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7 pilares secretos que cambiarán

radicalmente tus relaciones


mayo 26, 2014 por Salomé Gonzalo 41 comentarios
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Las relaciones de pareja son la fuente de nuestras mayores dichas, y también de

nuestros mayores sufrimientos, por lo tanto es urgente y prioritario que nos ocupemos

de ellas. De entenderlas, atenderlas y mejorarlas. Para ello necesitaremos sanar y


mejorar aspectos nuestros personales y adquirir y mejorar nuevas habilidades. Nada

merece tanto la pena y nuestra inversión como este aspecto de nuestra vida, ya

que de él depende nuestra felicidad, nuestra salud y abundancia.Mucho se ha

escrito y disertado sobre el amor, la pasión, el compromiso y las relaciones. Ha habido

y hay mucha confusión en todos estos temas. Todos tenemos el mismo anhelo del

alma; ser amados. El amor es nuestro mayor alimento; cuando nacemos si no

recibiéramos amor, no podríamos sobrevivir; pero no todo lo que llamamos amor es

alimento, y veremos como a veces buscamos el alimento y el amor en lugares o

desde paradigmas equivocados.Nuestro estado del ser es de amor, y a eso

aspiramos. Todos somos merecedores de amor. Conéctate con lo más profundo de tu

ser y contesta desde ahí: ¿te sientes merecedor de recibir amor?Nuestra misión

como seres humanos es estar en constante evolución; y lo hacemos

relacionándonos. Cuando una persona o pareja consigue tener relaciones

afectivas sanas y armoniosas su vida florece en todos los sentidos; incluso su

salud física y mental.

La buena salud en nuestras relaciones es un punto de palanca en toda nuestra vida.

Las personas con relaciones saludables y felices son mucho más exitosas en otras

áreas de su vida y más abundantes en todos los sentidos, espiritual y materialmente.

De ello habla Napoleón Hill en su famoso libro “Piensa y hazte rico”; en él relaciona el

éxito en las relaciones de pareja con el resultado que se obtiene en el plano material y

económico.

Lo cierto es que el éxito de nuestras relaciones, como iré profundizando a lo

largo del artículo depende de varios factores; pero sobre todo, aunque pueda
resultar muy impactante depende de uno mismo. Las relaciones son un espejo

perfecto de la relación que tenemos con nosotros mismos y con nuestra historia

personal. Todo lo que no hayamos solucionado o trascendido de nuestro pasado, de

nuestro origen familiar, lo reproduciremos en nuestras relaciones de pareja;

precisamente porque es una asignatura pendiente que hemos de sanar en nuestra

vida y sigue estando presente porque no lo hemos solucionado.

Las parejas necesitan ayuda. Cada vez hay más rupturas, con lo que ello conlleva

de sufrimiento. Habrá muchas veces en que esa ruptura sea la solución más sabia y

conveniente para los dos; siempre y cuando se gestione y se integre adecuadamente

en nuestras vidas; pero he comprobado, que en gran número de ocasiones la ruptura

no soluciona nada, porque si no aprendemos e integramos lo que la relación venía a

aportarnos, la siguiente con la que nos encontremos será parecida, y viviremos

situaciones similares. Así que la ruptura de cualquier manera no es la solución; ya que

seguiremos atrayendo en nuestra vida experiencias y personas similares porque no

hemos aprendido la lección de vida que la experiencia anterior contenía.

. Si acabas de pasar una ruptura o sientes que no has superado e integrado la

experiencia de una antigua relación te dejo un enlace a un artículo que podrá

ayudarte. Del Dolor a la Consciencia tras una ruptura sentimental.

Así mismo, el tener relaciones saludables requerirá igualmente cierta educación,

adquisición y desarrollo de determinadas habilidades, que dicho sea de paso no

se enseñan en ninguna escuela y de las que todos andamos “flojos” Tampoco nos han

enseñado, ni nos hemos ocupado de aprender debidamente las diferencias entre lo


masculino y lo femenino; nos limitamos a comparar y a “atacar”, en vez de entender e

integrar.

