Vous êtes sur la page 1sur 15

TÍTULO: EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE CARBURANTE Y DE LAS

EMISIONES CONTAMINANTES EN ESPAÑA A PARTIR DEL


ANÁLISIS DE SERIES ESTADÍSTICAS.
Prof. Dra. Estefanía Mourelle Espasandín
Departamento de Economía Aplicada 2. Universidade da Coruña
emourelle@udc.es
Prof. Dra. Rosa María Regueiro Ferreira
Departamento de Economía Aplicada 2. Universidade da Coruña
rosa.maria.regueiro.ferreira@udc.es

Área temática: economía ecológica

Palabras clave: petróleo, sostenibilidad, transporte


Key words: oil, sostenibility, transport

RESUMEN:
En España existe una fuerte dependencia del consumo de energías fósiles, sobre
todo el petróleo, el carbón y el gas natural.
En el caso del petróleo y sus derivados, la mayor parte del consumo se ha localizado
en los sectores de la industria y el transporte, con especial relevancia en el
transporte de mercancías por carretera, en un contexto de inexistencia de pautas de
actuación conducentes a promover otros usos energéticos, modelos productivos o
de transporte.
La situación resulta preocupante, especialmente en el escenario actual en el que la
propia Agencia Internacional de la Energía ha reconocido la existencia del “peak oil”,
con todo lo que ello supone por sus implicaciones sobre la sociedad del futuro, el
conjunto de la economía y, en particular, el desarrollo energético y sus limitaciones..
En esta comunicación, se realizará un análisis estadístico descriptivo de los
consumos y precios de carburante en el período 1993-2011, con una posterior
aproximación al estudio de su evolución. El fin último es reflexionar, desde la
perspectiva de la economía ecológica, sobre posibles pautas a implantar para
mejorar la situación y evaluar su impacto. Se aplicará un análisis estadístico
descriptivo para valorar la significación de los datos, analizar la evolución e
interrelaciones, y un análisis crítico de su impacto ambiental y económico.

Página 320 de 1374


1.- INTRODUCCIÓN
La vida en el planeta Tierra tiene su fuente de alimentación en el Sol y toda fuerza
que se quiera aplicar resulta de una transformación de la energía solar 1. La energía
puede manifestarse de múltiples formas, pudiendo diferenciar entre aquellas que se
corresponden con un estado particular de organización de la materia: energía
mecánica, térmica, eléctrica, química, nuclear y de radiación. Cualquier utilización de
una de estas formas lleva a una desestructuración, una pérdida de calidad de la
energía, al estar sometida a la ley de la entropía (segundo principio de la
termodinámica). De modo que la producción de calor en el proceso de
transformación de un modo de energía a otra, debido a la ley de conservación de la
energía (primer principio de la termodinámica), podrá transformarse parcialmente en
trabajo, además de poder suponer también una pérdida de energía mecánica. Esta
característica resulta propia de la actividad económica, porque cualquier bien
material puede traducirse en la cantidad de energía que retiene; toda fuerza de
trabajo es un potencial energético susceptible de liberar energía, y cualquier capital
productivo creado por la humanidad es resultado de un trabajo que puede
expresarse en unidades energéticas2.
El desarrollo industrial, a partir de la creación de la máquina de vapor, forma las
bases para la expansión de las sociedades industriales avanzadas, marcando la
lucha contra el medio, sobre todo desde que el calor se pudo transformar en
movimiento y se crearon sistemas de transporte da energía. Poco a poco la fuerza
laboral humana y animal fue sustituída por técnicas de transformación energética,
que permitían reducir costes para los propietarios. Paralelamente surgieron procesos
migratorios hacia los centros generadores de riqueza e intensivos en el uso de la
energía, despoblando las zonas agrarias, y masificando las ciudades industriales. En
definitiva, se dió un aumento de productividad que tiene su inicio en la productividad
energética, al tiempo que aparece un amplio abanico de nuevos productos y una
nueva estructura de clases sociales.
En este contexto, el incremento continuado del consumo de la energía se nos
aparece como una muestra de adelanto, un desarrollo de la productividad, una
internacionalización de la economía y, sobre todo, el potenciamiento de la eficiencia
energética, pero también como manifestación de un modelo energético caduco y
lesivo con el medio ambiente3.
España presenta un modelo energético muy vulnerable, debido a su fuerte
dependencia del consumo de energías fósiles, sobre todo el petróleo y sus
derivados, cuyo consumo se localiza fundamentalmente en el sector industrial y en
el transporte.
El análisis estadístico descriptivo y evolutivo de los consumos y precios de
carburante en el período 1993-2011 se inicia con una caracterización de los
principales rasgos del sector energético actual, y en el caso de España en particular.
A continuación, se presentan los resultados del análisis estadístico realizado
considerando los datos significativos del consumo y de los precios, para poder
determinar su evolución mediante la aplicación de contrastes de cambio estructural
complementarios.
1
Passet (1996, p.189).
2
Ibid ( p. 190-216)
3
Sheer (1993, p. 31-33)

Página 321 de 1374


2.- RASGOS GENERALES DEL SECTOR ENERGÉTICO EN LA ECONOMÍA
CONTEMPORÁNEA.

