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1.

Presentar información sobre cifras de desempleo en los últimos 4 años en


Colombia

De acuerdo a la información consultada podemos observar que la tasa de empleo ha


tenido variaciones considerables, así:

 Año 2014: 9,1%, se observa variantes importantes en el comportamiento y


recuperación económica de la región.
 Año 2015: 8,9%, la cual era en su momento considerado la tasa más baja en los
últimos 15 años.
 Año 2016: 9,2, se observa que de acuerdo a los cambios políticos y flexibilidad del
mercado su tendencia es de aumento en el porcentaje Nacional.
 Año 2017: 9,3, aunque su aumento en este año no supero la media Nacional de un
digito, los análisis del entorno económico, y la masiva llegada de venezolanos
puede incidir notablemente los datos en los años siguientes.

https://www.lifeder.com/actividades-economicas-colombia/

2. Presentar información sobre las principales actividades laborales de los


colombianos

Las principales actividades económicas de Colombia son la industria petrolera, la minera,


el turismo y la agricultura, entre otras.
Colombia es el cuarto país de Latinoamérica con el mayor crecimiento económico y el
segundo de América Central. El petróleo constituye la base de la economía del país,
cubriendo 45% de las exportaciones totales.

Sacos de café
Sin embargo, el Estado colombiano ha diversificado su economía a lo largo de los años, de
modo que esta no dependa únicamente de la explotación y exportación de petróleo. En las
últimas dos décadas, se han desarrollado las industrias automovilísticas, mineras, de
turismo, de construcción y de construcción de barcos.

Además, este país se ubica en el tercer lugar por la producción de electrodomésticos en


Latinoamérica. Por otra parte, el turismo es una actividad económica de gran relevancia y
Colombia constituye uno de los destinos más deseados en Latinoamérica.

También puedes ver los sectores económicos de Colombia: primario, secundario y


terciario.

Las 10 actividades económicas de Colombia más importantes

1- Petróleo

Colombia exporta petróleo desde 1986, cuando se descubrieron pozos petroleros en


Cusiana y Cupiagua (ubicadas a 2000 km al este de Bogotá). La producción de petróleo
crudo es de 620.000 barriles al día, de los cuales 184.000 son exportados diariamente.

Sin embargo, en materia de refinerías, el país no está capacitado para satisfacer la demanda
de la población, por lo que productos refinados derivados del petróleo, como la gasolina,
deben ser importados.
2- Agricultura y ganadería

La agricultura y la ganadería conforman la segunda actividad económica más importante


del país y constituyen el 21% de las exportaciones totales del país.
En los últimos años, la agricultura y la ganadería han presentado crecimientos
significativos. Con respecto a la agricultura, la producción ha aumentado más de 2,5
millones de toneladas, mientras que la producción de carne ha aumentado unas 500000
toneladas.

Los cultivos más relevantes son los de bananas, plátanos, arroz, algodón, tabaco, cacao y
caña de azúcar, los cuales se producen en las zonas más calientes de la región (las que no
superan los 1000 metros sobre el nivel del mar).

En las zonas de climas no tan cálidos, (entre 1000 y 2000 metros sobre el nivel del mar), se
da la producción de maíz, café, y frutas como cítricos, peras, piñas y tomates. Por último,
en las zonas más frías (entre los 2000 y 3000 metros sobre el nivel del mar), se producen
trigo, cebada, papas y flores.

3- Azúcar
Colombia tiene el mayor índice de productividad mundial en cuanto a azúcar se refiere; al
año, se producen 4,6 toneladas por hectáreas.

Del mismo modo, es una de las naciones más importantes en materia de producción de
azúcar refinada, siendo el segundo país en Latinoamérica por la exportación de este
producto y el séptimo en todo el mundo.

4- Chocolate
La producción de cacao en Colombia es una de las más grandes en Latinoamérica; al año,
se producen 0,55 toneladas por hectáreas.

De acuerdo con la Organización Internacional del Cacao, el sabor y el aroma del cacao
colombiano son «finos», clasificación que ostentan los granos de solo cinco países en todo
el mundo.

5- Café
El café colombiano es considerado por muchos uno de los mejores del mundo. La
producción de este cultivo se da en el Eje Cafetero, también conocido como el Triángulo
del Café.

6- Minería

Los principales recursos mineros de Colombia se pueden dividir en dos grupos:

• Destinados principalmente a la exportación: esmeraldas, platino, plata y oro.

• Destinados principalmente al mercado interno del país: cemento, carbón, arcilla, sal,
arena, grava y sílice.

La mayor parte de los recursos mineros se encuentran en el oeste y el noroeste del país, en
las regiones andinas y costeras de Colombia.

7- Turismo

Colombia constituye uno de los países más visitados de Latinoamérica por los turistas
debido a su herencia histórica y cultural, a sus hermosos paisajes y a su gastronomía. De
acuerdo con la Organización Mundial del Turismo, el crecimiento de esta actividad
económica fue de 7% en el año 2012.
Colombia presenta cinco regiones geográficas: la región andina, la región caribe, la región
pacífica, la región orinoquía y la región amazónica, lo que le da al país una variedad de
paisajes que incluye las imponentes montañas de los Andes, los desiertos de La Guajira y
las hermosas playas del Caribe y del Pacífico.

Colombia posee diversas ciudades que representan un atractivo para los visitantes, tales
como Cartagena y su centro histórico, nombrados patrimonio cultural por la UNESCO.

Aquí se encuentra la Ciudad Amurrallada, símbolo de Cartagena y de la costa caribeña de


Colombia. Esta ciudad reúne elementos históricos, como los muros coloniales, la
arquitectura y los museos, y elementos modernos, tales como restaurantes y hoteles, mezcla
que hace de la Ciudad Amurallada un lugar único.

Del mismo modo, en Colombia se encuentran diversos parques naturales, tales como el
Parque Tayrona, en donde se puede disfrutar de magníficas playas y de la vista de las
montañas Sierra Nevada.

8- Industria automotriz

Colombia es el cuarto país de Latinoamérica por la producción automotriz y aporta el 2,5%


de la producción mundial automotriz. La industria automotriz del país incluye el
ensamblaje de vehículos ligeros, camiones, autobuses y motocicletas y la manufactura de
partes empleadas en el ensamblaje y de repuestos.

9- Electrodomésticos

Desde el siglo XX, Colombia ha producido electrodomésticos. Sin embargo, no fue sino
hasta la década de los 90, que el país comenzó a exportar estos productos.

HACEB es una de las principales industrias colombianas en la producción de


refrigeradores. Otras industrias del país que producen electrodomésticos son Challenger y
Kelley.

Del mismo modo, Colombia manufactura aparatos para compañías extranjeras, tales como
Whirlpool y GE.

10- Arte y música


Colombia ha demostrado interés por la “exportación” de la cultura del país, a través de la
música, el cine, la moda, entre otros, como un medio de diversificar la economía del país.
Entre los países hispanohablantes, Colombia se ubica en el segundo lugar por la
exportación cultural.

Referencias

1. Automotive Industry in Colombia (2012). Recuperado el 17 de marzo de 2017,


de investincolombia.com.co.

2. Colombian Agribusiness Sector (2011). Recuperado el 17 de marzo de 2017, de


investincolombia.com.co.

3. Singewald, Quentin. Mineral Resources of Colombia (other than Petroleum).


Recuperado el 17 de marzo de 2017, de pubs.er.usgs.gov.

4. Wacaster, Susan (Junio, 2015). 2013 Mineral Yearbook: Colombia. Recuperado


el 17 de marzo de 2017, de minerals.usgs.gov.

5. 5 Places You Should’t Miss on the Colombian Caribbean Coast (2013).


Recuperado el 17 de marzo de 2017, de uncovercolombia.com.

6. Medellin’s Musical Exports. Recuperado el 17 de marzo de 2017, de


https://www.billboard.com.
7. Haceb Whirpool Industrial S.A.S Company Profile. Recuperado el 17 de marzo
de 2017, de emis.com.

