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MISA DE RAMOS

1- Bendición de los ramos y procesión: Queridos hermanos todos, comenzamos a transitar


aquí en este momento la semana más importante de nuestra fe, la Semana Santa y lo hacemos
alabando al Señor que se dirige hacia Jerusalén a celebrar la Pascua.

El sacerdote bendecirá nuestros ramos y escucharemos el Evangelio que nos relata aquel
primer “domingo de ramos”. Prestemos particular atención al júbilo que tenían los apóstoles y
la multitud que le iba abriendo paso al Señor. Era tan fuerte el gozo que reinaba en ese
momento que si no gritaban ellos lo hubiesen hecho las piedras. ¡Hoy es nuestro turno, que
nuestra procesión hasta nuestro templo parroquial sea una fuerte manifestación de nuestra fe
en Jesús! ¡Cantemos, alabemos y contagiemos nuestra dicha para que muchos vecinos quieran
sumarse a esta celebración!

Liturgia de la Palabra: La liturgia del domingo de ramos nos ofrece dos momentos muy
distintos que nos hacen ver la rapidez con que los seres humanos podemos pasar del
reconocimiento y la alabanza al Señor a su rechazo y condenación. Las lecturas que
escucharemos nos adelantan la pasión del viernes santo. Abramos el corazón y dejémonos
interrogar por este cambio repentino de situación.

Oración de los fieles: Queridos hermanos, elevemos nuestras intenciones al Salvador


diciendo: escucha, Señor, nuestra oración.

- Por el papa Francisco, los obispos, sacerdotes y diáconos, para que en las celebraciones de la
Semana Santa transmitan a todo el pueblo el mensaje de misericordia y salvación. OREMOS

- Por todos los que nos acercamos a celebrar en estos días los misterios centrales de nuestra
fe, para que tu gracia toque profundamente nuestro corazón y nos haga mejores cristianos.
OREMOS

- Por nuestro país y por todas las naciones de la tierra, para que sigamos caminos de bien, de
verdad y de justicia para hacer un mundo mejor, según tu voluntad. OREMOS

- Por todos los que sufren cualquier tipo de dolor, para que encuentren fortaleza y esperanza
en el misterio de tu Cruz. OREMOS

- Por los que están alejados de la fe, para que en esta Semana Santa se sientan atraídos por tu
amor misericordioso y conviertan a ti su corazón y su vida. OREMOS

Ofrendas: En este momento realizaremos el ofertorio donde llevaremos al altar el pan y el vino
para la Eucaristía, la colecta generosa en favor de la comunidad y todo lo que tenemos en el
corazón y queremos ofrecerle a Dios. Acompañemos cantando.
Comunión: Este Jesús que fue aclamado al entrar a Jerusalén y luego fue condenado a muerte,
quiso quedarse en la Comunión para ser nuestro alimento. Si estamos bien preparados,
acerquémonos a recibirlo para que fortalezca nuestro corazón. Si necesitamos confesarnos,
aprovechemos estos días para hacerlo. Todos, acompañemos este momento cantando.

Despedida: Hoy iniciamos la recta final hacia la Pascua. Fuimos partícipes de la alabanza pero
también reflexionamos sobre la pasión. En los próximos días somos llamados a seguir
acompañando al Señor y reflexionando sobre su entrega amorosa por nosotros. ¡No lo
dejemos solo! Vivamos profundamente la Semana Santa. Concluyamos la Misa cantando…
SÁBADO SANTO: MISA DE LA VIGILIA PASCUAL – (20 DE ABRIL DE 2019)

1- Entrada (Liturgia de la luz): Bendición del fuego ¡Queridos hermanos, nos reunimos con
gran expectativa en esta Noche Santa para celebrar la victoria de Jesús sobre el pecado y la
muerte, victoria que es para nosotros! Comencemos la celebración con la bendición del fuego
nuevo. ¡Abramos el corazón!

Encendido del cirio pascual Ahora el sacerdote marcará el cirio pascual con las letras alfa y
omega, le escribirá el año en curso y le colocará granos de incienso en representación de la
llagas del Señor. ¡Prestemos atención!

El sacerdote toma luz del fuego bendecido y enciende el cirio, que representa a Jesús
resucitado.

Procesión de entrada con el mayor orden posible y con mucha alegría en el corazón,
ingresaremos al templo detrás del cirio pascual que es llevado por el sacerdote. El padre
entonará por tres veces: “Cristo, luz del mundo” y todos responderemos: “demos gracias a
Dios”. A medida que avancemos se nos irá pasando la luz de Cristo para que encendamos
nuestras velas y compartamos la luz con los hermanos que tenemos a nuestro lado. ¡Mientras,
cantamos con entusiasmo! (El canto tradicional para este momento es: “Esta es la luz de
Cristo” a no ser que la comunidad conozca otro apropiado. El canto debe interrumpirse cada
vez que el sacerdote se detenga para elevar el cirio y entonar la aclamación. Luego se continúa
con fuerza).