El consumo de energía, independientemente del tipo de recurso empleado, está


presente en cualquier actividad de la sociedad actual, y, dado el nivel alcanzado,
mismo parece abusivo, por lo que las prácticas de ahorro4 se están presentando
como una necesidad energética urgente. Detrás de esta situación se esconde el
modo en que se entendió el desarrollo económico, ya indicado con anterioridad, que
en forma de iluminación, usos domésticos, sistemas de transporte y de producción,
permitió caminar hacia un uso de la energía cada vez menos racional y más
ineficiente5. Las sociedades modernas, inmersas en un crecimiento constante, un
peso cada vez mayor de la población urbana, y una búsqueda continuada del
aumento de la productividade económica y de la producción, tiene llevado a un
incremento exponencial del consumo energético, sin que la capacidad de
autoabastecimiento aumentara del mismo modo (en ocasiones se da el proceso
contrario), y provocando un alto grado de contaminación ambiental con
consecuencias nefastas por sus afectaciones climáticas. Esta evolución se dió
apenas en un siglo, de forma que si todavía en 1850 los combustibles más
empleados eran la madera y el carbón vegetal, con un consumo total anual per
cápita de 500 kg de madera, en 1990, el consumo global anual per cápita de
combustibles fósiles y electricidad primaria era equivalente a 1,5 toneladas de
petróleo. Se incrementó la cantidad de energía consumida y se cambió el tipo de
combustible empleado. La crisis energética de 1973 puso de manifiesto la necesidad
de desarrollar el aprovechamiento de las energías renovables que apenas ocupaban
un lugar en el abastecimiento mundial, para conseguir que fuesen competitivas
frente a las fuentes convencionales y, de esta forma, llegar a constituírse como un
complemento de las mismas. Pero lo realmente importante, era llegar a conseguir
también su competitividad en términos de equilibrio ambiental, bienestar social y
racionalidad en el uso6.
Existen diferencias en la estructura energética de los países en función de su papel
en la división internacional del trabajo, el modelo de desarrollo seguido, los recursos
energéticos disponibles y, en definitiva, las características de su estructura
productiva, dando lugar además a usos energéticos dispares. Los países con mayor
nivel de renta presentan un mayor consumo de energía, porque su población
demanda más bienes y servicios, la producción y la distribución de los mismos
impulsa, a su vez, una mayor demanda energética, al tiempo que la movilidad de
personas y mercancías se acrecienta. La industria pesada y el sector de los
transportes son consumidores intensivos de energía, mientras que el sector servicios
y la agricultura se sitúan en niveles muy inferiores. Habitualmente, un país sometido
a un proceso de crecimiento económico con una dinámica industrializadora tiende a
aumentar el consumo de energía, como lo hacen unas pautas de consumo y de
organización social. A esto contribuyen la mecanización de las actividades
económicas y un creciente consumo doméstico de energía debido a las elevaciones
en la renta per cápita, la consecuente modificación de la demanda familiar, elevando
la demanda interna. Aún así, si bien la tendencia anteriormente expuesta es una
4
Miguélez (2003, p. 16)
5
Menéndez (1997, p.33-36)
6
Regueiro-Ferreira (2011a)

