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Introduc ción
Hace varios años, el periódico Saturday Evening Post publicó un artículo titulado “Las Siete
Edades del Enfriamiento Matrimonial;” el cual revelaba la reacción de un esposo frente a los resfriados
de su esposa durante sus primeros siete años de matrimonio. Estas fueron las actitudes durante ese
periodo:
El primer año:“Meloncito dulce, estoy preocupado por mi nena, tienes un terrible catarro y no se
sabe que pueda pasar con todas las afecciones de la garganta que hay por ahí; te voy a llevar al hospital
esta tarde para un exámen general y un buen descanso; se que la comida es terrible, pero te traeré algo
del restaurante Rossini, ya hice arreglos con alguien del hospital para entrar la comida.”
El segundo año:“Escucha querida, no me gusta el sonido de esa tos; llamé al doctor Miller y le
pedí que viniera rápidamente, ahora métete en cama como una niña buena, hazlo por tu papí.
El tercer año:“Mejor te recuestas querida, nada como un buen descanso cuando te sientes tan
mal, te traeré algo de comer, ¿tienes sopa enlatada?”
El cuarto año:“Mira querida, se sensible, después de alimentar a los niños, lavar los platos y el
piso; es mejor que te acuestes.”
El sexto año:“¡Hazte unas gárgaras o algo en lugar de estar ahi tirada toda la noche ladrando
como una foca!”
El deterioro del matrimonio visto a través del resfriado común. Una mirada humorística a una
realidad no tan humorística.
Cuando escuche esa historia por primera vez, me reí, pero al mismo tiempo me hizo atemorizar.
Tenemos esta idea de que el amor debe durar para toda la vida; pero, he estado casado ocho años, y
aunque no he acusado a Lori de ladrar como una foca, he visto algunos cambios en nuestro matrimonio
y no todos ellos son para bien.
¿Está usted todavía tratando a la mujer con la que se casó de la misma manera que cuando
estaban de novios, o recien casados? Espero que si, pero en caso que no, quiero compartir con usted lo
que he descubierto recientemente acerca del amor y el matrimonio.
Esta es una lección dura de compartir, es tan personal que revela mi debilidad; muestra donde
fallé; pero la comparto por que se que otros pueden estar pasando por las mismas cosas. Si usted está
buscando respuestas, creo que he descubierto una respuesta; veámosla: la respuesta viene como un
retrato codificado del matrimonio–uno que ha inquietado a muchos y enviado a algunos por el camino
equivocado, pero es un gran modelo para edificar y hacer crecer un matrimonio. Veremos que hay una
exortación, un ejemplo y una expectativa para nosotros seguir. Demos una mirada a Efesios 5:25 para
descubrir el modelo del amor genuino que dura toda una vida.
“Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a si mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino
que fuese santa y sin mancha” (Efesios 5:25-27).
Pablo comienza con la declaración “Maridos, amad a vuestras esposas.” Suena como una
declaración sencilla, pero, ¿qué quiere decir Pablo? ¿Qué quiere decir amar?
Esta pregunta me fue hecha el otro día con referencia a mi esposa, y mi respuesta fue que yo
quería que ella fuera feliz; imagínense mi sorpresa cuando unos días más tarde leí la siguiente
declaración de C. S. Lewis: “Por amor. . .la mayoría de nosotros queremos decir bondad–el deseo de ver
a otros, más que a nosotros mismos; felices. No felices de esta o aquella manera, sino simplemente
felices.” Luego continua diciendo: “Dios no es así, Dios no gobierna el universo con lineas así; y como
Dios es amor, concluyo que mi concepto de lo que es el amor necesita corrección.” (El Problema del
Dolor, p. 40.)
¿Entonces como determinamos lo que es el amor? Veamos lo que dice Pablo, el nos ha dado la
exortación a amar, y ahora nos da el ejemplo de amor: “Mardos, amad a vuestras mujeres, así como
Cristo amó a la iglesia, y se entregó a si mismo por ella.” De este ejemplo de Cristo podemos concluir
nuestro segundo punto.
A m ad vu e st ra m u je r sa crif icia lm en t e (2 5 b )
Creo que la clave es entender lo que significa sacrificio. Primero veamos lo que no es sacrificio.
El sacrificio no es un acto de bondad
¿Qué pasa si seguimos estos pasos? El esposo sacrifica su golf o la caza los partidos de fútbol;
hace todas las labores de la casa; dice: “Tengo una actitud de sacrificio.” Pero esta actitud puede ser
egocentrica. Tal vez no es más que obtener puntaje a favor; el espera su pago en retorno; si no lo
obtiene, entonces deja de tratar. Quizá la pregunta es “¿cuál es la motivación?” Poniéndolo en los
términos que Larry Crabb usó en su libro llamado “The Marriage Builder”–El Constructor de Matrimonio–
¿la motivación es manipulación o ministerio? Si es manipulación, entonces el esposo lo está haciendo
por que espera que su esposa sea más feliz y lo trate mejor. La mayoría de la gente tiene la idea que el
matrimonio es una relación 50/50. Eso es manipulación. Si el lo hace con la idea de ministrarle a ella,
entonces el no lo está haciendo por su propio beneficio; el lo está haciendo por ella.