Colombia es un país ubicado al norte de Sur América con una extensión total de 1.141.748 km². Cuenta con
una población de casi 50 millones de habitantes y una fuerza laboral de poco más de 26 millones de personas.

Colombia es un país considerado como una economía emergente y hace parte del grupo económico conocido
como CIVETS. Es la cuarta economía más grande de América Latina detrás de Brasil, México y Argentina, la
sexta de toda América y la número 33 en el mundo.

Actividades primarias de Colombia


Este tipo de actividades son clave en las exportaciones de Colombia y de ellas depende gran parte de los
ingresos tributarios del gobierno, especialmente las actividades mineras.

Colombia posee una enorme diversidad climática y geográfica; tiene selvas, llanuras, desiertos, alta montaña,
paramos, altiplanicie entre otros. Los recursos naturales de Colombia son vastos, en especial su biodiversidad,
riqueza hídrica y recursos no renovables como petroleo y carbón.

Más: cambio climático en Colombia

De estas sobresalen, en las actividades primarias o extractivas, la extracción de petróleo, carbón, oro,
esmeraldas, plata y platino. La minería fue receptora de 8.155 millones de dólares de inversión extranjera
directa, alrededor del 61% de la IED en el país.

Mientras que en el sector agropecuario se destaca la producción de flores, café, caña de azúcar, banano, papa,
plátano, leche y carne de cerdo y res, aguacate, huevos entre otros.

Actividades secundarias de Colombia


La industria colombiana es débil, su participación en el PIB total del país es pequeña y continua reduciéndose.
Actualmente son pocas las industrias que destacan y compiten en mercados internacionales.

En las actividades secundarias o industriales se destaca la producción de textiles, alimentos y bebidas,


automóviles, químicos, cauchos, derivados del petróleo y las industrias de metalurgia y de cemento.
La industria textil es una de las más tradicionales del país. Esta se concentra en su mayoría en Bogotá (53%) y
Medellín (38%) y cuenta con varias ferias de moda en diferentes ciudades del país. Las dos empresas más
grandes del sector son Fabricato y Coltejer.

La industria de alimentos es uno de los sectores que ha tenido mejor comportamiento en estas actividades. En
ésta se destacan la producción de cárnicos, lácteos, productos de molinería y panadería y la industria
azucarera.

Actividades terciarias de Colombia


Las actividades terciarias son las más importantes del país. Colombia dejo a un lado el proceso de
industrialización y desarrollo de forma extensiva sus actividades terciarias.

En las actividades terciarias o de servicios de Colombia predominan la banca, tercerización de procesos,


comunicaciones, servicios de salud, educación, hostelería y turismo, transporte, seguridad y entretenimiento.

Uno de los sectores con mayor crecimiento es el sector financiero o la banca. Éste se ha fortalecida gracias a
las políticas del gobierno y a un mayor acceso de los colombianos al sistema financiero. Actualmente son
alrededor de 50 entidades las que componen el sector, aunque su número se viene reduciendo provocando una
concentración en unas pocas compañías. En este sector resaltan tres conglomerados financieros: Grupo Aval
Acciones y Valores, Bancolombia y Sociedades Bolívar.

Sector Cuaternario en Colombia


La mayoría de las empresas participes de este tipo de actividades que funcionan en el país no son iniciativas
propias de los colombianos, sino empresas extranjeras como Facebook, Google, Uber o AirBnB,

En Colombia las actividades cuaternarias no están muy desarrolladas, sin embargo existen algunas iniciativas
y empresas basadas en la economía del conocimiento. Ejemplos del sector cuaternario en Colombia son las
actividades realizadas por Ruta N, Rappi, Tappsi o Platzi. También los programas de desarrollo e
investigación de la industria fintech Bancolombia, BBVA, Banco de Bogota, Davivienda y aplicaciones o
soluciones financieras de emprendedores locales.

Comercio internacional de Colombia


Las exportaciones de Colombia son en su mayoría materias primas con poco valor agregado, productos
provenientes de las actividades primarias.

Venezuela solía ser uno de los principales socios comerciales de Colombia, pero en años reciente debido a la
crisis política y económica que vive este país el comercio se ha deteriorado enormemente.

Los principales productos que exporta Colombia son: Petróleo, Carbón, Café, ferroníquel, oro, alimentos y
bebidas, tabaco, materias plásticas y productos químicos. Mientras que sus principales importaciones son
derivados de petróleo, automóviles, maquinaria, computadores, medicamentos y maíz.

Los principales destinos de las exportaciones colombianas son Estados


Unidos (26%), China (10%), Panamá (6.4%), España (5.9%) e India (4.9%). Mientras que los principales
orígenes de las importaciones del país son Estados Unidos (29%), China (19%), México(8.5%)
y Alemania (4.1%).

Exportaciones de Colombia

Importaciones de Colombia
Participación regional en el PIB nacional

Mapa de PIB departamental de Colombia

Fuente: DANE - Dirección de Síntesis y Cuentas Nacionales

https://www.actividadeseconomicas.org/2012/03/principales-actividades-economicas-de.html

3-¿Por qué es tan difícil generar empleo formal en Colombia?

Uno de los principales retos que tiene Colombia es avanzar en la formalización laboral, tema fundamental
para ampliar coberturas en los sistemas de salud y pensión del país.

Son muchos los factores que han dificultado que los sectores que generan los puestos de trabajo avancen más
en esa dirección, entre ellos se contempla que los impuestos que pagan las empresas les ha impedido
formalizar el empleo, o que las condiciones económicas del país no les permiten cumplir con las normas.

De acuerdo con el Dane, la proporción de ocupados formales en 13 ciudades y áreas metropolitanas en el


trimestre mayo-julio de 2018 fue de 53 %, mientras que la informalidad en este mismo periodo alcanzó el
47,3 %.

Durante estos meses la mayor informalidad se presentó en ciudades como Cúcuta (69 %), Sincelejo (64,2 %)
y Santa Marta (62,2%), mientras que las urbes que registraron menores cifras fueron Manizales (39,6 %),
Bogotá (41,6 %) y Medellín (42,4 %).

El observatorio Laboral de la Universidad del Rosario evidenció en el informe ‘Perfil actual de la


Informalidad en Colombia: Estructura y retos’, que la informalidad se presenta en los sectores de
construcción, comercio, hoteles y restaurantes, que registran tasas que oscilan entre 58,7 % y 85,3 %.

Lea también: Migración venezolana está afectando el mercado laboral en Colombia

“Se presentan en categorías de ventas y servicios, construcción, transporte y mantenimiento y procesamiento,


fabricación y ensamble, lo cual corresponde con ocupaciones como comerciantes y vendedores, los
trabajadores manufactureros, peluqueros, joyeros, pintores de edificios, electricistas, obreros, ebanistas,
conductores de vehículos, entre otros”, reseña el informe.

Jairo Santander, docente y experto en temas laborales de la Universidad de los Andes, consideró que hay
varias razones que dificultan el empleo formal en el país, entre ellas la estructura económica, los costos, las
normas y la voluntad de las personas para seguir en la informalidad, entre otras.

“Estos factores están relacionados y cuando hacemos referencia a la estructura económica, tenemos que
entender que nuestra economía sigue siendo muy pequeña para absorber un tamaño de población
económicamente activa que se acerca a los 20 millones.

Dentro de los elementos también hay un problema en la cualificación en la formación de esta población,
que diverge de lo que está demandando la actual estructura económica del país”, explicó Santander.

Con esta postura coincidió Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del
Rosario, quien señaló que el problema de formalizar el empleo en el país se viene dando por muchos factores,
entre ellos por los incentivos que se vienen generando para la informalidad.

“Es difícil formalizar el empleo en el país porque nosotros tenemos una tasa, según el Dane, cerca del 48
% y según nuestro observatorio laboral es del 65 %, y la dificultad real recae en los incentivos a la
informalidad, es decir, muchas personas que están en ella sin contratación directa, sin seguridad social
y derechos de trabajo tienen incentivos a mantenerse en esa condición por los subsidios”, explicó.

