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LA DISCAPACIDAD AUDITIVA EN EDUCACIÓN

(AUTORA: ANA MARÍA GONZÁLEZ CASTELLANO)

Introducción

Para aquellos niños/as que presentan trastornos de audición, la intervención


temprana, se constituye como una acción preventiva de toda una gama de
complicaciones derivadas de la pérdida auditiva ya que en la actualidad esta no debe
ser un límite en el desarrollo del niño/a.

A menudo la disminución auditiva lleva a presentar en los niños/as conductas


anormales, esto hace que el diagnóstico se dificulte, se confunda con un niño
distraído, falto de comprensión, autista e incluso discapacitado intelectual, sin embargo
estos niños/as pueden ser tan inteligentes como cualquier oyente.

Desde la perspectiva educativa se distinguen dos grupos de escolares con


discapacidad auditiva. Aquellos que tienen una pérdida media o moderada de su
capacidad auditiva y los que tienen una perdida grave.

Los alumnos y alumnas hipoacúsicos tienen mayores posibilidades de adquirir el


lenguaje oral con apoyo protésico, entrenamiento en discriminación auditiva y apoyo
logopédico. Los alumnos y alumnas con sordera profunda, aun utilizando prótesis,
carecen de audición.

Cuando no tienen otra deficiencias asociadas, los niños sordos tienen una
capacidad intelectual similar a los oyentes, aunque su desarrollo cognitivo puede
verse limitado, en algunos casos por sus limitaciones lingüísticas.

El aprovechamiento de los restos auditivos y la intervención logopédica son los


pilares básicos para el desarrollo de los niños y niñas hipoacúsicos; con ellos se puede
contribuir de forma eficaz al desarrollo de su capacidad comunicativa.

Para el alumnado con un grado de deficiencia auditiva mayor, es precios apoyar el


aprendizaje del lenguaje con sistemas gestuales , que en algunos casos son
complemento de la lectura labial y en otros puede simultanearse con la lengua oral.

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Podemos hablar de alumnos con pérdidas auditivas leves, medias, severas o
profundas. En la pérdida auditiva leve la audición se sitúa entre 20 y 40 decibelios
(puede pasar desapercibidas).

La audición media se sitúa entre 40 y 80 decibelios, se puede conseguir oralidad


por vía auditiva, si se cuenta con una buena prótesis. Aparecen déficits más
importantes a medida que se supera los 70 decibelios y se hace necesario aumentar
su vía auditiva mediante una prótesis bien adaptada, estimulación auditiva y apoyo
logopédico.

Una deficiencia es severa cuando está entre 70 y 90 decibelios y sólo puede percibir
algunas palabras amplificadas. El proceso de adquisición del lenguaje oral no se
realizará de forma espontánea, por lo que será imprescindible la intervención
logopédica para lograr un habla intligible.

Cuando es superior a 90 decibelios estamos ante una deficiencia auditiva profunda.


Necesita la ayuda de códigos de comunicación alternativa.

¿Qué entendemos por discapacidad auditiva?


Por discapacidad auditiva entendemos todos los tipos de pérdida auditiva o
deficiencia auditiva ,ya sea de forma leve o profunda.

Los tipos de pérdida auditiva según la zona en que se localiza el daño, se clasifican
en las siguientes formas:

- Conductiva: cuando la lesión se localiza en el oído externo o medio

- Sensorial: la lesión se localiza en el oído interno. En la cóclea .

- Retrococlear: cuando la lesión se encuentra en el VIII par craneal.

- Central: la lesión se localiza en el cerebro.

- Mixta: es la combinación de una lesión conductual y sensorial.

- Combinada: es la combinación que se puede dar entre estas.

Existen una serie de factores que condicionan el desarrollo del alumnado con déficit
auditivo:

- El grado de intensidad de la pérdida auditiva

- La edad de comienzo de la sordera.

- Momento en que se produce la pérdida auditiva.

- Intensidad y frecuencia.

