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Universidad Santo Tomás

Escuela de Psicología

Proyecto de intervención

Psicología del adulto a la vejez


María José Cancino
Agustín Cancino
Alexia Contreras
Javier Olivares

Ps. Manuel Pérez Ayala.


Problematización

Desde que nacemos sabemos que a medida que van pasando los años vamos

envejeciendo, nuestro deterioro del cuerpo a través del tiempo es algo inevitable, y aunque

somos conscientes de que en un momento de nuestras vidas llegaremos a esta etapa, al

momento de enfrentarla difícilmente se está preparado.

El envejecimiento, se empieza a considerar desde los 60 años, a lo que llamamos

“tercera edad” se empiezan a notar a simple vista los cambios que ocurren en estos años en

los individuos, ya no tienen la misma vitalidad de antes. Por lo general se da mucho el control

de salud en las personas de tercera edad, ya sea por la preocupación del cuidado de sus

huesos, contraer enfermedades broncopulmonares, hasta el cuidado de los dientes, pero del

cuidado de la salud mental de estos no se presta importancia. Es importante considerar que

en esta etapa las personas empiezan a perder vitalidad, energía, comienzan a aparecer dolores

que antes se desconocían, son conscientes de que están más cercanos a la muerte y al final

solo queda esperar a que llegue ésta, es importante considerar que a esta edad raramente las

personas siguen trabajando o son pocos los que tienen alguna ocupación o un puesto de

trabajo de manera independiente , se sienten solos, ya que los hijos tienen sus vidas resueltas

y una familia aparte. Otro punto es que si tienen dificultades de salud se sienten un estorbo

para sus familias, ya que difícilmente uno de los hijos va a tener el tiempo y paciencia para

darle los cuidados necesarios. La sociedad tampoco coopera mucho, ya que se tiene un

pensamiento en el que las personas de edad más avanzada prácticamente pierden su

“utilidad”. Si pensamos en la vejez, lo vemos como una edad en la cual ya tenemos vidas

resueltas, ya no hay responsabilidades de estar criando, ni la preocupación de trabajar.

Idealmente en esta edad solo se debería dedicar a disfrutar y descansar, pero la realidad está

muy alejada de esto, ya que la mayoría de las personas de la tercera edad (a excepción de los
que tienen una buena situación económica) tienen una mala situación, o mejor dicho se

encuentran vulnerables. Por lo general viven de las pensiones y en nuestro país, dichas

pensiones son una verdadera miseria, con la cual no alcanza para vivir todo un mes. Si nos

ponemos a reflexionar un poco sobre estos factores descritos anteriormente, nos daremos

cuenta de que éstos desencadenan un montón de problemas a nivel mental, por lo que el

cuidado de la salud de ésta no puede mirarse en menos ni pasarse por alto.

Objetivo general y específicos

Realizar una intervención desde el área de la psicología puede ayudar a resolver o

saber llevar varias situaciones, entre las intervenciones tenemos, por ejemplo: programas de

apoyo a cuidadores, programas de formación de personal de cuidado directo, programas de

adaptación (en caso de vivir en algún asilo), programas de trabajo con familias, programas

de intervención en caso de demencias, apoyo en caso de pérdidas. En el caso de nuestra

intervención ayudaría a la persona escogida a saber llevar una pérdida.

La persona que como grupo escogimos para llevar a cabo nuestra intervención es una

mujer de 73 años, que, tras llevar 50 años de matrimonio, quedó viuda porque su marido

falleció de cáncer. Para ella ha sido un golpe duro y difícil de asumir, ya que se muestra con

una actitud en la cual pareciera que aún no se da cuenta por completo de que su marido ya

no volverá. No tiene mucho apoyo, tiene dos hijos, pero los cuales se muestran fríos y

alejados de ella. Otro apoyo que podría tener son algunos hermanos que viven cerca de ella

pero que tampoco se han acercado mucho en este difícil momento.

Cómo abordaremos esto.

Para comenzar haremos una primera visita hasta su casa a modo de entrevista, en la

cual esperamos tener una conversación en la cual podremos conocer en mayor profundidad

lo que a ella le está pasando, y al mismo tiempo esperamos que esta primera visita se va a
entablar una conversación basada en su experiencia post viudez, considerando que no tiene

muchas oportunidades de hacerlo. Es necesario hacer énfasis en un diálogo global, que

incluye la afectividad, hasta el punto que se expone: “los seres humanos somos seres

amorosos” (Maturana, 2004. p.8) Luego de esta visita, a modo de conversación grupal,

pretendemos crear hipótesis de lo que está sucediendo con ella.

