La conciencia es la voz del alma; las pasiones, la del cuerpo. (Shakespeare).
La escafandra y la mariposa muestra las experiencias de un hombre en sus 43 años que sufre un accidente cerebro vascular que lo sume en coma durante tres semanas y luego despierta con sus funciones cerebrales y conciencia intacta más su cuerpo sufre el síndrome de cautiverio (locked-in syndrome) este consiste en la pérdida total de todas sus funciones motrices por un daño en su tronco cerebral, encargado de conectar nuestro cerebro con nuestra espina; la obra se centra en como Jean-Dominique Bauby logra soportar su condición por medio del apoyo de amigos y familiares así como en su memoria e imaginación “ La escafandra se vuelve menos opresiva y la mente puede vagar como una mariposa” (Bauby). La conciencia como tal en cada uno de nosotros permite conocernos de forma total, nuestros cuerpos, acciones incluso nuestra mente y pensamientos. La conciencia moral formada por medio de nuestras experiencias de los actos buenos o malos nos permite o impide realizar algo que nos perjudique de alguna manera, aunque no seamos consientes de ello; dentro del contexto de la obra se puede alegar que la conciencia de Jean-Do le permite reflexionar acerca de sus acciones en su antiguo estado de movilidad, como no supo apreciar las diferentes cosas que la vida le ofrecía; como el cariño de la madre de sus hijos, del cual se arrepiente profundamente de no aceptarlo, porque a pesar de haberle causado daño en el pasado supo perdonarlo, y está ahí para él en el momento de mayor vulnerabilidad; el amor de sus hijos, aunque pequeños no los disfruto en el tiempo que tenía y después del accidente, dilucida que su cuerpo ya no podrá abrazar o besar o acariciar a sus tres niños. La memoria es la capacidad del cerebro de retener información y recuperarla voluntariamente. Es decir, la memoria es lo que nos permite recordar hechos, ideas, sensaciones, relaciones entre conceptos y todo tipo de estímulos que ocurrieron en el pasado; la imaginación por otra parte es una capacidad cognitiva de abstracción que permite representar imágenes en la mente, a partir de datos conocidos, creando ideas sobre personajes, objetos o resultados de acciones; por medio de estas actividades cerebrales, Jean-Dominique Bauby logra mantenerse de manera cuerda en su confinamiento proporcionado por su propio cuerpo, una de sus frases es que su imaginación le permite realizar cosas con las que soñaba de niño pero que por cobardía o desidia no las realizaba, o también podía cumplir sus fantasías como la de visitar a la mujer amada mientras dormía y verla toda la noche o simplemente viajar a lugares que aun puede recordar; una de las actividades favoritas que permitía que su día no fuera tan mundano era a la hora de la cena cuando conectaban una sonda para su alimentación, se permitía recordar los sabores de sus platos favoritos. La condición de Jean-Dominique es tan rara que el personal medico del Hospital de Berck se encuentra en una nueva situación de descubrir como poder ayudar al paciente su fisioterapeuta y logopeda son las personas que más contacto tienen con Jean-Do, son las únicas que muestrean una verdadero preocupación hacia su paciente para ellas no es un simple paciente que no se puede comunicar es una persona con sentimientos y necesidades a las cuales ellas atienden, la otra parte del personal medico no es tan amable con el protagonista no saben o no les interesa sus necesidades para ellos solo es un “lisiado” más. Esto en nuestro entorno analfabeto de emociones donde no comprender nuestros sentimientos y por ello el de los demás es muy común en quienes nos rodean no les importamos como personas sino los beneficios que podamos brindarles, podemos darnos cuenta con las acciones de estas dos personas importantes para el protagonista que nuestra forma de comportarnos diariamente se puede asemejar a ellas, pero aun nos sentimos ajenos a aceptar dicha verdad. La vida es la expresión misma de libertad que no sabemos descifrar hasta antes de que algo desafortunado nos ocurra, no nos damos cuenta que nuestros miedos y formas de refrenarnos no son por nuestra decisión sino por el de la sociedad que nos rodea, nos sentimos tan motivados intrínsecamente por la sociedad que no nos fijamos en las necesidades de nuestra conciencia e imaginación; ya que esta es la que nos brinda un sinfín de posibilidades y sueños que solo debemos tomar el coraje suficiente para realizarlos y así no perdernos en nuestras escafandras autoimpuestas, y volar como mariposas.