un resplandor esférico, ligeramente más


grande que el punto de encaje, siempre lo rodea, y que este resplandor

78
Libro de Citas

intensifica enormemente la luminosidad de los filamentos que pasan


directamente a través del punto de encaje. (ADE,16)

Después de "ver" lo que el punto de encaje y el resplandor que lo


rodea parecen hacer, los brujos de la antigüedad ofrecieron una
explicación. Propusieron que en los seres humanos, la esfera
resplandeciente que rodea al punto de encaje se enfoca en los millones de
filamentos energéticos del universo que pasan directamente a través de él;
y al hacerlo, automáticamente y sin premeditación alguna, junta a esos
filamentos de energía unos con otros, los aglutina, creando la percepción
estable de un mundo. (ADE,17)

El punto de encaje y el resplandor que lo rodea son la marca de la


vida y la conciencia, y no hay rastro de ellos en los seres muertos. La
conciencia, la vida y la percepción van juntas, y están inextricablemente
ligadas al punto de encaje y al resplandor que lo rodea. (ADE,17)

Los antiguos videntes distinguían dos tipos de desplazamientos del


punto de encaje. Uno era el desplazamiento a cualquier posición en la
superficie o en el interior de la bola luminosa; un desplazamiento al cual
llamaron "cambio" del punto de encaje. El otro era el desplazamiento a
posiciones fuera de la bola luminosa, al cual llamaron "movimiento" del
punto de encaje. Descubrieron que la diferencia entre un cambio y un
movimiento estaba en la clase de percepción que cada uno de ellos
permite. (ADE,18)

El resultado de un "movimiento" del punto de encaje (hacia fuera


del huevo luminoso) es un cambio total en la estructura de los seres
humanos. De ser una bola o un huevo, se convierte en algo parecido a una
pipa de fumar. El pitillo de la pipa es el punto de encaje, y el cuenco es lo
que queda de la bola luminosa. Si el punto de encaje continúa moviéndose,
llega un momento en que la pipa luminosa se convierte en una delgada
línea de energía. La apariencia física de los brujos que llegaron a esa
configuración energética podía ser normal, pero lo que era insólito era su
comportamiento. Esos brujos eran líneas de energía tratando inútilmente
de doblarse para formar un círculo. Las historias de los brujos dicen que al
alargar su forma energética, también lograron alargar la duración de su
conciencia, de manera que están vivos y conscientes de ser hasta hoy día.
Las historias también cuentan que reaparecen periódicamente en la Tierra.
Pero aquellos brujos extravagantes se quedaron probablemente atrapados
en sus propias maniobras. (ADE,21-23)

79
Cosmología

Los brujos antiguos preferían los cambios del punto de encaje,


por lo tanto siempre se encontraban en territorios más o menos conocidos
o predecibles. Nosotros preferimos los movimientos del punto de encaje.
Los brujos antiguos iban en pos de lo humanamente desconocido. Nosotros
buscamos lo desconocido que está fuera de lo humano. Entrar en esos
mundos requiere del tipo de ensueño que solamente los brujos de ahora
practican. Los brujos antiguos se mantuvieron alejados de él, porque
requiere un gran desapego y absoluta ausencia de importancia personal.
Un precio que no estuvieron dispuestos a pagar. (ADE,85-86)

Don Juan dijo que le asombraba el hecho de que, de todas las


cosas maravillosas que los brujos antiguos aprendieron explorando las
millares de posiciones del punto de encaje, el arte del ensueño y el arte del
acecho eran lo único que quedaba hoy en día. Reiteró que el arte del
ensueño tiene que ver con el desplazamiento del punto de encaje; y definió
el acecho como el arte de la fijación del punto de encaje en cualquier
posición a la cual se haya desplazado. (ADE,75)

Cuanto más rígido y fijo está el punto de encaje en su posición


habitual, más grande es nuestra confianza en nosotros mismos, más
grande es nuestra idea de que podemos explicar lo que fuera. (ADE,78)

Sería realmente repugnante que te aunaras a la humanidad, como


si no supieras acerca de la existencia del punto de encaje. Pero sería aún
más odioso que te aunaras a los brujos antiguos, y manejaras al punto de
encaje para tu ganancia personal. (ADE,79)

Tarde o temprano, tu punto de encaje adquirirá más fluidez, pero


no lo suficiente como para contrarrestar tu tendencia a ser como los
brujos antiguos: rígido e histérico. Para evitar esto, hay un medio, que los
brujos llaman el puro entendimiento. Yo lo llamo el romance con el
conocimiento. Es el impulso que los brujos utilizan para saber, para
descubrir, y para quedarse boquiabiertos de asombro y admiración con lo
que descubren. (ADE,81)

Repítete a ti mismo incesantemente que la clave de la brujería es


el misterio del punto de encaje. Si te repites esto por un tiempo, una fuerza
oculta tomará las riendas y provocará en ti los cambios apropiados.
(ADE,169)

La feminidad y la masculinidad no son estados finales, sino el


resultado de una posición específica del punto de encaje. Y el acto de

80
Libro de Citas

acomodar así el punto de encaje es, naturalmente, una cuestión de


disciplina y entrenamiento. Esta maniobra era el deleite de los brujos
antiguos, y son ellos los únicos que pueden lograrlo. (ADE,205)

Cada gran desplazamiento del punto de encaje implica


posibilidades específicas que los brujos modernos podrían aprender, si
supieran cómo fijar el punto de encaje en cualquiera de esas posiciones
por un buen rato. Solo los brujos de la antigüedad tenían el conocimiento
específico para hacer esto. (ADE,212)

No existe nada maligno. Lo único que existe en el universo es


energía; lo maligno es simplemente una configuración de la mente
humana abrumada por la fijación del punto de encaje en su posición
habitual. (ADE,232)

Existe una asombrosa cantidad de mundos asequibles a la


percepción humana. Son como esferas que todo lo incluyen y en las que
uno puede actuar y luchar, vivir y morir como en el mundo de la vida
cotidiana. (PM,14)

Los chamanes descubrieron que en el huevo luminoso total


existían, como mínimo, seiscientos sitios que son emplazamientos de
auténticos mundos. Esto significa que si el punto de encaje se fija a
cualquiera de ellos, el resultado es la entrada del practicante en un mundo
totalmente nuevo. (PM,121)

El punto de encaje de toda la humanidad está situado en el mismo


sitio, lo que proporciona a cada ser humano una visión muy parecida del
universo. (PM,14)

Don Juan insistía en que el punto de encaje no solo es el centro


donde se acumula la percepción, sino el centro donde tiene lugar la
interpretación de los datos sensoriales. (PM,122)

Los billones de filamentos luminosos del universo convergen y


atraviesan el punto de encaje convirtiendo así los datos sensoriales en la
interpretación y descripción del mundo que conocemos. Pero, en realidad,
lo que convierte las fibras luminosas en datos sensoriales es el "oscuro mar
de la conciencia". En los organismos, lo que llamamos "sentidos" no son
más que grados de conciencia. (LAI,191)

81
Cosmología

SINOPSIS

La existencia del punto de encaje se erige como una de las


revelaciones cruciales de los sabios toltecas, pero al mismo tiempo nos
precipita al incómodo enigma de su omisión en las demás tradiciones,
incluso las que más a fondo han estudiado los “chakras”, al menos en la
órbita de la teosofía. El budismo tántrico del lama Gyatso, aunque asociado
a otras nomenclaturas, sí parece destacar la existencia de este vórtice de
energía. El “átomo-simiente” de Max Heindel también podría aludir a este
punto. Pero lo cierto es que no existe, en las tradiciones esotéricas, una
teoría de la percepción que tenga paralelo con la que proponen los toltecas
con el punto de encaje.
Hay que decir, desde luego, que ligar todos los pormenores de
nuestra percepción, incluidos sentimientos y raciocinio, a las distintas
posiciones de un “vórtice de energía” podría resultar ser una magna
tautología como teoría de la percepción por cuanto deja sin explicación, a
pesar de todo, el mecanismo último que convierte la agrupación de unas
emanaciones en un mundo estable, y las leyes de asociación que
determinan unas selecciones u otras dentro de ese mundo habitual.
Sin embargo, no es éste el problema que preocupa a los videntes,
que adivinan la inaprehensibilidad de todas las causas últimas. Los toltecas
son brujos prácticos que se centran más en las posibilidades móviles y
voluntarias de este resorte de la percepción, y en las consecuencias de sus
determinadas localizaciones.
El desarrollo iniciático corre, pues, paralelo a la conciencia del
punto de encaje. Saber, o creer, que todo lo que somos, sentimos o
pensamos se cifra en la determinada posición de un imponderable punto
en el infinito espacio de la energía, fomenta ineludiblemente nuestras
actitudes más desprendidas, impersonales y nihilistas, en el sentido taoísta.
Justo la dirección contraria a la de las religiones oficiales, lo cual es buena
señal.

82
Libro de Citas

2.7. EL CONOCIMIENTO SILENCIOSO Y LA RAZÓN

Convertir en razonable la maravilla del conocimiento es


definitivamente un acto inútil, despreciable, y desastroso. (RDP,50)

La voluntad se desarrolla en un guerrero pese a toda la oposición


de la razón. (RDP,111)

Las conclusiones a las que llegamos mediante el razonamiento


tienen muy poca o ninguna influencia para alterar el curso de nuestras
vidas. (EFI,61)

Para un vidente, la razón no es más que la auto-reflexión del


inventario del hombre. Si uno pierde esa auto-reflexión, pero no pierde los
cimientos, uno vive, de verdad, una vida infinitamente más interesante,
variada y fuerte. (EFI,144)

Dos partes, obviamente separadas, existían dentro de mi ser. Una


era muy vieja, tranquila, indiferente; era pesada, oscura y estaba
conectada con todo lo demás. Era la parte de mí a la que nada le
importaba, pues era igual a toda cosa; era la parte que gozaba sin esperar
nada. La otra parte era ligera, nueva, esponjosa, agitada; era nerviosa y
rápida. Se importaba a sí misma porque se sentía insegura y no gozaba de
nada, simplemente porque carecía de la capacidad de conectarse. Estaba
sola, en la superficie, y era vulnerable. Era la parte con la que yo
observaba el mundo. (ECS,179)

Los brujos sostienen que hubo una época, al comienzo, en que el


hombre comprendió que sabía, que tenía conocimiento, pero al querer
estar consciente de ese conocimiento, paradójicamente lo perdió de vista.
El error del hombre fue querer conocer directamente lo que sabía, tal
como conocía las cosas de la vida diaria. Cuanto más deseaba ese
conocimiento, más efímero, más silencioso se volvía. El hombre renunció
al conocimiento silencioso por el mundo de la razón. Cuanto más se aferra
al mundo de la razón, más efímero se vuelve el conocimiento silencioso.
(ECS,181)

El hombre antiguo sabía, del modo más directo, qué hacer y cómo
hacerlo bien. Pero como hacía tan bien lo que hacía, comenzó a

83
Cosmología

desarrollar un cierto sentido de ser individual, con el cual adquirió la


sensación de que podría predecir y planear los actos que estaba habituado
a hacer tan bien. Así surgió la idea de un yo individual que comenzó a
dictar la naturaleza y el alcance de las acciones humanas. (ECS,183)

A medida que el conocimiento de tener un yo individual se


tornaba más fuerte, el hombre fue perdiendo su conexión natural con el
conocimiento silencioso. El hombre moderno, siendo el heredero de tal
desarrollo, se encuentra tan irremediablemente alejado del conocimiento
silencioso, la fuente de todo, que solo puede expresar su desesperación en
cínicos y violentos actos de destrucción. La causa de este cinismo y
desesperación del hombre es el fragmento de conocimiento silencioso que
aún queda en él; un ápice que hace dos cosas: una, permite al hombre
vislumbrar su antigua conexión con la fuente de todo, y dos, le hace sentir
que, sin esa conexión no tiene esperanzas de satisfacción, de logro o de
paz. (ECS,183)

El conocimiento silencioso era la posición general del punto de


encaje que hace milenios tenía el hombre. Hoy día esa posición es la razón.
(ECS,209)

La mayoría de los seres humanos no son representativos de esa


nueva posición, porque sus puntos de encaje no están situados
exactamente en la posición de la razón en sí, sino en su vecindad
inmediata. Lo mismo había sucedido en el caso del conocimiento
silencioso: tampoco los puntos de encaje de todos los seres humanos
estaban situados directamente en esa posición. (ECS,209)

Los seres humanos que tienen el punto de encaje localizado


exactamente en el sitio de la razón son los verdaderos líderes de la
humanidad. Casi siempre se trata de personas desconocidas cuyo genio es
el ejercicio de la razón. (ECS,257)

Los verdaderos líderes de la humanidad han sido siempre los


pocos seres humanos cuyos puntos de encaje están situados en el sitio
exacto de la razón o el conocimiento silencioso. El resto de la humanidad
son simplemente los espectadores. En nuestros días, son los amantes de la
razón. En el pasado eran los amantes del conocimiento silencioso. Unos y
otros eran los que admiraban y cantaban odas a los héroes de cada una de
estas posiciones. (ECS,257)

Solo el ser humano que sea un dechado de la razón puede mover

84
Libro de Citas

su punto de encaje con facilidad, para ser un dechado del conocimiento


silencioso. Solo aquellos que están justamente en una de las dos posiciones
pueden ver con claridad la otra posición; y ése había sido el modo como se
inició la era de la razón. La posición de la razón se veía claramente desde
la posición del conocimiento silencioso. (ECS,258)

La conexión entre el conocimiento silencioso y la razón es, para


los brujos, como un puente de una sola mano, llamado "interés". El
"interés" que los auténticos hombres del conocimiento silencioso tenían
por la fuente de lo que sabían. Y el otro puente de una sola mano, que
conecta la razón con el conocimiento silencioso, es llamado el "puro
entendimiento". Aquello que le dice al hombre de razón que la razón es
solamente como una estrella en un infinito de estrellas. (ECS,258)

Nuestra racionalidad nos pone entre la espada y la pared. Nuestra


tendencia es a analizar, a sopesar, a averiguar. Y no hay modo de hacer
eso desde dentro de la brujería. La brujería es el acto de llegar al lugar del
conocimiento silencioso, y el conocimiento silencioso no es analizable,
porque solo puede ser experimentado. (ECS,264)

En el nivel del conocimiento silencioso no hay nada apriorístico o


que constituya una caudal de conocimientos, ya que todo ocurre
inminentemente “ahora”. Es posible comprender información compleja
sin prolegómenos cognitivos. (PM,130)

SINOPSIS

La filosofía moderna ha mostrado siempre un interés casi


prioritario por la génesis de la razón y sus mecanismos formales. Pero solo
a través de la especulación más estricta ha podido llegar a las mismas
conclusiones que los videntes: que lenguaje y conocimiento son dos cosas
separadas (Wittgenstein).
Sin embargo, ya que era nuestro destino evolucionar hacia el
positivismo y la individualidad, la solución para regresar al espíritu no
debería hacer uso de la violencia o la desesperación. Quizás no es culpa
nuestra estar donde estamos, por mucho que así lo sugieran los símbolos
religiosos o los sofismas escolásticos.
La solución, desde luego, está en integrar espíritu y razón de

85
Cosmología

manera sobria y adecuada, y funcionar de manera impecable tanto en uno


como en otro. No se puede negar que, vistos los resultados del positivismo,
el conductismo, el materialismo, el consumismo, etc, el retorno a una
visión perceptiva más energética y trascendental comienza a ser la única
solución efectiva y, sobre todo, lógica.
Desgraciadamente, la idea que sobre la razón tienen los mismos
racionalistas es en el fondo incompleta y partidista. Cuando no demasiado
visceral. Hemos de admitir que el hombre es solo relativamente un animal
racional. Tiene esa capacidad, pero la ejerce bastante mal.

2.8. EL TONAL Y EL NAGUAL

El ser humano se divide en tonal y nagual. El tonal es la personal


social; es un guardián; el organizador del mundo. El tonal es todo lo que
somos y conocemos, todo lo que salta a la vista. El nagual es todo aquello
que no conocemos ni podemos nombrar. (RDP,162-68)

El tonal es una isla. Algo que empieza con el nacimiento y


termina con la muerte. (RDP,165-67)

Dios mismo es un objeto de nuestro tonal personal y del tonal de


los tiempos. (RDP,169)

El nagual es la inmensidad que rodea la isla del tonal. (RDP,170)

El tonal es mezquino y celoso y nos fuerza a destruir el menor


indicio de la otra parte; el nagual. (RDP,172)

La mayoría de nosotros hacemos de nuestro tonal algo débil y


monstruoso porque nos tratamos mal y nos entregamos al vicio.
(RDP,180-83)

El nagual es solo efecto, y no tiene límites. Es la única parte de


nosotros capaz de crear. (RDP,187-88)

La fibra de la voluntad es el camino al nagual. (RDP,237)

86
Libro de Citas

El nagual es atrayente más allá de todo cuanto pueda decirse, así


que nuestra decisión de regresar al tonal (una vez que nos aventuramos en
el más allá, en el nagual) no depende de nuestra razón sino de nuestra
voluntad. Por eso sobreviven tan pocos. (RDP,370)

Hay dos lados en cada tonal. Uno es la parte externa, el margen,


la superficie de la isla. Ésa es la parte relacionada con la acción y la
actuación, el lado áspero. La otra parte es la decisión y el juicio, el tonal
interno, más suave, más delicado y más complejo. Un tonal hecho y
derecho es un tonal donde los dos niveles se encuentran en perfecta
armonía y equilibrio. (RDP,191)

Un guerrero jamás deja la isla del tonal. La utiliza. (RDP,207)

Hay que hacer que el tonal ceda el control, pero que lo haga de
buen modo, con alegría. La tarea es, pues, convencer al tonal de que se
haga libre y fluido. (RDP,208)

Antes que cualquier otra cosa, lo que un brujo necesita es tener


un tonal fuerte y libre. (RDP,208)

El tonal es tímido por naturaleza. Por eso resulta fácil "encogerlo"


de vez en cuando. Sobre todo, cuando el nagual lo aterra. Un susto
repentino siempre encoge al tonal. (RDP,208,213,234)

Pero hay que proteger el tonal a cualquier costa. El arte del


guerrero es hacer que el nagual emerja para apuntalar al tonal. (RDP,214)

Hay que ser impecable en el tonal: no caer en tonterías


irracionales. Y también hay que ser impecable en el nagual: ahí no hay
tiempo para tonterías racionales. (RDP,230)

Si hay en tu isla demasiados objetos innecesarios no podrás


sostener un encuentro con el nagual. Hay que barrer la isla y mantenerla
limpia: es la única alternativa. (RDP,231-32)

La expresión del nagual es según el temperamento personal del


guerrero. (RDP,237)

Desde el punto de vista de un brujo, cuando no entiendes es


cuando vas bien. Intentar explicar el nagual con el tonal es una

87
Cosmología

abominación. El nagual es solo para presenciarse. (RDP,252-53)

El verdadero cambio drástico en la vida del guerrero debe


operarse en la isla de su tonal. (RDP,302)

Más que barrer la isla del tonal se trata de cambiar la


preeminencia de sus elementos. (RDP,316)

Limpiar la isla del tonal significa reagrupar todos sus elementos


en la mitad derecha, la de la razón, y dejar completamente limpia la mitad
izquierda, la de la voluntad, para abrir por ese lado la burbuja de la
percepción. Cualquier otra acomodación es maligna. (RDP,332)

El tonal no sabe que las decisiones están en el terreno del nagual.


(RDP,324)

Hay que usar voluntariamente el tonal para dar sentido a las


visiones del nagual. El tonal es la única herramienta de que disponemos.
(RDP,354)

El nagual es lo impronunciable. Todos los seres flotan en él


apacible y constantemente. Entonces, la "cola de la vida" pega a algunos de
ellos. Somos racimos. Y en la muerte, todos los elementos vuelven a
desintegrarse, como si nunca hubieran sido una unidad. Un guerrero
puede aventurarse en el nagual y, con su voluntad, dejar que su "racimo"
se reorganice en todas las formas posibles. La forma humana es quizás la
más dulce, pero hay infinitas formas más. (RDP,356-57)

La razón misma no hace sino reflejar un orden externo del que no


sabe nada: el tonal es tan incomprensible como el nagual. (RDP,361)

Es más bien un asunto lento: el cuerpo, en el momento adecuado,


y bajo las apropiadas circunstancias de impecabilidad, agrupa su
conocimiento sin la intervención de la voluntad. (EDA,268)

La brujería le mantenía en un inigualable estado de fuerza y


vitalidad. La energía de los brujos, remarcó Don Juan, es visible al ojo
físico como juventud y vigor. (ADE,132)

El extraordinario equilibrio físico y mental que mostraban (los


brujos del grupo de Don Juan) era el rasgo que más los caracterizaba.
(PM,11)

88
Libro de Citas

SINOPSIS

El recurso de dividir a la persona total en dos únicas y


primordiales instancias, el tonal y el nagual, es utilizado por Don Juan en
las primeras etapas del aprendizaje de Carlos para mostrarle que, en el
plano práctico, son exclusivamente esas dos las herramientas que ha de
trabajar un guerrero para reformar su ser.
Más adelante, las identificaciones entre estas dos instancias y las
dos primeras atenciones, o las relaciones de todas ellas con el misterio de
la tercera atención, podrán revestir caracteres más especulativos y menos
didácticos.
Pero en una primera etapa, es fundamental que el aprendiz
comprenda que todo su ser social, su cuerpo, sus pensamientos, su
aspecto, su trabajo, es decir, su tonal, ha de estar completamente limpio y
en orden para permitir emerger a la parte profunda y prodigiosa de uno
mismo: el nagual.
El mismo Don Juan, y sus compañeros videntes, exhibían el
inesperado aval de su formidable aspecto físico, y hay pasajes en los que se
muestra a Carlos la estrecha correspondencia entre un cuerpo achacoso y
un mal uso del tonal.
De hecho, una de las claves del impacto de la obra de Castaneda
es la presentación de esa nueva imagen corporal del anciano sabio, muy
distinta y mucho más verosímil que la del decrépito y enfermizo anacoreta
a que nos tenían acostumbrados las culturas populares. En un verdadero
iniciado, la vejez no debería ser un proceso degenerativo. Haya sido
recogido o no en los estudios críticos, éste es uno de los aciertos más
influyentes y originales del sistema. Su importancia, precisamente en una
sociedad que vive volcada sobre la imagen personal, es y ha sido
inconfesablemente capital.

2.9. LA FORMA HUMANA Y EL MOLDE HUMANO

La forma humana es una fuerza "viscosa", que nos posee toda

89
Cosmología

nuestra vida, y no nos abandona hasta el momento de la muerte; una


fuerza que nos hace ver lo que somos. (SAP,174)

No hay manera de cambiar de hábitos sin perder la forma


humana. (SAP,174)

Lo que sentía (al perder la forma humana) no era una


indiferencia voluntaria, o negligencia; tampoco se trataba de una
enajenación o del deseo de la soledad. Más bien era un extraño
sentimiento de lejanía, una capacidad de sumergirme en el momento
actual sin tener pensamiento alguno. Las acciones de la gente ya no me
afectaban, porque yo no tenía ninguna expectativa. La fuerza que
gobernaba mi vida era una extraña paz. Sentí que de alguna manera había
adoptado uno de los conceptos de la vida del guerrero: el desapego.
(EDA,118)

El resultado final de perder la forma humana me llevó no solo a la


buscada y ansiada condición del desapego, sino también a la ejecución
completa de la ilusiva tarea de recordar. (EDA,119)

Durante los años en que conocí a don Juan experimenté una


disminución uniforme de mis lazos personales con el mundo, pero esto
ocurrió en un plano intelectual; en mi vida de todos los días seguí sin
cambiar hasta el momento en que perdí la forma humana. (EDA,119)

Los videntes describen la forma humana como la fuerza


apremiante del alineamiento de las emanaciones, encendidas por el
resplandor de la conciencia, en el sitio preciso en el que se encuentra
normalmente el punto de encaje. Es la fuerza que nos convierte en
personas. Así que ser una persona es ser forzado a afiliarse con esa fuerza
de alineamiento y, en consecuencia, a afiliarse con el sitio preciso donde se
origina. Debido a sus actividades, en el momento dado, los puntos de
encaje de los guerreros se desplazan hacia la izquierda. Es un
desplazamiento permanente, que resulta de un excepcional sentido de
indiferencia, de control o incluso de abandono. Ese desplazamiento
implica un nuevo alineamiento de emanaciones, y es el principio de una
serie de cambios mayores. De manera muy apropiada, los videntes llaman
a este cambio inicial “perder la forma humana”, porque el movimiento
inexorable del punto de encaje, que se aleja de su posición original, resulta
en la pérdida irreversible de nuestra afiliación a la fuerza que nos hace
personas. (EFI,249)

90
Libro de Citas

El molde del hombre es el enorme racimo de emanaciones de la


banda orgánica que llena el interior del capullo humano. Es la porción de
emanaciones del Águila que los videntes pueden ver directamente sin
peligro alguno para ellos. (EFI,285-86)

El molde humano es un patrón de energía que sirve para


imprimir las cualidades de lo humano sobre una burbuja amorfa de
materia biológica. No es un creador, sino el molde de todos los atributos
humanos que podamos concebir; un cuño que nos moldea en una forma
particular, no un Dios que nos crea de la nada a su imagen y semejanza.
Así pues, caer de rodillas en presencia del molde humano exuda
arrogancia y autocentrismo humano. Cualquiera que vea el molde del
hombre supone automáticamente que es Dios. (EFI,287-88)

Uno de los aspectos más sólidos de nuestro inventario es nuestra


idea de Dios. Ese aspecto es como una goma muy pegajosa que liga al
punto de encaje a su posición original. (EFI,285)

Los nuevos videntes eran los únicos que tenían la sobriedad para
"ver" el molde del hombre y para entender lo que es. (EFI,288)

Lo que llamamos Dios es un prototipo estático de lo humano, sin


poder alguno. El molde del hombre no puede, bajo ninguna circunstancia,
ayudarnos interviniendo a nuestro favor, ni puede castigarnos por
nuestras maldades, ni recompensarnos de ninguna manera. Somos
simplemente el producto de su sello, somos su impresión. El molde del
hombre es exactamente lo que dice su nombre, un cuño, una forma, una
moldura que agrupa un haz particular de elementos, de fibras luminosas,
que llamamos hombre. (EFI,289)

El crimen imperdonable de los videntes fortuitos es que nos han


hecho enfocar nuestra energía irreemplazable en algo que no tiene
absolutamente ningún poder para hacer nada. (EFI,289)

El molde es simplemente una fase, un momento de respiro que


brinda paz y serenidad transitoria a aquellos que viajan a lo desconocido;
pero es algo estéril, estático. Es a la vez una imagen plana reflejada en un
espejo y el espejo en sí. Y la imagen es la imagen del hombre. (EFI,290)

Mientras contemplaba la luz con toda la pasión de que yo era


capaz, la luz pareció condensarse y vi a un hombre. Un hombre brillante
que exudaba carisma, amor, comprensión, sinceridad, verdad. Un hombre

91
Cosmología

que era la suma total de todo lo que es bueno. El fervor que sentí al ver a
ese hombre traspasaba todo lo que había sentido en la vida. Caí de rodillas.
Quería adorar a Dios personificado, pero Don Juan intervino y me golpeó
en la parte superior izquierda del pecho, cerca de la clavícula, y perdí de
vista a Dios. Don Juan se burló de mí. Me llamó piadoso y descuidado y
dijo que ahora podía hacerme pasar por un líder espiritual que había
tenido una visión fortuita de Dios... (EFI,290)

Al principio vemos el molde como un varón (o una mujer si


somos mujeres), por ese deseo inevitable que tenemos de presentar lo
incomprensible en términos familiares. Más adelante, el molde es una
cálida y resplandeciente luz ambarina, una luz infinita. (EFI,293)

Los nuevos videntes recomiendan ver y comprender el molde


porque la posición del punto de encaje en que uno lo ve es muy cercana a
la del cuerpo de ensueño y la barrera de la percepción. (EFI,294)

Los seres humanos llevan a cabo una estupenda maniobra de


percepción que, lamentablemente, crea un equívoco, un falso frente:
asimilan toda la afluencia de pura energía que discurre por el universo y
la convierten en datos sensoriales que interpretan según un severo sistema
que los chamanes denominan “la forma humana”. (PM,44)

SINOPSIS

La forma y el molde humanos son dos conceptos muy impactantes


y extraños en la espiritualidad tolteca y en la historia de la espiritualidad
en general. Parecen estar íntimamente relacionados, por cuanto ambos son
expresiones energéticas de la cualidad genérica humana.
La forma, por un lado, parece hacer referencia a una fuerza
cohesionadora e interior que cada guerrero ha de extraer fuera de sí, a
veces sufriendo complejas sintomatologías físicas que bien pudieran
parecer un cuadro clínico, para liberarse de los hábitos y automatismos
mentales que le obligan a comportarse de manera humana.
El molde, por otro lado, parece más bien una energía externa
constituida por los atributos que cada especie, en este caso la humana,
tiene por perfectos. El molde es como el arquetipo energético del ideal
humano, el sello original que nos conforma, como seres amorfos, en la
dirección humana.

92
Libro de Citas

En ninguna parte se explica, no obstante, cuándo acaece esa


impresión, o de dónde viene el molde, o por qué somos tan imperfectos si
nuestro molde no lo es. Es de lamentar que estas dos instancias, tanto el
molde como la forma, estén explicados de manera tan tangencial y
anecdótica, presentando tantas lagunas teóricas, pues pueden ser
importantes las consecuencias del desconocimiento de estas instancias por
parte tanto del místico como del hombre común.
Nos referimos al hecho de que pueden ser muchedumbre los
videntes fortuitos, espontáneos, que han sufrido los accesos de la
experiencia de "perder la forma humana" y, en consecuencia, o bien han
sido peregrinamente diagnosticados por los médicos, o bien han pasado a
engrosar las listas de sujetos con episodios de esquizofrenia.
Pero aún más grave que el rechazo a admitir que ciertas dolencias
puedan tener un origen legítimamente espiritual es, y Don Juan insiste en
esto, la proverbial confusión entre la visión fortuita del "molde", una visión
que todos podemos, y deberíamos, percibir al alcanzar cierto estadío
espiritual, y las apariciones de un supuesto Jesucristo, Virgen María o Dios
todopoderoso que nos crea a "su imagen y semejanza", todos ellos, por
supuesto, deslumbrantes en su ineludible magnificencia y perfección. La
historia de la mística, y la de las fundaciones religiosas, puede estar
plagada de este tipo de errores.

2.10. LA VOLUNTAD

Las fibras de la voluntad, para un vidente, aparecen como unos


tentáculos de luz que emanan de un punto debajo del ombligo; unas fibras
con las que el brujo puede realizar hazañas magníficas. (URA,124-27)

Negarse cosas no es tener voluntad, sino un modo de entrega.


Quizás el peor de todos. La voluntad no es pensamiento. (URA,169)

La voluntad es un poder: algo que el hombre usa para ganar una


batalla que según todos los cálculos debería perder. La voluntad te hace
invulnerable. (URA,169)

La voluntad es la fuerza que liga verdaderamente a los hombres

93
Cosmología

con su mundo percibido, sea éste de la clase que sea. (URA,170)

Un guerrero sabe que espera a su voluntad; así que asiste paciente


a su proceso de aparición: primero con pequeñas manifestaciones de
poder, luego con dolores, y finalmente con una sensación que sale de su
abdomen (arriba o abajo del ombligo). (URA,176)

Un brujo puede usar su voluntad para dejar que la muerte le


“expanda” y luego volver a unirse. También la usa para interferir, para
aplicarla a la “coyuntura clave” de una determinada situación, y lograr un
efecto. Pero la vejez debilita la voluntad... (URA,228-29)

La mirada del brujo en el ojo derecho de otra persona,


“agarrándolo” con la voluntad, detiene el diálogo interno. Así fue como
Don Juan “enganchó” a Carlos la primera vez que se vieron. (RDP,307)

Los nuevos videntes llamaron “voluntad” a la energía del


alineamiento; y la entendieron como un estallido de energía, ciego,
impersonal, ininterrumpido, que nos hace comportarnos como lo
hacemos. La voluntad es responsable de la localización del punto de encaje
en su posición acostumbrada. El alineamiento es renovado incesantemente
para conferirle así continuidad a la percepción. Para renovar cada vez el
alineamiento con el frescor que necesita para crear un mundo vivo, la
descarga de energía que procede de esos mismos alineamientos se redirige
automáticamente para reforzar algunos alineamientos selectos. (EFI,198)

SINOPSIS
En los libros de Castaneda se habla de la voluntad en tres
contextos distintos: Uno, como unas fibras o tentáculos que salen del
chakra del ombligo (hara, muladara), y que nos permiten realizar
estupendas hazañas físicas, relacionadas con el equilibrio, saltos, etc. Hay
referentes de esto en las artes marciales orientales. Dos, como el poder
personal que utiliza el guerrero a la hora de tratar con el nagual, con lo
desconocido, en contrapartida con la razón, que es el poder que utilizamos
para poner en orden el tonal. Y tres, en un contexto más teorético, como la
energía del “alineamiento”, un momento energético determinado en el
proceso de formación de la conciencia, y cuyo resultado final es el “intento
personalizado”. (EFI,198)
Aunque la hilazón no salta a la vista, ha de haber una profunda

94
Libro de Citas

relación entre estos tres fenómenos, ya que gozan del mismo título. No
podemos, desde luego, asociar sin más el concepto tolteca de voluntad con
esa capacidad de tesón, propósito y determinación con que habitualmente
lo entendemos en nuestra cultura. La voluntad, para los brujos, es una
fuerza muy compleja y misteriosa.
Pero lo que sin duda hace que para los guerreros sea urgente y
prioritario cultivar esta fuerza es el hecho de que las decisiones que
hagamos en el nagual, en el otro mundo, no dependen de nuestra razón
sino de nuestra voluntad. Sin ella, no hay manera de sustraerse al
arrebatador atractivo del nagual. Nuestra razón nos convencería de que se
está mucho mejor allí, y no regresaríamos. Solo una decisión sostenida con
firmeza por la voluntad nos podría devolver al “crudo” mundo del tonal, a
la miserable condición de nuestro mundo físico habitual. (RDP,370)

2.11. EL PODER PERSONAL

El verdadero saber es poder. Precisamente porque hay que


trabajar duro para aprenderlo. (EDJ,75)

El poder es algo indefinible. Algo que controla nuestros actos y a


la vez obedece nuestro mandato. (VAI,143)

No hay poder en los cementerios. Sí lo hay en los huesos de un


guerrero, pero estos no están nunca en los cementerios. (VAI,155)

El poder es un sentimiento que uno tiene sobre ciertas cosas. El


poder es personal. Pertenece a uno nada más. (VAI,175)

Para tener y disponer del poder, hay que tenerlo por principio de
cuentas. Se necesita poder hasta para concebir qué es el poder.
(VAI,191,230)

Aventurarse en lo desconocido sin ningún poder es estúpido. Solo


se encuentra la muerte. (VAI,192)

Yo también pasé por las mismas dudas. Sin embargo, pese a mi

95
Cosmología

estupidez, junté suficiente poder, y un día mi poder personal hizo


desplomarse el mundo. (VAI,193)

Se necesita luchar toda una vida para estar a solas en el mundo


del poder. (VAI,194)

Un hombre no es más que la suma de su poder personal, y esa


suma determina cómo vive y cómo muere. (VAI,221)

El poder personal es un sentimiento. Algo como tener suerte. Un


estado de ánimo. (VAI,221)

Carlos pregunta: "¿qué debo hacer?"; y Don Juan le responde:


"Nada. Sigue como vas. El poder hallará el modo". (VAI,230)

Un guerrero es impecable cuando confía en su poder personal,


sea éste grande o pequeño. (VAI,235)

El poder tiene la peculiaridad de que no se nota cuando se lo está


guardando. (VAI,248)

Al concentrar nuestra atención (o nuestro no-hacer) en un objeto


durante un buen rato, este objeto se impregna poderosamente de nuestra
energía, así que luego hay que enterrarlo, o convertirlo en un objeto de
poder. Hay que tener cuidado. El peso de nuestra preocupación puede
haber convertido a ese objeto en algo sin ningún chiste. (VAI,265)

Si no tienes poder personal da igual que se te revele la sabiduría


más grande: no entenderás nada. En cambio, si tienes poder, una sola
palabra puede cambiar tu vida. Por ejemplo: "Puedes extenderte hasta el
infinito" y "Un momento puede ser la eternidad" son dos revelaciones
inservibles para quien no tiene poder. (RDP,1819)

Una vez hiciste una oferta al poder, y esa oferta no se puede


retirar. (RDP,194)

Son muy pocos, muy pocos los hombres con poder personal
suficiente para emprender el camino. (RDP,303)

La costumbre de un brujo es no desperdiciar su poder, sus


ganancias. (EDA,58)

96
Libro de Citas

No hay pasos específicos para todo lo que hace un guerrero. Solo


hay poder personal. (EDA,134)

Los hombres "guardan" sus sentimientos en el pecho. Las mujeres


en el útero. Cuando un guerrero se despide de un sitio para siempre, ha de
atrapar el sentimiento que deja atrás y "clavárselo" en el pecho. (SAP,118)

Para entender y corroborar las verdades del estar consciente de


ser no se necesita raciocinio sino energía, poder personal. (EFI,133)

La libertad es el don del Águila al hombre. Desgraciadamente,


muy pocos hombres entienden que, para poder aceptar tan magnífico don,
lo único que necesitamos es tener suficiente energía. (EFI,325)

Las palabras tienen un tremendo poder e importancia y son la


propiedad mágica de quien las piensa. (ECS,111)

La verdadera dificultad no está en mover el punto de encaje ni en


romper la continuidad. La verdadera dificultad está en tener energía.
(ECS,287)

Todo cuanto hacen los brujos es una consecuencia del


movimiento de sus puntos de encaje, y esos movimientos están regidos por
la cantidad de energía que los brujos tienen a su disposición. (ECS,178)

Cada ser humano tiene una cantidad inherente de energía,


cantidad cuyo aumento o disminución no está sometida a los embates de
fuerzas externas. Dicha cantidad de energía basta para conseguir lo que
los brujos consideran la obsesión de la especie humana: trascender los
parámetros de la percepción normal. Don Juan estaba seguro de que
nuestra incapacidad de romper con dichos parámetros se debía a nuestra
cultura y entorno social. (PM,10)

SINOPSIS

El poder personal es el nombre que Don Juan da, en los primeros


libros, a lo que, más adelante, llama finalmente “tener energía”. Aunque
resulta un poco desorientador, es muy frecuente, a lo largo de la obra,

97
Cosmología

comprobar cómo ciertos conceptos reciben distinto nombre e incluso


definición según se amplía el contexto explicativo.
Cuando decimos que la brujería es “ahorrar energía” podríamos,
pues, decir también que es ahorrar poder personal, y que, por ende, solo
los hombres con poder personal suficiente pueden acceder a los secretos
del más allá.
Sin embargo, al calificar de “personal” a ese poder, a esa energía
que todos poseemos o debemos almacenar, se establece una suerte de
diferencia cualitativa entre unas y otras. Ya no es solo cuestión de “mucha
o poca” (energía).
Más adelante, al hablar de la energía sexual, Don Juan explica
que lo que determina principalmente el nivel de energía que, por
principio o de manera innata, posee una persona, es la “pasión” o el
“aburrimiento” con que sus progenitores hicieron el amor en la ocasión
en que fue concebido.
El poder personal no es exacta o solamente una cuestión de vigor
o vitalidad o magnetismo o “suerte”. Es sobre todo un vínculo especial con
el espíritu, algo que te hace comprender con más facilidad que los demás
los designios del Conocimiento. Una fortaleza espiritual. La “vitalidad” es
más bien una resultante, una consecuencia lógica.

2.12. LA IMPORTANCIA PERSONAL

La importancia personal es nuestro mayor enemigo. Aquello que


nos debilita es sentirnos ofendidos por los hechos y malhechos de nuestros
semejantes. Nuestra importancia personal requiere que pasemos la mayor
parte de nuestras vidas ofendidos por alguien. (EFI,38)

Hay que llevar a cabo todos los esfuerzos posibles para erradicar
la importancia personal de la vida de los guerreros. Sin importancia
personal somos invulnerables. (EFI,38)

La importancia personal no puede combatirse con"delicadezas".


(Hay que atajarla, si es preciso, con medidas drásticas) (EFI,39)

Los videntes, antiguos y nuevos, se dividen en dos categorías. La

98
Libro de Citas

primera está integrada por aquellos que están dispuestos a ejercer control
sobre sí mismos. Estos videntes son los que pueden canalizar sus
actividades hacia objetivos pragmáticos que beneficiarían a otros videntes
y al hombre en general. La otra categoría está compuesta de aquellos a
quienes no les importan ni el control de sí mismos ni ningún objetivo
pragmático. Se piensa de manera unánime entre los videntes que estos
últimos no han podido resolver el problema de la importancia personal.
(EFI,40)

La importancia personal no es algo sencillo e ingenuo. Por una


parte, es el núcleo de todo lo que tiene valor en nosotros, y por otra, el
núcleo de toda nuestra podredumbre. Deshacerse de la importancia
personal requiere una obra maestra de estrategia. Los videntes de todas las
épocas han conferido las más altas alabanzas a quienes lo han logrado.
(EFI,3840)

Los guerreros hacen inventarios estratégicos. Hacen listas de sus


actividades y sus intereses. Y luego deciden cuáles de ellos pueden
cambiarse para, de ese modo, dar un descanso a su gasto de energía. En los
inventarios estratégicos de los guerreros, la importancia personal figura
como la actividad que consume mayor cantidad de energía, y por eso se
esfuerzan por erradicarla, por liberar esa energía para enfrentarse con ella
a lo desconocido. La acción de recanalizar esa energía es (otra forma de
entender lo que llamamos) la impecabilidad. (EFI,40)

Los seis elementos del acecho (ver más adelante, en el capítulo


sobre el acecho) son la estrategia más efectiva para librarse de la
importancia personal. (EFI,41)

Los guerreros se preparan para tener conciencia, y la conciencia


total solo les llega cuando ya no queda en ellos nada de importancia
personal. Solo cuando son nada se convierten en todo. (EFI,153)

De todas las premisas del camino del guerrero, la más efectiva es


"perder la importancia personal". Pues nuestro más pernicioso desgaste de
energía es la compulsiva presentación y defensa del yo; la preocupación
acerca de ser o no admirados, queridos, o aceptados. (ADE,45)

Así son los hombres: les encanta que se les diga lo que deben
hacer, pero les gusta mucho más resistirse a hacerlo. (SAP,246)

Lo que acaba con la importancia personal es haber comprendido

99
Cosmología

que la realidad es tan solo una interpretación que hacemos. (EFI,49)

Cualquier movimiento del punto de encaje significa alejarse de la


excesiva preocupación con el yo individual, de la imagen de sí y, por
consiguiente, de la importancia personal. (ECS,184)

La importancia personal es la fuerza generada por la imagen de


sí. Es esa fuerza la que mantiene al punto de encaje fijo en su posición
habitual. Por ese motivo, la meta de todo cuanto hacen los brujos es el
destronar la importancia personal. (ECS,184)

La importancia personal es, en realidad, la compasión por sí


mismo disfrazada, la cual es el verdadero enemigo y la fuente de la miseria
del hombre. (ECS,184)

La posición habitual y la imagen de sí obligan al punto de encaje


a armar un mundo de falsa compasión, pero de crueldad y egoísmo muy
reales. (ECS,187)

Hay que estar consciente de que la importancia personal es la


fuerza que mantiene fijo al punto de encaje y, que si se restringe la
importancia personal, la energía que naturalmente requiere y emplea
queda libre. Esa energía libre y no malgastada es la que llama al espíritu y
sirve entonces como un trampolín automático que lanza al punto de
encaje, instantáneamente y sin premeditación, a un viaje inconcebible.
(ECS,195)

Una vez que se ha movido el punto de encaje, puesto que el


movimiento en sí representa un alejamiento de la imagen de sí, se
desarrolla un claro y fuerte vínculo de conexión con el espíritu. Después
de todo, es la imagen de sí lo que había desconectado al hombre del
espíritu. (ECS,195)

La única ayuda concreta que has obtenido de mí es que yo ataco


tu imagen de sí. Si no fuera por eso estarías perdiendo el tiempo conmigo.
Ésa es la única ayuda real que has obtenido de mí. (ECS,194)

Los seres humanos son “criaturas de inventario”. Conocer los


pormenores de cualquier inventario es lo que convierte a un hombre en
erudito o experto en su terreno. Los brujos saben que, cuando una persona
común y corriente encuentra una falta en su inventario, o bien extiende su
inventario o el mundo de su imagen de sí se derrumba. (ECS,201)

100
Libro de Citas

El inventario “es” la mente. Los brujos cuentan con eso cuando


tratan de romper el espejo de la imagen de sí. (ECS,201)

La idea de lo abstracto, del espíritu, es lo único que tiene


importancia. La idea del yo personal no tiene el menor valor. (ECS,228)

Una de las cosas más dramáticas de la condición humana es la


macabra conexión entre la estupidez y la imagen de sí. Es la estupidez la
que nos obliga a descartar cualquier cosa que no se ajuste a las
expectativas de nuestra imagen de sí. (ECS,229)

Puesto que nuestra mente es nuestra racionalidad, y nuestra


racionalidad es nuestra imagen de sí, cualquier cosa que esté más allá de
nuestra imagen de sí o bien nos atrae o nos horroriza, según qué tipo de
persona seamos. (ECS,237)

Para el nagual Julián, la importancia personal era un monstruo


de mil cabezas y había tres maneras en que uno podía enfrentarse a él y
destruirlo. La primera manera consistía en cortar una cabeza por vez; la
segunda era alcanzar ese misterioso estado de ser llamado “el sitio donde
no hay compasión”, el cual aniquila la importancia personal matándola
lentamente de hambre; y la tercera manera era pagar por la aniquilación
instantánea del monstruo de las mil cabezas con la muerte "simbólica" de
uno mismo (el "boleto para ir a la impecabilidad"). (ECS,269)

En la misma medida en que el rito obliga al hombre común y


corriente a construir enormes iglesias que son verdaderos “monumentos a
la importancia personal”, también obliga a los brujos (pervertidos) a
construir edificios de morbidez y obsesión. (ECS,282)

El espejo de la imagen de sí es sumamente poderoso y solo suelta a


sus víctimas después de una lucha feroz. (ECS,285)

La característica de la gente normal es que compartimos una daga


metafórica: la preocupación con nuestro reflejo. Con esa daga nos
cortamos y sangramos. La tarea de las cadenas de nuestro reflejo es darnos
la idea de que todos sangramos juntos, de que compartimos algo
maravilloso: nuestra humanidad. Pero si examináramos lo que nos pasa,
descubriríamos que estamos sangrando a solas, que no compartimos nada,
y que todo lo que hacemos es jugar con una obra del hombre: nuestro
predecible reflejo. (ECS,122)

101
Cosmología

SINOPSIS

El poder personal es decididamente un bien, pero otra cosa muy


distinta es la importancia personal, el egocentrismo, el orgullo, el núcleo
principal sobre el que descansa nuestra ceguera e ineptitud espiritual, que
acaba convirtiendo el proceso de socialización en nuestra más inevitable
esclavitud.
La vanidad, el creerse alguien, el cultivo del ego y de la “persona”
(precisamente como máscara existencial), es nuestra preocupación más
dañina y ancestral, y no hay parcela de nuestra vida libre de su funesta
influencia.
Si trabajamos, si pensamos, si amamos, si deseamos, incluso si
enfermamos y nos morimos, todo lo hacemos porque eso es lo que se
espera de nosotros, por el qué dirán, por ajustarlo a nuestra imagen íntima
del hombre apreciado y poderoso.
Los mecanismos de la importancia personal son retorcidos e
inaprehensibles. Ya es difícil eliminar la vanidad en un triunfador, un
poderoso, un intelectual; pero aún lo es más llegar a concebir que
precisamente un hombre de conocimiento, un sabio, se tenga por “nada”.
La espiritualidad oriental abunda en este conflicto. El taoísmo, y
especialmente Chuang-Tzú, lo hacen con especial agudeza, si es que no lo
convierten en el eje principal de su filosofía.
El mundo es rígido e inalterable solo porque nuestra máscara,
nuestra imagen de nosotros mismos, así lo precisa para defenderse del
terror a lo desconocido, a la abstracta posibilidad de ser libres.

2.13. LA ENERGÍA SEXUAL

Una persona completa es aquella que nunca ha tenido niños.


Cuando una persona queda incompleta se vacía realmente, como una
calabaza ahuecada; su huevo luminoso presenta un gran agujero en la

102
Libro de Citas

parte media. (SAP,135,138,148)

Para entrar en el otro mundo uno debe estar completo. Sin


agujeros ni remiendos. (SAP,149)

Hay un método para recuperar la plenitud: negar el cariño, o más


exactamente, la preocupación por tus hijos, y arrebatarles su energía con
tu costado izquierdo... (SAP,149-51)

Una persona que recupera su integridad está equilibrada, en


tanto que una que siempre ha estado completa está un poco
desequilibrada. (SAP,153)

La "fuerza de espíritu", la energía, de la persona que muere, va a


parar a sus padres; y si estos han muerto, a aquél de sus hijos que esté
completo, o al que tenga más poder personal. (SAP,258)

Los cuerpos de las "hermanitas" estaban impenetrablemente


cerrados. No les preocupaba el sexo. (EDA,49)

Ser guerrero implica llevar una austera vida de celibato total.


(EDA,119)

La energía sexual es algo de extrema importancia que debe ser


controlado y usado con mucho tino. (EFI,82)

Silvio Manuel, Emilio y Genaro no tenían energía suficiente para


el sexo porque eran el resultado de "concepciones" aburridas. Debían
abstenerse de relaciones sexuales si querían almacenar la poca energía
que tenían. A los demás, el nagual Julián les dijo que podían hacer lo que
quisieran con su energía sexual, pero recomendó que se controlaran y que
entendieran que el comando del Águila es que el fulgor de la conciencia
de ser se da a través del acto sexual. (EFI,82)

Durante el acto sexual, las emanaciones internas de los capullos


de ambos participantes se agitan hasta un punto culminante en que dos
trozos de energía consciente se separan de ambos capullos para fusionarse.
(EFI,83)

El acto sexual es siempre una donación de conciencia aunque ese


regalo no se consolide y cree un nuevo ser viviente. (EFI,83)

103
Cosmología

Para los guerreros, la única energía que poseemos es la energía


sexual, dadora de vida. (EFI,84)

Si los guerreros quieren tener la suficiente fuerza para "ver"


tienen que volverse avaros con su energía sexual. (EFI,84)

La sensualidad del hombre no tiene nada de malo. Lo malo es


ignorar su naturaleza mágica. (EFI,84)

Es un error desperdiciar la fuerza dadora de vida y no tener hijos,


pero también es un error no saber que al tener hijos uno disminuye el
fulgor de la conciencia. Los videntes ven que, al tener un hijo, el fulgor de
la conciencia de los padres disminuye mientras que el de la criatura
aumenta. En algunos padres débiles y nerviosos, ese fulgor desaparece casi
por completo. (EFI,84)

Mi temor era que debido a la estupidez perdería mi oportunidad


de ser libre y repetiría la vida de mi padre. Y no es que la vida de mi padre
tuviera nada de malo. Vivió y murió ni mejor ni peor que la mayoría de los
hombres. Lo importante era que mi punto de encaje se movió y que un día
me dí cuenta de que la vida y la muerte de mi padre no tuvieron ningún
significado, ni para otros ni para él mismo. Mi benefactor me dijo que mi
padre y mi madre vivieron y murieron solo para tenerme a mí, y que sus
propios padres hicieron lo mismo por ellos. Dijo que los guerreros son
diferentes porque mueven sus puntos de encaje lo suficiente para darse
cuenta del tremendo precio que se ha pagado por sus vidas. Este
movimiento les da el respeto y el terror reverente que sus padres jamás
sintieron por la vida en general, o por el estar vivo en particular. (EFI,226)

El nagual Elías pensaba que la energía sexual nos había sido dada
para que la utilicemos en "ensoñar". (ECS,62)

Se necesita energía sexual para ensoñar, así que cuando se disipa


esa energía en el acto sexual, los resultados son desastrosos. (ECS,63)

Si no tienes cuidado con tu energía sexual, si ésta no se halla en


equilibrio, ya puedes irte acostumbrando a los movimientos erráticos de tu
punto de encaje. (ECS,63)

Nuestra energía sexual es lo que gobierna el ensueño. El nagual


Elías me enseñó que, o haces el amor con tu energía sexual o ensueñas con
ella. No hay otro camino. (ECS,63)

104
Libro de Citas

Solo cuando mi energía sexual se liberó del mundo, cayó todo en


su sitio. Esa es la regla para los ensoñadores. Los acechadores son lo
opuesto. El nagual Julián, por ejemplo, era un libertino sexual como
hombre común y corriente y como nagual. (ECS,63)

El nagual Elías poseía la sobriedad que sólo adquieren los


soñadores tras inconcebibles batallas consigo mismos. (ECS,63)

La función primaria de la matriz es la reproducción, pero a los


chamanes solo les interesa lo que consideran su función secundaria (y
energética): la evolución. En el caso de los brujos, la evolución de la matriz
es el despertar y el aprovechamiento pleno de su capacidad para procesar
conocimientos directos sin el auxilio de los procesos de interpretación que
todos conocemos. (PM,74)

A los antiguos chamanes les resultaba paradójico que la mujer


tuviese a su disposición, gracias a su matriz, un poder infinito, y que sin
embargo no se interesara por conseguirlo. Don Juan estaba convencido de
que esta falta de deseo no era natural, sino adquirida. (PM,75)

La función secundaria de los órganos sexuales masculinos


corresponde a algo que los chamanes denominan “apoyo evolutivo”: una
especie de trampolín que catapulta a los hombres y los lleva a realizar
hazañas extraordinarias de lo que los chamanes del antiguo México
denominaban “intento inflexible” o propósito y concentración lúcidos.
(PM,79)

La ventaja de las mujeres radica en su capacidad de trasladar la


función interpretativa del punto de encaje a la matriz. (PM,76)

SINOPSIS

Es de nuestra propia conciencia de la que se nutren nuestros hijos


para crecer, y es también nuestra conciencia irrecuperable la que
perdemos cada vez que hacemos el amor, creando además desgastadores
lazos energéticos en el caso de las mujeres.
Una y otra vez se nos insiste en que no tenemos otra energía que

105
Cosmología

la sexual para acceder al ensueño (aserto que recuerda mucho a la


freudiana sublimación de la libido), pero la recomendación inevitable que
se sigue de esto, el celibato total, choca diametralmente con una cultura
recién emancipada de las represiones eclesiales, y no digamos con las
políticas de fomento de la institución familiar.
El conflicto está servido, sobre todo porque, además, es en el tema
sexual donde tenemos todos nuestro más obsesivo escollo y caballo de
batalla para alcanzar la madurez psicológica y espiritual.
¿Soluciones? Harían mejor los gobiernos en enseñarnos técnicas
tántricas de control sexual, técnicas que nos enseñan que orgasmo y
eyaculación son dos cosas distintas, antes que repartir artilugios sintéticos
que al fin y al cabo no impiden nuestra frustrante pérdida de energía.
Una cosa sí está clara: Occidente ha perdido hace mucho tiempo
el norte de lo que significa la vida sexual. Si las ideas toltecas sirven para
revisar el sentido profundo de esta pulsión, estimulando la reflexión bajo
presupuestos nuevos, bienvenidas sean. Por muy radicales que parezcan.

2.14. LA TIERRA
TIERRA

La tierra es la predilección de los guerreros. Para un guerrero no


puede haber amor más grande. (RDP,381)

La tierra sabe que Genaro la ama, y por eso lo cuida. Por eso la
vida de Genaro está llena hasta el borde, y su estado, donde quiera que él
se encuentre, siempre será la abundancia. Genaro recorre las sendas de su
ser amado, y en cualquier sitio que esté, está completo. (RDP,381)

Solamente si uno ama a esta Tierra con pasión inflexible puede


uno librarse de la tristeza. La tristeza pertenece solo a esos que odian al
mismo ser que les da asilo. (RDP,382)

Los antiguos videntes "vieron" que la Tierra tiene también un


capullo, un cuerpo luminoso. "Vieron" que hay una esfera que contiene a
la Tierra, un capullo luminoso que encierra a las emanaciones del Águila.
La Tierra es un gigantesco ser consciente sujeto a las mismas fuerzas que
nosotros. (EFI,231)

106
Libro de Citas

La tierra es la fuente última de todo lo que somos. (EFI,231)

La llave mágica que abre las puertas de (el poder mágico de) la
tierra está hecha de silencio interno y de cualquier cosa que brille.
(EFI,232)

La llave de todo es el conocimiento directo de que la tierra es un


ser consciente, y que como tal puede darle a los guerreros un tremendo
levantón; es decir, un impulso proveniente de la conciencia de la tierra, en
el instante en el que las emanaciones interiores del capullo de los
guerreros se alinean con las emanaciones apropiadas del interior del
capullo de la tierra. La tierra contiene todas las emanaciones presentes en
todos los seres vivientes, orgánicos o inorgánicos. Cuando tiene lugar un
momento de alineamiento, los seres vivientes lo usan de manera limitada,
y perciben su mundo. Como todos los demás, los guerreros pueden usar
ese alineamiento ya sea para percibir, o como un levantón que les permite
entrar a mundos inimaginables. (EFI,233)

Decir que lo que no se puede conocer queda fuera del capullo del
hombre es decir que queda dentro del capullo de la tierra. (EFI,234)

Nosotros, los seres vivientes, somos perceptores. Y percibimos


porque algunas emanaciones del interior de nuestros capullos se alinean
con algunas emanaciones exteriores. Por ello el alineamiento constituye el
pasadizo secreto, y la llave es el levantón de la tierra. (EFI,240)

El levantón de la tierra es la fuerza del alineamiento únicamente


de las emanaciones ambarinas. Es un empujón que aumenta la conciencia
de ser a grados imposibles de describir. Para los nuevos videntes es una
descarga de conciencia ilimitada que llaman la libertad total. (EFI,274)

Para nosotros, los seres humanos, las proyecciones de los árboles


son menos amigables aún que las de los seres inorgánicos. Los ensoñadores
nunca las buscan, a menos que estén en un estado de profunda amenidad
con los árboles; un estado muy difícil de lograr, ya que nosotros no
tenemos amigos en esta tierra. Somos destructivos a más no poder. Hemos
ganado la enemistad de todos los seres vivientes de esta tierra; es por eso
que no tenemos amigos. (ADE,91)

La soledad no es lo mismo que estar solo. La primera quita


energía mientras que lo segundo da alivio. La soledad es un estado mental

107
Cosmología

que es inadmisible para un guerrero, pues los guerreros siempre pueden


contar con un ser sobre el que pueden volcar todo su afecto, todo su
cariño: esta Tierra maravillosa, la madre, la matriz, el epicentro de todo lo
que somos y hacemos; el mismo ser al cual todos regresamos; el mismo ser
que permite a los guerreros emprender su "viaje definitivo". Más allá de
ciertos parámetros, la única felicidad de un guerrero es su estado solitario;
así que sé impecable. Cuida tu mundo. Hónralo; vigílalo con tu vida.
Olvídate del "yo" y no temerás nada, no importa el nivel de conciencia en
que te encuentres. (LAI,313,327,329)

SINOPSIS

La consideración sobre las características espirituales de la Tierra


se abre en dos profundas direcciones: Una, el misterioso empujón de
energía con que la Tierra asiste al proceso iniciático del guerrero, y dos, la
exquisita relación afectiva que une a ambos.
Ambos puntos están en completa sintonía con todos los actuales
movimientos socioecológicos y místicos en favor de una conexión con la
conciencia de Gaia, la Madre Tierra.
El guerrero es un ser cuyo caudal amoroso, en el sentido más
humano, no descansa principalmente en una persona, idea o posesión,
sino en la propia Tierra, en la esfera de conciencia que le hospeda y le
sustenta.
Quizás, sin embargo, Tierra y Naturaleza no sea exactamente lo
mismo, y por eso un guerrero se adapta a cualquier lugar, incluso urbano,
confiando en los propósitos últimos de un planeta que quizás
conscientemente parece aceptar la enfermedad de la extinción y la
contaminación: el virus del ser humano.
Ahora bien, precisamente porque sabe que su tonal ha de estar
limpio y en equilibrio, y porque sabe que la vida urbana supone apoyar
una delirante infraestructura que daña gravemente la belleza y la armonía
del ser que más ama, raro será el guerrero que no busque con avidez los
espacios vírgenes, desérticos, desapercibidos, los rincones de poder donde
la relación con la tierra sea pura y sin interferencias.

108
Libro de Citas

2.15. LAS PLANTAS DE PODER

La datura se toma para conseguir poder. La empresa de domarla


ha de comenzar por la raíz, y su proceso de preparación ha de ser muy
cuidadoso. (EDJ,78-86)

El trato con el "humito", el "aliado" de los hongos, también ha de


ser extremadamente ritual y cuidadoso. (EDJ,92-106)

Mescalito es un maestro por propio derecho, un protector que


nos enseña cómo debemos vivir. (EDJ,73)

Mescalito no está en nosotros mismos, sino fuera de nosotros.


(EDJ,114)

A partir de cierto punto uno ya no necesita recurrir a las plantas


de poder para convocar a su aliado. (EDJ,162)

Es importante tener un guía cuando se prueban por vez primera


las plantas de poder. (EDJ,171)

El alcohol enloquece a la gente. Empaña las imágenes. En cambio,


Mescalito lo aclara todo. (URA,77)

El aliado no está exactamente "en" las plantas de poder; más bien


éstas nos transportan hasta el aliado. (URA,47)

Con el "humito" no hay agotamiento. El "humito" te dará la


velocidad necesaria para asir el movimiento fugaz del mundo, y al mismo
tiempo mantendrá intactos tu cuerpo y tu fuerza. (URA,129)

Hablar de las plantas de poder en términos de cualidades


antropomórficas es un medio prescrito para desviar la atención del
aprendiz del verdadero propósito, que es parar el diálogo interno.
(RDP,319)

Las plantas de poder son excelentes para parar el diálogo interno,


pero causan un daño incalculable al cuerpo físico. (RDP,318)

Las plantas de poder solo se dan a la gente vacía, incompleta. Y


solo pueden ser empleadas por brujos totalmente impecables. La gente

109
Cosmología

completa (que nunca ha tenido hijos) no las necesita. Ahora bien, algún
día, cuando perfeccionemos nuestro arte como ensoñadores, nos
valdremos de ellas para lograr el impulso final, total, impredecible.
(SAP,260-61)

Comer plantas de poder, ya fuera por curiosidad, por error o por


hambre, fue el primer paso que dieron los antiguos toltecas en el camino
del conocimiento. (EFI,27)

Después de siglos de usar plantas de poder, algunos de esos


toltecas aprendieron finalmente a "ver". (EFI,28)

Sin embargo, al comenzar el ciclo de los nuevos videntes, lo


primero que hicieron estos fue establecer los procedimientos clave:
acecho, intento y ensueño, e inmediatamente después, descontinuaron el
uso de las plantas de poder. Esto nos da cierta idea de lo que realmente les
sucedió (a los antiguos videntes) con las plantas de poder. (EFI,29)

Si usas plantas de poder para mover el punto de encaje, la


"tumbadora" raja considerablemente el capullo, así que luego te cuesta
recuperarte: te sientes adormecido, bloqueado, como congelado por
dentro. (EFI,252)

De acuerdo a una recomendación de los nuevos videntes, Don


Juan había suministrado plantas de poder a Carlos al principio de su
aprendizaje. Las plantas de poder sacuden enormemente el punto de
encaje, mucho más que los sueños. (EFI,292)

Las plantas de poder tienen un capullo luminoso casi tan alto


como el cuerpo del hombre y tres veces más ancho. Comparten la mayor
cantidad de emanaciones con el hombre, no las emanaciones de la
conciencia, sino otras emanaciones en general. La luminosidad de las
plantas de poder es de un color rosado blancuzco. Las plantas venenosas
son de un rosado amarillento. Y las plantas medicinales son de un rosado
vivo tirando a violeta. (EFI,190)

Los brujos buscaron ávidamente la oportunidad de desplazar sus


puntos de encaje. En su búsqueda, utilizaron plantas psicotrópicas para
conseguirlo. Y enseguida comprendieron que el desplazamiento producido
por el consumo de dichas plantas era irregular, forzado e incontrolado.
Pero en medio de este fracaso descubrieron algo de muchísimo valor y lo
denominaron la “atención de ensueño”. (PM,119)

110
Libro de Citas

SINOPSIS

La cultura de las drogas podría haber sido realmente iniciática si,


como auténticos guerreros, hubiéramos sabido utilizarla para potenciar o
catalizar un despertar espiritual, haciéndonos fuertes luego en la
verdadera columna del camino del conocimiento, que es alegría y el
bienestar de la sobriedad.
Por desgracia, aquella incipiente revolución ha degenerado en
una corruptela irreversible que nos impide juzgar con objetividad el
verdadero mensaje de los nuevos videntes con respecto a las plantas de
poder.
Solo porque resulta más conveniente a nuestras tendencias
viciosas, mucha gente se agarra a la tópica asociación entre Don Juan y las
experiencias místicas con alucinógenos, y no reparan en el hondo
concepto que tenía Don Juan de la sobriedad, en las advertencias que nos
hace con respecto al daño físico, y en los contextos particulares en que las
prescribe a sus aprendices. Castaneda mismo acabó reconociendo que la
CIA llegó a advertirle del posible efecto apologético de sus obras en el tema
de la droga…
“Las verdaderas revelaciones nos vienen siempre en estados de
sobriedad”, dice Don Juan, “y no bajo el influjo de las plantas de poder.”
Lamentablemente, como decíamos, poco pueden los argumentos contra
nuestros malos hábitos.
Y quizás la culpa no esté en nuestra pertinaz falta de
impecabilidad, sino en las mismas plantas de poder, que al fin y al cabo
son templos de extraños y obsesivos poderes.
Con todo, hay que reconocer que prácticamente todas las
religiones han empezado por ahí. Son la avenida más natural, más
primitiva, para acceder al otro mundo. Y si bien es cierto que son
tramposas y peligrosas, mucho más nefasto hubiera sido que en este
planeta no hubieran existido las plantas psicotrópicas.

111
Cosmología

2.16. LOS SERES INORGÁNICOS

Un aliado es un poder, una ayuda indispensable para saber; algo


que puede ser domado. (EDJ,73)

Son aliados los poderes que se "esconden" en la datura y en los


hongos. (EDJ,74,170)

Cuando uno "ve", los hombres se aparecen como huevos


luminosos de cambiantes formas. En cambio, los aliados se aparecen como
aquello que están fingiendo ser. (URA,48)

Tenemos montones de aliados entre nosotros, pero no los


percibimos. (URA,50)

El contacto con un aliado puede ser muy peligroso: un aliado


tiene el poder de sacar lo peor de una persona. Por eso hay que estar
preparado llevando una vida sobria y austera. (URA,52)

No es indispensable tener un aliado para llegar a "ver".


(URA,193)

Para tener un aliado hay que ser un guerrero sin mancha.


(URA,221)

Los espíritus de río, de montaña, de ojo de agua, no son lo mismo


que los aliados. Pueden convertirse en ayudantes, pero son difíciles de
manejar. (URA,261)

Para "ver" hay que aprender la forma en que los brujos paran el
mundo; para eso hay que llamar al aliado, y una vez que se le llama, viene.
(VAI,350)

Cuando el cuello se pone duro es la señal de que uno está listo


para luchar con el aliado. Hay que cerrar la boca y tener el cuerpo
perfectamente plantado para soportar el impacto. (VAI,353)

El choque con el aliado cambia radicalmente la percepción del


mundo que conocíamos: nada vuelve a ser lo mismo; la ansiedad de la
gente por atraparte queda tan de manifiesto que los vuelve irreales. Todo
lo que amamos, deseamos y odiamos ha quedado atrás. (VAI,360-61)

112
Libro de Citas

Las plantas de poder llevan al aprendiz directamente al nagual, y


el aliado es un aspecto del nagual. El aliado se puede atestiguar solamente
desde el centro de la voluntad en momentos en que nuestra visión
ordinaria se ha parado; por ello, el aliado es propiamente el nagual.
(RDP,319)

En realidad los aliados son un problema. Don Juan decía que se


está mejor sin nada que no sea nuestra propia resolución y nuestra
voluntad. (SAP,168)

Uno de los primeros hallazgos más valiosos de los antiguos


videntes fue el descubrimiento de que la vida orgánica no es la única
forma de vida presente en esta tierra. (EFI,108)

Para los videntes, el estar vivo significa tener conciencia. Para el


hombre común, tener conciencia significa ser un organismo. Ahí es donde
difieren los videntes. Para ellos, tener conciencia significa que las
emanaciones que crea la conciencia están encajonadas dentro de un
receptáculo. Los seres orgánicos vivientes tienen un capullo que encierra
las emanaciones. Pero hay otras criaturas, seres inorgánicos, cuyos
receptáculos no parecen capullos para el vidente, pero sí contienen las
emanaciones de la conciencia y muestran características de vida que no
son la reproducción y el metabolismo. Características como las emociones
desgarradoras, la tristeza, la alegría, la ira, etc. Y sobre todo el amor, un
tipo de amor que el hombre ni siquiera puede concebir. (EFI,108)

Puesto que los organismos pertenecen a una sola banda, mientras


que los seres inorgánicos pertenecen a siete, las diferencias entre los seres
inorgánicos son más vastas que las diferencias entre los organismos.
(EFI,188)

Los antiguos videntes llegaron también a darse cuenta de que es


la intensa energía de los organismos y el subsecuente alto desarrollo de su
conciencia lo que los convierte en deliciosos bocados para el Águila. Su
interpretación fue que era la “gula” la razón por la cual el Águila produce
un número tan grande de organismos. (EFI,188)

Todo en el mundo está encapsulado. Todo lo que nosotros


percibimos está compuesto por porciones de capullos o vasos con
emanaciones. Como hombres comunes no percibimos en absoluto los
recipientes de los seres inorgánicos. (EFI,188)

113
Cosmología

El recipiente de los seres inorgánicos carece de movimiento. Es


más bien un receptáculo amorfo con un bajo grado de luminosidad. No se
parece al capullo de los seres orgánicos. Le falta la tensión, la calidad que
hace que los seres orgánicos parezcan bolas luminosas que rebosan
energía. (EFI,187)

Debido a que sus campos de energía son más intensos, los seres
orgánicos son generalmente los que inician la comunicación con los seres
inorgánicos, pero una sutil y sofisticada relación que siempre resulta es
iniciativa de los seres inorgánicos. Una vez rota la barrera, los seres
inorgánicos cambian y se convierten en lo que los videntes llaman aliados.
A partir de ese momento, los seres inorgánicos pueden anticipar los más
recónditos pensamientos o estados de ánimo o temores de los videntes.
(EFI,187)

Los seres inorgánicos viven infinitamente más que los


organismos. Este detalle es lo que impulsó a los antiguos videntes a "ver"
todo lo que pudieron acerca de los aliados. (EFI,188)

Los aliados suelen aparecer alrededor de pozos y manantiales.


(EFI,118)

Los aliados son tan peligrosos como nosotros los hombres, ni más
ni menos. No pueden matarnos directamente, pero seguro pueden
matarnos de un susto. (EFI,118)

Una vez que te agarra el aliado, o te da un ataque al corazón y te


mueres del susto, o forcejeas con él. Después de un momento de violenta
agitación, la energía del aliado mengua. Aparte de asustarnos, los aliados
no pueden hacernos nada con su imitación de ferocidad; nosotros tampoco
los afectamos mucho. Estamos verdaderamente separados por un abismo.
(EFI,124)

Lo importante para un vidente no es "tener" muchos aliados, sino


ser verdaderamente impecable para poder usar la energía de esas otras
formas de vida. (EFI,124)

Hay aliados útiles y aliados inútiles. Estos últimos son mucho más
numerosos. La utilidad de los primeros consiste en el mutuo intercambio
de energía que pueden llegar a establecer con los videntes. Los videntes
buscan la cualidad etérea de los aliados, pues pueden llegar a ser fabulosos

114
Libro de Citas

guías y guardianes. Los aliados buscan la fuerza del amplio campo


energético del hombre, e incluso con él pueden llegar a materializarse.
(EFI,125)

El intercambio ocurre a través de las emanaciones que coinciden,


y naturalmente esas emanaciones están en el lado izquierdo del hombre, el
lado que jamás se usa. Por esta razón, los aliados no son perceptibles para
la conciencia normal. (EFI,125)

A los aliados los atraen las emociones. El terror básico es lo que


más les atrae; libera el tipo de energía más conveniente para ellos. El terror
básico unifica las emanaciones en su interior. (EFI,126)

Los antiguos videntes estaban convencidos de que los aliados


tenían sentimientos humanos, pero los nuevos videntes "vieron" que la
energía liberada por las emociones simplemente engancha a los aliados; el
cariño es igualmente efectivo, o el odio, o la tristeza, o la alegría. (EFI,126)

Controlar el terror era una estratagema de los antiguos videntes.