Leí “The Marriage Builder” antes de que estuvieramos casados, así que sabía estas cosas
cuando inicié la relación. Tuve conflictos con estas ideas y con lo que era mi motivación. Siempre
ayudaba mucho en la casa, no dejaba ropas en el piso, no miraba los partidos de fútbol, lavo los platos,
plancho con frecuencia, etc. Pero las cosas no continuaron siendo lo mismo como cuando estabamos de
novios o recien casados. Lori no me respondía de la misma manera que lo hacía; no digo esto como
crítica a ella, por que como lo explico más adelante, no había nada a que responder. De cualquier
manera, continuamente me dije a mi mismo que yo estaba supuesto a minitrarle a ella y no a
manipularla; así que algunas veces me sentí un martir.
¿Quiere esto decir que Larry Crabb está equivocado? No, yo no entendí lo que significa ministrar
a su esposa; tenía la idea vaga y negativa que ministrar era realizar actos de bondad y no esperar
resultado alguno. Cristo llenará el vacío. ¿Saben que le faltaba a mi idea de ministrar? A mi ministerio le
faltaba dirección, no tenía propósito; pero creo que finalmente descubrí lo que significa ministrar a la
esposa, y viene en los dos versículos siguientes
Cuand se mira al sacrificio de Cristo, se entiende que Su muerte no fue solamente un acto de
bondad; fue el dolor del rechazo cuando entró a este mundo para llamarnos hacia Si mismo. Antes de
poder empezar a entender este concepto, debemos reconocer la motivación. Podemos comprender por
que Dios hizo lo que hizo, pero creo que podemos tener una idea de la motivación que nos ayudará a
nosotros como esposos a ver lo que nuestra meta supuestamente debe ser.
¿Cuál es nuestro propósito como esposos? ¿Qué esperamos que suceda? ¿Cuál es la
expectativa del amor?
Los dos versículos siguientes tienen tres clausulas que muestran el propósito del sacrificio y el
amor de Cristo. Creo que tener el mismo propósito de Cristo es la clave para amar. Cuál es ese
propósito?
Santificar significa apartar, Cuando tu te casas, apartas a alguien del mundo. Son apartados para
protección especial, cuidado especial, atención especial, un propósito especial; eso es lo que has hecho
cuando te casaste, la has sacado del mundo y apartado por que quieres darle una atención especial.
Cuál es el propósito de esta atención especial?
El Segundo Propósito de Cristo, es presentarla en gloria, sin mancha ni arruga, ni cosa parecida.
El Tercer Propósito es que ella sea santa y sin mancha.
Cristo ama a la iglesia y está comprometida a remover toda mancha para presentarsela a Si
mismo en toda su gloria y belleza. Este es el propósito del amor; traer perfección al ser amado. Esto no
es una idea nueva: “...según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuésemos
santos y sin mancha delante de El” (Efesios 1:4). Este texto ilustra como el amor de Dios está enfocado
en perfeccionarnos y embellecernos.
Anteriormente citamos a C. S. Lewis diciendo que el amor no es querer que alguien sea feliz. El
dice luego en ese mismo libro comentando acerca de este mismo versículo: “El amor exige el
perfeccionamiento del ser amado, lo cual la sola “bondad” que tolera todo excepto el sufrimiento en su
objetivo, es en ese sentido el polo opuesto del Amor.” (Larry Crabb, Bold Love, pp. 184-185.)
Así que el propósito del amor no es solamente la bondad motivada por un deseo de hacer feliz a
la esposa. El propósito es edificarla para que se cumplan en ella los propósitos de Dios.
¿Cómo sabemos cuál es el propósito de Dios para ella? 1 Pedro 3:7 dice: “vivid con ellas
sabiamente...” En otras palabras, saber que ella necesita, saber en que es ella buena y en que no,
conocer sus talentos y ayudarla a desarrollarlos.
¿Cómo llegamos a conocer a nuestras esposas? Envolviéndonos; haciendo cosas juntos,
hablando acerca de cosas significativas, etc. Si nuestro propósito es el perfeccionamiento de nuestras
esposa, habrá ocasiones cuando necesitamos confrontarlas y enfrentar un problema. Esa es la dificultad.
