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LA FILOSOFÍA MODERNA Y SUS RELACIONES CON LA EDUCACIÓN

Historia de la Filosofía.

Francis Bacon y el Empirismo.


Frente a la postura racionalista de René descartes, filósofo francés y padre del
racionalismo, encontramos a Francis Bacon, padre del empirismo.

Sir Francis Bacon, primer Baron Verulam y Vizconde de St Albans KC nació el 22 de


enero de 1561 y falleció el 9 de abril de 1626. Fue canciller de Inglaterra y un célebre
filósofo, político, abogado y escritor.
Sus obras y pensamientos ejercieron una influencia decisiva en el desarrollo del
método científico.
Desarrolló un método científico basado en a inducción, siendo el iniciador del
empirismo moderno. Su obra principal Nuevo instrumento para las ciencias sustituye
el Órganon aristotélico y sus métodos deductivos, por los modernos métodos
inductivos. Otra obra La nueva Atlántida recoge ideas políticas utópicas.
Sus métodos inductivos constan de dos fases:-Movimiento negativo: el científico se
propone eliminar las posibles y múltiples causas de errores.-Momento positivo o
constructivo: la más depurada exactitud en las observaciones y experimentos de los
fenómenos que se estudian, mediante tablas: Tabla de presencia (circunstancias que
rodean al hecho), Tabla de ausencia (circunstancias en la que el hecho no se produce) y
Tabla de grados (el hecho estudiado sufre cuando se modifican las circunstancias).

El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia, ligada a la


percepción sensorial, en la formación del conocimiento. Para el empirismo más
extremo, la experiencia es la base de todo conocimiento, no sólo en cuanto a su origen
sino también en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los
conceptos y éstos encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.
Surge en la Edad Moderna como fruto maduro de una tendencia filosófica que se
desarrolla sobre todo en el Reino Unido desde la Baja Edad Media. Suele considerarse
en contraposición al llamado racionalismo, más característico de la filosofía
continental. Hoy en día la oposición empirismo-racionalismo, como la distinción
analítico-sintético, no suele entenderse de un modo tajante, como lo fue en tiempos
anteriores, y más bien una u otra postura obedece a cuestiones metodológicas y
heurísticas o de actitudes vitales más que a principios filosóficos fundamentales.
Respecto del problema de los universales, los empiristas suelen simpatizar y continuar
con la crítica nominalista iniciada en la Baja Edad Media.
En la Antigüedad clásica, lo empírico se refería al conocimiento que los médicos,
arquitectos, artistas y artesanos en general obtenían a través de su experiencia dirigida
hacia lo útil y técnico, en contraposición al conocimiento teórico concebido como
contemplación de la verdad al margen de cualquier utilidad.
Pero es en la Edad Moderna en donde encontramos la idea de Bacon en contraposición
a Descartes.
La filosofía aristotélica tradicional entra profundamente en crisis a partir de la teoría
heliocéntrica del universo y de los progresos que la ciencia está obteniendo aplicando
métodos nuevos de investigación.
La ciencia intenta «descubrir las leyes que rigen la naturaleza para dominarla». ¿Cómo
es posible llegar a conocer desde la experiencia las leyes generales del comportamiento
de la naturaleza?
-Dos modelos de método de investigación: Francis Bacon y Descartes
-Dos modelos de pensamiento filosófico y valoración del conocimiento: Racionalismo y
Empirismo propiamente dichos.
En esta oposición el problema se viene a reducir a la admisión de la existencia o no
existencia de las ideas innatas.
Según Descartes el entendimiento se funda en intuiciones evidentes puestas por Dios
en la naturaleza humana, como ideas innatas o principios del pensar, a partir de las
cuales es posible establecer unas relaciones lógicas entre las ideas recibidas de la
experiencia.
Fuentes:
-Francis Bacon. http://es.wikipedia.org/wiki/Francis_Bacon
-Método de Francis Bacon. http://www.wikiteka.com/apuntes/filosofos-empiristas/
- Empirismo. http://es.wikipedia.org/wiki/Empirismo
Publicado por Alicia Cortés Cotán en 21:30

FRANCIS BACON FILÓSOFO EMPIRISTA


FILÓSOFO MEDIEVAL PENSADOR EDAD
MEDIA
Francis Bacon (Londres 1561-1626) es el filósofo de la ciencia original, el
primero que describió no sólo las ambiciones intelectuales características de la
ciencia moderna, sino también las organizaciones donde ésta se desarrolla.
Hombre brillante, socialmente ambicioso y arrogante, en su prolongada carrera
pública Bacon ostentó altos cargos en la administración y escribió
extensamente sobre los beneficios públicos de lo que ahora se calificaría como
ciencia aplicada.