Página 322 de 1374


práctica generalizada, también puede producirse un ritmo de crecimiento del
consumo de energía que al alcanzar determinados niveles de renta sea menos
intensivo, al reducirse la propensión marginal al consumo, al tempo que las mejoras
tecnológicas sobre la eficiencia energética permiten un mejor consumo energético
unitario para cada bien producido. No obstante, el aumento de la demanda agregada
hace que esa menor intensidad se compense en muchas ocasiones con esa mayor
demanda de bienes y servicios. Los países con mayor nivel de renta per cápita están
experimentando un mayor consumo de energía en los hogares, por lo que el
consumo energético per cápita resulta un indicador del desarrollo económico de los
países. Paralelamente, en las sociedades no desarrolladas del mundo, el uso de la
energía tiene un carácter mucho más racional: cocinar, calentarse, alumbrar los
hogares, las escuelas, los hospitales7.
El sistema energético mundial actual responde a la evolución del sistema capitalista.
Este sistema está basado en el uso de fuentes energéticas no renovables (primero
carbón, y despúes petróleo o uranio). En los últimos años, acudimos a un nuevo
cambio, a un nuevo modelo energético, en el que las necesidades energéticas son
crecientes hasta el punto de requerir el uso de todo tipo de fuentes de energía, tanto
fósiles como renovables.
De acuerdo con la clasificación de los recursos naturales de Jacobs (1996, p. 46-47)
se podrían distinguir tres tipos de fuentes energéticas:
Recursos no renovables: aquellos que no pueden regenerarse de forma natural en
un intervalo de tiempo humano, sinó que se precisarían miles de millones de años.
Son los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) o de naturaleza mineral (uranio,
etc). Desde la perspectiva económica, la oferta de estes recursos se presenta como
fija, que disminuye con el consumo.
Recursos renovables: aquellos que se regeneran de forma natural, a pesar de su
uso continuado. Destacan el agua, el viento, el hidrógeno o las biomasas8. Conviene
matizar que la actividad humana y la alteración de los ecosistemas puede afectar a
la disponibilidad de recursos renovables, pudiendo agotarse.
Recursos continuos: son las fuentes de energía que no ven alterada su oferta por la
actividad humana. Es el caso de la energía del sol, que produce radiación solar y
energía eólica, y la gravedad, que provoca la energía de las mareas y la energía de
las ondas y la hidroelectricidad (parcialmente renovables), así como la energía
geotérmica que se origina por el calor de la corteza terrestre.
En la denominación más convencional las energías renovables vendrían a
corresponder con lo que en la clasificación anterior serían tanto renovables como
continuas. Dado el uso extendido de la categoría de energías renovables para todas
ellas, se adoptará esa misma denominación. Por eso, si se hace mención a dicha
clasificación es porque se considera útil la diferencia existente entre aquellas que
son renovables en stricto sensu y aquellas que tienen un carácter continuo. Esa
diferencia nos aproxima a una cuestión tan importante como la renovabilidad y que,
frecuentemente, pasa desapercibida, que es el carácter de agotabilidad o no de la

7
Menéndez (1997, p. 27-30 y 36-38)
8
Desde la leña, para obtener calor, a los cultivos energéticos (oleaginosos, herbáceos, leñosos o
algas) para obtener electricidad o agrocarburantes, a residuos de origen agrícola, forestal o animal de
los que extraer biogas, calor o carburantes.

Página 323 de 1374


fuente energética. Si resultan evidentes las razones del carácter agotable de las
fuentes no renovables, no lo son tanto lo que puede darse en las renovables.
Mientras que en las energías renovables en stricto sensu la agotabilidad viene
determinada por el respeto o no a los ciclos de los ecosistemas que garantizan la
renovabilidad (en un ser vivo que no garanticemos mediante la reproducción la
reposición de los individuos que desaparecen, acabaremos por hacerlos
desaparecer), en las fuentes continuas la inagotabilidad está asegurada porque no
depende directamente de la acción humana9, aunque esa inagotabilidad no suponga
la inexistencia de limitaciones (espaciales, económicas, tecnológicas o
institucionales). Por lo tanto, aunque utilizando la denominación genérica de
energías renovables, tendremos en cuenta esa doble condición de fuentes con
carácter agotable o no, particularmente importante en algunas energías, como es el
caso de la energía eólica10.
3.- LOS PRINCIPALES DATOS DEL MODELO ENERGÉTICO ACTUAL. EL CASO
PARTICULAR DE ESPAÑA.

El consumo de energía primaria mundial en el año 2010 registró un incremento del


5,6% con respecto al año anterior, siendo el aumento más significativo desde el año
197311 y presentando diferentes matices por regiones y fuentes energéticas.
Tomando como referencia los datos ofrecidos por la publicación anual Statistical
Review of World Energy de British Petroleum (en adelante BP), la caracterización del
panorama energético mundial actual es la siguiente:
En el caso del petróleo, en los países de la OCDE, el incremento fue del 3,5%, su
valor más significativo desde 1984, a pesar de que sigue situándose en torno a los
valores de hace una década y teniendo en cuenta la situación actual de crisis
económica. Para los países no miembros de la OCDE, el consumo de energía
primaria también se incrementó, en un 7,5%, destacando China que es en la
actualidad el primer consumidor mundial de energía. El petróleo sigue siendo el líder
representando el 33,6% del consumo total de energía, aunque en la tendencia de
pérdida continuada de mercado desde hace once años. El precio promedio del barril
Brent subió un 29% en relación al valor del 2009, debido al fuerte incremento del
consumo y al ritmo de producción de los países de la OPEP, con un valor del 2,5%,
y siendo del 1,8% en los países productores no OPEP. En relación a las reservas
de petróleo mundiales, los datos ilustran una situación de estancamiento y que
diversas fuentes12 apuntan como evidencia alcanzar un máximo en la capacidad de
extracción y el inicio de un escenario de techo del petróleo (peak-oil), en el que
podría producirse un desaprovisionamiento de demanda continuados.
El gas natural también presentó un notable incremento en su consumo, el 7,4%,
siendo el más rápido registrado desde 1984. Este avance sobre valores promedio en

