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Tipos de impuestos
Los impuestos pueden dividirse en multitud de categorías. Aquí
vamos a hablar de algunas de ellas:
Ejemplo de impuestos
Impuesto sobre el valor añadido: Indirecto y regresivo.
Impuesto sobre la Renta de las personas físicas: Directo, personal,
progresivo.
Impuesto de sucesiones y donaciones: Directo, personal, subjetivo,
progresivo.
Impuesto actividades económicas: Directo, real, periódico.
Impuesto sobre bienes inmuebles: Directo, real.
Impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actividades jurídicas
documentadas: Indirecto.
DEFINICIÓN DE CONTRIBUCIÓN
Contribución es la acción y efecto de contribuir (pagar un impuesto,
concurrir de manera voluntaria con una cantidad para un cierto fin, ayudar a
otros). El término tiene su origen en el vocablo latino contributĭo.
Una contribución, por lo tanto, puede ser un tributo que debe pagar un
contribuyente por la obtención de un beneficio o por el aumento
del valor de sus bienes a partir de la concreción de obras públicas. Por
ejemplo: “Señor, hemos detectado que usted no está al día con las
contribuciones”, “El mes pasado tuve que pagar una contribución de 200
pesos por las obras del subterráneo”, “El candidato prometió una rebaja de
las contribuciones”.
Como el Estado beneficia a ciertos ciudadanos con cada obra pública (y no a
la totalidad de la población), la administración establece contribuciones para
los beneficiados directos, quienes deben financiar, ya sea total o
parcialmente, las obras.
Existen distintos tipos de contribución. La contribución directa (que pesa
sobre personas o bienes), la contribución indirecta (que grava actos
específicos de producción, consumo o comercio), la contribución
territorial (sobre bienes de naturaleza rústica o urbana) y la contribución
de guerra (impuesta por los ejércitos a las poblaciones que ocupan) son
algunas de ellas.
En el caso de España, es habitual hacer utilización del término contribución
para referirse al llamado Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Es decir, se
trata de la cuantía que todo propietario de un terreno, ya sea rústico o
urbano, debe abonar anualmente por él en el correspondiente ayuntamiento
del término municipal donde se encuentre aquel.
Para establecer esa cantidad que debe abonar a principios del año se tienen
en cuenta factores tales como el sujeto pasivo, el tipo de gravamen, la base
imponible o la cuota tributaria. No obstante, hay que tener en cuenta que
existen una serie de exenciones del pago del recibo de la contribución:
• Los bienes inmuebles que pertenecen a la Iglesia Católica.
• Las vías terrestres que sean gratuitas y de dominio público.
• Los bienes pertenecientes a entidades tales como la Cruz Roja.
• Los bienes que sean propiedad del Estado, de los Ayuntamientos o de las
Comunidades Autónomas así como los consulados de países extranjeros, los
que se encuentren ocupados por vías del ferrocarril o aquellos que se hallen
calificados como históricos y de Interés Cultural.
No hay que olvidarse de otros usos que también se le otorgan al término que
ahora nos ocupa. En concreto, entre los más interesantes al respecto, habría
que destacar que se habla de contribución especial para referirse al pago
obligatorio que tienen que realizar todas aquellas personas que, por la puesta
en marcha de unos servicios públicos o de la realización de una serie de
obras públicas, se ven beneficiadas.
A nivel general, una contribución es un aporte, ya sea a una persona,
una campaña, una organización, etc.: “El obispo pidió a la gente un
esfuerzo en la contribución solidaria con los más necesitados”, “Mi
contribución a esta empresa ha sido muy grande: no merezco ser tratado
de esta forma”.
Tipos de impuestos
Conozca algunos de los tipos de impuestos y en qué consisten.
Otras formas de tributación incluyen el impuesto estatal a las ventas y los impuestos sobre
la propiedad y vehículos motorizados, por ejemplo. El tipo de impuesto y la cantidad a
pagar varían por estado y comunidades locales.
Visite el sitio web de su estado para obtener la información necesaria y requisitos para
presentar su declaración de impuestos estatal y la fecha límite correspondiente. Tenga en
cuenta que usted puede enviar su declaración estatal junto con su declaración de impuestos
al IRS en los estados que permiten declaraciones electrónicas.
Usted paga un impuesto estatal a las ventas al comprar un producto o servicio, dependiendo
del estado donde se encuentre.
La tasa del impuesto a la venta varía según cada estado, con excepción de Alaska,
Delaware, Montana, New Hampshire y Oregon en donde no hay impuesto a las ventas. En
el resto del país, usted sí tiene que pagar este impuesto al pagar por productos o servicios.
Además, en algunos lugares tiene que pagar un impuesto adicional para los gobiernos
locales.
Si usted tiene alguna pregunta sobre el impuesto estatal a las ventas puede consultar con
las agencias estatales de protección al consumidor o revisar las tasas del impuesto por
estado (en inglés).
Muchos estados declaran anualmente días específicos para la compra de ciertos productos
sin tener que pagar el impuesto estatal. En varios estados los días de compras libres de
impuestos se realizan en agosto y coinciden con las compras de útiles y ropa para el regreso
a la escuela.
