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Horno de microondas

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Horno microondas

El horno de microondas es un electrodoméstico usado en la cocina para calentar alimentos


para comerlos que funciona mediante la generación de onda electromagnética en la
frecuencia de la radiación en torno a los 2450 MHz (2.45 109Hz).

Índice

 1Componentes
 2Interferencias
 3Funcionamiento del horno de microondas doméstico
 4Historia del horno microondas
 5Precauciones
 6Referencias
 7Enlaces externos

Componentes[editar]
Un horno de microondas consiste en:

 Una fuente de alimentación de alto voltaje, comúnmente un transformador simple o un


convertidor de potencia electrónico, que pasa energía al magnetrón
 Un capacitor de alto voltaje conectado al magnetrón, al transformador y por medio de
un diodo al chasis.
 Un magnetrón de cavidad, que convierte la energía eléctrica de alto voltaje en radiación
de microondas.
 Un circuito de control de magnetrón (generalmente con un microcontrolador)
 Una guía de onda corta (para acoplar la potencia de microondas del magnetrón a la
cámara de cocción)
 Una camara de cocina de metal
 Un plato giratorio o una guía de onda de metal.
 Un panel de control

Interferencias[editar]
Los hornos de microondas, aunque protegidos por razones de seguridad, aún emiten bajos
niveles de radiación de microondas. Esto no es perjudicial para los seres humanos, pero a
veces puede causar interferencias en Wi-Fi, Bluetooth y otros dispositivos que se comunican
en las bandas de onda de 2.45 GHz; particularmente a corta distancia.

Funcionamiento del horno de microondas doméstico[editar]

Magnetrón de microondas

Un microondas es un electrodoméstico destinado a calentar y cocinar alimentos calentando el


agua que contienen o los líquidos que se añaden. Funciona mediante la generación de ondas
de radio de alta frecuencia. El agua, las grasas y otras sustancias presentes en los alimentos
absorben la energía producida por las microondas en un proceso llamado calentamiento
dieléctrico (conocido también como calentamiento electrónico, calentamiento por RF,
calefacción de alta frecuencia o diatermia). Hay moléculas cuya estructura forma dipolos
eléctricos, como la del agua, lo que significa que tienen una carga positiva parcial en un
extremo y una carga negativa parcial en el otro, y por tanto oscilan en su intento de alinearse
con el campo eléctrico alterno de las microondas. Al rotar, se producen rozamientos y
choques, que son los que elevan la temperatura. Los hornos de microondas funcionan de la
siguiente manera: un aparato llamado magnetrón convierte la energía eléctrica en energía
de microondas, que en esta forma alcanza el alimento. Las ondas electromagnéticas agitan
las moléculas bipolares presentes en los alimentos, especialmente las del agua, y esta es la
que eleva la temperatura. Esta agitación es un mecanismo físico, simple movimiento de las
moléculas al ritmo de la frecuencia, y no provoca ningún tipo de alteración en la composición
química (excepto los que son producidos por el aumento de la temperatura).
El calentamiento por microondas es más eficiente en el agua líquida que en el agua
congelada, ya que en el estado sólido del agua, el movimiento de las moléculas está más
limitado. También es menos eficiente en grasas y azúcares (que tienen un momento dipolar
molecular menor) que en el agua líquida.
A veces se explica el calentamiento por microondas como una resonancia de las moléculas de
agua, pero esto es incorrecto, ya que esa resonancia sólo se produce en el vapor de agua y a
frecuencias mucho más altas (a unos 20 GHz). Por otra parte, los grandes hornos de
microondas industriales que operan la mayoría en la frecuencia de 915 MHz (longitud de onda
de 32,8 milímetros) también calientan el agua y los alimentos de forma efectiva.
Los azúcares y triglicéridos (grasas y aceites) absorben las microondas debido a los
momentos dipolares de sus grupos hidroxilo o éster. Sin embargo, debido a la capacidad
calorífica específica más baja de las grasas y aceites, y a su temperatura más alta de
vaporización, a menudo alcanzan temperaturas mucho más altas dentro de hornos de
microondas. Esto puede causar en el aceite o alimentos muy grasos, como el tocino,
temperaturas muy por encima del punto de ebullición del agua, llegando a tostar de forma
parecida al asado en la parrilla convencional o en las freidoras. Los alimentos en alto
contenido de agua y con poco aceite rara vez superan temperaturas superiores a las de
ebullición del agua.
El calentamiento por microondas puede provocar un exceso de calentamiento en algunos
materiales con baja conductividad térmica, que también tienen constantes dieléctricas que
aumentan con la temperatura. Un ejemplo de ello es el vidrio, que puede mostrar
embalamiento térmico en un horno de microondas hasta el punto de fusión. Además, las
microondas pueden derretir algunos tipos de rocas, produciendo pequeñas cantidades de lava
sintética. Algunas cerámicas también se pueden fundir, e incluso pueden llegar a aclarar su
color al enfriarse. El embalamiento térmico es más típico de líquidos eléctricamente
conductores, tales como agua salada.
Un error común es creer que los hornos microondas cocinan los alimentos "desde dentro
hacia afuera", es decir, desde el centro de toda la masa hacia el exterior de alimentos. Esta
idea surge del comportamiento del calentamiento si una capa absorbente de agua se
encuentra debajo de una capa seca, menos absorbente, en la superficie de un alimento. En la
mayoría de los casos en alimentos uniformemente estructurados o razonablemente
homogéneos en su composición física, las microondas son absorbidas en las capas exteriores
de forma similar al calor de otros métodos. Dependiendo del contenido de agua, la
profundidad de la deposición de calor inicial puede ser de varios centímetros o más con los
hornos de microondas, en contraste con el asado (infrarrojos) o el calentamiento convectivo
(métodos que depositan el calor en una fina capa de la superficie de los alimentos). La
profundidad de penetración de las microondas depende de la composición de los alimentos y
de la frecuencia, siendo las frecuencias de microondas más bajas (longitudes de onda más
largas) las más penetrantes. Las microondas penetran únicamente de 2 a 4 cm en el interior
de los alimentos, por lo que el centro de una porción grande no se cocinará con la energía de
estas ondas, sino por el calor que se produce en el horno y por el que se transfieren las partes
superficiales que sí son alcanzadas por las ondas.

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