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SU EVOLUCIÓN
INTRODUCCIÓN
¿Qué es la Paleoecología?
Metodología de la Paleoecología.
Palinología:
La Palinología es una ciencia que estudia el polen fosilizado (o vivo), ya que el estudio de
estas partículas producidas por seres vegetales, contienen información valiosa sobre los
cambios de vegetación que se han dado en una región y los cambios climáticos y geográficos
de una época determinada. Este método de estudio es el más utilizado por la paleoecología,
ya que se ha mostrado el más efectivo para entender patrones de distribución vegetal y
cambios climáticos drásticos que se evidencian en la vegetación, y con ello el tipo de fauna
adaptada para convivir con este ambiente y las posibles adaptaciones humanas necesarias
para poder hacerlo habitable. Estos estudios demandan un conocimiento de la morfología del
polen fósil, lo cual ha sido posible por las vastas colecciones que se han sido recopiladas y
gracias a los conocimientos botánicos disponibles.
Análisis de Sedimentos:
Los estudios de sedimentos en la paleoecología son muy importantes, ya que allí es donde
principalmente se encuentran registros fósiles que pueden ser vegetales o animales. Los
análisis sedimentológicos se encargan de estudiar el proceso de la formación de los
sedimentos, su edad aproximada y además hacer una recolección de todo material orgánico
fosilizado allí presente.
Registro Fósil:
El registro fósil tiene una gran importancia dentro de la paleoecología, ya que son restos de
seres orgánicos que después de un proceso (fosilización) se han conservado hasta nuestros
días, dándonos valiosa información de la fauna y la flora que habitaba el lugar geográfico
estudiado en una época determinada, permitiendo hacerse una imagen del ambiente allí
presente. La fosilización es un proceso físico-químico que se da en condiciones específicas.
Consiste en el reemplazamiento de la materia orgánica por mineral, pero aún conservando
las estructuras morfológicas del individuo en el mejor de los casos.
EL CONCEPTO DE PAISAJE
Se define paisaje, desde esta perspectiva, como la experiencia organizada que tiene un
grupo humano de un espacio físico (cómo se percibe y valora), al tener que elegir
posibles acciones sobre ese espacio, de acuerdo con la manera como se representa a
sí mismo en relación con el espacio (Criado, 2001; Hernando, 2002). Así, se propone
estudiar el paisaje como una construcción social (ontológicamente subjetiva) del
espacio físico (ontológicamente objetivo). Se parte del supuesto de que antes de ser
usado el espacio es percibido. Y el espacio físico (lo dado) es interpretado para poder
ser comprendido, organizado y usado. Se construye no lo físico, sino la manera de
percibir eso que existe independientemente de los observadores individuales, pero sí
en relación con el grupo (la estructura ontológicamente subjetiva). Se actúa sobre el
medio no sólo en términos instrumentales de su modificación objetiva, sino también
en forma simbólica, al nombrarlo o clasificarlo de cierta manera, sin que eso modifique
en ese momento sus propiedades físicas. (Criado, 2001b: 2) (texto original)
En la dimensión económica, se toma el paisaje como una forma de interacción entre las
sociedades y el medio ambiente. Esta interacción se presenta con diferentes tipos de
relaciones que se pueden transar y que han sido relaciones de mutua evolución (poblaciones-
paisaje/paisaje-poblaciones) que han permitido que tras varias décadas e incluso siglos se
pueda evidenciar y observar no sólo la parte agraria y otras formas de explotación de recursos
de los pueblos, sino sus formas de apropiación y uso del territorio. Es importante entender a
estos pueblos como parte del ambiente que les rodea, cómo éste los afecta, ver los beneficios
y desventajas que les ha traído y cómo se han adaptado a él. Esta dimensión ha sido muy
tratada desde el procesualismo donde los conceptos “patrón de asentamiento” y “espacio”
han sido básicos y muy importantes en el estudio de la relación hombre-naturaleza.