También con esta visita esperamos conocer el tipo de relación que tiene con los

familiares que deberían ser más cercanos, ya que, por la información que manejamos hasta

el momento y como mencionamos anteriormente, sus hijos se encuentran un poco alejados

de ella, podemos hacer alusión a lo que plantea A. Monroy (2005) En nuestra sociedad está

presente lo que algunos autores llaman “Paradigma del Cuerpo Joven” en donde el tipo de

sociedad imperante hace cada vez más difícil la vida familiar de convivencia de tres

generaciones. (P.5) En caso de duelo, lo que se espera es tener compañía, y apoyo para poder

superar esto, sobre todo en el caso de esta mujer, en donde su compañía era su esposo que ya

no está con ella. Por lo tanto, queremos brindarle redes de apoyo, de parte de sus dos hijos y

de sus hermanos. Desconocemos aún la situación por la que se encuentran un poco

distanciados, pero pretendemos hacerlos entender la situación, dándoles a conocer nuestro

punto de vista y manejo de ésta, hay que considerar que las personas toman en cuenta lo que

se les dice de manera más relevante, cuando se los hace ver alguien externo a su grupo más

cercano. Con esto no pretendemos que se hagan cargo de ella, ya que a su edad se encuentra

bien en cuanto a salud y vitalidad, no presenta enfermedades crónicas o alguna discapacidad

que le impida realizar actividades. Básicamente lo que queremos lograr es hacerle saber que

no está sola.

Otro punto que tenemos a desarrollar, dentro de las visitas. Es hacerle ver y entender

desde el punto de vista de lo normativo/ no normativo, que hay cosas que en la vida suceden
de manera natural, más aún si su esposo se encontraba con un cáncer. Cabe destacar que para

cada persona el duelo ocurre de manera distinta el cómo lo lleve, pero en base a estas

explicaciones esperamos hacerle ver los hechos de una manera más natural y esperables.

Explicándole de la manera más simple posible que algunos de los principales sucesos

normativos en el ciclo vital familiar son:

1. Desmembramiento: producido por la separación de algún miembro y provocan crisis por

la pérdida del rol que desempeñaba en la estructura familiar (hospitalización, separación,

divorcio, muerte).

2. Incremento: a causa de la incorporación de miembros en la familia que no forma parte del

ciclo vital (adopciones, llegadas de familiares).

(CESFAM San Juan, 2015, pág. 2)

A modo general de lo que queremos lograr con esta intervención, es desarrollar la

autonomía en ella, ya que solo se dedicaba a su esposo, sobre todo el último tiempo de su

enfermedad, ella vivía para él, y desde su partida ella se siente con los brazos cruzados y sin

ningún propósito en su vida. Es importante recordar que estamos hablando de una mujer de

73 años, con buena situación económica y que se encuentra en perfectas condiciones físicas

y de salud. Por lo tanto, tiene un montón de actividades que ésta podría realizar, y nuestro

objetivo como grupo de intervención es hacerle ver todas éstas y abrirle un nuevo mundo de

oportunidades.
Intervención hipotética

Coaching grupal

¿Qué es un coaching grupal? El coaching es un camino para superar

limitaciones. Permite hacer conscientes acciones, hábitos, valores, creencias, historias y

juicios, a fin de facilitar procesos de cambio que permitan al cliente tomar acciones que

lo lleven a ser una mejor persona, más completa. (Muradep., 2012, p. 16) Comunicación,

tareas que parezcan inalcanzables, temores, fortalezas, autoconocimiento son los conceptos

que más resaltan en esta técnica

Contacto inicial: Nuestro primer paso, como grupo para llevar a cabo esta

intervención fue consultar de manera directa a la mujer si es que quería recibir ayuda de un

grupo de estudiantes de segundo año de psicología, a lo que ella respondió que si estaba

dispuesta a recibirnos.