De acuerdo con el investigador del Rosario, este escenario es preocupante, teniendo en cuenta que la
informalidad tiene varios riesgos en materia de seguridad social, pensiones, salud, entre otros, que no generan
garantías a los empleados para desarrollar su labor en el país.
“El efecto inicial de la informalidad es la seguridad social y es que si no se realiza un aporte de salud,
pensiones y de riesgos, el sistema no va a tener los recursos para reconocer las prestaciones que promete. En
segundo lugar, la gente no tiene derechos laborales, una estabilidad con lo cual la movilidad social se expande
y va a ser muy complejo canalizar. Además, la gente va a estar expuesta a un sinnúmero de riesgos, porque no
cuentan con protección y genera labores precarias sin garantías”, señaló Jaramillo.

Frente a la voluntad de muchas personas de permanecer en la informalidad para obtener algunas libertades en
el manejo de tiempo y del salario, Santander explicó que esto se está presentando por la cultura e idiosincrasia
del país en donde existen unas preferencias por quedarse en esta condición.

“Esto pasa sobre todo en algunas regiones de la costa, en Bogotá y en los santanderes porque a la gente le
parece más rentable mantenerse en la informalidad por factores en la calidad de vida como una flexibilidad de
tiempo, no tener jefes, disponer de los dineros de forma libre y por eso les agrada mucho más estar en esa
condición”, explicó.

En ese sentido, Fabio Arias, secretario de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), opinó que con la
informalidad se trata de violar la ley para no reconocer los derechos de los trabajadores y pagar salarios por
debajo del mínimo y ahorrar unos costos en materia de prestaciones legales.

“La estructura económica del país es muy débil, especialmente en el sector agropecuario y en el
manufacturero, porque no existe una fortaleza de contar con grandes empresas o de una gran distribución de
la tierra para tener una producción significativa que implique la transformación de materias primas. Todo este
proceso es aún muy deficiente desde el punto de vista económico y termina fomentando tareas absolutamente
informales, pagando salarios precarios”, explicó Arias.

Migración venezolana

La masiva migración de venezolanos que se viene presentando por las condiciones sociales, económicas y de
seguridad en el vecino país, también tiene injerencia en el tema laboral en Colombia, ya que estos ciudadanos
estarían accediendo a ofertas laborales por debajo de los salarios establecidos por la ley, ante las necesidades
en las que se encuentran.

Esta situación, según los analistas, puede tener un efecto importante en materia laboral, porque los
venezolanos estarían desplazando, en algunos casos, los puestos de trabajo de los colombianos, con unas
condiciones en las que no se les estaría reconociendo legalmente su trabajo.

Para Jaramillo, la recepción de venezolanos por la crisis de ese país está centrada en el tema de regulación
migratoria y busca lograr que estos ciudadanos estén de forma legal en el país, pero desde el punto de vista
laboral se ha venido presentando una movida hacia la informalidad.

“La estrategia de recepción de venezolanos está centrada en el tema de regulación migratoria, pero ha habido
una fuerte presión a la informalidad y es que muchos puestos están siendo ocupados por venezolanos, porque
tienen unas necesidades que no admiten aplazamiento”, explicó Jaramillo.

Frente a este tema, Santander manifestó que es muy difícil anticipar qué va a pasar, porque el país nunca ha
vivido un fenómeno de migración en su historia y no se cuenta con un antecedente que permita analizar lo que
puede suceder en esas dinámicas, por eso consideró que es importante no generar alertas sobre este tema, sino
ir analizando el fenómeno para tomar decisiones.

“Muchos de estos ciudadanos tienen dificultades para ingresar al mercado formal, porque ingresan de manera
ilegal. Este es un fenómeno que posiblemente no tenga un gran impacto macroeconómico, porque, a pesar de
que los números de migración son altos, no son sustancialmente fuertes para el tamaño de la población
económicamente activa”, explicó Santander.

De acuerdo con el analista, puede generar una presión en la disminución de los empleos, porque algunos
empresarios, en el comercio, las manufacturas, la construcción y el agro “pueden acceder a esta mano de obra
a costos menores que el salario mínimo formal y eso estaría expulsando a la gente al mercado informal”.

Frente a este escenario, el Gobierno viene preparando un paquete de medidas especiales, con el fin de
establecer políticas que regulen y permitan ordenar a la contratación de los ciudadanos venezolanos.

Reforma laboral

El Gobierno Nacional anunció una serie de medidas para generar empleo en el país y avanzar en la formalidad
laboral, las cuales contemplan bajar la carga impositiva de las empresas para que estas puedan generar más
empleo, retomar el manejo de la política pública para crear más puestos de trabajo, actualizar el Código
Sustantivo de Trabajo frente a las nuevas realidades laborales del país.

En ese escenario, el investigador del observatorio laboral del Rosario indicó que el Gobierno debe descartar
reformas agresivas, como una forma para incentivar la creación de empleo, focalizarse en actualizar el
Estatuto de Trabajo e incentivar la contratación formal.

La situación laboral de los jóvenes colombianos no mejoró para 2017, año en el que fueron la población que
tuvo más dificultades para el acceso en el mercado laboral. El Dane muestra que el desempleo en jóvenes,
entre 14 y 28 años, paso de 14,1 % entre septiembre y noviembre de 2016 a 15,4 % en el mismo periodo para
2017. A pesar de esto, para 2018 todavía no se han planteado iniciativas eficientes para mitigar la situación.

Entre los principales elementos para entender la condición laboral de la juventud de Colombia se encuentra la
debilidad institucional, incremento del poder que tiene la demanda de mano de obra, la polarización del
empleo y la concentración del empleo en ciudades opulentas.

Otro factor preocupante es que en las principales ciudades metropolitanas de Colombia, el 92,3 % de los
jóvenes ocupados se encuentra realizando labores de empleado particular, obrero o trabajador por cuenta
propia. Ocupaciones que en última instancia terminan motivando la inclusión de estos jóvenes a actividades
informales y no apoyan su desarrollo profesional.

Las expectativas que tienen los jóvenes sobre oportunidades de empleo y desarrollo profesional son altas
cuando egresan de las instituciones educativas. Sin embargo, encuentran una barrera al ingresar al mercado
laboral: la falta de experiencia y en muchos casos son subempleados.

Ángela Granger, economista de Uninorte, plantea que las personas están dispuestas a aceptar un trabajo con
un nivel educativo requerido menor al propio, con el fin de ganar experiencia y aprender habilidades que
consideran útiles para realizar futuros trabajos. “Los empleadores, por su parte, juzgan tanto o más la
experiencia que la educación a la hora de contratar”, señala.

Iniciativas como la ley del primer empleo son importantes para mejorar la situación laboral de los más
jóvenes. “Contribuyen a subsanar los requisitos de experiencia en los recién graduados de forma que no sea
tan costoso para la empresa”.

Para el profesor Marco Ariza, del IEEC de Uninorte, “la ley de primer empleo y el fortalecimiento de los
sistemas de información son esfuerzos de política importantes que se deben mantener e incluso profundizar”.
Sin embargo, el profesor expone que un paso importante es evitar la fragmentación entre la educación media,
la educación superior y el sector productivo regional.

Jorge Valencia, coordinador de Investigación del Observatorio de Educación del Caribe Colombiano (OECC),
plantea que “se deben desarrollar políticas públicas que involucren y articulen de forma eficiente los distintos
niveles de administración educativa, así como a los distintos actores que intervienen en la formación y tránsito
de los educandos desde la educación hacia el mercado laboral”.
https://www.elheraldo.co/economia/los-jovenes-tienen-mayores-dificultades-para-encontrar-empleo-segun-
cifras-del-dane-456030

¿Por qué es tan difícil conseguir un empleo?

Cada mes, el Gobierno Nacional presenta las cifras de desempleo con un parte de tranquilidad. Sin embargo,
la sensación es que conseguir empleo no es cosa fácil. ¿Qué hay que ser, tener o hacer para obtener un
empleo?