9
Aunque el impacto de las actividades sobre el clima planetario acaba por tener efectos sobre los
régimenes de vientos o los ciclos hídricos.
10
Regueiro-Ferreira (2011b)
11
BP (2011)
12
Son innumerables las referencias que en los últimos años tratan el tema del techo del petróleo,
entre las que destacaremos a modo de pequeña selección Heinberg (2010), Rubin (2009), Bermejo
(2008), Strahan (2008), Deffeyes (2009), Sempere y Tello (2007), Heinberg (2006), Deffeyes (2006),
Campbell (2004), Roberts (2004),Rossi (2010)...

Página 324 de 1374


el consumo fue generalizado a nivel mundial, con la excepción de los países de la
región medio-este de Asia, que alcanzaron valores muy superiores. India (con un
incremento del 21,5%), y Rusia y China von valores próximos al 10% registraron los
valores más significativos de su historia. La producción global de gas natural
también creció, en un valor del 7,3%, destacando Rusia (más del 11,6%), Estados
Unidos (más del 4,7%) y Qatar (más del 30,7%). Estados Unidos continúa siendo el
principal productor mundial, creciendo el suministro de gas no convencional a pesar
de la inestabilidad de los precios del gas natural en este país.
El consumo de carbón también creció en el 2010, con un valor del 7,6% y siendo el
incremento más rápido desde 2003. El consumo de carbón representa el 29,6% del
consumo total de energía, siendo del 25,6% en el año 2000. En este contexto,
destaca China cuyo consumo de carbón creció un 10,1% y que consumió el 48,2%
del carbón mundial. Pero también en otras regiones, el avance de su consumo fue
muy significativo, como en el caso de los países de la OCDE, con un 5,2%, y siendo
el incremento más significativo desde 1979.La producción de carbón también
presentó un movimiento positivo, con un ratio mundial del 6,3%, representando
China dos tercios de dicho crecimiento.
La producción hidroeléctrica y la nuclear continúan mostrando un crecimiento
constante, iniciado en el año 2004. La generación hidroeléctrica experimentó en el
año 2010 un incremento del 5,3% a nivel mundial, liderando China tal avance con el
60% del total debido a las características intrínsecas de su clima húmedo y al
aumento de su potencia. A nivel mundial, la producción de energía nuclear creció un
2%, sobre todo en los países de la OCDE, y en un escenario de “mayor
desconfianza” desde el desastre de la Central Nuclear de Fukushima (Japón).
La generación de energía de tipo renovable sigue inmersa en un rápido crecimiento,
destacando la producción de biofuel (con un incremento del 13,8%, localizado sobre
todo en Estados Unidos y Brasil) y la energía eólica (a nivel mundial con un aumento
del 22,7%, localizado en China y Estados Unidos, fundamentalmente).
Estos datos se corresponden con la situación descrita por la Agencia Internacional
de la Energía (en adelante IEA), que alerta de un futuro diferente que espera al
sistema energético actual, un futuro que parece bastante incierto.
Para describir el panorama energético europeo y español, comenzaremos por la
energía primaria o conjunto de productos susceptibles de generar energía para el
consumo final. Estos productos obtenidos tanto en el exterior de la Unión Europea
como en territorio comunitario serán transformados en energía disponible.
Entre 1990 y 2005 destacó el crecimiento de las enerxías renovables con un 3,47%
anual (tabla 1). Para el período 2005-2030 se estima que sigan creciendo a un ritmo
del 2,67% anual. Esta evolución viene impulsada en gran medida por el desarrollo de
la energía eólica con un incremento anual del 6,5% (la biomasa y la hidráulica
aumentan a un menor ritmo, 2,67% y 0,5% anual, respectivamente).
TABLA 1.- UE-27. ENERGÍA PRIMARIA AUTÓCTONA (1990-2030)(ktep).
1990 2005 2020(**) 2030(**)
Combustibles sólidos 365.918 196.451 141.764 125.808
Crudo de petróleo 128.809 132.993 53.111 40.820
Gas natural 162.447 188.021 114.934 84.761
Nuclear 202.589 257.360 221.472 206.403

Página 325 de 1374


Agua 25.101 26.394 28.930 30.182
Biomasa y residuos 44.737 82.903 129.299 158.041
Viento 67 6.060 23.321 29.437
Solar y otras 153 816 6.242 8.671
Geotérmica 3.190 5.395 5.756 6.567
Energía primaria total renovable *(1) 73.248 121.568 193.477 232.899
Energía primaria total no renovable 859.763 774.825 531.281 457.792
ENERGÍA PRIMARIA TOTAL (2) 933.011 896.393 724.758 690.691
% (1)/(2) 7,85 13,56 26,70 33,72