Primera visita: la primera visita y las que se estimen convenientes se realizarán en

su casa, ubicada en Panguilemo. Como la mujer vive sola no es un inconveniente ser

recibidos en su casa. Seremos muy transparentes con ella y le explicaremos el motivo de

nuestras visitas, también es importante comentarle que somos psicólogos en formación, por

lo tanto, no tenemos un abordaje aún del todo profesional, pero que nos hemos preparado e

informado bien para hacer la actividad con ella. También le haremos saber que de

considerarlo necesario y si ella lo desea, al terminar con las visitas que estimaremos, podemos

derivarla a atención psicológica en el consultorio de su sector. Si con toda esta explicación

ella se ve convencida y dispuesta a seguir, viene una etapa del conocimiento de la historia

del problema y como se presenta este en la actualidad. Acá es importante saber si ella ha

recibido ayuda en este periodo, si alguna vez en su vida ha visitado un psicólogo, si

últimamente ha sentido la necesidad de ver uno, que tan triste se siente, como le afecta el
duelo en su día a día, si está tomando algún medicamento, saber con qué personas se

frecuenta, conocer si tiene o quienes podrían ser posibles redes de apoyo, cuáles son sus

motivaciones, cuáles son sus expectativas en cuanto a nuestras visitas, etc.

En base a lo que nos relate, levantaremos hipótesis como grupo que es importante

compartir con la mujer, así explicar lo que creemos que esté sucediendo con ella, plantearle

de que manera queremos abordar las siguientes visitas y fijar los días de visitas.

Luego de la primera visita se dará un espacio de retroalimentación grupal en la cual

compartiremos opiniones y seremos sinceros dependiendo de nuestras capacidades y

preparación si seguir o no con las visitas. Hay que tener en cuenta que desconocemos la

situación real de la persona, por lo tanto, en caso de ella encontrarse muy afectada por la

pérdida de su esposo quizás se nos escaparía de las manos la situación y no podríamos

brindarle la ayuda necesaria. De considerar que estamos aptos para seguir con las visitas, la

segunda sería de la siguiente manera:

Segunda visita: La segunda visita se basará en una especie de charla, en donde

abordaremos el tema de lo normativo y lo no normativo. Consideramos importante realizar

esta actividad en la segunda visita por el hecho de que desde lo normativo/no normativo, se

puede explicar y hacer ver lo que es esperable y lo que no en el ciclo vital de una familia. Así

le haremos ver a nuestra “paciente” que hay hechos que son esperables y de lo más común

que pasen, que están dentro de las leyes de la vida, además de que todas las personas pasan

por esto en la vida. En lo normativo podemos encontrar: el nacimiento de un hijo, la crisis

del nido vacío, pérdida de un adulto mayor (lo que vendría siendo en su caso) ya que a cierta

edad ya es esperable la muerte de una persona. Dentro de lo no normativo le haremos ver que

hay cosas que, si son de no esperarse y que son causantes de que una persona se descoloque

por uno de estos hechos, por ejemplo, la muerte de un hijo siendo pequeño, ya que la ley
natural de la vida dice que los hijos son quienes entierran a sus padres y no al revés. En esta

segunda visita le haremos saber que hay un periodo normal de “duelo” en una persona, pero

que ya pasando ese tiempo se convierte en algo preocupante. En esta segunda visita también

es importante conocer recursos y limitaciones de la mujer. En recursos conocer como ella

afronta los problemas, si confía en sus propias capacidades, aspectos positivos que reconoce

en ella misma. En limitaciones conocer lo que le impide salir de su tristeza, lo que la lleva a

mantenerse en la situación, en sí limitaciones que ella misma cree que tiene.

Tercera visita: Uno de nuestros objetivos a lograr con ella, es fomentar su

autonomía, ya que su única tarea día a día era limpiar la casa, cocinar y atender a su marido,

y ahora que este ya no está se encuentra sin saber qué hacer. Lo que conocemos hasta el

momento (sin ir a visitarla aún) es que esta mujer a sus 73 años de edad se encuentra bastante

bien de salud y apta para realizar cualquier actividad. También sabemos que su situación

económica es muy buena, por lo tanto, no tiene el peso de estar preocupándose por trabajar

o depender económicamente de alguien más. Otro dato que sabemos de ella es que le paga a

una niña para que le ayude con ciertas tareas: ir al supermercado, comprar pan, lavar ropa.

(Entre días). Estas tareas no las realiza por si sola porque no le dan ganas de salir a la calle.

Esta tercera visita será enfocada a lo mencionado anteriormente: fomentar su autonomía.