Cada mes, el Gobierno Nacional presenta las cifras de desempleo del DANEcon un parte de
tranquilidad sobre el mercado laboral del país, destacando que la cifra de desempleo se
mantiene en un dígito y que fue de 8.9% para el mes de abril. Sin embargo, la sensación en
las ciudades colombianas es que conseguir empleo no es cosa fácil.

Según el DNP, en 2015 un desempleado en Colombia se tardaba en promedio 18 semanas


(cerca de cinco meses) en conseguir empleo. Por ello, acá nos ocupa una reflexión inicial
en torno una pregunta aparentemente sencilla pero fundamental: ¿qué hay que ser, tener o
hacer para obtener un empleo?

Un artículo de El Colombiano que reseña el informe “Dinámica laboral en el área


metropolitana”, elaborado por la Agencia de Gestión y Colocación de Empleo de
Comfenalco Antioquia, refiere que la falta de experiencia constituye el principal
impedimento al momento de acceder a un empleo. “El tema de la experiencia laboral se
mantiene como una de las principales barreras para acceder a un empleo, y esto afecta
principalmente a los más jóvenes”, explicaba al diario la coordinadora de la Agencia,
Liliana Galeano.

La situación no es nueva. La Encuesta de la Transición de la Escuela al Trabajo (ETET) del


DANE señala que “en el año 2015, el 40,8% de los jóvenes desocupados entre 14 y 29 años
afirmó que el principal obstáculo para encontrar trabajo fue no tener suficiente
experiencia laboral”.

Un ciclo perverso, sufrido principalmente por población joven, en donde sin experiencia
no hay empleo y sin empleo no hay manera de acumular experiencia. Como solución
ante dicha situación, El Espectador recogía recomendaciones de expertos tales como “una
hoja de vida de menos de dos páginas, apoyarse en las redes sociales e inscribirse en el
programa 40 Mil Primeros Empleos del Gobierno”, que ofrece oportunidades laborales sin
requerir experiencia.

La trampa de la falta de experiencia aumenta con los años. “Si ya se es mayor de 35 años,
ya uno es viejo", afirman voces sumidas en la búsqueda de empleo.
Además de la falta de experiencia, la ausencia de una formación adecuada y requerida
por el mercado laboral, constituye otro impedimento. En la ETET, 16.8% de los jóvenes
afirmaba que “los requisitos del trabajo son mayores que la educación o formación
recibida”. Un sistema educativo que no encaja con el productivo. Que bien está formando
ciudadanos en oficios que no tienen demanda o que no forma en oficios que sí son
requeridos. El nivel educativo como elemento determinante al momento de conseguir
empleo, donde jóvenes de bajos ingresos no acceden a un empleo por la falta de formación
y así se entroniza la pobreza y la desigualdad.

Según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del DANE, quienes más tardan en
encontrar un empleo son quienes no tienen estudios (30.4 semanas), seguidos de quienes
tienen postgrado (25.3 semanas) y de quienes son profesionales (23.9 semanas). La tarea de
conseguir trabajo se dificulta tanto para quienes se han formado con título de posgrado,
como para quienes no tienen formación alguna. Claramente, algo está fallando.

Como tercera razón, la ETET refería que el 14,3% de jóvenes desocupados reportaba
“que no hay suficientes puestos de trabajo disponibles”, lo que ya nos pone en el terreno
de si sí hay cama para tanta gente.

Ahora, ¿qué dicen los empleadores?

Según Man Power Group, los empleadores explican que tienen dificultades para conseguir
el personal requerido por (1) falta de disponibilidad de aplicantes / no hay aplicantes (24%),
(2) la falta de competencias duras (19%) y (3) la falta de experiencia (19%). Es decir no se
presenta gente, si la hay no está entrenada en lo que requieren o no tienen experiencia.
Hasta aquí vamos que se necesita experiencia, formación y puestos suficientes para
conseguir un empleo. Para acumular experiencia sin requerirla, parece ser necesario contar
con sacrificio, suerte o influencias. Allí juegan un papel clave los programas como los 40
Mil Primeros Empleos, las pasantías y prácticas, como mecanismos que ayuden y permitan
adquirir experiencia. Ayudan, pero no son suficientes.

Para acceder a una formación pertinente y de calidad resulta necesario conectar los
procesos de formación escolar, complementaria, técnica, profesional y de especialización
con la realidad. Diversos programas y proyectos ya lo hacen. Educación pertinente que
brinde competencias que generen procesos de inclusión mediante la superación de barreras
para conseguir un empleo como la experiencia, la edad, el género o la formación.

Esta reflexión continuará.

Mientras tanto les pregunto, ¿por qué es tan difícil conseguir un empleo?
Fuente: Gran Encuesta Integrada de Hogares – I Cuatrimestre Ilustración: Óscar
Piratova

Empleo por ramas de actividad y posición ocupacional

De los cerca de 1.800.000 nuevos ocupados en el primer cuatrimestre entre 2010 y 2018, más de 500 mil
fueron trabajadores cuenta propia (personas que trabajan con sus propios medios, que no contratan y no son
contratados). Además, el 25 % de los nuevos asalariados no accedió a derechos laborales en su empleo.

Un aspecto crítico es que, del empleo urbano generado, la industria manufacturera –que en promedio tiene
mejores puestos de trabajo– es la que presenta peor desempeño en el periodo reciente.

En ese sentido, el balance en materia de empleo vinculado con los nuevos puestos de trabajo sería
relativamente positivo porque entre 2010 y 2018 la tasa de desempleo se redujo en 13 % y la informalidad en
11 %. No obstante, ese mismo resultado evidencia las limitadas mejoras en los indicadores porque la
informalidad sigue siendo alta y el desempleo urbano está por encima del 11 %.

Un aspecto crítico es que, del empleo urbano generado, la industria manufacturera –que en promedio tiene
mejores puestos de trabajo– es la que presenta peor desempeño en el periodo reciente. De hecho, contrario a
lo esperado por la devaluación, esta industria fue la única rama de actividad que redujo el total de ocupados
en las ciudades (ver cuadro). Incluso le fue peor que entre 2010 y 2014, cuando el dólar estuvo por debajo de
los 2.000 pesos, casi en todo el periodo.
Fuente: Gran Encuesta Integrada de Hogares. I Cuatrimestre. Ilustración: Óscar
Piratova

Heterogeneidades geográficas

Colombia presenta grandes diferencias geográficas en cuanto a su problemática laboral. Como se observa en
la gráfica, mientras en las principales ciudades de la costa Caribe la tasa de desempleo es de un dígito, en
Armenia, Cúcuta y Quibdó supera el 15 %.

A esto se suma que la calidad del empleo también difiere en función de la estructura productiva y la situación
y los cambios en las economías regionales. Mientras que Bogotá y Tunja tienen el mejor desempeño
comparadas con las demás ciudades, existen graves casos extremos como los de Cúcuta, con una tasa de
empleo informal superior al 70 %, y Quibdó, que presenta un nivel de desempleo de 18 %.

En el primer caso, la ciudad ha sido impactada por el aumento de la oferta laboral asociada con la migración
de Venezuela, que implica en el corto plazo que la población acepte puestos de trabajo informales o se inserte
en el “rebusque”, mientras que en Quibdó persiste el abandono institucional y el rezago económico que
conduce a que, a pesar de no tener una elevada participación laboral, la tasa de desempleo sea la más elevada
del país.
Fuente: Gran Encuesta Integrada de Hogares. I Cuatrimestre. Ilustración: Óscar
Piratova
Situación de grupos poblacionales

Un aspecto importante de la problemática laboral del país es la situación que enfrentan grupos poblacionales
como las mujeres, los jóvenes y los trabajadores pobres y de baja calificación. Las mujeres tienen una
participación laboral inferior en 20 % respecto a la de los hombres; aun así, su desempleo es
considerablemente mayor (13,9 % y el de los hombres 9,2 %), lo que evidencia su exclusión en el mercado
laboral. A esto se suma la segregación en actividades de baja calidad como el empleo doméstico y el trabajo
no remunerado. Un aspecto que sigue siendo problemático es la menor remuneración a las mujeres por el
mismo trabajo y nivel de calificación que los hombres (en promedio 14 %).