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- Las actitudes de los padres y madres ante la sordera

- Origen de la sordera, congénita o adquirida.

Resulta de vital importancia establecer la edad en la que se presenta el déficit


auditivo, ya que los niños que pierden su audición después de la adquisición del
lenguaje tienen una ventaja importante en cuanto a su desarrollo, en comparación con
los niños cuya pérdida es congénita o anterior a la adquisición del leguaje.

La detección y el diagnóstico oportuno son importantes ya que en la medida en que


esto se logre el desarrollo del lenguaje se establecerá de manera más natural y con
menos dificultades.
Existen dos edades principalemente:

- Prelinguística: se presenta desde el nacimiento hasta antes del desarrollo del


lenguaje (niños menores de tres años).

- Post-lingüística: edad en que la pérdida acústica, aparece después de la


adquisición espontánea del lenguaje (entre los tres y tres años y medio en
adelante.

¿Cómo influye la pérdida auditiva en el desarrollo del


niño?

La pérdida de audición no es sólo la pérdida del sonido, sino toda la serie de


consecuencias que esto conlleva en la adquisición del lenguaje oral y en el
desarrollo integral del niño/a.

Los niños y niñas con problemas auditivos no tienen por qué presentar problemas
en su capacidad intelectual, aunque en su evolución se enfrentan con problemas
para adquirir e interiorizar el lenguaje.

La sordera afecta a la generación y desarrollo de las representaciones


fonológicas (representaciones mentales, basadas en sonidos y/o grupos fonológicos
del habla.

La problemática auditiva no afecta de la misma forma a todos los niños, ya que


esto depende de la edad en que aparezca la pérdida y la gravedad de ésta y de
acuerdo a esto serán las consecuencias que tenga el niño.

La edad crítica para la aparición de problemas auditivos graves es a los tres años
de edad. Se considera un problema grave a partir de una pérdida severa o mayor,
porque con pérdidas menores a 70 decibeles, aun cuando sean desde el
nacimiento, los niños pueden adquirir, por un lado el conocimiento sobre la
funcionalidad del lenguaje y por otro lado la gran mayoría de sus elementos
fonológicos, sintácticos, pragmáticos y semánticos.

Los niños y niñas sordos no desarrollan el lenguaje de forma espontánea; así los
niños y niñas sordos de padres y madres oyentes aprenden el lenguaje oral que se
utiliza en su entorno familiar y los de padres y madres sordos aprenden de forma
natural el lenguaje de signos.

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Es muy importante estimular a los bebés sordos a realizar sus emisiones orales
con significado diferenciado, incluso en las situaciones de una defectuosa
reproducción fonológica

Las limitaciones intelectuales en los niños y niñas sordos se pueden apreciar en


el juego simbólico, que se desarrolla más tarde y con mayor limitación debido a
unas relaciones sociales y comunicativas restringidas.

Los niños y niñas sordos, tienen mayores dificultades para adquirir los
conocimientos. Estas dificultades también se extienden a la lectura de textos
escritos.

Necesidades educativas

Las necesidades educativas pueden centrarse en las siguientes:

- Desarrollo de la capacidad de comprensión y expresión escrita.

- La adquisición temprana de un sistema de comunicación, ya sea oral o signado.

- La estimulación y el aprovechamiento de la audición residual

- La construcción del autoconcepto y la autoestima.

- La obtención de información continuada de lo que ocurre en su entorno

- Adaptación del currículo.

- Empleo del equipamiento técnico para el aprovechamiento de los restos


auditivos.

- El apoyo logopédico y curricular.

- Adquisición y uso de la lengua de signos española.

Desarrollo emocional y social

Cuando tratamos con alumnos alumnas con déficit auditivo es necesario conocer los
factores de su entorno familiar y social, que van a favorecer su desarrollo y su
aprendizaje.

Los niños/as con pérdida superficial o media, es difícil de detectar el problema de


audición en los primeros años, ya que más bien aparentan ser niños distraídos, o con
problemas de aprendizaje.

