Vous êtes sur la page 1sur 11

REMBRANDT.

Lección de anatomia
del doctor TULP
I.CLASIFICACIÓN y DESCRIPCIÓN.
REMBRANDT
Lección de anatomía del profesor Tulp
Cronología: 1632
Técnica : óleo sobre lienzo
Tipología: Retrato colectivo
Localización: Mauritshuis, la Haya

La lección es del doctor Nicolaes Tulp, ,


perteneciente al gremio de cirujanos, que son quienes
encargan el cuadro..

El doctor es el único que lleva sombrero, para


subrayar su posición social En esta época se desarrolla un
gran interés por la anatomía,. Con estas lecciones se
pretendía mostrar la sabiduría de Dios al construir un
cuerpo tan perfecto. Uno de los asistentes porta un folio
con el nombre de los personajes

El cadáver diseccionado ( muy verídico) es el de un


criminal castigado con la horca el día anterior. Los
asistentes no están colocados linealmente sino conforme a
criterios teatrales ( hecho novedoso)

II. ANÁLISIS

Siendo un retrato de grupo ya realiza


aportaciones.
Era frecuente en los retratos de grupos el
respeto por la jerarquía y que todos fueran visibles.,
pero aquí Rembrandt subordina lo que es el retrato a
la acción representada: la DISECCIÓN Y LA
CHARLA DEL PROFESOR

Composición. Aparece una organización piramidal con


el vértice en la cabeza más alta y una profunda diagonal
desde el libro hasta el personaje que aparece al fondo.

LA LUZ es dorada y artificiosa y procede de arriba


de lo alto contribuyendo a realzar rostros y golillas , pero
el foco principal cae sobre el cadáver , las pinzas y los
tendones rojos , de este modo existe un contraste entre la
frialdad que desprende el cuerpo desnudo del cadáver y la
calidez de los rostros.

EXISTE una atmosfera dominada por el


CLAROOSCURO que proporciona volumen a los
personajes que los rodea o envuelve.
La disección y lección se realiza en un espacio cuyo
fondo arquitectónico aparece sombreado , sombras
doradas, y con un cartel con el nombre y fecha del artista
Este espacio sombrío contribuye a concentrar la atención
en las expresiones de los asistentes

EXPRESIONES . A pesar de que es una lección, nadie


parece mirar al cadáver , alguos miran al libro.

III. CONTEXTO y AUTOR.

Rembrand, F. HALS Y VERMEER DE DELF son


los grandes pintores de la escuela barroca holandesa.

Contexto histórico. Holanda independiente a partir de


1648, con una rica y próspera burguesía y religión
calvinista :caracterizada por la moral de la intimidad
interior y salvación personal, el buen hacer, el trabajo, la
vida familiar Todo ello se manifiesta en :. Espíritu
individualista.y amor y orgullo de su tierra
Clientela : la burguesía, por tanto gusta de los retratos, de
representar la vida cotidiana o paisajes. Cuadros de
pequeño tamaño, excepto algunos de Rembrandt.
Artistas : Novedad: no dependen de un mecenas sino del
gusto del público. Aparece el marchante como persona
que promociona y coloca y vende los cuadros.

AUTOR: REMBRANDT von Rijn. (1606- 1669) Su


vida transcurre desde la felicidad y éxito como retratista
de prestigio hasta la miseria de su vejez..
Rembrandt es el pintor de la luz y claroscuro pero no
como Caravaggio (luz y sombra) sino mediante transición
: zonas iluminadas pero las sombras las colorea son
sombras doradas con lo que crea una especial
atmósfera.. Crea con focos de luz lo que luego consigue
Velázquez : la profundidad luz, sombra, luz ( ejemplo
Ronda de noche)
Preferencia y construcción mediante el color con en el
que es capaz de lograr tonalidades y matices . con
pinceladas . espontáneas v pastosas
Pero Rembrandt también es el pintor preocupado por
captar el interior del hombre. , por eso los ojos tan difícil
de conseguir para un pintor en los cuadros de Rembrandt
están especialmente logrados

