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Prevención de la Tortura

Módulo 3. Métodos De Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes

Introducción

De acuerdo a la información de Amnistía Internacional, en muchos países la tortura a menudo


se utiliza no sólo para infligir dolor a una víctima específica, sino también para aterrorizar a
otras personas –presuntos/as delincuentes, disidentes políticos o presuntas/os enemigas/os– y
disuadirlas de que emprendan acciones que el gobierno considera que amenazan a sus intereses.

Esta organización menciona que la tortura es a menudo un atajo abusivo para extraer
"confesiones". La víctima, casi siempre o muy a menudo, firma lo que le pongan delante, con tal
de que acabe la tortura.

Por otra parte, la niñez también es víctima de tortura o maltrato, ya que según la organización
Child Rights International Network (2018), la UNICEF afirma que la tortura de niños y niñas
"ocurre en distintos contextos, entre otros: en allanamientos por parte de la policía por ser
percibidos como causantes de amenazas contra el orden público o la seguridad; cuando los niños
están encarcelados o ingresados en centros de detención; y cuando los niños son percibidos
como vinculados de cualquier forma a grupos subversivos, lo que incluye ser hijo de militante". El
estudio de la ONU sobre la violencia contra las niñas y los niños (UNVC, 2006, p. 175) observa en
su informe que los niños y niñas en instituciones públicas de muchos países están expuestas/os
a violencia por parte del personal y otras/os encargadas/os de su cuidado, incluyendo "tortura,
palizas, aislamiento, atadura, violación, acoso y humillación”.

Diferencia entre tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes

¿Qué es la tortura?

De conformidad con el artículo 1.º de la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes, debe entenderse como…

Todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona


dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin
de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de
castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha
cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por
cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación.

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En otras palabras, la tortura:

Es todo acto que produzca dolor o sufrimiento deliberado.

Incluye todo método que busque anular la personalidad de la víctima o disminuir su


capacidad física o mental, incluso si no causa dolor físico o angustia psíquica.

Daña a la persona en su esfera física o mental y menoscaba la dignidad humana de la persona.

En ese sentido, diversos instrumentos internacionales consagran el derecho imprescriptible a


no ser torturada/o y expresan la prohibición de la tortura en todo tiempo y circunstancia. Entre
dichos instrumentos se encuentran el artículo 1.º de la Convención contra la Tortura y otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; artículos 7.º y 10.º del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; artículo 5.º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos;
artículo 2.º de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura; así como el
Protocolo de Estambul.

¿Qué son los tratos crueles e inhumanos?

Son actos que agreden o maltratan intencionalmente a una persona. Estas acciones buscan
castigar o quebrantar la resistencia física o emocional (artículo 5.º de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos; artículo 1.º de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas
Crueles, Inhumanos o Degradantes; artículos 7.º y 10.º del Pacto Internacional de Derechos Civiles
y Políticos; y artículo 5.º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos).

¿Qué son los tratos degradantes?

Son actos que provocan miedo, ansia y sentimientos de inferioridad, con el fin de humillar,
degradar y romper la resistencia física y moral de la víctima (artículo 5.º de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos; artículo 1.º de la Convención contra la Tortura y Otros
Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes; artículos 7.º y 10.º del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos; y artículo 5.º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos).

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¿Qué diferencia hay entre la tortura y los tratos crueles, inhumanos y degradantes?

De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso de Caesar vs. Trinidad
y Tobago (sentencia del 11 de marzo de 2005, párrafo 9), el criterio esencial para diferenciar
entre tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, es la intensidad del
sufrimiento.

Bajo esta premisa, la Corte Interamericana, en los casos Inés Fernández Ortega y otros vs. los
Estados Unidos Mexicanos y Valentín Rosendo vs. Estados Unidos Mexicanos (sentencia 30 de
agosto 2010, párrafo 30), ha entendido que se está frente a un acto de tortura cuando el maltrato
cumple con los siguientes requisitos:

Es intencional.

Causa severos sufrimientos Se comete con determinado


físicos o mentales. fin o propósito.