Aprendieron a controlarlo hasta el punto de poder repartirlo. Con su
propio terror enganchaban a los aliados, y al darlo de manera gradual,
como si fuera alimento, en verdad esclavizaban a los aliados. (EFI,126)

A don Juan le resultaba muy difícil decidir si sus aliados le eran


realmente útiles o no. El los quería, a su manera, y les daba muy poco,
pero ellos eran capaces de responder a ese poco con afecto inconcebible.
Aún así eran incomprensibles para él. Le fueron dados para acompañarle
por si se quedaba desamparado y solo en la eternidad de las emanaciones
del Águila. (EFI,128)

Los aliados no pueden empujar en absoluto, pero sí pueden


asustar y hacer caer al suelo a sus presas. Una vez en el suelo, los aliados sí
pueden aprisionar a cualquiera. (EFI,269)

Como los aliados tienen una energía muy baja, siempre necesitan
la ayuda de los hombres. (EFI,272)

Los desafiantes de la muerte, los antiguos videntes, llegaron al


grado de adormecer las emanaciones interiores de sus capullos, salvo
aquellas que correspondían a las emanaciones de los aliados. De esta
forma, pudieron imitar a los aliados. (EFI,278)

115
Cosmología

Con el acto de ensoñar, los brujos obligan a los seres inorgánicos


a interactuar con ellos. (ADE,54)

Se debe intentar alcanzar a los seres inorgánicos a través del


ensueño, pero alcanzarlos con una sensación de poder y confianza, de
fuerza y desapego. Se deben evitar a toda costa sensaciones de miedo o
morbosidad. Son bastante mórbidos de por sí; aumentar su morbosidad
con la nuestra es una imbecilidad. (ADE,55)

Los seres inorgánicos se materializan, a veces, en el mundo diario,


delante de nosotros. La mayoría de las veces su presencia es invisible y se
caracteriza por una sacudida del cuerpo entero, una especie de
estremecimiento que sale desde el tuétano. (ADE,55)

En el ensueño, la mayoría de las veces se materializan delante de


nosotros. Puesto que normalmente no tenemos ninguna experiencia con
ellos, en las primeras etapas del ensueño nos pueden saturar con un miedo
más allá de toda medida; un verdadero peligro para nosotros. Pueden usar
ese miedo para seguirnos hasta aquí, con resultados desastrosos para
nosotros. Los seres inorgánicos pueden ser peor que la peste. Con el miedo
que nos hacen sentir, pueden fácilmente volvernos locos de remate.
(ADE,55)

En los tiempos antiguos, los brujos se asociaban con los seres


inorgánicos, formando alianzas, y creando extraordinarias amistades.
(ADE,55)

El secreto está en no temer a los seres inorgánicos, y esto se debe


hacer desde el principio. El intento con el cual se les debe encarar es de
poder y abandono. En ese intento, se debe de codificar el siguiente
mensaje; "No te temo. Ven a verme. Si lo haces, te daré la bienvenida. Si no
quieres venir, te voy a extrañar." Con un mensaje como éste les entra tanta
curiosidad que no pueden dejar de venir. (ADE,56)

Toparse con los seres inorgánicos es algo inevitable. Lo único que


uno puede hacer es tener siempre en cuenta que, con su espléndida
conciencia de ser, los seres inorgánicos ejercen una tremenda atracción
sobre los ensoñadores y pueden transportarlos fácilmente a mundos
indescriptibles. (ADE,56)

La alianza con un ser inorgánico consiste en un intercambio


mutuo de energía. Los seres inorgánicos proporcionan su conciencia

116
Libro de Citas

superior, y los brujos proporcionan su gran energía. El resultado positivo


es un intercambio parejo de energía. El negativo es una dependencia de las
dos partes. (ADE,59)

El reino entero de los seres inorgánicos está siempre dispuesto a


enseñar. Quizás debido a que tienen una conciencia de ser más profunda
que la nuestra se sienten obligados a tomarnos bajo su tutela. Pero el
precio de su instrucción es demasiado caro. Demandan nuestras vidas,
nuestra energía. Demandan total devoción hacia ellos. En otras palabras,
nos roban la libertad. (ADE,72)

El método de enseñanza de los seres inorgánicos es tomar nuestro


ser básico como medida de lo que necesitamos, y de acuerdo a eso
enseñarnos. Un método sumamente peligroso, pues si alguien va a tomar
tu ser básico como medida, con todos tus vicios, tus miedos, tu avaricia y
envidias, y toda tu porquería, y va a enseñarte lo que satisfaga a ese
desastroso estado de ser, ¿cuál crees que sea el resultado?. (ADE,73)

Don Juan llamaba "exploradores" a unas corrientes de energía


forastera, seres que vienen del mundo de los seres inorgánicos. Hay dos
tipos: Los "rastreadores", con conciencia de ser y propósito, van en pos de
las huellas que deja la conciencia de ser a su paso. Son muy rápidos, y no
se quedan mucho tiempo. Los "exploradores", por otra parte, exploran la
conciencia una vez que la encuentran. Su conciencia y su propósito es
comparable a la de los árboles. Ambos están hechos para durar mucho
más que nosotros. Son inmóviles, así que hacen que todo se mueva a su
alrededor. (ADE,91)

Los seres inorgánicos, como los árboles, son estacionarios. Lo que


ves en tus ensueños, como palos oscuros o luminosos, son sus
proyecciones. Lo que oyes como la voz del emisario es también su
proyección. Al igual que lo son los exploradores. (ADE,91)

La gente común sufre asaltos mucho más intensos de lo


desconocido. En sus sueños hay muchísimos exploradores. Se trata de un
equilibrio de fuerzas: la gente común tiene estupendas barreras para
protegerse, tales como las preocupaciones diarias. Mientras más fuerte es
la barrera, más fuerte es el ataque. Los ensoñadores, por otro lado, tienen
menos barreras y menos exploradores en sus ensueños, quizás para
asegurar que se percaten rápidamente de su presencia. (ADE,89)

La decisión de vivir en el mundo de los seres inorgánicos es algo

117
Cosmología

extremadamente personal y final; una decisión que se finaliza en el


instante mismo en que se expresa en voz alta el deseo de vivir allí. Los
seres inorgánicos satisfacen los más íntimos caprichos de los ensoñadores,
con tal de que expresen tal deseo. (ADE,100)

La parte diabólica de todo esto no es solo la tentación de ceder,


especialmente cuando las recompensas son tan grandiosas, sino la
posibilidad de que el reino de los seres inorgánicos sea el único refugio
que los ensoñadores tienen en un universo hostil. Aunque no es ése mi
caso, dijo Don Juan. Yo no necesito ni soportes ni apoyos. Sé lo que soy.
Estoy solo en un universo hostil, y he aprendido a decir: ¡pues que así sea!.
(ADE,100)

La existencia de los seres inorgánicos es el más temible asaltante


de nuestra razón. (ADE,102)

Los seres inorgánicos no pueden forzar a nadie a que se quede


con ellos. Vivir en su mundo es un asunto voluntario. Pero sí pueden
aprisionarnos concediéndonos todos nuestros deseos, consintiéndonos y
llenándonos de mimos. Los seres inorgánicos se agarran de los
sentimientos más íntimos de los ensoñadores, y juegan con ellos sin
misericordia, creando proyecciones fantasmas ya sea para agradar o para
atemorizar a los ensoñadores. Los seres inorgánicos son estupendos
manipuladores que se deleitan proyectándose a sí mismos, como películas.
Los brujos antiguos se hundieron por su estúpida fe en esas proyecciones.
(ADE,103)

El mundo de los seres inorgánicos es tan real como el nuestro. Los


brujos antiguos lo describieron como una masa de cavernas porosas
flotando en un espacio oscuro. Y describieron a los seres inorgánicos como
cañas huecas atadas en manojos inconcebibles, como las células del
cuerpo. Llamaban a esos inconcebibles manojos “el laberinto de la
penumbra”. (ADE,104)

Los seres inorgánicos derribaron a los antiguos brujos


haciéndoles sentir que eran únicos y exclusivos, y que tenían poder. La
sensación de tener poder y ser único es invencible como fuerza de
corrupción. ¡Ten cuidado! (ADE,104)

Éste es un universo predatorio. La conciencia está esencialmente


obligada a expandirse, y lo hace por medio de luchas a vida o muerte. La
conciencia de los brujos se expande cuando ensueñan, y los seres

118
Libro de Citas

inorgánicos son los postores de esa nueva conciencia, así que cuando los
ensoñadores se aventuran en ese universo, se convierten en presas. ¡No te
descuides ni por un segundo! No dejes que nada ni nadie decida por ti. Ve
al mundo de los seres inorgánicos únicamente cuando tú quieras ir.
(ADE,105)

El error de cálculo del nagual Rosendo fue creer que los seres
inorgánicos no estaban en absoluto interesados en las mujeres. Su
razonamiento se basaba en la certeza que tienen los brujos de que el
universo, en su totalidad, es marcadamente femenino, y que lo masculino,
al ser una ramificación de lo femenino, es escaso; por lo tanto, codiciado.
(ADE,106)

Confiar en los seres inorgánicos es absurdo. Ellos tienen su propio


ritmo, y ese ritmo no es humano. (ADE,107)

Los seres inorgánicos tiene extraordinarios medios a su


disposición. Su conciencia de ser es espléndida. En comparación, nosotros
somos como unos niños; niños con muchísima energía, la cual, por cierto,
los seres inorgánicos codician sin medida. (ADE,109)

No exagero lo más mínimo. Ya lo verás. Los seres inorgánicos no


dejan ir a nadie; no sin una verdadera contienda. (ADE,111)

El reto para cada uno de nosotros es tomar de ese mundo


únicamente lo que es necesario y nada más. El saber qué es lo necesario es
la virtud de los brujos; pero tomar únicamente lo que es necesario es su
mayor triunfo. (ADE,112)

El universo de los seres inorgánicos está siempre listo para atacar.


Por ello es que tienes que ir a ese reino exactamente como si te
aventuraras en una zona de guerra. (ADE,113)

En el mundo de las sombras existen tres clases de seres


inorgánicos: una es como un túnel inmóvil; la otra es como una sombra
con movilidad, que cumple los mandatos de los túneles a cambio de su
energía; la tercera clase solo se revela a los visitantes cuando deciden
quedarse en ese mundo. (ADE,116)

El explorador empezó entonces su larga y elocuente prédica de


vendedor: Me habló de las extraordinarias ventajas del mundo de los seres
inorgánicos. Habló de adquirir conocimiento de inimaginable naturaleza;

119
Cosmología

y de adquirirlo por el simple hecho de quedarse a vivir en esos túneles.


Habló de una increíble movilidad; de tener infinito tiempo para buscar y
encontrar lo que uno quisiera; y por encima de todo, habló del
incalculable placer de ser consentido y mimado por sirvientes cósmicos
que complacerían todo capricho. (ADE,121)

Los seres inorgánicos están pegados, juntos, como las células del
cuerpo. Cuando unen su conciencia son invencibles. (ADE,134)

El ojo físico ve el reino de los seres inorgánicos como un mundo


de neblina amarillenta. (ADE,134)

El cuerpo energético percibe la energía de los seres inorgánicos


como energía chisporroteante. En nuestro mundo, en cambio, nada
chisporrotea; aquí todo oscila. (ADE,163)

La idea de vender el alma al diablo a cambio de la inmortalidad es


una idea que viene directamente del trato de los antiguos videntes con los
seres inorgánicos. (ADE,170)

Don Juan llamaba energía chisporroteante a la energía de los


exploradores. En mis ensueños, encontré cantidades de objetos que, al
"verlos", se convertían en masas de energía que parecían estar friéndose,
burbujeando con una actividad interior como el calor. (ADE,173)

Mientras mayor es el chisporroteo de un explorador, más extraño


y lejano es el mundo de donde vienen. (ADE,174)

Don Juan explicó que hay muchísimos tipos de exploradores,


pero que en mi nivel energético presente, únicamente podía enfocarme en
tres. Describió los dos primeros tipos como los más fáciles de reconocer,
porque sus disfraces en nuestros ensueños son tan extravagantes que de
inmediato atraen nuestra atención. Los del tercer tipo son los más
peligrosos, en términos de agresividad y poder, porque se esconden detrás
de disfraces muy sutiles. Estos exploradores no se esconden detrás de
objetos, sino más bien detrás de gente en nuestros ensueños. Me
aguardaba una formidable sorpresa cuando una vez enfoqué mi atención
de ensueño en la imagen de mi madre. Después de haber expresado en voz
alta mi intento de "ver", mi madre se convirtió en una feroz burbuja de
energía chisporroteante. (ADE,175)

Si queremos ver a los seres inorgánicos, un explorador nos lleva a

120
Libro de Citas

su mundo, puesto que nadie, pero nadie, puede viajar por sí mismo a ese
reino. (ADE,176)

Expresar en voz alta el intento de quedarse en el reino de los seres


inorgánicos significa desatar corrientes de energía que son irreversibles.
En tiempos pasados, la palabra era increíblemente poderosa. Ahora no lo
es; pero en el reino de los seres inorgánicos aún no ha perdido su poder.
(ADE,176)

Puesto que los seres inorgánicos no pueden mentir, el emisario de


ensueño nos vende lo cierto. Ese mundo puede ampararnos y prolongar
nuestra conciencia por casi una eternidad. (ADE,177)

La energía necesaria para mover el punto de encaje de los brujos


viene del reino de los seres inorgánicos. (ADE,177)

Ésa es la razón por la que los seres inorgánicos no me gustan. Son


nuestra única fuente de energía. No podemos tener tratos con ellos, y sin
embargo, no podemos dejarlos de lado. Mi solución, prosiguió Don Juan,
ha sido tomar su energía pero sin caer bajo su influencia. Esto se conoce
como el máximo acecho. Y se lleva a cabo sosteniendo el intento inviolable
de la libertad; aunque ningún brujo sepa realmente qué es la libertad.
(ADE,178)

Los seres inorgánicos no persiguen a las mujeres; van únicamente


tras los hombres. Pero los seres inorgánicos son femeninos, y el universo
entero parece ser femenino. Así que saca tus propias conclusiones.
(ADE,184)

Los seres inorgánicos creen intensamente que el principio


femenino tiene tal flexibilidad, y que su campo es tan vasto, que los seres
femeninos no caen fácilmente en trampas y arreglos, y que difícilmente
pueden permanecer aprisionados. Carol estimaba que el “inquilino” había
pasado quizás miles de años como prisionero de los seres inorgánicos,
hasta el momento en que fue capaz de transformarse en mujer. Su
transformación fue tan completa y detallada que los seres inorgánicos le
arrojaron fuera de su mundo. (ADE,239)

Todos los brujos de la antigüedad cayeron, irrevocablemente,


presos de los seres inorgánicos. Después de capturarlos, los seres
inorgánicos les daban poder para ser intermediarios entre nuestro mundo
y su reino; un reino que la gente conocía como el otro mundo. (ADE,239)

121
Cosmología

El mundo de los seres inorgánicos está poblado por seres que


poseen conciencia y carecen de organismo. Al igual que nosotros, son
conglomerados de campos de energía. A los ojos del vidente resultan muy
opacos, en lugar de ser luminosos como los seres humanos. Más que
redondos, son configuraciones energéticas alargadas y con forma de vela.
En el fondo se trata de conglomerados de energía que presentan cohesión
y límites semejantes a los nuestros. Están unidos por la misma fuerza
aglutinante que cohesiona nuestros campos de energía. (PM,106)

El mundo inorgánico es nuestro mundo gemelo. Aunque ocupa el


mismo tiempo y espacio que nuestro mundo, la conciencia de nuestro
mundo es tan distinta de la del mundo inorgánico que jamás reparamos en
la presencia de seres inorgánicos, si bien ellos notan la nuestra. (PM,107)

Cada uno de nosotros, como seres humanos, tenemos dos mentes.


Una es totalmente nuestra, y es como una voz débil que siempre nos trae
orden, propósito, sencillez. La otra mente es una "instalación foránea", y
nos trae conflicto, dudas, desesperanza, auto-afirmación. La primera,
producto de las experiencias de nuestra vida, rara vez nos habla, porque
ha sido vencida y sometida a la oscuridad. La otra es la que en realidad
usamos a diario para todo lo que hacemos. (LAI,21,24)

El universo entero está lleno de fuerzas gemelas, que a la vez se


oponen y se complementan. Y el mundo complementario y opuesto al
nuestro es uno que está poblado por entes que tienen conciencia pero no
un organismo. Por eso los antiguos chamanes los llamaban "seres
inorgánicos". Y como aquellos videntes no pensaban en términos de
tiempo y espacio resolvían el dilema de la no-interferencia entre ambos
mundos diciendo que el grado de conciencia de unos seres y otros es tan
distinto que ambos pueden co-existir sin la más mínima interferencia.
(LAI,244)

De todas formas, hay entidades que aterrizan sobre nuestro


campo de conciencia, o la del nuestro mundo gemelo, que no pertenecen a
ninguno de estos mundos. El universo extendido está lleno hasta el copete
de mundos de conciencia, orgánicos e inorgánicos. (LAI,245)

Desde luego, si la vida puede medirse por la intensidad, la


agudeza y la duración de esa conciencia, entonces se puede decir, con toda
sinceridad, que los seres inorgánicos están más vivos que tú y que yo. No
es que vivan eternamente, pero lo más probable es que su conciencia dure

122
Libro de Citas

mientras viva la Tierra, que es su matriz. Mientras el planeta perdure, su


conciencia continuará. (LAI,246,248)

En realidad, lo que les sucede a los chamanes al morir, si es que


han completado su recapitulación, es que se convierten en seres
inorgánicos muy especializados, de gran velocidad, capaces de maniobras
estupendas de percepción. El infinito pasa a ser su reino de acción.
(LAI,247)

Lo que tú llamas fantasmas o apariciones son en definitiva, para


un vidente, conglomerados de campos de energía que tienen conciencia, y
que nosotros convertimos en cosas que conocemos. Si éste es el caso,
entonces las apariciones tienen energía. Los videntes las llaman
"configuraciones-generadoras-de-energía". O no emanan energía, en cuyo
caso son creaciones fantasmagóricas (proyecciones), por lo general de una
persona muy fuerte en términos de energía. (LAI,248)

Los seres inorgánicos de nuestro mundo gemelo son, para el


vidente, una especie de parientes. Es inútil trabar amistad con ellos porque
las exigencias que esto conlleva suelen ser exorbitantes. Pero realmente
esos primos hermanos nuestros se comunican con nosotros
incesantemente, solo que esa comunicación no ocurre en un nivel
consciente. En otras palabras, nosotros sabemos de ellos de manera
subliminal, mientras que ellos saben todo acerca de nosotros de manera
deliberada y consciente. (LAI,252)

Los videntes sí se comunican con ellos de manera voluntaria y


consciente. Las personas comunes también lo hacen, pero no de manera
consciente. Cuando piensan en el mundo gemelo se entregan a toda forma
de masturbación mental, sin caer nunca en la cuenta de que sus fantasías
(arte, cine, etc) tienen origen en el conocimiento subliminal que todos
nosotros tenemos: el de que no estamos solos. (LAI,244)

Nuestros "parientes" en realidad se nos parecen mucho. No


pueden ayudarnos, pero nosotros a ellos tampoco. Quizás pudiéramos
unirnos y fundar una empresa familiar fabulosa, pero eso aún no ha
sucedido. Ambas ramas de la familia son extremadamente sensibles, y con
nada se ofenden. Tanto unos como otros son enormes egomaníacos.
(LAI,253)

Existe un tipo de seres inorgánicos que los antiguos videntes


llamaron "exploradores", que surgen desde el fondo del universo y que

123
Cosmología

poseen una conciencia infinitamente más aguda y veloz que la de los seres
humanos. Pero de todas formas, a causa de su vivacidad, son parecidos al
hombre y pueden formar vínculos y establecer una relación simbiótica con
nosotros. Los antiguos chamanes llamaban a este tipo de seres inorgánicos
los "aliados". (LAI,253)

De ahora en adelante, cuando te enfrentes a la visión extraña de


una aparición, mantente firme y quédatelo mirando desde una postura
inflexible. Si es un ser inorgánico, tu interpretación se va a caer como las
hojas muertas. Y si no pasa nada, es que es una pendejada de aberración
de tu mente, que de todas maneras tampoco es tuya. (LAI,256)

Los antiguos videntes descubrieron que tenemos un predador que


vino desde las profundidades del cosmos y tomó control sobre nuestras
vidas. Una raza de seres inorgánicos que están siempre con nosotros y que
son nuestros amos y señores. Nos han vuelto dóciles, indefensos. Si
queremos protestar, suprimen nuestras protestas. Si queremos actuar
independientemente, nos ordenan que no lo hagamos. Cualquiera puede
vislumbrarlos, mirando de reojo, como sombras fugaces negras que saltan
por todos lados a nuestro alrededor. (LAI,277)

Los predadores que nos dominan tomaron posesión de nuestro


mundo, y nos exprimen sin compasión porque somos su sustento. De la
misma forma que nosotros criamos gallinas en gallineros, así ellos nos
crían en humaneros y núcleos urbanos. Son ellos los que nos han dado
nuestros sistemas de creencias, nuestras ideas acerca del bien y del mal,
nuestras costumbres sociales. Nuestras esperanzas y expectativas, nuestros
sueños de triunfo y fracaso. Nos dieron la codicia, la mezquindad, la
cobardía. Nos hicieron complacientes, rutinarios, egomaníacos. Y para
lograr todo eso hicieron una maniobra espeluznante: nos dieron su mente,
para que la hiciéramos nuestra: una mente barroca, contradictoria,
mórbida, llena de miedo a ser descubierta en cualquier momento. A través
de la mente, ellos inyectan en nuestras vidas todo lo que es conveniente a
sus intereses. (LAI,279)

Los videntes ven a los niños humanos como extrañas bolas


luminosas de energía cubiertas de arriba a abajo con una capa brillante,
algo así como una cobertura plástica que se ajusta de manera casi ceñida
sobre su capullo de energía. Pues bien, esa capa brillante de conciencia es
justo lo que los predadores consumen, y cuando un ser humano llega a ser
adulto, todo lo que queda de esa capa es una angosta franja que se eleva
desde el suelo hasta por encima de los dedos de los pies. Esa franja permite

124
Libro de Citas

al ser humano continuar vivo, pero solo apenas. Pues esa franja es el
epicentro donde el ser humano está atrapado sin remedio.
Aprovechándose de ese único punto de conciencia que nos queda, los
predadores crean "llamaradas" de conciencia que proceden a consumir de
manera despiadada. Nos otorgan problemas banales que fuerzan a esas
llamaradas a crecer; pseudo-preocupaciones que alimentan esas
llamaradas de conciencia con las que a su vez ellos se alimentan.
(LAI,280)

Los antiguos chamanes llamaron a esos predadores el "volador"


porque brinca en el aire. No es nada lindo. Es una enorme sombra, de una
oscuridad impenetrable, que salta por el aire y aterriza de plano en el
suelo. Los chamanes se preguntaban cuándo había hecho su aparición en
la Tierra. Razonaron que el hombre debía de haber sido un ser completo
en algún momento, con estupendas revelaciones y proezas de conciencia
que hoy día son leyendas mitológicas. Y luego todo parece desvanecerse y
nos quedamos con un hombre sumiso. No nos enfrentamos, pues, a un
simple predador. Es muy ingenioso y organizado. El hombre, ese ser
mágico que era nuestro destino alcanzar, ya no es mágico en absoluto. Es
un pedazo de carne. No hay más sueños para el hombre sino los sueños de
un animal que está siendo criado para volverse un pedazo de carne:
trillado, convencional, imbécil. (LAI,283)

La única alternativa que le queda al hombre es la disciplina. La


disciplina es el único repelente que hace que la capa brillante de
conciencia se vuelva desabrida para el volador, que le desconcierta. Pero
con disciplina no me refiero a arduas tareas, sino a la capacidad de
enfrentarse con serenidad, y llenos de asombro, a circunstancias que no
están entre nuestras expectativas. Así, agotando la mente del volador con
nuestro silencio interno, la instalación foránea huye. Y, aunque vuelva a
intentar poseernos, como la mente del volador no tiene concentración
alguna, sus ataques se irán extinguiendo y poco a poco irá desistiendo
hasta que nos deje por completo. ¡Un día verdaderamente triste! Pues ése
es el día en que te das cuenta de que ya no tienes una mente de origen
foráneo que te dicte las imbecilidades a las que estás habituado. Una
situación muy dura en la vida de un chamán, pues entiende que tiene que
empezar a defenderse con sus propios recursos, con su propia mente, que
después de toda una vida de dominación se ha vuelto tímida, evasiva e
insegura. Realmente, la verdadera batalla empieza ahí. El resto es mera
preparación. (LAI,285)

Los "voladores", en definitiva, son una parte esencial del universo,

125
Cosmología

y deben tomarse como lo que realmente son: asombrosos, monstruosos.


Son el medio por el cual el universo nos pone a prueba. Los seres humanos
somos sondas creadas por el universo, y es porque somos poseedores de
energía con conciencia por lo que somos los medios por los que el
universo se vuelve consciente de sí mismo. Los voladores son los
desafiantes implacables. No pueden ser considerados de ninguna otra
forma. Y si lo logramos el universo nos permitirá continuar. No te asustes,
pues. Mantén tu "silencio interno", y la sombra se irá. (LAI,291,295)

SINOPSIS

Aquellos seres que en los primeros libros eran llamados “aliados”,


seres fantasmales que interactuaban con los guerreros de manera
esporádica, y en relaciones de poder, van cobrando preeminencia en los
libros posteriores, y acaban descubriéndose en “El arte de ensoñar” como
los elementos responsables del aprendizaje en el reino de la segunda
atención.
Seres inorgánicos y ensueño se vuelven inseparables ya que los
primeros son, por derecho propio, los verdaderos habitantes del astral, del
nagual, de la segunda atención, y cualquier ser humano que transite por
esas regiones, ya sea merced al ensueño, a las plantas de poder, o a
cualquier otra técnica de trance, se topa ineludiblemente con ellos.
Los toltecas hacen sus propias categorías acerca de las distintas
clases de seres inorgánicos que existen. Pero al hilo de sus descripciones
descubrimos, con asombro y gran repercusión espiritual, la presunta
identificación entre esos seres y todos los ángeles, demonios, duendes,
fantasmas, espíritus, ogros, hadas, etc, de nuestro acerbo cultural, todos
esos instructores astrales que sustentan las revelaciones de los visionarios
de todo tipo de tradiciones.
Las consecuencias pueden ser prodigiosas o alarmantes, pero es
de resaltar que la novedad y la ventaja del planteamiento tolteca radica en
clasificar a todas esas criaturas mágicas o mitológicas como seres
“inorgánicos”, lo cual le resta dramatismo a las categorías de nuestra
cultura, mucho más éticas e infantiles, y desde luego menos científicas.
Seguramente fueron ellos los "espíritus luciferes" que, en las
explicaciones teosóficas, iniciaron al hombre en el Conocimiento. Pero
quizás no sea esta "alianza" de conocimiento lo que prevalece en nuestra
relación con ellos, sino algo mucho más negativo: la mayoría de seres

126
Libro de Citas

inorgánicos que nos rodean son maléficos y despiadados opresores que se


alimentan de nuestra conciencia, manipulándonos para ello con nuestras
debilidades mentales.
Aunque la parte positiva de esto es que libera al ser humano de la
culpa de su propia miseria. La "caída" del hombre no fue una
consecuencia de nuestra elección, a juzgar por la información que nos dan
los chamanes sobre los voladores y sus estrategias predatorias. Las Iglesias
oficiales han insistido tanto en culparnos a nosotros mismos de nuestras
miserias existenciales que ni por asomo se nos ha ocurrido dudarlo. Pero
he aquí que, cuando menos, puede haber otra explicación. Quizás no
somos nosotros mismos los culpables.

2.17. LA MUERTE

La idea de la muerte es lo único que templa nuestro espíritu.


(URA,57)

Cada trocito de conocimiento que se vuelve poder tiene a la


muerte como fuerza central. (URA,173)

Un hombre que sigue los caminos del conocimiento se enfrenta


en cada recodo con la aniquilación inminente, así que sin poder evitarlo se
vuelve terriblemente consciente de su muerte. (URA,173)

La conciencia de la muerte provoca en el guerrero más desapego


que obsesión. Solo la conciencia de la muerte da al hombre el desapego
suficiente para que sea incapaz de abandonarse a nada, de negarse nada.
(URA,174)

La muerte no es nada. No sé qué es la muerte. Pero te puedo


hablar de la tuya. La muerte tiene dos etapas: un oscurecimiento
superficial y un encuentro frontal; la muerte choca contra nosotros con su
callada furia y su poder, hasta que disuelve nuestras vidas en la nada. La
muerte no es nada. Es un puntito perdido en las hojas de tu cuaderno. Pero
entra en ti con fuerza incontrolable, y te expande... (URA,225-26)

127
Cosmología

La muerte está siempre a la izquierda, a la distancia de un brazo,


y siempre se anuncia como un escalofrío en la espalda. (VAI,60-61)

La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cuando te


sientas perdido, pregúntale a tu muerte; ella te dirá: "todavía no te he
tocado". La sola sensación de sentir a la muerte a nuestro lado nos hace
quitarnos toneladas de importancia. (VAI,63)

En un mundo donde la muerte es el cazador, no hay tiempo para


lamentos ni dudas. Solo hay tiempo para decisiones. (VAI,70)

Hacernos responsables de nuestras decisiones significa estar


dispuesto a morir por ellas. (VAI,74)

La muerte es cualquier cosa que uno desee. (VAI,220)

La muerte está en todas partes. Es como los faros de un coche que


alumbran detrás de nosotros. De pronto desaparecen tras una colina, y
luego vuelven a aparecer. Ésas son las luces que lleva la muerte sobre su
cabeza. La muerte se las pone por sombrero y se lanza al galope,
ganándonos terreno, acercándose más y más. A veces apaga sus luces, pero
eso es todo. La muerte nunca se detiene. (RDP, 57)

La muerte es el ingrediente indispensable del "tener que creer"


que los guerreros practican. (RDP,154)

La totalidad de nosotros mismos es algo muy misterioso.


Necesitamos solamente una porción muy pequeña de esa totalidad para
llevar a cabo las tareas más complejas dela vida. Pero, al morir, morimos
con la totalidad de nosotros mismos. (RDP,177)

Lo mejor de nosotros mismos siempre sale a flote cuando nos


encontramos entre la espada y la pared. (RDP,194)

Cada minuto puede ser el último; por tanto, tiene que ser vivido
con el espíritu. (EDA,226)

No hay nada primoroso o pacífico en la muerte. El verdadero


terror comienza al morir, cuando la incalculable fuerza del Águila te
exprima todos los aleteos de conciencia que tuviste. (EDA,239)

La conciencia de ser comienza con la presión permanente que

128
Libro de Citas

ejercen las emanaciones en grande sobre las del interior del capullo. Esta
presión produce el primer acto de conciencia; detiene el movimiento de las
emanaciones atrapadas, que incesantemente luchan por romper el capullo
para salir, para morir. Los videntes saben que en verdad todos los seres
vivientes luchan por morir. Lo que detiene a la muerte es estar consciente
de ser. (EFI,98)

La "tumbadora" (que es como los toltecas llamaban a la muerte) es


una fuerza de las emanaciones del Águila que nos golpea a cada instante...
Cuando se la ve es mortal, pero tenemos escudos "sociales", "energéticos",
que nos impiden verla. (EFI,248)

Los videntes describen a la "tumbadora" como una línea eterna de


anillos iridiscentes o bolas de fuego que ruedan incesantemente sobre los
seres humanos. Los seres orgánicos luminosos son golpeados sin tregua
por esta fuerza, también llamada la "fuerza rodante", hasta el día en el que
los golpes resultan ser demasiado para ellos y los hacen finalmente
desplomarse. Los antiguos videntes quedaron boquiabiertos al "ver"
entonces cómo la fuerza rodante los tumba al pico del Águila para ser
devorados. Por esa razón llamaban a esa fuerza la "tumbadora". (EFI,250)

La fuerza rodante es el medio a través del cual el Águila


distribuye conciencia y vida. Y al mismo tiempo es la fuerza que hace
morir a los seres vivientes. (EFI,250)

El peligro de "ver" la fuerza rodante es mínimo si el "ver" es


intencional. Pero es muy peligroso si el movimiento del punto de encaje es
involuntario, como cuando estamos enfermos o ebrios. (EFI,251)

Cuando el punto de encaje se mueve involuntariamente, la fuerza


rodante raja el capullo. Te he hablado muchas veces de la abertura que
tiene el hombre debajo del ombligo. No queda realmente debajo del
ombligo en sí, sino en el capullo, a la altura del ombligo. Es más como una
hendidura, un defecto natural en el liso capullo. Es ahí donde nos golpea
incesantemente la tumbadora y donde se raja el capullo. (EFI,251)

Cuando el punto de encaje se mueve drásticamente debido a los


efectos de un trauma o de una enfermedad mortal, la fuerza rodante
produce una rajadura a todo lo largo del capullo; el capullo se desploma,
se arrolla sobre sí mismo, y el individuo muere. (EFI,252)

Somos realmente frágiles. A medida que la tumbadora nos golpea

129
Cosmología

una y otra vez, la muerte entra dentro de nosotros a través de la abertura.


La muerte es la fuerza rodante. Cuando encuentra una debilidad en la
abertura de un ser luminoso, automáticamente raja el capullo, lo abre y lo
hace desplomarse. (EFI,252)

No se trata de círculos propiamente dichos, sino de una fuerza


circular que le da a los videntes que "ensueñan" una sensación de anillos.
Y tampoco hay diferentes tamaños. Es una sola fuerza indivisible que se
amolda a todos los seres vivientes, orgánicos e inorgánicos. (EFI,255)

La fuerza rodante no es tan mala. En realidad es hermosa. Los


nuevos videntes recomiendan que nos abramos a ella. Los antiguos
videntes también se abrieron a ella, pero con razones y con propósitos
guiados sobre todo por la importancia personal y la obsesión. (EFI,251)

Como resultado de sus prácticas, los antiguos videntes se vieron


aprisionados por la fuerza rodante, y también como resultado de sus
prácticas, la fuerza rodante dio a los nuevos videntes el don de la libertad.
Al familiarizarse con la fuerza rodante a través de la maestría del intento,
en cierto momento, los nuevos videntes abren sus capullos y la fuerza
rodante los inunda en vez de enroscarlos como una cochinilla. El resultado
final es su desintegración total e instantánea. (EFI,253).

La fuerza rodante está compuesta por dos fuerzas separadas: la


fuerza circular, que golpea primero, es la fuerza dadora de vida; y la
fuerza tumbadora, que golpea inmediatamente después, es la fuerza de la
muerte. (EFI,254)

Los nuevos videntes "vieron" que ambas fuerzas están fusionadas,


pero que no son iguales. (EFI,254)

En cada ser viviente el equilibrio de las dos fuerzas es muy


delicado. Si en cualquier momento dado un individuo siente que la fuerza
tumbadora le golpea con mayor fuerza que la circular, esto significa que
el equilibrio está roto; a partir de entonces la fuerza tumbadora golpea
más y más duro, hasta que rompe la abertura del ser viviente y lo hace
morir. (EFI,254)

Es un error aislar cualquier cosa para "verla". Al principio, los


nuevos videntes hicieron exactamente lo opuesto de sus predecesores.
Enfocaron con igual atención el otro lado de la tumbadora. Y lo que les
pasó fue tan terrible como lo que les pasó a los antiguos videntes, o aún

130
Libro de Citas

peor. Tuvieron muertes estúpidas, al igual que el hombre común y


corriente. No tenían ni el misterio ni la malevolencia de los antiguos
videntes, pero tampoco tenían la sed de libertad de los videntes de hoy.
Aquellos primeros nuevos videntes sirvieron a todo el mundo, enfocaban
su "ver" en el acto de conferir la vida, estaban llenos de amor y bondad.
Pero eso no impidió que la muerte los arrollara. (EFI,253)

Los antiguos videntes enfocaron el aspecto destructor de la


tumbadora porque creían que sus vidas dependían de lo que "vieran".
Estaban seguros de que su "ver" iba a darles respuestas a preguntas tan
viejas como el tiempo. Pensaron que si desentrañaban los secretos de la
fuerza rodante serían invulnerables e inmortales. (EFI,255)

Los antiguos videntes observaron a sus aliados, y "viendo" que


eran seres vivientes con una resistencia a la fuerza rodante mucho más
grande que la nuestra, se ajustaron al molde de sus aliados. (EFI,260)

Los nuevos videntes lo cambiaron todo al darse cuenta de que


mientras el hombre tenga un capullo no hay manera de aspirar a la
inmortalidad. Los antiguos videntes nunca se dieron cuenta de que el
capullo humano es un receptáculo y que no puede sostener
indefinidamente el embate de la fuerza rodante. (EFI,255)

Los guerreros viven con la muerte al lado, y de saber que la


muerte está con ellos extraen el valor para enfrentar cualquier cosa. Lo
peor que podía pasarnos es que tenemos que morir, y puesto que ése ya es
nuestro destino inalterable, estamos libres; aquellos que han perdido todo
ya no tienen nada que temer. (EFI,268)

Lo que ocurre en el momento de la muerte es que toda la energía


interior es liberada a la vez. En ese momento los seres humanos se ven
inundados por la fuerza más inconcebible. No es la fuerza rodante que ha
roto sus aberturas, porque esa fuerza jamás penetra al interior del capullo;
solo la hace desplomarse. Lo que los inunda es la fuerza de todas las
emanaciones que repentinamente quedan alineadas después de estar
adormecidas durante toda una vida. No hay otra salida para una fuerza
tan gigante, sino escapar a través de la abertura rota. Eso es la muerte.
(EFI,279)

El misterio es lo único que importa. Somos seres vivientes;


tenemos que morir y renunciar a nuestra conciencia. Pero, si pudiéramos
cambiar tan solo un matiz, un hilo de eso, ¡qué misterios deben

131
Cosmología

aguardarnos! (EFI,310)

Nuestra muerte es algo enteramente personal, de cada uno de


nosotros; y es una mancha negra permanentemente colocada detrás del
hombro izquierdo. Los brujos saben cuando una persona está próxima a
morir, porque "ven" que la mancha negra se convierte en una sombra
móvil del tamaño y la forma exactos de la persona a la que pertenecen.
(ECS,44)

La muerte golpea a los seres fuertes y saludables con un golpe


parecido a un pelotazo o un leve puñetazo. Pero cuando esos seres están
moribundos, la muerte los ataca con acometidas parecidas a puñaladas.
(ECS,46)

La noción de la muerte es de monumental importancia en la vida


de los brujos. Lo que nos da cordura y fortaleza es saber que nuestro fin es
inevitable. Nuestro error más costoso es permitirnos no pensar en la
muerte. (ECS,142)

Sin una visión clara de la muerte, no hay orden para los brujos,
no hay sobriedad, no hay belleza. Los brujos se esfuerzan sin medida por
tener a su muerte en cuenta, con el fin de saber, al nivel más profundo,
que no tienen ninguna otra certeza sino la de morir. (ECS,142)

La muerte es nuestro único adversario que vale la pena. La


muerte es quien nos reta y nosotros nacemos para aceptar ese reto, seamos
hombres comunes o brujos. La muerte no es un enemigo, aunque así lo
parezca. No es nuestra destructora, aunque así lo pensemos. (ECS,144)

La vida es el proceso mediante el cual la muerte nos desafía. La


muerte es la fuerza activa. Nosotros somos seres pasivos. Si nos movemos
es debido a la presión de la muerte. (ECS,144)

Los brujos hacen eso; derrotan a la muerte y ésta reconoce su


derrota dejándolos en libertad, para nunca retarlos más. Esto no significa
que se vuelvan inmortales. Significa que la muerte deja de retarlos, eso es
todo. (ECS,145)

La muerte es dolorosa solo cuando le viene a uno en la cama,


enfermo. En una lucha a vida o muerte, no se siente dolor; si acaso sientes
algo, es exaltación. (ECS,217)

132
Libro de Citas

Una de las diferencias más dramáticas entre los hombres


civilizados y los brujos es la muerte dulce y bondadosa. Pueden estar
mortalmente heridos, y sin embargo, no sentir ningún dolor. Y aún lo más
extraordinario es que la muerte deja que los brujos la manejen. (ECS,217)

La mayor diferencia entre el hombre común y el brujo es que el


brujo domina a su muerte con su velocidad. (ECS,217)

En el mundo de la vida cotidiana, nuestras decisiones se pueden


cancelar con mucha facilidad. Lo único irrevocable en nuestro mundo es
la muerte. En el mundo de los brujos, por el contrario, la muerte normal
puede recibir una contraorden, pero no la palabra ni las decisiones de un
brujo, las cuales no se pueden cambiar ni revisar. Una vez tomadas, valen
para siempre. (ECS,217)

Los brujos tienen dominio sobre su propia muerte. Mueren


solamente cuando deben hacerlo. (ECS,218)

Me morí en ese campo. Sentí que mi conciencia salía flotando de


mí y se encaminaba hacia el Águila. Pero como había recapitulado mi
vida, el Águila no se tragó mi conciencia; me escupió como una pepita de
ciruela. Puesto que mi cuerpo estaba muerto en el campo, y un brujo no
puede dejar el cuerpo atrás, el Águila no me dejó pasar a la libertad. Fue
como si me indicara regresar y tratar otra vez. Ascendí a las cumbres de la
negrura y descendí otra vez a la luz de la tierra. Y me encontré en una
tumba superficial en el borde del sembrado. (ECS,297)

El boleto de un brujo para ir a la impecabilidad es su muerte.


(ECS,300)

Los brujos nunca buscan a nadie. Y yo era brujo. Había pagado


con la vida el error de no darme cuenta de que los brujos jamás se acercan
a nadie. Desde ese día solo he aceptado la compañía o los cuidados de
gente o de guerreros que están muertos, como yo. (ECS,300)

Miles de brujos han conseguido retener la fuerza vital después de


entregar sus experiencias vitales al “oscuro mar de la conciencia”. Para
Don Juan esto quería decir que los chamanes no mueren en el sentido
habitual en que entendemos la muerte, sino que la trascienden reteniendo
la fuerza vital y desapareciendo de la faz de la tierra cuando emprenden el
“viaje definitivo” de la percepción. (PM,105)

133
Cosmología

En el momento de la muerte los chamanes no son aniquilados,


sino que se transforman en “seres inorgánicos”: seres que tienen
conciencia pero que carecen de organismo. Para ellos la transformación
en un ser inorgánico era evolucionar, y suponía el acceso a una clase de
conciencia nueva e indescriptible, conciencia que realmente duraría
millones de años y que algún día tendrían que devolver a lo que se las
había dado: el “oscuro mar de la conciencia”. (PM,106)

La muerte simbólica de un guerrero no es una muerte física. El


criterio que indica que un guerrero ha "muerto" es cuando ya no le
importa si tiene compañía o está solo. (LAI,141)

Somos seres que van a morir; y, sin esa aceptación básica,


nuestras vidas, nuestro quehaceres y el mundo en que vivimos son asuntos
inmanejables. (LAI,155)

Los chamanes tienen una ventaja: como saben que son seres que
van camino a la muerte, tienen a alguien susurrándoles incansablemente
en el oído que todo es efímero. Ese susurro es el de la muerte, la consejera
infalible, la única que nunca te va a mentir. (LAI,165)

Para un brujo, la muerte es un factor unificante, no


desintegrador. Un acto de unificación que emplea todo ápice de su
energía. Para los brujos no hay cadáver, no hay descomposición. Sus
cuerpos en su totalidad se vuelven energía, una energía que tiene
conciencia, que no está fragmentada. (LAI,247)

Si no tienes nada por qué morir, ¿cómo puedes sostener que


tienes algo por qué vivir? Los dos van de la mano, y la muerte lleva el
timón. (LAI,319)

SINOPSIS

La figura y significación de la muerte, dentro de la concepción


tolteca, también supuso una impactante fuente de asombro para el lector
occidental. Por un lado, Don Juan insiste cuidadosamente en la radical
certeza de nuestra muerte, hasta el punto de identificarla con una
presencia y una fuerza cuya existencia concreta es independiente del

134
Libro de Citas

pensamiento o la imaginación.
Las imágenes a las que recurre pueden parecer demasiado
humanas o contradictorias, pero el propósito final de esas descripciones es
claro para el buen entendedor: que nadie pierda el tiempo confiando en la
inmortalidad. Cada minuto es precioso si nuestra muerte es imprevisible,
inevitable, terrorífica, final; si su existencia es tan real que roza los
términos de lo material.
Por otro lado, y en una coyuntura más técnica, Don Juan nos
explica la verdadera esencia energética de la muerte, la “fuerza rodante”,
y su indispensable y crucial papel como detonante voluntario y controlado
en el proceso de explosión del fuego interno hacia la conciencia total,
hacia la tercera atención
Es importante percibir la diferencia que los toltecas proponen.
Teníamos a la muerte como un paso, un umbral abstracto hacia una cierta
y gratuita vida eterna. Los nuevos videntes nos sacan de ese inconsistente
error: es fundamental familiarizarse con la muerte, no solo porque su
realidad es aplastante, y porque tenerla en cuenta nos templa, sino porque
es nuestra herramienta estratégica para alcanzar la tercera atención, la
libertad.

135
El conocimiento es un sistema de supuestas contradicciones.
El Proceso de Aprendizaje

3.1. EL NAGUAL

A fin de guiar a los seres vivientes hacia la libertad, el Águila creó


el nagual. El nagual es un ser “doble” (al ojo del vidente, un hombre
nagual o una mujer nagual aparece como un huevo luminoso con cuatro
compartimentos) a quien se ha revelado la Regla. El nagual puede tener
forma humana, vegetal o de cualquier cosa viviente, pero en virtud de su
“doblez” está obligado a buscar ese pasaje oculto. El nagual aparece en
pares, masculino y femenino, y ambos tienen que asumir completamente
la Regla para constituirse en el nagual. (EDA,177)

El Águila creó el primer hombre nagual y la primera mujer


nagual como videntes, y de inmediato les puso en el mundo para que
vieran. Les proporcionó cuatro guerreras acechadoras, tres guerreros, y un
propio, a quienes ellos tendrían que mantener, engrandecer y conducir a
la libertad. (EDA,177)

Para asegurar que el (primer) hombre nagual llevara a su grupo


a la libertad sin desviaciones ni corrupciones, el Águila se llevó a la mujer
nagual al otro mundo para que sirviera como faro, como guía. (EDA,180)

La mujer nagual y Don Juan encontraron plenitud, unidad y


silencio en su compañía mutua. Un sentimiento que no tenía nada que ver
con el afecto o la necesidad; era más bien como una sensación física que
ambos compartían: la sensación de que una barrera que había existido
dentro de cada uno de ellos se había roto y que eran uno y el mismo ser.
(EDA,216)

La afinidad entre el hombre y la mujer nagual es algo que no


puede formularse en palabras. Su separación no provoca un vacío "social",
sino un movimiento de emanaciones imposibles de sustituir. (EDA,302)

La mujer nagual no es ni la esposa ni la mujer del nagual, sino su


contraparte, su análogo femenino. La mujer nagual tiene la serenidad y la
autoridad de un verdadero jefe. (EDA,123)

La mujer nagual es una persona cuya presencia sintetiza para el


nagual todo lo que se puede esperar del compañerismo humano.

138
Libro de Citas

(EDA,128)

Las similitudes entre los mismos tipos de guerreros de diferentes


grupos son manifiestas. (EDA,182)

La Regla es definitiva, y dice que solo hay cuatro tipos de hombres


y mujeres en el mundo. (EDA,188)

Las mujeres son vientos. Hay cuatro vientos (norte, sur, este y
oeste), así que hay cuatro tipos de mujeres. (SAP,47)

Los seres dobles, las mujeres en especial, son bastante tímidos...


(EDA,214)

Las mujeres dobles son sumamente escasas y volátiles...


(EDA,222)

El contacto entre el hombre y la mujer nagual supone para ambos


un alivio indescriptible, pero demasiado breve. (EDA,225)

Carlos pertenecía a una porción de la Regla llamada "el nagual de


tres puntas". La Regla no comete errores. Un designio superior les había
hecho errar por razones inescrutables. Un "mensajero" traería a Carlos la
Regla pertinente al nagual de tres puntas. (EDA,227,228)

Carlos tenía que probar que merecía su misión (como nagual de


tres puntas), su tenebrosa tarea... (EDA,291,297)

Debido a que los naguales tienen sus campos de energía divididos


en tres o cuatro partes, son personas más fuertes y adaptables que el
hombre común y corriente. (EFI,18)

Hacia fines del siglo dieciséis cada nagual se cerró en sí mismo y


aisló a su grupo de videntes para que no tuvieran ningún contacto abierto
con otros videntes. A consecuencia de esta drástica segregación se
formaron linajes individuales. Nuestro linaje estaba compuesto de catorce
naguales y ciento veintiséis videntes. Algunos de estos catorce naguales
tuvieron solamente siete videntes con ellos, otros tuvieron once y algunos
hasta quince. (EFI,30)

Un nagual es alguien lo suficientemente flexible como para ser


cualquier cosa. Entre otras cosas, ser un nagual significa no tener puntos

139
El Proceso de Aprendizaje

que defender. (EFI,64)

Los hombres tienen sobriedad y propósito, pero muy poco talento;


por esa razón un nagual tiene que tener ocho mujeres videntes (y solo
cuatro hombres) en su grupo. Las mujeres dan al grupo el impulso, la
audacia para cruzar la inmensidad de lo desconocido. (EFI,160)

Un nagual, en estado de conciencia acrecentada, puede


comportarse tan naturalmente como cualquier otra persona. (EFI,213)

Un hombre nagual, o una mujer nagual, por el hecho de tener


más energía que el hombre común, pueden empujar el resplandor de la
conciencia y sacarlo de las emanaciones acostumbradas y moverlo a las
emanaciones vecinas. Ese empujón es conocido como “el golpe del
nagual”. (EFI,134)

El golpe del nagual tiene que darse en un punto preciso, en el


punto de encaje, y el lugar exacto de este punto varía en grados
minúsculos de persona a persona. (EFI,135)

El golpe del nagual lo tiene que dar un nagual que "ve". (EFI,135)

El nagual identifica ese punto por su intensa luminosidad y, más


que golpearlo, lo empuja. La fuerza del empujón crea una hendidura en el
capullo, y se siente como un golpe en el omóplato derecho, un golpe que
saca todo el aire de los pulmones. (EFI,135)

El golpe del nagual es de suprema importancia porque hace que


el punto de encaje se mueva. Altera su ubicación. A veces incluso llega a
crear una grieta permanente en ese sitio. El punto de encaje queda
completamente desalojado, y la percepción cambia de manera dramática.
(EFI,141)

Cuando el nagual da su golpe, el punto acaba en cualquier lugar


dentro de la banda de hombre; pero no importa en absoluto dónde acabe,
porque donde quiera que lo hace será siempre terreno virgen. (EFI,145)

Para mover el punto de encaje uno necesita energía. Si uno no la


tiene, el golpe del nagual no es el golpe de la libertad sino el golpe de la
muerte. (EFI,169)

Cuando el nagual enciende finalmente todas las emanaciones

140
Libro de Citas

interiores de su capullo, todos los miembros de su grupo desaparecen en


un instante. (EFI,211)

Generalmente, el nagual y todos sus videntes dejan el mundo


juntos, pero hay casos en los cuales lo dejan o bien en pequeños grupos o
bien uno por uno. El nagual Julián y su grupo eran un ejemplo de este
caso. (EFI,167)

Un nagual jamás le deja saber a nadie que él controla todo. Un


nagual va y viene sin dejar huella. Esa libertad es lo que le hace nagual.
(EFI,237)

No puedes insultar al nagual. Es el nagual quien te permite "ver".


La técnica es del nagual, el poder es del nagual. El nagual es el guía.
(EFI,290)

El nagual es un hombre o una mujer dotado de extraordinaria


energía; un maestro dotado de sensatez, paciencia e increíble estabilidad
emocional. Su extraordinaria energía les permite a los naguales
intermediar; les permite ser un viaducto que canaliza y transmite, a quien
fuera, la paz, la armonía, la risa, el conocimiento, directamente de la
fuente, del "intento". Son los naguales quienes tienen la responsabilidad de
suministrar lo que los brujos llaman la "oportunidad mínima": el estar
consciente de nuestra propia conexión con el intento. (ECS,21)

El golpe del nagual provoca un estado de conciencia acrecentada.


(ECS,24)

Un aprendiz es alguien que se esfuerza por limpiar y revivir su


vínculo con el espíritu. Una vez que ese vínculo revive, ya no puede
continuar siendo un aprendiz; pero hasta ese día, necesita de un propósito
indomable, un "intento inflexible", del cual carece, por supuesto. Por esa
razón, el aprendiz permite que el nagual le proporcione tal propósito y,
para hacerlo, tiene que renunciar a su individualidad. Esta es la parte de la
brujería que resulta más difícil a los aprendices. Por eso no se reciben bien
a los voluntarios en el mundo de la brujería; porque ya tienen propósitos
propios y eso les dificulta enormemente renunciar a su individualidad. Si
el mundo de los brujos exige ideas y actos contrarios a esos propósitos, los
voluntarios simplemente se enfadan y se van. (ECS,70)

Una descripción de lo que sucede durante el encuentro inicial


entre un nagual y su posible aprendiz, desde el punto de vista del brujo,

141
El Proceso de Aprendizaje

sería absolutamente incomprensible. (ECS,74)

Un nagual está obligado, por la fuerza de su posición, a dominar


su conocimiento. (ECS,101)

Los naguales son muy engañosos. Siempre dan la impresión de ser


lo que no son, y lo hacen tan bien que todo el mundo les cree, hasta los
que mejor le conocen. (ECS,165)

Hay ejemplos de personas, brujos o personas corrientes, que no


necesitan de nadie. Obtienen paz, armonía, risa, conocimiento,
directamente del espíritu. No necesitan intermediarios. Tu caso y el mío
son diferentes. Yo soy tu intermediario, como el nagual Julián fue el mío.
(ECS,194)

El nagual es quien proporciona una oportunidad mínima, pero


esa oportunidad mínima no es instrucción, como las instrucciones que se
necesitan para aprender a manejar una máquina. La oportunidad mínima
consiste en que lo hagan a uno consciente del espíritu. (ECS,195)

Se nos ha preparado para esperar instrucción, enseñanzas, guías,


maestros. Y cuando se nos dice que no necesitamos de nadie, no lo
creemos. Nos ponemos nerviosos, luego desconfiados y finalmente
enojados y desilusionados. Los brujos dicen que no deberíamos necesitar
que nadie nos convenza de que el mundo es infinitamente más complejo
que nuestras más increíbles fantasías. Entonces, ¿por qué somos tan
pinches que siempre pedimos que alguien nos guíe, si podemos hacerlo
nosotros mismos? (ECS,196)

Basta la presencia del nagual para mover el punto de encaje. El


golpe entre los omóplatos solo sirve para tranquilizar, para borrar las
dudas. Los brujos utilizan ese golpe físico para sacudir el punto de encaje
la primera vez; después lo único que hacen es dar confianza al aprendiz.
(ECS,196)

El nagual, al ayudar a destruir el espejo de la imagen de sí, insta


al punto de encaje a moverse. Pero quien lo mueve, en verdad, es el
espíritu, lo abstracto; algo que no se ve ni se siente; algo que no parece
existir, pero existe. Por este motivo, los brujos dicen que el punto de encaje
se mueve por sí solo. O dicen que quien lo mueve es el nagual, porque el
nagual, siendo el conducto de lo abstracto, puede expresarlo mediante sus
actos. El espíritu se expresa de acuerdo a la impecabilidad del nagual; es

142
Libro de Citas

decir, el espíritu puede mover el punto de encaje con la mera presencia de


un nagual impecable. (ECS,198)

Lo primero que experimenta un aprendiz de brujo es un cambio


en su nivel de conciencia, un cambio provocado simplemente por la
presencia del nagual. (ECS,154)

Lo de golpear (el omóplato) es una genuina maniobra para


manejar la percepción la primera vez que se pone en práctica. De allí en
adelante, es sólo una treta para atrapar la atención y borrar las dudas.
(ECS,154)

Yo soy el nagual Julián. Sin mi intervención no hay modo de


llegar a la libertad. (ECS,243)

La única razón por la cual necesitamos un maestro es para que


nos acicatee sin misericordia. De lo contrario, nuestra reacción natural es
detenernos a felicitarnos por haber avanzado tanto. (ECS,268)

La compañía de un nagual es muy fatigosa; produce un cansancio


extraño y hasta puede hacer mal. (ECS,300)

Lo que señala al aprendiz es siempre un augurio, no un deseo


voluntario por ninguna de las dos partes (del aprendiz o del nagual).
(RDP,306)

El hecho es que sin nagual no hay partida. Yo lo sé y te lo digo.


Así mismo lo dijeron todos los naguales anteriores a mí. Pero no lo dijeron
como asunto de importancia personal; ni yo tampoco. Decir que sin
nagual no se puede encontrar el camino se refiere por completo al hecho
de que el nagual es un nagual porque puede reflejar lo abstracto, el
espíritu, mejor que los demás. Pero eso es todo. Nuestro vínculo es con el
espíritu mismo, y solo incidentalmente con el hombre que nos trae su
mensaje. (ADE,20)

Antes, las partidas de videntes eran conducidas solo por un


nagual, pero a partir del nagual Luján (que por cierto era chino, cosa
también muy poco ortodoxa, y fue quien introdujo las artes marciales
entre los chamanes de su linaje), que vivió hace unos 200 años, ha habido
un nexo conjunto de esfuerzo, compartido por un hombre y una mujer. El
hombre nagual trae sobriedad; la mujer nagual trae innovación. (LAI,93)

143
El Proceso de Aprendizaje

La presencia de un nagual basta para aclararnos las cosas,


aunque sea de manera velada. Tal es su energía. Son seres "vacíos". Dentro
de ellos hay un "vacío" peculiar que no refleja el mundo, sino el "infinito".
(LAI,97)

SINOPSIS

Abriendo el apartado del proceso iniciático, de la metodología de


crecimiento personal específicamente tolteca (que hemos subdividido en
dos grandes apartados: los fundamentos generales y los procedimientos
técnicos), es oportuno comenzar por la figura del nagual, el guía o
maestro responsable de aglutinar y dirigir al grupo de guerreros que el
poder, en su momento, le confía.
No sabemos si hay una relación oculta, pero hay que distinguir
entre tres acepciones distintas del término “nagual”: a) el entendido como
guía, maestro, b) el entendido como contraparte al “tonal”, como vimos en
el capítulo sobre el tonal y el nagual, y c) el entendido como una forma
(más) de denominar al (innombrable) Espíritu que guía de manera
omnipresente los designios de toda existencia.
En este caso, nos ocuparemos de la primera acepción. La figura
del guía, que es un común denominador inevitable en cualquier tradición,
se desarrolla en nuestro sistema de manera inequívoca. Pero vivimos en
unos tiempos en que también es unánime el rechazo del aprendiz a todo
directivismo, y no digamos a la obediencia ciega, habida cuenta de los
abusos que ésta ha generado, no solo en el pasado, sino en el más reciente
testimonio de las sectas destructivas.
Por eso, en principio, parece más que oportuno que el caso del
nagual Carlos, “la Regla de tres puntas” (EDA,227), rompa con una
estructura de linajes y abra una posibilidad más democrática y planetaria
para el camino del conocimiento.
La urgencia con que el hombre actual necesita sabias revelaciones
y dinámicas espirituales era incompatible con las desfasadas jerarquías
teosóficas o eclesiales. Con el "excepcional" caso de Castaneda, el espíritu
pone en nuestras manos una copiosa información iniciática
teológicamente pura, y al mismo tiempo nos libera de cualquier deber
devocional hacia él o los naguales que le representan. ¿Se puede pedir
más? De esta manera, cada guerrero puede, y debe, hacer su propia
interpretación personal de la Regla.

144
Libro de Citas

Aunque, naturalmente, si uno tiene la suerte de ser guiado por un


auténtico nagual, mejor. Y, lamentablemente, una lectura crítica revela
que Carlos juega aquí a dos manos: a la hora de hacer sus propias
interpretaciones invoca la "regls de tres puntas"; pero a la hora de
reclamar una autoridad indiscutible sobre las dinámicas y contenidos de
sus eneseñanzas, nos recuerda que solo él fue el aprendiz directo de Don
Juan, el "elegido" por el espíritu, el mesías de la nueva era. Sus
descalificaciones hacia cualquier otra pretendida autoridad son
vergonzosas.

3.2. LA CONCIENCIA ACRECENTADA

La conciencia acrecentada es la posición del punto de encaje


requerida para realizar la instrucción del lado izquierdo. (ECS,25)

El estado de conciencia acrecentada es la puerta de entrada al


intento. (ECS,114)

El valor del método de enseñanza de los nuevos videntes radica en


que aprovecha las cualidades peculiares de la conciencia acrecentada,
especialmente la inhabilidad de los aprendices para recordar. Esta
inhabilidad constituye una barrera casi infranqueable para los guerreros
que tienen que recordar toda la instrucción que se les dio, si han de seguir
adelante. Solo después de años de esfuerzo y de disciplina monumentales
pueden los guerreros recordar su instrucción. (EFI,33)

En el estado de conciencia acrecentada, la conducta de los


aprendices es tan natural como en la vida diaria. Su gran ventaja es que
pueden enfocar sus mentes en cualquier cosa con fuerza y claridad
descomunales; pero su desventaja está en la imposibilidad de traer al
campo de la memoria normal lo que en esos estados les sucede. (EFI,19)

Cada vez que yo entraba en un estado de conciencia acrecentada


no podía dejar de maravillarme de la diferencia entre mis dos lados.
Siempre sentía como si un velo se me quitara de los ojos, como si antes
hubiera estado parcialmente ciego y ahora podía ver. La libertad, el

145
El Proceso de Aprendizaje

absoluto regocijo que solía posesionarse de mí en esas ocasiones no puede


compararse con ninguna otra cosa que haya experimentado jamás. Pero al
mismo tiempo, había un aterrador sentido de tristeza y añoranza que iba
de la mano con aquella libertad y aquel regocijo. Don Juan me había dicho
que sin tristeza y añoranza uno no está completo, pues sin ellas no hay
sobriedad, no hay gentileza. Decía que la sabiduría sin gentileza y el
conocimiento sin sobriedad son inútiles. (EFI,20)

Los antiguos videntes se dieron cuenta de que la mejor manera de


enseñar su conocimiento era hacer que sus aprendices cambiaran a su
lado izquierdo, a un estado de conciencia acrecentada, porque ahí es
donde tiene lugar el verdadero aprendizaje. (EFI,32)

Tú no te acuerdas de todo lo que has hecho, porque cuando uno


está en la conciencia acrecentada, uno "ve". (EFI,78)

El estado de conciencia acrecentada es "visto" no solo como un


resplandor que abarca mayor profundidad dentro de la forma ovoide de
los seres humanos, sino también como un resplandor más intenso en la
superficie del capullo. (EFI,137)

La conciencia acrecentada sucede al momento en que el intenso


resplandor del punto de encaje enciende las emanaciones dormidas en la
profundidad de la banda del hombre. (EFI,144)

En la conciencia acrecentada, el punto de encaje acentúa


emanaciones que están tan próximas a las habituales que el cambio es
mínimo. Pero a pesar de ser mínimo, el cambio produce una mayor
capacidad para concentrarse, comprender y aprender. Las emanaciones
más alejadas permanecen inafectadas, lo que significa que, mientras están
en un estado de atención provisionalmente acrecentada, los seres humanos
pueden tratar con todo como si estuvieran en el mundo de todos los días.
Pero cuando este estado se desvanece, todo se olvida de inmediato.
(EFI,136)

La gran prueba que los nuevos videntes desarrollaron para sus


guerreros aprendices es desandar el viaje que sus puntos de encaje
llevaron a cabo bajo la influencia del nagual. A este repaso, cuando ha
sido concluido, lo llamaron recuperar la totalidad de uno mismo.
(EFI,145)

De la conciencia acrecentada al "punto donde no hay más dudas"

146
Libro de Citas

solo hay un corto trecho. La verdadera hazaña es hacer que el punto de


encaje se mueva desde su sitio normal a ese otro punto en la profundidad
del lado izquierdo. (EFI,205)

Una de las decisiones más afortunadas de los nuevos videntes fue


el no permitir nunca que sus puntos de encaje se movieran de manera
permanente a cualquier posición que no sea la conciencia acrecentada.
Desde esa posición, resolvieron de hecho el dilema de la inutilidad de la
importancia personal y se dieron cuenta de que la solución no consiste en
escoger un mundo alternativo en el cual morir, sino en elegir la
conciencia total, la libertad total. (EFI,324)

Una vez terminado su entrenamiento, la tarea que enfrentan los


guerreros es una tarea de integración. En el curso de su entrenamiento, los
guerreros, y especialmente los naguales, se ven instados a mover sus
puntos de encaje a tantos sitios como sea posible. A medida que los
recuerdan los integran en un todo coherente. (EFI,308)

El olvido es lo único que da alivio a quienes penetran en lo


desconocido. ¡Qué alivio estar en el mundo ordinario! (EFI,305)

La conciencia acrecentada no revela lo que se ha almacenado en


ella hasta el momento en que el edificio del conocimiento de la brujería
esté completo. (ECS,41)

En los estados de conciencia acrecentada los brujos obtienen


conocimiento directamente del "intento", sin la intervención del lenguaje
hablado. (ECS,20)

En los estados de conciencia acrecentada yo podía funcionar con


destreza y con firmeza, pero una vez que regresaba a un estado de
conciencia normal, no podía recordar nada acerca de ellos. (ECS,25)

La conciencia acrecentada es un misterio solo para nuestra razón.


En la práctica, es de lo más sencillo que hay. (ECS,57)

Para algunos hombres, usar ropas de mujer es la puerta de


entrada a la conciencia acrecentada. De hecho, vestir a un brujo macho de
mujer es más eficaz, para entrar a la conciencia acrecentada, que empujar
su punto de encaje, pero más difícil de ejecutar. (ECS,96)

La conciencia acrecentada es como un trampolín. Desde ahí

147
El Proceso de Aprendizaje

puede uno saltar al infinito, pues cuando el punto de encaje se mueve, o


bien se ubica otra vez en una posición muy cercana a la habitual, o
continúa moviéndose hasta el infinito. (ECS,102)

La conciencia acrecentada no tiene valor alguno para la


supervivencia biológica; de otro modo, toda la raza humana estaría en ese
estado. El cual es un estado peligrosísimo, pero el riesgo de entrar en él es
mínimo. No obstante, siempre existe una remota posibilidad de que
cualquier persona entre en ese estado. Al hacerlo, lo habitual es que se
desconchinfle, la mayoría de las veces de forma irreparable. (ECS,114)

Recapitular a Don Juan, en los términos de recuperar lo que


había interactuado con él en conciencia acrecentada, me produjo unas
visiones extremadamente detalladas y significativas. Eran infinitamente
más intensas que conversar con el propio Don Juan. (RDT,240)

SINOPSIS

Cuando Don Juan y su grupo de videntes partieron todos juntos


finalmente al otro mundo, en una especie de iniciática “ascensión a los
cielos en cuerpo y alma”, Castaneda pareció dar por terminada su
instrucción. Se cerraba así el ciclo que constituyen sus cuatro primeros
libros. El resto de su obra cobró una densidad y una riqueza insospechadas
cuando descubrió, a través de la recapitulación y el ensueño, que Don
Juan en realidad le había enseñado infinidad de conocimientos de los que
no se acordaba porque le habían sido transmitidos en estados de
conciencia acrecentada.
Algunos críticos encontraron este hecho muy “conveniente” para
los intereses editoriales de Castaneda, ya que permitía continuar
indefinidamente los reportes y la dialéctica de sus best-seller. Como
analizaremos más adelante en los Recuentos críticos al respecto, es una
trampa muy sofisticada, muy inteligente; pues el hecho es que hay un
misterio en el fenómeno de la conciencia acrecentada que acaba
conquistándonos, más allá de todas las dudas, gracias al alcance de sus
posibilidades psicológicas o intuitivas.
En efecto, considerar que nuestras actitudes y presentimientos
pueden tener su origen en intensas experiencias, posiblemente también
muy extensas desde el punto de vista temporal, vividas en el fugaz o

148
Libro de Citas

incluso intencionado lapso de un desmayo, un sueño, o un despiste del que


no nos acordábamos en absoluto, despierta en nosotros abismales y
abrumadores sentimientos de expectación, máxime cuando la mayoría de
nosotros tenemos fuertes indicios (experiencias de "dejá vu" y similares) de
procesos ocultos en nuestra memoria que apuntan en esa dirección.
¿Qué recuerdos no habrá, entonces, encerrados en las
inaccesibles parcelas de nuestro cuerpo energético? ¿Quiénes somos en
realidad? ¿Cuál es nuestro verdadero pasado?
Sin embargo, precisamente en este material es en el que más
acuciante nos resulta la necesidad de un nagual, de un maestro, ya que
Don Juan introducía a Castaneda en los estados de conciencia acrecentada
a través de una manipulación exclusiva de su punto de encaje (el “golpe
del nagual”), y como no nos indica ningún otro método para acceder a ese
estado, hasta el punto de que sería inútil o peligroso intentarlo por nuestra
propia cuenta, Castaneda se asegura así un incómodo cetro de autoridad
indisputable.

3.3. LOS CENTROS ABSTRACTOS

Don Juan me dio a conocer dieciocho centros abstractos, aunque


hay en la brujería veintiuno de estos centros. Los seis primeros son: las
manifestaciones del espíritu, el toque del espíritu, los trucos del espíritu, el
descenso del espíritu, los requisitos del intento, y el manejo del intento.
(ECS,26,30)

Los centros abstractos son como planos previos de los hechos, o


como patrones recurrentes que aparecen cada vez que el intento va a
mostrar algo significativo. Los centros abstractos, en este sentido, son
mapas completos de series enteras de acontecimientos. A través de medios
que van más allá de la comprensión, cada detalle de cada centro abstracto
se repite con cada aprendiz nagual. (ECS,34)

Lo que los brujos conocen como centro abstracto es también


llamado el edificio del intento, o la voz silenciosa del espíritu, o el arreglo
ulterior de lo abstracto. El arreglo ulterior de lo abstracto no es
simplemente el orden en el que se nos presentaron los centros abstractos,

149
El Proceso de Aprendizaje

ni tampoco lo que tienen en común, o el tejido que los une. Más bien, es el
acto de conocer lo abstracto directamente, sin la intervención del lenguaje.
(ECS,57-58)

Las manifestaciones del espíritu son realmente el primer centro


abstracto alrededor del cual se construye la primera historia de la brujería.
Con el fin de sacarlo de su modorra, el espíritu dio al hombre tres señales,
tres manifestaciones sucesivas. Tres veces el espíritu, de la manera más
obvia, se cruzó físicamente en el camino del hombre. Pero el hombre
permanecía inconmovible ante cualquier cosa que no fuera su interés
personal. (ECS,33)

A tales manifestaciones se les llama gestos del espíritu o, de


manera más sencilla, indicaciones, augurios, presagios. (ECS,39)

El segundo centro abstracto postula que "el hombre estaba


disponible en el preciso momento en que el espíritu tocó su puerta".
(ECS,68)

El primer centro es el edificio que el intento construye y coloca


frente al brujo, invitándole a entrar. Es el edificio del intento visto por un
brujo. El segundo centro, el toque del espíritu, es el mismo edificio visto
por el principiante al que se invita, o más bien se obliga a entrar. (ECS,68)

Los eventos desencadenados por los brujos con ayuda del


conocimiento silencioso son tan sencillos, pero al mismo tiempo de
proporciones abstractas tan inmensas, que los brujos decidieron, miles de
años atrás, referirse a esos eventos solo en términos simbólicos. Las
manifestaciones y el toque del espíritu son ejemplos de ello. (ECS,74)

El tercer centro abstracto se llama los trucos del espíritu, o los


trucos de lo abstracto, o el acecharse a sí mismo, o el desempolvar el
vínculo con el intento. (ECS,81)

La historia dice que, después de tocar la puerta del hombre sin


tener ningún éxito, el espíritu siguió el único camino posible: el ardid.
(ECS,81)

Cada historia es una tragicomedia abstracta con un actor


abstracto, el intento, y dos actores humanos, el nagual y su aprendiz. El
guión es el centro abstracto. (ECS,81)

150
Libro de Citas

El cuarto centro abstracto es el golpe brutal del descenso del


espíritu. Es un acto de revelación. El espíritu se nos revela. Los brujos
dicen que el espíritu nos espera emboscado y luego desciende sobre
nosotros, su presa. Dicen los brujos que ese descenso casi siempre viene
velado. Sucede, pero parece no haber sucedido en absoluto. (ECS,120)

Los brujos creen que, hasta el momento mismo en que desciende


el espíritu, cualquier brujo puede dejar la brujería, puede alejarse del
espíritu, pero ya no después. Existe un umbral que, una vez franqueado,
no permite retiradas. (ECS,120)

Hay muy poco valor en la instrucción. Los brujos sostienen que el


descenso del espíritu es lo único que importa, porque es el espíritu el que
mueve el punto de encaje. Y ese movimiento, como bien lo sabes, depende
del aumento de energía y no de la instrucción. (ECS,194)

Normalmente, desde el momento que el espíritu toca la puerta,


pasan años antes de que el aprendiz llegue al umbral. El brujo recalca el
cruce del umbral y usa ese recuerdo como punto de referencia. El hombre
común y corriente, por el contrario, recalca el hecho de que se refrena de
cruzarlo y de que hace lo posible por olvidarse de haber llegado a él.
(ECS,121)

Los centros abstractos son diferentes grados de nuestra capacidad


de estar conscientes del intento. (ECS,136)

Cualquier descenso del espíritu es como morir. Todo en nosotros


se desconecta, y después vuelve a conectarse a una fuente de mucha
mayor potencia. La amplificación de energía se siente como una angustia
mortífera. Pero no hay peligro si sabes lo que te está sucediendo.
(ECS,183)

No hay procedimientos ni métodos ni pasos en la brujería. Lo


único que importa es el descenso del espíritu, y el movimiento del punto
de encaje, y no hay procedimiento que pueda causarlo. Es un efecto que
sucede por sí solo. (ECS,197)

Abstraer no significa pensar de una manera abstracta. Abstraer


significa ponerse a disposición del espíritu por medio del puro
entendimiento. (ECS,228)

151
El Proceso de Aprendizaje

SINOPSIS

La obra “El conocimiento silencioso” está estructurada en torno a


una cadena de puntos clave sobre los que supuestamente descansa el
edificio de la brujería: los centros abstractos.
A estas alturas de la lectura de Castaneda (se trata del octavo
libro) uno ya está acostumbrado al inesperado énfasis que de repente se
hace en unos determinados conceptos del conocimiento, presentándolos
como absolutamente cruciales, para luego no volverlos a tratar en ningún
otro lugar, dejando por tanto su explicación incompleta. Es el caso de los
centros abstractos.
En un principio, para no ser demasiado críticos, pensábamos que
debía haber en esta estrategia complejas intenciones didácticas de un
poder superior, así que hicimos un esfuerzo por quedarnos con la esencia
del concepto, que al fin y al cabo nos revela un determinado orden en las
fases iniciáticas del acercamiento al espíritu. Parecía que sería mucho
pedir que unos cuantos libros abrieran a la humanidad las puertas del
cielo de manera objetiva y contundente, y nos hacíamos cargo de que la
complejidad del conocimiento hacen de su sistematización una empresa
harto difícil que solo puede ser, la mayoría de las veces, vislumbrada con
narraciones tangenciales y parábolas simbólicas. En todas las tradiciones
pasa más o menos lo mismo. Qué le vamos a hacer.
Más adelante comprendimos que en realidad lo más probable es
que Castaneda intentara rescatar los recuerdos fragmentados de algunos
conceptos que Don Juan le enseñó en su momento, sin ser debidamente
atendidos y comprendidos por su aprendiz, resultando de todo ello una
mezcla confusa y necesariamente incompleta de enseñanzas reales y
suposiciones literarias.