Hombre político sinuoso, pero extraordinario lógico, el autor del Novum


organum no sólo se sublevó contra la dictadura de Aristóteles y de Santo
Tomás, sino que, contraviniendo el método tradicional, propuso que hay que
partir de los hechos para establecer principios generales, en lugar de pasar de
los principios a los hechos.

Con una soberana claridad, denuncia las cuatro fuentes de errores que pueden
desviar al científico, y, mediante sus tablas de ausencia, de presencia y de
grados, indica la forma de clasificar los fenómenos que se presentan al
observador. Este método lo empleó más tarde Stuart Mill, aunque ya desde el
siglo XVII fue adoptado más o menos conscientemente por todos los
investigadores.

Fue de los primeros en desechar la escolástica medieval como método de


investigación, y propuso el propio.

Como su contemporáneo Descartes, Bacon describió un método científico que


puso en suspenso la mayoría de las creencias tradicionales en favor del
proyecto de establecer una comprensión del mundo nueva y más amplia.

A diferencia de Descartes, la ciencia de Bacon se basaba en meticulosas


observaciones y experimentos e implicaba la cooperación con numerosos
científicos. La primera etapa del proyecto de Bacon consistía en reunir grandes
cantidades de datos mediante la observación directa y sin prejuicios de todo
tipo de cuestiones.

A continuación, se filtraban los datos para evitar errores y absurdos, pese a lo


que aún continuarían estando poco elaborados. El siguiente paso consistía en
formular hipótesis de leyes generales que explicaran los datos obtenidos.
Bacon pensó que se debería buscar un número limitado de características
básicas, de modo que las leyes hipotéticas cubrieran todas las combinaciones
posibles de dichas características. En este punto se corría el riesgo de que uno
se dejara influir por creencias irracionales, de modo que era preciso protegerse
de ellas.

En Cambridge, sus estudios de las diversas ciencias le llevaron a la conclusión


de que los métodos empleados y los resultados obtenidos eran erróneos. Su
reverencia por Aristóteles, del que, a pesar de todo, no parecía tener excesivo
conocimiento, contrastaba con su desapego por la filosofía aristotélica. A su
juicio, la filosofía precisaba de un verdadero propósito y nuevos métodos para
alcanzar ese propósito. Con el primer germen de la idea que le consagraría,
Bacon abandonó la universidad.

Bacon agrupó estas influencias en las cuatro clases de ídolos: ídolos de la tribu
(errores e ilusiones naturales para el ser humano); ídolos del cuarto de trabajo
(énfasis exagerado en las propias experiencias); ídolos del mercado (asumir
que distintas personas usan las mismas palabras para describir las mismas
cosas); e ídolos del teatro (ideas que desorientan presentadas por los sistemas
filosóficos). En cuanto se tuviera la hipótesis, se debería contrastar con los
datos existentes. Silos datos no permitieron encontrar pruebas determinantes,
podrían obtenerse realizando un «experimento crucial». Esto permitiría
comprobar directamente las implicaciones de las hipótesis competidoras, lo
que indicaría cuál es correcta.

La observación es la base de las ciencias experimentales; abre el camino a


inducciones fecundas que determinan la formación de las grandes leyes
científicas. Eso no obstante, las experiencias no se hacen al azar y los
científicos actuaban en conformidad con un código de la investigación. Este
código, que vale tanto para la física como para las demás disciplinas, fue
formulado por el canciller Francis Bacon (1561-1626).

Muchos aspectos de esta metodología encajan perfectamente con la estructura


de las ciencias biológica y física, que luego hicieron uso de ella. En concreto, la
idea de manipular la naturaleza para producir pruebas que no podrían
obtenerse por simple observación es crucial para el método científico. Otros de
los elementos propuestos por Bacon parecen hoy bastante inocentes, en
particular la idea de que es posible formular un con junto de hipótesis
suficientemente rico para cubrir todas las posibles leyes reales, y bastante
simple para descubrir la verdad por una sencilla eliminación le las hipótesis
propuestas que no encajen con los datos.