Como veis, el tema da para muchísimo. Voy a tratar de sintetizar aquí, 7 pilares que

creo básicos que es necesario conocer, cultivar y poner en práctica para poder

tener relaciones más plenas y por tanto vidas más ricas y felices en todos los

sentidos.

Es mi deseo que este artículo, que condensaré lo más posible y en el que incluiré

varios enlaces para quien quiera ahondar más en alguna cuestión particular, pueda

servirte de ayuda para entender un poco mejor la dinámica de este complejo mundo

que a quien más y a quien menos nos “trae de calle”; para que puedas ponerlos en

práctica y sobre todo poder detectar y tomar consciencia de cuáles son tus áreas de

mejora y en las que necesitarías trabajar y quizás pedir ayuda profesional.

1.- PRINCIPIO DE IGUALDAD. LA


RELACIÓN DE PAREJA ES UNA
RELACIÓN DE IGUAL A IGUAL.
Para mí éste es el pilar básico para el buen funcionamiento de la pareja. En mis

procesos de coaching he detectado que muchas parejas no aplican este principio;

sino que están en relaciones de desigualdad por diversas razones y que son el

origen de que estén en relaciones desequilibradas donde hay mucha frustración y

dolor.

Así mismo he estudiado y analizado parejas armónicas y felices y en todas ellas está

este principio de base con todos sus matices.

Una relación de igual a igual significa que se da entre dos seres adultos, responsables

de su vida y con propósitos propios que deciden caminar juntos volando a la misma

altura. En palabras de Albert Camus “No camines por delante de mí, puede que no te

siga. No camines por detrás de mi puede que no te guie”.


– Entre adultos del mismo rango. No es una relación jerárquica donde uno hace

de padre/madre, o salvador o salvadora, o asume la misión de educar o guiar al otro.

(esto excluye las luchas de poder). Cuando uno quiere situarse por encima del otro se

siembra el origen del maltrato.

– No hay mejores ni peores. No existen seres superiores ni inferiores. Todos

somos únicos e irrepetibles; y esa unicidad debemos verla y respetarla primero en

nosotros para poder ver así al otro.

– Hay un equilibrio de aportaciones entre el dar y el tomar. Se trata de dar lo

que tenemos y podemos, y lo que el otro quiere y puede recibir y es capaz de

compensar sintiéndose digno y libre. Muchas relaciones se desestabilizan o rompen

porque quien se siente deudor vive con incomodidad su deuda, sintiéndose pequeño y

dependiente; y quien se siente acreedor se siente por encima y con derechos.

Paradójicamente es el que se siente en deuda con el otro el que se va de la relación

porque no puede soportar la presión de la deuda y siente que no la podrá compensar

de ninguna manera; para asombro y frustración del que se ha colocado como

acreedor que no entiende cómo le pagan con tanta ingratitud. Hay una ley en el

universo que es la ley del equilibrio. Todo lo que está desequilibrado busca de forma

natural el equilibrio.

– No estamos hablando sólo en términos económicos; además hay muchas

formas de compensar, cuando no podemos devolver; el agradecimiento de corazón es

una gran dádiva; pero ha de ser desde la humildad y la grandeza del corazón; este

agradecimiento equilibra la balanza.


2.- LA ESCUCHA Y LA COMUNICACIÓN
EMPÁTICA (INCLUIDA LA
COMUNICACIÓN SEXUAL).
Uno de los principales motivos de las separaciones y rupturas es la falta de

comunicación. Comunicarse no es hablar ni verborrear sin sentido. Comunicarse

implica mucho más. Es una comunión; es estar abierto a la escucha en el sentido más

amplio; es dejar nuestro ruido interior para adentrarnos en el otro. Esta es una

habilidad que pocas personas han desarrollado.

Cuando desarrollamos este tipo de escucha estamos capacitados para entender y

aceptar muchas cosas del otro que de otra manera nos limitamos a juzgar y querer

cambiar.

Cada uno de nosotros ve el mundo a través de “sus gafas”; es decir, desde sus

valores y creencias; por eso la misma realidad cada uno la percibe y la siente de

distinta manera. Es importante entender desde dónde se comunica el otro; y aunque

no compartamos su punto de vista, respetarlo sin juzgarlo.