3.4. NO-
NO-HACER

La clave del poder está en no-hacer lo que ya sabemos hacer. El


primer paso deliberado para juntar poder personal está en permitir al
cuerpo no-hacer. (VAI,251-52)

152
Libro de Citas

Mirar la roca es hacer; "verla" es no-hacer. El mundo es el mundo


porque conocemos el hacer implicado en hacerlo así. Si no conociéramos
su hacer, el mundo sería distinto. (VAI,262)

Al hombre común le importa que las cosas sean verdad o mentira;


al guerrero no. Si le dicen al guerrero que las cosas son ciertas, actúa por
hacer. Si le dicen que no son ciertas actúa de todos modos, por no-hacer.
(VAI,266)

La parte más difícil del camino del guerrero es darse cuenta de


que el mundo es un sentir. Cuando uno no-hace, está sintiendo el mundo,
y lo siente a través de sus "líneas". (VAI,268)

Durante el día, las sombras son las puertas del no-hacer.


(VAI,276)

Un guerrero aplica el no-hacer a todo en el mundo. (VAI,276)

A todos se nos ha enseñado a estar de acuerdo en nuestro hacer:


estamos enganchados por nuestro primer anillo de poder, y merced a este
enganche creamos y sostenemos el mundo físico. Por fortuna, no-hacer es
igual de milagroso y poderoso. (VAI,293)

Tú haces de esto una piedra porque conoces el hacer necesario


para eso. Ahora, si quieres parar el mundo, debes parar de hacer. Captar
los detalles ínfimos de la piedra y no considerar sus límites sería no-hacer.
(VAI,263-64)

No-hacer es tan difícil y tan poderoso que no debes mencionarlo


hasta que hayas parado el mundo. (VAI,261)

Solo se logra "ver" cuando uno ha parado el mundo a través de la


técnica de no-hacer. (VAI,269)

Una vez alcanzado cierto nivel de poder personal, se hace


innecesaria la gimnasia o cualquier entrenamiento de este tipo ya que,
para hallarse en forma impecable, la única práctica necesaria es la de no-
hacer. (VAI,269)

Ensoñar es el no-hacer de los sueños, y conforme progresas en el


no-hacer progresarás también en el ensueño. (VAI,275)

153
El Proceso de Aprendizaje

Un guerrero no necesita creer, pues mientras continúe actuando


sin creer está no-haciendo. (VAI,275)

La instrucción sobre el no-hacer era en cierto modo una trampa


para embaucar la atención de Carlos. (RDP,327)

La función de los no-haceres es crear una obstrucción en el


primer anillo de poder. (EDA,315)

Detener el mundo consiste en introducir un elemento disonante


en la trama de la conducta cotidiana, con el propósito de detener lo que
habitualmente es un fluir ininterrumpido de acontecimientos comunes;
acontecimientos que están catalogados en nuestra mente, por la razón.
Detener el mundo es tan necesario para los brujos como leer y escribir lo
es para el hombre común. El elemento disonante se llama no-hacer, o lo
opuesto de hacer. Hacer es cualquier cosa que forma parte de un todo del
cual podemos dar cuenta cognoscitivamente. No-hacer es el elemento que
no forma parte de ese todo conocido. (ECS,200)

Para un buscador de conocimiento la clave del bienestar está en


hallar los sitios bueno y malo de la zona en que nos encontramos; y la
mejor forma de hallarlos es determinar sus colores respectivos
"percibiéndolos con los ojos". (EDJ,54)

Hallar el sitio benéfico es importante, y para hacerlo uno tiene


que "cruzar los ojos": ver por separado la misma imagen. Se trata de
"sentir" con los ojos; y poner la atención en el espacio entre las dos
imágenes. (VAI,85)

Permanecer en el sitio benéfico, adoptar la danza de pelea, y


lanzar un objeto (de poder) acompañado del grito de guerra, son efectivas
defensas contra el ataque de un ser mágico. (EDJ,212)

Para pedirle al ocaso poder y calma hay que trotar marcando el


paso, mirando al sol, con los brazos alzados y las manos extendidas.
(URA,241)

Para “conectar” con aliados, lo primero es hallar un sitio


propicio. Tal sitio debe estar en la cima de un cerro, y se localiza moviendo
la mano, con la palma vuelta hacia la tierra, hasta que cierto calor se
detecta en la palma de la mano. Entonces hay que encender fuego en ese
sitio. El aliado, atraído por las llamas, se manifiesta a través de una serie

154
Libro de Citas

continuada de ruidos. La persona que busca aliado debe seguir la


dirección de la cual vienen los ruidos, y cuando el aliado se revele, luchar
con él y derribarlo al suelo para domeñarlo. (URA,263-68;VAI,284)

La "forma correcta de andar", para parar el diálogo interno,


consiste en caminar largos trechos sin enfocar, mirando un punto
enfrente, curvando suavemente los dedos, y no llevando nunca nada en las
manos. (RDP,24; VAI,42,133)

La mejor forma de obtener energía es dejar que la luz solar


penetre en los ojos, especialmente el izquierdo. Pero cualquier otro foco de
luz también vale. (SAP,291)

Una mujer puede captar energía de la tierra rodando por el suelo.


Un hombre, en cambio, debe tumbarse de espaldas en el suelo, con los pies
juntos y las manos en forma de garra. (SAP,292)

Hay que observar durante horas un objeto hasta parar el mundo.


Y encontrar lo observado en el sueño. Pero conviene empezar con hojas
secas, ya que las plantas, rocas, animales, etc, tienen su propia energía: la
elección del objeto de observación debe de tener un orden. (SAP,311-317).

Cada aprendiz está especializado en un tipo determinado de


observación: lluvia, distancias, sombras, etc. Observar y soñar son dos
cosas que están unidas. (SAP,324)

Muchos guerreros se entierran en una "jaula" de ramas, o


directamente en la tierra, pero siempre en un sitio de poder (circos
naturales, etc), para recibir instrucción (del poder de la tierra) y ganar
poder. (VAI,15657)

Nada cura mejor que la tierra: "enterrarse" (se trata de una falsa
tumba hecha con piedras y ramas) es la mejor medicina. (EDA,25)

Para liberarse de una enfermedad, o de un sentimiento


indeseable, el guerrero realiza el no-hacer de "girar la palanca": tumbado
en el suelo, agarra con la mano una invisible palanca a la que hace girar
en sentido circular, hasta sentir que algo "sólido" frena el movimiento de la
mano. (VAI,266)

Otro no-hacer para curar enfermedades: sin miedo, y con un


espíritu impecable, hay que intentar incansablemente un movimiento

155
El Proceso de Aprendizaje

repetitivo de rechazo (como empujar con el brazo hacia fuera),


verbalizando además nuestro propósito (de sanación). (SAP,121)

Para buscar un sitio de reposo hay que mirar sin enfocar; pero
para "observar sombras" hay que bizquear y, al mismo tiempo, conservar
enfocada una imagen clara. La idea es cruzar los ojos (observando las
sombras de dos objetos próximos y paralelos) hasta "sobreponer" una
sombra a la otra. (VAI,272)

La superficie reflectora de un objeto brillante sumergido en el


agua amplifica el poder de la fluidez del agua: de esta forma se puede
conectar también con los aliados. (EFI,122 y ss.)

Un "procedimiento" para llamar al intento: En una habitación


pequeña y oscura, se pone una vela en una mesa negra, mirándola a pocos
centímetros, y se pronuncia fluída e incesantemente la palabra "intento",
totalmente concentrado en aquello que se está intentando. (ECS,281)

Los nuevos videntes recomiendan "girar los ojos" en los momentos


de impaciencia o desesperación. Este ejercicio hace moverse o detenerse al
punto de encaje, y eso trae alivio. Pero no deja de ser un parche en
sustitución de la verdadera maestría del intento. (EFI,286)

Estar suspendido sin tocar el suelo (arnés) es una magnífica


sanación para ciertas enfermedades no físicas, como por ejemplo la
lujuria. (EDA,185)

El humo tiene dos propiedades: a) Para "ver" y conocer a las


personas. b) Para sanarlas y restablecer su luminosidad. En ambos casos se
le dan al sujeto "baños de humo". (SAP,283)

Un hombre de conocimiento puede penetrar los sentimientos


íntimos de la gente mirando sus sombras. (VAI,271)

SINOPSIS

Los no-haceres, precisamente por ser muy anteriores a la


"conciencia acrecentada", sí pueden ser, en cambio, un buen ejemplo de
enseñanzas reales de Don Juan, independientemente de su mayor o menor

156
Libro de Citas

efecto y comprensión por parte de Carlos.


Hay que distinguir entre el "no-hacer" y los "no-haceres". Pero
tanto las directrices teóricas del “no-hacer”, como actitud general, como
los ejercicios perceptivos que genéricamente son llamados “no-haceres”,
comparten un mismo principio con entidad propia en su base
epistemológica. Un principio que entronca, de nuevo, con los fundamentos
del misticismo taoísta: “Hacer” es la marca del tonal, y “no-hacer” la del
nagual. Hacer es lo que mueve y solidifica el mundo. No-hacer es lo que le
detiene y disuelve.
Un guerrero, pues, cultiva esa actitud constante de interferencia
mental y conductual, rompiendo sus rutinas, borrando su historia
personal, etc; y practica también ejercicios diseñados para colapsar su
continuidad conceptual y perceptiva.
Ejemplos de no-haceres prácticos son “buscar el sitio bueno y
malo”, “trotar en el ocaso”, “la forma correcta de andar”, “observar
objetos y sombras”, “girar los ojos”, etc. Los libros de Castaneda están
plagados de este tipo de “juegos conscientes” diseñados para lograr el
silencio interno, reunir energía, conectar con los aliados o ensoñar
despierto. Incluso las técnicas de Meditación tradicional, y más adelante
los Pases Mágicos, se pueden entender como derivaciones o extensiones de
la filosofía práctica del No-hacer, en la medida en que todas ellas
persiguen el mismo propósito: “parar el mundo”.

3.5. EL SILENCIO INTERNO

Para parar el diálogo interno lo primero que un guerrero hace es


escuchar los sonidos del mundo. Los sonidos tienen agujeros, lo mismo que
todo cuanto nos rodea. Los seres de la naturaleza nos pueden dar mensajes
increíbles (a través de sus agujeros) si tenemos suficiente velocidad para
captarlos, y si estamos en buenas relaciones con ellos. (URA,252,260)

Una vez que sabes cómo parar el mundo te das cuenta de que hay
razón para hacerlo. (VAI,193)

La clave de todo está en parar el diálogo interno. (RDP,25)

157
El Proceso de Aprendizaje

Tienes que cerrar tu diálogo interno, y dejar que algo en tí fluya y


se expanda. (RDP,274)

Parar el diálogo interno es la técnica más importante que el


aprendiz puede aprender. (RDP,310)

El modo más eficaz (la única manera) de parar el diálogo interno


es practicando la "forma correcta de andar": caminar largos trechos sin
enfocar, mirando un punto justamente arriba del horizonte. (RDP,24,310)

Para acelerar el cese del diálogo interno hay dos técnicas


fundamentales: borrar la historia personal, y ensoñar. (RDP,313)

Aprender a actuar solo por actuar, sin esperar recompensa,


también ayuda a parar el diálogo interno. (RDP,310)

El diálogo interno es lo que mantiene fijo el punto de encaje en su


posición habitual, así que parar el diálogo interno es la clave de la
videncia. (EFI,155)

Una vez que se logra el silencio, todo es posible. (EFI,155)

El diálogo interno termina de la misma forma como empieza:


mediante un acto de voluntad. Después de todo, son nuestros maestros
quienes nos obligan a dialogar con nosotros mismos (se refiere a nuestros
educadores sociales). Conforme nos enseñan, al usar ellos su voluntad,
nosotros aprendemos a usar la nuestra, ambos sin saberlo. El diálogo
interno, pues, se para decretándolo con la fuerza de nuestra voluntad,
creando así un nuevo intento, un nuevo comando, que después se
convertirá en el comando del Águila. (EFI,155)

Una vez que los guerreros han entrado en un estado de silencio


interior al detener su diálogo interno, les rige el oído más que la vista.
(EFI,158)

El "diálogo de guerrero", que sostiene el aprendiz con otros


videntes o guerreros, le da solidez a las nuevas posiciones del punto de
encaje. (EFI,176)

Si quieres mover el punto de encaje ten en cuenta en primer


lugar a nuestro enemigo y amigo a la vez, nuestro diálogo interno; haz tu
inventario y después deshazte de él. Los nuevos videntes hacen inventarios

158
Libro de Citas

precisos y después se ríen de ellos. Sin el inventario, el punto de encaje se


libera. (EFI,285)

Los antiguos videntes solían decir que si los guerreros iban a


tener un diálogo interno, debían sostener el diálogo apropiado. Para los
antiguos videntes eso significaba un diálogo acerca de la brujería y del
engrandecimiento de la importancia personal. Para los nuevos videntes no
significa diálogo, sino el manejo desinteresado del intento, a través de
comandos cuerdos. El manejo del intento empieza con un comando dado a
uno mismo; el comando se repite hasta que se convierte en el comando del
Águila, y luego, el punto de encaje se mueve en cuanto los guerreros
alcanzan el silencio interno. (EFI,323)

El único modo de pensar con claridad es no pensar en absoluto.


(ECS,157)

Don Juan me pidió que relajara los músculos, que parara mi


diálogo interno, y que, bajo el hechizo del silencio interno dejara
desplazarse mi punto de encaje. Me instó a darme yo mismo firmes
palmadas en el lado derecho, entre la cadera y las costillas. (EFI,246)

Don Juan definía el “silencio interior” como un estado natural de


la percepción humana en el que los pensamientos quedan bloqueados y
nuestras facultades funcionan con un nivel de conciencia que no exige la
utilización del sistema cognitivo cotidiano. (PM,130)

Según Don Juan, la percepción humana que funciona en las


condiciones del silencio interior puede alcanzar niveles indescriptibles.
Algunos de estos niveles de percepción son universos en sí mismos y no se
parecen en nada a los mundos que se accede a través del ensueño.
(PM,130)

El silencio interno es la matriz de un espectacular paso evolutivo:


el “conocimiento silencioso”, es decir, el nivel de la conciencia humana
donde el conocimiento es espontáneo e instantáneo. (PM,130)

Don juan transmitió la línea dura de su linaje: el silencio interior


se alcanza mediante la presión constante de la disciplina. Debe
acumularse o almacenarse poco a poco, segundo a segundo. Dicho de otra
manera, tenemos que obligarnos a ahorrar silencio, aunque solo sea
durante unos instantes. Según Don Juan, los chamanes sabían que, si uno
persiste, la insistencia vence al hábito y de este modo es posible alcanzar el

159
El Proceso de Aprendizaje

umbral de segundos o minutos acumulados, umbral que difiere de una


persona a otra. Por ejemplo, si el umbral de silencio interno de una
persona es de diez minutos, una vez alcanzado el silencio interior se
produce espontáneamente, por decirlo de alguna manera, por decisión
propia. (PM,131)

Los procedimientos de los antiguos chamanes para llegar a ese


codiciado estado de "silencio interno" incluían actos sumamente
estrafalarios, como colgarse boca abajo y otros no-haceres, que
aparentemente no tenían nada que ver con el silencio interno; pero su
propósito era producir una "sacudida" que afectara a los cimientos mismos
de su persona: una experiencia que ellos llamaban "parar el mundo", el
momento en que todo lo que nos rodea deja de ser lo que siempre ha sido.
(LAI,136,137)

Don Juan sostenía categóricamente que el silencio interno se


amontonaba, se acumulaba. Decía que cada individuo tenía un umbral
diferente en cuanto al tiempo, es decir, que el silencio interno debe ser
mantenido por cada uno de nosotros durante el período de tiempo de
nuestro umbral específico antes de que funcione. (LAI,136)

"Parar el mundo" no es nada parecido a una "crisis mental". Es el


momento en que la continuidad de la vida del guerrero se rompe para que
se establezca el silencio interno y se haga parte activa de sus estructuras.
(LAI,138)

Don Juan decía que los videntes de su linaje consideraban que


uno de los resultados más codiciados del silencio interno es una
interacción específica de energía que siempre se anuncia con una
profunda emoción. Una interacción que se manifiesta a través de matices
que se proyectan en el horizonte del mundo de la vida cotidiana, sea una
montaña, el cielo, una muralla o la palma de la mano. Empieza con la
apariencia de una ténue pincelada de color lavanda, sobre ese horizonte.
Luego se expande hasta que cubre todo el horizonte visible, como las
nubes de una tormenta que avanza. Entonces se ve un punto rojizo, de un
peculiar y rico color granate, como si hiciera explosión dentro de las
nubes color lavanda. Conforme el vidente adquiere mayor disciplina y
experiencia, finalmente el punto color granate estalla en pensamientos o
visiones, o en el caso de un hombre de letras, en palabras escritas. Es un
ataque violento porque se siente como si el poder invadiera tus facultades.
Por eso es un trabajo arduo ajustar la velocidad de esas visiones. Pero, sea
como sea, a partir de entonces, la energía se aparece delante de ti, como si

160
Libro de Citas

estuviera proyectada en una pantalla de cine. Te conviertes en un "lector


del infinito". (LAI, 225)

Nunca vas a saber cómo llegamos desde esa casa hasta aquí,
porque hay una ruptura en la continuidad del tiempo. Eso es lo que hace
el "silencio interno". (LAI,239)

SINOPSIS

Como en cualquier mística, el silencio mental es la piedra angular


del conocimiento. La conciencia misma es una forma de silencio. Hemos
visto que la realidad, la ilusión de la materialidad, está sostenida por la
razón y el lenguaje, así que es imperativo interrumpirlos para
desencadenar el derrumbe iluminador del muro perceptivo que nos rodea
y nos aprisiona.
Todas las técnicas de meditación y concentración, incluidos los
no-haceres perceptivos, son derivaciones o parafernalias de ese único
objetivo: detener el pensamiento.
Y hay que decir que todas se quedan cortas, pues no existe
hazaña más titánica que mantenerse, no ya constantemente, sino tan solo
un corto período de tiempo, en un verdadero "silencio interno".
Llama la atención, de todas formas, la resolución con que los
toltecas identifican al enemigo: el "diálogo interno". No lo llaman
pensamiento, ni razón, ni discurso, ni imaginación. Ni siquiera monólogo.
Lo llaman "diálogo interno" (aunque parecería más justo llamarlo
"verborrea interna"). Esto da idea de la esencia esquizoide y desintegrada
de nuestro mundo mental.
A nivel práctico, para lograr este propósito, y aparte de las
técnicas generales de “ensoñar” y de “borrar la historia personal”, Don
Juan prescribe dos "no-haceres" en especial: la “forma correcta de andar”
(que básicamente consiste en caminar sin nada en las manos y con la
mirada fija, y ligeramente desenfocada, en un punto directamente enfrente
y justo debajo del horizonte) y “escuchar los sonidos del mundo”, que es
una suerte de meditación concentrada en el mundo auditivo.
Llega a resultar extraño, no obstante, que tanto la palabra como
el concepto de "Meditación" estén tan ausentes en la obra de Castaneda.
Personalmente, pensamos que la omisión es un fruto de la vanidosa e
ignorante resistencia de Castaneda a tender puentes con la cultura

161
El Proceso de Aprendizaje

iniciática popular, pues al fin y al cabo ciertos no-haceres enseñados por


Don Juan, como el de "contemplar sombras", son auténticas meditaciones
que se preocupan hasta de la forma en que hay que sentarse.
El objetivo final del silencio interno es “parar el mundo”, otro de
los conceptos claves del proceso iniciático. El “satori”, experiencia cumbre
de la meditación zen, o el “nirvana”, en el yoga, vienen a ser al fin y al
cabo el mismo fenómeno. Parar el mundo implica alcanzar ese momento
catártico de iluminación en que nuestra descripción del mundo, como
estructura perceptiva socialmente consensuada, se viene abajo
irreversiblemente, se resquebraja desenmascarando su esencia, su
dimensión abstracta, su insostenible sinsentido racional. Una experiencia
con frecuencia tan repentina que sería traumática si fuera inesperada.

162
En el
el camino del conocimiento siempre estamos peleamos con algo más
grande y poderoso que nosotros.
Libro de Citas

4.1.1. EL ACECHO

Un acechador impecable lo convierte todo en su presa. (SAP,245)

Has de acechar tus propias debilidades: descifrar tus costumbres


hasta conocer todas las consecuencias de tu debilidad, para abalanzarte
entonces sobre ellas y cogerlas como a conejos en una jaula. (SAP,245)

Lo importante para ser un acechador impecable es tener un


propósito; y ese propósito es entrar en el otro mundo. (SAP,247-48)

El logro más grande de un guerrero en la primera atención es


acechar. En la segunda, ensoñar. (EDA,208)

Los siete principios del arte del acecho son:


1. Los guerreros eligen su campo de batalla.
2. Eliminar todo lo innecesario.
3. Estar dispuesto y listo para entrar en la "última batalla", al
momento y en cualquier lugar.
4. Un momento de descanso, de abandono.
5. Un retiro momentáneo: ocuparse de cualquier otra cosa.
6. Comprimir el tiempo, no desperdiciar ni un instante.
7. Un acechador jamás deja ver su juego, jamás se pone al frente
de nada. (EDA,272,284)

Los guerreros aplican los siete principios del acecho para


cualquier cosa que hacen. De esta forma consiguen tres resultados
capitales: aprender a no tomarse en serio, a tener una paciencia sin fin, y a
improvisar infinitamente. (EDA,284)

Un acechador no se coloca nunca en primera fila. Está siempre


observando desde detrás de la escena. (EDA,284)

Los acechadores son innatamente distintos a los ensoñadores en la


manera como utilizan el mundo. (EDA,286)

El acecho es una estrategia que se apoya en seis elementos: los


cinco atributos del ser guerrero, y el "pinche tirano". Los cinco atributos

165
Los Procedimientos Clave

del guerrero son:


1. control: afinar el espíritu cuando alguien te pisotea.
2. disciplina: reunir toda la información posible acerca del pinche
tirano que te oprime.
3. refrenamiento: retener con el espíritu algo que el guerrero sabe
que en justicia debe cumplirse.
4. habilidad de escoger el momento oportuno: ésta es la
"compuerta del dique".
5. intento: que se deja para la última confrontación, ya que el
intento pertenece a la esfera de lo desconocido.
El pinche tirano es el elemento externo, imponderable, quizás el
más importante. El pinche tirano es un torturador; alguien que tiene el
poder de acabar con los guerreros, o simplemente de hacerles la vida
imposible. (EFI,41,43,50,52)

El acecho es realmente una técnica nueva, descubierta casi por


casualidad: los nuevos videntes descubrieron que cuando un guerrero se
comporta de manera no acostumbrada de forma sistemática y continua, su
punto de encaje se empieza a mover lenta y armoniosamente. (EFI,196)

Aunque el término es inconveniente, el nombre resulta


apropiado, porque "acechar" implica un específico tipo de conducta con la
gente, un comportamiento que podría clasificarse como clandestino o
furtivo. (EFI,196)

Acechar pertenece exclusivamente a los nuevos videntes. Ellos son


los que tuvieron que tratar con la gente. Los otros estaban tan absortos en
su sentido del poder que ni siquiera sabían que existía la gente, hasta que
la gente les cayó encima y los exterminó. (EFI,197)

El acecho es el control sistemático de la conducta; es simplemente


el comportamiento del guerrero para con la gente. (EFI,197)

Los nuevos videntes decidieron que había que enseñar al nagual


(no a los aprendices) los principios del acecho en conciencia acrecentada,
para que supiera actuar luego con rapidez, sin el estorbo de la razón.
(EFI,197)

Con el tiempo, los nuevos videntes comprobaron que el acecho no


era tan conveniente, pues era muy difícil encontrar pinches tiranos; y
aunque los hallaran, el movimiento del punto de encaje era mínimo.
(EFI,199)

166
Libro de Citas

Las prácticas del acecho no son algo que uno pueda disfrutar
abiertamente; son en verdad prácticas censurables, hasta ofensivas. Los
nuevos videntes se dieron cuenta muy rápido de que no es recomendable
discutir o practicar los principios del acecho en la conciencia normal.
(EFI,213)

El método de enseñanza de los acechadores no fomenta la


comprensión sino la visión total: no entiendes lo que haces, pero te das
perfecta cuenta de lo que estás haciendo. (EFI,220)

El arte del acecho es el enigma del corazón; el desconcierto que


sienten los brujos al descubrir dos cosas: una, que el mundo parece ser
inalterablemente objetivo y real debido a ciertas peculiaridades de nuestra
percepción; y la otra, que si se ponen en juego diferentes peculiaridades de
nuestra percepción, ese mundo que parece ser inalterablemente objetivo y
real, cambia. (ECS,23)

El arte del acecho es aprender todas las singularidades de tu


disfraz. Y aprenderlas tan bien que nadie pueda descubrir que estás
disfrazado. (ECS,94)

El nagual Julián creía que las mujeres eran acechadoras innatas.


Y, convencido de ello, sostenía que solo en ropas de mujer podía un
hombre aprender el arte del acecho. (ECS,96)

Si se practica la conducta desacostumbrada de manera


sistemática e inteligente, a la larga esta práctica fuerza al punto de encaje
a moverse. (ECS,112)

En la brujería, el acecho es el principio de todo. Primero hay que


aprender a acechar, luego a intentar, y solo entonces pueden mover los
brujos su punto de encaje a voluntad. Acecho e intento son el orgullo, lo
mejor de los brujos de todas las épocas. (ECS,110)

Las cuatro disposiciones del acecho son: ser despiadado, astuto,


paciente y simpático. (ECS,94)

Ser despiadado, astuto, paciente y simpático es la quintaesencia


del acecho. Son los cuatro fundamentos básicos que, con todas sus
ramificaciones, son inculcados a los brujos de un modo muy meticuloso y
cauto. (ECS,108)

167
Los Procedimientos Clave

El principio primerísimo del acecho es que un guerrero se acecha


a sí mismo, y lo hace despiadadamente, con astucia, paciencia y simpatía.
(ECS,111)

Los brujos, como acechadores que son, comprenden a la


perfección la conducta humana. (ECS,201)

Los acechadores le dan mucha importancia a las palabras y su


sonido. Las utilizan para llamar al espíritu (de forma velada). (ECS,255)

Los disfraces crean apariencias que la vista nota consciente o


inconscientemente. Por tanto, los acechadores crean la apariencia
intentándola. En vez de basarse en los disfraces, las apariencias se solicitan
al espíritu o se las llama a la fuerza, pero nunca se las inventa
racionalmente. (ECS,279)

El nagual enseñó a los aprendices a ser artistas para liberarlos de


la convención perceptual. Acechar es un arte. Y para un brujo, ya que no
tiene intereses comerciales, la única importancia de una obra de arte es
que puede ser lograda. (ECS,283)

El arte del acecho tiene que ver con la fijación del punto de
encaje. A través de la práctica, los brujos antiguos descubrieron que, así
como es importante desplazar el punto de encaje, es aún de mayor
importancia hacer que se quede fijo en su nueva posición, cualquiera que
ésta fuere. Si el punto de encaje no se logra estabilizar, no hay forma
posible de que podamos percibir coherentemente. Por eso, el arte del
ensueño y el del acecho no pueden existir el uno sin el otro especialmente
en la clase de actividades en las cuales los brujos antiguos estaban
envueltos. (ADE,83)

Cuando el cuerpo energético se mueve por sus propios medios,


los brujos asumen que una posición óptima del punto de encaje ha sido
alcanzada. El siguiente paso es acecharlo, esto es, mantener fijo el punto
de encaje en esa posición, para de ese modo completar el cuerpo
energético. El procedimiento es de una extraña simpleza: uno intenta
acecharlo y lo acecha. (ADE,160)

168
Libro de Citas

SINOPSIS

El acecho, dando por hecho en principio que se trata de una


genuina estrategia enseñada por los nuevos videntes, introduciría, en la
espiritualidad actual, una posibilidad inaudita y revolucionaria, de
enormes implicaciones liberadoras: la lucha clandestina contra la
sociedad. El acecho daría un vuelco a todos los tópicos de la moral
religiosa estándar, y en especial al inviolable baluarte del Evangelio de
Juan, que hacían del místico un vulnerable corderito, siempre en medio
del camino, siempre dispuesto a presentar "la otra mejilla"·.
Los toltecas, muy al contrario, llevarían el “ora et labora” a sus
últimas consecuencias, y enseñarían a sus aprendices a defenderse, de
manera técnica, despiadada y entretenida, de manera artística, de la
soterrada y destructiva envidia de los profanos, del esclavizante desatino
del hacer social.
Un guerrero no se aísla, no se recluye; antes bien, se mete de lleno
en el mundo precisamente para vencer a su adversario sin llamar la
atención, sin perder el control, sin arriesgarse a las desventajas de la
ignorancia, la sinceridad o la bondad innecesarias. El acecho convierte al
guerrero en un verdadero ser-en-el-mundo, un refinado actor de teatro,
un experto conocedor de la psicología y el orden social.
No es en el "más allá" donde se libra la más feroz batalla, sino en
el mundo del tonal, contra nuestro ego, nuestros semejantes, nuestros
vecinos, nuestros parientes. No hay límites para el esfuerzo que el
guerrero debe hacer para salvaguardar su intimidad, su independencia y
su energía del vampirismo inherente en las interrelaciones cotidianas. Así
planteado, pues, realmente es una nueva ética. O, al menos, una
aplicación práctica muy consecuente con las premisas del camino del
guerrero. El arte de la guerra sigue siendo el arte del engaño, pero es que
un verdadero místico tiene el deber de ser sensato en un universo hostil,
de no sacrificar su vida o su integridad por ningún ideal o circunstancia.
Hay que decir, con todo, que la enrevesada complejidad con que,
a la hora de la verdad, se despliega este arte para poder ser desarrollado
(seis elementos, siete principios, cuatro disposiciones, etc), constituye una
estructura que parece salirse de la esfera de lo práctico y de lo verosímil.
Una verdadera lástima que desluce gravemente el potencial involucrado.
Demasiado artificio. Demasiadas categorías. Y demasiado alejadas,
además, del espíritu y enseñanzas de los primeros libros.
Quedémonos, pues, con la esencia del mensaje: el místico, el
vidente, el guerrero actual tiene licencia para defenderse y montarse la
película que haga falta antes que ponerse al alcance de los que solapada

169
Los Procedimientos Clave

pero realmente buscan destruirle. Nunca debe sacrificar su poder. Debe


ser inaccesible y no entregarse a nada ni a nadie. Crear una niebla a su
alrededor con su comportamiento, y hacerlo además de manera artística,
con un celo y una estrategia teatral impecables.

4.1.2. EL DESATINO CONTROLADO

Nada importa, así que un hombre de conocimiento no tiene


honor, ni dignidad, ni nombre, ni tierra, ni familia; solo tiene vida que
vivir, así que todos sus actos son desatino controlado, y cuando los
completa se retira en paz, sin pena ni cuidado de que sus actos fueran
buenos o malos, tuvieran efecto o no. (URA,100)

Pensar en las cosas es lo que nos hace creer en su importancia. No


hay victoria ni derrota para un hombre de conocimiento. Todo está lleno
hasta el borde, y todo es igual, y su lucha sí le valió la pena. (URA,104)

Un hombre de conocimiento quiere a quien se le antoja, y lo que


se le antoja, pero usa su desatino controlado para andar sin pena ni
cuidado. Que los demás te quieran o no te quieran no es todo lo que se
puede hacer como hombre en este mundo. (URA,105)

Vivir o morir también es lo mismo, pero un brujo elige vivir por


una predilección de su naturaleza y gracias al poder de su voluntad.
(URA,99)

Cuando uno "ve", todo es desatino porque entonces no puede uno


pensar en lo que mira. (URA,95)

Un hombre de conocimiento utiliza su ver para combatir la


tristeza de mirar el lado triste del mundo. Cuando uno "ve" no hay
desgracias ni tristezas porque todo es lo mismo. (URA,106)

Un hombre que "ve" puede obtener lo que desee, pero no desea


nada, así que en vez de jugar con sus semejantes, los encuentra en medio
de su desatino. La única diferencia es que un hombre que "ve" controla su

170
Libro de Citas

desatino, mientras que sus semejantes no pueden hacerlo. (URA,177)

El desatino controlado de un brujo consiste en actuar como si no


supiéramos que nuestros actos son inútiles. (URA,91)

Para un brujo, todos sus actos son desatino controlado porque


nada para él tiene en realidad importancia. Es su voluntad perfectamente
templada lo que le permite seguir viviendo. (URA,94)

El desatino controlado solo se aplica a nuestras relaciones con los


seres humanos, no al trato con los aliados o Mescalito. (URA,107)

A los seres humanos les encanta que les digan lo que deben de
hacer, pero aún les gusta mucho más resistirse a hacerlo. (SAP,246)

La fuerza de un guerrero se origina en dos certezas: la certeza de


que el Águila es real y final, y la certeza de que lo que la gente hace es un
desatino absoluto. (EDA,209)

La única manera de que disponen los guerreros para tratar con el


medio social es en términos de desatino controlado.(EDA,209)

Las condiciones de vida del hombre en general son horrendas.


(EFI,57)

No hay nada más solitario que la eternidad. Y nada es más


cómodo para nosotros que la condición humana. Esto es ciertamente otra
contradicción: ¿cómo puede el hombre conservar los vínculos de su
humanidad y al mismo tiempo aventurarse, con gusto y con propósito, en
la absoluta soledad de la eternidad? Cuando logres resolver este acertijo,
estarás listo para el viaje definitivo. (EFI,121)

El hombre es un absoluto misterio, así que intentar comprenderlo,


o sentir lástima por uno mismo, es un absoluto disparate. Pero no te
disculpes por ello. Ambas cosas, lo misterioso y lo disparatado, son
necesarias. (EFI,212)

Dentro del arte del acecho existe una técnica muy usada por los
brujos: el desatino controlado. Los brujos aseguran que ésa es la única
técnica con que cuentan para tratar consigo mismos en la conciencia
acrecentada y con la gente en el mundo de la vida cotidiana. El desatino
controlado es el arte del engaño controlado o el arte de fingirse

171
Los Procedimientos Clave

completamente inmerso en el acto del momento, fingiendo tan bien que


nadie podría diferenciar esa imitación de lo genuino. El desatino
controlado no es un engaño en sí, sino un modo sofisticado y artístico de
separarse de todo sin dejar de ser una parte integral de todo. Es un arte
sumamente molesto y difícil de aprender. Muchos brujos no tienen
aguante para eso, no porque tenga nada de malo, sino porque hace falta
mucha energía para ejercitarlo. (ECS,264)

Para cuando llegamos a la brujería nuestra personalidad ya está


formada, y solamente nos resta practicar el desatino controlado y reírnos
de nosotros mismos. (ECS,265)

La miseria y la desesperación son los rasgos distintivos del mundo


cotidiano. La pobreza es un estado de ser. (ECS,293-94)

Matamos por capricho. Quemamos gente en el nombre de Dios.


Nos destruimos a nosotros mismos; aniquilamos la vida en este planeta;
destruimos la tierra. Y luego nos ponemos un hábito y el Señor nos habla
directamente. ¿Y qué nos dice el Señor? Nos dice que si no nos portamos
bien nos va a castigar. El Señor lleva siglos amenazándonos sin que las
cosas cambien. Y no porque exista el mal, sino porque somos estúpidos. El
hombre sí que tiene un lado oscuro, que se llama estupidez. (ECS,282)

SINOPSIS

Dentro del sistema tolteca, y en la órbita del arte del acecho, o


como esencia irreductible del camino del guerrero, el concepto del
"desatino controlado" es particularmente hermoso y “moderno”, en el
sentido filosófico. Cualquier existencialista o escéptico se chuparía los
dedos. Pues nada llama más la atención al sufrido buscador de
conocimiento como el absoluto disparate en que viven inmersos sus
congéneres.
En efecto, la gente vive destrozándose los nervios en pesadas
rutinas laborales con el solo propósito de coleccionar unas "estampitas de
colores" que luego cambian por alimentos venenosos y entretenimientos
alienantes producidos por una insostenible infraestructura industrial que
destruye día a día el planeta a nivel físico y mental.
Irreversiblemente divorciados del conocimiento, encontramos ese

172
Libro de Citas

mismo descalabro en las estructuras intelectuales, políticas o religiosas, en


aras de cuyos incuestionables dogmas nos dejamos la salud.
Sin embargo, el guerrero es consciente de que existir y moverse,
en sí, es ya un desatino, un dar palos de ciego; y solamente distingue su
propio desatino del de los demás en que el suyo, al menos, está sostenido
por su voluntad, y no por las falacias de su razón.
Un guerrero se da cuenta de que todo lo que hace es inútil, de
que todo al fin y al cabo es igual, de que todo es lo mismo y nada importa
en realidad; y esa conciencia constante, que le acompaña como una
sombra, es justo lo que le permite sacar provecho espiritual de su
insignificante condición.

4.1.3. EL PUNTO DE LA
LA NO COMPASIÓN

El sitio donde uno pierde la compasión, o el sitio donde no hay


piedad, es una determinada posición del punto de encaje. (ECS,153)

El no tener compasión es el primer principio de la brujería. El


primer principio nunca debe confundirse con el primer efecto del
aprendizaje de la brujería, que es el moverse desde la conciencia normal a
la conciencia acrecentada. (ECS,153)

Los naguales ocultan automáticamente el no tener compasión,


aún en contra de su voluntad, perfeccionando el arte de ocultar el hecho
de que no sienten compasión. (ECS,167)

Yo no me molesté en decir palabra. Algo me hacía sentir duro,


frío, eficiente y silencioso. (ECS,177)

El sitio donde no hay compasión debe ser alcanzado por el


aprendiz con un mínimo de ayuda por parte del nagual. (ECS,178)

Para un brujo, el no tener compasión no es ser cruel. El no tener


compasión es la cordura, lo opuesto a la compasión por sí mismo y a la
importancia personal. (ECS,188)

173
Los Procedimientos Clave

El modo en que el nagual enmascara el no tener compasión ayuda


o dificulta al movimiento del punto de encaje del aprendiz. (ECS,197)

Lo que realmente ayuda al punto de encaje a moverse es el hecho


de que el nagual, sin tener compasión, apela directamente al conocimiento
silencioso. (ECS,200)

La posición del conocimiento silencioso se llama el tercer punto


porque, a fin de alcanzarlo, hay que pasar por el segundo punto, que es el
sitio donde no hay compasión. (ECS,256)

Hay una posición del punto de encaje, el sitio donde no hay


compasión, que es la vanguardia del conocimiento silencioso; así como
hay otra posición clave llamada el "sitio de la preocupación", que es la
antesala de la razón. (ECS,267)

SINOPSIS

El concepto de la no compasión pertenece a las mismas raíces del


arte del acecho, como una fase o etapa necesaria en su comprensión. Toda
vanidad es una forma de autocompasión, y necesitamos desprendernos de
nuestro ego para manejar el desatino controlado.
Pero, así como todo el mundo está de acuerdo en la
inconveniencia de la importancia personal, pocos son los que conciben
una espiritualidad sin misericordia ni compasión. Ante tradiciones como el
cristianismo, el budismo, o incluso el hermetismo europeo, la propuesta
tolteca parece, desde luego, demasiado cruel o fuera de contexto.
Quizás la dificultad estribe en discernir los niveles de referencia.
Recordemos que los nuevos videntes son especialistas de la percepción. Y
al incidir en este concepto quizás simplemente nos indican que la
compasión encubre un sutil egoísmo y un ensimismamiento en la imagen
de sí, instancias al fin y al cabo inseparables de todos nuestros procesos
perceptivos.
La interpretación más "suave" que se nos ocurre es decir que la
"frialdad" de dejar de desear que los demás alcancen nuestra felicidad,
nuestro concepto de lo que es la felicidad, es un deseo que bien podría

174
Libro de Citas

nacer del supuesto cínico y autocompasivo de que “ellos están peor”,


presunción que entorpecería nuestra única herramienta para percibir las
esencias energéticas de manera efectiva en los contextos sociales.
Pero, como decimos, es una explicación muy condescendiente. Ha
de haber por fuerza algo muy mal explicado o interpretado en un sistema
ético que niegue quizás el aspecto más noble que une a todas las religiones
del mundo: la compasión, la empatía por el sufrimiento y el dolor de
nuestros semejantes.

4.1.4. LOS PINCHES TIRANOS

Un pinche tirano es un torturador. Alguien que tiene el poder de


acabar con los guerreros, o simplemente de hacerles la vida imposible.
(EFI,42)

Los nuevos videntes encabezaron su clasificación con la fuente


primaria de energía, el único y supremo monarca en el universo, y le
llamaron simplemente el tirano. Naturalmente, encontraron que todos los
demás déspotas quedaban infinitamente por debajo de este tirano.
Comparados con la fuente de todo, los hombres más temibles son bufones,
y por lo tanto, los nuevos videntes los clasificaron como "pinches" tiranos.
(EFI,42)

Una vez que lo hagas, sabrás cuán eficaz e ingeniosa es la


estratagema de usar un pinche tirano. Te aseguro que no solo elimina la
importancia personal, sino que también prepara a los guerreros para
entender que la impecabilidad es lo único que cuenta en el camino del
conocimiento. (EFI,43)

Lo que convierte a los seres humanos en pinches tiranos es


precisamente el obsesivo manejo de lo conocido. (EFI,44)

El nagual Julián siempre decía que el guerrero que se topa con un


pinche tirano es un guerrero afortunado. Su filosofía era que si no tienes
la suerte de encontrar a uno en tu camino, tienes que salir a buscarlo.
(EFI,44)

175
Los Procedimientos Clave

Es natural creer que un vidente que se puede enfrentar a lo


desconocido puede, por cierto, hacer cara a cualquier pinche tirano. Pero
no es así. Lo que destruyó a los soberbios videntes de la antigüedad fue esa
suposición. Es solo ahora que lo sabemos. Sabemos que nada puede
templar tan bien el espíritu de un guerrero como el tratar con personas
imposibles en posiciones de poder. Solo bajo esas circunstancias pueden
los guerreros adquirir la sobriedad y la serenidad necesarias para ponerse
frente a frente a lo que no se puede conocer. (EFI,44)

Después de lidiar con los conquistadores, los videntes estaban


listos para encarar cualquier cosa. Ellos fueron los afortunados. En aquel
entonces había pinches tiranos hasta en el mole. Nunca más volvieron a
tener tanto alcance los pinches tiranos; solo durante aquella época fue
ilimitada su autoridad. (EFI,45)

El ingrediente perfecto para producir un soberbio vidente es un


pinche tirano con prerrogativas ilimitadas. (EFI,45)

Cualquier guerrero que se une a un pinche tirano queda


derrotado. El enojarse y actuar sin control o disciplina, el no tener
refrenamiento, también es quedar derrotado. (EFI,54)

Cuando los guerreros son derrotados, o bien se reagrupan y


vuelven a la pelea con más tino, o bien dejan el camino del guerrero y se
alinean de por vida a las filas de los pinches tiranos. (EFI,54)

Tratar con los pinches tiranos ayuda a los videntes a lograr una
maniobra de gran sofisticación. Esa maniobra es mover el punto de encaje.
(EFI,133)

Siente lástima por la humanidad. Los oprimidos, al menos algunos


de ellos, pueden incluso salir triunfando. Los opresores, en cambio, los
pinches tiranos que los aplastan, no tienen esperanza alguna. (EFI,57)

Por desgracia, solo nuestros semejantes son nuestros dignos e


implacables adversarios. (VAI,250)

Todos nuestros prójimos son los brujos malignos. Nuestras ideas y


nuestras acciones están fijadas para siempre en sus términos. Ésa es la
verdadera esclavitud. (RDP,34)

176
Libro de Citas

El movimiento del punto de encaje era la razón por la cual los


nuevos videntes le daban un valor tan alto a los pinches tiranos. Actuar
con los pinches tiranos obliga a los videntes a usar los principios del
acecho, y al hacerlo, los ayuda a mover sus puntos de encaje. (EFI,197)

SINOPSIS

Técnicamente, los "pinches tiranos" son una herramienta básica


en la maestría del acecho; el elemento concreto, personal, que aglutina y
da sentido a todas sus estrategias y principios.
Culturalmente, quizás sea más clarificador el término “opresor”.
Pero el hecho de que un guerrero utilice "voluntariamente" la maldad de
los opresores para templar su propio espíritu arroja una escalofriante y
liberadora perspectiva, no solo sobre las relaciones con nuestros más
insufribles semejantes, sino sobre la lectura oculta, quizás al fin y al cabo
la más pertinente, de la historia de las conquistas y las dominaciones, en
especial la del continente americano.
La presencia, en nuestras vidas, de algún enemigo o personaje
odioso deja ya de ser una maldición, y se convierte en una inestimable
herramienta de cambio, siempre, eso sí, que seamos fríos e impecables
acechadores.
Saber que ningún opresor tiene la más mínima oportunidad de
acceder al conocimiento (EFI,57) es una alegría que conduce a buen
término, que garantiza el éxito final de todos los grandes avatares y
revolucionarios contra los malvados y los injustos. O eres un guerrero o
eres un pinche tirano; así de terminantemente se expresa Don Juan. No
hay más bandos.
Aunque también es cierto que ninguno de esos avatares hubiera
tenido la osadía de llamar a Dios “el Gran Tirano”. Verdaderamente, el
desparpajo con que los nuevos videntes tildan de magnífico opresor al Ser
Supremo nos deja sin palabras. ¿Hasta ese punto sufren el apremio
incontestable de los comandos del Águila y la injusticia de nuestro destino
final? La verdad es que hay tanto sufrimiento en el mundo, tanto destino
truncado, tanto fracaso estrepitoso, tanta injusticia existencial, que tiene
su parte de consoladora verdad pensar que "Dios es malo". Desde luego,
"todobondadoso", lo que se dice "todobondadoso", no parece que lo sea, no.

177
Los Procedimientos Clave

4.2. EL ENSUEÑO

Arreglar los sueños es el primer paso hacia el poder. (VAI,143)

Hay que empezar por mirarse las manos, pero no hay


procedimiento fijo, pues cada uno de nosotros es distinto. (VAI,144)

Cuando te sorprendas dentro de un sueño mirándote las manos (o


cualquier otra cosa que hayas elegido por anticipado), esperas a que
empiecen a cambiar de forma, y entonces apartas la vista y miras otra
cosa; y cuando esa otra cosa empiece a cambiar de forma, vuelves a las
manos que siempre estarán ahí y repites el proceso. Lleva mucho tiempo
perfeccionar esta técnica. (VAI,147)

El segundo paso para arreglar los sueños, una vez que te


encuentras las manos, es aprender a moverte a voluntad dentro del sueño.
(VAI,163)

Ponerse una banda o un sombrero en la cabeza ayuda a ensoñar;


pero tiene uno que hacérsela de acuerdo a una visión obtenida
precisamente en un ensueño, o en alguna observación especial. (VAI,188)

Lo que uno experimenta al ensoñar debe ser congruente con la


hora en la que estamos durmiendo. (VAI,215)

Es muy útil enfocar fuertemente la atención en algún detalle del


sitio predilecto de poder, para poder ir allí en ensueños. (VAI,215)

Escribir todo lo que puedas es la peor manía que se puede tener.


Solo sirve para distraerte del propósito del soñar, que es el control y el
poder. (VAI,162)

Lo importante es no rendirse: no dejar de buscarnos las manos,


aunque no le encontremos sentido al asunto. (VAI,275)

En la primera etapa de arreglar los sueños, la mente hace un


juego mortal consigo misma, intentando por todos los medios impedir el
cumplimiento de la tarea. (RDP,21)

178
Libro de Citas

Cada guerrero tiene su propio modo de ensoñar. Todos son


distintos. Lo que nos une a todos es que algo en nosotros mismos tiende
trampas para obligarnos a abandonar. El remedio es persistir a pesar de
todas las barreras y desilusiones. (RDP,23)

Para "soñar" con un tema en concreto basta con parar el diálogo


interno un instante y evocar la imagen de aquello con lo que se desea
soñar. (RDP,23)

El "doble" es uno mismo. El doble es el brujo mismo, desarrollado


a través de su "soñar". Pero ningún brujo sabe dónde está su doble. Pues
encontrarse cara a cara con el doble es morir. El doble es un sueño.
(RDP,63-67)

Hay tres técnicas que ayudan a ensoñar: romper rutinas, la


marcha de poder, y no-hacer. (RDP,326)

Ensoñar es la corona del esfuerzo de los brujos, el uso máximo del


nagual. (RDP,327)

En el ensueño prestamos atención con el ombligo, así que


debemos protegerlo de alguna manera si queremos retener bien las
imágenes. (SAP,178)

Lo realmente importante es la práctica: una vez centrada la


atención en las imágenes del sueño, queda atrapada allí para siempre.
(SAP,291)

Ensoñar requiere mucho poder. (SAP,291)

Tras repasar un mismo sueño una y otra vez comenzamos a


percibir las "líneas del mundo". (SAP,292)

Ensoñar es la única forma de concentrar la segunda atención sin


dañarla, y sin que resulte amenazadora u horrenda. (SAP,303)

Para intentar despejar la avalancha de interrogantes que la


partida de Don Juan y su grupo había desencadenado, Carlos y la Gorda
deciden valerse del ensueño. Deciden ensoñar juntos. (EDA,133)

Carlos pregunta si hay algún método, y la Gorda le recuerda que

179
Los Procedimientos Clave

Don Juan repetía que no hay procedimientos específicos: que


verdaderamente cada ensoñador es singular e independiente. (EDA,134)

Sin embargo, para "ensoñar juntos", deberán hacerlo desde dos


lugares distintos, lo más alejado posible el uno del otro. El primero que
entra en el ensueño tiene que jalar al otro, agarrándolo del antebrazo.
(EDA,134)

El grado de pericia que ambos tienen en ensoñar les permite


entrar con facilidad, cada vez que comienzan una sesión, en un placentero
estado de "vigilia en reposo". En su personal proceso de entrada al
ensueño, Carlos distingue cuatro etapas en concreto: vigilia en reposo
(percibiendo un difuso flujo de luz rojiza), escena congelada, evento
dinámico, y actuación voluntaria propiamente dicha. (EDA,134-35)

Lo que uno busca en ensueños no es aquello a lo que se prestaría


atención en la vida ordinaria, lo cual es verdaderamente un problema.
(EDA,146)

En el ensueño hay que mirarlo todo de pasada, sin enfocar


detenidamente, para no perder el control, para romper la misma fijeza que
en realidad antes perseguíamos al comenzar a ensoñar. (EDA,147)

Para que la segunda atención (el residuo consciente) "despierte"


en el ensueño es necesario el entrenamiento que proporcionan los no-
haceres, sobre todo el de "la forma correcta de andar". (EDA,140)

Para ensoñar es importante entrenar a la atención a permanecer


fija, y para esto hay que recurrir a los no-haceres: La Gorda y las
hermanitas "observaban" hojas y piedras, Pablito construía aparatos, y
Carlos caminaba desenfocando. (EDA,142)

Tan pronto como uno aprende a ensoñar, cualquier sueño que


puede uno recordar ya no es un sueño sino un ensueño. (EDA,144)

Ensoñar es una manera de almacenar la segunda atención con el


fin de sustituirla luego brevemente por la primera en estados de vigilia.
Esto implica que hay que ensoñar todo lo posible para llegar a "ver".
(EDA,145-46)

Carlos recibió tres tareas específicas para entrenar su segunda


atención: a) encontrar sus manos en ensueños, b) ensoñar con un lugar

180
Libro de Citas

concreto, y c) "salir de su cuerpo". A la Gorda se le enseñó a utilizar su


cuerpo de ensueño aprendiendo a volar con él. (EDA,144-46)

El ensoñar de Carlos y la Gorda se centró al azar en tres áreas: en


el paraje de las "dunas de arena", en el entorno del tigre "dientes de sable"
y, lo más importante, en acontecimientos de su pasado que habían
olvidado por completo. En este sentido, ensoñar juntos se convirtió para
ellos en un medio para alcanzar un mundo inimaginado de recuerdos
ocultos. La Gorda sostenía que si pudieran rearreglar en una secuencia
lineal, temporalmente hablando, la "intensidad" de todo lo que habían
olvidado, creerían haber vivido miles de años. (EDA,165-70)

Carlos y la Gorda descubrieron que la instrucción sobre el


ensueño se divide en derecha (conciencia normal) e izquierda (conciencia
acrecentada). Primero se enseña a los aprendices los principios
elementales del arte de ensoñar, incluidas las tareas de encontrarse las
manos, etc, en estados de conciencia normal, y luego se les coloca en
conciencia acrecentada y se les deja en manos de sus instructores para el
lado izquierdo. Debido al hecho de que todo lo vivido en conciencia
acrecentada es olvidado por el aprendiz cuando regresa a su conciencia
normal, Carlos solo tenía constancia de lo que Don Juan le había enseñado
en conciencia normal (y todo lo escrito hasta entonces sobre ese respecto
versaba exclusivamente sobre ese material). A partir de su ensoñar juntos,
Carlos y la Gorda consiguen reconstruir la instrucción que recibieron con
Zuleica en estados de conciencia acrecentada. (EDA,243-45)

Para ensoñar dentro de una casa, lo mejor es hacerlo en


oscuridad total, y sentado o acostado en una cama estrecha. En campo
abierto hay que buscar las cavernas o las zonas montañosas, nunca zonas
planas o cercanas al agua. (EDA,245)

En su primera sesión, Zuleica llevó a Carlos a un rincón


totalmente oscuro de su casa, le sentó en una cuna estrecha, y le ordenó
que fijara la vista justo enfrente, hasta que empezara a formarse una
mancha de coloración. (Previamente Carlos había sido colocado en estado
de conciencia acrecentada por Don Juan, quien le devuelve a su
conciencia normal después de cada sesión). (EDA,246)

Al cabo de varias sesiones, Carlos comenzó a visualizar la mancha


y a sentir una picazón en un punto fuera de su cuerpo físico. Zuleica le
explica que ése es el punto donde se arma la segunda atención, un vórtice
energético del cascarón luminoso, y le ordena masajearlo con los dedos.

181
Los Procedimientos Clave

Carlos obedece, y al cabo de un rato comienza a percibir una "concavidad"


en su cuerpo luminoso, creada por el movimiento del masaje. Entonces,
repentinamente, Carlos siente como si físicamente le "enrollaran" dentro
de una zanja, y entra en un placentero estado de "vigilia en reposo". (A
partir de entonces Carlos adquiere una facilidad especial para entrar en
"vigilia en reposo" antes de cada sesión.) (EDA,247-49)

Carlos saca sus propias conclusiones: En primer lugar comprende


la imposibilidad de describir lo que ocurre al ensoñar. Luego deduce que
para ensoñar es necesario sensibilizar previamente (en estado de
conciencia acrecentada) el punto de la segunda atención, por un lado, y
las pantorrillas y el “punto medio del cuerpo” por otro, uniendo entonces
estos dos últimos lo más posible colocando los muslos contra el pecho
(produciéndose entonces la sensación de "enrollamiento"). (EDA,253-54)

Zuleica decía que, al ensoñar, la conciencia normal, el lado


derecho, queda envuelto dentro de la conciencia del lado izquierdo con el
fin de dar al ensoñador un mínimo sentido de sobriedad y racionalidad
que le proteja de excesos y empresas grotescas. (EDA,253-54)

Un ensoñador, por definición, está fuera de los linderos de las


preocupaciones de la vida cotidiana. En asuntos de la segunda atención, es
la obsesión del ensoñador la que sirve de guía. (EDA,257)

En las últimas sesiones con Zuleica, Carlos aprende por fin a


viajar en su cuerpo de ensueño a lugares más allá de esta tierra. Zuleica
les lleva a él y a las aprendices a un astro lejano, donde presencian
maravillas. (EDA,258)

Simultáneamente a las enseñanzas de Zuleica, y seguramente


coordinado con ella, Don Juan por su parte puntualiza una serie de
instrucciones que Carlos sí recordaba en su conciencia normal, aunque no
sabía insertar en una secuencia lineal. Don Juan, por ejemplo, se preocupa
de que la Gorda se sensibilice de la zona de su vientre, y aconseja a Carlos
que se concentre en el plexo solar (la punta del esternón) para entrar de la
manera más efectiva en el ensueño. A partir de entonces, y desde su
conciencia normal, ambos entraban fácilmente en "vigilia en reposo" y en
ensueños simplemente concentrándose en esas áreas. (EDA,14142)

El tema de la postura cobra importancia a partir de cierto


momento de la instrucción. Para una mujer, la mejor posición es sentarse
con las piernas cruzadas, y después dejar que el cuerpo caiga como pueda.

182
Libro de Citas

Al igual que la Gorda, Carlos había empezado acostándose de espaldas,


hasta que "un día" Don Juan le dijo que era mejor sentarse en una esterilla
delgada, juntando las plantas de los pies, y aplanando los muslos contra el
suelo. (EDA,14243)

Otro tema importante es la hora de ensoñar. Las mejores horas


son las primeras de la madrugada, pues a esas horas la primera atención
de la gente que es la que podría causar interferencias, está adormecida,
desconectada. (EDA,143)

Los nuevos videntes descubrieron que el ensueño es la manera


más directa y efectiva de mover el punto de encaje. (EFI,199)

La peligrosidad del ensueño hizo que los nuevos videntes


recomendaran estrictamente que se comenzara a enseñar esta técnica a los
aprendices mientras están en su estado de conciencia normal, pues en este
estado tenemos más defensas. (EFI,200)

Hay que conseguir un equilibrio muy sutil: no interferir en los


sueños, ni imponer nuestros deseos en ellos, pero sin embargo el
movimiento del punto de encaje debe obedecer la orden del ensoñador.
Interferir en los sueños es interferir en el movimiento natural del punto de
encaje. Así que más bien se trata de mantener el punto de encaje fijo en el
lugar al que se ha movido en el ensueño. He ahí el equilibrio. (EFI,200)

El "cuerpo de ensueño" (o doble) es el nuevo cuerpo provisional


que crea el vidente cada vez que despierta en una nueva posición de
ensueño. (EFI,202)

Al ensoñar realmente no hay manera de dirigir el punto de


encaje, así que lo único que afecta a ese movimiento es la energía del
ensoñador: ésta es la razón por la que los nuevos videntes idearon ese
magnífico sistema de comportamiento llamado la senda del guerrero.
(EFI,202)

El procedimiento utilizado por los nuevos videntes para lograr el


cuerpo del ensueño se denomina el "orden del cimiento": Todo comienza
por una solo acto premeditado, preciso y continuo, que engendra "intento
inflexible". El intento inflexible nos conduce al silencio interno, y el
silencio interno a la fuerza interna necesaria para mover el punto de
encaje en sueños a posiciones convenientes. (EFI,203,206)

183
Los Procedimientos Clave

Una vez completado el cimiento viene el desarrollo del control,


que consiste en mantener sistemáticamente la posición de ensueño
aferrándose tenazmente a la posición del sueño. Cada vez que se ejercita
este control se fortifica la fuerza interna, así que las posiciones de ensueño
se van volviendo progresivamente más fuertes, hasta el momento en que
uno puede despertar en una posición de ensueño lo cual es en realidad
una maniobra de gran complejidad. (EFI,20607)

Si contemplas las emanaciones del Águila sin tu cuerpo de


ensueño es seguro que mueres, y si caes en la tentación de alargarte
demasiado contemplándolas desde tu cuerpo de ensueño, acabas
consumido por el fuego interno, así que la única solución está en "ensoñar
juntos" que es una técnica basada al fin y al cabo en la inclinación natural
del ser humano a compartir las emanaciones que percibe. (EFI,207)

Los guerreros jamás deben tratar de "ver" sin la ayuda del


ensueño. De hecho, mover el punto de encaje y fijarlo en otro sitio es estar
técnicamente dormido, así que, con el tiempo, los videntes aprenden a
estar dormidos y comportarse como si no lo estuvieran. (EFI,246,275)

El cuerpo de ensueño de los nuevos videntes es una burbuja de


luz, no una réplica del cuerpo físico. Un cuerpo impersonal es más
conducente al entendimiento y la examinación. (EFI,276)

Despertar en una posición de ensueño significa realmente


comenzar a vivir totalmente en otro sitio. (EFI,305)

El cuerpo de ensueño es conocido por diferentes nombres. El


nombre que más me gusta es el "otro". Los antiguos videntes decían que el
"otro" siempre se presenta envuelto en un velo de viento. (EFI,298)

Ensoñar es el arte de templar el cuerpo energético, de hacerlo


coherente y flexible, ejercitándolo gradualmente. (ADE,39)

Los nuevos videntes creen que podemos ensoñar por nuestra


cuenta, solos. Puesto que el ensueño utiliza un movimiento natural del
punto de encaje, no deberíamos necesitar ayuda de nadie. Lo que
verdaderamente necesitamos es sobriedad, y nadie puede dárnosla, ni
ayudarnos a obtenerla, salvo nosotros mismos. Sin ella, el movimiento del
punto de encaje es caótico, como son caóticos nuestros sueños ordinarios.
El procedimiento para llegar al cuerpo de ensueño es, pues, al iín y al
cabo, la impecabilidad en nuestra vida diaria. (EFI,206)

184
Libro de Citas

Cada vez que entraba en el ensueño, entraba también en la


segunda atención, y despertarme del ensueño no significaba, de ninguna
manera, que había salido de la segunda atención. Por años enteros, pude
recordar únicamente fragmentos de mis experiencias de ensueño. (ADE,9)

El ensueño tiene que llevarse a cabo con integridad y cordura,


pero con risa, y con la confianza de quien no tiene preocupación alguna.
(ADE,30)

En el flujo energético general del universo hay entradas y salidas,


que funcionan a manera de compuertas. En el caso específico del ensueño
hay siete entradas, siete obstáculos que los brujos llaman las siete
compuertas del ensueño. (ADE,31)

Llegamos a la primera compuerta al darnos cuenta de una


sensación muy particular que se nos viene encima antes de quedarnos
profundamente dormidos. Una placentera oscuridad y pesadez que nos
mantiene suspendidos y no nos permite abrir los ojos. (ADE,31)

No hay pasos que seguir. Uno solamente intenta estar consciente


del acto de quedarse dormido. (ADE,31)

En el caso de la primera compuerta, la meta es intentar que tu


cuerpo energético se dé cuenta de que te estás quedando dormido. No
trates de forzarte. Deja que tu cuerpo energético lo haga. Intentar es
desear sin desear, hacer sin hacer. (ADE,34)

Acepta el reto de intentar. Pon una determinación que no admita


palabras o aun pensamientos para convencerte a tí mismo de que has
llegado a tu cuerpo energético y que eres un ensoñador. Hacer esto te
pondrá automáticamente en la posición de darte cuenta de que te estás
durmiendo. (ADE,34)

Intenta abarcar las dos cosas: el acto de convencerte a ti mismo de


que verdaderamente eres un ensoñador, aunque nunca hayas ensoñado, y
el acto de estar convencido. (ADE,34)

Intentar es mucho más simple, y al mismo tiempo, infinitamente


más complejo. Requiere imaginación, disciplina y propósito. En tu caso,
intentar significa que adquieres la indiscutible certeza corporal de que
eres un ensoñador. Sientes con todas las células de tu cuerpo que eres un

185
Los Procedimientos Clave

ensoñador. (ADE,34)

Decirle a un ensoñador que encuentre en sus sueños un objeto


determinado es un subterfugio. El asunto es darse cuenta de que uno se
está quedando dormido. Y hacer esto no es posible simplemente
ordenándose a uno mismo hacerlo, sino sosteniendo la vista de cualquier
cosa que uno esté mirando en su sueño. (ADE,35)

Cuando fuimos a parar a esa misteriosa ciudad, tú no estabas


dormido. Estabas ensoñando, pero no dormido. (ADE,36)

La segunda atención es como un océano, y la atención de ensueño


es como un río que desemboca en él. La segunda atención nos permite
estar conscientes de mundos completos, mientras que la atención de
ensueño es el estado de estar consciente de los objetos de nuestros sueños.
(ADE,37)

Para cruzar la primera compuerta del ensueño debes enfocar


primero tu atención de ensueño en cualquier cosa, como punto de partida.
Luego, pon tu atención en cuantos objetos puedas. Recuerda que si solo
echas vistazos breves, las imágenes no cambian. Después de ver cada
objeto, regresa al primero que viste. (ADE,38)

"Llegamos" a la primera compuerta al darnos cuenta de que nos


estamos quedando dormidos, o al tener un sueño inmensamente real. La
"cruzamos" al ser capaces de sostener la vista en cualquier objeto de
nuestros sueños. (ADE,38)

El elemento activo del entrenamiento es la persistencia, pues la


mente, con todas sus defensas racionales, no puede defenderse de la
persistencia. Tarde o temprano, las barreras de la mente caen bajo su
impacto, y la atención de ensueño florece. (ADE,43)

Se llega a la segunda compuerta del ensueño cuando uno se


despierta de un sueño en otro sueño. (ADE,48)

En la segunda compuerta, hay que cambiar de sueños de manera


ordenada y precisa. Hay dos maneras de cruzar la segunda compuerta:
Una es despertarse en otro sueño; es decir, soñar que uno está soñando, y
luego soñar que uno se despierta de ese sueño. La otra alternativa es usar
los objetos de un sueño para provocar otro sueño, como yo lo hice.
(ADE,51)

186
Libro de Citas

Con el acto de ensoñar, los brujos obligan a los seres inorgánicos


a interactuar con ellos. Toparse con ellos es algo inevitable. (ADE,54,56)

Al cruzar la primera o la segunda compuerta, los ensoñadores


llegan a una fuente universal de energía, y empiezan a ver cosas o a
escuchar voces. Realmente no son voces, es una sola voz. Los brujos la
llaman la voz del emisario de ensueño. Se trata de una energía forastera
que pretende ayudar a los ensoñadores diciéndoles cosas.(ADE,70)

El problema con el emisario es que únicamente puede decirle a


los brujos lo que ellos ya saben o deberían de saber, si realmente fueran
brujos que valen la pena. (ADE,70)

El emisario es una fuerza impersonal, que nosotros convertimos


en algo muy personal, por el hecho de que tiene voz. Algunos brujos juran
que les aconseja. Hasta la ven. O simplemente la oyen como una voz de
hombre o de mujer, describiéndoles situaciones del momento. La mayoría
de las veces los brujos toman estas descripciones erróneamente como
consejos sagrados. (ADE,71)

Los ensoñadores oyen o ven al emisario cuando tienen suficiente


energía para mantener sus puntos de encaje fijos en una nueva posición
específica; mientras más intensa es esa fijación, más intensa es la
experiencia del emisario. (ADE,71)

El emisario de ensueños es una fuerza que viene del reino de los


seres inorgánicos. Ésta es la razón por la cual los ensoñadores siempre la
encuentran. (ADE,72)

Usar el ensueño en el mundo de la vida diaria es una de las


estratagemas más efectivas de los brujos. Hace que el percibir energía
directamente sea como un ensueño, en lugar de ser una experiencia
totalmente caótica. (ADE,84)

Descubrí que la voz del emisario no era solamente la voz de un


maestro, sino la voz del más sutil de los vendedores. Repetía una y otra
vez, en el momento preciso, las ventajas que su mundo ofrecía. Sin
embargo, también me enseñó cosas de incalculable valor sobre diferentes
aspectos del ensueño. (ADE,97)

Para que el ensueño sea perfecto lo primero es parar el diálogo

187
Los Procedimientos Clave

interno, me dijo el emisario en una ocasión. A fin de pararlo, pon entre tus
dedos dos cristales de cuarzo que midan entre seis y nueve centímetros de
largo, o un par de piedras de río pulidas, del largo y del ancho de tus
dedos. Dobla un poco tus dedos, y presiona los cristales o piedras con ellos.
Quedarse dormido en un momento de silencio total garantiza una perfecta
entrada al ensueño. (ADE,97)

Los ensoñadores deberían de usar un anillo de oro, y es preferible


que les quede un poco apretado. El anillo atrae la energía del mundo del
ensueño, y la guarda; y cuando es necesario, el anillo libera esa energía en
los dedos del ensoñador, y eso le transporta de regreso al ensueño. La
presión del anillo sirve igualmente para asegurar que el ensoñador regrese
a su mundo, al crear en su dedo una sensación familiar y constante.
(ADE,98)

Durante otra sesión, el emisario dijo que la piel es el órgano


perfecto para transformar ondas energéticas de la forma del mundo
cotidiano a la forma del mundo de los seres inorgánicos, y viceversa.
Recomendó mantener la piel fresca y libre de aceites o pigmentos.
Recomendó también que los ensoñadores usaran un cinturón apretado, o
una cinta en la frente, o un collar, para así crear un punto de presión que
sirva como un centro de intercambio energético en la piel. Explicó que la
piel filtra energía, y la intercambia de una forma a otra, expresando
nuestro intento en voz alta durante el ensueño. (ADE,98)

También dijo el emisario que para agudizar nuestra atención de


ensueño debemos substraerla de atrás de nuestro paladar, donde se
localiza un enorme depósito de atención en todos los seres humanos. Hay
que presionar, mientras se ensueña, y con gran disciplina y control, la
punta de la lengua contra el paladar. Una tarea muy difícil, pero de
asombrosos resultados. (ADE,99)

En realidad, la segunda compuerta del ensueño no se alcanza ni


se cruza hasta que el ensoñador aprende a aislar y a seguir a los
"exploradores" (ver capítulo de "Los seres inorgánicos"). Despertarse en
otro sueño, o cambiar de sueños, es el procedimiento que los brujos
antiguos idearon para ejercitar la capacidad del ensoñador de aislar y
seguir a un "explorador". La segunda compuerta del ensueño es la entrada
al mundo de los seres inorgánicos.(ADE,110)

La regla de la segunda compuerta tiene tres eslabones: uno, por


medio de la práctica de cambiar sueños, los ensoñadores descubren a los

188
Libro de Citas

exploradores; dos, al seguir a los exploradores entran en otro mundo real;


y tres, a través de sus acciones en ese universo, los ensoñadores descubren
por sí mismos las leyes y regulaciones naturales que rigen y afectan a ese
mundo. (ADE,111)

Tienes que continuar ensoñando hasta que hayas atravesado el


universo que está detrás de la segunda compuerta. Quiero decir que tienes
que aceptar o rechazar la atracción de los seres inorgánicos por tu cuenta,
sin ayuda de nadie. (ADE,111)

Si caes en la trampa de los seres inorgánicos, pagas un precio que


depende de las circunstancias y la profundidad de la caída. Pero no se
trata de problema de castigo. Lo que está en juego aquí son corrientes
energéticas que crean circunstancias más terribles que la muerte. En el
camino de los brujos todo es cuestión de vida o muerte, pero en el camino
del ensueño esto se incremente cien veces. (ADE,112)

El mundo detrás de la segunda compuerta, el de los seres


inorgánicos, es tan poderoso y agresivo que sirve como una barrera
natural, o un campo de prueba, donde se vuelven obvias las debilidades de
los ensoñadores. Si las vencen, pueden proseguir a la siguiente compuerta;
si no, se quedan prisioneros para siempre en ese universo. (ADE,113)

“El ensueño es el vehículo que trae a los ensoñadores a este


mundo, dijo el emisario, y todo lo que los brujos saben acerca del ensueño
se lo enseñamos nosotros”. (ADE,119)

Si el ensueño se acentúa demasiado, se convierte en lo que era


para los brujos antiguos: una fuente inagotable de vicios y caprichos.
(ADE,124)

Me dí cuenta de que todos mis diálogos con el emisario se habían


llevado a cabo con su propia energía. (ADE,128)

Se alcanza la tercera compuerta del ensueño cuando uno se


encuentra en un ensueño mirando a alguien que está durmiendo, y ese
alguien resulta ser uno mismo. (ADE,142)

Llegas a la tercera compuerta cuando te ves a ti mismo dormido.


