Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Módulo
1
Proyectos “político-culturales” explícitos e implícitos. Proyectos en pugna. Los
horizontes político-culturales en los proyectos. La escuela como agencia de distribución y
circulación de saberes. Los otros saberes circulantes en las escuelas.
El orden micropúblico escolar
La escuela como “ventana de la sociedad” donde se establecen, se obturan o se
posibilitan determinadas relaciones sociales (en este caso, educativas) y se sitúan y
visibilizan las relaciones, los lazos sociales, los conflictos, los malestares, las pugnas, las
desigualdades y la fragmentación, las movilidades, las negociaciones, las exclusiones o las
expulsiones y discriminaciones a determinados sujetos.
La comunidad y la escuela
El contexto de la comunidad donde está la escuela, atendiendo a las condiciones
socioculturales del barrio o la ciudad, las familias, las organizaciones, instituciones y
movimientos que interpelan a los niños y sus familias, los estereotipos sobre los actores
escolares provenientes del “afuera”, los sentidos que le otorgan a la escuela diferentes
actores sociales (informantes claves de la comunidad), los servicios, las ofertas y consumos
culturales, las condiciones estructurales más amplias y abarcativas que permiten
comprender la situación de la escuela y sus actores.
2
Re-leer la escuela para re-escribirla (I)
La escuela como espacio social
3
3. El espacio representado (lo percibido y que puede circunscribirse como algo
lo significado): aludimos a los propio, desde el cual administrar las
significados que los actores que relaciones con una exterioridad, sean
recorren un espacio le otorgan al los enemigos o los clientes, como los
mismo, a sus zonas o regiones, educandos o los destinatarios. La idea
además de los posibles significados y de “estrategia” –conviene recordarlo–
sentidos que se le atribuyen a esos proviene de la teoría de la guerra (en
espacios por actores que ni siquiera especial, Karl Von Clausewitz); en ese
los recorren (es decir, los sentidos contexto, la estrategia significa el plan
sociales y los significados de quienes para derrotar/destruir las fuerzas, la
no circulan o se niegan a circular por voluntad y el territorio del
ellos). Conviene distinguir aquí los “enemigo”… muchas veces nos
significados de quienes detentan el encontramos que, en algunas
poder de diseñar los espacios, de los escuelas, sus destinatarios son sus
significados de quienes los “enemigos”, y que las estrategias son
experimentan y recorren, elaborando imaginadas como formas de
una “descripción densa” sobre ello sometimiento, represión y
(es decir, una interpretación de los transmutación de sus prácticas, sus
malentendidos acerca de los saberes, sus formas de pensar, sus
significados de un espacio común). lenguajes, sus culturas.
Resulta clave observar y analizar aquí las 2. Las tácticas son las artes del débil.
cercanías y distancias, los encuentros y Pertenecen a los débiles quienes,
desencuentros, las continuidades y valiéndose de usos y prácticas, actúan
rupturas entre los tres aspectos del en un lugar que no les es propio. Las
espacio considerado. Sin embargo, tácticas no tienen más lugar que el del
necesitamos comprender que en las otro: el poderoso, y actúan en un
instituciones educativas el espacio no terreno organizado por una fuerza
puede concebirse como un “receptáculo extraña. Es decir, juegan en el
vacío”, sino algo configurado por el(los) territorio y con las reglas diseñadas
cuerpo(s). Es en los cuerpos que por otros (o por las estrategias). Las
percibimos y construimos el “aquí”, los tácticas son producidas por la
ejes espaciales (arriba-abajo, izquierda- oportunidad y el interés de
derecha), la cercanía y la distancia, el apropiación de bienes o sentidos en
adentro y el afuera, la completitud y el ese espacio diseñado por otro en el
vacío, etc. que se juega.
Algunos autores hablan de “escenario”, El reconocimiento de ellas y el interjuego
como si la institución fuera una espacio entre las mismas nos permitirá percibir de
donde se ponen en escena diferentes manera compleja las relaciones sociales
roles dramáticos. Otros, como el francés que se producen en el espacio y la
Michel de Certeau, han preferido posición de los diferentes sujetos.
distinguir dos modos de situarse en el Debemos suponer, además, la
espacio, lo cual será valioso para nuestra diferenciación entre espacio per se (como
aproximación: si fuera una esencia natural) y espacio
1. Las estrategias son el cálculo o producido (como sostiene el geógrafo
manipulación de relaciones de fuerza crítico Edgard Soja). De hecho, los
que se hace posible desde que un espacios sociales no son naturales,
sujeto de voluntad y poder (sea un aunque muchas veces se los naturalice;
ejército o una empresa, un grupo ellos son un producto siempre inacabado
«educativo» o una escuela) resulta de las relaciones sociales, del poder, de
aislable. Postula, entonces, un lugar intereses de sector, etc.
4
El espacio producido es un espacio Veamos ahora algunas pistas para la
geopolíticamente dispuesto (dice Michel aproximación al tiempo escolar.
Foucault). Esto quiere decir que los En cuanto a la lectura del tiempo,
límites, las fronteras, los territorios, es tenemos que diferenciar entre la durée
posible que no coincidan con las (duración o tiempo experimentado, según
vivencias y experiencias de sujetos y el filósofo Henri Bergson, siempre
grupos. Un ejemplo no escolar es el del relativo a las percepciones subjetivas y
choque entre el espacio producido en el existenciales) y tiempo producido, que es
cercano Oriente y la experiencia cultural susceptible de medición y de control; es
histórica de los palestinos; o la vivencia el tiempo del reloj, un tiempo que es
del espacio producido por la frontera percibido como “objetivo”. No es lo
entre EE.UU. y México para los mismo, por ejemplo, que un recreo tenga
mexicanos, quienes siguen considerando establecidos 10 minutos (el tiempo
que su espacio cultural histórico
objetivo producido para ese fin) que lo
(California, Texas, etc.) les ha sido robado que “dura” para los niños, que puede ser
por la potencia del norte1. Desde esta (en su experiencia) muy corto, y que por
perspectiva resulta interesante observar y eso muchas veces lo prolongan en otros
comprender los sentidos de las horarios establecidos para otros fines,
delimitaciones espaciales de la escuela y como el tiempo de la clase.