Ahora bien, la dimensión simbólica que se le da al paisaje dentro de la arqueología del paisaje,
ha sido manejada, entre otras, en la corriente del postprocesualismo que ha sido en los
últimos años la más estudiada. Para muchos el paisaje representa el lugar donde se
encuentra la identidad cultural, sin embargo, cuenta con otros significados tales como:
“abstracción de diferentes significados que generan los lugares que lo conforman es decir,
paisajes rituales y étnicos. Se trata de una realidad social e históricamente construida, de un
sistema de referencia y de una composición del mundo donde las diferentes actividades
adquieren sentido”1 Es tal, que tenemos que también es responsabilidad del arqueólogo del
paisaje interpretar los códigos sociales y culturales que le dan significado al espacio. Esta
concepción simbólica del paisaje da lugar a que se busque y se interprete el espacio
HISTORIA DE LA PALEOECOLOGÍA
Desde la antigüedad clásica los fósiles han representado una fuente de grandes enigmas. En
el siglo VI (A.C) dos pensadores griegos, Anaximandro y Jenófanes, son los primeros en
abordar la cuestión de una manera directa. Ya desde ese entonces, eran conscientes de lo
que se trataba, de seres extintos. Aún así, las explicaciones que se plantean ambos filósofos
son a partir de las leyendas de su tiempo.
Más adelante, en la Edad Media, también se discute esta cuestión sobre el origen de los
fósiles. Avicena, propone una teoría sobre fluidos petrificantes y Shen Koo, en China, propone
la teoría de cambios climáticos y graduales además del retroceso del mar frente a la tierra.
Durante el Renacimiento, bastantes autores tocaron el tema. Leonardo da Vinci, enuncia los
procesos de sedimentación y fosilización, y junto con Niels Stensen y Gottfried, quienes más
adelante amplían este proceso, definen a los fósiles como restos de seres vivos sobre los
que, luego de morir, se forma una roca que los contiene. Estas son las bases para que se
desarrolle más adelante la estratigrafía y la paleontología. Sin embargo, sólo sería hasta el
siglo XVIII donde se acepta que los fósiles se originan de un ser vivo.
Cabe destacar al francés Georges Cuvier (1769 - 1832), quien es considerado el padre de la
paleontología y de la anatomía comparada. Establece el método de correlación faunística y
la teoría del catastrofismo para explicar los cambios en el aspecto de la tierra y sus especies.
A lo largo del siglo XIX se avanza rápidamente el desarrollo de esta disciplina a partir de las
diferentes ciencias y áreas de estudio. Por el lado de la geología, tuvo dos representantes
importantes; William Smith, quien sienta las bases de la paleontología estratigráfica al
demostrar que los estratos pueden ser diferenciados de acuerdo a su contenido fósil, y
Charles Lyell, quien desarrolla la teoría de la uniformidad. Estas investigaciones hicieron que
la paleontología se relacione estrechamente con los fósiles.
Finalmente, Charles Darwin (1809 - 1882), con su teoría de la evolución, introduce el término
“selección natural”, lo cual tuvo gran trascendencia en los estudios paleontológicos, pues es
en este momento cuando se dan cuenta que estudiar los fósiles supone un acercamiento para
entender el proceso de la evolución en los humanos, generando esto una nueva área de
trabajo de la paleontología; la paleoantropología, que en efecto, se trata del estudio de la
evolución de la especie humana.
ENFOQUES Y PERSPECTIVAS
Incluso si los orígenes del término paisaje a nivel de investigación fueron dados por la
geografía, las mayores discusiones sobre la forma correcta del uso del término se han dado
en la arquitectura, la antropología y la arqueología.
Para el primero, el paisaje está fuertemente atado al desarrollo cultural, como escenario para
conflictos, tensiones y como proveedor de unidad social. Aún así, los significados de los
rasgos físicos del paisaje se pueden modificar sutilmente a lo largo del tiempo o por medio de
grandes transformaciones, que a su vez van a modificar a sus ocupantes.
Conclusiones.
Para concluir haremos un pequeño repaso de los aspectos más importantes que hemos
tocado y que nos parecen más relevantes a la hora de estudiar y/o trabajar en la antropología
del paisaje.
BIBLIOGRAFÍA.
Gómez García, Alba Nelly - Hacia una arqueología del paisaje en Colombia: reflexiones
necesarias Boletín de Antropología Universidad de Antioquia, vol. 25, núm. 42, 2011, pp. 231-
254 Universidad de Antioquia Medellín, Colombia
http://www.redalyc.org/pdf/497/49710209.pdf
http://eprints.ucm.es/21802/1/078_99_Tafonomia_y_Fo
silizacion.pdf