El verdadero amor incluye confrontación. El propósito de hablar la verdad en amor en Ef. 4:15 es
la madurez en la persona a quien se habla; muchas veces esto incluye confrontación y corrección, pero
eso sólo puede hacerse correctamente en amor.
La confrontación siempre ha sido dificil para mi, no soy muy rápido en un argumento o debate,
así que siempre siento como que yo pierdo. A través de los años he desarrollado la actitud de tener que
tener las respuestas correctas antes de entrar en la contienda. Usualmente, cuando hay un desacuerdo,
yo retrocedo; también siento como que no debo confrontar a nadie cuando yo mismo tengo tanto para
corregir; pero esto también puede ser una excusa para nunca involucrarme en la vida de alguien más. Si
esperamos para ser perfectos, nunca avanzaremos. Es necesario aplicar esos versículos acerca de no
juzgar para no ser juzgados, y de sacar la viga del ojo propio antes de tratar de sacar la paja en el ajeno;
pero no deben ser usados como excusa para no hacer nada. Creo que la mayor razón por la que no
confrontamos, es la auto-protección; si no tengo todas las respuestas, y no soy libre de pecado,
entonces mi esposa se pone a la defensiva y comienza a azotarme; y al hacerlo me lastima, así que nos
protegemos apartándonos y nunca confrontando el problema. Aquí es donde se aplica el sacrificio, el
sacrificio es arriesgar la vida y adentrarse en la vida de la esposa aunque eso signifique salir heridos en
el proceso.
Aplicaci ón:
¿Cómo F unciona?
El sacrificio significa que estoy preparado para realizar esos actos de bondad como cuidar los
niños, limpiar la casa el martes y el jueves, para que ella quede libre para hacer otras cosas diferentes
aparte de nuestra relación, como tener su propio negocio. Esto le ayudará a crecer de una manera que
yo no podría hacerlo; por cuanto encontrará nuevos desafíos y encontrará asuntos en su vida que yo
mismo no podría ver; tendrá confrontación entre sus compañeros(as) que será diferente a lo que
experimentamos dentro del matrimonio.
El sacrificio significa que estoy preparado para arriesgar mis sentimientos de dolor y rechazo;
algunas puede significar hacerse vulnerable al compartir sus preocupaciones y sentimientos más
profundos.
Cuando los problemas resultan, necesito enfrentarlos ahora y no esperar hasta que tenga todas
las respuetas o yo sea sin culpa.
1. Por que la respuesta natural de la persona a quien se confronta, es defensiva y responde con
acusaciones.
2. Por que como lo dije antes, en ocasiones soy muy lento para estas cosas, me tomó dos días
tener una respuesta.
3. Por que me preguntaba si quizá debiera haber limpiado la cocina tan pronto noté el desorden;
yo no era sin culpa en esta situación, así que cualquier respuesta que ella me diera tenía su fundamento.
Sabía que saldría lastimado si entraba en la contienda, y eso me atemorizó, así que no me atreví.
Cuando terminé la cocina, fuí a vestirme y salí para el trabajo, nunca dije nada hasta el día
siguiente cuando todo lo que les estoy contando ahora vino a mi mente; pero mientras tanto no había
comunicación entre nosotros, y ella había notado que yo no tenía respuestas.
Comparto este ejemplo por que muestra lo que pasa cuando retrocedemos y no nos
comunicamos el uno con el otro. Lori no quiere que yo la trate irrespetuosamente y no reconocio la
manera como dijo las cosas que dijo, y aunque estuviese a la defensiva, le hubiera gustado saberlo
desde el principio; ella dijo: “la verdad es dificil de aceptar, pero me alegro que me lo hayas dicho.”
Es mejor cometer 1000 errores pequeños al acercarse a su esposa, que cometer uno bien
grande alejándose. Yo me he estado alejando por ocho años. Anteriormente comenté que Lori no me
respondió como yo quería, la razón es que no había nada a que responder. Siempre estoy
retrocediendo, no tomo la iniciativa para establecer la relación como yo debiera. Finalmente lo
reconozco, me asusta, pero se que lo debo hacer.
Conclusión
La E xort ación es a Amar a Nuestras Espos as
Esposas, ustedes pueden aplicar mucho de lo que he dicho hoy, por que nosotros los esposos
no somos perfectos y hay cosas que hacemos que lastiman y que deben ser confrontadas, pero. . .
Mi padre una vez me dijo que el 85% de los problemas del matrimonio pueden ser atribuídos al
marido. Estoy seguro que esa no es una medida científica, pero me hizo entender que en la gran
mayoría de los casos esa es la verdad; y he descubierto que probablemente el tiene razón. El esposo
tiene una gran responsabilidad por la madurez de la mujer que Dios ha traído a nuestras vidas, por esa
razón, ama a tu esposa sacrificialmente para que ella florezca como Dios lo planeó.