Los científicos deben de ser ante todo escépticos y no aceptar explicaciones


que no se puedan probar por la observación y la experiencia sensible
(empirismo).

La más sabia de las sugerencias de Bacon acaso sea la de que, para entender
la naturaleza, es preciso coordinar el trabajo de muchos investigadores,
algunos de los cuales reunirán información y otros se dedicarán a
sistematizarla. Bacon se daba cuenta de que éste era un empeño costoso, por
lo que trató de interesar a las autoridades de su época para que sufragasen los
gastos de lo que hoy se denominan asociaciones científicas e institutos de
investigación. Al fracasar trató de financiarlos él mismo.

Cuando murió en 1626, Bacon había caído en desgracia por aceptar un


soborno en su cargo de juez; desde el principio de la historia de la ciencia, la
necesidad de apoyo económico llevó a quienes la practicaban a adoptar
medidas de

El Racionalismo de Descartes
25 de noviembre de 2010 Publicado por Malena

Descartes (1596-1650), rompe radicalmente con el mundo antiguo y crea un nuevo método
para llegar al conocimiento; la duda metódica.

Sin embargo, no pudo desvincularse del todo de la influencia de los pensadores de su época,
porque es inevitable que cada momento histórico condicione todo pensamiento posterior.

El racionalismo propone a la razón como única fuente


de la verdad, contrariamente a lo que afirma el dogma
de la fe, y de lo que nos revelan los sentidos o la
imaginación, que puede ser dudoso.

Para los racionalistas, por medio de la razón se


pueden conocer proposiciones fundamentales que
permitan descubrir por deducción la verdad.
El racionalismo atribuye al hombre habilidades innatas que le permiten encontrar una
explicación para todas las cosas. El fundamento de esta afirmación es el supuesto de que la
mente del hombre posee la imagen de la totalidad de lo que existe y no reconoce diferencia
entre el Ser y el pensar.

Esta apreciación de la realidad se asemeja al principio hermético, que sostiene que todo está
contenido en el Todo y que el hombre es idéntico al cosmos. Sin embargo, este concepto nos
lleva a cuestionarnos por qué existe la ignorancia si toda la verdad está en la mente.

La respuesta de Descartes es que para hallar la verdad es necesario un método que no


permita ninguna duda, porque la capacidad de la mente no alcanza.

Las matemáticas pueden ser un método, mediante el uso del proceso deductivo, a partir de
axiomas, porque el método matemático garantiza los resultados y no puede haber errores.

La visión de la realidad del racionalismo es mecanicista; las cosas se componen de partes y


para conocerlas basta con descubrir sus principios mecánicos.

Este modo de interpretar la realidad, separa al hombre de la naturaleza y acentúa el abismo


entre él y el mundo.

Descartes desarrolla un método único para encontrar la verdad universal para todas las
ciencias, el método de la duda. Dudar de todo lo que no tenga evidencia científica, porque no
puede confiar en lo que le dicen los sentidos, ya que de lo único que puede estar seguro es de
que está pensando.

Para Descartes, la filosofía es la búsqueda de los principios y abarca todo lo que el hombre
puede saber; y la base es la metafísica.

El método cartesiano se inspira en las matemáticas y consta de cuatro reglas principales:

1) regla de la evidencia, o sea no admitir nada como verdadero sin evidencia. La condición de
lo evidente son las ideas claras y distintas que sólo se pueden conocer por intuición, que es la
que suministra los principios fundamentales, mientras que por medio de la deducción se
infieren las conclusiones ciertas a partir de esos principios.

2) regla del análisis. Una vez que tenemos las ideas claras y distintas, se analizan para
encontrar los elementos básicos, como la figura, la extensión y el movimiento.

3) regla de la síntesis, la necesidad de ir de lo más simple a lo más complejo.

4) regla de la enumeración, que exige revisiones generales que aseguran no haber omitido
nada.

Fuente: “René Descartes, Vida, pensamiento y Obra, Rubén Talavan, Colección Grandes
Pensadores.

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