La cruzas cuando aprendes a moverte después de que te has visto dormido.
(ADE,142)

189
Los Procedimientos Clave

En la tercera compuerta del ensueño uno empieza a fusionar la


realidad del ensueño con la realidad del mundo cotidiano. Los brujos
llaman a este procedimiento completar el cuerpo energético. (ADE,142)

En la tercera compuerta, nuestra tendencia es perdernos en


detalles. Hemos de ver las cosas con gran cuidado y curiosidad, pero sin
caer en la casi irresistible tentación de sumergirnos en los detalles.
(ADE,143)

En ensueños posteriores corroboré totalmente que la única


manera en que el cuerpo energético se puede mover es deslizándose o
volando. (ADE,155)

El cuerpo energético se abstrae en detalles hasta que está


completo y maduro. Y no hay modo de liberarlo de la compulsión de
quedar absorto en todo. Pero si uno toma esto en consideración, en lugar
de entrar en batalla con él, uno le puede ayudar dirigiendo su
comportamiento, o sea, acechándolo. (ADE,160)

Los ensoñadores tienen una regla empírica. Si sus cuerpos


energéticos están completos, "ven" energía cada vez que miran fijamente
algún objeto del mundo cotidiano. En sus ensueños, si "ven" energía en un
objeto, están tratando con un mundo real, sin importar qué tan extraño o
indefinido sea. Si no pueden "ver" energía en los objetos de su ensueño, se
encuentran en un sueño común y corriente y no en un mundo real.
(ADE,163)

Un mundo real es un mundo que genera energía; lo opuesto a un


mundo fantasma de proyecciones donde nada genera energía, como
ocurre en la mayoría de nuestros sueños comunes. (ADE,163)

El ensueño es un proceso por medio del cual los ensoñadores


aíslan condiciones en las que pueden encontrar elementos que generan
energía. (ADE,163)

Don Juan dijo que para poder "ver" en ensueños, no solo tenía yo
que intentar "ver", sino también expresar mi intento en voz alta. Insistió en
lo de la voz alta por razones que se rehusó a explicar. (ADE,164)

Por alguna razón, pertinente a la mente, "ver" energía en


ensueños es de lo más agobiante que uno puede imaginar. (ADE,167)

190
Libro de Citas

En mis prácticas de ensueño descubrí que la energía de nuestro


mundo oscila, centellea. No solamente los seres vivientes, sino todo en
nuestro mundo centellea con una luz interior propia. Don Juan me explicó
que la energía de nuestro mundo consiste en diferentes capas brillantes. La
capa superior es blancuzca; la siguiente, más profunda e inmediatamente
adyacente, es de color verde pálido; y la otra, aún más honda, es ámbar.
(ADE,172)

Es cierto que para empezar a ensoñar los brujos necesitan


redefinir sus premisas y ahorrar energía; pero esto sirve solo para
preparar el ensueño. La energía para volar a otros reinos, para "ver"
energía, para forjar el cuerpo energético, es otro asunto. Para esas
maniobras los brujos necesitan energía oscura; cantidades de energía
forastera. (ADE,178)

La última tarea de la tercera compuerta del ensueño consiste en


"acechar a los acechadores", una maniobra sumamente misteriosa para
extraer deliberadamente energía del reino de los seres inorgánicos.
(ADE,181)

Transferir la conciencia es puramente una cuestión de expresar


en voz alta nuestro intento, y de tener la cantidad suficiente de energía.
(ADE,185)

En la cuarta compuerta del ensueño, el cuerpo energético viaja a


lugares concretos y específicos, que pueden ser de tres clases: una, lugares
concretos en este mundo; otra, lugares concretos fuera de este mundo; y
otra, lugares que solo existen en el intento de otros. Esta última es la más
difícil y peligrosa y, también, la predilección de los brujos antiguos.
(ADE,196)

La posición inicial en la que el ensoñador mantiene su cuerpo


para empezar a ensoñar es imitada en la posición que mantiene su cuerpo
energético durante los ensueños, a fin de fijar el punto de encaje en
cualquier sitio que escoja. Las dos posiciones forman una unidad, y a los
brujos antiguos les llevó miles de años descubrir la relación perfecta entre
las posiciones gemelas, como así las llamaban. (ADE,223)

Empieza tu ensueño acostándote en tu lado derecho, con las


rodillas ligeramente dobladas. La disciplina es mantener esa posición y
quedarse dormido en ella. Luego, en el ensueño, el ejercicio es ensoñar
que te acuestas exactamente en la misma posición y te quedas dormido

191
Los Procedimientos Clave

otra vez. Esto hace que el punto de encaje se fije, y quiero decir que
realmente se fije, en cualquier posición en la que se encuentre en el
instante en que uno se queda dormido por segunda vez. Las cuatro
variantes del ejercicio son: acostarse del lado derecho, del izquierdo, boca
arriba, y boca abajo. (ADE,224)

El inquilino aseguró que el único modo de tener absoluto control


de los ensueños es usando la técnica de las posiciones gemelas. (ADE,227)

Los brujos (de la línea del inquilino) empezaban por mirar


fijamente un simple objeto, memorizando cada uno de sus detalles. Luego
cerraban los ojos y visualizaban el objeto, y después corregían su
visualización con el objeto real hasta que pudieran verlo en su totalidad
con los ojos cerrados. Entonces ensoñaban con el objeto, creando en el
ensueño una completa materialización del objeto. De ahí pasaban a
visualizar más y más complejos artículos, hasta formar un mundo
totalmente real donde pudieran existir. Así podían jalar fácilmente a
cualquiera adentro de su intento, adentro de su ensueño. (ADE,226)

A Juan Matus no le caen bien los brujos antiguos en general, y yo


en particular, dijo el inquilino. Todo lo que tenemos que hacer para "ver"
en nuestros ensueños, es señalar el objeto que queremos "ver" con nuestro
dedo meñique. Hacerte que grites en mi ensueño es su manera de
mandarme su mensaje. Tienes que admitir que es verdaderamente
ingenioso. Claro está que gritar como un idiota también funciona.
(ADE,228)

Si la “atención de ensueño” no emerge, cosa que depende de la


ejecución de los pases mágicos, en el mejor de los casos los practicantes
pueden aspirar a tener sueños lúcidos sobre mundos fantasmagóricos.
(PM,123)

Los ensueños son verdaderos estados de “conciencia acrecentada”


en los cuales los elementos oníricos no son imágenes sino hechos
generadores de energía. Para los chamanes los sueños con elementos
generadores de energía son aquellos en los que pueden “ver” la energía
como fluye por el universo. (PM,120)

Don Juan me contó que algunos brujos no regresaron de sus


viajes. Dicho de otra manera, prefirieron quedarse allí, dondequiera que
se encuentre ese “allí”. (PM,121)

192
Libro de Citas

Un elemento del ensueño que despertó vivamente mi interés y


que me desconcertó mucho fue la afirmación de Don Juan según la cual
no hay manera de enseñar a alguien a ensoñar. Decía que, más que
cualquier cosa, el ensueño es un gran esfuerzo de los practicantes por
entrar en contacto con la fuerza penetrante e indescriptible que los
chamanes del antiguo México llaman “intento”. Una vez creado el
vínculo, misteriosamente también se crea el ensueño. Don Juan sostenía
que el vínculo se consigue dejándose guiar por cualquier patrón
disciplinado. (PM,123)

Cuando ensueñas que estás en un mundo nuevo, en realidad lo


que has hecho es mover tu punto de encaje en la posición de tu huevo
luminoso que te permite hacer ese viaje. El espíritu, el oscuro mar de la
conciencia, es el que se encarga de prepararte con todo lo necesario para
hacer ese viaje. Pues no hay manera de elegir ese lugar por voluntad
propia. Las elecciones de un guerrero no son en realidad un acto de
elección, sino el acto de asentir elegantemente a las solicitudes del espíritu.
(LAI,234)

Tienes que viajar deliberadamente por el "oscuro mar de la


conciencia", pero en realidad nunca sabrás cómo se hace. Vamos a decir
que lo hace el "silencio interno", siguiendo caminos inexplicables, caminos
que no pueden ser comprendidos, sino solo practicados. (LAI,235)

SINOPSIS

Las posibilidades de la vida onírica y de los sueños son sin duda el


campo más espectacular y gratificante de las revelaciones de los videntes
toltecas. Cuando Castaneda empezó a publicar estas experiencias los
lectores quedaron fascinados, no solo por la amplitud y la coherencia
interna de estas posibilidades, sino por el hecho, inexplicablemente
sepultado bajo nuestro colosal olvido occidental, de que no hay camino
más natural para el desarrollo iniciático. “Ensoñar es la única forma de
concentrar la segunda atención sin dañarla, y sin que resulte
amenazadora u horrenda.”
No se trata, pues, de contenidos simbólicos, ni de presagios, ni de
productos de la mente. Por favor; eliminemos de una vez de las librerías
esotéricas esos manuales de interpretación. Los sueños son experiencias

193
Los Procedimientos Clave

reales en el mundo astral y, a partir del momento en que aprendemos a


ensoñar, quizás más reales que nuestras más continuas certezas de la vida
de vigilia.
La espiritualidad tendrá siempre una deuda con Castaneda por
haber confirmado este ancestral arcano. Todas las cosas caen ahora en su
sitio: ese tercio de la vida que pasamos durmiendo es nuestra más
soberana vía a la oportunidad de la iluminación, y lo patético del caso es
que solo necesitamos sobriedad para reparar en ello. En realidad,
cualquier vidente que tiene una "visión" está en ese momento
"técnicamente" dormido.
Sin embargo, hay que decir que Castaneda atraviesa muchas fases
en el aprendizaje del ensueño, algunas de ellas aparentemente muy
contradictorias entre sí, como las sesiones con Zuleica o sus
confrontaciones con el “emisario”; y a fin de cuentas todo el proceso
resulta complicado y arduo, sobre todo en las primeras etapas, que son
escenario de una cruenta lucha mental por ahorrar energía y eliminar las
dudas.
La complicada profusión al fin y al cabo novelada de datos y
experiencias propia de la obra de Castaneda ha confundido y desanimado
a muchos lectores de practicar sus técnicas; pero no debería ser éste el
caso del ensueño, de cuya autenticidad no se debería dudar, precisamente
porque no es Castaneda el único autor que lo enseña. Stephen LaBerge, y
sus cursos de “sueños lúcidos” en la Universidad de Stanford constituyen
una versión práctica quizás mucho más efectiva y menos exigente. Han
sabido aprovechar la oportunidad. No se nos obliga a convertirnos en
guerreros impecables. Cualquiera, con un poco de voluntad y vida
ordenada, puede acceder a estas fabulosas experiencias. No son
patrimonio de ninguna cultura. Recuperemos una intensidad y un gozo
que antaño formaba parte de la más elemental educación. Insistimos: lo
verdaderamente misterioso es que lo hayamos olvidado.

4.3.1. LA MAESTRÍA
MAESTRÍA DEL INTENTO

El intento es una fuerza invisible que existe en el universo; sin


recibirse a sí misma, pero que aún así afecta a todo. Es la fuerza que crea y
mantiene los desnates, la especializada selección de emanaciones con que

194
Libro de Citas

realizamos nuestra percepción. Los desnates tienen que recrearse


incesantemente para estar imbuidos de continuidad. El intento es la fuerza
que constantemente los recrea y completa, a través de la fuerza
apremiante del primer anillo de poder. (EDA,314)

El intento es la llave que usamos para que el primer anillo de


poder se mueva de maneras aceptables. Es lo que dirige a la primera
atención para que ésta se concentre en las emanaciones del Águila dentro
de un cierto marco. Y también es lo que ordena al primer anillo de poder
obstruir o interrumpir su flujo de energía. (EDA,314)

El intento no es una condición de ser, proveniente de uno mismo,


como pueda serlo un hábito social o una reacción biológica, sino más bien
una fuerza íntima, privada, que todos poseemos. (EDA,314)

Intentar no es desear; es una fuerza imponderable que nos hace


comportarnos de una manera que puede describirse como deseo.
(EDA,314)

El intento está presente en todo. El intento es lo que hace al


mundo. (EDA,152)

El intento y el efecto son la voluntad. Ambas cosas son lo mismo:


en ensueños, el intento de volar produce el efecto de volar. (EDA,147)

El cuerpo físico y el doble conocen intentos diferentes: el físico no


puede atravesar paredes, el doble no puede comer. (EDA,149)

La gente, y todas las demás criaturas vivientes, son esclavas del


intento. Pero cuando nos hacemos guerreros, el intento se vuelve nuestro
amigo. Nos deja ser libres por un rato. (EDA,152)

Don Juan conocía el intento de muchas cosas, y podía llamar a


esas mismas cosas intentándolas. Pero Silvio Manuel era el amo del
intento: conocía el intento de todo. Sin embargo no tenía deseos, ya que el
intento por sí mismo no desea nada, así que tenía que depender del nagual
para la voluntad. (EDA,153)

El intento nos puede llegar de tres maneras: a) A través del primer


anillo de poder, como una fuerza ciega, casual. b) A través del
entrenamiento del guerrero, colocándonos voluntariamente en su camino,
convocándolo, para que nos llegue por su propia cuenta. Esto es el poder

195
Los Procedimientos Clave

personal, la facilidad para encontrar nuevas soluciones. c) Armonizando


con él, cuando, después de toda una vida de impecabilidad, el intento
transforma a los guerreros supremos en una fuerza pura, sin
preconcepciones. Esto es la voluntad. O el intento del segundo anillo de
poder. (EDA,314-315)

La clave para resistir la presión de la presencia del Águila está en


la potencia del intento de uno. (EDA,239)

Es mejor no tener nada material en lo que enfocar nuestro poder,


sino más bien en el espíritu, en el viaje a lo desconocido. (EDA,34)

Insistir en ser un guerrero impecable no es más que esforzarse


por dejar que el intento sepa que nos estamos poniendo en su camino.
(EDA,315)

Una vez que se rompe la relación directa entre el intento y los


desnates habituales, ésta ya nunca se puede restituir: adquirimos entonces
la habilidad de atrapar una corriente de lo que Don Juan llamaba "intento
fantasma", el intento de los desnates que no están presentes en el momento
o en el lugar de la interrupción, un intento que queda a nuestra
disposición a través de algún aspecto de la memoria. A través de
instrucciones y comentarios, Don Juan creaba una corriente de intento
fantasma, y Carlos era conducido a experimentar los desnates habituales
como algo inimaginable. Don Juan llamaba a todo eso "vislumbrar la
inmensidad del Aguila", una experiencia que nos deja sin esperanzas, ya
que al fin y al cabo la esperanza es el resultado de nuestra familiaridad
con los desnates. (EDA,317)

Con la interrupción del intento del primer anillo de poder nos


volvemos receptivos y maleables; un nagual puede entonces introducir el
intento del segundo anillo de poder. Todos los niños de cierta edad se
hallan en una situación parecida de receptividad. (EDA,317)

Don Juan decía que toma toda una vida de disciplina incesante,
que los videntes llaman “intento inflexible”, preparar al segundo anillo de
poder para que pueda construir desnates en el otro yo. Dominar la
predisposición perceptual del yo paralelo es una hazaña de valor
incalculable que pocos guerreros logran. Silvio Manuel era uno de ellos.
(EDA,321)

El intento es la voluntad de las emanaciones del Águila. (EFI,107)

196
Libro de Citas

Intentar es guiar la voluntad, o guiar intencionadamente la


energía del alineamiento. (EFI,198)

La maestría del intento, necesaria para despertar en una posición


de ensueño, es la técnica más sofisticada que existe, y es la única manera
de dirigir la energía del alineamiento. (EFI,207)

La forma de mover el punto de encaje es establecer nuevos


hábitos, moverlo con el intento. (EFI,255)

La voluntad es el aspecto del alineamiento que fija la posición del


punto de encaje, mientras que el intento es el aspecto que lo hace moverse.
(EFI,245)

Las fibras de la voluntad, para un vidente, aparecen como unos


tentáculos de luz que emanan de un punto debajo del ombligo; unas fibras
con las que el brujo puede realizar hazañas magníficas. (URA,124-27)

La voluntad es un poder: algo que el hombre usa para ganar una


batalla que según todos los cálculos debería perder. La voluntad te hace
invulnerable. (URA,169)

Los nuevos videntes llamaron “voluntad” a la energía del


alineamiento; y la entendieron como un estallido de energía, ciego,
impersonal, ininterrumpido, que nos hace comportarnos como lo
hacemos. La voluntad es responsable de la localización del punto de encaje
en su posición acostumbrada. El alineamiento es renovado incesantemente
para conferirle así continuidad a la percepción. Para renovar cada vez el
alineamiento con el frescor que necesita para crear un mundo vivo, la
descarga de energía que procede de esos mismos alineamientos se redirige
automáticamente para reforzar algunos alineamientos selectos. (EFI,198)

Es muy misterioso cómo la voluntad (la fuerza impersonal del


alineamiento) se transforma en el intento (la fuerza personalizada, al
servicio de cada individuo). (EFI,245)

No nos debemos preocupar por los procedimientos porque, en


realidad, la mayoría de las cosas verdaderamente extrañas que le pasan a
los videntes, o aún al hombre común, ocurren de por sí, con la sola
intervención del intento. (EFI,265)

197
Los Procedimientos Clave

El alineamiento es la fuerza que tiene que ver con todo; por


consiguiente, uno de sus aspectos, el intento, es lo que hace moverse al
punto de encaje. (EFI,285)

Si usas el intento, e intentas una nueva posición para tu punto de


encaje, y luego intentas que se fije allí durante suficiente tiempo, alinearás
otro mundo y escaparás de éste. (EFI,314)

Ha de transcurrir un largo proceso antes de que nuestros


comandos sean escuchados y obedecidos como si fueran comandos del
Águila. Ésta es la esencia de la maestría del intento. (EFI,286)

El manejo del intento comienza con un comando dado a uno


mismo; el comando se repite hasta que se convierte en el comando del
Águila, y luego, el punto de encaje se mueve en cuanto los guerreros
alcanzan el silencio interior. (EFI,323)

Los nuevos videntes se consumen con la fuerza del alineamiento,


con la fuerza de la voluntad, que han convertido en la fuerza del intento
mediante una vida de impecabilidad. El intento es el alineamiento de todas
las emanaciones ambarinas de la conciencia, así que resulta correcto decir
que la libertad total significa conciencia total. (EFI,325)

En el universo hay una fuerza inmensurable e indescriptible que


los brujos llaman intento, y absolutamente todo cuanto existe en el cosmos
está enlazado, ligado a esa fuerza por un vínculo de conexión. Por ello, el
total interés de los brujos es delinear, entender y utilizar tal vínculo,
especialmente limpiarlo de los efectos nocivos de las preocupaciones de la
vida cotidiana. (ECS,20-21)

La maestría del intento es el enigma del espíritu, el enigma de lo


abstracto. (ECS,23)

La función del nagual es canalizar para sus aprendices la fuerza


más poderosa del universo: el intento. La fuerza que cambia, ordena y
reordena las cosas o las mantiene como están. Si el nagual no moldea el
intento, no habría ni reverencia ni maravilla en sus aprendices. Y en lugar
de embarcarse en un viaje mágico de descubrimiento, sus aprendices solo
se limitarían a aprender un oficio; aprenderían a ser curanderos, brujos,
adivinadores, charlatanes o lo que fuera. (ECS,38)

La única manera de explicar el intento es experimentarlo en

198
Libro de Citas

forma directa por medio de esa conexión viva que existe entre el intento y
todos los seres vivientes. Los brujos llaman intento a lo indescriptible, al
espíritu, al abstracto, al nagual. (ECS,38)

Cada uno de los actos realizados por los brujos, especialmente por
los naguales, tienen como finalidad reforzar el vínculo de conexión con el
intento, o son actos provocados por el vínculo mismo. (ECS,39)

El grado de certeza de un brujo a la hora de interpretar los


augurios del espíritu depende de la fuerza y claridad de su vínculo con el
espíritu. (ECS,41)

El espíritu (el intento) se revela a todo el mundo constantemente,


pero sólo los brujos le prestan atención. (ECS,42)

Cada cosa que pasa alrededor es un "edificio" creado por el


intento. (ECS,55)

Para un brujo, el espíritu es lo abstracto, porque para conocerlo


no necesita de palabras, ni siquiera de pensamientos; es lo abstracto,
porque un brujo no puede concebir qué es el espíritu. Sin embargo, sin
tener la más mínima oportunidad o deseo de entenderlo, el brujo lo
maneja, lo reconoce, lo llama, lo incita, se familiariza con él, y lo expresa
en sus actos. Los brujos conocen el abstracto sin saber lo que están
haciendo, sin verlo, sin tocarlo y sin siquiera sentir su presencia. (ECS,65-
66)

Cuesta mucho aceptar que lenguaje y conocimiento existen


independientemente el uno del otro. Que son cosas separadas. (ECS,64)

Para un vidente, el espíritu es abstracto solo en el sentido de que


lo conoce sin palabras, incluso sin pensamientos. Es abstracto porque
nuestra razón o lenguaje no nos brinda herramientas para concebir qué
es. Pero aun así, sin tener la menor oportunidad o deseo de comprenderlo,
el guerrero maneja el espíritu. Lo reconoce, lo llama, lo incita, se
familiariza con él, y lo expresa en sus actos. (ECS,65)

Los poetas están profundamente afectados por el vínculo con el


espíritu, pero de manera intuitiva, no de manera deliberada y pragmática
como lo están los brujos. (ECS,76)

El poeta, aunque no mueve nunca su punto de encaje, intuye que

199
Los Procedimientos Clave

algo increíble está en juego. Intuye con gran precisión que existe un factor
innominado, imponente por su misma simplicidad, que determina nuestro
destino. (ECS,78)

Nosotros, como hombres comunes y corrientes, no sabemos que


algo real y funcional, nuestro vínculo con el intento, es lo que nos produce
nuestra preocupación ancestral acerca de nuestro destino. Durante
nuestra vida activa nunca tenemos la oportunidad de ir más allá del nivel
de la mera preocupación, ya que desde tiempos inmemoriales el arrullo de
la vida cotidiana nos adormece. No es sino hasta el momento de estar al
borde de la muerte que empezamos a ver las cosas de otro modo. Pero por
desgracia, este despertar viene siempre de la mano con la pérdida de
energía provocada por la vejez. Y no nos queda fuerza suficiente para
transformar nuestra preocupación en un descubrimiento positivo y
pragmático. A esa altura, todo lo que nos queda es una angustia indefinida
y penetrante; un anhelo de algo incomprensible; y una rabia
comprensible, por haberlo perdido todo. (ECS,76)

La muerte existe solo porque hemos aprendido a intentarla.


(ECS,74)

A fin de revivir el vínculo de conexión con el espíritu, los brujos


necesitan un propósito extremadamente fiero y riguroso, un estado
especial de la mente llamado “intento inflexible”. El reconocer y aceptar
que el nagual es el único capaz de suplir ese intento inflexible es la parte
de la brujería que resulta más difícil para los aprendices. (ECS,70)

Hay sentimientos que no pueden ser recordados por la memoria;


los tienes que revivir mediante el intento de acordarte de ellos. (ECS,115)

Supe qué es el intento, pero comprendí que ese conocimiento no


puede ser traducido a palabras. (ECS,115)

El conocimiento natural del intento está a disposición de


cualquiera, pero el dominarlo le corresponde solo a quienes lo sondean.
(ECS,115)

No es posible que el intento sea Dios, porque el intento es una


fuerza que no puede describirse y mucho menos representarse. (ECS,116)

El intento es la fuerza que agrupa, y que mantiene separadas, a


las emanaciones del Águila. (ECS,130)

200
Libro de Citas

El intento es el "flujo de las cosas". (ECS,130)

El conocimiento silencioso es algo que tiene total dominio y


conocimiento de todo. Pero no puede pensar ni expresar lo que sabe. El
conocimiento silencioso es el espíritu, el intento. (ECS,180-81)

La percepción ocurre cuando el intento, el cual es energía pura,


enciende una porción de los filamentos luminosos dentro de nuestro
capullo, y al mismo tiempo enciende una extensión de los mismos
filamentos luminosos que se extienden hasta el infinito fuera de nuestro
capullo. (ECS,133)

Primeramente los brujos creyeron haber descubierto que el


alineamiento era la fuente misma de la conciencia de ser. Pero, al
examinarlo con más cuidado, comprendieron que los filamentos no
necesitan estar alineados, porque los que están dentro del capullo son los
mismos que los que están fuera. Lo que necesitan es estar encendidos. El
capullo luminoso es simplemente una cápsula transparente que encierra
una minúscula porción de unas hebras luminosas de infinita extensión. Lo
que las ilumina debía ser, en definitiva, una fuerza independiente. Como
no podían llamarla alineamiento, la llamaron voluntad o la fuerza
encendedora. Al volverse su "ver" más sofisticado y eficaz, los brujos se
dieron cuenta de que lo que llamaban voluntad no es solamente la fuerza
responsable de nuestra conciencia de ser, sino también de todo cuanto
existe en el universo. Vieron que es una fuerza que posee conciencia total
y que surge de los propios campos de energía que componen el universo.
Decidieron entonces que era preferible llamarla intento, en vez de
voluntad. Pero a la larga el nombre probó ser inadecuado, porque no hace
destacar la inconcebible importancia de esa fuerza ni su activa conexión
con todo lo existente. (ECS,133-34)

Nuestra gran falla colectiva es vivir nuestras vidas sin tomar en


cuenta para nada esa conexión. Para nosotros, lo precipitado de nuestra
existencia, nuestros inflexibles intereses, preocupaciones, esperanzas,
frustraciones y miedos tienen prioridad. En el plano de nuestros asuntos
prácticos, no tenemos ni la más vaga idea de que estamos unidos con todo
lo demás. (ECS,134)

El espíritu (el intento) no es algo que uno podría usar o comandar


o hacer que se moviera de ninguna forma; no obstante uno puede usarlo,
comandarlo, moverlo como le dé a uno la gana. Esta contradicción es la

201
Los Procedimientos Clave

esencia de la brujería. Y por no entenderla, generaciones enteras de brujos


han sufrido dolores y pesares inimaginables. Los brujos de hoy en día, en
un esfuerzo por evitar pagar este exorbitante precio de dolor, han
desarrollado un código de conducta llamado "el camino del guerrero", o la
acción impecable. Un código de conducta que los prepara realzando su
cordura y su prudencia. (ECS,135)

No hay técnicas para desplazar la energía que de ordinario es


utilizada para enturbiar y mantener fija la posición del punto de encaje,
para desplazarla y concentrarla de manera automática en el vínculo con el
espíritu. Todo lo que se necesita es intentarlo mediante el "puro
entendimiento". El puro entendimiento es un "batidor" de la inmensidad.
(ECS,147-49)

Los brujos practican el arte de enviar batidores, exploradores de


vanguardia, para que sondeen nuestros límites perceptuales. Los poemas
se pueden considerar como exploradores. Pero los poetas no saben con
tanta exactitud como los brujos lo que esos exploradores de vanguardia
pueden lograr. (ECS,146)

Lo único significativo es comprender que un mero contacto con el


espíritu basta para facilitar el movimiento del punto de encaje. (ECS,154)

El conocimiento silencioso, aquello que nadie puede describir, es,


por supuesto, el intento, el espíritu, lo abstracto. (ECS,181)

Hay ejemplos de personas que obtienen conocimiento


directamente del espíritu, sin intermediarios. (ECS,194)

La brujería es un viaje de retorno. Retornamos al espíritu,


victoriosos, después de haber descendido al infierno. Y desde el infierno
traemos trofeos. El puro entendimiento es uno de esos trofeos. (ECS,195)

El intento inflexible es una especie de determinación; una


firmeza; un propósito muy bien definido que no puede ser anulado por
deseos o intereses en conflicto. El intento inflexible es también la fuerza
engendrada cuando se mantiene el punto de encaje fijo en una posición
que no es la habitual. Los brujos consideran al intento inflexible como el
catalizador que propulsa a sus puntos de encaje a nuevas posiciones que, a
su vez, generan más intento inflexible. (ECS,229)

El vínculo de conexión con el intento es la característica universal

202
Libro de Citas

compartida por todo lo que existe. (ECS,233)

El espíritu solo escucha cuando el que habla lo hace con gestos de


abandono, frialdad y audacia. (ECS,259)

Intentar apariencias es exclusivamente un ejercicio para el


manejo del intento. (ECS,279)

A fin de protegerse de la inmensidad de la percepción, los brujos


aprenden a mantener una mezcla perfecta de no tener compasión, de
tener astucia, de tener paciencia y de ser simpáticos. Estas cuatro bases
están entrelazadas de modo inextricable. Los brujos las cultivan
intentándolas. Estas bases son, naturalmente, posiciones del punto de
encaje. (ECS,263)

El manejo del intento es el arte del acecho en sí, es la


impecabilidad. (ECS,268)

Yo estaba cambiando las cosas al sentirme grande y feroz. Don


Juan me dijo que los sentimientos, procesados de ese modo, se llaman
intento. (ECS,220)

En términos de su vínculo con el intento, el guerrero pasa por


cuatro etapas. La primera, cuando tiene un vínculo herrumbrado en el que
no puede confiar. La segunda, cuando logra limpiarlo. La tercera, cuando
aprende a manejarlo. Y la cuarta, cuando aprende a aceptar los designios
de lo abstracto. (ECS,238)

El intento, o el acto de intentar, es algo muy difícil de explicar.


Yo, o cualquier otro brujo, pareceríamos un par de idiotas si tratáramos de
explicarlo. Ten esto en cuenta cuando oigas lo que te voy a decir a
continuación: los brujos intentan cualquier cosa que se proponen intentar
simplemente intentándolo. (ADE,31)

La única forma de intentar es enfocar tu intento en lo que quieras


intentar. (ADE,33)

Intentar es desear sin desear, hacer sin hacer. (ADE,34)

Un segundo más tarde, cuando el pez-pájaro se transformó en un


punto de luz, grité mi intento de seguirlo, y tal como Don Juan lo había
dicho, una fuerza incontenible me jaló a otro mundo. (ADE,92)

203
Los Procedimientos Clave

No te puedo mentir, porque la mentira no existe, dijo el emisario,


entrometiéndose en mis pensamientos. Te puedo hablar acerca de lo que
existe. En mi mundo (el ensueño), lo que existe es el intento; detrás de una
mentira no hay intento, por lo tanto no tiene existencia. Hay intención
detrás de las mentiras, pero intención no es lo mismo que intento.
(ADE,117)

Intentar es el secreto. Los brujos desplazan su punto de encaje a


través del intento, y lo fijan igualmente a través del intento. Y no hay
ninguna técnica para intentar. Uno aprende a intentar usando el intento.
(ADE,161)

Los seres humanos, en cuanto campos de energía, no están unidos


por envolturas o ligamentos energéticos, sino por una especie de vibración
que permite que todo esté vivo y en su sitio. En cuanto eran plenamente
conscientes de su existencia, por medio de las prácticas y la disciplina, los
brujos se volvían capaces de manejar dicha fuerza vibratoria. (PM,26)

Una vez comprobado que es imposible ser concreto y utilitarista


en relación con la fuerza vibratoria (el intento), los brujos modernos se
han decantado por la única alternativa racional: tomar conciencia de esta
fuerza sin otra finalidad que la elegancia y el bienestar que produce el
conocimiento. (PM,26)

Para establecer la presencia de un árbol, por ejemplo, los seres


humanos solo necesitan una mirada superficial que prácticamente no les
muestra nada. El resto es el fenómeno que se define como la “llamada del
intento”, o el “intento” del árbol, es decir, la interpretación de datos
sensoriales correspondientes al fenómeno concreto que los humanos
denominan “árbol”. (PM,44)

-0 Para Don Juan, el “intento” es el acto tácito de llenar los


espacios vacíos dejados por la percepción sensorial directa o enriquecer
los fenómenos observables mediante un intento de totalidad que desde la
perspectiva de la percepción pura no existe. Don Juan llamaba “convocar
al intento” al acto de “intentar” la totalidad. (PM,45)

El intento trasciende el mundo cotidiano. Es algo semejante a una


ola energética, a un rayo de energía que se adhiere a nosotros. (PM,46)

Los chamanes llaman al "intento" pronunciando la palabra

204
Libro de Citas

"intento" en voz fuerte y clara. De esta manera les llega y les prepara el
camino para sus logros, lo cual quiere decir que los chamanes siempre
logran lo que se proponen. (LAI,24)

Se puede llamar al intento para cualquier cosa, pero los


chamanes han descubierto a las duras que el intento solo viene para algo
que es abstracto (no materialista o egoísta). (LAI,24)

Es parte de la naturaleza del intento que, una vez que cruzamos


cierto umbral, el poder pone delante de nosotros un esquema (a través de
los detalles de cada acontecimiento). (LAI,84)

El intento, también llamado el "infinito", el "espíritu", o el "oscuro


mar de la conciencia" es todo lo que nos rodea. Es algo que existe allí fuera
y rige nuestras vidas. Este "lado activo del infinito" es realmente el que
guía nuestras circunstancias, y no el azar. Otra forma de describirlo es
como "un temblor en el aire". Algo que los videntes saben que existe, y
saben cómo asentir a él sin más. Por eso para ellos no hay cavilaciones ni
preguntas. Saben que tienen la posibilidad de unirse con el "intento", y lo
hacen. (LAI,98)

Cuando tu mente verdadera empieza a emerger, puede ocurrir


cualquier cosa. El Intento está empezando a reclamarte como suyo, y no
importa el medio que utilice para señalártelo. Por eso, lo que debes hacer
es prepararte para la violencia de su ataque. Debes estar en un estado de
continuo desvelo, afirmado para recibir un golpe de enorme magnitud.
Ésta es la manera sobria y cuerda en la que los chamanes se enfrentan al
Intento, al Infinito. (LAI,222)

Una vez que entres en el "infinito" (parando el mundo o como


sea), solo tú puedes decidir si regresas o no. La verdad es que pocos
guerreros regresan, pues el infinito (el nagual) es seductor hasta no más.
Un guerrero descubre que el regresar a un mundo de desorden,
compulsión, ruido y dolor es algo muy desagradable. Así que tienes que
saber que tu decisión de quedarte o regresar no es cuestión de selección
racional, sino cuestión de "intentarlo". (LAI,301)

205
Los Procedimientos Clave

SINOPSIS

La fenomenología del Intento también supone una desconcertante


novedad en el mundo de la espiritualidad. Virtualmente identificado a lo
largo de los libros con el Espíritu, lo Desconocido, lo Abstracto, el Nagual,
etc, podría coincidir con las demás tradiciones en su aspecto de fuerza
sustentadora y omnipresente que interrelaciona todas las entidades del
universo. En el fondo, no está muy lejos de una teología del Espíritu Santo.
Pero ¿por qué los toltecas (si es que no se trata, nuevamente, de
una propuesta lingüística o sincrética del mismo Castaneda) nombran, con
tan ancestral familiaridad, a este Espíritu global precisamente con la
palabra “intento”? ¿Tiene que ver con la filosofía de la “intencionalidad”?
Algún misterio fundamental ha de esconder su semántica cuando todos los
usos que de él hacen los toltecas son literalmente "sagrados". Todos.
Nuevamente, de todas formas, las definiciones y las disposiciones
preceptivas que se nos brindan para sondear al “intento”, como concepto,
si bien nos indican la capital importancia de esta maestría en el propósito
final de la brujería, que es mover el punto de encaje, rebosan sin embargo
de interrogantes y de contradicciones teóricas suficientes como para
hacernos sospechar incluso que su finalidad profunda es apartarnos de las
etiquetas científicas y de los procedimientos objetivos.
Las relaciones ontológicas entre los principios sustanciales del
Águila, las Emanaciones, el Poder, la Conciencia y el Intento, también son
materia de eterna especulación. Nos encontramos, pues, ante un enigma
que solo nuestra propia experiencia podría despejar.

4.3.2. EL INTENTO INFLEXIBLE

Don Juan decía que toma toda una vida de disciplina incesante,
que los videntes llaman “intento inflexible”, preparar al segundo anillo de
poder para que pueda construir desnates en el otro yo. Dominar la
predisposición perceptual del yo paralelo es una hazaña de valor
incalculable que pocos guerreros logran. Silvio Manuel era uno de ellos.
(EDA,321)

206
Libro de Citas

Todo lo que se requiere es impecabilidad, esto es energía. Todo


comienza con un solo acto que tiene que ser premeditado, preciso y
continuo. Si este acto se lleva a cabo por un período de tiempo largo uno
adquiere un sentido de intento inflexible que puede aplicarse a cualquier
cosa. Si se logra ese intento inflexible el camino queda despejado. Una cosa
llevará a la otra hasta que el guerrero emplee todo su potencial. (EFI,203)

Don Juan delineó el procedimiento usado por los nuevos videntes


para lograr el cuerpo de ensueño. Dijo que comienza con un acto inicial,
cualquier acto que por el hecho de ser continuo engendre intento
inflexible. El intento inflexible lleva al silencio interno. Y el silencio
interno a la fuerza interna necesaria para mover el punto de encaje en
ensueños a posiciones convenientes. Llamó a este orden de sucesión “el
cimiento”. Una vez completado este cimiento viene el desarrollo del
control, que consiste en mantener sistemáticamente la posición de ensueño
aferrándose tenazmente a la visión del sueño. (EFI,206)

Don Juan dijo que yo podía mover mi punto de encaje, primero si


tenía el intento inflexible de moverlo, y segundo, si dejaba que el contexto
de la situación dictara hacia dónde debía moverse. (EFI,265)

El vínculo que conecta al hombre corriente con el Intento está


prácticamente muerto; es inútil, pues no responde voluntariamente. A fin
de revivir ese vínculo de conexión con el espíritu, los guerreros necesitan
un propósito extremadamente fiero y riguroso, un estado especial de la
mente llamado “intento inflexible”. (ECS,70)

Sin embargo, el reconocer y aceptar que el nagual es el único


capaz de suplir ese intento inflexible es la parte de la brujería que resulta
más difícil para los aprendices. (ECS,70)

Una fiebre alta puede mover el punto de encaje. El hambre o el


miedo o el amor o el odio también pueden hacerlo. Lo mismo el misticismo
y el intento inflexible, el método preferido de los brujos. (ECS,229)

El intento inflexible es una especie de determinación; una


firmeza; un propósito muy bien definido que no puede ser anulado por
deseos o intereses en conflicto. El intento inflexible es también la fuerza
engendrada cuando se mantiene el punto de encaje fijo en una posición
que no es la habitual. Los brujos consideran al intento inflexible como el
catalizador que propulsa a sus puntos de encaje a nuevas posiciones que, a
su vez, generan más intento inflexible. (ECS,229)

207
Los Procedimientos Clave

SINOPSIS

Don Juan insiste abiertamente en renunciar a la idea de utilizar


procedimientos concretos para alcanzar la videncia, y de ahí que las
instrucciones sobre el intento inflexible estén de nuevo envueltas en una
nube de supuestos difíciles de despejar.
Pero al menos podemos sacar en claro que estamos ante uno de
los núcleos principales de toda la mecánica práctica de la brujería. De
hecho, esa estructura, esa secuencia técnica ["comando" - "repetición" -
"silencio interno"] es llamada en algunas ocasiones “el orden del
cimiento”, como si realmente fuera un pilar básico de actuación, de
comportamiento mágico.
El tratamiento y el título dados al “intento inflexible” nos dan, en
todo caso, una importante pista a la hora de enfocar nuestro trabajo básico
en dirección al intento: no basta con que "intentemos" un propósito, por
ejemplo, el del "silencio interno"; nuestro esfuerzo ha de ser también fiero
e inamovible. Constante. Pertinaz. ¿Se puede interpretar de otra manera?

4.3.3. LA VIDENCIA

La oscuridad del día es la mejor hora para "ver", para intentar


"ver". (URA,31)

Cuando un brujo hace el intento de "ver", hace el intento de ganar


poder. (URA,111)

Un brujo puede tener una voluntad muy fuerte y sin embargo


quizás no "vea". Solo un hombre de conocimiento percibe el mundo con
sus sentimientos y su voluntad, y también con su "ver". (URA,172)

Un hombre que "ve" no necesita ya vivir como


guerrero.(URA,173)

208
Libro de Citas

Aprende a "ver", y entonces sabrás que no hay fin a los mundos


nuevos para nuestra visión. (URA,178)

Cuando uno "ve" ya no hay detalles familiares en el mundo. Todo


es nuevo. Nada ha sucedido antes. Todas las cosas se vuelven nada.
(URA,184)

"Ver" es contrario a la brujería y sus técnicas manipulatorias,


pues le hace a uno darse cuenta de la insignificancia de todo. (URA,194)

"Ver" no es lo mismo para todos, pero eso no significa que


prevalezcan los significados de la vida. Nada es conocido cuando "vemos".
(URA,224)

Cuando un hombre aprende a "ver", ninguna cosa es igual cada


vez que la "ve", y sin embargo es la misma. Por ejemplo, cada vez que "ve"
a un ser humano, "ve" un huevo luminoso, pero no es el mismo huevo
luminoso. (RDP, 45)

"Ver" es así. Uno hace afirmaciones con gran certeza, sin saber
cómo. (RDP,181)

Un guerrero hace una pregunta, y a través de su "ver" obtiene la


respuesta. El "ver" es un conocimiento directo, sin florituras visionarias.
(RDP,204-05)

Esta vida que tenemos no es sino una larga visión. (SAP,234)

Los ojos de Don Juan daban la sensación de haber visto todo lo


que se pueda ver. (EDA,262)

Se necesita una enorme fuerza para abandonar el intento de todos


los días. Pero hay maniobras que facilitan este abandono, como enfocar los
ojos en el punto de la segunda atención. La razón por la que el "ver"
parece ser visual es porque necesitamos los ojos para enfocar el intento.
Los ojos son los convocadores del intento.(EDA,298-99)

Después de siglos de usar plantas de poder, algunos hombres


aprendieron finalmente a "ver". Los más emprendedores comenzaron
entonces la enseñanza de cómo "ver". Y ese fue el principio de su
perdición. Aumentó el número de videntes, pero la obsesión de "ver" llegó

209
Los Procedimientos Clave

a tal punto que dejaron de ser hombres de conocimiento. Se volvieron


expertos en “ver” y en ejercer control sobre los extraños mundos que
atestiguaban, pero todo ello no les sirvió de nada. El "ver" había socavado
su fuerza y les había obligado a obsesionarse con lo que "veían". Sin
embargo hubo videntes que escaparon a ese destino; grandes hombres
que, a pesar de "ver", nunca dejaron de ser hombres de conocimiento. Es
muy posible que, bajo su dirección, las poblaciones de ciudades enteras
penetraran en los mundos que "veían", y de ellos no volvieron a salir
jamás. (EFI,28)

La característica de los videntes de mala muerte es que están


dispuestos a olvidar la maravilla que nos rodea. Se quedan abrumados por
el hecho de que "ven", y creen que su talento es lo que cuenta. Un vidente
debe ser un parangón (de impecabilidad) para poder superar la flojedad
casi invencible de nuestra condición humana. Lo que hacen los videntes
con lo que "ven" es más importante que el "ver" en sí. (EFI,66)

Todo lo que no puedes recordar está atrapado en otras áreas de tu


ser total. El usar esas otras áreas es el "ver". (EFI,78)

"Ver" es dejar al desnudo la esencia de todo, es ser testigo de lo


desconocido y vislumbrar lo que no se puede conocer. Pero ello no nos
trae desahogo. Generalmente, los videntes se descalabran al "ver" que la
existencia es incomprensiblemente compleja y que nuestra conciencia
cotidiana la difama con sus limitaciones. (EFI,78)

Todos caen presa del error de que se "ve" con los ojos. Pero no te
sorprendas, pues es muy normal cometer ese error. "Ver" es alineamiento.
El acto de "ver", siendo el resultado de un alineamiento fuera de lo
ordinario, no puede ser algo que uno simplemente vea con los ojos.
(EFI,79)

Cuando los videntes "ven", hay algo que les explica todo a medida
que se lleva a cabo el nuevo alineamiento. Es una voz que les habla en el
oído. La voz del "ver". Si esa voz no está presente, el vidente no está
"viendo”. (EFI,79)

La voz del "ver" es algo extremadamente misterioso e


inexplicable. Algo que solo pertenece al hombre, quizás porque el hablar
es algo que nadie más hace, excepto el hombre. Los antiguos videntes
creían que era la voz de una increíble entidad de enorme potencia
íntimamente relacionada con la humanidad, un protector del hombre. Los

210
Libro de Citas

nuevos videntes descubrieron que esa entidad, a la que llamaron el molde


del hombre, no tenía voz. Para los nuevos videntes la voz del "ver" es algo
incomprensible. Dicen que es el resplandor del estar consciente de ser, que
toca las emanaciones del Águila como un arpista toca el arpa. (EFI,80)

El hombre no es lo que no se puede conocer. La luminosidad del


hombre puede "verse" casi como si uno usara solamente los ojos. (EFI,145)

Los guerreros jamás deben tratar de "ver" sin la ayuda del


ensueño. (EFI,246)

"Ver" es el eufemismo de mover el punto de encaje. (EFI,249)

La experiencia mística es un "ver" fortuito, algo que sucede una


sola vez en la vida (cuando sucede), y que no tiene ningún significado
porque es el resultado de un movimiento al azar del punto de encaje.
Nuestra creencia en la existencia de Dios está basada en un rumor que
circula y no en el acto de "ver". (EFI,289)

Otra cosa que de repente se me representó con claridad al


recordar el evento, fue que supe automáticamente que tenía que mover los
ojos para hacer moverse a mi punto de encaje. (EFI,299)

Para dejar de pensar hay que intentar el movimiento del punto de


encaje. Al intento se le llama con los ojos. (ECS,158)

El no tener compasión, siendo una posición específica del punto


de encaje, se manifiesta en los ojos de los brujos; es como una nube
brillante y trémula que cubre el ojo. Los ojos de los brujos son brillantes.
Cuanto mayor es el brillo, más intenso es su sentido de no tener
compasión. (ECS,159)

Nuestros puntos de encaje están en constante movimiento. Son


movimientos imperceptibles. Ahora, si queremos un movimiento
considerable debemos poner en juego el intento. Como no hay modo de
saber qué es el intento, los brujos dejan que sus ojos lo llamen. (ECS,159)

Los ojos están directamente vinculados al intento. Solo


superficialmente, por contradictorio que parezca, están conectados con el
mundo cotidiano. Su conexión más profunda es con lo abstracto.
(ECS,160)

211
Los Procedimientos Clave

Es el brillo de los ojos lo que llama al intento. Cada sitio al que se


mueve el punto de encaje está representado por un brillo específico.
Puesto que los ojos tienen memoria propia, pueden acordarse de cualquier
sitio a donde se movió el punto de encaje acordándose del brillo específico
asociado con ese sitio. (ECS,160)

Bajo condiciones normales la gente enfoca los ojos en el mundo,


en busca de comida, de refugio, de protección. Pero los ojos de todos los
seres vivientes, especialmente los de los naguales, son capaces de mover
sin dificultad el punto de encaje, sobre todo si están enfocados en el
intento. (ECS,164)

Pero para mover con el brillo de los ojos el punto de encaje propio
o ajeno los brujos tienen que ser despiadados, es decir, deben estar
familiarizados con el sitio donde no hay compasión. Esto es en especial
cierto para los naguales. (ECS,165)

En el momento en que Don Juan intentó ser viejo, sus ojos


perdieron el brillo, y yo lo noté de inmediato. La pérdida del brillo en sus
ojos se debía a que los estaba usando para intentar la posición de un viejo.
Al llevar su punto de encaje a esa posición, pudo envejecer en aspecto,
conducta y sensaciones. (ECS,202)

A fin de acordarse de cualquier isla de percepción (de su pasado),


los brujos solo necesitan intentar el específico brillo de sus ojos asociado
con el punto al que desean volver. (ECS,263)

El intento se intenta con los ojos. No sé cómo, pero son los ojos los
que lo hacen. Invocan al intento con algo indefinible que poseen, algo que
está en su brillo. Los brujos dicen que el intento se experimenta con los
ojos, no con la razón. Sé que es así. Sin embargo, al igual que tú, no puedo
precisar qué es lo que sé. Los brujos resuelven esta dificultad aceptando
algo sumamente obvio: los seres humanos son infinitamente más
complejos y misteriosos que nuestras más locas fantasías. (ECS,202)

Percibir la energía tal y como fluye en el universo significa que la


energía adopta configuraciones generales y específicas que se repiten
coherentemente y que cualquiera que “vea” puede percibirlas en los
mismos términos. (PM,46)

Tomé conciencia de que, aunque “veía” por primera vez, toda mi


vida había “visto” la energía tal y como fluye por el universo, pero sin ser

212
Libro de Citas

consciente... Lo que yo había experimentado en el instante en que “paré el


mundo” fue el resurgimiento de mi “cuerpo energético”, que siempre fue
capaz de “ver” la energía tal y como fluye por el universo. (PM,132-32)

Los seres humanos no solo son capaces de "ver" la energía


directamente tal y como fluye en el univero, sino que en verdad la "ven"; lo
que pasa es no están "deliberadamente conscientes" de verla. (LAI,95)

La conciencia es energía, y la energía es un flujo constante y


vibratorio que nunca está quieto. Siempre está en movimiento por impulso
propio. (LAI,96)

Los videntes no solo "ven" la energía sino que siguen su flujo. Si


éste encuentra obstáculos, se alejan o hacen algo totalmente diferente. Los
videntes ven líneas en el universo, y su arte, o su tarea, es escoger la línea
que los va a conducir, en términos de percepción, a regiones sin nombre.
Podríamos decir que los videntes reaccionan inmediatamente a las líneas
del universo. Si ven a los seres humanos como bolas luminosas, buscan en
ellos su flujo de energía, y desde luego reaccionan al instante al ver esto. Es
parte de su cognición. (LAI,162)

Los videntes se enfrentan a lo desconocido a través de los


incidentes más banales que uno pueda imaginar. Y, para no perderseen
interpretaciones, no tienen más remedio que intentar escuchar la "voz del
espíritu". Así, si los chamanes no se esfuerzan por racionalizar algo que no
puede ser racionalizado, el espíritu les dice lo que ocurre, sin falla. Hay
que aceptar la idea de que el espíritu, el poder, es una fuerza que tiene voz
y que está consciente de sí misma. (LAI,218)

SINOPSIS

El concepto de videncia nos resulta culturalmente más familiar y


menos ominoso que el de brujería, o el de nagualismo. ¿Quién no conoce a
algún o alguna vidente, y no le ha visto actuar y ejercer sus funciones?
Aunque los que tenemos a mano en, digamos, la Europa mediterránea,
sean en su mayoría fraudulentos o incultos fundamentalistas cristianos
con episodios esquizoides, existió también aquí una auténtica tradición
iniciática, más o menos druídica, que la Iglesia nunca devoró del todo, y

213
Los Procedimientos Clave

que pervive en ciertos ambientes de nuestro entorno.


Por otro lado, tenemos el gran empujón que, con todos sus
peligros y excesos, ha provocado la revolución de las drogas a nivel de
hacernos vislumbrar qué es la videncia, el otro mundo, los seres astrales,
etc.
Podemos, pues, llegar a entender que las alucinaciones no existen,
y que todo lo que “vemos” en un estado alterado de conciencia existe
fuera de nuestra mente, en otro plano de la realidad. Hasta el más
materialista podría admitir que Santa Teresa o San Juan “veían” y
“sentían” cosas extraordinarias, y que, por tanto, hasta la mística oficial
cristiana es una suerte de videncia.
La videncia existe. Pero lo que Don Juan nos aporta en este
capítulo apunta a dos hechos más profundos y más difíciles de
comprender: En primer lugar nos indica que la videncia no es en absoluto
una meta final, sino una herramienta. “Lo que hacen los videntes con lo
que ven es más importante que lo que ven en sí”.
En segundo lugar, la complejidad de su proceso perceptivo hace
que parezca una experiencia visual porque existe una misteriosa
vinculación entre los ojos, como órganos sensoriales, y las distintas
posiciones del punto de encaje. En concreto, es el "brillo de los ojos" el que
inexplicablemente controla este movimiento.
El dominio técnico de este fenómeno se vuelve tan especializado
que ha de integrarse de lleno en la maestría del manejo del intento, uno de
los tres grandes procedimientos clave de la brujería. “El intento se intenta
con los ojos”. Pero toda videncia es de hecho un alineamiento global de
emanaciones en el punto de encaje, así que es algo que se experimenta con
la totalidad del cuerpo. De hecho, "ver" es más un "sentir" que una
experiencia visual. Y una de las definiciones más acertadas que conozco
sobre la Videncia es aquella que dice que "la Videncia es la sensibilidad
profunda hacia el sentimiento que emanan todas las cosas".

4.4. LA RECAPITULACIÓN

Recapitular es recordar la vida de uno hasta el detalle más


insignificante. (EDA,280)

214
Libro de Citas

La recapitulación es el fuerte de los acechadores, de la misma


manera como el cuerpo de ensueño es el fuerte de los ensoñadores.
(EDA,280)

Ya que la conciencia es el alimento del Águila, ésta puede quedar


satisfecha con una réplica perfecta (con un recordatorio perfecto de la
vida de uno). (EDA,280)

Una recapitulación perfecta puede cambiar a un guerrero aún


más que el control total del cuerpo de ensueño. Para un guerrero es
importante conocer y practicar tanto el acecho como el ensueño. Las
mujeres solo pueden dominar uno de los dos artes; los hombres pueden
dominar los dos, pero no llegan a obtener el nivel de eficacia que las
mujeres logran en cada arte. (EDA,281)

La recapitulación se compone de tres técnicas o herramientas


básicas:
a) La caja: Símbolo de nuestros estrechos linderos personales.
Recordar se vuelve fácil si uno puede reducir el área de estimación en
torno al cuerpo. Los acechadores usan cajas o ataúdes de tierra para
encerrarse adentro de ellos en tanto reviven (pues no se trata solo de
recordar) cada momento de sus vidas.
b) La lista de eventos: Confeccionar una lista detallada de todos
los incidentes de nuestras vidas, desde el momento previo a que el
acechador tome asiento en la caja, hasta , al menos en teoría, el mismo
momento del nacimiento.
c) La respiración: El elemento clave. El aliento es algo mágico
porque se trata de una función que da la vida. La respiración misma
fomenta recuerdos cada vez más profundos. Cada sesión comienza con
una inhalación moviendo la cabeza de derecha a izquierda, regresando
luego a la posición frontal para exhalar. Entonces, se coge el evento que
está a la cabeza de la lista, y se recuentan todos los sentimientos invertidos
en él. A medida que se recuerda, se inhala lentamente de derecha a
izquierda, para restaurar la energía, y se exhala de izquierda a derecha,
para expulsar la energía ajena. (EDA,280-82)

El "benefactor" de Florinda estaba convencido de que una


recapitulación profunda es el medio más expedito para perder la forma
humana, y las tres técnicas básicas del acecho la caja, la lista de eventos, y
la respiración como las tres tareas más importantes que un guerrero puede
llevar a cabo. (EDA,283)

215
Los Procedimientos Clave

Hacer uso de los no-haceres del yo personal se vuelve fácil para


los acechadores después de recapitular sus vidas. (EDA,283)

La recapitulación de sus vidas, que hacen todos los brujos, es la


clave para mover el punto de encaje. Al lograr revivir los eventos mismos,
consiguen mover el punto de encaje al sitio preciso en el que estaba
cuando ocurrió el evento. Esto es lo que los brujos llaman acordarse.
(ECS,159)

La información se almacena en la experiencia misma. Así que


acordarse es el modo de recuperar toda la información acumulada en el
movimiento del punto de encaje. Lo que los brujos almacenan es la
intensidad. La intensidad es resultado automático del movimiento del
punto de encaje. (ECS,262)

Nuestra vivencia del mundo es siempre un recuerdo de la


experiencia. Estamos eternamente recordando el instante que acaba de
suceder. Todo son recuerdos. (RDP,68,69)

La recapitulación de nuestras vidas no se acaba nunca, no


importa qué tan bien la hagamos. (ADE,148)

La razón por la que la gente común y corriente carece de control


y dirección en sus sueños, es porque nunca han recapitulado, y sus vidas
están llenas hasta el tope de emociones densas y pesadas, de memorias,
esperanzas, miedos. (ADE,148)

Recapitular y ensoñar van de la mano. La recapitulación libera


energía aprisionada dentro de nosotros, y no es posible ensoñar sin esa
energía. (ADE,148)

Don Juan me ayudó a recopilar una lista de todas las personas


que yo había conocido en mi vida, ordenó mi lista de forma coherente,
dividiéndola en áreas de actividad, y luego me guió, ordenadamente, y sin
ninguna desviación, a revivir cada una de mis interacciones con las
personas de mi lista. (ADE,148)

La recapitulación comienza cuando la mente arregla todo lo


pertinente a lo que se está recapitulando. Arreglar quiere decir reconstruir
el acontecimiento pieza por pieza. (ADE,148)

Don Juan me enseñó a acompañar la recapitulación con una

216
Libro de Citas

respiración natural y rítmica. Me guió a exhalar profundamente, al mover


la cabeza de manera lenta de derecha a izquierda, y a inhalar
profundamente, al volver a mover la cabeza de izquierda a derecha. El
llamaba a esto "airear lo ocurrido". La mente examina el acontecimiento de
principio a fin, mientras que el cuerpo continúa aireando todo aquello en
lo que la mente se enfoca. (ADE,149)

La exhalación sirve para expulsar la energía ajena que se quedó


en uno durante el acontecimiento que se está recapitulando, y la
inhalación, para traer de regreso la energía propia que uno dejó en dicho
acontecimiento. (ADE,149)

La recapitulación es una táctica de los brujos para inducir un


diminuto pero consistente desplazamiento del punto de encaje. (ADE,149)

La base de la recapitulación es la existencia en el universo de una


inconcebible fuerza disolvente que da vida a los organismos prestándoles
conciencia. Esa misma fuerza hace también que mueran, para extraerles la
conciencia enriquecida por las experiencias de la vida que les prestó. Al
ser una réplica de estas experiencias, la recapitulación puede satisfacer a
la fuerza disolvente, que de esta forma deja libres a los brujos para que
expandan su propia conciencia. (ADE,149)

El fin de la recapitulación es alcanzar dos objetivos


fundamentales: en primer lugar, el fin abstracto de cumplir el código
universal que exige renunciar a la conciencia en el momento de la muerte
y, en segundo, el fin plenamente pragmático de adquirir fluidez
perceptiva. (PM,103)

A través de la recapitulación, los chamanes adquirían un grado


de control que les permitía separar las “experiencias vitales” de la “fuerza
vital” que, en su opinión, no estaban unidas de manera indisoluble, sino
que se juntaban circunstancialmente. Para los chamanes el “oscuro mar de
la conciencia” (la fuerza disolvente, el Águila) no pretende cobrarse la
vida de los seres humanos, solo quiere sus experiencias vitales, o sea, la
conciencia que han realzado a través de dichas experiencias. (PM,104-
105)

La recapitulación significa revivir todas o casi todas las


experiencias que hemos tenido y, de este modo, desplazar un poco o
mucho el punto de encaje y, por la fuerza de la memoria, llevarlo a
adoptar la posición que ocupaba cuando aconteció el hecho recapitulado.

217
Los Procedimientos Clave

El acto de desplazarse entre posiciones anteriores y la presente


proporciona a los practicantes del chamanismo la fluidez necesaria para
salvar obstáculos extraordinarios en sus viajes al “infinito”. (PM,108)

La recapitulación real del acontecimiento exige que respiremos


hondo y movamos lenta y delicadamente la cabeza de un lado a otro, da lo
mismo que empecemos por el lado izquierdo o por el derecho. La cabeza
debe moverse tantas veces como sea necesario mientras recordamos todos
los detalles a que tenemos acceso. Don Juan decía que los chamanes se
referían a este acto como aspirar todos los sentimientos personales
consumidos en el acontecimiento que se recuerda y espirar los estados de
ánimo no deseados y los sentimientos extraños que nos dejó. (PM,109)

La recapitulación puede convencernos, sin el menor atisbo de


dudas, de que todos estamos a merced de fuerzas que, en última instancia,
no tienen ningún sentido, por mucho que a primera vista parezcan
razonables. (PM,110)

El acto efectivo de la recapitulación es una tarea de toda la vida.


Se necesitan años para agotar la lista, sobre todo en el caso de los que han
conocido a miles de individuos e interactuado con ellos. (PM,111)

El recuento de los "sucesos memorables" de la vida de uno es de


vital importancia para redistribuir la energía utilizada en vida. La mejor
preparación para entrar en "el lado activo del infinito". (LAI,14)

Los "sucesos memorables" verdaderos son los que tienen el toque


oscuro de lo impersonal. Ese toque los impregna. Lo que los hace
diferentes y memorables es que nos afecta a cada uno de nosotros como
seres humanos, no solo al que los ha experimentado. (LAI,31,43)

Ése es el poder de los recuentos. Por eso los utilizan los chamanes.
Te ponen en contacto con algo que ni siquiera sospechabas que existía en
ti. (LAI,84)

El universo está compuesto por campos de energía bajo la forma


de filamentos luminosos. Los antiguos videntes vieron billones de ellos por
donde fuera que "vieran". Son torrentes de fuerzas constantes, perennes en
el universo, y el torrente de filamentos que se relaciona con la
recapitulación fue nombrada por aquellos chamanes el "oscuro mar de la
conciencia" o el "Águila". (LAI,190)

218
Libro de Citas

Los antiguos videntes "vieron" que, en el momento de la muerte,


el "oscuro mar de la conciencia" (Águila) se tragaba, por decirlo así, la
conciencia de las criaturas vivas a través de su punto de encaje. Pero
también vieron que esa fuerza, el Águila, tenía un momento de vacilación
con los guerreros que habían hecho un recuento minucioso de sus vidas.
Así descubrieron una verdad gigantesca: el Águila solo quiere nuestras
experiencias de vida, no nuestra fuerza vital. Por eso, gracias ala
Recapitulación, podemos conservarla al morir. (LAI,192)

Algo en nosotros se resiste tremendamente a la disciplina de la


recapitulación. Por eso, los videntes dicen que el camino queda despejado
solo cuando aparece en la pantalla el recuerdo de un suceso que nos
sacude hasta los cimientos con una claridad de detalles terrorífica. Los
chamanes llaman a ese suceso "el acomodador", porque desde ese
momento, cada suceso que tocamos no solo se recuerda sino que se vuelve
realmente a revivir. (LAI,192)

Caminar es bueno para precipitar los recuerdos. Los chamanes


creían que todo lo que vivimos queda guardado como sensación en la
parte trasera de las piernas. Es como una especie de almacén de la historia
personal. (LAI,193)

SINOPSIS

La recapitulación, de la que en los primeros libros no se hace


mención, ni siquiera de manera esporádica o tangencial, se fue revelando
más adelante como un requisito de primera mano en el camino de
cualquiera que se tenga por guerrero.
Sin embargo, la extenuante magnitud del objetivo, “recordar al
detalle todo lo vivido en nuestras vidas”, junto con el habitual cúmulo de
imprecisiones y contradicciones, en las instrucciones técnicas que nos
ofrecen los libros, obligan al lector de Castaneda a poner en juego todas
sus habilidades de síntesis, confianza, disciplina y, desde luego, más que
buena fe.
La tarea parece imposible desde el punto de vista racional, ya que
en principio no tenemos ni tiempo ni herramientas psicológicas de
regresión para semejante empresa. Pero, de todas formas, las
reminiscencias esotéricas del tema en otras tradiciones, como la
“retrospección” de los Rosacruces, el “examen de conciencia” cristiano, o,

219
Los Procedimientos Clave

sin ir más lejos, ese rápido recordatorio de la vida propia que reportan
muchas de las personas que han regresado de una “experiencia de
muerte”, sugieren que la efectividad y verosimilitud de esta práctica
descansa sobre algún principio al fin y al cabo natural en el proceso
iniciático.
De hecho, no son pocas las personas que dicen haberla realizado,
por su cuenta, con resultados más que satisfactorios. Al margen de las
críticas que más adelante expondremos en los Recuentos más
especializados que haremos al respecto, lo más objetivo que podemos decir
es que todo parece indicar que estamos ante un procedimiento cuya
posibilidad de realización se va resolviendo por sí sola a medida que lo
practicamos, por muy absurdo que nos parezca el tema antes de empezar.

4.5. LA TENSEGRIDAD (LOS PASES MÁGICOS)

Fiel a la tradición de su linaje, Don Juan enseñó a sus cuatro


discípulos algunos movimientos corporales que denominó “pases
mágicos”. Los transmitió con el mismo espíritu con que se habían
enseñado durante generaciones, aunque con una notable excepción:
eliminó los excesos rituales. (PM,9)

Don Juan me aconsejó que bajo ninguna circunstancia hablase de


los pases mágicos con sus discípulos o con otras personas. Sostuvo que los
pases mágicos pertenecen exclusivamente a cada persona y que el efecto
es tan imponente que lo mejor es practicarlo sin hablar del tema. (PM,9)

Los pases mágicos no son un invento. Fueron descubiertos por los


chamanes del linaje de Don Juan, que vivieron en el antiguo México,
mientras estaban en estados chamánicos de conciencia acrecentada. Se
dieron cuenta de que, al entrar en estados de conciencia acrecentada, sus
cuerpos se movían involuntariamente de determinadas maneras que eran
el origen de una peculiar sensación de plenitud física y mental.
(PM,10,18)

Don Juan Matus nunca se preocupó por transmitir su

220
Libro de Citas

conocimiento; lo que le interesaba era perpetuar su linaje. Las tres


discípulas y yo -que, según dijo, fuimos elegidos por el espíritu
propiamente dicho, ya que él no tuvo participación activa- fuimos los
medios para garantizar dicha perpetuación. Pero en el transcurso de mi
formación Don Juan se percató de que mi configuración energética era tan
distinta a la suya que lo único que podía significar era el fin de su linaje.
Me parecía, pues, inconcebible acarrear secretos que ni siquiera me
pertenecían. Envolver los pases mágicos en el manto del secreto no fue
decisión mía; yo solo decidí poner fin a esa situación. (PM,15-16)

Esos movimientos eran una especie de herencia oculta de la


humanidad, algo profundamente arraigado que solo era revelado a
quienes lo buscaban. (PM,18)

La sensación de bienestar fue tan intensa que el deseo de repetir


los movimientos en los estados de conciencia normal se convirtió (para
aquellos chamanes) en el centro de sus esfuerzos. (PM,10)

Sin embargo, el objetivo pragmático de los pases no era el realce


del equilibrio físico y metal, sino la posibilidad práctica de “redistribuir la
energía”, el tema más decisivo en la vida de los chamanes y de cualquier
individuo: un proceso que consiste en trasladar de un sitio a otro la
energía que ya existe en nuestro interior. Los seres humanos, debido a las
preocupaciones y el estrés de la vida cotidiana, tienden espontáneamente a
apartar la energía de los “centros de vitalidad”, situados (energéticamente)
en la zona de los órganos internos de la parte media del cuerpo, en la base
del cuello y, en las mujeres, alrededor del útero y los ovarios. Esa energía
se acumula en la periferia del huevo luminoso y en ocasiones forma un
depósito grueso semejante a la corteza de un árbol. Acumular energía en
la periferia del huevo luminoso, es decir, energía que no se redistribuye, es
tan inútil como no tenerla. Cada vez que ejecutamos un pase mágico
modificamos las estructuras básicas de nuestro ser. La energía
habitualmente encostrada se libera y entra en los vórtices de vitalidad del
cuerpo. (PM,10,22-23)

No solo se les llama pases mágicos. ¡Son mágicos! Producen un


efecto que no responde a las explicaciones habituales. Los movimientos no
son ejercicios físicos ni posturas corporales, sino verdaderos intentos de
alcanzar un estado óptimo del ser. La magia de los movimientos radica en
el cambio sutil que los practicantes experimentan al ejecutarlos. Los
movimientos introducen en el estado físico y mental del practicante una
cualidad efímera, una especie de brillo, una luz en la mirada. Este cambio

221
Los Procedimientos Clave

sutil es el “toque del espíritu”. (PM,20)

Practícalos como más te guste. Cualquiera que sea la


interpretación, los pases mágicos realzan la conciencia. Lo más inteligente
sería tomarlos por lo que son: pases mágicos que, al ejecutarse, permiten
que los practicantes se despojen de la máscara de la socialización. (PM,20)

El motivo más abstracto por el cual los pases mágicos de los


chamanes de mi linaje lo son consiste en que, al ejecutarlos, los cuerpos de
los practicantes se percatan de que, en lugar de ser todo una cadena
ininterrumpida de objetos afines, todo es una corriente, un flujo. Si todo lo
que existe en el universo es un flujo o una corriente, ésta puede detenerse.
Es posible represarla para detener o desviar el flujo. (PM,23)

Los brujos de mi linaje se llevaron un susto de muerte al darse


cuenta de que la práctica de los pases mágicos provocaba la detención del
flujo ininterrumpido de las cosas. (PM,23)

Los chamanes del antiguo México estaban convencidos de que la


práctica de los pases mágicos es el único factor que prepara el cuerpo y lo
conduce a la corroboración trascendental de la existencia de la fuerza
aglutinante, vibratoria (el intento), que une el conglomerado de los
campos de energía que son los seres humanos. (PM,25)

Los antiguos chamanes agruparon las posturas y los movimientos


corporales. Creyeron que, cuanto más largo el grupo, mayor era el efecto
de “saturación” y la necesidad de que los practicantes apelaran a la
memoria cinética para recordarlo. (PM,27)

La Tensegridad se enseña reproduciendo fielmente el modo en


que Don Juan transmitió los pases mágicos a sus discípulos. Proporcionó
muchísimos detalles, y desconcertó la cantidad y variedad de pases
mágicos que enseñó y con la conclusión de que cada uno es un camino al
“infinito”. (PM,29)

Durante años los discípulos se sintieron abrumados, confundidos


y, sobre todo, desanimados, pues consideraron que esa riada (de pases) era
un ataque injusto. (PM,29)

Don Juan estaba seguro de que, a pesar de la confusión, si


practicaban tenazmente los pases mágicos los discípulos llegarían al
umbral en que la “energía redistribuida” inclinaría la balanza y podrían

222
Libro de Citas

realizarlos con claridad meridiana. (PM,29)

Es de máxima importancia practicar cualquier secuencia de la


Tensegridad que se recuerde. A la larga, la “saturación” provocada a
voluntad da los mismos resultados que buscaban los chamanes del antiguo
México: la “redistribución de la energía” y las tres cuestiones que la
acompañan, es decir, la interrupción del “diálogo interior”, la posibilidad
del “silencio interior” y la fluidez del “punto de encaje”. (PM,30)

Los movimientos deben ejecutarse con la idea de que el beneficio


de los pases mágicos llega por sí mismo. Es imprescindible recalcar esta
idea. Al principio cuesta aceptar que la Tensegridad no es un sistema
estandarizado de movimientos para desarrollar el cuerpo. Evidentemente
lo desarrolla, pero solo como derivado de un efecto más trascendental.
(PM,33)

Todas las actividades de los brujos giran en torno a cinco


intereses: en primer lugar, los pases mágicos; en segundo, el centro
energético del cuerpo humano denominado el “centro de decisiones”; en
tercero, la “recapitulación”, el modo de realzar el alcance de la conciencia
humana; en cuarto, el “ensueño”, el verdadero arte de trascender los
parámetros de la percepción normal y, en quinto, el “silencio interior”, el
estadio de la percepción humana a partir del cual los chamanes
emprenden sus logros perceptivos. (PM,91)

SINOPSIS

Como en la Recapitulación, remitimos al lector a los Recuentos


donde tratamos el tema de manera más pormenorizada y crítica. En ellos
explicaremos por qué los Pases no han tenido éxito. Habíamos hallado en
Don Juan un lenguaje realmente actual, libre y universal, pero la
parafernalia de los seminarios nos retrotrae nueva y peligrosamente a lo
litúrgico, a las “mega-iglesias” americanas del fundamentalismo cristiano;
y esto en Europa es muy impopular.
Los Pases se divulgan acompañados de un marketing típicamente
empresarial, procaz, evidente, desfasado. ¿No habíamos quedado que
ponerse al alcance es malo? Sinceramente, hubiera sido mucho más
ecológica y guerrera la opción del nagual Julián: montarse una granja

223
Los Procedimientos Clave

entre todos, y pasar de la fama y de la ciudad.