sus alrededores en una comunidad, como
así también las funciones y El tiempo se juega en la zona de cruce
disfuncionalidades de los diversos entre tiempo producido y tiempo
espacios producidos en la escuela (el experimentado. El tiempo producido es
patio, el aula, los baños, etc.). Vale la un tiempo históricamente determinado
pena pensar en estos términos la vivencia (afirma Gianni Vattimo). Esto quiere
cultural de los distintos lugares de la decir que frecuentemente, en la historia,
escuela, las marcaciones que los actores son los “ganadores”, los conquistadores,
hacen en ellos, las interacciones que en los poderosos, quienes pretenden
ellos se suscitan; un lugar interesante para establecer las secuencias temporales
observar esto es el baño, por ejemplo, si históricas, otorgándoles valor en términos
lo “leemos” como un espacio donde los de progreso/atraso, civilización/barbarie,
alumno escriben, interactúan, se primitivismo/modernidad, etc. Es decir,
apropian, desarrollando y prolongando los poderosos son quienes establecen
tácticas, resistencias, contestaciones a las “estrategias” temporales; por ejemplo, la
disposiciones escolares y a las funciones periodización de la historia está
para las cuales ese espacio fue diseñado. producida por determinados intereses
El baño, entonces, puede revelarnos y/o “razones” de quienes detentan mayor
quiénes son, cómo piensan, qué sienten o poder en la sociedad. La organización del
hacen los niños, más allá de las tiempo en la escuela suele ser un tiempo
posiciones adecuadas o esperadas en el producido por razones “pedagógicas” de
espacio escolar. quienes detentan el poder para hacerlo.
La inadecuación a ese tiempo producido
es nombrada y valorada como
Los sentidos del tiempo en la escuela indisciplina, desorden, etc. Lo que resulta
clave “re-leer” son las cercanías y
1 Vale recordar que el término “dispuesto” distancias entre ese tiempo producido,
proviene de la filosofía heideggeriana, y en el determinado, ordenado (según
pensamiento de Foucault es lo que constituye los secuencias, momentos, etc.) por la
“dispositivos”. Los dispositivos están escuela, y las experiencias del tiempo que
relacionados con el ejercicio del poder, y tienen
por objeto capturar a los sujetos (cosa que tienen o hacen los niños, posiblemente
muchas veces no logran, debido a diversos modos
de resistencia, transgresión, tácticas, etc.).
5
más vinculadas a la simultaneidad, el el tiempo anticipatorio (de la
presente, la irrupción, etc. innovación, la discontinuidad y
Existen diferentes sentidos del tiempo contingencia del cambio),
que, en principio, podríamos dividir en el tiempo explosivo (del fermento
dos: revolucionario y creador), etc.
6
Actividad:
Les vamos a pedir que imaginen una herramienta (o parte de ella) para relevar
los sentidos del espacio y del tiempo en una escuela.
Recordemos que hablamos:
de tácticas y estrategias,
de espacio diseñado, recorrido y representado,
de espacio y tiempo producido y experimentado,
de tiempo instrumental y práctico,
de tiempo engañoso, errático, cíclico, etc.
Tenemos que hacer un esfuerzo por imaginar cómo relevar no sólo los
espacios o tiempos “estratégicos” y “tácticos”, sino también los significados
que los sujetos les dan a los mismos. Por eso, pensemos de qué manera
complementaríamos a la observación como técnica básica de relevamiento.
Les proponemos una idea muy general. Por ejemplo, si relevamos el recreo (o el
patio) como un lugar dentro de la escuela…
7
4/ Re-lectura de la política y lo político en la institución
escolar
8
significaciones imaginarias que autoriza económicas, el trabajo, el estudio, etc.).
su visualización. La institucionalidad es la Esto se concreta en cada institución a
forma que adopta la reproducción y la través de un proyecto general y de una
producción de las relaciones sociales en tarea común.
un momento dado. Pero más que eso La institucionalidad, como un lenguaje,
(siguiendo a Castoriadis) la ordena y otorga sentidos y significación al
institucionalidad alude a una red flujo de experiencias, expectativas y
simbólica socialmente sancionada, que sensaciones singulares. Como dimensión
actúa como “ley” y “regla”. simbólica, la institucionalidad consiste en
Eugene Enriquez, desde una perspectiva ligar o anudar determinados símbolos (o
psicoanalítica, relaciona el origen de las significantes) con determinados
instituciones con Tótem y tabú, de significados (representaciones, órdenes,
Sigmund Freud2. El crimen del padre incitaciones a hacer o a no hacer) y en
hace posible la organización social, la hacerlos valer como tales. Es decir,
institución imaginaria de la sociedad. Sin donde hay “indeterminación” se im-pone
embargo, la presencia del padre es suplida “lo determinado” (lo indeterminado es
por una ley que provoca el equilibrio racionalizado por la determinación). Para
social. Enriquez propone dos ejemplos hacerlo, muestra Castoriadis, opera sobre
históricos: el asesinato de Luis XVI en la la base de una lógica identitaria que funda
revolución francesa y el del zar Nicolás II un “nosotros” y excluye a “otros”. Ella
en la rusa. En ambos casos, asesinatos fabrica la institución como posibilidad de
innecesarios (ambos eran reyes coleccionar en un todo, en un conjunto
debilitados), pero simbólicamente (que es unidad idéntica consigo misma)
imprescindibles, porque permiten que contiene/retiene las diferencias, de
afirmar: “ya no hay ‘el Padre’, ahora el manera que quedan lógicamente
padre somos nosotros, esta nueva eliminadas o indiferenciadas.
organización social”3. El autor muestra
Castoriadis sostiene que la institución no
que el origen de las instituciones siempre podría existir si no es en lo simbólico. En
es violento, y que la finalidad de las su dimensión simbólica, institución
instituciones es la canalización de las consiste en ligar o anudar determinados
pulsiones agresivas y amorosas (sexuales) símbolos (o significantes) con
para construir la unidad de la sociedad. determinados significados
No se puede vivir sin instituciones pero, a (representaciones, órdenes, incitaciones a
la vez, ellas tienen un aspecto asfixiante. hacer o a no hacer, ideas sobre educación,
Tomando también ideas de Freud, sobre enseñanza, sobre saber, etc.). Pero
Herbert Marcuse afirma que la institución también consiste en hacer valer esos
de la sociedad se hace posible mediante la anudamientos como “naturales”; es decir,
represión y retardo del principio del instituirlos y consagrarlos eludiendo su
placer (las actividades sexuales propio carácter histórico-social,
primordialmente) en virtud del imperio
haciéndolos valer como si existieran así
del principio de realidad (las actividades desde siempre.
2 Como se sabe, la horda primitiva estaba dirigida El filósofo argentino Enrique Marí afirma
por el macho todopoderoso que tenía el que en los dispositivos de poder
monopolio del poder sexual y mantenía a los hijos convergen dos construcciones: el
bajo su dominio. Un día los hijos matan al padre y “discurso del orden” y el “imaginario
se lo comen, y como sienten culpa, erigen un
tótem idealizando al padre asesinado.
social”. El discurso del orden está asociado
3 De modo similar, EE.UU., al finalizar la con la racionalidad: con la fuerza-
Segunda Guerra Mundial, obliga al Emperador racional, con la soberanía y con la ley; y el
japonés a declarar públicamente que él no es imaginario con cierta irracionalidad: con lo
Dios, lo que permite el origen de un nuevo tipo simbólico, lo inconsciente, las emociones,
de institución social, de un nuevo tipo de “ley”.