Pretendemos hacerlo con tareas simples, lograr que salga a comprar el pan ya sería un gran

avance. Hacerle ver su realidad en comparación con la de otros adultos mayores también es

una herramienta por utilizar en esta visita, ya que su situación en todos los ámbitos es mucho

mejor que la de otros adultos mayores en nuestro país, creemos que esto le ayudaría a

reflexionar sobre su situación y verse a sí misma como una mujer favorecida que debería de

aprovechar lo que tiene.


Recapitulando, en base a estos puntos sería la tercera visita: fomentar autonomía,

reflexionar sobre los recursos que cuenta, asignar “tareas” para la casa.

Cuarta visita: la cuarta visita se basaría en ver el resultado de las pequeñas “tareas”

para la casa que le dejamos por hacer, saber si las realizó y en caso de hacerlo como fue, si

logró algún cambio en ella. De haberlo hecho significaría un gran logro avance para ella, y

un gran logro para nosotros. En esta cuarta instancia abordaremos el tema de la relación con

sus hijos, ya que otro de los puntos que queríamos tratar con esta intervención era extender

las redes de apoyo de la mujer ya que según información que manejamos su relación con los

hijos no es muy cercana ni de piel y nosotros queremos trabajar esto. Otras redes de apoyo

que podemos extender son los mismos vecinos, esto se podría lograr persuadiéndola a

participar en actividades que programa la junta de vecinos de sus alrededores. Relacionarse

con más personas, saber que no está sola, y asistir a talleres unas dos veces por semana le

subiría bastante el ánimo, le haría sentirse más segura y con más ganas de vivir o disfrutar la

vida.

De manera aparte de esta cuarta sesión, dependiendo de la información que

obtengamos sobre su relación con sus hijos y a modo de querer extender sus redes de apoyo,

pretendemos contactarnos y reunirnos con los hijos y hacerlos concientizar a ellos sobre el

estado de su madre. No pretendemos que alguno se vaya a vivir con ella, o que se hagan

cargo de manera económica o como cuidadores, ya que como se mencionó anteriormente,

esta mujer cuenta con buena salud y buena situación económica, sino más bien que entablen

una comunicación, la cual daría entender la importancia que presenta para ellos. Esto se debe

a que la convivencia familiar para los adultos mayores es el ambiente natural donde ellos

pueden en mejor forma recibir el afecto y la comprensión necesarios para adaptarse a los

cambios del envejecimiento. Por una parte, el grupo familiar les ayuda a sobrellevar sus
limitaciones y el dolor de sus pérdidas, disminuyendo factores de angustia porque se sienten

respaldados por los apoyos que reciben expresados en consejos e información; y por la otra,

les permite satisfacer una de las necesidades más importantes de todo ser humano: amar y

sentirse amado. (M. Morales. 2001).

Recapitulemos: contacto inicial: para informar de la intervención y nuestra situación

de estudiantes, primera visita: historia del problema y análisis del problema en la actualidad,

segunda visita: charla sobre lo normativo/no normativo, tercera visita: fomentar autonomía,

reflexionar sobre su situación y asignar “tareas” para la casa, cuarta visita: extender redes de

apoyo a nuestra paciente. Terminada nuestra cuarta visita se cumplen nuestros objetivos

fijados como grupo previamente, es importante mencionar que no teníamos una cantidad de

visitas estipuladas, pero si objetivos fijados. Dependiendo de cómo veamos el avance y de si

podemos seguir ayudando a esta mujer, es como se dará nuestro desempeño. Si vemos que

ya no hay mucho por hacer y si ella lo desea, hablamos con profesionales del área de salud

mental de su consultorio cercano para que ellos hagan un debido seguimiento de su situación.

Con el fin de hacerle ver cuáles son sus herramientas para llevar un estilo de vida armónico,

teniendo una adecuada convivencia con sus pares y el entorno social, cultural y biológico en

el cual está inmersa. Tal concepción supone entonces dos tipos de sujetos, ambos activos,

ambos productores de conocimiento: los psicólogos, agentes externos en el proceso de actuar

de acuerdo con sus conocimientos psicológicos, científicos y culturales, y las personas de las

comunidades, agentes internos en ese mismo proceso, con sus conocimientos históricamente

producidos, con su saber acerca de su comunidad, de sus problemas y de su cultura’’ (M.

Montero. 2004 p. 55).


Como grupo nos proyectamos que cuando debamos hacer una intervención

profesional ejerciendo nuestra carrera es sumamente tener en cuenta e incorporar los

siguientes aspectos:

1) Evaluación Integral de la persona mayor.