La tasa de desempleo de los jóvenes es de 23,5 %; ellos presentan mayor inestabilidad en el empleo y aunque
se ocupan menos como independientes, lo hacen en una buena proporción como asalariados sin ningún tipo de
contrato ni garantía laboral.

Un aspecto que sigue siendo problemático es la menor remuneración a las mujeres por el mismo trabajo y
nivel de calificación que los hombres (en promedio 14 %).
Finalmente, los trabajadores de baja calificación (experiencia, nivel educativo) son los que enfrentan mayor
probabilidad de tener empleos de mala calidad y bajas remuneraciones, por lo que terminan integrando
hogares cuyo nivel de vida no alcanza a superar el umbral de pobreza.
Desafíos y políticas laborales

A diferencia de como lo planteó el presidente electo en su campaña, la problemática laboral no se puede


solucionar solo fomentando la reducción de costos salariales y la demanda de trabajo, ya que esta se deriva
del incremento del nivel de producción y esto solo tiene sentido si hay población con ingresos suficientes para
mantener su nivel de consumo.

Por lo tanto, incentivar a los empleadores a contratar más trabajadores reduciendo el costo laboral y los
impuestos es solo una parte de las posibilidades de política. La intervención en materia laboral también debe
considerar la importancia de la oferta y el nivel de ingreso de los trabajadores.

Para contrarrestar los bajos niveles de crecimiento económico es fundamental pensar en políticas de empleo y
sectoriales que garanticen el sostenimiento del consumo y que se articulen con objetivos de reducción de
pobreza y desigualdad.

La intervención en materia laboral también debe considerar la importancia de la oferta y el nivel de ingreso
de los trabajadores.

De ahí que sea perentorio ejecutar políticas laborales focalizadas sobre los grupos que refuerzan el ingreso
familiar, como los jefes de hogar, y en sectores que generan empleos formales como la industria; pero también
políticas sobre grupos con alto nivel de desempleo e informalidad como las mujeres y los jóvenes, además de
trabajar de manera cercana con los gobiernos locales para luchar contra los grandes problemas laborales de
ciudades como Cúcuta y Quibdó.

4. Identificar y explicar las causas coyunturales y estructurales del desempleo en su región


Colombia y muchos otros países del mundo han atravesado duras crisis económicas en los últimos años. Los
efectos de la crisis económica han tenido su mayor impacto social en el empleo. Los años 1999 y 2000 están
marcados por las tasas mas altas registradas en la historia Colombiana, que en promedio era del orden del 13
%. En los primeros años de la década del 90 se encontraba relativamente estable con tasas promedio cercanas
al 9%; a partir del año 1995 se registra un crecimiento continuo, hasta llegar al máximo en el 2000, con una
cifra promedio de 20% anual.
Las principales causas de este fenómeno fueron : la recesión registrada en varios países del mundo, el clima
existente en el país para la inversión , un marcado proceso de desindustrialización del país, apertura
económica indiscriminada , caída del sector de la construcción, que fue base del desarrollo en las últimas
décadas , aumento de la población económicamente activa , altas tasas de interés, reevaluaciones y excesivo
aumento del gasto público crisis fiscal del país , lo cual tuvo sus impactos sobre el producto y el ingreso
agregado de la economía, y agravó los niveles de pobreza en el país.
Las causas del desempleo pueden ser de carácter coyuntural, o de carácter estructural.

Coyunturales:
 Inflación con el consecuente aumento de los costos de producción y los, costos salariales.
 Recesión económica afectando la demanda agregada
 Políticas económicas erradas.
 Aplicación de ciertas normas laborales. Inflexibilidad laboral
 Crisis política , económica o social, poca racionalización del gasto público
 Pesimismo empresarial ante recesiones de la economía continuadas
 Contrabando, apertura, incertidumbre, etc.
Estructurales
 Aumento de la población económicamente activa
 Las transiciones demográficas, producto de aumento en tasas de natalidad, tasa de migración, tasa de
fecundidad, unidas a otros factores que obligan a que cada día un mayor número de personas no integrantes de
la PEA entran a presionar el mercado de trabajo.

Estructurales:
Cambios en las estructuras de la demanda laboral
El empleador se ve forzado a exigir mano de obra mejor calificada y mucho más polivalente para hacerle
frente con tecnología más moderna, al problema de la competencia.
Crisis en los sectores económicos: Ej. La crisis del sector energético en varios países del mundo ocasionó
grandes crisis en los demás sectores de la economía dependientes en gran medida de las fuentes de energía
provenientes del petróleo.
Desequilibrio entre la Oferta agregada y la demanda agregada. Cuando la producción potencial de bienes y
servicios es superior a la demanda de los mismos, las empresas se ven obligadas a parar su producción y no
puede generar los suficientes empleos para los que quieren y están dispuestos a laborar.

coyunturales:

 Inflación con el consecuente aumento de los costos de producción y los, costos salariales.

 Recesión económica afectando la demanda agregada

 Políticas económicas erradas.

 Aplicación de ciertas normas laborales. Inflexibilidad laboral

 Crisis política , económica o social, poca racionalización del gasto público

 Pesimismo empresarial ante recesiones de la economía continuadas

 Contrabando, apertura, incertidumbre, etc.

Estructurales

 Aumento de la población económicamente activa

 Las transiciones demográficas, producto de aumento en tasas de natalidad, tasa de migración, tasa de
fecundidad, unidas a otros factores que obligan a que cada día un mayor número de personas no integrantes de
la PEA entran a presionar el mercado de trabajo.

Cambios en las estructuras de la demanda laboral

El empleador se ve forzado a exigir mano de obra mejor calificada y mucho más polivalente para hacerle
frente con tecnología más moderna, al problema de la competencia.

Crisis en los sectores económicos: Ej. La crisis del sector energético en varios países del mundo ocasionó
grandes crisis en los demás sectores de la economía dependientes en gran medida de las fuentes de energía
provenientes del petróleo.
Desequilibrio entre la Oferta agregada y la demanda agregada. Cuando la producción potencial de bienes y
servicios es superior a la demanda de los mismos, las empresas se ven obligadas a parar su producción y no
puede generar los suficientes empleos para los que quieren y están dispuestos a laborar.

5. Propuestas para reducir las cifras de desempleo en Colombia y en su región

De acuerdo con el profesor Miguel Silva, experto en Gobierno y Políticas Públicas, el empleo es uno de los
problemas públicos más complejo de las ciudades contemporáneas, entre otras cosas porque es un factor que
se transforma tal como lo hace la sociedad. Por esto, la respuesta pública a estos cambios va destinada a
brindar capacidades a las personas para que accedan a la oferta laborar, pero también garantizar condiciones
para que esos mercados se puedan desarrollar y generar nuevas opciones de trabajo.

El empleo también es un asunto complejo porque depende de la vocación de la ciudad. “No es posible
determinar que existe un modelo en términos económicos hacia el cual todas las ciudades convergen, sino que
vemos diferentes modos de producción con distintos tipos de ciudad que empiezan a combinarse y eso genera
múltiples oportunidades de empleo”, explicó el académico.

A raíz de esto, los profesores de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), Ricardo Bonilla, economista y
exsecretario de Hacienda, y Gustavo Adolfo Junca, Doctor en economía, propusieron en el
programa Observatorio de Gobierno Urbano algunas estrategias que pueden ayudar a disminuir la tasa de
desempleo en el país, en el entendido que los estados no son los llamados a generar empleo, pero sí a formar
condiciones para que esto se dé.

1. 1.Fortalecer el sistema educativo


Según el profesor Bonilla, les corresponde a los estados fortalecer el sistema educativo, para que las personas
puedan acceder y llegar a niveles cada vez más altos de educación. “Se necesita formar a los niños desde los
tres años de tal manera que, en 15 años, cuando estén entrando a un proceso de educación superior, ya sepan
qué quieren hacer”, dijo.