Vea lista de los estados que participan en las compras libres de impuestos y las fechas de
los "feriados de impuestos" (en inglés).
En este artículo se detectaron varios problemas, por favor, edítalo para mejorarlo:
Impuesto sobre la renta en la perspectiva histórica: tasas más altas en cuatro países industrializados
(1900-2013). Datos de Thomas Piketty.
El impuesto sobre la renta es un impuesto que grava la utilidad de las personas, empresas,
u otras entidades legales. El impuesto a la renta es la columna vertebral del sistema tributario
porque liga el ahorro con la inversión, y tiene repercusiones sobre los incentivos en los
mercados laborales y los emprendimientos.1
Índice
Regresivo: cuando el porcentaje aplicado a los ingresos de una persona disminuye con
dichos ingresos
Cuando el impuesto sobre la renta se aplica a una compañía, se suele llamar impuesto a las
empresas o impuesto sobre los beneficios. Los impuestos a las empresas suelen gravar el
beneficio de las empresas (la diferencia entre los ingresos y los gastos, con algunas
deducciones), mientras que los aplicados a las personas físicas suelen gravar los ingresos
(con algunas deducciones).
La Constitución Nacional dispone que federal y los gobiernos provinciales pueden establecer
impuestos directos; este tributo se llama en Argentina Impuesto a las ganancias.
El objeto del mismo son las rentas que obtienen en todo el mundo los residentes y las que
obtienen en el país los no residentes. Incluye entonces a las ganancias de las personas y de
las sociedades en un mismo texto legal.
Este impuesto es anual y, como tal, se paga al término del ejercicio fiscal que, en el caso de
las personas naturales, coincide con el año calendario, mientras que en el de las empresas lo
hace con el periodo contable.
Los ingresos gravados para las personas naturales que no constituyan empresa son todos los
que provienen de una fuente durable, los que tienen periodicidad, aunque sea potencial; en
cambio, para las empresas están comprendidos en el tributo todas las ganancias. Los
ingresos gravados son netos de todos los gastos necesarios para obtenerlos y, además,
existen otras deducciones personales a que tienen derecho las personas naturales, tales
como ganancia no imponible, deducciones por familiares a cargo y deducciones especiales
para rentas obtenidas del trabajo.
Las ganancias de entidades sin fines de lucro —asociaciones, fundaciones, instituciones
religiosas, sindicatos obreros y cooperativas— están exentas del impuesto. Tampoco están
alcanzadas algunas ganancias de las personas naturales, tales como los derechos de autor,
los intereses que pagan los bancos, así como algunas ganancias de capital: las obtenidas por
ventas de inmuebles, títulos y acciones y otras.
En el caso de quienes deben tributar por rentas obtenidas en el extranjero, la ley permite
tomar como pago a cuenta del impuesto los tributos similares abonados en el lugar donde se
obtuvo aquella.
La alícuota del tributo para algunas sociedades (anónimas, de responsabilidad limitada y
otras) es del 35%, de las cuales mientras que para las personas naturales y el resto de las
empresas se utiliza la siguiente tabla:
Impuesto acumulado
Tramo Tasa sobre el tramo (%)
sobre los tramos anteriores
0 - 10 000 - 9
Estados Unidos[editar]
El gobierno federal impone un impuesto progresivo sobre la base imponible de las personas,
asociaciones, empresas, corporaciones, fideicomisos, bienes difuntos, y ciertas propiedades
de quiebra. Algunos estados y los gobiernos municipales también imponen impuestos sobre la
renta. El primer impuesto sobre la renta Federal se estableció, (en virtud del artículo I, sección
8, inciso 1 de la Constitución de los EE. UU.) durante la Guerra Civil, y luego en la década de
1890, y de nuevo después de la Decimosexta Enmienda que fue ratificada en 1913. Los
impuestos actuales sobre los ingresos se imponen en virtud de estas disposiciones
constitucionales y diversas secciones de Subtítulo A del Código de Rentas Internas de 1986,
según enmendada, incluyendo 26 U.S.C. § 1 (Impuesto sobre los ingresos imponibles de los
individuos, sucesiones y fideicomisos) y 26 U.S.C. § 11 (Impuesto sobre la renta en los
ingresos gravables de las empresas).
México[editar]
Artículo principal: Impuesto sobre la renta (México)
En México, el gobierno federal está facultado para establecer impuestos directos e indirectos,
según la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, cuyo artículo 31 Fracción IV dice, a la
letra: "... contribuir a los gastos públicos, así de la Federación como del Distrito Federal o del
estado y Municipio en que residan de la manera proporcional y equitativa que dispongan las
leyes.”34
Los impuestos directos se aplican de forma directa a la riqueza de las personas,
principalmente a sus ingresos o signos de riqueza como la propiedad de automóviles o casas.
El impuesto directo más importante es el impuesto sobre la renta (ISR). Debe observarse que
este impuesto es una extracción a los ingresos de las empresas y de los particulares. En
contrapartida, los impuestos indirectos afectan patrimonialmente a personas distintas del
contribuyente (aquel que le paga al fisco). En otros términos, el contribuyente que enajena
bienes o presta servicios, traslada la carga del impuesto a quienes los adquieren o reciben.