Cuánta ceremonia para ponerle el nombre a un subgrupo de
monitores. Cualquiera que haya conocido alguna secta ve enseguida
señales alarmantes. Los signos de esa típica jerarquía despótica y
competitiva se respira hasta en las miradas de reojo.
No nos gusta la Tensegridad. Nos parece un arreglo artificioso,
apresurado, sospechoso, que hizo Castaneda en sus últimos años para dar
una salida ambigua e incontestable a la dinámica práctica, cuando no a las
necesidades materiales, de sus consortes y aprendices. No le hace justicia a
la belleza y complejidad de las enseñanzas de Don Juan en los primeros
libros. E igual punto de vista es el de la gran mayoría de lectores de
Castaneda que conozco. Solo que ellos sí la practican, en parte por
obediencia, y en parte porque la vida espiritual da más vueltas que una
noria. Quizás, con el tiempo, cambien de opinión. Y si no es así, ¿en qué
otra cosa mejor podrían haber perdido el tiempo? Al fin y al cabo es una
buena gimnasia, y lo importante es mantenerse en forma, ¿no? La objeción
es que, de nuevo, estamos tildando de “mágico” a algo que no lo es. Y ver
con qué impunidad vuelve a reproducirse este oportunismo es algo que
nos tira el alma a los pies.

224
Ya me di al Poder que mi destino rige
No me agarro ya de nada, para no tener nada que defender
No tengo pensamientos, para así poder ver
No temo a nada, para así poder acordarme de mí
Sereno y desprendido
me dejará el Águila pasar a la libertad.
EL LECTOR DE CASTANEDA
2ª Parte: RECUENTOS CRÍTICOS

Índice Temático

Recuento de Aciertos Rotundos


Recuento de Repercusiones Axiológicas
Recuento de Críticas Generales
Recuento de Inconsistencias de la última etapa
Recuento del Proceso Cronológico
Recuento de la Muerte de La Gorda
Recuento de los Seminarios de Cleargreen
Recuento de Oportunistas
Recuento de Despropósitos “mágicos”
Recuento del Anillo de Poder
Recuento de Aclaraciones sobre las Plantas de Poder
Recuento del Enigma de los Toltecas
Recuento de Propiedades Intelectuales
Recuento de Definiciones del Conocimiento
Recuento de Técnicas de Acceso al Silencio Interno
Recuento de Disertaciones sobre la Importancia del Ensueño
Recuento de Técnicas de Acceso a los Sueños Lúcidos
Recuento de Correspondencias entre Física y Espiritualidad
Recuento de Alarmas planetarias
Recuento de Elementos para una Espiritualidad No-Religiosa en el Siglo XXI

Bibliografía y Enlaces
Recuentos Críticos

Recuento de Aciertos Rotundos


Empecemos por lo positivo. Pero como más adelante, en otros Recuentos,
procederemos a intentar separar las aportaciones de Don Juan –o de la
tradición naguálica−de las de Castaneda, separación ésta que tiene su
fundamental pertinencia, dedicaremos este Recuento a consignar las
aportaciones positivas ("aciertos, méritos, cualidades”) que el sistema de
creencias naguálico, como producto común e indiscriminado de las
enseñanzas de ambos, ha brindado a la también genérica Historia de la
Espiritualidad. Solo a efectos de brevedad sintáctica, pues, sustituiremos el
sustantivo "el sistema conjunto de enseñanzas de Don Juan, la tradición
naguálica/tolteca, y las elaboraciones literarias de Castaneda" por el de "la
obra de Castaneda", pero insistiendo en que es a lo primero a lo que nos
estamos refiriendo.

Si desmenuzamos hasta sus últimas consecuencias las


implicaciones semánticas de los términos "revelación" y "auténtico", no
puede haber objeción en sostener que la obra de Castaneda constituye,
para la Espiritualidad de nuestros días, una "auténtica revelación".

Si nos basamos en un código de valores que otorgue prioridad a


las informaciones que arrojen luz sobre la naturaleza del cosmos y el ser
humano, cosa que por desgracia no es lo habitual en una estirpe tan
superflua como autodestructiva, y en general sobre ese concepto tan
ambiguo pero tan denso que llamamos "el sentido de la vida", hay que
reconocer que la obra de Castaneda es, como nuevo paradigma y punto de
referencia, un verdadero "regalo" para la humanidad.

La obra de Castaneda ha actualizado el lenguaje espiritual. Su


dialéctica literaria ha traducido los viejos conceptos de la teología –o
incluso de la teosofía− en términos que cualquier persona del mundo
actual puede comprender y digerir, cosa que desde luego no ocurre con
los tratados cristianos, o de las clásicas escuelas orientalistas o gnósticas,
obsoletas y desfasadas.

Como, en una actualidad tan "globalizada", ya prácticamente no


nos damos cuenta de hasta qué punto el esquema teológico cristiano (un
Dios personal, creador, bueno, que premia o castiga, que escucha las
oraciones, etc) lo tenemos inscrito, desde nuestra más tierna infancia, en la

228
El Lector de Castaneda

médula de nuestras convicciones ideológicas, no reparamos tampoco hasta


qué extremo el sistema revelado en la obra de Castaneda constituye una
"alternativa" radical y gnoseológicamente completa a ese esquema. Incluso
los ateos lo son en relación a ese Dios genéticamente enseñado. Y el debate
en cuanto a las clases de Religión también demuestra que no se conciben
más alternativa. Pues tanto en el Islam como en Oriente también se maneja
el mismo esquema. O Dios existe o Dios no existe, pero no se contemplan
más alternativas. Pues bien, ya sea por el milenario aislamiento del
continente americano, ya sea por la efectividad del hermetismo tolteca, el
hecho es que la obra de Castaneda nos plantea una verdadera alternativa,
y es de agradecer: Dios existe, sí; pero no tiene nada que ver con el
esquema del Dios manejado en las religiones oficiales –un Dios siempre en
última instancia bíblico, bueno, patriarcal, incontestable y antropomorfo.
El Dios de la obra de Castaneda es tan radicalmente distinto que no se le
puede llamar como tal. Y, de hecho, esa palabra, Dios, jamás se usa en la
obra de Castaneda. Tanto Don Juan como él eran conscientes del
irreparable arraigo semántico de ese término en nuestra cultura global.

Por todo lo cual, la obra de Castaneda nos ofrece un sistema de


creencias realmente "independiente", que decididamente no reproduce los
endémicos parámetros, que la oficialidad desearía sempiternos, del
racionalismo, la filosofía académica, o el imperio generalizado de los
esquemas teológicos occidentales, a estas alturas ya totalmente impuestos,
con mayor o menor sutileza, sobre las aparentes diferencias del Islam o las
religiones orientales. Incluso sobre el Esoterismo. E incluso sobre la misma
brujería como satanismo, que no deja de ser un anti-cristianismo.

Académicamente hablando, y sin ningún tipo de tapujos, ofrece


sobradamente los tres elementos que ha de contener un sistema de
creencias cabal: una explicación del mundo (o "cosmología"), un sistema
moral exhaustivo ("ética"), y una batería de procedimientos técnicos
detallados para acceder al sistema ("metodología práctica").

En primer lugar –examinando brevemente las tres condiciones−


vemos que su descripción del mundo es intachablemente completa y
comprende todos los grandes temas de las Cosmologías al uso: qué es el
universo, la materia, la realidad, la percepción; cuál es la naturaleza del
ser humano, de dónde venimos y hacia dónde vamos; qué es el mundo, las
realidades paralelas, los seres invisibles, los estamentos sociales, y la
muerte.

En segundo lugar, su Ética, el camino del guerrero, es una norma

229
Recuentos Críticos

de conducta que goza de una consecuencia interna indiscutible. Es un


auténtico código moral, especialmente poderoso en el terreno de la auto-
superación. Una verdadera obra maestra como reglamentación del
comportamiento, con un nivel de aplicabilidad que no tiene nada que
envidiar al de las religiones oficiales.

Por último, comprobamos también que su Metodología abunda en


infinidad de ejercicios y prácticas concretas para acceder a las
experiencias directas de los elementos y realidades que preconiza su
sistema de creencias.

Aunque es difícil elucidar si Castaneda, en este punto, echó mano


de conocimientos previos o no, en principio es un gran acierto definir la
videncia como la capacidad de percibir la naturaleza esencialmente
energética de la realidad. El manejo que del término "energía" hace el
sistema es tan actual que brinda incontables y sugestivas pistas para los
estudiosos de la metafísica, la psicología de la percepción, e incluso quizás
de la física de partículas.

Igual consideración podría hacerse sobre muchos de los


conceptos claves de la obra. La riqueza de matices y perspectivas nuevas
que introduce sobre aspectos clásicos de la metafísica, como quizás la
naturaleza del Espíritu (con su interesante asociación con la filosofía de la
Intencionalidad) o la Muerte, el misterio de la Percepción o de la Razón, el
Conocimiento o el Silencio Interno, por citar algunos de ellos, son muy
innovadores. Aunque quizás el concepto más realzado en el conjunto de la
obra, y no puede negársele su acierto, es el de Libertad. Éste es quizás el
valor fundamental en todo el sistema. Un valor que, Don Juan mismo lo
reconoce, ha ido depurándose a lo largo de milenios de ensayo y error. La
libertad total es la marca, la meta, la esencia última del Conocimiento de
los nuevos videntes. Por muy inalcanzable que parezca. ¿Para qué sirve, en
efecto, la mismísima inmortalidad, o el poder, o la sabiduría, si no somos
libres?

La obra de Castaneda ha dado voz y peso al verdadero mensaje


del continente americano. La enorme tradición y sabiduría milenaria que
destapan sus obras rellena el vacío que dejó la represión conquistadora, y
le da una dimensión escalofriante a la revolución que supuso el
descubrimiento del Nuevo Mundo. Es éste un mérito del que rara vez se
habla en otros estudios sobre la obra de Castaneda, pero que a nosotros
nos parece de especial relevancia. Sobre todo si, en consonancia con
nuestra convicciones ecologistas, unimos la filosofía de la Naturaleza con

230
El Lector de Castaneda

el desarrollo histórico o evolutivo de la Espiritualidad. Algo que Teilhard o


Max Heindel abordaron magistralmente. Seguro que ellos tampoco se
podrían substraer a la intuición de la innegable oportunidad histórica de
esta tradición que nos llega ahora desde el continente americano. Estarían
de acuerdo en que un diseño ulterior lo mueve todo. Avatares, noosferas y
revelaciones unidas en una super-estructura dinámica, inteligente, y de
carácter evolutivo. Justo en la frontera del auto-exterminio. Pues, desde
luego, si para la tradición tolteca existe un "Dios" con el que nos podamos
mínimamente comunicar, ése sería el planeta Tierra, antes que cualquier
otra divinidad inalcanzable en su natural indiferencia. Y, anticuadas y
quemadas ya las primacías místicas de todos los demás continentes, es
ahora al americano, destapada por fin su sabiduría ancestral, al que le
toca llevar la batuta, reconciliarnos con esa Pachamama, ese monumental
organismo que nos está intentando decir algo.

Ya los teósofos de principios del siglo XX –Blavatsky, Kardek,


Steiner, etc−, hacían referencia a la cultura tolteca. Algo muy significativo,
precisamente desde el punto de vista evolutivo, por dos razones. 1ª,
porque al situarla en tercer lugar entre las "razas atlantes", la distinguían
con una preeminencia especial que en absoluto tuvieron las civilizaciones
olmeca, maya o azteca, culturas sin especial significación esotérica. Los
toltecas eran una civilización de la Atlántida, y sus raíces verdaderas se
pierden por tanto en aquellos abismos de la prehistoria de los que la
Antropología académica no tiene ni la más mínima noción. Y 2ª, porque
precisamente la gran aportación de esta cultura, esta raza de seres
humanos con cuerpos aún no del todo físicos, fue la introducción de los
linajes hereditarios. A partir de entonces, el Conocimiento empezó a
transmitirse verdaderamente de una generación a otra. De ahí esa
insistencia medular de los naguales por reproducir sus linajes iniciáticos,
por encima incluso de los intereses planetarios. ¿Existe la posibilidad,
pues, de que el joven Castaneda, en sus años de estudios ocultistas y
encasillamientos académicos, se hubiera topado con estos datos de la
teosofía? No se puede descartar. Y lo analizaremos en recuentos
posteriores. Pero si no fuera así, y esto es lo esencial, si Castaneda hubiera
conectado con los toltecas sin tener idea de sus raíces atlantes, las
referencias teosóficas se convierten en una prueba capital de la
autenticidad iniciática del sistema naguálico.

Se trata de un mensaje global. Y aquí podemos hablar de otro


mérito. Pues aunque hay razones de peso para asociar de manera
sustancial el Esoterismo con el secreto (Ocultismo; Hermetismo), ya sea
por los inquisitoriales celos de la ortodoxia como por la irresistible

231
Recuentos Críticos

tendencia a la corrupción que implican los "poderes" paranormales, el


hecho es que la obra de Castaneda ha sacado a la luz pública la última
gran tradición iniciática que se escondía tras los velos del Ocultismo.
Quizás para la tradición en sí esto haya sido un handicap. El tiempo lo
dirá. Pero para nosotros ha sido un servicio, y negarlo dándose ahora
golpes en el pecho, sería una hipocresía. ¿Para qué necesitaríamos
preservar la pureza de una tierra virgen si nunca hubiera podido ser
visitada por nadie? Por eso, y aunque el papel de Castaneda al respecto
tenga mucho que ver con la traición, o el destino capricorniano de ser el
"chivo expiatorio" (curiosa la relación entre "chivo" y "chivato"), es suyo el
mérito de haber acabado con el hermetismo de una tradición que venía
propagándose en secreto desde hacía quizás milenios.

Y de todas las revelaciones hechas públicas, a nuestro juicio la


más importante es la del "ensueño". Sin lugar a dudas. La obra de
Castaneda ha devuelto a los sueños su verdadera significación dentro de
nuestro destino como seres vivos. Una significación, por cierto, muy
distinta de la que se estaba imponiendo en los manuales esotéricos a partir,
sobre todo, del psicoanálisis. Los sueños no son símbolos ni recreaciones
mentales. Los sueños son experiencias reales. Sobre todo a partir del
momento en que “despertamos” dentro de ellos. Ése es el objetivo último
de nuestras funciones oníricas. Podemos llegar a despertar, movernos y
vivir dentro de nuestros sueños con la absoluta y acertada conciencia de
que estamos dormidos en el mundo real, en nuestra cama habitual,
domicilio, hora, etc. Esto transforma radicalmente nuestra idea del mundo,
y convierte a esta experiencia (que Castaneda llama ensueño, y otros
autores sueños lúcidos) en el principal método de iniciación, abriendo la
perspectiva más natural, espectacular y democrática que jamás ha tenido
el hombre para experimentar no solo otros mundos, otras realidades, sino
sobre todo las inmensas e insospechadas posibilidades de la percepción y
el conocimiento humanos.

La obra de Castaneda le da una nueva dimensión, trascendental, a


la salud humana dentro del marco de la psicología evolutiva. El hecho de
que Don Juan (rezo por el día en que esta referencia desbanque, en las
prioridades del acerbo cultural, a su homónimo Tenorio, mil veces más
intrascendente) fuera un anciano física y muscularmente excelente, que
muere voluntariamente y en plenitud de facultades, entierra
definitivamente el nefasto dualismo de la ascesis cristiana, y confirma uno
de los pilares inconscientes básicos de la espiritualidad actual: el ser
humano es un conjunto integral de espíritu y materia, y han de
desarrollarse unidos y en armonía. La enfermedad no es inevitable. No es

232
El Lector de Castaneda

el final lógico del ser humano. La vejez pasa a ser un período de plenitud y
no de degeneración.

Es ingente la cantidad de terapias alternativas, escuelas de artes


marciales, intereses ecologistas, etnológicos, psicotrópicos y literarios que
deben su éxito a la plataforma subliminal de posibilidades que ha
suscitado la obra de Castaneda. Un éxito que roza incluso el oportunismo.
La obra de Castaneda ha tocado una raíz profunda de la intuición
humana, y son infinidad los autores y escuelas que deberían pararse a
examinar la deuda contraída antes de criticar en voz alta las
inconsistencias del sistema.

Quizás una forma más impersonal de expresar lo anterior es


llamar la atención sobre la ingente cantidad de temas polémicos abiertos
en la comunidad científica, filosófica, religiosa o política que, gracias a la
nueva perspectiva de la obra de Castaneda son estimulados de nuevo para
el debate, la revisión o los cambios de enfoque teóricos, como veremos
también en recuentos posteriores.

En el tema de la droga, por ejemplo, la aportación de la obra de


Castaneda ha sido especialmente capital. Sus primeros libros demostraban
que se podía hacer un uso místico de los psicotrópicos, como han hecho
todas las tradiciones ancestrales. Luego, por cuestiones que analizaremos
en su momento, se ha cuidado de insistir en la contingencia de estas
sustancias dentro del conjunto total del Conocimiento. Por lo cual, en
principio, le debemos las dos actualizaciones: la de poner la droga en su
sitio, contextualizándola antropológicamente, y la de señalarnos por qué
es mucho más importante controlarla y elegir la sobriedad.

Aunque dialécticamente redunde en un tautologismo implícito, el


de explicarlo todo en base a los movimientos del “punto de encaje” (como
chakra de la percepción), se ha de reconocer también a la obra de
Castaneda el valor de constituirse en una nueva y consistente Psicología de
la Percepción. Sus disertaciones acerca de los sentidos, el lenguaje y la
razón, las interpretaciones semánticas y el proceso educativo tienen
cuerpo suficiente para ello.

En cuanto al trato con la gente, a la fusión de lo místico con lo


social, la obra de Castaneda introduce una estrategia, el arte del acecho,
especialmente sugestivo y liberador. La mitología cinematográfica ha
jugado también inconscientemente con esta intuición durante décadas:
llevar una doble vida, borrar la historia personal, hacer arte del teatro con

233
Recuentos Críticos

que protegemos nuestra intimidad, romper rutinas, etc. Por fin somos
libres para manejar la verdad y la mentira, pues al fin y al cabo la malicia
con que los profanos persiguen a los buscadores es tan antigua como
destructiva, y tenemos el derecho y el deber de defendernos. Esto no
significa que volvamos a la Ley del Talión, justifiquemos la venganza o
invalidemos las profundas estrategias de la no-violencia. Especialmente
éstas últimas constituyen recursos que, bien entendidos, son sutiles y
efectivas armas de guerrero. Lo que queda invalidada es nuestra supuesta
obligación de entregarnos sin luchar a quien nos perjudica.

Así, la fuerza destructiva de los opresores, explotadores,


criminales, acosadores y violentos también puede ser, precisamente para
ser vencida, estratégicamente utilizada para potenciar el temple y el
control de los guerreros, sin contemplar en ningún momento, desde luego,
la posibilidad de que este uso revierta en una redención de estos tiranos
hacia la oportunidad del Conocimiento. Por principio, nunca la tendrán.
Su destino como opresores es tan inalterable como el de sus víctimas, pero
mucho más funesto. Saberlo convierte incluso a la lucha de clases en algo
con más sentido.

Especialmente liberador es, en este orden de cosas, el análisis que


se hace sobre el desatino social, sobre nuestra errática conducta y las
deplorable condiciones que caracterizan nuestra sociedad como
civilización.

En realidad, para el nagualismo, la "caída" del hombre no fue el


producto de una mala elección, sino de la invasión, en toda regla, de una
estirpe de entidades conscientes, de inteligencia superior, que se adueñó
de nuestras mentes al nivel más sutil imaginable, sustituyéndolas por otras
estructuras mentales convenientes a sus intereses predatorios. Y no se
puede negar que este cambio de perspectiva introduce repercusiones
morales y psicológicas de primer orden.

¿Quién gobierna realmente nuestras mentes? La obra de


Castaneda intenta realmente denunciar la imperceptible manipulación de
unos seres no-humanos que nos racionarían el conocimiento conforme a
sus intereses, y a los que por lo tanto no les haría ninguna gracia que
recuperásemos el control del "ensueño", ni del "silencio interno", ni del
"camino del guerrero", uno de cuyos presupuestos esenciales es la
inaccesibilidad a nuestra historia personal. Racionalmente, tendemos a
responsabilizar de nuestra innegable alienación al “sistema”, o a los
“grupos de presión”, pero ¿no es demasiado casual la fuerza con que nos

234
El Lector de Castaneda

intentan imponer las “realidades virtuales” y tantos juegos y programas


que parecen diseñados para suplir esa necesidad de ensoñar y de cultivar
nuestra "personalidad paralela"; o toda esa serie de portales y redes
sociales a través de los cuales cualquier detalle de nuestra intimidad se
convierte en algo del dominio público, al acceso de cualquiera; o, sobre
todo, todo ese auge de realitys y telebasuras precisamente diseñados a
enaltecer la importancia y la imagen personal como valores supremos, en
contra de los rudimentos éticos elementales del camino del guerrero, y en
el fondo de cualquier ética de crecimiento espiritual? Reconozcamos que
todo parece un montaje histérico y disparatado, reaccionario y
veladamente fascista, diseñado para apartarnos rápidamente de lo que al
fin y al cabo es la esencia de la vida: el contacto con la realidad, el
conocimiento de uno mismo, y la experiencia de la meditación, del
silencio, de la trascendencia. Habría que reconocer, entonces, al
mismísimo Castaneda el mérito profético de habernos avisado, quizás en la
frontera última de una estupidez tan irreversible como autodestructiva.

Desde luego, también es un gran mérito implícito de la obra de


Castaneda, causa o efecto de su éxito editorial, la ingente cantidad de
personas que encontraron en su lectura la respuesta íntima definitiva a sus
profundos interrogantes sociales y existenciales. Cierto es que el auge de
los libros coincidió con unos años particularmente convulsos y necesitados
de respuestas: el primer libro cayó en medio de la revolución hippy y el
mayo del 68 francés. Pero no se puede obviar el hecho, mil veces
constatado a través de testimonios y pareceres personales, de que los libros
acertaban en las exigencias intelectuales clave de miles y miles de
personas altamente cualificadas, por muy en crisis que estuvieran sus
valores. Castaneda fue el primer sorprendido de su éxito. Había tocado
una llaga intuitiva muy profunda en el lectorado, y la conclusión honesta
es que algo también muy profundo tenía que estar diciéndose en aquellas
páginas.

Finalmente, un tesoro inestimable de la obra de Castaneda es el


profundo sentido del humor con que sus personajes acometen la tarea del
Conocimiento. Una irreverencia que no desdibuja la épica grandeza de lo
que tenemos entre manos, pero que desmitifica y allana muy
gratificantemente todos los babosos e intocables presupuestos de nuestra
cultura espiritual. Este punto es, quizás, el que más credibilidad brinda al
testimonio de Castaneda. Don Juan se parte de risa con los errores de sus
discípulos, con los disparates de nuestra cultura racional, con las miserias
de su propia naturaleza, y hasta con las rimbombantes manifestaciones del
terror. Ningún farsante se arriesgaría a ser, digamos, tan prosaico.

235
Recuentos Críticos

Recuento de Repercusiones Axiológicas


Bien. Sopesados los "aciertos" del Sistema, correspondería pasar
rápidamente a contemplar los "desaciertos". Pero nos encontraríamos de
bruces con un contraste tan manifiesto que vamos a abordar antes un
conjunto más "neutral" o intermedio de apreciaciones, que es el de las
"implicaciones" que unas doctrinas como las que nos ocupan pudieron
tener en los sistemas de valores de nuestra cultura. Se trata de consignar
los temas, conceptos o parámetros ético-filosóficos de la Espiritualidad
actual que se verían afectados, alterados, subrayados por la obra de
Castaneda, en caso de que las premisas reveladas o el conjunto general de
las enseñanzas fueran objetivamente verídicas, es decir, realmente partes
de una tradición ancestral desconocida hasta ahora. Es importante señalar,
pues, que este Recuento se basa en un supuesto, en una presunción de
autenticidad. Pero, como tal, es innegable que sus repercusiones en el
sistema de valores manejado hasta ahora serían bien concretas y
trascendentales. Por eso es interesante anticiparlas. Nos servirán de
referencia para todo el debate ético que necesariamente desencadenará el
análisis completo de la obra.

Desde luego, una primera gran implicación del fenómeno


Castaneda ha sido la vergonzosa "puesta en evidencia" del academicismo
oficial. Si todo es un invento, ¿cómo es que le nombraron "doctor" en
UCLA? Y si no lo es, ¿cómo ha podido escapársele a la Antropología una
tradición tan rotundamente consistente, y a dos pasos de casa? Hubiera
quedado claro que no sabemos nada. Que el academicismo funciona en
base a tópicos o premisas convenientemente atribuidas a intocables
autoridades, nunca revisadas, sobre las que la mayoría de las veces se
construyen verdaderos imperios, catedrales, vertederos de burocracia
epistemológica que en realidad no se apoyan en ninguna base. Dogmas
con pies de barro. La censura inquisitorial de Felipe II cercenó
irreparablemente los primeros reportes imparciales del nagualismo (como
tal vez los de Fray Bernardino de Sahagún), y el agujero se acabó
taponando con supuestos. Nada iba a impedir que la Universidad
funcionara, desde luego. Mayas, aztecas, incas; y poco más. Los toltecas
eran una secundaria rama de los olmecas, y punto. ¿Para qué hurgar más?
¿A quién le interesa? Entonces aparece Castaneda, le da la vuelta a la
tortilla, y los catedráticos se quedan a dos velas, sin elementos para
decidir. No tienen más remedio que dejar latente la posibilidad de que la

236
El Lector de Castaneda

veracidad general del sistema resuelva, por sí misma, el insondable


problema de sus fuentes, porque ellos no se atreven ni a pronunciarse. Las
conclusiones son tan desoladoras como inquietantes.

Tan inquietantes que hasta da miedo probar la veracidad. Pues si


así fuera, lo que los españoles descubrieron entonces, cuando se
internaron en el Valle de Méjico, fue mucho más que una tierra de
promisiones. Una religión de videntes, el nagualismo tolteca, que aún no
había perdido su conexión con la Fuente, entre los bosques de peyote,
psilocibe y salvia más tupidos del planeta, debatiéndose durante milenios
con los milagros y terrores del Poder, se paseaba ante sus narices
haciéndose los indios tontos, para fortalecerse aún más a través del crisol
de las colonizaciones, las industrias y los televisores. El Nuevo Mundo
rellenaba así el último hueco del rompecabezas espiritual de Gaia,
aportando a la decadente civilización conquistadora la Revelación más
importante desde Mahoma, desde Lutero, desde luego desde la Teosofía: el
recuerdo perdido del Arte del Ensueño. En realidad, no hay más remedio
que reconocer que si lo escrito en los libros de Castaneda es, no ya
escrupulosa, sino básica o sustancialmente cierto, el chamanismo tolteca
es probablemente la revelación más revolucionaria e interesante de la
espiritualidad y el pensamiento contemporáneos.

El éxito editorial, y más adelante la dinámica multitudinaria de


los seminarios, indican que hay miles de personas que expresan en cuerpo
y alma su fe en el valor de estas revelaciones. Gente culta que confirman
con su experiencia el cumplimiento de los presupuestos y etapas de gran
parte de las enseñanzas. Yo mismo doy fe de ello. Si la base axiológica
hubiera sido perversa habría sido un desastre. Menos mal que el espíritu
humano evoluciona. La verdadera base del sistema es el amor por el
conocimiento. En resumen, o por decirlo con pocas palabras, es vivir
constantemente llevándose las manos a la cabeza, perplejos ante las
dimensiones de la estulticia humana y la deriva de los objetivos y el rumbo
de nuestra sociedad.

La nueva perspectiva es tan radical que obliga a revisar


sempiternos tópicos anclados en el inconsciente colectivo, para bien o para
mal. El hecho es que, para cualquier seguidor de Castaneda, las religiones
oficiales se revelan como un auténtico pufo: delirantes enredos exegéticos
sobre la base de Escrituras en realidad profanas, desviadas, inútiles,
perdidas, desvinculadas de toda verdadera iniciación, y manipuladas
políticamente hasta el paroxismo. Traducciones sobre traducciones.
Interpretaciones sobre interpretaciones. Y el Origen completamente

237
Recuentos Críticos

perdido.

El caso es que ahora tenemos una "Biblia fresquita", esto se ve


meridianamente claro. Y si no le falta al sistema tolteca ningún elemento -
preceptivo, cosmológico o técnico- para constituirse en verdadera religión,
qué fácil sería aplicarle ese mismo fundamentalismo con que los cristianos
o los musulmanes ven intenciones salvíficas en cada punto y cada coma de
sus sagradas escrituras, justificando teológicamente la más mínima
contradicción. Una igualdad de derechos que pone en evidencia la
aberración de sus exégesis, de todas ellas.

Es una cuestión de aportaciones, al fin y al cabo, de


enriquecimiento académico. Las escuelas místicas y las tradiciones
herméticas hablan de un saber profundo y escurridizo que rebasa con
creces las preconcepciones y los orgullosos límites de toda sabiduría
oficial. El hecho es que la tradición tolteca, como todas las demás, ensaya
diversas definiciones sobre la naturaleza de ese saber oculto, y lo hace
aportando no poco originales informaciones al respecto.

Tan intercambiables son los parámetros que identifican al sistema


tolteca con una verdadera religión "académica" que también ha tenido que
lidiar con las mismas actitudes que dividen las dos grandes etapas de su
desarrollo: el Antiguo y el Nuevo Testamento (en el caso bíblico). Actitudes
que, debido pues a su atemporalidad, siguen teniendo plena vigencia en la
espiritualidad actual: uno es “la gran aventura de lo desconocido” (actitud
del antiguo vidente), y otro es “la búsqueda de la libertad” (actitud del
nuevo vidente)

Pero no solo hablamos de religiones. Para todas estas personas,


para quien se sienta guerrero, la inmensa mayoría de los contenidos
culturales de nuestra civilización, incluidos estudios, especializaciones,
destrezas técnicas, quehaceres educativos, intereses y actividades artísticas,
y no digamos modas, enfebrecimientos deportivos, lujos, hedonismos,
espectáculos, cultivos de la imagen personal e idiosincrasias egoicas,
caerían dentro del ilustrativo epígrafe de los “conocimientos que no valen
la pena”.

La violencia y las guerras, el odio, la ambición, la posesividad, los


vicios y la opresión serían aberrantes desatinos; en esto no hay desacuerdo
con las éticas generales. Pero para el guerrero también lo son los ideales
políticos, nacionales, religiosos y familiares, lo cual sí crea una diferencia
con los credos oficiales. El máximo criterio ético de discernimiento y

238
El Lector de Castaneda

decisión es el Espíritu y la conexión con él a través del silencio interno. Un


axioma profunda y clásicamente místico, si no fuera porque para el
nagualismo ese Espíritu no tiene nada de personal. Comporta diferencias
esenciales importantes con los esquemas teológicos cristianos. En
principio, más realistas, pragmáticas, maduras, independientes e
integradoras. Pero también más "frías", según como se mire.

Las estereotipadas vocaciones profesionales o vivenciales, las


ardientes pasiones con que nos consagramos a nuestras aficiones e
intereses no pasarían de ser frivolidades intrascendentes. Monumentales
pérdidas de energía. El sentido con que, a través de ellas, intentamos dotar
de significado a nuestras vidas sería de una fragilidad tan infantil como
suicida. Quedaría completamente al descubierto que la gente no tiene ni
idea de para qué vive.

Las escuelas ocultistas y las mil distintas tendencias temáticas que


exhiben los estantes de las librerías esotéricas también exigen una
profunda revisión. Muchos de ellos, aun gozando de gran credibilidad,
pasarían a ser son puros camelos, oportunismos o impulsos parciales de
conocimiento erigidos sobre la base de videncias fortuitas, fraccionadas,
subjetivas, magnificadas y sectarizadas.

El concepto de vida eterna –no digamos de cielo o infierno−


también quedaría desbancado. La práctica generalidad de los seres
humanos, al morir, se disuelven en la nada más tarde o más temprano.
Exceptuando a los “videntes consumados” (que ascienden al cielo en
cuerpo y alma, por decirlo con un lenguaje familiar), la mayoría de los
seres, después de quizás largas existencias en los otros planos, son
reabsorbidos, hasta en la más mínima fracción de su conciencia, por el
mismo Ser Supremo que les concedió esa conciencia al nacer. Cualquier
individualidad normal sería, en todo caso, temporal. Finalmente caemos en
el Uno como las gotas en el mar. No queda de nosotros absolutamente
nada. Restos astrales en las regresiones de algún buscador futuro.
Pensamientos flotantes en los registros akásicos. El alma no es algo con lo
que nacemos, sino un cuerpo que hemos de construir a lo largo de nuestra
vida, sobre todo en nuestros sueños, trances y meditaciones, con mucho
esfuerzo y dedicación espiritual. El nagualismo no es una religión
“reencarnacionista”.

Independientemente de la naturaleza o el proceso de nuestra


muerte, que la obra de Castaneda también enriquece más allá de cualquier
teología oficial, y del hecho de nuestra dualidad entre "cuerpo físico" y

239
Recuentos Críticos

"cuerpo energético", hay una implicación en el hecho de que seamos


"encapsulamientos" de la energía universal, titulares de un "fuego interno",
como el red lo es de cada uno de sus nudos, que entronca armoniosamente
con la concepción teosófica y mística de los grandes videntes de todos los
tiempos: somos "chispas divinas"; somos un mismo Dios, una misma
totalidad cósmica jugando a experimentar el mundo desde las distintas
perspectivas individuales de sus trillones de criaturas. Solo nuestra
individualidad, nuestro "encapsulamiento", es efímero. Pero nuestra
esencia última, ese fuego interno que atesoramos todos los seres en el
centro de nuestras diferentes estructuras corporales, ha existido y existirá
siempre, porque no puede ser de otra forma: el Todo es una realidad
indivisible, inalienablemente constituida por todas y cada una de sus
partes, prolongada en todas sus infinitas “emanaciones”.

Sin embargo, precisamente debido a la naturaleza energética de


nuestra esencia última, tener hijos se convierte en un riesgo a sopesar a la
hora de emprender el camino del Conocimiento. En la mayoría de los
casos, la energía invertida en la descendencia nos deja en desventaja
espiritual –como bien comprendieron los Padres que instituyeron el
celibato monacal. Bienaventurados entonces los solitarios, los que fueron
privados del “indiscutible” bien de la familia. Por lo menos, ahorraron
energía. Las “doctrinas” de Castaneda le dan un vuelco a las prioridades
de nuestros códigos sociales. Las jerarquías católicas se convierten en
verdaderos “fuerzas malignas”, no solo al culparnos de la "caída" o al
negar nuestra esencia auténticamente divina, sino al preconizar justo la
política de natalidad que más nos arruina energéticamente. En esta Nueva
Era (de Acuario) de ecologismo y superpoblación, la opción del “objetor de
conciencia” hacia la procreación resulta ser la más oportuna, la más
adecuada. Y el nagualismo la apoya decididamente.

La práctica espiritual más importante –en todo este nuevo orden


de revoluciones espirituales− ya no sería la oración, ni la liturgia, ni el
estudio, sino el cultivo del silencio interno, y, sobre todo, el control
consciente de los sueños, que adquieren un protagonismo cultural cuyos
precedentes, fuera de los toltecas, habrían de remontarse hasta, quizás, la
“era del sueño” de los aborígenes australianos.

Para el nagualismo morir es soñar, y de ahí la urgencia por el


control consciente de esa parte de nuestra existencia. Nuestro "cuerpo
energético" vive su vida, en el otro extremo de la cuerda de nuestra doble
conciencia, posiblemente buscando el contrapeso de nuestras miserias de
vigilia. En esto, como en la tantas otras cosas, la intuición de Freud fue

240
El Lector de Castaneda

certera: los sueños obedecen a un mecanismo inconsciente de reparación,


de compensación, de sublimación de nuestra energía sexual. Pero de todas
formas es un proceso tan inconsciente como nuestro cuerpo físico lo es del
hecho de que, cuando muramos, simplemente ya no despertaremos nunca
más de nuestros sueños.

Desde luego, una de las consecuencias más escalofriantes e


inapelables de esta nueva forma de ver las cosas es que “si no estás
aprendiendo a controlar tus sueños, a cultivar los sueños lúcidos, el arte
del ensueño, estás soberanamente perdiendo el tiempo cuando duermes;
una actividad en la que se nos va casi un tercio de nuestra vida.”

La ética del guerrero también tiene implicaciones axiológicas


monumentales en los valores morales de la actualidad. El espíritu de lucha,
la capacidad de autosuperación, el amor a la libertad, la humildad, la
capacidad de improvisación y la eficiencia se convierten en cualidades
morales de primer orden.

“Un guerrero no hace nada solo por divertirse” (ECS, 86).


Escandaliza quizás este aserto en una cultura que ha sacralizado la
“diversión” hasta extremos fundamentalistas. Pero la gente acabará
comprobando que basta con tener un buen “propósito” en todo lo que
hagas para que además te diviertas haciéndolo. En realidad, todos
conocemos demasiado bien el vacío a que suele conducir el buscar
sistemáticamente la diversión solo por la diversión.

La vida propia, y la integridad física, es el bien más preciado. Hay


que protegerla a toda costa. Los deportes de riesgo o cualquier otra
exposición a peligros innecesarios son estupideces aberrantes. Seguir el
camino del Conocimiento, tal y como Castaneda lo expone en sus libros,
implica que nos tenemos que volcar en el cuidado y optimización de
nuestro cuerpo físico y entorno material, partamos de donde partamos.

La fama y la actividad pública, así como el culto a la personalidad


o el cultivo obsesivo de la imagen personal, son claramente
contraproducentes. Y no por anti-burquesía, sino porque nos ponemos al
alcance de los demás. Nos convertimos en su foco de atención, y un
guerrero sabe que el peso de esta interferencia genera trampas del ego
cuya realidad energética es letal. Aunque Castaneda mismo sucumbió a
esas trampas, como veremos más adelante, a pesar de sus precauciones y
admoniciones iniciales.

241
Recuentos Críticos

La corrupción final de Castaneda, y en consecuencia la


tergiversación intencionada de gran parte de su obra, declaraciones y
actividades del final de su carrera, constituyen una implicación axiológica
en sí que no podemos separar, por mucho que duela o complique las
cosas, del conjunto de todo el sistema de enseñanzas. La lección es que una
cosa es el Espíritu, y otra bien distinta son sus profetas, sus avatares, sus
sacerdotes; incluso sus "elegidos". Una cosa es la Verdad, y otra sus
divulgadores. En realidad, estamos hartos de verlo. No nos debería haber
sorprendido. Y, sin embargo, siempre es descorazonador en extremo. El
Gran Espíritu, en su infinita inteligencia insondable, nos da una de cal y
otra de arena. Es así de sencillo. Pero ¿por qué? ¿Para salvaguardar
nuestra libertad? ¿Para no dar por finalizado el juego? No hay respuestas
satisfactorias.

Para el guerrero, la filosofía occidental es tanto más estéril cuanto


más cartesiana y positivista; sin embargo, el concepto de "razón" manejado
por el sistema, expresado en el aserto "solo los hombres perfectamente
razonables son capaces de ver la realidad y necesidad del conocimiento
silencioso, y viceversa" introduce implicaciones más que interesantes, pues
viene a decir que la razón pura (Kant) es tan inalcanzable como distinta al
sistema lógico que manejan los "admiradores de la razón", que son la
inmensa mayoría.

El Arte, especialmente la poesía y el teatro, tienen un potencial


clarividente excepcional. Y así mismo, desde la nueva perspectiva, también
es cierto que las esquizofrenias y cuadros psicóticos de muchos mal
etiquetados enfermos mentales deberían revisarse, canalizarse, utilizarse, e
incluso agradecerse. Hay dos formas de entender la psicología: para la
neurológica, hasta la más mínima revelación espiritual es una alteración
de la química cerebral susceptible de tratamiento; para la transpersonal,
las alucinaciones ni siquiera existen: el cerebro es en realidad un “gran
censor”, y todo lo que percibimos fuera de la realidad oficial es un
elemento real de los planos alternativos que escapa al control del sistema.
El psicótico sufre solo porque no sabe integrar socialmente sus
percepciones. Es una cuestión educativa. Ni que decir tiene que el
nagualismo es manifiestamente transpersonal.

Las implicaciones de la obra de Castaneda para la psicología de la


percepción también son abrumadoras. Lástima que muchos de estos temas
queden, en la obra, incompletos o excesivamente fragmentados. Es el caso
de "la voz del ver": esa "voz" que supuestamente oyen los videntes
explicándoles lo que "ven". Cuántos enigmas de las psicosis y los procesos

242
El Lector de Castaneda

esquizoides podrían haberse aclarado con una explicación más


desarrollada. Pero otro ejemplo que clama por un análisis más profundo es
el de la relación entre los ojos y el Intento. "El Intento se intenta con los
ojos". Es algo cuya mecánica última está en función del "brillo" de los ojos.
Incomprensible, sí. Pero ¿por qué destacan tanto los ojos en los embriones
de prácticamente cualquier animal? ¿Cómo es posible que tantos
crustáceos, medusas e insectos, posean tan elaborados ojos, y realicen
conductas tan complejas, sin tener prácticamente ningún órgano cerebral?

El gran valor de la obra de Castaneda estriba en la revisión que


obliga a hacer a la ciencia occidental, basada en un racionalismo
educativo a priori según el cual todo lo extraordinario o lo que no
entendemos lo metemos en el cajón de sastre del cerebro o del instinto
animal –obviando la flagrante contradicción de tanto científico que
defiende fanáticamente la unicidad de la realidad física (en realidad tan
cuestionada por la física actual), y al mismo tiempo los sacramentos de la
iglesia a la que va todos los domingos. ¿Qué es la memoria, por ejemplo?
¿Dónde está? Ya demostraron los experimentos con platelmintos que no
podía ser algo cerebral, pero para el académico lo sigue siendo,
incuestionablemente. Castaneda vuelve a demostrar que la memoria es
una función corporal y energética, mucho más que cerebral.

La conciencia atribuida al planeta Tierra, desde luego, otro


verdadero espaldarazo a todo ecologismo. En consecuencia con el
nagualismo, parece lícito afirmar que cualquier daño infringido a la tierra
o al medio natural tiene implicaciones kármicas inapelables. Y, como
criaturas de una entidad auto-consciente global, las plantas psicotrópicas
adquieren una dimensión tan nueva como integradora. Como más
adelante examinaremos en otros recuentos, es una hipocresía condenar las
drogas cuando la misma cultura iniciática semita está basada en “el fruto
de la vid”, y cuando la peor droga de todas, el alcohol, es perfectamente
legal. Si se examina el origen antropológico de cualquier religión, siempre
hay un chamanismo ligado a alguna sustancia psicotrópica.

Los extraterrestres tampoco existen. No al menos como los


presenta la televisión. En este nuevo orden de valores, los ovnis y la
inmensa mayoría de fenómenos extraordinarios de nuestro acerbo
esotérico-cultural estarían atribuidos a la mediación de “seres
inorgánicos” que son propios de nuestro planeta. No hace falta irse muy
lejos para buscar seres extraños. Los "aliens" están aquí mismo, en nuestra
habitación, y desde siempre. Habitan en este planeta desde mucho antes
que nosotros. Lo que ocurre es que, nuevamente, para una mentalidad

243
Recuentos Críticos

científico-racional, es más fácil creer en humanoides físicos que


construyen naves físicas y viajan enormes distancias físicas antes que en
mundos invisibles simultáneos interpenetrados con nuestra realidad
perceptiva educativa. Pero la física actual está cambiando esos tópicos y
prejuicios.

El concepto de Intento también introduce profundas


repercusiones epistemológicas. Muchos estudiosos de Castaneda llevan
preguntándose décadas por qué se le llama "intento" a lo que en realidad
parece ser una filosofía de la "intencionalidad". La respuesta es que la
magia es "acción". Castaneda insistió mucho en ello. Hay que ponerse
manos a la obra. No basta con el deseo intencional de conseguir algo. Si las
generaciones venideras, pongamos por caso, consiguen conquistar de
nuevo el perdido arte del Ensueño no será porque se lo propongan
mentalmente o lo deseen con fuerza o incluso se harten de verbalizar su
intención con elaboradas oraciones rituales. Será porque lo habremos
"intentado" una y otra vez, noche tras noche, ejercitándonos en la práctica
de manera activa, hasta que así nuestro "comando", poco a poco, como
dictan los parámetros (naguálicos) de la evolución, se convierta en el
comando del Águila, que es la forma mitológica de decir que nuestro
intento se convierta en una ley física, determinante, universal.

Incluso desde una perspectiva evolutiva, el concepto del Intento


ofrece alternativas a un darwinismo que cifra los cambios fisiológicos
favorecidos por la selección en improbables mutaciones genéticas debidas
al azar. Según el nagualismo, sería el "intento" de volar, mantenido
inflexiblemente durante miles de generaciones, el que acabó produciendo
alas. Poco a poco, hizo que los artrópodos y los reptiles transformaran sus
extremidades en alas. Es el "intento" de alcanzar a la presa lo que acabó
alargando la lengua de los camaleones, el dedo del lemur comedor de
larvas. Es el "intento" de protegerse lo que acabó armando las corazas del
armadillo. Especializando la melanina de los pulpos. Es el "intento" de
desplazarse en la oscuridad lo que acabó generando el milagro de la eco-
localización.

En fin, para resumir, y no desbordar demasiado las implicaciones


puramente axiológicas y sociológicas (haremos análisis más relativos a la
ciencia en recuentos posteriores), la consecuencia más notable de la óptica
que Castaneda nos propone para entender el mundo quizás se pueda
resumir en dos conceptos: libertad y perplejidad. Libertad, porque ni los
linajes ni el hermetismo ni los procedimientos de las religiones –incluido
el mismo nagualismo− son ya operativos fuera de la conexión íntima que

244
El Lector de Castaneda

cada cual cultive con el Espíritu. Y perplejidad, primero hacia el


inagotable misterio de la existencia, de la energía, de la percepción; y
segundo, hacia lo que el mismo Don Juan definió como el “desatino
absoluto”: el disparate total, tragicómico, deplorable, espeluznante que es
la sociedad humana y todo su abanico de costumbres, creencias y escalas
de valores. Una perplejidad que, ante todo, resulta liberadora, por cuanto
devuelve al oprimido, al que está fuera de lo que esa sociedad considera
“valioso”, el verdadero poder de evolucionar en lo único que realmente
importa: la conciencia.

245
Recuentos Críticos

Recuento de Críticas Generales


Haremos ahora un primer análisis de las críticas a la obra de Castaneda,
como contraparte inmediata a los recuentos de aciertos y repercusiones
axiológicas previos. Desaciertos que podrían llegar a invalidar su mensaje,
pervertir sus revelaciones, y arruinar la oportunidad de cambio espiritual
que prometía como sistema espiritual. Más adelante trataremos más en
concreto las inconsistencias personales de Castaneda, al fin y al cabo el
responsable último de los aspectos negativos de su obra, pero en este
recuento vamos a intentar abordar más bien las críticas relativas al sistema
cognitivo general de la tradición tolteca, tal y como la unión de
enseñanzas de Don Juan y transcripciones de Castaneda las han
configurado.

Es innegable que las incoherencias, sectarismos y arbitrariedades


de Castaneda, en sus últimos años (y obras), hacen del conjunto del
sistema un ensayo fallido de "fundar" una nueva religión efectiva y
completa. Pero como todas las demás, y especialmente las de Cristo o Buda
o Mahoma han demostrado también quedarse muy lejos de ser una
solución universal o definitiva, queda flotando en el aire la pregunta de si
el fallo está en la irresistible naturaleza corruptible del poder espiritual o
público de sus fundadores, o en algún tipo de mecanismo implícito en la
naturaleza misma de las revelaciones. ¿Es un fallo humano, o es que, como
Castaneda mismo transcribe, y como todas las iglesias sostienen para
justificar sus propios errores, “el Conocimiento es un sistema de supuestas
contradicciones”?

A nivel más doctrinal, quizás el aspecto más criticado de la


tradición tolteca sea su falta de compasión, su "frialdad". Este es un
universo predatorio, donde unas especies devoran o esclavizan a otras por
intereses energéticos, y donde un guerrero debe prescindir de toda auto-
compasión si quiere progresar. Toda compasión hacia otros sería, pues, un
autoengaño. Y todo ello ocurre, además, bajo los auspicios de un Dios −el
Águila− inhumano, indiferente, incesante devorador de conciencias, al
que los videntes llaman "el Gran Tirano", y que, a pesar de su Don de
Libertad, no nos concede una segunda oportunidad. Dios existe, sí, pero no
es precisamente bueno. Es una lucha sin cuartel contra el Ego, el Águila, la
Muerte, la Naturaleza, el Poder, los Seres Inorgánicos, el "diálogo interno",
la "importancia personal", y sobre todo contra los "pinches tiranos" de

246
El Lector de Castaneda

nuestros semejantes; pues el hecho es que, para la inmensa mayoría de los


seres humanos, incluso en el cómodo mundo occidental, la vida es un
trago de mal gusto, una atroz experiencia de sufrimiento e injusticia. Un
panorama, pues, duro y exigente. Y se puede decir, en compensación, que
para eso está el camino del guerrero. Y que ver las cosas así es más
maduro y realista. Pero no deja de ser excesivamente cruel y
desconsolador.

Se entiende que la "auto-compasión" quede proscrita, como


responsable sutil última de nuestra destructiva "importancia personal". Se
puede entender también que el amor “humano” sea algo muy distinto del
poder que emana del Ser Supremo, del verdadero amor que
experimentamos al morir. Pero que también quede invalidada la
"compasión", que es precisamente la piedra angular del Cristianismo y el
Budismo, y probablemente también del Hinduismo y el Islam, es muy
difícil de digerir. Ha sido precisamente el ejercicio de la caridad lo único
que ha podido compensar los abusos y errores de la Iglesia. ¿Y ahora
resulta que es otro error?

En general, y aunque hay autores que dicen que todo lo dicho por
Castaneda está "extraído" de otras escuelas o tratados, una de las cosas más
incómodas de las revelaciones de Castaneda es su poca coincidencia con
las otras tradiciones, orientales u occidentales. Salvo en temas puntuales
como el huevo luminoso (aura) o el silencio interno (meditación), la
absoluta novedad de los demás conceptos nos aboca a solo tres
posibilidades: o bien el sistema tolteca es un invento, o bien las demás
tradiciones han perdido el norte, o bien no hay objetividad implícita
posible en las interpretaciones de los videntes, sean de donde sean. Por un
lado, he de reconocer que, si yo me inventara una religión, no me
arriesgaría a distanciarme mucho de los presupuestos de las ya
establecidas. Tendría que estar muy seguro de mis premisas para
introducir tantas novedades. Pero, por otro, precisamente esa originalidad
me evita el engorro de las reclamaciones ajenas.

Por otro lado, hay que estar realmente bien versado en religiones
comparadas y en esoterismo para hacer una crítica consistente a
Castaneda. El temprano libro de Richard De Mille es un ejemplo de crítica
visceral sin pies ni cabeza. Se centra en las contradicciones en las fechas,
como si eso tuviera importancia, y tilda de plagio las referencias al huevo
luminoso cuando cualquier ocultista experto sabe que precisamente ésa es
una de las coherencias que "autentifica" las videncias toltecas. Todas las
tradiciones ven el "aura" así. Está claro que De Mille no cree en los

247
Recuentos Críticos

videntes de ningún tipo, pues. Hay que estar muy dentro del esoterismo y
la espiritualidad para criticar a Castaneda con conocimiento de causa.

Pero el principal culpable de su fracaso es Castaneda mismo. Y


una de las principales responsables es su propia manera de escribir. Es
confusa hasta el extremo su costumbre de enfatizar las prioridades de Don
Juan de manera tan excluyente. Abundan las expresiones como “lo más
importante para un guerrero es...” o “la esencia del conocimiento es...” o
“la única manera de hacer esto es...”, etc; pero luego son tan diferentes los
términos que completan las frases que uno se ve desbordado de tantas
absolutas prioridades. ¿Cuáles son las más prioritarias de esas prioridades?
Pueden ser recursos para enfatizar conceptos, pero el hecho es que así
resulta muy difícil ordenar las escalas de valores conceptuales. Ningún
prosista que se precie cometería esos desatinos.

No menos confusa acaba resultando la profusión de


denominaciones. Si bien es cierto que es tan complicado como inútil
determinar un nombre certero para referirse a Dios o al Conocimiento
(ver "Recuento de Nombres Inapropiados"), más delirante resulta que en
cada obra se le de un nombre distinto. Lo que en los primeros libros es el
Poder, luego pasa a ser el Águila, el Nagual, el Espíritu, el Intento, el
Infinito, el Abstracto, el Oscuro Mar de la Conciencia, sin decidir nunca
un término definitivo ni una jerarquía clara entre ellos que pudiera dar
base para una teología comparativa con referencias sólidas. Acaba uno
sospechando que quizás se busca una indeterminación intencionada.

En general, la insistencia en el estilo narrativo ("literatura bruja",


lo llamaría Carlos más adelante, un proceso de redacción no muy distinto
del que los espiritistas llaman "escritura automática") es una excusa
demasiado conveniente para tratar los temas sin el rigor académico de una
debida clasificación –y mucho menos el arbitrio de otras autoridades
espirituales o literarias.

Cuántos capítulos olvidados, cuánto material proscrito, cuántas


explicaciones arrinconadas, cuánta didáctica incompleta, sin terminar.
¿Son limitaciones inesperadas pero naturales de la capacidad científica del
autor, veleidades de su talento literario, o inestabilidades de su
personalidad caprichosa?

La “conciencia acrecentada”, por ejemplo, fue a todas luces un


descubrimiento sospechosamente oportuno para continuar con la exitosa
fórmula editorial que cerraba el ciclo de los cuatro primeros libros: Don

248
El Lector de Castaneda

Juan y sus compañeros habían partido irreversiblemente hacia el otro


mundo, pero gracias a la "conciencia acrecentada" los diálogos con Don
Juan vuelven a ser posibles y se convierten así en un material inagotable.
El grueso de la obra de Castaneda, a partir de ese momento, lo forman,
pues, diálogos y sucesos que, sencillamente, “no recordaba”. Sesiones con
Don Juan que habían quedado sepultadas en su memoria astral, y que
gracias a la “recapitulación”, otra técnica imposible o inverosímil para
cualquier profano, podía ahora recuperar para escribir libros sin fin.

Es inútil, además, que lo intentemos nosotros por nuestra propia


cuenta, pues se necesita el concurso de un "nagual" auténtico para
propinar el famoso "golpe del nagual" en la zona del punto de encaje del
aprendiz, para provocarle ese estado de conciencia acrecentada. Una
maniobra rastrera y sofisticada, a un tiempo, para conservar su autoridad
doctrinal y su filón literario. Pero una maniobra, también, en la que
finalmente Castaneda se pilla los dedos. Pues, como luego ocurriría con la
tensegridad, no hay una sola referencia en los cuatro primeros libros, ni
siquiera remotamente, en la que se hable de ese "golpe" del nagual..

Y, si al menos el resultado de todo esto hubiera enriquecido de


manera coherente las enseñanzas del verdadero Don Juan, se le podría
perdonar. Pero, muy al contrario, escudado en su impunidad "académica",
lo que acaba logrando es una “saturación” excesivamente desorganizada
de contenidos. Tanto, que hasta él mismo se da cuenta. Pero incluso este
desbordamiento intenta justificarlo: se trata de una profusión solo confusa
para la mente lineal, racional, que solo se fija en las apariencias. La culpa
la tiene, literalmente, el lector.

Margaret Runyan y Amy Wallace, ex-parejas de Castaneda, le


desmitifican, en sus respectivos relatos autobiográficos, de manera
definitiva. Un rosario de trampas literarias no admite excepciones
molestas. Don Juan era una mezcla de seres, extraídos de la infancia y
juventud de Castaneda, y de su acerbo esotérico personal, probablemente
girando, eso sí, alrededor de un verdadero chamán mejicano que conoció
estudiando la carrera. Doble enredo, pues, precisamente por no darse
cuenta de la verdadera dimensión del conocimiento que Don Juan le
intentaba transmitir. Pues quizás mezcló de manera irreparablemente
confusa contenidos y experiencias que debía haber respetado mucho más
en su integridad.

Un sincretismo imperdonable sobre todo a la luz del celo


irracional, visceral, con que descalificaba a cualquier otro autor que,

249
Recuentos Críticos

siquiera tangencialmente, tratara los temas a los que él aludía. ¿Por qué
esa descalificación, por ejemplo, del trabajo de Stephen LaBerge en
Stanford? Éste último ha conseguido que miles de personas “ensueñen”,
sin la saturación de requisitos éticos y guerreros que exige el sistema de
Castaneda. Debería estarle agradecido, pues en realidad lo que ha hecho
es confirmar la realidad del "ensueño". Pero no. Sin explayarse nunca,
quizás para no pillarse los dedos, lo cierto es que Castaneda ha sido muy
excluyente con todas las demás tradiciones. Ha tendido muy pocos
puentes. Como todos los profetas, solo él quería ser “el elegido”.

Epistemológicamente, una de las críticas más claras que se le


pueden hacer al sistema es el del tratamiento tautológico de muchos
temas. Pongamos por ejemplo el del "punto de encaje". Decir que la
percepción ocurre porque los filamentos de energía se concentran en un
vórtice del huevo luminoso no explica nada. No aclara en realidad ningún
mecanismo que pueda ser útil a la psicología de la percepción. Es solo otra
forma de expresar el mismo misterio irresoluble que expresan los
psicólogos cuando dicen que "los datos sensoriales son codificados y
enviados al cerebro para su interpretación". Similares tautologías resultan
de llamarle "seres inorgánicos" a las entidades fantasmales de la mitología
ocultista. O de atribuir a la predación de estos seres sobre nuestra
conciencia la falta de energía y la miseria de las deplorables condiciones
humanas. En realidad son perspectivas que trasladan los enigmas de
siempre de un lado a otro, pero nada más.

La misma frustración con respecto a la esperanza de hallarnos


ante una nueva psicología de la percepción nos invade también cuando
comprobamos que sus grandes aportaciones cosmológicas coincidían
sospechosamente con la relevancia científica de sus conceptos paralelos.
Que las "emanaciones" del Águila eran infinitas hebras de energía
coincidía cronológicamente con el revuelo de las “teorías de cuerdas". Y
que las "estrellas muertas" eran un destino iniciático coincidía también
sospechosamente con la moda de ese término en los ambientes astrofísicos.
Pero sus ideas no eran continuadas por explicaciones consecuentes. Se
quedaban solo en mistéricas declaraciones.

Al respecto de los "seres inorgánicos", una contradicción también


un tanto evidente es que se nos diga que fueron los antiguos videntes los
que inventaron ese nombre general de "seres inorgánicos" (LAI,244),
cuando en aquellas lejanas épocas no solo no existía el término
"inorgánico" sino incluso el mismo concepto de "organismo".

250
El Lector de Castaneda

Metodológicamente, en cambio, la crítica más importante que, a


nuestro juicio, debería hacerse, es la resistencia, tanto de Don Juan como
de Castaneda, a hablar expresamente del camino de la Meditación. Se
habla mucho de la importancia capital del silencio interno. Y se prescriben
cantidad de estrambóticos "no-haceres" para lograrlo. Pero algo tan
elemental, y en cuya utilidad práctica concuerdan tantas místicas
tradicionales, oficiales y esotéricas, parece estar ausente incluso
intencionadamente de las páginas de todos los libros de Castaneda. ¿Por
qué no se habla de la Meditación? Solo se me ocurren respuestas
negativas, descalificadoras. La Meditación es la piedra de base de toda
dinámica de crecimiento interior. Sentarse en silencio a interiorizar y
controlar los contenidos mentales, a conectar con la inmensidad del
espíritu. ¿Quién podría estar en contra o ignorar su potencial? ¿Qué
verdadero místico no la pondría en primer lugar?

Indudablemente, son legión los lectores que también hubieran


deseado –este autor entre ellos− que el sistema naguálico, en tanto revisión
moderna de la teosofía, o representante del ecologismo alternativo, se
decantase también con mucha más contundencia a favor de ciertas
reivindicaciones elementales como pueden ser el vegetarianismo, la no-
violencia, el altruismo o el ecumenismo confesional, por ejemplo. Pero
supongo que todos pensábamos que ya era mucho pedir.

Sin embargo, la evolución o el desarrollo de las prioridades con


respecto a los procedimientos prácticos del sistema es uno de los temas
más extraños, más aparentemente arbitrarios, caprichosos, de la obra. En
el origen, era el uso de las plantas de poder, indudablemente, la técnica
principal para acceder al trance. Enseguida fueron introducidos los no-
haceres, luego las estrategias del camino del guerrero (romper rutinas,
etc); más adelante el acecho, el ensueño, el intento, el silencio interno, la
recapitulación y los pases mágicos. Y cada uno de ellos se presentaba de
manera tan exclusiva que invalidaba prácticamente todos los demás. La
conclusión elemental es que Castaneda no encontró una técnica
definitivamente efectiva para acceder a la videncia.

Aún, el arte del Ensueño sí está lo suficientemente explicado,


entre unos libros y otros, como para que el lector pueda intentarlo por su
cuenta. Pero tanto el arte del Acecho como el del Intento se enredan en mil
reglas y principios embrollados, de ejecución casi imposible, que además
deja incompletos. La Recapitulación, aunque también plantea unos
presupuestos imposibles a la hora de su aplicación práctica, se salva por
los pelos de resultar ininteligible. Aunque abundan las contradicciones

251
Recuentos Críticos

flagrantes en cuanto a las técnicas concretas de respiración, etc.

Finalmente, la justificación del último libro, "El Lado Activo del


Infinito", no podía ser más frustrante. Como colofón a toda una vida de
presunta búsqueda mística, parecía que hacer un recuento de los "eventos
memorables" de esa vida era el epítome de las técnicas de interiorización.
Pero he aquí que Castaneda selecciona, como ejemplos de esos eventos,
una serie de experiencias sociales que vivió en su vida normal. Con lo
cual, uno enseguida se pregunta: "¿dónde están sus fabulosas experiencias
de ensueño, sus experiencias psicotrópicas, sus viajes a los mundos
inorgánicos, sus innumerables visiones como clarividente?" ¿Es que no
existieron, o es que tuvieron menos relevancia que la impresión que le
dejó una triste puta haciendo muecas delante del espejo? La respuesta cae
por sí misma.

Con respecto al controvertido tema de las Plantas de Poder, remito


al lector al Recuento específico donde abordaremos este tema en
profundidad, explicando cómo se desarrollaron los acontecimientos en
torno a su tratamiento. Pero, en fin, podemos resumir la postura de
Castaneda al respecto con dos sonoras palabras: traición y cobardía.
Traición, hacia unos lectores que precisamente le encumbraron al éxito
gracias al oportuno tratamiento de los psicotrópicos, con el genial enfoque
de sus dos primeros libros. Y cobardía, por no tener la honestidad de
reconocer en su debido momento que el cambio de actitud atribuido a los
nuevos videntes con respecto a las Plantas de Poder fue en realidad
motivado por unas razones tan prosaicas como, muy posiblemente, fueron
las admoniciones de la CIA o de la policía.

Cuesta mucho desentrañar las prioridades éticas de Castaneda.


¿Qué pudo confundirle tanto, siendo portavoz de un sistema tan
encomiable como el camino del guerrero? La base de este camino es la
impecabilidad, y la base de ésta es el ahorro de energía. Hasta el punto en
que nos llega a asegurar que lo verdaderamente importante no es ser
bueno o malo, sino tener energía o no tenerla. ¿Fue una interpretación
tendenciosa o interesada de esta premisa la causa de su confusión?
Trataremos de desentrañar los hechos con más profundidad y detalle en
los siguientes recuentos, convencidos de tratar con un paradigma que
tristemente se repite demasiado en la historia de la espiritualidad: una cosa
es la revelación, y otra muy distinta es su portavoz.

252
El Lector de Castaneda

Recuento de Inconsistencias de la última etapa


¿En qué categoría podríamos integrar el enigma de la corrupción de
Castaneda? ¿Entre las perversas e irresistibles tentaciones inherentes a
todo tipo de poder? ¿Entre las oscuras dinámicas de las sectas y sus gurús?
¿Entre los imponderables de la psicología humana? ¿Entre los indefinidos
márgenes de las licencias creativas de los literatos? Hemos analizado la
gran cantidad de misterios que un sistema cognitivo incompleto deja sin
contestar. Y hemos comprendido por qué es esto un motivo de lamento y
una oportunidad perdida en unos tiempos, como el mismo Castaneda
señala, tan particularmente necesitados de un retorno a los enfoques
espirituales. Abordemos ahora qué pasó en la última etapa de Castaneda.
Insistiendo, eso sí, en que existe una ostensible diferencia entre las críticas
epistemológicas al "sistema de la tradición tolteca", tal y como es
presentado en los libros, y los graves errores y tergiversaciones que
Castaneda y su equipo íntimo de compañeras cometieron en los últimos
años, destrozando literalmente la obra anterior. Quizás, por último,
muchos de estos fallos son también tratados en recuentos posteriores o en
las notas de las Citas, pero aquí intentaremos concentrarlos para
evidenciar un proceso de corrupción sectaria como fenómeno en sí.

Empecemos por el hecho de que lo que siempre había parecido


ser el intento de ser coherente con la política naguálica de no ponerse al
alcance de la maquinaria mediática y la atención pública, ya sea por el
peligro egomaníaco de la fama, por salvaguardar su libertad personal ante
las etiquetas intelectuales y sociales, o por razones energéticas o
personales más sutiles o inconfesables, entra en flagrante contradicción,
en esos últimos años, con la inclinación manifiesta por prodigarse en
seminarios, conferencias, reuniones sociales, instituciones empresariales y,
sobre todo, compañías femeninas. El Castaneda de esa última etapa se
muestra, a fin de cuentas, y sin demasiados tapujos hermetistas, como un
típico autor de éxito, al que sus allegados tratan de "doctor", felizmente
instalado en Beverly Hills, decantado por la urbe y el buen vivir, y en
estrecha y muy opaca convivencia con sus compañeras-aprendices, y solo
con ellas, de las que no se separa ni un momento.

El grueso de sus actividades "profesionales" en esta última etapa


giran claramente en torno a la enseñanza de los Pases Mágicos, y de la
creación de la pertinente infraestructura para su difusión. Pero el énfasis

253
Recuentos Críticos

que se pone en estas nuevas prácticas es tan exagerado como sospechoso.


Literalmente, se llega a descalificar los contenidos de casi toda la obra
anterior a la Tensegridad. Cosa que tiene más de moción humana que de
sentido común. Pues ¿qué derecho tenía John Lennon, por poner un
ejemplo musical, a proclamar, como por cierto también lo hizo, que todo
lo que hicieron los Beatles era una basura? Esa música es ahora
patrimonio de la humanidad, y es ésta última la que acaba juzgando el
valor de una obra, y no su autor.

Hay algo profundamente forzado, caprichoso, fuera de lugar, en


los Pases Mágicos. Mostrar a un profano los Pases te hace sentir ridículo,
repelido, extravagante en extremo, sectarizado. Habíamos encontrado en
Castaneda un lenguaje realmente próximo, libre y universal; pero la
parafernalia de la Tensegridad vuelve a abundar peligrosamente en lo
litúrgico, en lo sectario, lo estrafalario y excluyente.

Sencillamente, nadie se puede creer que Castaneda no nos


hubiera filtrado el hecho de que por lo visto Don Juan se hinchaba a hacer
pases mágicos delante de él a lo largo de todo su adiestramiento. Alguna
referencia clara habría aparecido en las primeras obras. O, como máximo,
en sus primeros seminarios públicos. Pero no es el caso. Todo parece
indicar que la tensegridad tiene muy poco que ver con Don Juan.

Dos enormes procedimientos técnicos, la recapitulación y los


pases mágicos, devoran ahora todo nuestro tiempo libre. Una pizca de
compasión, en honor a Oriente. ¿De dónde sacarían los oprimidos tanta
voluntad de engaño? Al final va a resultar que todo en el mundo es
mentira. No ilusión. Mentira. Cruelmente, el Espíritu corrompe a sus
avatares para que no les idolatricemos, o para prepararnos para la Gran
Mentira que nos espera al morir.

Hay demasiados puntos oscuros en cuanto a la forma en que se


dio a conocer la tensegridad (cuyo concepto mismo es un plagio que se
tuvo que litigar en los juzgados). Pues antes de que fraguara la fórmula de
los seminarios, su equipo intentó una serie de iniciativas −los vídeos, la
organización Cleargreen, la revista Lectores del Infinito, los libros de las
brujas (también acusados de plagio), etc− cuyo funcionamiento dejó
mucho que desear. Todo el mundo coincide, desde luego, en que la gestión
pública de la editorial de Cleargreen ha sido de todo menos impecable.
Cambios de nombres, de personal, impagos, retrasos: daba toda la
impresión de que se estaban improvisando las cosas sobre la marcha, sin
unas ideas claras, y sobre todo sin un verdadero respeto por los lectores.

254
El Lector de Castaneda

Los seminarios, diseñados para ser impartidos por las compañeras


y aprendices del “Dr. Castaneda” sin necesidad de su presencia, desde el
principio presentan un formato innegociable. Se nos impone. Y lo peor es
que conllevan un marketing demasiado americano, procaz, evidente, y
desde luego caro, muy caro, en comparación con otros seminarios y
escuelas. Mal asunto. Ellos se escudan en el argumento de que "un
guerrero motivado no tiene por qué tener problemas de dinero". Pero Don
Juan decía muy claramente que "ningún vidente con título y que cobre por
sus servicios es auténtico". La manera más honesta (y habitual) de resolver
la contradicción es cobrar poco. Pero es ésa una posibilidad que ni
siquiera se plantea.

Hay algo que huele mal en la producción literaria de Florinda y


Taisha. Al fin y al cabo, la de Castaneda es un sincretismo con una base
cierta, y un talento literario fuera de toda duda; pero la de las brujas es
una farsa fraudulenta con muchas más mentiras que realidades.
Presumiendo de viajar por otros planos cuando en realidad estaban
trabajando en otros lugares, inventando decenios enteros de experiencias
inexistentes, es fácil que ni siquiera llegaran a conocer a Don Juan, o
desde luego no al nivel de aprendices. Los plagios de Shabonno y (muy
presumiblemente también) El Sueño de la Bruja son escandalosos.
Cualquiera que tenga verdadera formación literaria se daría cuenta, al
asistir a las conferencias de Florinda, de que una persona con un manejo
tan imperfecto y caótico de la dialéctica y la sintaxis, no puede haber
escrito una obra literaria competente. No sin una ayuda expresa y
fundamental de un literato (Castaneda), o de algún tipo de trampa o
fraude editorial. Ojalá algún día, cuando las técnicas de investigación
avancen revolucionariamente, quede despejado el tinglado de acuerdos e
intereses secretos de los que surgieron esas obras confusas y obedientes,
sin más propósito que el de situar a sus autoras en una cómoda posición
comercial, a nivel de estatus editorial. Todo se sabrá, tarde o temprano.

Por cuanto Don Juan estaba más interesado, como el mismo


Carlos reconoce, en preservar su linaje que en difundir su conocimiento,
no es creíble que invirtiera en las novias-aspirantes-a-mujeres-naguales
que Castaneda regular e insidiosamente le presentaba ni un ápice de la
energía que sí debió invertir en sus aprendices mejicanos. Puede que
(Florinda y Taisha) hayan tenido algún tipo de dinámica de instrucción
con Dª Florinda o algún otro vidente. Pero el resto está exagerado.

Desde luego, algo que resulta grotescamente imperdonable es

255
Recuentos Críticos

que, encima, Florinda presumiera ante el público de los seminarios, y en


más de una ocasión, de conocer el fabuloso tamaño del pene de Don Juan,
como si su intimidad con él hubiera llegado a extremos tan sexuales.
Tamaña falta de respeto solo puede justificarse en la impunidad de la
mentira. Cuando no en la absoluta falta de elegancia espiritual.

Cualquiera que conozca la dinámica de las sectas detectaba


rápìdamente alarmantes signos de dominación-sumisión en la dinámica
de los seminarios y las relaciones entre los monitores y sus aprendices. Las
inestabilidades en las jerarquías y el estatus de los "chacmoles" son un
buen ejemplo de ello. Cuánta ceremonia para ponerle el nombre a un
subgrupo de monitores. Ya hemos visto demasiados gurús encantados con
las ñoñerías de sus aprendices favoritos. Y viceversa. Las brujas que vemos
en los seminarios parecen más bien principiantes envidiando el lenguaje
de los cinturones negros.

La tensegridad es una magnífica gimnasia, nadie lo niega, pero


un Tai Chi o una danza del vientre valdrían igual. Lo que pasa es que la
gente es perezosa para una cosa y para la otra. Y Castaneda lo sabe.

No son, además, movimientos tan mágicos, cuando no se aprecia


ningún efecto espectacular a nivel inmediato. No se “acumula” tanto
silencio interno. Si hay meditadores que no “paran el mundo” ni en diez
años de práctica diaria, ¿dónde está la “magia”?.

Podían haber planteado los seminarios como profundizaciones en


el arte del ensueño (como valientemente hace LaBerge, por cierto), pero
eso sí que hubiera sido otorgarle poder a los lectores. Por encima de todo,
concentrar los seminarios en la tensegridad era la mejor manera de
conservar indefinidamente el poder y autoridad de las brujas sobre los
seguidores. El ensueño podía no funcionar, pero los pases son un material
inagotable.