Luego de la última aclamación “Cristo, luz del mundo” – “Demos gracias a Dios” pueden
encenderse todas las luces del templo. Pero hay otras costumbres como dejarlas apagadas
hasta el canto del Gloria después de las lecturas del Antiguo Testamento. Nosotros sugerimos -
esta última forma que nos parece más significativa. Pero queda a criterio de cada comunidad
decidir aquello que resulte mejor. La liturgia adquiere una gran fuerza cuando sus signos están
bien hechos y son oportunos.

Pregón pascual Puesto el cirio en su lugar, escuchemos atentamente el pregón pascual que
nos anuncia con gozo la salvación.

2- Liturgia de la Palabra: Queridos hermanos, apaguemos ahora nuestras velas y tomemos


asiento para escuchar la Palabra de Dios. En esta vigilia pascual las lecturas nos irán llevando
por toda la historia de la salvación y lo haremos de esta manera: se leerá una lectura y su
salmo, luego nos pondremos de pie y el sacerdote rezará una oración sobre lo que se leyó. Esta
dinámica la repetiremos a lo largo de todas las lecturas hasta que lleguemos al canto del
Gloria.

Gloria Para ingresar al Nuevo Testamento, entonaremos el Gloria y encenderemos las velas
del altar (y las nuestras). También resonarán las campanas (y se encenderán las luces del
templo).
Epístola de San Pablo Tomemos asiento nuevamente para escuchar a San Pablo que nos
exhorta a ser criaturas nuevas en Cristo resucitado.

Aleluya, Salmo y Evangelio ¡Queridos hermanos, entonemos el aleluya, respondamos al salmo


y escuchemos finalmente el Evangelio de la Resurrección!

3- Liturgia bautismal Comenzamos aquí la tercera parte de esta gran vigilia: la liturgia
bautismal. Hoy se bendice el agua de la pila bautismal en la cual serán bautizados los nuevos
cristianos.

Bendición del agua Presenciemos la bendición del agua bautismal y escuchemos la hermosa
oración que rezará el sacerdote.

Renovación de las promesas bautismales Puestos de pie y encendiendo nuevamente nuestras


velas, renovemos juntos nuestras promesas bautismales, renunciando al mal y profesando
nuestra fe.

Aspersión para concluir esta parte, seremos rociados con el agua bendita como recuerdo de
nuestro Bautismo. Mientras sucede esto, cantamos con entusiasmo.

4- Oración de los fieles: Con el gozo de la Pascua en nuestros corazones, elevemos como
hermanos nuestras intenciones comunitarias, diciendo: Jesús resucitado, escúchanos.

- Por la Iglesia, para que dé buen testimonio y pueda mostrarle a toda la humanidad la victoria
y la alegría de la Pascua.

- Por todos los pueblos de la tierra, para que abran su corazón al anuncio Pascual, reciban la
Buena Nueva de Jesús y busquen vivir en el bien y la verdad.

- Por nuestra patria, para que la fuerza y la alegría de la Pascua nos impulsen a superar
hermanadamente nuestras crisis y ser, de una vez por todas, un país mejor.

- Por cada uno de nosotros que celebramos hoy esta Vigilia Pascual, para que vivamos como
resucitados convirtiendo nuestra vida en signo para que otros también crean.

- Por los afligidos, los tristes, los enfermos, los que no tienen fe, para que la potencia de vida
que nos trae la Pascua colme y convierta sus corazones.

5- Ofrendas: Cristo es el grano de trigo que luego de morir resucitó para que todos tengamos
Vida. Llevemos al altar el pan y el vino para que se pueda hacer presente en la Eucaristía.
Hagamos la colecta y acompañemos cantando.

6- Comunión: El papa Francisco nos dice: “¡Cristo vive y te quiere vivo!” ¡Para llenarnos de esa
vida, vayamos con mucha alegría a recibir al Resucitado! Si alguno no lo puede recibir
sacramentalmente, pídale con intensidad para que igual toque su corazón. ¡Cantemos como
comunidad resucitada, llena de vida!

7- Despedida: ¡Hermanos, hemos celebrado la Pascua, hemos recibido la Vida nueva del
Señor! ¡Vayamos a compartirla con los demás porque la creación entera, aguarda la
manifestación de los hijos de Dios! ¡Gozosos, nos retiramos cantando!

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