Dentro de estos se encuentran el impuesto al valor agregado (IVA, impuesto al consumo de
las personas y empresas) y el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS, impuesto
a gasolinas, alcoholes y tabacos). Por ejemplo, el IVA grava los actos y actividades en el
territorio mexicano y se genera cada vez que compramos algún producto (con varias
excepciones). Si bien la principal función de los impuestos es proveer de ingresos al gobierno
para sufragar el gasto público, pueden tener también otras finalidades por su impacto en los
precios de los productos. Por ejemplo, se pueden aplicar aranceles a las mercancías
importadas para proteger a los productores nacionales, o para disminuir el consumo de algún
producto, como las bebidas alcohólicas o el tabaco.
Este impuesto es anual y como tal se paga al término del ejercicio fiscal (un periodo de 12
meses) sin embargo se realizan pagos provisionales mensuales a cuenta del impuesto anual.
El impuesto sobre renta o ISRL es uno de los impuestos federales catalogados como de los
más importantes gravando directamente las utilidades o beneficios de las personas físicas y
morales.
Según indica la Ley de Impuesto sobre Renta se produjo un incremento del ISRL para 2010
alcanzando el 30 %, tasa que estará vigente durante 2011, y 2012, y las tablas isrl 2013 5 se
mantienen sin cambios. Para 2014 debido a las modificaciones fiscales, los rangos y las tasas
se incrementaron hasta llegar al 35 %.6
El objeto del Impuesto Sobre Renta en México es gravar las utilidades de las personas físicas
y morales, que realicen cualquiera de las siguientes actividades:
Enajenación Bienes
Servicio subordinado
Intereses
Premios
Dividendos y ganancias repartidas
Actividades profesionales
Arrendamiento
Asimismo, tal como se menciona en la Ley de ISRL, el impuesto se aplica en cada ejercicio
pero, previo a ello, se deben realizar pagos provisionales mensuales a cuenta del impuesto
anual.
Tabla ISRL 2012 para el cálculo de los pagos provisionales mensuales
Límite Inferior Límite Superior Cuota Fija Porcentaje aplicable sobre excedente límite inferior
El impuesto sobre la renta se calcula sobre la base de efectivo tratándose de personas físicas
y asociaciones y sobre la base de devengado para las personas morales. La tabla que se
anexó anteriormente es para personas físicas.
Las personas morales realizan sus pagos provisionales con base en los ingresos nominales
acumulados a determinado mes, multiplicandos por el coeficiente de utilidad que se determinó
en el ejercicio anterior. A dicho resultado se le aplica la tasa del 30%.
Para 2014 se modificó gran parte de la ley del Impuesto sobre la renta y las tarifas de
impuesto se modificaron de igual manera, con estos cambios la tabla para el cálculo del
impuesto sobre la renta, quedó con una tasa máxima del 35%.
Tablas isrl 2015 para el cálculo de los pagos provisionales mensuales
Límite Inferior Límite Superior Cuota Fija Porcentaje aplicable sobre excedente límite inferior
Como asociación religiosa no estás obligada a declarar el impuesto sobre la renta, excepto en
los casos que se señalan a continuación.
1. Ingresos exentos No debes pagar el impuesto sobre la renta por los ingresos que
obtengas de tus actividades normales, conforme al objeto establecido en tus
estatutos, siempre que estos ingresos no se repartan entre tus integrantes. Cuando en
dichos estatutos se establezca la manutención de los ministros de culto y demás
asociados a quienes la asociación religiosa les den ese carácter notificándolo a la
Secretaría de Gobernación o quienes ejerzan como principal ocupación dentro de
dicha asociación funciones de dirección, representación u organización, no pagarás el
impuesto sobre la renta por las cantidades que percibas por ese concepto, siempre
que no excedan de cinco veces el valor de la Unidad de Medida y Actualización
(UMA), elevado al periodo por el que se paga la manutención. Como ministros de
culto y demás asociados, cuando dicha cantidad sea superior, pagarás el impuesto
sobre la renta por el excedente, para lo cual deberás ser inscrito en el RFC por la
Asociación Religiosa, quien a su vez, deberá calcular, retener y enterar el ISR
aplicando el régimen que se haya establecido en los estatutos. En el caso que
percibas otros ingresos, deberás cumplir con tus obligaciones fiscales en materia de
ISR de acuerdo con las disposiciones fiscales que correspondan.
2. Ingresos propios (relacionados con su objeto) Se consideran ingresos
relacionados con el objeto previsto en los estatutos, los ingresos propios de tu
actividad religiosa; como pueden ser, entre otros, las ofrendas, diezmos, primicias y
donativos recibidos de tus miembros, congregantes, visitantes y simpatizantes por
cualquier concepto relacionado con tus actividades, siempre que tales ingresos se
apliquen a los fines religiosos. También se consideran ingresos propios los obtenidos
por la venta de libros u objetos de carácter religioso, que sin fines de lucro realices
como una asociación religiosa.