1. 2.Equidad de género
Entre tanto, el profesor Junca mencionó que alrededor del 48% de mujeres en edad fértil no acabaron el
bachillerato, por lo que se hace importante una política pública que logre combatir la deserción escolar y
fomentar la inserción al mercado laboral de las mujeres, muchas de ellas cabeza de familia. “Esto rompería
una trampa de pobreza que crece con el tiempo”, expresó el experto.

1. 3.Concertación con el sector privado


Para el exsecretario de Hacienda, una de las estrategias históricamente ha sido más exitosa en diferentes
países del mundo, es que el gobierno utilice toda su capacidad de concentrar inversión con el sector privado
para desarrollar obra pública, que dinamice la contratación de población. Además, estimular que los trabajos
que se generan vayan encontrando asidero en otras actividades económicas.
1. 4.Transformación de la estructura productiva
El profesor Junca, director de la Escuela de economía de la U.N., consideró que se necesita una
transformación de la estructura productiva, ya que al mejorar y ampliar la cobertura de educación para que las
personas lleguen a un nivel de educación superior técnica y tecnológica de calidad, también se debe garantizar
un mercado laboral capaz de absorber a la población con mano de obra calificada, que cada vez va exigir
mejores oportunidades de empleo y de salario. A esto se suma la generación de empresas extranjeras que se
inserten en el aparato productivo y ofrezcan empleo.

http://ieu.unal.edu.co/noticias-del-ieu/item/academicos-proponen-estrategias-para-disminuir-desempleo-en-
colombia

5- Propuestas para una política estratégica de empleo

El empleo no puede considerarse como una simple actividad mercantil pues de él depende, en buena medida,
la realización de los seres humanos. Aunque esta debería ser la premisa fundamental del mercado laboral, lo
cierto es que en muchas ocasiones el empleo se ha constituido en fuente de frustración, pues los modelos de
producción a gran escala han olvidado, en su carrera por el crecimiento, la importancia del ser humano dentro
del proceso productivo y lo han considerado como un ‘insumo’ o material más dentro de la cadena productiva.

Este modelo ha hecho crisis en el ámbito mundial por lo que han aparecido propuestas ‘salomónicas’ tanto
para el sector productivo como para los trabajadores. Estas iniciativas son las que se conocen como
flexibilización y desregulación laboral.

Según los economistas Julio Puig y Beatrice Hartz, la flexibilidad buscaba “ante todo desmontar la legislación
laboral y social existente y cancelar los convenios colectivos que garantizaban la estabilidad laboral de los
asalariados, lo mismo que reducir los costos tanto de las contrataciones como de los despidos. Además, de ese
modo, se querían eliminar las trabas a los mecanismos del mercado laboral para que, dado el nivel creciente
de desempleo, se pudiera establecer un nuevo equilibrio a la baja de los niveles salariales”.

Estas propuestas tienen, como todo, defensores y detractores, Por eso, lo que se pretende hacer en este
documento es trascender las razones ‘emotivas’ y, en cambio, se quiere explicar con cifras y basados en teoría
económica, la inconveniencia de la aplicación de estas propuestas que, en lugar de generar mayor bienestar,
adicionan mayores desigualdades a las existentes en nuestra sociedad.

Además de identificar la fragilidad de los argumentos de quienes abogan por la flexibilización y


desregulación laboral, en este documento se aborda la problemática del desempleo como síntoma de un
desarrollo desigual y se justifica la necesidad de apoyar la formulación de alternativas para la generación de
empleo en propuestas globales que busquen el rediseño de los procesos económicos. Se pretende, finalmente,
plantear alternativas que constituyan posibles salidas a la problemática del desempleo.

Conocidos los objetivos del texto, es necesario explicar qué es la crisis del empleo, cómo se originó y qué
puede hacerse. La crisis del empleo obedece, en gran medida, a la equivocada percepción que se ha manejado
según la cual a mayor crecimiento mayor empleo.

El crecimiento sin empleo, sin embargo, ha sido una realidad observable en muchos casos. Situación esta que
es el resultado de la crisis de un esquema, aplicado por largo tiempo, que busca márgenes de utilidad cada vez
más altos.

De esta dinámica económica han surgido diversas modalidades de trabajos flexibles que no implican
responsabilidad para las empresas, como los freelancers y las subcontrataciones. Por el lado de los
trabajadores, el creciente desempleo y la contratación de mujeres, jóvenes y mano de obra no calificada,
presiona formas de flexibilización pues las dificultades para acceder al empleo hacen que los trabajadores
acepten casi cualquier tipo de condiciones laborales con tal de tener algún ingreso.

Además de los problemas de subsistencia, el desempleo plantea una especie de pérdida de derechos sociales
en una sociedad que se reconoce y aglutina, en gran medida, en torno a la capacidad de compra y de pago.

En un mundo con altos índices de informalidad laboral, los freelancers y las subcontrataciones marcaron lo
que en la década de los 90 se convirtió en el modelo de organización del trabajo, con tres componentes: los
empleados vinculados con cierta estabilidad, subcontratistas y consultores.

En el afán de rediseñar los modelos de trabajo se ha presentado el desplazamiento de las actividades


productivas de las compañías hacia las especulativas, proceso conocido como financiarización. Con esta, las
empresas invierten en actividades financieras y esto les permite “la obtención de grandes y rápidas ganancias,
transformando así su actividad productiva en una actividad especulativa. Para ello se hacen necesarios la
aplicación de políticas de austeridad salarial, la flexibilización del trabajo y el traslado de procesos a países y
regiones con bajos salarios“. (1)

La financiarización va unida, de manera estrecha, a la mundialización financiera que es, en síntesis, la


interrelación financiera entre sistemas monetarios y mercados financieros de cada país que antes eran cerrados
e independientes.

Mitos sobre la regularizacón del mercado laboral

Las teorías económicas más ortodoxas han señalado que la oferta y la demanda de trabajo se estabilizarán por
sí solas. Desde este punto de vista “los programas de asistencia a los desempleados o las prestaciones de la
seguridad social pueden conducir a los trabajadores a elegir el ocio antes que el trabajo hasta que tales
beneficios terminen. Los programas que establecen beneficios sociales obligatorios pueden constreñir la
elección de los trabajadores, determinando resultados subóptimos e ineficientes, así como costos laborales
más elevados”. (2)

Las debilidades de esta argumentación pueden resumirse de la siguiente manera:

En primer lugar, la flexibilización en el enganche y desenganche de trabajadores hace que los contratos sean
cortos y eso afecta necesariamente la productividad.

En segunda medida, la idea de reducir costos en el corto plazo hace que se desestimen las ventajas que puede
traer la inversión en ‘capital humano’ a largo plazo.

En tercer lugar, si se quiere mantener una estrategia de reducción de salarios reales, esto tendría un efecto al
privilegiar bienes de bajo contenido de valor agregado que requieren mano de obra no calificada.

Finalmente, las teorías de salarios de eficiencia muestran que a mejores salarios, mayor productividad.
La relación positiva entre salarios y productividad de los salarios puede

explicarse de varias maneras: la primera, tiene que ver con el poder disuasivo del desempleo sobre el
desempeño de los trabajadores. La segunda, con el efecto de los salarios sobre la nutrición y bienestar de los
trabajadores. Y la tercera, con el modelo de rotación laboral según el cual entre menores sean los salarios,
mayor es la rotación laboral, lo que incrementa los costos para las empresas.

Además, si los trabajadores reciben salarios bajos no van a tener dinero suficiente para comprar. Esto indica
que aunque la disminución de los salarios pareciera representar una ventaja para las empresas es, a la larga,
desventajoso pues no tienen a quién vender los bienes que producen. La teoría no demuestra que a mayores
salarios, mayor desempleo, como tampoco muestra que a menores derechos laborales, mayor competitividad .