Internamente, además, el testimonio de Amy Wallace deja claro


que no les funcionaba ni el ensueño. Es muy triste leer ese pasaje en que
dice que, después de la desaparición de las brujas, estuvo un buen tiempo
sin poder ir al cine porque añoraba los buenos ratos pasados con ellas en
su más que frecuentes salidas nocturnas para ir a ver una película. Y lo
triste es precisamente comprobar que fueron ésas, y no las experiencias de
ensoñar juntas o los no-haceres o acechos o meditaciones en común, las
experiencias gratificantes que compartieron. Toda una cohorte de
consumadas brujas no tenían otra manera de pasárselo bien que no fuera

256
El Lector de Castaneda

ir al cine, comprar joyas, o cenar opíparamente.

Quizás es porque la autora es tan "femenina" (perdónenme las


escritoras) que no puede evitar darle prioridad a las dinámicas
sentimentales y sexuales que se entablaron en el grupo íntimo de
Castaneda en los últimos años, pero el caso es que su inestimable y
honrada obra ("Aprendiza de bruja") abunda quizás demasiado en el tema
del escarceo amoroso. Parece que era el interés prioritario de unos y otros.
A juzgar por lo que cuenta, parece que no se hablaba nunca de temas
filosóficos ni de prácticas espirituales. Y es cierto que la autora aclara que
el mismo Castaneda tenía "prohibidas" las preguntas de índole
metodológico o teórico. Le incomodaban en extremo. Exigía obediencia
ciega. Cosa muy conveniente cuando lo que pasa es que no tienes
respuestas. Pero entonces, si realmente eran las relaciones sentimentales o
sexuales la actividad prioritaria del grupo, qué tristeza añadida, que
contradictoria decepción.

Sexo, poder, dinero. Esto pìnta cada vez peor. Uno especula que,
puestos a ser humanos por encima de todo, quizás Castaneda necesitaba
dejar a sus aprendices algún tipo de actividad que les ayudara a subsistir
económicamente. Pero ¿no habíamos quedado en que ponerse al alcance
es malo? Sería esperable (muchos lo hubieran deseado) que un avatar de
sus características mostrara una devoción más inequívoca por la disciplina
espiritual. Pero ni siquiera tuvo el coraje de llevarse a su secta al campo, a
un entorno natural. Hedonismo, sexo y postín: la ley de Los Angeles.

Una vez que se arman todas las piezas del rompecabezas, es


inevitable sacar conclusiones perversas. Las brujas, en parte justamente
desencantadas por la ineptitud de Castaneda por conducirlas a donde Dª
Florinda (o quizás La Gorda) sí les hubieran podido conducir, le debieron
apretar las clavijas, o incluso hacer chantaje: "o nos entregas tu suculenta
herencia, junto con un buen medio de vida, o desvelamos tus secretos de
cama y tus fraudes literarios". Eso es lo que probablemente, y bajo cuerda,
debió de ocurrir.

Hay indudablemente dos puntos de inflexión en toda esta amarga


y prodigiosa historia de revelaciones emblemáticas: uno es la muerte de La
Gorda; y el otro es desde luego la muerte del propio Castaneda. Qué gran
oportunidad hubiera sido para sincerarse con un público al que se lo debía
todo, y confesar sus fiascos o sus fracasos. Se lo hubiéramos perdonado, en
virtud de los aciertos de sus primeros libros. Pero no. Barriendo debajo de
la alfombra, intentan hacernos creer que ha "partido" iniciáticamente al

257
Recuentos Críticos

otro mundo como lo hizo Don Juan, como si no fuera un secreto a voces
que tenía un cáncer de hígado. Qué vergonzosa egomanía, por Dios. Tres
cuartas partes de sus lectores tiraron los libros a la basura. Normal.

Y, para colmo, sus cinco compañeras, las más allegadas,


desaparecen a los pocos días y presuntamente se suicidan. De lo cual hay
constancia al menos en un caso contrastado: el de Patty Partin, la
"Explorador Azul", mitificada hasta el paroxismo, alienada, engañada,
desequilibrada, cuyo cadáver apareció descompuesto en Death Valley a los
pocos años. Un testimonio, también, tan contundente como
descorazonador. Pues ¿qué vacío, qué falta de recursos, qué poca
impecabilidad, fe y energía ha de tener una supuesta guerrera para
solucionar sus desazones de esa manera? Gracias a Dios, las perversiones
de Castaneda no alcanzaron el grado de aberración de los responsables de
los suicidios colectivos de otras sectas, como la de La Guayana o Waco.
Pero, a juzgar por los acontecimientos, quizás hubiera sido solo cuestión
de tiempo. Qué espanto.

Qué horror. Es innegable. Y se comprende que, por muchos


aspectos positivos que tenga el sistema, la sola lectura de este recuento es
suficiente para dar carpetazo definitivo a la obra de Castaneda y
condenarla al ostracismo de las sectas proscritas. Arrastrando consigo,
además, a todo un sector de tendencias y autores esotéricos más o menos
colaterales al fenómeno. Pero la intención de esta obra es ofrecer suficiente
variedad de puntos de vista como para no caer en esos reduccionismos.
Piénsese también en los monumentales errores, abusos y crímenes de las
iglesias oficiales, de las interpretaciones de ciertos sistemas filosóficos,
políticos, esotéricos, etc. Intentaremos demostrar que la existencia de Don
Juan sí fue auténtica, y que, por tanto, hay elementos en la obra de
Castaneda, sobre todo los cuatro primeros libros, que no solo se pueden
salvar de la quema, sino seguir ofreciendo una alternativa válida y
consistente como sistema de creencias. La última palabra la tiene el
corazón del lector, su escala de valores, el punto de referencia de sus
propias experiencias. Su libertad.

258
El Lector de Castaneda

Recuento del Proceso Cronológico


Nos vamos haciendo una idea del cúmulo de intereses y tergiversaciones
que pudieron desencadenarse en el medio íntimo de Castaneda en su
última etapa. Pero vamos a abordar el fenómeno desde un punto de vista
distinto para cubrir todas las vertientes posibles. Vamos a tratar ahora de
analizar cómo ocurrieron las cosas desde un punto de vista histórico,
cronológico, para ver si así se nos ocurren nuevas explicaciones. El
siguiente Recuento es un intento de exponer los eventos y acontecimientos
esenciales que configuraron el fenómeno Castaneda. No es una biografía.
Los ítems del Recuento son más bien los momentos fundamentales que le
dieron significado a su proceso.

Nace Castaneda el 24 de Diciembre de 1925 (Navidad, la fecha


de los "Avatares") en Perú, en la zona de Cajamarca. Ël decía que era
brasileño, o italiano, por puro complejo de hispano en los círculos de LA.
Su padre era joyero. De su madre nunca habló. Al parecer, fue su abuelo el
familiar más influyente en su infancia. Cosa que da pie a muchos
paralelismos con la relación con Don Juan.

En la zona de Cajamarca hay videntes y curanderos estupendos,


quizás únicos, titulares de tradiciones arcanas, que Castaneda sin duda
conoció, aunque nunca hablaba de ellos: por nada del mundo quería ser
relacionado con el Perú.

Sobre los 20-25 años, trabajando aquí y allá, llega a Los Ángeles,
donde empieza la carrera de Antropología. Se casa. Se separa. Tuvo un hijo
(al menos) al que quiso mucho en los primeros años, pero del que, con el
tiempo, se distanció.

Con un presumible talento para las relaciones sociales, quizás


espoleado por sus complejos físicos y/o por su compulsiva personalidad
mujeriega, es de suponer que luchara por hacerse un hueco en las élites
intelectuales de una comunidad universitaria especialmente viva y pujante
en aquellos años.

La etapa social-universitaria de Castaneda es de una importancia


capital, pues sabemos por su mujer Margaret Runyan que leyó muchos
libros esotéricos y filosóficos, y que asistió a muchas conferencias y

259
Recuentos Críticos

encuentros con los más renombrados popes de la pujante cultura


alternativa californiana. Saber cuáles fueron exactamente las lecturas que
más le impresionaron despejaría muchas incógnitas. Sabemos por ejemplo
que admiraba a Aldous Huxley, y su obra “Las puertas de la percepción”.
En todo caso, a nivel de bases culturales, lo que es innegable es que se
encontraba en el lugar y en la época precisos. Los 60 californianos fueron
el núcleo de la revolución.

No le gustaban las drogas. Frecuentaba muchos ambientes, pero


no las consumía. En cambio, sí tenía la costumbre de beber Mateus, el
famoso vino de la botella achatada. Tanto, que muchos lo relacionan con
el apellido de Don Juan.

Intentó ser artista (escultor, pintor, etc), pero no cuajó. Quería ser
alguien en las élites sociales, no cabe duda; pero quien esté libre de
vanidades que tire la primera piedra. Lo que sin embargo acabaría
revelándose como su gran talento fue su capacidad de síntesis intelectual.

En fin. El caso es que, con ese bagaje, y merced a una serie de


presuntos azares, decidió intentar un trabajo de campo, centrado sobre
todo en el uso de plantas psicotrópicas, para dar forma a un trabajo
académico relacionado con su tesis doctoral. Y entonces, en una estación
de autobuses, viajando por el México rural, le presentan a Don Juan.

Se ha especulado mucho con este encuentro. Hay quienes lo


niegan en absoluto. Nosotros estamos convencidos de que realmente
ocurrió. "He encontrado a un hombre", le confesó a su mujer. Don Juan
existió. El encuentro fue real. Pero a partir de entonces todo se complica.

Consciente de la mina de información antropológica que había


encontrado, empiezan sus numerosos viajes a México. Hoy día son
accesibles en la Red incluso las notas originales de campo que fue tomando
en aquellas primeras visitas. Así que la dinámica de enseñanza también
fue real. Por lo cual, y para configurar un poco la orientación del resto de
este recuento, permítanos el lector exponer nuestro punto de vista con
respecto a esta dinámica: Castaneda fue lo suficientemente inteligente
como para darse cuenta de que, haciendo un sincretismo adecuadamente
literario entre esas enseñanzas de campo y su propio bagaje académico e
intelectual, podía realizar un trabajo importante, impactante. Pero, en su
fuero interno, nunca dejó de considerar a Don Juan como un exótico
curandero cuyas ideas tenían más de fantasías mitológicas que del rigor de
un sistema cognitivo académico. Así que tomó una decisión que en

260
El Lector de Castaneda

realidad se mantendría a todo lo largo de su instrucción y de su obra:


tomarse la libertad de tergiversar, interpretar, añadir, sintetizar y alterar
la información recibida como a él le pareciera más conveniente en función
del éxito editorial o profesional de sus trabajos de campo.

Por más que se esforzara Don Juan en transmitirle, pues, la


profunda seriedad de la tradición tolteca, Castaneda nunca le creyó. La
falta de respeto implicada en los sucesos de sus últimos años lo demuestra.
Arrebatado por el valioso caudal de datos, y por el insaciable apetito con
que el público los devoraba, nunca sabremos qué capítulos, que sucesos,
qué palabras salieron realmente de boca de Don Juan, y cuáles fueron
cosecha de Castaneda. Un cálculo pesimista arrojaría tal vez un 50% para
cada uno. Pero de momento solo hablamos de los 4 primeros libros.

El primer y segundo libro están sobre todo centrados en las


experiencias con plantas psicotrópicas, aunque ya se van introduciendo
los presupuestos del camino del guerrero. El tercer libro, para muchos la
obra cumbre de Castaneda, es una bella colección de metáforas para
explicar con más detalle este camino. Y el cuarto, ya bien delimitado ese
revolucionario código ético, introduce también las técnicas de los no-
haceres, así como sienta las bases de ciertos presupuestos cosmológicos
(explicación del mundo) que sirvieran un poco de resumen a la
instrucción, pues ése fue el libro en el que Don Juan y Don Genaro se
despiden para marcharse en cuerpo y alma al otro mundo.

Cuatro libros. Un ciclo de enseñanzas. Pero de repente eso se ha


terminado. ¿Qué hacer? No sabemos con seguridad si realmente Don Juan
partió al otro mundo de manera tan iniciática. Mucho menos si Castaneda
y los aprendices saltaron realmente por el famoso precipicio. Se ha
especulado que en realidad Don Juan se hartó de él y le despidió, por lo
cual urdir aquel final era en principio una forma elegante de cerrar el
ciclo y dar por terminada la experiencia. Pero pronto se daría cuenta de
que no podría seguir viviendo, no al menos con el mismo estatus y nivel de
vida, de las rentas de sus cuatro primeros libros, por muy best-seller que
hubieran sido. Quizás un guerrero verdaderamente gentil e impecable se
hubiera dado por conforme. Pero desgraciadamente éste podía no ser el
caso.

Hasta ahora, Castaneda había encontrado una exitosa fórmula


literaria en lo que podríamos llamar la "dialéctica de los 4 pasos": a) Don
Juan plantea una premisa práctica o teórica nueva. b) Castaneda, cegado
por su bagaje académico o racional, se resiste con todas sus fuerzas a

261
Recuentos Críticos

aceptarla. c) Don Juan hace vivir a Castaneda una experiencia críptica


relacionada con la premisa. d) Castaneda admite que Don Juan tenía
razón. Ahora hay que proceder de otra forma. Pero, sea verdad o no, Don
Juan se ha ido. Así que tiene los dedos pillados. Opta por escribir un 5º
libro, narrando las relaciones con los aprendices de Don Juan: los
guerreros que dejó para constituirse en una nueva "partida" naguálica.

Pero enseguida se ve que esas relaciones no son buenas. Ahora ya


no hay una dinámica de maestro-discípulo, sino un comprometido estatus
de presunto nagual no del todo aceptado, que no sabe para dónde tirar
(cosa lógica si no has querido aprender de verdad), lidiando con unos
guerreros que en realidad le superan como videntes.

Paralelamente, Castaneda ha ido estrechando vínculos con su


grupo particular de aprendices, todas ellas féminas, surgidas no
precisamente de los designios del Espíritu, sino de sus arbitrarias
relaciones sentimentales con las conquistas de su entorno académico y
urbano. Novias que antes solía presentar a Don Juan como posibles
candidatas a mujer-nagual. Pero que ahora no cuentan con la
condescendencia de unos aprendices que no tienen tiempo para
veleidades.

¿Cómo se resuelve el entuerto? Por dos caminos. En primer lugar,


Castaneda descubre la recapitulación de los episodios vividos con Don
Juan en "conciencia acrecentada". Como ya dijimos, se trata de un
inagotable material que estaba “oculto” en su memoria. Un
descubrimiento de lo más conveniente, pues le permite recuperar su
antigua y exitosa relación dialéctica con Don Juan, con el pretexto de que
se trata de lecciones que "había olvidado" porque habían sido impartidas
en estados de conciencia acrecentada. Nuevamente, Castaneda nos gana
por la mano; pues el fenómeno es real: las terapias regresivas (y el
psicoanálisis) se basan precisamente en todo el material que nuestro “yo
paralelo” (que también es una entidad real) censura. El caso es que
Castaneda salva el tipo. Al menos editorialmente. Todo este proceso está
descrito en “El don del Águila”, su sexta obra.

En segundo lugar y, en este respecto, sin más explicaciones de


cara a los lectores, se produce una "ruptura" de relaciones con el grupo de
aprendices original, el mejicano, para afirmarse en su nuevo núcleo de
brujas-consortes, so pretexto de ser un "nagual de tres puntas";
alcanzándose así un punto de inflexión que le distancia de los linajes de la
tradición anterior. Un escándalo. Inventa posiblemente historias

262
El Lector de Castaneda

personales ficticias para cada una de estas nuevas “brujas”, les atribuye
hazañas indemostrables en la segunda atención, propicia la publicación de
obras que les otorguen un estamento académico o intelectual elevado, y se
encierran en una hermética convivencia desde la que reclaman la
autoridad indiscutible en materia de chamanismo tolteca, sin nadie que les
haga sombra.

El único puente de contacto que mantienen con el original mundo


de Don Juan y sus verdaderos aprendices es a través de La Gorda, que
intenta acercar posturas jugando a dos manos, pero en constante conflicto
con Florinda, Taisha y Carol, usurpadoras de la tradición y acaparadoras
de la atención de Castaneda. El resto de aprendices originales, justamente
hartos y ofendidos, habría roto definitivamente relaciones con Carlos, y
seguirían su camino a su manera.

En los libros, si bien se recoge la solución de la "conciencia


acrecentada", no se habla para nada de la ruptura con la partida de
aprendices mejicanos. A nivel personal, en charlas y demás, Castaneda los
descalifica duramente y evita justificarse. Se considera con autoridad
moral suficiente para constituir su propio grupo naguálico. Pero los
hechos demostrarían con el tiempo que se equivocaba. Y así, el único
consuelo que nos queda a los lectores, que no es pequeño, es que, perdidos
en la sociedad mejicana, aún existen verdaderos guerreros y videntes del
verdadero linaje de Don Juan, auténticos en todos los aspectos, por mucho
que insistiera Castaneda y sus brujas en "enterrarlos".

La relación con La Gorda termina abruptamente el día en que ésta


muere, en medio de una amarga discusión en casa de Carlos, con éste y
sus compañeras presentes, intentando el ritual del "fuego interno" de
manera tristemente fallida. En el "Recuento de la muerte de La Gorda" está
descrito con más detalle este suceso. Este traumático incidente marcaría
con más exactitud el punto final de la relación de Castaneda con el mundo
real de Don Juan.

A nivel público, son los tiempos de "El fuego interno" y "El


conocimiento silencioso". Más adelante, "El arte de ensoñar" sería la última
obra con algún resto encomiable del espíritu del auténtico nagualismo.
Aunque abunda en sospechosas falsedades y experiencias tergiversadas.
Entre las que destaca la del "explorador azul", y muy probablemente la de
"el Inquilino". Son aún magníficas obras literarias de las que se puede
extraer mucha enseñanza válida recogida de la estela de conocimiento de
Don Juan. Pero están compuestas en ese enrarecido ambiente personal de

263
Recuentos Críticos

autoridades espirituales indebidamente atribuidas, y por tanto hay que


leerlos con pinzas.

El resto de obras, los "Pases Mágicos", "La Rueda del Tiempo" y "El
Lado Activo del Infinito", son ya producto exclusivo del nuevo orden de
cosas urdido desde aquel eventual templo del desvarío que sería la "Casa
de Pandora" y Cleargreen, y no tienen más valor que el que los
incondicionales de Castaneda le quieran atribuir, salvando el hecho de
que aún pueden adivinarse sabrosos atisbos de un testigo de excepción de
la que, con todo, sigue siendo una de las enseñanzas esotéricas más
importantes del siglo XX.

En general, pues, y de cara a un discernimiento práctico de lo que


es o no verosímil y auténtico en la obra de Castaneda, sirve el criterio de
separar los cuatro primeros libros del resto de los títulos. Una opinión
compartida por la mayoría de estudiosos del tema, así como por algunos
de los más íntimos/as colaboradores/as de Castaneda. Podemos estar más
o menos seguros de que el material de los cuatro primeros libros recoge
con fidelidad las verdaderas palabras de Don Juan así como las
experiencias vividas junto a él. Sin embargo, el resto de libros, y en una
proporción cada vez mayor, están construidos mezclando recuerdos de
conversaciones auténticas con premisas y conceptos inventados o
deducidos por el propio Castaneda, con mejor o peor intención, y salvando
el hecho de que, aun en estas obras postreras, hay páginas brillantísimas
por su valor didáctico o literario. Como es más que dudoso que sus
recuerdos de Don Juan se nutran de recapitular sucesos en "conciencia
acrecentada", es lógico que el espíritu de éste último y de su verdadera
tradición se hallen prácticamente ausentes en los 2 o 3 últimos libros, en
los que cualquier conversación con Don Juan puede considerarse ya pura
ficción.

El 27 de Abril de 1998 Castaneda moría en Los Ángeles, a causa


de un avanzado cáncer de hígado, como hemos señalado en el recuento
anterior. Él culpaba de su enfermedad a Don Juan ─por haberle hecho
consumir tanto tóxico psicotrópico─, pero sus biógrafas sostienen que le
gustaba beber, sobre todo aquellas orondas botellas de “Mateus”. Tenemos
que agradecer, pues, a Castaneda la inmensa tradición espiritual que
destapó con su obra, sobre todo en los cuatro primeros libros, pero una
muerte tan prosaica es una evidencia de que quizás no llegó a estar a la
altura de las potencias iniciáticas que afirmaba poseer.

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El Lector de Castaneda

Recuento de la Muerte de La Gorda


La elasticidad estilística del “recuento” nos va a permitir ahora consignar,
a través de sus específicos ítems, los hitos fundamentales de uno de los
sucesos claves para entender qué y cómo ocurrieron las cosas en el
entorno íntimo del último Castaneda. Muchos lectores consideran que, de
hecho, más aún que la muerte de Don Juan o la del propio Castaneda, es
quizás la muerte de La Gorda el principal punto de inflexión para
entender el misterio del comportamiento de su grupo de videntes en las
etapas finales. Veamos por qué.

Comencemos por hacer un encuadre histórico. Estamos en 1985.


Castaneda vive con Taisha y Florinda en una pequeña mansión cerca de
Sta Monica Blvrd, llamada la "Casa de Pandora".

Hacía ya varios años que Don Juan y su grupo natural de videntes


habían partido hacia la tercera atención, a través del críptico ritual de
encender al unísono el Fuego Interno de todos los participantes.

Castaneda y algunos de los aprendices de la siguiente generación


fueron testigos del espectacular evento, que por tanto está descrito en sus
obras con cierto detalle. Con trascendental esplendor, diríamos −pues
nada hay tal vez más importante en las enseñanzas que la forma en que
verdaderamente muere un hombre de conocimiento.

En principio, y siempre según la única versión que tenemos, que


es la de Carlos, Don Juan había formado un grupo de aprendices, con
Castaneda a la cabeza como nagual, de acuerdo con la Regla. Pero cuando
se dio cuenta de que Castaneda era un "nagual de tres puntas" −una
configuración un tanto excepcional en las estructuras tradicionales de la
Regla−, admitió también a otros aprendices, no tan "indígenas", para
ampliar o completar la configuración necesaria. Taisha y Florinda eran las
más representativas de esta línea paralela, mientras que La Gorda era
quizás la aprendiz más activa y directivista del grupo original tradicional
(con Pablito, Eligio, Néstor y las "hermanitas").

Empezó a haber tensiones entre los dos grupos, toda vez que
Castaneda seguía siendo el nagual de ambos; y el hecho de que Castaneda

265
Recuentos Críticos

conviviera con Taisha y Florinda muestra claramente sus preferencias,


cosa que enervaba sobremanera a La Gorda.

Un día La Gorda, conduciendo su coche, se cruzó con uno de los


"aliados" de Don Juan. Aparcó y se puso a buscarlo, y entonces vio
claramente cómo Doña Florinda, la guerrera del grupo natural de Don
Juan que, desde el más allá, estaba encargada más especialmente de la
instrucción de los aprendices terrenos, se le aparecía en la calle, cerca de
la "Casa de Pandora".

Inmediatamente entró en la casa, muy excitada, para notificarles


a los tres lo que había visto, pero no la creyeron y se burlaron de ella. La
tensión creció sobremanera, especialmente entre las dos brujas güeras y La
Gorda.

La Gorda insistía en que esas apariciones significaban que ya era


el momento en que ellos también hicieran el ritual del Fuego Interno para
entrar en el más allá y unirse al grupo de Don Juan, argumentando que
tenían ya todos energía de sobra para hacerlo. Pero Castaneda decía que
no, que aún tenían mucho que hacer y que ver en este mundo físico: que
no era el momento.

Ante esta negativa, La Gorda reaccionó con una visceral "huida


hacia delante", y anunció que ella no podía esperar más y que iba a hacer
el "cruce" ella sola, puesto que no querían acompañarla. Taisha y Florinda
se rieron, ofensivas, y Castaneda la retó a hacerlo: "Pues véte, si ése es tu
deseo", le dijo.

La Gorda se distanció unos pasos y recitó las fórmulas toltecas del


ritual, que ella conocía particularmente bien, totalmente decidida a
provocar el trance. Castaneda se volvió para presenciarlo, diciendo: "esto
no me lo pierdo"; y las dos brujas redoblaron sus burlas y carcajadas
viendo a La Gorda convulsionarse.

De repente, la habitación estalló en llamas. La literatura esotérica


recoge multitud de casos llamados de "combustión espontánea", en los que
los síntomas son parecidos a lo que debió ocurrir: el cuerpo de La Gorda
empezó a arder, entre espasmos y convulsiones, consumiendo
rápidamente sus ropas y sus cabellos. Hasta que, a los pocos segundos, el
fuego se extinguió y la Gorda se desplomó sobre el suelo, inerte,
chamuscada y llena de purulentas llagas.

266
El Lector de Castaneda

Castaneda se acercó a tantearla y certificó que estaba muerta. Las


dos brujas no salían de su asombro. Se habían quedado sin habla,
estupefactas.

Antes de que pudieran reaccionar, empezó a formarse una figura


en la estancia, y Doña Florinda volvió a materializarse delante de los tres
aprendices. La sorpresa se multiplicó en sus rostros, pero el de Doña
Florinda no expresaba precisamente alegría.

"¿Cómo habéis podido joderlo todo tan totalmente?", les dijo. "Sois
unos inútiles. Solamente os dimos una misión, que era preservar vuestra
energía, y ni eso habéis podido hacer".

"Repararemos este error", se excusó Castaneda. "No pasa nada.


Tenemos muy claros nuestros planes, y disponemos de suficiente energía
para conseguirlo".

"¿Ah, si?", dijo Doña Florinda, escéptica. "Pues eso espero, porque
ahora estáis solos. Habéis roto con un linaje. A partir de ahora nos
desentendemos de vosotros. Os abandonamos". Y, dicho esto, hizo un gesto
con el puño como simulando tirar algo al suelo con fuerza; miró por un
momento a Castaneda con tristeza, se dio media vuelta, y se desvaneció."

Florinda (Donner) salió corriendo detrás, desesperada, gritando:


"¡Llévame contigo, no te vayas, llévame contigo!". Pero Castaneda la
contuvo con fuerza, suplicándole que se quedara con él, y diciendo para
sus adentros "no te llevarás a mi esquina, a mi soporte".

Ante el cadáver, pues, de La Gorda, Castaneda y las dos brujas se


quedaron de pie, mirándose, sopesando la situación, y Florinda fue la
primera en hablar: "Espero que realmente sepas lo que haces", le dijo a
Castaneda, como dándole a entender que habría de ser espléndida su
misión secreta si tenía que compensar tan exorbitado sacrificio, tan
irreparable pérdida, en todos los sentidos.

Castaneda la tranquilizó diciendo: "No les necesitamos. De


verdad. Tenemos un pacto con los seres inorgánicos que nos otorgará una
eternidad de poder. Solo necesitamos la energía de la conciencia de una
masa crítica (de gente). Cabalgaremos en la cúspide del poder". Y se le
veía tan seguro de sus afirmaciones que consiguió convencerlas.

Por supuesto, el lector se preguntará cómo es que sabemos que las

267
Recuentos Críticos

cosas ocurrieron de esa manera. Pues la versión que Castaneda ha


difundido acerca del fin de La Gorda sostiene que ésta tuvo un ataque de
egomanía, en el curso de una discusión, y cayó fulminada por un síncope
o un ataque cardíaco. Argumenta que, efectivamente, la tensión entre los
dos grupos de aprendices se había vuelto insostenible, pero responsabiliza
a La Gorda de ello: su afán de directivismo y sus celos por el éxito editorial
de Castaneda la consumían. Aquel desenlace fue triste, pero se le veía
venir.

La versión aquí expuesta es la articulada a través de distintas


fuentes de allegados, y condensada por el grupo (crítico) de "Casting
Carlos Castaneda". Examinando toda la ingente cantidad de
documentación e informaciones, oficiales o paralelas, hilvanada a través
de revistas, seminarios, apuntes, entrevistas, comentarios y testimonios del
entorno del grupo de Castaneda, en el marco de los hitos y lugares
comunes de una fenomenología de los grupos esotéricos, la verdad es que
una versión de los hechos como la ofrecida aquí gana muchos enteros en
una escala de consecuencia y credibilidad. Es fácil que las cosas
sucedieran así. Tiene sentido. Aunque, como todo en esta historia, no pasa
de ser una interpretación.

El sentir general es que Castaneda reaccionó así porque


efectivamente había hecho un trato con los seres inorgánicos. Veamos.
Una de las piedras angulares de este trabajo es que, de manera natural, la
mayoría de los avatares se pervierten. Digamos que forma parte de la
estructura, del orden de las cosas, casi de La Regla. Si estudiamos la
historia de los maestros y gurús, visionarios y guías espirituales,
comprobaremos que la mayoría, sin descrédito por ello del valor de su
mensaje, de su aportación evolutiva al Conocimiento, a la tradición
esotérica, tarde o temprano sucumben a las trampas de los que el mismo
Don Juan, ya en el primer libro, llamaba los "4 enemigos del hombre de
conocimiento": el miedo, la claridad, el poder y la vejez.

Queda claro desde un principio que Carlos no era un "Eligio". Y,


finalmente, que ha roto un linaje tolteca. Pero ha abierto mil caminos
espirituales entre la gente buscadora, en un momento clave de la historia;
clave precisamente por la falta de valores y por la urgencia por encontrar
nuevas alternativas de crecimiento interior. Que esa ruptura viniera
motivada por las maniobras de los seres inorgánicos le da un aire de
perfidia a las intenciones de Castaneda; pero en el fondo, a nosotros,
buscadores sin esperanza ninguna de encontrar un verdadero nagual, nos
es indiferente. Si nuestra atención como "masa crítica" de lectores, de

268
El Lector de Castaneda

seguidores, le ayuda egoístamente, con o sin sus brujas, a preservar su


conciencia más allá de la muerte, es algo que no nos debe de preocupar
mientras por nuestra parte seamos capaces de extraer de sus enseñanzas
elementos suficientes para evolucionar debidamente. Allá él. Es su
problema. ¿Quiénes somos nosotros para juzgarle? Aunque viva mil años
más a costa de mi energía, mi humildad me seguirá obligando a estarle
agradecido, pues encontré en sus libros un verdadero punto de referencia.
Ésa es la cuestión.

A partir de aquel suceso, la muerte de La Gorda, el resto de


aprendices de su grupo, las "hermanitas" y los "genaros", rompieron
relaciones con Castaneda, y éste con aquéllos. Pero es fácil que aquellos
aprendices, si verdaderamente eran buenos guerreros, acabaran
encontrando otro verdadero nagual ("siempre tendremos a Eligio"), para
continuar con su linaje a la manera tradicional, preservándose así el
debido hermetismo que siempre les caracterizó.

A veces pienso: ¿qué hubiera pasado si Castaneda hubiera


ascendido "en cuerpo y alma" a los cielos, en plena era de la información?
¿Qué hubiera pasado si semejante ritual iniciático hubiera sido filmado, o
atestiguado de tal forma que científicamente hubiera sido irrefutable más
allá de cualquier duda razonable? Ahora mismo no estaríamos aquí. El
mundo entero habría cambiado, sacudido por el milagro. Pero las cosas no
son tan simples. La supuesta resurrección de Jesús también es al fin y al
cabo un acto de fe. Quizás sea consustancial al camino espiritual un
margen de duda suficiente para que podamos decidir. Si el bien fuera
irrefutable no existiría el mal. Y viceversa. Ahí queda el mensaje, los libros
de Castaneda. Ahora, que cada cual decida lo que está bien y lo que está
mal. ¿Los avatares se pervierten para que la perfección no sea redonda, y
así el juego de la conciencia pueda continuar? Tal vez.

269
Recuentos Críticos

Recuento de los Seminarios de Cleargreen


El resultado manifiesto, público, de los cambios operados en Castaneda y
su nuevo grupo de allegados pertenecientes a la Regla del “nagual de tres
puntas” fue plasmándose en las charlas informales, la revista Nagualist,
los intentos abortados de la nueva editorial, los primeros videos de
Tensegridad, etc. Pero donde más claramente quedaron configurados es en
la dinámica de los Seminarios que la “corporación” de Cleargreen empezó
a impartir por todo el mundo. Analicemos ahora en este Recuento las
características de este fenómeno y las implicaciones más concretas de estas
nuevas formas de “enseñanza”.

En comparación con otros encuentros o congresos de la órbita


alternativa, lo primero que llama la atención de los seminarios de
Cleargreen es lo caros que son. Pagando por adelantado; sin facilidades ni
excepciones. Nunca se les ha oído disculparse lo más mínimo por esta
cuestión. Y, claro, teniendo en cuenta la esencia de austeridad que nutre el
camino del guerrero, este hecho constituye cuando menos una
incoherencia, un exclusivismo, un incómodo testimonio para la cultura
espiritual.

Todo aparece envuelto en un marketing típicamente americano:


camisetas, bolitas, pisapapeles, recuerdos, folletos, logos estudiados, diseño
gráfico... Se nota que han contratado a algún gestor titulado, máster en
empresariales. Resulta asqueroso. Sobre todo para la "vieja" cultura
contestataria europea.

¿No decía literalmente Don Juan que nunca veremos a un


verdadero hombre de conocimiento cobrando por sus servicios como
"vidente titulado"?

A nivel más metodológico, entrando ya en materia, lo que más


perturba a muchos seguidores es que nadie explica nunca de dónde
vienen los Pases: cómo y por qué se articulan de la forma concreta en que
lo hacen. Muy de pasada, en algunas reuniones íntimas, Castaneda decía
que eran los "seres inorgánicos", a través de profundas experiencias de
ensueño, los que le mostraban cómo había que realizarlos. Pero estaba
claro que no quería concretar más. Muy conveniente. Pues si mover el
brazo en una dirección u otra tenía definidas repercusiones energéticas

270
El Lector de Castaneda

(como podía ocurrir), sería embarazoso contradecirse en las instrucciones


(como de hecho ocurría). Si no existía una fuente objetiva de consulta o
elucidación, tampoco existiría responsabilidad en los errores, o
trascendencia en las diferencias de interpretación. Las brujas siempre se
resistieron también a explicar esta indispensable génesis.

En realidad, algo similar ocurre con los asanas del Yoga o los
pases del Tai-Chi. Ha llegado un momento en que cada maestro enseña sus
propios movimientos, justificándolos según sus propias vivencias e
interpretaciones. Y al final se acaba pasando por alto la cuestión
elemental, pues ¿cómo se puede hacer bien un movimiento si no sabemos
a ciencia cierta con qué propósito se construyó?

En los recuentos y citas anteriores hemos detallado ya los defectos


inherentes de la tensegridad, según nuestro punto de vista: improvisación,
ridículo, arbitrariedad, etc. En los Seminarios uno enseguida comprueba
que todas las nuevas series de pases (enseñados presumiblemente desde el
ensueño) siguen teniendo exactamente los mismos fallos que los
anteriores. ¿No va en contra de la "inaccesibilidad" del guerrero hacer
seminarios públicos donde se pisotea el debido hermetismo del
conocimiento en aras de un beneficio económico? ¿A esto se reduce la
revolución tolteca?, podría preguntarse un observador imparcial. ¿Qué
hay aquí que pueda realmente cambiar el mundo?

Quizás lo más grave es que se exagera en su misma


denominación. Pues insisten en que son "pases mágicos", pero el 90% de
los asistentes no ve magia por ningún lado: nada realmente "distinto"
ocurre en todo el seminario, ni haciendo los pases, ni experimentando sus
efectos. Solo, claro está, el mismo bienestar, o las individuales
"iluminaciones", que se consiguen después de un buen Tai-Chi o un sessin
de Zen. Pero ya está. ¿Dónde está la Magia? Hasta en Lourdes se ven más
milagros.

Por otro lado, ellos mismos, las brujas y los monitores, no son tan
"impecables" haciendo los pases: les falta ritmo, exactitud, acabado.
Cualquier coreógrafo profesional detectaría fallos de preparación y
ensayo. Para ser responsables a la hora de articular un congreso tan caro,
lo cierto es dejan traslucir mucha improvisación en la organización,
muchos cambios de planes, equivocaciones, etc. La única que hacía los
pases realmente bien era el "explorador azul"; era la única a la que daba
gusto ver moverse, con su tonal incontestable.

271
Recuentos Críticos

La dinámica básica del seminario se reduce a la fórmula "haced


esto igual que nosotros, repetid nuestros movimientos". Esta nueva serie de
pases (por ejemplo) se llama "acechando el fuego dormido" (un sonoro y
sugestivo título para la nueva serie siempre hace que la gente evoque
curiosas imágenes). Pero una clase de baile, o de Chi-Kung, ¿no valdría
igual?

Por supuesto, tienen respuesta para todo. Cualquier duda


metodológica es rápidamente sistematizada: "No os preocupéis si os sentís
desbordados por tanto pase. El nagual decía que eso provoca una
saturación energética que es positiva para el cuerpo luminoso", etc, etc.

Para quien ha conocido, o sobre todo sufrido, las dinámicas de las


sectas, no es difícil identificar sus sutiles pautas. Se respira esa dinámica
encandilada por todas las esquinas: "mira, aquélla es Florinda... me ha
mirado... dicen que mañana vendrá Castaneda... fíjate en la magia del
explorador... he visto un aura!". El guión, los tópicos, las manías, los
personalismos: todo huele a sospecha de secta.

Por poner solo un ejemplo: una vez dijo Castaneda que a él no le


gustaba el término "espiritual". Vaya usted a saber por qué. Pues dicho y
hecho: basta con que en el seminario utilices esa palabra, en el contexto
que sea, para que enseguida te llamen la atención o te miren por encima
del hombro: no uses el concepto “espiritualidad” porque no le gusta al
nagual Castaneda.

¿Qué es, pues, lo que vale el dinero que hemos pagado? Los pases
no dicen nada; y las charlas, que son la otra mitad de la dinámica,
tampoco aclaran ni aportan gran contenido nuevo. Se limitan a repetir lo
dicho ya en los libros, en anteriores entrevistas o artículos, etc.

Huelga decir que ni Florinda ni Taisha hicieron, en todo el


seminario, más de dos o tres series de pases. Todo ese esfuerzo físico, por
supuesto, corría a cargo de los monitores-aprendices de Cleargreen (en
total unos diez). Ellas, las brujas, debían de ser ya muy "mayores" para
semejante esfuerzo. Y su labor, pues, se limitaba a dar charlas, introducir
los pases, y acompañar o corregir alguno. Pero sin matarse, por supuesto.

Florinda, tenemos que decirlo, es un espanto como


conferenciante: su forma de hablar, excesivamente incoherente y
campechana, con múltiples defectos sintácticos, acaba por extenuar, por
no aterrizar en ningún lado. Tiene el típico defecto de dejar las frases sin

272
El Lector de Castaneda

terminar, teniendo que completarlas a base de gestos y muecas. De hecho,


habla tan mal que se hace un poco inverosímil su labor literaria. Lo cual
engrosa los argumentos de los que la acusan de no ser la verdadera autora
de Shabono y El sueño de la bruja, sus dos éxitos editoriales. Hay algo
profundamente arrebatador y caprichoso, pero también despótico y
tramposo en su personalidad.

Taisha es más humilde, más misteriosa y atractiva, y mucho más


coherente, pero tampoco hay nada espectacular en su discurso. Ninguna
enseñanza que se pueda desprender poderosamente de él. Parece que le
falta la fe, la alegría, la luz que le sobra a Florinda. Pero, con todo, a mi me
agrada mucho más. Cuestión de gustos.

De todas formas, ambas también se suicidarían o desaparecerían


después de la muerte de Castaneda, dejándonos despiadada e
incómodamente colgados. Dicen que una de las dos sobrevivió, escondida
y acechando bajo cuerda, o quizás desde el "otro mundo". Pero ya se sabe;
se dicen tantas cosas. Ésa es otra de la comidilla de las sectas. Los
inalcanzables secretos del círculo íntimo de adeptos...

En un último apéndice a los despropósitos del seminario,


recuerdo que el último día Florinda intentó sorprendernos con un número
especial: una especie de síntesis entre danza y pases que una de las
aprendices (una de las monitoras-chacmoles a las que tan maternalmente
llamaba "sus niñas") había ensayado en particular; una sesión individual
que duró unos 20 minutos, y que resultó un tanto lamentable por varias
cuestiones: en primer lugar, se notaba que era la típica ocurrencia
improvisada de Florinda: quedaba muy forzado. En segundo lugar,
plantearlo así contradecía la misma filosofía de los pases: pues podemos
centrarnos en su esencia rítmica, o en su significado energético, pero no
en las dos cosas a la vez. A la pobre aprendiz se la veía un tanto agobiada.
Nerviosa. Como estaba claro que era una ocurrencia de última hora, no lo
hacía bien. Y es que, en definitiva, ni siquiera como "suplemento del show"
resultaba creíble un apaño así: no necesitábamos "entretenimientos",
divertimentos de ningún tipo; sino algo de magia verdadera.

Este autor ha conocido todo tipo de escuelas esotéricas y


comunidades religiosas, y por tanto a sus respectivos guías. Y ha
comprobado cómo, efectivamente, la gran mayoría de alguna forma o de
otra se pervierten, pues el poder sobre las creencias íntimas de una
persona es algo muy serio, algo irresistiblemente manipulable. Y todos
somos miserables. La pregunta es si los remordimientos de las brujas les

273
Recuentos Críticos

condujeron al suicidio, o la miseria de su cobardía aún las mantiene


escondidas. Pero lo triste es que no hay más que esas dos opciones. No
pueden esperar “compasión” de unos guerreros de los que ellas mismas
abusaron tan despiadadamente.

274
El Lector de Castaneda

Recuento de Oportunistas
Dilucidar hasta qué punto Castaneda ha sido un verdadero “avatar” o un
“falso gurú” es esencial no solo por las implicaciones epistemológicas y
morales sino por las consecuencias de su testimonio en las culturas
alternativas. Si la gente concluye, consciente o inconscientemente, que las
enseñanzas son fraudulentas, la falta de respeto y el oportunismo
generará un sin fin de imitadores que, aprovechando el tirón de la
popularidad del neo-chamanismo, intentarán buscarse la vida haciendo
más o menos las mismas trampas sutiles. Nosotros hemos conocido
verdaderos guerreros, ensoñadores y videntes, dignos representantes de
los aspectos más positivos del mensaje castanediano. Pero también nos
hemos topado con muchos personajes fraudulentos −quizás la mayoría. Y
queremos, en este recuento, describir sus características y dinámicas para
llamar la atención sobre el peligro de las banalizaciones sectarias, falsos
naguales y malos imitadores nacidos a partir de una mala interpretación
del fenómeno Castaneda. Un peligro real, devastador y miserable.

Una primera categoría está determinada por la proliferación de lo


que podríamos llamar los “maestritos”: Normalmente son varones de entre
20 y 30 años, con buena presencia y nivel de éxito sexual, viajeros
experimentados y cultos, monitores o incluso propietarios de centros
culturales urbanos o rurales en donde imparten sus enseñanzas, y con una
notable auto-confianza en su carisma y poder de oratoria.

Son personas con el convencimiento íntimo, inconfesable pero


inalienable, surgido a través de una razonable retahíla de lecturas
escogidas, viajes, ceremonias y encuentros, coronados por alguna
experiencia mística o psicotrópica de especial relevancia, de que son
auténticos iniciados iluminados, escogidos por el Destino para difundir
por el orbe la síntesis más acertada de todas las tradiciones místicas,
síntesis que solo ellos han conseguido descifrar.

Pero basta escarbar un poco en sus actividades para empezar a


descubrir sus contradicciones. El cuerpo del Conocimiento es demasiado
vasto, y ningún buscador joven puede librarse de poseer grandes lagunas.
Están convencidos de ser verdaderos “avatares”, pero solo están
deslumbrados por el innegable impacto de sus fragmentadas experiencias
espirituales.

275
Recuentos Críticos

Así, los “maestritos” son capaces de hablar durante horas sobre la


importancia capital de la humildad en el camino espiritual, manteniendo
incluso que un verdadero sabio nunca se considera superior a su
interlocutor, tenga la apariencia que tenga. Pero la realidad es que si
aparece en la sala de la conferencia un oyente de edad avanzada, o con
aspecto de marginado, con el que se pone a polemizar, en vez de
interesarse por sus experiencias, que sería la postura verdaderamente
humilde, el maestrito automáticamente le considera un viejo desfasado
ante el cual debe ser condescendiente porque es imposible que haya
avanzado tanto como él.

Otro ejemplo: Asistimos a un concierto de "cuencos tibetanos" a


cargo de un joven que reune todas las características del maestrito. 45
minutos de concierto, bastante mal sincronizado para un oyente que sea
músico o profesional del espectáculo, y una insufrible hora y media
subsiguiente soportando, con la excusa de la "ronda de preguntas", sus
puntualizaciones y apreciaciones personales, como si el protagonista del
evento fuera él y no el mágico sonido de los cuencos. "Yo hago esto, Yo
hago lo otro, Yo siempre digo que, Yo me inicié muy pronto en, Yo he
tenido muchas experiencias sobre, Yo acepto, Yo no tolero, Yo pienso que,
Yo vivo en un mundo de conciencia, Yo soy arte, Yo no busco nada, etc,
etc". Total, porque lleva dos años subido al carro de la moda de los
cuencos. Es horroroso.

Las disciplinas más peregrinas son plataformas idóneas para el


egocentrismo de los maestritos precisamente porque constituyen
especializaciones únicas en constante actualización. Un monitor dirige
unas dinámicas llamadas "Proceso Evolucionario Fase XIII", y se anuncia a
si mismo como "Maestro de Maestros en EMF Balancing Technique", así
que ¿quién le tose? ¿quién hay que le pueda contradecir, si lo que enseña
solo lo sabe él y su familia a las horas de comer?. Otro imparte un
Seminario de Metafísica Cósmica, y se anuncia como Maestro Hach Ben
Faqui, fundador y creador de IESMAC, miembro honorable de la
Fraternidad Blanca y la Federación Galáctica. ¿Cómo no va a tener ego,
con esas pompas?

Dios nos libre de los maestritos, pues, a la hora de ejercer de


“apóstoles” del conocimiento naguálico legado por Castaneda. Pero es que
la situación en los “grupos de tensegridad” oficiales −con los que
abordamos una segunda categoría− tampoco es mucho mejor. Nos
referimos a todos aquellos lectores de Castaneda que se han decantado por

276
El Lector de Castaneda

Cleargreen y sus seminarios de Pases Mágicos como auténtica


continuación de las enseñanzas de Castaneda, adoptando sus directrices
doctrinales casi como principios dogmáticos y eclesiales: los acérrimos
practicantes de la Tensegridad.

Bueno. No es necesario explicar con detalle el rechazo que


sufrimos todos aquellos que en su momento nos proclamamos críticos con
las últimas etapas de la trayectoria de Castaneda. Aquello fue un auténtico
“cisma”; y faltó poco para que se nos tachara de herejes. Pasados los años,
como es natural, quisimos conocer el estado y desarrollo de aquellos
grupos de practicantes oficiales que se seguían reuniendo en la ciudad
para practicar sus series de pases, y esto es lo que encontramos: a) Ningún
cambio espectacular ni diferencia con cualquier otro grupo que se
reuniera semanalmente para hacer Tai Chi. B) El mismo rechazo, y una
mayor falta de gentileza y simpatía, hacia todos aquellos disidentes que
seguíamos dudando de la autenticidad de la Tensegridad o del magisterio
de Cleargreen. C) Una alarmante desconexión y desinterés por todos los
no-haceres, enseñanzas y procedimientos pertenecientes a las primeras
etapas de la obra de Castaneda, incluido el ensueño, los aliados y, lo que es
más triste, la costumbre de las caminatas y el contacto con la tierra. d) De
hecho, su fe y su focalización en la Tensegridad como camino exclusivo de
crecimiento eran tan absolutos que, declinando toda polémica o diálogo,
literalmente insistían en remitirnos a una postrera instrucción de
Castaneda que aconsejaba “tirar todos sus libros a la basura” para
centrarse exclusivamente en la Tensegridad.

Huelga decir, pues, que no se fraguaron grandes amistades en


aquella aproximación a los grupos “ortodoxos” de practicantes y asistentes
fieles a los seminarios de Cleargreen. Pero, con todo, respetamos su
apuesta, y quizás sea aún pronto para decidir quién ha optado por la
dirección correcta. Igual al final se demuestra que nosotros estábamos
equivocados, y que los Pases eran “mágicos” de verdad.

Donde no hay magia de verdad es en la legión de “falsos


naguales” −tercera y última categoría− que, desvirtuando las enseñanzas
con un eclecticismo disparatado, intentan sacar partido de los métodos
iniciáticos del neo-chamanismo. Permítanos el lector, pues, centrar en
estos testimonios el contenido principal de este Recuento, y pasemos a
describir con cierto detalle cómo funcionan este tipo de imitadores, para
evidenciar su desatino y su peligro espiritual.

Estamos, por ejemplo, en el Pirineo. En el entorno de un popular y

277
Recuentos Críticos

activo “centro alternativo” rural. Donde una auto-denominada instructora


neo-chamánica nos invita −previo pago, por supuesto, de la
correspondiente tarifa en metálico− a una sesión iniciática en la
naturaleza en la que se nos “promete” recapitular, sin tapujos, y luego
ensoñar y viajar a las entrañas mágicas de la montaña. Como si esas
técnicas fueran tan fáciles. Exigen toda una vida empezar a controlarlas, y
ella lo promete en un día de campo, sin más preparación ni introducción a
la cosmología tolteca.

En fin. El grupo de asistentes al cursillo está constituido por 3 tíos


y unas 20 alternativas cincuentonas, todas ellas naturistas, pero bastante
inexpertas en los pormenores de la obra de Castaneda. Tan diseñado para
ellas estaba el cursillo que de hecho solo había que caminar unos escasos
100 metros para llegar al lugar de las prácticas: un bosquecillo de encinas
justo al lado de la carretera. Supongo que, bueno, da gusto trabajar con un
público tan light, tan manipulable, tan maternalmente condescendiente.

La práctica que vamos a realizar consiste en esencia en ponerse a


dar vueltas alrededor de unos árboles, cada cual en el suyo. A ese sencillo
“no-hacer” se reducía toda la propuesta de recapitulación. Ni siquiera
había que subirse a los árboles, en plan Taisha. Solo había que estar tres
horas caminando dándole vueltas al tronco (del árbol que cada uno haya
cuidadosa o informalmente elegido) en sentido antihorario, y con una
maraca en la mano.

Yo, desde luego, nunca he oído hablar de semejante no-hacer


para recapitular. En ningún libro ni foro. Es el típico no-hacer de síntesis
de la factoría Miyo, perfecto precisamente para amoldarse a todas las
circunstancias. “Soltadlo todo; no os asustéis si os vienen emociones
fuertes”. Ella nos prepara como si fuéramos a tener una catarsis. Pero solo
es el viejo truco de cansarse haciendo no-haceres en contra de tu voluntad
o costumbres: siempre revuelves sentimientos. El subterfugio de las
maratones de Arco Iris. Llamarle recapitulación tolteca a esto no deja de
ser una jetada.

El concepto es falso, pues. Y la conducción un tanto torpe.


Descuidada, desorganizada, perezosa. Tenemos que llevar todos un
pañuelo, pero luego se le olvida decirnos para qué. A unos les explica lo de
las ofrendas, a otros no. Unos con sonajeros, otros con tambores, otros con
campanillas como las ovejas, el guirigay que se forma en cuanto todos
empiezan a tocar es dispersante y caótico, nada proclive a la

278
El Lector de Castaneda

concentración. No hay una sensación de orden, de control, de


impecabilidad, de propósito: todo está llevado casi al límite de la chapuza.
Dando la mitad de las cosas por sobreentendidas.

Nos pone a dar vueltas cada uno a su encina, “recapitulando”


(por supuesto, no dice nada sobre qué es la recapitulación, ni de las
complejas sutilezas que, a ese respecto, explica Castaneda sobre la
memoria o la respiración). Y ¿qué hace ella? Lo menos que esperas es que
se pase uno por uno por cada árbol dando consejos y orientación personal.
Pero solo lo hace con los más a mano. Al mío ni se acercó en las tres horas,
sencillamente porque estaba un pelito difícil de llegar. Había que
agacharse bajo unas ramas. No encontraba el camino. Así, esta supuesta
maestra de guerreros se limitaba a vigilarnos desde la distancia, sin
quitarse sus gafas negras, diciendo “no os paréis” de vez en cuando. Ése
era todo su tutelaje.

Y, claro, como la gente es así de cándida, y se suponía que “había


que dejarlo salir todo” (interfirieras o no en el silencio concentrado de los
demás), había quien se ponía a llamar a su mamá, a voz en grito, a reir, a
llorar, a dar la nota. Incluso creo que hubo una que se puso a cantar un
villancico. Esplendoroso.

En fin. No-hacer más blando era imposible. Pues, con todo, hubo
tías que “no podían más”. Llegaron exhaustas a la hora de la comida. La
monitora insistía en que no se comiera mucho, porque luego había que
“ensoñar”. Pero todo el mundo se puso hasta el culo. Había hasta
longanizas y croquetas de zanahoria. Baúles de delicatessen preparadas en
casa

Y ¿en qué consistía la prometida experiencia de “ensueño” y viaje


mágico que nos había preparado para después de comer? Pues ya se
imaginan. En acostarse a dormir la siesta, todos con la cabeza hacia el
tronco de la encina, mientras ella daba las típicas pautas en voz alta de
cualquier sesión de “visualización creativa”: que si te encuentras con tu
animal de poder, que si llegas a la cueva de la esmeralda, que si ahí te
encuentras a tu guía, que si le haces una pregunta trascendental, etc, etc.

En mi pueblo eso se llama “visualización creativa guiada”. No


“ensueño” y “viaje consciente por las entrañas mágicas de la montaña. Las
cosas hay que llamarlas por su nombre. Pero lo peor es que tampoco lo
hizo bien: distanciaba mucho las pautas, sin originalidad ni imaginación,

279
Recuentos Críticos

sin riqueza ninguna de elementos. Sin nada de lo que hay que hacer para
favorecer precisamente una buena visualización.

Hablaba, además, de que teníamos que introducirnos en la fase


REM (acentuando la M final con ese deje típico del profano que usa
términos especializados), como si eso también fuera cosa de cerrar los ojos
y ya está. No sé. Se arriesga a que haya algún psicólogo o neurólogo que le
diga cómo es el proceso específico del dormir y del soñar, que la corrija
sobre cómo son los verdaderos ciclos de fase REM, etc. Pero o bien tiene
suerte y los que hay son psicólogos tímidos, o bien ella ya sabe, porque las
conoce de otras veces, que trata con tías crédulas, amables y poco
formadas.

Así que, como es lógico, muchas tías se pusieron a roncar. Pero ni


de eso parecía darse cuenta. O no le importaba. Sabía que, como de hecho
ocurrió cuando terminó la práctica, muchas se pondrían a reportar
maravillas sobre sus experiencias en el más allá. Como si realmente
hubieran vivido un momento irrepetible. Como si no existieran los cascos
y los canutos.

De hecho, cuando más tarde le hicimos ver que algunos


estábamos ya de vuelta de todas estas gilipolleces, nos salió con su
justificación definitiva: “¡El caso es que a la gente le gusta, lo aprovechan,
le sacan partido, ellas mismas me lo piden, me lo demandan!” Así que, en
definitiva, es posible que sí, que la culpa la tengan los participantes. Pues
hace falta ser pánfilo para andar pagando, a los 50 años, para que te
lleven un día al campo a dar vueltecitas a un tronco, para luego merendar
y echar una siesta, y salir encima convencido de que tus maestros te han
revelado la esencia de las enseñanzas trascendentales del chamanismo.
Señor.

En definitiva, condenamos a Castaneda por haber abusado de su


estatus de Avatar y por acabar corrompiéndose en una dinámica sectaria.
Pero es que los aprendices y discípulos no somos mejores. Basta imaginar
la cantidad de babosos que debió de conocer Castaneda dispuestos a
cualquier miseria con tal de alcanzar un puesto en la jerarquía. En la
comunión de los santos. Normal que no tuviera escrúpulos. Y lo más
descorazonador es que ésa es, más o menos puesta en evidencia, la
dinámica general de todas las iglesias y, por extensión, cualquier
estructura social o política donde el componente ideológico sea
importante. O no. Pues entre el proselitismo paroxista y animal de una
peña de forofos y el fascismo de un tribunal inquisitorial no hay tanta

280
El Lector de Castaneda

diferencia. Solo el escepticismo radical con que Don Juan explica el


concepto de desatino absoluto parece poner las cosas en su sitio.

281
Recuentos Críticos

Recuento de despropósitos “mágicos”


Aún podemos caer más bajo. El resultado de esas “apropiaciones
indebidas” de los sugestivos conceptos de Castaneda abunda en una
mezcolanza cuyas víctimas son los que con más inocencia se interesan por
el Más Allá. ¿Cuál es la esencia del mensaje? ¿De qué va el Conocimiento?
Es hora de ir abordando estas clarificaciones. Pero antes veamos en qué
han quedado tantas décadas de “revolución espiritual”. Y qué mejor
estandarte de la cultura popular que las películas de Harry Potter.
Centrémonos en ellas, pues hay que reconocerle el mérito de aglutinar
todos los desatinos de la mentalidad popular actual sobre la fenomenología
y la cultura de la Magia.

Para empezar, resulta que la enseñanza de las Ciencias Ocultas es


en el fondo igual que un Bachillerato católico. Toda la esencia
contracultural y anti-sistema que tiene el Ocultismo, que no por capricho
es "hermético", se despoja de sentido. El Conocimiento Iniciático viene a
ser igual que un Colegio de Jesuítas.

Igual que una liga de fútbol. "¡10 puntos para el equipo que vuele
más alto con la escoba...!". La misma competitividad infantil.

Con lo cual, en vez de enseñar una verdadera cosmología


hermética (aquello que Castaneda llama "la explicación de los brujos"), lo
que hacen es confirmar el orden oficial de las cosas, el del Estado y el
Capital, el del Vaticano. Un Magisterio tipo Ratzinger, pero teñido de
cuentos de hadas.

Peor aún: la ideología subliminal es fascista, tendenciosamente


nazi. Pues los niños con padres "no mágicos" son estudiantes con "sangre
sucia". Flaco servicio a la pedagogía contra el clasismo.

Cualquier historiador que sepa lo que hacían las verdaderas


brujas con sus escobas –los ungüentos de belladona y los aquelarres
sexuales, etc− pondría objeciones a la perpetuación del mito. Se ve que la
autora de los libros no tiene esa información antropológica, o al menos ese
rigor académico.

282
El Lector de Castaneda

En cualquier situación real, si uno "oye voces" dentro de su


cabeza, le llevan rápidamente al psiquiatra. Pero si el que las oye es Harry,
eso es porque es un gran mago. Claro que algún asesor editorial se debió
de dar cuenta de la incongruencia, o del peligro legal, pues en la película
la amiga de Harry se apresura a puntualizar que "oir voces siempre es
malo, se sea mago o no." Cosa que tampoco es verdad.

Y es que, por lo visto, una cosa es ser mago, y otra muy distinta es
ser inteligente. Pues hay que ver la cantidad de estupideces ignorantes que
cometen los videntes, sobre todo los más feos y tenebrosos, a pesar de ser
reputados profesores de Alta Magia.

Tampoco tiene nada que ver, por supuesto, el "talento mágico"


con la "espiritualidad mística". Nada de meditación, de amor por el
silencio, de solidaridad con los perdedores, de lucha contra el ego, de
disciplina o de renuncia, de amor por la pobreza o la sencillez. De hecho,
nunca se ve a Harry simplemente estudiando o haciendo arte
concentradamente. Todo su talento, que le ha sido dado por "ciencia
infusa", por injustísima y regalada herencia genética, está concentrado en
la acción, el deporte y la lucha: lo que le gusta a un machito normal de
nuestra sociedad occidental.

Por si no era suficiente con confirmar todos los tópicos del


Capital, aplicados a la Magia, no podía faltar el más insidioso, el más
nocivo de todos: el tópico de El Elegido. Harry Potter tiene todas las
marcas. Es el Mesías. El Salvador del Mundo. Es punto menos que perfecto.
Impecable. El gran modelo de santo a imitar.

Los best-sellers esotéricos no se dan cuenta del daño que hacen


metiendo indiscriminadamente en el mismo saco todo el bestiario de las
mitologías mundiales: trolls, basiliscos, unicornios, sátiros, arcángeles,
androides, aliens, zombies... Da igual la cultura de origen; si tiene nombre
raro y no existe, vale para el guión. Pero el mensaje subliminal que capta
el niño es que "no hay religión verdadera: todas son un cuento".

Todos esos seres son, además, convenientemente tontos. Se les


puede domesticar más fácilmente que a un caniche. Se les engaña
tirándoles una piedra para que busquen por otro lado. No son más que los
"animales de siempre", solo que más raros, más idóneos para el cine.

Aunque lo más grave es que, encima, hay cosas que se falsean.


Alevosamente. "¿Para qué sirve la mandrágora?", pregunta la profesora en

283
Recuentos Críticos

el invernadero mágico. Cualquier hierbero sabe que es afrodisíaca y


ligeramente alucinógena. Pero eso no debía ser políticamente correcto.
Ahora, cualquier chaval que ve la película sale con una información falsa
sobre botánica y fitoterapia elemental.

De todas formas, habría que decir que nos hemos centrado en


Harry Potter como paradigma de las interpretaciones comerciales del
esoterismo solo por poner un caso especialmente conocido. Pero no es el
peor. Mucho más perverso y aberrante es el guión cinematográfico de El
Código Da Vinci, al fin y al cabo dirigido a un público adulto. El cúmulo
de sus errores y disparates nutre un recuento mucho más extenso (ver la
obra del autor "Recuentos Brujos").

Y como son legión las obras y películas sucedáneas, tanto de


Harry Potter como de los éxitos de Dan Brown, acaba resultando
desmoralizadora la ingente cantidad de tergiversaciones comerciales e
interpretaciones peregrinas que se llegan a vender en las librerías. Al
menos las esotéricas deberían tener la elegancia de hacer una mínima
criba de credibilidad cosmológica, conceptual, académica.

Pero ya se sabe: ésa es la "magia" del mercado: puede estar


vendiendo libros esotéricos un sujeto que no cree en el ocultismo. Y
fabricando armas un acérrimo defensor del Evangelio. Todo vale para
rendir pleitesía al auténtico monarca del cosmos: don dineros. La
verdadera Piedra Filosofal de la Srta. Rowling. El verdadero ser inorgánico
que pervirtió a Castaneda.

284
El Lector de Castaneda

Recuento del Anillo de Poder


Así pues, que hagamos un esfuerzo por determinar las autorías de los
contenidos no significa que grandes sectores de la sociedad (esotérica) o
ciertos autores de renombre no sean deudores de las enormes posibilidades
de exploración que abrió la obra de Castaneda. De hecho, esa deuda es
mucho más profunda de lo que parece; y lo triste es que muy pocos se
atreven a reconocerlo. Más bien al contrario, son frecuentes las
usurpaciones y apropiaciones "indebidas" de conceptos y temas
significativos que radican en el fondo, se sepa o no, intencionadamente o
no, en los misterios que destapó Castaneda. Valga como ejemplo el
siguiente recuento.

"El Anillo de Poder permaneció durante tres mil años olvidado en


el lecho del río..." relata la voz en off en la introducción de la película de
"El Señor de los Anillos", haciendo que el espectador se embriague con la
evocación de un misterio tan ancestral y poderoso, tan evocador de
sugestivas y dramáticas conjuras, y ahora tan avalado por Hollywood.

Pero todo es un montaje de marketing. Quizás inconsciente. Pues


¿de dónde viene eso del "anillo-de-poder"? ¿Por qué ha elegido Tolkien
exactamente esas palabras, y por qué el cine las resalta con tanta pompa?

Las referencias semánticas lógicas nos retrotraen a los "anillos


reales", los distintivos de la realeza; o bien a los "anillos de compromiso",
los propios de los enlaces matrimoniales. Signos de poder y de sumisión,
sin duda. Pero nadie se refería a ellos como "anillos-de-poder".

Había también anillos con veneno, propios de cardenales


maquiavélicos. Y "anillos-talismán", con piedras especiales engarzadas,
propios éstos de hechiceros y videntes. Pero nuevamente se hablaba de
ellos como de "anillos con poder", no exactamente "anillos-de-poder".

En realidad, la primera y última gran referencia al término


"anillo-de-poder", aún flotante en el océano cultural de la semiótica
colectiva, proviene de Castaneda, de la tradición tolteca, naguálica. Pero
no tienen nada que ver con anillos físicos. Se trata de expresiones que
describen fenómenos muy complejos de índole perceptiva: el "anillo-de-
poder" es la configuración energética, ciertamente férrea y

285
Recuentos Críticos

retroalimentativa, de carácter circular, que se establece entre la realidad


física, la mente y los "chakras" y vórtices sensitivos del cuerpo humano. Un
círculo cuyo "centro" sustancial es quizás el "punto de encaje", el chakra
concreto responsable de la percepción.

Hay tres tipos de "anillos-de-poder", uno por cada clase de


"atención". Para entrar más detalladamente en las teorizaciones del sistema
naguálico acerca de la percepción no tenemos más remedio que remitir al
lector a los libros de Castaneda, pero en resúmen la percepción humana
funciona en tres distintos niveles de atención, según el plano vibratorio del
orden cosmológico que se "intente" percibir. (El "Intento", como acepción
del "poder espiritual", es también parte esencial de este complicado
proceso). "El segundo anillo de poder", título por cierto de la 5ª obra
publicada de Castaneda, es un intento (un tanto metafórico) de describir
los procesos que se ponen en juego a la hora de percibir el "mundo astral",
el mundo del ensueño, la realidad alternativa.

Como las obras de Castaneda han sido best-seller para una


extensa generación de intelectuales en épocas de intensa apertura social e
ideológica, no es aventurado afirmar, pues, que el término "anillo-de-
poder" se haya quedado vinculado, en el acerbo esotérico de muchas
personas, a procesos enigmáticos de gran trascendencia y poder evocador.

Pero no creemos que ése sea el caso de Tolkien, precisamente.


Primero, porque la redacción de su monumental obra es fácilmente
anterior, aunque no por mucho tiempo, a las obras de Castaneda. Y
segundo, porque está claro que su propia cultura mitológica bebe con
mucha más profusión de los escenarios y tradiciones del medievo europeo,
sin contaminación ninguna de los contenidos antropológicos americanos.
El "Anillo de los Nibelungos" y las leyendas del Grial sí están
clarísimamente detrás de las recreaciones literarias con que Tolkien
articuló su universo propio.

Ahora bien, el caso de los traductores contemporáneos de Tolkien,


del inglés al español, sí se nutre de diferentes "backgrounds" culturales. En
las versiones inglesas se pueden leer, casi indistintamente, las acepciones
"The Power Ring", o "The Ring of Power", según las editoriales, para
referirse al susudicho anillo perdido. En ambos casos, la traducción
estrictamente literal es "El Anillo del Poder", y no "El Anillo de Poder". La
presencia del artículo determinado "the" así lo sugiere.

Nunca, en la tradición terminológica de la mitología en lengua

286
El Lector de Castaneda

castellana, se habría hablado de "anillo-de-poder", que es un uso


infinitamente menos familiar que el de "anillo-del-poder", si no fuera por
la significación con que la obra de Castaneda ha revestido al primer caso.
Parece mentira, pero la presencia o ausencia de una simple "l" cambia
mucho las cosas.

Por consiguiente, aunque para Tolkien no es probablemente algo


determinante, para los traductores españoles la influencia de Castaneda lo
es tanto que raya en el oportunismo. No tradujeron: "el Anillo Poderoso", o
"el Anillo de la Fuerza", o "el Anillo Mágico", o "el Anillo del Poder".
Eligieron un término que jamás hubieran usado si Castaneda no hubiera
publicado sus obras: "el Anillo de Poder".

Lo cual, como conclusión, no pasaría de ser un oportunismo


semántico si no fuera porque constituye un ejemplo más de la falta
(inconsciente) de escrúpulos con que los artífices de la mitología
cinematográfica, de quizás mucha más relevancia pedagógica de lo que se
supone, desvirtúan un misterio verdadero para magnificar otro que no
significa absolutamente nada, en la línea de la ya excesiva canonización de
objetos talismánicos vacíos de contenido como puede ser el famoso "Grial":
esa copa que, porque supuestamente bebió de ella Jesús, confiere
supuestamente la vida eterna a quien la encuentre.

El caso del Grial es un buen ejemplo, quizás el mejor, de la


verdadera colección de disparates que nutre la cultura esotérica popular.
Porque a) no está ni de lejos probado que esa copa existiera o que el
(también supuesto) Hijo de Dios bebiera de ella; b) la apropiación que las
leyendas artúricas han hecho del Grial es totalmente arbitraria; c) el poder
inmortalizador de la copa es un agregado posterior que se ha hecho para
precisamente justificar tanta absurda obsesión por encontrarla; d) cifrar la
realización espiritual en la posesión, a sangre y fuego, de (al fin y al cabo)
un talismán desvirtúa el verdadero sentido y disciplina del camino
espiritual: el éxito espiritual se convierte en una lotería o un trofeo solo al
alcance del que mejor maneje la espada; e) la importancia que el creyente
estándar atribuye a las reliquias es una prueba de que no tiene ni idea de
en qué consiste realmente un “objeto de poder”; y f) tampoco está claro
que la vida eterna sea el summum de toda plenitud mística: Don Juan
mismo prefería mil veces antes la libertad.

La libertad, de hecho, es el verdadero símbolo de la conciencia y


la verdadera última meta del camino espiritual en la tradición de
conocimiento desvelada por Castaneda en sus libros. Y, aunque él mismo

287
Recuentos Críticos

pecó también de oportunismo en otros contextos, es seguro que se


molestaría enormemente al ver cómo se manipula comercialmente uno de
sus conceptos más interesantes. Pero no ha sido ni será la única vez, desde
luego. Sirva este análisis como mero ejemplo del proceso a través del cual
todo nuestro acerbo mitológico-cultural se va configurando, disparate tras
disparate, en el caos semántico y axiológico, estéril e infantil, que por
desgracia es.

288
El Lector de Castaneda

Recuento de aclaraciones sobre las Plantas de Poder


La relación de Castaneda con la percepción antropológica y la sensibilidad
cultural de las drogas, es decir, el tratamiento de los psicotrópicos como
Plantas de Poder, es no solo otro de los puntos más controvertidos de su
obra, sino el que tiene más relevancia a la hora de justificar su inicial
impacto como best-seller, su arrollador éxito editorial. Resulta, pues,
imperativo detenerse también aquí para analizar cómo se desarrollaron las
cosas, y para profundizar en un tema tan plagado siempre de tabús,
tergiversaciones políticas e ignorancias académicas, y al mismo tiempo tan
trascendente para la psicología de la percepción.

En primer lugar, hay que decir que, en la plena efervescencia


hippy de aquellos irrepetibles años 60 californianos, el primer libro, Las
Enseñanzas de Don Juan, convirtió automáticamente a Castaneda en una
especie de gurú de la psicodelia. Todo ello, unido al inconfesable e
indudable atractivo clandestino del entorno semántico de la misma
“brujería”, otorgó a Castaneda un prestigio que ni siquiera los grandes
popes de la generación beat (Burroughs, Leary, etc) habían podido
disfrutar.

Y es que nadie hasta entonces había explicado tan detalladamente


el proceso ritual de preparación e ingesta de una planta de poder. El
mismo término "planta de poder" sentó un precedente decisivo en la
percepción social del tema. Todo es cuestión de semántica, y los primeros
culpables de la ignorancia y los tópicos sobre las drogas son unas
instituciones educativas que nunca han sabido clasificar bien las cosas,
metiéndolo todo en un mismo saco.
Pues el poder político le tiene terror (y envidia) a todo lo que
acreciente la conciencia. A todo lo que amenace con desvelar las tramoyas
ocultas de la realidad. Pero las drogas son tan antiguas como los pimientos
o las alcachofas. Siempre han estado ahí. Los alcaloides son alimento
evolutivo, la forma de trance más primigenia en todas las culturas. Los
semitas le daban al vino, los druidas a la belladona, los nórdicos a los
hongos, los chinos al opio, los hindúes al hachís, los aztecas al yagé, los
mejicanos al peyote, y los hippies al ácido. Todas las religiones han
empezado por ahí.
Es cierto que la droga de menudeo está salvajemente adulterada.

289
Recuentos Críticos

Y el precio que se cobra el bajón es siempre alto. Acostarse colocado


impide controlar los sueños, y concentrarse en la meditación resulta
imposible, así que las drogas no son a la larga fiables para la disciplina
espiritual. Pero, por más que la televisión lo presente como un mal
irredimible (“no tiene nada bueno”), la droga en sí no es un veneno. Lo
que hace sufrir es otra cosa: el mal uso, el exceso, las mezclas, la adicción;
el comercio mafioso, la exclusión, el narcotráfico, las políticas represivas.
Eso es lo que hace sufrir. Cosas exteriores, que no son la droga en sí.

Y, desde luego, el primer libro de Castaneda confirmaba


abiertamente esa reivindicación: las drogas no eran solo sustancias
químicas sucia y criminalmente manejadas por las mafias para perdición
de la juventud. Al menos los psicotrópicos, los alucinógenos, tenían su
verdadero origen en rituales sagrados de iniciación absolutamente
respetables, y que incluso permanecían vivos.