He comprobado que los miembros de muchas parejas viven en continuas luchas de

poder, tratando de imponer su razón, como si de una guerra se tratara. Esto desgasta

muchísimo las relaciones y dificulta la comunicación. ¿Prefieres ser feliz o tener

razón? Cómo nos obsesiona a los humanos tener razón… y yo pregunto, si estás tan

seguro de tu razón, ¿Para qué necesitas que el otro te la dé?


Te propongo que practiques la escucha empática con tu pareja. Que escuches al otro

más allá de sus palabras; que observes sus gestos, sus emociones, y desde dónde se

está expresando; y sobre todo que dejes terminar sus alegatos; que no interrumpas, o

termines la frase. No interpretes desde tu visión, deja que el otro se exprese

libremente y escúchale; cuando esté hablando céntrate en la escucha, en vez de lo

que vas tú a decir. No estés preparando mentalmente tu discurso, ¡escucha!

Dentro de la comunicación efectiva se encuentra en lugar destacado el

INTERCAMBIO SEXUAL. Es la sexualidad una fuerza arrolladora que es la que da

inicio a una relación; y cuyo intercambio y funcionamiento serán básicos en la salud y

satisfacción de la relación; y es este intercambio el que diferencia una pareja de otro

tipo de relaciones o asociaciones.

3.- ACEPTACIÓN MUTUA


INCONDICIONAL.
No querer cambiar al otro. Esto enlaza directamente con lo anterior. Cuando somos

capaces de ponernos en los zapatos del otro y ser conscientes y aceptar que ve el

mundo a través de sus gafas, ya no lo consideramos un enemigo a combatir, ni

perseguimos tener razón ni cambiarlo. Nadie cambia si no quiere. Cuando queremos

al otro por lo que potencialmente puede llegar a ser cuando le hagamos unos

cambios, no le estamos amando; y el otro percibe que como es, no es digno de amor.

Eso supone un menoscabo enorme en la autoestima, y desde luego no motiva para

hacer ningún cambio o ajuste; si no que por el contrario, hará que el otro se ponga a

la defensiva de forma más rígida y combativa.


Por otro lado las diferencias nos potencian; el buscar compatibilidades desde el

respeto a las diferencias es uno de los grandes secretos de relaciones vivas,

felices y en las que se mantiene la pasión. Te dejo un enlace a un artículo relativo

a este tema.

4.- ENFOCAR NUESTRA MENTE EN LO


QUE NOS GUSTA DEL OTRO Y
PRACTICAR UNA DIETA BAJA EN
QUEJAS.
He observado en los procesos de coaching con parejas, y en general en la mayoría de

las relaciones que he conocido; entre las que yo estaba no hace tanto, que las

personas viven enfocadísimas en lo que no les gusta de su pareja y en la queja. El

cambiar este paradigma es una vía directa a la felicidad en las relaciones; y es una

forma más que eficiente de ahorro energético personal.

El universo es abundante; nos devuelve en abundancia todo aquello en lo que nos

enfocamos. Pretender cambiar al otro desde la queja y la crítica es poco inteligente y

va contra toda ley natural; ya que todo aquello en lo que nos enfocamos atraemos, y

todo aquello a lo que nos resistimos persiste.

Es decir, cuanto más enfoco mi mente en lo que no me gusta, más grande esto se

hará y tendré más de lo mismo en abundancia.

Si quiero tener abundancia de experiencias buenas


en la relación he de enfocarme y reeducar el
cerebro para reconocer y agradecer todo lo que me
gusta en el otro; esto hará que energética e
inconscientemente el otro responda dándome más
de lo mismo.
Es un principio absolutamente demostrado y que puede cambiar tu vida. Haz la

prueba. Proponte hacer una dieta baja en quejas con tu pareja y reprograma tu

atención mental reconociendo al menos cada día y agradeciendo algo que te guste de

tu pareja. ¡Te prometo resultados sorprendentes!

5.- ENTENDER Y APLICAR LA LEY DEL


ESPEJO.
Esto supone mucha madurez y humildad. Requiere apertura, flexibilidad y deseo

verdadero de crecer en la pareja.