9
la voluntad y los deseos. Lo imaginario cooperación en el ejercicio del poder
social está hecho de ciertas prácticas y cultural, o por lógicas de antagonismo
montajes: ficciones, soportes mitológicos, (entre proyectos, actores, modalidades
prácticas extradiscursivas, ceremonias, pedagógicas, etc.).
banderas, rituales, cánticos, himnos, En el análisis de las instituciones que
distribución de espacios, rangos y proponen G. Frigerio, M. Poggi y G.
prestigios, diplomas, certificados, marcas, Tiramonti se destacan las múltiples
apelaciones, manejos de ruidos y negociaciones que en ellas se producen.
silencios, etc. En este sentido, la Las instituciones son permanentes
institución escolar despliega siempre construcciones en la que los actores
rituales que la sostienen. Estos rituales - habitan y a la vez son habitados. Dicen
que no son nunca asuntos concientes- que el interjuego entre la prohibición y la
comportan siempre innumerables reglas, protección en las instituciones da cuenta
actos, ceremonias, símbolos,
del carácter ambivalente que ellas poseen
componentes llenos de elementos de lo en su dinámica y que se traduce en
imaginario social. Finalmente, la institución relaciones entre los actores y la
escolar, como institución de poder, institución, sesgadas por un doble
instituye a cada momento significaciones movimiento (simultáneo y contradictorio)
que le son favorables a su perduración de atracción y repulsión. Frecuentemente
como tal y que quedan marcadas o se liga a la institución con la idea de lo
internalizadas tanto en los docentes como establecido, de lo reglamentado, de la
en los alumnos. norma y la ley. Sin embargo, en ellas hay
zonas de certidumbre y de incertidumbre.
Para cada actividad es necesario el
La política y lo político: actores,
mínimo de certezas que nos aseguren el
poder, lo instituido y lo instituyente
encuentro con otros y la realización de las
Al referirnos a la institución escolar lo tareas, pero al interior de ese marco se
hacemos teniendo en cuenta las hace necesario que aparezcan intersticios
diferencias entre “la política” y “lo para la libertad de los actores.
político” que señala la socióloga argentina
Siguiendo las ideas de Michel Foucault, el
Alcira Argumedo. Mientras que “la
poder pertenece al orden de las prácticas
política” se restringe a los fenómenos
sociales e implica una relación de fuerzas
relacionados con la representatividad y
(no necesariamente violenta). Es decir, el
con la organización institucional, “lo
poder no se “posee” sino que “se ejerce”
político” designa una compleja
en la institución, a través de la fuerza de
configuración de distintas
la palabra, de los saberes, de las acciones,
manifestaciones de poder (incluyendo “la
del discurso. Y se ejerce también a través
política”), reflejando la condensación de
de la producción de dominios de saber y
distintas instancias del poder
de regímenes de “verdad”, que crean
sociocultural y reconociendo la relativa
objetos, métodos, etc. Las relaciones de
autonomía en el desarrollo de distintas
fuerzas se dan entre los diversos
esferas de la vida sociocultural.
discursos y actores que disputan un
Fundamentalmente, lo político se rige
espacio social. Allí vemos que hay grupos
según una lógica de cooperación o
o actores que ejercen más poder, y que se
antagonismo entre voluntades colectivas.
establecen relaciones de fuerza en
Es importante observar y analizar, en la
términos de dominación de unos sobre
re-lectura de la escuela, las convergencias
otros, o de unos saberes y concepciones
y distancias, los dinamismos particulares y
sobre otras, o en términos de
las formas que adquiere no sólo la política
formal (educativa e institucional) sino discriminación y también de exclusión de
sujetos, saberes y prácticas.
también lo político, regido por lógicas de
10
Como el poder no se posee sino que se idearios que constituyeron la etapa
ejerce, sería un error identificar el poder fundacional; los tiempos de crisis, de
con lo instituido, con las autoridades cuestionamientos y conflictos, y las etapas
(directivos, docentes) y con los proyectos refundacionales. En ese dinamismo, por
educativos oficiales. También se ejerce el último, es importante la re-lectura de los
poder desde posiciones de crítica, de proyectos hegemónicos y alternativos (o
impugnación, de cuestionamiento, de contrahegemónicos) y las fuerzas, las
resistencia… y desde zonas de creaciones, los sueños que en ellos se
construcción de otros proyectos y ponen en juego.
producción de otras tareas en el ámbito Es cierto que, en su tiempo de crisis,
institucional, que frecuentemente son experimentamos un generalizado malestar
consideradas transgresoras, en las instituciones. El tiempo de la
contrahegemónicas o alternativas. modernidad en nuestras sociedades
En cuanto al ejercicio y las relaciones de suponía la confianza en el Estado-nación,
poder, G. Frigerio, M. Poggi y G. esa “megainstitución cuyo organigrama
Tiramonti le dan importancia a dos interno es el conjunto de todas las
cuestiones. En primer lugar, a las “zonas instituciones”, decía Ignacio Lewkowicz.
de clivaje”: zonas de posibilidad, de Pero hoy asistimos al agotamiento del
ruptura o de fractura, en las cuales hacer dispositivo institucional; “cada institución
posible la obtención de reconocimiento, es un mundo aparte” y muchas veces se
espacios, recursos, beneficios. Conocer autoconsidera “productora exhaustiva de
las zonas de clivaje es sumamente los sujetos que necesita en la situación en
importante porque permite que los que los necesita”. Cada institución tiene
actores institucionales puedan reconocer el aspecto de un “pequeño mundo
lugares desde los cuales trabajar para aislado”, en ciertos sentidos se comporta
desarrollar acciones que tiendan lazos como si fuera una institución total y
para articular lugares de posible fractura. autoengendra identidades imaginarias que
Los clivajes institucionales están se sostienen sólo en el interior de ese
relacionados con el hecho de que en cada pequeño mundo aislado. Las escuelas
institución, cada actor y grupo de actores, suelen ser una muestra de este nuevo tipo
hace uso de una fuente de poder. En de institución.
segundo lugar, le dan importancia a los
conflictos. Los conflictos constituyen un
aspecto sustancial a tener en cuenta en las Bibliografía:
organizaciones ya que inciden de forma Argumedo, Alcira, Los silencios y las voces en
determinante en el desempeño de los América Latina, Buenos Aires, Ediciones del
actores en la institución. Según estas Pensamiento Nacional, 1996.
autoras, en toda institución el conflicto es Castoriadis, Cornelius, La institución imaginaria
inherente a su funcionamiento, a su de la sociedad, Vol. 2, Buenos Aires,
propia dinámica. Tusquets, 1993.