Notas: * Se consideran energías renovables el agua, la biomasa y residuos, el viento, la solar y otras,
y la geotérmica. ** Previsiones.
Fuente: Doldán (2008) a partir de Comisión Europea (2008).
En este contexto de fuerte dependencia energética de recursos fósiles, España
presenta un modelo energético muy similar, que evidencia su vulnerabilidad de
suministro.
Los diferentes planes energéticos y los planes de energías renovables desarrollados
en los últimos años no han conseguido modificar el modelo energético en aras de
una economía más sostenible y de garantía de suministro, reduciendo la
dependencia de las energías fósiles. La situación actual de crisis económica ha
frenado temporalmente el avance del consumo en determinados tipos de recursos
fósiles, pero la alta dependencia del consumo de los mismos, por parte del sector
industrial y del transporte, evidencia una clara fragilidad que pone en peligro el
abastecimiento futuro.
En el período 2000-2010, la evolución de la energía primaria en España ha estado
marcada por el crecimiento, si bien en el año 2008 se registró un descenso en sus
niveles con una leve recuperación en el año 2010 (tabla 2). España es importadora
de energía primaria de tipo fósil, fundamentalmente del petróleo, del gas natural y
del uranio necesario para la producción nuclear. El consumo de petróleo en España
ha presentado un continuado crecimiento, interrumpido en el año 2008, debido a la
afectación de la crisis económica actual. Similar situación se aprecia en la evolución
del consumo del gas natural en el mismo período, aunque la disminución del
consumo constatada a partir del 2008 ha sido mucho menos significativa que en el
caso del petróleo. La dependencia de España del carbón ha estado marcada por la
sucesión de diferentes normativas que han alterado visiblemente el nivel de
dependencia exterior. Desde el año 2008, se ha registrado un descenso en el
consumo del mismo, debido al plan energético en marcha y también al agotamiento
y cierre de minas autóctonas. La producción hidroeléctrica tampoco ha seguido una
evolución regular, debido al régimen de lluvias registrado en cada año. Sin embargo,
las energías renovables han tenido una evolución regular y tremendamente positiva,
situando a España en los primeros puestos del ranking mundial de producción de
fuentes renovables, como es el caso de la energía eólica.

Página 326 de 1374


TABLA 2.- EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE ENERGÍA,POR TIPOS, EN ESPAÑA (2000-2010)
Variación
Tipo de
2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 del 2010
energía
sobre 2009
Petróleo (1) 1425 1469 1473 1533 1600 1623 1608 1629 1587 1525 1505 -1,6%
Gas natural
16,9 18,2 20,8 23,6 27,4 32,4 33,7 35,1 38,6 34,6 34,4 -0,3%
(2)
Carbón(3) 21,6 19,5 21,9 20,5 21,0 21,2 18,5 20,2 15,6 10,5 8,3 -21,3%
Nuclear(3) 14,1 14,4 14,3 14,0 14,4 13,0 13,6 12,5 13,3 11,9 13,9 16,8%
Renovable(3) 1,5 2,0 2,9 3,6 4,4 5,6 6,2 7,4 9,1 10,9 12,4 13,6%
Hidroeléctrica
7,7 9,3 5,2 9,3 7,2 4,0 5,8 6,2 5,3 6,0 9,6 6,09%
(3)
Primaria (3) 130,2 134 135,9 144,4 151,1 153,4 154,1 158,6 157,1 146,1 149,7 2,5%

Fuente: elaboración propia a partir de BP (2011)


(1): miles de barriles diarios
(2): billones de metros cúbicos
(3): millones de toneladas equivalentes de petróleo

Página 327 de 1374


4.- ANALÍSIS ESTADÍSTICO-DESCRIPTIVO.

En el presente trabajo realizamos un estudio, desde el punto de vista


descriptivo, de la evolución temporal del consumo de carburante en España.
Los datos empleados corresponden a los consumos (en miles de toneladas) de
tres productos principales: gasolina, gasoil de locomoción y queroseno. El
período analizado es 1993-2011, a través de series mensuales obtenidas de
los indicadores económicos del transporte del Ministerio de Fomento. Para su
examen, se ha procedido a la habitual transformación logarítmica de las series,
con el fin de corregir su potencial no estacionariedad en varianza.
La tabla 3 recoge las principales medidas de síntesis de la información para
nuestras tres series de consumo. Dicho cuadro y la representación de las
series en el gráfico 1 nos permiten efectuar una razonable primera
aproximación a las características y comportamiento del consumo de
carburante en España.
TABLA 3.- RESUMEN DE MEDIDAS

Medida \ Variable Consumo de gasolina Consumo de gasoil de locomoción Consumo de queroseno