Esta situación puede ocasionar problemas psicológicos y sociales. La madre regaña


al niño por no prestarle atención o por no hacer las tareas. El niño/a no sabe por qué
es regañado y responde de forma agresiva. También sus hermanos y amigos se
desesperan cuando no lo entienden por lo que lo tratan de forma despectiva.

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Los niños/as con pérdida superficial o media, se dan más rápidamente cuenta de su
afección que en los que comparativamente son más severas, sin embargo les es difícil
manifestarlos, por lo que no entienden, estar en un programa de educación especial.

Es importante para ellos que se les integre en todas las actividades familiares,
comunitarias y educativas ya qu esto favorecerá su propia aceptación .

En cuanto a los niños/as con pérdidas severas, el retraso en la adquisición del


lenguaje y los problemas de comunicación que experimentan, generalmente limitan las
oportunidades de interacción social y aumenta las frustraciones del niño y de sus
padres, por lo que el niño sordo es poco sociable.

Se recomienda que el docente sea flexible y analice las posibilidades de cada niño.

Atención educativa

En el aula ordinaria:

En el aula ordinaria el profesorado debe adoptar unas series de medidas y


estrategias, para adecuar las enseñanzas a las características y posibilidades de
aprendizaje de estos escolares:

- Cuidar las condiciones acústicas de las aulas. Evitar los ruidos y asegurar que
los equipos tienen un buen funcionamiento.

- Todas las Unidades Didácticas tienen que ir acompañadas de material


complementario.

. Utilizar toda la información posible mediante medios visuales: DVD,


transparencias, diapositivas, vídeo....

. Utilizar la comprensión de los textos con definiciones de términos, diagramas,


esquemas resúmenes.....

- Utilizar un alumno colaborador, se trata de un compañero/a que ayuda al


compañero con discapacidad auditiva.

- Informar con claridad al alumno/a las actividades que tiene que realizar, cómo
tiene que hacerlas, qué recursos y apoyos puede utilizar.

- El apoyo educativo en las áreas del currículo de la educación infantil y primaria


puede ser realizado por el profesorado ordinario y los maestros especialistas en
educación especial o en audición y lenguaje.

Atención educativa especializada

El alumnado con discapacidad auditiva, precisa atención educativa especializada


para la adquisición del código de comunicación que mejor se adecue a sus
necesidades y posibilidades.

Algunas intervenciones que corresponden a los maestros especialistas son las


siguientes:

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- El desarrollo de la capacidad de comprensión y expresión oral y escrita

- Entrenamiento en la lectura labiofacial y en el manejo de la Palabra


Complementada.

- Adquisición del repertorio fonológico, la voz y los aspectos suprasegmentarios


del habla.

- Asesoramiento al profesorado sobre adaptaciones curriculares y estrategias de


interacción y comunicación.

- Asesoramiento al profesorado sobre adaptaciones curriculares y estrategias de


comunicación e interacción.
Conclusión

La discapacidad auditiva repercute directamente sobre el proceso de adquisición y


desarrollo del lenguaje en los niños y niñas que la poseen.

El impacto que la sordera tiene sobre este proceso varía según la edad de
aparición, el tipo y el grado de sordera, la estimulación auditiva y del lenguaje recibida
desde que se produce, el tipo de escolarización, las competencias cognitivas y el
contexto sociocultural en el que crece la persona.

Bibliografía
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Marchesi, A.; Coll.; Palacios, J.:Desarrollo psicológico y educación III. Madrid. Alianza.

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Valmaseda, M. (1995): Las personas con discapacidad auditiva, y La evaluación y


tratamiento en las deficiencias auditivas, en Verdugo Alonso, M.A., (1995): Personas
con discapacidad. Perspectivas psicopedagógicas y rehabilitadoras, Madrid, Siglo XXI.

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Resumen

Los alumnos con discapacidad auditiva necesitan en los centros escolares una
atención muy personalizada. Para poder atender correctamente a estos alumnos, es
necesario conocer sus características, necesidades y posibilidades por parte del
profesorado.

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