2) Elaboración de Informes Psicológicos.

3) Planificación y desarrollo de programas de intervención psicosocial.

4) Terapias Grupales.

5) Terapias Individuales.

6) Organización y coordinación del Equipo Multiprofesional.

7) Asesoramiento y apoyo al personal de atención directa.

8) Asesoramiento y Apoyo a Familias.

9) Prevención (primaria, secundaria, terciaria).

10) Integración del Centro en la Red Comunitaria. Gestión de Recursos Comunitarios.

11) Asesoramiento a la dirección y a los órganos de representación de los mayores.

12) Selección, formación y desarrollo de recursos humanos.

13) Investigación.

14) Programas de voluntariado.

15) Difusión del trabajo realizado para un mejor conocimiento en la sociedad de la

realidad de los mayores.

16) Otros (Coordinación Animación Sociocultural, etc.) (Diaz Gonzales. M et al (2000)

p. 3)
Comentarios

Al principio, cuando concretamos donde y con quien llevar a cabo la intervención,

decidimos hacerla de manera presencial, para así poder ayudar realmente a esta mujer en su

proceso de duelo. Nos pareció todo un desafío la intervención, ya que solo cursamos segundo

año de la carrera y sería la primera vez que aplicaríamos nuestros conocimientos a un sujeto

real y en terreno. A pesar del nerviosismo que sentíamos estábamos muy contentos y

familiarizados con el tema de “tratar” el duelo en una persona. Se nos hizo muy entretenido

e interesante elaborar el paso a paso a seguir. Al contactar por primera vez a la mujer y

contarle sobre nuestro propósito se mostró muy entusiasmada y dispuesta a recibir nuestra

ayuda. Nos dio su número para coordinar la primera visita, insistió en que se podía realizar

sin ningún problema en su casa (la primera y las que consideráramos necesarias) y que por

supuesto, cuando acordáramos el día de la primera visita, (según nuestra disponibilidad de

tiempo) la llamáramos con dos días de anticipación. Al llamar a nuestra futura intervenida

nos topamos con la grata visita de que andaba de paseo por unos días donde uno de sus hijos

en San Fernando, decimos grata visita porque por lo que sabíamos hasta el momento, la mujer

se encontraba alejada de sus hijos y nos imaginábamos un escenario mucho más triste y

solitario que tendríamos que abarcar. Fueron dos sentimientos encontrados en ese momento:

alegría por saber que la mujer se encontraba acompañada, y tristeza por nosotros, ya que no

podríamos aplicar de manera presencial la intervención.


Referencias

 Bados López, A., & García Grau, E. (2009). El Proceso de evaluación y

tratamiento.

 CESFAM Mariquina (2016) Protocolo Crisis Normativa Adulto Mayor CESFAM

Mariquina. Valdivia

 CESFAM San Juan. (2015). crisis normativas en la aps. coquimbo.

 Díaz González, M., & Ramos Noesi, C., & Ortíz Muñoz, M. (2000). Programa de

adaptación en centros de personas mayores. Papeles Del Psicólogo, (76), 13-21.

 J. Alfaro. (2000) ‘’Discusiones en psicología comunitaria’’ RIL editores, Chile

 M. Montero. (2004) Introducción a la psicología comunitaria desarrollo, procesos

y conceptos. Paidós. Buenos Aires, Argentina 55-120

 M. Morales. (2001). Los adultos mayores chilenos en el siglo xxi: un enfoque

politológico. Acta bioethica, v.7 (1). Santiago, Chile. (p.71-95).

 Maturana, H. (2004). Los conflictos en la vida cotidiana. Portularia Revista de

Trabajo Social (4), España

 Monroy, A. (2005). Aspectos psicológicos y psiquiátricos Del adulto mayor. 33-42

 Moratto Vásquez, Nadia Semenova, Zapata Posada, Johanna Jazmín, & Messager,

Tatiana. (2015). Conceptualización de ciclo vital familiar: una mirada a la

producción durante el periodo comprendido entre los años 2002 a 2015. CES

Psicología, 8(2), 103-121.

 Muradep, L. (2012) Coaching para la transformación personal. Argentina:

Granica
 NSERSO (1995). Residencias para personas mayores: Manual de Orientación.

Madrid: SG Editores. INSERSO (1992). Plan Gerontológico. Madrid: Instituto de

Servicios Sociales

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