Media 633.24107 1734.49554 363.20982

Mediana 637.5 1774 368.5

Moda 724 1952 355

Desviación típica 101.03356 305.63622 9.158.267

Varianza 10207.78 93413.49774 838.738.627

Coeficiente de curtosis -0.50300 -0.53177 -0.65599

Coeficiente de asimetría -0.14665 -0.19044 0.11813

Fuente: Ministerio de Fomento (2011)

El consumo de carburante, como la mayoría de series en el contexto


económico-empresarial, presenta un comportamiento no estacionario en media,
como se desprende de los contrastes ADF (Augmented Dickey-Fuller)
realizados. Los resultados (reflejados en la tabla 4) indican un claro no rechazo
de la hipótesis nula de presencia de una raíz unitaria en las tres series de
consumo. En este caso se dice que no existe reversión a la media en los datos
analizados, apreciándose una tendencia sostenida en el tiempo.

Página 328 de 1374


TABLA 4.- CONTRASTES DE RAÍCES UNITARIAS ADF

Variable t t

Consumo de gasolina -2.25493 1.61059

Consumo de gasoil de locomoción -1.79131 -2.01790

Consumo de queroseno -1.73496 -2.12706

Notas : (*) Modelo que incluye como componentes deterministas una constante y una tendencia.
Valor crítico de t para un nivel de signficación 0.05 y n=100: -3.45.

(**) Modelo que incluye como componente determinista una constante.


Valor crítico de t para un nivel de signficación 0.05 y n=100: -2.89.

Fuente: elaboración propia a partir de Ministerio de Fomento (2011)

Respecto al comportamiento de las series, destacan cuatro aspectos que se


detallan a continuación. En primer lugar, y como se desprende del gráfico 1
tanto el consumo de gasoil de locomoción como el de queroseno muestran una
tendencia creciente desde 1993 hasta la actualidad, mientras que el consumo
de gasolina desciende a lo largo del período. Asimismo, se observa cómo las
series de consumo de gasolina y de queroseno se aproximan a medida que
transcurre el tiempo, tomando valores muy similares desde el año 2007.
En los años más recientes del período estudiado se aprecia un estancamiento
en el consumo de gasolina y de gasoil, no así en el de queroseno. La
incidencia de la crisis económica-financiera en este sentido es notable y ha
repercutido en la evolución de dichas variables.
GRÁFICO 1. EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE CARBURANTE EN ESPAÑA
3.000

2.500

2.000

1.500

1.000

500

0
9301 9310 9407 9504 9601 9610 9707 9804 9901 9910 0007 0104 0201 0210 0307 0404 0501 0510 0607 0704 0801 0810 0907 1004 1101

Consumo gasolina Consumo gasoil locomoción Consumo queroseno

Fuente: elaboración propia a partir de Ministerio de Fomento (2011)

Página 329 de 1374


Un factor a priori determinante en la evolución del consumo de carburante es
su precio, el cual se resume en la tabla 5 (en términos anuales). La evolución
creciente de los precios tanto de gasolina como de gasoil se ha traducido en un
descenso del consumo del primer tipo de carburante pero no del segundo. El
diferente efecto se podría asociar a que una parte importante del consumo se
encuentra en el transporte y la industria, sectores en los que se emplea
mayoritariamente gasoil y que han de seguir consumiéndolo pese al alza de
precios; no obstante, desde 2005, cuando los precios experimentaron un
notable incremento, se aprecia una ralentización en el crecimiento del
consumo.
TABLA 5.- PRECIOS MEDIOS DE LOS COMBUSTIBLES POR TIPOLOGÍA

Años \ Precios (€/l) Gasolina IO.95 Gasóleo A

1998 0.67 0.53

1999 0.70 0.57

2000 0.82 0.70

2001 0.81 0.70

2002 0.81 0.69

2003 0.82 0.70

2004 0.87 0.76

2005 0.962 0.90

2006 1.033 0.96

2007 1.049 0.97

2008 1.123 1.14

2009 1.003 0.91

2010 1.163 1.08

Fuente : D. G. de Política Energética y Minas (Ministerio de Industria, Turismo y Comercio)

Nota . Media de los precios semanales.

En segundo lugar, ligado en buena medida a la evolución de la tendencia, hace


referencia a la posible existencia de un cambio estructural en la evolución de
nuestras series. La pregunta surge particularmente por dos motivos: uno
general, referente a los efectos de la crisis económica en el consumo de
carburante, y otro particular, al reparar en la evolución del consumo de gasoil,
donde a priori se podría plantear un cambio en su tendencia (ver gráfico 1).

