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Departamento de Filosofía
B. Autoconciencia
1. La autoconciencia en sí
En los momentos anteriores, la verdad era para la conciencia algo distinto a ella
misma, por esta razón, Hegel afirma que la conciencia tenía siempre un "saber de otro".
Con lo anterior, Hegel se refiere a la actitud realista que predomina en los momentos de la
certeza sensible, la percepción y fuerza y entendimiento. La verdad era para la conciencia
una subsistencia simple e independiente a ella misma. Esta subsistencia era experimentada
como algo "en sí", pero luego de los fracasos de los momentos anteriores, la conciencia
comprende que este "en sí" solamente puede ser "para otro", vale decir, el ser "en sí" es
siempre "para otro". Así surge una nueva figura, en la que el ser en sí es lo mismo que ser
para otro, y en la que la conciencia es ella misma lo verdadero.
La conciencia comienza a saber de sí, y el saber de otro desaparece.
Progresivamente, la conciencia comprende que la verdad del mundo no está en él, sino en
ella misma. Hegel lo expresa diciendo que el ser o las esencias de los momentos anteriores
comienzan a verse como momentos de la autoconciencia. La autoconciencia es reflexión,
vale decir, es un retorno desde el ser del mundo sensible al ser en sí de la conciencia.
Conviene destacar que en un primer momento, el "saber de sí" es como un "saber de otro",
es decir, la conciencia se concibe ella misma como un objeto de conocimiento. Esta
diferencia interior de la conciencia es superada una vez que se afirma simplemente la
verdad de "yo soy yo". Hay que tener claro que la esencia de la autoconciencia es la unidad
de la conciencia consigo misma, pero esta unidad no ha sido alcanzada aún; podemos
afirmar que la conciencia no sabe que desea alcanzar esta unidad. Por esta razón, la unidad
puede ser expresada como el deseo en general. En Hegel, el deseo es el movimiento de la
conciencia que no respeta el ser sino que lo niega, se apodera de él de forma concreta y lo
hace suyo.
Recapitulando, la conciencia, como autoconciencia, tiene un doble objeto:
1) el objeto inmediato de la certeza sensible y la percepción, que está marcado como lo
negativo, como lo que es solamente para ella.
2) Ella misma, que es su verdadera esencia.
El camino de la autoconciencia es el camino mediante el cual la conciencia
alcanzará la igualdad de sí misma consigo misma.
2. Vida
Sin embargo, la conciencia necesita aniquilar aquellas "cosas en sí" para asegurar su
subsistencia. Con esto, la conciencia alcanza un primer grado de autoconciencia, porque se
sabe viva gracias a que necesita subsistir. En esta certeza de sí misma, la conciencia
reconoce que es parte de un género, que forma parte de lo todo aquello que tiene vida. La
vida es tomada aquí en general, y podemos definirla con palabras de Hegel como "el todo
que se desarrolla, disuelve su desarrollo y se mantiene siempre en movimiento." 2 En este
proceso de fluidez que es la vida, los seres vivos se diferencian del todo y se hacen
independientes. Hay un movimiento dialéctico en la vida: la fluidez universal es el en sí y
lo diferenciado de ella (los entes) es lo otro. Pero, la vida deviene "lo otro" porque ahora es
para "la diferencia", y la diferencia debemos entenderla como un ser vivo conciente. Para
un ser vivo conciente algo vivo puede ser objeto de su deseo. Con esto pasamos al segundo
momento del deseo.
3. El yo y la apetencia
4
Ibíd., p. 113.