Una dimensión clave en la re-lectura de la Enriquez, Eugene, La institución y las
institución escolar es el interjuego entre organizaciones en la educación y la formación, Bs.
lo instituido y lo instituyente en clave As., Novedades Educativas, 2002.
histórica. Por un lado, el reconocimiento Fernández, Lidia, Las instituciones educativas,
de las creencias que sostienen lo Bs. As., Paidós, 1994.
instituido, los mitos, los rituales y las
rutinas. Pero además, el reconocimiento Frigerio, Graciela; M. Poggi, y G. Tiramonti,
Las instituciones educativas: cara y ceca, Buenos
de las historias institucionales, Aires, Troquel, 1992.
distinguiendo los momentos, los actores,
las pugnas, las fuerzas en juego, los Lewkowicz, Ignacio, Pensar sin Estado, Buenos
Aires, Paidós, 2004.
11
Marcuse, Herbert, Eros y Civilización, AA.VV., Derecho y Psicoanálisis. Teoría de las
Barcelona, Ariel, 1981. ficciones y función dogmática. Bs. As., Hachette,
1987.
Marí, Enrique, “Racionalidad e imaginario
social en el discurso del orden”, en
Actividad:
Para debatir en grupos…
¿Cuáles son, para ustedes, los símbolos y los significados instituidos sobre la
escuela y la educación, que obstruyen la “re-escritura” de la escuela pública en
el siglo XXI?
¿Desde qué “zonas de clivaje” podrían imaginar un camino posible?
12
5/ Re-lectura de la micropolítica cultural y el espacio público
escolar
13
Entretanto, David Tyack y Larry Cuban al campo y los alcances de la “creencia”
hablan de la gramaticalidad cultural en las prácticas. La “creencia” (en el
aludiendo al conjunto de tradiciones y sentido de Bourdieu) resulta ser el tamiz a
regularidades sedimentadas a lo largo del través del cual se resignifican (desde el
tiempo, transmitidas de generación en posicionamiento de los actores)
generación por diversos actores; los determinadas innovaciones. Por ejemplo,
modos de hacer y de pensar heredados y la “creencia” pedagógica (o mejor,
aprendidos a través de la experiencia escolar) suele recurrir a un orden anterior
organizada; las reglas del juego y frente a los cambios comunicacionales o
supuestos compartidos que no se ponen tecnológicos; mientras que la “creencia”
en entredicho y que posibilitan llevar a mediática (o suscitada por la pertenencia
cabo la acción específica de la institución, a una cultura mediática) es un factor
produciendo una lectura y resignificación principal de resolución pragmática (no
de lo nuevo según esas matrices siempre feliz) de los nuevos problemas en
heredadas. Pero también las formas de los espacios educativos.
resistencia y de estratagema, más las Sin embargo, existe cierto nomadismo
tácticas y las “mañas” que burlan ciertos que caracteriza hoy a la cultura escolar y a
dispositivos y regulaciones, y que se las formas de comunicación y de
refiguran a lo largo del tiempo y la formación subjetiva que en ella se
experiencia acumulada. Con el concepto producen. El nómade, para el francés
de “gramática institucional” nos Michel Maffesoli, es el hombre que va de
proponemos brindar un marco una tribu a otra, que no tiene una única
explicativo y de análisis para entender identidad ideológica, sexual, profesional o
cómo se aplican y adaptan los cambios; de clase, que no se deja encerrar dentro
cómo y por qué determinadas propuestas de roles que antes eran definitivos, en
o interpelaciones son introducidas más o instituciones como el matrimonio. El
menos rápidamente a la vida escolar; nómade puede pertenecer
cómo otras son rechazadas, modificadas, simultáneamente a numerosas tribus.
reformuladas o distorsionadas a partir de Emergen en las escuelas, por ejemplo,
esos modos de hacer y pensar formas nómadas de la atención y la
sedimentados a lo largo del tiempo; y memoria, que suelen ser incomprendidas
cómo, sobre todo, este modo de leer el por el aparato escolar.
espacio escolar puede aportar a generar el
cambio (es decir, alentar la posibilidad de La cultura escolar está demasiado anclada
“reescribirlo”) y cómo el cambio, en en una cultura de “lo social” y del
definitiva, es una combinación de “contrato social” que desconoce y
continuidades y rupturas. desconfía de la socialidad, como forma
cotidiana de orientación al otro y de
Uno de los rasgos de la gramaticalidad es interacción singular ligada a la
la producción de lo que Peter McLaren experiencia, frecuentemente naturalizada,
denomina paradigmas raíces. Los
que se desarrolla más allá o a pesar del
“paradigmas raíces” sirven como guiones “contrato social”. Vale recordar que para
culturales que existen (porque han sido el filósofo Georg Simmel, a partir de lo
apropiados) en los docentes y en los singular, de la experiencia y de la vivencia
estudiantes, que a su vez guían la es posible conocer la socialidad, como las
cognición y orientan las experiencias diversas formas de relación que se dan a
aceptables. Pero el concepto puede ser través de interacciones entre los
extendido a otros espacios para individuos. Si bien no es posible
comprender procesos que modelan las establecer uniformidades fijas y necesarias
nuevas experiencias y los nuevos (como ocurre con la figura de la
conocimientos. Entender la
gramaticalidad de esta forma, nos acerca
14
“sociedad”), es posible describir e decir, sucesos sin pasado ni
interpretar la socialidad. consecuencias, donde los encuentros no
tienen incidencias demasiado
Para Simmel, “la sociedad” como
significativas. ¿O será que son todas esas
representación imaginaria que contiene la
cosas a la vez?
totalidad de las variedades y la
cristalización de hechos cambiantes, Lo cierto es que emerge con fuerza en los
parece imposible. En cambio, “la espacios institucionales educativos una
socialidad” revela un tipo de sociedad “razón sensible”: una manera de
sometida al suceso, a la situación, líquida, aproximarse a lo real en su más fluida
porosa, ambigua, en perpetuo estado de complejidad; una conjunción de lo
devenir… ¿Qué tiene que ver el “aparato material y de lo espiritual y no una
escolar moderno” con esta socialidad, a la oposición, destacándose el papel de lo
cual rechaza y califica como fantasía de afectivo, de las interacciones y de lo
un orden anterior a la “sociedad” o al subjetivo; una apertura a lo imaginario,
“contrato social”? Y sin embargo, la lo lúdico, lo onírico social. Esa razón
escuela también es ese tipo de comunidad sensible es característica de las nuevas
configurada por la socialidad; una formas de la socialidad, que nada tienen
comunidad a veces transitoria, y a la vez que ver con el viejo “contrato social”.