Temas : (El buey desollado), temas mitológicos, escenas


religiosas ( Sacrificio de Isaac) y retratos, tanto
individuales (Saskia, numerosos Autorretratos), como
colectivos (La lección de anatomía del doctor Tulp, Los
síndicos de los pañeros y La ronda de noche, su obra
maestra). Realizó también magníficos grabados al
aguafuerte.
Autorretrato 1669. El mismo año de su muerte.
Maestría en los ojos
EL TRAJE HOLANDÉS DEL SIGLO XVII. LA REFORMA EN EL
PENSAMIENTO Y LA VESTIMENTA.
7 noviembre, 2014 · de dianafernandezgonzalez · en Historia del Traje y la Moda. ·

1657. Anthonie Palamedesz. Retrato de un caballero.


En las últimas publicaciones sobre Historia del Traje (a excepción de la dedicada a la vestimenta de los sectores
humildes) nos hemos detenido en la moda cortesana, apreciando el lujo y esplendor que caracterizaba la vestimenta
en los siglos XVI y XVII. No queda duda que era ese estilo cortesano el quetodos querían imitar, debido al poder
alcanzado por los representantes de las casas reales más poderosas del mundo. Y en ello, el modelo político de las
monarquías absolutas jugó un papel esencial.
La institución real y al personaje que la encarnaba se convirtieron en los paradigmas de deseo. El Rey era el
representante de la autoridad divina al que se le deben rendir homenajes especiales que no se les rinden a los demás
hombres. Se produce una absorción de elementos del ritual litúrgico por la monarquía, que fomenta la exteriorización
de las emociones en torno suyo. Es la época de las grandes festividades, coronaciones, nacimientos, bodas y sepelios
de la familia real, mostrándose el máximo de suntuosidad, con el objetivo de deslumbrar con la fastuosidad,
justificándose los gastos necesarios como razón de estado.

Pero en un lugar opuesto dentro de la estructura de estado y, por tanto, en los modos y maneras, se encontraba otro
mundo, no tan distante geográficamente pero sí en cuanto a su política, sociedad y pensamiento. Nos referimos a los
Países Bajos.

Para entender la vestimenta de esta región, se debe resumir la realidad del entorno en el cual aparece una nueva
manera de vestir, la cual se consolidad en el siglo XVII, años en que Europa se encontraba sumida en una crisis
económica general. Ya en la primera mitad del siglo aparecen serios problemas demográficos: cruentas epidemias,
entre las que destacan las de peste, se repitieron periódicamente, coincidiendo con épocas de carestía y hambre. La
crisis económica afectó, sobre todo, a los países mediterráneos, quienes dejaron de ser el centro de desarrollo
económico: Italia, España y Portugal ingresaron en un gran período de decadencia.

La única nación que no solamente escapa a esta crisis sino que entra en su etapa de esplendor es la que constituía los
llamados Países Bajos. El siglo XVII es conocido como la etapa de Hegemonía neerlandesa del siglo XVII, o Edad de
Oro neerlandesa, período en el que esta región se transformó en una potencia de Europa. Su política económica: el
mercantilismo – «vender mucho y comprar poco»-, y fomentar el comercio. La principal fuente de riqueza la
constituía la Banca, a la que afluían los enormes capitales sobrantes del comercio exterior.

Pero si importancia tuvo en el contexto la economía y sistema político, mucho más la tuvo la ideología y, su principal
manifestación, la religión cuya corriente generalizada en Holanda en el siglo XVII era el calvinismo.
El calvinismo poseía un enfoque de la vida cristiana distante del catolicismo y como vertiente del Cristianismo
Protestante era en su inicio sólo una más de las diversas corrientes protestantes existentes en Holanda. Pero pronto se
generaliza por ser un pensamiento que se adaptaba a la perfección a la realidad política y social del siglo XVI en los
Países Bajos.

Por otro lado, desde Inglaterra comienzan a llegar a Holanda otra facción del protestantismo, en este caso, de corte
más radical: el puritanismo. Con la intención de purificar su iglesia nacional mediante la eliminación de cada
fragmento de la influencia católica, la Revolución Puritana, de confesión calvinista, surgió en el siglo XVI en
Inglaterra como rechazo tanto a la Iglesia Católica como a la Iglesia Anglicana.

La persecución de los puritanos y otras sectas derivadas de la reforma, propició que muchos emigraran hacia los
Países Bajos, cuyas autoridades los recibieron con agrado, abriendo sus fronteras a todos aquellos que podían dar
beneficios, incluido el mundo de la cultura. Llegaron pensadores importantes como Spinoza, Descartes y John Locke.
Así se convierte esta próspera nación en un lugar de acogida para corrientes religiosas perseguidas como eran los
hugonotes, los jansenitas, los puritanos ingleses, entre otros.