Como dije al principio, la pareja es la mayor plataforma de crecimiento personal que

existe. En ella todo sale a ser solucionado, sanado y trascendido.

Conocer la proyección o ley del espejo es la base del crecimiento personal. La

proyección es un mecanismo de defensa mental, mediante el cual la persona atribuye

a otros ciertos aspectos de su personalidad que le resultan inaceptables para sí.

La pareja es el mayor espejo de nuestra vida; cualquier pareja es por tanto un gran

maestro; y ninguna relación es fruto de ninguna casualidad; si no que atraemos lo que

está en nuestra frecuencia vibratoria. Toda relación tiene una causalidad y un “para

qué”. Te has preguntado alguna vez ¿para qué estás en esa relación?.
La pareja está ahí para mostrarnos lo que no somos capaces de ver en

nosotros, es decir nuestras sombras, aquello que hemos de aceptar, para luego

poder transformar en nosotros. Es imposible el crecimiento, y poder desplegar todo

nuestro poder y potencial si no hemos aceptado y abrazado nuestras sombras.

Por el mismo principio el otro, también refleja nuestra luz; todo lo que vemos y

admiramos de positivo en el otro, son potencialidades nuestras, que gracias a la

pareja podemos ver y desplegar.

Los contenidos de nuestro inconsciente los proyectamos siempre en el otro;

aprovechemos para verlos allí; porque gracias a ese mecanismo podemos

revisarlos y actualizarlos. Así visto una relación nos ayudará a revisar alguno de

nuestros modos de funcionar, costumbres y pautas de relación, hábitos, creencias,

antiguos patrones familiares, y viejos temores. No existe por tanto mayor escuela de

crecimiento personal. Esto sucede cuando cada uno de los miembros se enfrenta a

aquello que teme o a aquello que cree que le falta.

La pareja es un vínculo esencial donde seguimos descubriéndonos y

encontrándonos a nosotros mismos.

6.- SANA AUTOESTIMA DE CADA UNO


DE LOS MIEMBROS.
Enlazando con la ley del espejo, nuestras relaciones personales y en particular las

relaciones de pareja son un termómetro infalible de la relación que tenemos con

nosotros mismos; reflejan esa relación Desde el paradigma cuántico, nada que no

haya en mi puedo proyectar fuera. El amor verdadero sólo puede nacer en nuestros

corazones. Cuando tenemos un vacío interior y buscamos llenarlo fuera fracasaremos

dolorosamente; precisamente porque fuera encontraremos el reflejo de lo que hay

adentro. Si damos amor desde la carencia del nuestro para recibir a cambio

encontraremos vacío, frustración y dolor. Cuando nos hemos amado y aceptado

(luces y sombras) a nosotros mismos, amaremos fuera con la misma

generosidad e incondicionalidad. Cualquier maltrato externo está reflejando una

forma de falta de amor o maltrato interno.

Por eso para atraer personas amorosas, que nos sepan amar incondicional y

desinteresadamente, primero hemos de hacer ese trabajo interno.


La mayoría de los procesos de coaching para trabajar el encontrar pareja o superar

una ruptura pasan por un proceso de trabajo con la autoestima y el poder personal

de la persona. Cuando esto cambia el tipo de personas que atraemos a nuestra vida y

de relaciones cambia por completo. Todas las personas con las que he trabajado cuya

queja esencial de sus parejas era que no las reconocían o valoraban, tenían una

fuerte desvalorización y falta de autoestima y reconocimiento propio. El primer paso

para atraer relaciones amorosas y saludables a nuestra vida es trabajar la

relación más importante que tenemos; que es con nosotros mismos. De esto no

se puede ocupar nadie más que tú. Si no tienes pareja, y andas buscando una

relación, primero es fundamental que te ocupes de este tema.

7.- LEY DE LA RESPONSABILIDAD


INDIVIDUAL. CAMINAR JUNTOS PERO
NO ATADOS.

