Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Lección de anatomia
del doctor TULP
I.CLASIFICACIÓN y DESCRIPCIÓN.
REMBRANDT
Lección de anatomía del profesor Tulp
Cronología: 1632
Técnica : óleo sobre lienzo
Tipología: Retrato colectivo
Localización: Mauritshuis, la Haya
II. ANÁLISIS
Pero en un lugar opuesto dentro de la estructura de estado y, por tanto, en los modos y maneras, se encontraba otro
mundo, no tan distante geográficamente pero sí en cuanto a su política, sociedad y pensamiento. Nos referimos a los
Países Bajos.
Para entender la vestimenta de esta región, se debe resumir la realidad del entorno en el cual aparece una nueva
manera de vestir, la cual se consolidad en el siglo XVII, años en que Europa se encontraba sumida en una crisis
económica general. Ya en la primera mitad del siglo aparecen serios problemas demográficos: cruentas epidemias,
entre las que destacan las de peste, se repitieron periódicamente, coincidiendo con épocas de carestía y hambre. La
crisis económica afectó, sobre todo, a los países mediterráneos, quienes dejaron de ser el centro de desarrollo
económico: Italia, España y Portugal ingresaron en un gran período de decadencia.
La única nación que no solamente escapa a esta crisis sino que entra en su etapa de esplendor es la que constituía los
llamados Países Bajos. El siglo XVII es conocido como la etapa de Hegemonía neerlandesa del siglo XVII, o Edad de
Oro neerlandesa, período en el que esta región se transformó en una potencia de Europa. Su política económica: el
mercantilismo – «vender mucho y comprar poco»-, y fomentar el comercio. La principal fuente de riqueza la
constituía la Banca, a la que afluían los enormes capitales sobrantes del comercio exterior.
Pero si importancia tuvo en el contexto la economía y sistema político, mucho más la tuvo la ideología y, su principal
manifestación, la religión cuya corriente generalizada en Holanda en el siglo XVII era el calvinismo.
El calvinismo poseía un enfoque de la vida cristiana distante del catolicismo y como vertiente del Cristianismo
Protestante era en su inicio sólo una más de las diversas corrientes protestantes existentes en Holanda. Pero pronto se
generaliza por ser un pensamiento que se adaptaba a la perfección a la realidad política y social del siglo XVI en los
Países Bajos.
Por otro lado, desde Inglaterra comienzan a llegar a Holanda otra facción del protestantismo, en este caso, de corte
más radical: el puritanismo. Con la intención de purificar su iglesia nacional mediante la eliminación de cada
fragmento de la influencia católica, la Revolución Puritana, de confesión calvinista, surgió en el siglo XVI en
Inglaterra como rechazo tanto a la Iglesia Católica como a la Iglesia Anglicana.
La persecución de los puritanos y otras sectas derivadas de la reforma, propició que muchos emigraran hacia los
Países Bajos, cuyas autoridades los recibieron con agrado, abriendo sus fronteras a todos aquellos que podían dar
beneficios, incluido el mundo de la cultura. Llegaron pensadores importantes como Spinoza, Descartes y John Locke.
Así se convierte esta próspera nación en un lugar de acogida para corrientes religiosas perseguidas como eran los
hugonotes, los jansenitas, los puritanos ingleses, entre otros.
En la doctrina de la mayoría de estas confesiones existían muchos puntos en común, entre los cuales se destacan
aquellos que afectarán a su modo de vida y, por tanto, a la apariencia: austeridad, la convicción de que el trabajo
forma parte de la virtud moral, y que el éxito en los negocios es una evidencia de la gracia divina. El rechazo hacia el
despilfarro, la crítica a la extrema fastuosidad de la liturgia cristiana católica, pasa a la vestimenta, marcando un
modo de vestir con ausencia de lujo tanto en los materiales como en su decoración.
Es así como podemos comprender la difusión de un estilo vestimentario que se generaliza en muchos de los
habitantes de Holanda durante la época, años en que el mundo entero estaba fascinado por las sedas labradas, los
terciopelos bordados, las joyas y el colorido propios de la moda cortesana pautada desde Francia.
A pesar de que no todos los holandeses rechazaron el uso del color en sus atuendos, la mayoría de ellos, sobre todo,
sus representantes de la política y economía, sí lo hicieron. Burgomaestres, magistrados municipales y, sobre todo,
los ‘regentes’ al frente de asociaciones, gremios o fundaciones culturales o financieras, a pesar de ser parte de una
elite acomodada, preferían vestirse a base de paño negro y lino blanco.
Ello se debe a que el negro es uno de los colores que representa ideas opuestas: autoridad y humildad, rebelión y
conformidad, riqueza y pobreza… Pero también significa ausencia, elegancia, poder, misterio, mal, tradición y
tristeza. Pero, sobre todo, en su vertiente más religiosa, es el color de la condena, pero también de la renuncia a la
vanidad. Y con este significado es que puritanos y calvinistas lo hacen suyo y no en cualquier material, en aquel que
mejor absorbe la tintura negra: la lana, tejido en cuya producción se destacaba los Países Bajos, conjuntamente con el
lino. Ambos materiales serán los básicos para la vestimenta de los extremistas de las religiones reformadas.
Todo ello podemos observarlo en la amplia variedad del retrato de la pintura neerlandesa del siglo XVII. Artistas
como Jan de Bray, Frans Hals, Antonie Palamedesz y, por supuesto, Rembrandt realizaron obras de individuos o de
grupo, estas últimas como reflejo de la estructura social de Holanda, más ‘horizontal’ que vertical. Regentes de
“guildas” (corporación de mercaderes o comerciantes) o de fundaciones caritativas, grupos de médicos, de pintores,
aparecen en cuadros de gran formato mostrando sus negros ropajes con cuellos y puños inmaculadamente blancos.