3. Ingresos por los que debes pagar el impuesto
Como asociación religiosa debes pagar el impuesto por los ingresos provenientes de:
La venta de bienes con fines de lucro distintos de su activo fijo, tales como:
Libros u objetos de carácter religioso
Intereses
Premios
Cuando vendas bienes distintos de tu activo fijo, o prestes servicios a personas distintas de
tus miembros, y siempre que estos ingresos excedan de 5% de tus ingresos totales, debes
determinar el impuesto que corresponda por los ingresos derivados de las actividades
mencionadas conforme a lo dispuesto por el último párrafo del artículo 80 de la Ley del
Impuesto sobre la Renta, es decir, aplicando la tasa de 30% sobre la diferencia de los
ingresos menos las deducciones autorizadas por dicha ley.
Si como Asociación Religiosa entregas premios, debes calcular, retener y enterar el impuesto
que corresponda conforme a lo previsto en el título IV, capítulo VII de la Ley del Impuesto
sobre la Renta, denominado "De los ingresos por la obtención de premios".
Venezuela[editar]
La primera Ley de Impuesto Sobre la Renta en Venezuela, entró en vigencia en 1942 (Gaceta
Oficial número 20.851 de fecha 17 de julio de 1942).7 Se caracterizaba por estar estructurada
bajo la forma de impuesto cedular es decir, se determinaban las tarifas sobre la base de los
distintos tipos de actividades económicas.
En la actualidad, el impuesto se rige por el Decreto N° 2.163 publicada en la Gaceta
Oficial Extraordinaria N° 6.210 del miércoles 30 de diciembre de 2015, bajo el nombre legal de
"Ley de Reforma Parcial de Ley de Impuesto Sobre La Renta".
Dicha reforma establece las siguientes normativas actualizadas:
Los ingresos gravables obtenidos por sociedades constituidas en el Ecuador, así como
por las sucursales de sociedades extranjeras domiciliadas en el país y los
establecimientos permanentes de sociedades extranjeras no domiciliadas aplicarán la
tarifa del 22% sobre su base imponible.
La tarifa impositiva será del 25% cuando la sociedad tenga accionistas, socios, partícipes,
constituyentes, beneficiarios o similares residentes o establecidos en paraísos fiscales o
regímenes de menor imposición con una participación directa o indirecta, individual o
conjunta, igual o superior al 50% del capital social o de aquel que corresponda a la
naturaleza de la sociedad. Cuando la mencionada participación de paraísos fiscales o
regímenes de menor imposición sea inferior al 50%, la tarifa de 25% aplicará sobre la
proporción de la base imponible que corresponda a dicha participación, de acuerdo a lo
indicado en el reglamento.
Se aplicará la tarifa del 25% a toda la base imponible de la sociedad que incumpla el
deber de informar sobre la participación de sus accionistas, socios, partícipes,
constituyentes, beneficiarios o similares, conforme lo que establezca la normativa
tributaria vigente; sin perjuicio de otras sanciones que fueren aplicables.
Impuesto a la Renta para personas naturales y sucesiones indivisas[editar]
Para liquidar el Impuesto a la Renta en el caso de las personas naturales y de las sucesiones
indivisas, se aplicará a la base imponible las siguientes tarifas:
Fracción básica Exceso hasta Impuesto fracción básica % Impuesto fracción excedente
0 11 290 - 0%
11 290 14 390 - 5%
Fracción básica Exceso hasta Impuesto fracción básica % Impuesto fracción excedente
0 71 970 - 0%
Véase también[editar]
Impuesto
Impuesto sobre la renta en España (IRPF)
Organismos Autonómos,
Sociedades y Consorcios
Organismo de Recaudación y Gestion
Tributaria
Oficinas de Recaudación
Consejo Rector del Organismo Autónomo de Recaudación y Gestión Tributaria
Enlace a Organismo de Recaudación y Gestión Tributaria
Funciones
Las funciones que el O.A.R.G.T, a través de los convenios de delegación puede asumir, de acuerdo con
el artículo 6º de sus Estatutos son:
La Unión Sindical Obrera (USO) ha hecho llegar a lo largo de estas semanas a los grupos
parlamentarios un total de 10 propuestas fiscales, que incluyen modificaciones a la reforma
fiscal planteada por el Gobierno y que se debate hoy en el Pleno del Congreso.
Para USO, los principios que deben regir el sistema tributario español son la suficiencia, la
eficacia, la eficiencia y la equidad, características que hoy en día no definen el sistema fiscal
español. “Nuestro sistema tributario debe ser suficiente para cubrir los gastos que una
sociedad estima que debe soportar el Estado sin depender de las condiciones del exterior, y
debe ser eficaz al recaudar. Cuantos más objetivos secundarios tenga el sistema, menos
eficaz será en su misión principal”, defiende Julio Salazar, secretario general de USO.
Además, el sistema debe ser eficiente, pues cuanto más sencillo sea, existirán menos
posibilidades de defraudar. “Pero sobre todo, el sistema tributario debe ser justo y equitativo,
recayendo el esfuerzo sobre todos los ciudadanos por igual, independientemente del territorio
donde residan, teniendo en cuenta como única variable la capacidad económica del
contribuyente, de modo que quien más capacidad tenga, contribuya más”, concluye Salazar.
