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Clase n°3

La argentina , los limites entre los nuevos estados

El 9 de julio de 1816, presidido por el diputado sanjuanino Narciso Laprida, el Congreso declaró “solemnemente a la faz
de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas provincias romper los vínculos violentos que las ligan a los
Reyes de España, recuperar los derechos de que fueran despojadas e investirse del alto carácter de nación libre e
independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli, y de toda otra dominación extranjera”. En relación con la
lucha referida a la distribución de poderes entre Buenos Aires y las provincias, se puede decir que el movimiento
revolucionario de 1810 tuvo un carácter eminentemente local. Los distintos gobiernos que se sucedieron en la década
de 1810, aunque integraban a veces a representantes del Interior, eran representativos de los intereses de los sectores
dominantes de Buenos Aires (comerciantes, militares e intelectuales). Intentaban que Buenos Aires se convirtiera en el
centro de las decisiones políticas. Los partidarios de esta posición centralista recibirían más tarde la denominación de
unitarios. Muchas provincias no aceptaron la dominación de Buenos Aires y proponían en cambio un sistema federal,
con gobiernos provinciales fuertes y autónomos, y un gobierno central que debía respetar las autonomías.
La vida cotidiana en la época de independencia

Por empezar, no había energía eléctrica. Es decir, no existía nada de lo que hoy utilizamos casi en todo momento, cuyo
listado es poco menos que infinito. Tampoco gas natural, por lo que se cocinaba a leña. Ni agua corriente, ni vehículos a
combustión interna. Ni aviones, claro. Y esto fue hace solo dos siglos, apenas un rato en la historia de la Humanidad. A
201 años de la Declaración de la Independencia, el Dr. Ricardo Cicerchia (PhD) cuenta cómo se vivía el día a día en
aquella época. Especialista en Historia social y cultural, Historia latinoamericana y argentina, Historia regional, Historia
de la vida privada y Estudios de familia, dedicó parte de su prolífica carrera como historiador a investigar sobre los
hechos cotidianos de las personas comunes. El resultado más evidente es la insoslayable serie Historia de la vida
privada en la Argentina (Vols. I-VI, Editorial Troquel/Prohistoria Ediciones), donde se pasa revista a lo que sucedió en el
territorio nacional desde la época de la colonia hasta nuestros días. En diálogo con Revista Cabal, Cicerchia —Profesor
Titular Catedrático de la UBA e Investigador Principal del CONICET, entre muchas otras actividades y títulos de grado y
posgrado, en el país y en el exterior— cuenta cómo era vivir por estos pagos en los años de la Independencia, sin todo
eso que hoy nos parece imprescindible.432

• ¿Cómo era una vivienda urbana tipo? ¿Cómo se abastecían de agua y leña sus habitantes?

La casa se va conformando en el lugar de la intimidad que solo trasciende las conductas consideradas “escandalosas”.
Observamos el crecimiento de algunos casos urbanos en las principales ciudades del Río de la Plata, consistente a partir
de las Reformas Borbónicas, con casonas de amplios patios en un radio que no superaba las 20 manzanas en torno a las
plazas centrales. Bien construidas con materiales nobles y sencillez en el estilo, claro tanto el damero como sus formas
arquitectónicas muy vinculadas al modelo español, andaluz en particular.El abasto se procuraba desde el exterior. Así,
vendedores ambulantes ofrecían agua fresca y las leñas eran recogidas en los alrededores de los solares. En la periferia
fue creciendo una zona de barriadas populares con casas más precarias y un pequeño hinterland de quintas que proveía
alimentos a la población.En una sociedad de tipo estamental, las diferencias étnicas también provocaron la existencia de
guetos no muy marcados, por el carácter mercantil de la economía, pero que separaban geográficamente los
vecindarios.

• ¿Cómo estaba compuesta una familia tipo?Aquí se imponen los datos demográficos de una sociedad que aumenta su
población, sobre todo en las ciudades y en los poblados. En Buenos Aires, las tasas de crecimiento para la década fueron
en torno al 2,5% anual. Además, en términos del matrimonio (de bien marcado patriarcalismo), las edades promedio son
bajas en comparación con las europeas, siendo lo típico mujeres de entre 16 y 22 años y varones entre los 20 y 27 años.
Los estudios más cualitativos nos muestran familias con un promedio de 2 a 3 hijos, existiendo en las clases altas los
porcentajes mayores. En término de los hogares es posible encontrar una cantidad importante de aquellos que cobijan a
tres generaciones, sobre todo en los sectores populares. Y numerosos pleitos de la época también nos indican un
porcentaje importante de familias con jefatura femenina, en torno al 30% del total de familias.
• ¿Qué se desayunaba, almorzaba, merendaba y cenaba? ¿Qué bebidas se consumían? ¿Cómo se obtenían y
conservaban los alimentos?El plato tradicional era el puchero y se acompañaba con vino casero, y en algunas
oportunidades con aguardiente. Los pastelitos, las empanadas y la mazamorra nunca faltaron en la mesa de entonces,
como tampoco el mate, ese gran compañero de la vida familiar. Así lo describieron numerosos viajeros. El fogón
enladrillado era el lugar preferido de la casa, y apoyado sobre el hierro el asado y unas pavas siempre listas.El matadero,
las pulperías y los ambulantes proveían de los alimentos que se conservaban en lugares secos de las viviendas o en
socavones improvisados. Entre aquellas provisiones que aguantaban largos viajes contamos con el vino, el aceite, las
carnes secas, las aceitunas y las galletas.Sobre las técnicas de conservación de frutas, verduras y carnes más populares
se apelaba a la deshidratación, la salazón y el ahumado. Las carnes de escasa calidad que se secaban al sol, el charque,
sabemos fueron la base de la alimentación entre la población de color.

