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El Cociente Intelectual

El Cociente Intelectual o CI, es una medida de la inteligencia. Se trata del


producto de dividir la edad mental por la cronológica y multiplicarlo por cien.
Es decir, se calcula la edad aproximada a la que la mayor parte de sujetos es
capaz de resolver un determinado problema y se relaciona con la edad real
del sujeto. La multiplicación por cien pretende eliminar decimales.
El resultado obtenido de esta operación es lo que se denomina cociente
intelectual. Pero el número en sí solo es significativo en comparación con los
resultados obtenidos por la media de la población de origen. Así, cuando
hablamos de CI estamos en realidad haciendo una comparación entre el
rendimiento propio con el de la mayoría de individuos de la misma edad.
El cociente intelectual es medido a través de muy diversas y diferentes
pruebas en función de las características de los sujetos, el objetivo de dicha
medición, su edad o si se pretende evaluar un aspecto concreto o la
inteligencia a nivel general.
Uno de los tests más conocidos en este aspecto son las escalas Wechsler, el
Wechsler Adult Intelligence Scale o WAIS en el caso de los sujetos adultos y el
Wechsler Intelligence Scale for Children o WISC en el caso de los niños. Se
puede medir el cociente intelectual o CI total, el CI verbal y el CI manipulativo
por separado (siendo el primero el que se refiere a memoria y comprensión
mientras que el segundo se vincula a aspectos más perceptivos y
organizativos), además de diferentes índices como la velocidad de
procesamiento, comprensión verbal, razonamiento perceptual y memoria de
trabajo.
Las puntuaciones obtenidas en diferentes pruebas de inteligencia han de
estandarizarse y pasarse a un tipo de distribución que permita observar en
qué relación las propias capacidades se ajustan a la media poblacional. En el
caso del cociente intelectual se emplea para ello la distribución normal.
Se considera que un valor de 100 o valores aproximados a este estarían en la
media, con más de la mitad de la población de la misma edad teniendo
puntuaciones semejantes. Por encima de esta medida hablaríamos de una
capacidad superior a la media, y por debajo estaríamos ante unas
capacidades intelectuales por debajo.
Pero hace falta tener en cuenta que estamos hablando de una media. Existe
un rango entre el que las puntuaciones de personas con un nivel equivalente
de capacidad cognitiva pueden oscilar. Es por ello que en la distribución
normal aplicamos la desviación estándar, que puede entenderse como el
rango de dispersión de las puntuaciones dentro de un mismo rango.
Puntuaciones que se encuentren a esa distancia de la media o seguirán
estando dentro del mismo rango.
En el caso de la inteligencia, la media se hallaría en el valor 100 y contamos
con una desviación típica de 15. Ello indica que personas con un CI entre 85 y
115 seguirían teniendo una capacidad intelectual dentro de la media.
Personas que se alejan más de dos desviaciones típicas (es decir, con un CI
por debajo de 70 o por encima de 130) de la media presentan unas
capacidades sensiblemente alejadas de las de la mayoría de la población.