cotidiana y repetitiva, demasiado
territorial (aunque también licuada y
porosa). En esa comunidad, la El discurso escolar y los otros
experiencia, la vivencia y lo singular, es discursos
acaso lo que tenemos que capturar para Sin embargo, hoy la gramaticalidad
poder “re-leer” la escuela. escolar, como una especie de guión
Hay una tensión entre las derivaciones cultural, se ve asediada por la emergencia
contractuales propias de lo social y las de múltiples discursos o “culturas” que
relaciones de socialidad. Para Maffesoli, nada tienen que ver con ese guión o esos
esto permite apreciar formas tribales de “paradigmas raíces” propios de las
socialidad y “que el neotribalismo se escuelas, y que frecuentemente desafían la
caracteriza por su fluidez, las seguridad de las creencias institucionales,
convocatorias puntuales y la dispersión”. haciendo a la cultura escolar más caótico,
En ese contexto cabe preguntarse si los confuso y relativo. El discurso escolar
sujetos educativos son hoy nómadas, o convive y compite con otros discursos
son en realidad vagabundos. O si son sociales, como el mediático, el callejero, el
“jugadores” que aceptan un mundo de comunal o comunitario, el del mercado,
riesgos e intuición, aunque con algunas el del trabajo, etc. Lo hemos trabajado en
precauciones, siempre que no signifiquen el Campo de la Práctica de 1er. Año,
un control absoluto. O si son “turistas” donde el eje pedagógico estuvo puesto en
que están en todos los lugares donde van, una entrada y una experiencia en espacios
pero en ninguna parte son del lugar. En su de la comunidad en los cuales operan
mundo y para ellos, lo extraño (como la esos otros discursos. Y se hizo evidente
cultura escolar) está domado y ya no que las interpelaciones entre estos
asusta. Según Zigmunt Bauman, el turista, discursos, además, suelen no coincidir;
huidizo del confinamiento en el hogar, cada discurso interpela a la formación de
acepta los “paquetes” (en este caso, su propio sujeto, un sujeto que dista del
educativos) siempre que contengan que busca formar la escuela.
estimulación, complacencia y diversión. Muchos hablan de multiculturalismo…
Tal vez, también, los sujetos educativos Existe un interesante debate de la
son “paseantes” que viven la realidad pedagogía crítica acerca del llamado
como una serie incesante de episodios, es “multiculturalismo”. Algunas claves se
15
encuentran en el Prólogo de Alicia de común”, frecuentemente poco armoniosa
Alba (que es una larga carta a Adriana y más bien atravesada por el conflicto y el
Puiggrós) al libro del norteamericano malentendido.
Peter McLaren titulado Multiculturalismo Esto nos permite comprender la
revolucionario. Alicia de Alba, mexicana, diferencia radical entre conocimiento y
critica la noción de “multiculturalismo”. reconocimiento. En el conocimiento de la
Ella dice que entiende por qué la usa otra y del otro, de la otra cultura, se
McLaren y por qué él afirma que en mantiene la relación del flâneur, la relación
nuestros escenarios culturales cada uno entre nosotros y ellos. El conocimiento
de nosotros es un “flâneur”, una especie también puede convertirse en un insumo
de observador callejero. Y le dice a para dominar, destruir, manipular o
Puiggrós: “Como flâneur sólo puedes invadir a las y los otros. En el
llegar a concebir las complejas relaciones reconocimiento, en cambio, comienza un
entre las culturas como pluriculturales o
proceso donde se construye un nosotros
multiculturales”. El flâneur está “tocado” con los otros y las otras. El
por los otros, por la otredad; pero al reconocimiento siempre implica un
mismo tiempo, está atrincherado en su proceso básico de contacto cultural, que
posición de observador. tiene como objetivo construir un diálogo
En cambio, cuando uno entabla, intercultural.
establece relaciones (aunque fueran El objetivo de diálogo cultural e
conflictivas) con otras culturas, lo que es intercultural, no tiene que significar que el
más fuerte es el contacto cultural, que es respeto por la otra cultura implique
posible que se construya como verdadero aceptar sus negaciones (como la
diálogo intercultural. Y esto ya no puede subordinación de la mujer, por ejemplo).
vivirse como multiculturalismo, como El diálogo es una construcción que
una suerte de relación entre nosotros y ellos, también implica problematización de las
sino que comienza un proceso de
culturas dialogantes y prácticas de
construcción intercultural de un nuevo transformación de las relaciones
nosotros (donde yo y el otro, nosotros y opresivas que muchas veces han sido
ellos, vamos formando parte de esta naturalizadas en cada cultura.
construcción, no siempre feliz o
armoniosa, del nosotros).
El contacto cultural se produce El orden micropúblico escolar
continuamente en las escuelas, y entre las La escuela puede considerarse una
escuelas y las comunidades donde ellas “ventana de la sociedad”. De hecho, en
están situadas. Ya no se trata sólo de ella es donde se establecen, se posibilitan
relaciones entre etnias o razas diversas, y se avalan determinadas relaciones
sino entre grupos generacionales a veces sociales, y también se obturan, se
antagónicos, entre diferentes sectores impugnan o se reprimen otras. En la
sociales, etc. Ese contacto no está escuela también se sitúan y se visibilizan
desprovisto de pugnas por el significado las relaciones de poder, los lazos sociales,
de la experiencia, de la vida y del mundo. los conflictos, las identidades, los
McLaren dice que el aula debe ser malestares, las pugnas, las desigualdades y
considerada una “arena de lucha la fragmentación, las movilidades, las
simbólica”, donde se ponen en juego negociaciones, las exclusiones o las
diferentes expectativas, miradas, expulsiones y discriminaciones a
lenguajes, intereses. De allí que hayamos determinados sujetos, por razones de
insistido, en el Acompañamiento clase, de raza, de identidad sexual, de
Capacitante de 1er. Año, en comprender género, etc.
la comunicación como “puesta en
16
En la escuela, como ventana de la entonces, Arendt afirma la íntima
sociedad, se hace visible la construcción imbricación entre estas dos capacidades
de hegemonía. Esto se observa en humanas, acción (praxis) y discurso (lexis)
diversos proyectos “político-culturales” en cuanto de ellas surge la esfera pública.