En la doctrina de la mayoría de estas confesiones existían muchos puntos en común, entre los cuales se destacan
aquellos que afectarán a su modo de vida y, por tanto, a la apariencia: austeridad, la convicción de que el trabajo
forma parte de la virtud moral, y que el éxito en los negocios es una evidencia de la gracia divina. El rechazo hacia el
despilfarro, la crítica a la extrema fastuosidad de la liturgia cristiana católica, pasa a la vestimenta, marcando un
modo de vestir con ausencia de lujo tanto en los materiales como en su decoración.

Es así como podemos comprender la difusión de un estilo vestimentario que se generaliza en muchos de los
habitantes de Holanda durante la época, años en que el mundo entero estaba fascinado por las sedas labradas, los
terciopelos bordados, las joyas y el colorido propios de la moda cortesana pautada desde Francia.

A pesar de que no todos los holandeses rechazaron el uso del color en sus atuendos, la mayoría de ellos, sobre todo,
sus representantes de la política y economía, sí lo hicieron. Burgomaestres, magistrados municipales y, sobre todo,
los ‘regentes’ al frente de asociaciones, gremios o fundaciones culturales o financieras, a pesar de ser parte de una
elite acomodada, preferían vestirse a base de paño negro y lino blanco.

1622. Werner Jacobsz. van den Valckert. Cinco regentes de Groot-Kramergild..


1663. BRAY, Jan de Bray. Los regentes del orfanato de Haarlem
La ausencia de color, y más aún, la presencia del negro, se extenderá con un nuevo significado. Hasta el siglo XVII
este ‘no color’ había encarnado otra connotación: vestir de negro era símbolo de elegancia en la corte de Borgoña en
el siglo XV, idea que fue trasladada a España por Carlos V y asumida por Felipe II quien pronto lo estableciera como
color de la corte católica española.
Es en el XVII cuando es asociado a una ideología opuesta, gracias a los “cabezas redondas” o “cabezas rapadas” de
Crowmwell, con sus vestiduras negras, los cuales promovía que con el negro se administraba la ortodoxia religiosa
anticatólica. ¿España católica con el color negro como emblema y los puritanos protestantes como su distintivo?…

Ello se debe a que el negro es uno de los colores que representa ideas opuestas: autoridad y humildad, rebelión y
conformidad, riqueza y pobreza… Pero también significa ausencia, elegancia, poder, misterio, mal, tradición y
tristeza. Pero, sobre todo, en su vertiente más religiosa, es el color de la condena, pero también de la renuncia a la
vanidad. Y con este significado es que puritanos y calvinistas lo hacen suyo y no en cualquier material, en aquel que
mejor absorbe la tintura negra: la lana, tejido en cuya producción se destacaba los Países Bajos, conjuntamente con el
lino. Ambos materiales serán los básicos para la vestimenta de los extremistas de las religiones reformadas.

Todo ello podemos observarlo en la amplia variedad del retrato de la pintura neerlandesa del siglo XVII. Artistas
como Jan de Bray, Frans Hals, Antonie Palamedesz y, por supuesto, Rembrandt realizaron obras de individuos o de
grupo, estas últimas como reflejo de la estructura social de Holanda, más ‘horizontal’ que vertical. Regentes de
“guildas” (corporación de mercaderes o comerciantes) o de fundaciones caritativas, grupos de médicos, de pintores,
aparecen en cuadros de gran formato mostrando sus negros ropajes con cuellos y puños inmaculadamente blancos.

1665. Ferdinand Boñ. Gobernantes del gremio de mercaderes de vino.


1663. Jan de Bray. El impresor de Haarlem Abraham Casteleyn y su esposa Margarieta van Bancken.

1664. Frans Hals. Rectoras de asilo de ancianas de Haarlem.


Pero también en sus obras aparecen familias dentro de sus espaciosas casas y aunque la ética imperante recomendaba
que se reflejara austeridad y humildad, los salones retratados y en ocasiones la riqueza de los encajes, delataban un
gusto innegable hacia ciertos lujos, aunque éstos aún fueran distantes de los derrochados por los cortesanos del resto
de Europa.

1633. Pieter Codde. Caballeros y damas


1666. Eglon Hendrick van der Neer. Mujer y hombres en la habitación

1668. Regentas en sesión de té.

Vous aimerez peut-être aussi