10 propuestas fiscales
De esta forma, con el fin de establecer las bases de un sistema impositivo moderno que
cumpla con los objetivos señalados, la USO ha propuesto a los grupos parlamentarios un
programa de reformas fiscales de amplio calado que iguale el gravamen y las deducciones de
todos los contribuyentes, sea cual sea la comunidad autónoma donde se resida y evite la
desigualdad en el reparto de las cargas tributarias.
Las diez propuestas fiscales de USO en materia tributaria se concretan en:
Unificación de los sistemas de tributación por rentas del trabajo y por rentas del capital y
establecimiento de una escala de gravamen común llevando los tipos marginales a un tramo ligeramente
superior a la media de la OCDE, en el entorno del 45%.
Establecimiento de un nuevo tramo para rentas superiores a 60.000€. La propuesta se concreta en
establecer el 21,50 % para el tramo de rentas superiores a 60.000 euros y hasta los 120.000 euros, y un
nuevo tramo a partir de los 120.000 euros cuyo tipo aplicable fuera el 24,50%.
Establecer el mínimo exento de tributación y de retenciones por rentas de trabajo en el valor del salario
mínimo interprofesional.
Eliminar el régimen de estimación objetiva por “módulos” del IRPF para trabajadores autónomos, por
ser un modelo de simplificación fiscal ineficiente y generador de fraude fiscal recurrente en algunos
pequeños empresarios y profesionales.
Eliminación de la reducción por aportación a planes de pensiones, medida totalmente regresiva aplicada
principalmente por los contribuyentes de rentas elevadas y que beneficia en mayor proporción, a
igualdad de aportación, a quien más rentas obtiene. Por tanto suprimir la inclusión de una nueva
deducción que incentiva la inversión en planes de pensiones a los mayores de 65 años de las ganancias
obtenidas de transmisiones patrimoniales.
Eliminar las deducciones por donativos y aportaciones a Partidos Políticos, Federaciones, Coaliciones o
Agrupaciones de Electores.
Nuevo impuesto sobre la Riqueza: supondría la eliminación del actual Impuesto sobre el Patrimonio y
creación de un impuesto unificado sobre la riqueza que sirva de control anti-fraude y mejore la
progresividad del sistema. Se propone la reducción general de los tipos de gravamen marginales (hasta el
rango del 0,4-0,5% para evitar la descapitalización patrimonial de los patrimonios ilíquidos -empresas
familiares, patrimonios inmobiliarios- y la eliminación/limitación correlativa de beneficios fiscales de
difícil aplicación y control -exención sobre empresa familiar, límite conjunto IRPF-IP-). Se plantea una
coordinación de este impuesto con el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, para evitar la
descapitalización sucesoria (moderación de los tipos de gravamen y limitación de los beneficios
fiscales).
Mantener la actual reducción genérica. Se establece una deducción genérica de 2.000 euros en los
ingresos por trabajo, que lógicamente hay que justificar sobre el gasto real realizado. Actualmente, esta
reducción sobre los ingresos íntegros del trabajo es de 2.652 euros de manera general y el doble para
desempleados que se desplazan fuera de su localidad, que pasa a 2.000 euros. Por tanto debería
mantenerse la anterior deducción.
Mantener la actual tributación por alquileres de vivienda e ingresos irregulares: Se disminuye la
reducción sobre el rendimiento neto reducido de alquileres de viviendas del 60% al 50%. También
desaparece la reducción del 100% para alquileres a jóvenes con bajos ingresos. Si queremos potenciar el
alquiler como opción ésta no parece que sea una medida incentivadora. Además, en la nueva normativa
se disminuye al 30% la reducción por ingresos con periodos de generación superior al año e ingresos
irregulares. Actualmente, dicha reducción está en el 40%, cuantía que debería mantenerse.
Igualar el gravamen y las deducciones de todos los contribuyentes sea cual sea la Comunidad Autónoma
donde se resida, evitando la desigualdad en el reparto de las cargas tributarias.
Contexto tributario en España
En el año 2012, los gastos del Estado casi duplicaron los ingresos. Esta descompensación
ataca de raíz el principio de suficiencia y nos sitúa en un déficit del Estado, al finalizar 2013,
que es uno de la mayores de la UE (7,1% según Eurostat), tan sólo superado por Grecia y
Eslovenia.
Nuestro actual sistema tributario tiene incontables beneficios fiscales, facilitando que España
recaude por debajo de la media europea tanto en el Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, como en el Impuesto sobre Sociedades, mientras nuestros tipos marginales son de
los más altos del mundo: 52% en el IRPF, llegando al 56% en algunas regiones -la media de
la OCDE está en el 41,5%-, y 30% en el Impuesto de Sucesiones -la media de la OCDE está
en el 25%-. La única explicación es que las bases tributarias escapan a tributación y los
beneficios fiscales reducen la tributación efectiva. Por ello, el sistema tributario español no es
eficaz.
Julio Salazar ha destacado que son necesarias una serie de reformas para hacer frente al
desafío de tener un sistema fiscal que sea suficiente, en el que los ingresos sean igual a
gastos, a lo largo del ciclo económico, con una partida de gastos e inversiones públicas que
den cobertura a las actuales insuficiencias en materias como dependencia, educación,
sanidad, I+D+I, empleo, inversiones, etc.