que circulan en ella (además del oficial o El carácter comunicativo de la política
hegemónico), a veces explícitos y otras centrado en la lexis, no significa que el
implícitos. Esos proyectos suelen estar en diálogo político sea siempre armonioso y
pugna, debido a que representan esté ligado sólo al acuerdo racional o al
diferentes o antagónicos horizontes “contrato social”. Antes bien, la lexis es ya
político-culturales. Y esto se produce no acción política no sólo al otorgarle
sólo en cuanto al tratamiento de las significados y sentidos a la praxis, sino
diferencias sociales y/o culturales; que lo es también en cuanto centrada en
también se evidencia en cuanto la escuela la discusión, la disputa y el debate de
es una agencia de legitimación de saberes
ideas, de formas de ver, de significados,
e impugnación de otros, aunque en ella se de interpretaciones. Esto muchas veces
distribuyan y circulen saberes lleva al conflicto que, lejos de ser
estrictamente escolares, o provenientes de “incomunicación”, refiere a diversas
la cultura comunal, callejera, mediática, formas de producir significados y
etc. sentidos; es decir, el conflicto es también
De esta forma es posible re-leer la escuela una práctica de comunicación que habla
como micropolítica cultural y como de la praxis y sobre la que se basa la praxis.
espacio público. La política, para la En el conflicto también se “ponen en
filósofa alemana Hannah Arendt, es lo común” formas de ver y sentir, de
más distintivo de la acción humana. La interpretar y de actuar; se “comunica” la
política se instala como acción en el diferencia, la oposición, la resistencia. Y
mundo o en el micro-mundo. Un mundo es en este clima donde se trama el espacio
que está formado de cosas producidas público.
por las actividades humanas; pero Una cuestión a resolver en la
también esas cosas que deben su construcción del espacio público, es de
existencia exclusivamente a los humanos, qué modos se dirime el conflicto. Si bien
condicionan de manera constante a sus tenemos que alejarnos de la visión de una
productores. armonía irrealizable, también tenemos
Antes que considerar a lo público sólo que construir formas no violentas de
como lo visto y oído por muchos, Arendt dirimir los conflictos. Este es un desafío
insiste en la recuperación de lo público para “re-escribir” la escuela, pero
como espacio de recreación de lo sabiendo que ese desafío se presenta en el
específicamente humano, lo que le contexto de una sociedad que suele
permite rescatar la interna relación de este dirimir violentamente sus conflictos y
ámbito con la acción y el discurso; es contradicciones.
más, reivindicar la palabra como forma de En cuanto espacio público ligado a la
acción política. Para Arendt, recordemos, política y a la lexis y la praxis, uno de los
“(...) la acción sólo es política cuando va grandes problemas hoy es determinar
acompañada de la palabra (lexis), en la cómo se puede conducir la escuela y las
medida en que esta última convierte en actividades escolares en condiciones de
significativa la praxis. Y, en este sentido, conflictividad social y de complejidad.
la palabra es entendida como una suerte
de acción, como una vía para conferir La argentina Silvia Duschatzky se
significado, sentido y durabilidad al pregunta sobre el tipo de vínculo que une
mundo y para decir nuestra a los jóvenes de sectores populares
responsabilidad con respecto a él”. Así pobres con la escuela, una de las
instituciones de mayor perdurabilidad
17
histórica que ha pretendido constituirse la vía de la imposición de la
en el lugar fundamental de construcción escolarización.
de identidades juveniles. En su En ese contexto, McLaren reconoce los
investigación pretende recuperar esa discursos, las culturas y las posiciones que
escuela vivida, transitada y “burlada” por se ponen en juego en la escuela como
lo jóvenes, no silenciando sus voces. esfera pública: la cultura de la calle (o de
El hallazgo más elocuente radica en el la esquina) y a cultura del estudiante (o
fenómeno de la interpelación de la posición escolar). Para el autor, la escuela
escuela a los jóvenes (tanto en escuelas es una agencia político cultural y el
más abiertas y participativas, como en currículum una política cultural, en el
escuelas normativistas y excluyentes). La sentido que legitima, regula, excluye,
escuela, en un desplazamiento de sus ordena, discursos, saberes, prácticas,
sentidos canónicos, parece perfilarse formas de relación, ritualidades, etc. Se
como un “horizonte de posibilidad”. Los juega allí la hegemonía; pero también allí
jóvenes, a la vez, impugnan la escuela y la se ponen de manifiesto micropolíticas
merodean incluso después de su paso por culturales contrahegemónicas. En ese
ella, y exhiben con orgullo su sentido, la escuela es espera pública y de
guardapolvo. Es decir, hay un carácter de posibilidad.
referente interpelador por fuera de sus En las escuelas se pronuncia la “voz” de
significados “normales”. Ese “plus” de los estudiantes. La “voz” es el conjunto
significación de la escuela para los de significados multifacéticos por medio
jóvenes de sectores populares pobres de los cuales los grupos de referencia, los
abre a una mirada de la escuela desde el sujetos que comparten un microespacio
punto de vista simbólico. social o determinados “polos de
Para Duschatzky, la escuela como identificación”, hablan y dialogan, leen la
“frontera”, más que un límite, es un experiencia y el mundo, la “escriben”
horizonte. Es un pasaje a “otro lado” que incluso antes de que nosotros (los
provoca reconocimiento social, una portadores de las estrategias) les
nueva experiencia de socialidad y una “enseñemos” a escribirlas. La voz resulta
puesta en juego de nuevos soportes de cierta mediación de un discurso
discursivos. En la escuela se hacen privado pero situado en la trama del
presentes subjetividades plurales y lenguaje y de los significados compartidos
polifónicas y se mezclan diferentes y colectivos. En ese sentido, es
territorios de identificación. Es, en ciertamente precaria, incluso puede ser
definitiva, un espacio público residual. transitoria. A través de la voz, una suerte
de lenguaje clandestino o fugitivo, los
Por su parte, para el pedagogo crítico
sujetos interpretan la experiencia, la vida
norteamericano Peter McLaren, la escuela
y el mundo, y la hacen posible.
debe ser pensada como esfera pública y
de posibilidad. A través de su trabajo de Finalmente, la escuela forma parte de la
etnografía y de estudios críticos de comunidad; no está separa de la
discurso, McLaren propone diferenciar comunidad. Como tal, en el interior de la
entre “escolarización” y “educación”. “La escuela aparecen las condiciones
primera es principalmente un modo de socioculturales del barrio o la ciudad, de
control social; la segunda tiene el las familias cuyos niños van a esa escuela,
potencial de transformar la sociedad, las organizaciones, instituciones y
entendiendo al estudiante como un sujeto movimientos que interpelan a los niños y
activo comprometido con su desarrollo y sus familias y que, a veces, interactúan
con la sociedad”. Otorga primacía a la con la escuela. Es clave poder relevar y
experiencia estudiantil que pretende ser comprender los estereotipos sobre los
borrada en la arena de lucha escolar, por actores escolares que proviene del
18
“afuera”, los sentidos que le otorgan a la
escuela diferentes actores sociales
(informantes claves de la comunidad, por
ejemplo); los servicios, las ofertas y
consumos culturales que existen en la
comunidad además de la escuela; las
condiciones estructurales más amplias y
abarcativas que permiten comprender la
situación de la escuela y sus actores.