Inteligencia

El término inteligencia proviene del latín intelligentia, que a su vez deriva de


inteligere. Esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus
(“entre”) y legere (“escoger”). Por lo tanto, el origen etimológico del
concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir: la inteligencia
posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución
de un problema. De acuerdo a lo descrito en la etimología, un individuo es
inteligente cuando es capaz de escoger la mejor opción entre las
posibilidades que se presentan a su alcance para resolver un problema.
La inteligencia está relacionada a la habilidad de un individuo de captar
datos, comprenderlos, procesarlos y emplearlos de manera acertada.
Existen muchos conceptos erróneos acerca de la inteligencia. Sin embargo
con ellos sólo se analizan las capacidades de lógica, matemática y lingüísticas
de una persona, obteniéndose resultados poco precisos de la capacidad
verdadera de una personas.
Si se tiene en cuenta el carácter complejo de la inteligencia, el concepto sólo
puede ser definido en forma parcial y para esto se apela a diversos
procedimientos y atributos. Hablaremos de lo planteado por el psicólogo
estadounidense Howard Gardner, de la Universidad de Harvard, quien
asegura que la inteligencia puede entenderse como el potencial de cada
individuo que puede advertirse e incrementarse a través de diversos
procedimientos, pero que resulta imposible de cuantificar. A su vez explica
los distintos tipos de inteligencia que existen, estos son:
La Inteligencia Lógica-Matemática es la que permite la resolución de
problemas lógicos y matemáticos (operaciones matemáticas, aritmética y
razonamientos lógicamente correctos).
La Inteligencia Lingüistica-Verbal consiste en la fluidez en el manejo de la
palabra escrita y hablada (Destreza en la utilización del lenguaje, significado
de los términos, sintaxis, pronunciación) Esta inteligencia brinda a alguien la
capacidad de narrar o escribir poemas.
La Inteligencia Visual-Espacial es la que permite crear modelos en la mente,
con formas, colores y texturas. Aquellos que poseen esta inteligencia son
capaces de transformar en imágenes todo aquello que crean en sus mentes.
Es la que se necesita para dibujar, crear diseños, cuadros y cualquier tipo de
construcción gráfica.
La Inteligencia Corporal-Cinética es la que permite controlar movimientos de
todas las partes del cuerpo a fin de realizar bien determinadas actividades
físicas. Es la que se necesita para desarrollar actividades que requieren de
cierta coordinación y un ritmo adecuado, como los deportes o la danza.
Inteligencia Interpersonal e Intrapersonal: La primera es la que permite
relacionarse con otros seres vivos (expresiones, control de la voz, gestos),
además incluye la capacidad para comprender la afectividad de parte de
otros seres vivos. Por su parte, la Intrapersonal es la conciencia. Es la que se
necesita para establecer comparaciones entre diferentes actos y valorar lo
que hacemos y lo que hacen los demás.
La Inteligencia Musical es la que permite crear sonidos, melodías y ritmos. Es
la requerida para expresar emociones e ideas a través de la música.

La Inteligencia Naturalista es la que permite comprender el entorno natural,y


desarrollar conocimientos en campos relacionados con la naturaleza, como la
biología, la geología y la astronomía.
Daniel Goleman en 1995 habla también acerca de la inteligencia emocional..
La IE incluye habilidades como percepción de los sentimientos (propios y de
las emociones del entorno), utilización de las emociones(dominar los
sentimientos con el fin de facilitar una actividad cognitiva), entendimiento de
las emociones (comprender el lenguaje de los sentimientos y reconocer
cómo evolucionan en el tiempo) y control de las emociones (habilidad para
manejar los sentimientos propios en función de las necesidades, para
alcanzar las metas que se ha propuesto).
Por último, cabe destacar que existe el concepto de inteligencia artificial,
desarrollado para referirse a los sistemas creados por los seres humanos que
son capaces de planificar, elaborar pensamientos abstractos, entender ideas
y aprender. La Inteligencia Artificial, llamada también Sistema de Inteligencia,
se origina en la fusión de la ciencia del ordenador, la fisiología y la filosofía y
consiste en darle vida inteligente a un objeto carente de ella. Se desarrolla a
partir de códigos de lenguaje de programación y de acuerdo a la complejidad
de los mismos se pueden crear entes más o menos inteligentes, capaces de
tomar buenas, mediocres o malas decisiones. Es la inteligencia que poseen
los robots y los aparatos con cierta independencia.

Emociones

Son las respuestas que elaboramos gracias a nuestro cerebro. Éste no da


información de las distintas situaciones. Nos ayudan a interpretar el mundo
que nos rodea. Por lo tanto, podemos definirlo como un estado complejo del
organismo que se caracteriza por un conjunto de respuestas psicofisiológicas
cognitivas y conductuales, que predisponen a una respuesta organizada. Se
generan como respuesta a un acontecimiento externo o interno.
Las emociones se expresan a través de nuestra comunicación no verbal
(gestos, miradas, expresiones faciales, posturas corporales) y también se
manifiestan en nuestro cuerpo.

Hay que tener en cuenta que muchos de nuestros dolores, son dolores
emocionales, de ahí la importancia de escuchar a nuestro cuerpo para poder
gestionar nuestras emociones.
Relación entre Pensamientos-Emociones-Conductas
Consideramos fundamental destacar la interrrelación que existe entre
las emociones, los pensamientos y las conductas.

Ante una determinada situación, cada uno de nosotros podemos hacer una
interpretación de esa situación (pensamientos) que como hemos visto, lleva
una emoción asociada y que a su vez nos llevará a realizar una acción
determinada.

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