Por otro lado, buena parte de la insuficiencia del actual sistema fiscal viene determinado por el
fraude fiscal, por la construcción de unas figuras impositivas que permiten la elusión fiscal, y
por tener bases impositivas y tarifas no acordes con la generación de rentas y riqueza. “El
sistema fiscal actual español, en conjunto, no es equitativo, ya que no pagan lo mismo las
rentas originadas por trabajar que las procedentes del capital, siendo además escasamente
progresivo. Por todo ello, necesitamos una reforma fiscal a fondo que busque que las
personas coticen en función de su renta real. Se hace más necesario que nunca una mejor y
más justa redistribución de la riqueza”, argumenta el Secretario General de USO.
Además, nuestro sistema tributario es extremadamente complicado con un legislador estatal y
17 comunidades autónomas con potestades legislativas en materia fiscal (sin contar las
potestades regulatorias de los entes locales sobre los impuestos y tasas que les son propios),
los cuales modifican la normativa tributaria constantemente. La inseguridad jurídica en materia
fiscal desincentiva la inversión y aumenta las posibilidades de defraudación. Así, nuestro
sistema impositivo no es eficiente.
También, nuestros impuestos contienen innumerables normas que atacan de frente la equidad
en el reparto de las cargas tributarias. “¿Por qué existen los beneficios fiscales a los planes de
pensiones si es una medida totalmente regresiva porque a igualdad de aportaciones supone
mayor beneficio cuanto mayor sea la renta? ¿Qué argumento tributario existe para defender la
aplicación de esquemas como el taxlease que permiten a multinacionales pagar menos
impuestos en España por el mero hecho de invertir? Nuestro sistema fiscal esconde muchas
trampas que desvirtúan cualquier criterio coherente de reparto equitativo de las cargas
tributarias. De modo que nuestro sistema impositivo no es justo”, concluye Julio Salazar.
Anonimo (31 de Mar de 2008). "Los Fines de los Tributos". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/eficiencia-
equidad/tributos(Consultado el 09 de Jun de 2019)
Impuestos en la antigüedad
La historia de los impuestos es casi tan antigua como la historia del hombre pensante. Desde las
primeras sociedades humanas, los impuestos eran aplicados por los soberanos o jefes en forma de
tributos, muchos de los cuales eran destinados para asuntos ceremoniales y para las clases
dominantes. La defraudación de impuestos teniendo el carácter y destino que se les daba eran
poco comunes, debido al control directo que de la recaudación hacían sacerdotes y soberanos.
Las primeras leyes tributarias aparecen en Egipto, China y Mesopotamia. Textos muy antiguos en
escritura cuneiforme de hace aproximadamente cinco mil años, señalaban que “se puede amar a
un príncipe, se puede amar a un rey, pero ante un recaudador de impuestos, hay que temblar”. En
el nuevo testamento, aparece la figura de recaudador de impuestos en la persona de mateo,
siendo este puesto algo detestable y poco santo como lo manifestaban los primeros discípulos de
Jesús cuando iba a comer en casa de éste.
En Egipto, una forma común de tributar era por medio del trabajo físico (prestación personal), para
lo cual tenemos como ejemplo la construcción de la pirámide del rey Keops en el año 2,500 A. C.
misma que duro veinte años, participando aproximadamente unas 100,000 personas que
acarreaban materiales desde Etiopia. También se encuentra en una inscripción de una tumba de
Sakkara con una antigüedad de aproximadamente 2,300 años A. C. la que trata de una declaración
de impuestos sobre animales, frutos del campo y semejantes. Por otra parte, en este mismo reino
el pueblo tenía que arrodillarse ante los cobradores de impuestos del faraón, quienes además de
presentar su declaración, tenían que pedir gracias. Las piezas de cerámica en ese entonces se
usaban como recibos de impuestos. En la isla mediterránea de Creta, en el segundo milenio A. C.
el rey Minos recibía hasta seres humanos como tributo.
Respecto a impuestos internacionales, los pueblos antiguos en sus relaciones con otras naciones
tomaron a los impuestos como una forma de sujeción y dominio sobre los pueblos vencidos. Como
ejemplo tenemos al Imperio Romano, el cual cobraba fuertes tributos a sus colonias, situación que
permitió que por mucho tiempo los ciudadanos romanos no pagaran impuestos.
Augusto en Roma, decretó un impuesto del uno por ciento sobre los negocios globales llamado
Centésima.
En China, Confucio fue inspector de hacienda del príncipe Dschau en el estado de Lu en el año
532 A. C. Lao Tse decía que al pueblo no se le podía dirigir bien por las excesivas cargas de
impuestos.
El cobro de tributos para los incas en Perú, consistía en que el pueblo ofrecía lo que producía con
sus propias manos al dios rey, mismo que a cambio les daba lo necesario para su subsistencia,
apoyado claro por un ejército de funcionarios. Para hacer sus cuentas los Incas utilizaban unas
cuerdas anudadas por colores (dependiendo del impuesto) llamadas “quipos”, las cuales se
anudaban conforme a su cuantía. Eran tan complicados los procesos, que se tenía que solicitar la
asistencia de asesores fiscales llamados “quipos-camayos”.