Página 330 de 1374


Para ello se llevan a cabo tres contrastes de cambio estructural
complementarios: el contraste de Andrews-Ploberger, el de Andrews-Quandt y
el de Bai-Perron. Mientras los dos primeros se emplean para contrastar una
única ruptura en un punto desconocido dentro de la muestra, el último realiza
un análisis de cambio estructural múltiple (en este trabajo asumimos un
máximo de dos puntos de ruptura). Conviene matizar que todos los contrastes
se efectúan sobre las variables en diferencias, por lo que las fechas de ruptura
harán referencia a crecimientos, no a niveles de las series.
La tabla 6 muestra los resultados obtenidos. A diferencia de lo esperado a
priori, en el consumo de gasoil no se evidencia de forma clara un cambio
estructural (ni tampoco en relación al queroseno), que sí tendría lugar en la
serie de consumo de gasolina. Para el consumo de gasoil, según los contrastes
de Andrews-Ploberger y Andrews-Quandt no se podría rechazar la hipótesis
nula de no existencia de cambio estructural; el contraste de Bai-Perron, en
cambio, sugiere dos puntos de ruptura en la serie, en agosto de 1994 y
diciembre de 1999. Esta última fecha concordaría razonablemente bien con lo
que se desprende del análisis gráfico.
TABLA 6.- CONTRASTES DE CAMBIO ESTRUCTURAL

Variable \ Contraste Contraste Andrews-Quandt Contraste Andrews-Ploberger Contraste Bai-Perron


p-valor Fecha cambio estructural p-valor Fecha cambio estructural Fechas cambio estructural

Consumo de gasolina 0.08177 2001:09 0.05406 2001:09 1993:12 2001:09

Consumo de gasoil de locomoción 0.78753 - 0.62569 - 1994:08 1999:12

Consumo de queroseno 0.58663 - 0.35355 - 1994:02 1999:12

Fuente: elaboración propia a partir de Ministerio de Fomento (2011)

Una situación similar se produce con la serie de consumo de queroseno, pues


los contrastes de Andrews-Ploberger y Andrews-Quandt no rechazan la
hipótesis nula, por lo que no se evidenciaría cambio estructural, pero el
contraste de Bai-Perron señala febrero de 1994 y diciembre de 1999 como
puntos de ruptura. Conviene reseñar, en relación con los resultados obtenidos,
que el contraste de Bai-Perron tiende a evidenciar, en todo caso, cambio
estructural; éste es uno de los motivos por los que se completa el análisis con
otros dos contrastes.
5.- CONCLUSIONES

El sistema energético mundial actual ha sido una respuesta a la evolución del


sistema capitalista, y se ha caracterizado por el uso no sostenible de fuentes
energéticas no renovables. Sus límites son ya una realidad incómoda,
reconocida por diferentes organizaciones internacionales vinculadas al campo
de la energía, alertando del futuro incierto por las crecientes necesidades
energéticas así como del impacto negativo sobre el medioambiente, y
reconociendo la importancia de emplear otras fuentes alternativas como las
energías renovables.
En resumen, el modelo energético contemporáneo no se sostiene, dispone de
una vida útil caduca, frente al que queda una solución prolongada en el tiempo
y significativa economicamente: cambiar a un sistema alternativo, en el que

Página 331 de 1374


tomen parte otras fuentes de energía, social, económica y ambientalmente
sostenibles, junto con políticas de ajuste drástico de demanda.
En este contexto, se confirma que España desarrolla un modelo energético
muy vulnerable, con una fuerte dependencia del consumo de energías fósiles,
cuyos precios están inmersos en una senda alcista y cuyo impacto ambiental
está fuera de cualquier discusión.
El análisis estadístico descriptivo y evolutivo de los consumos y precios de
carburante en el período 1984-2010 ha permitido reforzar la caracterización de
la tendencia evolutiva de esta energía fósil, si bien debe reconocerse la
limitación de los propios datos y la imposibilidad de disponer de datos
complementarios solicitados al propio Ministerio.
En estas dos series no obtenemos una conclusión clara que apunte hacia la
existencia de una ruptura en la tendencia conocida. Donde sí se evidencia
cambio estructural es en el consumo de gasolina. Los contrastes de Andrews-
Ploberger, Andrews-Quandt y Bai-Perron apuntan a septiembre de 2001 como
el momento de tiempo en que tendría lugar el cambio estructural, motivado en
principio, por la dinámica del consumo en esa fecha y por la afectación de la
situación económica e internacional.
Otro aspecto a resaltar es el marcado patrón estacional que presentan todas
las series; así, el consumo desciende en los meses de enero y febrero en los
casos del gasoil y el queroseno, y en enero en el caso de la gasolina. La
explicación a este hecho se podría hallar en la dinámica económica propia de
los primeros meses del año.
Por último, pero no por ello menos importante, resulta notoria la presencia de
un dato atípico en la serie de consumo de gasoil en julio de 2003. El notable
crecimiento que tuvo lugar en esta fecha lo relacionaríamos con tres factores:
los problemas derivados de la Guerra de Irak que afectaron a los carburantes,
las temperaturas registradas y un notable volumen de desplazamientos por
carretera.
Además, en una situación de vulnerabilidad económica, financiera y energética
como la actual, se puede confirmar la afectación ambiental, siendo preciso
recalcar la importancia de apostar por un modelo energético más sostenible, en
el que las energías renovables sean un elemento estratégico (recuérdese que
España ocupa los primeros puestos en el ranking mundial de la producción de
energía eléctrica de tipo renovable, como la eólica). Para ello, el conocimiento
de la verdadera demanda energética de España y también de la oferta real y
potencial, se presenta como un punto de partida ineludible, permitiendo definir
actuaciones concretas que cambien la demanda energética y minoren la lesión
ambiental.