Los detalles rituales, de hecho, son tan intrincados y precisos que


es improbable que Castaneda se los inventara: sencillamente ningún
antropólogo profano había descrito el proceso de manera tan
contextualizada; así que, o bien Castaneda presenció en su tiempo cómo
operaban los chamanes de su Cajamarca natal, o bien Don Juan mismo
preparó la datura y el peyote en su presencia. Es difícil que copiara esas
descripciones de otros libros o estudios.

Quizás Don Juan no fuera yaqui. Pero entonces podríamos


escarbar en los huicholes, concheros, tarahumaras, mazatecas, y en tantas
culturas indígenas mexicanas estrechamente vinculadas a las plantas de
poder. México es un país particularmente “bendecido” para los
psicotrópicos ─hecho notable cuya explicación no ha sido abordada nunca
por ningún estudio etnográfico o botánico, no sabemos por qué. No solo
en cuanto al peyote, sino también a los hongos psilocibe ─cuya variedad
psilocibe mexicana, la específica del “humito” de Don Juan, es endémica
de México─, y la salvia divinorum, que solo crece autóctonamente en las
montañas mazatecas. En realidad, no hay planta de poder que no
“prenda” con éxito en la tierra mejicana, como últimamente saben
también los cárteles de marihuana, cocaína y heroína ─cuyas adormideras
en el estado de Guerrero hacen incluso la competencia a las afganas.
Alguna explicación tiene que tener.

El caso es que el testimonio de Castaneda caló en la médula de las


expectativas de toda una generación que hasta entonces se debatía en el
incómodo dilema de experimentar verdaderas "revelaciones" espirituales

290
El Lector de Castaneda

mediante unas sustancias (sobre todo el LSD) que sin embargo la sociedad
conservadora demonizaba y castigaba duramente: Don Juan apareció en el
momento justo para demostrar que había una verdadera tradición mística
detrás de los alucinógenos: por eso tanta gente sintió que el libro ponía las
cosas en su sitio: es que realmente lo hacía.

Nuevamente, sin embargo, el error se fraguó desde el momento


en que no se distinguió con absoluta claridad la diferencia entre
alucinógenos y drogas duras. Éstas últimas (caballo, coca, éxtasis, etc) eran
realmente otra historia, mucho más adictiva y sin aportación mística
ninguna. La política educativa metió en el mismo saco a los sagrados
videntes de Mescalito y a los fétidos yonkis del crack, cuando la verdadera
clave sociológica es que, por desgracia, la gente simplemente prefiere el
placer a la espiritualidad. Y lo malo es que Castaneda tampoco se
apercibió de lo importante que era establecer esa diferencia. Como en
tantos otros aspectos, no parecía darse cuenta de la herramienta de cambio
social que tenía entre manos.

Así que cuando en el 71 la CIA llamó a su puerta para decirle


"oiga, o deja usted de hablar de las drogas como si hiciera apología de
ellas, o sencillamente le cerramos el chiringuito", Castaneda cometió la
vileza de hacernos creer que el rechazo hacia las plantas de poder que
desde entonces empezó a preconizar en sus libros era parte intrínseca del
sistema de conocimiento nagual, era parte de la Regla. "Los brujos
descontinuaron el uso de las plantas de poder", se limitó a decir, para
intentar zanjar el asunto.

De hecho, ese encuentro con la CIA es algo de lo que nos hemos


enterado ahora, por el libro de Armando Torres. Castaneda se lo confesó a
él, pero no tuvo el valor o la honradez de confesárnoslo a nosotros, sus
lectores, en su debido momento. Aunque también es cierto, por miles de
charlas al respecto, que todos nos lo olíamos.

La verdadera posición de Don Juan o de Castaneda respecto a las


plantas de poder queda entonces envuelta en un halo de conveniencia. ¿En
qué lugar queda realmente la filosofía de la "sobriedad" del camino del
guerrero? Afortunadamente, la coherencia de los primeros libros crea una
línea argumental, siquiera intuitiva, más fuerte incluso que las
conspiraciones de lo “políticamente correcto”.

291
Recuentos Críticos

Recuento del enigma de los Toltecas


Solo a partir del séptimo libro, Castaneda empieza a insistir en que las
raíces culturales del nagualismo, de todo el complejo sistema de creencias
chamánicas que enseñaba Don Juan, se fundamentaban en el oscuro e
ignoto pueblo "tolteca". De esta forma quizás llenaba importantes lagunas
en las exigencias académicas de la antropología; pero abría múltiples
interrogantes que, para no variar, nadie ha podido contrastar de manera
científica.

El primero de ellos es, desde luego, por qué no se menciona nada


sobre los toltecas en las primeras obras. Pasa igual que con la tensegridad.
Es inevitable sospechar que alguna exigencia circunstancial ha precipitado
la información. Y recordemos que Castaneda fue laureado oficialmente en
UCLA por el mérito de sus "trabajos de campo". Las presiones para
"verificarlos" podrían haberle incomodado en extremo.

En todo caso, el Dr. Castaneda no podía haber hallado una


cultura más enigmática e indeterminada. En la mayoría de estudios
divulgativos académicos ni se les menciona. Y aunque también es cierto
que en otros tratados se les identifica con el pueblo-base del que surgen el
resto de civilizaciones mesomaericanas, para otros, ese pueblo-base eran
los olmecas, y para otros los nahuas.

Para los antropólogos anteriores a Castaneda hubiera sido


inverosímil que Don Juan fuera yaqui. Solo los huicholes, los zapotecas y
los mazatecos tenían una tradición firme de curanderos expertos de
plantas psicotrópicas. Igualmente, no había estudios sobre la relación
entre olmecas y toltecas, pero sí parece que la había con los nahuas,
aunque nunca se supo cuál de las dos culturas era la más antigua.

Tampoco está claro si los nahuas eran un pueblo, un lenguaje o


una religión. Pero el hecho de que Don Juan hable de los naguales, y del
"Nagual", con tal concreción y contundencia, hasta el punto de
identificarlo con una verdadera teología del Espíritu, indica que la base
nahua debía ser religiosa.

No se sabe qué significa el término "tolteca": ¿constructor?


¿agricultor? ¿sacerdote? ¿monarca? ¿habitante de Tula? Hay bastantes

292
El Lector de Castaneda

evidencias entre los toltecas y la ciudad de Tula, en Yucatán, así que es


muy posible que ésa fuera, al menos durante algún tiempo, su capital, la
principal población de su civilización.

Las líneas de investigación propiciadas por la antropología de


corte esotérico (Von Daniken, Heindel, Steiner, Blavatsky, etc) asocia a los
toltecas con la arquitectura (constructores) de Teotihuacán, y a partir de
ahí con las pirámides de Egipto. Así que la posibilidad de que ambas
civilizaciones estuvieran de alguna forma “conectadas” no es una
barbaridad.

Coatecue y la Piedra del Sol, los dos principales esculturas de la


cultura mejicana antigua, se exhiben juntas en el Museo de Antropología
de Ciudad de México, y a día de hoy nadie sabe qué significan, a pesar de
los muchos estudios y teorías propuestas.

Los "anales mejicanos", aunque no tienen valor histórico (solo


mitológico), llegan a detallar la historia de la monarquía que establecieron
los toltecas, consignando incluso el nombre de sus monarcas y las fechas
en que reinaron hasta la destrucción de Tula (y por tanto
presumiblemente de su imperio), en el 1116 de nuestra era.

La referencia de Max Heindel sobre los toltecas (una raza atlante,


fundadora del sistema de los linajes hereditarios) es tan enigmática como
subyugante, pues en sus obras no se menciona ninguna otra cultura
mesoamericana iniciática, y el Concepto Rosacruz fue escrito 50 años
antes que los libros de Castaneda. Así que, a no ser que éste último hubiera
leído a Heindel, hay aquí una prueba indiscutible de que algo muy
enigmático ocurre con los toltecas.

Don Juan afirma taxativamente (siempre según Castaneda) que


los toltecas eran una casta sacerdotal por antonomasia, por excelencia.
Quizás los "hombres de conocimiento" comunes a todas las culturas
contemporáneas de entonces.

Otras teorías sostienen que, después del incendio que arrasó


Teotihuacán en el 700 DC, los toltecas emigraron a la zona de Oaxaca
donde fundaron el Monte Albán (en un intento de reproducir
Teotihuacán); pero parece demostrado que la cultura que allí se estableció
fueron en realidad los zapotecas.

Éstos, los zapotecas, habitaron los bosques donde la "salvia

293
Recuentos Críticos

divinoruim" era una planta endémica. Lo cual, para un pueblo criado


entre los chamanes más doctos del planeta en el uso ritual del peyote y los
psilocibes, no era desde luego pequeña ventaja.

En línea con lo anterior, existen unos bajorrelieves en Monte


Albán llamados los "Danzantes", que nadie sabe lo que son ni lo que
significan, pero que quizás podrían estudiarse hoy día bajo el prisma de
los Pases Mágicos. Si verdaderamente se hallara una correspondencia, la
relación con los toltecas y naguales quedaría confirmada, así que no sé a
qué esperan los practicantes de tensegridad con seria vocación científica.
Sería un gran hallazgo.

Pero lo cierto es que, aun dentro del sistema Don Juan-Castaneda,


tampoco queda clara la relación exacta que hay entre los toltecas y los
"antiguos y nuevos videntes", o entre los toltecas y los distintos linajes de
grupos naguálicos en que se diversificó el conocimiento naguálico.

Así que, en resumen, se pueden señalar varias conclusiones. La


primera es que no se sabe a ciencia cierta nada acerca de las verdaderas
relaciones entre las culturas arcaicas mesoamericanas. Y esa ignorancia en
sí es un dato de enorme importancia. Pues podría ser que incluso se trate
de un hermetismo intencionado.

Y la prueba, en segundo lugar, o la implicación inmediata de esta


ignorancia, es el hecho de que pueda llegar un antropólogo como
Castaneda y articular todo un sistema de creencias apoyado en unas
presuntas bases históricas que resultan irrefutables porque no hay
argumentos reales con los que se las pueda confirmar o invalidar: no es un
universo imaginario como la historia de la Tierra Media de Tolkien: es una
tradición que reclama académica y antropológicamente la existencia real
de ciertas culturas. La exigencia científica es fundamental.

En tercer lugar, sin embargo, y esto es quizás lo más grave,


también es inevitable sopesar el fiasco académico que supondría el hecho
de que o bien Castaneda o bien Heindel tuvieran razón. Pues si los toltecas
fueron lo que ellos afirman que fueron, la Historia oficial, la Arqueología y
Antropología académicas habrían estado ignorando entonces de manera
flagrante y vergonzosa la existencia de una cultura cuya importancia fue
absolutamente radical, no solo en el pasado de América, sino en el
conjunto de una historia comparada de las religiones a escala planetaria.
Al margen de cualquier darwinismo (y no digamos cualquier
creacionismo), es muy posible que la historia evolutiva del ser humano

294
El Lector de Castaneda

sobre este planeta, en el pasado remoto, sea muy distinta de lo que nos han
enseñado, y de lo que quizás podemos concebir.

295
Recuentos Críticos

Recuento de las Propiedades Intelectuales


Llegados a este punto, ¿sería posible intentar dilucidar, en todo este
asunto, lo que es "verdadero" y lo que es "falso", lo que podemos
considerar parte de una revelación iniciática auténtica, y lo que tiene
visos, por el contrario, de haber surgido de la mente interesada y confusa
de un Castaneda en sus horas bajas? En realidad, es fácil determinar los
parámetros que deciden la autenticidad de los contenidos: lo que era
"enseñanza de Don Juan" era válido, y lo que no, es sospechoso. El
Recuento siguiente intenta establecer esas categorías, concepto por
concepto. Es un resumen, pues, de toda la labor "exegética" anterior,
ofrecida a los lectores como propuesta metodológica para discriminar los
temas de estudio. Pero, de todas formas, no hace falta insistir en que se
trata de una "propuesta", unas conclusiones subjetivas producto de los
datos y análisis concretos que hemos realizado como estudiosos más o
menos expertos en la materia. Nos podemos equivocar, por supuesto. Pero,
precisamente por eso, hemos concedido un margen amplio de "seguridad"
a los temas que consideramos "enseñanza auténtica". Un margen que
permita a los lectores acometer el estudio o la práctica de las enseñanzas
toltecas con un mínimo de confianza en la veracidad de estas revelaciones.

A. Enseñanzas auténticas de Don Juan:


Se incluyen en este primer apartado aquellos conceptos del sistema más
plausibles de haber sido dictados literalmente por Don Juan, y de
pertenecer por tanto a la tradición real del nagualismo tolteca. En general,
pertenecen casi todos al material publicado en los 4 primeros libros de
Castaneda, que son los más verosímiles (por razones expuestas en el
"Recuento del Proceso Cronológico del fenómeno Castaneda", al que
remitimos al lector).

El camino del guerrero. Aunque, por extensión de los


meridianamente claros parámetros de este novedoso código moral,
Castaneda haya podido añadir numerosos preceptos a partir de su propia
síntesis, es tal el énfasis con que Don Juan se concentró en estas reglas de
comportamiento ya desde los mismos inicios, que no puede haber duda
sobre su autenticidad. Ninguna tradición occidental anterior describe este
camino con la coherencia suficiente. El camino del guerrero es una
aportación genuina del nagualismo. Y Don Juan fue su portavoz
indiscutible, pues es imposible que un autor literario logre tanta cohesión
conceptual si no tiene delante a un verdadero ejemplo vivo. El camino del

296
El Lector de Castaneda

guerrero, siempre insistiremos en ello, constituye un código ético de tanta


belleza, consecuencia interna y originalidad teológica, que sirve como
punto de referencia definitivo para justificar por sí solo la obra de
Castaneda, y salvarla de cualquier quema. En su quizás más limpia
función de “avatar”, Castaneda ha plasmado en ese código una
herramienta de autorrealización tan completa que trascenderá cualquier
obstáculo histórico, y se acabará imponiendo por su propio valor.

La impecabilidad. Por extensión, y como síntesis abstracta de


todo ese código ético, también es presumible que el concepto de
impecabilidad fuese introducido por el mismo Don Juan. Aunque pueda
haber dudas en cuanto a su definición (es en "El fuego interno" donde se
declara que la impecabilidad es en esencia el "ahorro de energía"), no las
hay en cuanto a sus primeras referencias. Hay en concreto un sabroso
diálogo en el "Viaje a Itxlán" que despeja todas las dudas. Castaneda le dice
a Don Juan que en el fondo son dos hombres, dos personas en esencia
iguales, sin tanta diferencia entre ambos. Y Don Juan le responde: "No es
verdad. Tú y yo no somos iguales. Yo soy un guerrero impecable, y tú eres
un cabrón".

El tonal y el nagual. Son explicaciones (cosmológicas) genuinas


de los primeros libros, intentando establecer el esencial dualismo en que se
debate la naturaleza humana. Como no había constancia de estos
conceptos –no al menos como son tratados− en la antropología académica,
es imposible que Castaneda los tomara prestados de otra fuente que no
fueran las enseñanzas de una inédita cultura auténtica.

La forma humana y el molde humano. Aunque oscuros y


extraños incluso a las doctrinas ocultistas al uso, ambos son conceptos
también que pertenecen al acerbo exclusivo del chamanismo tolteca. Es
una lástima que Castaneda, tan obtuso y escéptico en aquellas épocas, no
prestara más atención a la explicación profunda de estos conceptos.
Incapaz de traducirlos a una fenomenología actualizada, acabaría por
relegarlos al ostracismo literario. Pese a la sugestiva carga de su potencial
psicológico a la hora de lidiar con determinados episodios de la
sintomatología mística o pseudo-psicótica, me temo que quedarán como
explicaciones desaprovechadas.

La voluntad. Estrechamente ligada a las fibras de energía que


irradian desde el "chakra" de debajo del ombligo (remitimos al lector al
magnífico estudio sobre tal vórtice hecho por Durkheim en su libro
"Hara"), la voluntad es presentada por Don Juan como una fuerza

297
Recuentos Críticos

especialmente mágica en el ser humano. Aunque en este caso es Don


Genaro el maestro encargado de mostrar a Castaneda las posibilidades de
esa fuerza. Más adelante Castaneda, en su intento de asociar
artificialmente conceptos, "divinizaría" esa fuerza llamándola "Intento",
trastocando para siempre la filosofía de la Intencionalidad, y oscureciendo
una idea que quizás en su origen era mucho más sencilla.

El poder personal. Igual ocurre con el poder personal, que más


tarde se confundiría, con más o menos acierto, con el "tener energía". Para
Don Juan el poder personal era algo mucho más innato y misterioso. Y
más relacionado con el destino concreto de cada cual. Matices que las
interpretaciones posteriores de la obra solaparían irremediablemente.

La tierra. La especial relación con la conciencia de la Tierra,


como ser vivo y matriz de nuestras esencias, de la que también Don
Genaro es exponente de excepción, aun siendo lugar común del
ecologismo que incipientemente se iba imponiendo por doquier en la
época de los cuatro primeros libros, es patrimonio indiscutible del espíritu
de la tradición a la que Don Juan representaba. Patrimonio, en realidad, de
todas las culturas religiosas del continente americano, que supieron desde
siempre adivinar en la Madre Tierra ese poder inigualable de equilibrio y
cohesión, de integración y salud. Castaneda en realidad se murió sin
captar la trascendencia de esa relación. O quizás por ello.

Las plantas de poder. Aunque la sobriedad es un valor


indiscutible del camino del guerrero, no lo es en el mismo sentido que
nosotros le damos, como cultura marcada por el enfrentamiento entre
drogas y sociedad. Solo después de deshacer muchos bulos y entuertos
(véase el Recuento sobre las Plantas de Poder), deducimos que la tradición
naguálica, como parte de una cultura mucho menos timorata y conflictiva
al respecto, jamás "descontinuó" el uso de las plantas de poder. Forman
parte de su acerbo iniciático. En concreto Méjico es un particular
reservorio de especies psicotrópicas. El problema actual con la cocaína y
las drogas de síntesis es demasiado complejo para tomar posiciones
definitivas. Pero, con todo, nos atrevemos a sugerir que recuperar una
mística auténtica del uso de los psicotrópicos naturales, precisamente lo
que Castaneda repudió a pesar de ser la clave de su éxito inicial, es parte
de la solución. La "traición" de Castaneda al respecto, pues, es quizás
mucho más grave de lo que parece. Eliminó la única vía de redención que
empezaba a dibujarse en un panorama tan sangrante como endémico. La
policía jamás vencerá a la droga en un país como Méjico, pero la religión
sí que tiene verdaderas posibilidades, pues el mejicano respira magia. Así

298
El Lector de Castaneda

que, a fin de cuentas, ésta es otra prueba de que la obra de Castaneda iba
por buen camino antes de torcerse. Don Juan le estaba poniendo en las
manos una fabulosa herramienta de cambio social, entonces profética,
ahora desesperada; una herramienta que el cobarde de Castaneda desechó
al primer conato de amenaza por parte de la autoridad.

No-
No-hacer. En su doble vertiente de actitud existencial (no-hacer
versus hacer) y de procedimientos para "parar el mundo" (no-haceres
prácticos), el "no-hacer" conforma la metodología original del sistema de
enseñanzas de Don Juan. Aunque, quizás precisamente por tratarse de
ejercicios y técnicas, no haya otro aspecto en la obra de Castaneda que
haya sufrido más alteraciones, revisiones, incorporaciones y, por supuesto,
desviaciones. Intentando, pues, aquí especialmente, rescatar el sentido
original de estas prácticas, habría que centrarse en la premisa subliminal
de que toda la estructura de nuestra alienación como cultura pseudo-
racional disparatada y fallida se basa en rutinas mentales inconscientes
que hay que "desarmar" para que la verdadera naturaleza del mundo se
revele en toda su "violenta" magnificencia, en su incontestable verdad.

El silencio interno. El propósito final del no-hacer y los no-


haceres, que en su origen podrían entenderse como métodos "sui géneris"
de meditación chamánica, era detener el "diálogo interno" y romper la
continuidad perceptiva con que el tonal mantiene su isla artificial para
defenderse del abrumador océano del nagual. Hay indicios para creer que
la concepción que Don Juan y Carlos tenían del silencio interno difería en
aspectos gnoseológicos fundamentales. Pero son los mismos que nos hacen
ver que, al menos, Don Juan sí sabía de lo que hablaba. El silencio interno
era el secreto último de su poder, y así intentó hacérselo saber a su
aprendiz. Pero quizás solo los expertos en meditación podrían realmente
apreciar hasta qué punto.

El desatino controlado. El desatino controlado (del guerrero), y


su contraparte natural, el "desatino absoluto" del hombre común ante los
designios de su destino como ser social, es una de las visiones más
refrescantes y agudas que un analista sociológico podría desear
encontrarse en un sistema ideológico, e involucra percepciones tan osadas
e irreverentes de la realidad de la condición humana que ni por asomo
podrían ser producto del convencionalismo medular de Castaneda.
Entronca con el derrotismo desenfadado de un Cioran, y viene a expresar
la estupidez sin remedio de todos nuestros afanes cotidianos, como medida
de la esencia ignorante de nuestros actos y propósitos en la vida. "El
guerrero se congratula de su gran fortuna", dice Don Juan: "la fortuna de

299
Recuentos Críticos

haber hallado un propósito". Pues la gente no sabe ni para qué vive.


Tampoco el guerrero, pero al menos su desatino es "controlado": ésa es la
diferencia.

El arte del Ensueño. Junto con el Camino del Guerrero y la


"mística" de las plantas de poder, no se puede negar que el Ensueño es la
aportación más popular y más fabulosa de Don Juan a la espiritualidad
actual, o incluso la de los dos últimos milenios. Lea el lector el Recuento
sobre la importancia del Ensueño antes de decidir si exageramos o no. Y, a
pesar de las numerosas matizaciones y supuestas experiencias al respecto
por parte de Castaneda, incluida la compleja y fascinante fabulación de "El
arte de ensoñar", que tiene más de apropiación que de vivencia, es
también indudable que la revelación parte, en toda su esencia y
trascendencia, de las enseñanzas originales de Don Juan.

El “ver”.
“ver”. Don Juan habla del "ver" ya desde los primeros libros. Y
lo hace en unos términos inequívocamente coherentes con toda auténtica
tradición del manejo de la "clarividencia". Aprendiz, guerrero, ensoñador,
vidente y hombre de conocimiento conforman así una secuencia lógica de
iniciación cuya meta final es la libertad de la conciencia total. Ulteriores
matizaciones sobre la "voz del ver" o las relaciones entre la videncia y el
"intento" entran ya en el resbaladizo terreno de las interpretaciones de
Castaneda. La sencillez de la coherencia podría ser, en definitiva, una de
las señales certeras de las aportaciones verdaderas de Don Juan. Y se
aplica por tanto también a su concepto de la videncia.

B. Enseñanzas originales de Don Juan parcialmente tergiversados por


Castaneda:
Aquí incluiremos los temas que, partiendo originalmente de referencias o
explicaciones completas de Don Juan, han sido muy presumiblemente
reconstruidos por Carlos a partir de sus recuerdos o notas fragmentadas,
una vez que se ha dado cuenta de la importancia de tales conceptos en el
conjunto general del sistema. Algo muy similar a la desesperada estrategia
del estudiante despistado que se arrepiente de no haber prestado la debida
atención en su momento, e intenta rastrear en sus notas de campo y
recovecos de su memoria para rehacer los contenidos deshilvanados. Lo
malo es que, desenmascarada la farsa de la "conciencia acrecentada", y
probada la falta de escrúpulos con que Castaneda imprime su sesgo
tendencioso a sus recuerdos, es francamente difícil discernir qué cosas
fueron verdaderas enseñanzas de Don Juan y qué cosas fueron cosecha de
la imaginación de Carlos. Confiamos en que el lector haga, en estos

300
El Lector de Castaneda

materiales, un uso especialmente agudo de su intuición.

La tradición tolteca. Como antropólogo que era, Castaneda tenía


acceso a todo tipo de documentación sobre la prehistoria precolombina
americana, así que es fácil sospechar que situó la tradición naguálica
precisamente en unos parámetros culturales cuya veracidad resultara
especialmente indemostrable. Don Juan no habla nunca de los toltecas en
los primeros libros. Pero un sistema cognitivo de ese calibre tiene que
tener su origen en una tradición sacerdotal poderosa. Así que vamos a
conceder que Don Juan sí se definió en algún momento como heredero de
los toltecas. Analizaremos este punto con más detalle en el recuento
siguiente.

Los nuevos videntes. Aunque también es un tema posterior a los


primeros libros, hay dos razones a favor de la autoría de Don Juan: a)
¿Qué interés podría tener Castaneda en descalificar toda la tradición
tolteca antes del advenimiento de los "nuevos videntes"? Sería algo
contraproducente para la impecabilidad de su doctrina. b) Admitir que el
nagualismo erró en los mismos presupuestos que otras tradiciones
("Antiguo y Nuevo Testamento"), supone reconocer naturales debilidades
humanas en unos videntes que a la fuerza tuvieron que evolucionar. No
eran super-hombres.

Las verdades de la conciencia de ser. Hablar de este esquema


cosmológico y hablar de "La Regla" viene a ser lo mismo. En algún
momento, Don Juan, o Don Genaro, en vigilia o en ensueños, debieron
dictarle a Carlos estas premisas fundamentales; así que es muy posible que
figuraran en sus notas de manera absolutamente literal. Otra cosa es que
no comprendiera su importancia o su sentido hasta mucho después,
cuando los elementos que la constituyen cobraran sentido. Y otra cosa es,
también, que añadiera presupuestos de su propia cosecha, con mejor o
peor intención. Vamos a tomarlo, pues, como lo que parece que es: un
resumen programático de la cosmología fundamental del nagualismo,
expuesto a cierta distancia de la desaparición de Don Juan.

El Águila. Es más qe posible que Don Juan hablara del Águila


cada vez que Carlos le preguntara sobre el Ser Supremo, sobre el origen
último de la existencia, de la conciencia. Pero es también más que factible
que, inmediatamente, almacenara ese concepto en la carpeta de "figuras
mitológicas arcaicas de un viejo chamán yaqui". Como en tantos otros
temas, pues, no se decidió a desempolvarlo hasta que se dio cuenta de que,
mitológico o no, era un concepto fundamental del sistema difícil de

301
Recuentos Críticos

nombrar de otra manera. Sobre todo, después de convencerse de la


trascendencia literal del texto de La Regla. Las explicaciones originales que
debieron acompañar a las primeras referencias de Don Juan al abordar el
tema debieron perderse para siempre, de todas formas. Carlos tuvo que
reconstruirlas.

Las emanaciones. Un ejemplo más de irreparable desatención.


Pues el tema de las "emanaciones" se adivina como uno de los que más
juego podría haber dado de cara a relacionar la cosmología tolteca con lo
que podríamos llamar una metafísica clásica. Establecido que "todo es
energía" en su más última esencia, postular que las "partículas
elementales" que forman el cosmos son hebras infinitas de energía,
agrupadas en infinidad de formas y estructuras distintas, y todas ellas,
atención, "conscientes de sí mismas", podría haber abierto un suculento
debate en la física teórica si Castaneda hubiera inquirido información más
detallada al respecto. Es muy interesante concebir la realidad, cualquier
cosa que existe, como una emanación de Dios.

El huevo luminoso. En lo referente a la naturaleza ovoide de los


remolinos de fibras energéticas que conforman la esencia última de cada
ser humano, está claro que Don Juan introdujo el tema, y lo hizo en unos
términos compatibles con las tradiciones ocultistas de siempre. Un
garantía de autenticidad. Ser vidente, y "ver" el "aura", son consecuencias
universales. Ahora bien, la localización de los "chakras" (de los que solo el
"punto de encaje" parece tener especial relevancia), y la existencia de esas
"bandas" verticales donde se mueve el "resplandor" de la conciencia, así
como la "funda" exterior que los seres inorgánicos devoran, son ideas
nuevas que ni tienen correspondencia con otras tradiciones ni aparecen en
las explicaciones expresas de Don Juan en los primeros libros.

Las tres atenciones. Otro ejemplo más de conceptos que no


aparecen en los primeros libros pero que no tiene sentido que hayan sido
totalmente "inventados" sin que hubiera, en las notas de campo o en la
memoria de Carlos, alguna referencia explicativa en su momento
descartada por incomprendida o desplazada de su contexto. Una lástima
más, esta vez para la Psicología de la Percepción, pues qué interesante
hubiera sido desentrañar la relación teorética, epistemológica, que para
los nuevos videntes había entre los tres grandes reinos de la percepción
accesibles para el ser humano y la fenomenología de la atención, como
proceso sensorial y cerebral.

La importancia
importancia personal. Que el verdadero enemigo del guerrero

302
El Lector de Castaneda

es su propio ego es algo en lo que debió de insistir Don Juan desde sus
primeras enseñanzas. La huella profunda de ese énfasis se nota claramente
en toda la obra posterior de Castaneda. Ahora bien, que tampoco en este
tema llegó a darse cuenta del alcance y poder de este enemigo es algo que
queda patente en la caprichosa tiranía con que más adelante, y hasta su
muerte, presidiría su etapa de pretendido nagual.

Los seres inorgánicos. Tanto en las experiencias con plantas de


poder como en los trances provocados por determinados no-haceres, la
interrelación con los seres inorgánicos está bien presente ya desde los
primeros libros. Solo que entonces Don Juan los llamaba "aliados". Y para
él son espíritus más bien relacionados con los poderes de la naturaleza. Es
Castaneda quien más adelante los asocia ineludiblemente con el ensueño,
con los "voladores", con nuestros "instructores" en la segunda atención.
Queda claro, pues, que existen y que están por todos lados. Pero he aquí
una de las grandes diferencias entre Don Juan y Carlos. Mientras que el
primero tenía poder sobre ellos (eran una especie de "sirvientes"), parece
claro que Castaneda, muy al contrario, cayó presa de su mundo hasta
extremos quizás espeluznantes. "Everything is given and easy in that
world", confiesa en una curiosa entrevista para justificar su contrato
incondicional con ellos, vivo o muerto.

La muerte. También aquí es fácil separar la concepción que


tenían el uno y el otro. Para Don Juan es una presencia casi física que nos
acompaña siempre, detrás del hombro izquierdo, y cuyos consejos son
veraces e infalibles. Castaneda introduce más adelante matices alegóricos
(la "fuerza rodante", la "tumbadora", etc) más complejos y no menos
sugestivos, quizás entresacados de otras fuentes, pero con un denominador
común que sí podemos atribuir a Don Juan: la incontestable trascendencia
individual de cada guerrero con su propia muerte, como una fuerza que
nos reta y estimula a cada paso del camino, como una realidad inescapable
que fundamenta el poder íntimo del guerrero. "Cada trocito de
conocimiento que se vuelve poder tiene a la muerte como fuerza central";
es una cita que lo resume muy bien. Sea de uno o de otro, es innegable que
todo lo relativo a la muerte en la obra de Castaneda está tratado con una
fuerza lírica meritoria y gratificante.

El nagual. El concepto de nagual como "guía" del grupo de


videntes es algo que no consta en los primeros libros, pero sería absurdo
que tal acepción fuera una invención de Castaneda. Sobre todo porque así
se refieren a Don Juan todos los demás aprendices desde el principio, ya
desde "El segundo anillo de poder". En el texto de La Regla también se

303
Recuentos Críticos

utiliza inconfundiblemente esa acepción. Todos, y en toda ocasión, se


refieren a Don Juan como "el nagual". Castaneda también reclama ese
título incansablemente. Pero la pregunta sigue en pie: ¿Por qué, entonces,
no utiliza ese término el mismo Don Juan, para referirse a sí mismo o a sus
maestros, en ninguno de los cuatro primeros libros?

El arte del acecho. Las primeras referencias a este arte datan de


"El segundo anillo de poder". Nada en los primeros libros. Pero sería un
escándalo que una técnica tan fundamental (junto con el Ensueño y el
Intento, el Acecho es considerada una de las tres "maestrías" básicas del
nagualismo como sistema de creencias) fuera una invención de Castaneda.
Pongámonos en situación: Don Juan sabe que tiene los días contados;
pronto partirá, junto con su grupo, hacia la "tercera atención". Y, debido a
la contrariedad de que Castaneda es un "nagual de tres puntas", se va a
marchar sin haber transmitido su conocimiento a otro nagual que reúna
las condiciones. ¿Se iría, entonces, sin haberle hablado de aspectos tan
fundamentales como el Acecho o el Intento? La respuesta de Carlos es que
sí que lo hizo, pero en estados de "conciencia acrecentada". Pero ya hemos
visto que esos estados sí que son probablemente una invención. ¿Cómo lo
resolvemos?

Los pinches tiranos. En el "Viaje a Ixtlán" Don Juan habla de


nuestros semejantes como los verdaderos brujos malignos, que nos
aprisionan en su escala de valores y rutinas sociales. Pero el término
"pinches tiranos", como parte integrante del "acecho", no aparece hasta el
6º libro. Es un concepto harto interesante, por cuanto a) establece dos
categorías fundamentales en la relación del guerrero con sus semejantes: o
eres un guerrero o eres un pinche tirano: no hay otra; y b) coloca a Dios
(el Águila) en la cúspide de la tiranía: el mayor opresor de la tierra es un
"pinche" tirano en comparación con el "Gran Tirano" que gobierna este
universo con despiadada mano de hierro. Dios existe, sí, pero es un
verdadero déspota. Es ésta una premisa tan sugerente, a la postre quizás
tan cierta, o al menos tan osadamente nueva, que merecería incluso
extensos congresos para debatirla. Pero si no podemos establecer con
seguridad su autoría, el debate ya empezaría cojeando.

C. Conceptos presumiblemente producto, en su mayor parte, de la


inventiva literaria de Castaneda:
Inventiva "literaria" quizás no sea lo justo. Quizás son producto de
profundas reflexiones, meditaciones, o esfuerzos concienzudos de síntesis.
Quizás fueran incluso esfuerzos honrados, bienintencionados, de adaptar

304
El Lector de Castaneda

a un lenguaje actualizado conceptos que a él le parecían arcaicos o


indeterminados. Aunque gran parte de la obra postrera de Castaneda es
una estrategia alevosamente diseñada para cimentar una autoría
intelectual sobre el sistema, vamos a conceder que otro gran tanto por
ciento es simplemente una reconstrucción lo más honesta y acertada
posible sobre conceptos en los que Don Juan pudo haberle introducido, y
que por tanto aparecieran aquí y allá en sus notas de campo, pero que
Carlos no comprendió en su momento, ni supo situar en su contexto
apropiado. De todas formas, los incluidos en este último apartado son los
temas en los que la tergiversación o falseamiento parecen más evidentes.
Veamos por qué.

La conciencia acrecentada. Como explicamos con más detalle en


el Recuento de Críticas al Sistema, la "conciencia acrecentada" es, quizás
con toda seguridad, (aunque se basa en realidades psicológicas ciertas; y
basta fumarse un canuto para ver que la conciencia acrecentada existe),
una de las estrategias de las que se valió Castaneda para perpetuar el filón
literario de sus charlas con Don Juan una vez que éste hubo partido hacia
el más allá junto con su grupo original de videntes, y dada, también, la
mala relación que se estableció entre Carlos y el grupo de aprendices
mejicanos que dejó Don Juan para continuar su linaje. Ninguno de ellos
aceptó a Carlos como el "nuevo" nagual, y más aún tras saberse que sus
instrucciones pertenecían a otro tipo de Regla no ortodoxa con la tradición
(nagual de "tres puntas"). Todos los falsos gurús se las ingenian para
conseguir una "línea directa exclusiva" con el conocimiento.

El punto de encaje. En cuanto parte necesaria de ese montaje de


revelaciones convenientes, la existencia del punto de encaje peca de la
misma falta de credibilidad que la "conciencia acrecentada". Ésta era
producida por Don Juan merced a un empujón preciso que daba a Carlos
en el supuesto punto de encaje, desplazándolo a otra posición en la
superficie del huevo luminoso. En ningún tratado teosófico se sugiere que
los chakras del aura se puedan desplazar. Aunque, de todos modos, lo que
más incomoda del punto de encaje a cualquier estudioso serio de la
fenomenología de la percepción es que, a nivel explicativo, se acaba
convirtiendo en el mismo fabuloso y multiusos "cajón de sastre" que
supone atribuir al cerebro o a la mente cualquier cambio de la percepción.

Las
Las “dispensas” de la energía sexual. ¿De quién es la idea de que
solo los guerreros con poder personal suficiente pueden escaparse del
celibato? Don Juan no toca el tema en los primeros libros. ¿Cómo se atreve
Carlos a pringarse en semejante berenjenal, corriendo los tiempos que

305
Recuentos Críticos

corren? Y máxime cuando él mismo fue un exponente escandaloso de


contradicciones entre la doctrina y su comportamiento. Como tantos y
tantos gurús perpetuamente rodeado de admiradoras con las bragas en la
mano. Vamos a remitirnos al más puro Freud para no perdernos, y así
sencillamente nos quedaremos con la idea de que el sexo, la libido, es
realmente una "energía"; y una energía que, también es cierto, conviene
ahorrar y utilizar con mucho tino pues está directamente relacionada con
los procesos creativos mentales, con el vigor y la vitalidad, y sobre todo
con la capacidad de "ensoñar". El hecho, de todas formas, de que
Castaneda en ningún momento abordase técnicas de control tántrico
(como las del magnífico experto Mantak Chia), revela que nunca supo lo
que tenía entre manos, que nunca respetó realmente las enseñanzas de
Don Juan al respecto.

Los centros abstractos. Un ejemplo clarísimo de explicación


sistemática que empieza con mucho pisto y supuesta trascendencia para
luego dejarla incompleta sin pudor alguno, sin remitirnos a ningún otro
lugar, como un edificio dejado de construir a la mitad. ¿Qué se puede
pensar de eso? Quizás recordaría fragmentos que intentaría reorganizar.
Quizás se aburriría de tanto organigrama. Quizás su libertad como nagual
incluye o justifica inestabilidades literarias sin fin. Bonito ejemplo de la
constancia del guerrero. Quedémonos, pues, con la idea de que existe una
estructura iniciática que se repite siempre, en todos los linajes, en las fases
del acercamiento o relación personal entre el nagual y su aprendiz. Está
bien. Pero todo suena ya a justificaciones teoréticas para seguir
escribiendo libros.

El punto de la no compasión. De todas las plausibles invenciones


de Castaneda ésta es, con mucho, la más odiosa. Interpretación nefasta,
donde las haya, de la frialdad o templanza del guerrero, es fácil sospechar
que perfiló este concepto precisamente para intentar justificar su absoluta
falta de escrúpulos para con los lectores, los profanos, los aprendices
descartados, y todo aquel que se interpusiera en su camino. Castaneda no
tenía un ápice de conciencia social. Políticamente era un elitista
obsesionado con la imagen personal. Don Juan, aún, en ciertos pasajes,
demuestra cierto grado de conmiseración para con las "deplorables
condiciones en que vive el ser humano". Pero Castaneda no aboga ni un
milímetro, ni una palabra, por los pobres, los marginados, los
desheredados de la sociedad. Así que ¿dónde está la frontera entre la no-
compasión y el puro egoísmo? Ya decimos que la "frialdad" del guerrero sí
es un valor comprensible. Frialdad entendida como desapego, como
invulnerabilidad al deseo, al sufrimiento. Entendemos la posible

306
El Lector de Castaneda

perversión masoquista que puede encerrar el sacrificio de los mártires.


También entendemos la inconveniencia de la auto-compasión. Y podemos
llegar a entender, con un poco más de esfuerzo, lo pequeña que es la
deuda que el guerrero tiene con el "espíritu humano", e incluso lo
justificable que, al menos contra los "pinches tiranos", es la venganza. Pero
negar lo único verdaderamente noble en que coinciden las religiones
oficiales es una barbaridad. Si no fuera por el énfasis que el cristianismo,
el islam y las religiones orientales, e incluso el ocultismo tradicional, han
puesto en el cultivo de la compasión, de la empatía con el sufrimiento
ajeno, el mundo sencillamente habría colapsado ya hace tiempo. Vale que
los naguales eviten hablar de un concepto tan manido, tan subjetivo, como
el "amor". Pero negar la compasión, como valor básico de cualquier
sistema de verdadero conocimiento, no es para nada, por utilizar términos
ortodoxos, un "camino con corazón".

La maestría del intento. ¿De dónde surge el concepto del


"Intento"? He aquí uno de los problemas fundamentales de la obra de
Castaneda. En determinado momento, nunca antes de "El Don del Águila",
Castaneda empieza a denominar con ese título al Espíritu, al Poder, al
Nagual, al Abstracto, al Conocimiento Silencioso, al Oscuro Mar de la
Conciencia. Y lo identifica con la fuerza omnipresente que todo lo
impregna, dándole cohesión y propósito, conciencia y voluntad. Le da mil
definiciones. Y una importancia supina en todos los procesos perceptivos y
conscientes del cosmos. El Intento es "la voluntad de las emanaciones del
Águila", llega a decir. Sobra decir que se abren así mil sugestivas
aplicaciones para una filosofía de la Intencionalidad, para una psicología
de la Motivación. Incluso para una espiritualidad de la Voluntad de Dios.
Pero jamás nos explica de dónde viene el término. En absoluto. Ni la más
mínima pista. Es posible que Don Juan hiciera alguna referencia que luego
Castaneda magnificara hasta lo indecible. Pero ¿por qué? El acierto del
concepto del "intento inflexible", como actitud de la psicología del
guerrero, también es un acierto difícilmente producto de la inventiva de
Carlos. Recuerdo que, en concreto, los huicholes y marakames que venían
de Méjico hace unos años a organizar sus mitotes con peyote en polvo en
las serranías del sur de la península odiaban que los seguidores de
Castaneda pronunciáramos esa palabra: "¡Intento!". La consideraban como
algo completamente ajeno a cualquier variante de las tradiciones
chamánicas mejicanas que ellos conocían. En otras cosas sí coincidían con
Castaneda. Pero en eso absolutamente no. Y puedo garantizar que aquellos
marakames eran buenos videntes. Así que, definitivamente, el Intento es
una interpretación personal de Castaneda. Pero ¿por qué? Y, sobre todo,
¿por qué en un tema de tanta trascendencia?

307
Recuentos Críticos

La recapitulación. Con el tiempo, me he ido convenciendo de que


la recapitulación, al menos en los términos explicados por Castaneda, es
un invento suyo. Es cierto que otras tradiciones hablan de "regresiones",
"retrospecciones", "exámenes de conciencia", "renacimientos", etc. Y, como
proceso energético, no podemos pasar por alto el hecho de que todos
“recapitulamos” nuestra vida al morir; en un instante, y de atrás hacia
delante. Pero es fácil que, metiéndolo todo en la olla, Castaneda nos
convenciera de la importancia capital de una disciplina tan "imposible",
tan repleta de contradicciones técnicas, tan saturada, tan irrealizable para,
al fin y al cabo, justificar los recuerdos recuperados en "conciencia
acrecentada", el material inagotable de los tropecientos libros que hubiera
escrito rememorando supuestas charlas con Don Juan, si aquel cáncer no
se lo hubiera llevado. ¿Un Águila "devoradora" de conciencias que se
conforma con una réplica memorística de las experiencias individuales de
cada uno? ¿Cómo definimos la conciencia en base a este proceso? Al final,
de todas formas, para ninguna de las compañeras-brujas de Carlos la
recapitulación constituyó un problema. Algunas de ellas la hicieron
incluso conduciendo el coche, haciendo gala de una indisciplina
metodológica que raya en el camelo.

La Tensegridad (Pases Mágicos). Las incoherencias de la


Tensegridad están ya tratadas con más detalle en anteriores recuentos.
Pero podemos hacer aquí un resumen diciendo que, aunque la
recapitulación ya nos bombardeaba con suficientes elementos de
"saturación" para mantenernos ocupados y sin rechistar, tenía un fallo: era
demasiado "personal". No se podían hacer costosos seminarios para sentar
a la gente a recapitular. Mucho menos a "ensoñar". Sí se hubieran podido
hacer creativos no-haceres, pero necesitaban algo que fuera más
"propiedad" del nagual de tres puntas. En la introducción de "El fuego
interno" Castaneda expresa su agradecimiento a Howard Y. Lee, conocido
experto en terapias energéticas, por haberle enseñado técnicas y
movimientos de inestimable valor personal. Por aquel entonces Florinda y
Taisha empiezan también a entusiasmarse con las artes marciales. He
conocido, por desgracia, muchos gurús inauténticos, y hay algo en lo que
suelen pecar indefectiblemente: la envidia. No soportan que otros maestros
sepan más que ellos. La empresa de componer, pues, una tabla
personalizada de movimientos energéticos, bajo el pretexto de haber sido
también "recuperados" de las enseñanzas ocultas de Don Juan, o de la
instrucción directa de los seres inorgánicos en el ensueño, mataba dos
pájaros de un tiro: articulaba un material de nuevo inagotable de
enseñanzas cuya autoría podría reclamar per sécula seculorum, y resolvía

308
El Lector de Castaneda

el problema de los contenidos sobre los que debían versar los seminarios
que siguieran sufragando el estilo de vida de sus consortes. Siempre es
bueno hacer gimnasia; quién lo niega. Es una especie de Chi Kung, de Tai
Chi guerrero. Pero no dejan de ser una farsa. Son de todo menos
"mágicos". Quizás lo más mágico que tuvieron para mi es que gracias a
ellos, a todo lo que vi en el seminario de Barcelona, comprendí la
manipulación sectaria que se estaba fraguando. No deja de ser un buen
resultado...

309
Recuentos Críticos

Recuento de Definiciones
Definiciones de El Conocimiento
Para el lector versado en culturas trascendentales está claro que el
nagualismo es, cuando menos, una nueva propuesta religiosa bastante
completa e interesante. Pero en una sociedad (legítimamente) laica,
imbuída ya en una educación materialista, es difícil tender puentes entre
la “espiritualidad no-religiosa” y el esoterismo, a pesar de los esfuerzos de
la psicología transpersonal, y de las implicaciones metafísicas de la misma
física cuántica. Un lector cerrado a asimilar sistemas de creencias que
siquiera remotamente encierren el término “religión” aún tendrá
dificultades, a pesar de todo lo expuesto en esta obra, para captar los
principios esenciales de la búsqueda interior. Dedicaremos, pues, los
próximos capítulos a reforzar esos puntos de encuentro entre lo sagrado y
lo profano, y para ello quizás sea conveniente comenzar con la idea clave
que constituye la meta de todo “camino hacia la Iluminación”, con el
concepto que le da propósito a toda vida interior, tanto en el nagualismo
como en cualquier espiritualidad: ¿qué es realmente “El Conocimiento”?

El Conocimiento es la conciencia del silencio interno. El resultado


de poner la atención en la percepción pura, sin la interferencia del
pensamiento. La exploración, la experiencia directa de la más inmediata
realidad.

El Conocimiento es la sensibilidad profunda hacia el sentimiento


que emanan todas las cosas.

Es la percepción y el cultivo de la Conexión que nos une con la


realidad indiscutible del Espíritu.

El Conocimiento es el entendimiento de los grandes meditadores.


La filosofía de los videntes. Su testimonio y su tradición, como sistema
exhaustivo y comprehensivo de creencias, en toda la riqueza y
complejidad de sus tres dimensiones constitutivas: la cosmología, la ética y
los procedimientos prácticos.

Es saber, concebir, tener constancia de que existen otros mundos,


otros órdenes estructurales, fenomenológicamente completos y
ontológicamente válidos. Otras alternativas radicales a la existencia física,
racional; universos paralelos, coetáneos, interpenetrados por el nuestro,
donde podemos igualmente vivir y morir.

310
El Lector de Castaneda

El Conocimiento es la cultura técnica de interpretación y acceso a


la esencia energética de la realidad.

En realidad, el Conocimiento no es el objeto de le Epistemología,


sino más bien al revés.

El Conocimiento es la unión de la “Experiencia de Iluminación”, y


de la “Cultura Intelectual”. La primera es aquella vivencia en la que nos
damos cuenta cabal de que existen otros mundos y tenemos otros cuerpos,
otros vehículos para nuestra conciencia individual. Los métodos de acceso
más habituales son la meditación profunda, los sueños lúcidos, las
sustancias psicotrópicas, la proyección astral y las técnicas de trance
(regresivas, rituales, etc). Sin embargo, sin una mínima cultura crítica,
ética, abierta, seria, no es posible dotar de coherencia, utilidad e integridad
a ninguna experiencia de iluminación.

El Conocimiento es, por tanto, todo ese proceso de desarrollo


personal que se abre al individuo si controla con verdadera cultura sus
experiencias de iluminación. Y ese desarrollo tiene por objeto,
naturalmente, su realización y bienestar personal, así como la evolución
del ser humano como especie. Solo que en unos parámetros de significado
mil veces más intensos que los de la sabiduría cultural humana.

El Conocimiento es una revelación, un salto al centro, una


vislumbre fugaz, una comprensión súbita que todo lo cambia y lo
condiciona.

No se trata de trascender a la muerte, ni de alcanzar ningún


absoluto o “totalidad”, sino de concebir que existe una posibilidad radical
para la conciencia que supone un cambio cualitativo, cuántico, con
respecto a la sabiduría cultural, racional, familiar, vulgar. El
Conocimiento es comprender que, puesto que todo es relativo, es la
libertad la verdadera meta, y no la inmortalidad.

Técnicamente, y por principio, el Conocimiento se funda en algo


que podríamos llamar El Propósito. La resolución íntima, decidida, integral
de alcanzar el otro mundo antes de morir.

En realidad, basta con el intento puro. Uno adquiere el


Conocimiento en el momento en que pone su intención activa y sincera en
alcanzar la otra percepción, llegue uno hasta donde llegue, incluso

311
Recuentos Críticos

aunque no llegue.

El Conocimiento es una lucha algorítimica, personal,


intransferible, de enorme complejidad mental. Y el enemigo es el ego.

El Conocimiento es algo que está a caballo entre la rigurosa


espiritualidad de los monasterios y el libertinaje de la cultura esotérica.
Bebe de ambos, pero no pertenece a ninguno. Por eso es algo individual.
Ambas culturas están plagadas de desatinos.

El Conocimiento es el arte de presenciar.

El Conocimiento es la experiencia de la libertad de la conciencia.

El Conocimiento es el único sentido, razón, significado de la


existencia humana. La única búsqueda útil. El único arma. El único
consuelo. La manera correcta de vivir.

El Conocimiento es el único caudal que nos llevamos a la tumba.

El Conocimiento es la desconfianza total. Ser realmente uno


mismo.

El Conocimiento es la belleza del mundo. El equilibrio natural de


todas las cosas, la paz, la calma, la armonía interna.

El Conocimiento es la inteligencia del universo, el plan táctico de


la evolución. Una inteligencia constructiva, circunstancial, siempre
presente, intencional, no humana, que se comunica con nosotros a través
de las señales del mundo, de sus estructuras abstractas.

El Conocimiento es comprobar y asumir que el universo es un


misterio inalcanzable, totalmente imposible de comprender, en perpetuo
movimiento, conexión e igualdad. Todo es lo mismo, todo es igual; nada
importa en realidad.

El Conocimiento es toda interpretación fenomenológica, sin


juicios. Es el entendimiento puro, sin la tiranía del lenguaje.

Un ensayo audaz sería postular que El Conocimiento es enfocar.


Mantener la atención en lo que percibimos visualmente.
Inexplicablemente, el secreto está en los ojos, y por eso hablamos de

312
El Lector de Castaneda

Videncia. Cuando por fin despertamos en mitad de un sueño


comprendemos que, por encima de todo, hemos estado ciegos.

El Conocimiento es una curiosidad insaciable hacia el misterio de


la percepción. Todos los estados vibratorios del ser son perceptibles, pero
el plano físico y la razón son la ínfima banda de frecuencias que encajan
con la configuración humana. Sopa de partículas virtuales, emanaciones
en aparente expansión, anillos infinitos, fibras, engramas, orgones,
creación espontánea... La Física de Partículas y la Psicología de la
Percepción son disciplinas científicas capitales para adentrarse en El
Conocimiento. El universo es un océano de mundos paralelos, entrelazados
en dimensiones físicas inimaginables, a los que solo la percepción
convierte en reales.

El Conocimiento es un poder que trasciende lo humano, e incluso


la vida orgánica, tal y como la entendemos. La conciencia, la vida, la
inteligencia, la intención y la individualidad se aglutinan en unidades
operativas, emisoras y perceptoras en todas las escalas de vibración.
Duendes, vírgenes, ángeles, ovnis, difuntos, aliados. Las configuraciones
“mentales” de estos seres crean peregrinas formas de “razón” para
interpretar sus estímulos, y hacer consistentes sus otros mundos. El
metabolismo y la reproducción no son en absoluto los atributos básicos ni
únicos de la vida.

El Conocimiento es siempre la más actualizada explicación del


mundo. Estamos en el siglo XXI. No hay política, ni filosofía, ni ciencia, ni
religión que realmente funcione. Estamos en una encrucijada evolutiva, y
tampoco tenemos tiempo para disciplinas excesivas. Solo funciona lo que
es profundamente sano, democrático, natural.

El Conocimiento es intentar en todo momento, en cualquier


situación, vivir en silencio interno, espectadores silenciosos de nuestro
proceso mental, perceptivo. No basta con dedicarle un rato al día. Vivir
conscientemente todo el tiempo que se pueda es lo único que le da
coherencia y sentido al misterio de nuestra existencia.

El Conocimiento es energía. Es el producto entre conciencia y


poder. El Conocimiento es una transmutación, la fuerza colosal y potencial
obtenida de la unión entre el “intento” de estar consciente y la voluntad de
mantener “inflexiblemente” esa tensión.

El Conocimiento se fundamenta en tres propósitos básicos. La

313
Recuentos Críticos

meditación constante, que nos enseña a percibir la esencia de la realidad,


y a actuar correctamente. Los sueños lúcidos, que nos enseñan a
manejarnos en la otra realidad. Y la salud, que por supuesto incluye la
sobriedad, y que es quizás la más inalcanzable.

De alguna forma, y extrapolando alegóricamente las


consecuencias, hay que decir que la búsqueda de la salud convierte al
Conocimiento en una conciencia política, y al hombre de conocimiento en
un anti-sistema.

El Conocimiento es la sobriedad perfecta, la sensatez


verdaderamente natural. La evidencia de la Naturaleza.

El Conocimiento es comprender que la muerte es soñar, y ordenar


la vida en este sentido: vivir consciente las actividades de vigilia, y actuar
conscientemente en medio de los sueños: eso es el Conocimiento: la
conciencia sin interrupción.

¿Cómo es posible que este recurso ancestral haya sido borrado


tan radicalmente de nuestra cultura? Los sueños no son creaciones
cerebrales con significados psicológicos. Son experiencias reales en el otro
mundo. Técnicamente, podría definirse el Conocimiento como “la
experiencia y el control de los sueños conscientes”.

Vivimos alienados, distraídos, permanentemente preocupados y


fuera de nosotros mismos. Cosa que conviene mucho al poder político. Por
eso los métodos de alienación son cada más poderosos y cotidianos, y
acabaremos caminando por la calle con nuestras gafas de realidad virtual.
Pero el Conocimiento es como un interruptor: o estás “encendido”, o estás
“apagado”: no hay otra. O estás “conectado” al espíritu, o lo estás al
sistema, a la alienante “mente” global: tú eliges.

El Conocimiento es la verdadera “conexión”..

314
El Lector de Castaneda

Recuento de Técnicas de acceso al Silencio Interno a través de


la Acción (Mindfulness)
El Nagualismo propone, en definitiva, la Impecabilidad del Camino del
Guerrero para ahorrar energía. Y las “maestrías” del Ensueño, el Acecho y
el Intento para alcanzar el Conocimiento. Pero en el centro de todo está el
Silencio Interno. Y en esta “espiritualidad no-religiosa” global hacia la
cual idealmente avanzamos en la actualidad, está claro que la Meditación
sigue siendo el eje central. Pero ocurre que no basta con parar y practicar
en determinado momento del día; pues demasiado frecuentemente
convertimos esta “sentada” en un rito auto-contenido que nos disculpa de
vivir el resto del día alertas y conscientes, con lo cual reproducimos el
mismo error que las liturgias de cualquier religión. Sustituir la oración
discursiva por la Meditación es indudablemente un avance; pero el
“estado meditativo” ha de convertirse en un flujo ininterrumpido e
integral, en un “intento inflexible” que desemboque en la Iluminación, el
Satori, el Nirvana, el “parar el mundo”. Es por eso que ciertos autores
clave inciden tanto en la “espiritualidad de la acción”. Ésta es una
sociedad ─una era─ eminentemente “activa”. Y como ya existen multitud
de tratados centrados en los métodos de Meditación puntual, este recuento
lo hará más bien en brindar al lector técnicas de silencio mental
compatibles con la acción, el movimiento, el trabajo, el desarrollo de
nuestras actividades cotidianas; para así “proyectar” los momentos de
Meditación hacia ese estado continuo de alerta y conexión que está en
base del Conocimiento. Esta es al fin y al cabo la idea fundamental del
Mindfulness, quizás la herramienta más depurada de la Psicología
Transpersonal.

Mantras:
Mantras Es la repetición incesante, fluida, flexible, firme, mental
o susurrada, de una palabra de poder, un nombre, un vocablo mágico
(OM), o una corta frase de alto contenido personal. Es una de las técnicas
más habituales en toda tradición espiritual.

Comandos cuerdos:
cuerdos Se trata de dictarse a uno mismo órdenes
verbales predeterminadas ─en un formato de “mantras”, pero como
oraciones imperativas, que sean concisas, sensatas, correctas, positivas,
constructivas, bien dirigidas, para que nos impidan desviarnos del
Propósito. De manera similar a las “programaciones” que el PNL utiliza
como técnicas de autoafirmación.

315
Recuentos Críticos

Contar:
Contar Tenemos tan automatizadas las enumeraciones que
incluso concentrados en otros quehaceres perdemos difícilmente la
cuenta. Contar de 1 a 10, hacia delante o hacia atrás, es una tarea
extremadamente simple, pero el hecho es que interrumpe poderosamente
nuestro tren habitual mental.

respiración Es el método yogui, y también zen,


Conciencia de la respiración:
por excelencia. Todas las grandes tradiciones místicas avalan el poder de
esta técnica capital. La atención siempre puesta en la respiración es un
barrido de paz y silencio que detiene nuestro disparatado diálogo mental.
No hay mejor “barandilla” para evitar las distracciones. Y no solo porque
inevitablemente estamos siempre respirando, sino porque hay una
conexión mistérica entre el aliento (es la ruah cabalística, el prana
oriental) y el silencio interno. Además, permite la compatibilidad
simultánea con otras técnicas.

No-
No-haceres y recordatorios:
recordatorios Potenciar hábitos absurdos, inútiles,
como mordisquear un garbanzo, mover los dedos, girar los ojos; o
introducir desacuerdos conductuales, como ponerse un calcetín mucho
más largo que el otro, cambiarse los anillos, dibujarse anagramas en la
mano, etc, actúan como recordatorios. Cosas que no llamen la atención de
los demás, pero sí la nuestra.

Intento inflexible:
inflexible Término basado en Castaneda. Según el
nagualismo, es suficiente y prioritario “intentar” con un propósito fiero
estar en silencio interno. Mágicamente, intentar sostenidamente algo,
independientemente de su posibilidad, genera a medio o largo plazo, de
manera inevitable, un resultado. Pues la voluntad (hara) es también un
misterioso poder que evoluciona orgánicamente en todos nosotros.

Cazando distracciones:
distracciones De hecho, hace falta una actitud
verdaderamente guerrera para controlar la mente. Éste es el gran
combate al que estamos llamados, y no al de las violencias bélicas o
sociales. El mundo es un bosque enmarañado y oscuro. Y los pensamientos
son fieras que por todos lados irrumpen entre la hojarasca, prestas para
devorarnos. Necesitamos verdadera determinación para tenerlas a raya.
Así que el buscador de silencio lucha sin descanso, con todos sus recursos,
intentando anticiparse al enemigo.

Intervalos:
Intervalos Se trata de segmentar el curso de los acontecimientos
en unidades estratégicas, debidamente acotadas, sobre las que podamos

316
El Lector de Castaneda

aplicar más controladamente nuestras técnicas de silencio mental. Si


prestamos atención, comprobaremos que las rutinas diarias ya están de
por sí segmentadas en unidades naturales fáciles de determinar: “cruzar
la calle”, “caminar por esta acera”, “comprar el periódico”, “ducharnos”,
“realizar tal o cual gestión”, etc, etc. Se trata de convertir estos segmentos
en intervalos de silencio en los extremos de los cuales podamos aplicar
algún tipo de “cotas” identificativas, como recitar un pequeño Mantra, o
hacer un movimiento táctico, o mirarse fugazmente las manos.

Asociaciones
Asociaciones:
iones “Cada vez que entre en el ascensor me he de fijar
en esa mancha y recordar que debo silenciar mi mente”. Es un ejemplo de
esta técnica. Asociar diversos objetos o sucesos cotidianos con la alerta
espiritual. Es como ir dejando notas en nuestros recorridos que nos sirvan
de recordatorios.

Conciencia de la muerte:
muerte Aunque suene un poco tétrico, o
monástico, la conciencia constante de la muerte, como quiera que sea la
forma en que imaginemos su presencia, es una herramienta magnífica
para darle seriedad y urgencia a nuestra lucha contra la distracción.

Conciencia del aura:


aura Nos imaginarnos a nosotros mismos como
una esfera de energía perceptiva, reactiva, que interacciona con un
mundo también abstracto que fluye y cambia constantemente. Esto
produce resultados sorprendentes, quizás porque se aproxima mucho a la
realidad.

Conciencia del fuego interno:


interno En el centro de cada uno de
nosotros hay una llama inextinguible de poder y conocimiento.
Iniciáticamente, el universo entero está en el centro más profundo de cada
uno de nosotros. Todo buen meditador sabe que “no hay un dentro y un
fuera”. Vivir con la atención puesta en ese todo interior nos hace
realmente invulnerables.

Conciencia del punto:


punto Una variante de la técnica anterior ─más
sencilla como método de visualización─ consiste en imaginar que todo lo
que somos se reduce a un punto sin dimensiones que flota errante en la
inmensidad. Un punto sin barreras, sin atributos. Dónde lo situemos es
indiferente. Pues un punto tan simple resiste, como una boya en el oleaje,
los embates de todo sopor mental.

Darse cuenta de todo:


todo Otra técnica muy distinta consiste en
asumir el reto de atender al máximo número posible de estímulos

317
Recuentos Críticos

circundantes, con el objeto de tener siempre una percepción global,


fluida, desbordada, abandonada, de lo que está ocurriendo alrededor. En
vez de secundar nuestra secular atención especializada, aprendemos a
cultivar así una percepción panorámica, contextual. Los estímulos ya no
son acontecimientos aislados sino partes de un “edificio significativo”.

El “estímulo natural protagonista”:


protagonista” Una variante de la técnica
anterior, y tal vez más compatible con el quehacer diario, es poner la
atención siempre en aquel estímulo que se constituya en el protagonista
natural de cada situación. Misteriosamente, siempre hay uno: parece que
la realidad tiene un argumento oculto. Y asegurarnos de localizarlo es una
garantía de vivir realmente en el “aquí y ahora”, así como una valiosa
pista para entender el mensaje de las “señales del mundo”.

Enfocar:
Enfocar Es una de las mejores técnicas de silencio interno.
Aunque muy difícil de explicar si no se experimenta. No se trata de ver,
mirar u observar. Enfocar es agarrar con la mirada. Ser conscientes de
que estamos mirando algo. La atención puesta en el complejísimo
fenómeno de observar, de percibir visualmente. Es una técnica poderosa y
muy compatible con cualquier actividad. Difícil de concebir, pero
inestimable cuando se experimenta. Entonces se da cuenta uno de que
llamarlo “enfocar” es justo.

Desenfocar: Parece contrario a lo anterior, pero poner la mirada


ligeramente borrosa, sin que se note exteriormente, sin llegar a bizquear,
tiene el efecto instantáneo de crear silencio mental tanto en nosotros como
en las personas que nos rodean. Una técnica muy efectiva en las
situaciones sociales comprometidas, aunque no tanto si tenemos que
trabajar delante de un ordenador.

abierta El campo visual es una elipse de información


Visión abierta:
luminosa atiborrada de acontecimientos. Normalmente ponemos toda la
atención en el foco central, pero si dispersamos esa atención por todo el
campo, incluidos los bordes, descubrimos un mundo nuevo y sugerente,
plagado de extraños presentimientos.

Pantalla en blanco:
blanco Es una técnica clásica de Control Mental.
Convertimos el campo visual en un inmaculado estanque de luz en cuyo
borde exterior se clavan los pensamientos sin llegar a traspasarlo, sin
ensuciarlo. Así, podemos movernos en ese espacio visual a salvo de
cualquier distracción.

318
El Lector de Castaneda

Silencio interno verificado:


verificado Muchas veces ocurre que, pese a
seguir una técnica con disciplina, es dudoso o leve el estado real de
silencio interno que experimentamos. Esta técnica pone el énfasis en
verificar con regularidad (ayudándonos por ejemplo de la técnica de los
Intervalos) que nuestro diálogo interno está realmente detenido y que la
ausencia de distracciones es pura. (Una estrategia válida para apoyar esta
técnica es precisamente “contar”, o llevar un recuento preciso, de las
grandes distracciones que hemos tenido a lo largo del día.)

Atender al mundo sonoro


sonoro:
onoro Poner la atención exclusivamente en la
información auditiva no solo es perfectamente compatible con el trabajo,
donde siempre al fin y al cabo estamos manejando estructuras verbales,
sonoras, sino que nos sumerge además en un espectacular universo de
sensaciones nuevas, intrigantes, profundamente musicales.

Imaginar el astral:
astral Muchos videntes llaman “el astral” al otro
mundo, a la realidad energética paralela que sustenta al plano físico. Con
una fe suprema en nuestra intuición, en nuestras dormidas capacidades
mágicas, tratemos pues en todo momento de hacernos una idea concreta
de esa prolífica realidad energética, de la lectura esotérica que subyace en
cada evento cotidiano. La imaginación es, por definición, el ejercicio de
los sentidos astrales.

Silencio en expansión:
expansión El silencio mental es una fuerza que se
expande inconteniblemente, como energía radiactiva, desde el centro de
nuestro ser hacia el mundo exterior. Cada conciencia reproduce, en el
fondo, el misterio de un universo que explota. Potenciar esta idea no solo
“empuja” hacia fuera toda intromisión amenazante, sino que amplía
ciertamente el alcance secreto de nuestros sentidos. Nos convertimos en
“irradiadores” de silencio. Emisores de poder en el espacio-tiempo.

El testigo:
testigo Otra técnica clásica es imaginar que somos
espectadores imparciales y externos de todo lo que nos ocurre, como si
fuéramos un “doble” invisible que nos observa a algunos metros de
distancia. Esta técnica es un magnífico ejercicio de serenidad y desapego
que también nos identifica con nuestra esencia vidente.

Sublimar malos hábitos:


hábitos Una posibilidad francamente buena es
aprovechar el potencial obsesivo de los vicios para disparar el propósito.
Cada vez, por ejemplo, que sentimos ganas de fumar, que no son pocas
para el que lo quiere dejar, estableceremos una asociación con el
propósito de hacer silencio interno, como en la técnica de los

319
Recuentos Críticos

recordatorios. Los resultados son magníficos.

Conexión con el Poder:


Poder La verdadera Conexión que un hombre
debe cultivar, en contra o a pesar de tanta deificación de internet, es con
el Espíritu, sea cual sea su contexto teológico o vivencial. Hemos visto que
no podemos definirlo, pero todo el que lo experimenta constata que en
efecto se trata de una conexión en toda regla. Intentar en todo momento
esta conexión es un método infalible para sentirnos fluidos, confiados,
respetuosos, y en profunda armonía con el entorno.

Acción impecable:
impecable El tedio y la pereza son verdaderas
aberraciones para un buscador de conocimiento. El Espíritu es acción.
Todo se mueve. Pero la expresión corporal de toda la gente con que nos
cruzamos en la calle es un lamentable canto al diálogo interno: toda la
energía que desbordan está impulsada por la preocupación y la
distracción mental. Qué raro es encontrar a un “encendido”. Pues la vida
es sufrimiento y deseo; y el único antídoto es la acción impecable: en esto
se condensan las 4 nobles verdades y el óctuple camino del budismo.
Existe una fuerza especial, como un vapor que exuda de la acción misma,
que se convierte en conciencia cuando esta acción es impecable. Por eso,
la impecabilidad misma es una técnica ─quizás la mejor─ de silencio
interno. Y solo la calma y el poder que irradia un meditador marcan la
diferencia.

La conciencia simple: En definitiva, cualquier técnica que


ensayemos se basará en poner la atención en a) algo que visualizamos, b)
algo que percibimos sensorialmente, o c) algo que hacemos. Y a la postre
elegiremos una u otra en función del nivel de energía disponible, por
simple cuestión de economía física y mental. Y aunque las técnicas
cómodas son también por lo general menos efectivas para retener la
conciencia, terminaremos este recuento con una técnica ─difícil de
explicar pero muy sencilla en su ejecución─ basada en el abandono (casi
irracional) en el “no-procedimiento”. ¿Cómo describirla sin recurrir a la
clásica “fe en la Providencia”, a la “presencia personal del Espíritu”? La
conciencia simple consiste en abrirse al Espíritu, sin usar táctica concreta
ninguna, en la confianza ciega (e inflexible) de que éste haga todo el
trabajo. Usada con sensatez es una técnica que funciona. Pues el ego es
siempre una interferencia. Y, a veces, la única solución a nuestra inepta
impotencia es precisamente entregarnos sin reservas a todo lo que no sea
ese ego.

320
El Lector de Castaneda

Recuento de Disertaciones sobre la importancia del Ensueño


Aunque la Iglesia reconoce la Bilocación, y la Teosofía enseña la Proyección
Astral, la revelación inicial de Castaneda de que todos podemos “despertar”
dentro de los sueños, y actuar y vivir dentro de ellos con la plena
conciencia de que “estamos soñando”, fue una verdadera sorpresa, y nunca
se reconocerá bastante el impacto que supuso en la cultura espiritual. Él
llamaba a esta práctica “Ensueño”, pero más adelante, Stephen LaBerge, un
psicólogo de Stanford, delineó en sus propios trabajos y seminarios la
práctica de lo que denominó “Sueños Lúcidos”, que venían a ser
esencialmente lo mismo, aunque sin tantos requisitos éticos o energéticos.
Así, la psicología transpersonal ha convertido esta práctica en una técnica
legítima de crecimiento personal; y ambos autores, por encima de
cualquier matiz, escuela o secuela, siguen siendo los dos grandes autores de
referencia sobre el tema. Se llame de una forma u otra, cualquiera que
accede a esta experiencia, sobre todo en sus primeras etapas, no pude creer
que esto no se sepa, que no se enseñe en las escuelas. Descubrir que
podemos viajar conscientemente al mundo de los sueños es una
experiencia tan sobrecogedora que te cambia la vida. Tratemos de explicar
por qué.

Si, como dice Don Juan, el propósito del Conocimiento es “entrar


en el otro mundo antes de morir”, y partimos de la base de que el
verdadero Conocimiento no es el que se adquiere a través de la razón, sino
de nuestra experiencia perceptiva sobre la esencia energética de la
realidad, accesible solo desde el "silencio interno", y de lo que las diversas
tradiciones suelen llamar estados de "trance", podemos decir que el
Ensueño es, en primer lugar, la forma más "natural" de acceso al
Conocimiento.

Liturgias religiosas, psicotrópicos, arrebatos, mantras, oraciones,


regresiones, hipnosis, trances, y todas las variantes de la meditación y la
concentración, con toda su subjetiva amplitud y su abanico de grados, han
sido y son los procedimientos más habituales para trabajarse esos accesos
a la "iluminación". Pero todos ellos son en el fondo más artificiales y
forzados que el Ensueño. Todos suponen una disciplina y un esfuerzo más
arduo.

Mirémoslo de esta forma: el Espíritu se multiplicó en las miríadas

321
Recuentos Críticos

de criaturas del universo para vivir la experiencia de la conciencia desde


todas las ópticas posibles. Pero hubiera sido una crueldad sin sentido
impedirnos categóricamente recordar nuestra verdadera identidad. ¿Se
imaginan ustedes una humanidad sin sueños; todas las noches de nuestras
vidas carentes de cualquier contenido onírico? A través de los sueños, el
demiurgo nos asegura una oportunidad infatigable de retomar el contacto
con la fuente, sin la parafernalia tendenciosa, manipulable, egoica,
mental, de los métodos para el trance ideados por la ansiedad y la razón
humanas.

Así que lo irónico del caso es, pues, que siempre hemos tenido el
Conocimiento "a mano". Todas las noches. De la manera más "natural".
Nuestro destino siempre ha sido crecer espiritualmente, sin esfuerzo
ninguno, por el simple hecho de nacer, movernos, cansarnos, dormir. Ha
sido nuestra inesperada estupidez la que ha torcido las cosas
endiabladamente, convirtiendo un don sencillo en un oscuro patrimonio
de iniciados, videntes y super-hombres.