El uso discriminatorio de la violencia o el maltrato mental o físico es un factor importante para


determinar si un acto constituye tortura.

En razón de ello, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso de las hermanas Gómez
Paquiyauri (sentencia del 8 de julio 2004, párrafo 113), indica que la intensidad del sufrimiento
es relativa y requiere un análisis caso por caso, que debe contemplar todas las circunstancias,
incluyendo la duración del maltrato, las secuelas físicas, las psicológicas, el sexo, la edad y el
estado de salud de la víctima, entre otros factores.

¿Qué acciones se consideran como tortura?

Algunos ejemplos de tortura son los siguientes:

•Trabajos forzados. •Intentos de sofocaciones o asfixia.

•Obligar a una persona a mantener •Intentos de ahogamientos.


una posición por un largo tiempo.
•Mutilación.
•Retener a alguien en solitario
por un largo tiempo. •Colgamientos por periodos prolongados.

•Golpizas severas. •Abuso sexual y violación.

•Descargas eléctricas en el cuerpo.

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En torno a la tortura sexual, el Protocolo de Estambul, en su punto 215, indica que…

[…] la tortura sexual empieza por la desnudez forzada, que en muchos


países es un factor constante de toda situación de tortura. Nunca se es
tan vulnerable como cuando uno se encuentra desnudo y desvalido.
La desnudez aumenta el terror psicológico de todo aspecto de
tortura, pues abre siempre la posibilidad de malos tratos, violaciones
o sodomía. Además, las amenazas, los malos tratos verbales y las
burlas sexuales forman parte de la tortura sexual pues aumentan la
humillación y sus aspectos degradantes, todo lo cual forma parte
del procedimiento. Para la mujer el que la toquen forzadamente es
traumático en todos los casos y se considera como tortura.

De igual forma, se considera como tortura a todas las técnicas de interrogación diseñadas para
que una persona no tenga control de sus sentidos y no sepa dónde se encuentra; en otras
palabras, generar una privación sensorial y desorientación en la víctima. Estas técnicas incluyen,
entre otras, la privación de líquidos, alimentos y del sueño; es decir, no proporcionar bebidas,
comida e impedir que una persona duerma. También se considera como tortura exponer a
las personas a ruidos fuertes, introducir líquidos por la nariz, mantenerlas encapuchadas y
obligarlas a estar en posiciones físicas agotadoras.

¿La tortura es únicamente un dolor o sufrimiento físico?

No; la tortura puede ser un dolor o sufrimiento tanto físico como mental. Los tratos crueles e
inhumanos, así como la tortura psicológica, pueden incluir:

Aislamiento, que es mantener a una persona alejada del mundo exterior y sin saber dónde se
encuentra y cuánto tiempo ha pasado.

Incomunicación, que implica mantener a una persona alejada de otras y sin poder hablar con
sus familiares, amigas/os o abogada/o.

Amenazas sobre causar lesiones graves, por ejemplo, perder un brazo o una pierna; las
amenazas de muerte, entre otras.

Despliegue innecesario de armas; en otras palabras, que las autoridades muestren o tengan a
la vista cualquier tipo de armamento sin justificación.

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Considerando las definiciones anteriores, el maltrato se tipifica como tortura, siempre y cuando lo
realice una autoridad en su función; si lo realiza cualquier persona, no existe como tal la tortura.

Como señala Lugo Garfias (2007):

[…] la tortura y los tratos crueles, inhumanos o degradantes son


diferentes, pero pueden estar relacionados o bien pueden presentarse
de forma individual. Son parte de una mala práctica por negligencia en
la investigación y persecución del delito, además de la consideración
de que, al tener el poder y la posibilidad de lastimar a otro, que en
ese momento no se puede defender, se hace sobre todo si se trata
del presunto responsable de un delito olvidando cualquier limite
y principio legal o consideración humana, autonombrándose los
agresores como jueces y ejecutores de “los delincuentes”. La tortura
tiene un fin específico y los malos tratos no; estos son comprobables
con un diagnóstico psicológico que distinga el sufrimiento vivido;
pueden darse en cualquier lugar de detención y fuera de esa situación.

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