Aunque según la OIT, durante los años 90 los costos laborales por hora trabajada en la industria colombiana
han aumentado (son de 2,8 dólares), aún siguen siendo bajos. Para citar sólo algunos casos, en Alemania son
de 28,3; en Estados Unidos de 18,2, y en Argentina de 6,3. Lo que demuestra que el problema en Colombia no
es el incremento de los costos asociado con altos salarios y prestaciones, sino la baja calificación de mano de
obra y la ausencia de innovaciones en la producción y en tecnológica que mejore la productividad.

Empleo como problema del patrón de desarrollo

“Pareciera que ya no es el trabajo el que crea la riqueza, sino la riqueza (más propiamente dicho, los ricos) la
que crea el trabajo: el trabajo es un bien, el empleo un privilegio. Ya no es el que trabaja el que rinde una
utilidad a la sociedad, es la sociedad la que rinde una utilidad permitiéndole trabajar, de manera que no se
prive de un puesto de trabajo”. (3)

Estos efectos de la pérdida de valor del trabajo son evidentes en todas las economías mundiales. En América
Latina, y más concretamente en Colombia, las ventajas de la acumulación rentista (de capital producido por el
capital) han impulsado un orden desigual dentro de un mercado pobre y pequeño.

En Colombia el neoliberalismo prometía ser la panacea a vicios como la burocratización y el clientelismo en


las empresas encargadas de los servicios sociales. Sin embargo, tal como lo ha demostrado el proceso de
apertura, el afán del neoliberalismo por proteger el mercado ha empobrecido y estrechado el propio mercado.

En Colombia no hay un Estado moderno, y lo que llamamos mercado nacional no es más que unos cuantos
oligopolios controlados por los cuatro grandes grupos financiero-empresariales, algunas empresas
manufactureras y comerciales en declive, un enorme sector informal en el cual se genera más de la mitad del
‘empleo’ y unos débiles mercados de capitales y de tierras.

La estrechez y la precariedad del mercado hicieron que las reformas no fueran exitosas y que de ellas no se
derivaran ni beneficios para las empresas (más productividad) ni beneficios sociales (menos desigualdad). El
modelo colombiano favoreció el fortalecimiento de los grandes grupos económico-financieros y el
crecimiento acelerado del ahorro financiero.

Como se ha dicho, en un mercado pequeño y precario, los logros no fueron los esperados. No puede, sin
embargo, afirmarse que estos resultados adversos son producto de la situación reciente, sino del proceso de
desarrollo de la sociedad colombiana. El carácter rentista de esta sociedad es el factor que más inhibe las
posibilidades de un desarrollo productivo y generador de empleo en condiciones remunerativas y es, por
tanto, uno de los mayores obstáculos para la vigencia de la ciudadanía social.

De las estructuras sociales tradicionalmente excluyentes y de las reformas económicas de los últimos años ha
surgido una zona de vulnerabilidad conformada por los pobres estructurales (mayoría mujeres y jóvenes) y
por pobres recientes provenientes de sectores medios. (4)

Por un lado, los pobres estructurales encuentran obstáculos gigantescos para integrarse en la dinámica
económica formal y, los nuevos pobres, surgen de las malas condiciones de empleo y del desempleo.

Las políticas de empleos de emergencia, es decir, empleos precarios, inestables, sin protección social y con
baja remuneración, no constituyen para la población vulnerable garantía de inserción social. Buscar entonces
la solución al problema del mercado laboral en la reducción de la protección de los trabajadores carece de
toda lógica, porque se trata es de promover políticas de desarrollo productivo que garanticen empleos de
calidad, los cuales no implican necesariamente empleos con contrato de trabajo tradicional y sueldo medio,
sino una gama de opciones que respondan a las transformaciones tecnológicas y de la producción.

Alternativas externas al propio mercado laboral

Debido a que el problema del empleo es estructural en Colombia, es decir, es parte de un largo proceso
económico, político y social, es necesario que las políticas públicas se orienten hacia la construcción de una
política productiva y equitativa.

Los ámbitos deseables para Colombia desde este punto de vista son:

1. Una agenda redistributiva para Colombia

Los índices de desigualdad en Colombia son unos de los más altos del mundo, lo que se convierte en un
obstáculo a la hora de lograr una dinámica social incluyente.

Una agenda redistributiva para Colombia debe involucrar los siguientes aspectos:

• Que los terratenientes paguen impuestos: la ‘reforma agraria’ propiciada por el auge de los narcotraficantes
que adquirieron terrenos en el 40 por ciento de los departamentos del país y la tradición de familias con
grandes latifundios de tierras, hace que el cobro de impuestos prediales altos pueda ser un buen desestímulo a
la concentración de tierras. Otra solución, propuesta por las centrales sindicales, es propiciar la condonación
definitiva de la deuda rural y establecer un sistema especial de crédito.

• Una verdadera reforma financiera: la apertura financiera en lugar de generar un sector más competitivo y
eficiente, propició el robustecimiento de la financiarización como actividad predominante. Por eso las rentas
financieras obtenidas de la intermediación deben gravarse más fuertemente que las actividades productivas
reales. Después de todo, en la intermediación no se crea valor sino que se apropia. (5)

Otras medidas relevantes son la aplicación de controles más estrictos e impuestos mayores a la inversión
extranjera de carácter meramente financiero, que a la inversión extranjera directa. Se debe definir, además, en
qué casos se otorgan créditos de fomento, pero acompañado de mecanismos efectivos de control social.
• Democratización del mercado de capitales. Es necesario, entonces, incorporar las empresas en proceso de
privatización de capitales, y reformar la Ley 226 de 1996 sobre enajenación de activos públicos para otorgar
efectivamente a los trabajadores la prioridad en los procesos de privatización.

En la actualidad la Ley otorga la prioridad a los trabajadores o sus representantes, incluyendo en estos últimos
a los fondos de pensiones y cesantías, cuyos dueños no son los trabajadores, sino que éstos son sus principales
aportantes. Por esto se debe reformar la Ley para no incluir a los grupos financieros que administran el ahorro
de los trabajadores y las trabajadoras.

• Impuestos a herencias de grandes fortunas: en Colombia la política fiscal no tiene una concepción
redistributiva. Es decir, no contempla la necesidad de acabar -o al menos disminuir- la brecha entre pobres y
ricos, cuando estos últimos derivan su riqueza de herencias. En un país tan desigual como Colombia hay un
amplio margen para obtener, de manera justificada en términos de eficiencia y equidad, abundantes recursos
tributarios derivados de la compensación por parte del Estado de aquellas desigualdades asociadas a ventajas
inmerecidas de muchos ciudadanos y grupos.

El cobro de impuestos altos a herencias no sólo mejora la distribución de la riqueza y del ingreso que se
derive de su uso, sino también el carácter democrático de las condiciones políticas al restringir la perpetuación
del poder económico de los más ricos. El problema en este país es que las enormes desigualdades económicas
y sociales no son el resultado del esfuerzo, sino de un régimen históricamente patrimonialista, rentista y
patriarcal.

• Gasto público eficaz: de nada sirve captar recursos provenientes de los impuestos de los más ricos si ellos no
se distribuyen adecuadamente y, en cambio, generan burocracia y clientelismo. El control social y monitoreo
al cumplimiento de los resultados esperados es fundamental, pues permite, por un lado, evitar la inversión en
programas que no generan beneficios sociales y, por otro, prevenir la clientelización y la corrupción a la hora
de invertir los recursos.

2. Una política macroeconómica más favorable a la generación de empleo

La mundialización financiera hace que Colombia no pueda ser autónoma en lo que se refiere a la adopción de
una política económica, pues tiene que adaptarse a los cambios económicos mundiales. Nuestro país no ha
escapado al fantasma mundial de la acumulación financiera y ello ha afectado el empleo.

Uno de los argumentos más difundidos en el medio colombiano es el de que el incremento de los salarios
ocasiona inexorablemente el aumento del desempleo. Sin embargo, ese supuesto fue ampliamente rebatido
hace varias décadas. Además, es cada vez más evidente que, en el caso de la economía colombiana, donde el
nivel salarial es extremadamente bajo, mantener represados los aumentos salariales está reduciendo
drásticamente el consumo de los hogares. Esto, al contraer la actividad productiva y el crecimiento
económico, aumenta y agrava el desempleo.