Página 332 de 1374


6.- BIBLIOGRAFIA

-Agencia Internacional de la Energía (2009): World Energy Outlook, disponible


en la red: www.iea.org
- Andrews, Donald W. K. y Ploberger, Werner (1994): "Optimal tests when a
nuisance parameter is present only under the alternative", Econometrica, 62 (6),
pp. 1383-1414.
- Bai, Jushan y Perron, Pierre (2003): "Computation and analysis of multiple
structural change models", Journal of Applied Econometrics, 18, pp. 1-22.
-Bermejo, Roberto (2008): Un futuro sin petróleo. Colapsos y transformaciones
socioeconómicas. Editorial Los libros de la Catarata. Madrid.
-British Petroleum (2011): Statistical Review of World Energy. BP
Publishers.Disponible en la red: www.bp.com
-Campbell, Colin (2004): The essence of oil and gas depletion. Multi-Science
Publishing Co. Ltd. Essex.
-Comisión Europea (2008): European Energy and Transport. Trends to 2030-
Update 2007. Brussels.Dispoñible na rede:
http://ec.europa.eu/dgs/energy_transport/figures/trends_2030_update_2007/en
ergy_transport_trends_2030_update_2007_en.pdf
-Deffeyes, Kenneth S. (2006): Beyond oil: the view from Hubbert´s Peak.
Editorial Hill and Wang. New York.
-Deffeyes, Kenneth S. (2009): Hubbert´s Peak. The impending world oil
shortage. Princeton Editorial Associates, Inc. Scotsdale.Arizona.
- Dickey, D. y Fuller, W. A. (1979): “Distribution of the estimates for
autoregressive time series with a unit root”, Journal of the American Statistical
Association, 74, pp. 427-31.
- Doldán García, X.R. (2008): “A situación energética no contexto europeo”, en
Revista Galega de Economía, vol.17, num.extraord. p. 241-262.
-Heinberg,Richard (2006): Se acabó la fiesta. Editorial Barrabes. Huesca.
-Heinberg, Richard (2010): Blackout: coal, climate and the last energy crisis.
Editorial NewSociety Publishers.Gabriola Island. Canada.
-Miguélez Pose, Fernanda (2003):”Cuestiones ambientales básicas”, en
Menéndez e Miguélez (2003)(ed.), p. 8-35.
-Menéndez Pérez, Emilio (1997): Las energías renovables. Un enfoque político-
ecológico. Editorial Los libros de la Catarata.Madrid.
-Menéndez Pérez, Emilio y Miguélez Pose, Fernanda (2003)(ed.): Energía y
sostenibilidad. Incidencia en el mundo marino. Editorial Netbiblo. A Coruña.
-Ministerio de Fomento (2011): Principales estadísticas.Disponible en la red en:
www.mfomento.es
-Passet, René (1996): Principios de bioeconomía. Editorial Visor. Fundación
Argentaria. Madrid.
-Regueiro-Ferreira, Rosa Mª (2011a): El negocio eólico.Editorial La Catarata.

Página 333 de 1374


-Regueiro-Ferreira, Rosa Mª (2011b):”O desenvolvemento eólico en Galiza”, en
Cerna, Revista Galega de Ecoloxía e Medio Ambiente.nº 65, octubre 2011,
p.12-13.
-Roberts, Paul (2004): El fin Del petróleo. Ediciones B.Barcelona.
-Rossi, Carlos A. (2010): The completion of the Oil Era. The Economic Impact.
Nova Science Publishers. New York.
-Rubin, Jeff (2009): ¿Por qué El mundo está a punto de hacerse mucho más
pequeño?. Ediciones Urano. Barcelona.
-Scheer, Hermann (1993): Estrategia solar. Para el acuerdo pacífico con la
naturaleza. Editorial Plaza-Janés.Barcelona.
-Sempere, Joaquim y Tello, Enric (2008): El fin de la era del petróleo. Ediciones
Icaria Antrazyt. Barcelona.
-Straham, David (2008): A última crise do petróleo. Biblioteca das ideas. Sintra

Página 334 de 1374

Vous aimerez peut-être aussi