• ¿Cómo se comunicaban las personas que vivían en una misma ciudad o pueblo? ¿Y las que vivían en ciudades o
pueblos distantes entre sí?Las comunicaciones eran esporádicas. En algunos casos las publicaciones periódicas ya
abundantes en algunas ciudades ayudaban a compartir las noticias principales de la región. Pero fueron las postas los
centros de distribución de información. También en el terreno de la sociabilidad y los encuentros, las pulperías fueron
lugares importantes: “foros de reunión, mentidero, informatorio, primera escuela, club, parlamento, academia y hogar”.

• ¿Cuáles eran las fuentes de información?Básicamente tres. Los bandos oficiales que se pregonaban, los periódicos de
la época y, por supuesto, el chisme.

• ¿Cómo se trasladaban las personas dentro de una ciudad o pueblo? ¿Y entre ambos?Las carretas tiradas por bueyes
fueron el principal medio de transporte, también los carruajes, las sopandas y por supuesto el caballo y la mula servían
para una más veloz movilidad. Entre los pobres, andar era la única posibilidad de alcanzar el destino.Los viajes eran
tortuosos, incómodos y prolongados. Las galeras eran los vehículos más rápidos de entonces, podían trasladar hasta una
docena de personas y eran tiradas por no menos de cuatro caballos, siendo su principal atractivo los asientos
acolchados.Si era posible, el transporte de mercancías se hacía por agua. Allí pululaban canoas, pequeñas
embarcaciones y hasta modestas carabelas para tráfico de mayor envergadura, embarcaciones de vela ligera de hasta 30
metros de eslora máxima.

• ¿Cuáles eran las principales actividades en el tiempo libre?Con la revolución aparece una nueva sensibilidad sobre
las prácticas sociales, liberadas en cierta medida de los mandatos del catolicismo. Este proceso de secularización tuvo un
fuerte impacto sobre los patrones de sociabilidad, el tiempo libre y además frente al cuerpo. Así, los paseos se
prolongaban hasta altas horas, las veladas de teatro o musicales eran muy concurridas, como también las corridas de
toros. Los juegos al aire libre, tanto en las barrancas de los ríos como en los parques, se hicieron muy populares, entre
ellos aquellos que mostraban la destreza de los jinetes: el aro, las cuadrillas y los lances, entre otros.Y, sin lugar a dudas,
en el hiato entre el tiempo productivo y el ocio, la inevitable siesta.

• ¿Cuáles eran las principales actividades culturales?Los clubes, las bibliotecas y las tertulias albergaban a
la intelligenza de la época. Debates, discusiones, cuestiones de moda y novedades literarias navegaban por estos
círculos de élite letrada, donde se iba consolidando una identidad con pretensiones cada vez más urbanas y
europeizantes. Hablo de la “alta cultura”, en toda la precariedad de la época.Para las clases populares, el universo
cultural se organizaba en torno a los ciclos de la naturaleza, los tiempos del calendario religioso y las fiestas cívicas.
También en cierto arte culinario y en cierto vocabulario callejero que dominaba el gusto a través de todos los
estamentos sociales.

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INDEPENDENCIA ACTUALIDAD
CLASE NUMERO 4

TP N°4

ROSAS AL PODER

1. Entre que años gobernó Juan Manuel de Rosas y como se denominó e ese periodo según la línea de tiempo que
elaboramos en las primeras clases?
2. Desarrolle como fue la economía durante el gobierno de Rosas.
3. Como fue la política que aplico Rosas durante su gobierno, por que cree usted que Rosas no quería el debate
político?
4. Describa cuales fueron los sectores sociales que apoyaron a Rosas y cuales no?
5. Explique como fue la relación de Rosas con los Jesuitas y cuales fueron las medidas que tomo ante ellos .

Clase n

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