Al respecto, un reciente estudio del Departamento de Investigaciones y Estudios de la CGTD explora la


posible relación entre el incremento salarial y el desempleo en la economía colombiana.

El estudio parte de los datos correspondientes al período 1984-1999, sobre el incremento del salario mínimo y
las tasas de desempleo, según cifras del Dane. De acuerdo con esos resultados, a un mayor incremento del
salario corresponde una menor tasa de desempleo. Con base en esta información, no puede seguir afirmándose
que en Colombia el incremento del salario tenga como consecuencia directa el aumento dei desempleo.
Algunas posibles soluciones a explorar a corto plazo son:

• Renegociar con los acreedores de la deuda pública interna los plazos de maduración de los títulos y
restringir al máximo la adquisición de nuevos compromisos de corto plazo y a tasas de interés elevadas.

• Eliminar la remuneración al encaje bancario por parte del Banco de la República.

• Estudiar la posibilidad de establecer un control de cambios, máxime si se decide renegociar los plazos de los
títulos de deuda pública.

• En lugar de incurrir en nuevos créditos que comprometen a futuro aún más la estabilidad, solicitar a los
organismos internacionales y a la banca multilateral el alivio de la deuda pública externa como un aporte al
proceso de paz.

3. Políticas mesoeconómicas

Mientras que el índice de industrialización en 1991 fue 21,1%, en 1995 cayó al 18,8%. Así mismo, en materia
agropecuaria la expansión de la ganadería extensiva y la crisis de los cultivos permanentes ha impedido que la
mayor dinámica de los cultivos transitorios hale una mayor demanda por mano de obra rural.

La ausencia de políticas sectoriales de desarrollo productivo, en particular una política industrial y


agropecuaria orientada a la construcción consciente de ventajas competitivas, es una de las fallas principales
en esta década.

Por eso es necesario no abandonar la construcción de las políticas industrial y agropecuaria a un mercado
estrecho y precario, pues esto equivale a renunciar al propósito de construir una economía más integrada y
competitiva internacionalmente.

En el sector agropecuario es necesario promover tecnológica y comercialmente sectores y productos con


posibilidades de competir en el mercado internacional, básicamente los productos típicamente tropicales. Así
mismo, se hace necesario promover una política comercial estratégica en función de ventajas actuales y
potenciales.

En el sector industrial debe combatir las estructuras oligopólicas y poner en marcha mecanismos de fomento
estratégico en función de criterios objetivos y no de presiones rentistas.

En ambos sectores es imprescindible un mayor compromiso estatal con la investigación. El desarrollo es, por
supuesto, una condición indispensable para el éxito de las políticas.

Ricardo Bonilla, de la Mesa sobre Empleo, propone las siguientes acciones para la recuperación económica y
el desarrollo de la producción nacional: (6)

* Líneas de financiamiento a largo plazo, recapitalización de deudas, propuestas de reconversión industrial


con tasas de interés competitivas y períodos de gracia compatibles con los horizontes de maduración de los
proyectos.

* Incentivos a contratos de empresa conjunta dirigidos a nuevos proyectos en la cadena productiva con
aprendizaje tecnológico y perspectivas exportadoras.
* Promover la banca de inversión y el desarrollo del mercado de capitales.

* Programas de creación de empleos productivos, mejoras en los salarios reales y en la distribución del
ingreso

* Compras estatales a favor de la producción doméstica.

* Mecanismos de articulación empresa-Estado para la promoción y el financiamiento del desarrollo


tecnológico.

* Flexibilización pero no desmonte de los incentivos a las exportaciones. Mantener el Plan Vallejo para bienes
de capital.

* Eliminar aranceles para bienes de capital no producidos, así como el Impuesto al Valor Agregado al bien y a
su transporte.

* Modificar los programas del Sena a partir de una mayor incorporación de nuevas tecnologías y fortalecer los
centros de productividad y los centros de enseñanza técnica.

Alternativas dentro del mercado laboral

La confluencia de factores sociales, políticos y económicos hace que sea necesario abordar la solución al
problema del empleo desde diferentes aspectos:

1. Educación: calidad, cobertura, investigación y capacitación. Según se evidencia en el Informe sobre


Desarrollo Humano 1999, los índices de analfabetismo en el nivel urbano se han mantenido y hay retrocesos
en el rural.

Estos datos se dan al tiempo que la educación superior ha sido víctima de una expansión de la oferta de mala
calidad auspiciada por la Ley 30 de 1993, que permitió la flexibilización de los requisitos de apertura y
acreditación de los programas.

Ante esa situación se hace necesario un replanteamiento de la política educativa, considerando el


fortalecimiento de la oferta pública en todos los niveles y la necesidad de vigorizar el papel de la educación
superior y la educación técnica de calidad en la creación de ventajas competitivas y en la provisión de mano
de obra calificada, capaz de agregar valor de carácter intelectual. Se requiere también una política fuerte de
promoción de ciencia y tecnología.

2. Limitaciones legales a la precarización. La precarización del mercado laboral no es una alternativa


aceptable para la generación de empleo. De hecho, los costos en términos de productividad de contratar mano
de obra en condiciones precarias generan efectos perversos sobre el empleo. Por ello resulta recomendable
restringir normativamente la contratación de mano de obra temporal según el tamaño de la nómina de las
empresas.

3. Políticas poblacionales específicas. Las mujeres no tienen acceso al mercado laboral en condiciones de
igualdad, con el agravante de que cada vez más el empobrecimiento las obliga a salir en busca de empleo en
condiciones no remunerativas. Por ello se proponen políticas de ampliación y diversificación de la oferta
educativa femenina, así como la puesta en marcha de seguros de desempleo.
En materia de juventud, se requieren programas especiales de información para el empleo que, con base en
sistemas de acreditación de las demandas de los empresarios, eviten la sobreexplotación de la mano de obra
juvenil. Así mismo, la promoción de redes interempresariales para la cofinanciación de su capacitación.

4. Participación de los trabajadores en los resultados de las empresas. El esquema de salarios participativos
puede asumirse con cierta flexibilización laboral si a partir de un mínimo aceptado por los trabajadores, parte
de la remuneración está en función de los beneficios de la empresa. Así en situaciones de crecimiento de las
utilidades, los ingresos de los trabajadores mejorarían y, en períodos de recesión, las empresas podrían ajustar
salarios sin detrimento de la estabilidad laboral.

En cualquier caso, la fórmula de productividad y el salario base serían puntos de la concertación entre
trabajadores y empresarios. En períodos de recesión, de todas maneras se garantizaría el mantenimiento de
ciertos niveles de demanda por parte de los trabajadores.

5. Reformas a la Ley 100 de Seguridad Social. Debe considerarse que la temporalidad del empleo, el aumento
del subempleo, la reducción salarial y la rotación laboral afectan negativamente la seguridad social.

En ese sentido es necesario que las reformas del mercado laboral no impliquen bajo ninguna circunstancia un
aumento de la desprotección social. Incluso, es necesario reformar la Ley 100 para establecer fórmulas que
garanticen la protección laboral de los trabajadores informales. (7)

6. Otras propuestas:

• Capacitación profesional. Examinar la propuesta del Sistema Nacional de Formación Profesional, la


cobertura y pertinencia de los programas.

• Jornada laboral. Si como resultado de las mejoras en productividad y debido también al desarrollo de las
fuerzas productivas, se viene disminuyendo el tiempo de trabajo social necesario para generar la producción
nacional, resulta pertinente y necesario examinar la propuesta de reducción de la jornada media de trabajo.

• Búsqueda de ventajas competitivas en las regiones. El mejoramiento de los servicios de información e


intermediación laboral a nivel de los mercados de trabajo locales y regionales, al igual que la promoción de
los comités locales de empleo, son aspectos que no pueden soslayarse en una propuesta estratégica para la
generación de empleo.

https://www.semana.com/nacion/articulo/propuestas-para-politica-estrategica-
empleo/41747-3

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