Bibliografía
Arendt, Hannah, La condición humana,
Barcelona, Paidós, 1993.
Bauman, Zygmunt, “De peregrino a turista, o
una breve historia de la identidad”, en S.
Hall y P. du Gay (comps.), Cuestiones de
identidad cultural, Buenos Aires, Amorrortu,
2003.
De Alba, Alicia, “Prólogo”, en P. McLaren,
Multiculturalismo revolucionario, México, Siglo
XXI, 1998.
Duschatzky, Silvia, 1999, La escuela como
frontera, Bs. As, Paidós, 1999.
Maffesoli, Michel, El nomadismo. Vagabundeos
iniciáticos, Fondo de Cultura Económica,
México, 2004.
Maffesoli, Michel, Elogio de la razón sensible:
una visión intuitiva del mundo contemporáneo,
Barcelona, Paidós, 1997.
McLaren, Peter, La escuela como un performance
ritual, México, Siglo XXI, 1995.
McLaren, Peter, La vida en las escuelas, México,
Siglo XXI, 1994.
Simmel, Georg, Sociología. Estudio sobre las
formas de socialización, 2 Vol., Bs. As., Espasa
Calpe, 1939.
Tyack, David y Larry Cuban, En busca de la
utopía. Un siglo de reformas de las escuelas
públicas, México, Fondo de Cultura
Económica, 2001.
19
Actividad:
A continuación sugerimos la lectura de un relato de Kevin Morawicki titulado
“Hay una bomba en el colegio” (publicado en el Nº 10 de la Revista Cocú.
Cultura y juventud, de Puerto Rico, Misiones).
La propuesta es analizar en el relato los tres ejes de “re-lectura” de la escuela
presentados en el Módulo. Para eso, les proponemos tener en cuenta:
la experiencia y el significado del espacio, el tiempo y el saber para los
diferentes personajes;
lo instituido y el ejercicio del poder en la institución escolar;
la “palabra” y la “voz” como constitutivas de lo público;
las pugnas político-culturales que se perciben en el relato.
20
Sonrió. Levanté la mirada: había entrado la profesora de Cívica. Ustedes
saben: Educación Cívica, ese saber que supone una sociedad
imaginaria. Pablo maldijo en voz baja y se propuso seguir el relato en un
susurro, pero la profesora comenzó a hablar, directamente, sin entrar en
calor. Había dejado sus cosas, levantado las cejas con fuerza a modo de
saludo, y comenzado a hablar:
-Democracia –dijo. Hizo una gran pausa que acompañó con un lento
caminar por el aula, como si su palabra hubiera provocado nuestra
atención-. La democracia es... un sistema... –y, cambiando de tono,
como si pronunciara algo revelador-: Un sistema de gobierno.
Pablo sonrió. Esta vez su ironía fue gestual: fingió un exagerado interés
por la clase quedándose boquiabierto y con la cabeza levemente
inclinada hacia arriba. La profesora prosiguió su discurso con el mismo
tono, con esa hueca impostación de la voz que uno inmediatamente
relaciona con lo escolar:
-En este sistema de gobierno lo importante es el pueblo –dijo-. Porque es
el pueblo el que gobierna. –Hizo otra gran pausa y luego agregó-: Pero
sólo gobierna a través de sus representantes.
Pablo, que estaba recostado contra la pared del fondo, empezó a negar
con la cabeza. Ahora estaba enojado.
-Esto es mucho –murmuró-. No entiendo por qué...
-Por qué qué?- Le pregunté.
-Por qué no mira lo que está pasando. Lo que nos pasa a todos. Ya sé, es
obvio que tiene que desarrollar los contenidos de este curso. Pero que
mire hacia fuera. ¿Es democracia que un presidente ande a 200 Km. con
una Ferrari y haga fiestas oscuras con animadoras de programas
infantiles de televisión? Bueno, eso en realidad es lo de menos...
Miró por la ventana buscando que alguien pasara por la calle. Yo seguí
su ejemplo. Del otro lado de la calle, en el patio del jardín de infantes,
niños de 3 y 4 años formaban filas, derechas y prolijas: de un lado los de
azul, del otro los de rosa y, en el rincón, sentados con las piernas
cruzadas, un grupo disidente, reacio a la formación de filas en plena
infancia, en penitencia.
Cuando sonó el timbre pareció que despertábamos de un ensueño.
Aceptamos la noticia y salimos al patio. Era un momento agradable el
recreo, uno podía verse con el resto de los chicos, saludarse, planificar
actividades... Era como volver a la sociedad.
Fuimos al baño. Al salir, el timbre volvió a sonar. El recreo nunca duraba
lo que se decían que duraba. Teníamos la sensación de que por lo menos
unos segundos necesitaban sacarnos, como si fuera una cuestión de
honor en una enfrentamiento inexistente.
Volvimos al aula: tercera y cuarta hora destinada a lo que en aquella
época llamábamos Actividades Plásticas. Agarramos hojas Canson
número A3 y algunos lápices de esos que (3B, 4B, 5B) tienen distinta
21
graduación y que cuestan más que los lápices comunes. Cuando nos
sentamos Pablo continuó sin ninguna introducción:
-El jueves iba yendo a pescar al puerto, tipo cinco de la tarde. Al llegar a
la Plaza del Cóndor la vi, dibujando, sentada en una escalera. Me
acerqué, pensando improvisar alguna frase robada, pero no se me
ocurrió ninguna. Ella me miró pero esquivé su mirada y primero miré su
dibujo. Cuando vi árboles con montañas de fondo y un lago, dejé de
dudar. La miré a los ojos y las palabras me salieron sin esfuerzo. “Por
qué no te incluís en el dibujo –le dije-. Es una pena que prives a la
naturaleza de la belleza que vos misma detentás”.
Yo, que tenía el respaldo de la silla recostado contra la pared, pegué un
sapucai. No por rebeldía sino como una muestra de que ni siquiera las
palabras servían para festejar semejante presentación. La profesora nos
llamó la atención. Se acercó a nosotros, se bajó los anteojos para poder
mirar de cerca y examinó los trabajos:
-¿Qué es esto? –me dijo.
-Un...
-¿Y esto? –dijo a Pablo.
-Una versión...
-Qué versión ni versión. Fui clara: tres círculos grandes, dos chicos y
sólo uno diminuto.
Nos miró como esperando que asintiéramos en un gesto de
entendimiento de algo que antes no entendíamos. Nos sacó las hojas y
sentenció:
-Empiecen de nuevo.
Cuando se alejó, Pablo golpeó la mesa con el puño cerrado, en un lugar
de apoyo cuyo impacto no provocaba ruido.
-¡No puede ser! –gritó ahogadamente-. Métodos arcaicos! Dibujar
redondos, cuadrados, redondos, cuadrado... percepciones arcaicas.
