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Antes de fijarnos en estos 5 casos que te hemos enunciado, repasemos brevemente qué
es la responsabilidad social empresarial (RSE).
Responsabilidad medioambiental:
Todas las actividades empresariales tienen un impacto sobre el medio ambiente, desde
la obtención de materias primas hasta la distribución de los productos, pasando por su
fabricación. Para ser responsable en este aspecto, es preciso optimizar en lo posible los
recursos utilizados y tratar de minimizar el impacto con, por ejemplo, medidas de
ahorro energético.
Responsabilidad comunitaria:
Los clientes y clientas son uno de los actores más directamente afectados por la
actividad empresarial. Es responsabilidad de estas mantener estándares de calidad en sus
productos y servicios, aportando políticas de transparencia para que el mercado tenga
plenas garantías de ello.
Detrás de las empresas, ante todo, existen personas. Medidas encaminadas a conciliar el
trabajo y la familia, ofrecer cursos y actividades de formación, reducir las horas extra o
mantener un trato cordial y respetuoso en todos los aspectos son medidas
empresarialmente responsables.
Veamos ahora, pues, de qué modo esto se lleva a la práctica por parte de empresas
internacionalmente reconocidas por sus buenas prácticas. ¡Puede que a partir de ahora
mires con nuevos ojos las marcas que eliges!
1. Harineras Villamayor – España:
2. Ecover – Bélgica:
5. Dorf-Installateur – Austria:
La compañía austríaca Dorf-Installateur está especializada en la instalación de equipos
sanitarios y sistemas de calefacción y representa uno de los ejemplos más claros de
responsabilidad social empresarial más integrales. Desde el punto de vista del equipo
humano, apuesta por la formación continua y la motivación de sus empleados,
organizando jornadas de puertas abiertas a aprendices interesados en las energías
renovables y desarrollando proyectos formativos, teniendo siempre en cuenta la
satisfacción de sus empleados. Además, fomenta el trabajo colaborativo y potencia
el desarrollo de las capacidades artesanales de sus empleados. Participa e
impulsa proyectos de formación para niños y niñas con discapacidad, como el
colegio Schulheim Mäder. También investiga y desarrolla sistemas de calefacción
respetuosos con el medioambiente a través del uso de energías renovables.
Se trata de decisiones cotidianas, claro que sí, pero si las aplicamos a gran escala
pueden convertirse en decisiones contundentes para exigir un cambio en el modelo de
producción de las empresas y los mercados en general.
Tenlo siempre presente: la idea es apostar por un mundo con más oportunidades, menos
desigualdad y más transparencia. ¡Está en tus manos como habitante del planeta!
La responsabilidad social empresarial (RSE) se trata del rol que tiene una empresa
ante la sociedad. El World Bank Group la define como “hacer negocios basados en
principios éticos y apegados a la ley”. Por lo tanto, es un modelo de hacer negocios y,
como tal, forma parte de la cultura organizacional.
Contrario a lo que muchos piensan, ser una empresa responsable con la sociedad no
implica dejar de ser rentable. No se trata de un modelo de negocios desinteresado; las
empresas se crean con fines de lucro.
El interés de las empresas de existir a largo plazo (es decir, de ser económicamente
sostenibles), es lo que motiva a muchas empresas a ser socialmente responsables.
Esta responsabilidad social empresarial consiste en crear un balance entre el
crecimiento económico, el bienestar social y el aprovechamiento de los recursos
naturales.
Las empresas pueden orientar sus prácticas responsables hacia el interior o hacia el
exterior de la empresa. La responsabilidad interna se enfoca en los valores
corporativos que definen el proceder de la empresa. De otra parte, la responsabilidad
externa está orientada hacia los clientes y la cadena de suministro.
1. MÁS PRODUCTIVIDAD
Estudiosos del tema afirman que los consumidores establecen una relación positiva
con las empresas socialmente responsables. La razón es que la RSE agrega valor al
consumidor; ya sea valor emocional, valor social o valor funcional. En otras palabras,
contar con clientes leales se convierte en un activo intangible para las empresas, lo cual
les brinda una ventaja competitiva ante otras marcas.
Creemos firmemente que ser agente de cambio social no solo es lo correcto, sino
también una decisión de negocios inteligente. Una sociedad fructífera beneficia tanto
a los individuos como a las empresas que forman parte de ella.
Nuestro programa conecta a organizaciones sin fines de lucro con empresas privadas
para crear alianzas que beneficien a los residentes de distintas
comunidades.Tenemos como norte promover el bienestar social para así fomentar el
crecimiento económico.
Es importante resaltar que este tipo de actividades no se establecen para cumplir con
alguna ley, más bien es un aporte completamente voluntario.
Muchas empresas otorgan regalos a los niños de su comunidad como responsabilidad
social empresarial.
Los clientes son leales por el simple hecho de ver que la empresa es responsable.