Ningún ser en la tierra tiene la sagrada misión de

hacernos felices y paliar nuestras carencias. La pareja no es para eso. Es

fundamental que cada miembro de la pareja tenga su propia misión y camino en la


vida; que el centro de cada miembro sea él mismo y sus principios y valores. Cada

uno ha de responsabilizarse de su vida y de su felicidad y desde ahí trabajar en la

interdependencia con el otro. La pareja puede darte muchísima felicidad, pero por si

misma no te va a aportar tu felicidad; eso es algo interno de cada uno de nosotros y

que tenemos que buscar alineándonos con nuestro ser interior, nuestros valores,

pasiones y pulsión vital. Hemos de hacer nuestro camino personal paralelo a la

relación y creciendo con ella. No podemos llenar nuestro vacío interior con el otro, no

podemos suplir nuestra falta de autoestima y valoración con la mirada y valoración del

otro.

Cada persona dentro de la pareja necesita sentirse totalmente conectada y a la

vez mantener su individualidad creativa. Este es el gran reto y el gran secreto de

las parejas; caminar juntas pero no atadas; vivir desde nuestro valores, fieles a

nuestro ser y conectados a la vez con el otro.

Clica aquí para leer: AMAR SIN ATAR. EL GRAN SECRETO DE UNA SANA

RELACIÓN DE PAREJA

Clica aquí para leer: LA PAREJA NO ES UNA PRISIÓN, ES UN ESPACIO DE

CRECIMIENTO P

Amar sin atar. El gran secreto de una


sana relación de pareja
mayo 6, 2013 por Salomé Gonzalo 9 comentarios
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Atardecer en pareja
Para empezar esta saga de artículos dedicada a las relaciones de pareja; no se me
ocurre mejor opción que un cuento que resume de forma muy sabia y simbólica algo
que no deberíamos olvidar nunca, si queremos que nuestra relación de pareja sea
duradera y marco para nuestro crecimiento personal y felicidad. Si somos capaces
de grabar el mensaje de esta narración en nuestro cerebro avanzaríamos largas
zancadas en ese sentido.
Ahí va. Lo que venga después de esta historia ya será la reflexión que a ti te suscite y
si así lo decides la traslades a tu vida.

Cuenta una vieja leyenda de los indios sioux que, una vez, hasta la tienda del viejo
brujo de la tribu llegaron, tomados de la mano, Toro Bravo, el más valiente y
honorable de los jóvenes guerreros, y Nube Alta, la hija del cacique y una de las más
hermosas mujeres de la tribu.
-nos amamos-empezó el joven.
-Y nos vamos a casar-dijo ella.
-Y nos queremos tanto que tenemos miedo-
-Queremos un conjuro, un hechizo, un talismán.
-Algo que nos garantice que podremos estar siempre juntos.
-Que estaremos uno al lado del otro hasta encontrar a Manitú el día de la muerte.
-Por favor-repitieron-, ¿Hay algo que podamos hacer?
El viejo los miró y se emocionó de verlos tan jóvenes, tan enamorados, tan
anhelantes esperando sus palabras.
-Hay algo…-dijo el viejo después de una larga pausa-.
Pero no sé… es una tarea muy difícil y sacrificada.
-No importa-dijeron los dos.
-Lo que sea- ratificó Toro Bravo.
-Bien- Nube Alta, ¿ves el monte al norte de nuestra aldea? Deberás escalarlo sola y
sin más armas que una red y tus manos, y deberás cazar el halcón más hermoso y
vigoroso del monte. Si lo atrapas, deberás traerlo aquí con vida al tercer día después
de la luna llena. ¿Comprendiste?
La joven asintió en silencio.
-Y tú. Toro Bravo-siguió el brujo-, deberás escalar la montaña del trueno y cuando
llegues a la cima, encontrar la más bravía de todas las águilas y solamente con tus
manos y una red deberás atraparla sin heridas y traerla ante mí, viva, el mismo día en
que vendrá Nube Alta…Salgan ahora.
Los jóvenes se miraron con ternura y después de una fugaz sonrisa salieron a cumplir
la misión encomendada, ella hacía el norte, él hacia el sur…
El día establecido, frente a la tienda del brujo, los dos jóvenes esperaban con sendas
bolsas de tela que contenían las aves solicitadas.
El viejo les pidió que con mucho cuidado las sacaran de las bolsas. Los jóvenes lo
hicieron y expusieron ante la aprobación del viejo los pájaros cazados. Eran
hermosos ejemplares, sin duda lo mejor de su estirpe.
-¿Volaban alto?-preguntó el brujo.
-Sí, sin duda. Como lo pediste… ¿Y ahora?-preguntó el joven-. ¿Los mataremos y
beberemos el honor de su sangre?
-No-dijo el viejo.
-Los cocinaremos y comeremos el valor en su carne-propuso la joven.
-No-repitió el viejo-.Hagan lo que les digo. Tomen las aves y átenlas entre sí por las
patas con estas tiras de cuero. Cuando las hayan anudado, suéltenlas y que vuelen
libres.
El guerrero y la joven hicieron lo que se les pedía y soltaron los pájaros.
El águila y el halcón intentaron levantar vuelo pero sólo consiguieron revolcarse en el
piso. Unos minutos después, irritados por la incapacidad, las aves arremetieron a
picotazos entre sí hasta lastimarse-
-Este es el conjuro. Jamás olviden lo que han visto. Son ustedes como un águila
y un halcón; si se atan el uno al otro, aunque lo hagan por amor, no sólo vivirán
arrastrándose, sino que además, tarde o temprano, empezarán a lastimarse uno
al otro. Si quieren que el amor entre ustedes perdure, vuelen juntos pero jamás
atados.