Como se puede observar, en la antigüedad, la forma de pagar y cobrar tributos no era del todo
equitativa y más bien obedecía a situaciones de capricho, mandato divino o sojuzgamiento de un
pueblo por otro. También podemos ver que los mismos seres humanos eran parte de los tributos y
eran destinados a sacrificios ceremoniales u obligados a realizar trabajos físicos. Algunas
declaraciones de impuestos eran humillantes, ya que al presentarlas, el contribuyente tenía que
arrodillarse y pedir gracia.
En la edad media los vasallos y siervos tenían que cumplir con dos tipos de contribuciones: las
primeras eran prestaciones de servicios personales y otras de tipo económico, liquidables en
dinero o en especie. Las primeras, de servicios personales radicaban en prestar el servicio militar,
que consistía en acompañar a la guerra al señor feudal, obligación que se fue reduciendo con el
paso del tiempo hasta que en el siglo XIII, sólo era necesario acompañarlo hasta los límites de
determinada región, no muy lejana y por cuarenta días únicamente.
Los vasallos tenían la obligación de prestar guardia en el castillo del señor feudal y de alojar en su
casa a los visitantes del mismo. Este tipo de contribución disminuyo y devino en la obligación de
recibir sólo cierto número de visitantes durante un determinado tiempo u ocasiones al año. Otro
tipo de contribución de los vasallos era la de asesorar al señor en sus negocios, de tal manera que
tenían que asistir a las audiencias, las que con el tiempo se redujeron a tres en el año durante la
pascua, el pentecostés y la noche-buena.
Los siervos como parte del tributo en servicios personales, cultivaban las tierras de su señor ciertos
días a la semana, para lo cual, participaba con sus manos o con la fuerza de trabajo de sus
animales de carga o con ambos. En esta época, los obligados a pagar tributo pagaban tasas de
rescate, que consistían en el pago de determinadas cantidades con el propósito de suprimir
servicios personales o en especie, así con el tiempo se fueron sustituyendo los servicios
personales por prestaciones en dinero, con lo que nacieron los diferentes tipos de impuestos.
Los impuestos en especie consistían en la participación de los productos de la tierra como gallinas,
cera. También se recibían derechos en metálico o en granos por cada cabeza de ganado, buey,
carnero, puerco o cabra. Otro derecho en especie consistía en que los labriegos estaban obligados
a cocer pan en el horno del señor, a moler su trigo en el molino señorial, y a pisar las uvas en su
lagar, lo que generaba ganancias al patrón en derechos por el uso de sus instalaciones. A estas
contribuciones se le denominó Banalidades, porque se instituyeron por medio de Bando, Pregón o
Edicto. El clero recibía un impuesto en especie en forma de vino.
Un impuesto muy común fue el de la talla o pecho, que era pagado por cada familia de campesinos
en forma de dinero o especie; se le llamaba de tal forma porque al pagarlo se hacía una talla con
cuchillo en un pedazo de madera. Al principio el impuesto se estableció en forma arbitraría y
posteriormente se logro fijar con cierta regularidad. Lo recaudado era destinado a diversos fines,
como el casamiento de la hija del señor feudal, armar caballero al hijo, pagar el rescate del señor,
adquirir equipo para las cruzadas, etc.
Además existía un impuesto que gravaba la propiedad territorial que también consistía en una talla
en madera. Se dice que en Languedoc, el tributo gravaba solamente el inmueble sin importar la
situación económica del propietario. Para tal fin, sólo se contaba como base un catastro que se iba
renovando cada treinta años, el cual tomaba tres tipos de tierra según su fertilidad. Todo
contribuyente sabía de antemano lo que tenía que pagar, pero si no estaba de acuerdo en el
reparto, tenía derecho a que se le comparara su cuota con la del otro vecino de la parroquia,
elegido por el mismo, lo que se llama ahora derecho de igualdad proporcional.
Otro impuesto era el de la mano muerta, que consistía en el derecho que tenía el señor feudal de
adjudicarse de los bienes de los difuntos cuando estos morían sin dejar hijos o intestados. Los
colaterales podían pedir la herencia con el permiso del señor feudal, pero siempre y cuando
pagaran un rescate muy elevado que se le llamaba derecho de relieve. El señor también se
adjudicaba de los bienes de los extranjeros que morían dentro de su territorio.
El diezmo formaba parte de los impuestos de la iglesia, mismo que consistía en pagar el
contribuyente la décima parte de todos sus productos.
El impuesto de la barba era común en la Rusia de Pedro El Grande. En tiempos de Felipe III de
España, existían los impuestos de nobleza, que fueron extendidos a títulos y órdenes.
Había un pago por el derecho del servicio de impartición de justicia, que pagaban los siervos y los
villanos cuando comparecían ante los tribunales para solicitar justicia. Como paréntesis, es
importante recalcar que nuestra Constitución en su artículo 17, nos da como garantía individual la
gratuidad del servicio de justicia, que a la letra señala: “Los tribunales estarán expeditos para
administrar justicia en los plazos y términos que fija la Ley; su servicio será gratuito quedando en
consecuencia, prohibidas las Costas Judiciales”.