El Ensueño es la manera más "democrática" de acceso al


Conocimiento. Como todo el mundo duerme, y sueña, no hay ni puede
haber discriminación ninguna sobre los sujetos con acceso al trance. Ricos
y pobres, tontos y listos, grandes y pequeños, cultos o analfabetos, incluso
sanos y enfermos: todos tienen el don. Si estás vivo, duermes; y si duermes,
sueñas; y si sueñas es solo cuestión de conciencia, de intento, convertir tus
sueños en experiencias de Conocimiento.

Ocurre, incluso, que personas aparentemente más marginadas


del estándar social o la cultura racional, como pueden ser los enfermos,
ignorantes, excluidos, e incluso los discapacitados mentales, disfrutan a
menudo de la experiencia del Ensueño con mucha más facilidad que los
pudientes intelectuales de las jerarquías religiosas. Con lo cual, el Ensueño
no solo resulta democrático sino incluso solidario, en el sentido más ético
del término.

No solo es la forma más "natural" y más "democrática" del trance,


sino que también es la forma más "segura". En su doble sentido de
"inocuidad" y de "garantía".

Inocuo, porque nadie se muere por soñar. Al contrario: soñar


equilibra los procesos cerebrales, endocrinos, energéticos del cuerpo
físico. Su práctica es medicinal. Cualquier otra técnica de trance,
exceptuando la meditación, tiene en el fondo sus peligros, al menos para

322
El Lector de Castaneda

la estabilidad mental. Como no son procedimientos "naturales" pueden


ocasionar, cuando menos, obsesiones. Soñar, en cambio, no tiene ningún
peligro. Hasta de la más espantosa pesadilla se despierta uno. Como en la
hipnosis, o con mucha más propiedad, la mente tiene ancestrales
mecanismos de defensa que impiden que nuestra integridad sufra ningún
daño en nuestros episodios de vida onírica.

Como señalábamos antes, el Ensueño es particularmente


“inocuo” en lo relativo al proceso de despegue y aterrizaje desde el mundo
astral al físico. Pues este choque es un impacto verdaderamente doloroso
para el practicante de Proyección Astral que, tras un “viaje” estándar, se
ve obligado a regresar de nuevo al desagradable saco de nervios y tejidos
que es cada “cuerpo físico”. En el Ensueño, en cambio, esa transición no
es traumática: al fin y al cabo estamos soñando. La “sesión” de Sueño
Lúcido se acaba cuando simplemente nos quedamos sin energía para
mantener la continuidad –la atención− en el escenario. Nos acabamos
despertando en la cama como de cualquier sueño normal.

Y "garantizado", porque siempre soñamos. Siempre. Es solo la


falta de la más elemental costumbre o interés lo que hace que no nos
acordemos. Mucha gente se duerme tan abotargada por el alcohol o las
drogas que no pueden acordarse de nada. Pero eso no significa que no
sueñen. Si han alcanzado una fase REM, por muy breve que sea, han
soñado seguro. Pero, si nos molestamos en verificarlo, veremos que
incluso en las primeras fases, nada más dormidos, ya estamos soñando. En
realidad nos pasamos la noche entera soñando.

Ni siquiera en la Meditación podemos tener esa garantía de


experiencia interior. Podemos sentarnos montones de veces a meditar sin
llegar a tener la más mínima experiencia de "trance". Lo cual, por cierto,
también puede ser muy frustrante. Pero la experiencia de los sueños está
garantizada. Nuestra conciencia está siempre “deseando”, impaciente,
transferirse al doble, al cuerpo de ensueño, lo antes posible. Salir
disparada sin dilación a su verdadera vida, al mundo de las verdaderas
emociones, aventuras y prodigios. Nuevamente, lo lamentable es que
estamos tan alienados que ni siquiera nos damos cuenta de esta premura,
de lo mucho que preferimos aquella vida a ésta.

El mundo de los sueños (que a la postre es indistinguible de lo


que la Teosofía denomina el “mundo astral”) es un mundo de prodigios y
milagros, de intensidad sin igual, que amplía sin límites nuestro poder,
perspectivas y consecución de deseos. Podemos, con plena conciencia de

323
Recuentos Críticos

lo que hacemos, transformarnos a voluntad, elegir los destinos


instantáneos de nuestros viajes, convocar a seres queridos o maestros
espirituales, realizar todo tipo de propósitos íntimos.

En realidad, aunque el “mundo astral” es el “mundo de los


deseos”, los escenarios no son distintos a los habituales de nuestros sueños.
Pero como ahora la intensidad de la conciencia evita que nos olvidemos de
ellos, a todos los efectos nos encontramos visitando parajes inenarrables,
edificios portentosos, lugares extraterrestres; interactuando con ángeles y
demonios, animales indescriptibles; haciendo amistades y viviendo
aventuras plenas de significado, emborrachándonos de nuevas
sensaciones.

Una de las experiencias más gratificantes, por ejemplo, que todos


los practicantes reportan al principio, es la inolvidable experiencia de
volar. ¡Podemos volar! Con plena conciencia. Sin diferencia ninguna, a
nivel de la integración posterior en la memoria, con lo que podría ser la
vivencia en el plano físico. Solo que el vuelo, en los sueños, no es un
aleteo, sino un planeo. En muchos casos, no pasa de un descontrolado
“flotar” en el aire. Pero siempre es una experiencia indescriptiblemente
placentera.

Podemos también deslizarnos a voluntad, como con patines.


Podemos atravesar paredes, respirar bajo el agua, mover objetos con la
mente, leer el pensamiento. Libres de las taras de nuestra vida física,
vivimos plenamente las dimensiones más recónditas de nuestras
capacidades latentes. (Aunque también hay ciertas imposibilidades
extrañas, como encender la luz, comer, o tragar. La mecánica de ese
mundo es misteriosa hasta en sus detalles más triviales).

Los valores también son distintos. Cosas que en el mundo físico


están "prohibidas", no por imposibilidad física sino por leyes sociales,
pueden ser realizadas en el Ensueño sin ninguna cortapisa. Hablamos por
ejemplo de ciertas fantasías sexuales. Incluso de ciertas acciones violentas.
Agresiones, riesgos o hedonismos que serían castigados en vigilia parecen
no tener consecuencias aquí.

Sin embargo, otras cosas que no nos comprometen en absoluto en


nuestra vida de vigilia, como hacer una promesa o verbalizar un deseo, sí
generan severas y seguras consecuencias en el plano astral. ¿Por qué?
Suponemos que la explicación se pierde en los ancestrales inicios del
lenguaje, cuando cada palabra, cada fonema, tenía una repercusión

324
El Lector de Castaneda

mágica.

Otra de las ventajas del Ensueño es la posibilidad incomparable


de profundizar en los obstáculos psicológicos o materiales que dificultan
nuestro desarrollo personal. Como un fantasma que espía en la sombra o
detrás de un cristal, podemos ser testigos de los procesos que condicionan
nuestros éxitos o nuestros fracasos. Y esto abre posibilidades terapéuticas
formidables, huelga decirlo.

La continuidad espacio-temporal se flexibiliza en el Ensueño. Ya


no estamos en un espacio-tiempo lineal, invariable y fijo. En los Sueños
Lúcidos llega un momento en que podemos acceder al pasado y al futuro,
hacer regresiones, intercambiar historias personales, curar enfermedades
ajenas, habitar otros cuerpos, comprender actuales misterios científicos.
Podemos acceder a la "memoria del mundo", y podemos viajar a cualquier
lugar del espacio, sin límites. Pues el cuerpo energético, la misma
conciencia, viaja más rápido que la luz.

No es que nos convirtamos en dioses, ni super-héroes, pues el


mundo astral tiene sus reglas, y el proceso del Ensueño atraviesa
complejas etapas que a la fuerza dosifican nuestros disfrutes. Pero el
hecho es que nos brinda un acceso consciente a un mundo que, desde
niños, nos han dicho que era inaccesible, fantasioso, irreal, inútil. Ahora
resulta que no solo es real y prodigioso, sino que podemos actuar dentro
de sus escenarios exactamente como quien se va de viaje a la montaña; es
un milagro excepcional.

Se entienden las dudas del escéptico materialista, como


sencillamente las del que no puede imaginar lo que no ha vivido, pero el
ensoñador insistirá en el valor inalienablemente auténtico de la realidad
de su experiencia. No es una "realidad virtual". No es un producto de la
imaginación, como una película proyectada en alguna pantalla mental. El
Ensueño es una experiencia "real", total, ontológicamente verdadera.
Percibimos con todos nuestros sentidos. Todo nuestro ser, memoria,
conciencia y personalidad están presentes, involucrados. Son testigos.

El re-descubrimiento del Ensueño tiene consecuencias radicales


que obligan a revisar los tópicos de la Psicología. Pues desbanca
completamente el concepto de "interpretaciones simbólicas" con que desde
el Psicoanálisis, y alcanzando cotas delirantes de subjetivismo y propósito
comercial, se ha venido abordando la fenomenología de los sueños, al
menos desde la vertiente de la literatura de "auto-superación".

325
Recuentos Críticos

Algo de lo que el mismo Freud no es culpable. Él despejó grandes


incógnitas en la dinámica psicológica de los sueños, y tuvo el
revolucionario acierto de ser el primero en relacionar formalmente la vida
onírica con la energía sexual (libido). Y fueron más bien los divulgadores
quienes exageraron el papel simbólico de los contenidos oníricos para
generar ese sub-género del oscurantismo psicológico que son los
"diccionarios" de interpretación de los sueños.

Los sueños no "significan" nada. Los sueños son experiencias


reales de nuestro cuerpo energético (cuerpo astral, alma, cuerpo de
ensueño...) en el mundo real de los sueños. Encontrarse con una escalera
en un sueño tiene la misma significación que encontrársela en la vida
real, ni más ni menos. Por supuesto, en cierto grado, la calidad psicológica
de nuestra vida de vigilia determina el cariz de nuestros sueños: el tipo de
escenarios, emociones y objetos involucrados. Pero es más bien una
cuestión de “holismo”, de simple "ley de atracción". Igual ocurre a la
viceversa.

La simbología de nuestros sueños, pues, no es en absoluto lo


esencial. Lo esencial es comprender que nuestra vida onírica constituye
una existencia paralela real; que de alguna forma nuestra conciencia vive
simultáneamente en dos mundos; y que ahora, gracias al Ensueño,
podemos adquirir un control consciente y un disfrute pleno sobre esa otra
gran mitad de nuestras vidas, el mundo de los sueños, que antes nos
estaba velada.

Lógicamente a estas alturas el lector estará pensando que, al igual


que debió ocurrir con la Proyección Astral (como tantos otros
prometedores caminos espirituales), las cosas han debido de ser en la
práctica mucho más complejas cuando el hecho es que no se ha detectado
tanta revolución palpable. Pero el Ensueño introduce componentes de
todas formas tan espectaculares que las incógnitas educativas vuelven a
agudizarse: el practicante no puede dejar de preguntarse qué es lo que ha
llevado al ser humano a borrar tan radicalmente de su memoria, de sus
expectativas, de sus escuelas, una herramienta tan inigualable de plenitud
y felicidad. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Quién tiene la culpa?

Desde luego, una primera respuesta es el miedo del poder político


a todo lo que suponga un “despertar” espiritual. A la Cultura. Al
Conocimiento. Enseguida, los "enemigos del hombre", sean sistemas
políticos, seres inorgánicos o mafias esotérico-comerciales, intentarán

326
El Lector de Castaneda

hacernos creer que el Ensueño es inútil. ¿Para qué "ensoñar"? En sus


mensajes subliminales nos insistirán en que basta con conectarse a la Play
Station, o con currarse el Second Life, para tener la misma experiencia.

Es una carrera por acaparar esat nueva cartera de conciencias-


clientes. Y llegará sin duda un momento en que las plataformas (Wii)
simularán escenarios tridimensionales tan subyugantes como el sueño
más paradisíaco. Pero la industria nunca podrá igualar las posibilidades
del espíritu, de la naturaleza profunda. ¿Qué chip cuántico podría lograr
las maravillas de un verdadero Ensueño? Sin conexiones, sin cables, sin
cuotas, sin control: el ensueño es algo que no interesa a esas fuerzas
oscuras. El Conocimiento da libertad, y ellos quieren esclavos.

Los factores políticos influyen, pues. Pero tal vez mayor enemigo
aún sea nuestra propia razón. No es tan fácil aceptar que tenemos una
existencia paralela. La misma mecánica cuántica ha tardado todo un siglo
en comprender la posibilidad metafísica, la existencia matemática o real,
de otros mundos paralelos. La "mente" humana es una entidad demasiado
desbordante, abstracta, para insistir en confinarla dentro de una cavidad
cerebral. ¿Qué es exactamente el cuerpo humano, la “energía” humana?
¿Cómo entiende el “dentro” y el “fuera” la actual física de la “no-
localidad”?

El “ensoñador” tiende a pensar que el mundo de los sueños es


realmente un mundo aparte ─tal vez compuesto de materia exótica
interpenetrada con la habitual─ porque ésa es la conclusión lógica de sus
esquemas racionales. Percibimos nuestra conciencia "saliendo" de nuestro
cuerpo físico, que sabemos que está tumbado en la cama, y controlando
un cuerpo sutil que adopta diversas formas, para vivir experiencias reales
en un mundo intenso y luminoso que se parece al mundo material lo
suficiente como para merecer el calificativo de "paralelo". Aun cuando la
visión mecanicista resulte inaceptable para quien vive realmente la
experiencia, éste acaba convenciéndose de que quizás todo ello ocurra al
fin y al cabo en algún "plano mental", en unas dimensiones inimaginables
del espacio-tiempo.

Hay un componente “político”, pues. Y hay un componente


“racional”. Y ambos dificultan la aceptación y el pleno desarrollo de lo
que ocurre en el Ensueño. Pero el verdadero obstáculo es más bien de
corte “moral”. El Ensueño comporta tanta autenticidad, tanta intensidad,
realidad y sabiduría, que el verdadero conflicto acaba siendo
compaginarlo con la miseria, hipocresía y debilidades de nuestra

327
Recuentos Críticos

existencia normal.

El hecho de que el aterrizaje de vuelta en el mundo físico sea más


llevadero en el Ensueño que en la Proyección Astral no atenúa el contraste
existencial y emocional entre ambos mundos. Y si acabo observando que
mi progreso como practicante se detiene ─pues en absoluto puedo
presumir de estar avanzando como debiera─, la culpable última es mi
incapacidad de equilibrarlos. Las inconsistencias de mi vida de vigilia
cantan como papagayos en cuanto pongo un pie en el Ensueño.

Es más: como ambos mundos están interconectados de manera


inextricable, poco a poco iré comprobando el efecto que mis acciones y
actitudes tienen, a corto o largo plazo, sobre mis condiciones concretas en
el plano físico. Lo cual me obligará a asumir responsabilidades. El mundo,
la deplorable miseria de la humanidad indefensa, necesita de la labor
energética de almas conscientes y positivas, a un nivel que claramente me
supera. Por caminos energéticos impredecibles, mi egoísmo en los sueños
puede llegar a dañar incluso a mis seres queridos.

Ocurre que no existe la mentira en el Ensueño. Éste es otro de los


misterios con imbricaciones más epistemológicas. ¿Qué es una "mentira"?
Habría que bucear muy hondo en la Filosofía de la Intencionalidad para
comprender el punto de vista de los videntes. Pues sólo en el mundo físico,
donde razón y lenguaje imperan a la par, indistinguiblemente, puede
tener sentido ocultar intencionadamente la verdad; convivir con la
mentira como si fuera normal salir a la calle con un abrigo hecho de
vísceras sangrantes. Tal "intento" es inconcebible en el mundo de las
esencias energéticas. Si usted pregunta cualquier cosa a un ser espiritual,
a un habitante del mundo de los sueños, siempre le dirá la verdad. No
pueden mentir.

Así que el verdadero tema de fondo involucrado en el éxito o


fracaso, en la validez o inutilidad definitiva del Ensueño, es nuestra propia
realización espiritual. Aprender a "ensoñar" y darse cuenta de que el
sentido de la vida es el desarrollo de nuestra conciencia, el camino del
Conocimiento, es una y la misma cosa.

Y aquí, claro está, cada cual tiene que tomar la decisión que más
se ajuste a su naturaleza personal. Si el hedonismo y el beneficio
inmediato es su meta máxima en la vida, el Ensueño le fascinará por un
tiempo, pero luego abandonará. Le remorderá la conciencia estar
planteando como un juego una oportunidad tan única y profunda de

328
El Lector de Castaneda

desarrollo personal. Tiene usted en su mano hacer de su vida un auténtico


proyecto de realización trascendental. Sería una falta de respeto
desperdiciar herramientas que en el plano físico están al alcance de unos
pocos iluminados.

Es ciertamente una abrumadora responsabilidad que


inconscientemente desanima a muchos practicantes, forzándoles a
abandonar. Creían haber encontrado la panacea del turismo espiritual,
del viaje psicodélico, y ahora resulta que se ven envueltos en una
disciplina mística para la que no tenían vocación. Es por eso que el auge
de los Sueños Lúcidos parece diluirse, o menguar. Pero, sea como sea,
también es muy significativo que sea en esta encrucijada de la Historia
cuando se nos abren estas puertas. Por eso nosotros seguiremos siempre
reivindicando, por encima de todo avatar circunstancial, la suprema
oportunidad de esta vía de Conocimiento.

¡Qué triste alarde de ignorancia, por tanto, es quejarse de perder


un tercio de nuestras vidas durmiendo! Al contrario, no hay tiempo mejor
invertido. Y cualquier buscador espiritual que se precie debería luchar
por prolongarlo. Pues, tal vez, en el Más Allá, en los dominios de la
Muerte, va a tener mucho más valor lo que hemos hecho en nuestros
sueños que todas las obras y ganancias de nuestra vida de vigilia.

Morir es soñar. Es continuar con nuestros sueños. La muerte es


un sueño del que ya no despertamos. O más bien una vida en la que ya no
perdemos el tiempo con aburridas vivencias paralelas. Desde la óptica de
los que han muerto, no es de extrañar la indiferencia o el rechazo hacia
todos esos absurdos y obsesivos afanes de la vida de vigilia. Mucho mejor
si por fin se quedan atrás, y nos vemos libres ya para desarrollarnos
plenamente en nuestro verdadero cuerpo, en nuestro verdadero hogar.

El disfrute de los prodigios del Ensueño, en definitiva, está


necesariamente ligado a un crecimiento interior, para bien o para mal. Y
vencer al ego implica hacer un largo camino. Pero es una búsqueda que
"merece la pena". La vida más exitosa imaginable en el mundo físico
palidece en comparación con la "intensidad" sensorial y espiritual de las
experiencias del Ensueño. Aunque el misterio de la percepción y la
naturaleza del ser humano son inagotables, el Ensueño siempre nos
conducirá a un proceso transpersonal mucho más rico y complejo que el
de la realidad cotidiana.

329
Recuentos Críticos

Recuento de Técnicas de acceso


acceso a los Sueños Lúcidos
Ofrecemos a continuación un resúmen, no exhaustivo, de las principales
estrategias para acceder al Ensueño, condensando tanto las indicaciones de
Don Juan y Castaneda como las de Stephen LaBerge y otros autores
estudiosos del tema de los Sueños Lúcidos. Castaneda, celoso hasta la
bajeza de todo autor que amenazase, conscientemente o no, disputar su
autoridad en la materia, insistía en sus charlas y seminarios en que Sueños
Lúcidos y Ensueño eran dos cosas distintas, pero no llegaba a sustentar su
desacuerdo con argumentos convincentes. A nosotros nos parece que en
esencia se trata de lo mismo: hacerse consciente de los propios sueños;
"despertar" dentro de ellos con la plena conciencia de que estamos
soñando. A nivel de pormenores técnicos son, de hecho, más
recomendables y clarificadores los libros de LaBerge (“Lucid Dreaming”,
etc)

Desde luego, el primer paso es recuperar la costumbre de


acordarse de los sueños. Y para ello es fundamental pasar una larga
temporada escribiendo un “diario” pormenorizado de los sueños de cada
noche.

No es tan fácil como parece. Y es importante idear técnicas


rápidas de anotación para apuntar los sueños recién despertados. Pero
también es importante pasar más tarde esas notas a limpio, intentando
completar los recuerdos y cotejando su progreso diario.

A la hora de precipitar la experiencia, de “programarse” para


ensoñar, quizás lo más efectivo es expresar nuestro propósito en voz alta,
delante del espejo, antes de acostarnos: “Quiero despertar dentro de un
sueño, darme cuenta de que estoy soñando”, por ejemplo.

Cambiar algunos objetos o muebles de su sitio habitual en el


dormitorio. Esto hace que la mente perciba inconscientemente, mientras
duerme, apremios subliminales.

Dejar alguna luz encendida toda la noche. Es un “recordatorio”


mucho más contundente que el de la técnica anterior, aunque también
más incómodo.

Dormirnos sosteniendo objetos de poder o cristales de cuarzo

330
El Lector de Castaneda

entre los dedos.

Ponerse para dormir una banda en la frente, o prendas de ropa


no habituales.

Intentar dormirse en “savasana”, que es la postura tradicional de


relajación. También es muy efectivo intentar dormirse sentado, o en
posturas raras.

Dormirse guiñando un ojo. Las imágenes oníricas aparecen en el


ojo cerrado como una película paralela.

Dormirse contando de 1 a 100, diciendo en cada número “estoy


soñando”. Si no funciona a primera hora, nos despertamos a mitad de la
noche y lo intentamos de nuevo.

Enfocar, antes de dormir, y sin soltarlo a ningún precio, el


fascinante mundo de las imágenes hipnagógicas (imágenes oníricas
previas al sueño) que se dibujan en nuestra retina cuando cerramos los
ojos.

Evocar concentradamente escenas o personas queridas antes de


dormirnos, con el propósito de encontrarlas en los sueños. Esta evocación
puede hacerse en una postura especial, o con ayuda de fotos o comandos
escritos, para que tenga más fuerza.

Antes de dormir, nos damos insistentemente la orden de mirarnos


las manos dentro de un sueño, como detonante para “despertarnos”
dentro de él. Nuestro cuerpo de ensueño, lo mismo que el físico, siempre
tendrá nuestras manos en el campo de visión, cosa que no puede
asegurarse de ningún otro objeto. Ésta es la técnica clásica recomendada
por Don Juan en sus primeras enseñanzas. Y lo cierto es que hay algo
profundamente “arcano” en este reflejo: de hecho, es lo primero que
hacemos cuando entramos por primera vez en un entorno virtual: nos
miramos las manos para comprobar que somos nosotros mismos y
establecer unos patrones dimensionales mínimos.

Levantarse de madrugada, unas cinco horas después de haberse


acostado. Realizar alguna actividad (meditación, arte, trabajo, etc) durante
un par de horas. Volverse luego a acostar, retomando así la actividad REM
cerebral, que es donde normalmente ocurren los sueños profundos. Esta
interrupción, aunque es dura, dispara increíblemente la intensidad de

331
Recuentos Críticos

nuestros sueños y la frecuencia de nuestros ensueños, o “sueños lúcidos”.


(Técnica MILD, de LaBerge).

En algún control nocturno, aunque no nos levantemos de la


cama, utilizar uno de esos despertadores que suenan cada diez minutos
hasta que lo apagas, definitivamente es una herramienta magnífica.

Escuchar música con auriculares en mitad de la noche dispara


también mágicamente la lucidez de nuestros sueños.

Al despertar de forma natural en cualquier momento de la fase


REM, nos quedaremos quietos, sin mover un músculo, e intentaremos
recordar el sueño reciente, imaginando esta vez que despertamos dentro
de él. Nos volveremos a dormir con ese firme propósito. (LaBerge)

Al despertar, también de forma natural y en fase REM, relajarnos


y enfocar la atención, uno a uno, en todos los puntos de energía de nuestro
cuerpo (estudiar los meridianos de acupuntura), hasta sentir una especie
de parálisis. El efecto es espectacular.

Potenciar la sensación, durante la vigilia, de que todo es un


sueño, y crear la rutina de hacer comprobaciones para asegurarnos de que
no estamos soñando. Parece una tontería pero, realmente, el obstáculo
principal para la consecución del ensueño es la firme convicción que
tenemos en nuestros sueños, como amargamente comprobaremos un
millón de veces, de que estamos viviendo una realidad normal de vigilia, a
pesar de los aspectos milagrosos o cambiantes que nos pudieran hacer
sospechar lo contrario. Es una certeza tan insoslayable como
ontológicamente válida es la realidad y la lógica del mundo que
experimenta nuestro “doble astral” en el mundo de los sueños, como ya
indicamos en los análisis más conceptuales del fenómeno: de hecho, para
nuestro “yo de los sueños” son su vida y su mundo los que tienen una
continuidad indiscutible. Para ese “yo” es la vida de vigilia la que resulta
anecdótica, accesoria, tan inútil que no merece la pena ni recordarla. Ese
abismo es un obstáculo mayúsculo. Por eso, si nos tiramos de un dedo y
éste no se deforma, es fácil que no estemos soñando. Si pegamos un saltito
y no nos quedamos flotando, también. Pues hay que buscar patrones
diferenciales como sea, y uno muy conveniente es el hecho de que el
mundo de los sueños es más cambiante y moldeable que el de vigilia.

Disparar con un temporizador, en las fases REM, una grabación


de comandos estratégicos (por ej.: “estoy soñando”) que pueda ser

332
El Lector de Castaneda

reproducida, a bajo volumen, sin llegar a despertarnos, en un equipo de


sonido convenientemente situado. (Existen unos dispositivos, distribuidos
por los grupos del Lucidity Institute de Stanford, a modo de gafas con
auriculares y sensores cerebrales, que nos avisan con diferentes señales
acústicas o luminosas cuando detectan que hemos entrado en una fase
REM. Pero una grabación casera con un temporizador es igualmente
efectiva si la activamos a las 5 o 6 horas de habernos dormido).

Hoy día, en todo caso, la práctica de los Sueños Lúcidos está ya


tan popularizada en el ámbito de la Psicología Transpersonal que es fácil
encontrar (sin ir más lejos en YouTube) audios diseñados para facilitar su
ejercicio cotidiano. Combinando estudiadas instrucciones verbales en “off”
(y en cualquier idioma) con relajantes músicas “binaurales” (efectos y
frecuencias compatibles con las de las ondas “alpha” y “delta” propias de
las fases REM), es posible dejarse guiar durante la noche entera (algunos
duran hasta 8 horas), con magníficos resultados.

Como “técnica de crecimiento personal”, hay que reconocer que


la Musicoterapia ha avanzado enormemente en las últimas décadas, así
que, incluso prescindiendo de las instrucciones verbales, podemos
potenciar espectacularmente nuestros sueños si sabemos elegir con
cuidado la música que escuchamos mientras estamos dormidos.

Atención a las incoherencias y las coincidencias en el mundo de


vigilia. Atención también a las semejanzas con los tópicos de nuestros
sueños. Todo lo que hagamos por encontrar vínculos entre ambos estados
de conciencia favorece la aparición de sueños lúcidos.

Practicar las técnicas clásicas de “proyección astral”, se consiga o


no, es también un refuerzo interesante para acelerar la consecución de
nuestros ensueños. Pues, técnicamente hablando, la experiencia clásica de
la "proyección astral", muy popular en el ocultismo, sobre todo a partir de
la Teosofía, no se diferencia en absoluto de la de los "sueños lúcidos".
Viene a ser exactamente lo mismo.

Técnicamente, la “proyección astral” es forzar un “sueño lúcido”


sin esperar a la noche a estar dormido. Pero en un “sueño lúcido”
despertamos ya en un mundo o situación concreta, mientras que en la
proyección “soñamos” que salimos de nuestro físico (normalmente a
través del chakra del ombligo o el de la coronilla), y ascendemos flotando
hacia el techo. ¿Qué práctica es más conveniente? La proyección es más
directa: resultados e intenciones están mucho más conectados. Pero no

333
Recuentos Críticos

olvidemos que los sueños son al fin y al cabo una “barrera natural” contra
los peligros del astral, y uno de ellos postula que encontrarse frente a
frente con el “doble” es mortal. Don Juan insistía en ello, y nosotros no
vamos a negarlo: la inmensidad invisible que nos rodea es tan prodigiosa
como terrorífica, y de ahí que paguemos un precio tan caro, en alienación
y olvido, por defendernos de ella.

Acostarse con sed, para forzar al inconsciente a levantarse en


mitad de la noche, era la técnica favorita de Muldoon.

Intentar no dejar nunca un sueño sin terminar. Si nos


despertamos con un sueño a medias, debemos en la medida de lo posible
retomarlo para intentar resolverlo por completo. (Moss)

334
El Lector de Castaneda

Recuento de correspondencias entre Física y Espiritualidad


Curiosamente, ninguna disciplina científica está más cerca de los
presupuestos “místicos” tradicionales, y de las implicaciones
epistemológicas del nagualismo, que la Astrofísica y la Física de Partículas
actuales. La irrealidad de la solidez del mundo, su incertidumbre esencial,
y la inseparabilidad entre la misma existencia y la conciencia que la
percibe son certezas básicas de las tradiciones contemplativas que ahora
pueden ser incluso demostradas matemáticamente. Por mucho que
incomode a los positivistas, estamos en un punto de inflexión tan sin
precedentes que no hay filósofo serio, hoy día, que no se afane por
actualizarse en la materia.

De manera simultánea en el tiempo y en el espacio, coexisten con


el mundo que percibimos infinidad de universos paralelos que no
podemos detectar. La diferencia estriba, quizás, en que para el esoterismo
todos esos mundos son absolutamente “reales”, mientras que para la
mecánica cuántica ni siquiera el nuestro lo es. Lo único que existe es la
percepción.

La Ciencia avanza a pesar ─o a través─ de sus paradojas. Así, el


postulado original de Everett, que implicaba desdoblamientos infinitos de
nuevos universos en cada nuevo suceso-decisión-observación
experimental es a todas luces excesivo: cada vez que medimos un electrón
se crea un nuevo universo. Es algo que repugna a toda sensatez. Y sin
embargo, es cierto que no hay mística esotérica que no sostenga que son
infinitos los universos alternativos que nos rodean.

Los átomos, quarks, y componentes últimos de la materia, no son


en absoluto objetos con una existencia independiente o una identidad
diferenciada. Los físicos son capaces de extrapolar los efectos, propiedades
y leyes del mundo atómico, como los videntes hacen con la energía
espiritual. Pero a ambos les une la humildad y la creciente evidencia de
saber que en el fondo nunca podrán determinar “qué es” una partícula
elemental, cuál es su realidad esencial. Aunque, bueno, podemos hacerlo
un poco mejor que Bohr, para quien las ondas de materia no son en
absoluto cosas, sino más bien procedimientos de cálculo.

¿De qué está hecho el mundo? Tanto las “líneas del mundo”

335
Recuentos Críticos

relativistas, como las “cuerdas” multidimensionales (Witten), como la


“espuma cuántica” (Wheeler) se parecen innegablemente al enmarañado
de “fibras luminosas” que describen los videntes cuando hablan de la
realidad energética esencial. Pero aquí sí son los videntes más audaces
cuando afirman que cada una de estas fibras está además “consciente de sí
misma”.

Al mismo Einstein le gustaba elucubrar con la conciencia de los


fotones. Pues, al estar siempre viajando a la velocidad máxima, viven en
un eterno “aquí y ahora”, desde el mismísimo Big Bang. Para ellos no ha
pasado el tiempo. "Viven" en un perfecto presente desde su creación.

Por encima del carácter fijador de toda observación, lo que la


propuesta EPR demuestra es que las dos partículas que viajan en
direcciones opuestas son en realidad una misma entidad. Y que, en
consecuencia, todo está comunicado, inter-conectado, quizás en un solo
ser, presumiblemente desde el mismísimo Big Bang.

He aquí, pues, otra profunda paradoja. Pues es más sensato


suponer, en el tema del entrelazamiento, que existen propiedades reales
que se conservan, a salvo de la incertidumbre y la superposición, antes
que suponer comunicaciones supralumínicas “cuasi-telepáticas” (como
sensato es suponer que una moneda tendrá siempre cara y cruz por muy
lejos que mandemos sus dos mitades). Y sin embargo, todo ocultismo
secularmente defiende que el cosmos es de hecho un sistema holotrópico
instantáneamente inter-conectado.

En sus últimas obras, Fukuoka acabó centrando su filosofía de la


naturaleza en la más desarrollada denuncia del perverso poder de
discriminación de la mente humana, que todo lo acaba “especializando”,
fragmentando, dicotomizando. Pero ni siquiera la conciencia individual de
nuestras células es incompatible con el carácter holográfico del cosmos. El
“Tratado de la Unidad”, de Ibn Arabí, debería ser libro de texto en todas
las Facultades de Matemáticas.

La realidad no es una propiedad del mundo exterior sino una


reacción creadora de nuestra conciencia en el instante en que la percibe.
Nada es real hasta que tropieza con un perceptor, una conciencia. La
psicolingüística es aún más positivista: nada es real hasta que lo
expresamos.

Lo cual nos lleva a una tercera gran paradoja. Pues pocos

336
El Lector de Castaneda

experimentos mentales hay tan absurdos, desde el punto de vista analítico,


como el famoso “gato de Schrondinger” (y de hecho son legión sus críticos
y detractores): implicaría que cualquier objeto macroscópico no detectado
(como las cuevas no descubiertas, o tantos astros lejanos) se halla en un
limbo de existencia incierta. Es absurdo. Y sin embargo, cualquier vidente
se apresurará en defender que toda realidad es siempre un producto de
nuestra percepción, una expectativa mental, una consecuencia de nuestra
observación.

La aleatoriedad y el azar son propiedades inherentes de la


materia. La incertidumbre, entendida como liberación, desmonta para
siempre la tentativa de identificar el destino con cualquier tipo de
determinismo implícito, prefijado, por muy sutil que sea. Percepción es
conciencia, y conciencia es libertad. El Principio de Incertidumbre concede
al universo incluso la libertad virtual de crear materia de la nada, y
viceversa. La indeterminación del micromundo es tan absoluta que sus
partículas pueden existir y no existir al mismo tiempo.

No ha habido más remedio que abandonar la ancestral esperanza


de que exista una simplicidad última en los componentes o la
organización de la realidad que percibimos. Es más práctico partir del
axioma de que lo insoluble y lo incognoscible (que no quizás la
unificación de criterios) son principios eternos, barreras infranqueables,
límites absolutos. Los nuevos videntes insisten en distinguir claramente las
tres potencias del conocimiento: lo conocido, lo desconocido, y lo que no
se puede conocer.

La entropía, esa suerte de pasiva indolencia cósmica, es una


poderosa ley común para todos los estratos de la realidad. La espiritualidad
siempre la ha llamado “ahorro de energía”, y la ha considerado una de sus
grandes piedras angulares. El orden y la disciplina quiebran tanto la
inercia del cosmos que no duda la teología (particularmente San Ireneo y
los gnósticos, pero también Teilhard de Chardin) en hablar de una
“economía de la salvación”.

La luz pesa. Toda energía tiene su masa. Incluso la mental.


Incluso la de los fantasmas. Los pensamientos pesan; la alegría, la
ambición y el miedo, también. La gravedad deforma el vacío en todos los
planos del ser, no porque sea una ley común, sino porque todo “es” en el
espacio-tiempo. Incluso la muerte. Incluso la imaginación.

Ahora sostienen los astrofísicos que la “materia oscura” y la

337
Recuentos Críticos

“energía oscura” llenan hasta un 80% del universo conocido. Pero no


saben de qué está constituida. Muchos videntes se han apresurado a
afirmar que esa materia son quizás los mundos etéricos, astrales, mentales,
de las tradiciones ocultas. Organizados en dimensiones que no podemos
percibir. Escalas invisibles de la vibración del ser. ¿Qué tendría de extraño
que estos planos gozasen de una existencia estructurada? Quizás incluso
la antimateria sobrevivió también en algún lado.

La conciencia, la vida, llena cada intersticio de la realidad,


impregnándolo todo, agarrándose a cualquier condición o constante física
del universo. En nuestro mundo, en la estrecha banda de vibración
electromagnética que detectan nuestros sentidos, la vida se valió de las
moléculas orgánicas, del metabolismo y la reproducción. En otros planos
de frecuencia, se valió quizás de las estructuras inorgánicas y de sus
procesos “irracionales” para abrirse camino y organizarse.

En realidad, son los videntes los que menos defienden el


“principio antrópico”. Pues para ellos la vida es, ante todo, conciencia,
memoria, individualidad, intención, sentimiento y emoción; mucho antes
que metabolismo o reproducción (ver recuentos anteriores). Olvidémonos
por un momento del incuestionable dogma del carbono y las moléculas
orgánicas para concebir la vida. Veremos entonces que no es tan
descabellado afirmar que, como sostienen los videntes, puede ─y debe─
haber vida en cualquier planeta del sistema solar.

El Big Bang, como hemos explicado, no solo dispersó radiación y


materia a los cuatro vientos; también irradió, y lo sigue haciendo,
conciencia y estructura. ¿Por qué no? Imaginar que las estructuras son
entidades que existen de por sí, ejes ontológicos dimensionales y
necesarios −quizás en el sentido de ese “orden implícito” que tan
genialmente postuló Bohm: o quizás como extensión del “campo de
Higgs”, alcanzando otras constantes distintas de la “masa”; o quizás a
modo de branas dimensionales−, resolvería el problema, hoy por hoy
insoluble, de la información inherente, cual memoria “genética”, que
deberían tener los átomos para funcionar con las mismas leyes en todas las
partes del universo. ¿Por qué han de ser “informes” las bandadas de
neutrinos que atraviesan constantemente la Tierra? Quizás nuestros
instrumentos simplemente no detectan, no anticipan, esas estructuras.

En todo caso, hay algo muy precipitado en la dialéctica de la


“materia y energía oscura”, a la hora de explicar las observaciones
gravitatorias remotas. Algo que suena a capitulación demasiado promiscua

338
El Lector de Castaneda

ante los “ejércitos del Señor Oscuro”. Sobre todo cuando el vacío, la
energía del punto cero, está lleno de tantas posibilidades potenciales aún
sin explorar.

Las matemáticas de Wheeler nos llevan a un microcosmos en


ebullición, con textura de burbujas, entramados, puentes, túneles,
agujeros-de-gusano, mallas, un laberinto de fibras que se mueven
incesantemente. Los filósofos de la ciencia hurgan en la resonancia de
estas imágenes o en la estética de las formulaciones cuánticas. Pero los
videntes nos dicen que en realidad no necesitamos microscopios. Hemos
visto muchas veces, quizás incluso lo vemos continuamente, el entramado
subatómico y la esencia energética de la realidad; pero lo que ocurre es
que “no somos conscientes de ello”. Por eso, cuando por fin “rasgamos el
velo”, reconocemos algo que nos era infinitamente familiar. Solo existe un
inmenso, multiforme, omnipresente y eterno “aquí y ahora”. Lo demás son
trampas y confusiones de nuestra sintaxis.

Las trazas de todas esas aniquilaciones y procesos virtuales que


burbujean en el vacío que nos rodea son quizás muchos de esos efectos
sensoriales que percibimos cuando meditamos en trance. Aplíquese sobre
ese mar de energía negativa una nueva sintaxis, y obtendremos el
Conocimiento.

Las estrellas de neutrones tienen unos pocos kilómetros de


diámetro, pesan como una luna comprimida en un balón de fútbol, y giran
a la increíble velocidad de varias veces por segundo. Traspasado cierto
límite, se convierten en agujeros negros. ¿Habrá evidencia más
incontestable de vida inorgánica, de furia extraterrestre, de conciencia
subversiva?

Los sueños, ese maremagnum de universos paralelos, son la


prueba más cotidiana de la elasticidad y la relatividad del tiempo. No solo
viajamos a diario a su través. Nuestro yo-de-los-sueños, ese otro
observador, vive largas experiencias en el simple lapso de una cabezada.
Los pájaros se quedan petrificados en el aire, en mitad de un batir de alas.
El mar se queda detenido, a punto de romper la ola. Es la trama de “El
milagro secreto”, aquel cuento de Borges. No se trata tanto de viajar en el
tiempo (enseguida nos aferramos a los estereotipos de Carl Sagan o de
Asimov), sino de explorar las inmensas posibilidades de su elasticidad
cuando se le entiende principalmente como un objeto de percepción.

Somos sueños. Es la mejor forma de entenderlo. Y ¿qué sustancia

339
Recuentos Críticos

pueden tener los átomos de un sueño? Somos energía encapsulada, el


mismo extraño poder que se reparten los soles de la galaxia. Y como toda
realidad es intrínsecamente virtual, el puente de la incertidumbre nos
permite cambiar o incluso prescindir de toda sintaxis.

¿Cuál es entonces la naturaleza última de toda ilusión mental?


Nuestra razón a duras penas concibe un universo curvado sobre sí mismo,
inscrito en una nada o un multiverso exterior en el que todo sería posible.
Pero la naturaleza del vacío extiende tanto las posibilidades de la
incertidumbre y de la simultaneidad entre los mundos que deja en
evidencia las limitaciones arbitrarias de nuestra razón. El Principio de
Pauli solo se aplica a los fermiones idénticos en nuestro universo, pero no
necesariamente en los simultáneos. Todo místico sabe que no hay un
dentro y un fuera. Y que el cerebro es un órgano demasiado pobre para
contener el inabarcable misterio de nuestra memoria.

¿Qué sentido tienen los números de las escalas de Planck, o de las


constantes que maneja la física? Serían simples convenciones sintácticas si
no hay un límite absoluto para lo grande ni para lo pequeño. Quizás la
Relatividad habrá de desarrollarse mucho más cuando integre la velocidad
perceptiva de otras mentes inhumanas. ¿Qué sentido tienen las grandes
coincidencias numéricas y las flagrantes improbabilidades cósmicas en
que se apoyan los defensores del Gran Diseño y el Principio Antrópico?
Quizás es que también hay números mágicos en la ciencia. Uno, desde
luego, es phi. Y otro es 1/137, la constante de estructura fina. Nadie sabe
por qué.

Si ni siquiera sabemos cómo percibe el mundo un insecto, ¿a qué


viene la arrogancia de afirmar que estamos cerca de una Teoría del Todo?
Quedan aún más misterios que desentrañar que estrellas hay en el cielo; y
sobre todo en el terreno de la metafísica y el psiquismo.

Uno de los argumentos más endémicos de la Ciencia para negar


la posibilidad de comunicación entre nuestro universo y los "paralelos" es
la ingente cantidad de energía que supuestamente haría falta para
construir el dispositivo requerido. El mismo Einstein aseguraba con énfasis
que era imposible construir una bomba atómica porque haría falta
demasiada energía para separar los átomos. Hasta que se descubrió la
reacción en cadena de los neutrones, y cambió de opinión. Y por un pelo
se ganó la guerra. Los científicos están tan fijados en el método de los
colisionadores y la teoría del Big Bang, que no se dan cuenta de que la
clave del problema es de tipo perceptivo. Lo que realmente se necesita, y

340
El Lector de Castaneda

los videntes están hartos de decirlo, es elevar la frecuencia de vibración de


nuestros órganos sensoriales. Nos vamos a reír mucho si, en un futuro
quizás no muy lejano, los científicos que hoy gastan billones de dólares en
sus (peligrosos) colisionadores descubren que es mucho más barato
entrenar en el laboratorio a un buen equipo de meditadores para llegar a
desentrañar los secretos de las partículas elementales y el enigma de las
dimensiones ocultas.

Por las mismas, otro error endémico es pensar que los viajes en el
tiempo son un desafío de orden tecnológico o mecánico. La memoria del
cosmos, los "registros akásicos", no son planos tridimensionales a donde se
pueda viajar en plan turista. Son estados de la conciencia, y de nuevo su
exploración es un desafío de orden perceptivo, evolutivo, espiritual.

La verdadera Magia no tiene nada que ver con la prestidigitación.


De alguna forma paralela al Principio de Incertidumbre, existe una
Condición de Hermetismo que inevitablemente asocia la publicidad y el
poder social de un vidente con su nivel de falsedad y corrupción. Por eso
es difícil que la videncia sea algún día ciencia académica. Pero, sea como
sea, es urgente cambiar nuestro patrón de pensamiento y trasladar todo el
valor, la audacia, la curiosidad y la disciplina del método científico a las
posibilidades de conocimiento que conlleva la cosmología espiritual. Una
espiritualidad no-religiosa, ni siquiera esotérica, pero decididamente
trascendente, abierta a las realidades alternativas que, por otro lado, tan
fehacientemente proponen las descripciones cuánticas.

Algún día, si no destruimos la Tierra antes, habrá una Ciencia de


los otros mundos, de la existencia post-mortem, del cuerpo energético, de
la percepción extrasensorial, de los sueños conscientes, de los viajes en el
tiempo y a los confines de la galaxia. Por extraño que parezca, ya tuvimos
todos esos conocimientos en el pasado. Así que se trata de recuperar un
patrimonio del que ciertas interferencias ─quizás intencionadas─ en
nuestra evolución nos han privado, haciéndonos olvidar de manera
absoluta y miserable nuestro verdadero potencial. Pero fue en gran parte
nuestra codicia de poder y sus consiguientes sistemas religiosos los que
facilitaron nuestra “caída”, haciendo sucumbir, hasta la total extinción,
verdaderas civilizaciones. Eran otros tiempos, otra atmósfera, otros
cuerpos, otra estructura energética y mental, tan distinta a la actual que es
natural que no quede registro arqueológico ninguno. Esperemos que
podamos evolucionar hacia una era menos violenta, menos limitada y,
sobre todo, donde la verdad no inspire tanto terror.

341
Recuentos Críticos

El Conocimiento es energía. ¿Qué mejor paralelismo entre Física y


Espiritualidad? Para un físico la energía es masa por velocidad de la luz.
Para un vidente es conciencia por el poder de la voluntad. En ningún caso
la inmensidad, el milagro del Conocimiento resulta barato. ¿Por qué esa
aquiescencia, protesta Bohm, y esa tiránica dependencia de la dinámica
experimental y de la inercia de un positivismo creado hace trescientos
años? La Astrofísica y la Física de Partículas hubieron de unirse hace
décadas para comprender sus respectivos misterios. Estamos en una
encrucijada histórica, y ha llegado el momento de superar otros prejuicios.
Retrasarnos en integrar al Modelo Estándar una verdadera Ontología de la
Percepción es un error de juicio que dejaría en un callejón sin salida el
desarrollo de la física actual.

342
El Lector de Castaneda

Recuento de Alarmas planetarias


Es difícil decidir si el verdadero impacto de la obra de Castaneda atañe a
las drogas, a la antropología, a la experiencia espiritual o al cambio de
valores éticos y sociales. En los Recuentos anteriores hemos contemplado
las tres primeras posibilidades. Pero hay muchos lectores que resaltan
sobre todo, en este nuevo sistema de creencias, el mérito de revelarnos un
prodigioso código moral, el Camino del Guerrero, con revolucionarias
posibilidades como herramienta de cambio social. Y, en efecto, los análisis
que sobre nuestra sociedad alienada y en crisis hace Don Juan son tan
radicales como memorables. El destino del hombre es evolucionar, insistía.
Mucho más que reproducirse. Pero esa evolución es inseparable de
nuestro consenso perceptivo como ser racional y parlante; de nuestra
lucha como especie, como cultura y civilización, no solo contra el medio
natural sino quizás contra otras civilizaciones inorgánicas aún más
predadoras y poderosas. Vayamos por partes. ¿Cuál es la esencia de
nuestro estado actual como habitantes de este planeta?

Por si no era suficiente con el drama existencial, resulta que


ahora nos encontramos en una triple encrucijada evolutiva. Nunca antes
nuestro potencial bélico había supuesto una amenaza tan inapelable de
auto-exterminio. Nunca antes la contaminación y la explotación de los
recursos naturales nos habían llevado tan al borde del colapso. Y nunca
antes la explosión demográfica había alcanzado un nivel tan insostenible.
Cuando la muerte da tres golpes de bastón, se asegura de que la
escuchemos todos.

La intercomunicación global, también sin precedentes, crea un


imperialismo iconográfico que multiplica nuestras necesidades, nos hace
vulnerables e incapaces para la sorpresa.

El desamparo social, la hipocresía liberal, la desesperanza


intelectual, la explosión inmigratoria, la reaccionaria, la mediocridad
cultural, la perversión del trabajo, el desastre de lo educativo, el
despilfarro de la energía...

Sin aire, sin agua, sin tierra, sin sol, arrancados irreversiblemente
de la hierba, empeñados en homologar el gallinero urbano, embobados en
la trampa del cemento, el progreso, la comodidad...

343
Recuentos Críticos

Nuestra dependencia de la máquina es cada vez más crítica y


globalizada. Los fallos en el sistema dejan nuestra vida cotidiana cada vez
más paralizada, y sus repercusiones en cadena son cada vez más amplias e
imparables.

Todos los trabajos son malos, insanos, enfermizos. El sistema


laboral es un fracaso.

Una cínica apatía decadente, degenerativa; un aburrimiento


contagioso y desmotivado, impotente y perplejo, se ha instalado en el
corazón de la filosofía, volviéndola obsoleta, desfasada.

La música, la física cuántica, las drogas; ninguna revolución ha


impactado en la conciencia cotidiana.

Ninguna religión funciona. Ninguna política. Ninguna psicología.

El glamour, la imagen personal, el cotilleo, la frivolidad más


descarnada impera obscena en núcleo de la mismísima era de la
información.

La inmemorial distancia entre ricos y pobres es cada vez más


grande y más irreversible, más acaparadora, más protegida por las leyes.

Las víctimas civiles en los conflictos armados es ahora una norma


cuyo ritmo de crecimiento exponencial no tiene tampoco antecedentes
históricos.

Nunca hemos comido tan mal. Nunca en la historia hemos hecho


tan poco ejercicio.

La ética sexual está pervertida y desorientada. La ignorancia sobre


su significado energético sigue siendo absoluta.

Los derechos humanos, la democracia; lentas falacias


acomodaticias. Es la era del desentendimiento. La mitad de los habitantes
del planeta se abstienen de votar.

Es horrendo, pero solo hay tiempo para una liberación individual.


El colapso ambiental hace inviables las soluciones colectivas. No hay
tiempo.

344
El Lector de Castaneda

Desde un punto de vista transpersonal, no es sólo que las


consecuencias de nuestras opresiones reviertan sobre nosotros su
imborrable intención; es que fuerzas globales, extrañas, inhumanas,
oprimen ahora también al hombre con un universal sentido de la
oportunidad.

La explotación agrícola y ganadera es tan aberrante, que todo un


Fukuoka, quizás el mayor filósofo de la naturaleza, el más acertado
político de la supervivencia, el hombre más feliz de la tierra, ha pasado
totalmente desapercibido.

Nunca antes fue tan esclavizante la trampa de la vida urbana, la


falta de contacto con la realidad no artificial. Vivimos rodeados de objetos
creados y manipulados artificialmente por otras mentes, otras intenciones.

Nunca antes el comercio internacional se había apoyado en


infraestructuras de servicios tan excesivas, tan contraproducentes, tan
poco rentables, tan destructivas. Nunca antes el consumismo había llegado
a constituirse en un proceso patológico. Y nunca antes fuimos tan cínicos
y tan ciegos ante estos hechos.

La desorientación ética cataliza los abusos y la corrupción.


Desatinadas y sin rumbo, la ciencia y las iglesias no saben ni a dónde van.
El vacío, la insolvencia en materia espiritual es, desde luego, más
alarmante y más soberbia que nunca.

Hordas de fantasmas fachoides se conjuran para doblegar a la


cultura alternativa, para convertirla en un marketing espiritual.

Acribillados de radiaciones, ondas de radio, lluvias ácidas,


efluvios de alta tensión, redes eléctricas, móviles en los calzoncillos,
bombas catódicas televisivas, señales vía satélites, repetidores, radares,
rayos X, cósmicos y ultravioletas sin paraguas de ozono, pantallazos de
omnipresentes monitores, microondas y enchufes en la cabezera de la
cama, es como si un tsunami energético barriera nuestro
electromagnetismo natural todos los días, ahogándonos en una noosfera
picajosa y nerviosa que va chamuscando nuestras neuronas día a día.

Hipnotizados por los reality-shows, concursos por dinero, gran


hermanos, pseudo aventuras, pseudo convivencias, pseudo granjas,
pseudo búsquedas de talento al más puro estilo competitivo y colegial; sin

345
Recuentos Críticos

gentileza, sin intimidad, sin clase, sin una sola personalidad original,
queda cada vez más claro que la humanidad es una estirpe
fundamentalmente hortera, que es lo peor que nos podía pasar. Las
audiencias sientan cátedra. Y nos reímos estúpidamente, resignados, sin
lugar donde escondernos. Somos una humanidad mediocre, vulgar,
ególatra y gritona; y es fácil que muy pronto el universo entero lo sepa y
seamos exterminados por vergüenza ajena.

La salvación ha sido hecha pública, y no ha servido para nada. Y


no ha sido la primera vez. Nadie ha despertado. Nadie habla del
Conocimiento. Una muestra tan contundente del universal despiste es un
augurio tan descorazonador, que transforma en inevitable, en sustancial,
la esencia de nuestra perdición.

346
El Lector de Castaneda

No--Religiosa
Recuento de elementos para una Espiritualidad No
en el Siglo XXI
Una buena forma de terminar este trabajo es quizás proponer un
Recuento de los elementos que, a juicio del autor, podrían articular una
“espiritualidad no-religiosa” propia de la conciencia y la información
actuales. Naturalmente es una propuesta subjetiva, entendida como un
ejercicio de independencia de criterio; pero también un tributo necesario
a muchos de los grandes contenidos del nagualismo y de la obra de
Castaneda, en un intento de integrarla en el posible sistema de creencias
que la actual psicología transpersonal intenta articular como “explicación
del mundo”. Pues quizás el gran mérito o clave del éxito de Castaneda sea
precisamente haber sabido interpretar el sentir general de toda una
generación no-religiosa en busca de un nuevo lenguaje trascendental.

Toda causa primera es por esencia incognoscible, así que el Big


Bang en realidad no explica nada. Tan errado es sostener que Dios creó el
cosmos como decir que éste es una máquina autosostenida, racionalmente
explicable sin el concurso de una conciencia superior. Ambas posturas
resultan tendenciosas.

Postular Teorías del Todo es una arrogancia. Pues cuanto más


sabemos, más eterno y omnipresente se hace el Misterio. Más crece “lo que
no se puede conocer”. Cual contrapartida inherente a toda epistemología
racional, lo incognoscible crece proporcionalmente a la información
acumulada. Una suerte de Principio de Incertidumbre metafísico que algún
día podría, quizás, incluso formularse matemáticamente.

Todo cambia, fluye, evoluciona, y nada se perpetúa. Lo único


verdaderamente eterno es el Ser, la Conciencia y el Misterio. Las partículas
puntuales, así como la “densidad infinita”, son un absurdo, un artificio
matemático. Pues el Infinito no es un estado sino una dirección. Toda
solidez, toda realidad, es en el fondo una ilusión perceptiva.

Aunque el Big Bang es científicamente incuestionable, no por ello


se puede decir que el Universo se está expandiendo. Primero, porque toda
luz viene del pasado: quizás ahora mismo el cosmos se está contrayendo. Y,

347
Recuentos Críticos

segundo, porque son las emanaciones del Vacío ─ya sea entendido como
“punto cero” o como Ser Supremo─ las que podrían estar produciendo el
efecto perceptivo o racional de una expansión.

Las Dimensiones (también secularmente necesitadas de una buena


definición) son, digamos, los ejes ontológicos de crecimiento, las direcciones
de expansión que posibilitan un Multiverso (antes y después de cada Big
Bang) con todo tipo de mundos ─y constantes físicas─ simultáneos e
ilimitados en el espacio-tiempo. La Simultaneidad misma podría ser, de
hecho, una de esas Dimensiones.

En todo caso, son en principio ocho las mínimas dimensiones


elementales que todo universo (o partícula elemental) necesita para existir y
evolucionar: espacio y tiempo, materia y energía, estructura y entropía,
conciencia y vida. (Y llama la atención la dualidad simétrica de cada una
de ellas). Y quizás la única potestad de un demiurgo sea la diseminación
azarosa de esas coordenadas dimensionales, para que el Multiverso se auto-
desarrolle independientemente.

La Vida ─también un concepto difícil de definir, pero cuya función


podría ser mucho antes la conciencia o la percepción que el metabolismo o
la reproducción─ sería también una dimensión omnipresente del
Multiverso. Y también sería eterna, por su misma esencia. Si, como sugieren
los extremófilos, la Vida se adapta a cualquier mundo, condición
dimensional o constante física, todo Principio Antrópico sería absurdo.

El Ser Humano es una compleja estructura energética y evolutiva.


El cuerpo físico (el que se enseña en las escuelas) es solo un vehículo más
para su conciencia: el único que se desintegra totalmente tras la muerte.
Pero tan tautológico sería atribuir la percepción al cerebro como atribuirla
a un vórtice (punto de encaje) del cuerpo energético: ninguna explica el
proceso.

El cerebro es más bien un órgano de coordinación y computación


(la neurología al fin y al cabo solo localiza actividades), no la sede de la
mente o la memoria. El materialismo del “todo-es-cerebro” es de corte
fundamentalista, pues en realidad ni siquiera hay un dentro y un fuera en el
mundo mental, en la experiencia trascendental.

Es incluso posible que el entrelazamiento cuántico y la no-


localidad apunten a un Universo holográfico donde todo está
interconectado (quizás desde el mismo Big Bang), y donde la conciencia (no

348
El Lector de Castaneda

tanto el yo) puede viajar instantáneamente a cualquier rincón del cosmos.


El gran misterio de la conciencia, y del retorno a la totalidad de nosotros
mismos, radica más bien en la libertad que pueda conservar nuestra
individualidad después de morir.

En esencia, somos partes de un mismo Ser o Super-Conciencia que,


en un interminable ciclo de disgregación y reunificación, experimenta la
existencia en todas sus infinitas posibilidades e individualidades. El sentido
de la vida es acrecentar la conciencia de ese Ser Supremo. Y aunque al
morir pasamos a otros planos de existencia, y muy posiblemente volvemos a
reencarnar, para cuando finalmente retornamos a la verdadera Unidad (la
conciencia total, la liberación de la rueda del karma) ya no queda nada de
lo que ahora entendemos por individualidad. Hay vida eterna, pues, pero no
para ningún yo actual, racional, social.

A este Ser Supremo se le puede llamar Dios. Pero su inmensidad y


su multiplicidad, comparadas con nuestro insignificante destino particular,
resulta tan aplastante como inhumana. La clásica imagen de un dios
humano, familiar y bondadoso, que escucha nuestras oraciones, está tan
alejada de la realidad que se entiende que genere toda clase de rechazos en
los intelectuales, y de cinismos en los practicantes.

El sufrimiento mismo, en sus extremos, resulta injustificable si


creemos en un dios bueno. Pero la vida en el más allá es un complejo
proceso de reorganización espiritual y mental que equilibra profundamente
las cosas. Así, ningún opresor puede evitar el sufrimiento que le espera,
pues el karma es más energético que moral, y nadie puede escapar de su
conciencia. Cualquiera que ocasiona más sufrimiento del que padece pierde
radicalmente la oportunidad de ser libre.

El Camino del Conocimiento es el único propósito válido que


podemos buscar en esta vida. Y el camino más lógico y natural para llegar a
él sería el control consciente de los sueños; pues la vida es (técnicamente)
un sueño del que despertamos al morir; y nuestro doble astral es más real
que nuestro yo físico. Pero como, educativamente, esta opción se nos ha
cercenado gravemente, la mejor alternativa es la práctica inflexible de la
Meditación, en cualquiera de sus formas. Solo silenciando la mente
podemos llegar a “parar el mundo”, liberarnos del sufrimiento, y recuperar
nuestra identidad trascendental.

El otro gran requisito práctico es el “contacto con la tierra”, la


salud. La Tierra es un ser vivo y consciente cuya individualidad es en última

349
Recuentos Críticos

instancia tan generosa con nosotros como aberrante es el maltrato con que
se lo agradecemos. En realidad, la Naturaleza es tal vez la forma de lenguaje
más puro que tenemos para comunicarnos con el Ser Supremo.

Las alucinaciones virtualmente no existen. Un esquizofrénico


percibe retazos de los superpoblados mundos simultáneos que nos rodean.
Para él es un caos porque nadie nos educa hacia el Conocimiento, pero en
realidad es un vidente fortuito que sufre por su descontrol. El cerebro es
sobre todo un gran “censor” que bloquea los canales perceptivos inútiles.

Los extraterrestes también son una absurda deformación racional.


Pues ovnis y poltergeist son sobre todo cuerpos energéticos de entidades que
no hace falta buscar demasiado lejos: este planeta está ya superpoblado por
Seres Inorgánicos de todo tipo (“mitificados” según la cultura local);
muchos de ellos más longevos y conscientes que nosotros.

Los psicotrópicos han sido también secularmente otra herramienta


natural de acceso a las realidades paralelas. Y otro regalo de la tierra. Pero
al poder político le da terror el Conocimiento que encierran. Cabría
preguntarse, por tanto, qué son en el fondo las drogas. ¿Por qué alcohol y
tabaco son legales? Peores adicciones son la vanidad, la violencia, el morbo,
la televisión, las sectas, el juego… y sobre todo el dinero, la droga más
dañina de todas.

La política de los ricos, la “derecha” tradicional, no es más que una


hipócrita legalización del egoísmo generada por su culto al dinero. Incluso
el odio visceral con que inconscientemente oprimen al desfavorecido, no
nace solo del horror a su propia conciencia, sino de su ignorancia radical
sobre el Conocimiento. Incapaces de concebirlo, viven ansiosamente
aferrados a su imagen personal, aterrados ante la perspectiva de la muerte
de su cuerpo material.

Nuestra ignorancia trascendental hace absoluto nuestro desatino,


nuestra galopante desigualdad y hecatombe social. Pues el hombre ha
nacido para “crear” más que para “trabajar”. Nuestro deber es aportar algo
a la humanidad, al planeta, algo que no sean más hijos, más egoísmo, más
mediocridad. Es un error histórico cifrar en el “calentamiento” nuestro
problema ecológico más apremiante, que es la superpoblación; así que
nadie hace quizás mejor servicio que quien renuncia a procrear. Pero las
Iglesias van justo en la dirección contraria. Lo dicho: el desatino es total.

Como el acceso a las vanguardias científicas está limitado a unos

350
El Lector de Castaneda

pocos, y como cualquier religión no es más que una filosofía sobre el más
allá, esta era de la información global ofrece una democrática oportunidad
a cada ser humano para estudiar las opciones y hacer su propia síntesis
personal. Pero, en el fondo, la base fundamental en la que convergen todas
las éticas se reduce al sencillo imperativo kantiano: no hacer a los demás lo
que no quieres que te hagan a ti. Todo el mundo sabe, en conciencia, si está
haciendo el bien o no.

En una época, pues, en la que nadie puede echarle la culpa de sus


elecciones a la desinformación, nada es más importante que la Solidaridad.
Nadie tiene derecho a descansar mientras haya tanta injusticia en el patio
de al lado. Tan urgente como recuperar nuestra dimensión trascendental es,
pues, superar los valores mediáticos y medievales de la Ley del Talión, pues
ninguna humanidad insolidaria tiene posibilidades de sobrevivir; y quizás
así se explica la “Paradoja de Fermi”: toda civilización que castigue el
fracaso individual necesariamente se autodestruye. No hay victoria posible
para el ego, mientras solo el silencio esconda la más liberadora de las
verdades: Todo es lo mismo. Todo es igual. Nada importa en realidad.

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Recuento Biliográfico. Enlaces y Referencias
Aunque también necesariamente incompleta, pues periódicamente siguen
publicándose nuevos trabajos relativos al nagualismo y la obra de
Castaneda, he aquí una relación de las referencias y fuentes
fundamentales en las que nos hemos basado para hacer este trabajo.

Desde luego, la fuente principal son los 12 libros de Castaneda,


incluido La Rueda del Tiempo. Quizás la mejor editorial para los cuatro
primeros sigue siendo el Fondo de Cultura Económica (México). Para los
cuatro siguientes, quizás la más cuidada era Swan (Madrid). Y para los
últimos ha sido Gaia (Madrid) la que quizás ha cuidado más la
paginación, es decir, que el número de las páginas coincidiera con las
obras originales.

Los 3 libros de Florinda Donner son: "Shabonno" - "El sueño de la


bruja" - "Ser en el Ensueño". Ha habido mucha polémica con ellos, y en
concreto parece demostrado que el primero es un plagio. Los otros son tan
sospechosamente fieles al estilo de Carlos que es más que posible que estén
en gran parte escritos o dirigidos por él.

El libro de Taisha Abelar se titula: "Donde cruzan los brujos". Es


mejor que los de Florinda. Pero confunde más cosas de las que aporta.

Dubant y Marguerie tienen 2 libros (analíticos) muy buenos:


"Castaneda, el camino del guerrero", y "El retorno al Espíritu".

"Encuentros con Castaneda y Pachita", de Maurice Cocognac.


Muy interesante.

"Diálogos de guerreros", del Foro Juan Yoliliztli.

"Conversaciones con un joven nahual", de Byron de Ford (sobre el


Castaneda de los años 50, cuando era universitario)

"Castaneda a examen" (varios autores) es un clásico, quizás el


primero que se publicó analizando las repercusiones de la obra.

El libro de Margaret Runyan, su primera mujer, se titula "Un viaje


mágico con Carlos Castaneda", y contiene información indispensable sobre
la génesis del primer libro de Castaneda.

En cambio, "El Poder y la Alegoría", de Richard De Mille (hijo por


cierto de Cecil B), aunque tuvo repercusión, pues fue el primero
abiertamente crítico con Castaneda, es un bodrio cuyas desatinadas y
viscerales críticas podrían ahora desmontarse, a la luz de los últimos datos.

"Los testigos del nagual: Entrevistas a los discípulos de Castaneda"


de Armando Torres. Es realmente interesante. Y "Encuentros con el
Nagual: Converasciones con Castaneda", del mismo autor, es aún mejor.
Contiene cantidad de charlas sustanciosas de 1ª mano con Castaneda; pero
lo más notable es que incluye la porción de la Regla del Nagual de 3
puntas. Indispensable.

"El camino tolteca". Con ese título hay un libro escrito por Victor
Sánchez, y otro por Ken Eagle Feather. Casualidad. Pero desde luego, el
mejor de Victor Sánchez es "Las enseñanzas de Don Carlos". Por mucho
que proteste Castaneda o Cleargreen, es un tratado magnífico de
introducción a las prácticas. Últimamente Sánchez ha escrito uno más
sobre el arte de la "Recapitulación" que también está muy bien.

"Atrapado en lo tremendo", de Juan Morales.

"De Eisntein a Castaneda", de Cristina Zeledón, se queda un poco


corto para la enormidad y trascendencia del tema tratado. Pero alguien
tenía que abordarlo, desde luego.

"Aprendiza de bruja: mi vida con Carlos Castaneda", de Amy


Wallace (hija del famoso Irving) es un testimonio absolutamente
definitivo, aunque resulte devastador, como desmitificación de la vertiente
humana del Castaneda de la última época (muerte incluida). Aunque se
centre demasiado en los aspectos sentimentales, es una obra muy bien
escrita que retrata fielmente el ambiente de secta en que vivían los
adeptos.

Otras fuentes de 2º orden, pero que hay que tener en cuenta, son
por ejemplo la revista "Nagualist" (editada en los 90 por adeptos próximos
y seguidores de Castaneda, llegó a publicar algunas colaboraciones suyas,
aunque él mismo la acabó "clausurando", no se sabe muy bien por qué); y
también la revista "Lectores del Infinito" (publicada por Cleargreen, y más
"oficial", por tanto. Un ejemplo más del celo rayano en la "envidia" con que
a Castaneda le gustaba controlar todos los medios de difusión de sus
ideas...)

Hay multitud de "Entrevistas" variadas realizadas a Castaneda, las


brujas y los discípulos aventajados, en revistas, radio, boletines,
seminarios, etc. Un material actualmente demasiado disperso como para
intentar catalogarlo. Igual ocurre con las "Notas" y "Comentarios"
particulares sobre las charlas de Castaneda, tanto en conferencias como en
seminarios de tensegridad.

Los “pases mágicos” concretos, en sus múltiples colecciones de


movimientos, empezaron editándose en cintas VHS de vídeo. Luego
empezaron a circular verdaderas montañas de diagramas en ciclostil y
fotocopias. Entonces Castaneda publicó su obra “Pases Mágicos”, muy bien
editada e ilustrada, para intentar reunir los movimientos principales. Pero
más tarde se siguieron enseñando tablas nuevas en los seminarios. Una
verdadera saturación, que continúa incluso en la actualidad. Así que,
finalmente, solo internet y youtube podían acoger toda esa insaciable
profusión de movimientos. Ahí están.

También hay varias "Introducciones" hechas por Carlos para otros


libros, bien de otros autores, bien de las brujas, bien de nuevas ediciones
de sus libros, como la del nuevo "Las Enseñanzas de Don Juan". Se pueden
considerar textos importantes de su propia autoría.

Particularmente documentales son los jpg de las notas


manuscritas de Castaneda de las charlas en sucio con Don Juan sobre "los
4 enemigos del Hombre de Conocimiento". Están en un link de la página
"Castanedaychamanismo", en www.geocities.com. Esta página tiene
información muy interesante.

Tanto en Internet como en las librerías especializadas y


universitarias se puede encontrar mucho material, generalmente
catalogado dentro de la Antropología o la Religión Comparada, relativo a
la cultura nahua centroamericana y precolombina. Pero en las obras
recientes casi ni se menciona a Castaneda, lo cual puede obedecer al
rechazo que la antropología oficial ha ido sintiendo hacia su obra, sea por
presunción de intrusismo o de falsedad.

Es cierto que no hay constancia documental histórica del


nagualismo tolteca, pero eso no implica que no sea una hermética religión
real. Al parecer, fueron exhaustivos e inestimables los reportes sobre
"nagualismo" hechos por Fr. Bernardino de Sahagún y muchos otros
sacerdotes e historiadores de la 1ª época de la Conquista. Lástima que la
Inquisición acabara quemándolos.

En Internet hay material interesante y actualizado en


"www.sustainedaction.org", y en los foros de Rojo Intenso, página
mexicana. Antes había un sitio llamado "Nagual/links.com" que estaba
muy bien, realmente surtido de enlaces interesantes, pero creo que ha
cerrado. Lo que no tiene desperdicio son los vídeos críticos (animaciones)
que circulan en You Tube, subidos por “casting castaneda”

Por supuesto, la página y actividades de "Cleargreen" siguen


operativas, pero siguen aferrados a las mismas rutinas y contenidos que al
principio, como buena iglesia en ciernes que son. Por no cambiar, no
cambian ni el aspecto de la web. Y es de suponer que todos sus enlaces
están filtrados por la "censura".

Por supuesto, hay grandes autores y expertos en "Chamanismo" y


"Plantas sagradas", y aunque los que son posteriores a Castaneda beben de
alguna u otra forma de su aportación, sus campos de experiencias abarcan
todo tipo de culturas en los cinco continentes. El chamanismo no nació en
México, ni mucho menos.

En especial, quisiera llamar la atención sobre la obra de Fred Alan


Wolf. Su magnífico libro “La búsqueda del Águila” es una soberbia
descripción de la espiritualidad chamánica. Mucho mejor que los libros de
las brujas. Y constituye también un soberbio ejemplo de las conexiones
entre la mística y la física actual. Para introducirse en los aspectos
trascendentes de la física cuántica son especialmente divulgativos los
libros de Paul Davies y Frijjof Capra. Aunque cualquier síntesis
autobiográfica de un nobel enriquece mucho, por supuesto.

En el tema de los “Sueños Lúcidos”, aconsejamos las dos obras


clave de Stephen LaBerge: “Introducing the World of Lucid Dreaming”, y
“Lucid Dreaming”. No sé si están traducidas al castellano. (Si aún no lo
están, sería una deplorable señal). En todo caso, podemos conectar con sus
enseñanzas, grupos de trabajo, etc, en el sitio www.lucidityinstitute.com.
Hay una obra en castellano, bastante completa y acertada, titulada “El
Sueño Lúcido”, de la Dra. Consuelo Barea.

Por último, quisiera terminar rindiendo homenaje a cuatro obras


colaterales que, quizás inexplicablemente, han sido básicas para este autor
a la hora de entender los fundamentos de lo que podríamos llamar la
“espiritualidad no-religiosa”: Se trata de “El concepto rosacruz del
cosmos”, de Max Heindel; “Los Papalagi”, de Tuavii de Tuavea (jefe
samoano); “La revolución en una brizna de paja”, de Masanobu Fukuoka;
y el “Breviario de Podredumbre”, de Emile Cioran.
“Creo que tu pinche miedo se sale ya de la medida”, dijo Don
Juan en voz alta y con un tono tan práctico que creó inmediatamente una
sensación de orden.
“Cantemos de nuevo”, agregó. Cantemos una canción con
sustancia, ya no quiero más boleros.
Silenciosamente le agradecí su sobriedad y su gran estilo. Me
conmovió tanto escucharlos cantar “La Valentina” que comencé a llorar.

Si porque tomo tequila,


mañana tomo jerez.
Si porque me ves borracho,
mañana ya no me ves.
Valentina, Valentina,
rendido estoy a tus pies.
Si me han de matar mañana,
que me maten
maten de una vez.

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