La pareja no es una prisión, es un


espacio de crecimiento personal
mayo 17, 2013 por Salomé Gonzalo Deja un comentario
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Autor : Murad Osmann Enlace a Instagram: http://instagram.com/muradosmann
Si tenemos la creencia de que el amor es una prisión; te sugiero que te propongas
seriamente cambiarla por algo más halagüeño y que pueda hacer de tu vida y de
tus relaciones de parejaalgo más constructivo y feliz. Porque nuestras creencias
conforman nuestra vida; así que si vemos la pareja como una cárcel
irremediablemente en eso se va a convertir. Yo personalmente también estuve en
algún momento de mi vida (bastante largo) alimentando esa creencia. Hace tiempo
que me propuse cambiarla por esta mucho más potenciadora: la pareja es un lugar
de crecimiento personal; el espacio donde más puedo aprender de mi mismo y mi
pareja es mi mejor gurú. Desde este pensamiento me va mucho mejor.

Cada persona que pase por nuestra vida siempre va a enseñarnos algo sobre
nosotros que necesitamos conocer. Es un encuentro privilegiado en el camino
hacia mí mismo. Por mala que haya sido la relación, algo hemos aprendido de ella
seguro; algo de nosotros necesitaba salir a la luz. La actitud más sabia es la de estar
agradecido a todos los maestros/as que hayan pasado por nuestra vida. Deja de
tenerle rencor a tus ex; si estuvieron en tu vida ha sido por algo, y tu tuviste mucho
que ver en esa elección; seguro que era la persona que en ese momento necesitabas.
Así mismo si alguien se ha ido o se va de nuestra vida, es porque seguramente ya no
pintaba nada en ella.

Tampoco es cierto que el perfecto amor sea para toda la vida. Ahora mismo la vida es
muy larga; y puede ser que sí, o puede ser que tengamos amor toda la vida pero no
necesariamente con la misma o el mismo. Eso sí; cada persona a la que hayamos
amado, deberá tener siempre un lugar de amor y reconocimiento en nuestro
corazón. Eso no es incompatible con la siguiente pareja; más bien es necesario para
poder empezar una nueva relación. Desde el rencor hacia una antigua relación poco
podemos aportar a la siguiente.

El encuentro con el otro es siempre una nueva oportunidad para encontrarse con uno
mismo, el vínculo de pareja en ese sentido es el mejor de los encuentros.
En ese encontrarse los dos, marchamos a la meta de la individualidad pero juntos. El
amor saca de su aislamiento a la personalidad individual y la conduce a la
complejidad del nosotros.

Eso sí, se siempre tu mismo; no te pongas máscaras para tratar de gustar y ser
aceptado. Se transparente con tu pareja. Cada vez que nos encontramos con alguien
que nos autoriza a ser quienes somos, invariablemente nos transformamos. Se tu
mismo y acepta desde el corazón que tu pareja sea quien es.

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