Eso es: ideas arcaicas. Punto. No entienden que el mundo cambió, que
cambia a cada segundo...
Permanecimos en silencio, pensativos, sin ganas de seguir hablando.
Después salimos al recreo largo, que duraba 14 minutos, compramos
chipas y nos sentamos en uno de los canteros de ladrillo del patio. Le
pregunté cuál fue la impresión que la chica le había dejado en ese primer
encuentro.
-Y...–pensó cuidadosamente lo que iba a decir- ...bastante buena.
Digamos que el grado justo: ni la mínima decepción ni tampoco ese
feeling ilusorio y exagerado propio del los primeros encuentros. Fijáte
que, después de mi presentación, me dijo: “Epa, hay alguien que no se
conforma sólo con pescar en el río”. “En realidad –le respondí- podría
dejar de lado el río y concentrarme en las calles... Mejor dicho en las
plazas”. Ella rió, con soltura y cautela, y me miró a los ojos.
-¿Cómo es? –le pregunté.
22
-Y... No sabría decirte... No es lo físico lo que la define. Después veremos
si es linda o no. Es... cómo decirte... Tiene los ojos grandes y brillantes
que te miran y dicen “te conozco de antes, más allá habrá un lugar”,
esas cosas.
Sonó el timbre. Nos levantamos y caminamos hacia el aula para entrar
en las últimas horas del lunes: Filosofía. (…)
7/ Herramientas de la Práctica:
El enfoque metodológico del Campo de la Práctica
23
investigación Es adecuada para investigar
Es más adecuada para estudiar microprocesos
macroprocesos Permite la articulación entre lo teórico y
Logra conocimientos estadísticos las prácticas
Sin embargo, ambos enfoques o perspectivas (formas de enfocar o mirar) tienen que
combinarse para lograr un conocimiento más ajustado o que obtenga mayor
certeza.
Pero no olvidemos que de lo que se trata en 2º Año, es de la comprensión del espacio
escolar. ¿Por qué? Porque si el propósito es reconstruir el sentido de la escuela en la
sociedad, es reconstruir el vínculo entre la escuela y la vida, es re-escribir la escuela
y sus significados políticos, sociales, culturales, debemos comprender qué ocurre en
y con ella, y no tanto enumerar cantidades (de aulas, de alumnos, de mobiliario,
etc.). La comprensión, más allá de las explicaciones según leyes causales, se refiere
no sólo a cuántas aulas hay, cómo se distribuyen los espacios, cómo son los baños,
etc. La comprensión tiene por objeto a los significados que los diferentes sujetos
otorgan al espacio que comparten, en este caso: la escuela.
Muchas veces calificamos como “anómalas” a las conductas de los niños, por
ejemplo; en tiempos de complejidad, aquellas prácticas que son incomprensibles
desde nuestros parámetros, rápidamente desde la escuela las tachamos de anómalas
24
o anormales. Y de hecho, a veces, reclamamos más personal para los gabinetes
psicopedagógicos. De lo que se trata, en cambio, es de comprender qué significados
tienen esas prácticas o esas conductas para los niños en el mundo sociocultural en
el que viven.
No pretendemos “sacar una foto” de la escuela; una foto no nos dice demasiado
sobre desde qué sentidos o significados cada sujeto está actuando en ese espacio
escolar. Trabajaremos con la idea de fotografía, pero preguntándonos por la mirada
que saca la foto (recordemos La cámara lúcida, de Roland Barthes) y por el
significado de las acciones, los posicionamientos, las relaciones, las prácticas, las
resistencias, etc.
25
C aptar las redes de s ignific ac ión tejidas
por quienes pertenec en a una c ultura
el anális is de la cultura ha
los s ignificados tienen de bus car y comprender
validez en el entorno es as s ignificaciones
donde s e producen
El desafío de la descripción densa será captar las redes de significación tejidas por
quienes pertenecen a una cultura. “Redes de significación” es algo similar a lo que
Freire llamaba “universo vocabular” (códigos, lenguajes, ideas, compartidas por
algunos, no siempre por todos). Es decir, debemos partir del reconocimiento de esas
redes de significación. La cultura misma, dice Clifford Geertz, es una urdimbre
simbólica, es una urdimbre de significaciones.
Los significados tienen validez en el mundo cultural donde se producen. Por eso
existe esa distancia entre los significados que otorgan a las actividades escolares los
maestros y los que otorgan los niños. En nuestra época es muy fuerte esa ruptura
entre los campos de significación de distintas generaciones.
Lo clave es reconocer que el ser humano está inserto en tramas de significación que
él mismo ha tejido. El análisis de la cultura, entonces, no pretende explicar
causalmente de los “fenómenos”, sino buscar y comprender esas significaciones.
26
Proceso de la descripción densa
Para lograr esa descripción densa tenemos que asumir, en primer lugar, que esas
estructuras de significación son extrañas, evanescentes, irregulares, no explícitas;
están en permanente movimiento. Luego, tenemos algunas técnicas de trabajo
etnográfico:
el registro de lo relevado, pero no como una simple toma de notas que refleje
la realidad o nuestras interpretaciones personales sobre ella, sino como
desafío de “escribir la complejidad que se lee”; ese registro lo podemos hacer
en un diario de campo y en el cuaderno de bitácora;
27
“la des c rip c ió n dens a es c omo tratar de leer un
manus c rito extranjero, borros o, plagado de elips is ,
inc oherenc ias , s os pec hos as enmiendas y c omentarios
tendenc ios os , y además es c rito, no en grafías
c onvenc ionales s ino extrañas ” (C . G eertz)
C aptar y
c apturar el
“malentendido”
Dice Geertz que “la descripción densa es como tratar de leer un manuscrito
extranjero, borroso, plagado de elipsis, incoherencias, sospechosas enmiendas y
comentarios tendenciosos, y además escrito, no en grafías convencionales sino
extrañas”. Sucede que, habitualmente, entre los sentidos que diversos sujetos les
dan a las cosas se produce un malentendido. El objeto central de la descripción densa
es captar y capturar esos malentendidos, que revelan diferentes estructuras o
campos de significación.
En definitiva, muchas veces lo que desde la escuela se califica como anomalía
(respecto de la atención y la memoria, de formas de jugar, de los lenguajes, del
contacto corporal, de los modos de estar juntos, etc.), no es otra cosa que el
emergente de un malentendido que expresa diversos campos de significación. De
allí que para poder recrear el sentido de la escuela en nuestras sociedades complejas
y conflictivas, necesitemos comprender esas significaciones “otras” o esos diversos
campos de significación.
Para enriquecer este enfoque que se propone, les sugerimos leer el texto
Descripción densa: hacia una teoría interpretativa de la cultura, de Cliffort Geertz (1992).
28