El impuesto de peaje, se cobraba al transitar por determinados caminos o por cruzar algún puente.
El derecho por pasar los puentes se llamaba pontazgo.
Algunos autores nos mencionan que los señores feudales, cobraban derechos por el tránsito de
mercancías, por pasar muelles, por pasar las puertas de las poblaciones. Las mercancías tenían
una tarifa dependiendo de la calidad de las personas y se cobraban los derechos en dinero o en
especie. Un ejemplo es que en el año de 1218 todo mercader foráneo que cruzará por San Owen o
sus alrededores para vender especias en Inglaterra tenía que pagar al castellano una libra de
pimienta; el juglar que ingresaba a Paris por la entrada de Petit Chatellet, tenía que cantar una
canción y los que traían monos sabios tenían que hacer trabajar a sus animales delante del
recaudador. Actualmente los peajes y las alcabalas, se han convertido en impuestos de
importación o exportación.
En la Edad Media las contribuciones que se cobraban llegaron a ser humillantes, indignos e
intolerables, por ser impuestas obligatoria y arbitrariamente. Un ejemplo lo constituye derecho de
toma, que consistía en que el señor feudal podía obtener todo lo necesario de sus siervos para
condicionar su castillo pagando por ello el precio que el mismo fijara. Tenemos también el Derecho
de Pernada, que consistía en el derecho que tenía el señor feudal sobre la virginidad de la mujer
antes de contraer matrimonio.
Otros ejemplos que sucedieron alrededor del año 1500 en Europa, consistían en presentar sus
impuestos en efectivo a los Kammerer (tesoreros). Actualmente en Alemania, los encargados de la
administración financiera municipal, llevan el título citado en aquella época.
Los castigos que se infringían en la edad media por la omisión del pago de los impuestos,
consistían en encarcelar a los infractores en la torre del castillo, en algo parecido a un calabozo
húmedo, oscuro, sucio, con animales e insectos; también utilizaban cámaras de tormento. Otro
castigo para quien no pagara impuestos lo constituía el tener que pasarse el resto de sus días
como galeote, es decir, forzado a trabajar en las galeras. Las personas que no podían o se
negaban a pagar el diezmo también eran recluidas en la torre.
Colbert, quien fungía como ministro financiero del rey-sol, estableció que el sistema fiscal debía
estar tan sencillamente organizado que todos lo pudieran entender y pocos dirigir.
Durante los 300 años del sistema de gobierno colonial, hubo mucha confusión en el sistema
recaudatorio, lo que provocó que la Nueva España no alcanzara los niveles de desarrollo
deseados, debido a que los tributos recaudados eran muy pocos.
Entre España y la Nueva España hubo un gran intercambio de mercancías, lo que ahora llamamos
importación-exportación. Los productos importados de España consistían en vino, aceite, lencería,
vajillas, jarcias, papel, objetos de hierro, vinagre, aguardiente, jabón, entre otros. La Nueva España
exportaba oro, plata, grano o cochinilla, azúcar, y cueros sin contar una gran diversidad de
productos más.
Por su parte España estableció que la colonia, sólo podía exportar y negociar con la metrópoli, lo
que limitó su capacidad de realizar comercio y restringió su desarrollo económico.
Cuando se fundó la villa de la Veracruz, se establecieron varios impuestos como el quinto real, con
el que se beneficiaban en primer término el rey de España, al que le correspondía un quinto del
botín conquistado por los españoles, otro quinto le correspondía al conquistador Cortés y el
sobrante del botín se repartía entre los soldados que acompañaban al conquistador. Esto
posteriormente provocó que el rey de España nombrara como tesorero real al español Alonso de
Estrada y a los miembros de la hacienda pública como veedores, factores, contadores y ejecutores.
Un impuesto implantado con el propósito de sufragar los gastos que los barcos reales tenían al
escoltar las naves que venían o salían de Veracruz a España, se llamaba de avería y lo pagaban
de una forma prorrateada los dueños de las mercaderías llegando hasta el 4%. Dicha erogación
dio término a mediados del siglo XVIII.
Había un impuesto denominado de altamirantazgo, en honor del Almirante de Castilla y a favor del
mismo, el cual era implantado a todos los buques, así como a las mercaderías, tanto por la entrada
como por la salida, de igual manera que por la carga y descarga de éstas. Este impuesto se
implantó tanto en los puertos de España como de sus colonias y alcanzó hasta un quince por
ciento.
En 1679 se impuso una contribución llamada de lotería, la cual gravaba la venta total de la lotería,
con una tasa del 14% sobre la misma. Anteriormente, en el año de 1573, se pagaba un impuesto
que gravaba el paso de las mercancías de una provincia a otra, llamado alcabala y posteriormente
el pago de un derecho de tránsito llamado peaje. Los nativos debían cargar su carta de tributos ya
que de lo contrario tenían la obligación de pagar otra vez.
Un gravamen que ha perdurado hasta ahora pero con otro nombre, es el impuesto de caldos,
denominado en la actualidad Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). En la colonia
solamente gravaba a los vinos y aguardientes. En el México actual, este impuesto grava una
cantidad mucho mayor de productos.